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Las bacterias promotoras de crecimiento en las plantas (PGPR), son un grupo de

diferentes microorganismos que pueden incrementar el crecimiento y la


productividad vegetal, los géneros más conocidos y utilizados en la agricultura son:
Rhizobium, Pseudomonas, y Azospirillum, Actinoplanes, Agrobacterium, Azobacter,
Bacillus, etc. Las PGPR presentan grandes ventajas para incrementar la productividad
de los cultivos, pueden actuar favoreciendo el crecimiento vegetal de manera directa e
indirecta.
Efectos directos:
Fijación de nitrógeno atmosférico.
Producción y síntesis de sideróforos (es un compuesto quelante de hierro secretado
por microorganismos).
Solubilizacion de minerales (especialmente fosforo). Síntesis de fitohormonas
(auxinas, citocininas y giberelinas).
Síntesis de la enzima ACC Deaminasa. Efectos indirectos Biocontrol de fitopatogenos
(desarrollo óptimo de raíces).
Producción de antibióticos.
Reducción de fierro (Fe+3).
Resistencia inducida.
Enzimas líticas de pared celular fungosa.
Para llevar a cabo estas funciones las PGPC actúan a través de diversos mecanismos,
fungiendo como bioestimulantes, fitoestimulador, biopesticidas o agentes de
biocontrol. Los Biofertilizantes son sustancias las cuales contienen microorganismos
vivos que cuando son aplicados en semillas, superficie vegetal o al suelo colonizan la
rizósfera o interior de la planta y promueve el crecimiento a través del incremento en el
suplemento o disponibilidad de los nutrientes por el hospedero vegetal, por ejemplo:
aumentan la fijación de Nitrógeno, convierten al Fósforo insoluble disponible para las
plantas. Las bacterias que actúan como Fitoestimuladores, tienen la habilidad de
producir o cambiar la concentración de los reguladores de crecimiento tales como:
ácido indolácetico, ácido giberélico, citocininas y etileno. Mientras que los biopesticidas
o agentes de control biológico, promueven el crecimiento de las plantas a través del
control del fitopatógeno, principalmente por la producción de antibióticos y metabólitos
antifúngicos. Para poder trabajar con estos microorganismos existen métodos de
aplicación de las (PGPC), basados en la inoculación de semilla, sustrato,
plántula, follaje, frutos, inoculación de colmenas, suelo e inoculación en composta. Se
debe de tener en cuenta algunas consideraciones, por ejemplo; no son productos
químicos y es recomendable aplicarse en las primeras etapas de la planta, así como
mantener un manejo integral del cultivo y las características del suelo.
Uno de los casos más conocidos son las bacterias del género Rhizobium que forman una simbiosis con
las raíces de las leguminosas. Sin embargo no es el único género capaz de llevar a cabo estos procesos
de fijación de nitrógeno: Parasponia sp. es capaz de asociarse con plantas de la familia
Cannabaceae, Frankia sp. se asocia con varios géneros de plantas englobadas en el grupo de las
actinorizas, e incluso algunas cianobacterias (como por ejemplo Nostoc sp.) son capaces de asociarse
a plantas no leguminosas.

En todas estas asociaciones y simbiosis las plantas obtienen como beneficio una fuente de nitrógeno
que pueden utilizar, mientras que las bacterias reciben fuentes de carbono y otros nutrientes, así como
el ambiente necesario para que funcione el complejo de la nitrogenasa (que requiere de la falta de
oxígeno).

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