You are on page 1of 2

la noción de sociedades del conocimiento es más enriquecedora y promueve más la autonomía

que los conceptos de tecnología y capacidad de conexión que a menudo constituyen un elemento
central en los debates sobre la sociedad de la información.3 Las cuestiones relativas a la tecnología
y la capacidad de conexión hacen hincapié en las infraestructuras y la gobernanza del universo de
las redes. Aunque revisten una importancia fundamental evidente, no deberían considerarse como
un fin en sí mismas. En otras palabras, la sociedad mundial de la información sólo cobra sentido si
propicia el desarrollo de sociedades del conocimiento y se asigna como finalidad “ir hacia un
desarrollo del ser humano basado en los derechos de éste”.4 Este objetivo es fundamental porque
la tercera revolución industrial –la de las nuevas tecnologías– y la nueva fase de mundialización
que la acompaña han modificado radicalmente numerosos puntos de referencia y aumentado las
brechas existentes entre ricos y pobres, entre países industrializados y países en desarrollo, e
incluso entre los ciudadanos de un mismo país. La UNESCO estima que la edificación de las
sociedades del conocimiento es la que “abre camino a la humanización del proceso de
mundialización”.

Los derechos y libertades fundamentales son y serán un elemento esencial de las sociedades del
conocimiento. Tal como la UNESCO ha reiterado durante los preparativos de la Cumbre Mundial
sobre la Sociedad de la Información, “la utilización de las tecnologías de la información y la
comunicación para edificar sociedades del conocimiento debe orientarse hacia el desarrollo del
ser humano basado en los derechos de éste”.

Si se respetan plenamente, la libertad de expresión y la libertad de investigación científica y de


creación permiten construir auténticas sociedades del conocimiento gracias al desarrollo de una
sociedad mundial de la información. Hacer hincapié en la libertad de expresión equivale a destacar
el espíritu de apertura y diálogo que debe presidir las relaciones entre individuos y grupos sociales
dentro de las sociedades del conocimiento

La brecha digital atañe directamente a la acción de la UNESCO. Si queremos fomentar auténticas


sociedades del conocimiento en nombre del desarrollo humano, la urgencia de solucionar las
disparidades digitales se hace aún más apremiante. En el marco de su mandato, la UNESCO debe
proponer soluciones para reducir la brecha digital. Los cuatro principios que la Organización
enunció en la primera parte de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información están
destinados a orientar la formulación de políticas en este ámbito

, en las sociedades del conocimiento emergentes habrá que hacer hincapié en un aspecto
particular de este principio fundamental, a saber: la libertad de información, definida como el
derecho a acceder a datos en posesión de los poderes públicos y obtener una información
periódica sobre las iniciativas que éstos adoptan

Actualidad de la libertad de expresión en la sociedad mundial de la información


Sin embargo, hoy en día el ciberespacio ofrece una tribuna a todas las formas de disidencia y es el
Estado quien se encuentra a menudo desprotegido ante el carácter “inasible” de las informaciones
que circulan en Internet. Son muy ilustrativos de esta evolución los debates en torno a la
conveniencia de aplicar a las publicaciones electrónicas el mismo plazo de prescripción establecido
para la prensa, de tal manera que no se las pueda llevar ante los tribunales por sus contenidos una
vez transcurrido dicho plazo.25

El cambio social del que son portadoras las nuevas tecnologías sólo puede conducir a la aparición
de sociedades del conocimiento en determinadas condiciones, que tal como se verá más adelante
son las que caracterizan la aparición de auténticas sociedades del aprendizaje. Una observación
atenta de las “culturas digitales” que han surgido con la difusión de las nuevas tecnologías, en
especial entre los internautas más jóvenes, abonaría más bien otra hipótesis mucho menos
halagüeña, a saber: la aparición de una sociedad de la diversión generalizada.

La pertinencia de esta observación no se limita a los países del Norte donde la sociedad de
consumo impera hasta en el ámbito cultural, ya que algunos estudios han puesto de manifiesto
que incluso en los países del Sur se da una considerable disparidad en los comportamientos en
línea.12 Internet puede, por consiguiente, convertirse tanto en un instrumento de la edificación de
sociedades del conocimiento como en un laberinto que podría conducirnos, lenta pero
seguramente, hacia esa sociedad de la diversión con todos los inconvenientes que ello podría
entrañar

You might also like