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Roxi
Considerando que los tributos son aquellos ingresos que se clasifican como
impuestos, tasas y contribuciones especiales que obtiene el Estado mediante el
ejercicio de su poder de imperio, en el desarrollo de esta investigación daremos a
conocer la importancia y contenido de cada uno de ellos, para lograr hacer un
análisis del tema y ver si son eficaces como ingresos públicos percibidos por el
Estado Salvadoreño.
Por tanto, el propósito de este trabajo es que conozcamos la importancia que tienen
los tributos para considerarse así la mayor fuente de ingresos públicos que obtiene
el Estado, y como éstos al tener eficacia, influyen en la economía del país.
TEORIA DE LOS TRIBUTOS Y EVOLUCION HISTORICA
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
El origen del tributo se remonta a los tiempos pretéritos en que implicaba sumisión
y humillación, dado que era pagado por los derrotados a los vencedores de las
contiendas bélicas. Así, Osvaldo Soler nos dice que “los impuestos extraordinarios
aplicados en tiempos de guerra se fueron transformando en permanentes en razón
de los frecuentes conflictos bélicos”. Por lo que la obligación de tributar para los
habitantes de un determinado territorio era parte de la dominación que ejercían
pueblos con más desarrollo o con algún tipo de ventaja sobre otro.
A mediados del siglo XIX y bajo el imperio de las ideas liberales, los sistemas
tributarios de los diversos países asumen determinadas características con
predominio de los impuestos de tipo objetivo; dichos impuestos de tipo objetivo no
consultan la capacidad tributaria.
Sin embargo, no podemos negar que el Derecho Tributario posee una tradición
plurisecular y que podemos constatar en distintas épocas como por ejemplo en el
caso de Bartolo (1314-1357) que en el comentario a la lex placet C de sacrosantis
ecclesiis se ocupa de centenares de cuestiones tributarias, debe reconocerse que
le prestó una consideración al menos igual a la de las otras ramas del Derecho. A
partir del 1300 encontramos tratados específicos de Derecho Tributario como el
“Ritus magnae Camerae summariae Regni Neapolis” que como advierte Pertile, es
“un tratado científico con demostraciones, referencias a diversas opiniones,
cuestiones y ejemplos, a veces con mucha libertad de juicio y condenación de los
métodos de Hacienda.”
No fue fácil dar nacimiento al Derecho Tributario, los autores que en la segunda
mitad del siglo XIX generaron la solidez creciente del Derecho Administrativo, entre
otros, Laband, Jellinek y especialmente Otto Mayer, dedicaron atención a configurar,
una suerte de “derecho de los impuestos”, como parte integrante del Derecho
Administrativo. Sin embargo en la segunda mitad del siglo XX, y como consecuencia
del desarrollo científico del Derecho Tributario, se reaccionó ante esta tesis
autoritaria, iniciándose los intentos por poner de relieve la juridicidad del tributo y de
las relaciones que genera, la cual dio nacimiento a las teorías clásicas o
fundacionales, la teoría de la función pública y la teoría de la Potestad de la
imposición.
Ahora bien, esa capacidad para pagar los impuestos, no depende del valor total en
dinero de la masa de mercancías, ni del valor en dinero de los ingresos netos de los
capitalistas y terratenientes, sino del valor en dinero de los ingresos de cada
individuo, comparados con el valor en dinero de las mercancías que consume
habitualmente, para ello, se recurre a una serie de impuestos necesarios para cubrir
los gastos del gobierno, entre ellos están: Los impuestos sobre los productos del
suelo, impuestos sobre la renta de la tierra, diezmos, impuestos sobre la tierra,
impuestos sobre el oro, impuestos sobre edificios, impuestos sobre los beneficios,
impuestos sobre los salarios, impuestos sobre mercancías que no son productos
del suelo y los impuestos para asistencia a los pobres.
A pesar de los gastos inmensos del gobierno inglés durante los veinte años últimos,
es indudable que fueron compensados con creces por un aumento de la producción
en parte del pueblo. El capital nacional, no fue meramente reproducido, sino
grandemente aumentado, por lo que la renta anual de los habitantes, aún después
de pagados los impuestos, es probablemente, en la actualidad, mayor que en
cualquiera época anterior de nuestra historia.
Por lo tanto, debiera ser tarea de los gobiernos (previa recaudación eficiente de los
tributos) estimular al sector privado, para que aumenten sus capitales y rentas, con
la finalidad de diversificar el aparato productivo, dar incentivos para incrementar la
producción, a través de mejoras en la productividad, para así generar nuevas
fuentes de trabajo, con el objeto de aumentar el consumo, el ahorro y la inversión,
a fin de crear mayores niveles de satisfacción a la población.
1. El principio de la suficiencia.
2. El principio de la equidad.
3. El principio de la neutralidad.
4. El principio de simplicidad.
TRIBUTOS
Los tributos son prestaciones en dinero, bienes o servicios, determinados por la Ley,
que el Estado recibe como ingresos en función de la capacidad económica y
contributiva del pueblo, los cuáles están encaminados a financiar los servicios
públicos y otros propósitos de interés general.
Los tributos en nuestro país están dispuestos y regulados por la Ley en el Código
Tributario.
• Los impuestos
• Las tasas
Son pagos a realizar por el beneficio obtenido por una obra pública u otra prestación
social estatal individualizada, cuyo destino es la financiación de ésta.
POTESTAD TRIBUTARIA
Comenzaremos por las definiciones de dos autores que explican el poder tributario
y como está relacionado con la soberanía del estado, son conceptos relacionados
para entender a que nos referimos cuando nombramos la potestad tributaria porque
viene acompañada del entendimiento que podemos adquirir del estudio de este
conjunto.
Para HECTOR VIILEGAS autor argentino, el estudio de los términos poder tributario
y potestad tributaria, debe iniciarse aclarando el concepto de soberanía. Apunta el
autor, que para la ciencia política la soberanía significa “estar por encima de todo y
de todos”. La soberanía reside en el pueblo y de ella emana, entre otros múltiples
poderes y facultades, el poder tributario, que se define como “la facultad o la
posibilidad jurídica del Estado de exigir contribuciones a las personas sometidas a
su soberanía”. Del poder tributario surge, en primer lugar, la potestad tributaria, que
es la facultad de dictar normas jurídicas de las cuales nace para ciertos individuos
la obligación de pagar tributos, esto es, la “facultad estatal de crear, modificar o
suprimir unilateralmente tributos”, lo cual, traducido al campo jurídico, implica la
posibilidad de dictar normas generadoras de contribuciones que las personas deben
entregar coactivamente, para atender las necesidades públicas. Desde este punto
de vista, si la potestad tributaria viene atribuida por ley, será posterior, lógica y
cronológicamente, al poder tributario que se fundamenta en la soberanía. Queda
claro, entonces, que la potestad tributaria se ejerce a través de los órganos
legislativos y sobre la base de leyes formales que contendrán los elementos del
tributo y de la obligación tributaria.
Entes políticos territoriales que tienen potestad tributaria:
CARACTERISTICAS
De manera resumida, podemos precisar las siguientes características de la potestad
tributaria:
Por tanto, como ya se indicó, cuando hacemos alusión a la potestad tributaria nos
referimos necesariamente a la fuerza que emana de la propia soberanía del estado,
que puede ser ejercida discrecionalmente por el poder público, y que se agota en
su propio ejercicio.
COMPETENCIA TRIBUTARIA
Es un tema que cobra actualidad cuando se considera el tema de cómo atraer hacia
el país inversión extranjera directa de largo plazo. Es un tema polémico, hay
personas a favor y en contra de ella, cada uno con argumentos atendibles.
INGRESOS PÚBLICOS
Clasificación financiera:
Ordinarios:
Extraordinarios:
LEGALIDAD DE LA TRIBUTACION
Este Principio general del Derecho reconocido expresamente por la Constitución y
que supone el sometimiento pleno de la Administración a la ley y al Derecho, así
como la sujeción de la Administración al bloque normativo; implica, en primer lugar,
la supremacía de la Constitución y de la ley como expresión de la voluntad general,
frente a todos los poderes públicos. Además, el principio de legalidad supone la
sujeción de la Administración a sus propias normas, los reglamentos.
Con respecto al principio de legalidad, según el apotegma “nullun tributun sine lege”,
es menester el dictado de una ley para que pueda nacer la obligación tributaria. La
doctrina suele entender que debe tratarse de una ley formal, siguiendo los
procedimientos respectivos; de modo que una simple ley material no formal –
decreto, resolución de un organismo recaudador, circular- no tiene el carácter de ley
en materia tributaria. Cabe destacar que si las leyes trasgreden la letra o el espíritu
de la Constitución, el afectado puede peticionar la declaración de su
inconstitucionalidad en el caso concreto.
IGUALDAD TRIBUTARIA
Por lo que la doctrina establece que, la igualdad más que un derecho fundamental
autónomo o aislado es un “principio” informador del ejercicio de los derechos
fundamentales.
Calvo Ortega, define al principio de igualdad tributaria como “la obligación que
tienen los poderes públicos de gravar igual a los sujetos que se encuentran en la
misma situación y desigualmente a los que están en situaciones diferentes”. La
Constitución recoge dicho principio al establecer dentro de las atribuciones de la
Asamblea Legislativa en el ordinal 6° del art. 131 que le corresponde “decretar
impuestos, tasas y demás contribuciones sobre toda clase de bienes, servicios e
ingresos en relación equitativa”.
José María Martín, dice, que el principio de igualdad consiste, en el derecho de cada
uno de nosotros a que no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a
unos de lo que se concede a otros en iguales circunstancias. En suma, no se trata
de una igualdad absoluta, sino de una igualdad relativa.
Es obvio que esta igualdad de los contribuyentes frente a la ley no es una igualdad
aritmética, sino la igualdad de tratamiento frente a igualdad de situaciones o
circunstancias.
Este principio se traduce en que los tributos deben importar iguales sacrificios para
todos los contribuyentes, no se refiere a la igualdad numérica, ésta podría dar lugar
a las mayores injusticias. Este principio se refiere a la necesidad de asegurar el
mismo tratamiento a quienes se encuentren en análogas situaciones. Este principio
no es una regla férrea, porque permite la formación de distingos y categorías,
siempre que éstas sean razonables y con exclusión de toda discriminación arbitraria,
injusta u hostil contra determinada persona o categoría de personas.
No obstante lo que se dirá en los párrafos venideros, es necesario destacar que el
Poder Tributario, se ejercita produciendo normas jurídicas, las que, contempladas
en un plano trascendente, se legitiman en la medida que plasmen un ideal concreto
de justicia.
En esta situación podemos decir junto a J.E. Figueroa Valdés, que la justicia
tributaria se logra, desde el punto de vista de la igualdad impositiva, en la medida
que el legislador a través del sistema impositivo iguale el sacrificio que experimentan
los contribuyentes al pagar los tributos. Por ende, el sistema tributario será justo al
existir una igualdad de tratamiento a los diversos contribuyentes frente a una
igualdad de situaciones o circunstancias y, consecuentemente, un tratamiento
distinto en el reparto impositivo frente a situaciones desiguales.
Así, la garantía constitucional del derecho de propiedad, sobre toda clase de bienes
corporales e incorporales, deviene ilusoria al establecerse tributos
cuantitativamente tan elevados que importen una verdadera expropiación sin
indemnización.
Dice la Sala de lo Constitucional que “el límite mínimo está previsto por el nivel
necesario de subsistencia, que la doctrina ha denominado como la exención del
mínimo vital. Éste se refiere a la satisfacción de necesidades elementales, que
vendrá determinado por el conjunto de valores que cada Constitución garantiza en
un esquema de derechos económicos y sociales. No se restringen a un mínimo
físico de existencia, sino que estará determinada por la conciencia tributaria que
cada comunidad determine en un momento histórico. Por ello se dice que es un
concepto elástico convencional. El límite máximo se concreta en la prohibición de
los gravámenes con alcance confiscatorio”. “Sala de lo Constitucional, Sentencia de
inconstitucionalidad, Referencia 20-2003, de fecha 14 de diciembre de 2004.”
Por su parte, Héctor Belisario Villegas, expone que: “Para que un tributo sea
constitucional no debe constituir un despojo, y para ello deber respetar el derecho
de propiedad (...) es confiscatorio lo que excede el límite que razonablemente puede
admitirse en un régimen democrático de gobierno que ha organizado la propiedad
de modo tal que se excluye la confiscación de la fortuna privada, ya sea por la vía
directa o valiéndose de los impuestos (...).
Así José María, citando a Jarach Dino, menciona que en ningún otro campo de esta
materia se revela con mayor claridad esta tutela de nuestro estatuto constitucional
hace de la propiedad privada, donde no se limita, como en otros países igualmente
constitucionalistas, a una garantía formal, sino que quiere tutelar el derecho de
propiedad, incluso, en su contenido útil o económico.
Según Valdés Costa “la no Confiscación es una prohibición destinada a evitar una
imposición excesiva, superior a las posibilidades del sujeto pasivo de contribuir a
las cargas públicas, sin afectar su derecho a la subsistencia digna”.
b) Las leyes, los tratados y las convenciones internacionales que tengan fuerza de
ley;
c) Los Tratados y las Convenciones Internacionales que tengan fuerza de ley: los
tratados que tengan rango de ley desde el momento en que entran en vigencia, ésta
es la tesis sostenida en la exposición de motivos de nuestra Constitución vigente,
plasmado además en el Art. 144 Cn .
La finalidad básica del derecho tributario debe ser la de realzar la seguridad jurídica
de los contribuyentes, ya que en esta materia el Estado se ve tentado con mayor
frecuencia a realizar bruscas maniobras, inesperadas para el ciudadano. Esto
originó reacciones que produjeron acontecimientos importantes en la historia del
constitucionalismo, y demostró que el abuso de poder tiene un amplio campo de
expansión en el área tributaria. Por ello la lealtad del Estado surge como una
exigencia ineludible. El Estado de derecho simboliza un poder limitado
jurídicamente a través del sometimiento de los gobernantes a la ley, o dicho en otras
palabras, la sustitución del gobierno de las leyes.