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Intemalismoy leyesmorfológicas:
al funcionalismo
altemativasDredarwinistas

Prólogo: 1atrascendentaldecisión de Darwin

Pensa¡en té¡minosde dicotomíaquizáseael másvenerable (i] ineluctable) : ,


de los hábitosmentaleshumalros.Et\ srrvidas, opinionesd,elosfilósofosmós
ilustres(h^ciael airo200),DiógenesLaercioescribió:<Protá8o¡as afi¡móque
cadacuestióntienedoscarasexactamente opuestas).
Da¡winsigueestat¡adicióndicotómicaen un pasajequereservóparael pá-
¡rafo final del c¡ucialcapítülo6 del Orig¿r, (Dificultadesde la teoríD. Estepa"
sajeme pareceunode los másinportantesy portentosos del lib¡o ente¡o,po¡que
expresala trascendental decisiónde Darwinde const¡ui¡unateo¡íafuncionalista
basadaprimariamente en la adaptación,y relegarlos ef€ctosde lasconstncciones
(un temaquetambiénle inte¡esaba sobremanera, cornoveremosen la últimasec-
ción de estecapltulo)a una periferiasubordinada y de bajafregllenciarelativa
Pe¡oestepasaje,quedebedaestarescritoconletrasde oro en la conciencia deio" i,
doslos evolucionistas, ¡aramenteha sido destacado o citado,Darwincomienza
consignando susaltemativas (conmayúsculas, y tomandop¡estadas lascateSorÍas
del grandebateentreCuviery Geoffroy;véasela secciónlercerade estecapítu_
lo): <<Se reconocegene¡almente quetodoslos sercsorgánicoshansidofomados
segúndosgrandes leyes:laUnidadde Tipo y las Condiciones de Existe¡cia)
\1859.pá9.¿06).
Lascondiciones de existencia,por supuesto, expresan el p¡incipiodeadap-
tación(car¡sa final o teleologíaparalos preevolucionistas)
biendise{adosparasumodode vida inmediato;unaadaptación
Los organismos están
i¡trincadaimpii'
Í!
:::;
caun agentede designio, un ya creado¡ inteligenteque haya diseñado los organis-
mos comoexpresiónde su sabiduríay benevolencia, ya un principionaturalde
evolucióncuyo resultadoprima¡io es dicho ajusteenüeorganismoy entorno.
(Tantola selecciónnaturaldarwinianacomola rcspuesta lamarckiana a lasnece-
sidades percibidasconstruyen la adaptació¡comola consecuencia másgeneral de
sumodode acciónbásico.)
Darwindefinea continuación la otla carade la dicotomíaclásica:la unidad
de tipo (1859,pág.206):<Porunidadde tipo seentiendela concordancia gene'
¡al en la estructura quevemosen los seresorgánicosde la misma clase, y qr¡e
es
del todoindependiente de sushábitos>.En otro pasajeest¡atégicamente coloca'
do, al inÍoducir el temade la morfologlaen el capítulo13,Darwin¡ayaenlapo-
esíaal habla¡de la unidadde tipo (pág.434):(Estaesla partemásinteresante de
la historianatural,y casipuededeci¡sequees suveldade¡aesencia¿,Qué puede

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Iüernali.\no ! lq¡.s nnrfolóEitds: dl¡ernatiws prcd¿Ninistds al funcionalismo

¡ Estos.losprincipiossiempreha¡ cohabitado en exquisitatensión.Cualquier


i erplicación
completade la morlblogíadebetene¡en cuentadosfenómenos, por-
I quelosolganisfiossuelenesta¡bienadaptados a suentomoinmediato,perotam-
ir biénconstuidossegúnplanesanatómicos quetrascienden cualquiercircunstan-
'l ci¿particular.
A¡rbosprincipiosparecenopuestos en un sentidocudoso.¿Po¡qué
i. unasest¡ucturas
adaptadas a finesconcretosbasansu estructu¡aen homologías
lt qüenosonla cxpresión de un¡ funcionalidad
común(comoen el ejemplodeDar-
i windelosmier¡rblosde los mamíferos)?
i La elecció¡ de un principio u otro como fundamentacióncausalde la biolo-
I 8íavienea defi¡lir la posiciórl de cualquie¡ científico en relación al mundo o¡ga-
i'l' nicoy el orclcnnitturnl (véaseesp€cialmenteel sobe¡bio lib¡o de Russell sobre
estadicotomí¡. pul¡licado en l9l6), ¿Deberíamoscontemplar el orden taxond-
!. niicode alto nivel como pdmario, y las adaptacioneslocales como un conjunto
j, dcarrugasmenores (a menudo desorientadoras)supe¡puestasa una majestad
i abstracta, o es que las adaptacioneslocales construyenel sistemaentero desde
i abajo? Estadicotorníasusciló el mayor debatede la biología predarwiniana:¿se
| rcvilaDio$ painlar'ianlenteen l¡ a¡¡noníade la estructurataxonómica, o en los
i;i detfllles do las adaptaoio¡res particula¡es(véasela secciónsegundade este capi-
il tulo)?La nisnra dicotomíacontinúadcfiniendo un punto principal del debateac-
i1: tual:¿esla adaptaciónluncional la que tiene prioridad en el establecimientode
I lasvírs y direccionesevolufivas,o del]e ser.la const¡icción estructural (véanse
l, i o sc a p f u l o sl 0 y l l ) ' ¡
ll t. cüestiónde la prinracíade uno u otro principio se ha mantenidoen el
ll ca¡trode la escenAde la historia [atural durante tanto tiempo que h¿stase han
it desaÍi'ollado hadicionesnacionales.Mientras que las prefetenciascontinentales
,l hanterldidoa la unidadde tipo (salvo algunasnotablesexcepciones,como Geor-
rt+ gesCuvier),la couienteprincipal de la cienciaanglófonaha favorecidola adapta-
.,11 ción(con las excepcionesde unos pocos plur.alistascomo Richard Owen o disi-
|. dentes como Witlia¡n Batesono D'AJcy Thompson). Un eÍor de inte¡pretaclón
l_ histórica f¡-ecueDte consisteen asunir que la evolución debe ser una línea diviso-
rradefinitiva que marqueuna rupruraconpleta entre la oscuridadanteriory Ia luz
{
I posterior. Lo cierto es que oluchascontinuidadesat¡avesatonintactasla ruptu¡a
,{ histórica de Dalwin; en estoscasos,la evoh¡ciónno hace más que propo¡cionar
1 unrer¡rlicrciond itefente de los rnismosprincipios y fenómenos. y¡ i4 4i9ol9_
!4
I miadela unid.rdde ripo freDrea las condicionesde existenciatambié¡ enüó en la
I co|frenle chrrrinrana cutnJo el debate\obre el modo primariode autoexpresión
'I deDiosen la n¡ru'aleurpa.d a f'ldntearse en ldrmino5de con\lriccicjnfrentea
. ad¿ptasioL] jror selecciooDrturrl.
i No pode¡los entendera Darwin sin apreciaresta continuidad fundamental
..{ ai estilosnacionales.De joven, Darwin adorabala teología natural de paley
los
-.:ii (láS-141);más tarae,en un valienteacto de parricidio intelectual,consfuyd una
li l boríaque slrbvirrióel modo de explicaciónde Paley.pero Darwin ¡unca abando-
i.
La estructuta de la teoría.le la ewlución

nó la convicciónde Paleyde que la adaptacióndebeser ei objetode estüdiopri-


mario de la histo¡ia natural. Darwin pe¡maneció fiel a una t¡adició¡ inglesa ques€
remontaba al merios hasta la generaciónde Newton que fundó la ciencia modefi¿
a finalesdel siglo xv[, con Robe.f Boyle y JohnRay, seguidosde Pa]ey,los trata-
dos Bridgewater y, en tiempos del propio Darwin, Wallacey Poulton, y quese
continüó despuésen R.A. Fishe¡ y, en la segundamitad del siglo xx, E.B. Ford,
A.J. Cain y R. Dawkins.
Cuandosituamosa Darwin en estagenealogíano ftacturadapor la teoía de
la evolución,su trascendentaldecisión(de manienersefiel a Paleyy la tradición
inglesaal reafirmarIa primacíade la adaptación)adquieresentido.Da¡win esüi-
be, erl palabrasque definenla basecausalde su teoría:

(Segúnmi teoía, la unidadde tipo se explicapo¡ laxnidadde origen.La ex-


presiónde las condicionesde existencia,sob¡ela que tantasvecesinsistióel
ilustre Cuvie¡, quedapor completocomp¡endidaen el prjncipio de l¡ selec-
ción natural;püesla selecciónnaturalobra, o bien adaptandolas partesva,
riablesde cadaser a sus actüalescondicionesde vida orgánicase inorgáÍi"
cas, o bien por haber adaptadoóstas dura¡fe pe¡iodos de tiempo muy
anteriores,siendo ayudadasen algunoscasoslas adaptacionespot el cre-
ciente uso o desusode las partes,y estandolige¡anlen¡einfluidaspo¡ l¡ ac-
ción di¡ectade las condicionesextemasde vida, y sujetasen todoslos casos
a las diferentesleyesde crecimientoy variación.Por consiguienie,en reali.
dad, la ley de las Condicionesde Existenciaes la ley supe!:ior,puescom-
prende,a t¡avésde la herenciade adaptaciones anteriorcs,lá ley de Unid¡d
de Tipo) (1859, pá9. 206).
i
El brillante movimientointelecfualde Darwin expresaclatañenteel impac-
to revolucionariode las explicacionesevolucionistascontrala futoddad previado
los paradigmascreacionistas. La biologíacreacionistaveía la unidadde tipo y las
condicionesde existercia, homología y adaptación,como polos opuestos,pero
coexistentes(o intemporales)en una dicotomíade fue¿as creadoras.Daawinaña,
dió lite¡almenteuna nuevadimensiónal debate:el eje de la historia (y ninguna
expansió¡rintelecDal puedeser más profundaqlre la introducció¡ de un^ nueva
dimensió¡ ortogonala los modosp¡eviosde explicació¡).
Así; en este pasaje, Darwin hace una sugerenciaasombrosamente sin-
ple para resolver el dilema entre unidad de tipo y condicionesde existenci¡.
(Aunque,para poderver algo con estaluz claray simple,p¡imerohay que captar
las implicaciones ¡evolucionarias de la evolución misma, la t¡ansición intelectual-
menterealmentedifícil a partir del mundo de Paley.)Está claro que las bomolo,
gíasde la unidad de tipo no respondena las funcionesactuales,y hastap4¡ec!¡'
oponerseactivamentea ellas.¿Significaestoque la unidadde tipo debe¡epresen-
tar un principio de ordendicotómicamente
contra.ioa la adaptación?
En uri mun-
do sin histo¡ia,dondetodoslos rasgosde los organismosexpresansu estadoini.
"
debeser <sí>.Pe¡ola adiciónde la historia,pot üra
cial creado,la respuesta
teoríade conexióngenealógica,pe¡mite(y hastaprivilegia)otrainte¡pretación.
Supóngase quela unidadde tipo no reflejaningúnmisteriosoplan divi¡o, sino

280
Int¿rnal¡stno| lqes n¡olfató|ícas: dbema¡iws predaryini:¡as 4tfurionalismo

só10 la formaretenidade un ancestrocolnún en la basede un ií¡bol genealógico.


!n-t¡t casola homología puede explicarse no como un a¡quetipo de diseño inteli-
gentesino,simplemente,como una ¡etenciónpasivaen la Senealogíade los des_
iendientes dive¡sificados,la fr¡ma de la historia
En e.le ( ontexrode ¡elormaevolucionists. pasoes inleffogarse
el siguien¡e
sobrelascausasde estasestn¡cturas ancest¡ales comunes. Es aho¡acuandoDa¡-
wi¡ hacesu elecoiónfundamentalal afirmar su lealfadal linaje i¡glés del pensa-
mieDto adaptacionista: argumentaque las est¡ucturasancestlales,formado¡asde
lasgrandes homologíasde la unidadde.ripo,surgieroniniciaknentepor selección
n¡tulalcomo adaptacio¡esa (condiciones de vida orgánicase ino¡8ánicas>en
entomos ancesfales.Así, los polos dicotónicos de la unidad de tipo y las condi-
ciones de existenciaadmitenuna explicaciónunifrcadabajo la selecciónnatural,
comoadaptaciones innrediatasa qntomosp¡esentes(condicio¡esde existencia)o
adapt¿ciones a enlomospretéritosheredadaspol los descendientes dive¡sificados
(ulidadde tipo). La vieja dicotomíano exprcsaningún choquede oPuestos,sino
sólolasfeprosentaciones temporalesde un p¡incipio dominantee¡ evolución:la
adaplación por seleociónnatural.Puestoque la adaptaciónencamael principio de
lascondicio[escleexistenoia,y la adaptaciónconst¡uye¿lmbospolos de la vieja
dicoiomÍa. las condicio¡€sde existenciase conviertenen el bandovicto¡ioso del
viejodebate;en paLabl.as de Darwin, las condicionesde existenciason <(laley su-
puescomprende,a travésde la heleícia de adaptaciones
perior', anteriores,Ia ley
deunidadde tipo).
PcroDdrwin, un pensado¡demasjadosulil para abrazarposicionesextre-
mas,uo podíaatirmar que la selecciónnaturaly la adaptación(aunqueresponsa-
blesde arrboJ polos de la vieja dicotomía)reinaranexclusivamenteeo la natu-
mleza.Darwin- sabía que los juicios primarios en historia natural deben
iüterpret¿rse en térni¡os clefrecirencias¡elativas.De hecho, en Ia últi¡na línea
dela irlroducción de la primera edición del Orlg¿¡xhábía escrito: (Estoy con'
vencido de que la selecciónnaturalha sido el medio más inportante, si bien no
elúnico,de modificación" (1859,pág. 6) Tarnbiénreaccionótodo lo enconada-
mente que su genidl lemperamentole pernitía contra quienesle hicieron falsas
¡cusaciores de panseleccionismo. En talescasossolíacita¡ estalínea a modo de
vindicacrón, como el su l-¡moso, casi apesadumbrado, pasajede la sextaedición
delO,rS¿, ( l8l2b. pJp.Jq5): -Pue.loque mi\ conclt¡srones han sidomuy lergi-
versad¿s y
úitimamente se ha al¡rmado qr¡eatribuyola modificaciónde las espe-
ciesexclusivamentea Ia selecciónnatu¡al, se me permitirá ¡emalca¡ que en la
p¡ine¡aedición de esfaobra y en las siguienteshe plrestoen lugar bien visible,
¡l fmal de la ifltroducción,las palabrassiguientes:"Estoy convencidode que la
selección natu¡alha sido el medio más importante,si bien no el único, de mod!
ficación"- Esto no ha servidopara nada.Grandees la fuerza de la tergiversación
conunuaoa>,
Así, aunqueextendióla selecciónnaturalpa¡a cub¡i¡ ambospolos de la vle-
jadicotomíaentle uúidad de tipo y condiciones de existenliia, Darwin ¡elacionó a
co¡li¡uaciólrl¿s pdncipalescausassuplementa¡iasdel cambio evolutivo: uso y
oe,u,u,¡., ion dil.ecta ertema.] leyesde crecimiEüo.Hoy re- l
de l¡s condrcrol|es
chazamos las dos prirneras,y Da¡win tampocoles concedemucha frecuenciao

281
Lú estructuru de Ia teoría de I¡:levoluciót1

intensidad.La terce¡acausa-las leyes de c¡ecimiento- pa¡ecetener mücho


máspesoparaDarwin.a julgar por iu allrmaLion de quelas adaplaciones esl;t
(sujetasen todoslos casosa las dive¡sasleyesde crecimie¡to>:Hoy debeíamos
decir lo mismo, pues las leyes de c¡ecimiento, con el nomble más actualde
-conslriccione o sn t o g é n i c a sh_o. nv u e l t o¿ c o n \ e r l i r ' ee n u n ' P u n l oc a l i e n l e "
de la biológía evolutiva(véaseel capítulo 10) Llegamosasí al tropo algumental
darwidano, la estratagemaque justifica la necesidadde estecapítulo(y, por ex-
tensión.de estelibro).
Da¡win escribió su crucial párrafo final del caPítulo6 para afi¡mar qüela
unidad de tipo debelía subsumirseen las condiciones de existencia' porque
la unidadde tipo, aseguró,sólo expresaepisodiospasadosde adaptaciónpor se-
lección natural ordinaria,heredadospor los descendientes modernos La unidad
de tipo siempreha definido la principal palestraparalos naturalistasque veíanla
adaptacióncomo secundariay poníanpor delantealgún p¡incipio de ordenmoF
fológico (porque hay muchas ve¡siones).Darwin eliminó la necesid¿dde un
principiode unldadde tipo al señalarque Iasadapl¡Lione. preterilas seLonvef)-
fian eo fuentesde homologíaprofundasi fueranheledadaspor los linajessubsF
guientes.Pe¡ono podía negar(y no teníaintenciónde subvertir)Ia idea deprin-
cipios morfológicosapartede la selecciónnaturalresponsables de excepcrones a
la adaptación.En este sentido, Darwin suscribió el conceptode constricción,
pero sólo circunsc¡ibiéndoloa una catego¡íasubsidiariade Ia selecciónnatürul
tanto en frecuenciarelativacomo en importancjabiológicfi Darwin entendióel
papelcrucialde h frecuencia relclivaen los srgumenlos evolulivosy cxflesós
áeiensade la selecciónnaturalprecisamenteen ténninosde importanciacuanti'
así aplicó la estrategiade moshar que los dos polos de la vieja
'l, tativa.Al hacerlo
di"otorníu aorg"., productosde la selecciónnaturrtl;luego,una vez eiimi'
"omo
nada la constdccióncomo causaprimaria de un polo (doÍde hubierasido inne-
gable su alta frecuencia¡elativa), la reintegla como fuerza subsidialiade la se-
lección natural (con la conslguientegarantíade una baja liecue¡cia ¡el¡tiv¿) La
selecciónnatural se convielte así en la primela fuerzaevolutiva Recordemos el
título completo del libro de Darwin: D¿l ¿r¡7en alelas especiesPor m?¿iodel')
selección natural, o la presen'ación de las razasfavorecidas en su luchapor

La fo¡maclásicade r¡nargumenloba\adoen frecuen(ilsrelaliva'manliene


una posición favorecida y lueSo degradala altenativá media¡te dos estrale'
gias,usadasambaspor Darwin para subordina¡la constriccióna la selecciónn¿-
tural.
RlNcoNEsY GRIETAS. Podemosargumentarque nuestrop ncipio funciona
casi todo el tiempo, mientras que l¿ alternativaocupa sólo u¡os pocoshuecos
y
subordinados.Al atribuir aúbos polos de la dicotomíaclásica(unidadde tipo
i i condiciones de exisrencla) ¡ laoeleccidn naturalcomocausaprimariay despoja¡
así a la const¡icción de un domirrio potencialmente más amplio, Darwin otorgóla
dominancia a la adaPtación.
sEcUELAs. Podemosatgumentalque fluestto p ncipio funciona comoun¡
causapdmaria (en cüanto a orden temporal y en cuanto a efecto) y que la aiteñ¿-
tiva sólo producemodiñcacionessecundarias a la acciónfundamen-
superyuestas

282
Iúendlis|lo j leys notológicas: túernatiws predan','inistasaI funcíonalisno

tal.Elr el párafo anterio.mentecitado,Darwin ¡educetodaslas fuerzasdistintas


dela seleccióna secuelasde su acciónprima¡ia r
Así pues, Darwin recu¡rió a la frecuencia ¡elativa pala sostenersu visión del
mundoruna leoía extemalistade ensayoy er¡or,con la selecciónnatu¡alcomo la
únicafuerzacreativaimPo¡tantede cambio,y con la va¡iaciónintema relegadaa
la generación de male¡iaprima pa¡ael escrutiniode la selección,sin P¡opo¡cionar
ningunadireccionalidadsignificativao consistente.¿Porqué, entonces,muchos
evolucionislas se sienteninsatisfechos con estaortodoxia?El a¡gumentobásicode
Darwi¡ sólo puedejuzgarsecomo b¡illante e indudablementecoÍecto. La mayo-
ríade hornologíasque constituyenla unidad de tipo son de hecho adaptaciones
heredadas de un pasadodistante,no pitanzapa¡alos estructu¡alistas que pretenden
ievalua¡la f¡ecr¡enciarelativay la importanciade la selecciónnatural.(Las homo-
logíasde la u¡ridadde tipo actúancomo restriccionesfiléticasde las podibilidades
actuales -los elefantesüullca volarárl-, pero talesconstriccionesexistencomo
consecuencia de adaptacionesiniciales y, Por lo tanto, hay que sumarlasen la
cuentade la selecciónr'nturaleü cualquierestimaciónde frecuencias¡elativas)
L9$ clefensores modernosde Ia constricción,entre los que me incluyo,la_
menlan quelc decrsion de Darwinh¡ya degradado una buenacanlidadclebrolo-
giai un resquiciómarginal.Los viejps lpéli-cgs. dg h -u.¡idadde tipo, sin la alte¡- \,
nativagelre¡lógica, asumieron falsamente que la homoloSía profunda debe i
opnersea h adaptaoión. Perosu i¡tuiciól cardinalde que los principiosde dise- ]
ño,lasleyosde crecirniento,las reglasarquitectónicas, la naturalezade los mate-
riaies(generalicladesque t¡asciendenlas trayecto¡iasgenealó8icaspa¡ticulares) i
funcionan como impolt¿tntes canalesinteq¡osde constricción(en el sentidoposí- i
tivodc tau devaluadapal¿bra)todavíaconservabuenapartede su validez.Porque
-r]l\.
l¡s colstriccionesno sólo impiden el movimiento evolutivo al limita¡ la varia-
ción:tanrbiénLienenun papel positivo al establece¡canalesp¡eferentesde cam-
bio.L¡s fuerzasi ernasno se limitan a suministla¡mateia prima isotrópicaa la
extemalidad c¡eativade la sclecciónnatural,La consüicciónno estásubordinada

l. En es¡ecaplulo hislórico no deseoapuntarla pisrola hacia l¡s versionesmodernasde


estekalanieuhde l¡ consrricciónfienle ala adaptación,pero no puedo resisiirmea senalarque
losddwirristas sehán manrenidobásicamentefieles ¡ strmaestro,para frustació¡ de iconoclas-
tas lefonnadoresquc deseanafirr,rr la imporancia dc la constricción en el€stablecimiento
y
-y no sólo la lilnilación- de lñs rutas evolutivas.Los seleccionistasposledores (a menudo
, másdarwinistas que el pfopio Darwin) acosrtrmbran negarque ignora¡ la constricción,señalán-
dou¡ra¡rotaa pie de págilrá o corne tadó marginal donde se concedela posibilidad de lal in-
liuencia.Pero ral reconociniento deliberadámente restringidono puedecontarcomo plurálismo
0 ecuanimidad. Mís bien. lal Lmramienloeqüivaleal clásico arinconamienlo por el crit¿no de
- la flecuencjarelativr (lo que justifica la frustración de un C H Waddington o un E.C olso¡
enIacelebració¡del centen¡rio de 1959 e¡ Chicago;véaseel capíiulo 7) La navoría no apre-
.' ciael€stiloy podef de l.i lrecuenciarclaliva y, elr consecucncia,malinterpretala estrategiadel
cornen!fljomdsnul como plufalisno adecuadoy no como f¡anco rechazo.Nünca olvideé la
rl Éplic¡ de Georye Oster a Johfl Maynard Smith en un congreso sobre nac¡oevolución cetebrado
enlgS0enChicago(quecito al completoen lapágina 1052),cua¡do el segu¡doirsistió en qüe
. (comoadaptacionisia)sicnpre había rcconocido ]a constricción, v George le contestó: (Sí'
'I
iohn,puedeque luvierasla bicicleu, pero nunca te montasteen ellar' lN d¿lA.)

283
La esrructuru de La teor'n de LaewltLLi'tn

a la adaptaciónni es una simple secuelade ésta-Puedeqüe fluncamáspuedare-


clamar la primacía, como p¡efendíanincorectame[te los viejos teó¡icosdel¿
unidad de tipo, pero la paddadentrc constriccióny adaptaciónsiguesiendouna
dema¡da míriima razonable.
Podemoscondensarla brillante¡emodelaciónde Darwin de 1acalsació¡en
la historianatu¡al,su adiciónde una nuevadimensión,y la que debemosreinser-
tar, en forma diagramática.Los teóricospreevoluclonistas, carcntesdel concepto
de cambio histó¡ico, atribuían la forma creadaa una distinción dicotómicade
causas:inmediatoy funcionalfrente a p¡ofu¡do y arquitectural(fig. 4.1). Da¡wjn
i añadiólite¡almentela dimensiónde la historia,pelo eliminó uI1eje prevrodeex-
ll plicación al ¡edefini¡ las constriccionesde la unidad de tipo co¡noconsecueoci¿s
li de adaptacionespasadas(condicionesde existenciaancestrales;fi8. 4 2). Pero
' Darwin entendióque, aun habiendosocavadoel ejemplo prima¡io (las homolo-
gíasde la unidadde tipo) por reasignaciónal car¡po opueslo,no habíaabolidodel
I todo et conceptode const¡icción.Por 1ota[to, el1el mismo pasajeestablecióun
I dominio propio para la const¡icción,como categotí¡subo¡dinadaa la adaptació¡
por las dos atribucionesestándarde baja frecuencialelativa: el a¡gumentoesPa-
cial del ámbito limitado (¡inconesy grietas)y el argumentotemporaldcl estatuto
secunda¡io(secuelasde la adaptación;fig. 4.3).
Pero muchosbiólogosdecimonónicossenlíanque Darwin habíaido dema-
siadolejos,y que ambosdominios(constriccióny adaplación)debíanequipararse
en cuantoa Ia impoíancia y la frecuencia¡elativade cadaco¡nponente, unasen-
saciónque compartenhoy muchosevolucionistaspartidariosde restaura(la fuer-
za de la dimensión que Da¡win eliminó en primera instanciaal reinterpretaria
unidad de tipo como consecuenciade la adaptación,y reintrodujo luegoenuna
fo¡ma debilitada al permitir que las leyes de crecimiento ocupasenLincones y
grietasen un dominio gobemadopor la selección¡atural (fig. 4.4).
El modelo completode la flgura 4.4 muestratresdimerlsionesde la loÍmay
susinteracciones:adaptación,conshiccióne historia.Un rasgoactualdc u¡ olga-
nismo puedeserproductode una adaptacióni¡mediata al mecliocircundante, ode
una const¡rcciónno específicade su linaje (principiosa¡quitectónicoso est¡uctu-
rales,correlacionescon adaptaciones actuales)o de la herenciade una fbrm^an'
cestral (lo que st¡eledenominarseconstricción histórica o filogenética,quees
muy diferenteen principio de las constriccionesno históricas).Estadistinciónst¡-
giereuna ¡ecu¡sió¡,porquelas contribuclonesdel eje <histórico"reptesentan ras-
gosque,en origen,surgieroncomoadaptaciones o co¡sÍiccionesancestrales.
Perono por ello dejade tenersentidodescomponer la 'fofma
.. i¡mediata
"',,.* ',, deün
"..'"'. ". _' -" or'
". rr.
]l.

| ,ganismoen trescontibuciones principales:


1lgpqlolgctual. constrifclq!aqlr4l l] il
(fig.
I iy ¡e(,e.[9ia¡istó-ria3 4.5). Estavisión ha generadolos diversosmodelos ll ]:
d" l, causación evolutiva quehanestado en bogaen losúltimosil irl
il.jtri"ngulut.r"
. años(figura4.6r.
] Estost masy aniílisishanimpregnado la historianatu¡aldesdequePlatón y :i
Aristóteles ifriciaranla colfroversia ent¡e forma absÍacta y teleología Dalwi!
. r hizo unacontribuciónseminalal añadi¡unadimensiónhistó¡icay fomular una ,
- teoría q¡9 qftr44ba el predominio Ee lq adaPtación.Aunque tanto los temascomo :
el esqu¿made clasificación venían de antiguo, el t¡iunfo del funcionalismo darwi. l

284
In¡etnL¡ívno ! leyes motfolóEicas. dbernativas predaryinÁtas alfuncíotulisno

Forma
--f--
Uridaddet po Condiciones
de
I ev€smodológicds) i I (adaptación\
exrslenc¡a
C o r s , r ic' o , e s Nec€sidad€s
estruciurales funcionales

tisrl¿ 4 l. La concepcióndicotónica preevolucionisladÉ las causasde la forma como adapta-


ción¿ las condicionesinmediatasde existencia o co¡no manifestaciónde leyes morfológicas
quereflej¡¡ una unidad de lipo.

cond¡cionés-de
existeñciapresentes
Dominro
de la
Dominiode la
redelrn
c¡ón adaptación

Condiciones
d€

Formaorgánica
ancesllal

fig¡r'd4.2.
Ddru'inaiiadeul1atercera
dimensión parala explicación
histó¡ica dela fofma,pe¡o
dev¡lúaengmnmcdid¡rjl dorniriodc la ufli.laddetipo,admitiendoco¡stricciones
morfológi-
cassólonredi¡e la rcdcfircióndetalessimiiilrdes comohomologías basadasenla herencia
pLrsL\das
deu(latlaciones y, porlo tanto,adaptarivas ensuorigeny debidas primariamenteal
ahor¡imDernnlc
do¡niniodelascondiciones deexistercia.

¡hla borróbue¡aportede la memori¿histó¡icadel viejo debate.Estecapítuloy el


:rgurenleparende unirpfemrsa\irnple:el conocimienro crecienté de la arquilec-
tufagenética,ia oltoge a y Ia macroevoluciónhace.necesariorevigorizar la
consiriccióncolno tenla vital en l¿rexplicación evol¡¡cionista(véaseSteams,
1986; MayoardSnjth et al, 1985;Gould, 1989a,1992b),lo que requiereredescu-
b¡irel legadodel pe¡rsamieDto estructu¡alistaly reconocerque la historia entera
delateofiade la evoluciónha estadoimpregDadapor u¡ tema que simplemente

quesigüen
L Enlássecciones deestec¡pítuloy el próximodisculiré
lasversiones
fun-
" (Paley)
cionalhr¿ (Agassiz)de la teologíanatural,el papeicentralde las leyes
y estrucluralisra
,.''; . nodolóCicas enlos debates evolucionis¡as predarwinistas (en particular1¿pugnaeülreel es-
. - lrucruralista
CeoffroySaint-Hilaire y el funcionalista delpropioDarwn
Cuvier).el tratamiento
:ll;'-:., y
dela consrricci¿nta coüel¿ciónontogénica,las altemativasal dañinismo basadasen ia cer¡-
,: . hrlidaddela consl¡icción(e1polied¡o de Calto¡, las dive$as Goríasortogenéticas,la homeos$
:' ':;t; deBa&son, la saitaciónde De Vries y los saltoscá¡alizadosde Goldschnidt). La altemalivaes-
'r.1....
siempreha sido tenidaen cuentacomo opción activapor álgunosde tos p€nsadores
tructuralista
::: | . násagndos denlestrocampo.lN. ¿elA.)
::;l
La esttuctwa de la teoríú de la eúlüció|1

t_:
ü
pasadas

FiBürc4.3. Darwin perÍriteunai¡fluencia menorde ]a constricciónapartede la here


adaptaciones Véaseel textoparalos detalles.
pasadas.

presenies

Adaptaclón

anc6sfal

Fig¡r'¿4.4.Restáblecimiento de la impofanciade la constricción d€l¡


comocausainmediala
fofma. Véaseel texto paralos detalles.

no puede obviarce, aunque sólo seapo¡que la dialéctica de dentro y fue¡a, eslruc''


tura y función, diseño y adaptación,debe resolverseen alguna fascinanteinterac-l
ción y síntesis,no como una victoda de uno u otro Polo en un debatesin baídos:

Dos manerasde glorificar a Dios en la naturaleza

No podemos comp¡eoder el pasadodesdela perspectivade una realidadpre''


sentede;üevo cuño. Una vez se descub¡ióla evolucióncomo la causapnr¡aria-
de las relaciones enftelos organismos, no sólonacióde la nochea 11mañana:l
eje históricocomopolo explicativo,sinoque¡áPidamente asumióla primacla
(figs. 4.2 a 4.6). Más de un siglo después,apenaspodemosimagina¡unabiologla
sin estemotivo p¡incipal. ¿Quéclasede preguntaspodíanplanteaÑeantescleq¡e
la histoda se conviÍiera en una opción ¡esolutiva?¿Quéexplicacionespodían:

286
Intemalismo y leyesnotfoló8icas: abematiyas predaruinistas alfuncionalísno

. , Jfma

'.t..

iir, 1
,
¡rl
i',
,-;'¡
'rii.:l
AHisloria

l,'i ' ¡¡Bü,a4,5.Püestoqüela constriccióny la adaptaciónacú1anen el p¡esenteo son herenciadel


il : prsado, podemosvisualizar¡¡esdetermi¡ran¡es f'rirnários de la forma presente:constricciónac-
,llt'l tual, actual
adaptación y herenciadebida a la historia pasadade una u otra,
,,:

:,i]' , HlsróFrco

il,\
,.il
,':'.',
ji'i l
i;;r' ljrl
:üi ,,

.ii,'
rll,
l;,, , f FoFMAL
rcglaseslructuraleE

4.ó.t no de 1osmodelos(triangulares)'
¡¡8¡rra construidos paraexprcsarl¡s p{ncipalesin-
l, nüendas sobrels góresisde Ia loma. Los úes vérticesdel triárgulo remiten a lai ires inlluen-
ri i¡asropIesentadas€n la figura 4-5.

, .d¡rsea¡tes de que un biólogo pudiela p¡eguntarse (o siquiera conceptuar) cómo


r ,hacambiado un rasgodesdeun estadoancestral,qué nos dicen sus variantesen
e$asespecies sobrelas relacionesñlé¡icas.o cudlesson las basescausalesde
I suorigeny de susalteracionesposte¡io¡es?
.t.,,, ,La única altemativa a la hisforia es la apaición inmediata en un estado ple-
amente formado (seatal <creació¡> obra de la mano directa de un asente divino.
.s€apororgMizaciónespontá¡eade los elementosde acuerdocon alguna ley o
: p¡incipio
naturaldesco[ocido).Si los taxonesbásicosseoriginarontal como los

287
La estructura de la ¡e.,ría ¿e la ewlucíón

vemos aho¡a, entoncesel dominio de explicación teórica es bien amplio. Las espe-
cies pod¡íanesta¡deliberadamente mal diseñadaspara satisface¡el humor negrc
de un c¡eadordiabólico, o podríanhaber sido confomadas sin motivo ni razón
por fuerzasaleato¡iasuniversales.La lista de posibilidacles continúaa¿linfnitun.
Pe¡o las tradiciones culturales occidentaleslinitan sobremanen la gamade
altemativasaceptables. A muy pocoscreacionistas se les había pasadopo¡ la ca-
beza que las especiespudieranesta¡malformadasa p¡opósito o construidassi¡l
ordenni coricierto.Con estosat¡ibutos-p¡opósjto y orden- como pa e deun
legadocl¡ltu¡al,las explicaciooesbásicasde la foma orgánicapodían¡educirse a
dos alternativaspdncipales, que expresanla primacía de uno u otro principio
abarcadorparaun mundo¡acionaly benevolente. Estosprincipioshan sidollama-
dos estructuralismoy funcionalismo,orden y teleología,leyesmo¡fológicasy
adaptación,ur¡idadde tipo y condicionesde existencia.Estospolos establecen la
dicotomíaque Darwin expandióal inhoducir la historia (véasela secciónante-
¡ior) pero que nunca llegó a fracturar, porque el nuevo eje iempo¡al tambiénpodí¿
dividirse en explicacionesesbucturalesfrelte a funcionalespa¡a las formasan-
ceshales.Estadicotomíacontinúasiendoun asuntoimpo¡tantede la agendadela
teoda de la evoluciónen el cot'nienzode u¡ nuevomilenio, especialmente desde
que la abiertamenteadaptacionistaSíntesisModema (que representaun t¡iuDfo
tempo¡aldel polo funcionalista;véaseel capítulo7) ha dado pasoa una plurali-
dad de altemativasest¡ucturalistas que no se conlb¡mancon uD papeisubsidiario
(capítulos10y l1).
Desdeestaperspectiva,enc¡lentrofascillanteque la tradiciónmírsontiguaen
la historianatu¡almodem4 la teologíanaturalde tantosbiólogospredarwinistas,r
también existie¡aen dos versionesp mariasque expresania mis¡nadicotomía.
Puestoque Darwin construyósu teoríade la evoluciónen conti¡uidadcon el poio
favorecidopor la tradicióninglesa--.€l ¡daptacionismode Willialn Paley-, e$ta
cuestiónno puededesdeñarse como un arcanopefenecienlea un pasadoolvida"
do, sino que sigueteniendouna presenciavital en nuestraspreocupaciones diarias
(¡por nuestropropio criterio evolutivofundamentalde genealogíay legadofiléti-
col). Porque todavía debatimossobrela adaptacióny la constricciónigualque
Paley y Agassiz confrontaronlas posturascomparablesen teologíanatural:(el
Creadorp¡evió las necesidades de cadaespeciey creólos órganosnlecesarios pan
satisfacerlas> frente a <Dios estableciólas leyesen el principio,y dejó qüelana-
turalezase desplegaraen consonanciacon ellas> (caracterizacionesde Appel,
'7).
198'7,pá9. ¿Acasolas controve¡siasentre Fisher y Wright, o enrrc Cainy
Maynard Smith en un bandoy Goodwin y Kauffman en el otro, no continúanel
mismo debate(reexpresado en términosevolutivos,por supuesto)?

1 No todoslos biólogosse suscribíana la teologíanaiural,¡i nucho menos.Nuestro


provincianismoanglófononos lleva a enfatizarestatradición.muchomás implanladaen Ia
CJran Bretañaprotestante que en la católicaFrancia.Muchosformaiisrasco¡tineniales nos-
irabanpoco ent siasmohaciael providencialismodirectode 1aleologíanarural,y tendíaÍ
al panter.mo.úcluso al materialsmo'Ceot¡rcy.por ejemplo.(omo hijo de la llu\¡ aLiónr. o al
nenos a la Ío tm radicál idea de que Dios impusolas leyesde ta naruralezay luego sereriróds
Ia escena.(N. del A.)

288
I ¡ernalístna
I IeJesmorfológicas: prcdarh'ínistas
al¡ernati|as alfuncíonalisno

L¡ teologíanatu¡alsosteníacomo p¡emlsacent¡alque las ob¡asde la natura-


lezano sóio delDosfabanla presenciade Dios, sino que tambiénrevelabansu ca-
riiclef.Podemosaprende¡robl? la deidad,no sólo persuadimosde que existe.El
tírulocolnpletodel libro de Paleyrezaasí:Natural Theolog!: or, Eri.lencesof the
Existence on¿Attr¡butesof the Deif,J,Collectedfrom the Appearancesof Nature
l^T(ologr¡I¡¡u¡¿t:o er rdcncias de la exrsrenciay atributosde la deidad.recogi-
dasde los i¡speotosde la naturaleza>].De esta p¡emisa compartidase de¡ivaron-
dostradicioúes, ambas<preadaptadas)> a una posteriorreconversiónevolucionista.
En estasecciónconfrcntarélas dos g¡andesob¡asde estast¡adicionesalter-
B fi,¡^stNaturalTheol¿sJde Paley (1802) y Essayon Classírtcationde Agassj,z
(185?).Los dos textosencajabancon notablesimetríaen su oposición:el adapta-
cionistabdtí¡ico frente al formalistacontinental.Uno casi creeríaque ambosli-
brosseesclibieronpara dar cuelpo (y vesti¡) a la dicotomíacentralde la forma,
otorgándose cadauno justo la mitad de la totalidad.En un curioso sentido,esta
ausencia de superposicióncasi pe¡miteque cadatexto hable al oi¡o (como en las
pintu¡asde 0renade los navajos,doode una de las pa¡tes-Paley, po¡ ariligüe-
dad- llena.ríala mitad del áreahastaun bordesinuoso,y la otra verteríaarenade
distintocolor en el espaciorestantesin invadir el á¡ea ajena y sin dejar ningún
huecoontre¡¡nb¡s),Me extrañaque estosdos textosno hayansido objetode con-
t¡asteexplíoitoanles.

WILüAMP1.LfYY EI PIJNCIONALISMO
BzuIANICO:ALABANZADE DIOS
EN LOSDLTALLESDELDISFÑO

Unospocosañosantesde que Paleyescribierasu Naturel TheologJe\ 1802,


IaBalada¿el úejo nút l¡pl¿ de Coleridge(1798) proclamabasu aduamentega-
nAdomensajea un banquetede bodas,y al mundo:

Sólorczanlejo¡ aquelque ama


Todá(lN cosrs.La\ glandes.laspequeñrs
Puesel Dios queridoque nos a¡na
Es quien las hizo, y ama,po¡ igual, a todasellas'

Esprobableque Paleyapreciaratalessentimientos,y seguramente anhelaba


exte¡derel algumento.No teníadudade que todaslas cosasproclamabanla ¿ri.r'
t¿r¡cia
de Dios.Pe¡oc¡eíaque podíamos sabermás si usá¡amosla teologlanatu-
ülcomo est¡ategia de exégesis.Esto es,podemosinferú aspectosimpo¡tantesde
\anatu tlezay el cetácte¡de Dios a pafjr de las obrasde la creación.
La infe¡enciade los at¡ibutosde Dios a parti de los ¡asgosgene¡alesde los
objetosde la naturalezallevó a Paley a ab¡fu su libro con una de las imágenesmás
famosas de la lileratura inglesa(fueÍe competidorade la <<mano invisible> de
AdamSmith -un motivoque tambiénapa¡eceen Paley,1803,pá9. 344-- y el ri-
lazo enma¡añado o el árbol de la vida de Darwin). Paseandopor el campo, el
buenrcverendo tropiezacon una piedra; sientedolo¡ en el pie, pero el incidente

* Traducción (N.deLE.)
deJaineSi1es.

289
Ld estructura de la teoría de la ewluciót1

no le dice nadadel origen de las piedras,porqueel objetoes demasiadosiinpley


desordenado pararevela¡una filente de producción.Perosi luegotropiezacon un
reloj, seguramenteaprcciaríaque un objeto tan compiejoha sido construidopor
un agenteintencional:

<(Cuando inspeccionamos el reloj percibirnosalgo que no descub¡imosenla


piedra:que susdive¡saspartesestánproyectadasy ensambladas con un pro-
pós1to,en estecasopara produci movimiento, y un movimiento regulado
para señalarla hora del día. [...] La dedücción,pensamos,resultainevitrblel
el reloj debehabertenidoun hacedor;tieneque haberexistido,en algúnmo-
mento y lugat L¡nartífice o artífices que le dieron forma con el p¡opósito
parael que sirve; alguienque comp¡endiósu p¡ocesode construccióny p¡o-
yectó su modo de empleo) (Paley,1803,pág.203; todas¡ascitasde esteca-
pítulo estánextraídasde mi ejemplarde la quintaediciónde 1803).

Dos rasgosdel ¡eloj llevan a estaconclusión.Printero está1acomplejitlad


(porqueel aza¡no podría crcar algo tan intriocado):<{¿Qué haceel azot po¡ no-
sotros?EII el cuerpohumano,por ejemplo,el aza¡,es deci¡, la actuaciónde cau-
sassin designio,puedeproducir un quiste,unAverruga,un lun¡¡, un grano,pefo
nuncaun ojo> (1803,págs.67-68).En segundolugat y muchomás jmponante,
estáel dls¿,¿odel ¡eloj, su adaptac¡óna unfn cldrumentepercibido.lAunqueun
alto grado de o¡denpuedaderiva¡sede las ¡eyesde la naturalezasin referenciaa
caüsasfinales,la complejidadpara un propósitoclaro implica un diseñador:(No
pued€haberdiseñosin diseñador,invenciónsin inventor,ordenacióníin algoca,
paz de o¡denar) (pág. 12).Así atacaPaley¿ su hipotóticoopo¡entey hombrede
paja a travésde su obra:2<<Ningrin hombre en su sanojuicio pensaríatampoco
que la existenciadel r€loj, con su complicadamaquinaria,quedaexplicadasi le

L La palabra (adaptación)noenrróenla biología conel advenimientodelevotucionis.


mo.El OxfordEnglish Dictionaryla retforrae
a principios
deLsigloxvrr,consignificados diver-
sos.lodosreferidos al diseño
o adecuación deunobjetoparaunafunciónp¡nicular, o al ajust€
deunacosaa otra.La escueia bri!ánica dela leologi.r
naturalusabael rórmino
pa¡ailustrarla sabiduría "adapración,
deDiosenel ajus@ dela fomraa sufuncióninmediara.Al romarpres-
tadoestetérmino, Darwinsimplemente echómanodeunconcepto y le diola vuel
establecido
ta a la causadel fenómeno.(N. del A.)
2. Paley r€lrat¿a su hipotéticooponenreoe maneraun tanto ca caturescacomo un ñate-
¡ialista que creeque lodo orden natural surgede 1asleyesfísicas.ParaPaley,existenrlosversio,
nes de esteoponente:una (la más peligrosa)es el aleo auléntico,que niegaa Dios sin reservas,
y la ot¡a es el teísiaque ha aba¡donadola idea de un Dios cuslodio y providencialpoi onadei-
dad que establecelas leyesde la naturalezay luego seretira de l.rescena(oel deístaque en rodo
ve espíritu,pero lo llarna ley física directriz, y no reconoceun Dios custodioy personat).porlo
visto, Paley nunca conceptuóla posibilidadde un principio de selección.e¡ 1aversión de Dar-
wú o cualquier oira, como otra oposición potencial digna de refuración explícita. Eslo es. su ca-
ricatura incluye el orden emanadode la naluraleza,pero nünca imaginó que el br¿r o¡denpu,
diera también surgir como el residuo de un proceso de ensayo y er¡or. Desde nuestra perspecfiva
d c r u a l e. s t es e l e c c i o n l s mroe p r e . e n r u
á n ¿¡ l t e m d d r dp o r e n c r ¿ol h r i d a t u n i c om o d e t oc o n c e p .
tual de Paley para el orden sin propósito apa¡entei la consrrucción directa por ta accjón de leyes

290
norfotógicas: ahemati|cts prcdareiní|tas alfuncionlllismo
húe totisno I Leyes

dice¡ que es una de enlre varias combinacionesposiblesde formas materiales'


quecualquierotla cosaque hubie¡aencontradoen el lugar donde hatló el ¡eloj
deberíahaberienido una configu¡aciónintema u otra, y que estaconfigu¡ación
pod¡íaserla esÍuc¡uraque vemosahora>(pá9 6),
El reloj irnplica,por su utilidad, una mentecapazde preve¡,diseña¡y cons-
l¡uia:<Enel reloj que eslamosexaoinandovemosun diseñoingenioso;un fin, un
propósito: mediosp¡Ja el hn, adaptaciónparael propósito La preguntaque acu-
deinesistiblemen|e a la mentees cl¡ál es el origen de estediseñoingenioso La
cosarequerida es ia nente intencional,la manoadaptadora,lainteligenciaque di-
igió la ma¡o) (pá9. 16).
Perolos organismossegurameflte exhibenmás complejidady másplanifica-
ciónquecualquierreloj. Así como Da¡win exaltaríael poderde la selecciónnatu-
ral,muy supe¡io¡al de la selecciónartiticial humana,Paleyensalzala incompa¡a-
ble exoelenciade la obra de Dios al lado de cualquier arte humano Si Ia
exislcncia del reloj implica un artíficehabilidoso,cómo podemossiquieraconce-
bil la m¡¡chomásasombrosape¡iciadel hacedorde todoslos se¡esvivos: (Po¡que
cadatllanifestacióD de planificación,cadamanifestaciónde designio,que existía
eIIel ¡eloj existetambiénen ]a obra de la naturaleza;con la diferenciade que las
manifestaciones n¿lufalesson más y mayores,en un gfado que excedetodo cóm-
puto>(pág.19).
P¡ley condensatoda su ar-gumentación en estesucintoepítome(pág.473):
(Lasseñaies de diseñopla¡ificado sondemasiadoevidentespara ignorarse.Todo
diseñodebetenerun diseñador,Esediseñadortiene que habersido una persona.
Bsapersona es Dios).
NuestL¡costumbrede ridiculizar el pasadoha convertidoa Paleyen cabeza
deturcofavo¡itoco o encafll¿¡ción de los viejos y malos tiemposdel creacionis-
mo.No puedelleg¡rse que, como b¡illante esc¡itor que fue, se prestaa la cita.
T¡mbiénes cielto q¡le a vecesderivahaciala clasede perfeccionismopanglossia-
¡o (0,másbien,racionalizacióncogidapor los pelospa¡aencontrarel bien dentro
delmataparenleIque volt.,irc ridiculizóen Cándido
A$í,Paleytecun€ a (cuentosde asífue> para sustentarla explicaciónadap-
tacionista. como en su ex:licación de los extrañosdientesdel babin¡sa'aunque
prcsumiblemente tomó estahisto¡ia de ún informe falso de viajero, po¡ lo que
sólosele puedeacusarde credulidad,no de fabulación(fig. 4.7):

(Añadiré un ejemplo más en razón de su novedad.Siemp¡e es agradable


dcscubri¡,despuésde que algunaesÍuctu¡a exhaordina¡iaen un animal nos
bayallanado Ia atención,que a la largase le descubreun uso inesperadoLa
siguienrenanacionaponaun ejemplode eslaclaseEl babirusa. unaespecie
de cerdo salvajede las Indias Orientales, tiene dos dientes cu¡vados de
másde mediayardade longi¡ud,que crecenhacia atrás(y éstaes la si¡gula-
¡idad)desdela mandjbulasuperio¡.Estosinstrumentosno tienen u¡a fun-
ción defensiva,pues ese se icio lo prestandos colmillos que salen de la
mandíbulainferior, parecidosa los del jabalí común Puestoque el animal
no los usapa¡adefendelse,puedeparecei que estosdientesson una super_
fluidady ur estofbo.Perc atención:¡esultaque el animal duermede pie y,

291
La estu.rura de Lateot ta d¿ ld ewlkrcn

ii

Figura4.T.Paleyno |ícl1ty€ningúndibujodel cráneodetbabinrsa, perojsla ilusr¡aciónproce-


de de unafuenteigualmenré úrercsanre.
eI Omphalorde PI.I.cosse(1857),surratadoencl que
abogapor la creaciónsúbitay recieDte
de la TieÍa, inclujdosrodoslos fósitcsicuyagranantj-
güedadseríasólo apa¡€nte.

para sostenersu cab9za,enganchasuscolmillos supetioresen las ramasde


los á¡boles)(págs.270-271).

Abundandoen esteestilo de razonamientopa¡rglossiano, Paleyargurnent¿


que el dolor -además de se¡ una adaptaciónpara indicar un mal a la mente,lo
que nos permite cuidar de nuestroscuerpos- tambiénmuestraIa benevolencia
de Dios, en una variaciónsobreel viejo chistedel tonto que se golpeabaen la ca-
bezacon un ma¡tillo po¡ lo bien que se sentíacuandodejabade hacerlo:(Sobreel
temadel bien en la aparentenocividad,compáreseestaexplicacióncon la deJohn
Ray u735, pág. 3091de por qué Dios creó los piojos: <No puedosino contem-
plar el ext¡añoinstinto de estaasquerosay fastidiosacriatu¡aque es el piojo, de
busca¡ropa suciapa¡a hospedarsey c¡ia¡, como ün efectode la divina providen-
cia para apa¡ta¡a hombresy mujercsde la suciedady el desaliñamiento, y para
incitarles a la limpieza y la pulcritud. Dios mismo odia el desaseoy se apart¿
de él). O la gene¡alizaciónde Robert Burns de estalección en <A un piojo)l
(ioh, qué don de la providencia / para vemos a nosotroscomo los demásnos
ven!>. <Un hombreque descansade un cólico o un ataquede gota se encuenÍa,
durante un tiempo, en posesiónde sensacionesque no puede expedmentarsi
goza de una salud sólida.Puedeque el p¡ecio que se paga seacaro,pero depen-
diendode la du¡acióny Ia intensidaddel dolor, pudie¡aserbeneficiososuftir uÍa
moderada i¡te¡rupción del bienestar físico durante un par de las veinticuatro ho-
ras del dío (págs.523-533).
Pa¡a comple¡ar el cuad¡o de una naturalezajubilosa creadapo¡ un Dios
amo¡oso,los signosde inutilidad en Ia mera exuberanciacompoftamental,parti-
cularmenteen eljuego de las criaturasjóvenes,son testimoniodel meroplacerde
estarvivo en tan maravillosoplaneta:

292
Intethal¡snoy leres rnoÚotó8icas: ahenatiras predaruinistas alfuncionatísmo

(E¡rjambresde moscasqüe acabande ver la luz pruebansus alasen el aire'


Su movimientoiuguetón,sustraviesosrcvoloteos,su actívidadgratuita' su
continuocambiarde sitio sin motivo ni razón, dan fe de su alegda y de la
sensrcion erulLanleJe susreclénde\cubienas faculladesI l OrrasesPecie!
co¡reteancon una prestezade movimientosque lleva impresala marca del
placer.A vecesse observanSrandesparcelasde teÍeno medio cubiertaspor
esiasnaturalezasvigo¡osasy animadas.Si echamosuna mirada a lo que pro'
ducenlas aguas,cardúmenesde pececillosfrecuentanlas márgenesde ríos'
Iagosy el propio mar' Están tan fblices que no sabenqué hacer con su cuer-
po>(págs.490-491)

(La prosade Paleyestan florida como optimistasu propósito Su tesisprima-


riaesq¡¡ela adaptaciónorgánicapruebala existenciade uri Dios personal'Pe¡o
que¡emos sabermás.Despuésde todo, Dios podríase¡ un a¡tíficetan consum¿do
comodespiadado,Los a¡gumentosde Paley sobrc el dolor y la felicidad natural in-
dicanqueDios, adenásde habilidoso,es bondadoso)
Eitaspalabras,citadasfuera de contexto(como es habitual),halt fomentado
unacaricatura i[justa de un argumentosutil. Paleyno puededesdeñarse como una
nulidadiDtelec¡ual, Su E|idencesof Christian¡ry(1794) siSuiósiendoun texto cle
lectu{aobligatoriapara la entradaen la Universidad de Cambridge hastael si-
gloyü, y Darwinnuncahablíaescogidoun dogmáticode cafón como héroeinte-
lectualprirnero y despuéscomooponentefo¡midablecuyaderrotasupusleraun es-
palda$zoesencialparala teoríade la evolución(págs.t4l-150). La obrade Paley
presenta un breviario sutil y coherentede una teología natural adaptacionista'
Paraempezar,P¿leyno puedeca¡icafulizarsecomo un peffeccionistapan-
glossiano. Afi¡¡üa de ¡ndneraexpllcitaque la perfecciónno es un criteno adecua-
doparaidentifica¡el designiodivino, ni siquierala señade identidadnecesatíade
la divinidad:<No es necesaio que una máql¡inaseapedecta para adivinar con
quédesigniosehizo; y todaví¡ menosnecesariocuandolo rlnico que cuentaes si
sehizocon algúndesignioo no, (pá9.5).
Paleyinclusoofreceocasionalmente argumentospósitivospara la imperfec-
ción,comoen el casode las plulnasde avestruz:<Los ñlamentoscuelganlaciosy
separados, fbrmandouna especiede plumón; una constitución que, pol mucho
quepuedaadecuarse a la graciosadistinciónde un tocadofemenino,puedeverse
comou a impedección,ya que las alascomPüestas de eslasplumas,aunquepue-
danser[na granayudaen la caÍera, no sirvenpam volaD (pá8.236) Y leconoce
q0eIa preferenciadel creado¡ por la utilidad se revela en la abrumadora ftecuen-
ciaaelativa,perono la ubicuidacl,de la adaptación(aunquecon la coletillatodavía
coIrientede que,si miramos lo suficiente,descubriremosusospara rasgosapa-
renlemente (no adaptativos>). <Los casos[. .] en los que la partepareceser total-
nenteinútil, creo que son ext¡emadame¡te ¡a¡os En comparación cofi el núme¡o
deaquelloscuyo uso es evidente, están por debajo de cualquier proporción aslg-
nable;y puedeque nunca hayan sido sometidos a un examen lo bastanteprecrso'
continuado o ¡epetido>(Paley,1803,pág 64).
El adaptacionismo de Paleyes, por encima de todo' un argumentoteónco
sobrela profundidad de la causalidad,y no una excusapa¡a cant¡u a la alegre ¡a_

293
La estructúa de ld teoría de ld eúluciót1

turaleza. Los oponentesque qüieren ver la fuente de la.lon¡a en la (ley físicu po-
dríao cita¡ la gene¡aciónsexual y la emb¡iología como ejemplos principales. Pero
estosprocesossólo prcporcionanla continuldadfísica iru¡ediatade la causación
eficiente: (La verdades que la geneaación no es un p¡incipio, sino un proceso)
(pág.453). Necesitamosuna razónmásp¡ofunda,un principiopropiamentedicho,
parala evidenteadaptacióride la forma a la fi¡nció¡; en pocaspalabras,una causa
final. Aunque los relojesdierannacimientoa nuevosrelojes,argume¡taPalef la
ontogeniano se contemplaríacomo la causaúltima de la c¡o¡ometría.La emb¡io'
logía tampocopuedeser la causade la excelenciaópticadel ojo hurnano,aunque
sólo seaporque<<las cosasgeneradasgua¡danuna clara¡elacióncon cosasno ge-
ne¡adas>(pág.455); en el casodel ojo, con la luz extemay con los objetosquene-
cesitamosv€r. (Ahorano aceptamos estepersuasivoa¡gumentosóloporquela vida
poseehistoriay mutabilidad,algoque Paleydesconocla.)
Peroel pdncipal motivo pa¡atoma¡sea Paleyen seriore$ideen su fomula'
ción refutaciónde visionesopuestas.Cualqr¡ietapuedeelabonr una ¡acion¡l!
y
z^ciór paravna idéefrxe, pero un sistemabien construido¡equieretantoun análi-
sis completo como una negación fl¡ndameltada de las alte¡nativas Naf¡lldl
Theolog! merccer]f,Jestro respetoporquePaleyreconocióla altemativaestructu'
ralista y montó una defensacoherente,cosaque lo convlerteen un documento
claveparaestecapítulosobrela histo¡iade la cofltrove¡siaentrelunoionalisrnoy
fo¡malismo,Sus argumentosocupandos capítulos(el 15 sob¡erelacionesy el 16
sobrecompensaciones) que t¡atandel fenómenoque los def€nsores de la constrlc'
ción estructuralsiemprehan contempladocomo capitaly primalio: las co¡relacio-
nes establese[t¡e las pafes del cuerpo.
Dos refutacionesprincipales podrfan contraponerseen pri[cipio al atgu'
mento principal de Paleyde que todo diseñointdncadoimplica un diseñadoria)
las adaptaciones existen,pero las originó un procesoevolutivonatural,no el acto
c¡eativode una deidad,y b/ los o¡ganismosfueronc¡eados,pe¡ola adaptación no
impregnao siquieradomina su foma.
Puestoque Paleynuncaimaginó la altemativadel cambionaturalpor selec-
ción o c¡ibado,confina su ¡efutaciónde la evoluciónadaptativaal principio (la-
ma¡ckia¡o> del uso y desuso.(Es más que dudosoque Paleyconocieralas ideas
de Lamarck, cuya P¡ilosophie zoologiguetto se publicó hasta1809;pero la ide¿
dél uso y desusoformabaparle de la culturapopula¡de la épocay era un elemen
to frecuente de los a¡gumentosevolücionistas.) Paley comienza con un argumenlo
empírico,señalandoque siglos de desusono causanla desapadciónde los órga-
nos, aunqueel recatole lleva a exponerün casoclásicoe¡ latín sin tmduci¡:<Las
mamasdel machono han desaparecido por falta de nso, ec curtotútn,Per mull|
saecula,Judaeorum propagin¡ deest praepulirm lni el prepucio de los judíos
se ha acortado en su progenie al cabo de tantos siglos de circuncisiónl>
(pág.446).
Luego, en un teÍeno más teó¡ico,Paleyse p¡eguntacómo puedeatribui¡se
cualquier evolución natu¡al de est¡ucfurasútiles a un estímulo no lelacionado es-
tructuralrnentecon la fo¡ma biológica,que a menudo,y pára colmo, es inorgá¡i-
co. El ojo es un dispositivopa¡acapfarla luz, pe¡o 1aluz no puedecrearojos:<El
elementode la luz y el ó¡ganode la visión, aunquelelacionadosen su oficio y

294
ln¡.malivro )' Ieye! notfalósicos: alrernatiws prcdo¡aúnistas alfuncionalísmo

uso,no tieneuconexiónorigi¡aria alguna.La acciónde los ¡ayos de luz sob¡elas


superficiesde los aDimalesno tiendeell ¡bsoluto a fo¡ma¡ ojos en suscabezas.EL
soi podrí¡rbili para siempresobrc los cue¡posvivos sin producir ni e1menor .,,
a s u m od c s e n l l , l o r j c l a ¡ l l 7 r p ¡ P , J I / L
El ajuste¡Liiüralpoi evoluciónpodfa aducirsecuandodos estructu¡ashaú
sidonlodelad¡! para ün propósito común por ¡eforzamientode una y debilita-
micrrtode la otra (las "compensaciones> de Paley,que t¡ata en el capítulo 16 de
sulibro); por ejemplo,pod¡ía argumentarseque la trompa del elefantese alalgó
paracompensarel acortamientodel cuello Pero Paleyniegaestaposibilidadpor
el 0rgunlenloeslándarde que los estadiosintemedios se apafa¡la¡ del buendise-
ño:<Si sesugirieraque estaprobósciclepuedesel ptoductodel empeñoconstante
delelel¡nteen aldfgrusu hocico al cabode muchasgeneracio¡es(la hipótesisge-
nefalquese ha ¡rll¡cidoúltimanente paradar cuentade las formas de la naturale-
zaaninada),yo pregLtnlaríacómo iba a subsisti¡el animal du¡a¡lle el proceso,
h¡sti!que se cornpletarala elongacióndel mo¡ro. ¿Quéiba a ser del individüo
fiientf s Lrtespéciciba perfeccionándose?) (pág. 299).
Si ia pri¡rela alternativa(lir adaptación,pero por evolución)puederefutarse
dcastemodo, ¿cóDlopuededescattarsetambiénla segundaposibilidad (la crea-
ciór,fero con la adaptaciónausenteo en un plano secundiuio)?Paleyse enf¡enta
¡holaa la irlternati\'tfbmralistacaraa cara,y rechazaesteúltimo ¡eto con tres ar-
guñer)los que, unidos,constiluyensu defensanrásfuefe del adaptacionismo (los
.lu.pfinlch'(:rgL('nesgfimiérrdosc l)oy):
l. Los tbnlralislas¡o nieganla evidenteutilidad de Ia mayoríade estructuras
orgánicrs. SLrargume¡rtose ceottaen una afumaciónacercade la prlmacía lem'
pof¿ly causal(la homologíabasadaen el orde¡ histó¡icopara los evolucionistas,
u l¿¡.rnrlitudLrsJ(lI en t(,n.rsJfquitectonrcos repelidospara los.cre¡cionis-
r.,r
'iüiasi ,r, rd¿oL-rcrr,rrrist¡s
mrn¡lenett ot¡ela evoluc¡ón o el modeladode las estruc-
o¡.¿ece a su utilidaclrprimero son las necesidadesluncion4eq y.lqqgg.la
fgrma.Los fornalistas,en c^Nbio, argumentanque la modología debesurgir por I
mzones no relacio¡¿td4s coll su uso, y que la función es una subsidia-
"adopcióntt
liarestocs, la tbñnr vienep merc y el organismodescub¡eluego srlsusos En un
nolablc pasajc,que evidenci¡ su apreciaciónde estaaltemalivafundamental(que
seestá rcáfinnandocomo la basedel renovadointerésde los evolucionistaspor la
constricción), Paleyadmile l¡ (inteligibilidaó del aEumentoformalista:(A las
evidenciás de diseñoplaniftcadoque puedendescubri¡seen los cuerposanimales,
y al a¡gumenlo qLrese deducede ellas en pruebade desiSnioy de un Creado¡di-
señador, se les intentaa vecesdar la vuella aduciendoque las partesno se planea-
rct parasu usoi sino que dicho uso se derivó de las partes. Esta distínción es
inteligible. Un ebanistapnle su caobacon piel de üja; pero seríaexcesivoafr¡mar
quel¿ piel de estepez fue ¡1echagranuladay ab¡asivaa propósitop¿l¡apuli¡ má_
der¡y parauso de los ebanistas> (pág.72).
L¡ refutaciónde Paleyiovocal¿ respuestaclásica;el argumentoformalista
valeparaesÍucturassir¡plescolno la piel de lija, pe¡o no paraórganoscorrrplejos
compueslos de nilltiples partes,toclasvisiblementeajustadasa su funciótr actual:
(¿Escreíbieque el ojo seformarasin ningunaatencióna la visión, que fue el pro'
lio áninal el que encontró que le serviía para ver, aünqueno se h\¡biera formado

295
La estructura .1e Ia teoría de la eúlución

de esieclescu-
cori estepropósito,y que el uso del ojo como ótganovisual resultó
brimiento y su aplicaciónpor el animal'l' (pág 73)'
peroel
2. El p¡imer a¡gumenloresumeun pilar conceptualdel folmalismo'.
ha dependido más
fundamentoempírico de Ia morfología eslructuralistasiemprc
infere¡ciade
de la conelaciónenÍe las partesde un organismo'reforzadapor la
las relacionesestructurales, po¡ eI lrexo Paleyofre_
que de la utilidad' establecida
no sur-
ce de nuevola réplicafuncionalistaclásica Las co¡¡elacionesalgumenta'
gen por una necesidadformal o <leyesde crecimiento>'sino como adaptaclo¡res
Los cis'
Ioo.dinudu., cuduunu útil por sí misma y reque¡idaparaelbuen diseño
necesarla)'
nes no tienen cuellos largos y pataspalmeadasPo¡ una <conexton
patas palmeá-
sino por razonesde funcionalidaclcomún: <El largo cuello, sin las
necesa¡ia en-
das,habríasido un impedimentopara el ave;pero no hay conexión
no sL¡elen ¡r
t¡e un cuello la¡go y unaspataspalmeadasDe hecho,ambascosas
juntas.Entonces,¿cómoes que coincidensólo cuandoun designio p¿ttticulal de'
mandala contribuciónde ambas?>(pág' 293)
Paley discute luego un ejemplo favorito de los adaptacionist¡sbritánicos
l; el topo
desdeJohn Ray, y una plaga de los jardines desdetiempo inmemori
-Procedente de sueLos de todaclase.el pequeñoploneto'c pre'enl¡lllnpioy lue
(pág 294)
troso.Habitantede la tier¡a, es el más pulcro de todos los animaies)
PaleydefieÍde el adaPtacionismorechazandode maneraexplícita el argumento
(colrelaclón de crecimie¡-
másiuefie de los formalistas(lo que Darwin llama¡ía
enloncesen
to)). Volviendoa su metáforade apertura,Puleyescribc:<Obsérvese
u¡rojo
est; esfilctura eso que llamamosrelación No hay conexiónnatlual enhe
podíanha-
pequeñoy hundidoy unaspatasel1fo¡ma de pala Las p¡tas aplanadas
acompaña-
t", ido unidu. o unot ojos saltones'o los oios pequeñospodfanhaber
que reunlo amoas
do a unaspatasde cualquierotra forma Entonces'¿quéfue lo
en unrc-
cosasen el topo?Lo mismo que reunióel barrilete'la cadcnay la espíral
enhe laspar-
loj: el designio,y ün designioinferido en amboscasosde la relación
tesparala prosecuciónde uÍ propósitocomúrr':(pá9 296)
3. Peio ¿quépuededecir un adaptacionista sobrelas homologíasextendida"
son cons-
de la estructurataxonómicaamplia?Estaspropiedadesgerierales'l'no
subsiguiente
triccionesmorfológicas,lógicame¡teante¡ioresa cualquierutilidad
(Hoy reconocemos tirl
derivadadel apañoespecíflcode taleselemenloscomunes?
cleque€s-
prioridad,pero también¡econocemosel incisivo argumentode Darwi¡
ancestrales
tas constriiciones.frléticas>debenhabersurgidocomo adaptaciones
le8ílima del
Paley no tuvo accesoconceptual a esra solución adaptacio¡ista
dilema.)
en La
En un inteligente quiebro argumental,Paley conviertela homología
causade la adaptación,en dos Pasos:
reque-
1 Dios diseñó planes gene¡alesque preveían cualquier modificación
Po¡que sr estas
rida para un propósito específicoen las especiesindividuales
abstrac-
granaesnomotoglas trubiesen sido generadasautomáticamentepol leyes
podíal unas es-
;as de la natu¡aleza,sin refelenciaa Ia causalidadfinal' ¿cómo
sulil y variadaaL
Íucturas tan ertendidasestar sometidasa una adaptacióntan
servicio de tantosmodosde vida particular'es? <A11ídondeenconlramosun plan
paftcü-
general, pero con las variaciones requeridas en cada caso por la exiSencla

296
Iht¿n1¿|ísmoy lqes ñorfolóEicas. dhenativas predaryihistas dlfuncionalismo

la¡ del te¡naal que se aplica,en tal plan y tal adaptación,poseemosla evidencia
másfueriede inreligenciay designio.[...] Si el plan generalemanarade cualquier
ngcesidad Iija en la natu¡alezade las cosas,¿cómopodía acomodarsea las va a-
dasdemandasy usosque clebíaatender,en diferentescircunstanciasy ocasio_
nes?)(Paley1803,pí9.221).
2, PercPaleyreconocióla potencialcircularidadde esteargumento.Seguro
que,u¡a vez establecidastaleshomologías,puedeexaminarsesu susceptibilidad,
a la modificaciónadaptativa. Aho¡a bien, ¿porqué procedióDios de estamanera?
¿Pofquéno creócadaespeciedesdece¡o,ajustadade manetaóptima a su propio
modode vida? ¿Porqué complicarsecon planescomunes,cuandolas c¡iatwas
quelos compatenactúande mane¡atan diferente?Aquí, en el meollo de su difi-
cultad,Paleyinvoca Lr¡asoluciónvenerablea la que siempre(entoncesy aho¡a)
seIo acusóde s¡r un lanlosotrslicJ,en el senlidode que cualqurer iefutaciónpo-
tenci0lpodía (acomodarse), haciendola teoríai¡refutable, incomprobable y, por
lo tanto,inúlil): Dios muestrasu grandezalimitando su propio pode¡ con pÍinci-
piosdeorden(causassecu[dariasbasadasen leyesnaturales)y diseñosestructu-
raies(gfandeshornoLogíus):

(Dios, por lo t¡rnto,se ha oomplacidoen impone¡límites a su propio pode¡,


y obrardentro de ellos segúnsus fines. Las leyes generalesde la materia
quizl scünlimrresde estr naturaleza. [...]Estassonleyesgenerales. y cuan-
do sellevaa caboun propósitoparticula¡no se haceuna nueva ley, ní se sus-
pendenlas viejas,ni se las haceclaudicarparala ocasióna basede letorcer-
lasy dobli¡rlas(porquela natu¡alezase adhierea ellas y las verifica con gran
perosi el propósitose cumplea Ia largaes [.,,] mediantela interposi-
fiiez¿r),
ción de ü¡ ap¡rato que se coresponda con estasleyes, y que se ajustea la
exigenciade vadade ellas.Así pues,como hemosdicho, Dios impone lími-
tesa sü poder-,lo que Ie permite exhibir demostracionesde su sabidurÍa)>
(pá9.43).

Después de todo, el adaptacionismosólo requiereque los diseñoso¡gánicos


seancomplejosy funcionen.bien,no que sea¡ pedectos: (La invención,por su
. propi¡delinicióny naturaleza,es el ¡efugio de la impe¡fección.Tenerrecursos
implicadificultad,impedimento,restdcción, defecto de poder> (págs.4l-42).
El himnode alabanzafinal de Paley,en consonanciacon esteúltimo pasaje,
exaltala necesidadlógica de la adAptación,apartede cualquie¡ validación fac-
tual.El diseñoingeniosono sólo estableceel patrón empírico dominante.Este
buendiseñofambiénes,en principio, el ¿i¡ri.omodo que tieneDíos de proclamar
:. suexistencia.Releamosla cita de la página 144:

i (Sólo el alardede inventivapo¿ía dat fe de la,existencia,la agenciay la sabi-


'''.: düfude la Deidada susc¡iaturas¡acionales.Estaes la escalerapor la que as-
t" ceüdemosa la tot¿üidaddel conocimiento que poseemosde nuest¡o C¡eador,
entaÍto que dependientede los fenómenoso las obrasde la raü¡aleza. Elimí-
i
neseesto,y habremoseliminadotodo motivo obseñacionaly de ¡azonamien-
to.[...]Sealo quesealo hecho,Dios podía haberlohechosin intervenciónde
i..

29',7
La esüuc¡üru de Lateoría de ]d eúludón

instrumentoso medios; pero es en 1aconstrucciónde instfumentos,en la


eleccióny adaptaciónde 1osmedios,dondeseve una inteligenciacreativa.Es
esto10que constituyeel ordeny la bellezadel unive¡so>(pag.42).

El argumento de Paley es coherente,pero toca una gama peculiarmentelimi'


tada de notas (de ahí mi metáfora de la <pintura de arerra>en las pá8inas289-290)
Paley mencionalas grandeshomologíassubyacentest¡as toda iaxonomía(pero
sólo en un piánafoo dos,y sólo paraofrecerunaréplicaadaptacionista). FoÍnulaei
argumentoestructuralista basadoen la corelación,perosólo de pasada,y sóiopara
refutarlo.Pod¡íamosestartentadosde ofrecerla répiicalilistea: (Oh, bien,Paley
no era más que un filósofo; ¿quésabíade la biologí¡ real?>.Perolas f¡onterasdis-
ciplinariasactualesno existíanen 1800,y los grandesbiólogos,Dafwi¡ íncluido,
valo¡abanla ob¡a de Paleypor encimadel resto de libros de historia n¿rtural. Es
más,como veremosen la secciónsiguiente,un biólogoagudocomoAgassizpodía
presentarla tesisconÍaria con la mismaexclüsividadincondicioúa¡.
Po¡ lo tanto,debeúos apreciafel ámbito restringiclode Paleycomo unavi-
sión conscientemente escogidade la sustanciay el significádode la vida. Como
tal, una posición tan inmaculadapo¡ las compiejidadesrealesde la naturaleza
puedesemosinstructiva.Sabemosque la vida no funcionaasí,pero cuakluierde_
fensaconsistentey bien argumentadade tal extremoconceptualsigueresultando
fascinante(al menoscomo ilustraciónde un conjuntode hábitosmentalesqüeto'
davía motiva a los científicos).Asl como aprendemosde la natu¡alezanlediante
casoscontroladosy simplificados (el método experimental),tambiénpodemos
comprenderla mentedel científicopor su defensade la cohe¡encjaen el extrcmo
filosófico de un continuo.

LOUISAGASSIZY EL FORMALISMOCONT]NENTAL:
AI ABANZADf DIOSf\ L\ GRANDEZADFI ORDENTAXO\óMICO

Louis Agassiz,como primer inmigrantepemanenieent¡eios grandesteóri-


cos de la biología europeos,se convirtióen símboloy realidadde madurezy pres-
tigio parala historianaturalnorteame¡icana de mediadosdel siglo xlx. La mitolo'
gía romántica10describecomo un intrépidopioneroembarcndoen una búsqueda
de cono¿imientoprístino y especiesno catalogadas. Sin embargo,l^s razonespri'
mariasdel t¡asladode Agassiz eran mucho más mundanas: los problemasperso"
nalesy la esperanza de un nuevocomienzo.Habíasufridolos dos clásicosreveses
de la fortunatras el t¡iunfo intelectual:la banca¡rota(cuandosu imprentalitográ-
fica, esfablecidainiciaknenteparaimprimir las láminasde su lib¡o Poissors/oss!
les,quebró)y las desavenencias familiares(cuandosu mujerio aba¡donódespués
de ve¡ convertidala vivienda familiar en taller y pensiónpara los obteios desu
imprenta). En cualquie¡ caso,la decisión de Agassiz de instalarsepernanente-
menteen HaNard establecióuna feliz incongruenciadent¡ode ufla cu]turalecep-
tiva y en expansión;un gran teórico fiancófono, con actitudestradicionalmente
continentales,que vivía en el Bostonyanqui.
Agassiz (1807-1873)llegó a América con el ambiciosoplan de inve¡lir su
ilimitada energíaen un estudiosistemáticode las faunasnativasno desc tas,fiel

298
I ¡úerndl is)l1o)' 14'¿snafológ ¡cas:ahenatiws predar\|in¡stas al futlcbnatisnlo

a su propiolena: <Estudiala naturaleza,no los libros) Pero como consumado


políticoy prornotoracadémico,se apartóde su actividadp¡incipal con los años
y publicó
lunavieja historia, tan profunda como la naturalezahumanamisma)
pocostrabajostéc¡icosen susúl¡imasdos décadasde vida La fn¡stración en este
relatolamiliar de buenasintencionesno realizadasse patentizaen el fiacaso del
prcyecton]ís ambiciosode Agassiz.
A pri¡cipios de 1850 aÍIunciósu proyectode una extensaobra en 10 volú-
menessobrela hisforianaturalestadou¡idense. Recogiómás de 2.000 suscripcio-
nespagadaspor adelantadoy, con su antiguo y ca¡acterísticocelo, se puso a
trabajar(conenzandopor una monografíasobretortugas).Perop¡onto se empan-
ta¡ró(y parasielnpre).Sólo llegarona publicarsecuatrovolúmenes(con la mayor
partedel trabajodescriptivoy taxonómicohechopot otros) y' a medida que los
añosseesfunrabao, cadavezhablabamenosde su granp¡oyecto l'{o obstante,es-
tandoaÍrnl¡¡lbuidode su entusiasmoinicial, escdbió su trabajoteó¡ico más agu-
do,EsM| oL Ckdrírtcalio¿, que de hechoera la introducción(tan extensacomo
unlibro) al vohmen 1, Publioadoen 1857y revisadoen 1859(irónicamente'ape-
nas3 mesesantesclela publicaciónde El origen d.elas espec¡esdeDarwin, el li-
broquesocavaríala pre¡lisa centralde la visión de Agassiz),esteensayoflgura
comoun documenloú[ico e incongruente,un enunciadode la teologíanaturalen
l0 tladioiónrnáse]evadadel formalismocontinental,publicadoen Ia más ínglesa
delas ciud¡desnor'teflme¡icanasAgassiz nunca Íienciona el nombre de Paley,
peros! libfo es unu contraparlidacasi pe¡fectade Natural TheoloS),en el polo
opuesto de la gra¡rdicotomíaen los eDfoquesdel estudiode la forma (en estecaso,
la form¡ en que un Dios ontnipotentemanifestaríasu gloria en la natu¡aleza)
Los sisEmáticosmodemos,en un mundo cadavez más dominadopor otlas
lbl¡las de i¡lvcsligaciónbioiógica, se sientena menudo asediadosy, en conse-
cuenci¡. tmpcL,lü¡¡ n'oporcronar unajustlñcacid|l másampliade su emPresain-
justamentr de -.oleccioni.mdde \ellos' y olJosepllelossemejanles
til.larl,r por
unpúblicodcseDo¿miado Hoy la justilicación de la sistemálicatiendea fofmu
entó¡minosde nuestraactualcrisis de deteriolomedioambieotaly declivede
lal1se
la divemidad (unajLrslilicaciónlegítima,por supuesto).Pero si cualquiersistemá-
dcobuscar¿ unajustificaciónde Lamáxim¡ masniludparasu profesión.no Podria
cncontrar,o siqr¡ieraimaginar,un docurnentomás audazque EJs4] on ClassiJica'
(Desafbrtunadarllenie,
1io¿¡. las filosofíascambiantesy el conocimientocreciente
hanhechoque el argumentode Agassizhaya quedadoobsoleto,pero atln pode-
mosseDtir,y cleberí¿nos admirar,el estilo y Ia grandezade su propuesta)
En ]ostérmi¡os másdescanados,y desdeunaperspectivaplatónica(con los
otga¡ismosccJmoencaaacionesmateLialesy temporalesque ¡eprese[tanlas es-
pemanenlesy trascefldenles
ltucturasn]el,Ilales de una fuefza creativaaba¡cado
ra),Agassizafgumentaque la iaxanomíadebeía co¡templarsecomo la más ele-
vadade las ciencias.Po.lquelas.especiesencama¡ ideas en la mente de Dios; y
losorgani.mo\ reale-\e convertian enlonce\ell conljguraciones uan¡¡lonasque
Lepre(enlan,o encaman. eslaqidea(,La. relaclo¡es enUela5e\pecies. lal como\e
expresanen la clasificación,reveianpor lo tantola estrucfu¡adel pensamientode
Dios,po¡quesi cadaespeciedenotauna ideadivina, entoncessusmtelconexrones
taxonómicas exhibene1ordende la mentede Dios.

299
li estructura de la teoría de la erolución

Agassizplanteala cuestiónclave: <<¿Son a¡tificialeso naturalesestasdivi-


siones?¿Sonartificiosde la mentehumanaparaclasificary o¡ganizarnuest¡oco'
nocimientode modo que seamás accesiblea nuest¡aapreciacióny lacilite asíiÍ-
vestigacionesulteriores,o han sido instituidospor la Divina lnteligenciacomolas
catego¡íasde su modo de pensamiento?'> (1857,págs.7-8). Luego ofrecesu res-
puestafirme: (Me pa¡eceincuestionableque esteorden y conciertode nuestlos
estudiosse basaen las rclacionesnaturalespimitivas de la vidd animal [. ] no
siendoüos sistemasde clasificaciól] en verdadsino traduccioriesal lenguajehn-
mano de los pensamie¡tosdel Creado¡>>
Con estavisión,Agassizcercenaun viejo documentosob¡ela (ealidad) di-
ferencialde las categolasen unajerarquíalinneanal¿Son¡ealeslas especigs y ar"
tificiales los nivelessüperio¡es?¿Son¡ealestodaslas categoías,o sólo expresan
las necesidades prácticasde la convenienciahumana?Si, como argumentaAgas-
siz, el sistemataxonómicoentero,apropiadamente (<revelado>, relleja la estrucür_
ú de los pensamientosde Dios, entoncestodaslas categoíasdebenser segmen-
tos objetivos de esta totalidad divina. Sólo los o¡ganismoslienen existencia
mate¡ial,pero las cateSorías taxonómicas,como expresiones dircctasde la mente
divina, representanuna realídadsuperior:

(¿No es estoeÍ sí mismoevidenciasuflcientede que géDeros, familias,órde-


nes,clasesy tipostienenla mismalundamentación natu¡alque y
las especies,
quelosindividuos quevivenal mrsmotiempotienensolalncnle unae\istencl¡
material,siendolos portado¡es,no sólode las distintascategoríasestluctu¡ales
sobrelas que se fundael sistemallatural,sino tambiénde todas]asrelaciones
que los animalesmaniienencon el mundocücundante(lo que demuestra que
las especiesno existenen la natu¡alezaen una fomla diferentede los grupos
superio¡es.como secÍeede manen tan general)?)(1857,pág.7).

AgassizcompaÍe la metaprimariade Paley,el <programade investigación)


fundamental de la <teologíanatural>: infeü a partir de las obrasorgánicasde la na-
türaleza,no sólo la existenciade Dios, sino todolo posiblesobresu intelectoy bon-
dad.Peroa pesarde estacomunidadde intereses,Paleyy Agassizno podíanhaber
defendidointerpretacionesmás disparesde la presenciadivina en la natulaleza.
Todo buen argumentadorsegúnel principio de dicotomíasabeque la mejor
manefade exponetsu argumentoes medianteel contrastede las altemativasMás
aún, cuantomás cadcaturizadala altemativa,mejor para uno (siempreque ia ca-
racterizacióndel oponente¡esultelo bastantecreíble).Agassizpresentasu visión
de la clasificación en conuaslecon unaáltemaLi\ a 'malerialista de construccion
' propia. Define al materialistacomo ufl naturalistaque aÍibuye las fomas y pro_
piedadesde los organismosal poder modelado¡d€ las leyes físicas (causasefi-
cientessecundadas)y no a decisionesdi¡ectasde ta voluntaddivina. El mate¡ia-
lista podda eludir la acusaciónde impiedad aboga¡do Por el establecimiento
divino de las leyesnatu¡alesal p¡incipio de los tiempos;pero si lueSoDios seau-
sentapara siemprey deja que la naturalezaprocedade mane¡aautomáticay sin
alma, ¿quédiferenciahay de o¡denpráctico ertre tal cuerdade reloj divina y el
mate¡ialisño franco? (Alüdo aquí ---€scribe Agassiz al definir a susoponentes-

300
Intenatisna I teyes abernati|as prc¿ar,'linistas alfuncionalismo
"tatológicas:

sólo a las doctrinasmaterialistas) (pág. 9). El tema se reduce a una dicotomía


siorple(puestoque no son concebiblesotrasaltemativas,incluido el azal)l ¿están
los taxonesmodeladospor leyesnaturales(y, por ende,en armoníacon el orden
físico)o por Dios, como encamaciones de sus categoríasde Pensamiento? Agas-
sizexDorleel contrasley declalasu propio cornpromiso: (Hay quienescreenque
exislerlleyesnaturalesque fueron establecidaspor la Deidad en el p¡incipio, a
cuya¿cciónpuedeatribuirseel origen de los sereso¡ganizados;mientras que,.
par¡iotros,éslosdebensu existenciaa la intervencióninmediatade un C¡eado¡
linelrgente. pár¿foses mostrarque no hay ni agentes
Ll otrjetode los .igurentes
ni leyesnaturalesconocidasclelos físicos,bajo la influencia y por acción de las
cualespudieranhabelseoriginaclodichos seres>> (1857,pág 13).
( u¡ flori.lagrdndrlocuencla. Agassizelevaluegula tar.onomia por encima
delas otrasciencias,a ia vez que tachaIa altenativa mate alista de depresivay
destrucloradel alfia (ademásde equivocada) El o¡den taxonómico refleja la
¡nentedivinel:

<Conllesoq¡,reesta cuestiónde la naturalezay el fundamentode nuestras


rlu:,ll.lciones,"rerrtrli(asrnefrrece de la más profundaimportancia.una
import.Inciacie amcntemucho riayor de la que se le suele adjudicar, Si
puedeproba(seque el hombreno ha inventadoIa ordenaciónsÍstemáticaen
la naluraleza,sirlo que se ha limitado a descubrirla;que estasrelacionesy
propofcionesomnipresentes en el mundo animal y vegetaltienenuna cone-
xión i¡rtelectuale iclealen la mentedel Creado¡;q¡¡eesteplan de c¡eación,
tangr^to a nuestramás alla sabidula, no fue f¡uto de la acciónnecesadade
laslcyes¡ísicas,sino la libre concepcióndel IntelectoTodopode¡oso,madu-
rad¡ en su pensa¡niento.intes de manifestarseen fo¡mAsextemastangibles;
en pocaspalabras,si podcmosprobar la premeditaciónprevia al acto creata
vo. h¿tnemosdado cL¡enta,de una vez para siempre,de la desoladateoría
quenos refierea las leyesde la materiacomo responsables de todaslas ma_
ravillasdel universo,y que nos dej¿sin guardafuera de la monótonae inva_
danteacciónclelas fue¡zasfísicas.atandotodaslas cosasa su destinoinevi-
t¿ble'(1857,pág.9).

Al componersu argume¡lode estamanera,Agassizse sume¡gedüectamen_


teenel debatefonnalista-fu¡cionalista,con su propia veÉión de la teologíanatu_
ralcomopropuestaesoictameDte --casi excesivamente- formalistaiel ordenta_
xonómicoa todos los niveles (no el compo¡tamiento o las funciones de las
criatufas ifldividuales)reflejala naturalezay la intenciónde Dios Peroal caracte-
rizar -o caricaturizar- ltr posturaopuestacomo una afirmación de la produc_
cióndilectade la forma por las fuefzasfísicas,sitúala categoríapdncipal de pre-
suntaevidenciacontra su visió¡ (la co¡relacidnent¡e mo¡fología y condiciones
fisicasde vida) en el bandofuncionalista.(Se podía objetaren p¡incipio que tal
conclusión funcionalistano se siguenecesariame¡te del<<mateialismo)deAgas-
sizidespués de todo, la modología podríaesta¡ modelada por las leyesde la natu-
raleza,p¡r¡osin excelenciafuncional. Aun así,la defi.¡ición elegidapor Agassiz
nodeber'ía desdeñarse, lolque los teó¡icosque han defendidola producción di-

301
La estructur.t de la teoría de La el,olutión

r e c l dd e l a l o r m ap o r l a sl e l e . , t \ t c a s- e n p a r l l c u l aDf A ( y T h o m p \ o ni.o I 7 .
1942;véanselas páginas1209-1238- han apeladoa [a optimizaciónmecánica
como criterio básicopa¡asu propuesta.)
Así, Agassizse comprometecon un argumentodoble:paraprobarquela es-
t¡ucturataxonómicaes un productodel pensamientodivino, debeúostrar ¡') que
la clasiñcaciónrefleja un ordeí anatómicoindepe¡dientede las condicionesex-
temasde vida (el argumentopositivo a favor del formalismo),y á) que el ajuste
de la forma a la función inmediatano puederep¡esentarel principio generador
del ordenorgánico(el argumentonegativoen contradel funcionalismo).
Po¡ supuesto,Agassiz no niega que los organismostienden a estat bien
adaptados;ningún formalistaha negadonuncatal cosa.En vez de eso,argumenta
(como han hechosiemprelos fo¡malistas,no menoshoy que en tiemposdeAgas-
siz) que la adaptaciónsólo expresaun apañosecundario,un ajustemenorde un
Bauplan previo y fundamen¡alque obedecea principios fbrmalistas.Eu su veJ-
sión más fuerte,el fo.malismo de Agassiztachala adaptaciónde e¡gañosa,ppr-
que el buen ajusteno hacemás que confundimosen nuest¡abúsquedade un o¡-
den r!ás profu¡do al imponer una capa superlicial de adaptaciónespecíficae
inmediataque oscureceelBauplan srbyacente,
El argumentopositivo principal de Agassiz desca¡lsaen su lealtad inque-
b¡antablea los cuaÍo esquemasanatómicosfundamentalesestablecidospor Cu-
vier: radiados,moluscos,articuladosy ve¡tebrados.l A Agassizle impresionópar-
ticularmente que Von Baer, el más grande embriólogo del siglo, hubiera
reconocidoel mismo sistemade maneraindependiente mediantec¡iteriosembrio-
lógicos.Si la morfologíay la embriologíacoincidíantan bien, y si los másgran"
des estudiosos de ambostemashabíanllegadoa las mismasconclusiones por
caminosdife¡entes,entoncesdebemosestarantela revelacióndel Dri¡ciDiofun-
damentaldel ordennatural:

<Si recordamoscuán independientes fueron las investigacionesde VonBaer


y las de Cuvier, cuán diferenteel punto de vista de cadacual, el uno arcn"

L Agassizsemaniuvoresuelt¡mcnte apegado aeslesistemahasrásumtrcrre, a pesardeia


evideDcia en contra(enpalicular la sepafación de losradiadosen celenÉreos y equiÍodermos,
un temaqueAgassizhabíainvestig¿do personaimenle). Sü ártículopóstumo,(Evolution¿nd
Permanence of'Ilpe! (18?4),montaun ataqueal darwinisnodesdela perspecriva de esraraxo-
nomíacuádrupte. Buenapartede la lealladde Agassizcabeatribui¡laa la devociónfilial,por-
queCuvier,en los últimosañosde su vida,habíaamparado al jovene inexpefonaruralista sui-
zo,y hastale habíaconñadoel proyectoquele aseguraría sufan¿ posrerior(unamonografía de
todoslos pecesfósiles).Estaunióntambiénincluyeunapoderosa ironia,porqueCuvierfueei
másemi¡entede todoslos pensadores funcionalistas,
yAgassizusasumeco raxonómico com-
p¿fido como una defensadefiniliva del formalismo.Perola riquezade los sisiemasgrandiosos
y expa¡sivos(como el de Cuvier) permite tal multiplicidad de uso e inte¡prelación(y es queen
la vida i¡telectual,comoen la polílica,tambiénseda el cu¡iosofenóne¡ode losextnñosco -
pañerosde cama).Cuvierse tení¿porün enpiristaipor eilo tomóel sislemacualripaíito(tan
susceptiblede interyretaciónfonnalisla) como algo <dado>,no suscepriblede análisisen abso-
luto. y secentróen lar inte¡pretacionesfuncionalistasde la miríadade modiñcaciones adaptati-
vasdentrc de canap]^an.(N. del A.)

302
In¡emdlismo y lqes notlaló!ícas: altematil)as predaroinis¡as al fancionalismo

diendoprincipalmenleal modo de desarollo de los animales,mienÍas el


otro atendíapríncipalmentea su esÍuctura; si ademásconsideÉmosla con-
co¡danciade los resultadosgeneralesa los que han llegado,es imposibleno
queda¡profundamenteimbuido de la co¡fianza en la opi¡ión que ambos de-
fendieronde que el rcino a¡imal exhibecuatro divisionespdmarias,cuyos
rcpresentantesseo¡ganizansegúncuat¡oplanesestrüctu¡ales distintosy cre_
cen confor¡nea cualro modos dife¡enresde desa.rollo> (1857, pág 231) .

Pcro card(reriTdn lo\ t¿xóllomos la ba5ede estadivi5ióncuatriparli-


"co¡no
ta?Puestoque la mentede Dios estámucho más allá de nuestrasPobresfaculta-
des,no podemosdiscemir su intención(aunquecie¡t¿unente podemoslener cons-
tanciade susdecisiones);pero seguramente podemosespecificarIos critedos que
no aplicó.Buenapa e del Etsd) de Agassiz es una letaníade ploposiclonesen
estemodonegativo:puestoque sólo hay dos altemativas,cualquler algumento
contral¿ generaciónde la fo¡ma por leyesfísicas (un origen que implica¡ía una
corelaoióDfuncional entre morfología y entorno a la escalamás amplia) debe
apoyarla orga¡rizació[dc las re]acionescomo categoríasde voluntady razóndi
vlnas.Por cjeniplo,tras un capítulointroductorio,las dos p¡imerasseccionesdel
¿.rJ¿?)de Agassiz presenlanuD contrasle con una misma cuestión de fondoi
<mejor> solución para
¿cómopuedenlas leyesfísicas simplemenleproducir la
ca¿hcircunstanciaparticular si ¿¡)entornosidénticos alberganc¡iaturas de los
cuafo planescorpor¿les,y ó) cadauno de los planescorporalesestáp¡esenteen
lorloslos ambientcsprinciprlesl Agassizresume:(La exislenciasimultáneade
loi lpos mr) cllver"ill.ldosb¿Jocitcu0stancirs idénlicasexhibepensamientola
cápacidad de ndrpldruna gran valiedadde estructurasa las condicionesmás uni_
foflres.La repclicióndc tipos similaresbajo las cilcunstanciasmás diversasevi-
dencia unaconexióninmaterialer¡treellasi exhibepensamiento,al proba¡ directa_
enleh¡staquó punto es independienteIa Mente C¡eativade la influericiade un
mundomaterial,,(pág. 132).
Agassizreclamóun apoyo ai¡n más fuerte por pa¡te del registrogeológico'
El cambiomedioambie11tal no exhibeningunapautatempo¡aldi¡eccional'pero la
historiade la vida retrataurl cambioprog¡esivo(no por evolución'sino por crea_
ciónsucesiva) dentroalccadauno de los cuatrotipos inmutables.¿Cómopodían
u¡asleyesfísicasconstantes y un calnbiofísico no direccionalmodelarulla histo-
de la vida?
ia p¡ogresiva

(¿Quiénpodría,en presenciade taleshechos'asumh una conexión causal


enhedosseies de fet1ómenos, la primerade las cualesobedecesiemprelas
mi.mdsl(ye.. mienlrasque Ll \egundapresentaen cadaperiodo5uces¡\ o
nuevastelaciones,una Sradaciónsiemprecambiantede nuevascombinacio-
nes,hastau¡ clinax final con la ap:uicióndel Hombre? iQuién no ve, por eL
conÍa¡io,que estaidentidadde los p¡oductosde los age¡tesfísicos en todas
lasedadesdescartapor completocualquierinfluenciade éstosen la ploduc-
ciófl de esossercssiempre cambiantesque constituyen el mundo orglánico,y
queexhiben,en conjunlo,tan llamativaevidenciade pe¡samientosconecta_
dosl,)(pág.101).

303
La estructura
dela teoría¿eLa?volución

No afumo que la refutaciónde la teologíanaturalpaleyanamotivaraestalí-


nea argumental.La principalmetade Agassizera¡efutarel <materialjsmo>, en su
ve6ióÍ caricaturesca, mostrandoque los organismosno puedenconstrui¡sedirec-
tamentepor leyes físicas.ParacomuÍicar estaidea,Agassizempleanumerosas
va¡iacionessob¡eel mismo tema:el (ajuste>de los organismosal mundo físjco
rlo puedecompara¡sea la formaciónde hielo como estadopredecibley ap¡opiado
del aguaa ciefas tempe¡atu¡asy presiones;vemosasí (hastaqué punlo es inde-
pendientela Mente C¡eativade la influenciade un mundo material>.
Agassizcomienzasu ataqueexplícito al funcionalismoreconociendola teo-
logía naturalde Paleycomo el a¡gumentomás común en favor de la existenciay
benevolenciade Dios (Agassizcita los tratadosBridgewate¡,los documentos-Fa:
leyanosprimariosde su generación),pero luego afirmaque la adaptaciór1no pue-
de ser la señade identidaddivina en la historianaturalpor dos razones:lrl la co-
¡relaciónentrela función y el entomono puedeilus¡ra¡el celo de Dios en ningún
caso,porquetal relaciónsólo puedereflejar la producciónde Ia forna por causas
físicas,y ,l el adaptacionismono tienevalidezge eral po¡quesondemasiadas las
constriccionesimpuestaspor la unidad de tipo rlue limita¡ cualquie¡aproxima-
ción o¡gánicaa la optimalidad:

(El argumentopara la existenciade un CreadorInteligentese inlie¡e por lo


generalde la adaptaciónde los mediosa los fines, tema sobreel que se han
basadolos tratadosBridgewater,por ejemplo.Pe¡o [...'lestonuncaes cierto
más allá de cie os límites. Encontramosórganossin funcionescomo,por
ejemplo, los dient€sde la ballena,que ¡unca atraviesan1aencía,o ias rna-
mas de los machosde los mamíferos;el mante¡imientode estosy olrosór-
ganossimilares obedecea cie¡ta unifo¡nidad de estructurafundamentaL,
conformea la fó¡mula original de esadivisiónde la vida animal,aun cDando
no seaesencialpara su modo de vida. El órganopemanece no porquede-
sempeñeuna función, sino en refereüciaa u¡ plan> (págs.9-10).

La adaptaciónexiste,desdeluego,pero sólo como algo superpr¡esto secun-


da¡iamentea la unidadde tipo, el másprofundoy verdaderoreflejo del majesluo-
so ordendivino: <Cuandolos naturalistashan investigadola inflllenciade lasc¡u-
sasfísicasen los seresvivos, han ignoradopersistentemente el hechode que los
rasgosasí modificadostieneúsólo una importanciasecunda a en la vida de ani-
males y plantas,y que ni su plan estructuralni las diversascomplicacionesdel
mismo estánnurca afectadospor talesinfluencias)(pág. l7).
Lo más importantede todo es que estaulidad de tipo másprofundano só10
¡ep¡esentaun principio naturalen oposicióndicotómicaa la adaptación,sinoque
tambiénpruebaqüe el orden orgánicoobedecea una mente creativa,y no a las
condicionesfísicas:

<En todosestosanimalesy plantashay una facetade su organizaciónquese


refierede mane¡ainmediataa lo5 elemento.en los que \ iven.y otrasi¡ l¿l
conexión; pero es precisamenteestaparte de la estructurade animalesy
plantas,la que no tiene una relaciór directacon su situaciónen la nalu¡ale-

304
lnteú.rt¡s¡ra ! leles motfolóeicas: abemativ's prcdafuinistlts al funcionaL¡smo

za,la que co¡stiluye su ca¡áctertípico y esencial Esto demuest¡a,más allá


de torlaobjeció[, que los elemeÍtosen los que viven animalesy plantas[" ]
no puedenen ningún casoveLsecomo la causade su existencia>(pág 33)'

fJnavez clesberatada la idea de que algo tan trivial como la adaptaclónpu-


l¡ finna de Dios en la ¡aturaleza,Agassizpuedeahoracomple-
ilierarepresentar
ta¡su clefensadefinitiva de la laxonomía como huella de la preseDciade Dios
onla naturaleza.tal como se ¡r¿úifiestaen las relacionesgerieralessancionadas
po.l¿unidadde tipo. Considérese cuánlopodemossabe¡de la naturalezade Dios
(unaverclaclera
anclanada de adjetivos)una vez localizadasu auténticafl¡ma en el
poloapropiadode lir gran dicotomíade Ia naturaleza:

<Losproductosde los comúnmentellamadosagentesfísicosson los mismos


e¡ lodaspartes(estoes, sobrela superficieenteradel globo) y siemprelo
han sido (estoes, durantetodos Ios pe¡iodosgeológicos),mient¡asque los
seresorgonizadosdifieren por doquier y han cliferido en todas las edades'
Entret¡rlesc¿lego¡{asde lenóInenosno puedehaberconexióncausalo geoé-
lica.La comhinaciónde espacioy tiempode todasestasconcepciones exhibe
no sólo pensamieto, sino tambiénpremeditación,Poder,sabiduría, grande-
za,presciencia,omnisciencia,providencia.En rcsumen,todos estoshechos
naturalmenteconectadosproclaman en voz alta al Dios único, al que eI
homb¡epuedeconocer,adorary amar;y la Historia NaturaldebeconveÍirse
con ol tiempo en el anáiisisde los pensamientosdel Creadordel Universo,
tal como se ma¡iiiestdnen los rcinos anirnaly vegetal) (pág 135)'

Es nrás,al entendefla taxonomíacomo una manifestacióndel pensamiento


divrnolJrnhienjenlimos nuestrapropia imporlanciaen el cosmos Porquesi
nrlestrtlaxonomíapuedereflejar tan bien el orden de Dios, entoncesnuestras
mentes t¡Dbién debe¡ parecelsea Ia suyaen prirlcipio, aunquesu capacidadsea
infinitamenternáspoble:

<Esfaa.laptabilidaddel intelecrohumanoal hechode la c¡eación'en virtud


de la cual nos conve¡timosde manerainstintiva y, como he dicho, incons-
ciente,en los traductor'esdel pensamientode Dios, ¿acasono es la prueba
,- ,
másconcluyeltede nuestraafinidadcon la Mente Divi¡a? ¿Y ¡o es estaco'
nexióninlelectt¡aly espiritui con el Todopoderosomerecedorade profunda
Si hay algunaverdad en la cree¡cia de que el hombre está
consicleració¡r'?
hecho¡ imageny semejanzade Dios, entoncessegu¡amenteel filósofo no
haría¡nal eú procural, edianleel estudiode su propia operaciónmental'
aproxinarsea las oblas de la Divina Razóny ap¡ender,a pa¡tir de la natura-
lezade su propiamente,a entendermejor el IntelectoInfinito del cual se de_
riva.Tal sugerenciapuedepareceriÍeve¡ente a pnmera vista; pero ¿cuáles
lr \erdrderdhumildad?¿Lade aquelque.habiendopenenadoen los secre'
tosde la cleación,los organizaen una fómula de la que dice con aÍogancra
quees su sislena científico,o la de aquelque reconocesu glo¡iosaafinidad
co¡ el Creadory, con la más plofunda gratilud po¡ tan sublimehelencia'lu-

305
La es¡ructurc de ld teoría de ld eroluciót1

cha por ser un intérpretefidedigno de eseDivino lntelecto con el que sele


ha autorizadoo, rnejot p¡opuesto,confoÍne a las leyesde su ser' entrare!
comunión?>(Pág.8).

Con tanto en juego, sobrela basedel orden natural par¿ la conJianzaeÍ


nüest¡aafinidadcon Dios mismo,la p macíadel fo¡malismotaxonómicoSeneml
sobre el adaptacionismolocal (po¡ muy exquisito que sea) se coúvlerteen un
tema apasionante y de la máxirnarelevancia.La dimensiónhistóricaañirdidapor
Darwin echa¡íapor tie¡¡a el granp¡oyectode Agassizsólo tres mesesdespués de
la publicacióndel Ess¿r), pero debe¡íamos¡ememorai su esfuerzoy valorarsuar-
gumento como, posiblemente,el más noble breviariojamás presentadoparala
cenlralidadde la .i\lemá¡lcaenlrel¡s cienci:r.

LA DICOTOMÍA
EPíOGOSOBRE

Aun reconociendo el intereshislórlcodel conlrdsleenlrePdleyy AtJssiz'


los evolucionistasmodemospodríanp¡eguntarsepor qué 19he dedicadotantoes_
pacio a estetema,en vista de su supuestair¡elevanciapam el debirteactual,po!
dos motivos:a) Paleyy Agassizcompitieronpo¡ haliar la firma de Dios en la na-
turaleza,una emp¡esaque ya no se consideracientífica;,) D¡rwj¡-al9gi..tlqi. q-
peradimensiónhi. tó¡igq qle, a! fracturar1avieja diootomíade forlla,y l!ll9lón,
obsoletos.
hizo' que los términosdel debatequedaran
Ío responderíaque la adiciónde Dalwin, aunquesegurame:rte es ej evento
más impofiantey revolucionariode la historiade la biología,apenasmenoscabÓ
la relevanciade la vieja dicotomía(véanselas pá8i¡as278-287paraun tratamien'
to más completode estepunto) Cono muest¡ala figura 4_3'cualquiermorfolo-
gia atribuldaa la dimensidnht(loricade Darwlnlodaviadebeiuzgar.crccnrsi\a_
mentepor Ia dicotomíaen origen; estoes,todavíatenemosque sabe¡.sila form"a
ancestralsurgiópor adaptacióno por constripción(o po¡ qué propplgiónd9."?lll'
bos polos).Así, puededecirseque la nuevadi¡nensiónde Darwin ¡mPlió el aican"
ce de la dicotomíaal exigir su aplicacióna dos domi¡ios -pasado y preseote-a
la hora de analizarIa basede cualquier¡asgode un o¡ganismovlvo.
La evoluciónno estableceuna diviso¡ia absolutapara todaslas transiclones
en la historiade la biología.Variostemasatraviesa[estagranrevisióncon al€ra'
cionesque sólo afectana susté[ninos y explicacionesLa cont¡oversiaentrefor-
malismoy filncionalismoquizá seala más destacada y Penistentede las cueslio'
nes que ni siquiera ta evolución puede aclarar (o resolve¡ del todo) Paleyy
Agassizpelearonen otro tiempo con gran estilo; Dawkins y Goodwin no pueden
hoy ianzaruna red conceptualtan amplia,o ateso¡artal bdo esliiístico,pe¡o¿m'
bos se han emba¡cadoen el mismo conllicto La cont¡oversiaentrePaleyy Agas_
1r siz \igue siendorelevanleparalos eroluciooislas
1i crite¡io primario de la continuidadgenealógica
de hoJ.cunque'dlo seJporel

Si Paleyy Agassizreplesentanel yin y el yangde la totalidadpaÉ el a¡áüsis


de la fo¡ma, entoncesDa¡win (aunquepodamosverle como un plumlistaqueen'
tendió ambospolos) moldeó su teoríasegúnel yin de Paley,manteniéndose fiela
una tradiciónbritánicade siSlos, y qr¡etodavíacontinúa. Este desequilibrio,y la

306

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