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Al menos cinco tendencias tienen relación con la evolución de las relaciones públicas:

1. el crecimiento de grandes instituciones;

2. la progresiva incidencia de cambios, conflictos y confrontaciones sociales;

3. la mayor concienciación y sofisticación de la gente en todas partes, debido a las innovaciones tecnológicas de
las comunicaciones;

4. la creciente importancia de la opinión pública en el siglo xxi en favor de medios democráticos positivos, así
como la utilización de las relaciones públicas por aquellos que reprimen a otros ('véase la Figura 2.1);

5. el extraordinario crecimiento de Internet y de la World Wide Web, que ha hecho que millones de personas
de todo el mundo sean consumidores inmediatos de comunicaciones ilimitadas..

LOS ORÍGENES

Aunque las modernas relaciones públicas son un fenómeno del siglo xx, sus raíces se remontan más atrás. Los líderes
de cualquier gran sociedad de toda la historia comprendieron la importancia de influir sobre la opinión pública
mediante la persuasión. Por ejemplo, los arqueólogos han descubierto un boletín agrícola en Irak que explicaba a los
granjeros del año 1800 a. C. las últimas técnicas para sembrar, cosechar y regará Cuanto más alimento cultivaran los
granjeros, mejor sería la alimentación de los ciudadanos y más rico sería el país: un buen ejemplo de persuasión
planificada para llegar a un determinado público con un objetivo concreto; en otras palabras: relaciones públicas.
Posteriormente, los griegos otorgaron un gran valor a la capacidad comunicativa. De hecho, los mejores oradores
solían ser elegidos para ocupar posiciones de liderazgo. En ocasiones, algunos políticos llegaron a acudir a los sofistas
(individuos conocidos tanto por su capacidad de razonar como por su retórica) para que les ayudaran a disputar
batallas dialécticas. Los sofistas acudían a los anfiteatros y exaltaban las virtudes de determinados candidatos
políticos. Así, los sofistas sentaron el precedente de los actuales lobbistas, que intentan influir sobre la legislación
utilizando eficaces técnicas de comunicación. Desde los tiempos de los sofistas, la práctica de las relaciones públicas
ha sido un campo de batalla sobre cuestiones éticas. El sofista, el lobbista, o el profesional de las relaciones públicas
¿debería «vender» su talento al mejor postor, independientemente de sus creencias personales, de sus valores y de
su ideología? Cuando los actuales profesionales de las relaciones públicas aceptan representar a un gobierno
represivo en Serbia, o a los simpatizantes de los nazis en Suiza, o cuando representantes públicos republicanos, como
Dick Morris, se cambian de bando para unirse a demócratas destacados como Bill Clinton y posteriormente revelan
secretos confidenciales de la campaña electoral, se plantean problemas éticos que siguen siendo un punto de
atención permanente de las modernas relaciones públicas Los romanos, sobre todo Julio César, también fueron
maestros en el arte de las técnicas de persuasión. Cuando se enfrentaba a una nueva batalla, César solía reclamar el
respaldo del público a través de bandos y apariciones públicas. Análogamente, durante la Primera Guerra Mundial,
un comité especial estadounidense de información pública, denominado Comité Creel, fue creado para canalizar los
sentimientos patrióticos de los americanos en favor del papel estadounidense en la guerra. Apropiándose de la
iniciativa de César, el masivo esfuerzo, escrito y verbal, del comité alcanzó el éxito al liderar el orgullo nacional
respaldando el empeño bélico. Según un joven miembro del Comité Creel, Edward L. Bernays

(que posteriormente ha sido considerado por muchos como el padre de las relaciones públicas), «ésta fue la primera
vez en nuestra historia que se utilizó la información como un arma bélica» Incluso la iglesia católica ha participado en
la creación de las relaciones públicas. En el siglo XVII, bajo el liderazgo del papa Gregorio XV, la Iglesia creó un colegio
de propaganda para «ayudar a propagar la fe». En aquellos tiempos, el término propaganda no tenía una
connotación negativa; la Iglesia simplemente quería informar al público sobre las ventajas del catolicismo. En efecto,
las raíces de las relaciones públicas se adentran en el desarrollo de la propaganda definida de forma neutral'. Hoy en
día, el Papa y otros líderes religiosos mantienen personal de comunicación para llevar a cabo sus relaciones con el
público. En efecto, el director de comunicación del Vaticano ostenta el rango de arzobispo de la Iglesia.

LA PRIMERA EXPERIENCIA AMERICANA

La experiencia americana de las relaciones públicas data de la fundación de la República. La influencia de la opinión
pública, el manejo de las comunicaciones, la persuasión de los individuos a todos los niveles estaban en el centro de
la revolución americana. Los colonos intentaron persuadir al rey Jorge III de que les concediera los mismos derechos
que a los ingleses. La frase «los tributos sin representación son una tiranía» se convirtió en el eslogan de relaciones
públicas para movilizar a sus compatriotas. Cuando el rey Jorge se negó a acceder a las demandas de los colonos,
combinaron la espada y la pluma. Samuel Adams organizó Comités de Correspondencia como una especie de
asociación de prensa revolucionaria para divulgar rápidamente información contra los británicos en todas las
colonias. También organizó acontecimientos para encender el fervor revolucionario, como la Fiesta del Té en Boston,
en la que los colonos, disfrazados de indios, abordaron barcos británicos en el puerto de Boston y tiraron por la
borda cajas de té: el acontecimiento mediático más impresionante que se recuerda antes de la televisión. En efecto,
el precepto de Adams, «Consigue que tu enemigo parezca el malo, y que lo siga pareciendo», es un consejo tan
sólido y persuasivo hoy como lo fue hace más de dos siglos. Thomas Paine, otro pionero profesional de las relaciones
públicas, redactaba folletos periodísticos y ensayos que urgían a los colonos a agruparse. En un ensayo incluido en
sus artículos sobre la crisis, Paine escribió poéticamente: «Éstos son tiempos que ponen a los hombres a prueba. El
valiente soldado y el brillante patriota no se atreverán, en esta crisis, a servir a su país». La gente escuchaba, era
persuadida y emprendía acciones, demostrando así el poder de los primeros comunicadores americanos.

LA POSTERIOR EXPERIENCIA AMERICANA

La creación del documento más importante de la historia de la nación estadounidense, la Constitución, también debe
mucho a las relaciones públicas. Los federalistas, que respaldaban la Constitución, lucharon «con uñas y dientes»
contra los antifederalistas, que se oponían a ella. Su lucha se plasmó en artículos de periódicos, folletos y otros
medios de persuasión en un intento de influir sobre la opinión pública. Para defender la ratificación de la
Constitución, líderes políticos como Alexander Hamilton, James Madison y John Jay se juntaron bajo el seudónimo de
Publius para escribir cartas a los principales periódicos. Esas cartas se compilaron en un documento denominado Bl
federalista, que sigue utilizándose como interpretación de la Constitución. Tras la ratificación, el debate
constitucional continuó, sobre todo respecto al aparente fracaso del documento para proteger las libertades
individuales de los abusos del Gobierno. Reconocido como Padre de la Constitución, Madison redactó la Carta de los
Derechos en 1791, que terminó convirtiéndose en las diez primeras enmiendas de la Constitución. De forma
coherente, la primera de dichas enmiendas salvaguardaba, entre otras cosas, la práctica de las relaciones públicas:
«El Congreso no deberá dictar ninguna ley relativa al establecimiento de una religión, o prohibiendo el ejercicio de la
misma; o limitando la libertad de expresión, o de prensa, o los derechos de las personas para reunirse pacíficamente
y para pedir al Gobierno que repare sus agravios». En otras palabras, la gente tenía el derecho a hablar y a expresar
sus creencias y la libertad de intentar influir sobre las opiniones de los demás. Así se ratificó la práctica de las
relaciones públicas.

EL SIGLO XIX

La práctica de las relaciones públicas siguió afianzándose en el siglo xix. Entre los antecedentes más prominentes,
aunque negativos, de las modernas relaciones públicas se encuentran los agentes de prensa. Los dos más conocidos
(algunos dirían que los más notorios) en este arte fueron Amos Kendall y Phineas T. Barnum, En 1829, el presidente
Andrew Jackson eligió a Kendall, un escritor y periodista que vivía en Kentucky, para trabajar en su administración.
En unas semanas, Kendall pasó a formar parte del «gabinete de cocina» del Viejo Hickory y, finalmente, se convirtió
en uno de los más influyentes ayudantes de Jackson. Kendall realizó absolutamente todas las tareas de relaciones
públicas de la Casa Blanca. Redactó discursos, artículos estatales, mensajes y daba conferencias de prensa. Incluso
realizó encuestas de opinión básicas, por lo que se le considera uno de los primeros usuarios de «la filtración de
noticias». Aunque Kendall suele ser considerado el primer secretario de prensa presidencial, su papel y sus funciones
iban mucho más allá. Una de las iniciativas de más éxito de Kendall en representación de Jackson fue el desarrollo del
periódico de la propia administración, el Globe. Aunque no era inusual que la administración gubernativa publicara
su propio boletín nacional interno, el profundo toque editorial de Kendall refinó el proceso para aumentar su
eficacia. Kendall redactó un comunicado de prensa de Jackson, lo distribuiría para que se publicara en la prensa local,
y después reprodujo el artículo en el Globe para recalcar la popularidad nacional de Jackson. Y, en efecto, la
popularidad permaneció durante todos los años de presidencia de Jackson, siendo gran parte del mérito del asesor
de relaciones públicas del presidente*. La mayoría de los profesionales de las relaciones públicas preferirían no tener
que hablar de P.T. Barnum como pionero de la profesión. Barnum, según algunos, era un charlatán, cuyo lema podría
haber sido: «Engañemos al público». Los defensores sugieren que, aunque Barnum tenía sus defectos, era, no
obstante, respetado en su época como un usuario de las técnicas escritas y verbales de relaciones públicas para
promocionar su museo y su circo. Guste o no, Barnum fue un maestro de la publicity. En el siglo xix, como propietario
de un gran circo, Barnum redactaba artículo tras artículo para su trashumante espectáculo. Bautizó
intencionadamente a sus estrellas con nombres cortos; por ejemplo, Tom Thumb, el enano, y Jenny Lind, la cantante,
de forma que pudiera incluirlos fácilmente en los titulares de las estrechas columnas de los periódicos. Barnum
también organizó extraños acontecimientos, como el matrimonio legal entre la mujer gorda y el hombre delgado,
para conseguir una cobertura gratuita en los periódicos. Y aunque los profesionales de hoy en día reniegan de los
métodos de Barnum, algunos agentes de prensa siguen practicando sus técnicas. No obstante, cuando los
profesionales actuales de las relaciones públicas se lamentan de la gama de granujas y charlatanes que sigue
existiendo en este sector, culpan inevitable y directamente a la fértil mente y a la labia de oro de P. T Barnum.

IVY LEE: EL AUTÉNTICO PADRE DE LAS MODERNAS RELACIONES PÚBLICAS

Ivy Ledbetter Lee era un antiguo periodista de Wall Street que se adentró en el mundo de la publicity en 1903. Lee
no creía ni en el planteamiento de Barnum consistente en engañar al público, ni en la filosofía de Vanderbilt de
despreocuparse del mismo. Para Lee, la clave de la comprensión y la aceptación de una empresa consistía en
informar al público. Lee creía firmemente que la única forma que tenían las empresas para responder a las críticas de
forma convincente consistía en presentar su punto de vista de forma honrada, precisa y verdadera. En vez de
limitarse a aplacar al público, Lee pensaba que la empresa debería luchar por lograr la confianza y buena voluntad
del público. Algunas veces esta misión consistía en buscar soluciones mutuas. En otras ocasiones, podía incluso
implicar que la empresa admitiera haberse equivocado. Contratado por la industria de la antracita en 1906, Lee puso
de manifiesto sus creencias en una declaración de principios dirigida a los directores de periódicos: Ésta no es una
oficina de prensa secreta. Todo nuestro trabajo se hace abiertamente. Pretendemos ofrecer noticias. Pero ésta no es
una agencia de publicidad; si cree que cualquier material que ofrezcamos debería ser competencia de su
departamento, no lo utilice. Nuestro material es fidedigno. Se ofrecerán con prontitud más detalles sobre cualquier
tema tratado y todo director será ayudado con placer para que verifique cualquier hecho... En definitiva, nuestro
plan es ofrecer, franca y abiertamente, en nombre de nuestras preocupaciones empresariales y de las instituciones
públicas, a la prensa y al público de Estados Unidos información precisa y actualizada sobre temas que son
importantes y de interés. En 1914, John D. Rockefeller Jr., patriarca de una de las familias más ricas, vilipendiadas e
incomprendidas de Estados Unidos, contrató a Lee. Como biógrafo de Lee, Ray Eldon Hiebert ha señalado que éste
no resultó tan importante a la hora de cambiar las políticas de Rockefeller como lo fue a la hora de conseguir que el
público le escuchara. Por ejemplo, cuando se censuró a la familia por su papel en la fínalización de una huelga en la
empresa Colorado Fuel and Iron Company, propiedad de Rockefeller, la familia contrató (por recomendación de Lee)
a un experto en relaciones laborales para que determinara las causas de un incidente que había provocado varias
muertes. El resultado de este esfuerzo fue la formación de una junta común de trabajadores y directivos para mediar
en todas las cuestiones planteadas por los trabajadores respecto a los salarios, las horas y las condiciones laborales.
Años después, Rockefeller admitió que el resultado de la huelga en Colorado, en términos de relaciones públicas,
«fue una de las cosas más importantes que le ha ocurrido a la familia Rockefeller». Al trabajar con los Rockefeller,
Lee intentó «humanizarlos», mostrándolos en situaciones de su vida privada, jugando al golf, yendo a misa y
celebrando cumpleaños. Sencillamente, el objetivo de Lee era presentar a los Rockefeller de forma que cualquier
individuo pudiera comprenderlos y apreciarlos. Años más tarde, a pesar de sus críticos, la familia pasó a ser
reconocida como uno de los mejores ejemplos nacionales de filantropía. En efecto, los multimillonarios de hoy en
día, desde Bill Gates hasta Warren Bugget, pasando por Ted Turner, han intentado emular a los Rockefeller en
cuanto a generosidad. Irónicamente, incluso Ivy Lee no pudo escapar del acoso crítico del público. A finales de los
años veinte, se le pidió que actuara como asesor de la empresa matriz de la firma German Dye Trust, que, como se
descubrió posteriormente, era un agente de las políticas de Adolf Hitler. Cuando Lee se dio cuenta de la naturaleza
de las intenciones de Hitler, aconsejó al cártel Dye Trust que intentara alterar las malsanas políticas de Hitler
consistentes en restringir la libertad religiosa y de prensa. Debido a su implicación en el Dye Trust, Lee fue acusado
de traidor y apodado «hiedra venenosa»* por miembros del Congreso que investigaban actividades antiamericanas.
Las calumnias que se vertieron contra él en la prensa rivalizaban con las más beligerantes que se habían lanzado
contra los «barones del robo» A pesar de su desafortunada implicación en el Dye Trust, Ivy Lee es reconocido como
un individuo que introdujo la franqueza y la honradez en las relaciones públicas. Lee, más que nadie antes que él,
transformó el sector de ser una persecución reprobable (es decir, intentar lograr una publicity positiva a cualquier
coste) a constituir disciplina profesional diseñada para lograr la confianza del público mediante comunicaciones
basadas en la franqueza y la verdad.

EL DESARROLLO DE LAS MODERNAS RELACIONES PÚBLICAS

Ivy Lee ayudó a abrir las puertas. Una vez que sentó la idea de que las grandes empresas y los individuos poderosos
tienen la responsabilidad de informar a sus públicos, la práctica empezó a crecer en todos los sectores de la sociedad
americana.
GOBIERNO Durante la Primera Guerra Mundial, el presidente Woodrow Wilson creó el Comité Creel, cuyo nombre
deriva del periodista George Creel. El grupo de Creel, compuesto por los principales periodistas, académicos, agentes
de prensa y otras celebridades de la prensa del país, impulsó un impresionante esfuerzo para movilizar a la opinión
pública para que respaldara los esfuerzos bélicos y para estimular la venta de bonos de guerra mediante anuncios de
los Préstamos por la Libertad (Liberty Loan). No sólo se consiguió fomentar el esfuerzo bélico, sino también el sector
de las relaciones públicas. La nación quedó impresionada por el poder potencial de la publicity como arma para
fomentar el sentimiento y el respaldo nacional. Durante la Segunda Guerra Mundial, las relaciones públicas
recibieron un impulso aún mayor. Con el Comité Creel como precursor, se creó la Oficina de Información de Guerra
para divulgar el mensaje de Estados Unidos en su propio territorio y en el exterior. Bajo la dirección de Elmer Davis,
un periodista veterano, la OWI puso los cimientos de la Agencia de Información estadounidense como la voz de
Norteamérica en el mundo. La Segunda Guerra Mundial también experimentó una trepidante actividad para vender
bonos de guerra, fomentar la moral de quienes se quedaban en la retaguardia, aumentar la producción de las
fábricas y oficinas de la nación y, en general, respaldar el esfuerzo bélico de Estados Unidos tanto como fuera
posible. Se mire como se mire, esta plena ofensiva de relaciones públicas tuvo un éxito indudable. La proliferación de
funcionarios de relaciones públicas durante la Segunda Guerra Mundial provocó un crecimiento del número de
profesionales durante la paz subsiguiente. Una de las razones por las que las empresas consideraron la necesidad de
disponer de profesionales de las relaciones públicas que «hablasen» por ellas fue la actitud más combativa del
presidente Harry Truman hacia muchas de las mayores instituciones del país. Por ejemplo, en una memorable
aparición en radio y televisión el 8 de abril de 1952, el presidente Truman anunció que, como resultado de una
disputa salarial de los sindicatos, «el Gobierno asumiría el control de las instalaciones siderúrgicas». Esta toma de
control de las fábricas siderúrgicas desencadenó una serie de acontecimientos históricos que llegaron al Congreso y a
la Corte Suprema y estimularon una impresionante campaña de relaciones públicas, como nunca se había visto
desde el sector privado.

Definición:

Se llama Relaciones públicas a la rama de la comunicación que se encarga de crear, modificar y/o mantener la
imagen positiva ya sea de una empresa, organización, ente público o privado y fortalecer los vínculos con todos sus
públicos.

1825 Kendell apoya al presidente Jackson en sus campañas políticas (EUA)

1600-1800 Las Relaciones Públicas sirvieron para fomentar la independencia de los colonos, a través de la prensa,
teatro y folletos.

1882 Eaton habla en público de las RRPP.

1870 Se produce la organización de Pacific Rail Road.

1889 Westing-house crea el primer departamento de Relaciones Públicas en EUA.

Siglo XX En EUA comienzan actividades enfocadas en influenciadas en la opinión pública; diseño de campañas
haciendo uso de las RRPP.

19OO En Boston surge la primera firma publicitaria: "The publicity Bereau"


1906 Surge la figura de Ivy Lee como padre de las Relaciones Públicas. Creación de la Agencia Parker & Lee.

1909 La compañía americana de teléfonos y telégrafos presenta un informe en términos de RRPP, dándole
importancia a la disciplina.

1917 El gobierno de Wilson educa la opinión pública norteamericana, hace uso de las RRPP con fines políticos. 1919-
1929

1800-1865 La opinión pública adquiere gran importancia mediante la prensa de masas. Destaca la figura de Edward
Bernays como padre teórico de la profesión, delimitó alcances y funciones de la misma.

1923 Bernays consigue la primera cátedra de RRPP en la Universidad de Nueva York.

1929-1941 Las RRPP cobran gran importancia, tras la Gran Depresión se hace sumamente necesario reivindicar a las
empresas y explicar su contribución al sistema económico.

1946 Con la caída de los regímenes totalitarios europeos, surgen las asociaciones nacionales que agrupan a los
profesionales de las relaciones públicas. La primera de ellas se creó en los Países Bajos.

1948 Gran Bretaña crea el Instituto de Relaciones Públicas.

1950 Surgieron asociaciones en Grecia, Bélgica, Suiza, Italia, España, entre otros países.

1955 Se funda la Asociación Internacional de Relaciones Públicas (IPRA)

1960 Las asociaciones se agrupan en una organización, la Confederación Europea de Relaciones Públicas (CERP) Se
crea la FIARP (Federación Interamericana de Relaciones Públicas), reconocida por la OEA. Se convierte en la
CONFIARP (Confederación Interamericana de Relaciones Públicas) al sumarse España

1984

1963 Se constituye el Centro Colombiano de Relaciones Públicas y Comunicación Organizacional, CECORP, fue
fundado en Medellín en marzo de este año, con el nombre Centro de Relaciones Públicas, CERP. Sus socios
fundadores fueron Maruja Peláez de Johnson, Lucía Molina, Inés Tobón de Viana y Humberto López

1959 Joaquín Maestre y Joan Viñas fundaron la sociedad anónima españolas de las RRPP (AAE)

1998 Presentan proyecto de Ley de Creación del Colegio de Publicitarios Y RRPP de Cataluña.

2001 Natalia Martini crea el 1er Portal de RRPP. Evolución histórica de las Relaciones Públicas. En la actualidad las
RRPP siguen aumentando su valor dentro de las organizaciones, las redes sociales impulsan su desarrollo. Leidy
Janneth Martínez Aguilar 3° RRPP.UAEM Introducción a las Relaciones Públicas

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