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Paúl Eckman es un reconocido psicólogo consultor del FBI que tiene la particularidad de reconocer hasta el
más falso impostor. Si quieres hacer como él y descubrir cualquier tipo de engaño con sólo mirar el rostro del
aludido, toma lápiz y papel y anota sus simples pero efectivos consejos.
Frases como "estuve toda la noche con mis amigos" o "eres la única mujer para mi", serán a partir de ahora
fáciles de detectar si son una mentira, gracias a los estudios de Paúl Eckman, un destacado psicólogo que
gracias a años de análisis identificó más de tres mil gestos faciales capaces de revelar los verdaderos
sentimientos de una persona, aunque ésta quiera ocultarlos.
De esta manera, y por muy mentirosa que sea la persona en cuestión, podrás saber sus verdaderas
intenciones fijándote en pequeños gestos como éstos:
- Según el especialista, un hombre que le dice a su amante que dejará a su esposa y, acto seguido, se rasca la
nariz, revela que está ocultando algo. Así mismo, una persona que con toda su convicción asegura no ser
culpable de algún hecho mientras encoge sus hombros, está contradiciendo su discurso con su lenguaje
corporal. Son un par de mentirosos.
- La mirada también puede traicionarnos. Cuando interrogamos a alguien acerca de algo que ocurrió, y éste
no desvía su mirada para recordar cómo fueron los hechos, es culpable, pues tiene su discurso aprendido y no
tiene nada que explorar en sus recuerdos.
- Otro gesto que tiene relación con el lenguaje corporal son las cejas oblicuas, pues denotan tristeza;
también, la mano sobre la cabeza es señal de vergüenza, al igual que arrugar la pera.
- El lenguaje distante también es señal de mentira. Un claro ejemplo fue cuando Bill Clinton renegó su
relación con Mónica Lewinsky y afirmó: "yo no tuve sexo con esa mujer".
- Finalmente, y uno de los gestos más reconocibles de un mentiroso, es la risa forzada. Si el aludido sólo
mueve el músculo entre la boca y el pómulo, y no involucra los músculos del contorno de los ojos, es señal de
que te están engañando. Y ojo con estos tips, pues sus estudios tienen una precisión del 95%.
Fuente: Feminis
Introducción: Cómo saber cuándo te están mintiendo
Las siguientes técnicas para detectar si alguien está mintiendo son de uso frecuente por parte de la policía y
los expertos de la seguridad. Este conocimiento es también útil para los encargados, patrones, y para que
cualquier persona las utilice en situaciones diarias donde decir la verdad es necesario para evitar que seas
una víctima de fraude y de otros engaños.
Advertencia: La ignorancia es, a veces, dicha; después de tener este conocimiento, puedes molestarte cuando
sepas que alguien te está mintiendo.
Signos de engaño
La expresión física será limitada y rígida, con pocos movimientos del brazo y de la mano. El movimiento de la
mano, del brazo y de la pierna irá hacia su propio cuerpo, ya que el mentiroso “quiere” menos espacio.
La persona que te miente evitará el contacto visual.
Se tocará la cara, el cuello y la boca. Se arrascará la nariz o detrás de su oreja. Probablemente no se tocará el
pecho con la mano abierta.
Gestos emocionales y contradicción
La sincronización y duración de los gestos emocionales están fuera de lugar. Las muestras de emoción se
retrasan, duran más de lo que normalmente harían, y después paran repentinamente.
Los gestos emocionales no coinciden con las palabras. Por ejemplo: Cuando alguien te dice “¡Te quiero!” al
recibir un regalo, y sonríe después de hacer esta declaración, y no al mismo tiempo de hacerla.
Los gestos no coinciden con la expresión verbal, como decir “te quiero” mientras se frunce el ceño.
Las expresiones se limitan a movimientos de la boca cuando alguien está fingiendo emociones (como estar
feliz, sorprendido, triste, con temor,) en vez de con la cara entera. Por ejemplo; cuando sonríe alguien
naturalmente su cara entera está implicada: el movimiento de la mandíbula, los ojos y la frente empujan a la
mejilla hacia abajo, etc.
Interacciones y reacciones
La persona culpable está a la defensiva. Una persona inocente estará más a menudo a la ofensiva.
El mentiroso dirigirá movimientos incómodos a su interrogador-acusador y puede volver su cabeza o cuerpo.
El mentiroso puede colocar inconscientemente objetos (libro, taza de café, etc.) entre él y tú.
Contexto y contenido verbal
El mentiroso utilizará tus palabras para responder a una pregunta. Cuando se le pregunta, “¿Te has comido
la última galleta?” La respuesta del mentiroso será, “no, no me he comido la última galleta.”
Los mentirosos evitan a veces “mentir” no haciendo declaraciones directas. Retuercen respuestas en vez de
negar algo directamente.
La persona culpable puede hablar más de lo necesario, agregando detalles innecesarios para convencerte…
no están cómodos con los silencios y pausas en la conversación.
El mentiroso puede no usar pronombres y hablar en un tono monótono. Cuando se hace una declaración
veraz el pronombre se acentúa tanto o más que el resto de las palabras en una declaración.
Las palabras se pueden mutilar y hablar suavemente, y la sintaxis y la gramática pueden complicarse. En
otro
las palabras, sus oraciones serán mas complicadas que acentuadas probablemente.
Otros signos de mentira:
Si crees que alguien está mintiendo, cambia de tema rápidamente. Un mentiroso te seguirá y pasará a estar
más relajado. El culpable desea el tema cambiante; una persona inocente puede confundirse por el cambio
repentino de tema y deseará volver de nuevo al tema anterior.
El culpable usará el humor o el sarcasmo para evitar un tema.
Notas finales:
Obviamente, porque alguien exhiba una o más de estas muestras no le hace mentiroso. Los comportamientos
antedichos se deben comparar a un comportamiento (normal) de las personas siempre que sea posible.
Estas son estrategias para descubrir las mentiras las están basadas en la serie que mencione anteriormente
pueden ser muy útiles a la hora de saber si alguien esta mintiendo. Están en el orden en el que fueron
apareciendo.
Felicidad oculta: Se expresa con una breve sonrisa que dura menos de una quinta parte de un segundo es lo
que se llama micro-expresión. También hay otra sonrisa la cual expresa satisfacción o felicidad, solo se encoge
un lado del labio.
Encogimiento de hombros: Pequeño movimiento de hombros que significa “No confío en lo que digo”, el
cuerpo contradice las palabras, está mintiendo. Si este encogimiento de hombros dura mas de un segundo
esta fingiendo.
Desprecio oculto: Se arruga los lados de la nariz también es una micro-expresión, estas expresiones son las
mismas en todas las personas.
Emoción: Estas se ven igual en todas las personas ya seas ama de casa o un terrorista suicida.
Rompimiento del contacto visual: Cuando alguien rompe el contacto visual entes de responder a una
pregunta dice la verdad porque esta recordando para poder responder sinceramente, pero si no desvía la
mirada quiere decir que no esta recordando un hecho, esta mintiendo. Las personas que mienten necesitan
ver si crees sus mentiras.
Repartición inflexible: cuando a una persona le preguntan algo ejemplo.“¿Habías estado en su casa antes?” y
este responde “No nunca había estado en su casa antes”, típica repetición en una mentira.
Picazón de nariz: Los hombres tienen tejido eréctil en la nariz pica cuando esconden algo.
Cuando una persona asienta “Si” antes de asentir “No” con la cabeza quiere decir que esta mintiendo.
Cuando una persona oculta la mano izquierda en el bolsillo presionando la pierna en una situación especifica
quiere decir que está ocultando algo.
Respiración: Cuando una persona respira por la boca poco i rápido esta nerviosa.
Signo de problemas: cuando una persona se remanga la mano en una situación específica quiere decir que
tiene o tuvo problemas.
Ira: Cuando una persona presiona el puño quiere decir que siente rabia.
Cuando alguien miente es difícil de contar la historia hacia a tras porque no hay recuerdo real de lo que
sucedió, los mentirosos ensayan sus mentiras en orden no las memorizan hacia a tras.´
Cuando la pupila de una persona se dilata puede ser por miedo o enojo o puede ser por causas de excitación
sexual.
Sonrisa falsa: Cuando alguien sonríe pero no se arruga alrededor de los ojos esta fingiendo, cuando alguien
sonríe de verdad se le arrugan los lados de los ojos.
Cuando la temperatura de la piel baja quiere decir que tiene miedo, es una reacción fisiológica típica, la
sangre fluye desde las extremidades hacia las piernas así estas preparado para correr, las manos se enfrían
primero.
Levantamiento de cejas: cuando una persona se le levantan las cejas quiere decir que saber la repuesta de la
pregunta que le hacen.
Retroceso gestual: cuando una persona retrocede un paso hacia atrás al responder a una pregunta o al decir
una afirmación, significa que no cree en todo lo que dice, esta mintiendo.
Desliz gestual: Cuando una persona presiona los labios quiere decir que no confía en sus palabras, esta
mintiendo.
Ansiedad: Cuando una persona habla rápido es signo de ansiedad, también cuando crean una barrera frente
a él con cualquier objeto.
Sorpresa: cejas levantadas, mandíbulas caídas.
Todas las personas que mienten tienen un tic que lo delatan se pueden presentar de muchas formas, un
ejemplo: Cuando mienten se tocan la nuca.
Cuando una conversación va junto con movimientos de mano significa que no confía en lo que dice, esta
mintiendo.
Barbilla: Cuando alguien levanta la barbilla quiere decir que esta enojado.
Falta de memoria: Cuando una persona no recuerda alguna cosa y hace correcciones inmediatas son señales
de decir la verdad.
Cuando alguien habla bajo y lento son signos de extrema tristeza y ansiedad.
Preocupación. Cuando alguien se frota los dedos de la mano es signo de preocupación, (auto-gesto
reconfortadle).
Maldad: Las cejas hacia a bajo al mismo tiempo, levantamiento de las pestañas superiores, expresión tirante
bajo los ojos, estos son rasgos que se ve en la cara de alguien que va a cometer un acto violento. Esta
expresión es involuntaria no se puede controlar.
Engaño de placer: Es el placer que siente un mentiroso cuando ve que creen sus mentiras. Pequeña sonrisa
(Micro-expresión).
Proceso cognoscitivo del parpadeo: Significa que esta mintiendo. (No esta seguro de lo que dice). Es parpadeo
sucesivo.
Repetición y titubeo: Quiere decir que la persona tiene problemas en procesar lo que esta diciendo, normal
mente esto indica que la persona miente.
Señalar con el dedo: Cuando una persona señala con el dedo hacia un lado y él mira hacia otro, esta
mintiendo. La mente esta tan ocupada inventando cosas que el cuerpo no puede mantener la sincronía.
Ansiedad: se muerde el labio se rasca la oreja todos estos son signos de ansiedad.
Cuando alguien responde a una pregunta y el tiempo en el que se responde esta por de bajo del segundo
quiere decir que miente ¿Por qué? Porque las personas que tienen la mentira ya preparada esta ansioso por
contarla.
Cuando alguien se esta acallando quiere decir que sabe algo y no quiere contarlo pero parte de el si quiere.
Personalidad hostil: Frente baja cejas levantadas.
Cuando el cuerpo de alguien se encorva quiere decir que esta mintiendo. Porque tratan de tener el mínimo
espacio posible.
Superioridad: cuando un grupo de personas entran por una puerta el ultimo casi siempre en todos los casos
es el mas importante, es superior a los demás.
Cuando una persona dice “Solo diré esto una vez” frase clásica que califica la aclaración. La persona no
necesita decir eso si estuviera diciendo la verdad.
-La expresión facial de sorpresa dura menos de un segundo. Si el sospechoso hace que dure más de un segundo,
está mintiendo.
-Cuando se miente NO se evita el contacto ocular, queremos ver si nuestras mentiras son creídas.
-En la nariz hay tejido eréctil que pica cuando se quiere ocultar algo (nervios).
-Los mentirosos ensayan las historias en orden, si pedís que lo cuenten para atrás no saben.
-Cuando tenés miedo las manos están frías, las manos se enfrían porque la sangre va a las piernas para poder
correr.
-Acariciarse la mano es un gesto de autoconsuelo; intentas tranquilizarte a vos mismo porque no crees lo que estas
diciendo.
-Cuando levantas las cejas significa que sabes la respuesta a tus propias preguntas.
-cuando la gente siente autentica culpa mira hacia abajo o a un lado. No directamente
-cuando los ilustradores (manos) descienden y los manipuladores aumentan (rascarse, morderse los labios, tocarse
las joyas, es señal de mentira.
14.- Las personas que dicen la verdad se “ponen de frente” sin dudar. Los mentirosos tienden a evitar la alineación
frontal directa, y usualmente se sentarán con sus brazos y piernas cruzados, como si estuviesen congelados”, dice
John Buckley, experto en interrogatorios y entrenador de policías.
13.- Para distanciarse psicológicamente del “cuento chino”, el mentiroso usará con frecuencia pronombres
imprecisos como “ustedes”, “nosotros” y “ellos”.
12.- Cuando las personas dicen la verdad, usualmente hacen gestos con las manos que enfatizan y coinciden el ritmo
de su discurso, una condición natural cuando estamos convencidos de lo que estamos diciendo. Las personas poco
sinceras controlarán mucho más sus manos.
11.- Los mentirosos más experimentados no sudarán ni una gota, pero el resto de nosotros tendemos a ponernos
nerviosos al mentir. En ese caso, nuestros ojos pueden moverse mucho, tener un tono de voz más agudo que de
costumbre, enrojecernos o respirar más profundamente.
10.- La técnica Reid: esta técnica es un interrogatorio en nueve fases utilizada a nivel mundial para descubrir
mentiras. El objetivo es “llevar” al mentiroso hasta un punto en el que no le queda opción más que aceptar su
culpabilidad.
9.- Los mentirosos tienden a pedirte que repitas la pregunta, iniciando sus respuestas con “¿Quieres que te diga la
verdad?” o “Para serte sincero…”. Las respuestas evasivas también deberían despertar tus sospechas.
8.- El teléfono tiende a facilitarle el trabajo a los mentirosos. En un estudio hecho a 30 Universitarios, se observó
que el teléfono era el medio preferido para decir mentiras, casi en un 37%; dejando 27% al “cara a cara”, 21% en
Chats y apenas 14% por email. No es de extrañar, pues las conversaciones telefónicas no permiten detectar el
lenguaje corporal y no dejan evidencias como los correos electrónicos.
7.- Un mentiroso puede que no haya pensado en todos los detalles de su historia. Si crees que te mienten, indaga
sutilmente los detalles.
6.- Cuando una persona miente, las pausas entre cada palabra que dice aumentan sensiblemente.
5.- El mentir pone a la gente ala defensiva. Mientras una persona sincera está dispuesta a cooperar y dar
explicaciones, un mentiroso se pondrá a la defensiva y será menos cooperativo.
4.- Cuando una persona dice la verdad, es perfectamente posible que diga sus razones con una o varias
imperfecciones; en ese caso, no tendrá problema en reconocerlas y re explicarlas. Un mentiroso tendrá problemas en
admitir tales “pequeñas imperfecciones”, y no estará dispuesto a explicarlas.
3.- Algunas personas tienen la costumbre de dudar antes de hablar, en cualquier circunstancia; es como si pensaran
siempre sus respuestas. Si de repente responden sin dudar, es una señal de alerta.
2.- Atención con los “errores” al hablar, como por ejemplo, confundir una palabra por otra. Generalmente decimos,
jocosamente “Te traicionó el subconsciente”. Esos pequeños deslices puede que sean más ciertos de lo que crees.
1.- Las personas que dicen la verdad usan la totalidad de sus músculos faciales; los mentirosos sólo sonríen con sus
bocas, sus ojos no reflejan sus emociones.
Aclaración :
El lenguaje corporal tiene que ver con el contexto, no se puede estudiar como esta una persona por los gestos. Para
que se entienda mejor un ejemplo: Al cruzarse de brazos de la forma típica, se estaría a la defensiva generalmente
pero un día que haga frío tenderemos a cruzar los brazos aunque estemos a gusto
Ahora si , Para empezar podemos empezar fijándonos en como hablan las personas, es decir a que distancia hablan;
El espacio personal esta bien definido, vendría a hacer como un planeta con sus orbitas al rededor .
Distancia íntima: La reservamos para personas de nuestra (íntima) confianza. Separados entre nosotros por menos
de cincuenta centímetros es fácil utilizar varios recursos de comunicación: El habla, los gestos, y el tacto.
Distancia personal: Para hablar con nuestros conocidos, nos separamos de ellos entre 50 centímetros y un metro. Es
fácil medir la distancia personal, pues equivale a grosso modo a la longitud del brazo. Claro, ¡No es para que estén
extendiendo el brazo a cada rato para “medirse”!
Distancia social: De uno a tres metros, es la distancia con la que nuestra mamá estaría cómoda al hablar con
extraños. Con frecuencia esta es una afirmación un tanto exagerada, pues se supone que para poder conversar con
una persona debemos acercarnos a ella un poco más.
Distancia pública: Empieza a partir de poco más de tres metros, sin límites. Generalmente aplica para grupos de
personas y requiere de un tono de vos más alto de lo normal (¡O un megáfono!)
Si quieres tener una buena relación con las personas que conoces trata de no invadir su espacio personal ; y para
darte cuenta puedes estar atento si cuando te acercas, retrocede o evita mirarte es que estas demasiado cerca. Otros
consejos para relacionarte mejor con tus conocidos:
Sentarse enfrentados con las personas que queresa hablar mas, es un estudio que demostró que las personas
enfrentadas hablan mas
hay dos clasificaciones muy sencillas (pero no por eso menos importantes) de gestos manuales: los gestos
ilustradores y los gestos manipuladores.
¿En qué consisten los gestos ilustradores? pues simplemente son aquellos que se manifiestan en perfecta
concordancia y sincronía con las ideas que exponemos; Un ejemplo fácil: imaginemos una persona que habla de un
“pequeño” problema que tiene… y al decir la palabra “pequeño”, junta un poco sus dedos índice y pulgar, como
agarrando un objeto diminuto… y los acerca a su ojo, como quien mira por un microscopio. O la vecina hablando de
cuánto a engordado el hijo de fulanita, mientras sus brazos como quien rodea un generoso tonel. Verbos tales como
“soltar” y apartar” podrían acompañarse de manos moviéndose “hacia afuera”. ¿Verdad que es sencillo?
Pero ¿Qué ocurre con los manipuladores? Cuando una persona está nerviosa por cualquier circunstancia, y debe
responder una pregunta que puede comprometerle (como por ejemplo,”¿¿SE PUEDE SABER DÓNDE ESTABAS
TÚ ANOCHE??”), los gestos con las manos podrían ser dramáticamente distintos. En vez de apoyar lo que decimos,
nuestras manos tratarán de “distraer” del tema que hablamos, ya sea jugando con nuestro reloj, rascándonos las
orejas o nariz, llevándonos la mano a la cara, acomodándonos el traje, jugado con un bolígrafo… o mi favorito:
arrancando pelusas imaginarias de nuestros pantalones
Otra forma fácil pero confusa de descubrir si nos dicen la verdad es fijarnos si nos muestran las palmas de las manos
al hablar ; digo que puede ser confuso porque las personas tímidas no son muy ilustradoras....
Llevarse la mano a la cara puede ser un indicio de que la persona que está hablando está mintiendo. Lo más común
es llevarse la mano o uno de los dedos a la boca, como si supiéramos que las palabras que pronunciamos son falsas
e intentáramos con la mano impedir que salgan. Sin embargo, los años hacen este gesto cada vez más indetectable,
ya que con el tiempo lo vamos perfeccionando o disimulando. Cuando un niño pequeño cuenta una mentira a sus
padres, es posible que se lleve las dos manos a la cara y se tape con ellas la boca después de contar la mentira (igual
que el reflejo que tienen muchas personas al gritar), eso podría ser un claro indicio de que lo que ha contado el niño
a sus padres era mentira o no todo era completamente cierto.
Gestos básicos :
Entrecruzar los dedos: Respuesta negativa ante cualquier estimulo ...
Cruzarnos de brazos y piernas: Estamos a la defensiva; generalmente se lleva un espacio personal mayor con la
persona con la que se ha discutido
Tragar saliva: Una de las formas más sencillas de determinar si una persona se siente nerviosa o profundamente
incómoda, es el movimiento de su cuello al tragar saliva.
Los brazos cruzados con los pulgares hacia arriba: es una postura que revela confianza en uno mismo, superioridad
con respecto a los demás que están presentes.
Inclinación de la cabeza: si se ve a una persona que esta inclinando la cabeza significa que esta prestando mucha
atención
El pie: Cuando estamos parados generalmente dejamos caer el peso de una pierna; la que queda recta indica a que le
estamos prestando atención o a donde nos queremos dirigir
Posiciones iguales: Cuando dos personas están de acuerdo o comparten una misma idea por lo general sus posturas
serán iguales
1) Le hacemos una pregunta sencilla a una persona y ésta la repite total o parcialmente, como si no nos hubiese
escuchado o entendido. Por ejemplo, un diálogo clásico:
Andrea: “¿Se puede saber dónde estabas tú anoche?”
Beto: ¿Anoche? / ¿Que dónde estaba yo anoche? / ¿Quién, yo?
En cualquiera de los casos, los centros de procesamiento del cerebro están siendo puestos en funcionamiento de
manera sorpresiva, y con el pleno conocimiento de que a una pregunta sencilla debe seguirle una respuesta sencilla,
la mente necesita valiosas décimas de segundo para articular una respuesta no comprometedora. ¿Cómo ganar
tiempo? repite la pregunta. Es algo que hacemos casi instintivamente.
2) Complementar la respuesta con la pregunta misma. Digamos que no repetimos literalmente la pregunta, sino que
la “adjuntamos” a una respuesta que debería ser, a todas luces, sencilla. Por ejemplo:
Andrea: “Amor, ¿Le pusiste comida al perro?”
Beto: “Uhm, Sí amor, yo le puse comida“
Luego de una respuesta así, esperemos que Beto se asegure de que Fido no se muera de hambre. El incluir la
pregunta original como una coletilla de la respuesta (que en este caso podría ser simplemente “Uhm, Sí amor“) es
señal que el centro del lenguaje quiere sonar convincente, cosa que no ocurre cuando nos preguntan nuestro nombre,
por ejemplo.
3) LA SIEN PERLADA
¿Han notado cómo una persona que se siente amenazada, empieza a sudar copiosamente? Aún cuando escasos
segundos antes tenía una frente ligeramente seca, ahora la vemos profusamente perlada producto de… el
nerviosismo.
Esta reacción es provocada de manera natural por la amígdala cuando nuestro sistema límbico presiente que nos
encontramos ante un peligro inminente. En vez de esperar a que entremos en actividad física que eleve nuestra
temperatura y que provoque la correspondiente sudoración para calmarla, el cuerpo se anticipa provocando una
sudoración que generalmente sentimos más fría de lo normal.
¿Es realmente efectiva?
La sudoración de la frente es un indicio claro de que la persona está nerviosa. ¿Nerviosa por qué?, se preguntarán.
Puede que lo esté simplemente porque se siente acusada y está buscando exponer su explicación; o bien no tiene
ninguna explicación y tiene que inventarla.
El problema es que en ese momento la persona que está siendo “acusada” entra en un círculo vicioso psicológico en
el que le es imposible generar palabras coherentes puesto que su cerebro está dividido entre a) Alarmar sobre el
peligro del momento, b) determinar la intención y reacciones de su interlocutor y c) Desarrollar la mentira. Si a todo
esto añadimos el hecho de que ya está nervioso y no puede pensar con claridad, es muy factible que termine
metiendo la pata o simplemente confesándolo todo.
Este fenómeno de la frente perlada viene especialmente acompañado de los ojos fijos y la voz ahogada, ambas
explicadas más adelante.
¿Cómo podemos asegurarnos de que funcione?
Debemos estar absolutamente seguros de que no hace el calor suficiente como para que la persona esté sudando.
Una cuidadosa observación previa al “interrogatorio”, nos permitirá determinar si la piel de su sien está seca.
Cuando la reacción al peligro lo invada, noten que la tez se volverá más clara (por compresión de los capilares) y…
empezará a sudar.
5) JUSTIFICARSE INNECESARIAMENTE
Una de las recomendaciones que hacen los abogados a las personas que están siendo interrogadas, bien sea en una
comisaría o en un juicio, es el de ser fríamente concretos. “Sí” o “No” son las respuestas adecuadas; si hay que
responder con una frase completa, debe hacerse lo más sencilla posible y responder exactamente lo que están
preguntando. Si te preguntan “¿Dónde estuvo usted la noche del martes?“, nuestra respuesta debe ser de menos de
cuatro palabras. “En la discoteca tal o cual“. Punto.
Criminólogos, abogados, psicólogos, psiquiatras y demás profesionales afines conocen perfectamente la razón de
esta recomendación. Cuando nos sentimos culpables por una u otra razón, o cuando estamos nerviosos porque
queremos demostrar nuestra inocencia o eficiencia, tendemos a… justificarnos innecesariamente.
¿Qué podemos definir como una justificación innecesaria? todo detalle que busca probar lo que estamos diciendo.
Por ejemplo, un criminal que tenga una coartada para “el martes en la noche”, la espetará completa sin que se lo
soliciten, con tal de que lo dejen en paz de una vez. Y aquí es cuando los especialistas nos damos cuenta si ha estado
practicando la respuesta; una persona que realmente tiene que “recordar”, se toma su tiempo en estructurar los
detalles. No tiene que practicar nada, puede responder calmadamente, pues está hablando con la verdad.
Entonces ¿Qué ganamos hablando más de la cuenta? Absolutamente nada. De hecho perdemos mucho, pues damos
detalles muchas veces innecesarios que ayudarán a un interrogador sagaz a contradecirnos eventualmente, incluso si
estamos diciendo la verdad.
¿Cómo es posible? el nerviosismo es el culpable. Si la respuesta a la pregunta fuese “Estaba en la discoteca… con
Juan y María“, y en realidad Juan sólo nos acompañó diez minutos y se fue, entonces quien nos interroga podría
alegar que “A las 9:30 p.m. Juan se encontraba en casa de su mamá. ¿Cómo es posible que estuviese con usted en la
discoteca?“. Ahí toca justificar aún más. Diríamos (aún más nerviosos) “Ah, es que él se marchó a las 9:10… no
volví a saber de él”. Y por ahí nos vamos. ¿Se imaginan si a las 9:45 le enviamos un mensaje de texto a Juan y lo
olvidamos? Todo se complica.
Y todo por culpa de… justificarnos innecesariamente.
7) EL ALIVO DE LA RETIRADA
La última técnica que debemos aprender para detectar mentiras es, sin duda alguna, la más difícil de aplicar. Se basa
en la siguiente premisa:
“Cuando una persona está siendo interrogada de manera inquisitiva, se mantendrá a la defensiva y su cuerpo estará
tenso. En el momento que el interrogatorio termine, pueden ocurrir una de dos cosas: O bien la persona ´contrataca´
diciendo lo injusto que hemos sido en pensar que está mintiendo, o bien se queda callada y su cuerpo se relaja por
unas décimas de segundo.”
En pocas palabras, una persona culpable se sentirá aliviada instantáneamente cuando el “interrogatorio” termine.
¿Por qué es tan difícil de poner en práctica?
Primero y principal, esta es la única técnica que implica al mentiroso en pleno conocimiento de que lo estamos
interrogando. Este proceso, en sí mismo un arte delicado, debe ser lo suficientemente exasperante para él como para
que exhiba al menos tres de las seis claves expuestas en los posts de esta serie. En ese momento sus hombros estarán
tensos, pues el reptil ubicado en el sótano del cerebro triuno los precalienta por si la situación amerita resistir un
soberano sartenazo.
Si el interrogatorio finaliza de manera súbita, debemos estar atentos a dos claves: a) la relajación de uno ó ambos
hombros y b) La respiración, que siendo superficial hasta ese momento, se reanudará con un suspiro sordo.
¿Qué tan preciso es?
Imagínense que nos empiezan a acusar de algo que no es cierto. A pesar de lo que decimos en nuestra defensa,
siguen sin creernos. ¡Nos indignaríamos! Y no sería una emoción que se disipe de buenas a primeras. Apenas
termina el interrogatorio, empezaríamos a reclamar la injusta acusación.
Pero si somos culpables, la actitud es otra. Por medio segundo nos relajamos, aliviados que ya el ataque terminó;
pero enseguida el hemisferio izquierdo del cerebro toma las riendas y dice “¡Epa! se supone que debemos demostrar
indignación!”
¿Cómo ejecutarlo correctamente? Existe un procedimiento sistemático para lograrlo; requiere de cierta práctica,
pero es posible lograrlo:
1) Acorrale al (supuesto) mentiroso, lanzando pregunta tras inquisitiva pregunta, tratando de ir aumentando su
estrés, pero sin que sobre reaccione. Vaya cocinándolo a fuego lento.
2) Verifique visualmente que, efectivamente, sus hombros se empiezan a subir y “juntarse” un poco. Este paso es
muy importante, y es el que da pie a:
3) Lance una última pregunta y espere la respuesta (cualquiera que sea), y por último…
4) ¡El punto decisivo!. Apenas el mentiroso termina su respuesta, nos quedamos de tres a cuatro segundos
mirándolo fijamente a los ojos, como considerando que está diciendo en efecto la verdad; mientras, nuestras manos
deben estar apuntaladas en la cintura, dando a entender que no vamos a dar un paso atrás. Al terminar los tres ó
cuatro segundos de mirada fija… afloja los brazos, gira tu cuerpo 45°, llévate una palma a la frente y suspira
profundamente, oscilando los ojos hacia abajo, pero sin perderlo de vista.
Este gesto compuesto le dará a tu interlocutor absoluta certeza de que el interrogatorio ha terminado. ¡Es el
momento! ¿Empieza el contraataque inmediatamente, o hay una fracción de segundo de alivio?
Emociones y contradicciones
Cuando una persona dice la verdad, sus emociones son espontáneas e inmediatas. Por ejemplo, si le haces un regalo
a alguien y le gusta muchísimo, tendrá una reacción inmediata de sorpresa y luego de alegría. Si por el contrario, el
regalo no le gusta pero quiere fingir que le ha encantado, reaccionará tardíamente: tal vez sean solo unos segundos,
pero lo notarás si observas cuidadosamente.
Por otro lado, verás que las emociones son un poco forzadas y que no las expresa con todo el rostro: una risa no solo
implica la boca, sino también ojos, mejillas y mandíbula.
Reacciones sospechosa
Cuando alguien es honesto y se le ha reprochado algo, reacciona de manera ofendida y cuestiona las sospechas. Por
el contrario, cuando a un mentiroso se le reprocha algo, este adopta una actitud defensiva y lo niega todo, utilizando
pocas palabras. Los mentirosos también suelen poner objetos entre su interlocutor y él: un libro, una revista o una
taza funcionan a la perfección como escudo protector para sus mentiras.
Si sigues con dudas, haz esta prueba: cambia radicalmente de tema. Si su actitud sigue siendo la misma y sigue
molesto por los reproches que le has hecho, es muy probable que sea honesto. Si lo ves aliviado, tranquilo y con una
nueva actitud, es probable que te haya estado mintiendo: como ya ha salido de la zona peligrosa donde estaba,
adopta una actitud más relajada.
Lenguaje corporal
Cuando alguien dice la verdad, su cuerpo está relajado y no tiene problemas en mirarte de frente. Las personas que
mienten, por otro lado, tienen actitudes muy características. Por un lado, no pueden encararte: instintivamente
voltean su cuerpo hacia un lado. Sus movimientos suelen ser rígidos y faltos de naturalidad, y les cuesta mucho
mantener contacto visual: suelen mirar hacia su derecha en busca de respuestas falsas y parpadean con una
frecuencia mayor a la normal. También suelen cruzar piernas y brazos y tocarse mucho la cara, el cuello, la boca o
la nariz, en un afán por "tapar" sus mentiras.
Lenguaje verbal
Sus palabras pueden estar diciendo mentiras... pero el tono de voz y la selección de palabras es igual de importante.
Presta atención a su voz: la gente que dice la verdad suele enfatizar algunas palabras, mientras que alguien que
miente se concentra tanto en el contenido que utiliza un tono de voz muy monótono. Alguien que dice la verdad
pone sus argumentos sobre la mesa y no se esfuerza en ser convincente, mientras que un mentiroso trata a toda costa
de convencerte con argumentos que, por lo general, se van por la tangente y se enfocan en detalles poco
importantes.
Si sigues teniendo dudas, haz esta prueba: hazle una pregunta completa. Por ejemplo: "¿Fuiste a tomar un café ayer
con tu ex novio?" Si te responde "No", es probable que esté diciendo la verdad. Si te responde "No, no fui a tomar
un café ayer con mi ex novio" es probable que esté mintiendo. La gente que miente suele utilizar tus palabras para
responder y así enfatizar su mentira. Por otro lado, si apela constantemente al sarcasmo o a las burlas y esta no suele
ser su forma de actuar, es probable que esté mintiendo.