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El corazón de la educación y la educación del corazón

Algunas relexiones éticas y poéticas sobre la relación


educación y valores en la obra de Pablo Latapí1

Juan Martín López Calva*

De la moda al reclamo sobre el tema con el argumento de que educar


en valores implicaba necesariamente relación
Está de moda hablar de valores en la edu- con lo religioso.
cación. En mi opinión no es una moda; es Latapí describe anecdóticamente esta
un reclamo, es el deseo de recuperar algo oposición al tema de los valores en la década
esencial que hemos abandonado: la función referida desde su experiencia como asesor del
formativa de la escuela. Esencial porque na- secretario de Educación, Fernando Solana, al
die puede educar sin valorar, porque toda registrar lo sucedido en una reunión en la que
educación se dirige hacia ciertos ines que propuso el tema de los valores como central
considera valiosos para el individuo y la so- en la agenda educativa y fue refutado por la
ciedad (Latapí, 2001: 59). intervención de otro asesor que airmaba que
abordar el tema de los valores era contrario al
En efecto, está de moda hablar de valores en artículo tercero constitucional y podía “abrir
la educación. Si revisamos los documentos la puerta a valores religiosos” en la escuela,
institucionales, las misiones y visiones de la a pesar de que, como señalaba don Pablo en
mayoría de escuelas y universidades; si po- esa reunión, el artículo tercero “abundaba en
nemos atención a la publicidad de las institu- valores” como la dignidad de la persona, la
ciones educativas y escuchamos los discursos integridad de la familia, la democracia como
de maestros, directores y funcionarios del forma de vida, etc. (2009: 146).
sistema educativo encontraremos con mucha Pero hoy en día la situación es distinta. La
frecuencia airmaciones que destacan la for- moda de la educación en valores invade el sis-
mación valoral de los estudiantes y la preocu- tema educativo nacional aunque en los hechos
pación y orientación —real o declarada— de no tengamos todavía muchas evidencias de
los educadores y los centros educativos por que esta moda tenga resultados. La reapari-
esta dimensión de la educación, que era igno- ción del tema en el escenario educativo se debe
rada, o incluso rechazada, hace unos años. a muchos factores, sobre todo a aquellos rela-
Un análisis de la literatura de investiga- cionados con la crisis civilizatoria que estamos
ción educativa de los años ochenta del siglo padeciendo y que tiene manifestaciones en to-
pasado daría cuenta de la escasez de estudios, dos los ámbitos de nuestra vida. Sin embargo,
tesis, ponencias o investigaciones sobre el uno de los motores fundamentales para que
tema de los valores. La tradición laicista del “la moral regresara a la escuela” en México fue
sistema educativo mexicano impedía que este la preocupación y el trabajo serio y sistemá-
tema fundamental permeara los currículos, tico de investigación y difusión de un grupo
las prácticas educativas y las investigaciones de académicos que fueron conscientes de la

1 El texto que ahora presentamos es una versión revisada y ampliada de la participación del autor en el panel
“Los valores y la educación en la obra de Pablo Latapí Sarre” dentro de la Cátedra Pablo Latapí Sarre del Sistema
Univesitario Jesuita (Universidad Iberoamericana Puebla, agosto de 2011).
* Doctor en Educación por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Coordinador del doctorado interinstitucional en
Educación por la Universidad Iberoamericana Puebla. CE: martin.lopez@iberopuebla.edu.mx

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relevancia de esta dimensión de la educación. sobre un texto iracundo, sobre una
Entre estos investigadores pioneros se encuen- reja abierta,
tra gente del prestigio de Sylvia Schmelkes sobre el rostro amparado tras la máscara.
(1995, 1996) y por supuesto, de manera central,
Pablo Latapí, quien hizo del tema de la ética en Recuerdo, recordemos
la educación uno de sus temas centrales de in- Hasta que la justicia se siente entre nosotros
vestigación y relexión ilosóica. Rosario Castellanos,
Sin embargo, es cada vez más necesario, fragmento de Memorial de Tlatelolco
urgente podríamos decir sin exagerar, que
pasemos de la moda a la respuesta al reclamo El corazón de la educación
social que está pidiendo de manera urgente
que el sistema educativo se enfoque de ma- En otro sustrato de la persona, más mis-
nera seria, sistemática, integral, transversal y terioso e inasible, se desarrollan fuerzas y
eiciente hacia la educación en valores de las procesos, amores, atracciones, ainidades,
nuevas generaciones. solidaridades, esperanzas, ahí se abre la po-
La violencia que se ha apoderado de nues- sibilidad —tenue pero real— de la decisión
tras calles y sus complejas raíces estructurales, libre y del orden moral. Llamamos a ese sus-
pero sobre todo la cultura distorsionada en la trato de la persona, a falta de mejor término,
que se apoyan estas estructuras, nos están el terreno de los valores. Es el corazón de la
diciendo que algo tenemos que hacer desde educación (Latapí, 2001: 59).
la educación que se ofrece en la familia, en la
escuela, en la universidad y en los medios de El terreno de los valores es el corazón de la
comunicación masiva para responder a esta educación porque ahí, en ese sustrato “miste-
situación. rioso e inasible”, imposible de estudiar al cien
Porque nadie puede educar sin valorar, y por ciento empíricamente, se está jugando la
hoy en día el reclamo que parecemos no es- posibilidad de la libertad humana efectiva, es
cuchar los educadores es el que nos dice que decir, la capacidad real de autodeterminación
estamos colectivamente valorando de manera de los sujetos, los grupos y la sociedad toda en
inadecuada, que una cultura que pone por en- medio de los múltiples condicionamientos
cima del ser humano a la economía, la política que tiene todo lo humano. El espacio para el
partidista, la riqueza, el poder, la apariencia y desarrollo de la “autonomía dependiente”,
el confort es una cultura que requiere de una cada vez más autonomía y menos dependien-
radical reforma moral, de una conversión te pero siempre sujeta a estos factores biológi-
ética que nos abra los ojos a lo que verdade- cos, psicológicos, sociológicos, económicos,
ramente puede “salvar a la humanidad, reali- religiosos, etc., es el espacio de los valores. Es
zándola”, en estos tiempos oscuros que vivi- en ese pequeño o más grande margen de ma-
mos, en esta “era de hierro planetaria”, como niobra donde se deine lo que somos, el drama
la llama Morin (2003). de la vida personal y el drama de la humani-
Por eso es necesario pasar de la moda al dad como colectivo en “el instante de su ser
reclamo y del reclamo a la acción, recordando que es todo el tiempo” (Lonergan, 1999).
persistentemente este legado de Latapí, por- Este terreno donde se desarrollan multi-
que como decía Rosario Castellanos: plicidad de fuerzas y procesos no está desli-
Recuerdo, recordamos. gado, como se ha planteado erróneamente en
Ésta es nuestra manera de ayudar nuestra cultura occidental y su lógica simpli-
a que amanezca icadora, del campo del conocimiento, y por
sobre tantas conciencias mancilladas, tanto del currículo general de formación en

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contenidos, habilidades o competencias teó- Latapí concibe esta integralidad en lo que
ricas y prácticas en las distintas disciplinas. escribe acerca de la educación en valores y
El juicio de valor está intrínsecamente ligado por eso mismo apela a una búsqueda de co-
al juicio de hecho y no separado de él, airma nocimiento interdisciplinar (psico-socio-
Morin (1999), porque el juicio de hecho que ilosóico-pedagógico) de esta dimensión
surge del conocimiento es siempre “responsa- humana y de las concepciones teóricas que
bilidad de quien lo airma” (Lonergan, 1999) y fundamenten la acción educativa en este te-
todo conocimiento tiene implicaciones éticas rreno, así como de las propuestas metodo-
para el individuo que conoce y para el con- lógicas para tratar de hacerlo operativo en el
texto socio-histórico en el que se produce ese aula (2001).
conocimiento. A partir de esta visión integral del ser
De manera que el corazón no está desliga- humano —y de la concepción de la inalidad
do del centro del organismo, y mucho menos de la educación como el esfuerzo sistemático
del cerebro, por lo que cuando Latapí habla de para “hacer mejores a los hombres”— (2001:
los valores como el corazón de la educación 49) es que el tema de la ética en la educación y
no está hablando de abandonar la educación su operativización, lo que llamamos “educa-
en contenidos y competencias disciplinares o ción en valores” (a falta, como dice Latapí, de
profesionales, y no está implicando tampoco mejor término), se convierte en un eje central
que basta con que se hagan adiciones a los en su obra. Esta visión surge de la convicción,
planes de estudio para incluir materias de experimentada personalmente, estudiada
formación valoral para lograr atender este teórica y ilosóicamente y testiicada con su
reclamo urgente; sin embargo, valoraba propia vida, de que existe en todo ser huma-
como positiva la inclusión de la asignatura de no este “sustrato misterioso e inasible” que
Formación cívica y ética en el currículo oicial hace que surja la decisión libre; que esa de-
a pesar de los errores que desde su punto de cisión libre se convierta incluso en una lucha
vista contenía (Latapí, 1999). por construir, preservar, aumentar, extender
Se trata de atender el terreno de los valores o recuperar la libertad que para muchos es
como el corazón de la educación, entendien- negada en el mundo actual, y que haya vi-
do el corazón como el órgano que procesa, re- das que griten lo que poéticamente expresa
dimensiona, “oxigena” y distribuye los apren- Miguel Hernández:
dizajes de todo tipo que se hacen en la escuela
para darles un sentido en la existencia perso- Para la libertad, sangro, lucho, pervivo.
nal del educando y para hacerlos pertinentes Para la libertad, mis ojos y mis manos,
para la transformación de la sociedad en y como un árbol caudal, generoso y cautivo,
para la que ese individuo se está educando. doy a los cirujanos…
Porque como sujetos eco-ego-auto-exo- …
organizados (Morin, 2003), somos un todo Porque donde unas cuencas vacías
inseparable en el que la dimensión del signi- amanezcan
icado y el valor articula todo lo aprendido. ella pondrá dos piedras de futura mirada
Porque como sujetos conscientes (Lonergan, y hará que nuevos brazos y nuevas piernas
1988) tenemos estructuralmente la necesidad crezcan
de valorar lo que aprendemos y descubrir su en la carne talada...
signiicado o insigniicancia para nuestro Miguel Hernández,
proyecto existencial y el proyecto social del fragmento de Para la libertad
que formamos parte de manera ineludible.

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Sabemos poco abstractos o principios éticos universales, en
el caso de Payá, y de su inserción en una co-
Hablemos con franqueza: si lo esencial de munidad humana concreta para mejorar sus
nuestra tarea de educadores es tratar de ha- condiciones de vida, en el caso de Puig y Palos.
cer mejores a los hombres, debemos confe- Sin embargo, estos intentos de cons-
sar con honestidad que poco sabemos acer- trucción teórico-práctica de enfoques de
ca de cómo hacerlo… (Latapí, 2001: 59). educación valoral más adecuados al nuevo
conocimiento sobre el aprendizaje de los
Sabemos poco acerca de cómo “hacer me- estudiantes, y a nuevas concepciones de los
jores a los hombres”, decía Latapí en su con- valores en la educación en sociedades abier-
ferencia de la Cátedra “Fin de milenio” en tas, plurales y democráticas, no han sido sui-
la Universidad Autónoma de Nuevo León. cientemente trabajados en México, donde los
Sabemos poco acerca de la ética en la edu- programas y textos de formación en valores de
cación y de cómo hacer operativa una ética uso cotidiano tienen todavía mucho del enfo-
determinada a través de enfoques metodoló- que de enseñanza de valores, aunque dicha
gicos para educar en valores. enseñanza o inculcación se proponga a través
Algo se ha avanzado en estos años a par- de medios dialógicos, activos y participativos.
tir del regreso de la preocupación moral a la Poco sabemos aún de cómo educar en
escuela. En México y en el mundo se han ex- valores, y desgraciadamente los trabajos en el
perimentado avances en lo que sabemos en la área de Educación y valores (área 6 del COMIE)
teoría y en lo que hacemos en la práctica. En el muestran todavía el predominio de investiga-
terreno teórico, más allá de las corrientes que ciones empíricas sobre los valores declarados
podemos considerar clásicas —de las que da por estudiantes y profesores en diversos nive-
cuenta Escámez en su obra ya clásica, La ense- les, o sobre los valores a enseñar en los planes
ñanza de actitudes y valores (s/f) (inculcación de estudio, así como acerca de las legislacio-
o enseñanza de valores, la clariicación valoral nes y políticas sobre educación en valores en
y el razonamiento moral de Kohlberg), se han nuestro sistema educativo.2 En efecto, si bien
desarrollado algunos modelos pedagógicos el reporte parcial del estado del conocimien-
relativamente novedosos y con intentos de to 2002-2011 de esta área temática, presentado
mayor integralidad, como aquellos de los que en el XI Congreso Nacional de Investigación
da cuenta Payá (2000) (proyecto de vida y desa- Educativa, muestra que el número de traba-
rrollo de la personalidad moral), que han ge- jos —ponencias, artículos, libros, capítulos
nerado intentos de instrumentación didáctica de libros y tesis— ha crecido considerable-
como el “aprendizaje servicio” (Puig y Palos, mente respecto del estado del conocimiento
2006) o el desarrollo del autoconocimiento de anterior (el número de trabajos ha crecido ex-
los educandos y su visión de futuro a través de ponencialmente hasta llegar a más de 900 en
planes de vida (Payá, 1992). la década pasada, sobre todo en artículos en
Estos últimos enfoques postulan la nece- revistas arbitradas y en ponencias o libros co-
sidad de una mayor integralidad de la forma- lectivos, aunque todavía hay un buen núme-
ción valoral, superando la visión predomi- ro de relexiones que no son ni investigación
nantemente racional del enfoque de Kohlberg empírica ni construcción de conocimiento
y tratando de considerar al educando y su teórico), estos trabajos siguen siendo, en un
dimensión valoral en su dimensión afectiva alto porcentaje, indagaciones sobre los valores
y en la visión relexiva sobre su propia exis- que se enseñan o los valores que se pretenden
tencia, más que en la clariicación de valores inculcar en los estudiantes por parte de los
2 Cfr. Estados del conocimiento del área temática 6: Educación y valores (en proceso).

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docentes, currículos institucionales y docu- México en este periodo (2002-2011) de “forma-
mentos normativos. ción para la ciudadanía”. Esta es otra perspec-
Al respecto, si bien la mayoría de los traba- tiva teórica y pedagógica que está empezando
jos se sigue moviendo en el terreno de las vi- a usarse y a tomar fuerza en la investigación
siones ontológicas o metafísicas de los valores, del tema moral, pero aún falta explicitar de
y en los enfoques didácticos de inculcación o manera más clara su vinculación con el tema
enseñanza de valores, destacan algunas ex- de la educación en valores para superar la am-
cepciones, como es el caso de la investigación bigüedad que señala Latapí en la conferencia
de Fierro y Carbajal (2003), que parte de un citada de 2001, en la que apunta con acierto
marco teórico sustentado en enfoques ilosó- que educación cívica no es sinónimo de edu-
icos y psicológicos del tema y construye una cación valoral. Esta tesis presenta también una
manera novedosa de indagar la oferta valoral aportación relevante que es la mirada desde la
de los docentes de primaria en el estado de interculturalidad. Si queremos saber más so-
Guanajuato; o un par de tesis doctorales que bre el tema de los valores en educación, resulta
exploran respectivamente el enfoque de la so- indispensable comprender adecuadamente el
ciología fenomenológica de Schutz (Benítez, concepto de cultura entendida como lo plan-
2011) para acercarse a la comprensión de la tea Lonergan (1988), como el conjunto comple-
forma en que los universitarios se constituyen jo de signiicados y valores que determinan los
como sujetos morales; y el enfoque de autoa- modos concretos en que un grupo social vive.
propiación de Bernard Lonergan (Martínez, Estas pocas tesis, y algunos estudios teóri-
2009) como perspectiva teórica para descubrir cos todavía muy escasos que apuntan a repen-
periles de toma de decisiones también en es- sar los fundamentos éticos desde los cuales se
tudiantes universitarios y apuntar hacia una está mirando la educación en valores (intro-
“pedagogía de las decisiones”. duciendo autores con visiones más acordes
En el nivel de educación media superior, a este mundo global, marcado por la incerti-
Ramírez Hernández (2011), en una tesis docto- dumbre y la pluralidad, como Edgar Morin
ral en proceso, se propone construir y validar y Bernard Lonergan) (López-Calva, 2009),
un instrumento para medir el grado de desa- parecen conirmar la idea de que sabemos
rrollo del razonamiento moral en bachilleres poco acerca del qué y el cómo de la educación
del estado de Aguascalientes con el método de en valores, aunque parecen presagiar un hori-
ecuaciones estructurales. Se trata de otro in- zonte de búsqueda cada vez más concurrido y
tento interesante que si bien trata de salir del focalizado en el tema.
enfoque de inculcación de valores y parte de Sabemos poco, y lo poco que sabemos no
otra visión ética, fundamentándose en la pers- llega a ser conocido por los actores de la edu-
pectiva de razonamiento moral de Kohlberg, cación. Los docentes y directores escolares
se aproxima de una manera totalmente cuan- hablan del tema de la educación en valores,
titativa a la dimensión moral de los estudian- pero muchas veces sin haber estudiado los
tes, aunque coincide con los trabajos anterior- enfoques existentes y los trabajos que se pro-
mente citados en plantear el problema de los ducen a nivel nacional o internacional para
valores desde la toma de decisiones. instrumentar esta dimensión de la educación,
En el nivel de educación básica, pero estu- y mucho menos tomando una postura clara
diando un público muy especíico —hijos de sobre el tema.
jornaleros migrantes— Bustos (2011), en otra Pero el problema de fondo es más grave
tesis doctoral de la Universidad Autónoma del aún, y aquí vuelve a surgir con urgencia la obra
Estado de Morelos, construye un trabajo que de Latapí y sus aportaciones para la educación
estudia lo moral desde el ángulo emergente en mexicana: el problema fundamental es que la

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preocupación de los docentes, directivos, fun- Y todos somos para todos…
cionarios, y aún de los diseñadores curriculares ¿Por qué actuamos así?
y autores de textos sobre el tema, es exclusiva- ¿Por qué llegamos
mente práctica y reducidamente práctica. Tal A este momento inexplicable
parece que el problema es encontrar un método (que es hoy y siempre)?
a manera de receta infalible para la formación Si supiera quién eres y quién soy,
valoral, y que este método vaya acompañado de Si supiese por qué eres y por qué soy,
materiales, técnicas e instrumentos que resuel- La vida perdería su intensidad lacerante.
van el problema sin necesidad de aportar nada Dejaría de ser lo que es en verdad:
de parte de los educadores. El enigma sin fondo.
En este escenario, se vive una auténtica José Emilio Pacheco,
confusión y se cae en un eclecticismo en la for- fragmento de Enigma
mación en valores porque no se está dando a la
ilosofía, y a la ética entendida como ilosofía De la ley al espíritu
moral, el papel que le corresponde para susten-
tar todas las mediaciones y aplicaciones didác- ¿Cómo se forman valores? Sabemos muy
ticas que puedan irse creando. La preocupa- poco… no se hace enseñando mandamien-
ción de Latapí en todos los temas educativos, tos y convenciendo de cumplir la ley [yo
como pionero de la investigación educativa en diría que precisamente lo contrario: es en-
el país, fue siempre la de estudiar el fenómeno señar a ver más allá de la ley]… La moral es
educativo en toda su complejidad, lo que im- enseñar a los niños y jóvenes a vivir por el
plica trabajar de manera interdisciplinaria. En espíritu y no por la ley… (Latapí, 2001: 63).
el campo de los valores sería necesario, enton-
ces, una investigación que considere los apor- Un aspecto que parece claro hoy en día, para
tes de la psicología, la sociología, la pedagogía, la gran mayoría de los actores de la educación
la didáctica, la teoría curricular, y de manera y para amplios sectores de la sociedad, es que
muy relevante, de la ilosofía. si bien no sabemos mucho acerca de cómo se
Poner en diálogo estas disciplinas y no forma en valores, sí sabemos que no se educa
desdeñar el aporte ilosóico —que desgracia- moralmente mediante la enseñanza de man-
damente sigue considerándose como ajeno a damientos o el convencimiento de cumplir
la investigación (se investiga solamente si se la ley. Como airmaba Latapí, hoy resulta
hace un estudio empírico)— resulta funda- claro que la educación moral tiene que ir en-
mental para continuar con el ejemplo que el caminada a que los jóvenes aprendan a vivir
mismo Latapí nos aporta con su obra. Hacen “por el espíritu y no por la ley”. El paso de la
falta ilósofos de la educación que se dediquen “ética de la ley a la ética de la humanización”
a investigar nuevos enfoques éticos que pue- (Lonergan, 1999) o de la “moralina” a la ética
dan responder a los tiempos actuales y derivar de la comprensión humana (Morin, 2005) es
en propuestas de instrumentación didáctica fundamental para una educación en valores
para una educación valoral a la altura de los que esté a la altura de nuestros tiempos.
tiempos que se viven. Esta claridad de la mayoría de los teóri-
Porque el misterio se mantiene vivo y las cos de la educación, y de muchos educadores
preguntas siguen siendo actuales. Como air- —docentes, directivos, funcionarios, padres
ma José Emilio Pacheco: de familia, etc.— tiene que seguirse trabajan-
do hasta que se convierta en una convicción
El misterio que tú eres para mí social operante en todas las familias, escuelas
Y yo soy para ti y universidades del país. Sin embargo, existe y

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se da en los hechos el riesgo de malinterpretar diendo el mero cumplimiento de la ley, es una
esta “educación para vivir por el espíritu” o esta labor que requiere de la construcción pro-
“ética de la humanización”. Este error de inter- gresiva de una “pedagogía de las decisiones”
pretación, propio de los “tiempos líquidos” que (Martínez, 2009) que haga a los educandos
vivimos (Bauman, 2007), conlleva el efecto pen- cada vez más atentos, inteligentes, razonables
dular de la educación dogmática hacia la educa- y responsables en lo que eligen, porque al ele-
ción relativista, incluyendo también lo valoral. gir se están eligiendo a sí mismos y están eli-
Educar para la humanización o para tras- giendo el tipo de sociedad y de humanidad en
cender el cumplimiento de la ley no signiica el que quieren vivir (Savater, 1997).
educar para que cada niño o joven haga lo La visión de educación en valores como
que de manera meramente subjetiva le parez- educación de la libertad es un aporte que po-
ca adecuado, o incluso pragmáticamente útil dría llevarnos a una mejor comprensión de la
para su vida. Formar para “vivir por el espíri- ética en la educación desde una visión huma-
tu” implica un esfuerzo sistemático, compro- nista compleja (López-Calva, 2009) y a instru-
metido y eicaz por la educación de la libertad mentar creativamente, sin pretender buscar
de los estudiantes (López Calva, 2007). Porque recetas, pero con la posibilidad real de tener
como todos los dinamismos humanos, la li- claridad en las líneas estratégicas comunes
bertad también es educable. Todos los seres para una educación moral apropiada para la
humanos nacemos esencialmente libres pero sociedad, marcada por la pluralidad y la in-
no nacemos ni necesariamente vivimos como certidumbre en que nos ha tocado vivir, que
seres efectivamente libres, es decir, como seres es una de las diicultades estructurales que
capacitados personalmente y habilitados so- señalaba Latapí (2001: 60).
cialmente para autodeterminarnos en medio Educar la libertad implica una búsqueda
de los condicionamientos de todo tipo que constante de autenticidad humana y de con-
existen en la vida de todo ser humano. sistencia entre las opciones que se toman y las
La libertad efectiva, es decir, la autonomía consecuencias que estas opciones tienen en
dependiente (Morin, 2005) o la capacidad real lo personal, familiar y social. Implica formar
de autodeterminación (Lonergan, 1988) es personas capaces de vivir desde sus propias
algo dinámico que se construye, se amplía o convicciones, como lo hizo Heberto Padilla
disminuye dependiendo de las decisiones que en su vida y lo dijo en su poesía:
se vayan tomando en la vida, de las circuns-
tancias y estructuras socio-económicas, polí- Di la verdad.
ticas y culturales en que se viva, e incluso de Di al menos, tu verdad.
factores aleatorios o inesperados. Y después, deja que cualquier cosa ocurra:
La capacidad de ser libre efectivamente es Que te rompan la página querida,
algo que se construye personal y socialmente. Que te tumben a pedradas la puerta,
Nos hacemos libres a nosotros mismos de- Que la gente se amontone delante de tu
pendiendo de la madurez y autenticidad con cuerpo
que vayamos tomando nuestras decisiones, y Como si fueras un prodigio o un muerto.
contribuimos a hacer libres a los demás en la Heberto Padilla,
medida en que somos capaces de contribuir a fragmento de Poética
la construcción de un auténtico “bien de or-
den” social que respete la dignidad de todos La educación del corazón
(López-Calva, 2009).
De manera que educar para la comprensión …habría que empezar desde el principio:
humana, para “vivir por el espíritu” trascen- con la formación en valores de los maestros.

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Si ellos no realizan un ejercicio de introspec- de la educación, la sociología de la educación,
ción sobre sus valores más fundamentales, la psicología educativa e incluso la economía
comenzando por su autoestima, su acción de la educación) para ir sabiendo un poco
educativa con los alumnos en estos aspectos más cada vez sobre la formación de esta di-
será meramente formal… (Latapí, 2009: 148). mensión misteriosa y nunca abarcable del
todo que es la de la libertad humana, y su uso
Si los valores son el corazón de la educación, más o menos responsable a nivel individual
la educación del corazón tiene que ser el eje y colectivo.
sobre el que se articule la formación integral Es necesario primero caer en la cuenta
de los niños y jóvenes, es decir, la línea de sus- de que la educación en valores es una edu-
tentación sobre la que se armen los planes de cación del corazón, entendido en el sentido
estudio y se deinan las competencias a desa- complejo y amplio como una educación para
rrollar, los conocimientos a explorar, las pre- la diferenciación, integración y apropiación
guntas a realizar, las actividades curriculares de la estructura consciente humana por par-
y extracurriculares a proponer en el sistema te de cada educando a partir no de teorías o
educativo. enseñanza de normas o respuestas morales
Porque la aprehensión del valor es algo que —porque en el ámbito de los valores, como
ocurre en el tejido afectivo de las personas y dice Melchin (1993), podemos “vivir con las
no en su razón. Como airma Vertin (1995): “el respuestas correctas, pero las preguntas equi-
insight deliberativo es un acto de cognición vocadas…”— sino de un ejercicio constante
afectiva…”, y en ese sentido la educación en de introspección individual y grupal acerca
valores —entendida como aquí se propone: de cómo y bajo qué condiciones se toman
como educación de la libertad— es una edu- decisiones realmente libres y responsables en
cación del corazón, es decir, una educación cada ámbito de la vida humana, y cómo po-
del dinamismo consciente humano que lleve demos volver nuestros sentimientos cada vez
a los educandos a una toma de decisiones que, más inteligentes, razonables y responsables
a partir de su experiencia vital y de su com- para hacer cada vez más auténtica esta toma
prensión inteligente y crítica de las realidades de decisiones (López-Calva, 2006).
en que vive, se guíe por esa aprehensión del Este ejercicio constante de introspección
valor, que ocurre en los sentimientos. de los estudiantes solamente será posible si
La concreción de la formación para “vivir se inicia con la educación del corazón, con
por el espíritu” se dará cuando aprendamos la educación de la libertad de los docentes, es
cómo promover probabilidades reales de decir, si se promueve en ellos de manera eicaz
emergencia de esos “actos de cognición afec- este hábito de introspección profunda sin la
tiva”, de esas experiencias de aprehensión de cual la formación en valores de sus alumnos
valor que hacen que la vida se oriente hacia será un ejercicio meramente formal, como
lo que realmente vale la pena para cada uno airma Latapí.
y para todos. Porque el corazón aprende y se desarrolla
Este es un enfoque poco conocido y ex- hasta volverse cada vez más atento, inteligente,
plorado en el ámbito educativo en México y razonable y responsable en su toma de deci-
en el mundo que requiere de esfuerzos colec- siones. De manera que, como airma Sabines
tivos de investigación ilosóica y empírica en su poema Uno es el hombre, lo importante
en el campo educativo, de un diálogo entre es ser conscientes del rumbo que va tomando
la ilosofía de la educación y las ciencias de el corazón y hacer que este rumbo sea decidi-
la educación (desde la investigación en neu- do de manera autónoma por cada sujeto y por
rociencias hasta el aporte de la antropología cada comunidad humana:

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No me digan ustedes en dónde están mis ojos, desde una relexión adecuada a la compleji-
pregunten hacia dónde va mi corazón. dad del cambio de época; los directivos y fun-
Les dejaré una cosa el día último, cionarios, desde la apertura a incorporar los
la cosa más inútil y más amada de mí mismo, conocimientos que se generen y transformar-
la que soy yo y se mueve, inmóvil los en políticas públicas eicaces y evaluables;
para entonces, y los padres de familia, desde el testimonio y
rota deinitivamente. el diálogo con la escuela, emprendamos esta
Pero les dejaré también una palabra, tarea fundamental si queremos revertir el
la que no he dicho aquí, inútil, amada. “largo ciclo de decadencia” (Lonergan, 1999)
Jaime Sabines, en que se encuentra nuestro modelo civiliza-
fragmento de El llanto fracasado torio actual.
Avanzar en el conocimiento y la aplica-
Educar en valores ción práctica y progresiva de la educación
para un mundo mejor del corazón humano poniendo a los valores
como el eje de sustentación de nuestro siste-
Aunque sepamos muy poco sobre esto, aun- ma educativo nos haría avanzar en el conoci-
que andemos a tientas —lo cual ayuda para miento de cómo hacer mejores a los hombres,
acercarnos a este tema con humildad, reco- pero también en el conocimiento y la acción
nociendo que estamos bordeando el miste- de cómo hacer mejor al mundo.
rio de lo que somos— es importante realizar Porque “la renuncia al mejor de los mun-
el esfuerzo colectivo de relexionar sobre la dos (las utopías) no implica la renuncia a un
función formativa de la escuela. Así avan- mundo mejor” (Morin, 2001); es necesario
zaremos en el conocimiento de cómo hacer construir redes de búsqueda en el campo de
mejores a los hombres (Latapí, 2001: 69). la educación en valores y una guía muy re-
levante es el legado de Pablo Latapí Sarre en
Aunque sepamos muy poco sobre el tema de este tema, tanto en su contenido como en su
la educación en valores, aunque sea todavía, testimonio como un ser que encarnaba mu-
y quizá por siempre, un campo por conocer chos de los valores que hoy necesitamos para
el de la educación del corazón humano —la hacer que la educación sea un poco mejor, y
educación de la libertad humana, que es fun- que contribuya a que el mundo lo sea.
damentalmente educación emocional—, es La obra de Latapí en el tema de la edu-
importante, decía Latapí, es urgente diríamos cación en valores conlleva la invitación y el
hoy, ante el escenario de la profunda crisis so- desafío para que, como profesión de la espe-
cial nacional, realizar este esfuerzo colectivo ranza, la educación asuma el compromiso de
para acercarnos teórica —desde la ilosofía de hacer que existan condiciones para que lle-
la educación en diálogo con las ciencias de la gue el futuro.
educación— y prácticamente —desde el dise-
ño curricular y los métodos didácticos— al …
tema de la educación en valores más allá de la lento pero viene
moda, que puede ser un obstáculo. el futuro se acerca
Aunque andemos a tientas y reconocien- despacio
do con humildad que estamos ante el misterio pero viene
de lo que somos como humanos, es necesario ya casi está llegando
que los docentes, desde una práctica relexio- con su mejor noticia
nada; los investigadores, desde una investiga- con puños con ojeras
ción creativa e interdisciplinaria; los ilósofos, con noches y con días

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186 Juan Martín López Calva | El corazón de la educación y la educación del corazón
lento pero viene cada vez más nosotros
el futuro real y menos el azar.
el mismo que inventamos Mario Benedetti,
nosotros y el azar fragmento de Lento pero viene

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Juan Martín López Calva | El corazón de la educación y la educación del corazón 187
E
A x
1
P L

Jua n Mar t ín López Calva *

De l a moda a l r ecl a mo sobre el tema con el argumento de que educar


en valores implicaba necesariamente relación
Está de moda hablar de valores en la edu- con lo religioso.
cación. En mi opinión no es una moda; es Latapí describe anecdóticamente esta
un reclamo, es el deseo de recuperar algo oposición al tema de los valores en la década
esencial que hemos abandonado: la función referida desde su experiencia como asesor del
formativa de la escuela. Esencial porque na- secretario de Educación, Fernando Solana, al
die puede educar sin valorar, porque toda registrar lo sucedido en una reunión en la que
educación se dirige hacia ciertos nes que propuso el tema de los valores como central
considera valiosos para el individuo y la so- en la agenda educativa y fue refutado por la
ciedad (Latapí, 2001: 59). intervención de otro asesor que a rmaba que
abordar el tema de los valores era contrario al
En efecto, está de moda hablar de valores en artículo tercero constitucional y podía “abrir
la educación. Si revisamos los documentos la puerta a valores religiosos” en la escuela,
institucionales, las misiones y visiones de la a pesar de que, como señalaba don Pablo en
mayoría de escuelas y universidades; si po- esa reunión, el artículo tercero “abundaba en
nemos atención a la publicidad de las institu- valores” como la dignidad de la persona, la
ciones educativas y escuchamos los discursos integridad de la familia, la democracia como
de maestros, directores y funcionarios del forma de vida, etc. (2009: 146).
sistema educativo encontraremos con mucha Pero hoy en día la situación es distinta. La
frecuencia a rmaciones que destacan la for- moda de la educación en valores invade el sis-
mación valoral de los estudiantes y la preocu- tema educativo nacional aunque en los hechos
pación y orientación —real o declarada— de no tengamos todavía muchas evidencias de
los educadores y los centros educativos por que esta moda tenga resultados. La reapari-
esta dimensión de la educación, que era igno- ción del tema en el escenario educativo se debe
rada, o incluso rechazada, hace unos años. a muchos factores, sobre todo a aquellos rela-
Un análisis de la literatura de investiga- cionados con la crisis civilizatoria que estamos
ción educativa de los años ochenta del siglo padeciendo y que tiene manifestaciones en to-
pasado daría cuenta de la escasez de estudios, dos los ámbitos de nuestra vida. Sin embargo,
tesis, ponencias o investigaciones sobre el uno de los motores fundamentales para que
tema de los valores. La tradición laicista del “la moral regresara a la escuela” en México fue
sistema educativo mexicano impedía que este la preocupación y el trabajo serio y sistemá-
tema fundamental permeara los currículos, tico de investigación y difusión de un grupo
las prácticas educativas y las investigaciones de académicos que fueron conscientes de la

1 El texto que ahora presentamos es una versión revisada y ampliada de la participación del autor en el panel
“Los valores y la educación en la obra de Pablo Latapí Sarre” dentro de la Cátedra Pablo Latapí Sarre del Sistema
Univesitario Jesuita (Universidad Iberoamericana Puebla, agosto de 2011).
* Doctor en Educación por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Coordinador del doctorado interinstitucional en
Educación por la Universidad Iberoamericana Puebla. CE: martin.lopez@iberopuebla.edu.mx

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relevancia de esta dimensión de la educación. sobre un texto iracundo, sobre una
Entre estos investigadores pioneros se encuen- reja abierta,
tra gente del prestigio de Sylvia Schmelkes sobre el rostro amparado tras la máscara.
(1995, 1996) y por supuesto, de manera central,
Pablo Latapí, quien hizo del tema de la ética en Recuerdo, recordemos
la educación uno de sus temas centrales de in- Hasta que la justicia se siente entre nosotros
vestigación y re exión losó ca. Rosario Castellanos,
Sin embargo, es cada vez más necesario, fragmento de M mo l d Tl lolco
urgente podríamos decir sin exagerar, que
pasemos de la moda a la respuesta al reclamo El cor a zón de l a educación
social que está pidiendo de manera urgente
que el sistema educativo se enfoque de ma- En otro sustrato de la persona, más mis-
nera seria, sistemática, integral, transversal y terioso e inasible, se desarrollan fuerzas y
e ciente hacia la educación en valores de las procesos, amores, atracciones, a nidades,
nuevas generaciones. solidaridades, esperanzas, ahí se abre la po-
La violencia que se ha apoderado de nues- sibilidad —tenue pero real— de la decisión
tras calles y sus complejas raíces estructurales, libre y del orden moral. Llamamos a ese sus-
pero sobre todo la cultura distorsionada en la trato de la persona, a falta de mejor término,
que se apoyan estas estructuras, nos están el terreno de los valores. Es el corazón de la
diciendo que algo tenemos que hacer desde educación (Latapí, 2001: 59).
la educación que se ofrece en la familia, en la
escuela, en la universidad y en los medios de El terreno de los valores es el corazón de la
comunicación masiva para responder a esta educación porque ahí, en ese sustrato “miste-
situación. rioso e inasible”, imposible de estudiar al cien
Porque nadie puede educar sin valorar, y por ciento empíricamente, se está jugando la
hoy en día el reclamo que parecemos no es- posibilidad de la libertad humana efectiva, es
cuchar los educadores es el que nos dice que decir, la capacidad real de autodeterminación
estamos colectivamente valorando de manera de los sujetos, los grupos y la sociedad toda en
inadecuada, que una cultura que pone por en- medio de los múltiples condicionamientos
cima del ser humano a la economía, la política que tiene todo lo humano. El espacio para el
partidista, la riqueza, el poder, la apariencia y desarrollo de la “autonomía dependiente”,
el confort es una cultura que requiere de una cada vez más autonomía y menos dependien-
radical reforma moral, de una conversión te pero siempre sujeta a estos factores biológi-
ética que nos abra los ojos a lo que verdade- cos, psicológicos, sociológicos, económicos,
ramente puede “salvar a la humanidad, reali- religiosos, etc., es el espacio de los valores. Es
zándola”, en estos tiempos oscuros que vivi- en ese pequeño o más grande margen de ma-
mos, en esta “era de hierro planetaria”, como niobra donde se de ne lo que somos, el drama
la llama Morin (2003). de la vida personal y el drama de la humani-
Por eso es necesario pasar de la moda al dad como colectivo en “el instante de su ser
reclamo y del reclamo a la acción, recordando que es todo el tiempo” (Lonergan, 1999).
persistentemente este legado de Latapí, por- Este terreno donde se desarrollan multi-
que como decía Rosario Castellanos: plicidad de fuerzas y procesos no está desli-
Recuerdo, recordamos. gado, como se ha planteado erróneamente en
Ésta es nuestra manera de ayudar nuestra cultura occidental y su lógica simpli-
a que amanezca cadora, del campo del conocimiento, y por
sobre tantas conciencias mancilladas, tanto del currículo general de formación en

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contenidos, habilidades o competencias teó- Latapí concibe esta integralidad en lo que
ricas y prácticas en las distintas disciplinas. escribe acerca de la educación en valores y
El juicio de valor está intrínsecamente ligado por eso mismo apela a una búsqueda de co-
al juicio de hecho y no separado de él, a rma nocimiento interdisciplinar (psico-socio-
Morin (1999), porque el juicio de hecho que losó co-pedagógico) de esta dimensión
surge del conocimiento es siempre “responsa- humana y de las concepciones teóricas que
bilidad de quien lo a rma” (Lonergan, 1999) y fundamenten la acción educativa en este te-
todo conocimiento tiene implicaciones éticas rreno, así como de las propuestas metodo-
para el individuo que conoce y para el con- lógicas para tratar de hacerlo operativo en el
texto socio-histórico en el que se produce ese aula (2001).
conocimiento. A partir de esta visión integral del ser
De manera que el corazón no está desliga- humano —y de la concepción de la nalidad
do del centro del organismo, y mucho menos de la educación como el esfuerzo sistemático
del cerebro, por lo que cuando Latapí habla de para “hacer mejores a los hombres”— (2001:
los valores como el corazón de la educación 49) es que el tema de la ética en la educación y
no está hablando de abandonar la educación su operativización, lo que llamamos “educa-
en contenidos y competencias disciplinares o ción en valores” (a falta, como dice Latapí, de
profesionales, y no está implicando tampoco mejor término), se convierte en un eje central
que basta con que se hagan adiciones a los en su obra. Esta visión surge de la convicción,
planes de estudio para incluir materias de experimentada personalmente, estudiada
formación valoral para lograr atender este teórica y losó camente y testi cada con su
reclamo urgente; sin embargo, valoraba propia vida, de que existe en todo ser huma-
como positiva la inclusión de la asignatura de no este “sustrato misterioso e inasible” que
Formación cívica y ética en el currículo o cial hace que surja la decisión libre; que esa de-
a pesar de los errores que desde su punto de cisión libre se convierta incluso en una lucha
vista contenía (Latapí, 1999). por construir, preservar, aumentar, extender
Se trata de atender el terreno de los valores o recuperar la libertad que para muchos es
como el corazón de la educación, entendien- negada en el mundo actual, y que haya vi-
do el corazón como el órgano que procesa, re- das que griten lo que poéticamente expresa
dimensiona, “oxigena” y distribuye los apren- Miguel Hernández:
dizajes de todo tipo que se hacen en la escuela
para darles un sentido en la existencia perso- Para la libertad, sangro, lucho, pervivo.
nal del educando y para hacerlos pertinentes Para la libertad, mis ojos y mis manos,
para la transformación de la sociedad en y como un árbol caudal, generoso y cautivo,
para la que ese individuo se está educando. doy a los cirujanos…
Porque como sujetos eco-ego-auto-exo- …
organizados (Morin, 2003), somos un todo Porque donde unas cuencas vacías
inseparable en el que la dimensión del signi- amanezcan
cado y el valor articula todo lo aprendido. ella pondrá dos piedras de futura mirada
Porque como sujetos conscientes (Lonergan, y hará que nuevos brazos y nuevas piernas
1988) tenemos estructuralmente la necesidad crezcan
de valorar lo que aprendemos y descubrir su en la carne talada...
signi cado o insigni cancia para nuestro Miguel Hernández,
proyecto existencial y el proyecto social del fragmento de P l l d
que formamos parte de manera ineludible.

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180 J n M ín Lóp z C lv | El corazón de la educación y la educación del corazón
Sa bemos poco abstractos o principios éticos universales, en
el caso de Payá, y de su inserción en una co-
Hablemos con franqueza: si lo esencial de munidad humana concreta para mejorar sus
nuestra tarea de educadores es tratar de ha- condiciones de vida, en el caso de Puig y Palos.
cer mejores a los hombres, debemos confe- Sin embargo, estos intentos de cons-
sar con honestidad que poco sabemos acer- trucción teórico-práctica de enfoques de
ca de cómo hacerlo… (Latapí, 2001: 59). educación valoral más adecuados al nuevo
conocimiento sobre el aprendizaje de los
Sabemos poco acerca de cómo “hacer me- estudiantes, y a nuevas concepciones de los
jores a los hombres”, decía Latapí en su con- valores en la educación en sociedades abier-
ferencia de la Cátedra “Fin de milenio” en tas, plurales y democráticas, no han sido su -
la Universidad Autónoma de Nuevo León. cientemente trabajados en México, donde los
Sabemos poco acerca de la ética en la edu- programas y textos de formación en valores de
cación y de cómo hacer operativa una ética uso cotidiano tienen todavía mucho del enfo-
determinada a través de enfoques metodoló- que de enseñanza de valores, aunque dicha
gicos para educar en valores. enseñanza o inculcación se proponga a través
Algo se ha avanzado en estos años a par- de medios dialógicos, activos y participativos.
tir del regreso de la preocupación moral a la Poco sabemos aún de cómo educar en
escuela. En México y en el mundo se han ex- valores, y desgraciadamente los trabajos en el
perimentado avances en lo que sabemos en la área de Educación y valores (área 6 del COMIE)
teoría y en lo que hacemos en la práctica. En el muestran todavía el predominio de investiga-
terreno teórico, más allá de las corrientes que ciones empíricas sobre los valores declarados
podemos considerar clásicas —de las que da por estudiantes y profesores en diversos nive-
cuenta Escámez en su obra ya clásica, L n - les, o sobre los valores a enseñar en los planes
ñ nz d c d y v lo (s/f) (inculcación de estudio, así como acerca de las legislacio-
o enseñanza de valores, la clari cación valoral nes y políticas sobre educación en valores en
y el razonamiento moral de Kohlberg), se han nuestro sistema educativo.2 En efecto, si bien
desarrollado algunos modelos pedagógicos el reporte parcial del estado del conocimien-
relativamente novedosos y con intentos de to 2002-2011 de esta área temática, presentado
mayor integralidad, como aquellos de los que en el XI Congreso Nacional de Investigación
da cuenta Payá (2000) (proyecto de vida y desa- Educativa, muestra que el número de traba-
rrollo de la personalidad moral), que han ge- jos —ponencias, artículos, libros, capítulos
nerado intentos de instrumentación didáctica de libros y tesis— ha crecido considerable-
como el “aprendizaje servicio” (Puig y Palos, mente respecto del estado del conocimiento
2006) o el desarrollo del autoconocimiento de anterior (el número de trabajos ha crecido ex-
los educandos y su visión de futuro a través de ponencialmente hasta llegar a más de 900 en
planes de vida (Payá, 1992). la década pasada, sobre todo en artículos en
Estos últimos enfoques postulan la nece- revistas arbitradas y en ponencias o libros co-
sidad de una mayor integralidad de la forma- lectivos, aunque todavía hay un buen núme-
ción valoral, superando la visión predomi- ro de re exiones que no son ni investigación
nantemente racional del enfoque de Kohlberg empírica ni construcción de conocimiento
y tratando de considerar al educando y su teórico), estos trabajos siguen siendo, en un
dimensión valoral en su dimensión afectiva alto porcentaje, indagaciones sobre los valores
y en la visión re exiva sobre su propia exis- que se enseñan o los valores que se pretenden
tencia, más que en la clari cación de valores inculcar en los estudiantes por parte de los
2 Cfr. Estados del conocimiento del área temática 6: Educación y valores (en proceso).

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J n M ín Lóp z C lv | El corazón de la educación y la educación del corazón 181
docentes, currículos institucionales y docu- México en este periodo (2002-2011) de “forma-
mentos normativos. ción para la ciudadanía”. Esta es otra perspec-
Al respecto, si bien la mayoría de los traba- tiva teórica y pedagógica que está empezando
jos se sigue moviendo en el terreno de las vi- a usarse y a tomar fuerza en la investigación
siones ontológicas o metafísicas de los valores, del tema moral, pero aún falta explicitar de
y en los enfoques didácticos de inculcación o manera más clara su vinculación con el tema
enseñanza de valores, destacan algunas ex- de la educación en valores para superar la am-
cepciones, como es el caso de la investigación bigüedad que señala Latapí en la conferencia
de Fierro y Carbajal (2003), que parte de un citada de 2001, en la que apunta con acierto
marco teórico sustentado en enfoques losó- que educación cívica no es sinónimo de edu-
cos y psicológicos del tema y construye una cación valoral. Esta tesis presenta también una
manera novedosa de indagar la oferta valoral aportación relevante que es la mirada desde la
de los docentes de primaria en el estado de interculturalidad. Si queremos saber más so-
Guanajuato; o un par de tesis doctorales que bre el tema de los valores en educación, resulta
exploran respectivamente el enfoque de la so- indispensable comprender adecuadamente el
ciología fenomenológica de Schutz (Benítez, concepto de cultura entendida como lo plan-
2011) para acercarse a la comprensión de la tea Lonergan (1988), como el conjunto comple-
forma en que los universitarios se constituyen jo de signi cados y valores que determinan los
como sujetos morales; y el enfoque de autoa- modos concretos en que un grupo social vive.
propiación de Bernard Lonergan (Martínez, Estas pocas tesis, y algunos estudios teóri-
2009) como perspectiva teórica para descubrir cos todavía muy escasos que apuntan a repen-
per les de toma de decisiones también en es- sar los fundamentos éticos desde los cuales se
tudiantes universitarios y apuntar hacia una está mirando la educación en valores (intro-
“pedagogía de las decisiones”. duciendo autores con visiones más acordes
En el nivel de educación media superior, a este mundo global, marcado por la incerti-
Ramírez Hernández (2011), en una tesis docto- dumbre y la pluralidad, como Edgar Morin
ral en proceso, se propone construir y validar y Bernard Lonergan) (López-Calva, 2009),
un instrumento para medir el grado de desa- parecen con rmar la idea de que sabemos
rrollo del razonamiento moral en bachilleres poco acerca del qué y el cómo de la educación
del estado de Aguascalientes con el método de en valores, aunque parecen presagiar un hori-
ecuaciones estructurales. Se trata de otro in- zonte de búsqueda cada vez más concurrido y
tento interesante que si bien trata de salir del focalizado en el tema.
enfoque de inculcación de valores y parte de Sabemos poco, y lo poco que sabemos no
otra visión ética, fundamentándose en la pers- llega a ser conocido por los actores de la edu-
pectiva de razonamiento moral de Kohlberg, cación. Los docentes y directores escolares
se aproxima de una manera totalmente cuan- hablan del tema de la educación en valores,
titativa a la dimensión moral de los estudian- pero muchas veces sin haber estudiado los
tes, aunque coincide con los trabajos anterior- enfoques existentes y los trabajos que se pro-
mente citados en plantear el problema de los ducen a nivel nacional o internacional para
valores desde la toma de decisiones. instrumentar esta dimensión de la educación,
En el nivel de educación básica, pero estu- y mucho menos tomando una postura clara
diando un público muy especí co —hijos de sobre el tema.
jornaleros migrantes— Bustos (2011), en otra Pero el problema de fondo es más grave
tesis doctoral de la Universidad Autónoma del aún, y aquí vuelve a surgir con urgencia la obra
Estado de Morelos, construye un trabajo que de Latapí y sus aportaciones para la educación
estudia lo moral desde el ángulo emergente en mexicana: el problema fundamental es que la

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182 J n M ín Lóp z C lv | El corazón de la educación y la educación del corazón
preocupación de los docentes, directivos, fun- Y todos somos para todos…
cionarios, y aún de los diseñadores curriculares ¿Por qué actuamos así?
y autores de textos sobre el tema, es exclusiva- ¿Por qué llegamos
mente práctica y reducidamente práctica. Tal A este momento inexplicable
parece que el problema es encontrar un método (que es hoy y siempre)?
a manera de receta infalible para la formación Si supiera quién eres y quién soy,
valoral, y que este método vaya acompañado de Si supiese por qué eres y por qué soy,
materiales, técnicas e instrumentos que resuel- La vida perdería su intensidad lacerante.
van el problema sin necesidad de aportar nada Dejaría de ser lo que es en verdad:
de parte de los educadores. El enigma sin fondo.
En este escenario, se vive una auténtica José Emilio Pacheco,
confusión y se cae en un eclecticismo en la for- fragmento de En gm
mación en valores porque no se está dando a la
losofía, y a la ética entendida como losofía De l a l ey a l espír it u
moral, el papel que le corresponde para susten-
tar todas las mediaciones y aplicaciones didác- ¿Cómo se forman valores? Sabemos muy
ticas que puedan irse creando. La preocupa- poco… no se hace enseñando mandamien-
ción de Latapí en todos los temas educativos, tos y convenciendo de cumplir la ley [yo
como pionero de la investigación educativa en diría que precisamente lo contrario: es en-
el país, fue siempre la de estudiar el fenómeno señar a ver más allá de la ley]… La moral es
educativo en toda su complejidad, lo que im- enseñar a los niños y jóvenes a vivir por el
plica trabajar de manera interdisciplinaria. En espíritu y no por la ley… (Latapí, 2001: 63).
el campo de los valores sería necesario, enton-
ces, una investigación que considere los apor- Un aspecto que parece claro hoy en día, para
tes de la psicología, la sociología, la pedagogía, la gran mayoría de los actores de la educación
la didáctica, la teoría curricular, y de manera y para amplios sectores de la sociedad, es que
muy relevante, de la losofía. si bien no sabemos mucho acerca de cómo se
Poner en diálogo estas disciplinas y no forma en valores, sí sabemos que no se educa
desdeñar el aporte losó co —que desgracia- moralmente mediante la enseñanza de man-
damente sigue considerándose como ajeno a damientos o el convencimiento de cumplir
la investigación (se investiga solamente si se la ley. Como a rmaba Latapí, hoy resulta
hace un estudio empírico)— resulta funda- claro que la educación moral tiene que ir en-
mental para continuar con el ejemplo que el caminada a que los jóvenes aprendan a vivir
mismo Latapí nos aporta con su obra. Hacen “por el espíritu y no por la ley”. El paso de la
falta lósofos de la educación que se dediquen “ética de la ley a la ética de la humanización”
a investigar nuevos enfoques éticos que pue- (Lonergan, 1999) o de la “moralina” a la ética
dan responder a los tiempos actuales y derivar de la comprensión humana (Morin, 2005) es
en propuestas de instrumentación didáctica fundamental para una educación en valores
para una educación valoral a la altura de los que esté a la altura de nuestros tiempos.
tiempos que se viven. Esta claridad de la mayoría de los teóri-
Porque el misterio se mantiene vivo y las cos de la educación, y de muchos educadores
preguntas siguen siendo actuales. Como a r- —docentes, directivos, funcionarios, padres
ma José Emilio Pacheco: de familia, etc.— tiene que seguirse trabajan-
do hasta que se convierta en una convicción
El misterio que tú eres para mí social operante en todas las familias, escuelas
Y yo soy para ti y universidades del país. Sin embargo, existe y

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se da en los hechos el riesgo de malinterpretar diendo el mero cumplimiento de la ley, es una
esta “educación para vivir por el espíritu” o esta labor que requiere de la construcción pro-
“ética de la humanización”. Este error de inter- gresiva de una “pedagogía de las decisiones”
pretación, propio de los “tiempos líquidos” que (Martínez, 2009) que haga a los educandos
vivimos (Bauman, 2007), conlleva el efecto pen- cada vez más atentos, inteligentes, razonables
dular de la educación dogmática hacia la educa- y responsables en lo que eligen, porque al ele-
ción relativista, incluyendo también lo valoral. gir se están eligiendo a sí mismos y están eli-
Educar para la humanización o para tras- giendo el tipo de sociedad y de humanidad en
cender el cumplimiento de la ley no signi ca el que quieren vivir (Savater, 1997).
educar para que cada niño o joven haga lo La visión de educación en valores como
que de manera meramente subjetiva le parez- educación de la libertad es un aporte que po-
ca adecuado, o incluso pragmáticamente útil dría llevarnos a una mejor comprensión de la
para su vida. Formar para “vivir por el espíri- ética en la educación desde una visión huma-
tu” implica un esfuerzo sistemático, compro- nista compleja (López-Calva, 2009) y a instru-
metido y e caz por la educación de la libertad mentar creativamente, sin pretender buscar
de los estudiantes (López Calva, 2007). Porque recetas, pero con la posibilidad real de tener
como todos los dinamismos humanos, la li- claridad en las líneas estratégicas comunes
bertad también es educable. Todos los seres para una educación moral apropiada para la
humanos nacemos esencialmente libres pero sociedad, marcada por la pluralidad y la in-
no nacemos ni necesariamente vivimos como certidumbre en que nos ha tocado vivir, que
seres efectivamente libres, es decir, como seres es una de las di cultades estructurales que
capacitados personalmente y habilitados so- señalaba Latapí (2001: 60).
cialmente para autodeterminarnos en medio Educar la libertad implica una búsqueda
de los condicionamientos de todo tipo que constante de autenticidad humana y de con-
existen en la vida de todo ser humano. sistencia entre las opciones que se toman y las
La libertad efectiva, es decir, la autonomía consecuencias que estas opciones tienen en
dependiente (Morin, 2005) o la capacidad real lo personal, familiar y social. Implica formar
de autodeterminación (Lonergan, 1988) es personas capaces de vivir desde sus propias
algo dinámico que se construye, se amplía o convicciones, como lo hizo Heberto Padilla
disminuye dependiendo de las decisiones que en su vida y lo dijo en su poesía:
se vayan tomando en la vida, de las circuns-
tancias y estructuras socio-económicas, polí- Di la verdad.
ticas y culturales en que se viva, e incluso de Di al menos, tu verdad.
factores aleatorios o inesperados. Y después, deja que cualquier cosa ocurra:
La capacidad de ser libre efectivamente es Que te rompan la página querida,
algo que se construye personal y socialmente. Que te tumben a pedradas la puerta,
Nos hacemos libres a nosotros mismos de- Que la gente se amontone delante de tu
pendiendo de la madurez y autenticidad con cuerpo
que vayamos tomando nuestras decisiones, y Como si fueras un prodigio o un muerto.
contribuimos a hacer libres a los demás en la Heberto Padilla,
medida en que somos capaces de contribuir a fragmento de Poé c
la construcción de un auténtico “bien de or-
den” social que respete la dignidad de todos La educación del cor a zón
(López-Calva, 2009).
Demaneraqueeducar para lacomprensión …habría que empezar desde el principio:
humana, para “vivir por el espíritu” trascen- con la formación en valores de los maestros.

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Si ellos no realizan un ejercicio de introspec- de la educación, la sociología de la educación,
ción sobre sus valores más fundamentales, la psicología educativa e incluso la economía
comenzando por su autoestima, su acción de la educación) para ir sabiendo un poco
educativa con los alumnos en estos aspectos más cada vez sobre la formación de esta di-
será meramente formal… (Latapí, 2009: 148). mensión misteriosa y nunca abarcable del
todo que es la de la libertad humana, y su uso
Si los valores son el corazón de la educación, más o menos responsable a nivel individual
la educación del corazón tiene que ser el eje y colectivo.
sobre el que se articule la formación integral Es necesario primero caer en la cuenta
de los niños y jóvenes, es decir, la línea de sus- de que la educación en valores es una edu-
tentación sobre la que se armen los planes de cación del corazón, entendido en el sentido
estudio y se de nan las competencias a desa- complejo y amplio como una educación para
rrollar, los conocimientos a explorar, las pre- la diferenciación, integración y apropiación
guntas a realizar, las actividades curriculares de la estructura consciente humana por par-
y extracurriculares a proponer en el sistema te de cada educando a partir no de teorías o
educativo. enseñanza de normas o respuestas morales
Porque la aprehensión del valor es algo que —porque en el ámbito de los valores, como
ocurre en el tejido afectivo de las personas y dice Melchin (1993), podemos “vivir con las
no en su razón. Como a rma Vertin (1995): “el respuestas correctas, pero las preguntas equi-
n g deliberativo es un acto de cognición vocadas…”— sino de un ejercicio constante
afectiva…”, y en ese sentido la educación en de introspección individual y grupal acerca
valores —entendida como aquí se propone: de cómo y bajo qué condiciones se toman
como educación de la libertad— es una edu- decisiones realmente libres y responsables en
cación del corazón, es decir, una educación cada ámbito de la vida humana, y cómo po-
del dinamismo consciente humano que lleve demos volver nuestros sentimientos cada vez
a los educandos a una toma de decisiones que, más inteligentes, razonables y responsables
a partir de su experiencia vital y de su com- para hacer cada vez más auténtica esta toma
prensión inteligente y crítica de las realidades de decisiones (López-Calva, 2006).
en que vive, se guíe por esa aprehensión del Este ejercicio constante de introspección
valor, que ocurre en los sentimientos. de los estudiantes solamente será posible si
La concreción de la formación para “vivir se inicia con la educación del corazón, con
por el espíritu” se dará cuando aprendamos la educación de la libertad de los docentes, es
cómo promover probabilidades reales de decir, si se promueve en ellos de manera e caz
emergencia de esos “actos de cognición afec- este hábito de introspección profunda sin la
tiva”, de esas experiencias de aprehensión de cual la formación en valores de sus alumnos
valor que hacen que la vida se oriente hacia será un ejercicio meramente formal, como
lo que realmente vale la pena para cada uno a rma Latapí.
y para todos. Porque el corazón aprende y se desarrolla
Este es un enfoque poco conocido y ex- hasta volverse cada vez más atento, inteligente,
plorado en el ámbito educativo en México y razonable y responsable en su toma de deci-
en el mundo que requiere de esfuerzos colec- siones. De manera que, como a rma Sabines
tivos de investigación losó ca y empírica en su poema Uno l om , lo importante
en el campo educativo, de un diálogo entre es ser conscientes del rumbo que va tomando
la losofía de la educación y las ciencias de el corazón y hacer que este rumbo sea decidi-
la educación (desde la investigación en neu- do de manera autónoma por cada sujeto y por
rociencias hasta el aporte de la antropología cada comunidad humana:

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No me digan ustedes en dónde están mis ojos, desde una re exión adecuada a la compleji-
pregunten hacia dónde va mi corazón. dad del cambio de época; los directivos y fun-
Les dejaré una cosa el día último, cionarios, desde la apertura a incorporar los
la cosa más inútil y más amada de mí mismo, conocimientos que se generen y transformar-
la que soy yo y se mueve, inmóvil los en políticas públicas e caces y evaluables;
para entonces, y los padres de familia, desde el testimonio y
rota de nitivamente. el diálogo con la escuela, emprendamos esta
Pero les dejaré también una palabra, tarea fundamental si queremos revertir el
la que no he dicho aquí, inútil, amada. “largo ciclo de decadencia” (Lonergan, 1999)
Jaime Sabines, en que se encuentra nuestro modelo civiliza-
fragmento de El ll n o c do torio actual.
Avanzar en el conocimiento y la aplica-
Educa r en va l or es ción práctica y progresiva de la educación
pa r a un mundo mejor del corazón humano poniendo a los valores
como el eje de sustentación de nuestro siste-
Aunque sepamos muy poco sobre esto, aun- ma educativo nos haría avanzar en el conoci-
que andemos a tientas —lo cual ayuda para miento de cómo hacer mejores a los hombres,
acercarnos a este tema con humildad, reco- pero también en el conocimiento y la acción
nociendo que estamos bordeando el miste- de cómo hacer mejor al mundo.
rio de lo que somos—es importante realizar Porque “la renuncia al mejor de los mun-
el esfuerzo colectivo de re exionar sobre la dos (las utopías) no implica la renuncia a un
función formativa de la escuela. Así avan- mundo mejor” (Morin, 2001); es necesario
zaremos en el conocimiento de cómo hacer construir redes de búsqueda en el campo de
mejores a los hombres (Latapí, 2001: 69). la educación en valores y una guía muy re-
levante es el legado de Pablo Latapí Sarre en
Aunque sepamos muy poco sobre el tema de este tema, tanto en su contenido como en su
la educación en valores, aunque sea todavía, testimonio como un ser que encarnaba mu-
y quizá por siempre, un campo por conocer chos de los valores que hoy necesitamos para
el de la educación del corazón humano —la hacer que la educación sea un poco mejor, y
educación de la libertad humana, que es fun- que contribuya a que el mundo lo sea.
damentalmente educación emocional—, es La obra de Latapí en el tema de la edu-
importante, decía Latapí, es urgente diríamos cación en valores conlleva la invitación y el
hoy, ante el escenario de la profunda crisis so- desafío para que, como profesión de la espe-
cial nacional, realizar este esfuerzo colectivo ranza, la educación asuma el compromiso de
para acercarnos teórica —desde la losofía de hacer que existan condiciones para que lle-
la educación en diálogo con las ciencias de la gue el futuro.
educación—y prácticamente —desde el dise-
ño curricular y los métodos didácticos— al …
tema de la educación en valores más allá de la lento pero viene
moda, que puede ser un obstáculo. el futuro se acerca
Aunque andemos a tientas y reconocien- despacio
do con humildad que estamos ante el misterio pero viene
de lo que somos como humanos, es necesario ya casi está llegando
que los docentes, desde una práctica re exio- con su mejor noticia
nada; los investigadores, desde una investiga- con puños con ojeras
ción creativa e interdisciplinaria; los lósofos, con noches y con días

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lento pero viene cada vez más nosotros
el futuro real y menos el azar.
el mismo que inventamos Mario Benedetti,
nosotros y el azar fragmento de L n o p o v n

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