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a ct , Wg 4 BIBLIOTECA UNIVERSITARIA Derecho y Pornografia Ciencias Sociales y Humanidades iv Catharine A. MacKinnon alec gic por Csi Mera Richard Posner Introduccibn Maria Mercecles Gomez ‘COMITE EDITORIAL ‘Dante! Bona anual jose copes i “Mauna Gare i ‘carlos Gavin Cisne Mons Q Universidad de los Andes Fecultad de Derecho | z Siglo del Hombre Editores ‘eign er po gin nod seer angi roan, ma ‘het potent congue ee sn pn eo pore chat Ui ee ee Wr chkG INDICE LAMIRADA PORNOGRAFICA. .. Mecla Mercedes Gémez Lacuestiin dela detinicién, 4 Por qué es la poregrafa una amenaza para Ja igualdad de genera? oa Ei cuerpo femenina Le mirada pomnogrilica, Conclusion LA PORNOGRAFIA NO ES UN ASUNTO MORAL Catharine Mackinnon ARTE EROTICO, PORNOGRAIA Y DESNUDEZ. Rehard Pasner 1a economta ce las representaciones erdticas. “Terminologia y objetives. . 1a bistoria de la epacrinca eiteay debe pemalaarse essere ANEXOS. 002+ ‘American Bookeeller Association Inc. Huda «- ‘Repiiblica de Colombia. Corte Constitucionsl, ‘Sentencia No. 7-104 de 1296 «+++ 0+ LA MIRADA PORNOGRAFICA. Maria Mercedes Gémez La préctica intelectual feminista nos ensefia, entre sa ejercer aquello que Chela Sandoval lla: sividad tacita”, Tal categoria refiere al com rea sociales igualtarian y on la Justicia racial, de género Yode close, cuando ex lecture del poder requlera el ubi- arse en eatrados alternatives de oposicion® ‘Toda. préctica intelectual constituye una tucha ‘con aquello que nos desafia, en palabras de Stuart Hall, *La tiniea teorla que vale la pena poser e3 aquella por la que se tlene que luchar, no aquella de ja que se habla con una profunda fuide2"?. En efecto, ‘al proceso de practica intelectual feminista, debe es- tar encarado en un permanente movimiento de in- trospeceién y externalizacion de nuestros saberes y emociones yen la asuncfén eritiea de ambos, como condicién de una subjetividad exible. La propuesta ividad ha de ser el resultado de un pro- ‘colectivo en tomo a categorfas malcables que ian tomar, en el camino, el riesgo de una cons- tea. ‘Bajo los afteriores presupuestos es que quisiera revisar el tema de la pornografia. De por si, el tema de la pornografia me inquieta, pues, lejos de ser una estructura rigida, un objeto sélido y aprehensible, me invade como actitud y mirada, como algo que se per- cibe, se padéce o se goza, La pornogiafia parece te- ner, aun como tema, la textura del acontecimiento, Es simulténeamente visible e invisible, invasora y ausente, pura matecialidad y mera imaginacién. Por tllo mismo, el primer problema con el que me enfren- to es el de la definicién, Tal dificultad se debe, ade- més, a Ja mulliplicidad de aspectos que la pomogra- fia pone en accién. En efecto, ésta | desde una teoria ferninista de la suf euerpo-objeto, al igual que desde una critica el mer ap | cado que produce y reproduce imagenes y otras pric- | teas pornografieas. Desde una aproximaclén = la teoria del cuerpo 0 desde una estética de Ia represen- taet6n, desde sus postbles ciones legales, poli- tices y morales hasta eu evaluacién a través de pers~ pectivas religlosas, Por tal razén, es la definleién que Aap 3! ‘uno asuma la que puede, en principio, cireunseribir 1a dentro de clertos limites y hacer viable su jon de referente del discurso. Es asi porque ‘acuerdo recional o una aproximacién de las percepeiones, por lo menos en los niveles primarios de definicién —v.g., el del significado del sexo y Ia pomografie—, es poco probable llegar a un discurso productivo", LA CUESTION DE LA DEFINICION a diicultad que impliea defini 1a pornograla es in Tense, Pero se debe intentar teriendo en cuenta. | tras categorias con las que a veoes so confunde y uyas definiciones partisulares pueden dar espacio & Jn mutua distincion, En efecto, eategorias como ero- tlsmo, obscenidad y pomografia se usan a veces como sinbaimos, a veces como categorias dela "mis~ mma especie" Por e30, explorar alguns erterios por Tos aoe ae han igualado o dfrenciado unas de ote. | cs una alternativa sensata en aras de precisar pos bles contrastes Bl termino pornografia viene del griego porne, que sigeifca esclava sexutl, prostituta, y de graphos, aque quiere decir cgertura, representacion o descrip- Sion de. Ast en su aspecto etimolgico, pornografia significa “la esccitura, representacién 9 descripeién de a esclavtud semia y fa prostituclon™ ‘Abora bien. aunque la raz etimol6gica del términe es thteresante, no deja de ser vaga y, sobre todo, con tectualmente reutra. Sin embargo, de ella podemos rescatar la referencia a un cierto tipo otipos de com- porlamiento senual y de representacion. El término Fepresentacion tiene también una larga historia, Ginseunsento a nuestro tema puede entenderse, por ejemplo, como sugiere Richard Posner, a partir de la distincién entre presentacién y representacién, Pos- her eostione que “la cistinei6n entre presentactin y Fepresentacién eo eseneiaimente la que existe entre 13 una presentacién en vive que, ampliamente definida, incluye la presentacién que hace una persona que camina desnuda por un campo nudista, y el uso de palabras o retratos para describir o evocar tal pre- sentacion"®, Aungue esta distincién es sugerente, es posible haceria mas completa y precisa. En efecto, la pornografia puede ser presentada o representada, ‘pero, por lo general es ambas cosas a la vez. Veamos. Una presentacibn en vivo y su evocacibn, pt . plo, a través de fotografia o video puede tener clas claras en el animo y las expectativas del obser- vador. Es decir, es posible que quien cbserva la foto dic un viaje pasado se dee invadir por el recuerdo de! sentimiento que tenia en ese momento. Sin embargo, tal persona probablemente ni confunde ni responde al estimule de igual manera que en el momento re- presentado. {general no nos maravillamos igual ante la foto —turistica— del mar que ante el mar’. ‘Abora bien, en el discurso sobre la pornografia, Jos dos términos suelen usarse sin discriminacion, para referir lo mismo: clerto tipo de comportamientos sexuales, La razon de este uso indiscriminado de am- boos términos no parece gratuita, por el contrario, se | debe a que la pornografia apunta siempre el mismo la excitacion sexual. Gilles Deleuze define el término representacion como “la recuperacion activa de Jo que se presenta’, Es este sentido de re-presentacién el que “activa” Ie pomografia, Es decir, la representacién pornografica tiene como objeto generar una actividad espectf reaceion sexual, que tiene lugar sin distancia tincion frente a Ja presentacibn en vivo o en Es siempre “recuperada” en cuanto produce y re-pro- duce Ja excitacion sexual. Por elo, estaria de acuerdo con MacKinnon en que es destructor considerar la | pomografia como representacién cuando esta tltima_ | es entendida como no real ‘Hasta aqui tenemos que la pornografia podria cn tenderse come la re-presentacion de un clerto com- portamiento sexual que tiene como fin, dirfa como 14 nico fin, exeitar sexualmente. Parece importante . pues, puede ser uns la pornografia del ero- de las claves para tismo. ‘La comparacién que con frecuencia se clta®” de ‘estos términos esta planicada en los informes sobre: cl tema reallzados por el Comité Williams en Gran los Estados Unides. Probablement=- as importante hecha al contenido we por definir la cuestion es la propuesta: ninismo radical en cabeza de Cathari= ne A. MacKinnon y Andrea Dworkin" “Ahora bien, las comisiones tratan de dar una deft: nicion de cada termino, aunque estas no concuerdan necesarlamente entre los tres reportes. Tal comple}. nan “La Torre de Babel” pliblicas que se nutren de los mismos". Considero que el reporte que presenta con mayor prec ‘Williams (Gran Bretana 1979). concuerda con la idea de liberales y anti-iberales. de que lo pornogrfico es material sexualmente exp tito cuya tnica intencion es exitar sexvalmente, ‘Lo exblico por si parit, es deliaido como aquello que expresa excitacién sexta) pero no es necesariae Incate la cause, *Lo eréSeo es aquello que expresa la fexclizefon sexual més que causaria[,] wna obra eré- tea sugerra 0 freer ala ment atracci¢n senial 0 de esctacion, Puede ser que cause alganos de estos sentimi aungue si le hace. se trata de un efecto adicon De acuerdo con estas deBiciones lo erético pares ce diferenciarse de lo pomografco en la intencibn: Sin embargo, ante tal lirmacion, es posible preguns farse al menos dos cosas: ccémo puede determinarse In diferencia de intencign entre el material etic y el pomogrilice? Cdmo es la representacién que tene Gomme nico fin la excltacién sexual y cbmo es Ja re as presentacion erética que evoca o expresa sentimlen- tos de atracclin o excltacién sexual? ‘Velveré sobre este asunto, pero antes un comen- tario sobre los términos obsceno y cbscentdad. Es interesante anotar como los dos reportes de los Esta dos Unidos consideran lo cbsceno y la obscenidad ‘como categoria util en el marco legal; no es gratuito (Que lo que existe en su sistema legal sean restriceto- fies a la obscenidad, Aun asf, ninguno de los dos ¢ {aro en su defintcién. La Comision Johnson sostiene que “Los térmninos obsceno y obscenidiad se user so- famente para referirse al concepto legal de los mate~ Hales semuales probibidos"™. ‘Como es laro, esta no es una definielén sino una funcion del término, No existe ninguna referencia @ caindo o por qué-un material sexual es prohibide, €s decir, considerado obsceno. ‘La Comision Meese por su parte, establece que ambos términos “se refieren a materiales que han ‘sido considerados, o probablemente serian conside- fados, obscenos en el contexto de un proceso judicial en el que se emplearan los parémetros legales y constitucionales respect ‘Asi pues, lo obsceno, aunque referido a material seal explicito, no cubre en este contexto sino sit aspecto legal. De igual manera parece asumirio Pos ner cuando firma: "uso obsceno para denotar el Subconjunto de trabajos pornograficos que la ley busca suprimir"#. Por otra parte, el reporte Williams define lo obsce: | no como un término usado pam expresar disgusto 0 Tepulsién, aunque anticuado y muy trajinado para Ser fitil en las cortes'*, En este limo sentido de la palabra es coricebido, por lo menos en cuanto @ su fiso, como aquello que disgusta a las costumibres posiciones marales de clertos grupas 0 comunidades. Asi, puede existir pornografia obscena y erotismo ‘obsceno categorizados como tales desde ¢l conjunto fe valores de una detecminada sociedad o grupo. ate cardcter de lo obsceno como cuestién moral es reslad, entre otras, por MacKinnon cuando eta pean Satyr hogan cor a bec eS ee eee |. a ea eninisa dei pomograa como) tae pao Mae ei partiarmente de ete témino aoe eee mute denon as connctacencs use me are a Perce a trrenco que desbor ge Yate ext, No ott rie dock 2a a ea cana errand a cartel) Caio tenmino moraly el consecuenteefete qu esto ica eae Te can bree rei, vohanes & 1a Teter in ein lo pemogracn Qu areal pica pee Se ae oNacinin sobre a fomogata Y sea area, per tami por su Posie er ote at explosion eminta de a ee awnea erica aa rr cams cstdlaiosy paces Cee a anise ea em eae ican dtnion delve, aaa eats care oat ae ae adn acai, pure ser Cearal: eae a ibe o crt parece ber in Sern re segue so enturamen Ce OT eee Upo de reresntaiones sue a eee eee eee Se ee una feopacsa. soa meta, Se elegans a cavicica te auess cups oxo lege Tre» hinds wigonaso en custo nos bead Fe ie de nicaaa camaidnten, Pose dp en oem, cl coal no a os Se eee naegues sentinienton sna ue Se ie inea cea es dee endemic mon xa pero eee ee ee eee teat Para otros, lo erético parece oponente a lo vielen- to, 0 por lo menos a la sexualizacién de la violencia. ‘Asi mismo, Gloria Steinen considera que en lo erbtico esta incluido el amor, y Helen Longino sugiere que pomografica por la ausencia de {y Violencia en las representaciones sexuales ‘espeto basico por el desco y los sentimientes de cin, es resorte del conocimiento y goz0 del cuerpo an- fes que respuesta sexual desesperada. En otras pala~ iprocidad con el mundo y no masturbacion ,€5 didlogo y no monélogo sexual, En fin, en cuanto a su contenido lo erdtico puede jeitamente sexual, 0 puétie, como afirma ser una metafora que apunta a significact tas de la actividad sexual. En cuanto a st jon ya he sefialado de qué manera reflere ~expresion y la evocacién de sentimientos de atraccién sexual més que a convertirse en su causa directa”, ‘Ahora bien, en paginas anteriores anoté que la va- lacién mas significativa en la definicién de lo porno- sgrfico es la que introducen MacKinnon y Dworkin, ‘Me ocuparé ahora de ampliar tal afirmacién. En pri- mer lugar, me parece importante sefialar que Mac- Kinnon no hace ninguna referencia explicita a la po- 18 g ee sible distincién entre los términos pomogralia y ero= ‘Su posicion comulga, en parte. con la definicion de la. pornografia como material grafico —imagenes o pala= bras—, sexualmente explicito, Sin embargo, el énfa= ‘ip realmente definitive lo dirige al material sexual, que subordina a las ss. Es asi como MacKin= non considera que su definicién de la pornograiia in« luye el dafo que ésta puede causar con Io que dice, hate specch—, aunque lo fundamental en ella radi ca.en lo que la pomografia hace. esto es, subordina- ign y dlscriminacién sexual. Mackinnon y Dworkin definen pomografia come: ‘Ast pues, la pornografia para estas autores impli: ‘ca un daio fsico y psicologico del rol y estatus de las presenta como meros obje= sobre todo, por cuanto las presenta gozando el dolor, la tortura y la degradaciom ————————————————eeeeeEeEeEeEeEeEyeyeyeyyEeEeEeEEee en el terreno sexual, No hay que olvidar que MacKin- rnoa no diferencia entre el erotismo y la pomnogralia, pero es enfitica en la distincién entre esta ditima y la Obscenidad. Asi cs, MacKinnon es radical cuando firma que la tarea ferninista esta dirigida a tina lu- cha contra la pornografia, lucha que no est de nin- guna manera elzcunscrita In legislacién contra 1a Obecenidad. La critica feninista de la pornografia, | anota Mackinnon, y la legislacion —Nberal— contra Ja obscenldad son dos cosas completamente distin | tas, Bota precision es importante para la definiciin. Ge la pornografla porque sitia, entre otras cosas, a la primera como cwestién politica y a la segunda como Cuestén moral. En efecto: La relaeién Hecha en esta cita entre obscenidad/ moral y pornografia/politica puede extenderse enton- Ces a las parejas ofensa /caio y difamacién/diseriml- hnacion, Es posible que para ia legislacién contra la Sbscenidad alin material sexual explieito pueda ser considerado ofensivo y difamante, Para la critica fe- imunista, este material ejerce un dafo real y concreto Sobre el cuerpo y la mente de las mujeres. Es dao patente que no espera a ser caialogaco como cbsce- ho desde el punto de vista masculino, para ser ono {nfligide sobre el cuerpo femenino, para crear y re crear la diseriminacién. Tan disimiles son estas dos perspectivas que “la legislacién contra la obscentdad unea ha considerado que la pornografia sea un asunto de mujeres”. 20 ‘Tenemos, pues, que Ja pornografia asi definida, causa una herida directa y permanente sobre la {gualdad y la subjetvidad de las mujeres. Ast, la por- rhografia responce y extiende la idea de que el cuerpo, de las mujeres es un objeto disponible para ser conf fgarado de acuerdo con los deseos masculinos de do- > ninlo y domesticacién, A lo que habria que afar fue tanto la pornografla como sus consumidores ac- | ian como sf la dominacién fuera el resorte del deseo ' de las mujeres. ‘Ahora bien, quislera dar relevancla 2 Ia lela ob- servacion de Alisa Carse en tomo a les parémetros para determinar si clerio material puede 0 no desig Frarse eomno pornografico. Ela sostiene que es crucial aque en éste “el abuso y la degradacién deserita sean fambién recomendados, aunque sea sélo en forma smplictta™. ste orden de {deas, el tipo de comportamiento social que la pomnografia presenta es aprobado y ast mide como una respuesta natural al deseo sexuel: ‘Ademnas y sobre todo, es visto, con demasiada fre: ‘cuencla, como expresién recomendable de lo que po~ dria ser una sexualidad creative, ‘No pareceria que estas interpretaciones de la por~ nografia estén completes sin aludir, aunque sea bre~ vemente, al asunto del mercado y Ta industria porne- gréfica. Me parece que tal es el terreno donde debe fener lugar el debate sobre la intencién. Si aceptamos que la intencién de la pomografia es causar excita- smo que su contenido es material ‘estamos, de alguna manera, acep- Contenido es previamente preparado ‘bajo el influjo de Ja intencion. La pornogralia sabe- ‘mos, tiene tina sola intencion, aungue pueda mant- festarse en un aspecto amplio de posibilidades en cuanto al conteniéo. "Hay muchas formas de decir 10 que la pornografla dice, en cuanto a su contenido. Pero no hay nade que ogre hacer ‘o que la pornogra- fia hace™. ‘Tal vee la dificultad més grande en asumir la in- 21 tencién come criterio para designar lo pornogrético, impreciso de los pardmetros a vvo invadiendo terrenos ya delimitados. Existe mate- Hal sexual explicito que eventualmente puede produ- cir excitacién sexual “pera no est hecho para eso" Por ello, en este contexto, es preferible referir la in- encién a la estructura ge ) ografia, la industria pomografica es habil | far ta intencion y més hat | fa sostengan. Alin asi, Ha haya tenido cor 4 o haya descuidado completamente la posibllidad de que se produzea tal efecto", Por otra parte, esta exigencia es la que MacKinnon trata de lenar en su fuerte discurso sobre Jas tentécu- los de la pornogratia, Como anoté al prin cién es témino ya que todas ells son vagas. Sin embargo, el bosqueje de tl en las paginas siguientes donde te cuestiono de qué manera la pomografia represen- ta.un atentado contra la igualdad de género, 22 GPOR QUE ES La PORNOGRARIA UNA AMENAZA PARA, TAIGUALDAD DE GENERO? La formulacién de esta pregunta ye es, claramente= ia conviecion de que iz. tia de las mujeres y en las relactones de genero. De ‘qué manera sucede es lo que trataré ke plantear a. continuacion, Pero antes, es preciso introducir algu= znas distinciones, El tratamiento que doy a la porno: graia en esta ceccién reflere solamente a mujeres: adultas heterosexuales, no incluye la pomografia de nifios, de hombres, ni la {grifico son compartidas por sus multiples formas y us diversas audiencias, mi interés agui es deseifrar si la pomografia constituye un modelo de alienacion sexual de las mujeres y un patron para las desigual- dades de género, Por otro lado, parece indudable que es esta ullima la que ha sido prevalente en el com: portamento sexuala través de la historia. ‘Ahora bien, en téminos generales asumo la dei nicion de Mackinnon y Dworkin® con la precision ce arse”, No obstante, me separo de las primeras er. algunos puntos, Veamos. No comparto la equipara- ‘ion de Jo erbtico y Io pornogralico, basicamente por que ereo que 10 erético anula la subordinacion, a permitir que el observador tenga cierta autonomiz frente a su deseo, Este intersticio en el que lo eroticc nos permite el gbzo del cuerpo es potencia para lz explaracién ferinista de la sexualidad. Por la misma razin, ereo que el prohibieionismo legal de la porno» grafia, cuando no circunseribe absolutamente Ja jux Hisdiceion de ambos terrenos, come el riesgo de Suc primir las postbilidades de lo erdtico. Tampoco puede asumir totalmente la categorizacion de la pomnograiia como causa directa de la desigualdad de gener: Considero que la actitud pornografica promueve, im: pulsa y reproduce tai desigualdad, pero como efecte de tuna estructura social que hunde sus raices en 2e otras formas de dominaeién, La sexualidad entre los {féneros est minada, entre otras cosas,-por la porno- gyalia pero no solamente ni primordialmente por ella Sin embargo, ou incidencia es extensa y dafline. smo sugiere Ann Snitow, en otro tipo de sociedad menos patrlarcal, tal vez seria inccua y hasta podria ncluse tener un efecto creativo y contestatario, pero ten nutestras sociedades su incidencia es hostil y pel grosa™, ‘He dividido en dos partes esta seoci6n. La primera | se ccupa de establecer algunas relaciones entre cl snino y su condicién de abjeto y sujeto. A ‘egunda, la he llamado “La mirada porografica” y EL CUERPO FEMENINO yujeres estamos siempre enfrentadas a una nuestro cuerpo, La educacién, la pre- ‘propios sentimicntos la generan. Es Ja paradoja de poseetlo y perderlo al mismo tiempo. e‘una parte, tenemos canexién cori determinacio nes biologicas que se encargan de recordarnos nues~ tros ciclos y nos previenen de olvidar nuestra condi: terial, Esto puede lose 0 doloroso pero, en definitiva, nos sittia en una relacién especial frente al cuerpo. En este sentido, la menstruacién por ejemplo, evaca la maternidad. La totalldad de huesiros cuefpos es envuelta potencialmente por tal Opeléri, No pretendo diseutir aqui si la maternidad es ome una constniceién social Impuesta sobre las mu- jeres, mi interés se reduce a anolar que el cuerpo femenina esta biclégieamente permeado por ella. En consecuentela, nos guste 0 no, la manera como expe- | rimentamos nuestro cuerpo posee wna peculiar int midad y vulnerabilided, lo que no significa debilidad thine auto-coneiencia, “Tel vez esta sea una de nues- tras grandes diferencias como mujeres; nuestra sen sibilidad hacia los mensajes y la sabiduria del cuerpo 24 [Bl cuerpo sabe, y te ensefia. Creo que las muleres' {pnoven el miedo, y son temidas, porque saben. cémo escuchar a su cuerpo. Tener acceso a ese tipo del 7 ‘poder tiene sus consecuencias™, 5 or ot parte, estas connotaciones del cuerpo fe ening han sido explotadas y extendidas hasta extre- = Thos insospechados. La sociedad patrarcal, a través de las, ha supueste y nos ha impuesto una serie de comportamientos como si fueran naturales, En efecto, {2s Gondlelones Diologieas se han interpretado en con- Pe SSicstra para dar via Morea la dominacton, Ast bara la socedad patriarcal la sensfodidad femenina se Partito fagiidad moral y nuestra conciencia del Hoilded para remontar ia natureleza, La es canstrucciones sociales eee sobre Pe thujees se reproduce en todos los estadios de la ifs social, Como resultado, muchas Tuferes TOS px Stntimos atrapadas entre Ja experiencia intima del Sherpo, y el cuerpo "dade" a través de construcsion osales, Estas titimas suelen dictarios cémo tene-$ sees que sentir, mantener y desplegar nuestros cuer~ poe, Es asl comno el cuerpo femenino es familar y ex sa simismo, Hi cuerpo dado que n0 consti» amente un cuerpo vido sino una cons ‘atriaeal es, ain embargo, a imagen que las mujeres tenemos que vivir y actuar en azas de “elevar fuestro estatus de cuerpo humano a ser social", EL {nterstio ene el sentimlento ferenino del cuerpo y gu performance socal es Tenado por Ja mirada pa- ‘SHateal que configure y reproduce la imagen de lo que debe sef_una mur. Por eso velvese un ser social tiene pera las mujeres un alto costo, implica, entre ours cosas, estar atadas al cuerpo mas no en Ta for~ tna de la intimidad, Ia atstoposesion y el autoconoet ‘nento, siro en la manera en ue lo impanen Tos po eres soviales y poilicos de turno, Como efecto, las saijeres 0 bien terminamos por comprometernos con Tuestra propia alianacion y silenciamos las voces de fina relation autentica con nuestros cuerpos, o bien nno rebelamos y pagamos con la exclusién. 25

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