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Dedicatoria

Para nuestros padres y maestros que con

esfuerzo y bondad nos guían en nuestra carrera.


Resumen
El presente trabajo nos habla de aquellos sujetos que van a intervenir a lo largo del proceso

penal, es decir desde el momento en que se efectúa la noticia criminal el ministerio

público representado por el fiscal comenzará a recabar los instrumentos necesarios para

la aclaración de los hechos y formular así requerimientos y pedidos al juez respetando los

plazos y principios en las etapas que sean necesarios para un proceso motivado, ya que

para que esté pueda concluir ya sea con juicio oral o sobreseimiento se deben agotar todos

los plazos y requerimientos necesarios.

Abstract
The present work talks about those subjects who are going to intervene during the

criminal process, that is to say, from the moment in which the news is made with the

public prosecutor represented by the prosecutor will begin to collect the necessary

instruments for the clarification of the facts and thus formulate requests and requests to

the judge respecting the deadlines and principles in the stages that are necessary for a

motivated process, since for it to be able to conclude either with oral trial or dismissal, all

the necessary deadlines and requirements must be exhausted.


INDICE
DEDICATORIA………………………………………………………………….. i
RESUMEN ………………………………………………………………………. ii
ÍNDICE…………………………………………………………………………… iii
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I: Sujetos de Función Activa
1.1 El Fiscal
1.2 La Parte Civil
1.3 Policía Judicial
CAPITULO II: Sujetos de Función Pasiva
2.1 El Imputado
2.2 La Defensa
2.3 El Tercero Civil
CAPITULO III: Sujetos de Función Decisoria
3.1 Antecedentes
3.2 Funciones del juez penal
3.3 Juez penal de etapa preparatoria
3.4 Juez penal del juicio oral
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN

Hablar de los sujetos procesales a la luz del Código Procesal Penal es referirnos a lo que

define el nuevo sistema procesal penal que recién adoptamos. La razón es simple, son

ellos y no otros, la esencia y el motivo del proceso penal. Por ellos impulsa la reforma

procesal penal. Sin sujeto procesal, sencillamente, no hay proceso. Ahí radica

precisamente la enorme pertinencia que tiene el tratamiento de este tema. En este

contexto, cabe destacar que una de las virtudes que tiene el Código Procesal Penal es la

de manifestar plena conciencia de esta realidad. Lo primero que salta a la vista es que de

partes pasan a ser sujetos. De conjunto, se reivindican a cada uno de los sujetos procesales

que de ordinario suelen interactuar en el devenir del proceso penal. Esto se comprueba en

la clara individualización y delimitación de atribuciones legales que se hace con relación

a cada uno de ellos.


Capítulo I
Sujetos de Función Activa
1.1 El Fiscal
Es el representante del Ministerio Público, quien está al servicio de la sociedad y de la

administración de justicia, defiende la legalidad, los intereses públicos, la independencia

de los órganos jurisdiccionales y la recta administración de justicia, fortaleciendo el

Estado democrático, social y de derecho. Representa a la sociedad en los procesos

judiciales.

Funciones
 Promover de oficio, o a petición de parte, la acción judicial en defensa de la

legalidad y de los intereses públicos tutelados por el derecho.

 Velar por la independencia de los órganos jurisdiccionales y por la recta

administración de justicia.

 Representar en los procesos judiciales a la sociedad.

 Conducir desde su inicio la investigación del delito. Con tal propósito, la Policía

Nacional del Perú está obligada a cumplir los mandatos del Ministerio Público

en el ámbito de su función.

 Ejercitar la acción penal de oficio o a petición de parte.

 Emitir dictamen previo a las resoluciones judiciales en los casos que la ley

contempla.

 Ejercer iniciativa en la formación de las leyes; y dar cuenta al Congreso de la

República, o al Presidente de la República, de los vacíos o defectos de la

legislación.
Es el rol que asume el personal fiscal del Ministerio Público frente a la administración

de justicia, y que se encuentra conformado por el conjunto de acciones encaminadas a

lograr los fines y objetivos que la Constitución y la ley mandan. Entre ellas: a) Promover

de oficio, o a petición de parte, la acción judicial en defensa de la legalidad y los intereses

públicos tutelados por el derecho; b) Velar por la independencia de los órganos

jurisdiccionales y por la recta administración de justicia; c) Representar en los procesos

judiciales a la sociedad, para los efectos de defender a la familia, a los menores e

incapaces y el interés social; d) Conducir desde su inicio la investigación del delito; e)

Ejercitar la acción penal de oficio o a petición de parte; f) Emitir dictamen previo a las

resoluciones judiciales en los casos que la ley contempla; g) Velar por la moral pública,

la persecución del delito, la reparación civil y por la prevención del delito. Esto conforme

a los artículos 159º de la Constitución y 1º de la Ley Orgánica del Ministerio Público.

En el nuevo proceso penal la función fiscal debe desenvolverse conforme a los

principios de autonomía, objetividad, imparcialidad, jerarquía y unidad, siendo necesario

asumir una actitud más flexible respecto del principio de legalidad, todo esto con el fin

de colaborar con una correcta y eficaz administración de justicia.

1.2 Parte Civil


 Artículo 54 del Código de Procedimiento Penales

Tienen legitimidad para constituirse en parte civil: El agraviado, sus ascendientes o

descendientes, su cónyuge, sus parientes colaterales y afines dentro del segundo grado,

sus padres o hijos adoptivos o su tutor o curador pueden constituirse en parte civil. La

persona que no ejerza por sí sus derechos, será representada por sus personeros legales.

 Artículo 55 del Código de Procedimientos Penales


Formas de Constitución: El que solicita constituirse en parte civil puede formular su

pedido verbalmente o por escrito ante el juez instructor. El pedido verbal se hará constar

en acta especial. La resolución que corresponda la dictará el juez de inmediato. Procede

apelación contra el auto que desestime la solicitud.

 Artículo 57 del Código de Procedimientos Penales

Facultades y actividad de la parte civil: La parte civil está facultada para deducir

nulidad de actuados, ofrecer medios de investigación y de pruebas, participar en los actos

de investigación y de prueba, intervenir en el juicio oral, interponer los recursos

impugnatorios de la ley prevé, y formular solicitudes en salvaguarda de sus derechos e

intereses legítimos. Asimismo, a solicitar e intervenir en el procedimiento para la

imposición, modificación, ampliación o cesación de medidas de coerción o limitativas de

derechos, en tanto ello afecte de uno u otro modo, la reparación civil y su interés legítimo,

en los resultados y efectividad del proceso respecto a su ámbito de intervención.

La actividad de la parte civil comprenderá la colaboración con el esclarecimiento del

hecho delictivo y de la intervención en él de su autor o partícipe, así como acreditar la

reparación civil. No le está permitido pedir o referirse a la sanción penal.

1.3 Policía Judicial


Rol de la Policía en el modelo del NCPP

En el nuevo modelo procesal penal se precisa el rol o funciones que desempeña la

Policía Nacional del Perú en la investigación del hecho punible, ello bajo los parámetros

ineludibles que la constitución de 1993 establece en forma expresa en el inciso 4 del

artículo 159; es decir, la Policía Nacional está en la obligación de cumplir con los

mandatos u órdenes que imparta el Fiscal en el ámbito de su función de investigación del

delito. De ese modo, el artículo 67 CPP establece en forma general para todos los
efectivos de la Policía Nacional: en su función de investigación, por propia iniciativa debe

recibir o tomar conocimiento de los delitos con la obligación de dar cuenta inmediata al

Fiscal. En tanto se demora en dar cuenta al Fiscal del hecho punible que ha tenido

conocimiento, por circunstancias geográficas o porque aquel se encuentra participando

en diligencias de otra investigación en lugar diferente por ejemplo, el Policía está en la

obligación ineludible de realizar los actos de investigación (diligencias) de urgencia e

imprescindibles para evitar o impedir sus consecuencias, individualizar a sus autores y

partícipes, reunir y asegurar los elementos de prueba que puedan servir para esclarecer

los hechos, cuidando siempre de las formalidades al levantar las actas haciendo participar

al sospechoso y a su abogado por ejemplo, a fin de no hacer ineficaz su trabajo. (Véase:

Incs. 2 y 3 art. 68 CPP).

Todos los actos de investigación urgentes efectuados por la PNP en razón de la

disposición expresa del Art. 67 del CPP, se pondrá en conocimiento del Fiscal de manera

inmediata a fin que disponga lo pertinente. El Fiscal organizará jurídicamente la

investigación y decidirá que otras diligencias son necesarias para el esclarecimiento de

los hechos y sobre las ya realizadas, muy bien podrá disponer la ampliación de las

mismas. En su caso, si se realizó incautación de bienes, por ejemplo, el Fiscal de forma

inmediata requerirá o solicitará al Juez de la investigación preparatoria la expedición de

una resolución confirmatoria (2, 316 CPP).

Diligencias que puede efectuar la Policía en ausencia excepcional del Fiscal


El numeral 68 CPP establece las siguientes actuaciones:

1. Recibir denuncias escritas o verbales. Si la persona afectada concurre a la Comisaría

a denunciar un hecho delictivo, el personal policial de guardia tiene la obligación urgente

de recibir la denuncia que bien puede ser escrita o verbal. La forma depende del

denunciante. Si quiere hacerlo de modo verbal, no es legal ni racional exigirle que lo


realice por escrito. En este caso, el Policía levantará el acta correspondiente. La víctima

tiene el derecho que se le reciba su denuncia de inmediato y lo más importante, se realicen

las pesquisas urgentes a fin de evitar que las huellas del delito desaparezcan por el paso

inexorable del tiempo.

2. Tomar la declaración del denunciante. Una vez que el Policía recibe la denuncia

escrita o verbal, puede recibir la declaración del denunciante, ello con la finalidad de

recabar mayor información sobre la forma y circunstancias en que ocurrió el hecho que

denuncia y de esa forma determinar qué acciones inmediatas realizar para identificar al

denunciado y esclarecer los hechos denunciados.

3. Vigilar y proteger el escenario de los hechos. La Policía al tomar conocimiento de

la comisión de un hecho delictuosa tiene la obligación de concurrir al lugar, escenario o

teatro de los hechos y poniendo en práctica sus conocimientos de criminalística, vigilarlo

y protegerlo con la finalidad que no se pierda la información que siempre queda en el

lugar y que sólo puede ser levantada por personal especializado. Se vigila y protege el

lugar hasta que el personal especializado recoja aquella información. Si no se hace una

buena vigilancia y protección del lugar de los hechos, la información se pierde o

distorsiona en directo perjuicio del esclarecimiento de los hechos.

4. Practicar registro a las personas. En casos en los cuales la Policía interviene al

sospechoso, de modo inmediato puede hacerle el cateo o registro personal a fin de

despojarle de algún elemento del delito o elemento que pueda poner en peligro su

integridad física o de terceros.

5. Prestar auxilio a las víctimas. Inmediatamente que un ciudadano que ha sido o viene

siendo afectado por la realización de un hecho punible, el Policía sin siquiera petición
expresa de aquel está en la obligación de recurrir en su auxilio. El efectivo policial en

tales circunstancias no puede excusarse.

6. Recoger y conservar los objetos e instrumentos del delito, así como todo elemento

material que pueda servir para la investigación. Al tener conocimiento la Policía de la

comisión de un delito y concurrir al escenario de los hechos, sin remover el lugar puede

recoger los objetos o instrumentos del delito levantando para tal efecto el acta respectiva.

Así mismo, tiene el deber de conservar los objetos e instrumentos del delito recogidos

para ponerlo luego a disposición de la Fiscalía. De igual forma, podrá recoger cualquier

otro elemento material que a su criterio pueda servir para la investigación.

7. Identificar a los autores y partícipes del delito. Realizar las primeras diligencias para

identificar plenamente a los autores y partícipes del hecho punible cometido y

denunciado. Sin duda la fundamental y primera diligencia será el correspondiente

reconocimiento físico del sospechoso por la víctima o testigos de excepción.

8. Recibir la declaración de los testigos. Luego de conocido el hecho punible

efectuado, la Policía Nacional debe identificar a los testigos de los hechos y recibirle sus

dichos. Su finalidad es de reunir mayores elementos de juicio o evidencias que sirvan

para esclarecer los hechos y a la vez, para identificar a los autores y partícipes del hecho

investigado.

9. Levantar planos, tomar fotografía, realizar grabaciones en video. El uso de la

tecnología moderna es fundamental para perennizar la escena del delito con la finalidad

de deducir la forma como habrían ocurrido los hechos. El mismo funcionamiento del

sistema acusatorio hace imprescindible el uso de planos, tomas fotográficas o realizar

grabaciones de video.
10. Detener a los sospechosos en caso de flagrancia. Es facultad constitucional de la

Policía Nacional detener a los sospechosos de la comisión de un hecho punible (delito o

falta) cuando concurren los supuestos de flagrancia (f, 24, Art. 2 de la Constitución de

1993). Aquí no es necesario orden judicial. El Decreto Legislativo 983 del 22 de julio de

2007, soslayando lo ya establecido en reiterada jurisprudencia por el Tribunal

Constitucional4 ha modificado el contenido del artículo 259 del CPP de 2004 y ha

definido el estado de flagrancia como aquella situación que se presenta cuando el sujeto

agente es descubierto en la realización del hecho punible o acaba de cometerlo o cuando

ha huido y ha sido identificado inmediatamente después de la perpetración del hecho

punible, sea por el agraviado, o por otra persona que haya presenciado el hecho, o por

medio audiovisual o análogo que haya registrado imágenes de éste y, es encontrado dentro

de las veinticuatro horas de producido el hecho punible o es encontrado el agente dentro

de las veinticuatro horas, después de la perpetración del hecho punible con efectos o

instrumentos procedentes de aquel, o que hubieran sido empleados para cometerlo, o con

señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría o participación en

ese hecho delictuoso. Esta definición de flagrancia es a todas luces discutible pues da

carta abierta a la Policía Nacional para privar de la libertad a los ciudadanos por simple

sindicación a los ciudadanos. Disposición que esperamos los miembros de la PNP sepan

manejar con ponderación caso contrario no será raro que puedan ser denunciados por

abuso de autoridad. Es importante advertir que el legislador del Código Procesal Penal ha

hecho uso de la etiqueta de hecho punible y no de delito, por lo que existe flagrancia en

nuestro sistema jurídico, tanto para delitos como para faltas. En tal sentido, el legislador

ha previsto que en caso de haberse detenido a un sospechoso de la comisión de una falta

o de un delito cuya sanción es no mayor de 2 años de pena privativa de libertad, luego de

los actos de investigación urgentes, se dispondrá su libertad (inc. 3 Art. 259 CPP)
11. Asegurar los documentos privados que puedan servir para la investigación. En los

casos en que documentos privados estén de por medio en la comisión de un delito, la

Policía Nacional podrá incautarlos.

12. Allanar locales de uso público o abiertos al público. Pueden ingresar y hacer

registros en locales de uso público o locales que estén abiertos al público cuando la

urgencia de la medida así lo amerite, por ejemplo, cuando hay flagrancia delictiva o

cuando hay peligro inminente de la comisión de un hecho punible.

13. Efectuar bajo inventario secuestros e incautaciones necesarias en casos de delito

flagrante o peligro inminente de su perpetración. Los efectivos de la PNP pueden hacer

secuestros e incautaciones de bienes o efectos provenientes de la comisión de un hecho

punible o de los instrumentos que se utilizaron para su ejecución, así como de los objetos

del delito. Condición sine qua non para que la Policía Nacional realice secuestros e

incautaciones bajo inventario, es la existencia de peligro en su desaparición por la demora.

14. Recibir la manifestación de los sospechosos con presencia de su abogado. El

legislador le ha dado la facultad a la Policía Nacional de recibir la manifestación del

sospechoso con la finalidad que aquel dé detalles de la forma cómo realizó el hecho que

se le atribuye, así como indique o ayude a identificar a los demás partícipes del hecho

investigado. Para la eficacia de esta diligencia será necesario la presencia del abogado

defensor. Caso contrario, si el sospechoso no cuenta con abogado (sea porque no nombró

o porque en tales momentos no hay defensor de oficio), la Policía Nacional se limitará a

constatar su identidad personal. Aquí resulta necesario precisar lo siguiente: es

recomendable recibir la declaración del sospechoso al final de la investigación preliminar,

cuando el investigador y el fiscal hayan acumulado las evidencias necesarias. Tal

proceder garantiza que se realice un mejor interrogatorio y segundo, se garantiza la

presencia ineludible del Fiscal y el abogado defensor (de oficio o privado) en la


manifestación del sospechoso. En el sistema acusatorio, la confesión de parte no sirve si

a la vez no existen evidencias que lo corroboren. En concreto, esto tiene relación con lo

siguiente: en el sistema mixto que se pretende dejar de lado, primero se detiene y luego

se investiga, en cambio en el sistema acusatorio esta máxima se invierte: primero se

investiga luego se detiene. Este último procedimiento es más eficaz en cuanto a

resultados.

15. Finalmente, el legislador deja abierta la posibilidad que la Policía Nacional, realice

cualquier otra diligencia urgente que ayude a un mejor esclarecimiento de los hechos.

Podrá, por ejemplo, efectuar registro de la vestimenta, equipaje o vehículos, averiguación

de antecedentes del sospechoso, etc. (Art. 205 incs. 3 y 4)

Deberes de la policía en caso de detención


Aparte de las diligencias que pueden realizar los efectivos de la Policía Nacional

inmediatamente de recibida la notitia criminis, en caso que se materialice la detención del

imputado, el artículo 262 del CPP establece en forma taxativa los siguientes deberes

ineludibles: El policía que ha efectuado la detención en flagrancia o arresto ciudadano,

informará al detenido el delito que se le atribuye y comunicará en forma inmediata al

Fiscal que corresponda. En los casos de terrorismo, TID y espionaje también comunicará

al Juez de la investigación preparatoria. En los casos de detención preliminar judicial,

luego de comunicar al detenido el delito que se le atribuye y poner en conocimiento del

Fiscal sobre la detención judicial efectuada, el policía pondrá a disposición del Juez que

dispuso su detención a fin que éste verifique su identidad y garantice sus derechos. Luego

se pondrá a disposición del Fiscal para los efectos de la investigación. En todos los casos,

la policía informará al detenido de todos sus derechos previstos en el artículo 71 CPP,

tales como conocer los cargos formulados en su contra, conocer en forma expresa, de ser

el caso, la causa o motivo de su detención, designar a la persona o institución a la que


debe comunicarse su detención ser asistido por un abogado defensor, abstenerse a

declarar, que no se emplee en su contra medios coactivos, intimidatorios o contrarios a su

dignidad, ser examinado por un médico legista o en su defecto por un profesional de la

salud, etc.

CAPÍTULO II
Sujetos de función pasiva
2.1 El Imputado
El imputado es la persona física contra quien se dirige la imputación sindicándolo

como participe en la comisión de un delito. Con ese nombre se designa a la persona desde

el momento que se abre la investigación hasta su finalización. El ser imputado es una

situación procesal de una persona, situación que le otorga una serie de facultades y

derechos, y que en modo alguno puede ser automáticamente equivalente a ser el autor de

un cierto delito. Puesto que una persona absolutamente inocente puede ser imputada, no

se puede hacer de todo imputado un culpable, porque para decidir esto existen el proceso

y el juicio.

Derechos Del Imputado


Según el nuevo código procesal penal (Art. 71). Inciso 2:

1) Conocer los cargos formulados en su contra, en caso de detención. Se le exprese

la causa o motivo de dicha medida, entregándosele la orden de detención.

2) Comunicar a la persona o institución sobre su detención en forma inmediata.

3) Ser asistido desde los actos iniciales de la investigación por un abogado defensor

de su elección.

4) Abstenerse de declarar. Y, si acepta hacerlo, que su abogado defensor esté

presente, al igual, que en todas las diligencias que requiera su presencia.


5) Que no se emplee en su contra medios coactivos, intimidatorios o contrario a su

dignidad, ni ser sometido a técnicas que induzcan o alteren su libre voluntad a

sufrir una restricción no autorizada ni permitida por ley; y,

6) Ser examinado por un médico legista o en su defecto por otro profesional de la

salud, cuando su estado de salud así lo requiera. El cumplimiento de lo prescrito

en los numerales anteriores debe constar en actas y ser firmados por el imputado

y la autoridad correspondiente (Art. 71º Inc. 3 del NCPP

Tutela De Derechos
Cuando el imputado considere que durante las diligencias preliminares o en la

investigación Preparatoria no se ha dado cumplimiento a estas disposiciones, que sus

derechos no son respetados (Conculcados en el Decreto Ley 857 y la Constitución Política

del Estado), o que es objeto de medidas limitativas de derechos indebidos o de

requerimientos ilegales, puede acudir en vía de tutela al Juez de la Investigación

Preparatoria para que subsane la omisión o las medidas de corrección, o de protección del

caso.

Identificación del imputado


Según el nuevo código procesal penal (Art. 72).

1. Desde el primer acto en que intervenga el imputado, será identificado por su nombre,

datos personales, señas particulares y, cuando corresponda, por sus impresiones digitales

a través de la oficina técnica respectiva.

2. Si el imputado se abstiene de proporcionar esos datos o lo hace falsamente, se le

identificará por testigos o por otros medios útiles, aun contra su voluntad.

3. La duda sobre los datos obtenidos no alterará el curso de las actuaciones procesales y

los errores sobre ellos podrán ser corregidos en cualquier oportunidad.


2.2 La Defensa
Por derecho de defensa, puede entenderse el derecho fundamental que asiste a todo

imputado y a su Abogado defensor a comparecer inmediatamente en la instrucción y a lo

largo de todo el proceso penal a fin de poder contestar con eficacia la imputación o

acusación contra aquél existente, articulando con plena libertad e igualdad de armas los

actos de prueba, de postulación e impugnación necesarios para hacer valer dentro del

proceso penal el derecho a la libertad que asiste a todo ciudadano que, por no haber sido

condenado, se presume inocente.

2.3 El Tercero Civilmente Responsable


Existe una figura en el Derecho Penal llamada “el tercero civilmente responsable”.

Las preguntas que surgen a partir de ese nombre son: ¿si es un tercero, por qué sería

responsable? ¿Si estamos en el ámbito penal, por qué estamos hablando de alguien

civilmente responsable? ¿Acaso ese tercero tuvo algo que ver con el delito? A

continuación, se darán las respuestas a estas interrogantes:

A. ¿Dónde se encuentra legislado el tercero civilmente responsable?

En el ordenamiento jurídico peruano, esta figura la podemos encontrar en la citada

norma del Nuevo Código Procesal Penal:

Artículo 111.- Citación a personas que tengan responsabilidad civil:

1. “Las personas que conjuntamente con el imputado tengan responsabilidad

civil por las consecuencias del delito, podrán ser incorporadas como parte en el

proceso penal a solicitud del Ministerio Público o del actor civil. […]”

Aquellos que se toman como civilmente responsables no son precisamente los que

cometieron el delito, sino aquellos que, por algún mandato legal, serán responsables

civiles conjuntamente con el imputado.


También debemos tener en cuenta que el mencionado artículo le otorga al Ministerio

Público la legitimidad para obrar activa para poder iniciar esta acción “civil”. La pregunta

es: ¿Por qué el Ministerio Público puede promover una acción netamente dispositiva?

¿Qué sucede si la víctima no desea solicitar una indemnización? En este caso, se estaría

relativizando el principio dispositivo y de iniciativa de parte a favor del Ministerio

Público, lo cual es incorrecto pues es la propia víctima quien debe definir si desea obtener

una indemnización o no.

La sanción punitiva en contra del imputado sí es exclusividad del Estado a través del

Ministerio Público y, posteriormente, del juez, quien decide si condena o no, pero la

indemnización es entera decisión de la víctima.

B. ¿Quién es realmente el tercero civilmente responsable?

El tercero civilmente responsable es una figura que, si bien es cierto, se encuentra en

la legislación penal, tiene un trasfondo eminentemente civil. En otras palabras, es una

discusión civil y no penal.

Su único fin es garantizar la reparación del daño causado a consecuencia del delito, a

pesar de que aquel responsable no sea el autor del delito. En palabras de la reconocida

profesora Laura Zúñiga: “En el sistema jurídico, toda forma de responsabilidad presupone

un sujeto de imputación, puesto que ha de definirse quién ha de hacer frente con la

consecuencia jurídica. En el ámbito penal, los sujetos de imputación deben reunir unas

características personales, físicas y psíquicas, toda vez que tienen que tener la capacidad

de comprender el carácter delictuoso de su conducta […]. Pero como la responsabilidad

civil derivada del delito es una obligación de carácter civil, con finalidades distintas a las

penales, de índole reparadora, que se rige por el Derecho Civil […] el ordenamiento
jurídico no quiere dejar sin consecuencias el daño causado por el delito, aun cuando no

sea factible condenar al culpable por inimputable, o por insolvencia del autor”.

En otras palabras, nuestro sistema jurídico busca que en el mismo proceso penal se

incorporen a todos aquellos que pudiesen resultar responsables ‒tanto penal como

civilmente‒, debido a que estamos ante pretensiones conexas y de ese modo garantizamos

el principio de economía procesal.

“Asimismo, procede declarar sujeto civilmente responsable del pago de la reparación

civil a las personas jurídicas y al Estado, cuando en su seno o sus miembros,

dependientes o funcionarios hayan cometido un delito”.

Ahora bien: ¿existiría un problema con ello? ¿Qué pasa con la especialidad del juzgador?

¿Puede un juez penal pronunciarse tan exhaustivamente por la responsabilidad civil como

por la penal?

ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura: “La responsabilidad civil de la persona jurídica por

delito (A propósito de la sentencia del caso Crousillat)”.

C. ¿Cuál es la razón de su existencia?

La mayoría de veces, el “tercero civilmente responsable” interviene al proceso penal

sin tener relación alguna con el acto delictivo, sino que únicamente posee una relación

con aquel imputado en el proceso penal.

Este es el caso de la responsabilidad vicaria, la cual no se encuentra en el Código Penal

o Procesal Penal, sino que hay que acudir a la legislación civil para poder entender al

“tercero civilmente responsable” en su real dimensión.

“Hay que acudir al Código Civil Peruano, que en su artículo 1981 consagra la

responsabilidad por daño del subordinado […]”


¿Qué dice el artículo mencionado?

Artículo 1981.- “Aquel que tenga a otro bajo sus órdenes responde por el daño

causado por éste último, si ese daño se realizó en el ejercicio del cargo o en

cumplimiento del servicio respectivo. El autor directo y el autor indirecto están

sujetos a responsabilidad solidaria”.

Esto quiere decir que una persona ‒natural o jurídica‒ que resulte empleadora ‒en el

sentido amplio del término‒, responderá civil y solidariamente por los daños causados

por el imputado. En otras palabras, será el empleador el que deba pagar los platos rotos

de lo realizado por su subordinado.

¿Cuál es la razón de ello? La doctrina clásica lo fundamenta en el hecho de que el

empleador es responsable de lo que hacen sus subordinados. Sin embargo, ello tiene un

trasfondo netamente económico: ¿Quién es el más eficiente para vigilar los actos de su

subordinado? Pues el propio empleador.

Así pues, existe una doctrina, sustentada por Guido Calabresi, que afirma que deberá

ser responsable quien pueda evitar el hecho de manera más eficiente o a quien le genere

un menor costo. De ese modo, se incentiva que esta persona o entidad se encargue de

fiscalizar a sus subordinados de tal modo que evite la generación de estas externalidades

negativas (en este caso, el delito).

Esta teoría es denominada la del “cheapest cost avoider” ‒o el evitador de costos más

barato‒, y es definida de este modo:

“Calabresi concluded that such a regime will sometimes call for assigning tort

liability to the «cheapest cost avoider» –that is, to the party able to minimize

negative externalities (or third-party harms) most efficiently. We refer to this party

as the cheapest-cost or least-cost harm avoider”.


Como podemos apreciar entonces, el artículo 1981 tiene sentido en el momento en que

entendemos que es el “empleador” quien puede evitar el daño al menor costo,

desplegando un rol fiscalizador respecto a su subordinado, y, por ello, es que se le asigna

la responsabilidad civil “vicaria”. Sin embargo, esto no guarda relación alguna con el

delito, sino que simplemente tiene una connotación civil, por lo que la defensa que deberá

realizar el “tercero civilmente responsable” es netamente civil y no penal.

D. ¿Qué se necesita analizar para determinar la responsabilidad del tercero

civilmente responsable?

Para analizar la responsabilidad de aquel “tercero civilmente responsable”, el juzgador

deberá analizar los mismos requisitos de la responsabilidad civil que todos conocemos:

(i) el daño; (ii) el nexo causal; (iii) el hecho generador/antijuricidad; y, (iv) el factor de

atribución.

Este trabajo no pretende realizar un estudio exhaustivo sobre estos aspectos de la

responsabilidad civil, sino, simplemente, poner de relieve algunos aspectos que deben

tenerse en cuenta en el ámbito civil y no en el penal. Veamos.

Uno de los elementos esenciales para la configuración de la responsabilidad civil es

que se haya configurado un “daño”; es decir, que aquella víctima del delito haya sufrido

un perjuicio por el actuar u omisión del agente activo.

La pregunta es: ¿Al analizar la comisión del delito, se analiza el daño? Ciertamente se

analiza el resultado del acto delictivo, pero, ¿el juez penal se detiene a analizar el daño

causado? ¿Se detiene a analizar el daño emergente, el lucro cesante o la pérdida de la

chance? ¿Se detiene a analizar los medios probatorios que justifiquen el daño moral?

¿Cómo es que gradúa el daño físico? Este tipo de detalles son materia de estudio, por
años, de civilistas y de juzgadores especializados en esa materia, que no necesariamente

son estudiados por los jueces penales.

Por ello es que este tipo de daños y el contenido de la indemnización se encuentran en

nuestro Código Civil y no en el Código Penal.

Artículo 1985.- “La indemnización comprende las consecuencias que deriven de la

acción u omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la

persona y el daño moral, debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre

el hecho y el daño producido. El monto de la indemnización devenga intereses

legales desde la fecha en que se produjo el daño”.

En dicho artículo también se hace alusión a la causalidad “adecuada”, la cual sirve

para analizar el requisito del “nexo causal”, el cual a su vez puede ser desarrollado a través

de una universalidad de causas, como lo señala el profesor de Trazegnies:

“[…] una misma causa puede dar lugar a innumerables efectos hasta el infinito. El

incendio en una casa de la vecindad originado por culpa de su descuidado

propietario, no solo destruye las casas colindantes. La confusión y el pánico del

incendio provocan que la esposa del vecino pierda el niño que esperaba. A su vez,

la madre de esta señora que había puesto gran ilusión en el futuro nieto, sufre un

infarto como consecuencia de la infortunada noticia y fallece […]

¿Acaso responde el negligente vecino que causó el incendio por todas estas

consecuencias que se suceden interminablemente?”

Ahora imaginemos que no lo hace un vecino, sino el trabajador de una empresa de

electricidad que vino a arreglar el cableado eléctrico aéreo. ¿En algo cambia la figura?

¿Cómo analizamos la responsabilidad civil en este caso? ¿El juez penal está facultado

para poder analizar la causalidad en este tipo de casos o simplemente para verificar si hay
hechos delictivos? ¿Qué sucede si determina que simplemente estamos ante un hecho

civil y no penal? ¿Él mismo debe decidir sobre el fondo simplemente porque el Ministerio

Público lo pidió así? Pues, no.

El mismo profesor de Trazegnies nos señala que, en materia de responsabilidad civil

extracontractual, la que debe ser tomada en cuenta es la “causa adecuada” en virtud al

artículo 1985 ya citado. “El Código Civil peruano prescribe expresamente que la

causalidad que debe ser analizada, desde la perspectiva de la responsabilidad

extracontractual, es la «adecuada».

En cuanto al hecho generador o antijurídico, podría darse el caso en que no

necesariamente estemos ante un delito para que se configure responsabilidad civil. Es

decir, podría darse el caso en el que se determine que no existió delito, pero aun así se

mantenga la obligación de pago de una indemnización, lo cual compete otra vez

estrictamente al ámbito civil. De hecho, en la responsabilidad vicaria, el empleador no ha

cometido acto ilícito alguno y, aun así, podría resultar responsable.

CAPITULO III
Sujetos de Función Decisoria
El Juez Penal
El juez es aquella persona llena de atribuciones por ley para representar al estado en

la administración de justicia. Tiene como principal obligación impulsar el proceso

aplicando todos los principios del proceso y el derecho para garantizar una decisión

motivada

3.1 Antecedentes
Se consideran como impartidores de justicia a los gobernantes antes de la aparición de

los reyes en Israel. En Grecia se les ubicaba entres los dioses y hombres y más adelante

en los distintos sistemas procesales se le ha conocido como el jurado, juez Inquisitorial y


juez instructor. Actualmente en nuestra legislación del 2004 se le considera como juez

penal

Entonces se podría decir que no solo la persona que imparte justicia, sino el derecho

penal y procesal penal ha sufrido alteraciones con el transcurso del tiempo, desde la

ejecución de sentencias de reyes monarcas hasta llegar a obtener legislaciones aprobadas

por una sociedad para regular el comportamiento humano.

3.2 Funciones del Juez Penal


 Otorgar autorizaciones judiciales previas que solicite el Ministerio Público para

realizar las actuaciones que priven, restrinjan o perturben los derechos asegurados

por la Constitución.

 Dirigir las audiencias judiciales de la fase de investigación y resolver los

incidentes que se promuevan en ellas.

 Resolver sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su

disposición.

 Dirigir la audiencia preparatoria de Juicio Oral.

 Dictar sentencia en el procedimiento abreviado, cuando corresponda.

 Conocer y fallar las faltas penales conforme el nuevo Código Procesal Penal.

 Controlar la ejecución de las condenas criminales dictadas por él y las medidas de

seguridad que establezca.

3.3 Juez Penal de la etapa preparatoria


La etapa intermedia es dirigida o conducida por el juez de investigación preparatoria3

quien no cumple labor alguna de investigación del delito ni participará en la etapa central

del proceso penal común: el juzgamiento. Sin embargo, según lo que se viene

sosteniendo, no es del todo cierto que el juez de garantías.


Durante la etapa intermedia, el juez sin duda alguna está totalmente contaminado en

cuanto al conocimiento del caso, así haya tenido el cuidado de no leer los requerimientos.

Es posible que conozca del caso más y mejor que el fiscal y el abogado defensor juntos.

Puede darse el caso que ni bien el fiscal inicie la oralización de la acusación, el juez

recuerde de qué caso se trata. Es más, es posible que ni bien el fiscal o el abogado

defensor, comience a ofrecer oralmente sus medios probatorios, el juez tenga definido ya

si los admitirá o los declarará inadmisibles. Es posible que conozca del caso más y mejor

que el fiscal y el abogado defensor juntos. Puede darse el caso que ni bien el fiscal inicie

la oralización de la acusación, el juez recuerde de qué caso se trata. Es más, es posible

que ni bien el fiscal o el abogado defensor, comience a ofrecer oralmente sus medios

probatorios, el juez tenga definido ya si los admitirá o los declarará inadmisibles.

3.4 Juez Penal de juicio oral


Tiene como preceptos generales

 Principios como, la oralidad, publicidad, inmediación, contradicción,

concentración y preclusión.

 Concurrencia obligatoria del juez, fiscal y demás partes

 Continuidad suspensión e interrupción

 Tratamiento de los incidentes

 Dirección del juicio

Tiene como principales funciones

 Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito conforme al Código

Procesal Penal.

 Resolver todas las cuestiones que se presenten durante el Juicio Oral.

En base a las pruebas presentadas sólo durante la audiencia de juicio oral y


público, absolver o condenar al imputado y dictar la sentencia definitiva en caso

de culpabilidad.

 Los Tribunales de Juicio Oral, cuando la Corte de Apelaciones respectiva lo

determine y según la periodicidad que ésta fije, pueden constituirse y funcionar

en comunas situadas fuera de su lugar de asiento, para facilitar el accionar de la

justicia.

La audiencia se realiza oralmente, pero se documenta en acta. El acta contendrá una

síntesis de lo actuado en ella y será firmada por el Juez o Juez presidente y el secretario.

Los Jueces, el Fiscal, y la defensa de las partes pueden hacer constar las observaciones al

acta que estimen convenientes. Asimismo, la audiencia podrá registrarse mediante un

medio técnico, según el Reglamento que al efecto dicte el órgano de gobierno del Poder

Judicial. El acta y, en su caso, la grabación demostrará el modo como se desarrolló el

juicio, la observancia de las formalidades previstas para él, las personas que han

intervenido y los actos que se llevaron a cabo. Rige a este efecto el artículo 121 del

presente Código. Toda petición o cuestión propuesta en audiencia será argumentada

oralmente, al igual que la recepción de las pruebas y, en general, toda intervención de

quienes participan en ella. Está prohibido dar lectura a escritos presentados con tal fin,

salvo quienes no puedan hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, en cuyo

caso intervendrán por escrito, salvo que lo hagan por medio de intérprete. Las

resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente. Se entenderán notificadas

desde el momento de su pronunciamiento, debiendo constar su registro en el acta.


Conclusiones
 En el nuevo proceso penal la función fiscal debe desenvolverse conforme a los

principios de autonomía, objetividad, imparcialidad, jerarquía y unidad, siendo

necesario asumir una actitud más flexible respecto del principio de legalidad, todo

esto con el fin de colaborar con una correcta y eficaz administración de justicia.

 La parte civil debe velar por su interés legítimo, debe acreditar la reparación

civil y colaborar en el esclarecimiento del hecho delictivo.

 Es decir, excepcionalmente, la PNP tiene la facultad de realizar actos de

investigación con la finalidad de evitar las consecuencias lamentables del delito,

detener por ejemplo al sospechoso (estado de flagrancia), asegurar las fuentes de

prueba que de otra forma pueden perderse o desaparecer por el transcurso

inexorable del tiempo. Si no se aseguran en forma inmediata las fuentes de prueba

es posible que el esclarecimiento de los hechos no llegue a concretizarse o en su

caso, tomará más tiempo hacerlo.

 Finalmente, respecto al factor de atribución y los distintos tipos de dolo o

culpa, podríamos decir que el juez penal tiene experiencia en ello, aunque en el

ámbito civil no se determina de la misma manera (sobre todo cuando estamos ante

responsabilidad objetiva o cuando utilizamos las categorías del “buen padre de

familia” en la responsabilidad subjetiva o culpa “in abstracto” o “in concreto”).

 Todos estos elementos y condiciones para determinar la responsabilidad civil

son materia exclusiva de esta especialidad y sería un despropósito confundirla con

la penal. Así, el profesor Rómulo Morales señala que [l]a “responsabilidad penal

tiene sus propios fundamentos, pero cuando se establece una reparación civil en

un proceso penal debe analizarse el caso desde la perspectiva del Derecho Civil”.
 En definitiva, no creemos que un juez penal deba soportar la carga de

especializarse en estas materias, cuando su principal función es la de juzgar el

actuar delictivo de un imputado y, en ese sentido, especializarse en el vasto ámbito

penal, que ya por si solo involucra una gran inversión de tiempo en cursos y

actualizaciones constantes.

 Podemos finalizar observando que el proceso de la impartición de justicia tiene

como antecedentes desde la antigüedad a Grecia e Israel, y que como con el

transcurrir de los años los estados fueron adoptando diversas legislaciones y

procesos de enjuiciamiento, llegando así al procedimiento separado por etapas

donde actúan dos jueces uno en la etapa inicial y otro al momento de dictar

sentencia si es que es pertinente.


Bibliografía

 Congreso de la República. Sitio web: www.congreso.gob.pe

 Diario oficial El Peruano

 Guido Calabresi. (2009). cheapest cost avoider. 2009, de Universidad de Friburgo

Sitio web:

https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/a_20080527_54.pdf.

 Nuevo Código Procesal Penal

 Pardolesi, Roberto and Tassone, Bruno, Guido Calabresi on Torts: Italian Courts

and the Cheapest Cost Avoider (November 2, 2009). Erasmus Law Review, Vol.

1, No. 4, 2008. Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=1498358

 Velásquez, I.: El derecho de defensa en el nuevo modelo procesal penal, en

Contribuciones a las Ciencias Sociales, julio 2008.

www.eumed.net/rev/cccss/02/ivvv.htm

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