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2015;32(3):1107-1115
ISSN 0212-1611 • CODEN NUHOEQ
S.V.R. 318
Original / Síndrome metabólico
Impacto de los ácidos grasos de la dieta sobre el perfil lipídico, la
sensibilidad a la insulina y la funcionalidad de las células β pancreáticas en
sujetos diabéticos tipo 2
Verónica Sambra Vásquez1, Pamela Rojas Moncada1, Karen Basfi-fer1, Alejandra Valencia1, Juana
Codoceo1, Jorge Inostroza1, Fernando Carrasco1 y Manuel Ruz Ortiz1
1
Departamento de Nutrición, Facultad de Medicina, Universidad de Chile, Santiago (Chile).
1107
Parámetro Normopeso (n=6) Sobrepeso (n=25) Obesidad (n=23) Total (n=54) Rango
Edad (años) 55,7 ± 7,8a 57,7 ± 6,5 a 53,4 ± 6,4a 55,6 ± 6,8 35-65
Peso (kg) 63,3 ± 7,6 a
77,4 ± 9,8 b
86,5 ± 11,8 c
79,7 ± 12,6 55,4-111,5
IMC (kg/m ) 2
23,9 ± 0,6 a
27,6 ± 1,4 b
33,0 ± 2,3 c
29,5 ± 3,7 23,0-37,9
CC (cm) 84,9 ±5,3 a
96,5 ± 6,4 b
103,5 ± 7,6 c
98,1 ± 8,8 78-116
Masa grasa (%) 22,9 ± 6,5 a
21,9 ± 6,0 a
33,2 ± 9,0 b
26,8 ± 9,2 13,1-49,5
ROI abdominal (%) 34,2 ± 6,2ª,b 33,2 ± 5,2a 41,2 ± 8,1b 36,8 ± 7,6 24,7-50,8
MLG (kg) 49,2 ± 9,8 a
60,7 ± 10,5 a
58,1 ± 13,5 a
58,4 ± 12,1 36,2-87,6
Glicemia ayuno (mg/dL) 122,2 ± 24,1 a
137,7 ± 21,4 a
126,2 ± 23,4 a
131 ± 23 90-187
HbA1c (%) 6,0 ± 0,5 a
6,5 ± 0,9a
6,4 ± 0,7 a
6,4 ± 0,8 4,3-8,4
Colesterol total (mg/dL) 151,0 ± 24,1 a
175,7 ± 36,2 a
161,9 ± 27,3 a
167 ± 32 119-260
C-HDL (mg/dL) 36,5 ± 7,9 a 35,3 ± 7,8a 40,4 ± 10,6 a 37,6 ± 9,3 23-67
C-LDL (mg/dL) 90,1 ± 16,1 a 115,0 ± 30,8a 96,8 ± 28,9 a 104,5 ± 30 57-194
C-VLDL (mg/dL) 24,5 ± 15,8 a
25,4 ± 9,6 a
24,7 ± 12,0 a
25 ± 11 10-67
Triglicéridos (mg/dL) 122,2 ± 78,4 a
127,2 ± 47,9 a
123,6 ± 60,1 a
125,1 ± 55,9 50-335
FCβ (mU·mM ) -1
39,2 (30,6-89,4) a
46,5 (33,2-85,5) a
75,0 (50,2-123,8) a
74,7 ± 46,8 24,9-221,2
RI (mM·mU·L ) -1
1,4 (0,9-2,6) a
1,9 ( 1,7-3,4) a,b
3,1 (2,4-4,1) b
2,9 ± 1,8 0,8-10,5
AIRg (mU·L-1·min-1) 41,2 (5,8-212,3) a 22,4 (6,1-109,5) a 91,8 (33,1-195,3) a 46 (13,7-146,9) 0,2-1080,9
DI 79,7 (11,9-512,5) a 62,9 (8,3-190,4) a 108,6 (40,6-415,9) a 76 (22,8-236,2) 0,4-1441,9
SI (mU·L ·min )
-1 -1
2,4 (1,2-3,7) a
2,2 (1,2-2,9) a
1,3 (0,9-2,0) a
1,8 (1,2-2,6) 0,0-4,3
Datos expresados como promedios ± DE o Datos expresados como Mediana (Q1-Q3)
Letras en superíndice distintas, indican diferencias signiticativas entre distintos estados nutricionales
AIRg: respuesta aguda de la insulina frente al estímulo de la glucosa; CC: Circunferencia de cintura; DI: índice de disposición; FCβ: Funcionalidad
célula β pancreática; IMC: Índice de masa corporal; HbA1c: Hemoglobina glicada; MLG: Masa libre de grasa; RI: resistencia a la insulina;
ROI: región de interés; Sg: índice de metabolización de la glucosa independiente de insulina; SI: índice de sensibilidad tisular a la insulina.
respuesta aguda de la insulina frente al estímulo de la menor sensibilidad a la insulina y mayor C-HDL, res-
glucosa (AIRg) (r=0,366; p<0,05); el logaritmo natu- pectivamente, que el tercil inferior de cada variable
ral del índice de disposición (DI) (r=0,319; p<0,05); la (Tabla IV).
FCβ (r=0,345; p<0,05) y C-HDL (r=0,368; p<0,01).
El %MG en una región abdominal seleccionada (ROI
o Region of Interest), se correlacionó con el logaritmo Discusión
natural de la AIRg (r=0,351; p<0,05); el logaritmo na-
tural del DI (r=0,306; p< 0,05); FCβ (r=0,365; p<0,01) La gran mayoría de la muestra estudiada presenta
y C-HDL (r=0,405; p<0,01). malnutrición por exceso lo que es reflejo de la realidad
Al hacer análisis de regresión lineal se ingresaron chilena donde el 66,7 % de la población se encuentra
como variables dependientes indicadores antropomé- en un estado nutricional de sobrepeso u obesidad2. No
tricos, perfil lipídico, glicemia ayuno, HbA1c y varia- obstante, los pacientes del estudio en promedio pre-
bles derivadas del TTIVG; como variables indepen- sentan adecuado control metabólico con HbA1c y tri-
dientes se incluyeron los indicadores de ingesta de glicéridos dentro de las metas de la terapia6.
lípidos. No se encontró asociación de ninguna de las La ADA plantea que, debido a la falta de evidencia,
variables estudiadas con la ingesta de AGS, AGMI, no es posible establecer un porcentaje ideal de calo-
AGT, colesterol, ω3 (EPA+DHA, α-linolenico) ni ω6. rías provenientes de los hidratos de carbono, proteí-
Se observó que el G% predice en 38% la variabilidad nas o lípidos que sea óptimo para todas las personas
del C-VLDL (r=0,915; r2=0,387; p=0,004). con diabetes6. Por otra parte, aunque no hay evidencia
Al comparar el tercil inferior con el tercil superior concluyente, la calidad de las grasas parece ser mucho
de ingesta de grasas, de AGT y colesterol dietario, se más importante que la cantidad. Si bien la cantidad de
encontró que el tercil superior presenta mayor GB, grasas consumidas por la población estudiada en pro-
medio estaba dentro del rango aceptable definido por grasos libres reducen la sensibilidad a la insulina y au-
el Instituto de Medicina, se excedía por sobre la reco- mentan la producción de glucosa hepática29, median-
mendación la ingesta de AGS y colesterol, factores que te la alteración de la función de la membrana celular,
influyen en términos de apoyo a los objetivos metabó- la actividad enzimática, la señalización de insulina, y
licos y disminución del riesgo cardiovascular (RCV), la expresión génica30. Los resultados del presente es-
lo que podría explicar en parte, el hecho de que los tudio concuerdan con los de un estudio, en el cual el
sujetos estudiados no cumplan en su mayoría con las efecto de la grasa de la dieta se correlacionó signifi-
metas de C-LDL y C-HDL para adultos con diabetes6. cativamente con el requerimiento diario de insulina
En el presente estudio se pudo observar que los áci- (r2=0,64; p=0,03)31.
dos grasos que más se consumen son los AGS y ω6. En relación a la calidad de los lípidos, los AGS de
Existe controversia sobre la mejor proporción de ω6, la dieta presentaron una asociación positiva significa-
puesto que existe evidencia limitada en personas con tiva, pero débil, con la RI, GB y el C-HDL. Estudios
diabetes sobre los efectos de los AGPI ω66, pero sí realizados en animales han obtenido como resultado
se plantea que los AGPI y AGMI deben sustituir los que dietas ricas en AGS empeoraron la sensibilidad a
AGS de la dieta para mejorar el perfil lipídico8,9,10. Sin la insulina18 y deterioran la funcionalidad de las células
embargo, cabe destacar que la proporción de ácidos β pancreáticas19. En contraste una revisión de Wheeler
grasos ω6:ω3 (6,8:1) observada en el presente estudio et al31 encontró sólo un estudio en DM2, de 3 sema-
está dentro del rango de 5:1 a 10:1 que se considera nas de duración, que comparó una dieta baja en AGS
óptima para la población en general28. (8% de las calorías totales) frente a una dieta rica en
Por otro lado se observó que el G% se correlacio- AGS (17% de las calorías totales), sin observar dife-
nó con la GB y la RI. La grasa dietética y los ácidos rencias significativas en el control glicémico ni en la
Tabla IV
Análisis por terciles de mayor y menor ingesta de lípidos
mayoría de las medidas de RCV31. Dada esta falta de En nuestro estudio la ingesta de AGT se asoció
estudios en pacientes con DM2, las últimas guías de la positivamente con los niveles de C-LDL, pero no se
ADA6, sobre terapia nutricional, recomiendan realizar correlacionó con el resto de las variables de control
estudios que permitan analizar la ingesta de AGS y su metabólico, lo que concuerda con estudios en los que
relación con la resistencia a la insulina. Con respecto el aumento de la ingesta de AGT, no produjo cambios
al perfil lipídico, los AGS aumentan el C-HDL, como significativos en las concentraciones de glucosa, in-
lo confirmó un metaanálisis que incluyó 60 estudios sulina ni triglicéridos, pero sí condujo a un aumento
realizados en sujetos adultos que no tenían alteracio- significativo del colesterol LDL y total33,34. Junto con
nes en el metabolismo de los lípidos ni diabetes32. Sin esto, se observó que los AGMI se correlacionan po-
embargo, en sujetos con DM2 se ha correlacionado el sitiva y significativamente con la GB, RI, C-VLDL
consumo de AGS con el aumento de los TG, pero no y TG, lo que no concuerda con distintos estudios en
con cambios en el C-HDL8. DM2, en los que dietas ricas en AGMI se asocian con