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Epidemiología
La prematuridad constituye una de las principales causas de morbimortalidad neonatal y es
responsable de un gran porcentaje de secuelas infantiles. Constituye aproximadamente el
70% de la mortalidad perinatal y el 75% de la morbilidad. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) estimó que el 9,6% de todos los nacimientos en 2005 fueron prematuros.
Sin embargo, se debe recalcar que se ha producido un descenso de la tasa de nacimientos
prematuros; ya que se disminuyó a 12.7% en 2007, 12,3% en 2008 y 12,1% en 2009. Esta
disminución se explica por la mejora de las prácticas de fertilidad que reducen el riesgo de
gestaciones múltiples y el aumento en el uso de estrategias para prevenir el parto
prematuro recurrente. Un dato que se debe recordar es que los afroamericanos tienen
tasas de nacimientos prematuros casi dos veces mayores que otros grupos étnicos.
Factores de riesgo
Algunos de los factores de riesgo identificados para la amenaza de parto prematuro son:
- Antecedentes de pérdidas gestacionales en el segundo trimestre, aborto habitual,
anomalías uterinas, conización del cérvix, longitud cervical corta.
- En el anteparto: embarazos múltiples, ruptura prematura de membranas,
polihidramnios, hemorragia anteparto, cirugía intraabdominal, infección del tracto
urinario, infección materna severa, trauma físico.
- Factores y condiciones maternas: infección bacteriana ascendente, enfermedades
maternas como hipertensión arterial, diabetes mellitus o gestacional, trombofilias,
entre otras, infecciones transplacentarias como sífilis, enfermedad periodontal,
edad materna ≤18 a ≥ 40 años.
- Factores epidemiológicos y ambientales, factores socioeconómicos (bajo nivel
socioeconómico) y psicosociales, etnia afroamericana (18,4%), tabaquismo, factores
nutricionales como bajo peso materno, índice de masa corporal menor de 19,8 y
periodo intergenésico corto.
Etiología
Se conoce que la amenaza de parto pretérmino puede tener un origen multifactorial. Sin
embargo, tradicionalmente sus posibles causas se han seleccionado en tres grandes grupos:
Tratamiento
La edad gestacional recomendada para la aplicación de corticoides para inducción de
madurez pulmonar fetal en pacientes con riesgo de parto pretérmino es de 24 a 34 semanas
de gestación. La dexametasona y betametasona son los esteroides de elección para inducir
madurez pulmonar fetal y han demostrado disminuir las complicaciones propias de la
prematurez a largo y a corto plazo. El esquema de inducción de madurez pulmonar fetal se
basa en la administración de 2 dosis de 12 mg de betametasona o dexametasona IM, con
12-24 h de intervalo.
Los agentes uteroinhibidores son la piedra angular para el manejo del parto pretérmino. El
objetivo principal de los uteroinhibidores es retrasar el nacimiento de dos a siete días, lo
cual permite administrar un esquema completo de maduración pulmonar con la finalidad
de disminuir la incidencia y severidad del síndrome de dificultad respiratoria en el recién
nacido, así como la oportunidad para trasladar a la paciente a un centro que cuente con
Unidad de Terapia Intensiva Neonatal. El objetivo secundario de estos agentes es disminuir
la mortalidad y morbilidad perinatal asociada con la prematurez. Aunque hay ciertas
indicaciones y contraindicaciones para inhibir un trabajo de parto pretérmino:
Indicaciones Contraindicaciones
Diagnóstico de parto pretérmino Muerte fetal intrauterina
Edad gestacional > 15 sem y < 34 sem Anomalía fetal incompatible con la vida
Ausencia de contraindicación médica u Evidencia de compromiso fetal
obstétrica para inhibición Restricción severa del crecimiento intrauterino
Ausencia de contraindicación específica de Corioamnioitis
agentes uteroinhibidores Preeclampsia severa o eclampsia
Hemorragia severa materna
Insuficiencia placentaria
El antiinflamatorio no esteroideo más comúnmente utilizado es la indometacina, que es un
inhibidor de la síntesis de prostaglandinas. Se puede utilizar la indometacina como tocolítico
si la paciente presenta enfermedad cardiovascular, hipertiroidismo, diabetes o
hipertensión, siempre y cuando se trate de un embarazo menor o igual a 32 SDG. Otro
tocolítico que se recomienda es el Atosiban (antagonista de los receptores de oxitocina)
administrado con un bolo inicial de 6.7 mg, seguido de 300 mcg por min por 3 h, luego 100
mcg por min a completar 48 h.
La ritodrina (agonista de receptores betaadrenérgicos) es el único uteroinhibidor aprobado
por la FDA para el manejo de pacientes con diagnóstico de parto pretérmino. Su acción es
mediada por el incremento inducido de la adenilato ciclasa en el ciclo de la adenosin
monofosfato, la cual inhibe a la cadena ligera de miosina-cinasa, disminuyendo así la
contractilidad uterina. La ritodrina y la terbutalina no están disponibles en nuestro país. En
México se utiliza la orciprenalina, la cual se aplica a una dosis terapéutica inicial de 5 g/min,
con incrementos cada 30 minutos de 5 g/min hasta un máximo de 25 g. Una vez que se
inhibe el trabajo de parto, se debe mantener la misma dosis por 60 minutos,
posteriormente ir disminuyendo 2.5 g/min cada 30 minutos, hasta llegar a la mínima dosis
efectiva. Se debe mantener esta dosis por 12 horas.
Una revisión de Cochrane concluyó que los bloqueadores de los canales de calcio
comparados con cualquier otro agente uteroinhibidor (principalmente los betamiméticos),
disminuyeron el número de mujeres con parto pretérmino, dentro de los siete días después
de iniciar el tratamiento. El nifedipino y la nicardipina son los antagonistas de calcio más
comúnmente utilizados y aún no están aprobados por la FDA ni por la Agencia de Drogas de
la Unión Europea.
El óxido nítrico (ON) activa la guanilatociclasa, aumenta el GMP cíclico, activa la
proteincinasa e inhibe el flujo de calcio desde el espacio extracelular. Los donantes de óxido
nítrico, como la nitroglicerina y nitropusiato sódico y la L-arginina causan una rápida y
reversible supresión de la contracción uterina. Se utilizan con mayor frecuencia para
relajación uterina en la presentación pélvica, inversión uterina, versión intraparto y
retención de placenta.
La progesterona debe ser usada para la prevención del parto pretérmino en pacientes con
antecedente de dicha entidad. Su función es mantener la quiescencia uterina mediante la
supresión de los efectos proinflamatorios de los estrógenos. Es preferible utilizarlo vía
vaginal, iniciando entre la 16-24 semana de gestación. Su uso ha demostrado disminución
en las tasas de parto pretérmino de 45% en pacientes con cuello corto.
El uso de antibióticos no se recomienda de rutina, ya que no prolongan la edad gestacional
ni mejoran el pronóstico en mujeres con riesgo de amenaza de parto pretérmino. Deben
utilizarse en infecciones que lo ameriten como profilaxis de estreptococo del grupo B
intraparto y coriamnionitis.
Prevención y recomendaciones
- Acciones a nivel primario: deben basarse en prevenir y reducir el riesgo en la
población, así como evitar el consumo de alcohol, drogas y tabaco. Asegurarse una
correcta salud bucodental, así como una pesquisa adecuada de infecciones del
tracto urinario y bacteriuria asintomática, ha demostrado la prolongación del
embarazo de hasta una semana en poblaciones que consumen alimentos ricos en
omega 3, en comparación de aquellas que no la consumen.
- Acciones a nivel secundario: se recomienda a las pacientes evitar jornadas laborales
muy extensas y con horario nocturno. Además se debe realizar US transvaginal en
aquellas mujeres con factores de riesgo y de esta forma diagnosticar quiénes se
verían beneficiadas del uso de progesterona.
- Acciones a nivel terciario: realizar el test de fibronectina en pacientes de alto de
riesgo de parto pretérmino o aquellas sintomáticas.
Bibliografía
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