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Cadete Evin Gonzalez

Sesión Mensajeros de Compasión


Tema: Seamos buenos mayordomos
Título: Viviendo la Mayordomía
Texto Bíblico: Colosenses 3:23-24
“Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para
el Señor y no para la gente. Recuerden que el Señor los recompensará
con una herencia y que el Amo a quien sirven es Cristo.
Introducción: El apóstol Pablo le habla a la iglesia en Colosas y los exhorta a vivir
una vida de servicio y de mayordomía ya que en esto hay recompensa de parte de
Dios.
Tu jefe no es realmente tu jefe; tu jefe es Jesús. Hay dos cosas que quiero que veas
en nuestros versículos de hoy.
El primero, dice: "Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el
Señor y no para la gente." (Colosenses 3:23 NTV). Es más fácil entusiasmarse con el
trabajo que hacemos, cuando nuestro enfoque cambia de "Lo estoy haciendo por mi jefe"
o "Lo estoy haciendo por mi cheque de pago" a "Yo estoy haciendo esto por mi Señor."

En la época del Nuevo Testamento encontramos el empleo de Mayordomos en el


desarrollo socio-económico, tanto de la cultura Greco-Romana, como en la misma
Judía.
De hecho, estaba de tal modo arraigado este tipo de intendencia en los días de
Jesus; que el Señor se valió de esta figura en algunas de sus parábolas, y hasta
una de ellas la dedicó exclusivamente sobre este tópico. (Lucas 12:41-42 – 16:1-8)
MAYORDOMÍA CRISTIANA

La Mayordomía como principio de regencia universal, es de competencia de todos


los hombres, no obstante, en lo que al cristiano respecta; cobra mayor relevancia.
En cortas sentencias se puede afirmar que la Mayordomía Cristiana es la vocación
Divina en atención a la fiel administración de los bienes del Señor por parte de sus
Hijos; en calidad de fideicomisario.
Esta economía a la que fuimos llamados ocupa la vida entera del Creyente en todas
sus esferas; dinero, salud física y mental, trabajo, ocio, talentos naturales, dones
del Espíritu, y un largo Etc., a decir verdad, el cristiano es tanto un Mayordomo como
una Mayordomía en las Manos de DIOS.
Frase de transición: Analicemos las principales dimensiones de la Mayordomía del
Creyente
Desarrollo:
I. EN RELACIÓN CON LA FAMILIA

La familia como institución Divina y núcleo básico de la sociedad; juega un rol de


primerísima importancia en la realidad Cristiana, al ser de modo empírico la primer
escuela donde recibimos las enseñanzas primarias de nuestro insipiente saber, y
también porque es en alguna forma un microscópico campo misionero; donde se
nos transmite por el ejemplo y el precepto la devoción y adoración al único DIOS, si
a esto le añadimos que es en el seno familiar donde se nos inculca los valores éticos
y morales; comprenderemos la grave responsabilidad de la Mayordomía del hogar.
La Mayordomía de parte de los Padres:

a) Acción afectuosa hacia su mujer (1 Corintios. 7:33- Colosenses. 3:19 – 1 Pedro. 3:7)
b) Proveedor material para su casa (1 Timoteo. 5:8)
c) Tener disciplina en el Señor (Efesios. 6:4)
d) Pasión por enseñar de la Palabra (Proverbios. 4:1-4)
e) Vivir en fidelidad conyugal (Proverbios. 5:15-18)
La Mayordomía de las Esposas:
a) Respeto y sujeción al esposo (Efesios. 5:22)
b) Amor por su esposo e hijos (Tito. 2:4)
c) Mostrar respeto al marido (Efesios. 5:33)
d) Maternidad y santidad (1Timoteo. 2:15)
De parte de los Hijos:
a) Honra a los padres (Mateo. 15:4 – Efesios. 6:2-3)
b) Obediencia a la educación paterna (Proverbios. 23:22 – Efesios. 6:1)
c) Juventud responsable (Eclesiastés. 11:9)
d) Servicio a DIOS (Eclesiastés. 12:1)

II. EN RELACIÓN CON EL DINERO


El aspecto financiero también forma parte de la Mayordomía Cristiana, para ser preciso;
cada una de las posesiones pecuniarias del Creyente han sido dadas por DIOS para su
sano uso y disfrute personal, pero siempre de tal modo; que el hijo de DIOS nunca olvide
quien es el dueño real de todas las cosas, y cuál es en consecuencia su responsabilidad
frente a las mismas.

El deber del cristiano:


a) El cuidado y manutención de la familia (1 Timoteo. 5:8)
b) El sosten de los Ministros del Señor (1 Corintios. 9:14 – Gálatas. 6:6 – 1 Timoteo. 5:18)
c) El pilar de la Iglesia (Hechos. 4:34-35 – 11:29 – 2 Corintios. 8)
d) Hacer obras de caridad hacia el prójimo (Salmos. 41:1 – Proverbios. 14:21 – 19:17

III. EN RELACIÓN CON EL CUERPO


Nuestra doctrina numero 10 dice:
- Creemos que es privilegio de todos los creyentes ser santificados "por completo" y que su
ser entero, "espíritu, alma y cuerpo", puede ser guardado "irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo" (I Tesalonicenses 5:23).
Al versar tocante al cuerpo, apuntó no solo el área Fisiológica y Anatómica, sino también el
aspecto Psíquico en el ser humano.
El hombre en su constitución tripartita (Espíritu-Alma-Materia), ha recibido de DIOS un
cuerpo multi-funcional, y multi-orgánico; que sirve a los propósitos de enlazarnos con el
mundo, y por razón del cual tenemos contacto con el medio del que somos parte.
Como Cristianos creemos que nuestros cuerpos han sido redimidos no de la presencia del
pecado, lo que tendrá lugar en la futura Glorificación; sino del poder de la concupiscencia
que se anida en nuestro ser, de ahí la suma importancia.

El cristiano y su cuerpo como templo de Dios:


a) Con relación a la sexualidad: “Castidad” (Romanos. 12:1- 1 CO. 7:3-5 – Hebreos. 13:4)
b) Con relación cuidado físico. “Medicina preventiva y curativa, ejercicios” (Mateo. 9:12
c) En relación con la salud mental: “Pensamientos CRISTO-céntricos y en cosas
edificantes” (Romanos. 12:2 – FIL. 4:8)
d) En la vida en general: “Santidad” (1 Corintios. 6:18-20)

IV. EN RELACIÓN CON EL TIEMPO


Se puede decir en tono poético; que el tiempo es aquella mano invisible que nos lleva de la
cuna a la tumba, de la primavera al otoño, de la niñez a la vejez; el tiempo es en verdad
vida repartida en segundos, minutos, meses, años, etc.; en pocas palabras El tiempo pasa
y no se detiene.
Para el buen cristiano el tiempo significa; oportunidades, trabajos, energías, metas,
servicios, descansos, obras, etc.; por lo que su uso o abuso tendrá obvias repercusiones
en la vida presente, y serias demandas en el futuro. Nosotros como Oficiales del Ejército
de Salvación debemos ser buenos administradores y mayordomos del tiempo.
El sabio uso del tiempo:
a) Dando un buen testimonio (Colosenses. 4:5)
b) Viviendo con sabiduría (Efesios. 5:16)
c) Subordinando las obligaciones terrenales a las espirituales (Mateo. 6:33 – 1 Corintios.
7:29)
d) Estando orando en todo momento (1 Tesalonicenses. 5:17)
e) Estudiando la Palabra de DIOS (Hechos. 17:10-11)
Conclusión: Siempre vamos a tener responsabilidades que cumplir desde ahora que
somos Cadetes en el colegio de entrenamiento y cuando se termine en diciembre nuestro
tiempo acá, comienza una nueva etapa en nuestras vidas, pero ya como oficiales
comisionados a una obra, haciendo el trabajo que Dios nos demanda, pero además
haciéndolo con gozo, porque el Señor pregunto: ¿A quién enviare¡? Y los que aquí estamos
dijimos envíame a mi Señor, yo quiero ir. Pero debemos ser mayordomos fieles, honestos,
amorosos, leales y comprometidos.
Llamado: el llamado el día de hoy, es a pedirle al Señor que nos pueda confiar esa
responsabilidad que desde antes del comienzo del tiempo ya nos había asignado y
comprometernos con él para ser Mayordomos sabios, siervos fieles, trabajadores de su
viña, Soldados de Jesucristo
Dios les bendiga…

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