Embarazo a causa de una violación: Consideramos que este es un hecho que

debe tenerse en cuenta para la legalización del aborto, solo la mujer que ha sido
víctima de este acto delictivo está en la libertad y cuenta con la autonomía de
interrumpir este embarazo, ya que en estos casos no solo está presente el daño
físico al que pudo ser sometida la mujer sino que pesa aún más el daño
sicológico; ante este hecho siempre se le da a la mujer la opción de la adopción
pero la mujer no tiene por qué someterse a cursar con una gestación que ella no
deseo.

Enfermedades fulminantes para la madre: Si el hecho de cursar con la gestación

pone en riesgo la vida de la mujer los derechos de la mujer priman sobre los del
feto, el cual solo es considerado un ser vivo sin derechos legales.

Si un estado no garantiza una cobertura adecuada en los servicios de salud o una

atención oportuna cuando la mujer demanda del servicio, debe ser consciente
de que debe permitir la práctica legal del aborto y así disminuir el riesgo de
complicaciones en la salud de la mujer durante la práctica ilegal de un aborto,
ya que son las mujeres de escasos recursos quienes buscan una solución en
prácticas abortivas inseguras. Como dato en América Latina son siete países los
que prohíben en su totalidad el aborto: República Dominicana, El Salvador, Chile,
Nicaragua, Honduras, Haití y Surinam. Debido a esto, la región posee el
porcentaje más alto de aborto inseguro en el mundo, de acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud (OMS).

El acceso a los servicios de salud no es el mismo para todas las mujeres por tal
razón la cobertura de salud insuficiente puede llevar a que ellas no accedan de
manera adecuada y oportuna a los servicios de salud sexual y reproductiva y por
supuesto que esto incluye la planificación familiar, situación que también puede
llevar a un embarazo no deseado. También es sabido que ningún anticonceptivo
es 100% seguro, por lo que es necesario legalizar el aborto “para que las mujeres
tengan control sobre su propio cuerpo”

Dentro de los derechos fundamentales de la mujer encontramos el derecho a la

vida, la libertad, la auto determinación y el derecho a no sufrir daño corporal y
sicológico; al negar el acceso al aborto por ende se le están negando estos
derechos a la mujer. La ONU ha clasificado como una tortura hacer que una
mujer embarazada siga con su embarazo en contra de su voluntad: “Negar el
acceso a la terminación del embarazo afecta a la salud y a la vida de las mujeres
(…) La prohibición civil, penal o administrativa de la terminación del embarazo
(…) es una forma injustificada de control estatal. (…) Genera estigmas, discrimina,
atenta contra la dignidad de la mujer y viola los derechos humanos de las mujeres

Los derechos de la mujer priman sobre la vida del feto, ya que legalmente el ser
humano tiene derechos una vez nace, antes de su nacimiento solo se considera
un ser vivo al cual únicamente se le puede aplicar el estatus moral que en
bioética hace referencia al hecho de no proporcionar dolor de manera
intencionada a ningún ser vivo y para el feto aplicaría si la interrupción del
embarazo se lleva a cabo en una etapa avanzada de éste.

La autonomía es uno de los derechos de la mujer más resaltados y gracias a este

derecho ella es la única que puede decidir si quiere o no tener un hijo, a esto se
suma el hecho de que nuestro cuerpo es propiedad privada y solo la mujer
decide sobre él.

En algunos casos, lo mejor para la madre y el feto es acabar con el embarazo.

Determinados factores como complicaciones médicas, anormalidades en el feto,

acontecimientos drásticos como incesto o violación, falta de recursos económicos,
embarazo en adolescentes,...

Manteniendo el aborto legal, puede asegurarse que situaciones que envuelven crisis o
riesgos en la salud de uno u otro no serán penados.