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Tratamientos térmicos y revenido

Sección A

INTRODUCCIÓN

Al añadir ciertos elementos (azufre, cobalto, cobre, cromo, tungsteno, manganeso,


molibdeno, níquel, vanadio, etc.) en la aleación del acero se consigue mejorar
algunas de sus propiedades, obteniendo aleaciones específicas para determinadas
aplicaciones industriales. Sin embargo la diferencia de comportamiento entre los
diversos aceros depende, no sólo de su composición química, sino también del tipo
del tratamiento térmico a los que se les someta.
Existen piezas que están sometidas a condiciones de trabajo que requieren
propiedades específicas para soportar esfuerzos de choque, vibraciones y
rozamiento superficial. Para soportar estas condiciones de trabajo, se requiere
tenacidad elevada, resiliencia, y una gran dureza superficial.
Por este motivo se realizan los tratamientos térmicos, que son procesos en los
cuales mediante una sucesión de operaciones de calentamiento y enfriamiento, se
modifica la microestructura y la constitución de los metales y aleaciones sin variar
su composición química.
Un tratamiento térmico queda definido por su ciclo térmico y no por las propiedades
que se logran con él. Para cada caso particular lo que hay que fijar es: la
temperatura de calentamiento, el tiempo de permanencia a dicha temperatura y la
velocidad de enfriamiento. Las temperaturas de calentamiento siempre son
inferiores a la temperatura de fusión de la aleación considerada.
Los tratamientos térmicos más importantes son: temple, recocido, revenido y
normalizado. Con su aplicación se consiguen estructuras más blandas y más
mecanizables, con mayor dureza y resistencia. Otro aspecto que mejoran es la
homogeneización de la estructura.
Pero en estos procesos no se modifica la constitución química de los materiales.
Para ello se realizan los tratamientos termoquímicos, que son procesos en los
cuales se altera la estructura del metal, modificando su composición mediante un
proceso de difusión.

OBJETIVOS:
● Conocer los tipos de tratamientos que pueden aplicarse al metal para
cambiar sus propiedades internas y externas.
● Aplicar de manera práctica el temple en metales.
● Observar y reflexionar sobre el comportamiento de los metales a los
tratamientos térmicos y revenido.

MARCO TEÓRICO:
Tratamientos térmicos de los materiales

Los tratamientos térmicos más importantes son: temple, recocido, revenido y


normalizado. Con su aplicación se consiguen estructuras más blandas y más
mecanizables, con mayor dureza y resistencia. Otro aspecto que mejoran es la
homogeneización de la estructura.

● TEMPLE
Este tratamiento térmico se caracteriza por enfriamientos rápidos (continuos o
escalonados) en un medio adecuado: agua, aceite o aire, para transformar la
austenita en martensita. Mediante el temple se consigue:
- Aumentar la dureza y la resistencia mecánica.
- Disminuir la tenacidad (aumento de la fragilidad).
- Disminuir el alargamiento unitario.
- Modificar algunas propiedades eléctricas, magnéticas y químicas.
El temple se realiza siguiendo los siguientes pasos:
1. Calentamiento del metal.
Se realiza en horno, siendo lento al hasta los 500ºC y rápido hasta la temperatura
de temple, por encima de A3 si el acero es hipoeutectoide, y por encima de A1 si el
acero es eutectoide o hipereutectoide.
2. Homogeneización de la temperatura.
Se mantiene a la temperatura de temple durante un determinado tiempo a la pieza
para que se homogenice en todo el volumen de la pieza a templar. Este tiempo se
estima experimentalmente para cada pieza, aunque se puede calcular
aproximadamente.
3. Enfriamiento rápido.
Se saca la pieza del horno y se enfría el material en un fluido denominado medio
de temple a una velocidad superior a la crítica de temple con objeto de obtener una
estructura martensítica, y así mejorar la dureza y resistencia del acero.
● REVENIDO
Es un tratamiento complementario del temple, que regularmente sigue a este. A la
unión de los dos tratamientos también se le llama "bonificado". El revenido ayuda al
templado a aumentar la tenacidad de la aleación a cambio de dureza y resistencia,
disminuyendo su fragilidad. Este tratamiento consiste en aplicar, a una aleación,
una temperatura inferior a la del punto crítico y cuanto más se aproxima a esta y
mayor es la permanencia del tiempo a dicha temperatura, mayor es la disminución
de la dureza (más blando) y la resistencia y mejor la tenacidad. La temperatura de
revenido puede variar, dependiendo de los requisitos y el grado de acero, entre
160 y 500 °C o una temperatura superior. El revenido se realiza norma. El
resultado final no depende de la velocidad de enfriamiento. Mediante el revenido se
consigue:
Mejorar los efectos del temple, llevando al acero a un punto de mínima
fragilidad.
Reducir las tensiones internas de transformación que se originan en el temple.
Cambiar las características mecánicas en las piezas templadas generando los
siguientes efectos:
o Reducir la resistencia a la rotura por tracción, el límite elástico y la dureza.
o Elevar las características de ductilidad; alargamiento estricción y las de
tenacidad; resilencia.

● RECOCIDO
El recocido es un tratamiento térmico cuya finalidad es el ablandamiento, la
recuperación de la estructura o la eliminación de tensiones internas generalmente
en metales.

Cualquier metal que haya sido tratado tiene como resultado una alteración de las
propiedades físicas del mismo. El recocido consiste en calentar el metal hasta una
determinada temperatura para después dejar que se enfríe lentamente,
habitualmente, apagando el horno y dejando el metal en su interior para que su
temperatura disminuya de forma progresiva. El proceso finaliza cuando el metal
alcanza la temperatura ambiente. Mediante la combinación de varios trabajos en
frío y varios recocidos se pueden llegar a obtener grandes deformaciones en
metales que, de otra forma, no podríamos conseguir.
Se persigue: Eliminar tensiones del temple y aumentar la plasticidad, ductilidad y
tenacidad del acero.
El grado de plasticidad que se quiere dotar al metal depende de la velocidad de
enfriamiento y la temperatura a la que se elevó inicialmente.

● NORMALIZADO
El normalizado es un tratamiento térmico que se emplea para dar al acero una
estructura y características tecnológicas que se consideran el estado natural o final
del material que fue sometido a trabajos de forja, laminación o tratamientos
defectuosos. Se hace como preparación de la pieza para el temple.
El procedimiento consiste en calentar la pieza entre 30 y 50 grados Celsius por
encima de la temperatura crítica superior, tanto para aceros hipereutectoides,
como para aceros hipoeutectoides, y mantener esa temperatura el tiempo
suficiente para conseguir la transformación completa en austenita (perlita y ferrita).
A continuación, se deja enfriar en aire tranquilo, obteniéndose una estructura
uniforme. Con esto se consigue una estructura perlítica con el grano más fino y
más uniforme que la estructura previa al tratamiento, consiguiendo un acero más
tenaz. Es lo que llamamos perlita fina.
- La temperatura de cristalización no debe sobrepasar mucho la temperatura
crítica.
- El tiempo al que se debe tener la pieza a esta temperatura deberá ser lo
más corto posible.
- El calentamiento será lo más rápido posible.
- La clase y velocidad de enfriamiento deberán ser adecuados a las
características del material que se trate.

TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS
Los más importantes son: cementación, nitruración,
cianuración y sulfinización. Además de los producir
cambios en la estructura, también se producen cambios
en la composición química de su capa superficial
añadiendo distintos productos. Estos tratamientos
requieren el uso de calentamiento y enfriamiento
controlados en atmósferas especiales. Los objetivos que
se persiguen mediante estos procesos son variados,
pero entre ellos podemos destacar:
- Mejorar la dureza superficial de las piezas, sin disminuir la tenacidad del núcleo.
- Aumentar la resistencia al desgaste aumentando el poder lubrificante.
- Aumentar la resistencia a la fatiga y/o la corrosión, sin modificar otras
propiedades esenciales tales como ductilidad.

● CEMENTACIÓN
Consiste en aumentar la cantidad de carbono de la superficie, en estado sólido
(carbón vegetal), líquido (cianuro sódico) o gaseoso (hidrocarburos). Se
consigue teniendo en cuenta el medio o atmósfera que envuelve el metal
durante el calentamiento y enfriamiento. Se consiguen superficies de gran
dureza y resistencia superficial. Se aplica a piezas resistentes al desgaste y a
los choques.

● NITRURACIÓN
Consiste en aportar nitrógeno a la superficie de la pieza por medio de una
corriente de amoniaco. Se consiguen durezas muy elevadas y superficies muy
resistentes al desgaste, la corrosión y la fatiga sin perder la dureza. Se aplica a
piezas sometidas a choques y rozamientos (ruedas dentadas, árboles de levas,
ejes de cardán, aparatos
de medida).

 CIANURACIÓN
Es una mezcla de cementación y nitruración. Se endurecen las piezas
introduciendo carbono y nitrógeno mediante baños de cianuro, carbonato y cianato
sódico. Después hay que templar las piezas.

● SULFINIZACIÓN
Consiste en aportar a la superficie azufre, carbono y nitrógeno para mejorar la
resistencia al desgaste, favorecer la lubricación y evitar el agarrotamiento. Se
aplica a herramientas.

● NORMALIZADO
El normalizado es un tratamiento térmico que se emplea para dar al acero una
estructura y características tecnológicas que se consideran el estado natural o final
del material que fue sometido a trabajos de forja, laminación o tratamientos
defectuosos. Se hace como preparación de la pieza para el temple.
El procedimiento consiste en calentar la pieza entre 30 y 50 grados Celsius por
encima de la temperatura crítica superior, tanto para aceros hipereutectoides,
como para aceros hipoeutectoides, y mantener esa temperatura el tiempo
suficiente para conseguir la transformación completa en austenita (perlita y ferrita).
A continuación, se deja enfriar en aire tranquilo, obteniéndose una estructura
uniforme.
Con esto se consigue una estructura perlítica con el grano más fino y más uniforme
que la estructura previa al tratamiento, consiguiendo un acero más tenaz. Es lo que
llamamos perlita fina.

METODOLOGÍA:

● Definición de la operación: debemos tomar en cuenta las características que


deseamos obtener en el material para su utilización y analizar qué tipo de
tratamiento es conveniente si el material lo puede recibir.

● Revisión técnica: antes de realizar cualquier operación debemos consultar


las tablas de nuestro proveedor donde especifica las temperaturas con las
que se debe realizar cada tratamiento y cual es el material que se usa en el
enfriamiento (en nuestro caso D2 1020 -1040 °C con enfriamiento en
aceite).

● Calentamiento: en caso de una operación como el normalizado debemos


calentar primero el horno para posteriormente introducir la pieza, en los
demás tratamientos el calentamiento del horno se lleva a cabo con el
material dentro de él (en nuestro caso el horno no pudo iniciarse a una
temperatura ambiente ya que anteriormente se había utilizado para el
templado del SW55) debemos seguir el tiempo de calentamiento del
material después de llegar a la temperatura especificada el cual varía con el
espesor del material.

● Enfriado: si el proceso está controlado manualmente el operario debe


resguardarse con equipo necesario para evitar tener accidentes al manejar
los materiales a tan alta temperatura (en nuestro caso utilizamos mangas,
mandil, careta y pinzas), las tablas técnicas también especifican el material
con el cual se realiza el enfriamiento.
● Pruebas: después del enfriado hay que cerciorarse de las características
adquiridas, la prueba de dureza es la indicada para medir el grado de éxito
de la operación.
DESARROLLO:

1. En primer lugar el profesor realizó una explicación de los tipos de


tratamientos térmicos que hay pero solo nos enfocamos en los más
importantes y más utilizados en la industria en general, que fueron los
siguientes:
Temple: Su finalidad es aumentar la dureza y la resistencia del acero. Para
ello, se calienta el acero a una temperatura ligeramente más elevada que la
crítica superior que está entre 900-950 °C y se enfría luego más o menos
rápidamente, según características de la pieza a templar, en un medio como
agua, aceite, etcétera.
Revenido: Sólo se aplica a aceros previamente templados, para disminuir
ligeramente los efectos del temple, conservando parte de la dureza y
aumentar la tenacidad. El revenido consigue disminuir la dureza y
resistencia de los aceros templados, se eliminan las tensiones creadas en el
temple y se mejora la tenacidad, dejando al acero con la dureza o
resistencia deseada. Se distingue básicamente del temple en cuanto a
temperatura máxima y velocidad de enfriamiento.
Recocido: Consiste básicamente en un calentamiento hasta la temperatura
de austenización (800-925 °C) seguido de un enfriamiento lento. Con este
tratamiento se logra aumentar la elasticidad, mientras que disminuye la
dureza. También facilita el mecanizado de las piezas al homogeneizar la
estructura, afinar el grano y ablandar el material, eliminando la acritud que
produce el trabajo en frío y las tensiones internas.
Normalizado: Tiene por objetivo dejar un material en estado normal, es
decir, ausencia de tensiones internas y con una distribución uniforme del
carbono. Se suele emplear como tratamiento previo al temple y al revenido.
2. Posteriormente metimos la pieza en un horno eléctrico el cual puede
calentar hasta los 1000°C.
3. Para saber a cuantos grados se tenía que calentar revisamos la ficha
técnica donde tenía las especificaciones y le indicamos al horno que
alcanzara la temperatura de 1000°C.
4. Esperamos algunos minutos hasta que se alcanzara la temperatura deseada
5. Con ayuda de los guantes y la pinza un compañero sacó la pieza y la
introdujo en aceite que se encontraba a temperatura ambiente.
6. La pieza se sacó del aceite aproximadamente 5 minutos después y con esto
se concluyó el templado.
7. Para finalizar se realizaron 6 pruebas de dureza en escala rockwell C y se
obtuvo el promedio para verificar que el temple se concluyó exitosamente.

RESULTADOS:
Temperatura(°C) Tiempo(min)

746 0
771 2

799 4

823 6

854 8

876 10

902 12

928 14

952 16

972 18

993 20

1000 20,716

Dureza Rockwell C del acero D2 sin temple Dureza Rockwell C del acero D2 con
temple

27 54.5

28.5 58
29 58.5

28 56

27 54

28 55

Promedio: 27.91 Promedio: 56

CUESTIONARIO:

1. ¿Qué es el tratamiento térmico?


Es el conjunto de operaciones de calentamiento y enfriamiento, bajo condiciones
controladas de temperatura, tiempo de permanencia, velocidad, presión, de los
metales o las aleaciones en estado sólido.

2. ¿Para qué se realizan los tratamientos térmicos?


Tienen el fin de mejorar las propiedades mecánicas, especialmente la dureza, la
resistencia y la elasticidad del metal o aleación.

3. ¿Qué tipos de tratamientos térmicos existen?


- Temple
- Revenido
- Normalización
- Recocido
4. ¿Cuál es el objetivo del revenido?
Es un tratamiento complementario del temple, que regularmente sigue a este. A la
unión de los dos tratamientos también se le llama "bonificado". El revenido ayuda al
templado a aumentar la tenacidad de la aleación a cambio de dureza y resistencia,
disminuyendo su fragilidad. Este tratamiento consiste en aplicar, a una aleación,
una temperatura inferior a la del punto crítico y cuanto más se aproxima a esta y
mayor es la permanencia del tiempo a dicha temperatura, mayor es la disminución
de la dureza (más blando) y la resistencia y mejor la tenacidad.
Siendo así sus objetivos de:
Mejorar los efectos del temple, llevando al acero a un punto de mínima fragilidad.
Reducir las tensiones internas de transformación que se originan en el temple.
Cambiar las características mecánicas en las piezas templadas generando los
siguientes efectos:
Reducir la resistencia a la rotura por tracción, el límite elástico y la dureza.
Elevar las características de ductilidad; alargamiento estricción y las de tenacidad;
resiliencia.

5. ¿Cuál es el objetivo del recocido?


El recocido es el tratamiento térmico que, en general, tiene como finalidad principal
el ablandar el acero u otros metales, regenerar la estructura de aceros
sobrecalentados o simplemente eliminar las tensiones internas que siguen a un
trabajo en frío. (Enfriamiento en el horno). Esto es, eliminar los esfuerzos
residuales producidos durante el trabajo en frío sin afectar las propiedades
mecánicas de la pieza finalizada, o puede utilizarse el recocido para eliminar por
completo el endurecimiento por deformación. En este caso, la parte final es blanda
y dúctil, pero sigue teniendo un acabado de superficie y precisión dimensional
buenos.

6. ¿En qué consiste el recocido isotérmico?


El objetivo de este tratamiento es conseguir la estructura y la dureza idóneos para
las operaciones de mecanizado con arranque de viruta. La estructura perseguida
es la de ferrita y perlita laminar uniformemente repartidas.

7. Aplicaciones de los tratamientos térmicos en la industria.


- Metalúrgica / Automoción: Tratamientos térmicos en continuo, sinterizado,
tornillería y elementos de fijación, procesos de granallado en continuo, etc.
- Alimentación: Túneles de congelación, torres de enfriamiento y congelado,
hornos de cocción de pan, galletas y bollería, selección y lavado de frutas,
verduras, carnes y pescados, confitería, instalaciones de pasteurización
automática, etc.
- Vidrio: Recocido y decorado de botellas de vidrio, cerámica y mosaicos, etc.
- Industria Farmacéutica: Procesos de higiene y esterilización
- Madera: túneles de secado de celulosa, fibra de vidrio, cartón o madera,
secadores, etc.
- Industria textil: procesos continuos de entintados, estampados, rameados de
fibras textiles.
- Máquinas para la limpieza de arena de playas.
- Arquitectura y diseño.
8. Características de los materiales utilizados para la práctica de
tratamientos térmicos y revenido.
Los materiales a los que se aplica el tratamiento térmico son, básicamente, el
acero y la fundición, formados por hierro y carbono. También se aplican
tratamientos térmicos diversos a los cerámicos.

Conclusión

Bibliografía

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