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Carrera de Psicología
Nombre: Michelle Mañay, Eduardo Hernández, Estefany Larco, Allison Mesa, Jeniffer
Uchupanta
Curso: 8”B”
Fecha: 21/05/2018
Buenas Prácticas
Cada Gobierno Local o entidad podrá presentar únicamente una buena práctica en esta
convocatoria.
Las categorías en las que se pueden presentar Buenas Prácticas son:
Planificación
urbana sostenible realizada por la infancia y adolescencia.
Programas eficaces de atención a la infancia y adolescencia más vulnerables.
Estrategias innovadoras de participación infantil y adolescente.
Abordaje de problemas de violencia en los ámbitos educativos y en redes sociales,
espacios comunitarios.
Modelos exitosos de inclusión social ya sea de género, cultural, étnica o
económica.
Campañas efectivas dirigidas a la mejora del bienestar de la infancia y la
adolescencia.
Aplicación de la Agenda 2030 o Agenda Hábitat III en el ámbito local, con un
enfoque de derechos de infancia.
Asociándonos con los valores del Estado de Bienestar, el concepto de buenas prácticas
en el ámbito educativo se refiere a medidas para reforzar las cualidades personales e
individuales y así equilibrar el proceso de cohesión social, debilitando las tasas de fracaso
escolar, abandono, y exclusión educativa. Desde el contexto de la inclusión, se otorga
relevancia a las buenas prácticas con la pretensión de: “ayudar a que los alumnos
desarrollen todo su potencial, adquieran hábitos de trabajo constantes, sean resistentes al
desánimo y logren de ese modo éxito escolar y en la vida”
Por ejemplo, las áreas de enfoque que comprende la política de RSC de Holcim están
enfocadas en la creación de infraestructuras para hacer comunidades habitables sobre
construcción, ampliación, mejoras a viviendas, escuelas, hospitales, calles y carreteras,
edificios públicos y de servicio comunitario, parques, entre otros.
En los últimos 7 años, Holcim Nicaragua S.A. ha invertido en programas de RSC cerca
de un millón de dólares. Para el año 2015, proyectaron más de ciento cincuenta
mil dólares en materia de inversión social directa hacia las comunidades, donde no se
incluyen recursos destinados a mejorar la competitividad de más de 50 familias
propietarias de pequeñas y medianas ferreterías aglutinadas alrededor de la Franquicia
Construmás, en la que invierten cerca de medio millón de dólares anuales, así como los
recursos y equipamiento sobre salud y seguridad de sus colaboradores y proveedores, a
los que se destinaron últimamente US$360,000, según Sáenz.
Puntos de trabajo
Mala práctica, en sentido estricto, es no hacer un acto lícito de una manera apropiada, la
omisión de hacerlo como se debe hacer, mientras que la malversación es hacer un acto
totalmente incorrecto, y no práctica es una omisión de cumplir con una obligación, o un
total descuido del deber. Sin embargo, “mala práctica, a menudo se utiliza sin cuidado,
en el sentido de” malversación “
Por mucho que nos duela decirlo, la competitividad laboral a veces pasa también
por tratar de evidenciar los defectos y puntos frágiles de aquellas otras personas que
te disputan un mismo objetivo profesional.
De paso, si puedes lograr que las excelencias profesionales de los demás pasen
desapercibidas, mejor que mejor. Ya sabemos que es una monumental ‘incorrección
política’, pero la competencia entre personas y empresas es así, literalmente. Y forma
parte de la vida de la dinámica natural de las relaciones entre las personas. No la hemos
inventado nosotros, pero tampoco vamos a caer en el papanatismo ingenuo de negarla o
demonizarla.
Una de las perversiones más frecuentes que genera la competitividad en el seno de las
organizaciones es el Síndrome de Cronos, un conjunto de pérfidas malas prácticas de
liderazgo que sí merece la pena combatir con todo nuestro aliento.
El Síndrome de Cronos engloba un conjunto de acciones que algunos líderes
organizacionales priorizan con el objetivo de anular cualquier tipo de competencia que
pueda proceder de las personas que integran sus equipos. Suele afirmarse que más de
la mitad de las organizaciones padecen esta plaga, independientemente de su naturaleza,
actividad y tamaño.
El líder Cronos suele ocupar puestos relevantes y nadie sabe muy bien cómo ha
llegado allí. Y si lo sabe, prefiere ocultarlo, por su propia supervivencia.
El líder afectado por el Síndrome de Cronos acostumbra a contar con exiguos niveles
en las competencias profesionales más relevantes. No sabe hacer casi nada, ni falta
que le hace.
El jefe Cronos suele mostrarse casi siempre inseguro y desconfiado ante sus
colaboradores. Los percibe como una amenaza y apenas les concede oportunidades
para mostrar públicamente su saber hacer.
El jefe Cronos es enemigo del talento ajeno y envidioso del potencial éxito de las
personas de su equipo. Siempre intentará que nadie le haga sombra y procurará que las
zonas de crecimiento y aprendizaje queden lejos de su territorio.
El líder Cronos habitualmente es autoritario, huraño y con malos modales. En mayor
o en menor medida, utiliza prácticas de mobbing y se sirve del miedo para inhibir
eventual competencia entre los empleados que componen su equipo.
La verdad, el Síndrome de Cronos es una de tantas y tantas enfermedades
organizacionales que nos hacen percibir aspectos negativos en la competitividad y en el
crecimiento profesional. Lamentablemente, representan algunas de las causas más
frecuentes de malestar laboral que no siempre es fácil de afrontar. Ni mucho menos.
Bibliografía
Almendárez, K. J. (24 de Febrero de 2016). Desarrollo en las comunidades tras buenas
prácticas de RSE. Nicaragua, Managua, Nicaragua.
Retacco, M. (2011). El liderazgo de los centros educativos y las buenas prácticas ante el fracaso
escolar y la exclusión social en la comunidad autónoma de Andalucía1. Revista de
Investigación en Educación,, 157-167.