Professional Documents
Culture Documents
El agua es el canal principal a través del cual se sentirán los impactos del cambio climático en
los ecosistemas del mundo y en los medios de subsistencia de las sociedades. El cambio
climático tendrá un impacto en todos los elementos del ciclo del agua (ONU-Agua, 2010). La
agricultura se verá afectada por el aumento de la demanda de evaporación, los cambios en la
cantidad de lluvia y las variaciones en la escorrentía del río y la recarga de aguas subterráneas,
las dos fuentes de agua para el riego (Figura 3.1). Estos impactos se describen en más detalles
a continuación.
Se esperan cambios en la distribución de la precipitación, con períodos más largos entre los
eventos de lluvia y precipitaciones más intensas. Esto puede llevar a una mayor ocurrencia de
fenómenos meteorológicos extremos, incluyendo inundaciones y sequías. Se espera que los
hechizos secos, los períodos cortos de déficit de lluvia durante la estación de cultivo aumenten
en duración y frecuencia. Esto afectará directamente a la humedad del suelo y a la
productividad de los cultivos de secano. Estos cambios se sentirán principalmente en áreas que
ya están sujetas a la variabilidad climática, como en las zonas semiáridas y subhúmedas del
África subsahariana y en el sur de Asia, donde, en ausencia de fuentes alternativas de agua, el
riesgo de aumento de la frecuencia de los fracasos de los cultivos es alto.
Las reducciones de las lluvias en áreas áridas y semi-áridas se traducirán en una reducción
mucho mayor en el escurrimiento del río (en términos relativos). En Chipre, por ejemplo, los
análisis han demostrado que una reducción del 13 por ciento en la precipitación se traduce en
una reducción del 34 por ciento en la escorrentía (Faurès et al., 2010). En los ríos que reciben
su agua del glaciar o del derretimiento de la nieve (cerca de 40 por ciento de la irrigación del
mundo es apoyada por los flujos que originan en el Himalaya), el tiempo de los flujos cambiará,
con los altos flujos que ocurren a principios de año. Sin embargo, la escorrentía media anual
puede ser menos afectada.
Es difícil predecir el impacto del cambio climático en la recarga de las aguas subterráneas. La
recarga local dependerá de las características del acuífero, de los procesos de recarga y de los
cambios en las precipitaciones. Sin embargo, es probable que la recarga del acuífero se reduzca
en áreas áridas y semi-áridas, donde la escorrentía disminuirá (Bates et al., 2008; Turral et al.,
2011).
Por último, el aumento previsto de los niveles del mar afectará a la agricultura en las zonas
costeras, especialmente en los deltas fluviales. Los niveles de mar más elevados combinados
con los cambios de aguas arriba (variaciones en la distribución del escurrimiento, inundaciones
más frecuentes) darán lugar a una mayor incidencia de inundaciones y de intrusión de agua
salada en estuarios y acuíferos.
Efectos combinados del cambio climático y el desarrollo
Como se mencionó anteriormente, los rápidos incrementos en el uso del agua para la agricultura
y otros fines han modificado el agua equilibrio en muchas cuencas hidrográficas y acuíferos.
Los efectos combinados de la retirada de agua y la contaminación afectando a los ecosistemas
y a las poblaciones rurales en un número cada vez mayor de lugares. La medida en que el clima
el cambio afectará al ciclo del agua y la agricultura debe ser considerada a la luz de estos
acontecimientos.
En las zonas áridas y semiáridas, el cambio climático será una carga adicional sobre los
recursos hídricos ya estirados. Sin embargo, la agricultura primero tendrá que responder a los
retos que plantea el aumento de las presiones humanas sobre estos recursos. En otros lugares,
el cambio climático será el principal motor de cambio y requerirá respuestas relacionadas con
el cambio climático específico. Tabla 3.1 es un intento de presentar la importancia relativa del
cambio climático y el desarrollo en la oferta y demanda de agua para la agricultura. Los
impactos relativos del cambio climático variarán de un sistema agrícola a otro, pero es
importante que las estrategias de adaptación tengan en cuenta el contexto general en el que se
llevarán a cabo.
De particular relevancia es el marco de tiempo para el cambio climático y su relación con la
velocidad de cambio impulsado por el desarrollo. Se espera que los cambios anuales en la
escorrentía y la recarga debido al cambio climático que se produzca a un ritmo más lento que
los cambios causados por la demanda humana de agua. Sin embargo, los cambios en la
variabilidad y eventos extremos asociados al cambio climático ya puedan estar teniendo efectos
y merecen una atención especial a las respuestas de corto a medio plazo.
Tabla 3.1
El cambio climático y el desarrollo: cómo influyen en la oferta y la demanda de agua.
Elementos de la impacto de
El ciclo del
agua Actividades de desarrollo Cambio climático
Muchas de las actividades de desarrollo para mejorar las condiciones socioeconómicas en las
zonas rurales tendrán un impacto positivo en la adaptación al cambio climático, ya que reducen
la vulnerabilidad de las comunidades locales a los shocks y aumentan su capacidad de
recuperación. Sin embargo, los nuevos programas deben ser más estratégicos. La resiliencia de
estas poblaciones al cambio climático debe evaluarse sistemáticamente para evitar la mal
adaptación y aumentar la robustez de los programas de desarrollo. Además, las acciones
específicas de adaptación al cambio climático tendrán que diseñarse e integrarse en los
programas de desarrollo.
Dado que la mayoría de las prácticas agrícolas intensivas con potencial para la mitigación del
cambio climático utilizan alguna forma de irrigación, existen algunas posibilidades para las
acciones de mitigación que abordan cómo se administra el agua en la agricultura.