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INTRODUCCIÓN
Aunque este tema es además de relevante y muy basto, puede ser enfocado desde diversas
expectativas. Me referiré en este breve ensayo a las modernas Tecnologías de la Información
y la Comunicación y su influencia en la Educación del siglo XXI. Este tema nos lleva por
necesidad a otras situaciones que han sido tema de debate en distintos foros, como el asunto
de la ética y la responsabilidad social, que se le ha referido tanto a los profesores, como a los
padres, a las mismas instituciones educativas y desde luego a los estudiantes. Hoy en día
queda por demás demostrado la necesidad del acceso a la información a través del internet,
por lo que es indispensable poder ejercer las debidas medidas para la selección de contenidos
multimedia, la utilización de datos procedentes de diversas fuentes y las nuevas formas de
relacionarse como son las diversas plataformas de socialización como Facebook, Twitter,
YouTube y cerca de casi 30 más que se han hecho populares en los últimos años, y que son
tan utilizadas hoy, sobre todo por las nuevas generaciones; y que decir de otras muchas
herramientas del Internet, como los son los llamados blogs, foros, chats etc.
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3. La responsabilidad ética ante el uso de las Nuevas Tecnologías de la
Información y la Comunicación
La relación de la ética con el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación, radica en el hecho de que las nuevas tecnologías están revolucionando nuestra
vida cotidiana y sobre todo nuestros valores, de manera que lo que hacemos como seres
sociales, es decir la parte de nuestra actividad que influye en los demás, es tan importante
como la actividad que desarrollamos en el ámbito de nuestra actividad privada. Estos cambios
afectan el sentido de responsabilidad que cada uno contrae, y que se traslada desde la
autonomía individual a la solidaridad global. Isidro Arroyo afirma que: “En la sociedad de la
información, donde se multiplica la información disponible gracias al el uso de tecnologías en
la transmisión de conocimiento, se produce un rechazo importante de las normas morales,
circunstancia que padecen los profesores y los alumnos en las aulas. Esto es así porque los
alumnos perciben en la moral una coacción de su autonomía, un limitador de su libre albedrío,
a lo que hemos de sumar que el cumplimiento de las normas morales exige un esfuerzo difícil
de cumplir bajo el dominio de la cultura “light”, “fun” y “soft” que ofrecen los medios de
comunicación”.1
Para algunos hablar de una ética aplicada al uso de las TIC pudiera percibirse como una
barrera o como una exageración, pero ya hemos sido testigos de las consecuencia que puede
traer el uso irresponsable de las mismas, el consumo de la pornografía, el mal uso de las redes
sociales, donde se hace uso de lenguaje vulgar o se divulgación de forma indiscriminada
videos de mal gusto, o incluso se utilizan para agredir o violentar a otros, por lo que la sociedad
ahora ha caído en el relativismo moral o hasta en la indiferencia.
CONCLUSIÓN
Quiero cerrar este breve ensayo afirmando que aunque casi todos están ya muy familiarizados
con el uso de las nuevas TIC, tanto para tareas laborales, académicas (como lo hago ahora
mientras escribo este trabajo), y de ocio. No deja de ser un arma de dos filos, por lo que su
uso responsable y ético debe de ser el camino conveniente para obtener los beneficios y no
las malas consecuencias. Esa responsabilidad como lo mencione en la introducción debe ser
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Isidoro Arroyo Almaraz. (2006). Nuevos retos en la educación del siglo XXI: Uso de Internet, mejorar
la reputación de la escuela pública e introducir la ética profesional. Revista de Comunicación y Nuevas
Tecnologías, Vol. 7, pág. 11.
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compartida en el ámbito educativo tanto entre los profesores, padres de familia, instituciones
educativas y por los propios estudiantes al menos en tres niveles de responsabilidad: La
responsabilidad legal que obliga al cumplimiento de las leyes educativas, cívicas e
internacionales, la responsabilidad moral que obliga a la aceptación de los valores sociales
dominantes, y por último, la responsabilidad ética que obliga a los profesores y a las
instituciones a definir una sensibilidad pública y de respuesta concreta ante los conflictos que
puedan suscitarse en el ámbito educativo, por el mal manejo de estas tecnologías. Creo que
todos debemos de comprometernos en esta parte.
Referencias Bibliográficas:
Departamento Editorial UFLP. (2010). La educación en el siglo XXI. En Comprensión Lectora
(pp. 6-18). Cuernavaca Morelos México: Universidad Fray Luca Paccioli.
George Ritzer. (2007). El advenimiento de la sociedad post-industrial. New York: McGraw-Hill.
Carlos Ferro Soto, Ana Isabel Martínez, y María del Carmen Otero. (Julio del 2009). Ventajas
del uso de las TIC en el proceso de enseñanza‐aprendizaje desde la óptica de los docentes
universitarios españoles. EDUTEC, Revista
Electrónica
de
Tecnología
Educativa, Artículo
en
línea, 12.
Marcelo Arancibia. (2001). “Reflexiones
en
torno
a
la
aplicabilidad
pedagógica
de
la
informática:
apuntes
para
un
trabajo
transdisciplinario
en
el
currículo
escolar. Estudios
Pedagógicos, Vol. 27, pág.
75‐95.
Isidoro Arroyo Almaraz. (2006). Nuevos retos en la educación del siglo XXI: Uso de Internet,
mejorar la reputación de la escuela pública e introducir la ética profesional. Revista de
Comunicación y Nuevas Tecnologías, Vol. 7, pág. 11.