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UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS

POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

Proyecto de investigación

Título: Tipicidad administrativa en la presentación de documentación o


declaración falsa en los Procesos de Selección vía Contratación
Administrativa de Servicios (CAS).
Para optar: Título profesional de abogado
Autores: Bach. Nadia Magnolia Poma Hurtado
Asesor:
Área de Investigación: Derecho Laboral y Procesal Laboral
Línea de Investigación: Régimen público
Fecha de inicio y culminación: 14 de mayo de 2018
14 de mayo de 2019

Huancayo – Perú
2018
RESUMEN

Actualmente, ninguna ley de carácter administrativo ni laboral, regula estos hechos que

si deben merecer sanción punitiva por parte del Estado, y no sólo desde una perspectiva

penal, porque quién incurre en este tipo de conductas lo que hace es vulnerar la potestad

administrativa del Estado expresado una serie de principio y reglas que se desprenden de

la Administración Pública.

La legislación administrativa laboral sobre la materia no normativiza este aspecto, por lo

que dicha presentación de documentos falsos, por citar un ejemplo, no es debidamente

sancionada desde ese aspecto del derecho. Es asimismo relevante considerar que dicha

contratación al adquirir el carácter de público, tiene que cumplir con todos los principios

propios del procedimiento administrativo disciplinario. En ese sentido, la presente tiene

como objetivo aportar teóricamente al debate sobre si este tipo de conductas también

deben ser reguladas o normativizadas a nivel de los procedimientos administrativos

disciplinarios, precisando la conducta adecuadamente, para que no se transgreda el

principio de tipicidad administrativa, que es precisamente la materia que se investigará

en la presente tesis, a fin de establecer si debe o no tipicarse el tipo de conductas referidas.

I. Planteamiento del problema

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1.1. Descripción del problema

La presente investigación tiene como objetivo determinar si se debe tipificar la

presentación de documentación o declaración falsa en los Procesos de Selección

vía Contratación Administrativa de Servicios (CAS), es decir, se plantea que

quiénes incurren en estos hechos deben ser sancionados a nivel administrativo

laboral, para que en adelante no incurran en este tipo de infracciones que

perjudican la buena fe de la Administración Pública, vulnerando el principio de

presunción de veracidad.

Actualmente, ninguna ley de carácter administrativo ni laboral, regula estos

hechos que si deben merecer sanción punitiva por parte del Estado, y no sólo

desde una perspectiva penal, porque quién incurre en este tipo de conductas lo

que hace es vulnerar la potestad administrativa del Estado expresado una serie

de principio y reglas que se desprenden de la Administración Pública.

La legislación administrativa laboral sobre la materia no normativiza este

aspecto, por lo que dicha presentación de documentos falsos, por citar un

ejemplo, no es debidamente sancionada desde ese aspecto del derecho. Es

asimismo relevante considerar que dicha contratación al adquirir el carácter de

público, tiene que cumplir con todos los principios propios del procedimiento

administrativo disciplinario.

La facultad punitiva del Estado justamente se prevé para sancionar dichas

conductas que atentan contra la veracidad como presupuesto material de un

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ordenamiento ceñido a los principios que inspiran en este tipo de

procedimientos.

Se plantea que dicha conducta se halle tipificada en la Ley que regula la

contratación administrativa de servicios (CAS), porque ante dicho vacío jurídico

no existe una sanción que implique al menos una amonestación o suspensión en

el ámbito de la contratación pública. No es menos relevante, señalar que la

presente se realizará a través de un estudio dogmático, porque lo que se propone

parte de una crítica hallada en un sector especializado de la doctrina, a fin de

presentar, de ser el caso, un proyecto de ley que tipifique adecuadamente este

tipo de conductas en el ámbito de la contratación pública.

1.2. Delimitación del problema

1.2.1. Delimitación espacial

La investigación se realizará en la ciudad de Huancayo.

1.2.2. Delimitación temporal

La investigación se desarrollará entre los meses de mayo de 2018 a mayo

de 2019.

1.2.3. Delimitación conceptual

- Tipicidad administrativa.

- Presentación de documentación falsa o declaración falsa en Procesos

de Selección en la contratación administrativa de servicios (CAS).

- Principio de legalidad.

- Principio de presunción de veracidad.

- Principio de control posterior.

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- Potestad punitiva de la Administración Pública.

1.3. Formulación del problema

1.3.1. Problema general

¿Se debe tipificar administrativamente la presentación de documentación

o declaración falsa en los Procesos de Selección vía Contratación

Administrativa de Servicios (CAS), en la legislación peruana?

1.3.2. Problemas específicos

- ¿Qué efectos jurídicos tendrá la tipificación administrativa de la

presentación de documentación o declaración falsa en los Procesos de

Selección vía Contratación Administrativa de Servicios (CAS), en la

legislación peruana?

- ¿De qué manera la tipificación administrativa de la presentación de

documentación o declaración falsa en los Procesos de Selección vía

Contratación Administrativa de Servicios (CAS) se relaciona con el

principio de presunción de veracidad?

1.4. Objetivos

1.4.1. Objetivo general

Determinar si se debe tipificar administrativamente la presentación de

documentación o declaración falsa en los Procesos de Selección vía

Contratación Administrativa de Servicios (CAS) en la legislación

peruana.

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1.4.2. Objetivos específicos

- Determinar qué efectos jurídicos tendrá la tipificación administrativa

de la presentación de documentación o declaración falsa en los

Procesos de Selección vía Contratación Administrativa de Servicios

(CAS), en la legislación peruana.

- Establecer de qué manera la tipificación administrativa de la

presentación de documentación o declaración falsa en los Procesos de

Selección vía Contratación Administrativa de Servicios (CAS) se

relaciona con el principio de presunción de veracidad.

1.5. Justificación de la investigación

1.5.1. Social

La investigación se justifica socialmente porque beneficiará a la

administración pública, y por ende a la colectividad, es decir, al interés

público ya que tipificando la presentación de documentos falsos a nivel

administrativo se establecerá un criterio de conducta adecuado para que

participantes a concursos públicos de selección para un puesto laboral

sean debidamente sancionados, no sólo desde un ámbito penal, sino

también desde un ámbito administrativo.

1.5.2. Científica – teórica

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La presente investigación se justifica teóricamente porque pretende

regular un aspecto no tipificado actualmente en la normativa

administrativa disciplinaria, cuál es el hecho de sancionar a aquellas

personas que presenten documentación falsa o realicen declaración falsa

en los Procesos de Selección en la contratación administrativa de

servicios (CAS) de la legislación peruana.

En ese sentido, la presente tiene como objetivo aportar teóricamente al

debate sobre si este tipo de conductas también deben ser reguladas o

normativizadas a nivel de los procedimientos administrativos

disciplinarios, precisando la conducta adecuadamente, para que no se

transgreda el principio de tipicidad administrativa.

En ningún caso, se pretende proponer de forma símil a lo establecido en

el ámbito penal, porque ello significaría incurrir en la vulneración del

principio non bis in ídem. De esa manera, a nivel teórico existirá un

aporte doctrinal para que quiénes estudien o investiguen este tema,

puedan hallar argumentos, enfoques y perspectivas teóricas que sirvan

para su interpretación. Y más aún cuando se constata que mayor

desarrollo doctrinal en nuestro país respecto de la materia estudiada no

ha sido debidamente abordado.

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1.5.3. Metodológica

La presente investigación contribuirá metodológicamente con la

elaboración del instrumento de medición documental que se elaborará

para el estudio de las variables objeto de estudio, denominado

cuestionario, y pueda ser utilizado en el futuro por investigadores sobre

la materia.

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II. MARCO TÉORICO

2.1. Antecedentes del estudio

En el ámbito local no ha sido posible determinar antecedentes que hayan

desarrollado el estudio de la presente.

A nivel internacional se citan las siguientes investigaciones:

La tesis de (Salcedo & Araneda, 2010), cuyo título es: “Cambio de criterio y

potestad sancionadora de la Administración”, presentada a la Universidad de

Chile, siendo las conclusiones a las que arriba las siguientes:

1) “Al comienzo de esta obra hemos definido al Derecho Administrativo

como un conjunto de normas, principios y valores que regulan la actividad

de los órganos de la Administración del Estado, y como estos se relacionan

entre ellos y con los particulares cuando los primeros actúan en uso de su

potestad pública.

2) Hemos descrito las diferentes características de este Derecho; observamos

que era un derecho autónomo, de carácter formal, y en donde debe

realizarse una aplicación restrictiva. También describimos la característica

más importante, esto es, de ser un derecho potestativo, en mérito de lo cual

los organismos de la Administración pueden impartir órdenes a los

particulares, las que le resultan obligatorias. Los actos que se dicten en

mérito de esta característica los denominamos actos de administración.

Estos contrastan con los actos de gestión, en donde los organismos del

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Estado suelen actuar como particulares, y por ende sujetos a los principios

del derecho privado.

3) El principio que rige a los actos de administración es el de subordinación.

Por tal motivo no hay una igualdad entre los destinatarios de estos actos y

los órganos de la Administración. Por tanto, entre administrado y

administrador existe una situación de desigualdad marcada por la

subordinación del primero al segundo. Observamos que este poder de

obrar de la Administración no puede ser ejercido de forma arbitraria y

abusiva. Los límites a este poder de actuar están constituidos por lo

delimitado por la Constitución Política de la República y las leyes.

4) En lo que respecta a la clasificación de las potestades, estudiamos cuatro

tipos: En primer orden, hablamos de las de carácter imperativo, en virtud

de las cuales, la Administración puede dictar órdenes de alcance particular.

En segundo lugar, están las de naturaleza reglamentaria en virtud de la cual

la Administración dicta órdenes de carácter general, que obligan a todos

aquellos que se encuentren en la misma situación. En tercer lugar existen

aquellas de carácter ejecutivas, en mérito de las cuales la Administración

requiere del apoyo de la fuerza pública para hacer cumplir sus

resoluciones.

5) En último lugar, existen aquellas sobre las cuales versó la memoria; las

potestades sancionadoras, en virtud de las cuales la Administración tiene

la facultad para fiscalizar a los administrados e imponerles medidas

restrictivas de derechos, por haber inobservado sus deberes para con la

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Administración. El ejercicio de esta potestad reconoce como límite las

restricciones mencionadas propias del Derecho Administrativo, pero

también aquellas dadas por los principios y reglas que rigen al ius puniendi

estatal”.

También se cita la investigación desarrollada por (González, 2010), cuyo título

es: “La potestad disciplinaria de la administración en la aplicación del régimen

disciplinario”, presentada a la Universidad Complutense de Madrid, siendo sus

conclusiones las siguientes:

1) “La discrecionalidad atípica se halla acotada por un concepto jurídico

indeterminado, que si bien, en principio, admite una solución justa única,

puede conceder a la Administración un cierto margen de valoración. En

esta categoría podría encuadrarse la llamada discrecionalidad técnica, caso

de que se admita su naturaleza de potestad discrecional.

2) La actuación discrecional de la Administración está sometida al principio

de interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9.3) y un

criterio que resulta esencial de distinción entre arbitrariedad y

discrecionalidad es la existencia o no de fundamentación en el acto

administrativo.

3) Los modernos criterios doctrinales y jurisprudenciales que profundizando

en el control judicial de la discrecionalidad administrativa enseñan que la

solución técnica en que se concrete la discrecionalidad, debe venir

respaldada y justificada con los datos objetivos sobre los cuales se opera,

de tal manera que cuando conste de manera cierta y convincente la

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incongruencia o discordancia de la solución elegida con la realidad a la

que se aplica, la jurisdicción contenciosa debe sustituir esa solución por la

que resulte más adecuada a dicha realidad o hechos determinantes, con el

fin de evitar que se traspasen los limites racionales de la discrecionalidad

y se convierta ésta en causa de decisiones desprovistas de justificación

fáctica.

4) La asimilación entre las sanciones administrativas y las penales ha de ser

mantenida y defendida como criterio esencial. Desde luego, la apelación a

los principios penales proporciona mayor seguridad como punto de

partida, que tratar de reivindicar para las sanciones administrativas unos

principios distintos, que no se sabe exactamente cuáles son, ni nadie sabe

dónde buscar, con base en una esencial diversidad entre sanciones

administrativas y penales que, por lo demás, rompería la unidad del “ius

puniendi” del Estado y que recortaría las posibilidades de la política

legislativa en materia penalizadora”.

A nivel nacional, se citan las siguientes investigaciones:

(Palacios-Panta, 2015) con su tesis titulada: “La transgresión de la presunción

de veracidad en las propuestas presentadas por el postor en la Contratación

Pública y la aplicación del principio de conservación del acto administrativo”,

sustentada en la Universidad de Piura, que si bien no aborda de manera directa

el tema objeto de investigación de la presente, si estudia la presunción de

veracidad como elemento material importante en la Administración Pública,

siendo sus conclusiones las siguientes:

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1) “La Administración Pública al momento de realizar una Contratación

Pública está vinculada positivamente al Ordenamiento Jurídico. Esto

quiere decir que ha de cumplir el procedimiento y trámite previsto en la

LCE. Uno de ellos es el Procedimiento de Selección, que es el

procedimiento administrativo especial a través del cual se contrata bienes,

servicios o la ejecución de obras con los contratistas. Dicho procedimiento

se configura como uno de observancia obligatoria; sin el cual toda

contratación realizada por las Entidades contratantes es nula.

2) Sobre la documentación presentada por los participantes y postores, rige

el Principio de Presunción de Veracidad regulado en el numeral 1.7 del

artículo IV del Título Preliminar de la LPAG. En virtud a dicho principio,

la Entidad contratante está obligada a considerarlos como veraces, no

pudiendo rechazarlos de plano sin tener información fehaciente que

acredite su falsedad. Esta presunción legal no implica que la Entidad deba

considerar las propuestas como admitidas y evaluarlas por mérito de la

presunción de veracidad; sino que, solo implica la recepción de las

mismas. Esta documentación está sujeta a un control posterior (también

conocido como fiscalización posterior), en donde se realiza la actividad

probatoria por parte de la Entidad contratante. Es esta última quien tiene

la carga de la prueba, en base a los principios de impulso de oficio,

oficialidad de la prueba y verdad material.

3) Para que una propuesta sea considerada como falsa o inexacta, se debe

acreditar fehacientemente dicha condición. Para ello, el Tribunal del

OSCE en reiterada jurisprudencia ha señalado los lineamientos para

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considerar un documento como falso o inexacto. Así, un documento es

considerado falso cuando: no haya sido expedido por el órgano emisor

correspondiente; o siendo válidamente expedido, haya sido adulterado en

su contenido. Mientras que, un documento es inexacto cuando no sea

concordante o congruente con la realidad.

4) Existen determinados vicios que son considerados por el ordenamiento

como no trascendentes y por ello, no tienen la suficiente entidad como para

generar la invalidez de un acto y justificar su anulación. Estos vicios se

encuentran regulados en el artículo 14 de la LPAG, que recoge el Principio

de Conservación del Acto Administrativo. El criterio para considerar como

no trascendente el vicio relacionado a la presentación de un documento

falso o inexacto, esbozado en el presente trabajo, presta atención a si la

decisión tomada por la Entidad contratante es la misma, a pesar de la

existencia o no del vicio.

5) El Principio de Presunción de Veracidad es uno de los pilares de la

Contratación Pública porque agiliza el trámite de la misma, evitando

constataciones innecesarias de todos los documentos presentados. No

obstante, su vulneración en tiempos actuales es frecuente por lo que debe

tenerse en cuenta el tipo de vicio consistente en documentación falsa o

información inexacta. De esta manera, se puede aplicar el Principio de

Conservación del Acto Administrativo para evitar que un vicio no

trascendente invalide el acto respectivo”.

Asimismo, se referencia la tesis de (Rojas, 2014), titulada: “Los principios

constitucionales limitadores del ius puniendi ¿Qué límites rigen el Derecho


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Administrativo Sancionador en el Perú?”, sustentada en la Pontificia

Universidad Católica del Perú, quién arribó a las siguientes conclusiones:

1) “Los límites constitucionales al ius puniendi se irradian con distintos

matices a las distintas manifestaciones de ese poder sancionador público.

En ese sentido, el Derecho penal, por su especial desarrollo dogmático, ha

profundizado en su estudio y en los alcances que tales limitaciones tienen

de cara a la aplicación de la sanción en un Estado Social y Democrático de

Derecho.

2) Es válida la aseveración de que no se puede aplicar los límites

constitucionales del ius puniendi desarrollados en el Derecho Penal, al

Derecho Administrativo Sancionador en bloque, sino que deben ser objeto

de matices. Pero más allá de declaraciones retóricas o la repetición de

enunciados importados de la jurisprudencia extranjera, lo que realmente

interesa, es proyectar real y efectivamente las garantías constitucionales

del Ius Puniendi al Derecho Administrativo Sancionador.

3) Los matices dependen de las particulares características que constituyen

cada rama del ordenamiento sancionador. Así, puede variar la intensidad

de las garantías que ofrece un concreto límite constitucional,

individualmente considerado, en comparación a cómo se aplica en otros

sectores (p.e. pueden relajarse las exigencias de legalidad, o adelantarse

los parámetros de riesgo), pero en ningún caso se pueden eliminar por

completo sus alcances.

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4) Estas conclusiones pueden ser extendidas a las demás ramas que

conforman el Derecho Sancionador público y también al privado”.

Y por último, se cita la investigación planteada por (Bustamante, 2016), cuyo

título es: “La reforma del servicio civil: la infracción administrativa laboral -

un avance en el procedimiento administrativo disciplinario y sancionador en la

administración pública”, presentada a la Universidad Nacional San Agustín de

Arequipa, presentada el año 2016, quién estableció las siguientes conclusiones:

1) “El 44% de los encuestados, sostienen que están completamente de

acuerdo con las normas que regulan el derecho, sea éste privilegiar la

individualidad y/o la seguridad social, y si agregamos el 32% de los

encuestados que están ligeramente de acuerdo con los supuestos básicos

del Derecho, tenemos que el 76% de los encuestados, es decir más de tres

tercios sostienen que las sanciones administrativas no son “leyes

naturales” sino supuestos y por tantos juicios de valor que tienen carácter

subjetivo.

2) Según las respuestas de los encuestados respecto a cuáles son los Grupos

Ocupacionales de la Carrera administrativa de los trabajadores públicos

del Estado, tenemos que las respuestas reflejan el poco conocimiento que

tienen los servidores y profesionales públicos, así tenemos que sólo el 19%

de los encuestados conocen correctamente que los Grupos Ocupacionales

de los trabajadores de la administración pública son tres: Profesionales,

Técnicos y Auxiliares.

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3) Sólo el 31% de los encuestados conocen la nominación de las Sanciones

Administrativas por faltas disciplinarias lo que nos demuestra el desdén y

desconocimiento de la gran mayoría de servidores y funcionarios públicos;

como por parte de las autoridades que dirigen las entidades públicas, el

tema de las sanciones administrativas y su influencia en la calidad del

servicio público que ofrecen a los usuarios de la administración pública.

4) Respecto a que si los encuestados conocen las clases de impugnaciones o

recursos administrativos, las respuestas fueron positivas ya que el 75% de

los encuestados manifiestan que si conocen, tanto es así que ubicaron

fácilmente los requisitos y naturaleza del recurso administrativo de

Apelación.

5) Sólo el 12% de los encuestados conocen la clasificación de los servidores

públicos de acuerdo a lo que dispone la Ley Nº 28175, demostrando

nuevamente que los servidores públicos desconocen temas sustantivos, a

sus derechos, deberes y obligaciones; y, lo propio las autoridades de las

entidades públicas, las cuales no programan ni consideran en sus planes de

trabajo actividades de capacitación a los servidores del Estado en derechos

y obligaciones”.

2.2. Bases teóricas

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2.2.1. TIPICIDAD ADMINISTRATIVA

2.2.1.1. Principios en el Derecho Administrativo Disciplinario

El régimen sancionador en el Derecho Administrativo se

encuentra regulado por lo dispuesto en la Ley General del

Procedimiento Administrativo, pero que con la vigencia y

entrada en rigor de la Ley del servicio Civil, sumada a las

modificatorias introducidas por la ley N° 27785, se han

incorporado y sumado algunos principios comunes a todo el

ordenamiento administrativo sancionador, que ahora también

obtiene un carácter disciplinario cuando se trata del ejercicio

punible de las actuaciones de los servidores públicos.

De este modo, en el artículo 230° de la Ley General del

Procedimiento Administrativo, dispone que la potestad

sancionadora de las entidades estatales se rige por los

siguientes principios, como comenta (Northcote, 2009, pág.

22):

a) Principio de Legalidad: Por medio de este principio, la

potestad sancionadora del Estado sólo puede ser

atribuible a este, mediante una norma con rango de ley.

Así pues, las sanciones producto de tal potestad que son

merituadas a los administrados y servidores públicos,

deben también ser recogidas por una norma con rango

de ley.

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En virtud de este principio también es previsible que la

sanción impuesta debe acoplar en ella, “las

consecuencias legales que produce en el administrado,

el mismo que deberá asumirlas en su totalidad” (Morón,

2014).

b) El principio del Debido Procedimiento

Administrativo:

El debido procedimiento administrativo, como reflejo

del principio general del debido proceso, es un principio

incorporado a los procedimientos administrativos de

carácter sancionador cuyo origen conceptual se centra en

la implicancia obligacional de parte de las entidades

administrativas del Estado hacia el respeto de las reglas

del procedimiento que obran en la norma y cuyo objeto

se traduce en la dación del acto administrativo, el mismo

que es resultado del procedimiento; para que en su

producción se observen todas las formalidades

establecidas por la norma procesal administrativa, con

arreglo a la Constitución y los principios generales del

derecho administrativo.

La importancia de este principio en el procedimiento

sancionador, es capital pues, pues “el control del

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ejercicio de la potestad sancionadora de las entidades

debe ser muy estricto y debe velar por la protección de

los administrados, a fin de evitar que se cometan

arbitrariedades en su contra” (Northcote, 2009, pág.

136).

Como también lo expresa (Morón, 2014), para quién la

importancia de este principio en el procedimiento

sancionador “se esgrime conforme en él, los derechos de

los administrados son en profundidad influidos por la

decisión de la administración pública”.

c) El Principio de Razonabilidad: El principio de

razonabilidad, comprende en aplicación del derecho

administrativo sancionador, la labor de la

Administración Pública, respecto de su actuación, el

mismo que debe de ser conducido bajo un criterio de

razonabilidad y proporcionalidad, tanto en la

determinación de la comisión de una infracción, así

como en la imposición de sanciones de carácter

disciplinario.

d) Principio de Irretroactividad: Por el principio de

irretroactividad se entiende que el marco legal aplicable

en la determinación de la responsabilidad en la comisión

de infracciones y la sanción correspondiente, es el

vigente al momento en que se realizó la conducta lesiva,


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salvo que las disposiciones legales futuras o a posteriori

le sean más favorables al administrado.

e) Principio de Concurso de Infracciones: Por medio de

este principio se obliga a los funcionarios públicos en

materia de su competencia a llevar a cabo el análisis de

la conducta infractora; sobre todo cuando ésta implica la

comisión de más de una infracción.

Sobre tal consideración, el administrado sólo será

sancionado por la infracción de mayor gravedad; no

teniendo un carácter acumulativo.

Este principio, es de similar aplicación en el derecho

penal, donde el concurso de delitos también exige la

misma determinación en la gradualidad de la sanción.

f) Principio de Continuación de Infracciones: Por otro

lado, a través de este principio, “cuando estas conductas

se realizan en forma continua, las entidades pueden

imponer sanciones consecutivas, pero para ello es

necesario que transcurran no menos de treinta días

desde que se impuso la última sanción y que se acredite

haber solicitado al administrado que demuestre haber

cesado la infracción dentro de dicho plazo” (Northcote,

2009).

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g) Principio de Causalidad: Este es uno de los principios

por el cual se puede determinan la responsabilidad de

un administrado o un funcionario público, así como un

servidor, en la comisión de una infracción. Así pues, se

puede sancionar a una persona sólo cuando la

administración pública pueda probar que ésta haya sido

la que realizó la conducta sancionable.

h) Presunción de Licitud: El principio de licitud, tiene un

carácter vinculante con el principio de presunción de

inocencia establecido en la Constitución política y que

al mismo tiempo también resulta aplicable en el

ordenamiento sustantivo penal.

De este modo, el administrado o el servidor público;

podrá ser sancionado sólo cuando puedan mediar

pruebas que demuestren su responsabilidad, de lo

contrario, se debe actuar la presunción en su falta de

responsabilidad respecto de los hechos punibles.

i) Principio de non bis in ídem: Comenta (Northcote,

2009) “además del principio que regula el concurso de

infracciones, existe también el principio de non bis in

ídem, que implica que un administrado no puede ser

sancionado sucesiva o simultáneamente con una pena y

una sanción administrativa por el mismo hecho”.

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j) Principio de Tipicidad: En comentario de (Morón,

2014), por medio de este principio “sólo aquellas

conductas que constituyen sanción administrativa, son

previstas de forma expresa en la norma administrativa

mediante su titilación, lo que implica una construcción

–típica diremos- de la conducta, que debe de contar con

un sujeto, la conducta sancionable y las consecuencias

previstas para ello”.

2.2.1.2. Derecho Administrativo Disciplinario y la tipicidad como

principio

Como hemos visto, dentro del procedimiento administrativo

disciplinario, se encuentra la regulación del principio de

tipicidad o taxatividad. Por ello, es que debe entenderse que

bajo las prerrogativas que implica el estar en un Estado de

Derecho, “la taxatividad o tipicidad de la norma resulta ser

un principio de aplicación a todo el conjunto de instituciones

jurídicas que dispongan una sanción, inclusive sean estas de

carácter público o privado” (Castillo, 2014).

Así pues, la tipicidad de las conductas lesivas en el

ordenamiento administrativo, implican una precisa

definición de esta, de modo que en su vinculación al principio

de legalidad, puedan ser consideradas debidamente por la ley

como delitos o infracciones según sea el procedimiento. Esto

implica entonces, por el lado contrario, “que la vaguedad en


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la definición de los elementos de la conducta incriminada

termina vulnerando este principio. Igualmente en sede

corporativa, la conducta considerada como falta debe

encontrarse claramente prevista y tipificada en el estatuto de

las personas jurídica” (Castillo, 2014).

Así pues, explica Vargas López que el principio de tipicidad,

“refiere a la exigencia hecha a la Administración para que

de manera previa a la conducta reprochada, se establezcan

las infracciones en las que puede incurrir un sujeto, así como

las correspondientes sanciones que le podrían ser aplicadas

en caso de comprobarse el hecho que se le atribuye, todo lo

cual viene a garantizar el principio de seguridad jurídica que

necesariamente debe impregnar los diferentes ámbitos de la

materia sancionadora” (Vargas, 2014).

De otro modo, para (Northcote, 2009): “la tipicidad consiste

en la descripción expresa, detallada y clara de la conducta

infractora y la indicación de la sanción específica para dicha

infracción. Acorde con el Principio de Legalidad, esta

descripción de la conducta sancionable y la mención de la

sanción respectiva deben regularse en una norma con rango

de ley. Además, el Principio de Tipicidad obliga a las

entidades públicas a no efectuar interpretaciones extensivas

o analógicas de las conductas y de las sanciones señaladas

en la norma, de tal manera que al calificar una infracción e

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imponer la sanción correspondiente, los funcionarios

competentes deben ceñirse a la tipificación prevista en la ley

y no extender los efectos de dicha tipificación a conductas

que no encajan en la descripción o aplicar sanciones que no

han sido señaladas expresamente en la norma” (Northcote,

2009, pág. 141).

La prevalencia del principio de tipicidad en el derecho

administrativo disciplinario y el derecho penal, por medio de

su expresión vinculante al principio de legalidad, no es una

propiedad exclusiva de ambos, sino que se extiende también

a la órbita del derecho parlamentario y político, como lo ha

señalado el Tribunal Constitucional, explicando que “[…] en

efecto, los controles políticos y las sanciones políticas están

también tasados y regulados por la Constitución y la ley. De

ahí que el principio de legalidad y el subprincipio de

taxatividad recorren y determinan el contenido y la

dimensión del poder sancionatorio del Parlamento (sede

política), como del Poder Ejecutivo (sede administrativa)”,

como se explica por parte del tribunal constitucional en el

Expediente N° 00156-2012-PHC/TC.

Del mismo modo, el Tribunal Constitucional, mediante la

sentencia que recae en el Expediente N° 00167-2014-

PHC/TC, ha implicado su traslación a los procesos

constitucionales, explicando que: “la taxatividad no sólo se

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exige a los delitos. También le alcanza a las infracciones

constitucionales previstas por el artículo 99º de la

Constitución. Es decir, se requiere que exista una clara

tipificación de la conducta (acción u omisión) que genere

responsabilidad política por infracción constitucional

(juicio político), porque si bien es verdad que la infracción

constitucional se sanciona por motivos estrictamente

políticos, también lo es, en aplicación del principio de

interdicción de la arbitrariedad, que dichas infracciones

tienen que estar previamente tipificadas”.

Aunque el principio de tipicidad, sea por su denominación

casi un producto exclusivo del derecho administrativo

disciplinario, no existe un carácter unánime en la doctrina

para explicar su vinculación o desvinculación del principio

de legalidad.

Así por ejemplo, comenta (Castillo, 2014), citando

resoluciones o pronunciamientos del Tribunal

Constitucional, en las que se explica que “el subprincipio de

tipicidad o taxatividad constituye una de las manifestaciones

o concreciones del principio de legalidad respecto de los

límites que se imponen al legislador penal o administrativo,

a efectos de que las prohibiciones que definen sanciones,

sean éstas penales o administrativas, estén redactadas con

un nivel de precisión suficiente que permita a cualquier

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ciudadano de formación básica, comprender sin dificultad lo

que se está proscribiendo bajo amenaza de sanción en una

determinada disposición legal”.

De este modo, como se ha visto hasta aquí, la tipicidad como

principio no es particular del procedimiento administrativo

sancionador, sino que se erige como una entidad de amplio

ratio, y cuya importancia por lo visto resulta medular.

La finalidad del principio de taxatividad, vista su implicancia

amplia en el derecho punitivo es que los administrados y

empleados públicos “deban de conocer, sin riesgo de

ambigüedades, las conductas que están prohibidos de

realizar y las sanciones a las que se someten en caso cometan

una infracción” (Colmeiro, 1995, pág. 154).

Las consecuencias directas de su previsión se traducen en la

protección de los derechos de los administrados,

permitiéndoles defenderse de imputaciones sobre

infracciones faltas de tipificación o respecto de la imposición

de sanciones no establecidas en la norma procesal. Empero,

también encuentra un rol o carácter regulador de la sociedad,

ya que desincentiva la realización de conductas impropias y

proscritas por el Estado.

27
2.2.1.3. Tratamiento jurisprudencial del principio de tipicidad en

el Derecho Administrativo Disciplinario

En el desarrollo jurisprudencial del principio de tipicidad o

taxatividad, hemos considerado dos corrientes, por un lado

los pronunciamientos del Tribunal Constitucional, y por otro

lado, los pronunciamientos del Tribunal Constitucional

español, por la importancia de sus decisiones en materia

laboral administrativa.

Así, en primer lugar, el Tribunal Constitucional ha sostenido

en la sentencia que recae en el expediente N° 00197-2010-

PA/TC, fundamentos jurídicos 3 al 6; respecto del contenido

y diferencia que existe ente el principio de tipicidad y el de

legalidad en el Procedimiento Administrativo Sancionador,

las siguientes consideraciones “el principio de legalidad en

materia sancionadora impide que se pueda atribuir la

comisión de una falta si ésta no está previamente

determinada en la ley, y también prohíbe que se pueda

aplicar una sanción si ésta no está determinada por la ley.

[Para su aplicación] este principio impone tres exigencias: la

existencia de una ley (lex scripta), que la ley sea anterior al

hecho sancionado (lex praevia), y que la ley describa un

supuesto de hecho estrictamente determinado (lex certa)”.

Sobre este criterio, el Tribunal aclara que el principio de

legalidad no debe de confundirse con el de tipicidad; ya que


28
“[…] el primero, garantizado por el artículo 2º, inciso 24,

literal d) de la Constitución, se satisface cuando se cumple

con la previsión de las infracciones y sanciones en la ley. El

segundo, en cambio, define la conducta que la ley considera

como falta. Tal precisión de lo considerado como

antijurídico desde un punto de vista administrativo, por

tanto, no está sujeto a una reserva de ley absoluta, sino que

puede ser complementado a través de los reglamentos

respectivos”.

Así pues, el principio de tipicidad “constituye una de las

manifestaciones o concreciones del principio de legalidad

respecto de los límites que se imponen al legislador penal o

administrativo, a efectos de que las prohibiciones que

definen sanciones, sean éstas penales o administrativas,

estén redactadas con un nivel de precisión suficiente que

permita a cualquier ciudadano comprender sin dificultad lo

que se está proscribiendo, bajo amenaza de sanción en una

determinada disposición legal”.

Así también, en el expediente Nº 1182- 2005-PA/TC, en su

fundamento 14, señala que: “el principio de legalidad en

materia sancionatoria impide que se pueda atribuir la

comisión de una falta si ésta no está previamente

determinada en la ley, y también prohíbe que se pueda

aplicar una sanción si ésta no está determinada por la ley”.

29
Por otra parte, el Tribunal, en el expediente N° 010- 2002-

AI/TC, al expresar y desarrollar los requisitos que exige la

contemplación del principio de tipicidad lo hace citando al

Tribunal Constitucional español con su sentencia N°61/1990.

De este modo, el Tribunal señala que: “dicho principio

comprende una doble garantía; la primera, de orden

material y alcance absoluto, tanto referida al ámbito

estrictamente penal como al de las sanciones

administrativas, refleja la especial trascendencia del

principio de seguridad jurídica en dichos campos limitativos

y supone la imperiosa necesidad de predeterminación

normativa de las conductas infractoras y de las sanciones

correspondientes; es decir, la existencia de preceptos

jurídicos (lex praevia) que permitan predecir con suficiente

grado de certeza (lex certa) aquellas conductas y se sepa a

qué atenerse en cuanto a la ajena responsabilidad y a la

eventual sanción; la segunda, de carácter formal, relativa a

la exigencia y existencia de una norma de adecuado rango y

que este Tribunal ha identificado como ley o norma con

rango de ley”.

Ahora bien, respecto de la jurisprudencia emitida por el

Tribunal Constitucional español, se cita la Sentencia N°

16202-10, en la que, el intérprete de la Carta Magna española

explica que: “el principio de tipicidad, como se indicó, exige

30
que las conductas se encuentren claramente descritas y que

contengan al menos tres elementos esenciales: el sujeto

activo, el verbo o acción, que se refiere a la conducta

desplegada u omitida por el autor y la consecuencia punitiva

a imponer. La redacción de los tipos penales debe ser lo

suficientemente clara y precisa, a fin de evitar ambigüedades

o interpretaciones antojadizas o arbitrarias por parte de los

aplicadores del derecho. Sobre este tema, debe decirse que

esta Sala ha admitido la técnica legislativa de las normas

penales en blanco, en las cuales se remite a normas del

mismo rango para completar el tipo penal; también ha

admitido la constitucionalidad de tipos penales con algún

nivel de apertura, siempre y cuando, la delimitación de la

conducta no dependa absolutamente del criterio subjetivo

del juzgador”.

Por otro lado, respecto a la vulneración del señalado

principio, el Tribunal Constitucional español, en la sentencia

N° 21265-1, ha explicado al respecto que: “sobre la

violación al principio de tipicidad alegada. Propiamente en

relación con la esfera del derecho administrativo

sancionador, se ha recalcado la importancia del respeto al

principio de tipicidad, el cual, si bien es cierto, no tiene la

rigurosidad que se exige en el campo del derecho penal;

resulta una garantía indispensable para los administrados,

31
que deben tener certeza respecto de cuáles conductas son

prohibidas y cuál es la consecuencia de ese incumplimiento.

Resulta violatorio tanto del principio de legalidad como del

principio de tipicidad, la construcción de tipos

sancionatorios que dejen a la autoridad administrativa, la

determinación antojadiza del contenido de la prohibición”.

2.2.2. Presentación de Documentación o Declaraciones Falsas en los

Procesos de Selección de Contratación Administrativa de Servicios

(CAS)

Para que el funcionamiento de la administración pública sea eficiente,

la normativa respecto de la contratación pública ha ido cambiando y

adaptándose al contexto laboral de nuestro país.

La contratación administrativa se constituye como un procedimiento

utilizado por el Estado que en aplicación de sus funciones hace efectiva

la ejecución de gran parte de los quehaceres que no pueden ser

realizado de propia firma, es por ello que su ámbito de aplicación

resulta ser extenso, derivándose a todas aquellas actuaciones que

amerita el aparato estatal para la consecución de sus fines y objetivos,

entre ellos, quizá el más importante, la protección del interés público.

Según (Dromi, 2000) explica que un contrato administrativo resulta ser

una suerte de “negocio u acto jurídico bilateral cuya aplicación se da

entre la Administración Pública y un particular, que, en tanto

32
persiguen un fin público, se encuentran sometidos a normas de derecho

público”.

Resulta pues evidente la presencia de diversas posturas, siendo que

“unas que definen al contrato administrativo en clara contraposición

con la contratación privada, otros que la definen en atención a los fines

públicos cuya satisfacción subyace a su celebración, e incluso, quienes

enmarcándolo dentro de la categoría general de contrato, lo definen

como una herramienta del Estado para cumplir sus fines” (Martin,

2004, pág. 41).

Para (Martin, 2004), la contratación administrativa “no es más que una

categoría jurídica en virtud de la cual se crean, regulan, modifican o

extinguen relaciones jurídicas patrimoniales y que presentan con

respecto de los contratos privados, ciertas particularidades por

encontrarse sometidas a normas de derecho público, que determinan

de manera subyacente su contenido, principalmente, por el ámbito

dentro del cual enmarca su actuación la administración pública”.

2.2.2.1. Procesos de Selección en la Contratación Pública

Por lo que se ha visto hasta aquí, al intentar determinar la

definición de los contratos administrativos, su tratamiento no

es unánime, así pues, “[e]l problema central que sigue

planteándose en torno del contrato administrativo es hasta

qué punto su construcción se independiza de las normas y

principios del derecho civil – que vinieron rigiéndolo desde

33
que el Estado comenzó a utilizar la técnica contractual en

forma esporádica – y en qué medida ha adquirido una

fisonomía peculiar y típica del derecho público” (Cassagne,

2001, pág. 360).

Según (Martin, 2004), la doctrina administrativa y civil, ha

desarrollado un extenso criterio respecto a la naturaleza del

contrato administrativo, cerniéndose sobre el dos tesis a saber:

En primer lugar encontramos a la tesis dualista de acuerdo a

la cual existen por un lado, “contratos administrativos”; y, por

el otro, “contratos privados de la Administración”, los que se

diferenciarían tanto por su naturaleza como por su régimen

jurídico. La distinción, de esta opción, según el citado autor,

“tiene su origen en el Derecho Francés, en el que servía como

un criterio de distinción a efectos de repartir competencias

entre la jurisdicción contencioso administrativa y la

jurisdicción ordinaria.8 De acuerdo con la concepción

dualista, el contrato administrativo es catalogado como “la

convención que el Estado, obrando como sujeto de derecho

público, realiza con otro sujeto de derecho (público o

privado).

De los tratadistas nacionales que siguen el criterio dualista, se

encuentran De La Puente y Lavalle, Arias Schreiber, Alberto

Ruiz-Eldredge, Antonio Pinilla Cisneros, entre otros.

34
En segundo lugar, se halla la tesis unitaria o monista, que ubica

a los contratos administrativos en una categoría única,

diferenciados entre sí por la modulación o regulación de

derecho público que poseen. (Blasco Estevez, 2000) explica

que “actualmente, esa teoría es la más aceptada en nuestro

país, [que] se fundamenta en el hecho de que el procedimiento

de formación de la voluntad estatal en orden a celebrar

cualquier tipo de contratos (salvo excepciones) se rige por un

marco legislativo particular”.

2.2.2.2. Principio de Presunción de Veracidad en los

procedimientos administrativo disciplinarios

El principio de presunción de veracidad se contempla como un

principio propio del procedimiento administrativo, por el cual,

el Estado, presume iuris tantum, que “el actuar de los

administrados, en la presentación de los documentos y

declaraciones formuladas responde a la verdad de los hechos

que aseveran” (Lafuente, 1996, pág. 19).

En ese sentido, por atributo de este principio, la administración

pública se encuentra obligada a asimilar la veracidad de los

documentos presentados por el administrado, de modo que

sólo cuando se encuentre una alteración real y efectiva de la

veracidad es posible no prestar atención a la presunción como

principio.

35
En ese sentido, (Morón, 2014) comenta que “la exigencia de

creer al administrado está dirigida a superar el hecho de tener

que probar documentalmente todos los hechos relevantes

durante un procedimiento administrativo y que sirven de base

para una decisión administrativa y con ello evitar que se dilate

las conclusiones”.. De forma que la administración pública,

repetimos, se encuentra en el deber legal de dar crédito

fidedigno a las actuaciones de los administrados,

sustentándose en la buena fe procedimental.

Empero, la presunción no resulta ser absoluta, sino más bien

al ser una presunción de naturaleza iuris tantum, admite por lo

mismo, prueba en contrario, esto, cuando informados por

terceros o por medio del principio o privilegio de controles

posteriores, y evaluación fiscalización de la información, se

pueda probar que las actuaciones de los administrados,

respecto de la presentación de documentos y declaraciones, no

resulte ser veraz.

El Tribunal de Contrataciones y Adquisiciones del Estado,

mediante Resolución N° 1120-2008-TC-S, establece que: “si

bien es cierto la administración pública debe presumir que las

afirmaciones de los administrados responden a la verdad de

los hechos que ellos afirman, no es menos ciertos que también

por el principio de verdad material, contemplado en el

numeral 1.11. del Artículo IV de la Ley N° 27444, Ley del

36
Procedimiento Administrativo General, este Colegiado debe

considerar lo dispuesto en esta Ley, que regula “(…) en caso

de procedimientos trilaterales la autoridad administrativa

estará facultada a verificar por todos los medios disponibles

la verdad de los hechos que le son propuestos por las partes,

sin que ello signifique una sustitución del deber probatorio

que corresponda a éstas”.

2.2.2.3. Presentación de documentación falsa o declaración falsa en

los Procesos de Selección para la contratación de personal

La necesidad urgente de la tipificación de las conductas

consistentes en la presentación de documentación y/o

declaración falsa, en los procesos de selección de personal

bajo el régimen de la contratación administrativa de servicios

es materia de resolución urgente, en razón de que al interior de

los procesos administrativos disciplinarios en mérito del uso

de documentación falsificada, o en la dación de declaración

carente de veracidad, que tiene como antecedente algún

proceso de selección de personal, las medidas punitivas son

poco claras; dando así el quebrantamiento de la presunción de

veracidad como principio, que ya hemos desarrollado en el

acápite anterior.

En ese sentido, según (Mayer, 1999) comenta que “la

presunción de veracidad, consistente en suponer por

adelantado y con carácter provisorio que los administrados


37
proceden con verdad en sus actuaciones el procedimiento que

intervengan de modo que se invierte la carga de la prueba

(…)”. (pág. 144)

Empero, bajo nuestra perspectiva, la causal descrita resulta o

deviene en insuficiente pues la vulneración al principio de

presunción de veracidad, implica que los documentos y

declaraciones que los ciudadanos brindan a la entidad resultan

concordantes con la realidad y veracidad de los hechos, sin

embargo la conducta contraria como tal no se halla tipificada

como falta administrativa, máxime si se tiene en cuenta el

principio de legalidad, en cuanto una conducta no podrá ser

calificada como falta si previamente la norma no la haya

descrito y reconocido como tal, a lo que es suficiente lo

indicado en el artículo 9° de la Ley N° 28175, Ley Marco del

Empleo Público aplicable a todos los regímenes laborales, que

establece requisitos que todo postulante debe cumplir para ser

partícipe de un concurso público.

2.3. Definición de conceptos

2.3.1. Tipicidad administrativa: Según (Manzano, 1996), “la tipicidad

administrativa implica regular a nivel administrativo una conducta que el

legislador ha previsto, ya sea para sancionar una infracción o falta

administrativa”.

38
2.3.2. Presentación de documentación falsa o declaración falsa en Procesos de

Selección en la contratación administrativa de servicios (CAS): La

presentación de documentación falsa en proceso de selección a decir de

Padilla, constituye “una infracción administrativa que debe ser objeto de

sanción, para que desincentive en adelante que otros postulantes incurran

en dicha conducta” (Padilla, 2006, pág. 41).

2.3.3. Principio de legalidad: Para (Manzano, 1996), dicho principio “hace

referencia a que toda conducta a regular debe estar previamente descrita,

de forma expresa, cierta y clara, en concordancia con los principios y

valores que vinculan a la Administración Pública”.

2.3.4. Principio de presunción de veracidad: Según (Parada, 1993), la

presunción “significa que la Administración Pública, confía en el

administrado que presenta documentación, sin que esto significa que sea un

presunción iure et iure, sino opera como una presunción iuris tantum, es

decir, admite prueba en contrario que pueda acreditar la falsedad de dicha

documentación”.

2.3.5. Principio de control posterior: Dicho principio hace alusión, en opinión

de (Quirós, 1996) a la facultad que detenta la administración pública, para

“supervisar y fiscalizar si la documentación exhibida por el administrado

es verdadera, y es de este modo validar su actuación reguladora”.

39
2.3.6. Potestad punitiva de la Administración Pública: Para (Santamaría,

1988), la potestad punitiva de la administración pública “referencia la

capacidad que tiene esta para sancionar aquellas infracciones que a nivel

legal y reglamentario determina la entidad estatal. La administración

pública establece los criterios operativos por los cuales una entidad puede

sancionar. No hay ninguna entidad que se encuentre desprovista de dicha

potestad punitiva”.

III. HIPÓTESIS Y VARIABLES

3.1. Hipótesis

3.1.1. Hipótesis general

Sí se debe tipificar administrativamente la presentación de

documentación o declaración falsa en los Procesos de Selección vía

Contratación Administrativa de Servicios (CAS) en la legislación

peruana.

3.1.2. Hipótesis específicas

- Los efectos jurídicos que tendrá la tipificación administrativa de la

presentación de documentación o declaración falsa en los Procesos

40
de Selección vía Contratación Administrativa de Servicios (CAS),

serán positivos, en la legislación peruana.

- La tipificación administrativa de la presentación de documentación

o declaración falsa en los Procesos de Selección vía Contratación

Administrativa de Servicios (CAS) se relaciona directamente con el

principio de presunción de veracidad.

3.2. Variables

3.2.1. Variable independiente

Tipicidad administrativa.

3.2.2. Variable dependiente

Presentación de Documentación o Declaraciones Falsas en los Procesos

de Selección de Contratación Administrativa de Servicios (CAS).

3.3. Operacionalización de variables

41
VARIABLES CONCEPTO INDICADORE INTRUMENTO
S DE MEDICIÓN
Por medio de este principio sólo Principio
Tipicidad aquellas conductas que constituyen Legalidad
administrativa. sanción administrativa, son previstas Potestad
de forma expresa en la norma punitiva de la Cuestionario
administrativa mediante su titilación, Administración
lo que implica una construcción – Pública
típica diremos- de la conducta, que
debe de contar con un sujeto, la
conducta sancionable y las
consecuencias previstas para ello.
Principio de
Presentación de La presentación de documentación presunción de
Documentación falsa en proceso de selección veracidad Cuestionario
o Declaraciones constituye una infracción
Falsas en los administrativa que debe ser objeto de
Procesos de sanción, para que desincentive en
Selección de adelante que otros postulantes
Principio de
Contratación incurran en dicha conducta.
control posterior
Administrativa
de Servicios
(CAS).

42
IV. METODOLOGÍA

4.1. Método de investigación

Los métodos generales que se utilizarán serán el análisis y síntesis, por ser

esta una investigación de carácter dogmático.

El método de análisis y síntesis de acuerdo a (Costa, 2009) consiste “en la

descomposición de un todo en sus elementos. El método analítico consiste en

la separación de las partes de un todo para estudiarlas en forma individual,

por separado, así como las relaciones que las une, a través de la síntesis”.

En ese sentido, (Figueroa, 2011) explica que este método “no es más que la

descomposición, fragmentación de un cuerpo en sus principios constitutivos.

Método que va de lo compuesto a lo simple. Separación de un todo en sus

partes constitutivas con el propósito de estudiar estas relaciones que las

unen”.

4.2. Tipo de investigación

La presente una investigación jurídico social porque se centrará en estudiar la

realidad jurídica del tema objeto de estudio, antes que proponer teorías o

enfoques dogmáticos. En ese sentido, la investigación realizará un trabajo de

campo para obtener la recolección de sus datos y posteriormente procesarla e

interpretarla (Reza Jaramillo, 1999).

4.3. Nivel de investigación

43
El nivel de investigación de la presente es de carácter descriptivo.

Para (Acosta Riveros, 2011) este método “consiste, fundamentalmente, en

caracterizar un fenómeno o situación concreta indicando sus rasgos más

peculiares o diferenciadores”.

4.4. Diseño de investigación

La presente investigación utilizará un diseño no experimental, de tipo

transversal o transeccional. Y será de tipo descriptivo simple:

O G

4.5. Población y muestra

4.5.1. Población

La población se encuentra constituida por 100 abogados especialistas

en Derecho Laboral de la ciudad de Huancayo, año 2018.

4.5.2. Muestra

La muestra se encontrará constituida por 25 especialistas en Derecho

Laboral de la ciudad de Huancayo, año 2018.

El tipo muestreo que se utilizará será el muestro no aleatorio o no

probabilístico (no aleatorio) por conveniencia.

4.6. Técnicas e instrumentos de recolección de datos

44
4.6.1. Técnicas de recolección de datos

En la presente investigación se utilizarán como métodos de

investigación la entrevista, el fichaje y análisis documental.

En opinión de (Díaz, 2015), la entrevista como técnica de

investigación “desde un punto de vista general, es una forma

específica de interacción social. El investigador se sitúa frente al

investigado y le formula preguntas, a partir de cuyas respuestas habrán

de surgir los datos de interés. Se establece así un diálogo, pero un

diálogo peculiar, asimétrico, donde una de las partes busca recoger

informaciones y la otra se nos presenta como fuente de estas

informaciones”.

Asimismo, (Cáceres, 2001) sobre el fichaje como técnica de

investigación opina que “es una técnica utilizada especialmente por

los investigadores. Es un modo de recolectar y almacenar

información. Cada ficha contiene una serie de datos extensión variable

pero todos referidos a un mismo tema, lo cual le confiere unidad y

valor propio”.

Y finalmente, sobre el análisis documental en opinión de (Pérez,

2014) “es la operación que consiste en seleccionar las ideas

informativamente relevantes de un documento a fin de expresar su

contenido sin ambigüedades para recuperar la información en él

contenida. Esta representación puede ser utilizada para identificar el

45
documento, para procurar los puntos de acceso en la búsqueda de

documentos, para indicar su contenido o para servir de sustituto del

documento. El análisis puede tomar la forma de un sumario, un

resumen, un índice alfabético de materias o códigos sistemáticos”.

4.6.2. Instrumentos de recolección de datos

Como instrumento de la investigación se utilizará el cuestionario,

que según (Vargas Colomer, 2009) consiste en “un conjunto de

preguntas diseñadas para generar los datos necesarios para

alcanzar los objetivos propuestos del proyecto de investigación. El

cuestionario permite estandarizar e integrar el proceso de

recopilación de datos. Un diseño mal construido e inadecuado

conlleva a recoger información incompleta, datos no precisos de

esta manera genera información nada confiable. Por esta razón el

cuestionario es en definitiva un conjunto de preguntas respecto a

una o más variables que se van a medir”.

Instrumento que se aplicará en la muestra seleccionada a fin de

obtener los resultados de la presente investigación.

4.7. Procedimientos de recolección de datos

En la presente investigación como procedimiento que realizaremos para la

obtención de los datos, se considerará de la siguiente manera:

- Diseñar el instrumento.

46
- Validar el instrumento.

- Aplicar el instrumento en la muestra.

- Analizar e interpretar los datos.

4.8. Técnicas de procesamiento y análisis de datos

Para el procesamiento y análisis de datos se tabularán los datos obtenidos de

la aplicación de las técnicas e instrumentos de la investigación, y se utilizará

el programa SPSS (Statistical Package for Social Sciences), Versión 22, con

la finalidad de procesar dichos datos, para luego expresarlos en gráficos y

tablas.

V. ADMINISTRACIÓN DEL PROYECTO

47
5.1. Recursos humanos e institucionales

- Asistente.

- Asesor de Tesis.

- Asesor Estadístico.

5.2. Presupuesto y financiamiento

5.2.1. Presupuesto

PARTIDAS PARCIAL C/U COSTO


TOTAL
1. PERSONAL ASISTENTE S/. 300
2. BIENES - MATERIALES DE S/. 100
ESCRITORIO
- LIBROS S/. 500

3. SERVICIOS - ASESOR DE TESIS S/. 1200


- ASESOR ESTADÍSTICO S/. 500
- MOVILIDAD S/. 200

4. GASTO - OTROS S/. 100


IMPREVISTOS
TOTAL DE S/. 2900
PRESUPUESTO

5.2.2. Financiamiento

Respecto al financiamiento la investigación tendrá el carácter de

autofinanciado, asumido íntegramente por el investigador.

5.3. Cronograma de ejecución

48
Nro. ACTIVIDADES TIEMPO (12 MESES) – Año 2018
E F M A M J J A S O N D
1 Elaboración y aprobación X X X
del proyecto de tesis

2 Organización
3 Implementación X X X
4 Ejecución de la X X
investigación
a) Análisis y
procesamiento de
datos
b) Redacción del
borrador
c) Revisión y
corrección

5 Control y evaluación X X X
6 Presentación del informe X
final

49
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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52
ANEXOS

53
ANEXO 01: MATRIZ DE CONSISTENCIA
Título: Tipicidad administrativa en la presentación de documentación o declaración falsa en los Procesos de Selección vía
Contratación Administrativa de Servicios (CAS)
PROBLEMAS OBJETIVOS SUPUESTOS VARIABLES INDICADORES MÉTODO

GENERAL: GENERAL: GENERAL: MÉTODO DE


INVESTIGACIÓN:
¿Se debe tipificar Determinar si se debe tipificar INDEPENDIENTE: -Métodos generales:
administrativamente la administrativamente la Sí se debe tipificar - Análisis y síntesis
presentación de presentación de administrativamente la Tipicidad administrativa -Principio de legalidad
documentación o documentación o declaración presentación de -Potestad punitiva de la TIPO DE INVESTIGACIÓN:
declaración falsa en los falsa en los Procesos de documentación o declaración Administración Pública Investigación jurídico social.
Procesos de Selección Selección vía Contratación falsa en los Procesos de
vía Contratación Administrativa de Servicios Selección vía Contratación NIVEL DE INVESTIGACIÓN:
Administrativa de (CAS) en la legislación Administrativa de Servicios Nivel descriptivo.
Servicios (CAS), en la peruana. (CAS) en la legislación
legislación peruana? peruana.
DISEÑO DE LA
ESPECÍFICOS ESPECÍFICOS ESPECÍFICOS INVESTIGACIÓN:
- Determinar qué efectos - Los efectos jurídicos que Diseño no experimental.
- ¿Qué efectos jurídicos jurídicos tendrá la tipificación tendrá la tipificación
tendrá la tipificación administrativa de la administrativa de la DEPENDIENTE: TÉCNICAS DE
administrativa de la presentación de presentación de RECOPILACIÓN DE DATOS:
presentación de documentación o declaración documentación o declaración Presentación de -Principio de
documentación o falsa en los Procesos de falsa en los Procesos de Documentación o presunción de -Entrevista
declaración falsa en los Selección vía Contratación Selección vía Contratación Declaraciones Falsas en veracidad -Fichaje
Procesos de Selección Administrativa de Servicios Administrativa de Servicios los Procesos de -Principio de control -Análisis documental
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Administrativa de peruana. legislación peruana. Contratación
Servicios (CAS), en la Administrativa de
legislación peruana? - Establecer de qué manera la - La tipificación Servicios (CAS)
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- ¿De qué manera la presentación de presentación de
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vía Contratación principio de presunción de directamente con el principio
Administrativa de veracidad. de presunción de veracidad.
Servicios (CAS) se
relaciona con el principio
de presunción de
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CONSIDERACIONES ÉTICAS:

- El consentimiento de los participantes.

- Credibilidad de la información exhibida.

- Principio de no publicidad de la información confidencial.


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