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4
BIBLIOTECA UNIVERSITARIA Derecho y Pornografia
Ciencias Sociales y Humanidades
iv Catharine A. MacKinnon
alec gic por Csi Mera Richard Posner
Introduccibn
Maria Mercecles Gomez
‘COMITE EDITORIAL
‘Dante! Bona
anual jose copes
i “Mauna Gare
i ‘carlos Gavin
Cisne Mons
Q
Universidad de los Andes
Fecultad de Derecho
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Siglo del Hombre Editores‘eign er po gin nod seer angi roan, ma
‘het potent congue ee sn pn eo pore chat
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INDICE
LAMIRADA PORNOGRAFICA. ..
Mecla Mercedes Gémez
Lacuestiin dela detinicién, 4
Por qué es la poregrafa una amenaza para
Ja igualdad de genera? oa
Ei cuerpo femenina
Le mirada pomnogrilica,
Conclusion
LA PORNOGRAFIA NO ES UN ASUNTO MORAL
Catharine Mackinnon
ARTE EROTICO, PORNOGRAIA Y DESNUDEZ.
Rehard Pasner
1a economta ce las representaciones erdticas.
“Terminologia y objetives. .
1a bistoria de la epacrinca eiteaydebe pemalaarse essere
ANEXOS. 002+
‘American Bookeeller Association Inc. Huda «-
‘Repiiblica de Colombia. Corte Constitucionsl,
‘Sentencia No. 7-104 de 1296 «+++ 0+
LA MIRADA PORNOGRAFICA.
Maria Mercedes Gémez
La préctica intelectual feminista nos ensefia, entre
sa ejercer aquello que Chela Sandoval lla:
sividad tacita”, Tal categoria refiere al comrea sociales igualtarian y on la Justicia racial, de género
Yode close, cuando ex lecture del poder requlera el ubi-
arse en eatrados alternatives de oposicion®
‘Toda. préctica intelectual constituye una tucha
‘con aquello que nos desafia, en palabras de Stuart
Hall, *La tiniea teorla que vale la pena poser e3
aquella por la que se tlene que luchar, no aquella de
ja que se habla con una profunda fuide2"?. En efecto,
‘al proceso de practica intelectual feminista, debe es-
tar encarado en un permanente movimiento de in-
trospeceién y externalizacion de nuestros saberes y
emociones yen la asuncfén eritiea de ambos, como
condicién de una subjetividad exible. La propuesta
ividad ha de ser el resultado de un pro-
‘colectivo en tomo a categorfas malcables que
ian tomar, en el camino, el riesgo de una cons-
tea.
‘Bajo los afteriores presupuestos es que quisiera
revisar el tema de la pornografia. De por si, el tema
de la pornografia me inquieta, pues, lejos de ser una
estructura rigida, un objeto sélido y aprehensible, me
invade como actitud y mirada, como algo que se per-
cibe, se padéce o se goza, La pornogiafia parece te-
ner, aun como tema, la textura del acontecimiento,
Es simulténeamente visible e invisible, invasora y
ausente, pura matecialidad y mera imaginacién. Por
tllo mismo, el primer problema con el que me enfren-
to es el de la definicién, Tal dificultad se debe, ade-
més, a Ja mulliplicidad de aspectos que la pomogra-
fia pone en accién. En efecto, ésta
| desde una teoria ferninista de la suf
euerpo-objeto, al igual que desde una critica el mer
ap | cado que produce y reproduce imagenes y otras pric-
| teas pornografieas. Desde una aproximaclén = la
teoria del cuerpo 0 desde una estética de Ia represen-
taet6n, desde sus postbles ciones legales, poli-
tices y morales hasta eu evaluacién a través de pers~
pectivas religlosas, Por tal razén, es la definleién que
Aap 3!
‘uno asuma la que puede, en principio, cireunseribir
1a dentro de clertos limites y hacer viable su
jon de referente del discurso. Es asi porque
‘acuerdo recional o una aproximacién de las
percepeiones, por lo menos en los niveles primarios
de definicién —v.g., el del significado del sexo y Ia
pomografie—, es poco probable llegar a un discurso
productivo",
LA CUESTION DE LA DEFINICION
a diicultad que impliea defini 1a pornograla es in
Tense, Pero se debe intentar teriendo en cuenta. |
tras categorias con las que a veoes so confunde y
uyas definiciones partisulares pueden dar espacio &
Jn mutua distincion, En efecto, eategorias como ero-
tlsmo, obscenidad y pomografia se usan a veces
como sinbaimos, a veces como categorias dela "mis~
mma especie" Por e30, explorar alguns erterios por
Tos aoe ae han igualado o dfrenciado unas de ote. |
cs una alternativa sensata en aras de precisar pos
bles contrastes
Bl termino pornografia viene del griego porne, que
sigeifca esclava sexutl, prostituta, y de graphos,
aque quiere decir cgertura, representacion o descrip-
Sion de. Ast en su aspecto etimolgico, pornografia
significa “la esccitura, representacién 9 descripeién
de a esclavtud semia y fa prostituclon™
‘Abora bien. aunque la raz etimol6gica del términe
es thteresante, no deja de ser vaga y, sobre todo, con
tectualmente reutra. Sin embargo, de ella podemos
rescatar la referencia a un cierto tipo otipos de com-
porlamiento senual y de representacion. El término
Fepresentacion tiene también una larga historia,
Ginseunsento a nuestro tema puede entenderse, por
ejemplo, como sugiere Richard Posner, a partir de la
distincién entre presentacién y representacién, Pos-
her eostione que “la cistinei6n entre presentactin y
Fepresentacién eo eseneiaimente la que existe entre
13una presentacién en vive que, ampliamente definida,
incluye la presentacién que hace una persona que
camina desnuda por un campo nudista, y el uso de
palabras o retratos para describir o evocar tal pre-
sentacion"®, Aungue esta distincién es sugerente, es
posible haceria mas completa y precisa. En efecto, la
pornografia puede ser presentada o representada,
‘pero, por lo general es ambas cosas a la vez. Veamos.
Una presentacibn en vivo y su evocacibn, pt .
plo, a través de fotografia o video puede tener
clas claras en el animo y las expectativas del obser-
vador. Es decir, es posible que quien cbserva la foto
dic un viaje pasado se dee invadir por el recuerdo de!
sentimiento que tenia en ese momento. Sin embargo,
tal persona probablemente ni confunde ni responde
al estimule de igual manera que en el momento re-
presentado. {general no nos maravillamos igual
ante la foto —turistica— del mar que ante el mar’.
‘Abora bien, en el discurso sobre la pornografia,
Jos dos términos suelen usarse sin discriminacion,
para referir lo mismo: clerto tipo de comportamientos
sexuales, La razon de este uso indiscriminado de am-
boos términos no parece gratuita, por el contrario, se
| debe a que la pornografia apunta siempre el mismo
la excitacion sexual.
Gilles Deleuze define el término representacion
como “la recuperacion activa de Jo que se presenta’,
Es este sentido de re-presentacién el que “activa” Ie
pomografia, Es decir, la representacién pornografica
tiene como objeto generar una actividad espectf
reaceion sexual, que tiene lugar sin distancia
tincion frente a Ja presentacibn en vivo o en
Es siempre “recuperada” en cuanto produce y re-pro-
duce Ja excitacion sexual. Por elo, estaria de acuerdo
con MacKinnon en que es destructor considerar la
| pomografia como representacién cuando esta tltima_
| es entendida como no real
‘Hasta aqui tenemos que la pornografia podria cn
tenderse come la re-presentacion de un clerto com-
portamiento sexual que tiene como fin, dirfa como
14
nico fin, exeitar sexualmente. Parece importante
. pues, puede ser uns
la pornografia del ero-
de las claves para
tismo.
‘La comparacién que con frecuencia se clta®” de
‘estos términos esta planicada en los informes sobre:
cl tema reallzados por el Comité Williams en Gran
los Estados Unides. Probablement=-
as importante hecha al contenido we
por definir la cuestion es la propuesta:
ninismo radical en cabeza de Cathari=
ne A. MacKinnon y Andrea Dworkin"
“Ahora bien, las comisiones tratan de dar una deft:
nicion de cada termino, aunque estas no concuerdan
necesarlamente entre los tres reportes. Tal comple}.
nan “La Torre de Babel”
pliblicas que se nutren de los mismos".
Considero que el reporte que presenta con mayor
prec
‘Williams (Gran Bretana 1979).
concuerda con la idea de liberales y anti-iberales.
de que lo pornogrfico es material sexualmente exp
tito cuya tnica intencion es exitar sexvalmente,
‘Lo exblico por si parit, es deliaido como aquello
que expresa excitacién sexta) pero no es necesariae
Incate la cause, *Lo eréSeo es aquello que expresa la
fexclizefon sexual més que causaria[,] wna obra eré-
tea sugerra 0 freer ala ment
atracci¢n senial 0 de esctacion, Puede ser que cause
alganos de estos sentimi aungue si le hace.
se trata de un efecto adicon
De acuerdo con estas deBiciones lo erético pares
ce diferenciarse de lo pomografco en la intencibn:
Sin embargo, ante tal lirmacion, es posible preguns
farse al menos dos cosas: ccémo puede determinarse
In diferencia de intencign entre el material etic y el
pomogrilice? Cdmo es la representacién que tene
Gomme nico fin la excltacién sexual y cbmo es Ja re
aspresentacion erética que evoca o expresa sentimlen-
tos de atracclin o excltacién sexual?
‘Velveré sobre este asunto, pero antes un comen-
tario sobre los términos obsceno y cbscentdad. Es
interesante anotar como los dos reportes de los Esta
dos Unidos consideran lo cbsceno y la obscenidad
‘como categoria util en el marco legal; no es gratuito
(Que lo que existe en su sistema legal sean restriceto-
fies a la obscenidad, Aun asf, ninguno de los dos ¢
{aro en su defintcién. La Comision Johnson sostiene
que “Los térmninos obsceno y obscenidiad se user so-
famente para referirse al concepto legal de los mate~
Hales semuales probibidos"™.
‘Como es laro, esta no es una definielén sino una
funcion del término, No existe ninguna referencia @
caindo o por qué-un material sexual es prohibide, €s
decir, considerado obsceno.
‘La Comision Meese por su parte, establece que
ambos términos “se refieren a materiales que han
‘sido considerados, o probablemente serian conside-
fados, obscenos en el contexto de un proceso judicial
en el que se emplearan los parémetros legales y
constitucionales respect
‘Asi pues, lo obsceno, aunque referido a material
seal explicito, no cubre en este contexto sino sit
aspecto legal. De igual manera parece asumirio Pos
ner cuando firma: "uso obsceno para denotar el
Subconjunto de trabajos pornograficos que la ley
busca suprimir"#.
Por otra parte, el reporte Williams define lo obsce:
| no como un término usado pam expresar disgusto 0
Tepulsién, aunque anticuado y muy trajinado para
Ser fitil en las cortes'*, En este limo sentido de la
palabra es coricebido, por lo menos en cuanto @ su
fiso, como aquello que disgusta a las costumibres
posiciones marales de clertos grupas 0 comunidades.
Asi, puede existir pornografia obscena y erotismo
‘obsceno categorizados como tales desde ¢l conjunto
fe valores de una detecminada sociedad o grupo.
ate cardcter de lo obsceno como cuestién moral es
reslad, entre otras, por MacKinnon cuando eta
pean Satyr hogan cor a bec
eS ee eee |.
a ea eninisa dei pomograa como)
tae pao
Mae ei partiarmente de ete témino
aoe eee mute denon as connctacencs
use me are a Perce a trrenco que desbor
ge Yate ext, No ott rie dock
2a a ea cana errand a cartel)
Caio tenmino moraly el consecuenteefete qu esto
ica eae
Te can bree rei, vohanes &
1a Teter in ein lo pemogracn Qu
areal pica pee
Se ae oNacinin sobre a fomogata Y
sea area, per tami por su Posie
er ote at explosion eminta de
a ee awnea erica
aa rr cams cstdlaiosy paces Cee
a anise ea em
eae ican dtnion delve,
aaa eats care oat
ae ae adn acai, pure ser Cearal:
eae a ibe o crt parece ber in
Sern re segue so enturamen
Ce OT eee Upo de reresntaiones sue
a eee eee eee
Se ee una feopacsa. soa meta,
Se elegans
a cavicica te auess cups oxo lege
Tre» hinds wigonaso en custo nos bead
Fe ie de nicaaa camaidnten, Pose dp
en oem, cl coal no a os
Se eee naegues sentinienton sna ue
Se ie inea cea es dee
endemic mon xa pero
eee ee ee
eee teatPara otros, lo erético parece oponente a lo vielen-
to, 0 por lo menos a la sexualizacién de la violencia.
‘Asi mismo, Gloria Steinen considera que en lo erbtico
esta incluido el amor, y Helen Longino sugiere que
pomografica por la ausencia de
{y Violencia en las representaciones sexuales
‘espeto basico por el desco y los sentimientes de
cin, es resorte del conocimiento y goz0 del cuerpo an-
fes que respuesta sexual desesperada. En otras pala~
iprocidad con el mundo y no masturbacion
,€5 didlogo y no monélogo sexual,
En fin, en cuanto a su contenido lo erdtico puede
jeitamente sexual, 0 puétie, como afirma
ser una metafora que apunta a significact
tas de la actividad sexual. En cuanto a st
jon ya he sefialado de qué manera reflere
~expresion y la evocacién de sentimientos de atraccién
sexual més que a convertirse en su causa directa”,
‘Ahora bien, en paginas anteriores anoté que la va-
lacién mas significativa en la definicién de lo porno-
sgrfico es la que introducen MacKinnon y Dworkin,
‘Me ocuparé ahora de ampliar tal afirmacién. En pri-
mer lugar, me parece importante sefialar que Mac-
Kinnon no hace ninguna referencia explicita a la po-
18
g
ee
sible distincién entre los términos pomogralia y ero=
‘Su posicion comulga, en parte. con la definicion de la.
pornografia como material grafico —imagenes o pala=
bras—, sexualmente explicito, Sin embargo, el énfa=
‘ip realmente definitive lo dirige al material sexual,
que subordina a las ss. Es asi como MacKin=
non considera que su definicién de la pornograiia in«
luye el dafo que ésta puede causar con Io que dice,
hate specch—, aunque lo fundamental en ella radi
ca.en lo que la pomografia hace. esto es, subordina-
ign y dlscriminacién sexual.
Mackinnon y Dworkin definen pomografia come:
‘Ast pues, la pornografia para estas autores impli:
‘ca un daio fsico y psicologico del rol y estatus de las
presenta como meros obje=
sobre todo, por cuanto las
presenta gozando el dolor, la tortura y la degradaciom
————————————————eeeeeEeEeEeEeEeEyeyeyeyyEeEeEeEEeeen el terreno sexual, No hay que olvidar que MacKin-
rnoa no diferencia entre el erotismo y la pomnogralia,
pero es enfitica en la distincién entre esta ditima y la
Obscenidad. Asi cs, MacKinnon es radical cuando
firma que la tarea ferninista esta dirigida a tina lu-
cha contra la pornografia, lucha que no est de nin-
guna manera elzcunscrita In legislacién contra 1a
Obecenidad. La critica feninista de la pornografia,
| anota Mackinnon, y la legislacion —Nberal— contra
Ja obscenldad son dos cosas completamente distin
| tas, Bota precision es importante para la definiciin.
Ge la pornografla porque sitia, entre otras cosas, a la
primera como cwestién politica y a la segunda como
Cuestén moral. En efecto:
La relaeién Hecha en esta cita entre obscenidad/
moral y pornografia/politica puede extenderse enton-
Ces a las parejas ofensa /caio y difamacién/diseriml-
hnacion, Es posible que para ia legislacién contra la
Sbscenidad alin material sexual explieito pueda ser
considerado ofensivo y difamante, Para la critica fe-
imunista, este material ejerce un dafo real y concreto
Sobre el cuerpo y la mente de las mujeres. Es dao
patente que no espera a ser caialogaco como cbsce-
ho desde el punto de vista masculino, para ser ono
{nfligide sobre el cuerpo femenino, para crear y re
crear la diseriminacién. Tan disimiles son estas dos
perspectivas que “la legislacién contra la obscentdad
unea ha considerado que la pornografia sea un
asunto de mujeres”.
20
‘Tenemos, pues, que Ja pornografia asi definida,
causa una herida directa y permanente sobre la
{gualdad y la subjetvidad de las mujeres. Ast, la por-
rhografia responce y extiende la idea de que el cuerpo,
de las mujeres es un objeto disponible para ser conf
fgarado de acuerdo con los deseos masculinos de do- >
ninlo y domesticacién, A lo que habria que afar
fue tanto la pornografla como sus consumidores ac- |
ian como sf la dominacién fuera el resorte del deseo '
de las mujeres.
‘Ahora bien, quislera dar relevancla 2 Ia lela ob-
servacion de Alisa Carse en tomo a les parémetros
para determinar si clerio material puede 0 no desig
Frarse eomno pornografico. Ela sostiene que es crucial
aque en éste “el abuso y la degradacién deserita sean
fambién recomendados, aunque sea sélo en forma
smplictta™.
ste orden de {deas, el tipo de comportamiento
social que la pomnografia presenta es aprobado y ast
mide como una respuesta natural al deseo sexuel:
‘Ademnas y sobre todo, es visto, con demasiada fre:
‘cuencla, como expresién recomendable de lo que po~
dria ser una sexualidad creative,
‘No pareceria que estas interpretaciones de la por~
nografia estén completes sin aludir, aunque sea bre~
vemente, al asunto del mercado y Ta industria porne-
gréfica. Me parece que tal es el terreno donde debe
fener lugar el debate sobre la intencién. Si aceptamos
que la intencién de la pomografia es causar excita-
smo que su contenido es material
‘estamos, de alguna manera, acep-
Contenido es previamente preparado
‘bajo el influjo de Ja intencion. La pornogralia sabe-
‘mos, tiene tina sola intencion, aungue pueda mant-
festarse en un aspecto amplio de posibilidades en
cuanto al conteniéo. "Hay muchas formas de decir 10
que la pornografla dice, en cuanto a su contenido.
Pero no hay nade que ogre hacer ‘o que la pornogra-
fia hace™.
‘Tal vee la dificultad més grande en asumir la in-
21tencién come criterio para designar lo pornogrético,
impreciso de los pardmetros a
vvo invadiendo terrenos ya delimitados. Existe mate-
Hal sexual explicito que eventualmente puede produ-
cir excitacién sexual “pera no est hecho para eso"
Por ello, en este contexto, es preferible referir la in-
encién a la estructura ge
) ografia, la industria pomografica es habil
| far ta intencion y més hat
| fa sostengan. Alin asi, Ha
haya tenido cor
4 o haya descuidado completamente la posibllidad de
que se produzea tal efecto",
Por otra parte, esta exigencia es la que MacKinnon
trata de lenar en su fuerte discurso sobre Jas tentécu-
los de la pornogratia,
Como anoté al prin
cién es
témino ya que todas ells son
vagas. Sin embargo, el bosqueje de
tl en las paginas siguientes donde
te cuestiono de qué manera la pomografia represen-
ta.un atentado contra la igualdad de género,
22
GPOR QUE ES La PORNOGRARIA UNA AMENAZA PARA,
TAIGUALDAD DE GENERO?
La formulacién de esta pregunta ye es, claramente=
ia conviecion de que iz.
tia de las mujeres y en las relactones de genero. De
‘qué manera sucede es lo que trataré ke plantear a.
continuacion, Pero antes, es preciso introducir algu=
znas distinciones, El tratamiento que doy a la porno:
graia en esta ceccién reflere solamente a mujeres:
adultas heterosexuales, no incluye la pomografia de
nifios, de hombres, ni la
{grifico son compartidas por sus multiples formas y
us diversas audiencias, mi interés agui es deseifrar
si la pomografia constituye un modelo de alienacion
sexual de las mujeres y un patron para las desigual-
dades de género, Por otro lado, parece indudable que
es esta ullima la que ha sido prevalente en el com:
portamento sexuala través de la historia.
‘Ahora bien, en téminos generales asumo la dei
nicion de Mackinnon y Dworkin® con la precision ce
arse”, No obstante, me separo de las primeras er.
algunos puntos, Veamos. No comparto la equipara-
‘ion de Jo erbtico y Io pornogralico, basicamente por
que ereo que 10 erético anula la subordinacion, a
permitir que el observador tenga cierta autonomiz
frente a su deseo, Este intersticio en el que lo eroticc
nos permite el gbzo del cuerpo es potencia para lz
explaracién ferinista de la sexualidad. Por la misma
razin, ereo que el prohibieionismo legal de la porno»
grafia, cuando no circunseribe absolutamente Ja jux
Hisdiceion de ambos terrenos, come el riesgo de Suc
primir las postbilidades de lo erdtico. Tampoco puede
asumir totalmente la categorizacion de la pomnograiia
como causa directa de la desigualdad de gener:
Considero que la actitud pornografica promueve, im:
pulsa y reproduce tai desigualdad, pero como efecte
de tuna estructura social que hunde sus raices en
2eotras formas de dominaeién, La sexualidad entre los
{féneros est minada, entre otras cosas,-por la porno-
gyalia pero no solamente ni primordialmente por ella
Sin embargo, ou incidencia es extensa y dafline.
smo sugiere Ann Snitow, en otro tipo de sociedad
menos patrlarcal, tal vez seria inccua y hasta podria
ncluse tener un efecto creativo y contestatario, pero
ten nutestras sociedades su incidencia es hostil y pel
grosa™,
‘He dividido en dos partes esta seoci6n. La primera
| se ccupa de establecer algunas relaciones entre cl
snino y su condicién de abjeto y sujeto. A
‘egunda, la he llamado “La mirada porografica” y
EL CUERPO FEMENINO
yujeres estamos siempre enfrentadas a una
nuestro cuerpo, La educacién, la pre-
‘propios sentimicntos la generan. Es
Ja paradoja de poseetlo y perderlo al mismo tiempo.
e‘una parte, tenemos canexién cori determinacio
nes biologicas que se encargan de recordarnos nues~
tros ciclos y nos previenen de olvidar nuestra condi:
terial, Esto puede lose 0 doloroso
pero, en definitiva, nos sittia en una relacién especial
frente al cuerpo. En este sentido, la menstruacién
por ejemplo, evaca la maternidad. La totalldad de
huesiros cuefpos es envuelta potencialmente por tal
Opeléri, No pretendo diseutir aqui si la maternidad es
ome una constniceién social Impuesta sobre las mu-
jeres, mi interés se reduce a anolar que el cuerpo
femenina esta biclégieamente permeado por ella. En
consecuentela, nos guste 0 no, la manera como expe-
| rimentamos nuestro cuerpo posee wna peculiar int
midad y vulnerabilided, lo que no significa debilidad
thine auto-coneiencia, “Tel vez esta sea una de nues-
tras grandes diferencias como mujeres; nuestra sen
sibilidad hacia los mensajes y la sabiduria del cuerpo
24
[Bl cuerpo sabe, y te ensefia. Creo que las muleres'
{pnoven el miedo, y son temidas, porque saben. cémo
escuchar a su cuerpo. Tener acceso a ese tipo del 7
‘poder tiene sus consecuencias™, 5
or ot parte, estas connotaciones del cuerpo fe
ening han sido explotadas y extendidas hasta extre- =
Thos insospechados. La sociedad patrarcal, a través
de las, ha supueste y nos ha impuesto una serie de
comportamientos como si fueran naturales, En efecto,
{2s Gondlelones Diologieas se han interpretado en con-
Pe SSicstra para dar via Morea la dominacton, Ast
bara la socedad patriarcal la sensfodidad femenina se
Partito fagiidad moral y nuestra conciencia del
Hoilded para remontar ia natureleza, La
es canstrucciones sociales eee sobre
Pe thujees se reproduce en todos los estadios de la
ifs social, Como resultado, muchas Tuferes TOS px
Stntimos atrapadas entre Ja experiencia intima del
Sherpo, y el cuerpo "dade" a través de construcsion
osales, Estas titimas suelen dictarios cémo tene-$
sees que sentir, mantener y desplegar nuestros cuer~
poe, Es asl comno el cuerpo femenino es familar y ex
sa simismo, Hi cuerpo dado que n0 consti»
amente un cuerpo vido sino una cons
‘atriaeal es, ain embargo, a imagen que las
mujeres tenemos que vivir y actuar en azas de “elevar
fuestro estatus de cuerpo humano a ser social", EL
{nterstio ene el sentimlento ferenino del cuerpo y
gu performance socal es Tenado por Ja mirada pa-
‘SHateal que configure y reproduce la imagen de lo que
debe sef_una mur. Por eso velvese un ser social
tiene pera las mujeres un alto costo, implica, entre
ours cosas, estar atadas al cuerpo mas no en Ta for~
tna de la intimidad, Ia atstoposesion y el autoconoet
‘nento, siro en la manera en ue lo impanen Tos po
eres soviales y poilicos de turno, Como efecto, las
saijeres 0 bien terminamos por comprometernos con
Tuestra propia alianacion y silenciamos las voces de
fina relation autentica con nuestros cuerpos, o bien
nno rebelamos y pagamos con la exclusién.
25