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ladermos del Taller NP 14 fies El problema de ta vision Meyer Schapiro Estilo Ediciones 3. Buenos Aires DISTRIBUIDORES EXCLUSIVOS: EDITORIAL “PAIDOS” CABILDO 2454 Bs, As, tropelogia actual, Editorial “Libros Bésicos lo editores to Titulo del original en inglés: "Style", en ‘Anthropology today, edited by AL. Krocber, “The University USA. Troduceién de: Martha echo ol dep 5 Mexico © anol INVESTIGACIO Chicose, sae previene la ley 11.723. 962. Imprenta Léper, Pert 666. Buenos Altes 9", Buenos Aires. Indice Estilo Bibtegratia on Por estilo se entiende la forma canstante —y a veces los ele- mentos, cualidades y expresin constantes— del arte de un individue © de un grupo. EI término se aplica también al con- junto de la actividad de un individuo o une sociedad; se habla de un “estilo de vida'", del “estilo de una civilizacién”. Para el arquedlogo el estilo se manifiesta como motivo o patrén, como cierta cualidad que se aprehende directamente en la obra de arte y lo ayuda a ubicarla en el espacio y en el tiempo ‘asi como a establecer conexiones entre grupos de obras 0 entre culturas. Desde esta perspective, el estilo constituye un rosgo sintomatico a igual titulo que las caracteristicas no esté- ticas de un artefacto, A menudo se lo estudia mas como medio de diagnéstico que por si mismo y en tanto parte importante de Ia cultura, El arqueslogo cuenta con relativamente pocos términos estéticos y fisiognémicos para ocuparse de él. Para ¢l historiador del arte, el estilo es un objeto esencial de 7 Investigacién. Estudia aquél sus correspondencias interas, su historia y los problemas de su formacién y cambio. Lo emplea también como criterio para determinar el tiempo y lugar de origen de las obras, y como medio para establecer relaciones entre escuelas de arte Por encima de todo, sin embargo, el estilo es un sistema de formas con cualidad y expresi6n’ significativas, a través del cual se hace visible la personalidad del artista y la forma de pensar y sentir de un grupo. Es también un vehiculo de expre- sién dentro del grupo; merced a la sugestividad emocional de los formas, comunica y fija ciertos valores de la vida religiosa, social y moral, Constituye ademés un fondo contra el cual pueden evaluarse las innovaciones y lo individuclidad de Geterminadas obras. Estudianda la sucesién de las obras en y el espacio, y relacionando las varlaciones de estilo con los acontecimientos histéricos y los rasgos cambiantes de otros compos de la cultura, el historiador del arte trata, con la ayuda de la psicologia de! sentido comin y a teoria social, de las camhins de estilo 0 rasgos especificas estudio histérico de los estilos de individuos y grupos permite asimismo determinar etapas y procesos tipicos en el desarrollo de las formas. Tanto pore el historiador que intenta oprehender la sintesis de la cultura, como para el fildsofo de lo historio, el estilo monifiesta el’ coracter totalista de la cultura, constituye el signo visible de su unidad. El estilo refleja © proyecta la “forma interior” del pensamiento y el sentimiento colectivos. Lo que importa aqui no es el estilo de un individuo, © de un arte particular, sino las formas y cualidades compartides por das las artes de una cultura durante un lapso significative En este sentido, cuando se hablo del Hombre del Renacimiento el Clasico 0 del Mediceval, se hace referencia a rasgos comu- nes descubiertos a través ‘de los estilos del arte de dichas épocos, y revelados también por los escritos religiosos y filo- séficos, El critico, como el artisto, tiende o concebir el estilo como un término volorativo; el estilo, en cuanto tal, es una cuclidad y el critico. puede decir de un pintor, que tiene “estilo”, 0 de ln escritor, que es un “estilista”. Aunque “estilo”, en este sentido normativo, aplicado principalmente a artistas indivi- duales, parece estar fuera del marco de los estudios histéricos y etnolégicos del arte, oparece también en ellos con frecuen- Gio y debe ser considerado con seriedad. Vale como indice de realizacién y, en consecuencia, tiene importancia pora la comprensién del arte osi como de la cultura en tanto totalidad, ‘Ain el estilo de un periodo, que para la mayoria de los histo- riadores no es sino un gusto colectivo, manifiesto tanto en las buenas como en las malas obras, puede ser considerado por los eriticos como una positive conquista Asi, para Winckelmann y Goethe, el estilo clésico griego no fe simplemente una convencién de formas sine una concep cién culminante con cualidades evaluades, no posibles en otros estilos, y visibles atin en las copias romanas de originales griegos perdidos, Algunos estilos caracteristicos de ciertos perfodos nos impresionan por la profundidad y amplitud con Que todo lo penetran por su especial adecuacién a su conte- ido; la creacién colectiva de un estilo semejante, como la formacién consciente de una norma de lenguaje, constituye una verdadera realizacién. Ast lo presencia de un mismo estilo en una amplia gama de artes es a menudo considerada signo de integracién de una cultura y de la fuerza de un momento ‘altamente creativo. De las artes que no poseen una distincién particular © nobleza de estilo se dice, con frecuencia, que carecen de él; la cultura de que forman parte es juzgada débil y decadente. Un criterio similar es mantenido por filésofos de Ja cultura y Ia historia y por algunos historiadores del arte, 9 Comiin @ todos estos enfoques son los supuestos de que, cada catilo es peculiar de un periodo cultural y de que, en una eul- 'ura 0 época dadas, existe un solo estilo 0 una game limitada de estilos. Las obras realizadas en el estilo de una época no hubieron podido producirse'en otra, Estos postulades son res- Paldedos por el hecho de que, la conexién entre un estilo , inferida de unos pocos ejemplos, es confirmada or objetos descubiertos més adelante. Siempre que, a través de testimonios no estilisticos, se logra ubicar una obra, tal jocelizecién espacio-temporal coincide con la obtenida a través de los rasgos formales o bien con alguna que estuvo cultural. mente asociada a ella. La aparicién imprevista del estilo en esta otra regién se explica por las migraciones 0 el comercio. fe estima, pues, que el estilo es un confiable indicio indepen. diente para determinar la fecho y el lugar de origen de una de arte. Sobre estas bases los estudiosos han construido un cuadro sistematico, aunque incompleto, de la distribucién temporal y espacial de estilos a través de amplias regiones del globo. Si las obras de arte son agrupadas en el orden correspondiente al de sus posic el espacio, sus un pel en el tiempo y jones significativas que existentes ontre las obras d= fos Fasgos propios de los centros culturales en el tiempo y el espacio, podrén ser coordinades con fa: ute u Por lo general, los estilos no se definen de una manera estric- tamente légica. Como sucede con los lenguojes, la definicién indica, més que sus caracteristicas particulares, su ubicacién espacio-temporal, 0 bien su autor, 0 su relacién histérica con otros estilos. Las caracteristicas de los estilus vurfunn de muda continuo y se resisten 0 una clasificacién sistemdtica de gru os perfectamente diferenciables. No tiene sentido preguntar cuéndo termina exactamente el arte antiguo y comienza el medioeval. Por supuesto, en arte se producen abruptas ruptu- ras y reacciones; no obstante, los estudios muestran que tam- ign aqui hay a menudo anticipacién, mezcla y continuidad. Los limites precisos son a veces fijados convencionalmente Para facilitar el manejo de los problemas histéricos, 0 para aislar un tipo. Las divisiones artificiales practicadas en una corriente de desarrollo, pueden incluso ser designados con nimeros: Estilos 1, 11, uN Pero el nombre tinico que se da al estilo de un periodo, rara- mente corresponde a una clara y universalmente aceptada coracterizacién de un tipo. Sin embargo, el contacto directo con una obra de arte no analizada a menudo nos permite reconocer otro objeto de la misma regién, asi como recono- cemos que un rostro es de un nativo o bien de un extranjero. Este hecho revela que en el arte existe un grado de constancia; en ello se basa toda investigacién de estilo. Mediante una cuidedesa descripcién y comparacién, y merced a la formacién de una més rica y refinade tipologie, adaptada a las conti- nuidades en desarrollo, ha sido posible reducir las zonas poco claras, y avanzar en el conocimiento de los estilos. Si bien ho existe un sistema de onélisis establecido y los autores, en funcién del punto de vista que adoptan o de los problemas que encoran, enfatizan uno u otro de los aspectos del arte, en general, lo descripcién de un estilo se refiere a tres de esos aspectos: elementos de las formas o motives, relaciones de los formas, y cualidades (incluyendo una cualided emergente de! junto que podriamos denominar “expresién”) Esta concepcién de estilo no €9 erbitreria sino que he surgido de la experiencia obtenida a través de la investigacién. Los tres aspectos mencionados suministran los criterios més amplios, més estables y por lo tanto més seguros para corre- locionar la obra de arte con un individue © una cult tom Son jn los que més se adectian a la moderne teoria del arte, si bien no en en el mismo grado, para todos los puntos de vista. Técnica, tema central y material, pueden ser caracteristicos clertos grupos de obras, y ser a veces incluidos en las defi- formales y cualitat minado per uencia son, sin embargo, los rasgos tivos los més peculiares al arte de un deter do. Es facil: imaginar francos cambios de mate rial, técnica © tema, sin que por ello les formas bésicas sufran mayores modificaciones, y es con frecusr ia dado observar en 2 cambio, que, alli donde cquéllos se mantienen constantes, tanto menos son responsables de las nuevas metas artisticas. Un método para cortar piedra cambia con menos rapidez que las formas con que trabaja un escultor o arquitecto. Cuondo una técnica coincide con la duracién de un estilo, son las huellas formales de la técnica més que las operaciones, ‘como tales, les que resultan importantes para la descripcién del estilo. Los materiales son significatives, principalmente por la calidad de lo textura y por el color, aunque también pueden afectar la concepcién de las formas. En cuanto al tema central: vemos surgir temas bostantes diferentes, retratos, naturalezos muer- tas y poisajes dentro de un mismo estilo. Es preciso asimismo decir que los elementos de las formas o motives, no obstante ser muy llamativos, y esencicles para la expresién, no son suficientes para caracterizor un estilo. El arco en punto es comin a la arquitectura gética e islémica, y el arco redondo a la edificacién romana, bizantino, rom: nica y renacentista. A fin de distinguir entre estos estilos, se deben buscar rasgos de otro orden y, sobre todo, observar las diferentes formas en que se combinan los elementos, Aunque algunos autores conciben el estilo como un tipo de sintaxis 0 patron de composicién, mateméticamente analizeble en la préctica, no ha sido posible descubrir estilos sin recurrir al vago lenguaje de las cuolidades. Ciertas caracteristicas pictéricas de luz y color nunca son més adecuadamente espe- cificadas que cuondo se emplean términos cuolitativos, y aGn cualidades terciarias (intersensoriales) 0 fisiognémicas?, como frio y calor, alegre y triste. La gradacién hobitual entre la luz 2 Terciorios (intersensoriales © fisiognémicas) con elocén @ la distincién de Galileo y luego del empeismo inglés, de cucidades primarios y secunda~ fos. (N dal.) 13 y la sombra, los interyalos ent poleta de mucha imp colores en una determinada rtancia para la estructura de una obra constituyen claras relaciones entre elementos y sin embargo no son comprendidos en un esquema de compesicién de la totalidad. Lo complejidad de una obra de arte es tal, que ic descripcién de las formas resulta a menudo incompleta respecto a puntos esenciales y limitada a una exposicién gene- ral de unas pocas relaciones. Es més simple, asi como més adecuado a la experiencia estética, distinguir las lineas como fuertes y suaves, que ofrecer una medicin de su substar A fin de caracterizar con precisién un estilo, dichas cualidades son clasificadas en términos de intensidad’ mediante la com- poracién directa de diferentes ejemplos, 0 por referencia a na obra medelo. Oportunamente las mediciones cuantitativas, enden c confirmar las conclusiones obtenidas a través de la directa descripcién cualitativa. Sin embargo, no dudamos que, traténdose de cuolidades, se puede alcanzar una precisin El ond s oplica conceptos estéticos que son corrientes en la ‘onze, la préctica y la critica del arte contemporéneo; 2 desarrollo actual de los nuevos problemas y puntos de.vista dirige la atencién de les estudiosos hacia rasgos que, presentes ten estilos mas antiguos, no habian sido advertidos, A su vez el estudio de cbras de otros tiempos influye sobre los conceptos modems través del descubrimiento de variables estéticas ignoradas en nuestro propio arte, Como la critica, en tanto intenta distinguir © relacionar dos estilos, 1a investigacién rica revela caracteristicas insospechadas y sutiles y sugie~ re nuevos conceptos de forma. El postulado de la continuided de la cultura —un tipo de inercio, en el sentido fisico— lleva a buscar rasges comunes en estilos sucesivos que, en cuanto a las formas son comiinmente -ontrastados, como polos opues- tos; algunas veces las semejanzas se hallarén no tanto en 14 aspectos obvios como en otros més recénditos, Los patrones que rigen las lineas de las composiciones renacentistas recuer- don rasgas del més antiguo estilo gético; en el arte abstracto ontemporéneo es posible observar relaciones de formas como las que se dan en la pintura impresionisto. El refinamiento del anélisis estilistico ha resultado en porte de la elaborocién de problemas que requerian que ciertos, pequefias diferencios fueran aislados y descriftos con preci- Sién. Son ejemplos de ellos las variaciones régionales dentro de la misma cultura; el proceso del desarrollo histérico de fio 0 afo; la maduracién de artistas individuales y la discri- minacién entre las obras de masstro y discipulo, os! como entre originales y copias. Los indicios que estos estudios juzgan relevantes para fechar una obra y otribuirla a un cutor son, frecuentemente, fisicos 0 externos —detalles de escaso valor sintomético—j sin embargo aqui también la tendencia general de a investigacién he sido buscar rasgos que puedan ser defi- nnidos en términos estructurales y expresivo-fisiognémicos. ‘Muchos estudiosos suponen que los términos de expresién son, en su totalidad, traducibles en términos de forma y cualidad, desde que la expresién depende de formas y colores determi- rnados, ctuyos minimas cambios son capaces de modificarla, En consecuencia las formas son consideradas vehiculos de un cto determinado (aparte del tema central). La relacién, sin embargo, no es aqui del todo claro, En general, el estudio del estilo tiende hacia una correlacién cada vez mayor entre forma y expresién. Algunas descripciones son puramente morfolégicas, como si se ccuparan de objetos naturales; asi, los omamentos han sido coracterizados, tal, por ejemplo, el caso de los cristales, en los términos mateméticos de la teoria de los grupos. Pero términos como “estilizado”, "orcaizante”, “naturalista”, “‘ma- 15 ', "barraco”, son especificamente humanos, refieren 508 artisticos, ¢ implican algin efecto expresivo. Es sélo or anclogia que las figuras matematicas han sido coracteri- zadas como “clésicas”” y sménticas” El andlisis y la caracterizacién de los estilos de los culturos primitives y muy tempranaz han sido profundomenta influidos por las normas del reciente arte occidental, Sin embargo, puede decirse que los valores del arte modern han permitido uno més intima y objetiva comprensién de las artes exéticas, de lo que fuera posible 50 6 100 afios atrés. En el pasado, atin personas con sensibilidad consideraban a la mayor parte de las obras primitivas, especialmente los figu: rativas, como no artistica; lo que se voloraba era principal mente la ornamentacién asi como lo habil de ta elaboracién. Se crefa que las artes primitives eran infantiles esfuerzos por representar la naturaleza, tentativas deformadas por la igno- rancia y por una irracional satisfaccién en lo monstruoso y grotesco. Sélo se reconocia arte verdadero a las culturas supe- riores, alli donde el conocimiento de las formas noturales se hubiera combinado con un ideal racional que aportase bellezo y decoro a la imagen del hombre. 7 arte griego y el del Alto Renacimiento italiano constitufan lo norma para juzgar todo arte, si bien oportunamente la fase clésica del arte gético fue cceptads. Ruskin, que admiraba las obras bizontinos, pudo escribir que solamente en la Europa cristiana “existe el puro y precioso arte antiguo, de! que nada hay ni en América, ni en Asia, ni en Africa’ Dificilmente tal punto de vista posibilitaba una discriminacién cuidadosa de los estilos primitives, © un estudio profundo de ructura y expresién, Con el cambio operado en el arte occidental durante los tlti- mos sotenta ajios, la representacién naturalisto ha perdido su cién hegeménico. Bésico para la practica contemporénee asi como para el conacimiento del arte del pasado es el criterio. én el cual lo que cuenta en todo arte son los componentes is elementales, las cuclidades y relaciones de las lineas, monchas, colores y superficies eleboradas, Tienen ellos dos ‘acteristicas: son intrinsecamente expresivos y tienden a ituir un todo coherente, Idéntica tondencia hecia une estructura cohercnte y expresive se encuentra en los artes de todas fos culturas. No hay conte- ido © modo de representacién privilegiado (aunque, por razo- hes oscuras para nosotros, las grandes obras sélo se produzcan en el émbito de ciertos estilos). Es posible hacer arte cabal con cualquier tema y en cualquier estilo. Un estilo es un len- guaje; tiene un orden y una expresividad internos; admite una variada intensided © delicadeza de expresién, Este punto de vista define un relativismo que no excluye juicios absolutes valor; lo que hace, en tento abandona una norma de estilo fijo, es situar a dichos juicios en su contexto adecuado, Estas fe03 son aceptados hoy por la mayoria de los estudiosos de! fe, aungue no secn aplicadas por todas con igual conviccién, Como resultado de este nuevo enfoque, tadas las ertes del ndo, atin los dibujos de nifios y psicéticos, han devenido accesibles sobre una base comtin de actividad expresiva y for- mal creadora. El arte constituye hoy una de las fuertes eviden- cias de la unidad bésica de la humanidad Este cambio radical de actitud es en parte resultado del des- arrollo de los estilos moderns, en los que la materia prima y las unidades caracteristicas de operacién —la superficie del lienzo, el tronco de madera, las marcas de los instrumentos, los pinceladas, las formas conectantes, los bocetes, los par- ticulas y éreas de color puro— son tan acentuadas como los elementos de representacién. Ad antes de aparecer los estilos no figurativos, los artistas Hegaron a tener una més profunda conciencia acerca de los componentes estético-constructivos de la obra, al margen de los significades que denotan, Hoy en los estilos nuevos mucho que recuerda al arte primi- tivo. Los artistes modernos se cuentan entre los primeros que opreciaban las obras de los indigenas como arte verdadero. El desarrollo de! cubismo y la abstraccién hizo del problema e la forma un tema excitante y colaboré en el refinamiento de Ia percepcién de lo que hay de creativo en la obra del primi- tivo. El expresionismo, con su gran sentido patético, dispuso nuestros ojos hacia los mas simples e intensos modes de expre- sién y, junto con el surrealismo, que valorizé sobre todo los contenidos irracionales e instintivos de la imaginacién, renové el interés por los productos de la fantasia primitiva, No obs- tonte y a pesar de todas las obvias semejanzas, en lo que se refiere a lo estructura y el contenido, las pinturas y esculturas modernas difieren de las del primitive. Lo que en el arte pri- mitivo es propio de un mundo establecido de creencies y sim- bolos colectivos, surge en el arte moderno como una expre- sién individual signada por une actitud libre y experimental frente a las formas. Los artistes madernos se sienten, sin embargo, espiritualmente hermanodos con el primitive, que les es chora més préximo que en el pasedo en virtud del ideal 19 franqueza e intensidad de expresién, y del deseo de una vido més sencilla, asi como de una perticipacin el artista en los acontecimientos colectivos, més efectiva que la ofrecide por la sociedad moderna. isticas de | én actual es Ia tenden- Une de las caracteristicas de la situacién actual es la t ia 0: menospreciar el contenido del arte del pasado; las repre sentaciones més realistas son contempladas como puras cons- fruceiones de lineas y colores, El observador es a menudo indi- los significades originales de las obras, cunque ellos pueda experimentar un vago, sentimiento de lo poético y Io religioso, La forma y expresividad de las obras gs antiguas son pues, considerades aisladamente y la histo- Hat te sscripta como un inmanente desarrollo de fia de un arte desc mente desorolo. de formas, Al mismo tiempo otros estudiosos se han cpl ' provechosa investigacién de los significades, simbolos y tipos Ices del atte occidental, contendo para ello on | ligiosa; © través de estos estudios se literotura mitolégica y religiosa; través de hha profundizado considerablemente el conocimiento del con- = el cual res ‘analogias con el cardcter de los ho robustecido la opinién de que el desarrollo de tudes ¢ interes laridad en el nome sino que est conectado con acti- cambiontes, monifiestes con mayor © menor ‘ema central Vv Desde los comienzos los estudiosos cbservaran quie las rasgos ue configuran un estilo tienen una cualidad que les es comin Todos parecen estar signados por la expresién de la totalidad: Puede también tratarse de un rosgo dominante ol cual se adaptan los elementos. Las partes de un templo griego pare- cen constituir una familia de formas. En el arte barroco, la busqueda del movimiento determina la liberocién de los limites, la inestabilidad de los masas, y la multiplicacién de grandes contrastes, Para muchos autores, in estilo, sea de un individuo © de un grupo, es uno unidad Profunda y sistemética, La investigacién de estilos es a menu: do una biisqueda de correspondencias ocultas, las que remiten @ un principio organizador, determinante tanto del cordcter de los partes como del patrén seguido por la totalidod. Esta ideo holla su fundamento en Ia experiencia del estu diose que, a partir de un fragmento cualquiera, identifica un 2 estilo Para el cbservador, un trazo de piedra grabodo, el per- fil de una moldura, el dibujo de unos poces Frezos, una sola [ote de un escrito, can frecuencia posen la eualided de la bra completa y pueden ser fechados con precision; ante los f ela conviceion de captar la totlided orig fragmentos se ti nel, Iguelmente, se reconoce como intruso el detalle restau- rado © agregado a ella. La sensacién de totalidad es experi- mentada aun ante las pequefias partes. No sé en qué medida la confrontacién de frogmentos prove- nientes de obros de diferentes estlosconfirmari esta opin. Algunas de las observaciones podrion corresponder a un nivel Ste cesracturcl en el que i siitad de pores 80 indica la homogeneidad de un estilo o de unc técnica y no una uni- Gad compleja en sentido estético. Aunque personal, el toque del pintor, descripto en términos de constantes de presién, ritmo y tamafo de los pinceladas, puede no tener una relacién obvia con otras caracteristicas Gnicas de las formas mayores Hay estilos en Ios cuales grandes partes de la obra son diver- somente concebidas y ejecutadas sin que ello destruya lo io del conjunto, En la os rte neturalsto, suavemente.tallado, surge de un monte justicabe, Eo la pintre occidental del siglo XV, figuras y palsjes reclistos se deponen sobre un fondo de ore gue, en la Eded Medi, tenia un sentido espiituclista cuerpo En el arte islamico, asi como en ciertos estilos africonos y asié: ticos, formes tridimensionales de gran claridad y simplicidad, barcos de metal y animoles, ctipulas de edificios, tienen super. on filigranas de formas ricos y complejas; en el Gético y el Barroco, por el contrario, el complejo tratamiento de los superficies se asccia a la igualmente complicada silueta del conjunto. el arte roménico, las proporciones de los figuras no se someten a un canon nico, como en el arte griego, sino que, aun dentro de la misma escultura, existen dos o tres sistemas de proporciones, segtin el temafio de la figura. Dicha variacién dentro de un estilo es asimisme conocida en la literatura; en ocasiones la incluyen grandes obras, como las piezas de teatro de Shakespeare, donde verso y prosa de diferente textura se dan conjuntamente. Sus lectores franceses, habituades cl modelo del drama clésico francés, se quedaron perplejos ante los elementos de comedia incluidos por Shakes- eare en sus tragedias, Entendemos este contraste como uno imposicién del contenido y de la concepcién que el hombre tenia del poeta —los diferentes modos de expresién pertene- cen a tipos humanos contrastantes—; un purista gusto clé: lo condené sin embargo, como algo no artistico, En Ia litera: tura moderna, ambos tipos de estilos, el riguroso y el libre, coexisten y expresan diferentes puntos de vista. Es posible considerar las partes opuestas como elementos contribuyentes © une totolidad que debe su carécter al interjuego y equilibrio de cuslidades contrastantes. La nocién de estilo pierde empero si la nota de cristalina uniformidad y simple correspondencia de parte a todo, que sefialébamos al comenzar. La integracién puede ser de un tipo més flexible, més com. plejo, y operar con partes disimiles. Otra interesante excep. cién a la idea de homogeneidad estilistica radica en la dife- Fencia, observable en ciertas artes, entre las éreas marginales, y las dominantes, En las obras bizantines de la primera época los gobemantes son representades mediante formas rigidas, estatuarias, mientras que las figuras que los acompaian, més pequefias, y realizadas por el mismo artista, retienen la’vita- lidad de un estilo episédico, naturalista, més antiguo, En el arte roméntico la diferencia puede ser tan marcada que los entendidos han supuesto, erréneamente, de ciertas obras espa- fiolas, que fueron realizadas en parte por un artista cristiano 23 y en parte por uno musulmén, En algunos casos, les formas Inerginales, o situados en el fondo revelan un estilo més avan- zado que las partes centrales, anticipando una etapa poste- rior del arte, En las obras medivevales, las figures secundarias ealizadas en el margen de los manuscritos iluminados 0 sobre cornisas, copiteles, y pedestales son, a menudo, més libres y haturelistos que les figuras principcles. Ello es sorprendente ye que habriamos esperado encontrar que las formas més ‘adelantadas, correspondieran al contenido dominente. Sin embargo, cuando es menas constrefiido por un requerimiento externa, el escultor © pintor medieval es con frecuencia més Geado; enfonces busca y entra en un terreno mas libre. Del mismo modo, los dibujes o bocetos de un artista: son més fvanzados que los pinturas terminadas y sugieren otro aspecto de su personalidad, Lo ejecucién de paisajes como fondos para les figuras religiosas en las pinturas del siglo XV, resulta veces extroordinariamente modernas y en notable contraste con los precisas formas de los figuras més grandes. Tales Observaciones demuestran la Impurtuncia que tiene para la descripcién y explicacin de un estilo la consideracién del ‘especto no homogéneo, inestable, de las oscuras tendencias ie nuevas formas. Si bien en todos los periodos los artistas luchan por crear obras, unificadas, el ideal est moderne. A menudo se observa, tanto en el arte civilizado el primitive, la combinacién de cbras de diferentes estilos dentro de una totalidad Gnica, Pocos de los grandes edificios medioevales son homogéneos, desde que constituyen ia obra de muchos generaciones de artistas. Esto ha sido reco: nocide ampliamente por les historiadores, aun cuando, inge- huamente, algunos teéricos de lo cultura han visto en glomerado que es la catedral de Chartres, un modelo de unidad estilistica, -en contraste con la heterogeneidad, propia de la 0 de consistencia es esencialmente con- falta de estilo de los artes de la sociedad modema, En el pasado no se consideraba necesario restourar una obra dafia- dao completar una inconclusa dentro del estilo del original De ahi las extrofias yuxtaposiciones de estilos que se dan en algunos objets medicevoles, Debe decirse sin embargo que, en virtud de sus formas abiertos, irregulares, algunos estilos pueden tolerar lo inconcluso y lo heterogéneo mejor que otros. ‘Asi como una obra puede poser partes que, halladas en con- textos separados podrion ser juzgadas como pertenecientes a diferentes estilos, de la misma manera un individuo puede producir durante el mismo corto perfodo, obras en las que es aco ver dos estilos. Ejemplos obvios son los constituidos por los escritos de autores bilingties, por la obra del mismo hombre en diferentes artes 0 aun en diferentes géneros del mismo atte: pintura mural y de caballete, poesia dramética y lirica La ejecucién de una obra grande por un artista que general- mente los realiza pequefios, o de un trabajo pequefio por un maestro de las grandes formas puede dasorientar al exparto en estilos, No s6lo cambiard el toque sino también lo expresién y el método compesitivo. El artista no esté presente con la misma intensidad en todo lo que hace, si bien algunos rosgos permanecen constantes, Algunos artistas de nuestro siglo han modificado tan redicolmente sus estilos en el curso de unos ocos afics que, de ser olvidado el nombre del autor de cada Conjunto de obras seria dificil, si no imposible, identificarles como perteneciente a una misma mano, En el caso de Picas: dos estilos —Cubismo, y un tipo de naturalismo clasi fueron practicados a un mismo tiempo, Pequefios detalles presentes en los obras de ambos estilos permiten descubrir corecteres comunes —cuolidad de la pincelada, intensidad, sutiles constoncias del espaciamiento y los tonos— ordina- Tiamente, éstos no son, sin embargo, elementos que pudieran Permitir la caracterizacién de cualquiera de los dos estiles 25 ‘Adin entonces —os! come un recuento estedistico do resulta- dos diferentes cuando se toman poblaciones pequefias que uando se trabeje con poblaciones grandes— en obras a rente escala, ésta puede influir la frecuencia de los elementos mas pequefias, o la forma de los pequefias unidades. La expe: Fiencia moderna de la variobilidad estilistica y de la hetero- geneided en el estilo de un arte quizés conduzea 0 una més concepcién de estilo, Es de todos modos evidente que nde estilo, como una constante visiblemente unifi coda, descansa sobre una norma particular de la estabilidad de los elementos que lo componen y cambia segtin se trate de © pequefias, a medida que la totalidad se hace Lo que ogul se ha dicho sobre los limites de ta unifornidad de la estructura de une obra determinada y de las obras de tn ingividuo tambien se-eplca el estilo de un grupo. El estilo de grupo, como el lenguaje, « menudo contlene elementos que P sco ue cifteria que. permita dstingulr con obras de clferentes grupos y relaconar un estilo Simulténeomente dos 0 més stiles coletives de arte némeno se asocia frecuentemente con artes que cum- en funciones diferentes o con diferentes clases de artistas, Los artes practicadas por mujeres son de otro estilo que les precticadas por los hombres; el arte religioso difiere del pro- fano; el civico, del doméstico; en las cultures més desarrolla- das atificacién de las clases sociales a menudo implica una variedad de estilos, no sélo con respecto a lo rural y lo turbeno, sino también dentro de lo misma comunided urbana Esta diversidad se muestra hoy con bostante claridad en la coexistencia de un arte oficial-aca co, con uno de masa- comercial, y otro mas libre, de vanguardia, Pero lo que es 26 tain més Ilamativo es la enorme variedad de estilos compren- didos en el tiltimo —aunque indudablemente los futuros histo riadores hallarén para ellos un denominador comin, En tanto que algunos criticos juzgan tal heterogeneidad como signo de una cultura inestable y no integrada, es en cambio posible considerarla una necesaria y valioso consecuencia de la libertad de eleccién individual y de la trascendencie uni- versal de la cultura moderna, la cual permite una mayor inter- ‘accién de estilos de la que fuera posible en el pasado. La Giversidad presente contintia e intensifica uno. diversidad edvertida en las etopas precedentes de nuestra cultura, inclu- yendo la Edad Media y el Renacimiento, a los que se considera modelos de cabal integracién, La unided de estilo que se ofrece, en contraste con la presente diversided, es un tipo de formacién estilistica adecuada a fines y condiciones particu- lores; hoy serfa imposible alcanzarla sin destruir los més pre- Ciados valores de nuestra culture, Si pasamos a la relacién entre estilos de grupos en las dif rentes artes visuales del mismo periodo observamos que, mien- tras que el Barroco es sorprendentemente similar en arqui- tecturo, escultura y pintura, en atros perfodos como por ejem- plo el Carolingeo, el Roméntico temprano y el modemo, dichas artes difieren en aspectos esenciales. En Inglaterra, el dibujo y la pintura de los siglos X y XI —periodos de grandes reali- Zaciones, en los que Inglaterra marchaba a la cabeza del af europeo— se caracterizan por un entusiasta estilo lineal de movimiento enérgico, del mismo periodo es sobre otros principios. estético, mientras que lo arquit ra inerte, masiva y cerrada, y se organiza Tal diferencia ho sido explicada como signo de inmadurez; no obstante se pueden sefialar contrastes similares entre artes de épocas posteriores, por ejemplo en lo Holanda del siglo XVII, donde Rembrandt y su e: contempordneos de los edificios clasicistas cuela eran fel Renacimiento, a Cuando se comparan estilos de artes del mismo periodo en géneros diferentes —literatura, midsica, pintura— las dife- fencias no son menos notables, Pero hay épocas de gran uni- dad, y son ellas los que han comprometido la atencién de los estudiosos relegando a los ejemplos de diversidad. El concepto de barreco ha sido aplicado a la arquitectura, escultura, misica, Poesia, drama, jardinerio, escritura y atin a la filosofia y los lencias. EI estilo Barroco ha dado su nombre a toda lo cultura Gel siglo XVII, aunque ello no excluye la existencia de ten-

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