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PRESENTACION

En la historia de la Humanidad, desde que el hombre conformó esas primeras


comunidades primitivas y hasta ahora, en nuestras modernas sociedades, siempre
los hombres buscaron a una persona que los guíe. Esa persona fue el líder, quien
con sus más emocionantes arengas, logró movilizar ese grupo humano y construir la
historia.
Estos líderes emplearon sabiamente el uso de la palabra para transmitir ese mensaje
que arengue a su grupo. Así nace la ORATORIA, un género que se ha empleado
por todos los grandes líderes, no importando credo ni religión. Miles de
prominentes figuras que sobresalieron en la vida debieron su fama al arte con que
supieron expresarse. Actualmente la vida moderna el! desarrollo científico —
técnico, exigen al hombre acrecentar su capacidad y poder de comunicación, y para
ello busca el desarrollo de estas facultades. No en vano el hábil y buen orador es
bien recibido en todas partes, y es el conquistador de nuevas amistades y simpatías.

Hay innumerables personas que sin percatarse, tienen el don de expresarse con
suma facilidad. A otros en cambio, la sola idea de hablar en público los atemoriza,
pierden el control emocional, tartamudean y se ponen nerviosos. Esto sucede,
precisamente, por la falta de preparación.

Este libro está dirigido a todas las personas que sueñan con ser brillantes oradores y
magníficos líderes. Para ser ORADORES muchos NACEN con ciertas
predisposiciones, facultades y ventajas en su formación biológica o anatómica, pero
también se HACEN a base de mucha preparación, disciplina y constante practica.
Pata ubicar su importancia y trascendencia de la oratoria, en el tiempo y en el
espacio, es necesario hacer una breve remembranza hist6rica.

El autor

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1.1 BREVE HISTORIA DE LA ORATORIA.
La oratoria tiene tanta importancia que sin ella no podríamos expresar
pensamientos, inquietudes o sentimientos, verbalmente estáticos. El don de la
palabra es el cauce natural que dispone el hombre para la expresión de sus
sentimientos, por lo que el hacer uso de la palabra hablada en público ha constituido
siempre una necesidad, es decir una obligación comunicativa.
Desde tiempos muy remotos el hombre tuvo que dirigirse a las multitudes ya sea
para defender sus principios o para entusiasmarlos a continuar la lucha contra los
pueblos.

En el mundo el origen del arte de la oratoria aún es desconocido sin embargo con la
finalidad de hacer historia vamos a tomar su nacimiento a partir de los siglos IV y
en Grecia antes de Cristo, en mérito al florecimiento filosófico donde actúan los
mas notables sofistas como S6crates, Platón, Gorgias, Pitágoras, Tucídes,
Demóstenes, entre otros.

EN GRECIA
• SÓCRATES.- Filósofo ateniense (469-399 a.C.), proclama la necesidad de
conocerse a sí mismo. Opinaba que los hombres virtuosos también son felices; creyó
en la inmortalidad del alma y en la divinidad suprema que todo lo gobierna. Fue
uno de los que iniciaron la investigación sobre la oratoria pero no escribió ningún
libro. Todo lo que conocemos de él, es por PLATON uno de sus buenos discípulos.
• PLATÓN.- Filósofo griego (428-347 a.C.). En Atenas fue discípulo de Sócrates y
profesor de Aristóteles. Impartía su filosofía basada en la dialéctica; escribió
diálogos en los que hacia hablar a Sócrates. Entre estos escritos tenemos: La
República, Fedón, Critón, Fedro, El Banquete, etc. Manifestó que «Los buenos
oradores deben tener la sutileza de los dialectos, la ciencia de los filósofos, la dicción de los
poetas y el gesto de los cómicos».
• ARISTÓTELES.- Filósofo griego (384 a.C.). Alumno de Platón, preceptor y
amigo de Alejandro Magno, fue uno de los hombres más inteligentes de todas las

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épocas. Autor de Organón, Poética, Política, Física, Metafísica, Retórica, etc. En la
edad media era modelo de los filósofos; padre de la ORATORIA CLASICA
Definió 3 claridades:
Claridad en el estilo del idioma.
- Claridad del pensamiento.
Claridad en la actitud social del orador.
DEMÓSTENES.- Político y destacado orador griego nacido en Atenas (384 a.C.).
Se hizo famoso por tu tenacidad y perseverancia para vencer sus defectos físicos y
convertirse en un notable ORADOR y gran político, ya que logró vencer la
tartamudez mediante la práctica de hablar frente al mar horas tras horas
colocándose piedrecillas en la boca; creándose obstáculos al hablar permitiendo con
ello esforzar más de lo normal. Fue considerado el más grande ORADOR de todos
los tiempos y también el padre de la fuerza de voluntad.

EN EL IMPERIO ROMANO.
Fue una época de grandes luchas políticas donde también la oratoria predominó con
más fogosidad.
• MARCO TULIO CICERÓN.- (106-43 a.C.). Gran orador, pensador y político
romano, simpatizante de Pompeyo y luego de César. Sus discursos constituyeron el
mejor modelo de la Retórica Latina. Era claro, preciso, sutil, irónico y patético;
poseía presencia imponente, voz expresiva, ademanes adecuados y fisonomía vivaz.
El decía: «En el escenario no se habla, en el escenario se declama». También
sobresalieron CESAR, LICINIO, CALVO CATON DE UTICA, entre otros.

EN LA EDAD MEDIA.
La Oratoria Política perdió vigencia, en cambio la profunda concepción religiosa en
aquella época hicieron que floreciera la Oratoria sagrada sobre la vida de JESUS.
Más adelante, con diferentes estilos, la Oratoria estuvo presente en los grandes
acontecimientos que hicieron historia como la Revolución Francesa, la lucha contra
el esclavismo en los EE.UU., la Revolución Mexicana, Revolución Rusa, la Guerra

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Civil Española, la II Guerra Mundial, la Revolución Cubana. En esa etapa se
formaron oradores de la dimensión de Danton, Marat, Robespierre, Napoleon
Bonaparte, Mirabeau, Trosky, Lenin, Hitler, Abraham Lincoln, Emilio Castelar,
José Martí, Fidel Castro y muchos otros.
En nuestro continente la lucha por la Independencia de América, las luchas
políticas y acontecimientos históricos hicieron surgir buenos oradores como Don
José De San Martin, Simón Bolívar, José Antonio De Sucre. En países
latinoamericanos surgieron grandes oradores como en Argentina, Domingo
Faustino Sarmiento, Juan Domingo Perón; En Chile Salvador Allende; En Bolivia
Víctor Paz Estenssoro, Marcelo Quiroga Santa Cruz, entre otros.
SIMON BOLI VAR
Su estilo oratorio, se funda en una vasta cultura, es más apasionado que el estilo
San Martiniano; su palabra es fogosa, fervorosa se puede como la antorcha de
libertad que sus manos portaron incendiando América con su luz. Sus discursos
políticos y académicos se constituyen como símbolos de oratoria peruana.
JOSE DE SAN MARTIN
Se caracteriza por ser un orador parco, severo, utiliz6 pocas y precisas palabras en
su ret6rica, tal como lo podemos apreciar en su Proclama de la Independencia
Nacional.

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1.2. DEFINICIONES DE LA ORATORIA.

ALFREDO HERNANDEZ URBINA


“Es la ciencia y el arte de la palabra hablada y tiene por finalidad persuadir y
convencer, orientar y educar, pero diciendo siempre la verdad”.
La oratoria es el arte de hablar en público. La definición no ha variado desde la
época de los griegos. Muchos la confunden como el hablar frente al público sin el
término que le da la categoría esencial: ARTE, que significa belleza. También
priman la armonía, el orden y la elocuencia. Sin estos requisitos no pueden llamarse
orador sino solo hablador frente al público.

1. LA ORATORIA
Iniciarse en el arte de la oratoria, es la aventura más singular y emocionante,
porque de ello deviene una nueva forma de ser en la vida. Se adquiere
autonomía, fe y seguridad en sí mismo. No hay mayor sensación de satisfacción
personal y de exitosa realización que influir en las personas. Esta actitud
dimensionada sólo puede lograrse con el estudio y práctica rigurosa de la
oratoria artística.
La manera de hablar implica y señala cómo es usted. La forma que tiene de
expresarse; indicará su nivel cultural y desarrollo personal. Puede usted pensar
con facilidad, pero no siempre podrá elaborar las ideas con palabras certeras y
adecuadas para decirlo.

Escuchamos con frecuencia decir “No sé cómo decirlo”. Procure expresar ideas y
darles vida, decir con soltura las frases. Lo que diga, cobrará trascendencia. La
voz, las inflexiones, las tonalidades, el timbre adecuado y la expresividad hacen
que la simple emisión de las palabras expresen vida.
Cuando se inicie en el arte de la oratoria, advertirá que exponer las ideas no es
sencillo. Requiere de una metodología adecuada. No es el hecho de hablar por
hablar o porque simplemente las ideas deben traducirse en palabras. Exprese

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usted ideas y pensamientos. Haga docencia de la palabra. Y de la palabra, una
magia que subyugue.
Imaginemos al predicador dando un sermón y al declamador que traduce los
sentimientos del poeta. Las palabras deben ir ilustradas con una rica gama
expresiva, capaz de sobrecoger con el impacto de una voz sonora y brillante.
Personas de gran intelecto, escritores, poetas, científicos, políticos y artistas que
han ejercido su oficio y que gozan de una gran fama por sus obras, resultan un
fracaso cuando tienen que pronunciar una conferencia; lo mucho que ellos
conocen no lo pueden expresar sin cometer tropiezos en la dicción, articulación,
volumen de voz, así como en las formas didácticas de la expresión.
Tener conocimiento acerca de un tema no basta, saber comunicarlo es más
importante.

Célebres oradores opinan, que lo que se conoce puede considerarse un logro del
20%. Un 80% es producto de la capacidad de transmitir las ideas.

La historia nos refiere que grandes personalidades no se hicieron conocer sino


hasta que fueron capaces de dominar escenarios y encender conciencias. Así
como otras personas sin mucho talento que osaron incursionar en el arte de la
palabra. En cada paso y huella por el escenario, trascendieron hasta hacerse
célebres. Fue el caso del más grande de los oradores, Demóstenes. Felices los
dioses del Olimpo que escucharon a tan primorosa voz humana que llegó a
estremecer los cielos y la tierra.

Plutarco decía que Demóstenes no fue el genio naciente por soplo divino
imprimado en la Naturaleza; fue la misma Naturaleza ávida que lo puso a
prueba. Agobiado por limitaciones y males fisiológicos y psicológicos tales
como la timidez, su torpeza y la imposibilidad de elaborar ideas su extrema
tartamudez que le impedía comunicarse con los demás. Todo lo que
Demóstenes debió hacer para superar estos terribles escollos, constituye el

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ejemplo más vivo de voluntad, esfuerzo y perseverancia que la Historia
contempla a través de los siglos.
En la galería de los grandes valores de la oratoria tenemos a Abraham Lincoln.
El notable estadista norteamericano debía estar seguro en sus discursos, no
solamente lo que tenía que decir, sino cómo tenía que decirlo. Lincoln es
grande como estadista pero es más grande por su grandilocuente y estremecedor
verbo. Fue un orador excepcional, pocos como él perfeccionaron el arte de la
elocuencia.
Muchas personas creen, que con sumar palabras a su vocabulario sería
suficiente para hacerse elocuentes e impactar en las personas. No es así. El
orador debe tener una ardua preparación, disciplinar su verbo y sus expresiones;
comprender lo que dice y tender un puente de emociones hacia el auditorio. De
lo contrario, sólo emitirá palabras frías, sin sentido. Decir algo es dejar que
emerjan con vigor y fortaleza el pensamiento y la inspiración. La oratoria
implica el arte de persuadir por medio de la palabra.

Configurar un arte de calidad necesita de técnicas y procedimientos, destrezas y


habilidades, las que se irán cimentando a través del ejercicio y preparación.
Ponga todos los recursos de la oratoria en el momento de hablar y el éxito se
reflejará en la vida personal, social y profesional. Forjarse como un buen
orador, implica ejercitarse en todas las potencialidades con el deseo
inquebrantable de buscar el éxito en la vida. Se puede dominar el arte de la
oratoria y desarrollar una metodología y una técnica, es decir, el QUÉ y el
CÓMO:

• Qué es lo que tengo que decir y qué hacer.


• Cómo debo hacer para crear un producto artístico.
En el arte de la oratoria, confluyen cuatro elementos: el orador, el mensaje, la
audiencia y la ocasión. Estos elementos coordinados conforman la unidad
armónica y coherente en la oratoria artística, en consecución de un resultado

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final. Tener una audiencia fascinada y encantada de escuchar el mensaje que
usted como orador expresa. No es sencillo lograr una oratoria brillante si antes
no se han desarrollado habilidades con persistencia y esfuerzo intenso. (Oliver,
1990).
Cualquier persona puede llegar a ser un buen orador si consigue dominar los
ejercicios de una preparación básica y detallada con esmero y atención.

Se habla de elocuencia y oratoria, como dos elementos separados. La primera


como una facultad natural o un don que sirve para deleitar al público por medio
de la palabra; y que en muchas ocasiones se manifiesta espontánea e intuitiva,
logrado sin esfuerzo alguno, como una cualidad.

La oratoria es el arte de persuadir por medio de la palabra. Se logra por medio


de reglas y ejercicios, perseverando con ellos hasta lograr su dominio.
No se necesita distinguir uno del otro separándolos como dos campos distintos
pues ambos son congruentes e imprescindibles en la expresión de buena
calidad. Elocuencia y oratoria conforman la unidad expresiva.

Nadie puede ser un gran orador si no es elocuente, y no se puede ser elocuente


si no se ha ejercitado en las reglas de la oratoria. No creemos en facultades
innatas, solo en el esfuerzo de los seres humanos, salvo algunos casos aislados
de la vida y la Naturaleza. Creemos en el esfuerzo que cada persona imprime
para desarrollar sentidos y potenciar facultades. Del estudio y el trabajo se
deriva el genio creador. Tengamos en cuenta que la oratoria es una expresión
artística, como lo son otras expresiones culturales y que para la creación y
edificación de una gran obra, se utilizan una serie de procedimientos
debidamente ordenados y técnicas empleadas, logrados en un trabajo arduo y
disciplinado.

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En efecto, no se puede llegar a ser un gran ejecutante de violín o piano, si no se
ha invertido cuantioso tiempo en ejercitar y depurar la técnica, el estudio
minucioso de la partitura musical, donde cada nota es consecución de la otra
perfectamente armonizada. El pintor, necesita ejercitar el trazo, el manejo de las
herramientas, el conocimiento de la teoría del color, para descubrir los secretos
de la armonía pictórica y producir la obra de arte.

2. ELEMENTOS DE LA ORATORIA
Aristóteles en su retorica manifestó que en toda comunicación oratoria
intervienen varios elementos.
2.1. QUIEN PRONUNCIA EL DISCURSO
Para que se produzca el arte, del buen decir (oratoria) se necesita la
presencia de la persona que pronuncia o expresa un discurso a quien se le
denomina Orador, quien tiene la intención y actúa para transmitir sus
ideas, pensamientos, sentimientos y actitudes referentes a un determinado
tema frente a un público.

El orador tomado en su sentido más común, es la persona que habla en


público, puede o no leer su discurso, pero el auténtico orador es
considerado aquel que pronuncia su discurso siguiendo mentalmente un
plan del tema que ha elegido para comunicar verbal mente al público.
El Orador para cumplir a cabalidad con su misi6n tiene que prepararse cada
vez ms para adquirir conocimientos necesarios, técnicas y cultura general
para que le permita llegar mejor a su auditorio.

2.2. EL DISCURSO
Materia prima o contenido que se prepara con anticipaci6n y que tiene
requisitos y estilo permitiendo el acto de la oratoria.
En el III 6 IV capítulo, por razones obvias lo abordaremos con
detenimiento.

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2.3. QUIENES ESCUCHAN
Quienes escuchan el discurso pronunciado por el orador constituyen el
auditorio, para ellos se ha inspirado y preparado el orador y
consecuentemente ellos se han reunido precisamente para escucharlo y
recibir su orientación, instrucción, educación y finalmente persuadidos.
Estos tres elementos son de vital importancia para que se produzca la
oratoria; ya que, si dejara de existir alguno de ellos no se podría llevar a
cabo el arte de la oratoria.

3. CLASES DE ORATORIA
La oratoria, como todo arte, tiene sus formas y usos según las ocasiones y
circunstancias; también los auditorios que lo conforman, la naturaleza de la
comunicación y los objetivos que persigue.
Mencionaremos los géneros y formas de mayor uso en la oratoria.
3.1 ORATORIA ACADÉMICA
Esta forma de la oratoria, abarca y desarrolla temas de carácter científico;
exige en el orador el uso de un lenguaje culto y académico. Se caracteriza
por la narración y precisión de las ideas, la elegancia y armonía en las
frases. En esta forma se pueden distinguir dos estilos. Uno literario, que
expresa una comunicación estética e imaginable. Es agradable, infunde
belleza y sabor a poesía, en ella se advierte el empleo de frases bien medidas
y calculadas para deleitar al auditorio.
Y otra, el estilo científico, que renuncia a la exquisitez del lenguaje estético,
para dar paso a lo diseñado y específico, escueto, conceptual y lógico, con
marcada tendencia didáctica. El discurso se dirige a la razón, conduce al
oyente hacia un objetivo, el de instruirlo, con el manejo de la forma lógica,
ordenada y rigurosa. El orador debe ser capaz de conducir a su auditorio a
las metas del convencimiento, utilizando un lenguaje apropiado, elegante y
ameno, evitando la monotonía y las equivocaciones.

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3.2 ORATORIA SOCIAL
Es la más generalizada porque se ubica en la convivencia social, donde
están implicadas las relaciones sociales, públicas en diversas circunstancias
como los reconocimientos, solemnidades, brindis y demás acontecimientos.
En la mayoría de casos, la persona que debe hablar asiste preparada para tal
o cual ocasión. Muchas veces una persona es anunciada por sorpresa, si no
está preparada no tiene otra alternativa que asumir el reto, disponiendo de
escasos minutos para esbozar el discurso.

En este caso, primero debe averiguar de qué se trata y a quiénes va a


dirigirse, cuál es el objetivo, los fines de tal acontecimiento. De esta manera
podrá forjar una concepción general o idea central a partir de la cual
desarrollará el argumento del discurso hacia los fines que se propone.

Segundo, el lenguaje a emplear debe estar acorde con el carácter de la


reunión, utilizando en lo posible un estilo romántico, sencillo, ameno y
lacónico. No olvidemos el empleo de ademanes y gestos que van a
contribuir al logro de nuestros objetivos fundamentales. Es decir, traducir
en ideas los momentos que vive la audiencia, exaltar los sentimientos que
embargan en forma breve y clara.

3.3 ORATORIA POLÍTICA


Tiene que ver con asuntos relacionados con el Estado, la sociedad y el bien
público. Este género de oratoria exige un clima de libertad y
responsabilidad de quien la ejerce. Su campo de acción es muy amplio: en
el Parlamento, debates públicos y congregaciones grandes. Requiere el
dominio de conocimientos diversos y de determinadas facultades en el
orador, como:
a) Expresar audacia, altruismo y lealtad por los intereses de la Nación,
desbordar un eximio interés por las grandes causas.

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b) Capacidad de improvisación y no de recursos de persuasión.
c) Gran agilidad mental y sensibilidad para captar las reacciones del
público.
d) Asumir las réplicas con serenidad, adecuando las respuestas oportunas,
con el mayor respeto y consideración por el auditorio.
e) Expresión clara, sencilla y contundente.

3.4. ORATORIA FORENSE


Su empleo tiene un fin jurídico, se ubica en los tribunales. Tiene un campo
específico, persigue un fin práctico y concreto; por consiguiente, busca
convencer mediante la exposición de pruebas.
Este género exige versación jurídica, filosófica, social y legal; claridad,
orden y corrección en la elocuencia, y un respeto a la dignidad de la
persona en las cuestiones de hecho y de derecho.

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4. FINES DE LA ORATORIA
Enseñar: Transmitir conocimientos y adquirirlos en las deliberaciones.
Persuadir: Inducir con emociones más que con razones a creer o hacer cosas.
Convencer: Usar la razón y la reflexión mediante una buena argumentación,
que provoca una aceptación automática.
Conmover: Provocar en el espíritu ajeno, determinados sentimientos, pasiones
y emociones.
Agradar: Producir, por medio de las palabras, en el alma ajena un sentimiento
de placer con fines determinados. También hay otros fines como informar,
convocar, trasformar personas y realidades en general. Combinar estas acciones
de acuerdo al objetivo que se busca, porque existe variedad de fines.

5.- TIPOS DE ORADORES


5.1 ORADORES GRÁFICOS
Los oradores gráficos se distinguen por pre parar su discurso escrito y leer el
mismo. Cuando se encuentran frente al auditorio no se arriesgan pese a
recordar los grafismos.
Además son aquellos que tienen una disposici6n especial para la escritura
lo que les ayuda a tener abundancia de ideas, en cambio si se ven privados
del lápiz y papel (elementos gráficos) son perezosos en sus ideas.
Sus pensamientos, imaginación y memoria de este tipo de orador son
influidos y condicionados por el grafismo de tal manera que cuando
recuerdan o piensan, “escriben” sus recuerdos o pensamientos.
En consecuencia no pueden ser oradores en el exacto sentido del término,
pese a ser a lo mejor excelente escritores; como generalmente vemos leer su
discurso extenso, ante un público tolerante pero fatigado y aburrido.
Si aprendiesen a leer con claridad y emoción producirían suplir el ted!o, que
muchas de las veces lo originan.

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5.2 ORADORES VISUALES
Los oradores visuales son quienes leen dentro de sí sus pensamientos de
diversas formas, unos piensan en un enorme pizarr6n negro, es decir dichos
oradores “leen” sus recuerdos, sus ideas o los ven escenificados en su
imaginación.
Por ser visualista siempre depende del signo o de la figura por lo tanto su
oratoria siempre se apoyará en la escritura; así es como generalmente
escribe sus discursos y en el mejor de los casos aprende literalmente de
memoria; lo que representa un trabajo agotador.
Es recomendable que el orador visual vaya poco a poco liberándose de una
total escritura del discurso y ensaye en decir algunas partes de sus
resúmenes verbalmente y de memoria.
Este tipo de orador limitaciones, pero puede lograr éxitos en este atrayente
menester.

5.3. ORADORES AUDITIVOS


Son los que aprenden su discurso oyéndose a sí mismos es decir que lo
pronuncia antes a manera de ensayo una o varias veces hasta que lo retiene
a través de la vía auditiva y está en condiciones de pronunciarlo en público.
Sus pensamientos y recuerdos los oye como si. Una voz interior los dictara.
Este tipo de orador tiene mayor facilidad oratoria que el gráfico y/o visual,
pudiendo alcanzar una perfección insospechada.
Estas características podría pulirse hasta alcanzar el éxito, que todo hombre
del buen decir busca.

5.4. ORADOR VERBAL


Es ya el orador típico, que le bastan pocos minutos o instantes para
improvisar un discurso. No lo lee, ni lo aprende, ni lo recita, simplemente
por su vasta cultura y por el temperamento que dispone está en condiciones

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de hacer uso de la palabra en cualquier oportunidad, ya que sus
pensamientos y recuerdo se formulan “hablando” y “hablando”.
Algunas veces se puede sorprender a sí mismo pensando en voz alta y
hablando a solas y otras ve ces para comprender bien tiene que pronunciar
las palabras.
Este orador puede correr el riesgo de caer en el charlatanismo o la
verborrea, si no se disciplina seriamente y mantiene una seriedad en el
contenido. Tan cerca del éxito y también del precipicio.
Se debe, finalmente agregar sobre este tópico, que no hay orador
químicamente puro, muchas de las veces, tiene preponderancia de alguno
de ello sin faltarle el o los otros rasgos característicos de los diferentes tipos
señalados anteriormente.
6 CÓMO TRATAR LAS EMOCIONES

El estudiante de oratoria debe tener mucha fe en sí mismo. La fe incrementa el


poder. El miedo aprisiona. Célebres oradores han sufrido terribles emociones de
la cuales eran víctimas antes de hablar y enfrentarse a la concurrencia. Cicerón
dijo en una oportunidad: “Al empezar el discurso, palidezco y empiezo a
temblar”.

De Amicis, biógrafo de Emilio Castelar el insigne orador y político español:


“Antes de hablar —refiere de Castelar— está inquieto, entra y sale de la cámara,
vaga por los corredores, bebe agua, parece acometido por la fiebre; no le queda
en la cabeza una sola idea clara, lo ha confundido todo. Llega el momento
solemne; sube a su escaño, baja la cabeza, temblando, pálido como un
condenado que va a la muerte”.

Winston Churchill, el más grande de los oradores ingleses, sentía grandes


trastornos y fatigas cuando tenía que hablar ante el público.

Ningún orador fue elocuente desde el principio. Los que se inician en el arte de la
oratoria, sufren lo que los grandes oradores sufrieron, con la salvedad que los

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célebres oradores persistieron en luchar contra sus limitaciones, lo que no ocurre
por lo general con los principiantes de ahora. El orador novato suele abandonar
un proceso encaminado, se deja vencer por la fatiga y se queda en el intento de
haber pretendido ser un orador y no lo logró; es explicable su falta de voluntad y
empeño. El arte de la oratoria no es el ejercicio mecánico que a fuerza de
insistencia se logra dominar. Es el deseo ferviente y abrasador donde se conjuga
el estudio, la técnica, el esfuerzo, la disciplina y la perseverancia para transponer
el espacio de la calidad humana, donde las actitudes y aptitudes reflejan la
capacidad de la persona para enfrentar los retos de la vida personal y profesional.
El arte de la oratoria no sólo ejercita a la persona para actuar en la tribuna, sino
da las pautas para resolver los problemas de la vida.

Aprender el arte de la oratoria, probablemente sea un reto para cualquier


persona, rompe el miedo que lo aprisiona. La confianza que tenga de sí mismo se
torna muy necesaria para iniciarse en el aprendizaje de la oratoria.

En el período de aprendizaje, una vez que el estudiante de oratoria, ha adquirido


los conocimientos básicos, no debe pensar en lo que le parece difícil, sino en lo
fácil que será hablar con elocuencia. El valor se adquiere en el proceso de lucha
permanente.

No ceda a las impresiones desanimadoras: La ansiedad, la duda y el temor son


productos de la fatiga. Ejercítese en desarraigar todo lo negativo que se apodera
de usted.

El estado mental se nutre de la vida externa, haga que su vida se enriquezca con
aspiraciones, sueños y proyectos.

Anime sus potencialidades, tenga fe en usted mismo; emprenda esta aventura


maravillosa del arte para mejorar la vida humana.

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7. SITUACIONES QUE RODEAN AL ORADOR.
7.1 EL MIEDO

El miedo es una sensación que consume y aprisiona. Conviene no ignorar, más


bien admítala. Relájese y haga una aspiración profunda, persista con tenacidad
hasta lograr su propósito; contrarreste cualquier impulso negativo. Lo que
puede estar aprisionándolo es la situación momentánea. Deshágase de ese
temor, libérese. Proyecte su mente a estados positivos, no se deje vencer.

Prepárese sólidamente sobre el tema que va a tratar y abrigue la seguridad de


que ninguno de los presentes conoce el tema tan bien como usted.

No corra el riesgo de que las habilidades y destrezas que usted ha capitalizado


en el campo de la oratoria se esfumen. Tenga seguridad y confianza en sí
mismo y sepa lidiar con éxito desechando los temores y combatiendo las
dificultades. La acción más voluntariosa es armarse de convicciones firmes. Esa
condición debe reflejar a su auditorio. La inspiración, la imaginación y la
creatividad llegan cuando usted controla y domina el miedo.

Seguridad, es lo que el orador debe trasmitir cuando está al frente de su público.


Ella confirmará su capacidad y talento, sea pronunciando un discurso o una
conferencia.

¿De qué valdría conocer y expresar un mensaje, si no se tiene el decidido valor y


la confianza de enfrentar ese momento aparentemente difícil? Demuestre usted
que es competente. Refleje seguridad, audacia, solidez y brillo en la tribuna.
Haga que sus fuerzas y voluntad se pongan de manifiesto. Sea un verdadero
triunfador y vaya a la conquista de su público. Encarne al orador que está en
usted mismo dispuesto a convencer y fascinar al auditorio.

Las frases que salgan de sus labios deben llevar la suma de una arrasadora
fuerza vital, capaz de estremecer a sus oyentes.

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7.2 VALOR Y CONFIANZA

El ejercicio, el adiestramiento, el propósito de triunfar harán desaparecer el


temor que sienta por el público. Hay que infundirse de valor y confianza en sí
mismo. Los grandes oradores, se vieron invadidos por el miedo hasta palidecer.

Algunos oradores famosos sostienen que la tensión nerviosa es una necesidad.


Los estudios fisiológicos lo confirman. Gracias a ella se produce la secreción de
adrenalina, una sustancia que tonifica las funciones del cuerpo y de la mente.
Los estados de ansiedad y nerviosismo se deben asumir con tranquilidad y
comprensión, familiarizarse con ellos a punto de convertirlos en sus aliados.

Dice Janner, tratadista de la oratoria, que el nerviosismo previo a la actuación


pública es inevitable y necesario.

En nuestra experiencia en la enseñanza y aprendizaje de la oratoria, hemos


advertido lo siguiente:

Declaran algunos de la iniciación:

“Antes de empezar a hablar, nos sentimos invadidos por el temor y la


vergüenza a tal punto de inhibimos. Pero nos sostenemos con fuerza en ese
crucial momento. Los nervios y la inquietud desaparecen cuando comenzamos
a escuchar nuestra propia voz”.

Sugerimos tenga en cuenta lo siguiente:

• Atrévase a mirar al público, dé la cara, no diga nunca “me siento nervioso”,


su estado interno es sólo suyo, luche con él; el público reunido no tiene por
qué enterarse de lo que usted padece.

• No mire al suelo ni a los costados, ni detenga la mirada en sus apuntes. Si


abandona al público evitando las miradas, estará usted denunciando sus

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temores. Haga el esfuerzo de mirar al público, que las personas sólo se
concentrarán en las palabras que emanan de su boca.

• Prepárese con mucho esmero hasta dominar el tema y los contenidos que va
a exponer. De ser posible, lleve algunas notas y apuntes que le ayuden a
recordar los contenidos, tales como la estructura del discurso, estadísticas,
fechas o algunas frases textuales que sea necesario decirlas. El público
rechaza los discursos leídos, le desagrada ver al orador llevar entre sus manos
manojos de papeles a la tribuna, lo desalienta.

• Opte por la postura más cómoda. Lo que importa es usted, de ello depende
su tranquilidad; sentado o de pie, en el punto que más favorezca a sus
movimientos, desplazamientos y emisión de voz. Sea dinámico.

• Familiarícese con el escenario. Haga un estudio previo antes de ingresar a


disertar. Observe con detenimiento todos los detalles: dónde el público estará
ubicado, las butacas, escaleras, el escenario donde usted va a actuar, la
ubicación de la mesa, los invitados de honor, el atril que utilizará usted, y si
está acorde con su porte y tamaño, donde debe poner sus notas, si el
micrófono debe estar pegado al pedestal o está suelto, etc. Tome en cuenta
aquello con lo que usted trabajará, cerciórese con anticipación de que todo
esté bien.

• No se deje llevar por el nerviosismo y por reacciones precipitadas, confíe en


usted mismo, afirme la personalidad y anticipe sus resultados excelentes.
Rodéese de una atmósfera de aliento y positivismo.

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7.3 EXPRESE Y HABLE CON SOLTURA

¿Somos capaces de transmitir todo lo que sentimos?

El que ha ejercitado el arte de la oratoria, tiene menos dificultades (lo exponer


sus ideas ante un grupo de personas, que aquel profano que no ha cultivado el
arte de hablar.

Cuando la persona no tiene práctica de hablar ante un auditorio, rápidamente


se hace evidente; se muestra inseguro, inquieto, tiene prisa por terminar la
exposición. Ello es muy usual, pues estar al frente de un público que fija sus
miradas en el protagonista hace desvanecer a la persona, si no tiene la
capacidad de mantenerse firme y seguro. La sensación de miedo está asociada a
la capacidad. El temor hace revelar incapacidad, que no siempre es real, pero el
temor nubla toda posibilidad si no se controla.

Por más erudición que Ud. posea, si no ha liberado esa sensación de


incapacidad nunca podrá expresar lo que siente y menos influir en las personas
que le escuchan. La expresión, y la manera cómo ésta refleja, será el detonante
de una sensación agradable o infausta.

Desarrolle una variada forma de expresión, lo que implicará el empleo de las


técnicas orales y de la corrección gramatical. La voz debe estar dotada de una
variada gama de tonalidades.

La voz es lo más importante para expresar los mensajes, es el medio a través del
cual llegamos al público y requiere de un esmerado adiestramiento.

¿Cómo arrancar la sonoridad, gamas y variedad de matices e inflexiones a la


voz, que permita ilustrar al mensaje que expresamos?

En el lenguaje gramatical las palabras y las frases deben ser lanzadas con
decidido valor, teniendo en cuenta que el lenguaje sea claro y preciso. Evite las
frases estereotipadas y trilladas, que por su uso constante han perdido su

20
atractivo. Cuando exprese una idea, modifique el lenguaje usando otras
palabras, evite la monotonía.

Perfeccione la forma de hablar hasta hacerse elocuente. Procure forjar su propio


estilo. La manera cómo habla, revela su forma de ser y el grado de competencia
que posee.

Qué decir y cómo expresarlo, constituye los conocimientos, las habilidades y


las destrezas que debe adquirir todo orador. Esta tarea requiere disciplina,
capacidad, preparación y confianza.

7.4 LA PREPARACIÓN

La preparación cuidadosa, amplia y completa es la base de la confianza de


quien desea influir en los demás.

Hemos observado en algunas ocasiones que la mirada de la persona que habla


oscila por todas partes como quien está buscando algo. Mira a los costados,
hacia las ventanas. Da la impresión que estuviera esperando ver a alguien. Su
vista vaga alejada del público. Las personas reunidas se preguntan qué está
ocurriendo, por qué el orador no sale al encuentro de la atención que en esos
momentos le está brindando el público. No es difícil adivinarlo. El orador se
encuentra en un estado de concentración, tratando de recordar el discurso que
aprendió de memoria y lo que hace es decir palabras sin sentido porque lo ha
olvidado todo. Su esfuerzo está concentrado en tratar de recordar el texto del
discurso.

Muchos podrían pensar que la preparación consiste en aprender un discurso y


que la actividad memorista y la recordación son los únicos esfuerzos que debe
hacer a fin de cumplir y liberarse de esa aterradora responsabilidad de hablar
ante el público. La clave radica en el conocimiento del tema que va a tratar y

21
cómo los contenidos deben expresarse (le la mejor manera para hacerlos más
interesantes.

La preparación, no es reunir pensamientos y sumar palabras. Preparar un


discurso implica apropiarse de muchas ideas, extraer nuestros propios
pensamientos y nuestras propias convicciones. ¿Por qué acudir a modelos
estereotipados si nuestra vida está llena de sensaciones y de experiencias?
Nuestra preparación tendrá significación, si lo que pensamos lo decimos, lo
reflexionamos. Desbordemos al público con nuestra propia experiencia y
sabiduría. Sólo debemos concentrarnos en hacer mejor las cosas, eligiendo lo
más adecuado para nuestros fines.

Los discursos no se escriben para leerlos o aprenderlos de memoria, un discurso


debe tener un proceso de elaboración y aprendizaje; pensar, analizar, meditar, ir
extrayendo las ideas fundamentales del tema, consultar con personas entendidas
y recibir aportes, revisar libros, folletos. Reúna todo el material que debe
emplear; estúdielo, extraiga y defina la idea fundamental que desea desarrollar;
destaque lo más apropiado, excluyendo lo que en nada beneficia a la
exposición. Realce las ideas principales, concrete el pensamiento central de toda
la exposición para que las ideas puedan expresarse con eficacia. Decía
Benavente: “No hay cosa que más me desagrade que hablar a tontas y a locas”.

SUGERIMOS EL SIGUIENTE PROCEDIMIENTO:

Primero: El tema debe seleccionarse sobre aquello por lo cual usted siente
entusiasmo, simpatía, preocupación y le invite adentrarse en un mundo de
ideas.

Segundo: Considere que el tema elegido debe tener importancia y valor para la
audiencia, así el público brindará su disposición a escuchar con atención.

Tercero: El tema debe ser oportuno y apropiado, asociado al interés del


auditorio.

22
Relacione los temas con sus experiencias, esto le ayudará mucho y la audiencia
se sentirá identificada con usted. El público no quiere escuchar cuentos ajenos.
El público que sabe escuchar busca evidencias reales, ayúdelo.

7.5 LA INSPIRACIÓN

Prepararse para hablar en público no es sólo tarea de reunir información y


conocimientos. Es, también desarrollar capacidades, destrezas y habilidades; y
una vez logradas ponerlas al servicio de la inspiración creadora donde la fuerza
y la convicción hagan que su verbo estremezca a quienes lo escuchen.

Estudiar, investigar, explorar, cultivar la curiosidad mental, adentrarse en el


significado de las ideas extrayendo el fruto de las propias concepciones, harán
que la persona se inspire. El que no haya trabajado arduamente en desarrollar
sus capacidades y potencialidades respecto a un oficio o actividad, podrá crear
algo nuevo. La inspiración proviene de un gran esfuerzo creador edificado con
pasión, resolución y constancia. Dice el autor N.D. La Fuerza: “La inspiración
es fruto de una dedicación íntima y vehemente hacia alguna finalidad noble,
generosa o sublime y de una iluminación cuyos rayos provienen de una gran
perspicacia y percepción de lo grande”.

Advierte Kay: “Cuanto más cultivemos un poder o facultad, más fácil es


hacerlo actuar, y con el tiempo ese poder o facultad se ejecuta sin el menor
esfuerzo, cada vez que sea necesario”.

Leonardo Da Vinci escribió: “Estudiar, investigar, hacer, tener en el puño las


leyes de la naturaleza y dominarlas, haciendo más fácil la vida común
iluminando la existencia con la divina sonrisa del arte: he ahí nuestra noble
misión, sólo gracias a la cual podremos considerar bien empleada la vida y bien
coronada, después, por el último sueño”.

23
Un joven preguntó a Mozart: “cómo se compone una sinfonía?”, a lo cual
contestó el gran músico: “Usted es todavía muy joven. ¿Por qué no empieza
con baladas?” El aspirante contestó: “Pero usted compuso sinfonías cuando
tenía diez años”, y el gran compositor repuso: “Sí, pero no pregunté cómo”
(Citas reunidas por N.D. La Fuerza).

Estimule su mente y espíritu con ideales y esfuerzos. Enriquezca sus


conocimientos para que produzcan sus propios destellos; concéntrese y
consolide sus pensamientos.

No olvide que la inspiración acude cuando se tiene finalidades concretas.

Es una utopía esperar que la inspiración llegue en el momento que uno desea.

La inspiración no es producto del deseo caprichoso, sino fruto de las grandes


aspiraciones y constantes esfuerzos cultivados.

7.6 LA ELOCUENCIA

En la oratoria se contemplan diversos modos para expresar un mensaje de lo


que se quiere decir para la consecución exitosa de la comunicación. El orador
debe estar consciente de lo que quiere lograr en el público. Su meta debe estar
dirigida a persuadir a la audiencia.

Seleccione usted los hechos y organícelos a fin que conduzcan hacia acertadas
conclusiones. Asuma las convicciones que determinarán aquello que está usted
manifestando.

Tenga en cuenta a la audiencia en relación al tema que está exponiendo.


Observe la reacción hacia lo que Usted está diciendo. No olvide que su actitud
contagia a los oyentes. Un discurso no es para que usted se luzca. Se habla para
contribuir a fines específicos. Lleve las mejores intenciones para su auditorio.
Lo más importante en un discurso no son las palabras, sino el espíritu que

24
encierran las palabras. Enfatice con entusiasmo aquello que desee resaltar con
mayor interés.

Las personas que escuchan deben sentir que las expresiones del orador emanan
de su ser inundándolas de emoción y luces para motivar sus vidas.

Adopte una postura natural al hablar. La naturalidad se adquiere con la práctica


y ejercicio. Sea natural, no exagere. No adopte actitudes mecánicas ni grotescas.
Evite la teatralidad fingida, ponga de manifiesto su personalidad. Sea como el
actor que trabaja y construye su personaje para infundirle naturalidad.

Revele sus creencias y sus convicciones, ponga su sello personal e


inconfundible.

Si el orador habla con naturalidad y espontaneidad, su discurso revelará más


originalidad y magnetismo. Los oyentes se sentirán atraídos, influenciados,
invadidos por el espíritu del orador.

El mensaje debe percibirse como una sensación de luz y riqueza interna de


elevación para que ejerza influencia, en la medida que contenga verdades que
respondan a los anhelos de las personas.

Comenta un historiador: “Demóstenes se afligía al verse en los principios de su


carrera oratoria, arrojado de la tribuna, entre silbidos, porque no sabía producir
fuertes emociones favorables”. Los hombres elocuentes han descollado en la
historia y han sido dirigentes en grado sumo de la sociedad humana. No han
sido los más sabios los que han gozado de esa prerrogativa, sino los más
elocuentes.

Evite ser muy ceremonioso y circunspecto y vaya directamente al asunto. Sea


preciso y concreto para que su expresión obtenga vitalidad y frescura; no
incurra en generalidades abstractas e ideas vagas que adormecerán a su

25
auditorio, use palabras que evoquen imágenes, “el orador fácil de escuchar es
aquel que pone como figuras delante de nosotros”.

Sea sincero, entusiasta, vehemente y espontáneo. Son recursos que contribuyen


a que sea usted natural.

Carnegie dice del patriota cubano José Martí: “Era tan sincero en su
convicción que sus acentos oratorios subyugaban a sus propios adversarios”.
Del mismo modo fue el tribuno José Faustino Sánchez Carrión (1815) el
eminente patriota y fundador de la República del Perú; decía:

“Desengañémonos; nada escarmienta a los reyes, ni nada será capaz de


persuadirlos que son hombres como los demás... la Libertad es el elemento de
nuestra existencia racional, sin la cual los pueblos son rebaños, y toda
constitución inútil...Señores: La Libertad es mi ídolo, y lo es del pueblo; sin ella
no quiero nada”.

La elocuencia es un factor muy poderoso en el triunfo de las grandes causas. El


orador elocuente se distingue por la energía en su expresión y por la valentía de
sus ideas.

El orador debe dotar de alma a su discurso, vivenciar las ideas para penetrar en
el sentimiento y en la conciencia de los oyentes. Su palabra debe fluir como
agua cristalina de un manantial. Dice Girad: “El hombre elocuente es, sobre
todo, aquel cuyos acentos patéticos nos conmueven profundamente
apoderándose de nosotros y extra yéndonos con una fuerza irresistible”.

Choquehuanca felicitó a Bolívar después de la batalla de Ayacucho y el


Ejército Libertador fue recibido con gran entusiasmo: “Quiso Dios formar de
salvajes un imperio y creó a Manco Cápac. Pecó su raza y lanzó a Pizarro.
Después de tres siglos de expiación tuvo piedad de América, y os ha creado a
vos. Sois, pues, el hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho atrás
se parece a lo que habéis hecho ahora, y para que alguien pueda imitaros es

26
preciso que haya un mundo para libertar. Habéis fundado cinco repúblicas que
en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevarán vuestra gloria como
crecen las sombras cuando el Sol declina”.

Tenga en cuenta algunos aspectos o secretos para una buena elocuencia:

Primero: Destaque expresiones, frases o palabras que considere importantes, las


cuales deben ir cargadas de la mayor fuerza, o distanciándolas con una pausa.
La pausa, hará que la frase gane mayor interés y debe ser aplicada antes y
después de la frase.

Segundo: Los tonos y velocidad de voz recorren las escalas altas y graves
cuando conversamos, pero no ocurre así cuando estamos frente a un público,
nuestra voz se torna monótona e insulsa. Logre sentirse tranquilo y hable con
naturalidad para que su voz recree.

Varíe el volumen de voz en función a la capacidad del auditorio, procurando


que las personas que estén situadas en la última fila escuchen perfectamente.
Evite que al final de la frase el volumen de voz se reduzca.

Para evitar la monotonía del discurso es recomendable variar la velocidad, los


tonos y el volumen de voz. Cuando se mantiene el mismo tono y velocidad en
la voz los que escuchan dejan de estar atentos.

Tercero: Seleccione aquello que se identifica y aviene con su modo de ser, de


pensar y de creer; adóptelo y asúmalo con valor y entusiasmo. “El propósito
decidido inyecta una fuerza misteriosa en la voluntad”. Dice Aristóteles: “Ser
elocuente, es saber probar o demostrar”.

7.7 LA PERSUASIÓN

El orador no sólo debe limitarse a exponer sus ideas; la fuerza y el vigor que
emplea para decir algo. COMO LO DIGA, cobra una enorme importancia para

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persuadir a cualquier audiencia. Es con ello donde la actitud del orador cobra
relevancia y eficacia. Dice Oliver: “No es lo mismo una idea dicha que la
misma idea hecha sentir”.

Las ideas hay que “visualizarlas” y “sensibilizarlas”. Las ideas deben ser carne
viva de la palabra. Apreciemos la introducción de un discurso político; dicho
por Luis Bedoya Reyes: “Eres generoso pueblo de Ica, digno depositario del
alma que inspiró las letras que salieron —hechos verso y entraña nacional— de
la pluma de un hombre de esta tierra, que escribiera para siempre en horas
reales de emancipación: ‘Somos libres, seámoslo siempre’ (Ovación, aplausos);
y que inspiraste también con el vuelo de tus aves, la composición de los colores
de nuestra bandera nacional...” (Aplausos).

El texto precedente sugiere una actitud de arenga y de nacionalismo. Ideas


recurrentes que invaden y hacen sentir a la audiencia un espíritu patriota.
Impresiona, convence a los oyentes de su amor al pueblo de Ica y a la patria.
Las ideas se sensibilizan y se visualizan para el orador y para la audiencia
penetrando por los sentidos.

Desentrañar las ideas, ilustrarlas y exclamarlas para impregnar emociones en


los oyentes. El orador debe utilizar las ideas como lo hace el escritor y el poeta;
asocia hechos y casos y los abstrae con gran imaginación para ilustrarlos en
forma artística.

Recurriendo al ejemplo anterior:

“Aquí en lea nació un poeta que escribió, ‘Somos libres, seámoslo siempre’ y
donde el color de las aves dio origen a los colores de la bandera nacional”.
Contiene el mismo significado. La diferencia está en el primer caso; las mismas
ideas están visualizadas e ilustradas de otra manera, exclamadas, haciendo
imaginar a los oyentes conmoviéndolos. Los hechos están presentados con gran
fuerza psicológica.

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El valor del discurso consiste en elegir muy bien un tema, apropiado a las
circunstancias, que responda a las aspiraciones del público oyente. Con
frecuencia los discursos se preparan sin tener en cuenta al público. En muchos
casos (y lo que más preocupa al orador) es dar a notar capacidad intelectual,
para que los oyentes lo admiren. El orador debe usar un lenguaje que esté al
alcance de los oyentes como en el ejemplo citado.

No siempre se puede llegar al oyente por la vía de la imaginación y por efectos


histriónicos. El orador debe recurrir al fuero interno emotivo; dramático para
conmover en grandes proporciones, siempre con un fondo humano. El
significado de lo expuesto debe magnificarse motivando una gran atención de
quienes escuchan, consiguiendo de ellos decisiones deseadas.

Citamos algunos ejemplos de momentos elocuentes y dramáticos de discursos


rebosantes de poder persuasivo:

La despedida de Napoleón a sus soldados antes de partir a Elba:

“Soldados: me despido de vosotros. Hace veinte años que vivimos juntos y


siempre he estado contento de mis soldados, siempre os hallé en el camino de la
gloria. Todas las potencias de Europa se han coaligado contra mí. Alguno de
mis generales ha faltado a su deber y a Francia. Nuestra misma patria ha
querido otros destinos; con vosotros y con los fieles valientes que me quedan,
hubiera podido mantener la guerra civil, pero Francia hubiera sido desgraciada.
Sed fieles a vuestro rey, sumisos a vuestros nuevos jefes, y no abandonéis a
nuestra amada patria. No os apesadumbréis por mi suerte, pues yo seré dichoso
cuando sepa que vosotros mismos lo sois. Hubiera podida morir y si consiento
en sobrevivir es para servir a vuestra gloria. Las grandes cosas que hemos hecho
yo las escribiré. No puedo abrazaros a todos, abrazo a vuestro general. Venid,
general Petit, venid, quiero estrecharos contra mi corazón. Que traigan al
Águila que quiero también abrazarla. ¡Águila querida! Puede este beso que te

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doy resonar en la posteridad. Adiós hijos míos; mis votos siempre os
acompañaran; guardad eternamente mi memoria”.

Palabras pronunciadas por Emilio Zola en el proceso Dreyfus — Francia


1898:

“Dreyfus es inocente, lo juro y pongo en ello mi vida y mi honor. En esta hora


solemne y ante este tribunal que representa la justicia humana, ante vosotros,
señores jurados, que sois la encarnación misma de la Nación, ante el mundo
entero, juro que Dreyfus es inocente. Por todo lo que he conquistado, por el
hombre que me he formado, por mis obras que han ayudado a la difusión de las
letras francesas, juro que Dreyfus es inocente. Que todo eso se destruya, que
mis obras perezcan si Dreyfus no es inocente. ¡Es inocente!

Todo parece estar contra mí, ambas cámaras, el poder civil, el poder militar, los
diarios de gran tirada y la opinión pública que ellos han envenenado. No tengo
conmigo sino la idea, un ideal de verdad y de justicia. Y estoy tranquilo porque,
sé que venceré.

No he querido que mi país siguiera viviendo en la mentira y en la injusticia.


Pueden golpearme aquí. ¡Algún día Francia me dará las gracias por haber
ayudado a salvar su honor!”
8. EL ORADOR: SU ESTILO Y PERSONALIDAD

El orador debe tener estilo. ¿Qué es el estilo? Gramaticalmente, estilo es un


modo, una manera de ser, una forma de escribir o de hablar. Bufón, dice que
cada hombre es un estilo (L’style Cest I’homme). Flaubert decía que estilo es “la
particular manera que tiene el escritor de ver las cosas”. Murry: “el estilo es una
cualidad del lenguaje que comunica con precisión”. Nosotros distinguimos, el
estilo que señala a todos los seres y las cosas en la concepción del filósofo Bufón,
y el estilo artístico del cual nos ocupamos a continuación. Célebres escritores y
poetas desarrollaron un estilo artístico: Neruda, García Márquez, Flaubert.

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El estilo, es la suma de todo un proceso en la edificación de una obra de arte. No
puede decirse que un estudiante de pintura, en sus primeros trabajos refleja un
estilo, ni el estudiante de música que ejercita la guitarra o el piano. Ellos tendrán
u modo de ser que les caracteriza, que es muy diferente a haber logrado un estilo
artístico.

Coincidimos con Murry, para expresar que una obra artística cobra trascendencia
cuando tiene estilo y porque es genuina en todo sentido.

El orador tendrá estilo, en la medida de su desarrollo intelectual y de habilidades


como comunicador, también de su grado cultural. Todo ello determinará el estilo
del orador.

El orador, como artista de la palabra debe tener un estilo que lo caracterice. Lo


logrará ejercitándose de manera integral hasta perfeccionar todas las aptitudes y
actitudes que requiere este bello arte.

Iníciese en el arte de la oratoria y que sus esfuerzos lo conduzcan a una meta: ser
un excelente comunicador y hablante.

Tener un estilo es determinante para lograr éxito en la vida. El estilo deviene con
la persona calificada con mejores condiciones para triunfar y tener éxito.

También la personalidad tiene que ver en la representación e imagen del orador.


La personalidad es todo aquello que la persona refleja, es el modo de ser, la
individualidad con actitudes positivas o negativas pero que da a conocer lo que es
la persona.

La personalidad, es la suma de rasgos y características: físicas, mentales y


emocionales que determinan una manera de ser. La personalidad está
representada en la expresión que exterioriza la persona. Esta expresión son los
rasgos físicos, actitudes, aptitudes, modales, carácter, confianza en sí mismo.

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En la forma de hablar y expresar, la persona proyecta en esencia lo que es el nivel
de desarrollo personal y competencias que posee.

El orador debe cultivar y enriquecer su personalidad, ejercitando buenas


aptitudes; convertirse en un experto en idear, inventar, descubrir y definir los
anhelos de los oyentes, percibir aquello que les interesa escuchar. La sinceridad,
la firmeza, la energía, la simpatía y la confianza que irradie el orador se darán en
la medida que haya cultivado su personalidad.

Cuanto más firme y vigorosa sea la personalidad del orador, más influyente será
su palabra. Los grandes oradores desarrollaron una gran personalidad, cultivaron
serenidad y eficacia, ello los llevó a adquirir mayor pericia en el arte de expresar
sus ideas e influir poderosamente en sus oyentes.

9. CUALIDADES DEL ORADOR

9.1 CUALIDADES FÍSICAS


Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del orador, no
involucra que sea hermoso o de físico impresionante. Implica el cumplimiento
de una serie de pautas sencillas que le permitan resaltar su personalidad, de tal
forma que constituya un conjunto armonioso y estético ante los ojos de los
demás.

Buena salud:

Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza o fuerte dolor de vientre, no


podrá realizar con eficacia sus exposiciones, el dolor lacerante lo pondrá de mal
humor o lo indispondrá para sus tareas. Lo recomendable es que
periódicamente se acuda al médico para un chequeo general y evitar
desagradables sorpresas. La labor un tanto estresante, conlleva a padecer de una
serie de dolencias que al no ser atendidas o al ser mal curadas, pueden
convertirse en crónicas y mortales. Se debe combinar una buena dieta con

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ejercicios matutinos para evitar el sedentarismo y las enfermedades
psicosomáticas.

Buena salud psíquica:

La mente también se enferma y puede producir lamentables estados de


distorsión de la personalidad; paranoia, esquizofrenia y aún, psicopatía.
Lógicamente una persona con desbarajustes mentales no podrá realizar a
satisfacción su labor como orador, casi siempre tendrá problemas con sus
superiores, compañeros de trabajo y más aún, con el público oyente. Una visita
al psicólogo o psiquiatra es recomendable, pues a diferencia de las
enfermedades físicas estas no se manifiestan pasivamente, sino a través de un
accionar desequilibrado que perjudica el buen desempeño del orador.

Vestimenta atractiva:

Es la cubierta que nos ponemos en el cuerpo para abrigo o adorno. Involucra el


conjunto de piezas que sirven para cubrir nuestro cuerpo, pueden ser formales o
informales según la ocasión en la que tengamos que utilizarlo. Constituye la
prenda exterior completa de una persona y en el caso de los oradores constituye
su uniforme de trabajo; esta vestimenta debe ser la adecuada para cada reunión
oratoria debiendo primar los principios de elegancia, limpieza y una correcta
combinación de prendas y/o colores. Recordemos que el vestido resalta nuestra
personalidad, formalidad y pulcritud.

Buena voz:

Constituye el medio primordial y básico del orador, ya que por medio de ellas
se proyecta. Deberá ser clara, sonora y proporcionada a las circunstancias.
Aunque sea perfectamente cierto que un auditorio tolerará una voz
desagradable también es cierto que aceptará de mayor gusto una voz agradable.
Hay gran cantidad de ejercicios que podemos utilizar para embellecer nuestra
voz. Para matizarla, para acomodarnos en nuestro mejor tono. Tienda a abrir la

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boca con amplitud, muchos oradores pretenden hablar con los dientes
apretados, con los músculos del rostro y de las mejillas casi inmóviles y rígidos.
Tenga siempre cuando hable que el tono sólo puede fluir con libertad si la boca
está siempre bien abierta. Para lograr eso hay que dedicar tiempo a los ejercicios
de gimnasia facial.

Gesticulación y ademanes:

La gesticulación se refiere a los movimientos de los músculos de la cara que dan


mayor expresión al estado de ánimo. Los ademanes son los movimientos de los
brazos y manos que hacen más enfática y enérgica la expresión.

Aseo impecable:

Es la limpieza, cuidado, compostura y buena disposición de nuestro cuerpo.


Ello transmite una agradable impresión a través del sentido visual y olfativo. El
acicalamiento en nuestro peinado, maquillaje y perfume permiten un buen
acercamiento de los oyentes hacía nosotros. El no bañarse o no cepillarse los
dientes, a la larga van produciendo un hedor insoportable o un aliento nada
agradable que pondrá una barrera entre nosotros y las personas con las que
tratamos. Es recomendable el baño diario, el cambio de ropas con la misma
frecuencia, el corte de uñas y de cabello en forma periódica.

Postura correcta:

Corresponde a la buena disposición, presentación personal, decencia y


lucimiento del orador. Es un factor que contribuye en gran parte a despertar la
simpatía y atracción del auditorio

La actitud mental positiva:

Es la condición subjetiva de nuestra mente; ésta nos permite tener una actitud
mental positiva que nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una
actitud mental negativa que sólo apunta a buscar excusas para no realizar lo

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deseado. Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros
pensamientos ya que nuestras acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo
orador debe estar imbuido de actitud mental positiva para realizar sus
exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello se logra a través de la
autosugestión y del correcto uso de las técnicas de respiración y de
relajamiento.

9.2 CUALIDADES MORALES

Esta cualidad es el mejor perfil de un orador. Este debe ser un hombre integro
una de las bases de la oratoria es formar un hombre probo para hacerlo diestro
en el arte de hablar.

El orador debe proceder, con la verdad no debe por ningún concepto defraudar
a su auditorio, ya que la primera virtud del orador es veraz. Si la pieza oratoria
trata un tema científico, debe prevalecer en todo el discurso la verdad.

Si el tema es moral, con mayor razón debe enaltecer en todo el discurso la


verdad y los conceptos claros. La virtud no es innata, se adquiere a través del
ejercicio serio y duradero de acciones buenas. La virtud es permanente, pero si
se le frena, entonces se corre el riesgo de caer en lo opuesto, el vicio.

Honradez:

Es una cualidad que involucra un proceder recto y honesto de parte de un


orador. Actuar con honestidad significa, no apartarnos de los cánones morales
establecidos por la profesión ya que muchas veces suelen presentársenos
oportunidades o propuestas nada decentes, que bien podríamos aprovechar en
beneficio nuestro. La falta de honradez significa una falta moral hacia nuestra
profesión y el desprestigio para nuestra persona. Un orador que no sea honrado,
poco tiempo durará en su trabajo, pues las exigencias de su labor demandan de
él, un proceder recto y honesto.

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Puntualidad:

Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo.


Es ser exactos en hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos
en la hora establecida. Napoleón Bonaparte solía decir: «la hora es la hora...
cinco minutos antes de la hora, no es la hora... cinco minutos después de la
hora tampoco es la hora.» y concluía diciendo: «puedo perder una batalla pero
nunca un minuto; las batallas se recuperan, el tiempo jamás» La puntualidad es
en esencia, una cualidad que todo orador debe practicar e interiorizar en su
subconsciente.

Sinceridad:

Es el modo de expresarse libre de fingimiento y mentiras. Involucra hablar con


veracidad y sin doblez. En la boca del mentiroso todo se hace dudoso; en
cambio, en los labios de una persona sincera, todo es creíble y aceptado con
confianza. Un orador debe ser sincero tanto en lo que dice como en lo que hace;
existen ocasiones en las que se ve al orador fingiendo, descaradamente, estados
de ánimos que no siente para tratar con personas o públicos que no les agrada.
Piensa que el fingimiento no se nota, pero es evidente y causa serios problemas
en la interrelación con nuestros semejantes.

Congruencia:

Es la relación que existe entre «el pensar» y «el actuar», relación que muchas
veces no es armoniosa, pues a menudo no hacemos lo que predicamos. Un
orador puede manifestar en una exposición empresarial, que los cigarrillos son
perjudiciales para la salud y que por consiguiente no debemos fumar, pero al
terminar su exposición, en el hall del auditorio, compra una cajetilla para
fumarlos delante de su sorprendido público. Todo lo que decimos debe tener su
contraparte en la acción, caso contrario corremos el riesgo de caer en la
demagogia o cháchara barata.

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Lealtad:

Es la cualidad de ser leal; es decir, convertirse en una persona incapaz de


traicionar la confianza depositada en uno, o ser incapaz de engañar a quien le
ha brindado su consideración. Se entiende por leal a la persona que pese a los
graves problemas que se suscitan, no abandona jamás al compañero, jefe o
institución para la que trabaja. Dícese, que la lealtad inspira la realización de
acciones nobles, altruistas y hasta de sacrificio. Más que una cualidad, es una
virtud que todo orador debe practicar a diario como parte de su
comportamiento ético y moral.

Tolerancia:

Es el respeto y la aceptación de los demás, con sus virtudes y defectos; es la


aprobación de la diversidad de culturas, religiones y de cualquiera de nuestras
formas de expresión como personas civilizadas.

La tolerancia posibilita ostentar una mente y una actitud abiertas, y la libre


comunicación de nuestros pensamientos y sentimientos

9.3 CUALIDADES INTELECTUALES

Estas cualidades están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y


razonar; implican un conjunto de características inherentes que todo orador
debe desarrollar y utilizar con eficacia. Estas cualidades propias de la actividad
mental, están al alcance de todos y sólo requieren de decisión para aplicarlas.

La Inteligencia:

Esta debe ser clara y penetrante para ahondar en los asuntos trascendentales; su
agudeza de ingenio le permite tener una visión panorámica de todos los
aspectos para desarrollarlos con amplitud de esa forma cada vez que se le
solicite una aclaración lo haga con erudición y clarividencia.

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Ayuda mucho al orador tener imaginación para encarar con imágenes sensibles
ideas totalmente abstractas para ello se requiere de una destreza intelectual
extraordinaria, capacidad de retención para recordad todos los datos que son
necesarios para exponer con fluidez un tema.

Memoria:

El poder recordar nombres, rostros, situaciones y la ubicación exacta de


documentos o cosas, constituye un requisito indispensable en la labor del
orador, ello le permite evocar con facilidad, información que se necesita en lo
inmediato. El llamar a las personas por su nombre, luego de haberlos
reconocido, constituye una muestra de especial deferencia hacia el público con
el que tratamos. Recordar la ubicación de documentos y cosas, nos permite
realizar las labores con mayor rapidez. La memoria se ejercita a través de la
observación minuciosa, la retención y la evocación.

Imaginación:

Consiste en la facultad de reproducir mentalmente objetos ausentes; de crear y


combinar imágenes mentales de algo no percibido antes o inexistente. El
término imaginación, incluye dos características básicas: la renovación o "re
experimentación" de lo ya vivido (memoria), y la creación de imágenes
mentales que antes no existían (imaginación). Los psicólogos distinguen entre
imaginación pasiva, que recupera imágenes previamente percibidas por los
sentidos y la imaginación activa, constructiva o creativa, mediante la cual la
mente produce imágenes de sucesos o de objetos poco o nada relacionados.

Sensibilidad:

Es la facultad de sentir física o moralmente los sentimientos de alegría, pena,


dolor, compasión y ternura. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero
no por ello todos los tienen desarrollados en la misma medida. Existen algunos
oradores que parecieran insensibles al dolor ajeno, dan la impresión de no

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interesarles para nada los sentimientos de sus congéneres. A la larga, estas
personas se hacen odiar y son públicamente vilipendiadas. En cambio, un
orador que demuestre sensibilidad en su trato y en sus acciones se ganará el
cariño y estima de las personas con las que trata.

Iniciativa receptividad:

Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos
lo diga, ordene o motive. Involucra la acción de adelantarse a los demás en
hablar u obrar, es una cualidad personal que inclina a las personas a realizar
acciones para alcanzar una ventaja competitiva. En la mente de todo orador
debe estar presente siempre la frase: «la iniciativa es del interesado», si
anhelamos lograr un objetivo, no podemos confiar sólo en la voluntad divina o
en la buena voluntad de las personas; sino que, como interesados, debemos
intervenir directamente para su concretización.

10. LAS PRESENTACIONES

10.1 TRÁNSITO INICIAL:


(Consiste en la aparición del Orador en el escenario). Recomendaciones para
causar una buena impresión:
a) Mantener siempre el cuerpo erguido para demostrar seguridad y confianza.
b) Tener una presencia impecable en materia de limpieza y cuidado del
cuerpo, vestido apropiado de acuerdo a la ocasión, aseo personal,
preocupación por el uso de algunos accesorios para causar impacto.
c) Mostrar un rostro agradable manteniendo una leve sonrisa (que sirve para
dar y darse confianza).
d) Tener una mente positiva previa autosugestión que le permita) I4Ir en: Yo
puedo, soy capaz, hablaré con arte, me siento seguro y dueño de mi
mismo, impactaré a mi público, me siento feliz, etc.

39
10.2 UBICACIÓN EN EL ESCENARIO
a) El lugar donde debemos ubicarnos es, en el centro del escenario o detrás del
Pódium, siempre buscar una ubicación donde podamos ser vistos y ver a
todos.
b) Mantener el cuerpo erguido, los talones juntos o ligeramente separados si
hay que moverse en el escenario hacerlo pero no constantemente.
Podemos movilizarnos con algunos pasos, pero luego quedarse unos
segundos en esa ubicación antes de continuar en movimiento, siempre que
sea necesario, para demostrar seguridad y dominio del escenario, de no
hacerlo pareceremos nerviosos y desesperados.
c) Saber usar el micrófono, acondicionándolo hacia nosotros; si es fijo,
ponerlo frente a la boca; si se lo dan en la mano, mantenerlo en una misma
distancia (1 ó 3 cms.) mientras habla.

10.3 SILENCIO PSICOLÓGICO


Consiste en una mirada silenciosa hacia el público de izquierda a derecha por
un mínimo de 5 segundos antes de hablar. Esto tiene por objeto crear
expectativa con sus primeras palabras, predisponiendo el interés del público.
Se puede prolongar el silencio más de 5 segundos cuando las condiciones no
son favorables, ya sea por la euforia, bullicio, aclamación, emoción o
distracción del público hasta lograr con la mirada, acompañada por ademanes
de calma, la tranquilidad para comenzar.

10.4 SALUDO
Es lo primero que dice el Orador.
• Formal.- Es el saludo que se usa en reuniones formales donde el público está
preparado u organizado para participar. Se saluda en orden jerárquico,
autoridades, personalidades, invitados especiales, etc., primero a las personas
de mayor jerarquía en una reunión ejms.:

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— Excelentísimo Sr. Presidente de la República, Dr. Alan García Pérez.
— Reconocido y laborioso Sr. Alcalde del Concejo de Lima Metropolitana, Dr. Luis
Castañeda Lossio.
Si hubiera 15 congresistas, no debemos saludar uno por uno, sino al
Presidente del Congreso y luego al resto, Ej.:
— Dignísimo Sr. Presidente del Congreso de la República, Dr. Luis Gonzales Posada,
distinguidos acompañantes.
Pero si no estuviera el presidente del Congreso se debe generalizar. Ej.:
— Dignísimo representantes del Congreso de la República presentes en esta
importantísima ceremonia... etc.
Muchos alumnos en mi curso de ORATORIA aprender a saludar en orden
jerárquico pero se mecanizan en el uso de los términos, es notorio cuando son
40 alumnos los que salen al frente para hablar. Unos empiezan así:
Estimado y querido Profesor del Curso de Oratoria Sr
• El alumno siguiente dice:
Estimado y querido profesor del Curso de Oratoria Sr Como podemos leer
hay la repetición de términos. El objetivo es que se varíe el vocabulario. Como
por ejemplo.
LUEGO SE IDENTIFICA POR GRUPOS
Si son médicos: Respetables profesionales de la medicina, o si el orador es
médico, dirá: Respetables colegas.
Ante estudiantes: Estimados condiscípulos.
Frente a trabajadores: Compañeros trabajadores, etc.
DESPUÉS SE GENERALIZA
Si hubiese uno o más personas no identificables se generaliza de la siguiente
manera:
Estimada concurrencia Distinguido público
Respetable audiencia Queridos asistentes
Dignísimo auditorio Amabilísimos presentes
Nobles participantes Gentiles amigos

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Dilectos concurrentes Señoras y señores
Damas y caballeros Jóvenes y señoritas
Niñas y niños... etc.
POR ÚLTIMO, SE COMPLETA
Con un: Tengan ustedes muy buenos días, tardes o noches.

10.5 GALANTEO O TRIPLE ELOGIO


Consiste en unas cuantas palabras de agrado al día, la fecha, el
acontecimiento, la estación, el ambiente, a nosotros mismos, al público, etc.,
para causar una buena impresión y ganarnos la simpatía del público. Todo
depende del primer momento y de los primeros segundos; si lo hace bien, el
resto resultará fácil. Debemos decir, que nos sentimos muy bien y que todo
nos agrada mucho. Ejemplo:
Este galanteo lo voy a dividir en 4 partes para comprenderlo mejor y saber
variar el vocabulario.

a) En esta linda y acogedora tarde primaveral


• En este día a pesar del frío invierno siento un profundo calor humano que
ustedes irradian con su presencia...
• En este pequeño pero acogedor auditorio del Centro Cultural
• Luego de tres días de haber vivido momentos agradables celebrando el Día
de la Madre...
• A escasos cuatro días del XVIII Aniversario de nuestra noble y generosa
institución.

b. Es para mí un gran honor.


Aquí se puede usar también Placer, Privilegio, Júbilo, Satisfacción,
Beneplácito, Orgullo, Ocasión, Complacencia, Algarabía, Gozo, Emoción o
Pena, Pesar, Tristeza, Congoja (en caso de muerte, desastre, etc.).

42
c. Hacer uso de la palabra
Dirigirles la palabra
Expresarles mis ideas
Transmitirles algunos mensajes
Darles a conocer mi participación
Hacerles conocer mis inquietudes
Participarles mis sentimientos... etc.

d. Ante un grupo selecto de personas compuesta por gente entusiasta y


positiva.
• Ante un público tan acogedor que con su presencia enaltece esta linda
reunión.
• Ante un maravilloso grupo de personas y adornado por distinguidas y
simpáticas damitas y jóvenes emprendedores,... etc.

AHORA DARÉ ALGUNOS EJEMPLOS COMPLETOS:


En este lindo día, es para mí una gran emoción compartir con ustedes, estos
momentos tan agradables...
Me siento sumamente contento y a la vez emocionado ante tan selecta
concurrencia.
Que motivo tan especial para mí dirigir algunas palabras a un público tan
acogedor compuesto por hermosas damas y distinguidos caballeros.
Hay dos motivos que me causan una especial emoción, uno el celebrar hoy un
día trascendental como es el Día del Padre y dos por la presencia d un grupo
simpático de personas a quienes admiro por su gran amistad y atención.
En esta hermosa y cálida mañana donde el resplandeciente sol acaricia nuestra
piel y nos da la luz de la vida es este un motivo de gran placer y a la vez de
enorme satisfacción, transmitir una cuantas palabras ante un auditorio que
alberga a preciosas y lindas damitas que irradian su belleza por doquier y de
jóvenes dinámicos y impetuosos que poseen un gran espíritu de superación...

43
• Como ejercicio podemos practicar formas diferentes de galantear. Usando otro
vocabulario luego del galanteo el Orador ya puede ingresar al discurso,
exposición o tema.
11. TEMA (DISCURSO)

Es la manifestación clara del pensamiento y los sentimientos mediante palabras y


frases armoniosamente pronunciadas ante el público, con el objeto principal de
convencerlo o persuadirlo, motivarlo o conmoverlo; sobre una materia
determinada.

El discurso o tema a través de sus frases y su vigor conmoverán despertando lo


más variados sentimientos, desde la alegría hasta la tristeza y de la emoción hasta
la reflexión. El alma de los discursos son las ideas, cuanto más ideas se utilice
mayor será el interés del público. Recordemos que el discurso tiene que ser
reflexivo, persuasivo, emotivo y lógico, para que pueda llegar con suma facilidad
o interés, para ello, no debemos de buscar palabras, porque perdemos el tiempo,
busquemos hechos, ideas, ejemplos, anécdotas y citas, así veremos que solas
vendrán las palabras no buscadas.

El discurso es como un viaje, tiene metas y antes de la partida se debe fijar el


recorrido, para luego, llegar al final. En el trayecto se debe evitar las
vulgaridades, ya que un discurso soez hará reír al ignorante e incomodará al
culto.

Un discurso puede durar minutos y horas, depende del acontecimiento, de tal


forma, si hablamos de un cumpleaños, podemos utilizar 3, 5 6 10 minutos, si
hablamos más tiempo quizás incomodemos porque la mayoría asiste a esa
reunión no solo a escuchar un discurso, sino tiene otras motivaciones (Ejm:
bailar, charlar, comer o brindar, etc.) pero si hablamos en el Parlamento
sustentando un proyecto de ley, quizás podríamos demorar varias horas, lo que si
debemos tener en cuenta es ser breve, esto les agradará, pues al alargar

44
excesivamente un discurso, la gente comenzará a fastidiarse. Debemos mostrar
en todo momento respeto al público y a nosotros mismos.

Es esta serie de palabras y frases que sirve para manifestar mejor lo que uno
piensa y siente, muchos se equivocan y hablan de temas y mensajes mal
aprendidos, memorizados o se expresan con incertidumbre, he ahí su fracaso,
porque caen en la monotonía o el equívoco; el discurso se utiliza para ofrecer una
información o conocimientos, dar nuestros puntos de vista, para motivar,
protestar por una causa, para defender o justificar posiciones y ser eficaz cuando
sea de interés al público

Es importante ensayar en el lugar donde vamos a exponer para inspirarnos,


imaginándonos que está completamente lleno de público.

11.1 PARTES DEL TEMA (DISCURSO)


a.- MOTIVACIÓN INICIAL

Es la primera parte del tema donde se comienza predisponiendo el ánimo del


público, despertando su interés, con algunos artificios para que nos den la
máxima atención, es la parte más breve. Comencemos si fuese posible, con
una narración, con una anécdota, formulando una pregunta, citando un
pensamiento, con alguna frase célebre, utilizando un cuento, historia, relato,
biografía, humorísticamente o manifestando alguna relaciones con el motivo
del tema, también podemos expresar el motivo de nuestra presencia, los
objetivos de nuestra intervención, con la finalidad de motivar la concurrencia,
esta parte es de ambientación para el orador, de tal forma que este seguro
sobre la manera que va a comenzar.

Mucho depende de la primera impresión y de las palabras iniciales, casi


siempre se gana o se pierde un auditorio con las cinco o seis primeras frases.
Al inicio el público está predispuesto a escucharnos, su mente está fresca, es

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fácil impresionar; pero si no logramos despertar interés al inicio, es difícil
hacerlo después.
Aquí algunos ejemplos:
CON ANÉCDOTAS:
«Cuenta la historia que la reina de España había invitado a un banquete en
palacio a unos de sus militares que se había distinguido en el campo de batalla.
En aquel entonces se acostumbraba después de comer la fruta con la mano,
pasar a cada comensal un aguamanil (tácita de agua para enjuagarse la punta
de los dedos). Su huésped no lo sabía y cuando se lo pasaron se bebió el agua,
los demás invitados comenzaron ahogar sonrisitas de burla y miradas
indiscretas, la reina para detener esta situación incómoda y evitar una
vergüenza a su invitado, levantó ella también el aguamanil y bebió el
contenido; el resto de comensales tuvo que hacer lo mismo, cortando así la
situación mortificante para el invitado.

CON DATOS ESTADÍSTICOS


El economista Juan Julio Wicht dijo: «Los países del Hemisferio Norte con
24% de la población mundial reciben el 83% de ingreso total del mundo,
tienen un alto nivel de vida (9,900 dólares per cápita de promedio).
Los países del Hemisferio Sur con el 7,5% de la población reciben el 17% del
ingreso mundial (700 dólares per cápita en promedio).
Catorce veces menos que los países del Hemisferio Norte.

CON EJEMPLOS CONCRETOS


No diga: los profesores están mal pagados.
Diga: Un profesor que gana $ 200 dólares mensuales. Si desea comprar un
televisor que cuesta $ 400 dólares tiene que trabajar 2 meses sin realizar otros
gastos, mientras que un congresista que gana aproximadamente $ 9,000
dólares, con ellos se pueden comprar en un mes 45 televisores.

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CON PENSAMIENTOS
El gran dramaturgo alemán Bertolt Bretch escribió frases que debemos tener
presente: «Los hombres que luchan un día son buenos, los hombres que
luchan un año son mejores, pero aquellos que luchan toda la vida, ¡aquellos
son los imprescindibles!»...

HUMORÍSTICAMENTE
Un ex millonario egoísta que después de veinte años de casado quiso limitar
los gastos excesivos de su esposa y le grito:
- ¡Si al menos tu supieras cocinar, ahorraríamos en la cocinera!...
Ella respondió:
- ¡Si al menos tu supieras hacer el amor, ahorraríamos en el chofer!...
Otro ejemplo:
Los esposos discutían porque el marido sólo veía televisión.
Ella le pedía:
La pata de la mesa cojea, querido ¿podrías arreglarla?
Él respondió:
- «Déjame en paz!...,acaso crees que soy carpintero?
Al otro día:
- ¡Amorcito el enchufe no funciona! ¿Puedes arreglarlo?
Él contestó
- ¿Acaso crees que soy electricista?
Al día siguiente:
¿Tesoro? ¿Podrías ver el lavatorio que está goteando?
- ¿crees que soy un gasfitero? —Contestó.
Al día siguiente el marido descubrió que la mesa no cojeaba, el lavatorio no
goteaba y el enchufe estaba arreglado. Preguntó curioso:
- ¿Contrataste a alguien? ¿Cuánto pagaste?
Nada amorcito, sólo pedí al vecino que me ayudara.
El marido celoso preguntó:

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- ¿y el vecino arregló sin pedir nada?
Bueno — contestó la esposa sonriente — me dio dos alternativas: ir con él al
hotel o que le hiciera un pastel».
¿Y pastel de que hiciste? Preguntó el marido tranquilo.
La esposa gritó:
¿Acaso te has creído que soy pastelera?...

DRAMATIZADO
Señores: Brindo por la mujer, pero por la que me dio la vida, la que me arrulló
en la cuna y me llenó de besos y caricias ¡Mi madre!...»Por ella brindo yo!
Dejad que llore, que el lagrimas aflore esta pena letal que me asesina; ¡Dejad
que brinde por mi madre ausente!, por la que llora y siente que mi ausencia es
fuego que calcina. Del poema: El Brindis del Bohemio.
Jamás empiece con una broma de mal gusto o con una disculpa: no sé que voy
a decir: espero no equivocarme; no conozco bien el tema; ¡Sabrán Uds.
Disculparme!; no estoy preparado, etc., desde ya esto reduce el interés, a quien
le gusta escuchar al que no sabe o no está seguro peor aún si nos pide
disculpas por anticipado o lo hace al finalizar diciendo: Para no cansarlos más,
creo que los estoy aburriendo, eso es todo, no sé qué más decirles; estas
palabras no se deben usar porque denotan falta de autoestima o actitud mental
negativa.

b. DESARROLLO DE LA IDEA PRINCIPAL


Es el fondo y la parte principal de nuestro tema, donde el orador da a conocer
sus ideas y gracias a las argumentaciones, reflexiones y razones que utilice
podrá convencer con facilidad; debemos tener siempre, una idea central que
constituye la tesis, esto es el propósito específico del orador, el tronco, pero
tiene sus ramas, esas son las que hay que clasificar y despejar todas las
interrogantes que surgen de ella; por ejemplo, si la idea es: «La vida es un
sueño», no es igual a «La vida es un hermoso despertar « o «La vida es un

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teatro», al decir esto se está informando pero no convenciendo; para llegar al
público se tiene que explicar: ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Por qué?, ¿Dónde?, ¿Para
qué?, etc., recién el público dará su aceptación.

PARA DESARROLLAR IDEAS HAY TRES FÓRMULAS:

FÓRMULA 1.- Una idea principal debe generar otras ideas secundarias, estas
deben seguir generando más ideas complementarias y luego ideas en detalle y
así sucesivamente.

Por ejemplo tenemos el siguiente cuadro sinóptico:


Idea
complementaria
Idea Idea en detalle
complementaria
IDEA SECUNDARIA Idea en detalle
Idea Idea en detalle
complementaria
Idea Idea en detalle
complementaria
IDEA PRINCIPAL
Idea
complementaria
Idea Idea en detalle
complementaria
IDEA SECUNDARIA Idea en detalle
Idea Idea en detalle
complementaria
Idea Idea en detalle
complementaria

49
Este esquema puede Ud. enfocarlo en forma total o parcial, no es único,
simplemente es un ejemplo para darnos cuenta que antes de hablar debemos
memorizar el esquema, mas no el contenido, porque se sobrentiende que ya
tenemos la información de todo aquello que deseamos exponer
Ejemplo: Aplicando la primera fórmula en Fiestas Patrias

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IMPERIO

HISTORIA CONQUISTA

VIRREINATO

EMANCIPACIÓN

PASADO INDEPENDENCIA CONQUISTA

INDEPENDENCIA
ANIVERSARIO DE FIESTAS PATRIAS

GOBIERNO DE FACTO

GOBIERNOS GOBIERNO
DEMOCRÁTICO
MONEDA

ASP. ECONÓMICO DESARROLLO

ESTADO ACTUAL

GOBIERNO ACTUAL

PRESENTE ASP. POLÍTICO DEFENSA NACIONAL

OBRAS

SALUD

ASP. SOCIAL TRABAJO

SEGURIDAD

TERRITORIO REGIONES

FUTURO SOBERANÍA

PETRÓLEO

RIQUEZA MINERALES

AGRICULTURA

DESCENTRALIZACIÓN ECONÓMICA

SOCIAL

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FÓRMULA 2.- Una idea principal tiene un inicio y un final.
INICIO
IDEA PRINCIPAL
FINAL
Ejemplo: Aplicando la segunda fórmula en: «La vida de Túpac Amaru».

Nacimiento
Acción
TUPAC AMARU
Muerte
Inmortalización

En este esquema usted debe seguir en forma ordenada, desde el inicio de su


vida hasta el final y él por qué de su inmortalidad. No hable en forma
desordenada, hay que seguir un orden cronológico.

FÓRMULA 3. - Una idea principal puede ser enfocada desde un punto de


vista positivo o negativo, también combinando ambos.

Positivo
IDEA PRINCIPAL Combinación
Negativo

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ASPECTO POSITIVO ASPECTO NEGATIVO
ARGUMENTACION
¿Por qué? ¿Por qué?
Obras Declive o Decadencia
Desarrollo Desgobierno
Preocupación Crisis
Educación Desocupación
Democracia Pésima Educación
Trabajo Problemas Sociales

Aquí se puede enfocar desde un punto de vista positivo o negativo como usted los
desee o tal vez podría argumentar el aspecto positivo y el negativo y sacar
conclusiones finales.

ASPECTO POSITIVO, ASPECTO NEGATIVO


En el desarrollo de la idea principal debemos practicar algunos principios:
• No apartase de la idea principal.
• Desarrollar ideas basándose en conocimientos, sentimientos, intereses,
experiencias, creencias, principios, proyectos, vivencias, etc.; debe apasionarle y
conocer el tema para hablar con autoridad.
• Dar ejemplos basándose en cortos relatos, testimonios, anécdotas y detalles (sin
abusar) para mejorar la comprensión.
• Conocer las circunstancias, la naturaleza de la ocasión, el tiempo a exponer,
tamaño de la sala, el auditorio, temas de los otros oradores y el orden en el que
hablará.
• Tener buena imaginación para dar nuevos matices a nuestras ideas.
• Tener sentido del humor para mantener despierta la atención.
• Jamás subestimar al auditorio, tener modestia.
• Eliminar la rigidez física mediante la apropiada movilización de manos, ojos y
rostro el cual permite lograr cultura mental y emocional.

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• Las ideas principales se pueden repetir varias veces pero con expresiones distintas
para reforzarlas o dejarlas en la mente del público.
• Usar pausas no más de 3 segundos para darse descanso y también el auditorio.
• Hable con el tórax erguido, este amplia la capacidad de su voz.

RECOMENDACIONES Y/O CONCLUSIONES Y/O ALTERNATIVAS DE


SOLUCIÓN.
Consiste en sugerir al público o a segundas personas, encontrar algunas
alternativas de solución, ello de acuerdo a sus apreciaciones, inquietudes e
intereses en cuanto a las ideas expuestas, para influir en el auditorio.
Las conclusiones se deben dar luego de un estudio minucioso, una investigación o
un análisis de lo tratado, las alternativas de solución cuando existen problemas que
resolver.
Las recomendaciones se pueden hacer en forma general y/o personal.
Ejemplo: MOTIVO: Cumpleaños de una amiga

General.- Va dirigido al público presente


RECOMENDACIONES Personal.-Va dirigido al que cumple años debe
ser preciso y breve.

MOTIVO FINAL
Consiste en finalizar el tema impactando y dándole un buen acabado: piense que
después de escuchar una buena disertación, el público espera con ansias el mensaje
final. Las últimas palabras deben quedar grabadas en la mente del público por
mucho tiempo.
Lo importante es culminar sintetizando todo lo expuesto en una anécdota, unas
interrogantes, frases célebres, pensamientos filosóficos, unas cuantas vivas,
planteando interrogantes, pidiendo respuestas comunes.

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Ejemplos:

• Culmino recordando las célebres frases del gran intelectual José Ingenieros
cuando decía «No hay perfección sin esfuerzo, sólo pueden mirar de frente al
sol los que osan clavar sus pupilas sin temer a la ceguera y porque los
mediocres tienen miedo a cosechar las rosas por temor a las espinas. ¡Muchas
gracias!

• Hoy que es su santo día, hijos del mundo entero, que tienen viva a mamá,
ámenla, quiéranla y respétenla, con todas las fuerzas de su corazón y los que
no atenemos, bajo a imagen de su recuerdo, prometamos seguir por el camino
luminoso que ella nos señaló. ¡Muchas gracias!

• Cecilia Maribel en nombre de tus familiares, tus amigos ausentes y presentes,


tengo el privilegio de hacerte llegar este pequeño presente, que simboliza la
sincera amistad que nos une, hoy mañana y siempre. ¡Muchas gracias!

• Antes de culminar les pregunto ¿Están Uds. Dispuestos a defender


ardorosamente nuestras ideas? (siii) ¿Lo harán con hidalguía sin temor al
fracaso y con honor? (Siii). Si es así, entonces, el futuro está con nosotros.
¡Muchas gracias!.

• Permitidme terminar mi discurso, no sin antes invitar a cada uno de ustedes


acompañarme con unas vivas. ¡Vivas nuestro glorioso y combativo partido,
Movimiento Democrático Nacional! ¡Viva!

¡Viva su máximo líder Hugo Paz Durán! ¡Viva!

¡Viva nuestro querido país! ¡Viva! ¡Muchas gracias!

¿Estamos dispuestos a lograr juntos el éxito en esta empresa? ¡siii! (público)

¿Ante las constantes arremetidas del enemigo nos dejaremos vencer fácilmente
- ¡Noooooo? (público)

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Entonces compañeros, ¡El éxito es nuestro! ¡Actuemos hoy! ¡Muchas gracias!

c) DESPEDIDA Y TRÁNSITO FINAL

Despedida o palabras finales.- Consiste en darle el final enfáticamente.

Ejemplo:

Gracias, Muchas gracias — Muchísimas gracias — he dicho.

Tránsito final.- Es la acción de retirarse del escenario, hacerlo con mente


triunfadora, el cuerpo erguido y rostro agradable; siempre que haya tenido una
buena acción y piense que hay muchas personas que no se dan cuenta de las
equivocaciones que tuvimos; y sí se dieron cuenta le sorprenderían su positivismo
y lo admirarían por ese gusto.

BIBLIOGRAFÍA

ALTAMIRANO, Y. (2001). El Arte de la Oratoria. Lima. Editorial San Marcos

CORNEJO. S. (2006) Oratoria y Liderazgo. Lima.

GÓMEZ., Luis. (2003). Manual de Oratoria. Arequipa. Editorial UNSA.

CARNEGIE, D. ( 1994) Como hablar en público e influir en los hombres de negocios.


Colombia editorial Sudamericana.

MENDOZA, Orlando. (2008). Manual de Instrucción en el Curso de Oratoria. Lima – Edi.


C.C TEA

DE MELLO, A (s/f) La Oración de la Rana. Barcelona Sal. Terrae

RAMÍREZ, W. (2007). Oratoria, Personalidad y Liderazgo. Lima

ROSAS, N. (2009).Oratoria, técnicas y habilidades del arte del arte de expresión. Lima

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