Professional Documents
Culture Documents
[…]
Por el contrario, la acelera- ción de una historia, que nos arrastra quizás hacia el
abismo, está enmascarada por la imaginería sensacionalista, y en reali- dad
trivializante e infantilizante, que los medios confeccionan a partir de la actualidad.
146
La crisis ecológica remite a una crisis más general de lo so- cial, lo político y lo
existencial. El problema aquí planteado es el de una suerte de revolución de las
mentalidades para que cesen de avalar un cierto tipo de desarrollo basado en un
pro- ductivismo que ha perdido toda finalidad humana. Entonces, lancinante,
retorna la pregunta: ¿cómo modificar las mentali- dades, cómo reinventar prácticas
sociales que devuelvan a la humanidad -si alguna vez lo tuvo- el sentido de las
responsa- bilidades, no sólo respecto de su propia supervivencia sino igualmente
del futuro de cualquier vida en este planeta, la de las especies animales y vegetales
como la de las especies in- corporales, como la música, las artes, el cine, la
relación con el tiempo, el amor y la compasión por el otro, el sentimiento de
fusión en el seno del cosmos? Señalemos, en este aspecto, que no está excluido en
absoluto el que los nuevos instrumentos informáticos contribuyan a la renovación
de semejantes medios de elaboración y de intervención. Pero no son ellos como
tales los que dispararán las chispas creadoras, los que engendrarán los núcleos de
toma de conciencia capaces de desplegar perspectivas constructivas. A partir de
empresas fragmentarias, de iniciativas a veces precarias, de experimenta- ciones
titubeantes, empiezan a buscarse nuevas conformaciones colectivas de
enunciación; se abrirán y se irrigarán, enrique- ciéndose unas a otras, otras
maneras de ver y de hacer el mun- do, otras maneras de ser y de sacar a luz
modalidades de ser. Menos que de acceder a esferas cognitivas inéditas, se trata de
aprehender y crear, según modos páticos, virtualidades existen- ciales mutantes.
[…]
148
148
149
149
[…]
149 y 151
antes que impugnar pasivamente los males del mercado mundial, tienen que
instalar sus propia
formaciones de poder, que se afirmarán en el seno de nuevas relaciones de fuerza.
Las conformaciones artísticas, por ejem- plo, deberán organizarse para no ser
entregadas de pies y ma- nos a un mercado financiero, este mismo en simbiosis
con el mercado de la droga. El mercado de la educación no puede permanecer en
dependencia absoluta del mercado de Estado. Deberán inventarse mercados de
valorización de una nueva ca- lidad de la vida urbana, de una comunicación post-
masmediá- tica. Hacer estallar el absurdo de la hegemonía de la valoriza- ción
capitalística del mercado mundial consiste, pues, en dar consistencia a los
Universos de valores de las conformaciones sociales y de los Territorios
existenciales que se atraviesan, por decirlo así, en la evolución implosiva a la que
asistimos.
Metamodelización de la enunciación
Pragmática de existencia