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SEGUNDA PARTE

DE LOS CONTRATOS NOMINADOS


CAPÍTULO PRIMERO

INTRODUCCIÓN A LOS CONTRATOS NOMINADOS


§ 1. DE LOS CONTRATOS EN GENERAL Y EN PARTICULAR

Cuando hablamos de los contratos en general esencialmente


referimos:
1. Pautas o directrices comunes sobre las que se han de edificar los
contratos en particular.
2. Reglas aplicables a todos los contratos particularmente legislados e
incluso aquellos denominados atípicos. En este sentido señala el artículo
1353 “Todos los contratos de derecho privado inclusive los innominados,
quedan sometidos a las reglas generales contenidas en esta sección,
salvo cuando resulten incompatibles con las reglas particulares de cada
contrato”.
De otro lado, Cuando hablamos del contrato en particular
esencialmente referimos:
1. Un contrato específico, sea este nominado o innominado, es decir,
un contrato con reglas específicamente establecidas.
2. Por lo tanto, se trata de un contrato que contiene disposiciones
distintas a la de los demás contratos (reglas específicas).
§ 2. CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

Dentro de la clasificación de los contratos en general, únicamente son


de nuestro interés aquella que los clasifica en nominados e innominados o
si se quiere: típicos o atípicos. Esta clasificación tenía cierta relevancia en
el pasado, hoy día, debido a la libertad contractual, se ha sobrepuesto un
criterio que permite a los particulares pactar sin mayores limitaciones que
las impuestas por el ordenamiento jurídico a la autonomía privada.
§ 3. DE LOS CONTRATOS TÍPICOS O NOMINADOS

1. CONCEPTO
Son aquellos regulados por el derecho positivo de una manera
especial. Además de la sumisión a las formas y estructura general, son
figuras concretas consagradas en la legislación, debido, normalmente, por
su uso inmemorial.
Aun cuando suelen identificarse los contratos típicos con los
nominados, en realidad, la diferencia puede ser halla en el hecho de
considerar que el contrato típico estando debidamente regulado en el
sistema, sin embargo, puede no tener una denominación.
2. TIPICIDAD
Según Ghersi, “el contrato constituye una herramienta para la
regulación y circulación de bienes y servicios en la sociedad como hechos
económicos”.
Desde esta perspectiva, según el autor citado, la tipicidad contractual
no es sino la suma de una conducta social más la actividad económica.
Creemos que el concepto de tipicidad está ligado a la ordenación
normativa; es decir, podemos hablar de ella cuando se da una ordenación
jurídica del fenómeno.
En la tipicidad el supuesto de hecho concreto (fattispecie concreta) se
halla regulado en la norma, por lo tanto, una conducta es típica cuando ha
sido prevista como tal en la norma; ejemplo, el contrato de compraventa.
Sostiene Vincenzo Roppo: “El tipo contractual se define en relación al
contrato en general: un contrato de compraventa es típico si es observado
sobre el fondo de la figura general del contrato, al cual también pertenece
aun antes de pertenecer al tipo compraventa. Esto se refleja sobre la
identificación de las disciplinas aplicables. Un contrato de compraventa es
antes de todo un contrato; por consiguiente se le aplican las reglas del
contrato en general. Pero después es también una compraventa, por
consiguiente se le aplican también las reglas dictadas para el tipo
compraventa. Si las dos órdenes de reglas son por algún motivo
incompatibles, prevalece la disciplina del tipo”.
§ 4. DE LOS CONTRATOS ATÍPICOS O INNOMINADOS

La categoría del contrato innominado es inagotable, pues mientras el


legislador tiende a completar o suplir estos contratos mediante su
recepción, en la práctica se van creando nuevos contratos para satisfacer
nuevos intereses.
El contrato innominado, por su naturaleza es una figura contractual
atípica, en el sentido de no estar disciplinada por la legislación vigente,
aunque puede tener un nombre otorgado o dado por el uso o la doctrina
social.
Muchas veces, los contratos innominados se originan por la
combinación de dos o más contratos nominados.
En el derecho comparado, el artículo 1143 del código civil argentino
señala que “los contratos son nominados o innominados, según que la ley
los designe o no bajo una denominación especial”.
En la atipicidad no hay una organización jurídica del fenómeno de
manera específica pues:
1. Si bien la ley no le da una denominación, lo infiere.
2. Hay normas de aplicación general, empezando por el artículo 1351,
al definir el contrato como “el acuerdo de dos o más partes para crear,
regular, modificar o extinguir una relación jurídico patrimonial”.
Además el artículo 1352 únicamente exige el consentimiento de las
partes; asimismo, el citado dispositivo, al referir el ámbito de aplicación de
las normas generales de contratación, hace extensivo a los contratos
innominados. Finalmente, el artículo 1354, establece el principio de la
libertad contractual.
CAPÍTULO SEGUNDO

DE LA COMPRAVENTA
I. GENERALIDADES
§ 5. CONCEPTO
El estudio de la frondosa regulación del contrato de compraventa
constituye el punto de arranque para el estudio de los contratos en
especial. Por esta razón, tal vez sea una de las figuras del derecho
contractual que más se haya estudiado.
El Código Civil, en el artículo 1529 nos ha otorgado una definición del
contrato de compraventa en los siguientes términos: “Por la compraventa
el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien al comprador y
éste a pagar su precio”.
El antecedente legislativo directo de este dispositivo lo constituye el
artículo 1383 del código civil de 1936, en el que se establecía que “Por la
compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa,
y el comprador a pagar el precio en dinero”. Esta definición es casi
idéntica a la que se diera posteriormente en el actual código, pues el
hecho que se haya indicado en el artículo 1383 que lo que pretende
transferir la propiedad de una cosa, no causa una distinción esencial entre
una y otra definición.
La definición del artículo 1305 del código civil de 1852 difiere de las
dos anteriores al señalar: “La venta es un contrato en que uno se obliga a
entregar una cosa y otro a pagarla”. Esta definición no se muestra con la
claridad que posteriormente aparece en las legislaciones posteriores, pues
no se considera en la definición un aspecto importante: el referido a la
transmisión de la propiedad.
§ 6. PROBLEMAS PRESENTES EN LA DEFINICIÓN

1. PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO

El contrato de contraventa es enteramente consensual, sin embargo,


tratándose de la compraventa de bienes muebles para que se produzca la
transmisión de los mismos es necesario que tenga lugar la tradición. Esto
significa que el contrato, como acto tiene existencia con el solo
consentimiento.
2. EL PROBLEMA DE LA TRANSFERENCIA

Considero que en la compraventa, se aplican tanto las normas sobre la


transmisión de la propiedad de manera inmediata, como lo sostiene la
tesis realista, como las normas sobre la transmisión de la propiedad por el
título y el modo, como lo sostiene la tesis obligacionista, según se trate de
bienes inmuebles o muebles respectivamente. Dejamos para más
adelante la solución al problema de la transmisión de la propiedad.
3. DEBERES QUE NACEN DE LA COMPRAVENTA

Como consecuencia de la compraventa, aun tratándose de la venta de


bienes inmuebles, pueden generarse determinadas obligaciones cuando
no ha tenido lugar la entrega del bien vendido o la entrega del precio por
la compra del mismo. Por lo tanto, si es posible que el contrato de
compraventa de bienes inmuebles tenga efectos obligacionales, además
del efecto real denunciado: la transmisión de la propiedad.
4. LOS CONTRATOS MANUALES

El artículo 1529 al parecer no incluye, en apariencia a los contratos


manuales. La venta de un pan, por ejemplo, implica, de inmediato la
entrega del pan y el pago del precio (a éste puede denominarse como
contrato manual). El contrato manual, aun cuando la entrega de las
prestaciones se de inmediato, es un contrato de compraventa o puede ser,
en muchos casos, un contrato de compraventa.
§ 7. EN CUANTO A LA DEFINICIÓN

Respecto a la definición que nos da el artículo 1529 del Código Civil se


puede afirmar lo siguiente:
1. Señala el artículo 1529 que por el contrato de compraventa el
vendedor se obliga a transferir la propiedad del bien. Esta afirmación
puede ser aceptada tratándose de los contratos de compraventa que no
provocan de manera inmediata la transmisión de propiedad, cuando se
venta, por ejemplo un bien mueble, situación en la que se requiere que
tenga lugar la tradición, sin embargo, respecto de la venta de bienes
inmuebles, en la mayoría de casos, la transmisión de la propiedad opera
de manera inmediata, por lo tanto, no se ajusta la norma a los efectos que
podría provocar la compraventa de bienes inmuebles, los mismos que
podrían ser definitivos: generación de un derecho real.
2. Se establecen en la definición la programación de dos deberes, la
transmisión de la propiedad y el pago del precio, cuando, tratándose de la
venta de bienes inmueble, los deberes que normalmente se establecen se
hallan referidos a: la entrega del bien vendido y la entrega del precio por
el valor del bien. Por lo tanto, la transmisión de la propiedad opera de
manera inmediata.
Por lo demás, me parece intrascendente que el código haya definido el
contrato, ni merece mayor atención una referencia sobre este aspecto.
§ 8. CARACTERÍSTICAS DE LA COMPRAVENTA

Son características del contrato de compraventa las siguientes:


1. Es consensual, basta el consentimiento para que se perfeccione.
Para que exista contrato de compraventa, se vendan bienes muebles o
inmuebles no es suficiente sino el acto por el cual las partes lo acuerdan.
2. Es sinalagmático, en la medida que en el contrato de compraventa,
se identifican siempre una prestación y una contraprestación a cargo de
cada una de las partes.
3. Es oneroso esta característica se relaciona con el carácter
sinalagmático de la compraventa.
4. Es declarativa o constitutiva, dependiendo de la posición que se
tome sobre el momento en el que se produce la transferencia.
5. Puede requerir de determinadas formalidades.
§ 9. EL PROBLEMA DE LOS GASTOS EN LA COMPRAVENTA

Los gastos de entrega, en el contrato de compraventa, son de cargo


del vendedor, y los gastos de transporte a un lugar diferente del
cumplimiento de las obligaciones corren a cuenta del comprador, salvo
que se hubiera pactado en otro sentido.
§ 10. COMPRAVENTA CON PERMUTA

Cuando la venta de un bien se fija en dinero y parte en otro bien; el


contrato se calificará según la intención manifiesta de los contratantes,
independientemente de la denominación que se le haya dado (no
olvidemos que los contratos son lo que son y no necesariamente lo que se
dice que son) e independientemente la primacía del valor del dinero o del
bien entregados como pago del precio.
Si no consta, en el contrato, la intención de las partes sobre la
calificación del contrato con dos objetos distintos (bien y dinero), el
contrato será de permuta cuando el valor del bien es igual o mayor al del
dinero; y, será una compraventa, cuando el valor del bien es menor que el
dinero fijados como precio de lo vendido.
CAPÍTULO SEGUNDO

DE LA COMPRAVENTA
II. ELEMENTOS DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA
2.1. EL BIEN MATERIA DE VENTA

§ 11. INTRODUCCIÓN
Es conveniente identificar al bien objeto de la venta (según la
terminología utilizada por el código) e intentar distinguirlo del objeto del
contrato de compraventa; o, en todo caso, establecer si es que estamos
frente a lo mismo.
Si seguimos las directrices del código, el objeto del contrato consiste
en la creación (y otros efectos más) de relaciones jurídicas patrimoniales.
Esto significa que el objeto del contrato de compraventa tendría que ser
también la creación (y otros efectos más) de relaciones jurídicas
patrimoniales pero referidas o limitadas a la compraventa.
Nuestro punto de vista, obviamente es distinto, por cuanto no
aceptamos que el objeto del contrato sea la creación de obligaciones; y,
por lo tanto, no puede el contrato de compraventa tener un objeto como el
referido. Necesitamos buscar su verdadero objeto.
Si en la parte general del contrato llegamos a establecer que el objeto
del contrato está constituido por los bienes y utilidades materia del
comercio humano, no hay duda que el contrato de compraventa tiene por
objeto también estos bienes y utilidades; de esta forma el sistema se
muestra coherente y con razón entendemos que nos hable del “bien
materia de la venta”.
No se justifica una delimitación del objeto del contrato de compraventa
distinto al objeto del contrato en general, pues de todos modos el objeto
de este contrato particular tiene que hallarse abarcado dentro del
denominado objeto del contrato en general. Este criterio parece tener
aceptación en la doctrina1.
Pensamos que el objeto del contrato de compraventa es lo que las
partes pretenden alcanzar o, dicho de otro modo, es el resultado que
buscan de manera recíproca2. Este resultado sólo puede comprometer un
1 Miguel Torres Méndez, Estudios sobre el contrato de compraventa, Editora Jurídica
“GRIJLEY”, 1993, p. 101. Lugar en el que señala que: “la compraventa es una especie o
clase de contrato. De tal manera que el objeto de la misma debe consistir o gozar de la
naturaleza del objeto del contrato”. No obstante la afirmación del referido autor, éste
llega a la conclusión de que el objeto del contrato de compraventa son “los intereses del
vendedor y comprador. De tal manera que para determinar cuál es el objeto de la
compraventa, habrá simplemente que precisar cuáles son exactamente los intereses o
necesidades patrimoniales de dichas partes” (p. 112).
2 No olvidemos que el contrato de compraventa es un contrato sinalagmático, por lo
tanto, los dos sujetos polarizados buscan “algo”, buscan obtener un determinado
resultado. Este resultado es o tiene que ser, necesariamente, el objeto del contrato.
aspecto del derecho privado de naturaleza patrimonial, por lo tanto, recae
esencialmente en dos campos de acción claramente diferenciados: a) las
relaciones obligatorias, y b) los derechos reales.
§ 12. EL BIEN MATERIA DE VENTA

¿Qué se entiende por bien? Entiendo por bien toda entidad materia o
inmaterial susceptible de satisfacer una determinada necesidad.
Antiguamente, en lugar del término bien se utilizaba el vocablo “cosa”; sin
embargo, actualmente se entiende que las cosas se refieren únicamente a
los bienes materiales, en tanto que los bienes inmateriales, se refieren a
determinados derechos.
Siendo así, es evidente que fundamentalmente, a través del contrato
de compraventa se pueden vender y por tanto adquirir los siguientes
bienes:
1. BIENES MATERIALES

Fundamentalmente se ha entendido que el derecho real más


importante que puede ser objeto del contrato de compraventa, es el
derecho de propiedad; sin embargo, es evidente que pueden ser pasibles
de ser transmitidos mediante un contrato de compraventa todos los
demás derechos reales, como el usufructo, etc., con las limitaciones
expresamente establecidas por la ley.
2. DERECHOS
Existen también otros derechos que pueden ser objeto del contrato de
compraventa y que no necesariamente tienen materialidad, como los
derechos de autor, sin embargo y, aun cuando tengan una regulación
especial, no dejan de ser derechos reales.
Pero hay también derechos, como el crédito, que constituye concepto
fundamental del derecho de obligaciones y que puede ser objeto de venta
(estatuyéndose la denominada cesión de derechos); sin embargo, este
crédito (que puede ser objeto de venta) no es un concepto que nace y se
agota en la relación obligatoria, pues a pesar de la calidad de categoría
fundamental de la obligación, no deja de ser un derecho real y como tal
susceptible de ser incluido en el tráfico de bienes.
En ambos casos, ya se trate de bienes materiales o de derechos, estas
entidades constituyen materia del derecho real, es decir, esencialmente
es objeto del contrato de compraventa un derecho real.
§ 13. BIENES SUSCEPTIBLES DE SER VENDIDOS

Cuando el código civil refiere el vocablo “bienes” se está refiriendo a


toda entidad material o inmaterial pasible de ser comerciada bajo el
principio de libertad de disposición de los bienes, por lo tanto, el concepto
“bien” debe entenderse en su más amplio sentido.
Pueden venderse bienes existentes o que puedan existir siempre que
sean determinados o susceptibles de determinación y cuya enajenación no
esté prohibida por la ley (artículo 1532).
Los bienes que pueden ser susceptibles de integrar una compraventa
son los siguientes: a) bienes presentes, b) bienes futuros y, c) bienes
ajenos.
§ 14. BIENES PRESENTES
Son aquellos que tienen una existencia real al momento de suscribirse
el contrato de compraventa. Estos bienes existentes pueden ser
determinados o susceptibles de ser determinados y, obviamente, que su
enajenación no esté prohibida por la ley.
§ 15. BIENES FUTUROS

Los bienes que puedan existir, al igual que los bienes existentes,
también deben ser determinados o susceptibles de ser determinados
posteriormente y que su enajenación no se halle prohibida por la ley.
Obviamente los bienes futuros son aquellos que no existen en el
momento de celebrarse el contrato, pero cuya existencia es vital para la
eficacia del contrato. Esto no significa que el contrato de bienes futuros
sea inválido, sino que, gozando de validez, es ineficaz en tanto no se
cumpla la condición.
En la venta de bienes futuros se debe observar los siguientes criterios:
1. En la venta de un bien que ambas partes saben que es futuro, el
contrato está sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener
existencia. Si finalmente el bien futuro no llega a tener existencia, el
contrato no es nulo sino meramente ineficaz, es decir, no produce los
efectos queridos por las partes. No cabe, por lo tanto, intentarse la nulidad
del contrato de venta de bien futuro por no haber tenido existencia el
referido bien.
2. Si el comprador asume el riesgo de la cuantía y calidad del bien
futuro, el contrato queda igualmente sujeto a la condición suspensiva de
que llegue a tener existencia. Al igual que el caso anterior, el
cumplimiento de la condición es vital para que el contrato produzca todos
los efectos queridos por las partes.
Ahora bien, si el bien llega a existir, cumpliéndose la condición, el
contrato producirá desde ese momento todos sus efectos, cualquiera sea
su cuantía y calidad, y el comprador deberá pagar íntegramente el precio
pactado.
3. Respecto a los párrafos a) y b) antes referidos, si el comprador
asume el riesgo de la existencia del bien, el vendedor tiene derecho a
recibir la totalidad del precio pactado aunque el bien futuro, objeto del
contrato de compraventa, no llegue a existir. Esto no debe confundirse
con el riesgo por la cuantía y calidad del bien futuro pues, en este tercer
supuesto, el comprador está asumiendo un riesgo distinto y referido a la
existencia del bien.
§ 16. BIENES AJENOS

En el contrato de compraventa, un bien ajeno es aquel que es incluido,


como objeto del mismo, sin que el vendedor tenga la titularidad del mismo
o, si fuera el caso, no se halla autorizado para venderlo (esto significa que
es eficaz la venta que hace un tercero respecto de un bien que no le
pertenece, cuando se halla legalmente autorizado para ello –como lo
estaría el apoderado-).
En la venta de bien ajeno, se han presentado innumerables supuestos,
los que han motivado, a su vez, un número diverso de soluciones
aportadas por quienes han intentado darse respuesta al problema
concreto.
1. CASOS
En la venta de bien ajeno pueden presentarse las siguientes
posibilidades:
a) Típica venta de bien ajeno. En la venta de bien ajeno, el
vendedor, se autotitula propietario del bien vendido y en esta condición
pretende provocar la transmisión de una propiedad que no le pertenece.
Como consecuencia de este hecho es posible la presencia de dos
situaciones absolutamente distintas y, por lo tanto, con efectos también
nada parecidos:
- Cuando el comprador ignora que el bien es ajeno. Cuando ello
acontece se halla autorizado a demandar la rescisión del contrato de
compraventa y acumular a su pretensión una sobre indemnización. Sin
duda que el ordenamiento no lo faculta para ejercitar otra pretensión, a no
ser que también en el contrato de venta se haya incurrido en una causal
de nulidad o anulabilidad del acto.
- Cuando el comprador sabía que el bien era ajeno. Aquí no es
viable la reclamación rescisoria, ni la indemnizatoria, habría actuado de
mala fe y el sistema no puede amparar una pretensión que tiene como
sustento la conducta dolosa del comprador. Además, no se ajustaría al
sistema una solución más favorable para el comprador de mala fe que
para el de buena fe. En este supuesto, considero que únicamente procede
para este comprador de mala fe, el ejercicio de una pretensión sobre
enriquecimiento sin causa.
- Ha de advertirse que el propietario no se ve perjudicado en la venta
de un bien de su propiedad, en la medida que, si el bien fuese entregado
al comprador, puede eviccionarlo. Si el bien vendido se hallaba inscrito en
los Registros Públicos a nombre del propietario, sin duda que el comprador
(de un bien ajeno) no podrá conseguir la inscripción del mismo a su
nombre, de tal modo que no hay forma de perjudicar sus derechos. El
inconveniente sí tiene lugar cuando el bien no se halla inscrito y de alguna
forma puede llegarse a la inscripción registral, razón por la cual, nada
impide que el propietario pueda intentar la pretensión de INEFICACIA por
falta de legitimación en contra de quienes realizaron la venta de un bien
ajeno. Ahora bien, si en el acto de venta se hubiera incurrido en causal de
nulidad, nada obsta para que también el propietario quede habilitado para
intentar la nulidad correspondiente.
b) Promesa de obligación o del hecho de tercero. Estos en
realidad no son supuestos de venta de bien ajeno en la medida que se
trata de simples actos que anteceden a la venta, pues simplemente se
está PROMETIENDO una obligación o un hecho de tercero. En cambio, en
la venta de bien ajeno, tal como lo hechos señalado el vendedor “vende”
directamente un bien ajeno, pretende provocar la transmisión de un bien
que no le pertenece.
Prueba de que aquí no estamos frente a un caso de venta de bien
ajeno es el hecho que no se aplican las normas sobre ineficacia estructural
o funcional, así, por ejemplo, es inaplicable la acción rescisoria sancionada
para el caso de la venta de bienes ajenos cuando el comprador obra de
buena fe. Además, tanto en la promesa de obligación o del hecho de
tercero, el estipulante sabe que el bien que pretende alcanzar no
pertenece al promitente.
2. EFECTOS EN LA VENTA DEL BIEN AJENO

En general, en la venta de bien ajeno, los efectos traslativos se ven


seriamente afectados, por cuanto la persona que vende un bien que no le
pertenece, sin tener autorización para ello, carece del poder de
disposición, poder necesario para producir el efecto traslativo
correspondiente. Este es el criterio más coherente que se ha venido
manejando en la doctrina3 desde hace muchos años y que en nuestro
medio viene siendo ardorosamente defendido por Rómulo Morales
Herbias4.
Sin embargo, los efectos que han de tomarse en cuenta como
consecuencia de la venta de bien ajeno, según las normas del código civil,
son las siguientes:
1) Si el bien vendido es parcialmente ajeno, el comprador puede optar
por la rescisión del contrato o la reducción del precio, si es que ignoró que
el bien vendido tenía dicha calidad. Si conocía la condición del bien, no
procede la rescisión del contrato, pero entendemos que hay lugar a
solicitar la reducción del precio.
2) Si el bien es totalmente ajeno, procede la rescisión del contrato,
excepto cuando el comprador hubiera conocido que el bien vendido no
pertenecía al vendedor, o cuanto éste adquiere el bien antes de la citación
con la demanda.
3) El hecho que la ley se haya encargado de sancionar con la rescisión
del contrato, tratándose de la venta de bien ajeno, ello no impide que
pueda también proceder la resolución de la misma, cuando, deviene el
incumplimiento de una de las partes del contrato. Se ha dicho que la venta
de bien ajeno es válida, pues no hay defecto en su estructura, de tal modo
que, cuando el vendedor, obligado a provocar la transferencia de la
propiedad, no lo hace, incumple su obligación y esto es causal de
resolución del contrato.
4) Asimismo, si bien la “pura” venta de bien ajeno no es nula, ello no
impide que, si además de esta causal de “rescisión”, si el acto de venta se
halla afecto de una causa de nulidad, el contrato de venta
(ocasionalmente de bien ajeno) será inválido. Es evidente que la nulidad
procede no porque se haya adquirido o vendido un bien ajeno, sino porque
en el acto se halla presente una causa por la que el artículo 219 del código
civil, sanciona con nulidad el evento.
5) Finalmente, es indudable que la venta de bien ajeno, cuando tuvo
lugar la entrega del bien vendido, puede llegar a convertir en propietario
al adquiriendo si su posesión alcanza el tiempo exigido por la ley para tal
efecto. En este supuesto se alcanza el dominio no porque se haya vendido
un bien ajeno, sino porque el comprador mantuvo una posesión
3 Señala Messineo, al respecto, que “La capacidad de disponer, en cuanto indica una
aptitud psíquica del sujeto, no debe confundirse con la facultad de disponer, o poder de
disposición y que indica, precisamente, un poder, o sea ser titular de un determinado
derecho, o cuanto menos, el poder de enajenar un determinado derecho ajeno
(propiedad, derecho de crédito, etc.), de tal manera que quien adquiere de quien tiene el
poder de disposición adquiere a dominio. La capacidad de disponer opera en el sentido
de contribuir a la validez del acto; el poder de disponer vale para conferir eficacia al
acto”. (Francesco Messineo, Manual de Derecho Civil y Comercial, t. II, Ediciones Jurídicas
Europa - América, Buenos Aires 1956, p. 112).
4 Rómulo Morales Herbias, .....
determinada, operando la prescripción adquisitiva. Esto impide
desconocer que, aun cuando la venta de bien ajeno no sea la causa
fundamental de la adquisición, sin embargo, es obvio que en alguna
medida ha contribuido a provocarla.
3. EFECTOS DE LA RESCISIÓN

Cuando opere la rescisión, en los casos en los que se haya dispuesto


un bien ajeno, son efectos de la misma los siguientes:
a) El vendedor deberá restituir al comprador el precio recibido.
b) Asimismo, el vendedor queda obligado a indemnizar al comprador
por los daños causados.
c) Finalmente, el vendedor queda obligado, frente al comprador a
devolver los gastos realizados y los tributos del contrato efectivamente
pagados, así como los intereses correspondientes que hubieran generado
todos aquellos montos que fueron indebidamente desembolsados por el
comprador.
§ 17. VENTA DE BIENES MUEBLES EN LOCALES PÚBLICOS

Los bienes muebles adquiridos en tiendas o locales abiertos al público


no son reivindicables si son adquiridos y amparados con facturas o pólizas
del vendedor. Esto no impide que el perjudicado pueda ejercitar las
acciones civiles o penales que correspondan contra quien los vendió
indebidamente.
Esto implica:
1. Que la venta produce todos sus efectos, pues en resguardo del
tráfico de bienes se consolida la venta a favor de quien haya adquirido un
bien en un establecimiento público, siempre que su venta se haya
amparado con factura o las pólizas correspondientes.
2. El perjudicado con la venta de bienes ajenos en locales públicos (que
no vendría a ser sino el propietario de los mismos), si bien pierde el
dominio de los bienes vendidos en estas circunstancias, puede ejercitar
las acciones civiles y penales contra el vendedor.
§ 18. PERECIMIENTO DEL BIEN

Si parte del bien había perecido antes del contrato de venta, el


comprador tiene derecho a retractarse del contrato o a una rebaja por el
menoscabo, en proporción al precio que se fijó por el todo.
Este es un supuesto de imposibilidad originaria, parcial y relativa, por
lo tanto, no hay causa de invalidez, además porque el contrato se halla
perfectamente estructurado, siendo afectado únicamente en cuando a su
funcionabilidad. Por esta razón la ley ha dispuesto únicamente que el
comprador pueda retractarse de la venta, esto no significa sino que el
referido sujeto, puede dejar sin efecto el contrato de pleno derecho;
pudiendo, en caso que sostenga la eficacia del contrato, exigir una rebaja
por el menoscabo en proporción al precio fijado por el todo.
Es evidente que aquí nos hallamos con un enorme problema, pues
pareciera que al anteceder la causa, la solución no debe ser la resolución
sino la rescisión. Creo que, como éste sólo puede ser declarada por el
juez, el ordenamiento jurídico ha decidido entender que lo que procede es
la revocación del acto contractual y no la rescisión. Esta no nos alarma,
pues veremos en otros supuestos como es que el asunto relativo al tiempo
en el que se produce la causa no es tan determinante como se ha pensado
siempre, pudiendo estar ante un supuesto de resolución o rescisión
independientemente del momento en el que tiene lugar la causa.
2.2. EL PRECIO EN LA COMPRA VENTA

§ 19. CONCEPTO
La compraventa es un contrato con prestaciones recíprocas, por lo
tanto, una de las partes debe entregar un bien y la otra debe pagar su
precio en dinero. Esto no impide que en la compraventa se haga entrega
de parte del precio con la entrega de otro bien (como en la permuta),
siempre que el bien sea de menor valor al dinero entregado.
El precio no es sino la suma de dinero que el comprador entrega o
debe entregar al vendedor por la adquisición o traspaso del bien vendido.
El dinero puede serlo en cualquier moneda, de tal modo que podría
pagarse por la compra de un determinado bien en soles o en dólares.
El dinero no es un elemento exclusivo del contrato de compraventa,
también tiene aplicación en otros contratos, incluyendo en la permuta.
Se suele señalar que “Tanto la doctrina como la legislación comparada
es unánime al considerar que la naturaleza jurídica del precio es la de ser
una contraprestación cuyo contenido es dinero”5; sin embargo, creo que
esta apreciación tiene fundamento cuando el contrato es visto desde una
óptica, lo que me parece equivocado. En efecto, el precio puede tener
también la calidad de prestación, no sólo porque veamos el asunto desde
la óptica del vendedor, sino porque incluso pudo haberse entregado el
dinero antes de que el vendedor cumpla todas sus obligaciones o deberes
jurídicos concretos.
§ 20. REQUISITOS DEL PRECIO

1. DEBE SER EN DINERO

El dinero no son sino los billetes y monedas de curso legal emitidos por
el BCR (ojo con el artículo 1233, en cuanto a los títulos valores). Esto no
limita la posibilidad de que pueda pactarse el precio, en el contrato de
compraventa, en otro tipo de moneda.
2. DEBE SER DETERMINADO O DETERMINABLE

El precio es determinado cuando es claramente estipulado en el


contrato; en cambio, será determinable cuando su determinación está
condicionada a un hecho posterior, como cuando es fijado posteriormente
por un tercero, por haberlo así acordado las partes en el contrato. La
determinabilidad, aquí, nada tiene que hacer con las obligaciones de dar
bienes ciertos e inciertos, en las que se exige (para el caso de las
obligaciones inciertas) cuanto menos sea hayan fijado en su especie u
cantidad. Esto debido a que es evidente que el precio tiene que ser en
dinero (por lo general) y que la cantidad puede quedar al arbitrio de un
tercero. Lo que se impide, más bien, de conformidad con lo establecido en
el artículo 1543 del código civil, es que el precio a determinarse quede al
arbitrio exclusivo de una de las partes.
3. DEBE SER SERIO

5 Miguel Torres Méndez, Estudios sobre el contrato de compraventa, Editora Jurídica


“GRIJLEY”, 1993, p. 188.
Debe ser serio significa que ambas partes tengan la intención de
pagarlo (comprador) y de recibirlo (vendedor). La seriedad del precio se
pone de manifiesto, por ejemplo, en los contratos relativamente simulados
(como cuando se aparenta una venta para ocultar una donación), en los
que no hay verdadera intención de pagar un precio y obviamente de
recibirlo, de tal modo que se da nacimiento a otro contrato, pero jamás a
un contrato de venta, por esta razón el ordenamiento jurídico sanciona
con nulidad (por anulabilidad) la simulación relativa.
§ 21. EL PRECIO COMO REQUISITO DE VALIDEZ DE LA VENTA

1. FIJACIÓN DEL PRECIO POR LAS PARTES

Normalmente, en el contrato de compraventa, son las partes las que se


encargan de fijar el precio por la venta del bien. Para ello se requiere un
acuerdo de voluntades, el precio no puede quedar al arbitrio de uno de los
sujetos del contrato de compraventa, bajo sanción de nulidad.
2. FIJACIÓN DEL PRECIO POR UN TERCERO

Es permitido que las partes acuerden que el precio sea fijado por un
tercero, en este caso deben aplican las siguientes reglas (artículos 1407 y
1408).
a) El tercero debe proceder haciendo una apreciación de carácter
equitativo.
b) La fijación del precio por un tercero no puede ser impugnada si es
que no se pruebe su mala fe.
c) Si no se cumple con la fijación del precio y las partes no se ponen de
acuerdo con para sustituir al tercero, el contrato es nulo.
3. FIJACIÓN DEL PRECIO SEGÚN EL VALOR QUE TENGA EL BIEN EN LA BOLSA O MERCADO EN
DETERMINADO LUGAR Y DÍA

Puede convenirse que el precio del bien vendido sea el que tuviere el
bien en la bolsa o mercado, en determinado lugar y día.
4. REAJUSTE EN LA FIJACIÓN DEL PRECIO SEGÚN LOS ÍNDICES DEL BCR
Está permitido que las partes puedan fijar el precio por el bien vendido
con un reajuste automático según los índices establecidos por el Banco
Central de Reserva.
§ 22. VENTA DE BIENES HABITUALMENTE VENDIDOS

No es sino el caso de la venta de bienes en tiendas, supermercados o


similares (abiertos al público), en cuyo caso, si las partes no han
determinado el precio ni han convenido el modo de determinarlo rige el
precio normalmente establecido por el vendedor.
En cuento a ello mismo, si es que se trata de bienes que tienen precio
en la bolsa o el mercado, se presume, a falta de indicación expresa sobre
el precio, que rige el del lugar en el que debe realizarse la entrega.
§13. VENTA DE BIENES POR EL PESO

En la venta de bienes por el peso, a falta de acuerdo, se entiende que


la venta se refiere al peso neto. El peso neto es el peso que tiene el bien
en su integridad sin considerarse ninguna envoltura o algo similar.
CAPÍTULO SEGUNDO
DE LA COMPRAVENTA
III. OBLIGACIONES DEL VENDEDOR Y DEL COMPRADOR

§ 23. OBLIGACIONES DEL VENDEDOR

Son obligaciones del vendedor las siguientes:


1. Perfeccionar la transferencia de la propiedad del bien. (Artículo
1549 Es obligación esencial del vendedor perfeccionar la transferencia de
la propiedad del bien).
2. Entregar el bien inmediatamente (salvo demora resultante de su
naturaleza o pacto distinto) y en el estado en que se encuentre en el
momento de la celebración del contrato, incluyendo sus accesorios. A falta
de plazo para la entrega el comprador debe recibir el bien al momento de
firmarse el contrato.
Asimismo, el bien debe ser entregado en el lugar en el que se
encuentre en el momento de celebrarse el contrato.
Si el bien fuera determinable, será entregado en el domicilio del
vendedor una vez determinado.
3. Entregar los documentos y títulos relativos a la propiedad o al uso
del bien vendido, salvo pacto distinto.
4. El vendedor responde por los frutos cuando:
- Es culpable por la demora en la entrega bien.
- Si no hay culpa responde por los frutos percibidos por él.
No hay responsabilidad si el comprador conocía del obstáculo que
impedida la entrega oportuna. Ni hay lugar a los daños y perjuicios.
5. A la devolución del precio cuando se resuelva el contrato, teniendo
derecho a una compensación equitativa por el uso del bien y el pago de
los daños y perjuicios.
6. Rembolsar al comprador los tributos y gastos del contrato que
hubiera pagado e indemnizarlo por los daños y perjuicios cuando se
resuelva la compraventa (o haga suyas algunas armadas como cláusula
penal).
7. Cuanto hay demora en la entrega y el precio debe pagarse en
plazos, éstos se prorrogan por el tiempo de la demora.
8. La resolución del contrato por incumplimiento del comprador da
lugar a que el vendedor devuelva lo recibido; teniendo derecho a una
compensación equitativa por el uso del bien y a la indemnización por los
daños causados, salvo en contrario. Asimismo, puede convenirse que el
vendedor haga suyas a título de indemnización, algunas de las armadas
que haya recibido, aplicándose en este caso las disposiciones sobre las
obligaciones con cláusula penal.

§ 24. OBLIGACIONES DEL COMPRADOR

1. A pagar el precio en el momento, de la manera y en el lugar


pactado. A falta de indicación se entregará en el lugar donde se entregó el
bien y si no se puede hacer en dicho lugar, la entrega se hará en el
domicilio del comprador.
En los contratos en los que se ha pagado parte del precio sin fijarse
plazo para el pago del saldo, el vendedor puede requerir, mediante carta
notarial, al comprador para que satisfaga la deuda en el término de 15
días, bajo apercibimiento de que el contrato quede resuelto. No realizado
el pago el contrato queda resuelto de pleno derecho y el comprador
obligado al pago por los daños causados. De la misma forma, procede el
pago de los daños causados, cuando el contrato se resuelve por no
haberse otorgado, en el plazo convenido, la garantía debida por el saldo
convenido.
En los contratos por armadas o a plazos, si el comprador deja de
pagar tres de ellas, sucesivas o no, el vendedor puede pedir la resolución
del contrato o exigir el pago del saldo, dándose por vencidas las cuotas
pendientes. Las armadas pueden ser tomadas como parte de los daños
causados al vendedor (cláusula penal). Sin embargo, las partes pueden
convenir que el vendedor pierde el derecho de optar por la resolución del
contrato si el comprador hubiese pagado determinada parte del precio, en
cuyo caso el vendedor sólo podrá optar por exigir el pago del saldo.
En la compraventa de bienes muebles no entregados al comprador, si
éste no paga el precio en todo o el parte y no se otorga la garantía
correspondiente, el vendedor puede disponerlo, quedando el contrato
resuelto de pleno derecho.
En la compraventa de bienes muebles no entregados al comprador, si
éste no paga el precio, en todo o en parte, ni otorga la garantía a que se
hubiere obligado, el vendedor puede disponer del bien. En tal caso, el
contrato queda resuelto de pleno derecho.
2. El comprador tiene el deber de recibir el bien en el plazo fijado en
el contrato, o en el que señalen los usos. Frente a la ausencia de plazo
convenido o de usos diversos, el comprador debe recibir el bien en el
momento de la celebración del contrato.
Los contratos de compraventa a plazos de bienes muebles inscritos
en el registro correspondiente se rigen por la ley de la materia.

CAPÍTULO SEGUNDO
LA COMPRAVENTA
I. DE LA TRANSFERENCIA DEL RIESGO

§ 25. CONCEPTO
Por la transferencia del riesgo debe determinarse quien asume la
responsabilidad por la pérdida del bien materia del contrato de
compraventa.
§ 26. SUPUESTOS
La transferencia del riesgo se presenta en los siguientes supuestos:
1. El riesgo de pérdida de bienes ciertos, no imputables a los
contratantes, pasa al comprador en el momento de su entrega.
2. En el caso señalado en el párrafo anterior, el riesgo de pérdida pasa
al comprador antes de la entrega de los bienes si, encontrándose a su
disposición, no los recibe en el momento señalado en el contrato para la
entrega.
3. En el caso de compraventa de bienes por peso, número o medida, el
riesgo por la pérdida pasa al comprador si, encontrándose los bienes a su
disposición, el comprador no concurre en el momento señalado en el
contrato o determinado por el vendedor para pesarlos, contarlos o
medirlos, siempre que se encuentren a su disposición.
4. Si a pedido del comprador, el vendedor expide el bien a lugar
distinto a aquél en que debía ser entregado, el riesgo de pérdida pasa al
comprador a partir del momento de su expedición.
II. VENTA A SATISFACCIÓN DEL COMPRADOR, APRUEBA Y SOBRE
MUESTRA
§ 27. COMPRAVENTA A SATISFACCIÓN

La compraventa de bienes a satisfacción del comprador se perfecciona


sólo en el momento en que éste declara su conformidad.
El comprador debe hacer su declaración dentro del plazo estipulado en
el contrato o por los usos o, en su defecto, dentro de un plazo prudencial
fijado por el vendedor.
§ 28. COMPRAVENTA A PRUEBA

La compraventa a prueba se considera hecha bajo la condición


suspensiva de que el bien tenga las cualidades pactadas o sea idóneo
para la finalidad a que está destinado.
La prueba debe realizarse en el plazo y según las condiciones
establecidas en el contrato o por los usos.
Si no se realiza la prueba o el resultado de ésta no es comunicado al
vendedor dentro del plazo indicado, la condición se tendrá por cumplida.
§29. COMPRAVENTA SOBRE MUESTRA

Si la compraventa se hace sobre muestra, el comprador tiene derecho


a la resolución del contrato si la calidad del bien no es conforme a la
muestra o a la conocida en el comercio.
III. DE LA COMPRAVENTA SOBRE MEDIDA
§ 30. CONCEPTO
En la compraventa de un bien con la indicación de su extensión o
cabida y por un precio en razón de un tanto por cada unidad de extensión
o cabida, el vendedor está obligado a entregar al comprador la cantidad
indicada en el contrato. Si ello no fuese posible, el comprador está
obligado a pagar lo que se halle de más, y el vendedor a devolver el precio
correspondiente a lo que se halle de menos.
§ 31. EFECTOS
Son efectos en la compraventa sobre medida:
1. Si el exceso o falta en la extensión o cabida del bien vendido es
mayor que un décimo de la indicada en el contrato, el comprador puede
optar por su rescisión.
2. Cuando el comprador no pueda pagar inmediatamente el precio del
exceso que resultó, el vendedor está obligado a concederle un plazo no
menor de treinta días para el pago. Si no lo hace, el plazo será
determinado por el juez, en la vía incidental, con arreglo a las
circunstancias. Igual regla se aplica, en su caso, para que el vendedor
devuelva la diferencia resultante.
3. Si el bien se vende fijando precio por el todo y no con arreglo a su
extensión o cabida, un cuando ésta se indique en el contrato, el
comprador debe pagar la totalidad del precio a pesar de que se
compruebe que la extensión o cabida real es diferente. Sin embargo, si se
indicó en el contrato la extensión o cabida, y la real difiere de la señalada
en más de una décima parte, el precio sufrirá la reducción o el aumento
proporcional.
4. Si en la compraventa de varios bienes homogéneos por un solo y
mismo precio, pero con indicación de sus respectivas extensiones o
cabidas, se encuentra que la extensión o cabida es superior en alguno o
algunos e inferior en otro u otros, se hará la compensación entre las faltas
y los excesos, hasta el límite de su concurrencia.
Si el precio fue pactado por unidad de extensión o medida, el derecho
al suplemento, o a la disminución del precio que resulta después de
efectuada la compensación, se regula por los artículos 1574º y 1576º.
5. El derecho del vendedor al aumento del precio y el del comprador a
su disminución, así como el derecho de este último de pedir la rescisión
del contrato, caducan a los seis meses de la recepción del bien por el
comprador.
IV. DE LA COMPRAVENTA SOBRE DOCUMENTOS
En la compraventa sobre documentos, la entrega del bien queda
sustituida por la de su título representativo y por los otros documentos
exigidos por el contrato o, en su defecto, por los usos.
El pago del precio debe efectuarse en el momento y en el lugar de
entrega de los documentos indicados en el artículo 1580º, salvo pacto o
uso distintos.
V. PACTOS QUE PUEDEN INTEGRAR LA COMPRAVENTA
§ 32. DISPOSICIÓN GENERAL

Puede integrar la compraventa cualquier pacto lícito, con excepción de


los siguientes, que son nulos:
1. El pacto de mejor comprador, en virtud del cual puede rescindirse la
compraventa por convenirse que, si hubiera quien dé más por el bien, lo
devolverá el comprador.
2. El pacto de preferencia, en virtud del cual se impone al comprador la
obligación de ofrecer el bien al vendedor por el tanto que otro proponga,
cuando pretenda enajenarlo.
§ 33. DE LA RESERVA DE PROPIEDAD

En la compraventa puede pactarse que el vendedor se reserva la


propiedad del bien hasta que se haya pagado todo el precio o una parte
determinada de él, aunque el bien haya sido entregado al comprador,
quien asume el riesgo de su pérdida o deterioro desde el momento de la
entrega. El comprador adquiere automáticamente el derecho a la
propiedad del bien con el pago del importe del precio convenido.
La reserva de la propiedad es oponible a los acreedores del comprador
sólo si consta por escrito que tenga fecha cierta anterior al embargo. Si se
trata de bienes inscritos, la reserva de la propiedad es oponible a terceros
siempre que el pacto haya sido previamente registrado.
Las normas sobre reserva de propiedad reguladas en el código civil son
aplicables a los contratos de arrendamiento en los que se convenga que,
al final de los mismos, la propiedad del bien sea adquirida por el
arrendatario por efecto del pago de la merced conductiva pactada.
§ 34. DEL PACTO DE RETROVENTA

Por la retroventa, el vendedor adquiere el derecho de resolver


unilateralmente el contrato, sin necesidad de decisión judicial.
Es nula la estipulación que impone al vendedor, como contrapartida de
la resolución del contrato, la obligación de pagar al comprador una
cantidad de dinero u otra ventaja para éste. También es nula, en cuanto
al exceso, la estipulación que obliga al vendedor a devolver, en caso de
resolución del contrato, una suma adicional que no sea la destinada a
conservar el valor adquisitivo del precio.
El plazo para ejercitar el derecho de resolución es de dos años
tratándose de inmuebles, y de un año en el caso de muebles, salvo que
las partes estipulen un plazo menor. El plazo se computa a partir de la
celebración de la compraventa. Si las partes convienen un plazo mayor
que el indicado en el primer párrafo de este artículo o prorrogan el plazo
para que sea mayor de dos años o de un año, según el caso, el plazo o la
prórroga se consideran reducidos al plazo legal.
El comprador tiene derecho a retener el bien hasta que el vendedor le
reembolse las mejoras necesarias y útiles.
Los que han vendido conjuntamente un bien indiviso con pacto de
retroventa, y los herederos del que ha vendido con el mismo pacto, no
pueden usar su derecho separadamente, sino conjuntamente.
Cuando los copropietarios de un bien indiviso hayan vendido
separadamente sus cuotas en la copropiedad con pacto de retroventa,
cada uno de ellos puede ejercitar, con la misma separación, el derecho de
resolver el contrato por su respectiva participación.
El pacto de retroventa es oponible a terceros cuando aparece inscrito
en el correspondiente registro.
CAPÍTULO TERCERO

DEL DERECHO DE RETRACTO


§ 35. CONCEPTO
El derecho de retracto es el que la ley otorga a determinadas personas
para subrogarse en el lugar del comprador y en todas las estipulaciones
del contrato de compraventa.
El retrayente debe rembolsar al adquiriente el precio, los tributos y
gastos pagados por éste y, en su caso, los intereses pactados.
Es improcedente el retracto en las ventas hechas por remate público.
Es irrenunciable e intransmisible por acto entre vivos el derecho de
retracto.
Cuando se hayan efectuado dos o más enajenaciones antes de que
expire el plazo para ejercitar el retracto, este derecho se refiere a la
primera enajenación sólo por el precio, tributos, gastos e intereses de la
misma. Quedan sin efecto las otras enajenaciones.
§ 36. CASOS ESPECIALES DE PROCEDENCIA.

El derecho de retracto también procede:


1. En la dación en pago.
2. Respecto de bienes muebles inscritos y de inmuebles.
§ 37. PLAZO PARA EL RETRACTO

El derecho de retracto debe ejercerse dentro del plazo de treinta días


contados a partir de la comunicación de fecha cierta a la persona que
goza de este derecho. Cuando su domicilio no sea conocido ni conocible,
puede hacerse la comunicación mediante publicaciones en el diario
encargado de los avisos judiciales y en otro de mayor circulación de la
localidad, por tres veces con intervalo de cinco días entre cada aviso. En
este caso, el plazo se cuenta desde el día siguiente al de la última
publicación. Si el retrayente conoce la transferencia por cualquier medio
distinto del indicado en el artículo 1596º, el plazo se cuenta a partir de la
fecha de tal conocimiento. Para este caso, la presunción contenida en el
artículo 2012º sólo es oponible después de un año de la inscripción de la
transferencia.
§ 38. PAGO DEL PRECIO A PLAZOS

Cuando el precio del bien fue pactado a plazos es obligatorio el


otorgamiento de una garantía para el pago del precio pendiente, aunque
en el contrato que da lugar al retracto no se hubiera convenido.
§ 39. TITULARES DEL DERECHO DE RETRACTO

Tienen derecho de retracto:


1. El copropietario, en la venta a tercero de las porciones indivisas.
2. El litigante, en caso de venta por el contrario del bien que se esté
discutiendo judicialmente.
3. El propietario, en la venta del usufructo y a la inversa.
4. El propietario del suelo y el superficiario, en la venta de sus
respectivos derechos.
5. Los propietarios de predios urbanos divididos materialmente en
partes, que no puedan ejercitar sus derechos de propietarios sin someter
las demás partes del bien a servidumbres o a servicios que disminuyan su
valor.
6. El propietario de la tierra colindante, cuando se trate de la venta de
una finca rústica cuya cabida no exceda de la unidad agrícola o ganadera
mínima respectiva, o cuando aquélla y ésta reunidas no excedan de dicha
unidad.
Si hay diversidad en los títulos de dos o más que tengan derecho de
retracto, el orden de preferencia será el indicado en el artículo 1599 del
código civil.
CAPÍTULO CUARTO
LA PERMUTA
§ 40. ANTECEDENTES
La permuta tal vez sea el contrato más antiguo y sin lugar a dudas
precede largamente al contrato de compraventa. La afirmación es
dubitativa por cuanto la donación parece disputarle primacía en el tiempo,
toda vez que en la comunidad primitiva parecen bastante frecuentes las
liberalidades que se otorgaban entre los miembros de la tribu.
§ 41. CONCEPTO
La permuta es un contrato por el cual se promete una cosa o un
derecho a cambio de una contraprestación, pero ésta no consiste en
dinero, sino en otro bien o derecho. Al igual que en la compraventa, en la
permuta se promete una cosa o un derecho, de tal manera que la
transmisión de la propiedad opera sólo consenso, no hay necesidad de
que, además, se dé el modo. Habría que hacer una diferencia entre la
permuta de bienes muebles e inmuebles.
§ 42. COINCIDENCIAS CON LA COMPRAVENTA

Con el contrato de compraventa tiene muchas afinidades, estas


coincidencias son las siguientes:
1. Ambos son contratos consensuales, onerosos y bilaterales.
2. Puede permutarse lo que puede venderse.
3. En ambos casos tiene lugar la transmisión de la propiedad.
4. En la permuta, por determinación legal, rigen las mismas reglas del
contrato de compraventa.
§ 43. DIFERENCIAS CON LA COMPRAVENTA

Así como hay coincidencias entre la permuta y la compraventa, no


tratándose de figuras iguales, hallamos entre ellas las siguientes
diferencias:
1. En la permuta, a diferencia de la compraventa no hay precio.
2. En la compraventa se puede elegir entre la acción redhibitoria o de
cuanti minoris, en los supuestos de vicios ocultos; en cambio, en la
permuta únicamente procede la acción redhibitoria por cuanto no hay
precio para hacer efectiva la acción de cuanti minoris.
§ 44. EFECTOS DE LA PERMUTA

Son efectos de la permuta los siguientes:


1. La permuta se rige por las disposiciones de la compraventa en
cuanto fueran aplicables.
2. Por medio de la permuta se transmite la propiedad de los bienes
permutados.
CAPÍTULO QUINTO

DEL SUMINISTRO
§ 45. CONCEPTO
Por el suministro, el suministrante se obliga a ejecutar en favor de otra
persona prestaciones periódicas o continuadas de bienes.
La existencia y contenido del suministro pueden probarse por
cualquiera de los medios que permite la ley, pero si se hubiera celebrado
por escrito, el mérito del instrumento respectivo prevalecerá sobre todos
los otros medios probatorios.
Cuando el contrato se celebre a título de liberalidad debe formalizarse
por escrito, bajo sanción de nulidad.
§ 46. CUESTIONES RELATIVAS AL VOLUMEN Y PERIODICIDAD

Cuando no se haya fijado el volumen del suministro o su periodicidad,


se entiende que se ha pactado teniendo en cuenta las necesidades del
suministrado, determinadas al momento de la celebración del contrato.
Si los contratantes determinan únicamente los límites mínimos y
máximos para el suministro total o para las prestaciones singulares,
corresponde al suministrado establecer dentro de estos límites el volumen
de lo debido.
§ 47. EL PRECIO EN EL SUMINISTRO

En el suministro periódico, el precio se abona en el acto de las


prestaciones singulares y en proporción a cada una de ellas.
Si en el suministro periódico de entrega de bienes en propiedad, no se
ha determinado el precio, serán aplicables las reglas pertinentes de la
compraventa y se tendrán en consideración el momento del vencimiento
de las prestaciones singulares y el lugar en que éstas deben ser
cumplidas.
En el suministro continuado, el precio se paga, a falta de pacto, de
acuerdo con los usos del mercado.
§ 48. EL PLAZO

El plazo establecido para las prestaciones singulares se presume en


interés de ambas partes.
Cuando el beneficiario del suministro tiene la facultad de fijar el
vencimiento de las prestaciones singulares, debe comunicar su fecha al
suministrante con un aviso previo no menor de siete días.
Si la duración del suministro no se encuentra establecida, cada una de
las partes puede separarse del contrato dando aviso previo en el plazo
pactado, o, en su defecto, dentro de un plazo no menor de treinta días.
En caso de haberse pactado la cláusula de preferencia en favor del
suministrante o del suministrado, la duración de la obligación no excederá
de cinco años y se reduce a este límite si se ha fijado un plazo mayor.
En el caso previsto en el artículo 1614º, la parte que tenga la
preferencia deberá comunicar en forma indubitable a la otra las
condiciones propuestas por terceros. El beneficiado por el pacto de
preferencia, a su vez, está obligado a manifestar dentro del plazo
obligatoriamente fijado, su decisión de hacer valer la preferencia.
§ 49. PACTOS DE EXCLUSIVIDAD

1. A FAVOR DEL SUMINISTRANTE

Cuando en el contrato de suministro se ha pactado la cláusula de


exclusividad en favor del suministrante, el beneficiario del suministro no
puede recibir de terceros prestaciones de la misma naturaleza, ni
proveerlos con medios propios a la producción de las cosas que
constituyen el objeto de la prestación.
2. A FAVOR DEL SUMINISTRADO

Si la cláusula de exclusividad se pacta en favor del beneficiario del


suministro, el suministrante no puede, directa ni indirectamente, efectuar
prestaciones de igual naturaleza que aquellas que son materia del
contrato, en ningún otro lugar.
§ 50. EFECTOS
1. El beneficiario del suministro que asume la obligación de promover
la venta de los bienes que tiene en exclusividad responde de los daños y
perjuicios si incumple esa obligación, aún cuando haya satisfecho el
contrato respecto de la cantidad mínima pactada.
2. Si el beneficiario del suministro no satisface la obligación que le
corresponde y este incumplimiento es de escasa importancia, el
suministrante no puede suspender la ejecución del contrato sin darle aviso
previo.
3. Cuando alguna de las partes incumple las prestaciones singulares a
que está obligada, la otra puede pedir la resolución del contrato si el
incumplimiento tiene una importancia tal que disminuya la confianza en la
exactitud de los sucesivos cumplimientos.
CAPÍTULO SEXTO
LA DONACIÓN
§ 51. CONCEPTO
Según lo señala el artículo 162 del Código Civil, por la donación el
donante se obliga a transferir gratuitamente al donatario la propiedad de
un bien. Muy similarmente a lo establecido por el Código Civil en el
artículo 1529, al referirse a la compraventa, la norma que ahora define a
la donación establece el efecto obligacional para el caso de la donación.
Creo que un concepto de donación que se adecua mejor a nuestro
sistema podría ser dado en los siguientes términos: la donación es un acto
o negocio jurídico gratuito (unilateral), de naturaleza contractual, por el
cual el donante, transmite la propiedad al donatario, salvo que la norma
exija adicionalmente la tradición.
La donación, por su naturaleza constituye un acto inter vivos, por lo
tanto, además de requerirse la participación de dos sujetos, los efectos se
producen, por lo general, de manera inmediata. Sin embargo, el artículo
1622 permite que la donación pueda producir sus efectos a la muerte del
donante, en cuyo caso, el denominado acto de liberalidad se rige por las
normas de la sucesión testamentaria. Equivale ello a señalar que el
contrato de donación se erige en un acto que, además del testamentario,
contiene un acto de última voluntad. Se presenta este supuesto cuando
los efectos de la donación se sujetan al cumplimiento de una condición, la
misma que ha sido convencionalmente incluida en el contrato.
§ 52. CARACTERÍSTICAS
En mérito al concepto de donación consignado en el parágrafo anterior,
ésta debe tener las siguientes características:
1. Es un negocio jurídico, y específicamente un contrato, pues el
mismo requiere de un acuerdo de voluntades y que las mismas pretendan
la producción de determinados efectos. Estos efectos, al igual que el
contrato de compraventa pueden ser obligacionales (entrega de la cosa
donada) o reales (la transmisión de la propiedad).
2. Es un contrato a título gratuito, en la medida que la prestación corre
a cargo del donante. Por esta razón se puede calificar a la donación como
un acto o negocio jurídico, o si se quiere específicamente un contrato
unilateral, no se trata, por lo tanto, de un contrato sinalagmático, en la
medida que las prestaciones corren a cargo del donante, lo que no impida
que se puedan imponer cargas al donatario.
3. Por la donación se provoca la transmisión de propiedad, salvo el
caso de la donación de bienes muebles, situaciones en que es necesaria la
tradición; es decir, se hace necesaria la presencia del título y del modo.
4. Puede ser consensual o formal, dependiendo de la naturaleza del
bien donado y en algunos casos del valor del mismo. En ambos casos, el
donante tiene el deber de entregar el bien que dona, sin embargo, por
determinación del artículo 1633 del Código Civil, el donante que ha visto
desmejorado su patrimonio puede eximirse de entregar el bien donado en
la parte que sea necesaria para solventar sus gastos alimentarios.
§ 53. CONSENSUALIDAD Y FORMALIDAD EN LA DONACIÓN

La donación puede ser consensual o sujeta a formalidad, según el tipo


de donación que se pretenda materializar:
1. DONACIÓN SUJETA A FORMALIDAD

La donación se halla sujeta a formalidad en los siguientes casos:


a) Cuando el valor del bien mueble donado excede el 25% de la UIT
(S/. 3 600,00) la donación deberá ser hecha por escrito de fecha cierta,
bajo sanción de nulidad. Para este efecto, en el instrumento deben
especificarse y valorizarse los bienes objeto de la donación (artículo 1624).
b) La donación de bienes inmuebles deberá ser realizada por escritura
pública. En la misma deberá hacerse una individualización del inmueble o
los inmuebles objeto de la donación y además deberá indicarse el valor
real y el valor de las cargas que ha de satisfacer el donatario (estas
últimas si es que le fueron impuestas) bajo sanción de nulidad.
2. DONACIÓN CONSENSUAL

La donación es consensual, es decir, no requiere de formalidad alguna,


en los siguientes casos:
a) Cuando el objeto materia de la donación son bienes muebles cuyo
valor no exceda del 25% de la UIT, vigente al momento de celebrarse el
contrato de donación.
b) Cuando se donan bienes muebles con ocasión de bodas o
acontecimientos similares, sin importar el valor de los mismos.
§ 54. CALIDAD DE LOS BIENES OBJETO DE DONACIÓN

1. BIENES PROPIOS

Sin duda que la donación debe recaer en bienes propios o que


pertenezcan al donante, para que de este modo el acto de donación pueda
provocar el efecto traslativo deseado por las partes.
2. BIENES AJENOS

Respecto a la donación de bienes ajenos es necesario hacerse una


distinción obligada, pues el sistema, en materia de donación, parece
limitar los alcances, en el caso de la donación devienes ajenos, al artículo
1627 (promesa de obligación y hecho de tercero).
a) Bienes donados auténticamente ajenos. Cuando los bienes
donados son ajenos, el acto de donación es válido, pero absolutamente
ineficaz. Este supuesto es exactamente igual al tratado con respecto al
contrato de compraventa, por lo que deberán aplicarse las reglas
establecidas para el caso de la compraventa de bienes ajenos, incluyendo
la acción rescisoria aparentemente regulada para el comprador de buena
fe en la compra de un bien ajeno.
b) Promesa de donación. La promesa de donación o hecho de
tercero, se rige, según los casos por los artículos 1470, 1471 y 1472 del
Código Civil. En este caso, no hay aún una donación, de tal manera que no
se puede calificar el hecho como donación de bien ajeno. Las partes
simplemente suscriben un contrato por el que se promete una obligación a
título gratuito o el hecho de un tercero, de tal modo que si el donante no
cumple el hecho prometido o el tercero no asume la obligación, queda
sujeto a las indemnizaciones a que hubiera lugar.
§ 55. LÍMITES A LA DONACIÓN

Señala el artículo 1629 del Código Civil, que nadie puede dar por vía de
donación, más de lo que puede disponer por testamento. Esto significa
que para efectos de la donación se aplican las reglas establecidas en los
artículos 725, 726 y 727 del Código Civil, por lo tanto, si el donante tiene
descendientes o cónyuge únicamente puede disponer por vía de donación
el tercio de sus bienes; si tiene sólo ascendientes, puede dar en donación
la mitad de sus bienes; y, si no tiene cónyuge, descendientes y
ascendientes, puede disponer mediante la donación la totalidad de sus
bienes.
Pese a los límites impuestos por la norma, si el donante los sobrepasa,
la donación no es inválida sino en cuanto exceda dicha medida. Para este
efecto, el exceso se regula por el valor que tengan o debían tener los
bienes a la muerte del donante.
§ 56. REVERSIÓN DE LA DONACIÓN

La reversión es el acto por el cual la el bien donado regresa al


matrimonio del donante, para lo cual dicha consecuencia debe hallarse
contenida en el contrato de donación. Esta posibilidad de reversión no
puede ser establecida a favor del tercero; si el contrato la contiene, no
acarrea la nulidad de la donación, sino únicamente del acto de reversión.
Este derecho de reversión puede ser renunciado por el donante de dos
maneras:
1. De modo expreso, circunstancia que deberá ser acreditada por el
donatario en cualquiera de las formas permitidas por ley.
2. De modo tácito, cuando el donante presta su asentimiento a la
enajenación del bien donado a favor de tercero.
No implica un supuesto de reversión el asentimiento del donante a la
constitución de una garantía real por el donatario a favor de su acreedor.
En este caso, el bien donado puede revertir en cualquier momento a favor
del donante, quien puede ejercitar el derecho de reversión; sin embargo,
el anotado asentimiento al otorgamiento de las garantías favorecen al
acreedor, para quien la reversión no producirá efectos en su contra.
§ 57. MODALIDADES Y FORMAS ESPECIALES DE DONACIÓN

En el contrato de donación pueden presentarse las siguientes


modalidades y formas:
1. DONACIÓN A FAVOR DEL TUTOR O CURADOR DEL DONANTE

La donación realizada a favor de quien ha sido tutor o curador del


donante, se halla sujeta a la condición suspensiva de ser pagadas las
cuentas o pagado el saldo restante de la administración. La norma
contenida en el artículo 1628 posibilita únicamente la donación cuando ha
terminado el cargo de tutor o curador, pues ha de entenderse que
mientras duran dichas posiciones el incapaz no se halla habilitado para
realizar actos de disposición; sin embargo, considero que si la incapacidad
es relativa, siendo el acto anulable, no habría impedimento para que el
acto de donación pueda ser ratificado al alcanzar la capacidad por
donante relativamente incapaz.
2. DONACIÓN A FAVOR DE VARIAS PERSONAS

Señala el artículo 1630 del Código Civil que “Cuando la donación se ha


hecho a varias personas conjuntamente, se entenderá por partes iguales y
no se dará entre ellas el derecho de acrecer”. La norma es rotunda,
significa ello que si, por ejemplo, fallece uno de los donatarios, su cuota no
acrece la cuota de los demás, sino que revierte el donante. Esta norma no
se condice con la saludable norma contenida en el artículo 775 del Código
Civil, en la que establece que si el legado (derecho hereditario) recae
sobre un bien a favor de varios legatarios y, por lo tanto, no es de cuota,
el legado acrece a favor de los otros colegatarios, solución que debió
observase para el caso de la donación conjunta.
No obstante la regla general contenida en el artículo 1630, tratándose
de las donaciones efectuadas a favor de marido y mujer, cuando uno de
ellos no puede recibir el bien donado, acrece a favor del otro, saldo que el
donante haya hecho una disposición distinta.
3. DONACIÓN HECHA EN RAZÓN DE MATRIMONIO

Si los promitentes se hacen donaciones en razón del matrimonio, este


acto de donación queda sujeto a condición de que se celebre el acto. Esta
condición obviamente es una condición suspensiva de eficacia del acto de
donación, de tal modo que si no se celebra el matrimonio, la donación no
produce el efecto traslativo correspondiente. Esta donación por razón del
matrimonio no puede ser revocada por causa de ingratitud.
§ 58. INVALIDEZ E INEFICACIA DE LA DONACIÓN

En este parágrafo será necesario distinguir la ineficacia estructural de


la funcional, según la donación sea inválida o simplemente ineficaz:
1. INEFICACIA ESTRUCTURAL

a) Invalidez de pleno derecho. Según lo establece el artículo 1634


del Código Civil, la donación se invalida de pleno derecho cuando es
realizada por persona que no tenía hijos, si resulta vivo el hijo del donante
que éste reputaba muerto. Sin embargo, no procede la invalidez de pleno
derecho de la donación, requiriendo que el donante solicite su “ineficacia”,
cuando el valor del bien donado no exceda de la décima parte de los
bienes que tuvo el donante al tiempo de hacer la donación.
Se verifican en este punto los siguientes aspectos polémicos: 1) La
invalidez de pleno derecho e ineficacia. 2) La caducidad de la donación en
la parte perjudica los derechos del legitimario. 3) Décima parte de los
bienes donados.
b) Invalidez sujeta a condición. Por otro lado, si la donación fue
efectuada por quien no tenía hijos en el momento de celebrarla, no
procede la invalidez, salvo que expresamente se hubiese establecido esta
condición. Sin duda que la condición a que se refiere la segunda parte del
artículo 1634 del Código Civil, es una condición resolutoria, de tal modo
que si se cumple la condición (sobreviene un hijo) establecida en el
contrato, el mismo queda sin efecto. No creo que se resuelva un problema
de invalidez, sino de ineficacia.
c) Invalidez de la donación remuneratoria sujeta a cargo.
Tratándose de las donaciones remuneratorias o sujetas a cargo, si estas se
dejan sin efecto (por efectos de la nulidad, ineficacia o revocación), deberá
el donante abonar al donatario el valor del servicio prestado o del cargo
satisfecho. Lo relativo al cargo, todo parece claro, lo que se muestra en
relación a las remuneraciones donadas, el asunto requiere una aclaración.
Se dona una remuneración cuando, habiéndose realizado un servicio, se
condona (dona) el valor del mismo al beneficiado con el servicio;
obviamente, si esta donación es dejada sin efecto, deberá abonarse al
donatario (prestador del servicio) el valor del servicio prestado.
d) Caducidad de la donación. Deja establecido el artículo 1644 del
Código Civil que la donación si el donatario ocasiona intencionalmente la
muerte del donante. Ha de entenderse que el supuesto se aplica para la
donación que produce los efectos inter vivos, no así con la donación
mortis causa, pues en este último caso, los efectos de la donación se
desplazan para el momento que se produzca el fallecimiento del donante;
siendo así, se aplican las normas sobre la sucesión testamentaria, es
decir, como si el donatario tuviera la calidad de legatario. Ahora bien, ¿qué
pasaría si el legatario mata a su causante?, sin duda alguna que incurre en
causal de indignidad. Es incuestionable entender que el sistema debe
resolverse siempre de modo armónico, por lo tanto, en consideración a
todas las normas del sistema. Sin embargo, tendríamos también que
pensar también si sería justo y negativamente equitativo establecer dos
sanciones distintas para un hecho que tiene los mismos niveles de
valoración criminal tanto en la donación intervivos como en la donación
mortis causa, resultando más beneficiosa para el donatario que dio muerte
a su donante en una donación mortis causa.
d) Efectos de la invalidez. Invalidada o dejada sin efecto la
donación, deberá restituirse al donante el bien objeto de la donación,
cuando el mismo pueda ser devuelto; pero si el mismo hubiese sido
enajenado, el donatario deberá entrega su valor. Asimismo, si el bien
donado se hallase sujeto a gravamen, el donante levanta el gravamen
pagando el valor de la afectación, para lo cual se subroga en los derechos
del acreedor (artículo 1635).
Tratándose de la invalidez de pleno derecho del acto de donación, los
frutos obtenidos por los bienes donados, aquéllos pertenecen al donante
desde que cita con la demanda de restitución del bien donado.
2. INEFICACIA FUNCIONAL

a) Revocación de la donación. Según lo establece el artículo 1637


del Código Civil, el donante puede revocar la donación por las mismas
causales de indignidad y desheredación. Esta facultad de revocación, no
se transmite a los herederos del donante.
El acto de revocación queda a cargo del donante y se halla sometido a
un plazo de caducidad de seis meses, desde que el donatario incurre en
alguna de las causales por las que procede la indignidad y la
desheredación. Se entiende que las causales por las que se puede revocar
la donación no se aplican de modo igual para todos los casos, pudiendo no
aplicarse las causales de desheredación, tratándose de la donación
realizada a las personas no vinculadas parentalmente con el donante.
Realizado el acto de revocación de la donación, para que el mismo
surta los efectos deseados por quien realiza el acto de revocación, es
necesario que sea comunicado de manera indubitable al donatario o a sus
herederos dentro de los sesenta días posteriores al acto de revocación.
De otro lado, de conformidad con lo establecido en el artículo 1641 del
Código Civil, el donatario o sus herederos, según el caso, pueden
contradecir las causas de la revocación para que judicialmente se decida
sobre el merito de ellas. Quedara consumada la revocación que no fuese
contradicha dentro de sesenta días después de comunicada en forma
indubitable al donatario o a sus herederos.
Los frutos obtenidos de las donaciones revocadas pertenecen al
donante desde que se comunica de forma indubitable el acto de
revocación (artículo 1643)
b) Donación inoficiosa. Una donación es inoficiosa cuando la misma
excede la porción disponible o legalmente permitida; cuando ello ocurre,
opera la supresión o reducción en cuanto al exceso, siendo afectadas las
de fecha más reciente o a prorrata si todas fueran de la misma fecha.
CAPÍTULO SÉPTIM0

EL MUTUO
§ 59. CONCEPTO
Por el mutuo, el mutuante se obliga a entregar al mutuatario una
determinada cantidad de dinero o de bienes consumibles, a cambio de
que se le devuelvan otros de la misma especie, calidad o cantidad. A
diferencia del comodato en el mutuo el bies es consumible, aunque
excepcionalmente en el comodato puede entregarse un bien consumible.
La existencia y contenido del mutuo pueden probarse por cualquiera
de los medios que permite la ley, pero si se hubiera celebrado por escrito,
el mérito del instrumento respectivo prevalecerá sobre todos los otros
medios probatorios.
§ 60. CARACTERES
1. ENTREGA DE UN BIEN

Consumible o en dinero. Recibido el bien por el mutuatario, se presume


que se halla en estado de servir para el uso a que se destinó. La entrega
de lo que se presta y su devolución se harán en el lugar convenido o, en
su defecto, en el que se acostumbre hacerlo.
2. PLAZO
Cuando no se ha fijado plazo para la devolución ni éste resulta de las
circunstancias, se entiende que es de treinta días contados desde la
entrega.
Si se ha convenido que el mutuatario pague sólo cuando pueda hacerlo
o tenga los medios, el plazo será fijado por el juez atendiendo las
circunstancias y siguiendo el procedimiento establecido para el juicio de
menor cuantía.
Si se conviene que el mutuatario no abone intereses u otra
contraprestación al mutuante, aquél puede efectuar el pago antes del
plazo estipulado.
3. DESPLAZAMIENTO DE LA PROPIEDAD

Con la entrega del bien mutuado se desplaza la propiedad al


mutuatario y desde este instante le corresponde la mejora, el deterioro o
destrucción que sobrevengan.
4. FORMALIDAD
El mutuo no es formal, sin embargo, el mutuo entre cónyuges constará
por escritura pública, bajo sanción de nulidad, cuando su valor exceda el
25% de la UIT, vigente en el momento en el que se celebró el contrato.
Asimismo, los representantes de incapaces o ausentes, para celebrar
mutuo en representación de las personas cuyos bienes administran, para
lo que se requiere autorización judicial, debiendo oírse al Ministerio Público
y al Consejo de Familia si lo hubiere. No será necesaria la intervención de
los representantes o el cumplimiento de las formalidades de la
transacción, según el caso, cuando el valor del bien mutuado no exceda
diez veces el sueldo mínimo vital mensual.
§ 61. EFECTOS
Son efectos que tienen lugar en el mutuo los siguientes:
1. El mutuante está obligado a efectuar la entrega en la oportunidad
convenida y, en su defecto, al momento de celebrarse el contrato.
2. Cuando no se ha convenido lugar ni exista costumbre, la entrega se
hará en el sitio en que se encuentre el bien y la devolución en el domicilio
del mutuatario.
3. Si el mutuatario no pudiese devolver bien similar en especie,
cantidad y calidad al que recibió, satisfará su prestación pagando el valor
que tenía al momento y lugar en que debió hacerse el pago.
4. Si en el caso del artículo 1661, fueran evaluados los bienes al
momento de celebración del contrato, el mutuatario está obligado a
satisfacer el valor que se les dio, aunque valgan más o menos al momento
del pago.
5. El mutuatario debe abonar intereses al mutuante, salvo pacto
distinto.
6. Si en el mutuo se declara recibida mayor cantidad que la
verdaderamente entregada, el contrato se entiende celebrado por esta
última, quedando sin efecto en cuanto al exceso.
7. Cuando se presta una cantidad de dinero que debe devolverse en
mercaderías o viceversa, el contrato es de compraventa.

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