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Helena Alvarado.

LA DISLEXIA

CONCEPTO, ETIOLOGÍA Y
SINTOMATOLOGÍA
Helena Alvarado. ©

Helena Alvarado Alonso


Psicóloga Infanto-Juvenil

Fundación Hospitalaria Son Llàtzer –


CREIX. Centre De Desenvolupament Infantil
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CONCEPTO DE DISLEXIA

El término dislexia, etimológicamente significa " cualquier trastorno en la adquisición de


la lecto - escritura ".

La definición generalizada hace referencia a “Un trastorno que se manifiesta por la


dificultad para el aprendizaje de la lectura a pesar de una educación convencional,
una adecuada inteligencia y oportunidades socioculturales. Depende
fundamentalmente de alteraciones cognitivas cuyo origen frecuentemente es
constitucional."

Según el DSM-IV (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) el


término dislexia no queda precisado y pasa a codificarse como Trastorno de lectura. El
niño que es diagnosticado de trastorno de lectura, debe cumplir los siguientes
requisitos:

A. El rendimiento en lectura, medido mediante pruebas de precisión o comprensión


normalizadas y administradas individualmente, se sitúa sustancialmente por
debajo de lo esperado dados la edad cronológica del sujeto, su coeficiente de
inteligencia y la escolaridad propia de su edad.

B. La alteración del Criterio A interfiere significativamente el rendimiento


académico o las actividades de la vida cotidiana que exigen habilidades para la
lectura.

C. Si hay un déficit sensorial, las dificultades para la lectura exceden de las


habitualmente asociadas a él.

Los trastornos del aprendizaje (entre ellos se incluye el trastorno de la lectura –


dislexia-) deben diferenciarse de posibles variaciones normales del rendimiento
académico, así como de dificultades escolares debidas a falta de oportunidad, enseñanza
deficiente o factores culturales.

Una escolarización inadecuada puede dar lugar a resultados deficientes en las pruebas
de rendimiento normalizadas. Los niños procedentes de etnias o culturas distintas de la
cultura escolar predominante o cuya lengua materna no sea la utilizada en la exploración,
junto con los niños que han asistido a escuelas pedagógicamente inadecuadas, pueden
puntuar insuficientemente en las pruebas de rendimiento. Los niños de estos orígenes
también corren más riesgo de absentismo debido a una mayor frecuencia de
enfermedades o al hecho de vivir en ambientes pobres o caóticos.

Una visión o audición alteradas pueden afectar la capacidad de aprendizaje, debiendo


ser investigadas mediante pruebas audiométricas o de agudeza visual. En presencia de
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estos déficit sensoriales, sólo puede diagnosticarse un trastorno de la lectura si las


dificultades de aprendizaje exceden de las habitualmente asociadas a dichos déficit.

En el retraso mental, las dificultades de aprendizaje son proporcionales a la afectación


general de la capacidad intelectual. Sin embargo, en algunos casos de retraso mental
leve, el nivel de rendimiento en lectura, cálculo o expresión escrita se sitúa
significativamente por debajo de los niveles esperados en función de la escolarización y
la gravedad del retraso. En estos casos debe realizarse el diagnóstico adicional
correspondiente al trastorno del aprendizaje adecuado.

El trastorno del cálculo y el trastorno de la expresión escrita con suma frecuencia se


presentan en combinación con el trastorno de la lectura. Cuando se cumplen criterios
para más de un trastorno del aprendizaje, deben diagnosticarse todos.

Otra definición más concreta y menos restrictiva es la del Comité de Dislexia del
Consejo de Salud de los Países Bajos. Según este comité: "La dislexia está presente
cuando la automatización de la identificación de palabras (lectura) y/o la escritura de
palabras no se desarrolla o se desarrolla de forma muy incompleta o con gran dificultad."
(Gersons-Wolfensberger, 1997) . La diferencia principal en esta definición estriba en
que no hace referencia al cociente intelectual, por tanto no excluye a niños con retardo
mental, como se expresa en la definición del DSM IV.
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EXISTE O NO LA DISLEXIA

La existencia de la dislexia ha sido muy cuestionada. Incluso actualmente en algunos


medios, se mantienen actitudes opuestas al uso del término dislexia.

Las críticas se pueden agrupar bajo dos posturas. Por una parte están los que niegan la
misma existencia del trastorno; y por otra los que consideran que existe una continuidad
sin límites claros entre la dificultad severa para la lectura y la normalidad. En este
segundo caso se prefiere utilizar como alternativa al término dislexia, el de Trastorno
Especifico de la Lectura.

Durante la década de los 60, coincidiendo con la corriente antipsiquiátrica y la pedagogía


activa, se minimizaron los aspectos biológicos de la dislexia, bajo una comprensión
psicodinámica o pedagógica de la dificultad lectora. A pesar de la buena intención de
dichas corrientes, no aportaron otra cosa que confusión. Desgraciadamente aun
prevalecen en algunos medios estas ideas. Las corrientes psicoanalíticas, fácilmente se
apuntaron a estas tendencias, considerando la dislexia como un equivalente de un
síntoma neurótico o psicótico, relacionado con conflictos edípicos (Chiland, 1973) . La
causa principal de la dificultad lectora según esta línea de pensamiento estaría en
problemas emocionales.

Otra postura crítica, entre los que consideran que la dislexia no es una entidad
patológica, es la que tiende a atribuir sus causas a problemas pedagógicos, que al incidir
sobre niños con problemas afectivos o "inmaduros", generarían una dificultad severa
para el aprendizaje lector.

Actualmente, la evidencia basada en los estudios de neuroimagen y las investigaciones


genéticas no permiten sustentar estas posturas críticas sobre la existencia de la
dislexia.

La dislexia se ubicaría dentro de un continuo. La formulación del modelo continuo, no


contradice las bases biológicas de la disléxica ni su base genética . Otros trastornos
siguen el mismo modelo de distribución continua. Podemos citar a titulo de ejemplo el
retraso mental o la hipertensión.
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Modelo continuo

Continuum Dislexia - No dislexia

Gráfico extraído de: The neurological basis of developmental dyslexia: an overview and working
hypothesis. Habib M. Cognitive Neurology Laboratory, Department of Neurology, CHU Timone, 13385
Marseille, France. rnp@romarin.univ-aix.fr
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ETIOLOGÍA DE LA DISLEXIA

Podría decirse que la dislexia es un problema para aprender a leer, originado por una
disfunción cerebral mínima, que presentan niños cuya capacidad intelectual es normal y
no presentan otros problemas físicos o psicológicos que puedan explicar dichas
dificultades. Del 5 al 10% de los niños en edad escolar presentan dificultades para
aprender a leer, incluso cuando poseen una inteligencia normal, se desarrollan en un
medio ambiental adecuado y presentan una buena oportunidad escolar.

Al adquirir la competencia para leer construimos sobre bases ya disponibles en el


sistema primario del discurso hablado: la fonología, o estructura del sonido de la lengua
que incluye sílabas y fonemas; la sintaxis, o conjunto de reglas que gobiernan el
ordenamiento secuencial de las palabras en frases y oraciones; y la semántica, o sistema
de significado que se adhiere a las anteriores como una consecuencia de las experiencias
en una variedad de contextos.

Todas las tres dependen de las capacidades y funcionamiento de la memoria a corto y


largo plazo para su desarrollo y refinamiento. Adicionalmente, el puente entre el habla y
la impresión gráfica, o las tareas de establecer las correspondencias entre sonido /
símbolo al comienzo de las trazas para la lectura -no solamente desde las competencias
fonológicas y la memoria-, también dependen del descubrimiento de que las palabras
están hechas de partes muy pequeñas y aislables. Este conocimiento es a menudo
referido como segmentación auditiva que es un aspecto de la conciencia metalingüística.

Las teorías actuales indican que los niños que presentan dislexia tienen una alteración en
el procesamiento fonológico, es decir, muestran claros problemas establecer una
correspondencia entre grafemas y fonemas (unidades sonoras más pequeñas en las que
se puede descomponer una palabra, así como la identificación de secuencias con un
significado que han sido almacenadas en el cerebro (morfemas). Los nuevos métodos
reeducativos basados en esta teoría y aplicando una intervención multisensorial están
teniendo gran éxito. En las publicaciones más recientes se hace énfasis en el carácter
unitario de las dislexias, atribuyendo al fallo fonológico la base patogénica de las
dislexias (Shaywitz, 1998) y (Swank LK, 1999) y obviando las teorías que diferenciaban
tipos de dislexia. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no encontraremos dos
disléxicos iguales.
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CARACTERÍSTICAS DEL NIÑO DISLÉXICO

CARACTERÍSTICAS PEDAGOGICAS

Las manifestaciones escolares de la dislexia aparecen concretamente en las materias


básicas de lectura y escritura, con una proyección en el cálculo.

Según el nivel en que se encuentre, el niño presentará una serie de características que
detallaré a continuación. Así, podemos distinguir tres niveles de evolución:

Primer nivel : Niños de 4 a 6 años

Esta etapa corresponde a la etapa infantil, en la que el niño se inicia en la adquisición de


la lecto-escritura. Los trastornos que se dan en ellos denotan predisposición a la dislexia
y se actualizarán más tarde, en el nivel posterior.

Estos trastornos se refieren principalmente a la esfera del lenguaje. Algunos de los más
importantes son :

- Dislalias. Dificultades expresivas.


- Omisiones de fonemas, principalmente en las sílabas compuestas o inversas.Por
ejemplo, el niño dice " bazo " por "brazo ".
- Confusiones de fonemas dentro de una sílaba o de sílabas en una palabra.Por
ejemplo "pardo" por "prado".
- Pobreza de vocabulario y expresión verbal baja. Retraso en el lenguaje
- Confusión de palabras que tienen una pronunciación similar

Otros trastornos son:

- Retraso en la estructuración y conocimiento del esquema corporal.


- Dificultades sensoperceptivas en la distinción de colores, formas, tamaños,
posiciones, etc.
- Dificultad para identificar las letras.
- Dificultad para identificar los sonidos asociados a las letras.
- Torpeza motriz, poca habilidad grafo-manual
- Movimientos gráficos invertidos
- Escritura en espejo de letras y números al finalizar esta etapa.
- Historia familiar de problemas de lecto-escritura.
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Segundo nivel . Niños de 6 a 9 años.

Esta etapa corresponde con los primeros años de la escolaridad obligatoria. Es entonces
cuando el niño comienza a adquirir la técnica lecto-escritora y cuando el niño disléxico
encuentra mayor numero de dificultades. Las principales manifestaciones de la dislexia
son

a.- Trastornos en el lenguaje :

- Inversiones y confusiones de fonemas


- Expresión verbal pobre
- Dificultad para aprender nuevos vocablos

b.- Trastornos de lectura

- En las letras se producen confusiones, especialmente entre las que tienen cierta
similitud morfológica o fonética; También se da omisión o supresión de letras, al final de
la palabra y en sílabas compuestas, principalmente.

- En las sílabas, se dan inversiones , cambio del orden de las letras en una sílaba directa,
inversa o compuesta, cambio del orden de las sílabas en una palabra , también se dan
reiteraciones y omisiones silábicas aunque menos frecuentemente.

- En las palabras podemos encontrar omisiones y reiteraciones, y sustituciones de una


palabra por otra que empieza por la misma sílaba o tiene un sonido parecido ( lagarto,
legarto ).

Otros aspectos generales son:

- Falta de ritmo en la lectura


- Lentitud
- Respiración sincrónica
- Los signos de puntuación no están marcados
- Saltos de línea o repetición no están marcados
- Saltos de línea o repetición de la misma línea
- Lectura mecánica no comprensiva

c.- Trastornos en la escritura:

- Escritura en espejo de letras sueltas


- Escritura continuada en dirección derecha izquierda
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- Números o letras bien realizados pero con movimientos de base alterados o hecho con
trazos sueltos
- Confusiones de letras semejantes en su forma o en su sonido (el drigo por el trigo)
- Omisiones de letras, sílabas o palabras
- Mezcla de mayúsculas con minúsculas
- Inversiones de letras, sílabas o palabras, principalmente sílabas inversas o compuestas
- Reiteraciones de letras o sílabas ( el pperro larra )
- Dificultad para separar los elementos que componen la frase
- Escritura confusa
- Mala elaboración de frases

En general, se aprecia:

- Torpeza y coordinación manual baja


- Postura inadecuada del niño y del papel
- Tonicidad alterada, por exceso o por defecto
- Lentitud.

En los zurdos estos aspectos aparecen más alterados.

Tercer nivel : niños mayores de 9 años

Es necesario tener en cuenta distintos factores en la caracterización del niño disléxico


de esta edad: el nivel mental, la gravedad de la dislexia y realizar un diagnóstico precoz
con la reeducación adecuada.

Las principales manifestaciones son:

a.- En el lenguaje:

- Dificultad para elaborar y estructurar correctamente la frase


- Dificultad para expresarse en términos precisos
- Dificultad en el uso adecuado de los tiempos verbales
- Pobreza de expresión
- Baja comprensión verbal

b.- En la lectura:

- La lectura suele ser vacilante y mecánica ya que el niño no abstrae el significado de las
palabras sino que intenta descifrarla únicamente
- La lectura silenciosa puede ser comprensiva, pero cuando es en voz alta la dificultad de
comprensión aumenta
- Dificultad en el manejo del diccionario por su ortografía deficiente y la dificultad en la
ordenación alfabética de las letras.
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c.- En la escritura :

- Torpeza motriz, agarrotamiento y cansancio muscular - La caligrafía es irregular y


poco elaborada. Se observan letras poco diferenciadas.
- Ortografía deficiente.
- Confusión de letras, inversiones, reiteraciones, etc.
- Dificultad para ordenar frases, puntuar correctamente y expresarse con los términos
adecuados al hacer una redacción.

La dislexia puede tener proyección en otras áreas del aprendizaje. Las más importantes
son el Cálculo, la Geografía-Historia y los idiomas.

En resumen, podemos afirmar que en el niño disléxico aparecen los siguientes trastornos
específicos:

- Mala lateralización
- Trastornos psicomotrices
- Trastornos perceptivos
- Alteraciones del lenguaje

A pesar de que la dislexia afecta específicamente la lectura y la escritura, los niños


disléxicos tendrán dificultades en otras áreas:

- Dificultades de cálculo, sumas y restas.


- Dificultades para multiplicar y dividir, no automatizan. Será necesario enseñarles el
uso de la calculadora.
- Los números romanos y por tanto los siglos (en C. Sociales) serán terroríficos
- Dificultades en contar en sentido inverso
- En operaciones combinadas generalizan la primera o no saben como continuar por
problemas de memoria inmediata
- Dificultades en resolución de problemas, potencias, etc. sin calculadora.
- Mejor el reloj digital que el de agujas
- A la hora de copiar enunciados en la pizarra muestran lentitud, problemas de
organización del espacio. Se olvidan de apuntar cosas.
- Agendas sucias y descuidadas.
- Trabajos inacabados. Les lleva mucho más tiempo hacer los deberes en casa. Con
frecuencia los padres se sienten desbordados ante esta situación
- Los libros de lectura obligatoria se les acumulan
- Se defienden mejor ante exámenes orales que escritos.
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- Siempre serán inseguros cuando deban leer o escribir


- Con frecuencia dicen “no se” y hace falta reforzarlos positivamente.

NOTA: Un niño disléxico no tiene todos los síntomas referidos. Se producen variaciones
en cada caso, dado que no encontraremos dos disléxicos iguales.
CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS

Los niños con trastornos del aprendizaje en general, y con dislexia en particular, corren
el peligro de presentar alteraciones en su vida afectiva como consecuencia de los
continuos fracasos que experimentan tanto en el ámbito escolar como en sus actividades
de la vida cotidiana, que incluye continuamente acciones o tareas propias del dominio de
sus dificultades.

El niño disléxico fracasa en el colegio y recibe de una manera continuada, directa o


indirectamente, de manera pasiva o activa, mensajes verbales y valoraciones negativas
del entorno escolar, social y familiar, es decir, de todos los ámbitos donde el niño se
encuentra inmerso. Poco a poco se va a ir concienciando de su incapacidad para superar
los obstáculos que se le presentan a diario, no pudiendo, a pesar de su esfuerzo, salir
adelante.

Esta situación de fracaso continuado perdura en el tiempo, y al no recibir la ayuda


adecuada en el sistema escolar, pierde la motivación hacia el aprendizaje, y lentamente
desarrollará un sentimiento de inseguridad hacia sí mismo y hacia sus capacidades. Su
desconfianza en ser capaz de hacer algo se generalizará a otras actividades de tipo
extraescolar, afectando a todos los ámbitos de su vida.

Se produce, en consecuencia, una espiral de fracaso, un círculo vicioso, puesto que el


miedo al fracaso que experimenta le lleva a una reducción de su productividad por
inseguridad y como evitación de la constatación de sus dificultades, no se enfrenta a los
nuevos aprendizajes, aconteciéndose un fracaso real y secundariamente la constatación
del miedo al fracaso del principio.

A partir de aquí se pueden desencadenar problemas emocionales y/o conductuales tales


como ansiedad, en cualquiera de sus formas, manifestada más habitualmente en
problemas en la alimentación (disminución o aumento del apetito) o el sueño (insomnio,
pesadillas...) o somatizaciones, es decir, molestias o dolores corporales fruto de la
tensión psíquica vivida (cefaleas, vómitos, abdominalgias...), sintomatología depresiva
(sentimientos de fracaso, inseguridad, dificultades escolares, tristeza, labilidad
emocional, cambios bruscos de humor...), trastornos relacionales secundarios su pobre
autoconcepto, apareciendo dificultades en la interacción con sus compañeros, y
trastornos en el comportamiento manifiesta a través de una conducta perturbadora de
compensación de tipo agresiva o provocadora, como mecanismo de defensa ineficaz.
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Si el fracaso perdura en el tiempo y se repite de manera recurrente, como suele


suceder, el daño en la autoestima se irá incrementando paulatinamente. El niño se
desmotiva, se descorazona, se repliega en sí mismo y pierde el interés por los otros
niños del grupo puesto que su nivel de competencia es muy inferior al modelo escolar
establecido. Se margina de la clase. A mayor número de fracasos, las sanciones y las
reprimendas aumentarán, así como la sensación del niño de ser incapaz y de pensar “no
valgo nada”.

Si el trastorno no se detecta adecuadamente y se trata a tiempo, el problema puede


aumentar y complicarse rápidamente. Es por tanto indispensable un diagnóstico precoz
tanto para superar con éxito la educación reglada y reducir el retraso en los
aprendizajes como para evitar la afectación emocional lo máximo posible.

Helena Alvarado Alonso


Psicóloga Infanto-Juvenil Col. B-1080
Logopeda
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terrelena@terra.es
Fundación Hospitalaria Son Llàtzer
halvarado@fhsonllatzer.org

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