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CRM EN ECOMMERCE
Las empresas de comercio electrónico entienden mejor a sus clientes y pueden segmentarlos
para optimizar sus acciones de marketing y ventas. El CRM ayuda a conocer y clasificar a
los clientes.
CRM EN CONSULTORÍAS
Los consultores necesitan trabajar con organización, datos seguros y flujo dinámico de
información. Con un CRM cumplen con los protocolos de seguridad que exigen sus clientes.
La centralización de información facilita el acceso a datos desde cualquier dispositivo, a toda
hora y lugar, cualidad apreciada por los clientes.
Una gestión de calidad de una cuenta implica rapidez en la verificación los proyectos en
curso y en la identificación de las personas responsables de los mismos. Además, cada perfil
cuenta con la certeza de disponer de datos actualizados en tiempo real.
Estos ejemplos de empresas que utilizan CRM nos muestran las ventajas de adaptar los
procesos de trabajo a un software de gestión centralizado.
El CRM lleva a nuevas oportunidades de venta, una organización eficiente de la información
en tiempo real y una gestión ágil del cliente en el servicio posventa.
Cruzar datos y segmentar clientes y prospectos permite analizar el retorno de la inversión
(ROI) en marketing y aplicar acciones a los diferentes públicos.
La apertura de los canales con el objetivo de alcanzar una comunicación más fluida con
clientes y entre miembros de la empresa, genera un diálogo necesario entre las partes.
El CRM es ideal para detectar nuevas oportunidades de negocio por medio del estudio de las
audiencias. Con la atención posventa se recopilan datos, comentarios y reclamaciones,
información que bien analizada aporta nuevas soluciones para los clientes y mejores ventas
para las empresas.
Las empresas más competitivas que apuestan por el crecimiento, están alcanzando resultados
exitosos con la incorporación a sus procesos de trabajo optimizados la solución de CRM
adecuada para su sector.
CARTERA DE CLIENTES
1. Segmento de cliente
Este análisis lo haremos identificando los grupos de clientes de mayor a menor valor.
Los segmentos de clientes deben tener unos datos básicos que permitan identificar de
forma clara su aporte a la cifra de negocio. De forma preliminar, los datos podrían
ser: número de clientes, aportación a la cifra de negocio (facturación, margen, visitas,
contratos, etc.). Empezar con este eje permite adecuar la oferta, la dedicación de
recursos, las campañas, etc. Nos permite también conocer la cuota de bolsillo que
tenemos en nuestros clientes respecto al mercado. A continuación, podemos ver un
ejemplo ilustrativo
2. Estados de clientes
El estado de un cliente refleja en qué ciclo de vida está el cliente. Mientras que la
segmentación nos aporta “la foto de la cartera de clientes”, este eje nos indica la
evolución de cada segmento. También permite analizar los esfuerzos de captación de
clientes, los resultados de campañas de fidelización, etc. De forma básica podemos
definir 4 estados en los que puede estar un cliente:
Alta: cuando un cliente realiza su primera transacción con nuestra empresa.
Activo: después de su primera compra.
Dormido: después de “x” meses sin compra.
Baja: Después de “y” meses sin comprar.
En función del modelo de negocio se pueden definir más estados, asimismo podemos
utilizar variables de mínimos o máximos de compra. Por ejemplo, en caso de
un retailer, podemos considerar que un cliente pasa de dormido a activo cuando el
cliente compra más de “x” euros.
Los mapas de estado de clientes son una herramienta muy práctica para elaborar y
diseñar los mapas de estados de clientes. Aquí un ejemplo ilustrativo de un mapa de
estados.
5. Nivel de recomendación
El nivel de recomendación permite a la Dirección General “quedarse” con un número,
sólo uno, y si en encima contamos con una medición del NPS de los momentos de la
verdad, podremos conocer cuáles son los puntos de dolor y cuales los puntos de
contacto que han generado experiencias memorables.