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3.1.

La lámina que se nos presenta nos muestra una escena de tema religioso. En dicha escena se nos
muestra a Jesucristo (a quién toca un ángel), realizando la oración en el Monte de los olivos que
bien recoge el Nuevo Testamento, además de encontrarse a tres apóstoles durmiendo. Se puede
decir que es una pintura hecha al temple sobre tabla. Podríamos decir que es al temple debido a que
esta técnica requiere de un pincel pequeño usado para en esta pintura para conseguir tal nivel de
detallismo.

Además se presenta una composición piramidal donde la figura de Cristo pese a estar más alejada es
más grande en comparación con los apóstoles, más cercanos al espectador, surgiendo así una
perspectiva jerárquica donde prima la figura de Cristo. Podemos decir que la geometría influyó en
la obra, siendo Cristo el punto central al que se dirige todo el cuadro importándose así en la pintura
la idea de la fenestra aperta de Bruneleschi. Hemos de decir que existe simetría en el cuadro
intentando darnos un ideal de belleza defendido por el italiano Marsilio Ficino influenciado por el
neoplatonismo consiguiéndose así un ideal de belleza renacentista mediante un naturalismo basado
en una belleza conseguida gracias a la correcta proporción de las partes consiguiendo finalmente
armonía en la obra. En las figuras prima la línea sobre unos colores suaves y claros, que reflejan el
aura de meditación y tranquilidad de la escena, iluminados por una luz natural que crea el volumen
de los personajes. Los rostros de los personajes nos reflejan la tranquilidad de la escena en donde
los apóstoles duermen mientras Cristo reza y es tocado por un ángel, días antes de ser traicionado
por Judas Iscariote. El color rojo de la túnica de Cristo representa su pasión mientras el verde que
rodea a los apóstoles refleja la esperanza del cristianismo. Esta imagen por tanto nos representa el
estudio de la naturaleza, la anatomía y las matemáticas para conseguir en la obra de arte un ideal de
belleza que trate de superar a las creaciones clásicas, siendo el artista un homo universalis que sabe
de todo y que trabaja tanto para la incipiente burguesía, nobleza y la misma Iglesia, como sería en
este caso.

Como conclusión podemos decir que en base a la perspectiva, el uso de volúmenes, predominio de
la línea nos encontramos ante una obra del renacimiento quatroccentista en el que los artistas
intentan dominar la técnica de lo que será el Arte ya dominado del Pleno Renacimiento en el que
confluyeron grandes artistas de la talla de Miguel Ángel (1475-1564), Rafael y Leonardo Da Vinci,
siendo esta época una época irrepetible culturalmente. Como posibles autores de este cuadro nos
encontramos a Massacio con su tributo de la moneda donde comienza a implantar el uso de la
perspectiva en pintura, Piero della Francesca un autor religioso que realizó obras pictóricas como su
Bautismo de Cristo, Paolo Ucello con su batalla de San Romano o Ghirlandaio con su El viejo y el
niño. Hemos de destacar a Botticelli como autor del final del Quatroccento quién tras el régimen de
Savonarola entró en crisis religiosa y dejó de crear pinturas paganas como las mitológicas
Primavera o el Nacimiento de Venus. Además Botticcelli era un neoplatónico que más que plasmar
con naturalismo las figuras intentaba plasmar el ideal renacentista. Sea el autor que fuere está claro
que esta obra se enmarca dentro del Quatroccento italiano.
3.2.
La lámina representa una escultura de relieve que compone una de las placas que formaban una de
las puertas del Baptisterio de Florencia. Su autor es Ghiberti quién ganó el concurso promovido en
1420, frente a rivales como Bruneleschi o Della Quercia, para realizar una de las puertas del
Baptisterio y continuar así con la obra que dejaron sin terminar los góticos Pisano.

Estos relieves se realizaron en bronce y se pintaron con una capa dorada. Alrededor de cada placa
que representa un tema bíblico se realizarán medallones en relieve mediante la técnica del fundido
introduciendo la técnica del Schiachiato. El resultado será una superficie rugosa debido al gran
detallismo de los numerosos personajes que representan la escena. Ghiberti introducirá así la
perspectiva ya existente en la pintura quatrocentista creando una situación espacial mediante el
orden geométrico renacentista en la que las figuras más alejadas se hacen más pequeñas que las más
cercanas para darnos una visión de correcto orden espacial, siendo el centro de la escena David, rey
de Israel, acabando con el filisteo gigante Goliat. Por tanto hablamos de una composición simétrica
donde prima el equilibrio y dinámica donde la multitud de personajes se interrelacionan entre ellos
en un momento de gran tensión plasmado por el artista. La luz cae de forma homogénea sobre el
relieve, siendo los pliegues y los bultos los que marquen las sombras y luces de la escena en una
obra que está realizada únicamente para ser visualizada de forma frontal.

Hablamos de una obra de tema religioso, donde se representa una escena del Antiguo Testamento,
en la cual David vence a Goliat. Su tema está justificado debido a que es una obra destinada a un
Baptisterio como es el de Florencia. Además la figura de David representa iconológicamente la
grandeza y el poder de la república comercial florentina. Se aprecia el naturalismo y el estudio de
anatomía típicos del Renacimiento, donde se recuperan los cánones clásicos únicamente para ser
superados por el artista renacentista, un homo universalis que debe plasmar el ideal del mundo en
sus creaciones basándose en el estudio científico de su entorno, surgiendo autores polifacéticos
como Bruneleschi, Alberti en la época de esta obra, es decir el Quatroccento o el gran genio de
Leonardo Da Vinci en el Cinquecento.

El Quatroccento es una época en la que la crisis medieval da paso a la modernidad, surgida con la
revitalización del ideario clásico promulgado por la burguesía ascendente enriquecida por el
comercio y que realizan la labor de mecenas para darse prestigio tanto a nivel personal como a nivel
local. Los artistas ya rompen con el anonimato imperante de la Edad Media y se hacen personas de
prestigio como lo fue Ghiberti tras ganar el concurso. Así pues se intenta en esta época tal y como
se detalla en la lámina, el ideal de belleza que se conseguirá mediante la correcta proporción de las
partes de la obra dando lugar a una obra de arte con armonía conseguida mediante la sumisión del
arte a las leyes de las matemáticas y gracias al uso de la perspectiva aerea dándose una similitud con
la “fenestra aperta” que tanto mencionaba el rival de Ghiberti, Bruneleschi. Las influencias que
recibió Ghiberti hay que buscarlas en la escultura gótica de los hermanos Pissano, los cuales fueron
los encargados de realizar las otras puertas en relieve del Baptisterio de Florencia. Guiberti se
encargo de realizar la puerta del Baptisterio que se encontraba enfrente de Santa Maria del Fiore.

Por tanto, las puertas del Baptisterio de Florencia realizadas por Guiberti entre 1425 y 1445,
suponen un icono de la escultura renacentista del Quatroccento al introducir la perspectiva pictórica
en la escultura, marcando así un punto de inflexión en su evolución influenciando así a escultores
como Luca della Robba, Jacobo della Quercia o al maestro de Leonardo Da Vinci, Andrea del
Verrochio.

3.3.
A partir de la observación y análisis de la imagen, establezca:
a. Título, autor y cronología aproximada.

El Título de la obra presentada es “La mujer y la pulga” o “La mujer despulgándose” del pintor
francés George de la Tour, autor tenebrista influenciado por Caravaggio, quién realizo la obra en el
primer cuarto del siglo XVII.

b. Breve análisis formal: tema, técnica, línea y color, composición, volumen, perspectiva, luz y
sentimiento o expresión.

Es una obra de género, costumbrista de interior que plasma a una mujer de bajo estrato social
quitándose una pulga a la luz de una vela, representada en un lienzo sobre óleo. Influenciado por
Caravaggio y su tenebrismo habrá un foco de luz que iluminará el cuadro mediante el contraste
entre luces y sombras en un cuadro donde predomina el color sobre la línea, delimitando así el
juego del claroscuro el llamativo volumen de la mujer visualizada en una perspectiva aérea con un
contorno poco marcado. El tono cálido, con colores rojizos y anaranjados,a la luz de la vela
contrasta con el tono oscuro del resto del cuadro. Además el tema de la Vanitas aparece
simbolizado con la vela, cuyo desgaste nos muestra el paso del tiempo que no se puede recuperar
interiorizándonos así una expresión de tristeza y soledad ante el paso del tiempo en un theatrum
mundi, como tanto pregonaba el dramaturgo Pedro Calderón de la Barca.

c. Contexto histórico, estilo y relevancia actual (en un máximo de 150 palabras).


Por tanto esta obra pertenece a un S.XVII caracterizado por un siglo donde la crisis, los conflictos
político-religiosos con el saqueo de Roma (1527), la guerra de los hugonotes (1562-1598) o la
Guerra de los Treinta Años (1618-1648) hacen recorrer un aura de pesimismo en el Teatrum Mundi
que se reflejará en el arte con sus pretensiones dinamica y expresionista con un crudo realismo
propugnado por Caracaggio que arremete contra el clasicismo y frialdad del Renacimiento. Así pues
esta obra se enmarca dentro del Arte Barroco en su vertiente tenebrista, siendo George de la Tour un
icono tenebrista frente al clasicismo de la Escuela de Fonteinebleu influenciada ésta por los
Carracci. Aparte se observa las influencias de la Escuela Gótica flamenca al plasmar escenas de la
vida cotidiana como autores de de la talla de Peter Brueghel el Viejo o el barroco Vermeer, Además
de la Tour será influencia pictórica en el realismo del S.XIX con sus pinturas de género y
costumbristas reflejando así, con realismo la cotidianidad de una época.

BIBLIOGRAFIA
Para los tres prácticos se han realizado las siguientes lecturas, se destaca el manual de Historia del
Arte de H. Honour y J. Fleming y el didáctico manual de Juan Antonio Ramírez, Historia del Arte.
Edad Moderna. En cuanto a colecciones se destacan las monografías de Historia 16 y de Summa
Artis. Para el Renacimiento en específico se destaca la Enciclopedia ilustrada del Renacimiento de
Carmen García Santiago y para el arte barroco se destaca el denso libro de Rolf Toman, El Barroco.
Para una visión más social se destaca el magistral libro de Carl Gombrich, Historia del Arte.

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