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EXTINCIÓN DEL MANDATO.

La mayoría de las causas de terminación o extinción del contrato de mandato tienen


su explicación en su naturaleza “Intuito personae”. El mandato termina:
1º Por incumplimiento de las obligaciones del mandatario, es decir, ejecución del
negocio encomendado.
2º Por la expiración del término, o por el acaecimiento de la condición acordados
para la terminación del mandato.
3º La revocación del mandante (contrato intuito personae). Art. 1924 c.c La
revocación puede ser expresa o tácita. Es tácita cuando el mismo encargo se hace
a una persona distinta, pero si el primer mandato es general y el segundo especial,
subsiste el primero para los negocios no comprendidos en el segundo
Cumplimiento del encargo: termina obviamente el mandato por el cumplimiento del
encargo para que contenido. El mandato ha termina su misión pagado su obligación:
De esta manera termina como se comprende, solo el mandato que se ha otorgado
para un negocio concreto y determinado.
Legado el plazo o cumplimiento de la condición prefijado: el vencimiento del plazo
o el incumplimiento de la condición de los estipulados pone término al mandato.
El efecto propio de estas modalidades es la extinción de la relación jurídica en que
inciden.
Revocación del mandato: el mandato es un contrato de confianza y por regla
general, cede en exclusivo del beneficio del mandante ambas circunstancias
justifican que el mandate puede ponerla unilateralmente fin cuando crear
conveniente
En cuanto a sus formas la revocación del mandato expresa o tácita, total o parcial,
la revocación tacita se produce por el encargo del mismo negocio o distinta persona,
será parcial cuando ella se refiere solo a una parte de los negocios confiados por el
mandatario.
La revocación expresa o tácita produce efecto desde el día en que el mandatario ha
tenido conocimiento de ella, la notificación al mandatario de la revocación puede
darse por cualquier forma será prudente darla por medio de una notificación judicial
para que de ella que de constancia autentica.
Revocado el mandato, el mandante tiene derecho a reclamar del mandatario la
restitución de los instrumentos que haya puesto en sus manos para la ejecución
del cargo. Pero de aquellas piezas que puedan servir al mandatario para justificar
sus actos, debe el mandante darle copia firmada de su mano cuando el mandatario
lo exigiere. En la práctica, se pide un certificado de vigencia de la escritura ante el
notario o archivero. Y ésta es la única posibilidad de que los terceros conozcan
acerca de la vigencia del mandato. 1

4º Renuncia del mandatario. Relación con art. 1927c.c La renuncia no pone fin a las
obligaciones del mandatario, sino después de transcurrido un plazo razonable para
que el mandante pueda asumir los negocios encomendados.
De no ser así, será responsable de todos los perjuicios que cause al mandante, a
menos que se vea imposibilitado por una causa grave Como se ha dicho en las
líneas anteriores, en las dos causales anteriores existe una verdadera resciliación
unilateral del contrato.

5º La Muerte del mandante o del mandatario. (Otra consecuencia de ser un contrato


intuito personae) relación art.1928c.c La regla general es que sabida la muerte del
mandante, el mandatario cesa en el encargo, a menos que de la suspensión del
encargo se sigan perjuicios para los herederos. En esta hipótesis, el mandatario se
verá obligado a finalizar las gestiones principiadas. Sin perjuicio de lo anterior, no
se extingue el mandato por la muerte del mandante, si éste estaba destinado a
ejecutarse después de la muerte, y en este caso el mandato se transmitiría a los
herederos. En el caso de la muerte del mandatario, los herederos de éste deberán
dar pronto aviso al mandante.
La muerte de mandatario pone siempre término al mandato, la muerte del mandante
pone fin al mandato salvo excepciones:
No termina por la muerte del mandante el mandato llamado a ejecutarse después
de ella, los herederos suceden en los derechos y obligaciones del mandante
Tampoco termina por la muerte del mandante el mandato judicial
Pese a que termina con la muerte del mandatario y que sus obligaciones no pasan
a sus herederos, la ley ha tomado medidas para proveer a que los intereses del
mandante no queden abandonados.

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BIBLIOGRAFIA:
Prof. Dr. Álvaro Vidal Olivares Derecho Civil III
El contrato de mandato en el código civil
Título XIX “DEL MANDATO” CONTRATO DE MANDATO EN EL CÓDIGO CIVIL
6º Por la quiebra o insolvencia del mandante o del mandatario.
La insolvencia y con mayor motivo la quiebra del mandatario pone fin al mandato,
no merece confianza como gestor de negocios ajenos a quien no ha sido capaz de
gestionar los propios.
En cuanto al mandante que se encuentra en la misma situación estará impedido
para cumplir las obligaciones del mandato o como en el caso de quiebra la
administración de sus bienes pasa ala sindico de quiebra.
7º Por la interdicción del mandante o del mandatario.
La interdicción hace incapaz al mandante y mandatario. Se comprende que si el
mandatario no puede administrar sus propios bienes tampoco no podrá administrar
los ajenos
Por lo que toca al mandante interdicto la administración de sus bienes corresponde
al curador además como puede administrar sus viene personales es lógico que
tampoco pueda hacerlo por intermedio de un mandatario.

8º Por la cesación de las funciones del mandante, si el mandato ha sido dado en


ejercicio de ellas. –2
Termina el mandato por el hecho de cesar las funciones de mandante si el mandato
ha sido otorgado en el ejercicio de tales funciones.
Se comprende que si el mandante cesa en las funciones en cuyo desempeño otorga
el poder se extinga el mandato. De otro modo, las funciones en que el mandante
ceso, en verdad, se prolongarían en el mandatario.

Normas comunes a las causales de extinción del mandato

a) Caso de la mujer casada. Si la mujer ha conferido un mandato antes del


matrimonio, subsiste el mandato, pero el marido puede revocarlo a su arbitrio si
se refiere a actos relativos a bienes cuya administración corresponda a éste

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BIBLIOGRAFIA:
Prof. Dr. Álvaro Vidal Olivares Derecho Civil III
El contrato de mandato en el código civil
Título XIX “DEL MANDATO” CONTRATO DE MANDATO EN EL CÓDIGO CIVIL
b) Pluralidad de mandatarios. Si todos los mandatarios están obligados a obrar
conjuntamente, la falta de uno de ellos por las causas enumeradas en el artículo
1930 del código civil pondrá fin al mandato de todos ellos

c) Ignorancia acerca de la causa que pone fin al mandato.


El mandatario que ignoraba la causa de expiración de su encargo y que sigue
ejecutándolo dará derecho a los terceros de buena fe contra el mandante, ya que
respecto de éstos, dicha ejecución será válida. Pero, si el mandatario era sabedor
de la causa, el mandante igualmente quedará obligado respecto de los terceros de
buena fe, pero se le reconoce acción de daños en contra del mandatario. Si la causa
de expiración fue comunicada por avisos al público, y en todos aquellos casos en
que no pareciere probable la ignorancia del tercero, podrá el juez, a su prudencia,
absolver al mandante.
Mandato y Agencia Oficiosa: En aquellos casos en que estando el mandatario de
buena fe y el mandato es nulo o bien, por una necesidad imperiosa el mandatario
sale de los límites del mandato, el mandatario se convierte en agente oficioso, es
decir, los negocios que realice en ciertos casos, igualmente, obligarán al mandante3

Las obligaciones del agente oficioso son las mismas que las del mandatario,
pesando sobre él la responsabilidad de un buen padre de familia (culpa leve) y será
responsable únicamente de la culpa grave, o dolo, cuando ha tomado la gestión de
negocios ajenos para salvarlos de un peligro. Y es responsable de toda culpa
cuando se ha ofrecido voluntariamente como agente oficioso, impidiendo que otros
lo hiciesen.Si el negocio ha sido bien administrado el interesado deberá cumplir las

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BIBLIOGRAFIA:
Prof. Dr. Álvaro Vidal Olivares Derecho Civil III
El contrato de mandato en el código civil
Título XIX “DEL MANDATO” CONTRATO DE MANDATO EN EL CÓDIGO CIVIL
obligaciones cumplidas por el agente y deberá rembolsar las expensas útiles y
necesarias. Pero, si es mal administrado el negocio, el gerente es responsable de
los perjuicios. Esta materia se debe relacionar con el 1923 del código civil,
especialmente en cuanto a aquellas situaciones en que el mandatario, a pesar de
actuar a nombre del mandante lo hace fuera de los límites del mandato y, por lo
tanto, actúa como un agente oficioso. Por lo tanto, el mandante se hace responsable
frente a los terceros, cuando el negocio haya sido bien administrado, no obstante la
norma del

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