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Magistrado Ponente:
ALBERTO ROJAS RÍOS
SENTENCIA
2. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de San Gil -Sala Civil Familia
Laboral-, el 21 de abril de 2016, confirmatorio de la sentencia proferida por el
Juzgado Segundo Civil del Circuito de Socorro –Santander-, el 09 de marzo de
2016, que denegó la protección reclamada en el marco de la acción de tutela
instaurada por el Incoder contra el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de
Oiba –Santander- (T-5.681.095).
I. ANTECEDENTES
1 Integrada por las Magistradas María Victoria Calle Correa y Gloria Stella Ortiz Delgado.
2 Visible a folios 3 a 18 del cuaderno de revisión respectivo.
3 Visible a folios 3 a 7, 4 a 8 y 3 a 7 de los cuadernos de revisión respectivos.
4 Visible a folios 3 a 8 del cuaderno de revisión respectivo.
El Incoder formuló por separado acciones de tutela contra el Juzgado
Promiscuo Municipal de Aquitania –Boyacá- (T-5.658.066), el Juzgado
Segundo Promiscuo Municipal de Oiba –Santander- (T-5.681.095), el Juzgado
Promiscuo Municipal de Tasco –Boyacá- (T-5.692.672), el Juzgado Promiscuo
Municipal de Macaravita –Santander- (T-5.692.762), y el Juzgado Promiscuo
del Circuito de San Martín de los Llanos -Meta- (T-5.696.221), el 29 de
octubre 2015, el 18 de febrero 2016, el 15 de diciembre de 2015, el 17 de
marzo de 2016 y el 18 de diciembre de 2015, respectivamente, por considerar
vulnerado su derecho fundamental al debido proceso.
5 En atención a que en los cinco escritos de tutela se narran hechos y formulan pretensiones idénticas, para
mejor proveer e ilustración, se hará un compendio de los mismos a fin de establecer una situación fáctica
común para los asuntos acumulados. Seguidamente, se continuará con el desarrollo de los demás aspectos
relacionados con los antecedentes, para lo cual, se abordarán de manera independiente cada uno de los
expedientes acumulados.
pertenencia radicadas bajo los Nº 2013-00073, 2014-00079-00, 2014-00036-
00, 2013-0005 y 2012-00182-00, respectivamente, las cuales fueron
formuladas por algunos ciudadanos en contra de personas indeterminadas, a fin
de que se declarara a su favor la pertenencia por prescripción adquisitiva del
derecho real de dominio de unos inmuebles rurales sobre los cuales han
ejercido posesión.
(i) Defecto fáctico, toda vez que “no se consideró el indicio que revelaba que
el bien no presentaba inscripción de ninguna persona como titular de derechos
reales sobre el predio o carecía de titulares inscritos y sus falsas tradiciones
como elemento verosímil que podría inferir que el predio corresponde a un
7.2. Y por otro, con los Oficios del 11 de febrero de 2016 y 14 de julio de 2015,
en los cuales, el Registrador Seccional de Instrumentos Públicos de Málaga
(Santander) y el Coordinador del Fondo para la Reparación de las Víctimas
informaron acerca de unas presuntas irregularidades de orden registral de los
predios: “Olinda” y “El Agrado I”, “El Agrado II” y “El Agrado III”,
respectivamente, en atención a lo que se ordenó en las sentencias que
profirieron el Juzgado Promiscuo Municipal de Macaravita (Santander) y el
Juzgado Promiscuo del Circuito de San Martín de los Llanos (Meta), dentro de
los trámites de pertenencia Nº 2013-0005 y 2012-00182-00, respectivamente.
8. Con base en los anteriores hechos, el Incoder solicita que: (i) se ampare el
derecho fundamental al debido proceso; (ii) se declaren nulos de pleno derecho
los procesos declarativos de pertenencia tramitados por los operadores
judiciales accionados, cuyos radicados corresponden a 2013-00073, 2014-
00079-00, 2014-00036-00, 2013-0005 y 2012-00182-00, respectivamente; y
(iii) se revoquen o dejen sin efecto las sentencias proferidas dentro de los
referidos procesos ordinarios.
Presunta
Fecha de causal
Proceso
Autoridad la específica de
declarativo
Expediente judicial providenci procedencia
de
accionada a judicial de tutela
pertenencia
censurada contra
sentencia
Juzgado Defectos
Promiscuo fáctico,
T- 25 de junio
Municipal de 2013-00073 orgánico y
5.658.066 de 2015
Aquitania sustantivo
(Boyacá)
Juzgado Segundo Defectos
11 de
T- Promiscuo 2014-00079- fáctico,
noviembre
5.681.095 Municipal de 00 orgánico y
de 2015
Oiba (Santander) sustantivo
Juzgado Defectos
T- Promiscuo 2014-00036- 23 de abril fáctico,
5.692.672 Municipal de 00 de 2015 orgánico y
Tasco (Boyacá) sustantivo
Juzgado Defectos
Promiscuo fáctico,
T- 14 de abril
Municipal de 2013-0005 orgánico y
5.692.762 de 2015
Macaravita sustantivo
(Santander)
Juzgado Defectos
Promiscuo del fáctico,
T- 2012-00182- 28 de enero
Circuito de San orgánico y
5.696.221 00 de 2014
Martín de los sustantivo
Llanos (Meta)
A. Expediente T-5.658.06610
Actuación procesal
10 Tutela instaurada por el Incoder contra el Juzgado Promiscuo Municipal de Aquitania (Boyacá).
11 Folio 15 del cuaderno inicial respectivo.
12 Folios 28 a 35 ibídem.
13 Folio 96 ib..
que dicha entidad también había sido vinculada al proceso ordinario de
pertenencia14.
Impugnación
14 Esta determinación se debió a las vicisitudes procesales que a continuación se sintetizan. Mediante fallo
del 17 de noviembre de 2015, el Juzgado Primero Civil del Circuito de Sogamoso negó la acción de tutela.
Inconforme, el Incoder impugnó esa decisión el 18 de noviembre de 2015. En providencia del 22 de enero de
2016, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Rosa de Viterbo -Sala Única- decretó la nulidad de
todo lo actuado a partir de la sentencia proferida el 17 de noviembre de 2015, toda vez que no se había
vinculado a la Procuraduría Judicial Agraria y Ambiental de Boyacá, en su calidad de vinculado dentro del
proceso declarativo de pertenencia.
15 Folios 111 a 116 del cuaderno inicial respectivo.
16 Folios 120 a 126 ibídem.
17 Folios 136 a 147 ib..
18 Folios 16 a 26 del cuaderno Nº 4 respectivo.
B. Expediente T-5.681.09519
Actuación procesal
1. Por auto22 del 25 de febrero de 2016, el Juzgado Segundo Civil del Circuito
de Socorro (Santander) dispuso: (i) admitir la solicitud de amparo, (ii) correr
traslado al juzgado demandado para que ejerciera su derecho de defensa y (iii)
vincular a la Superintendencia de Notariado y Registro y a los ciudadanos
Lelio Forero Tovar y Teresa Ardila Pinzón, estos últimos como parte
demandante dentro del trámite de pertenencia N° 2014-00079-00, para que se
pronunciaran al respecto.
19 Tutela promovida por el Incoder contra el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de Oiba (Santander).
20 Folios 12 a 24 del cuaderno inicial respectivo.
21 Folios 9 a 11 ibídem.
22 Folios 34 a 36 ib..
23 Folios 185 a 196 ib..
Sentencia de primera instancia
Mediante sentencia24 del nueve (9) de marzo de dos mil dieciséis (2016), el
Juzgado Segundo Civil del Circuito de Socorro (Santander) denegó la
protección solicitada al aducir simplemente razones de improcedencia.
Impugnación
El Tribunal Superior del Distrito Judicial de San Gil -Sala Civil Familia
Laboral de Decisión-, en fallo26 del veintiuno (21) de abril de dos mil dieciséis
(2016), confirmó la sentencia impugnada bajo los mismos argumentos de
improcedencia.
C. Expediente T-5.692.67227
Actuación procesal
31 Folios 63 a 66 ib..
32 Folios 68 a 73 ib..
33 Folio 129 ib..
34 Ello se produjo por lo siguiente: Mediante fallo del 21 de enero de 2016, el Juzgado Promiscuo del
Circuito de Paz de Río (Boyacá) concedió el amparo pedido. Inconformes, el juzgado accionado y los
ciudadanos involucrados impugnaron esa decisión. En providencia del 9 de febrero de 2016, el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Santa Rosa de Viterbo -Sala Única- decretó la nulidad de todo lo actuado a
partir de la sentencia del 21 de enero de 2016, por cuanto no se habían vinculado a la Procuraduría Judicial
Agraria y Ambiental de Boyacá, a la Superintendencia de Notariado y Registro, a la Oficina de Registro de
Instrumentos Públicos de Socha (Boyacá) y al Curador Ad-litem de las personas indeterminadas.
Sentencia de primera instancia
Impugnación
Mediante providencia37 del veintiocho (28) de abril de dos mil dieciséis (2016),
el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Rosa de Viterbo -Sala Única-
revocó el fallo impugnado y, en su lugar, denegó por improcedente el amparo
pedido al estimar incumplido el presupuesto de subsidiariedad, toda vez que el
Incoder no hizo uso del recurso extraordinario de revisión para obtener la
salvaguarda de sus derechos.
D. Expediente T-5.692.76238
Actuación procesal
40 Folios 42 y 43 ibídem.
41 Folios 25 a 27 ib..
2.5. El Coordinador del Grupo de Procesos Judiciales de la Oficina Asesora
Jurídica del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural allegó escrito el 08 de
abril de 2016, para solicitar que se tenga como coadyuvante a dicho Ministerio
en los términos de la protección iusfundamental pretendida por el demandante.
Mediante sentencia42 del doce (12) de abril de dos mil dieciséis (2016), el
Juzgado Promiscuo del Circuito de Málaga (Santander) declaró improcedente
la acción de tutela al considerar incumplido el presupuesto de subsidiariedad,
ante la existencia de otros mecanismos de defensa judicial. Dicha decisión no
fue objeto de impugnación.
E. Expediente T-5.696.22143
Actuación procesal
2. Por auto49 del 20 de abril de 2016, el Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Villavicencio -Sala Civil- vinculó al Fondo de la Unidad Administrativa
Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas, al Coordinador del
Fondo para la Reparación de Víctimas de la Unidad para la Atención y
Reparación Integral a las Víctimas, a la Unidad Administrativa Especial de
Gestión de Restitución de Tierras Despojadas y a la Unidad para la Atención y
Reparación Integral a las Víctimas, para que se pronunciaran en relación con
los hechos de la tutela50.
Impugnación
60 Folios 166 a 171 del cuaderno de revisión del expediente principal T-5.658.066.
61 Folios 190 a 193 ibídem.
62 Conformada en ese entonces por la Magistrada María Victoria Calle Correa y los Magistrados Luis
Ernesto Vargas Silva y Alberto Rojas Ríos.
63 Sala de Selección de Tutelas de turno, integrada por los Magistrados Luis Ernesto Vargas Silva y
Alejandro Linares Cantillo.
64 Folios 197 a 199 del cuaderno de revisión del expediente principal T-5.658.066.
proferido por la Sala Octava de Revisión el siete (07) de diciembre de dos mil
dieciséis (2016), a la presidencia de la Corte Constitucional para que sea
considerado en la Sala Plena de este tribunal.”65
De lo anterior se desprende que una Sala de Selección de Tutelas no tiene la competencia para pronunciarse
sobre un expediente que no corresponda al rango asignado; menos aún si sobre dicho asunto otra Sala de
Selección anteriormente había adoptado una decisión acerca de su eventual revisión. (..)
Acorde con las consideraciones expuestas, la Sala de Selección de Tutelas Número Doce enviará a la Sala
Plena de la Corte Constitucional el auto proferido por la Sala Octava de Revisión el siete (7) de diciembre de
dos mil dieciséis (2016) para que, haciendo uso de su atribución de intérprete del Reglamento de la Corte
Constitucional (literal t del artículo 5º del Acuerdo 02 de 2015), se pronuncie sobre la competencia que
tendría una Sala de Selección de Tutelas para dejar sin efectos la selección de un asunto efectuado por otra
Sala y señale el trámite que debe surtirse.”
66 Allegado en dos ejemplares, original y copia del mismo. El original consta de 206 folios y está visible a
folios 214 a 421 del cuaderno de revisión del expediente principal T-5.658.066. La copia consta de 207 folios
y se encuentra visible a folios 31 a 237 del cuaderno de revisión del expediente T-5.696.221.
de Justicia -Sala de Casación Civil-, el 24 de febrero de 2017, que amparó los
derechos fundamentales del Incoder, para en su lugar, denegar por
improcedente la protección reclamada por dicho instituto, al estimar
incumplidos los presupuestos de subsidiariedad e inmediatez. Tal petición se
entenderá resuelta con la decisión de fondo que se adopte en la presente
decisión.
1. Competencia
Relevancia constitucional
13. La Sala encuentra cumplido este presupuesto, toda vez que el entonces
Incoder no contaba con otros mecanismos judiciales para cuestionar los
respectivos fallos declaratorios de pertenencia proferidos por cada uno de los
juzgados accionados y, de esta manera, reclamar la protección efectiva de su
derecho fundamental al debido proceso a la luz de la situación fáctica que dio
lugar a este caso de acumulación. Veamos.
Según lo previsto en la Ley 160 de 1994 (art. 48), Decreto 2663 de 1994,
Decreto 1465 de 2013 y Decreto 1071 de 2015, esas dos figuras jurídicas han
sido instituidas como procedimientos administrativos especiales agrarios71 con
el objeto de “clarificar la situación jurídica de las tierras desde el punto de
69 “Constitución Política, preámbulo.”
70 Sentencia T-488 de 2014.
71 Así lo disponen el título 19 y los artículos 2.14.19.1.1. y 2.14.19.1.2. del Decreto 1071 de 2015:
“TÍTULO 19 PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS ESPECIALES AGRARIOS DE CLARIFICACIÓN DE LA PROPIEDAD,
DELIMITACIÓN O DESLINDE DE LAS TIERRAS DE LA NACIÓN, EXTINCIÓN DEL DERECHO DE DOMINIO,
RECUPERACIÓN DE BALDÍOS INDEBIDAMENTE OCUPADOS O APROPIADOS, REVERSIÓN DE BALDÍOS ADJUDICADOS
Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES
ARTÍCULO 2.14.19.1.1. Objeto. El presente título regula los siguientes procedimientos administrativos de competencia del Instituto
Colombiano de Desarrollo Rural - INCODER, de conformidad con Ley 160 de 1994:
PROCEDIMIENTOS AGRARIOS
1. Extinción del derecho de dominio privado, por incumplimiento de la función social o ecológica de la propiedad.
2. Recuperación de baldíos en los casos de indebida ocupación o apropiación por particulares, con el fin de restituirlos al patrimonio del
Estado.
3. Clarificación de la situación de las tierras desde el punto de vista de su propiedad, para identificar las que pertenecen al Estado y
facilitar el saneamiento de la propiedad privada.
4. Deslinde o delimitación de las tierras que pertenecen a la Nación de las de propiedad privada de particulares.
5. Reversión de baldíos adjudicados, por violación de normas ambientales, cultivos ilícitos o incumplimiento de obligaciones y
condiciones bajo las cuales fueron adjudicados.
6. Revocatoria de los actos administrativos de carácter particular y concreto que han adjudicado baldíos de la Nación.
ARTÍCULO 2.14.19.1.2. Inicio de los procedimientos agrarios. Los procedimientos agrarios regulados en este título se podrán
adelantar de oficio o a solicitud de los procuradores agrarios, de cualquier entidad pública, de las comunidades u organizaciones
campesinas o de cualquier persona natural o jurídica, quienes podrán intervenir en el procedimiento iniciado.”
vista de la propiedad, para identificar si han salido o no del dominio del
Estado y facilitar el saneamiento de la propiedad privada”,72 y “recuperar y
restituir al patrimonio del Estado las tierras baldías adjudicables, las
inadjudicables y las demás de propiedad de la Nación, que se encuentren
indebidamente ocupadas por los particulares”,73 respectivamente.
15. Esta Sala tampoco comparte que la mayoría de los jueces de instancias de
los trámites tutelares hayan denegado por improcedente el amparo solicitado, al
estimar incumplido el requisito de subsidiariedad en el entendido de que el
Incoder no hizo uso del recurso extraordinario de revisión para obtener la
salvaguarda de sus intereses. Tal posición se sustenta en las razones que a
continuación se exponen:
15.2. Cabe aclarar que las decisiones judiciales aquí cuestionadas se adoptaron
con ocasión de procesos de pertenencia que fueron promovidos durante la
vigencia del entonces Código de Procedimiento Civil, por lo que resulta
necesario observar bajo ese régimen legal lo atinente a la mencionada
herramienta judicial.
El artículo 379 del referido cuerpo normativo prevé que “el recurso
extraordinario de revisión procede contra las sentencias ejecutoriadas de la
Corte Suprema, los tribunales superiores, los jueces de circuito, municipales y
de menores.”
74 Corte Suprema de Justicia-Sala de Casación Civil-, 18 de julio de 1974, G.J. CXLVIII, p. 180.
3. Haberse basado la sentencia en declaraciones de personas que fueron
condenadas por falso testimonio en razón de ellas.
15.5. El artículo 625 (numeral 1, literal c) del Código General del Proceso
estatuye que en los trámites ordinarios de mayor cuantía que se encontraran en
curso al momento de entrar a regir la nueva normativa procesal, y ya se hubiere
surtido la etapa de alegatos y estuviere pendiente de fallo, el juez lo dictará con
fundamento en la legislación anterior y, proferida la sentencia, el proceso se
tramitará conforme a la nueva legislación. No obstante ello, otra vez
observadas las causales de procedencia del recurso extraordinario de revisión
previstas tanto en el entonces Código de Procedimiento Civil, así como en el
hoy vigente Código General del Proceso, la Sala encuentra que son las mismas
y están señaladas de manera taxativa, por lo que se ratifica la ajenidad de cada
una de ellas con el reclamo iusfundamental que originó el presente caso tutelar
de acumulación.
6. En el auto admisorio se ordenará, cuando fuere pertinente, la inscripción de la demanda. Igualmente se ordenará el
emplazamiento de las personas que se crean con derechos sobre el respectivo bien, en la forma establecida en el numeral
siguiente.
En el caso de inmuebles, en el auto admisorio se ordenará informar de la existencia del proceso a la Superintendencia de
Notariado y Registro, al Instituto Colombiano para el Desarrollo Rural (Incoder), a la Unidad Administrativa Especial
de Atención y Reparación Integral a Víctimas y al Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) para que, si lo
consideran pertinente, hagan las manifestaciones a que hubiere lugar en el ámbito de sus funciones. (…).”
con el propósito de verificar si el Incoder realmente tuvo a su alcance los
mecanismos judiciales habidos en el marco del proceso declarativo de
pertenencia tramitado con el radicado Nº 2014-00079-00.
17.2. En fallo77 del 9 de marzo de 2016, el Juzgado Segundo Civil del Circuito
de Socorro –Santander- denegó la protección solicitada al aducir razones de
improcedencia. Expuso que “habiendo sido debidamente notificado de dicha
actuación procesal el aquí actor no cumplió con lo de su cargo y no ejerció los
derechos que tenía allí al interior de dicha actuación procesal y ahora
pretende que su omisión sea zanjada con un amparo o acción de tutela,
alegatos (SIC) defectos sustanciales y fácticos, amparo que en el caso concreto
no resulta procedente, pues como ya se ha dicho, en la actuación judicial
surtida por el accionado el aquí actor habiendo sido debidamente citado, tuvo
toda la oportunidad de intervenir, oponerse, controvertir las decisiones y en fin
cumplir con lo de su cargo en aras de los derechos que dice representar.”
18.5. Por auto84 del 11 de julio de 2014, el funcionario judicial designó a los
curadores ad litem de las personas indeterminadas.
82 Folio 22 ib..
83 Folios 24 y 25 ib..
84 Folio 41 ib..
85 Folio 50 y 51 ib..
86 Folios 53 a 61 ib..
87 Folio 68 ib..
88 Folio 69 ib..
89 Folio 70 ib..
Oiba –Santander- que esa dependencia “remitió su solicitud al nivel central del
Incoder, el día 21 de Julio de 2015, para que dentro del ámbito de sus
competencias, de respuesta a la información requerida; lo anterior teniendo en
cuenta que de acuerdo a lo establecido en el artículo 2 de la Resolución 0084
de 2010, la representación judicial de la entidad se encuentra en la Dirección
General del Incoder.”
19. De conformidad con lo establecido en los artículos 313 a 320 del Código de
Procedimiento Civil, la Sala advierte que el Incoder nunca tuvo a su alcance el
ejercicio de los mecanismos judiciales habidos dentro del proceso declarativo
de pertenencia en comentario, toda vez que el Juzgado Segundo Promiscuo
Municipal de Oiba –Santander- notificó indebidamente a ese instituto del auto
de traslado de la demanda.
19.2. A la luz de ese escenario se pueden extraer las siguientes premisas: (i) el
Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de Oiba –Santander- no hizo saber al
Incoder, con las formalidades prescritas en el Código de Procedimiento
Civil, del auto que confirió traslado de la demanda y de sus anexos y del auto
con el cual procedió a vincularlo al trámite de pertenencia en el extremo
pasivo; (ii) en ese orden, tales providencias nunca produjeron efectos respecto
de esa entidad; (iii) lo cual implicó que para el Incoder resultaba inoponible lo
90 Folios 84 a 96 ib..
91 “ARTÍCULO 314. Procedencia de la notificación personal. Deberán hacerse personalmente las siguientes
notificaciones:
1. Al demandado o a su representante o apoderado judicial, la del auto que confiere traslado de la demanda o que libra
mandamiento ejecutivo, y en general la de la primera providencia que se dicte en todo proceso.
2. La primera que deba hacerse a terceros.
3. A los funcionarios públicos en su carácter de tales, la del auto que los cite al proceso y la de la sentencia.
4. Las que ordene la ley para casos especiales.
5. Las que deban hacerse en otra forma, cuando quien haya de recibirlas solicite que se le hagan personalmente, siempre
que la notificación que para el caso establece la ley no se haya cumplido.”
relacionado con lo que se dispuso en esos autos, así como todo lo surtido hasta
ese entonces; (iv) por tanto, no puede concebirse que ese Instituto tuvo a su
alcance los correspondientes mecanismos judiciales para la salvaguarda de sus
intereses en el marco de ese proceso declarativo, como equivocadamente lo
consideran el Juez accionado y los Despachos que fungieron como juzgadores
de instancias en este trámite tutelar, a fin de justificar la improcedencia de la
solicitud de amparo reclamada en ese caso; y (v) a efectos de estudiar la
subsidiariedad de esa acción de tutela no puede exigirse al Incoder la carga de
haber agotado los recursos y medios de defensa judicial en ese proceso de
pertenencia, por cuanto nunca fue debidamente vinculado al mismo.
Inmediatez
22. La Sala considera que esta exigencia no es aplicable al presente caso objeto
de estudio, toda vez que las presuntas anomalías alegadas por el Incoder son de
carácter sustantivo y no de naturaleza procesal92.
24. Para la Sala este requisito también se cumple, por cuanto el presente caso
de acumulación no alude a solicitudes de amparo formuladas contra decisiones
adoptadas en sede de tutela. Se acusan los respectivos fallos judiciales que
profirieron las autoridades accionadas en el marco de los correspondientes
procesos declarativos de pertenencia.
27. Para solucionar ese interrogante, la Sala abordará los ejes temáticos: (i)
causales específicas de procedencia de la tutela contra providencias judiciales,
(ii) defecto fáctico, (iii) defecto orgánico, (iv) defecto sustantivo, (v) marco
legal y constitucional aplicable a los predios baldíos, y (vi) jurisprudencia de la
Corte Constitucional relacionada con la vulneración del debido proceso del
entonces Incoder, hoy Agencia Nacional de Tierras -ANT-, por parte de
autoridades judiciales que, al declarar a favor de particulares la pertenencia por
prescripción adquisitiva del derecho real de dominio de predios rurales cuya
naturaleza jurídica se presume baldía, han incurrido en distintas casuales
específicas de procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales.
Con base en lo anterior, se solucionará el caso concreto de forma conjunta para
los asuntos tutelares acumulados.
93 Por tratarse de reiteración de jurisprudencia, en esta oportunidad la Sala seguirá de cerca las
consideraciones y fundamentos reiterados en la sentencia SU-416 de 2015.
94 Cfr., entre otras, las sentencias T-231 de, T-442 de 1994, T-567 de 1998, T-008 de 1998, SU-159 de 2002,
T-025 de 2001, T-109 de 2005, T-639 de 2006, T-143 de 2011 y SU-195 de 2012. Reiteradas en el fallo SU-
416 de 2015.
95 “Sentencias T-143 de 2011 y T-567 de 1998.”
inspirándose en los principios científicos de la sana crítica […]´96, dicho
poder jamás puede ejercerse de manera arbitraria; su actividad evaluativa
probatoria implica, necesariamente, la adopción de criterios objetivos 97, no
simplemente supuestos por el juez, racionales98, es decir, que ponderen la
magnitud y el impacto de cada una de las pruebas allegadas, y rigurosos 99,
esto es, que materialicen la función de administración de justicia que se les
encomienda a los funcionarios judiciales sobre la base de pruebas
debidamente recaudadas100.”101
33. Mediante el fallo SU-565 de 2015, la Corte reiteró que el defecto orgánico
“se funda en la garantía constitucional del juez natural, prevista en el artículo
29 de la Constitución116. Este defecto se configura cuando una persona o un
asunto son juzgados por un funcionario que carece de manera absoluta de
competencia para ello, conforme a lo previsto en las normas prexistentes que
regulan la competencia117.”
111 Ibídem.
112 “Cfr. Sentencia T-902 de 2005.”
113 “Ibídem.”
114 “Ibídem.”
115 Fallo T-138 de 2011.
116 “Cfr. Sentencias C-208 de 1993, SU-1184 de 2001, T-757 de 2009 y T-309 de 2013.”
117 “Cfr. Sentencias T-008 de 1998, T-1057 de 2002, T-929 de 2008, T-757 de 2009.”
34. En esa ocasión, esta Corporación recordó que existen dos “elementos a
partir de los cuales se puede configurar el defecto orgánico: (i) cuando el
peticionario se encuentra supeditado a una situación en la que existe una
actuación consolidada y no tiene otro mecanismo de defensa, como es el caso
de una decisión que está en firme y que fue dada por un funcionario que
carecía de manera absoluta de competencia118; y (ii) cuando, en el transcurso
del proceso, el actor puso de presente las circunstancias de incompetencia
absoluta y dicha situación fue desechada por los jueces de instancia, incluso
en el trámite de recursos ordinarios y extraordinarios, validándose así una
actuación erigida sobre una competencia inexistente119.”
(ii) Los bienes fiscales, que también son públicos aun cuando su uso no
pertenece generalmente a los ciudadanos, se dividen a su vez en: (a) bienes
fiscales propiamente dichos, que son aquellos de propiedad de las entidades de
derecho público y frente a los cuales tienen dominio pleno ‘igual al que
ejercen los particulares respecto de sus propios bienes’ 130; y (b) bienes fiscales
adjudicables, es decir, los que la Nación conserva ‘con el fin de traspasarlos a
los particulares que cumplan determinados requisitos exigidos por la ley’ 131,
dentro de los cuales están comprendidos los baldíos”132.
125 Fallo SU-770 de 2014, reiterado en la providencia T-064 de 2016, entre otras.
126 Por ser reiteración de jurisprudencia, en esta ocasión se seguirán de cerca algunos fundamentos
reiterados al respecto en la providencia T-549 de 2016.
127 Al respecto, ver los fallos C-060 de 1993, C-595 de 1995, C-536 de 1997 y C-189 de 2006.
128 “C-595 de 1995. La Corte declaró exequibles los artículos 3 de la Ley 48 de 1882, 61 de la Ley 110 de
1912, el inciso 2º del artículo 65 y el inciso 2º del artículo 69 de la Ley 160 de 1994, relativos a la titularidad
de la Nación de los bienes baldíos.”
129 “C-536 de 1997. La Corte declaró exequibles los incisos 9º, 11 y 12 del artículo 72 de la Ley 160 de
1994, por considerar que no desconocen los artículos 13, 58 y 83 de la Constitución.”
130 “C-595 de 1995 y C-536 de 1997.”
131 “C-595 de 1995 y C-536 de 1997. Concordante con ello, la doctrina también ha sostenido que sobre estos
bienes la Nación no tiene propiedad sino un derecho especial, ya que dispone de ellos únicamente para
adjudicarlos. Cfr., José J., Gómez, ‘Bienes’. Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 1981 p. 90.”
132 Ver sentencia C-255 de 2012.
40. Es sabido que a la luz del ordenamiento jurídico interno y la jurisprudencia
de esta Corte, tales bienes son inajenables, imprescriptibles e inembargables,
como se pasa a reiterar a continuación.
42. De esta manera fue expedida la Ley 160 de 1994, por la cual se crea el
Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino, cuyo
artículo 65 dispone inequívocamente que el único modo de adquirir el dominio
es mediante título traslaticio emanado por la autoridad competente de realizar
el proceso de reforma agraria y que el ocupante de estos no puede tenerse como
poseedor135.
44. Nótese entonces como los baldíos son bienes inenajenables, es decir, que
están fuera del comercio y pertenecen a la Nación, quien los conserva para su
adjudicación si fuere el caso, y únicamente cuando ello se efectúe, el
adjudicatario adquirirá el título de propiedad136.
47. Ha dicho este Tribunal que si esos preceptos legales se observan de manera
literal y no se interpretan de forma sistemática, es evidente que todo inmueble
poseído con fines de explotación económica es de carácter privado. No obstante
la Corte ha advertido que, tal y como se estableció en la providencia T-488 de
2014, es necesario acudir a otras normas para “realizar una labor de
hermenéutica jurídica aceptable y acorde con el ordenamiento constitucional y
legal”139.
48.2. El artículo 64 Superior que fija como “deber del Estado promover el
acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los trabajadores agrarios, en
forma individual o asociativa, y a los servicios de educacion, salud, vivienda,
seguridad social, recreación, crédito, comunicaciones, comercialización de los
productos, asistencia técnica y empresarial, con el fín de mejorar el ingreso y
calidad de vida de los campesinos.”
48.4. Descendiendo al ámbito legal, el artículo 675 del Código Civil, cuyo texto
contiene una presunción de baldío en los siguientes términos: “Son bienes de la
Unión todas las tierras que estando situadas dentro de los límites territoriales
carecen de otro dueño.”
48.5. Los aún vigentes artículos 44 y 61 del Código Fiscal que, respectivamente,
refuerzan la presunción de bien baldío con la que cuentan todos los predios que
carecen de registro o de dueño y, ratifican la naturaleza imprescriptible de los
mismos, lo cual imposibilita que sean adquiridos por prescripción adquisitiva
declarada en trámite de pertenencia.
49. La Corte ha aclarado que si bien los referidos preceptos legales del Código
Civil y del Código Fiscal son anteriores a la Ley 200 de 1936, también es cierto
que con posterioridad a dicha ley fueron expedidas la Ley 160 de 1994 y el
Código General del Proceso, “normas que reivindican la figura de los baldíos, la
presunción que favorece a estos y su absoluta imprescriptibilidad.”140
49.1 Como ya se dijo, con la Ley 160 de 1994 se creó el Sistema de Reforma
Agraria y se reguló el único procedimiento para hacerse titular de un baldío. En
lo atinente, así reza el artículo 65 de ese cuerpo normativo:
Los ocupantes de tierras baldías, por ese solo hecho, no tienen la calidad
de poseedores conforme al Código Civil, y frente a la adjudicación por el
Estado sólo existe una mera expectativa.
140 Ib..
No podrá hacerse adjudicación de baldíos sino por ocupación previa, en
tierras con aptitud agropecuaria que se estén explotando conforme a las
normas sobre protección y utilización racional de los recursos naturales
renovables, en favor de personas naturales, empresas comunitarias y
cooperativas campesinas, en las extensiones y condiciones que para cada
municipio o región del país señale la Junta Directiva.”
49.2. A su turno, el artículo 375 del Código General del Proceso estatuye varias
reglas que deben aplicarse en cuanto a las demandas de pertenencia de predios
privados, de las cuales se destacan dos, por un lado, la improcedencia de la
declaratoria de pertenencia respecto de bienes imprescriptibles o de propiedad
pública, y por otro, que en el auto admisorio se ordene informar de la existencia
de ese trámite a varias entidades, entre ellas, el Incoder, para lo de su
competencia, en los siguientes términos:
(…)
6. En el auto admisorio se ordenará, cuando fuere pertinente, la inscripción
de la demanda. Igualmente se ordenará el emplazamiento de las personas
que se crean con derechos sobre el respectivo bien, en la forma establecida
en el numeral siguiente.
52.1. A fin de resolver esas incógnitas, este Tribunal desarrolló varios ejes
temáticos: (i) procedencia excepcional de la acción de tutela contra
providencias judiciales; (ii) cumplimiento de los fallos judiciales; (iii) régimen
jurídico aplicable a los bienes baldíos en el ordenamiento nacional; (iv)
problemática institucional y social en torno a las tierras baldías: falta de
información y concentración de la propiedad; y (v) conjunto institucional
dispuesto para la efectividad y cumplimiento del desarrollo rural y el acceso
progresivo a la tierra de los trabajadores agrarios. Con base en ello, se pasó a
dar solución al caso concreto.
52.4. Este Tribunal también evidenció una falla estructural en política agraria
de identificación, asignación y recuperación de baldíos, al observar que existe
una falta de información fidedigna y actualizada de los bienes de la Nación, lo
cual fue reconocido por el Incoder al señalar que “no cuenta con un inventario
de bienes baldíos de la Nación”, pese a haber trascurrido 20 años desde la
promulgación de la Ley 160 de 1994.
53.3. Por lo anterior, la Corporación dispuso (i) revocar las sentencias de tutela
y, en su lugar, amparar los derechos fundamentales al debido proceso y al
acceso a la administración de justicia del demandante; (ii) dejar sin efecto la
providencia judicial acusada y declarar la nulidad de todo lo actuado en el
marco del proceso de pertenencia radicado con el Nº 2014-00043; y (iii)
ordenar al Juzgado Primero Promiscuo Municipal de Viracachá –Boyacá- que
procediera a rehacer las actuaciones respectivas dentro del mencionado trámite
ordinario, con el deber de vincular a la entidad accionante para lo de su
competencia.
54. Por fallo T-461 de 2016145, la Sala Sexta de Revisión tuteló el derecho
fundamental al debido proceso del Incoder, al estimar que esa garantía había
sido conculcada por el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Yopal, por
54.1. Para arribar a esa conclusión, la Corte primero evidenció que la solicitud
de amparo cumplía cada uno de los presupuestos generales de procedencia
excepcional de la acción de tutela contra providencias judiciales y, luego,
constató la configuración de dos causales específicas: defecto fáctico y defecto
orgánico.
Nótese entonces, que al no estar acreditado que el bien objeto del proceso de
pertenencia es un inmueble privado, el juez no cuenta con la competencia para
conocer del asunto.”
55.4. En esa medida, se pasó a estudiar el fondo del asunto con el fin de
establecer la concurrencia de alguna de las causales específicas alegadas por el
extremo accionante: defectos fáctico, orgánico y sustantivo.
Este Tribunal precisó que, pese a que existían motivos suficientes para
presumir que un bien que no registra antecedentes es un baldío, tal
circunstancia no fue analizada por el Despacho accionado. Adicionalmente, se
señaló que el Juzgado censurado había omitido el deber de decretar y practicar
pruebas oficiosamente, como por ejemplo, solicitar al Incoder que emitiera un
concepto técnico acerca de la naturaleza jurídica del inmueble involucrado,
presupuesto sine qua non para dar continuidad al proceso de pertenencia.
55.6. Respecto a la causal por defecto orgánico, la Corte observó que también
concurría ese cargo, dado que al haberse omitido esclarecer si el bien era
privado o fiscal, el operador judicial acusado carecía de competencia para
declarar la pertenencia del mismo, como quiera que de tal certeza se determina
cuál es la autoridad competente para disponer ya sea de la propiedad o de la
adjudicación del predio.
Explicó que al no estar acreditado que el bien era privado, no había claridad
sobre la competencia del juez para conocer del caso y declarar en favor de un
particular la pertenencia por prescripción adquisitivita del derecho real de
dominio.
55.7. En relación con la causal por defecto sustantivo, este Tribunal consideró
que el Despacho cuestionado igualmente había incurrido en dicho yerro, toda
vez que eludió por completo el estudio jurídico del asunto y lo decidió sin tener
en cuenta las normas legales correspondientes. En otros términos, omitió llevar
a cabo una interpretación armónica y sistemática del ordenamiento jurídico a la
luz de principios y valores constitucionales y adoptó la decisión sin aplicar las
disposiciones legales pertinentes del caso, que de haberlo hecho,
probablemente lo hubiesen conducido a fallar de manera distinta o, por lo
menos, a vincular al Incoder al respectivo proceso de pertenencia.
147 “De los resultados del proceso, enviará copia a la señora Rosa Lilia Ibagué Cuadrado, al Juzgado
Primero Civil del Circuito de Tunja y a la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Tunja.”
148 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
56.1. Tras encontrar reunidos los presupuestos generales de procedencia
excepcional de la tutela contra providencias judiciales, la referida Sala de
Revisión procedió a estudiar los defectos fáctico, orgánico y sustantivo
invocados por la parte accionante, para concluir que efectivamente el Despacho
censurado había incurrido en cada uno de esos yerros, por las mismas razones
expuestas en el fallo T-548 de 2016, las cuales a continuación se replican.
56.3. Hubo un defecto orgánico, toda vez que “al haber omitido dilucidar la
naturaleza jurídica del bien, incurrió el juzgador de instancia en una falta de
competencia para decidir sobre la adjudicación del mismo, como quiera que
de tal claridad depende establecer cuál es la autoridad competente para
disponer sobre la posible adjudicación del inmueble.
Nótese entonces, que al no estar acreditado que el bien objeto del proceso de
pertenencia es un inmueble privado, el juez no cuenta con la competencia para
conocer del asunto.”
Sin embargo, debe decirse que un análisis profundo de esta norma se extraña
bastante en el fallo de instancia. En tal decisión, el Juez Promiscuo Municipal
de Aquitania trae a colación algunas normas del Código Civil, recalca lo
relativo al proceso de pertenencia, la prescripción, la figura de la posesión y
la suma de posesiones, pero no hace ninguna referencia a la Ley 200 en la
parte dogmática, así como tampoco lo hace en el caso en concreto.”
Esta Corporación indicó que el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa
Rosa de Viterbo, Despacho que fungió como juzgador en sede de segunda
instancia del proceso tutelar, “debió analizar la sentencia T-488 de 2014 a la
hora de juzgar el fallo del Juzgado Promiscuo Municipal de Aquitania, sin
olvidar que este último debió atender también a esa sentencia, así como a
otros tantos fallos ya referenciados, que han sido manifiestos a la hora de
proteger los bienes baldíos de la Nación e interpretar la presunción que los
cobija.”
56.6. Por lo anterior, esta Corte dispuso las mismas medidas acogidas en la
sentencia T-548 de 2016: (i) revocar las sentencias de tutela, para en su lugar,
proteger el derecho fundamental al debido proceso del Incoder; (ii) declarar la
nulidad de todo lo actuado en el marco del proceso de pertenencia radicado
bajo el Nº 2015-00056, incluido el auto admisorio, advirtiéndole a la autoridad
demandada que debía valorar nuevamente los requisitos de admisión de la
demanda; (iii) ordenar al Incoder que dentro del término de 20 días contados a
partir de la notificación de esa providencia, inicie el proceso de clarificación de
propiedad del bien objeto de litis, “término durante el cual el respectivo
proceso de pertenencia deberá ser suspendido, en virtud de lo dispuesto en el
numeral 1° del artículo 161 del Código General del Proceso” 151; (iv) advertir
al Incoder que mientras surte el proceso de clarificación, no podrá perturbar la
149 “Ver entre otras, C595 de 1995, C097 de 1996 y C530 de 1996.”
150 “Ver por ejemplo: Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 30 de noviembre de 1995.
Radicación: 8429; Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia aprobada en sala del 18 de
julio de 2013. Radicación: 05045310300120070007401.”
151 “De los resultados del proceso, enviará copia al señor Melecio de Jesús Alarcón Montaña, al Juzgado
Promiscuo Municipal de Aquitania y a la Oficina de Instrumentos Públicos de Sogamoso.”
presunta posesión-ocupación que se ha ejercido sobre el respectivo predio; (v)
instar al Incoder para que sea diligente con ese trámite administrativo de
clarificación, “de manera que su culminación no tome más de 18 meses”; (vi)
advertir al Incoder que en caso de que el predio objeto de clarificación sea un
baldío, “el accionante en el proceso de pertenencia al que se sustrae esta
providencia, deberá ser tenido como el primera opcionado en el trámite de
titulación del bien, siempre que reúna los requisitos legales y
jurisprudenciales, especialmente los desarrollados por la Corte en la
Sentencia SU-426 de 2016”; y (vii) ordenar a la Defensoría del Pueblo que
acompañe al demandante en el proceso de pertenencia y verifique que sea
incluido como beneficiario del proceso de adjudicación de baldíos por parte del
Incoder, siempre y cuando cumpla con los requisitos legales.
57. En providencia T-407 de 2017152, se estudió una acción de tutela que fue
incoada por la Procuradora 4 Judicial II Agraria de Bogotá a fin de revocar un
fallo judicial proferido por el Juzgado Promiscuo Municipal de Villapinzón
(Cundinamarca), con el cual se declaró en favor de un particular la pertenencia
de un inmueble rural por prescripción adquisitiva del dominio. Esa vez la Corte
formuló el siguiente problema jurídico:
57.1. Abordado el análisis del caso concreto, la Corte observó cumplidos los
requisitos generales que deben acreditarse para que la acción de tutela proceda
contra providencias judiciales. Luego, encontró que el Despacho censurado
había vulnerado el derecho al debido proceso del extremo accionante, por
cuanto había incurrido en defectos fáctico y sustantivo.
57.4. De tal suerte la Corte resolvió: (i) revocar el fallo de segunda instancia y,
en su lugar, conceder el amparo, (ii) declarar la nulidad de todo lo actuado en el
proceso declarativo de pertenencia, incluido el auto admisorio, precisando que
solo hasta que la ANT, el accionante o el juzgado en el marco de sus poderes
oficiosos identifique con plena certeza la naturaleza del bien jurídico a
prescribir, será posible continuar con ese proceso ordinario; (iii) ordenar a la
Agencia Nacional de Tierras –ANT- que, en el término de 20 días contados a
partir de la notificación de esa decisión, inicie el proceso de clarificación de la
propiedad del inmueble en discusión; (iv) advertir a la ANT que, mientras se
surte el proceso de clarificación, no podrá perturbar la presunta posesión-
ocupación que se ha ejercido sobre el respectivo predio; (v) ordenar a la ANT
que en acatamiento del Auto 040 de 2017 finalice el aludido trámite de
clarificación, “de manera que su culminación no tome más de 18 meses
contados a partir de la notificación de esta providencia”; (vi) advertir a la
ANT que, en caso de que el inmueble objeto de clarificación sea un baldío, “se
deberá proceder a su adjudicación al señor Víctor Julio Fernández Sánchez a
más tardar dentro de los 3 meses siguientes, siempre que reúna los requisitos
legales y jurisprudenciales, especialmente los desarrollados por la Corte en la
sentencia SU-426 de 2016”; y (vii) ordenar a la Defensoría del Pueblo que
acompañe al demandante del proceso de pertenencia, con el propósito de que
sea incluido como beneficiario del trámite de adjudicación de baldíos, siempre
y cuando cumpla con los requisitos legales.
153 Especialmente las pruebas incorporadas en los expedientes contentivos de los procesos ordinarios.
ningún análisis probatorio con respecto a ello. De tal suerte, los operadores
judiciales cuestionados optaron por declarar la propiedad de los inmuebles en
favor de particulares, apoyándose en los elementos de juicio que fueron
adjuntados a las demandas y los que fueron decretados y practicados
únicamente para tales efectos, verbigracia, inspecciones judiciales, testimonios,
interrogatorios de parte y dictámenes periciales.
Y las segundas refieren a las Notas Devolutivas con las cuales dichas entidades
registrales se negaron a inscribir los pronunciamientos declaratorios, con
fundamento en razones como: (i) no haberse vinculado al Incoder a cada uno
de los procesos ordinarios, (ii) inexistencia de anotaciones de pleno dominio, y
(iii) los terrenos baldíos solo pueden adquirirse mediante adjudicación
efectuada por el Incoder.
66. Para la Sala Octava de Revisión es evidente entonces que los operadores
judiciales demandados incurrieron en defecto fáctico, por cuanto pasaron por
alto la obligatoriedad de valorar las pruebas que concurrieron en los trámites de
pertenencia y de decretar otras de oficio.
73. Con base en lo hasta aquí demostrado, la Sala Octava de Revisión concluye
que los autoridades judiciales accionadas vulneraron el derecho fundamental al
debido proceso del entonces Incoder, hoy Agencia Nacional de Tierras –ANT-,
al haber incurrido en defectos fáctico, orgánico y sustantivo. Por consiguiente,
(i) se revocarán los fallos de tutela a que haya lugar en cada uno de los
expedientes acumulados, para en su lugar, tutelar el mencionado derecho
fundamental; (ii) se dejarán sin efecto las providencias proferidas por los
Despachos tutelados dentro de los respectivos trámites de pertenencia; (iii) se
declarará la nulidad de todo lo actuado en el marco de los procesos
declarativos, incluyendo los correspondientes autos admisorios, por lo que los
operadores judiciales accionados deberán examinar nuevamente los requisitos
de admisión de las demandas, atendiendo las consideraciones de esta
providencia; (iv) se ordenará a los Juzgados demandados que procedan a
rehacer las actuaciones a que hayan lugar en los trámites de pertenencia, de
conformidad con lo establecido en la parte motiva de esta sentencia, para lo
cual, deberán vincular a la Agencia Nacional de Tierras –ANT-, para lo de su
competencia; y (v) se advertirá que solo hasta que la ANT o las autoridades
accionadas en el marco de sus poderes oficiosos identifiquen con certeza la
naturaleza jurídica de los predios a prescribir, será posible continuar con los
procesos declarativos.
Síntesis de la decisión
155 M.S. Jorge Iván Palacio Palacio. Mediante dicha providencia, la Sala Sexta de Revisión dispuso varias
medidas estructurales para el cumplimiento de las órdenes adoptadas en la Sentencia T-488 de 2014 y en el
Auto 222 de 2016.
156 M.P. María Victoria Calle Correa. En ese fallo se puso de presente que “si bien es la sentencia T-488 de 2014 se dictó en el marco de
un caso concreto, de acceso a baldíos mediante una sentencia civil de pertenencia, la relevancia constitucional de la recuperación de los
predios baldíos tiene un alcance general, pues, al estar definida como el procedimiento a través del cual se “recuper[a] o restitu[ye] al
patrimonio del Estado las tierras baldías adjudicables, las inadjudicables y las demás de propiedad de la Nación, que se encuentren
indebidamente ocupadas por los particulares” y tener la finalidad de establecer si sobre los terrenos baldíos previamente clarificados
existe ocupación indebida para proceder con su recuperación, se constituye en una etapa esencial para que el Estado ejerza un verdadero
derecho especial de conservación, que le permita disponer de los predios para su consecuente adjudicación.
Para la Sala es claro que la situación advertida en la sentencia T-488 de 2014 no puede ser reducida al agotamiento de etapas
procedimentales de clarificación y recuperación, sino que dicha problemática impone ser considerada desde la perspectiva de la función
social que constitucionalmente enmarca a los bienes en mención. Ello exige que la perspectiva desde la que se analiza la importancia de
los predios baldíos no se restrinja a una óptica meramente institucional, sino que adopte un enfoque social, basado en la protección
especial del campesinado y la urgente materialización de su derecho a la tierra y el territorio que, en últimas, encuentra su
materialización en el procedimiento de adjudicación.”
presunción de ser baldíos, cuya administración, custodia y adjudicación
corresponde al Incoder.
79. En relación con el yerro fáctico, el Tribunal considera que los Juzgados
demandados incurrieron en dicho defecto, por cuanto pasaron por alto la
obligatoriedad de valorar las pruebas que concurrieron en los trámites de
pertenencia y decretar otras de oficio. Lo anterior, al poner de presente lo
siguiente:
80. En cuanto al yerro orgánico, la Corte estima que las falencias probatorias
demostradas en precedencia llevaron consigo a que los demandados también
incurrieran en tal defecto, toda vez que, al omitir dilucidar si cada uno de los
predios eran de índole privada o baldía, no se tenía claridad de su competencia
para decidir respecto de la propiedad de los mismos, en el entendido de que de
la certeza de la naturaleza jurídica de los inmuebles dependía establecer con
plena seguridad cuál era la autoridad competente, ya sea para declarar la
pertenencia mediante decisión judicial (juez ordinario – bien privado) o
disponer la adjudicación por acto administrativo (Incoder, hoy Agencia
Nacional de Tierras - baldío).
IV. DECISIÓN
RESUELVE:
Magistrado Ponente:
ALBERTO ROJAS RÍOS
Aun cuando existe una presunción de bienes baldíos que ha sido reiterada en
múltiples oportunidades por esta Corte, según la cual, aquellos bienes que
carezcan de antecedentes registrales y/o folio de matrícula inmobiliaria se
reputan como baldíos, lo cierto es que dentro del presente asunto no es dable
afirmar que los predios objeto de debate carezcan de tales antecedentes y,
consecuencialmente, señalar que se trata de bienes baldíos, por cuanto, en el
expediente reposan los aludidos certificados de tradición y libertad de los
cuales se desprenden las anotaciones de falsa tradición, la cual según lo
dispone el artículo 8161 del Estatuto Registral –Ley 1579 de 2012– corresponde
a una de las naturalezas jurídicas que pueden ser registradas en el folio de
matrícula inmobiliaria.
Atentamente,
161 Artículo 8 de la Ley 1579 de 2012: Matrícula inmobiliaria: Es un folio destinado a la inscripción de los
actos, contratos y providencias relacionados en el artículo 4º, referente a un bien raíz, el cual se distinguirá
con un código alfanumérico o complejo numeral indicativo del orden interno de cada oficina y de la sucesión
en que se vaya sentando. (…). En la matrícula inmobiliaria constará la naturaleza jurídica de cada uno
de los actos sometidos a registro, así: tradición, gravámenes, limitaciones y afectaciones, medidas
cautelares, tenencia, falsa tradición, cancelaciones y otros” (Negrillas adicionales fuera del texto original).