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Teoría electromagnética de la luz

Michael Faraday fué el encargado de realizar las contribuciones fundamentales a lo


que se conoce como teoría electromagnética de la luz.
En 1845, Faraday, descubrió que un campo magnético influye sobre un haz de luz
polarizada, fenómeno conocido como efecto Faraday o efecto magneto-óptico. En
concreto, encontró que el plano de vibración de la luz polarizada linealmente que
incide en un trozo de cristal giraba cuando se aplicaba un campo magnético en la
dirección de propagación. Se trata de una de las primeras indicaciones de la
interrelación entre el electromagnetismo y la luz.
Faraday especulaba que la luz es un tipo de vibración de las líneas de fuerza eléctricas
y magnéticas.
Faraday se dedicó a explicar la electricidad y el magnetismo e introdujo los conceptos
de campo y líneas de campo para explicarlos. Esta incorporación del concepto de
campo fue calificada por Einstein como el gran cambio en la física al proporcionar a la
electricidad, el magnetismo y la óptica un marco común de teorías físicas.
Fué la primera indicación evidente de que la fuerza magnética y la luz estaban
relacionadas entre sí y también demostró que la luz estaba relacionada con la
electricidad y el magnetismo.
Faraday incluso se atrevió a cuestionar la existencia del éter luminífero –una herejía
científica en aquella época–, que se suponía era el medio en el que se propagaba la luz.
Propuso que la luz podría no ser el resultado de las vibraciones del éter, sino las
vibraciones de las líneas físicas de fuerza. Faraday intentó prescindir del éter, pero
mantenía las vibraciones.
Sin embargo, hubo que esperar varios años hasta que las líneas de campo de Faraday
fueran aceptadas definitivamente por la comunidad científica, justo hasta que pocos
años después el físico escocés James Clerk Maxwell entró en escena.
Maxwell estableció una síntesis de todos los descubrimientos anteriores: los de
Oersted, Ampere, Gauss, Faraday, entre otros; unificando los fenómenos eléctricos,
magnéticos y luminosos. Sus resultados se resumen en cuatro ecuaciones tan
fundamentales para la física como lo son las leyes de Newton.
Primera Ecuación: Las cargas eléctricas generan campos eléctricos cuyas líneas de
fuerza tienen comienzo y fin. (Ley de Gauss, explica la relación entre el flujo del campo
eléctrico y una superficie cerrada.) La ley dice que el flujo eléctrico a través de una
superficie cerrada es proporcional a la densidad carga que hay en el interior de la
superficie. En Electrostática, puede interpretarse entendiendo el flujo como una
medida del número de líneas de campo que atraviesan la superficie en cuestión. Para
una carga puntual, si este número es constante la carga está contenida en la superficie
y si es nulo está fuera de la superficie.
Segunda Ecuación: No es posible aislar los polos magnéticos debido a que las líneas de
campo son cerradas sobre sí mismas, sin inicio ni fin. (Ley de Gauss para el campo
magnético, es equivalente a afirmar que el monopolo magnético no existe). Esta ley
indica que las líneas de los campos magnéticos deben ser cerradas. Los campos
magnéticos, a diferencia de los eléctricos, no comienzan y terminan en cargas
diferentes, esto expresa la no existencia del monopolo magnético. Si en algún
momento se demuestra que la diferencia es distinta a cero, se demostrará la existencia
de monopolos magnéticos.
Tercera Ecuación: Un campo magnético variable induce un campo eléctrico variable.
(Expresa en términos de campos magnéticos y corrientes eléctricas el descubrimiento
de Oersted, Ley de Ampere generalizada) En el caso específico estacionario esta
relación corresponde a la Ley de Ampere. Para campos no estacionarios, los que varían
con el tiempo; Maxwell reformuló esta ley añadiéndole el último término,
confirmando que un campo eléctrico que varía con el tiempo produce un campo
magnético.
Cuarta Ecuación: Un campo magnético puede ser producido por una corriente
eléctrica o por un campo eléctrico variable. (Aportación de Faraday) Establece que el
voltaje inducido en un circuito cerrado es directamente proporcional a la rapidez con
que cambia en el tiempo el flujo magnético que atraviesa una superficie cualquiera con
el circuito como borde. Además, demuestra que un voltaje puede ser generado
variando el flujo magnético que atraviesa una superficie dada.
Las Ecuaciones de Maxwell demostraron que la electricidad, el magnetismo y hasta la
luz son manifestaciones del mismo fenómeno. Nació, el concepto de onda
electromagnética.
La Teoría de Maxwell planteaba en sus postulados la existencia de un campo
electromagnético, formado por campos eléctricos y magnéticos, que se propagan por
el espacio. Entre sus planteamientos destacan:

 Existen ondas electromagnéticas que se caracterizan por propagarse a la


velocidad de la luz.
 Las ondas electromagnéticas son emitidas por cargas eléctricas aceleradas.
Uno de los personajes que influyó más en la consolidación de la teoría de las ondas
electromagnéticas fue Heinrich Hertz.
Se interesó en la teoría electromagnética propuesta por Maxwell. La reformuló
matemáticamente logrando que las ecuaciones fueran más sencillas, y simétricas.
Desde 1884 Hertz pensó en la manera de generar y detectar en un laboratorio las
ondas electromagnéticas que Maxwell había predicho. Después de mucho trabajo y de
experiencias sin éxito, en 1887 construyó un dispositivo con el que logró su fin.
Utilizó un carrete o bobina de Ruhmkorff; que es un transformador que produce un
voltaje muy alto. En seguida conectó el carrete a un dispositivo formado por dos
varillas de cobre; en uno de los extremos de cada varilla añadió una esfera grande y en
el otro una pequeña. Cada una de las esferas grandes servía como condensador para
almacenar carga eléctrica. Una vez hecha la conexión, en cierto instante el voltaje
entre las esferas chicas era lo suficientemente grande para que saltara una chispa
entre ellas. Hertz razonó que al saltar estas chispas se produciría un campo eléctrico
variable en la región vecina a las esferas chicas, que según Maxwell debería inducir un
campo magnético, también variable. Estos campos serían una perturbación que se
debería propagar, es decir, debería producirse una onda electromagnética. De esta
forma, Hertz construyó un radiador de ondas electromagnéticas. Efectivamente, al
conectar el carrete de Ruhmkorff a su dispositivo, Hertz observó que saltaban chispas
entre las esferas chicas de manera intermitente. Así logró construir un generador de
ondas electromagnéticas.

El siguiente paso fue construir un detector de las ondas electromagnéticas que supuso
eran emitidas por su dispositivo. Para este fin construyó varios detectores. Uno de
ellos era simplemente otro dispositivo similar al radiador; otro tipo fue una espira
metálica en forma circular que tenía en sus extremos dos esferas, también
conductoras, separadas una pequeña distancia. El argumento de Hertz fue el siguiente:
si en efecto existen ondas electromagnéticas, al ser emitidas por el circuito se
propagarán en todo el espacio circundante. Al llegar las ondas al detector, se inducirá
en él un campo eléctrico (además del magnético) y, por tanto, en las varillas
conductoras o en la espira se inducirá una corriente eléctrica. Esto hará que a través de
sus extremos se induzca un voltaje, que, si llega a tener un valor suficientemente
grande, dará lugar a que salte una chispa entre las esferas. Mientras mayor sea el valor
de la amplitud de la corriente eléctrica en el circuito emisor, mayor será la magnitud
del campo eléctrico inducido y, por lo tanto, mayor será la diferencia de potencial
entre los extremos de la espira del receptor. Esto es precisamente lo que encontró
Hertz en su experimento. Con su detector situado a una distancia de alrededor de 30
m del radiador, observó que saltaba una chispa entre las esferas del detector, con lo
que demostró que las ondas electromagnéticas ¡efectivamente existen! Más tarde, el
mismo Hertz pudo demostrar que estas ondas se reflejan, se refractan y se comportan
como las ondas de luz, hecho considerado por la teoría de Maxwell.
Con esto, Hertz se refería a que la longitud de onda de las ondas que su aparato
produjo eran un millón de veces la longitud de onda de la luz visible.
De los valores que utilizó para los elementos del circuito, Hertz estimó que la
frecuencia f de la onda era de alrededor de 3 x 107 Hz. Además, Hertz determinó que la
longitud de la onda l era de 10 m. Con estos valores determinó que la velocidad v de la
onda es (véase la ecuación en la página 50):

v = f l = (3 X 107 Hz) X (10 m) = 3 X 108 m/s = 300 000 km/s

igual que el valor predicho por Maxwell, o sea, la velocidad de la luz.


De esta manera se realizó en forma brillante la primera demostración experimental de
la existencia de ondas electromagnéticas, generadas para una frecuencia (y, por tanto,
longitud de onda) particular. Al conjunto de posibles valores de la frecuencia (o de la
longitud de onda) se le llama el espectro electromagnético. Posteriormente, con
diferentes tipos de técnicas electrónicas ha sido posible generar, detectar y analizar
casi todo el dominio de valores de las ondas electromagnéticas.
Dentro del espectro electromagnético hay una región, entre las longitudes de onda de
4 x 10-5 cm hasta 7 x 10-5 cm, que constituye la luz visible.
A cada longitud de onda le corresponde un color particular.
El espectro de la luz visible. A cada El espectro de ondas electromagnéticas.
color le corresponde una longitud
de onda.

El experimento de Hertz fue muy bien recibido y dio lugar a que se aceptara
rápidamente el trabajo de Maxwell. La teoría se aplicó a una gran variedad de
fenómenos, todos con gran éxito. De esta forma, a principios del siglo XX la teoría
electromagnética de Maxwell ocupó una posición equivalente a la de la mecánica de
Newton, como una parte de las leyes fundamentales de la física.
Además, Hertz es importante en esta nuestra historia de la naturaleza de la luz por
otra razón: descubrió el efecto fotoeléctrico, que dio pie a Einstein para postular de
nuevo la existencia de partículas de luz, es decir, de fotones.
Esta teoría confirma lo postulado por la teoría ondulatoria, y responde la cuestión que
no pudieron resolver, en el caso de la luz, ¿qué es lo que ondula?
Pero falla en la explicación de los fenómenos relacionados con el comportamiento de
la luz en cuanto a la absorción y la emisión: el efecto fotoeléctrico y la emisión de luz
por cuerpos incandescentes. Lo anterior da pie a la aparición de nuevas explicaciones
sobre la naturaleza de la luz.

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