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GUIA DE APOYO

TALLER DROGAS Y CEREBRO


Sustancia Psicoactiva / Droga

Droga, según el diccionario de la Real Academia Española, es cualquier “sustancia mineral, vegetal
o animal, que se emplea en la medicina, en la industria o en las bellas artes”. En su segunda acepción,
droga es cualquier “sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente,
narcótico o alucinógeno.”
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), droga es toda sustancia que introducida en el
organismo por cualquier vía de administración, produce de algún modo una alteración del natural
funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y además es susceptible de crear
dependencia, ya sea psicológica, física o ambas.
También, según la OMS, las sustancias psicoactivas, conocidas más comúnmente como drogas, son
sustancias que al ser tomadas pueden modificar la conciencia, el estado de ánimo o los procesos de
pensamiento de un individuo. Los avances en la neurociencia nos han permitido conocer mucho
mejor los procesos físicos mediante los que actúan estas sustancias.
Dentro de estas definiciones se encuentran todas las sustancias psicoactivas, sean legales (alcohol,
tabaco, fármacos hipnosedantes …) o estén consideradas ilegales por las convenciones y tratados
sobre sustancias psicotrópicas, que incluyen en sus listas, entre otras muchas, al cannabis, la
cocaína, las anfetaminas y la heroína.
En los últimos años se asiste a la emergencia de nuevas sustancias (NPS en sus siglas en inglés y NSP
en español) que, teniendo efectos psicoactivos, no están incluidas en la Convención de 1961 ni en
la de 1971, por lo que su producción y consumo, pese a sus posibles y muchas veces graves efectos
adversos, no son ilegales. Son sustancias, podría decirse, a-legales.
Por otra parte, las principales drogas legales -el tabaco y el alcohol- son causa importante de
mortalidad y discapacidad en los países desarrollados; por todo ello, podemos decir que la legalidad
o ilegalidad de las drogas no se corresponde con su posible peligrosidad.

Clasificación

Son numerosas las clasificaciones que se han realizado de las sustancias psicoactivas, ya que son
diversas las perspectivas desde las que se evalúan. Además del ya nombrado diverso estatus legal,
anotamos algunos de los criterios bajo los que a menudo se han intentado ordenar:

 Por su origen (naturales y sintéticas)


 Por su estructura química
 Por su acción farmacológica
 Por las manifestaciones que su administración produce en la conducta humana.
(manifestaciones clínicas)
 Por su consideración sociológica
 Por su peligrosidad para la salud

En cuanto a este último criterio (peligrosidad) se tienen en cuenta al menos tres factores principales:

 el daño físico causado al individuo por la droga


 la capacidad de la droga de causar dependencia y
 los efectos del uso de la droga en las familias, las comunidades y la sociedad

Dejando a un lado el resto de perspectivas, quizá lo más práctico sea seguir el criterio de la
clasificación por el que opta la OMS, que ha agrupado las drogas según sus efectos sobre el sistema
nervioso central.
De acuerdo con este criterio, las drogas pueden ser: Depresoras, Estimulantes y Alucinógenas/
Psicodélicas.
DEPRESORAS
Son aquellas que disminuyen o retardan el funcionamiento del sistema nervioso central. Producen
alteración de la concentración y en ocasiones del juicio; disminuyen la apreciación de los estímulos
externos y provocan relajación, sensación de bienestar, sedación, apatía y disminución de la tensión.
Son consideradas drogas depresoras el alcohol, los barbitúricos, los tranquilizantes y el opio y sus
derivados (morfina, codeína, heroína, metadona).
ESTIMULANTES
Son drogas que aceleran la actividad del sistema nervioso central provocando euforia, desinhibición,
menor control emocional, irritabilidad, agresividad, menor fatiga, disminución del sueño, excitación
motora, inquietud. Dentro de este grupo se incluyen la cocaína, los estimulantes de tipo
anfetamínico y la mayor parte de las sustancias de síntesis y de las nuevas sustancias psicoactivas.
ALUCINÓGENOS / PSICODÉLICOS
Se caracterizan por su capacidad de producir distorsiones en las sensaciones y alterar
marcadamente el estado de ánimo y los procesos de pensamiento. Incluyen sustancias de una
amplia variedad de fuentes naturales y sintéticas, y son estructuralmente diferentes.
OTRAS SUSTANCIAS PSICOACTIVAS
*Cannabis
En la clasificación inicial de la OMS, por el potencial de su principio activo THC, esta sustancia se
incluía en el apartado “alucinógenos”, pero en la actualidad se la considera separada de éstos. Los
efectos que produce en cantidades de bajas a moderadas suelen ser aumento del apetito, euforia
y/o sensación de relajación y, entre otros, dificultad para concentrarse y retener información, lo que
puede alterar los procesos de aprendizaje
*Inhalantes
Casi todos los inhalantes producen efectos anestésicos y el retardo de las funciones corporales. Su
uso prolongado produce daños permanentes al sistema nervioso con la consiguiente reducción de
las capacidades físicas y mentales.
*Las nuevas sustancias psicoactivas
Por su entidad la UNODC utiliza únicamente el término “nuevas sustancias psicoactivas (NSP)”,
aunque el término “nuevas” no se refiere necesariamente a nuevas invenciones – varias NSP fueron
sintetizadas por primera vez hace 40 años – sino que son sustancias que han aparecido
recientemente en el mercado y que no han sido incorporadas en las Convenciones de 1961 y 1971.
Son sustancias que tienen propiedades químicas y/o farmacológicas similares a las sustancias
conocidas y ya controladas internacionalmente.
Patrones de consumo

Muy frecuentemente tiende a identificarse al consumidor de sustancias como “adicto” y sin


embargo hay diferentes tipos de vínculos de las personas con las sustancias sin ser todos ellos
adicciones, ni necesariamente consumos problemáticos

 El uso experimental: una droga se consume para probar sus efectos y, después de un
determinado número de usos, se abandona.
 El uso regular o social: se continúa usando la sustancia después de haber experimentado y su
consumo se integra al estilo de vida habitual.
 El uso nocivo, definido por la OMS como un patrón de uso que causa daño, ya sea mental o
físico.
 Abuso y dependencia, como enfermedades asociadas con el consumo de sustancias
psicoactivas.

La mayor parte de la población mundial no usa drogas. De entre quienes llegan a probarlas, un grupo
las seguirá usando regularmente y, de estos, una fracción desarrollará patrones de uso nocivo y
dependencia.
Existen diferentes patrones en el desarrollo de los trastornos por dependencia. Clásicamente se
describe un patrón evolutivo que se inicia con una actividad voluntaria, de uso social o recreativo y
que en su inicio prevalece el efecto positivo y placentero.
En algunas personas, paulatinamente la motivación del consumo va cambiando y la persona pasa
de consumir con el deseo de experimentar placer a hacerlo para evitar el malestar, o para
simplemente estar bien o sentirse “normal”. Este proceso suele llevar aparejado un aumento de la
intensidad de la dosis y de la frecuencia de consumo.
Finalmente, una proporción de consumidores pierde el control sobre el uso y se tornan compulsivos
e incapaces de dejar de usar las drogas a pesar de ser conscientes del daño que les producen.
Esta transición, de unas primeras etapas de uso a la de uso problemático o a la dependencia, está
asociada con una gran variedad de factores de riesgo relacionados tanto con el individuo y su
ambiente como también con la propia sustancia. La interrelación entre la persona, el entorno social
y la sustancia consumida, así como las consecuencias que se derivan del modo de consumo,
comprende un amplio espectro de posibles combinaciones y resultados.

Tolerancia, dependencia y otros conceptos

Definiciones de términos más comúnmente asociados con el uso problemático de sustancias


psicoactiva

Tolerancia

Es un estado de adaptación biológica que se caracteriza porque disminuye la respuesta que provoca
la administración de la misma cantidad de una droga. Tipos de tolerancia:

 Farmacodinámica: es la que se presenta cuando después de la exposición a la droga, se


requieren mayores niveles de la misma para conseguir una respuesta determinada
 Metabólica: es el incremento de la capacidad para metabolizar la droga. Puede ser inducida por
la propia droga o por cualquier otro agente farmacológico
 Cruzada. Fenómeno que tiene lugar cuando un órgano o sistema que presenta tolerancia a una
determinada substancia desarrolla tolerancia a otra.
 Pérdida de tolerancia: se relaciona con el daño neuronal o con alteración del “clearance”
metabólico. El concepto de depuración o aclaramiento ("clearance") implica, esencialmente, un
proceso de eliminación de un fármaco desde el organismo sin referencia al mecanismo del
proceso.

Dependencia

Se define como el estado psíquico, y en ocasiones también físico, resultado de la interacción entre
un organismo vivo y una droga, y que se caracteriza por modificaciones del comportamiento y por
otras reacciones. En ese estado, siempre aparece una pulsión a ingerir la sustancia de forma
continua o periódica, con objeto de volver a experimentar sus efectos psíquicos o, en otras
ocasiones, para evitar el malestar que provoca no poder consumirla.
Según la CIE-10 (Clasificación internacional de enfermedades) la dependencia se define por a) el
deseo intenso a consumir una sustancia b) Disminución de la capacidad para controlar el
consumo c) Síntomas del síndrome de abstinencia d) Tolerancia e) Abandono progresivo de otras
fuentes de placer o diversiones, y aumento del tiempo necesario para obtener/ingerir la sustancia
o para recuperarse de sus efectos y f) Persistencia en el consumo de la sustancia a pesar de sus
evidentes consecuencias perjudiciales.
Por su parte, el DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) integra en un
solo diagnóstico las antiguas categorías de abuso y dependencia, con la pretensión de coincidir
mejor con los síntomas que los pacientes experimentan. <P
En general, para considerar que existe una dependencia se deben cumplir al menos tres de los
siguientes criterios:

 tolerancia: cada vez necesita más para lograr los mismos efectos
 deseo intenso de consumir la sustancia
 síndrome de abstinencia al dejar de consumir
 esfuerzos persistentes sin éxito para reducir o detener el uso
 uso mayor o durante más tiempo del pretendido
 abandono de importantes actividades de la vida normal, como el trabajo o la familia
 se continua el uso pese a reconocer que causará o empeorará problemas psiquiátricos o
psicológicos.

Por otra parte, entre los trastornos adictivos el DSM-V también incluye, como única condición en
una nueva categoría de adicciones conductuales, el trastorno por juegos de azar. Sobre el uso
persistente y recurrente de los juegos de Internet, el DSM-V advierte que requieren más
investigaciones antes de su consideración como trastornos formales.
OTROS CONCEPTOS

Síndrome de abstinencia

Tras la no administración de la droga a un sujeto que presenta dependencia a ella aparecen un


conjunto de síntomas y signos comunes para cada grupo de droga, y es uno de los indicadores de la
presencia de síndrome de dependencia.

Conducta adictiva

Es aquel comportamiento de búsqueda, obtención y consumo de drogas, o realización de la


conducta problema (juego de azar, por ejemplo), en la que su consecución cobra mayor
protagonismo que otras actividades que anteriormente eran importantes para la persona, haciendo
que estas pasen a segundo plano o parezcan innecesarias o carentes de interés.

Drogadicción

Si bien es cierto que en el caso de la mayoría de las personas la decisión inicial de tomar drogas es
voluntaria, con el tiempo, los cambios que ocurren en el cerebro pueden afectar a la persona
consumidora de modo que no pueda resistir el impulso intenso de consumir cierta o ciertas drogas.
La drogadicción es considerada una enfermedad crónica del cerebro, a menudo con recaídas,
caracterizada por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas a pesar de las consecuencias
nocivas para la persona adicta y para los que le rodean.

Uso nocivo

Patrón de uso de sustancias psicoactivas que produce daños a la salud. Este daño puede ser físico
o mental.

Consumo de riesgo

Patrón de uso de sustancias psicoactivas que incrementa el riesgo de consecuencias nocivas para el
usuario.

Abuso

El abuso es el patrón de uso de la sustancia que produce perturbaciones o limitaciones clínicamente


significativas, que se manifiestan por uno o más de los siguientes indicadores:

 no poder cumplir, o repetidos fracasos para desempeñar obligaciones transcendentes (en el


hogar, la escuela o el trabajo)
 uso recurrente en situaciones que conlleven un peligro físico, como conducir ebrio
 uso continuado de la sustancia, a pesar de padecer problemas sociales o interpersonales
persistentes o recurrentes, exacerbados por los efectos de la sustancia.

Consumo problemático

Se considera consumo problemático el que realizan las personas calificadas como consumidores
abusivos o dependientes. El consumo problemático de drogas tiende a estar relacionado con
dificultades personales o familiares y con circunstancias sociales y económicas adversas. Estas
circunstancias son a su vez factores que agravan el consumo porque son resultado del propio
consumo; es un círculo vicioso: los problemas les llevan al consumo y el consumo les genera
problemas o los acrecienta.

Intoxicación

Condición que sucede a la administración de una sustancia psicoactiva y que produce


perturbaciones a nivel cognitivo, perceptivo, afectivo, de conciencia, conductual, o relacionado con
otras funciones y reacciones psicofisiológicas. Las perturbaciones se relacionan con los efectos
farmacológicos agudos de la sustancia y las reacciones aprendidas por ésta y se resuelven con el
tiempo, con recuperación completa, excepto si hay daños en tejidos o algunas otras complicaciones.
Las complicaciones pueden incluir: trauma, inhalación de vómito, delirio, coma y convulsiones,
entre otras complicaciones médicas. La naturaleza de éstas depende de la clase farmacológica de la
sustancia y de su vía de administración.

Patología dual

La "comorbilidad", también conocida como "morbilidad asociada", es un término utilizado para


describir dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona. Pueden ocurrir al
mismo tiempo o uno después del otro. La comorbilidad también implica que hay una interacción
entre las dos enfermedades que puede empeorar la evolución de ambas. Cuando una de las
enfermedades asociadas es un trastorno mental y otra un trastorno por uso de sustancias (TUS)
habitualmente se denomina patología dual.

ALCOHOL
El alcohol es un líquido incoloro, de olor característico, soluble tanto en agua como en grasas; se
caracteriza por ser una sustancia psicoactiva, depresora del sistema nervioso central, y con
capacidad de causar dependencia.
Se calcula que 1 gramo de alcohol aporta al organismo 7,1 Kcal.; este aporte energético no se
acompaña de un aporte nutritivo como minerales, proteínas o vitaminas.
El alcohol se ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos y en nuestro país su
consumo forma parte de nuestros usos y costumbres: es nuestra droga cultural por excelencia, hasta
el punto de que el hecho de beber es considerado normal ya que tres cuartas partes de la población
española beben de manera esporádica o habitual. Sin embargo, actualmente se está tomando
conciencia de que el alcohol es una droga más y de que su consumo no es en absoluto inocuo.
De hecho, el consumo de alcohol es uno de los principales factores que se relacionan con la salud
de los individuos y de las poblaciones, ya que las consecuencias de su consumo abusivo tienen un
gran impacto en términos de salud y en términos sociales.
Bebidas alcohólicas

Se entiende por bebida alcohólica aquella bebida en cuya composición está presente el etanol en
forma natural o adquirida, y cuya concentración sea igual o superior al 1 por ciento de su volumen
y que tiene diferente concentración dependiendo de su proceso de elaboración.
Existen dos tipos de bebidas alcohólicas: las fermentadas y las destiladas.
Las bebidas fermentadas son las procedentes de frutas o de cereales que, por acción de ciertas
sustancias microscópicas (levaduras), el azúcar que contienen se convierte en alcohol.
Las bebidas fermentadas más comunes son el vino, la cerveza y la sidra.

 El vino es el producto resultante de la fermentación de las uvas frescas o del mosto. Su


contenido alcohólico suele oscilar entre los 10 y los 13 grados.
 La cerveza se obtiene a partir de la malta cervecera, procedente de la transformación de la
cebada y otros cereales. Para conseguir el sabor amargo se le añade lúpulo. Su contenido de
alcohol suele oscilar entre los 4-6 grados.
 La sidra, procede de las manzanas trituradas y fermentadas. Su contenido en alcohol suele
alcanzar los 5 grados.

Las bebidas destiladas se consiguen eliminando mediante calor, a través de la destilación, una parte
del agua contenida en las bebidas fermentadas.
El principio básico de esta acción reside en que el alcohol se evapora a 78 grados y el agua a 100
grados, por consiguiente tienen más alcohol que las bebidas fermentadas, alcanzando los 30-50
grados.
Entre las bebidas destiladas más conocidas se encuentran:

 El coñac o brandy, que deriva de destilados del vino criados en vasijas de roble.
 La ginebra, que resulta de la destilación de macerados de bayas de enebro y otros cereales.
 El whisky, que se origina de mezcla de cereales (cebada, maíz, centeno).
 El ron, que se obtiene de la destilación de la melaza fermentada de la caña de azúcar o de
remolacha.
 El vodka, que se obtiene de varios cereales, generalmente centeno y también de la patata.
ETAPAS

Como todas las enfermedades, el alcoholismo es progresivo. En la mayoría de los casos esta
progresión es lenta y puede demorar años antes de desencadenarse. El doctor E. M. Jellinek, del
Consejo Argentino de Alcoholismo
(CADA) distingue cuatro fases en su desarrollo:

Fase pre-alcohólica. Se comienza por recurrir al alcohol como un medio de obtener el alivio y la
desinhibición frente a ciertas tensiones internas. El aficionado comienza a beber regularmente, sin
caer en el exceso. Con su conducta no interfiere en la vida de nadie, simplemente ha descubierto
un tranquilizante que lo ayuda a sobrellevar sus dificultades. Ocurre que, sin darse cuenta,
aumentan las enzimas que produce el hígado para metabolizar el alcohol, de manera que la misma
cantidad es metabolizada más rápidamente y por lo tanto produce un menor efecto; se vuelve
necesario aumentar la dosis para obtener el mismo efecto, creciendo así la tolerancia a la bebida.
Fase prodrómica. Esta fase es exclusivamente sintomática y señala el comienzo de lo que podría
llamarse “carrera alcohólica.” Es entonces cuando las borracheras se vuelven frecuentes y aparecen
las “lagunas”: el alcohólico puede cometer una serie de actos de los que al día siguiente no tiene el
menor recuerdo. El bebedor suele tomar a escondidas, en su afán por disimular ante los demás su
creciente necesidad de alcohol. Se preocupa por la posible falta de alcohol en ocasión de cualquier
festejo. Empieza a rondarlo el ansia irrefrenable de beber, y aparece una sensación de culpa por su
forma de hacerlo; entonces bebe más para evitar la culpa. Evita las conversaciones que se refieren
al alcohol, y se siente aludido en ellas. Se siente obligado a justificarse por su manera de beber,
dando explicaciones que habitualmente no le piden; y si se las piden se siente profundamente
ofendido. Al final de esta etapa aumentan las “lagunas” debido al creciente deterioro del sistema
nervioso. El alcohólico alcanza todavía a controlar la compulsión, y es entonces cuando las medidas
preventivas pueden aún encauzarlo. La fase puede durar entre seis meses y cinco años
aproximadamente, dependiendo de la constitución física, el nivel cultural y los principios éticos de
cada uno. Hay que señalar que algunos alcohólicos se “saltan” esta etapa, pasando directamente de
la fase pre-alcohólica a la fase crítica.
Fase crítica. En esta etapa se desarrolla la enfermedad propiamente dicha, comenzando por una
efectiva pérdida de control con respecto a la bebida. Por más que se lo proponga, el alcohólico está
incapacitado para medir lo que bebe. El ansia irrefrenable de beber se instala en el centro de su vida
y bebe sobre todo para escapar de una realidad que se vuelve cada vez más complicada e insufrible.
Suele ser una época de pruebas (no tomar determinados días, no mezclar bebidas) que pueden
durar un breve lapso pero que a la larga resultan infructuosas. Se comienza a sospechar con
verdadero terror que la fuerza de voluntad no sirve. Como le cuesta razonar prefiere racionalizar;
es decir, convertir las excusas en “razones”. Estas resultan indispensables para justificar sus
borracheras y librarse de la consiguiente culpa. Se miente a sí mismo y a veces logra que le crean o
que finjan creerle, lo que lo estimula a seguir haciéndolo. Pelea desesperadamente por defender
sus pretextos y una posición que se desmorona frente a la familia o en el ámbito de su trabajo. Ante
el fracaso de las pruebas para controlarse comienza a prometer que no beberá nunca más, ni una
sola gota. Esta promesa puede durar un tiempo, pero si no hace un tratamiento la existencia se le
vuelve todavía más insoportable, y termina reincidiendo de la misma o aún peor manera compulsiva
y autodestructiva. Para escapar de su baja autoestima y hasta del desprecio ajeno elabora fantasías
de grandiosa arrogancia, jugando a sentirse alguien muy superior al común de los mortales. Suele
volverse agresivo, proyectando sus sentimientos de culpa en los demás, pero el remordimiento no
lo abandona tan fácilmente y puede caer en la autoconmiseración y el llanto persistente. Pierde el
interés por las actividades que antes lo entusiasmaban o distraían, y el alcohol parece monopolizarlo
todo. Hay un evidente deterioro de las amistades, la salud física y mental está seriamente
comprometida, y muchos alcohólicos han tenido en esta etapa su primera internación clínica o
psiquiátrica. También es común que se experimente una disminución del impulso sexual, y suelen
aparecer los celos irracionales. Se requiere alcohol al despertarse, para calmar los temblores. Ya no
hay horarios o lugares, y se bebe a cualquier hora y en cualquier parte.
Fase crónica. El alcohol se convierte en una necesidad imperiosa y constante y, al disminuir la
cantidad de enzimas para metabolizarlo, baja la curva de tolerancia y con cantidades menores se
sufre el mismo efecto, cayendo en un estado de embotamiento continuo, sin perjuicio de momentos
de embriaguez. Las defensas orgánicas se reducen a su mínima expresión y se acusa un pronunciado
deterioro ético, incurriendo en conductas ostensiblemente antisociales. Son frecuentes los
trastornos mentales y, por último, se llega en muchos casos a la cárcel o a la hospitalización
definitiva. La muerte es casi siempre prematura, y ocurre por diversas enfermedades concomitantes
o por suicidio.
EFECTOS Y CONSECUENCIAS
Los efectos dañinos del alcoholismo son mucho más variados y graves de lo que a primera vista
pueda suponerse. Las consecuencias no son sólo padecidas por los alcohólicos; también las familias
y la sociedad suelen pagar un alto precio por una adicción que directa o indirectamente fomentaron
y las involucra.

Daños sobre el físico y la mente.

La primera consecuencia perjudicial que se experimenta es la desnutrición. Ya sea por motivos


económicos u otras circunstancias, los alcohólicos se alimentan deficientemente. Sienten un
particular rechazo por los dulces y atienden prioritariamente a tener cubierta su cuota diaria de
alcohol. Comen en forma cada vez más esporádica, y a la falta de proteínas hay que agregar la
escasez de vitaminas (especialmente la B), lo que les acarrea fragilidad vascular y neuritis periférica
El hambre se disimula por el constante incremento de calorías alcohólicas, el estómago se inflama
y dilata y es común que se produzcan graves desarreglos en el metabolismo. El hígado altera su
funcionamiento y puede llegarse a la cirrosis, un endurecimiento de los tejidos que produce la
muerte. También son comunes la gastritis, la menos grave de todas las afecciones alcohólicas, y la
inflamación del páncreas.
La neuritis periférica se produce como consecuencia de la desnutrición, y el sistema nervioso se
deteriora, en particular aquellos nervios que parten de la columna vertebral hasta las extremidades.
Se comienza con una sensación de hormigueo en pies y manos, y puede llegarse al entumecimiento
total. También son afectados los nervios que van a la piel, de modo que la persona pierde el sentido
del tacto. En etapas avanzadas se llega a caminar con extrema dificultad, y puede ser necesario un
prolongado tratamiento en cama, ya que la recuperación es particularmente lenta.
La deficiente dosis de vitamina B en el organismo puede producir también graves trastornos de la
memoria, que se conocen como el síndrome de Korsakov. Se trata de un fenómeno que se
manifiesta en forma de amnesia, donde los sucesos más o menos remotos se recuerdan con toda
claridad pero en cambio se olvida todo lo ocurrido recientemente. Luego de una agitación con
señales de confusión que puede durar varios días, el paciente se calma y parece volver a la
normalidad. Es capaz de razonar con claridad, pero si se profundiza en la conversación se descubre
que el paciente no puede recordar nada de lo que ocurre a su alrededor. Su memoria, en cambio,
tendrá almacenado en perfecto orden todo lo que sucedió antes de la enfermedad. Quizá como
consecuencia de la pérdida de la memoria inmediata la inteligencia sufre un progresivo deterioro, y
el paciente tratará de llenar esa falla confabulando historias para disimularla. Si bien es imposible
revertir por completo este síndrome, con una adecuada medicación puede recuperarse
parcialmente la memoria. Otra enfermedad concomitante es la llamada encefalopatía de Gayet-
Wernicke. El paciente manifiesta una tendencia a la dispersión, y aunque conserva plena conciencia
responde a las preguntas con mucha lentitud. A veces también tiene pérdida de memoria, y pierde
con facilidad el equilibrio, resultándole difícil caminar.
La demencia alcohólica consiste en una progresiva pérdida de inteligencia causada por el exceso de
bebida que provoca la destrucción de células cerebrales. La actividad intelectual disminuye y hay
dificultad para hacerse entender. Basándose en recientes investigaciones, la pérdida de tejido
cerebral comienza en la carrera alcohólica. Si esa pérdida es considerable, el paciente puede ser
internado en forma permanente; pero hay que señalar que muchos alcohólicos no han padecido
esta patología, que una vez instalada es irreversible.
Los accidentes de abstención o síntomas de abstinencia aparecen en los días siguientes a la
interrupción o reducción considerable del consumo acostumbrado, y se deben a la abrupta caída de
la concentración de alcohol en la sangre. Su gravedad varía y pueden presentarse en forma aislada
o bien asociados entre sí. A veces ofrecen una secuencia: temblores, convulsiones, alucinosis y
delirium tremens. Los temblores matinales suelen ir acompañados de insomnio, sudores y ansiedad
extrema, y se calman bebiendo de nuevo para resurgir al día siguiente con igual o mayor intensidad.
Las convulsiones (epilepsia alcohólica) se producen una o varias veces en un corto lapso. La
abstinencia de alcohol estimula descargas eléctricas cerebrales, que pueden ser aisladas o bien
intensificarse hasta llevar a la pérdida de la conciencia. El remedio para esta clase de epilepsia
consiste en la definitiva supresión de la intoxicación alcohólica. La alucinosis de los bebedores puede
ser acústico-verbal y/o visual, y va acompañada de incontenible ansiedad. El delirium-tremens se
produce en personas cuyo alcoholismo activo lleva no menos de diez años, y se anuncia
habitualmente por medio de temblores, anorexia, sed o insomnio con agitación nocturna. En estado
de obnubilación, el enfermo cae en un vehemente onirismo. Muy rara vez puede tener visiones
agradables, comúnmente tiene verdaderas pesadillas en estado de vigilia, con imágenes terroríficas
que van acompañadas de ruidos amenazantes, extrañas voces que anuncian la muerte y
espeluznantes sensaciones táctiles: insectos y reptiles pugnan por asediar el cuerpo del enfermo,
que se desespera en el intento de apartarlos. No reconoce el lugar donde se encuentra, y puede
desconocer a las personas que lo atienden, saludando a otras que no conoce. Se siente
constantemente amenazado y hasta puede ponerse a luchar para detener o vencer a sus supuestos
agresores. Los signos generales muestran la gravedad del ataque: fiebre, deshidratación,
taquicardia, sudoración excesiva. Con un tratamiento adecuado, en entre dos y cuatro días llega la
curación. Vuelve el sueño, y con él la calma y la lucidez perdida. En muy pocos casos se produce un
desenlace fatal, si las defensas del organismo son muy débiles y el delirium tremens precipita una
enfermedad latente.
El alcohol también puede afectar al sistema nervioso central. La intoxicación alcohólica aguda
(embriaguez) presenta diversas características.
La embriaguez simple modifica el humor, que puede volverse extrovertido o depresivo. La atención
cae, se produce una desinhibición y una notoria falta de coordinación motriz, con pérdida del
equilibrio, dificultad para pronunciar correctamente y visión duplicada. La embriaguez patológica
adquiere una forma anormal, pudiendo llegarse a extremos de agresividad incontrolable, junto con
alucinaciones y delirios que ponen en peligro la vida del alcohólico o de terceros. Por último, el coma
alcohólico puede ocurrir en alcoholemias que exceden los niveles habituales, y llega a producir la
muerte por paro respiratorio, con un descenso abrupto de la temperatura corporal y tendencia al
colapso. Son factores predisponentes la exposición al frío (vagabundos en noches de invierno) o un
prolongado ayuno previo a la inmoderada ingesta alcohólica.
Aparte de todas estas afecciones de origen orgánico, muchos alcohólicos presentan desórdenes de
conducta a los que se denomina “funcionales”, y que son de orden psicológico. Entre ellos pueden
mencionarse los celos patológicos, más comunes en los hombres que en las mujeres, que al ir
aumentando pueden convertirse en delirio alucinatorio.

Costo familiar

El costo del alcoholismo es muy grave a nivel familiar y social. Los alcohólicos no sólo deterioran su
mente y su organismo, ya que la decadencia se manifiesta también en un abrupto descenso del nivel
profesional o laboral, incidiendo directamente en las relaciones familiares. El índice de abuso sexual
de menores es más alto que el común en hogares donde alguno de los padres es alcohólico. La
familia padece una serie de trastornos que terminan por desintegrarla, y por lo general el divorcio
impide que sucedan males mayores. La peligrosidad no se circunscribe sólo a casos de alcoholismo
crónico, ya que muchos bebedores en etapas previas pueden manifestar un alto grado de
agresividad. Los golpes pueden terminar en homicidio preterintencional, culposo o doloso. Los
cónyuges e hijos de alcohólicos pagan un alto costo y tienen grandes dificultades para insertarse en
la sociedad.

Síntomas

 Taquicardia, mareo o náuseas en las personas con mayor capacidad de metabolizar el alcohol.
 Pérdida de conciencia de la realidad.
 Pobres reflejos. Consecuencias para la salud.

A largo plazo el alcoholismo puede llevar a:

 Daño hepático. Las células del hígado pierden su capacidad de regeneración hasta conducir a la
cirrosis.
 Destrucción progresiva de las neuronas hasta afectar la capacidad mental.
 Complicación renal.

CONSECUENCIAS CLÍNICAS

Cardiopatías

Aunque el consumo moderado de alcohol parece reducir el riesgo de ataques cardíacos mejorando
los niveles de colesterol, las dosis más grandes de alcohol pueden desencadenar ritmos cardíacos
anormales y aumentar la presión arterial inclusive entre las personas que no tienen un historial de
cardiopatía. Un estudio reciente encontró que las personas que bebían hasta embriagarse (nueve o
más bebidas una vez o dos veces a la semana) tenían un riesgo de correr una emergencia cardíaca
dos veces y medio mayor a la de los no bebedores. Un estimado 11% de todos los casos de
hipertensión son causados por la ingestión excesiva de alcohol. El abuso crónico de alcohol también
puede lesionar el músculo del corazón lo cual conduce a la insuficiencia cardíaca; las mujeres son
particularmente vulnerables a este trastorno.

Cáncer

El alcohol quizás no cause cáncer, pero probablemente puede aumentar los efectos carcinogénicos
de otras sustancias, como el humo del cigarrillo. El beber a diario aumenta el riesgo de contraer
cánceres del pulmón, esófago, estómago, páncreas, colon y recto, cánceres de las vías urinarias,
tumores cerebrales, linfomas y leucemias. Cerca del 75% de los cánceres del esófago y 50% de los
cánceres de la boca, la garganta y la laringe se atribuyen al alcoholismo. El tabaquismo combinado
con la bebida alcohólica aumenta de manera extraordinaria los riesgos de contraer la mayoría de
estos cánceres. El riesgo de contraer cáncer del hígado aumenta en los alcohólicos, y aún en la
persona que toma de manera moderada --tres a nueve bebidas a la semana-- puede aumentar la
probabilidad de desarrollar cáncer de la mama en las mujeres.

Problemas gastrointestinales y hepáticos

El alcohol pone en particular peligro al hígado. Aquí, el alcohol se convierte en una sustancia aún
más tóxica, acetaldehído, que puede causar un daño sustancial, incluyendo cirrosis en 10% de las
personas que sufren de alcoholismo. El daño hepático es más común y se desarrolla más
rápidamente en las mujeres que en los hombres con historias similares de abuso de alcohol. Dentro
del tracto gastrointestinal, el alcohol puede contribuir a la causa de úlceras y pancreatitis, una
infección grave del páncreas. En una escala menor, puede causar diarrea y hemorroides.

Neumonía y otras infecciones

El alcohol suprime el sistema inmunitario y las personas que sufren de alcoholismo están propensas
a las infecciones. El alcoholismo agudo en particular se asocia con una forma grave de neumonía, la
cual puede deberse a factores diferentes al deterioro del sistema inmunitario. Un estudio en
animales indica que el alcohol daña específicamente la capacidad que tienen las células del pulmón
de combatir bacterias.
Efectos hormonales

El alcoholismo aumenta los niveles de la hormona femenina conocida como estrógeno y reduce los
niveles de la hormona masculina conocida como testosterona, factores que contribuyen a la
impotencia en los hombres.

Diabetes

El alcohol puede causar hipoglucemia, una disminución en el azúcar sanguíneo, que es


especialmente peligroso entre las personas con diabetes que toman insulina.

Síndrome de dificultad respiratoria agudo

El síndrome de dificultad respiratoria agudo (ARDS, según siglas en inglés) es una forma a veces
mortal de insuficiencia pulmonar que puede ser causado por varias afecciones médicas (incluyendo
cirugía de desvío del corazón y el pulmón, infección severa, trauma, transfusiones de sangre,
neumonía y otras infecciones del pulmón). Un estudio reciente indica que los pacientes en cuidados
intensivos con antecedentes de abuso de alcohol corren un riesgo significativamente mayor de
desarrollar ARDS durante la hospitalización.

Impacto del Consumo de Alcohol

No hay que obviar que el alcohol ingerido en una bebida es absorbido en el aparato digestivo, desde
donde pasa a la circulación sanguínea en la que puede permanecer hasta 18 horas. Es eliminado
finalmente a través del hígado.
El consumo de alcohol puede producir daños en los consumidores dependiendo de multitud de
variables: sexo, edad, peso, estado físico, estado psíquico, tipo de alcohol, situación…
De cualquier modo, existen circunstancias o características del consumidor que pueden acelerar o
agravar los daños asociados a su consumo:
La edad: los jóvenes son más sensibles al impacto que tiene el alcohol en actividades relacionadas
con las funciones de planificación, memoria y aprendizaje, y son más «resistentes» que los adultos
a los efectos sedantes y a la descoordinación motora.
El peso: el alcohol afecta de modo más grave a las personas con menor masa corporal. En general,
la mujer pesa menos y el tamaño de sus órganos internos es proporcionalmente más pequeño. Por
lo tanto, menores cantidades de alcohol pueden generar más rápidamente daños psico-orgánicos y
desarrollar problemas con el alcohol más fácilmente que en el varón.
El sexo: las mujeres metabolizan el alcohol de manera diferente a los hombres, por lo que ante un
hombre y una mujer del mismo peso, ella experimentará los efectos del alcohol de manera más
rápida. Lógicamente, el hecho de que las mujeres sean más vulnerables a las consecuencias
negativas de los abusos con el alcohol, y que puedan padecer problemas de consumo más rápido
que los hombres, no significa que los hombres no experimenten este tipo de efectos. Por ejemplo,
en lo que respecta a la mortalidad y la morbilidad, el porcentaje de defunciones atribuibles al
consumo de alcohol entre los hombres asciende al 7,6 % de todas las defunciones.
La cantidad y rapidez de la ingesta: una mayor ingesta de alcohol en menor tiempo provocará una
mayor posibilidad de intoxicación y aparece mayor o menor riesgo de sufrir problemas de acuerdo
a la cantidad de alcohol consumida.
La combinación con bebidas carbónicas (tónica, colas, etc.) acelera la intoxicación.
La combinación con otras sustancias, como los tranquilizantes, relajantes musculares y analgésicos,
potencia los efectos sedantes del alcohol. Cuando se combina con cannabis se incrementan los
efectos sedantes de ambas sustancias; en el caso de la cocaína, que es un estimulante, los efectos
se contrarrestan, pero la toxicidad de ambas sustancias es mayor que si se consumieran por
separado.
La ingestión simultánea de comida, especialmente de alimentos grasos, enlentece la intoxicación
pero no evita ni reduce los daños al organismo.
CONSUMO PROBLEMÁTICO / ADICCIÓN
La adicción es un proceso complejo y variable que depende de muchos factores por lo que no existe
un tiempo o momento concreto a partir del cual una persona pueda considerarse adicta.
Sin embargo, suele ser frecuente que el tiempo se vaya reduciendo cuando se suman variables
como: mayor cantidad de consumo // mayor frecuencia de consumo - menor distanciamiento entre
dosis // menor edad del consumidor // consumos prolongados // vulnerabilidad personal.
En el plano social, hay que tener en cuenta los factores ambientales que incluyen el desarrollo
económico, la cultura de normalización de su consumo y la casi total disponibilidad de bebidas
alcohólicas.
En cuanto a los factores de riesgo individuales, no existe un único factor de riesgo que sea
claramente dominante, pero cuantos más factores de vulnerabilidad converjan en una persona, más
probable será que esa persona desarrolle problemas relacionados con el consumo de alcohol, al
igual que ocurre con cualquier sustancia psicoactiva.
El concepto consumo de riesgo es difícil de consensuar ya que dependerá del tipo de consecuencia
que se esté evaluando para establecer el riesgo. Por ejemplo, no se puede aplicar el mismo criterio
para la conducción de vehículos que para la patología cardiovascular.
Un consumo de riesgo, de todos modos, nos habla de que es más probable que quien practica un
determinado estilo de consumo, desarrolle problemas de salud provocados por el alcohol; además,
es posible que el organismo ya sufra algún trastorno aunque el interesado no lo perciba.
El consumo de alcohol no está exento de riesgo y debe de ser = CERO en

 Niños
 Mujeres embarazadas
 Mujeres en período de lactancia.
 Personas que padecen enfermedades (por ejemplo, del hígado o del aparato digestivo).
 Si tras consumir se va a conducir vehículos o manejar maquinaria.
 Si se padece algún trastorno psíquico
 Si se está tomando medicamentos que desaconsejen su consumo

Aunque no existe un consenso, la mayor parte de autores se muestran partidarios de considerar


bebedor de riesgo a quien consume gran cantidad de alcohol en poco tiempo; es decir, que al menos
una vez al mes tome 5 ó más bebidas alcohólicas que supongan más de 8 UBEs (4 combinados, o 4
cañas de cerveza más 2 combinados, por ej.) en una sola ocasión o en un periodo corto de tiempo
(horas). Esta conducta, que en la literatura profesional se conoce como “atracón” o “binge drinking”,
es de alto riesgo y es la que siguen actualmente una parte de los jóvenes en España y en otros países
de nuestro entorno.
FASES DE LA ENFERMEDAD ALCOHÓLICA
TABACO
La planta del tabaco pertenece al género Nicotiana, familia botánica de las Solanáceas. Esta planta
tiene grandes hojas y hermosas flores, además de una gran altura, igual o mayor que la de una
persona adulta.
Esta planta es la única que sintetiza y luego conserva en sus hojas secas un potente alcaloide que
recibe el nombre de nicotina y que da el nombre a su género vegetal.
Existe una gran diversidad de variedades del género Nicotiana (más de 60). Las dos más importantes
son la Nicotiana Tabacum, de la que se extrae el tabaco comercial y la Nicotiana Rústica, que no se
utiliza tanto por su sabor menos agradable.
Durante años, las hojas de esta planta se consumían aspirada en polvo muy fino (rapé), o se
mascaban (tabaco de mascar). También se pueden fumar en forma de puros: cigarro formado en su
integridad por tabaco, tanto en su contenido como en su envoltura, en forma de cigarrillos: con el
contenido de tabaco, pero el envoltorio de papel o en las pipas de fumar.
Pero no solamente el tabaco se utiliza para fumar, con sus hojas pueden hacerse cuadernos, hojas,
libros, agendas, etc... Es similar al papel y el perjuicio sobre el medio ambiente es menor.

Los componentes del humo del tabaco

Del humo que se desprende de la combustión del tabaco se desprenden un gran número de
sustancias (se habla de 3.000-4.000), aparentemente todas ellas negativas excepto el vapor de agua,
pero vamos a centrarnos en aquellas cuya influencia sobre la salud del fumador (activo o pasivo),
existe en la actualidad evidencia científica.

1. Los Alquitranes:

Son las sustancias responsables de la aparición de los diferentes tipos de cánceres atribuibles al
tabaquismo; se clasifican en tres categorías diferentes según su papel en el desarrollo de éstos
cánceres:
Iniciadores: sustancias cancerígenas que, por sí mismas, tienen capacidad para generar células
tumorales; entre ellos el alfa benzopireno
Promotores: sustancias que actúan estimulando la acción de las células tumorales;
Cocarcinógenos: sustancias que son incapaces por sí mismas de desarrollar una acción cancerígena,
pero favorecen el desarrollo de las células tumorales producidas por los iniciadores.

2. Monóxido de carbono (CO)

Se trata de un gas incoloro, muy tóxico, que se desprende


de la combustión del tabaco y del papel que envuelven al cigarrillo.
El CO penetra en la sangre a través de los alvéolos pulmonares, y se une a la hemoglobina
desplazando al oxígeno, con lo que la oxigenación de los tejidos se ve muy dificultada.
Por su toxicidad se está empezando a tener en cuenta la aparición de la concentración de CO en los
paquetes de tabaco.

3. Irritantes

Son los principales responsables de la tos, del incremento de la mucosidad y del lagrimeo en los
fumadores, a largo plazo son los componentes que producen patologías respiratorias como el
enfisema pulmonar o la bronquitis crónica.

4. Nicotina

Es la responsable de la adicción. Además, es el principal alcaloide del tabaco, presente en las hojas
de la planta y en el humo procedente de su combustión. De naturaleza volátil, es la sustancia que
da al tabaco su olor característico.
En los cigarrillos se encuentra en forma de sal ácida, por lo que no se disuelve en la saliva y no se
absorbe por la mucosa bucal. El fumador de cigarrillos se ve obligado a inhalar profundamente el
humo para que llegue a los alvéolos pulmonares y a través de ellos pase a la sangre.
Por el contrario en los puros y en tabaco de pipa se encuentra en forma alcalina, por lo que se
disuelve en la saliva, y se absorbe bien por la mucosa de la boca y de la faringe. Esta diferencia
explica que los fumadores de puros o pipas no tengan que inhalar el humo para experimentar los
efectos de la nicotina.
Una vez en el torrente sanguíneo la nicotina llega al cerebro en siete segundos.
La nicotina se clasifica farmacológicamente entre los estimulantes menores del S.N.C. Tiene no
obstante, un efecto bifásico, pudiendo el fumador regularlo para que sea estimulante o relajante
(básicamente, controlando la frecuencia y la profundidad de las aspiraciones).
La nicotina tiene una vida media aproximada de unas dos horas. A partir de este tiempo, a medida
que su concentración sanguínea (nicotemia) va disminuyendo, el fumador comienza a experimentar
deseos de fumar.
Se metaboliza en el hígado y se elimina por el riñón, siendo facilitado este proceso por la
acidificación de la orina.

¿Qué efectos produce?

La nicotina es una sustancia estimulante, pero la mayoría de los fumadores creen que el fumar les
relaja, pero en realidad es porque calma la ansiedad provocada por la falta de nicotina en el cuerpo
(un síntoma del síndrome de abstinencia).
Desde el momento que un individuo se convierte en un fumador habitual, los componentes tóxicos
del humo del tabaco comienzan una lenta pero infatigable labor.
Un gran número de enfermedades, en diversos sistemas de nuestro organismo, resultan provocadas
o favorecidas por el tabaquismo.
Aparecen, en un principio, esas "pequeñas" señales de alarma a las que el fumador se habitúa a
pesar de que van progresivamente mermando su calidad de vida (cansancio, tos, expectoraciones,
etc...). Son el principio de unos efectos negativos de los que se pueden destacar estos:

Efectos a corto plazo:

 Fatiga prematura.
 Mayor riesgo de anginas.
 Aumento de constipados.
 Tos y expectoraciones.
 Pérdida de apetito.
 Alteraciones del ritmo del pulso.
 Color amarillento de los dedos y dientes.
 Mal olor que se desprende de la boca y del aliento.

¿Qué riesgos provoca?

Existen una serie de enfermedades que se encuentran directamente relacionadas con el


tabaquismo, como son: el cáncer de pulmón, la bronquitis, el enfisema pulmonar y los problemas
cardiovasculares.
Hay otras enfermedades que también suelen aparecer en fumadores, como otras formas de cáncer
(labio, boca, laringe, esófago y vejiga) y la úlcera gastroduodenal.

El riesgo de padecer estas enfermedades depende de cuatro factores:

1. Consumo diario de cigarrillos: cuanto mayor es la dosis diaria mayor es el riesgo.


2. Duración del consumo: Cuanto antes se empezó a fumar y más largo es, por tanto, el periodo
de su vida durante el cual un sujeto consume tabaco, regularmente, mayor es el riesgo de
enfermar.
3. La forma de fumar: aquellas formas que aumentan la exposición del organismo al humo
(inhalación profunda y repetida, mantener el cigarrillo entre calada y calada), incrementan el
riesgo.
4. Tipo de cigarrillos: los cigarrillos con filtro, y aquellos que tienen un menor contenido de nicotina
y alquitrán (a igual consumo), reducen el riesgo de enfermar.
Tabaco y aparato respiratorio.

La exposición constante de las vías respiratorias a los componentes tóxicos del humo del tabaco,
incrementa la producción mucosa, dificulta la acción limpiadora de las células ciliares y reduce la
eficacia del sistema inmunitario. A consecuencia de este proceso, comienzan a aparecer los
síntomas más frecuentes entre los fumadores (tos y expectoración), primeros síntomas indicadores
de disfunción en el sistema.
A medida que va aumentando la gravedad puede aparecer:

1. Bronquitis crónica: Inflamación permanente que resulta de la irritación continuada del árbol
bronquial.
2. Enfisema pulmonar: Se caracteriza por la destrucción progresiva de los alvéolos y la retención
de aire en los pulmones.
3. Cáncer de pulmón: El hábito de fumar es el factor causal en la aparición de la mayor parte del
cáncer de pulmón, por lo que prácticamente desaparecería si se eliminara el hábito de fumar.

Tabaco y aparato circulatorio.

Los efectos del humo del tabaco sobre el aparato cardiocirculatorio, son debidos a la acción de la
nicotina y el CO2 .
La nicotina aumenta la presión arterial (sobrecargando las paredes de las arterias), la frecuencia
cardiaca (sobrecargando de trabajo al corazón) y la coagulabilidad de la sangre (incrementando la
presencia de lípidos y favoreciendo al formación de trombos). El CO2 disminuye la oxigenación del
organismo (hipoxia), lo que tiene efectos negativos, especialmente sobre el corazón.
Esto puede llegar a producir arteriosclerosis, que afecta fundamentalmente a las arterias del
corazón, el cerebro y las extremidades, y que puede dar lugar a distintas formas de patología:

1. Enfermedades coronarias: por obstrucción de las arterias coronarias (cardiopatía isquémica,


angina de pecho e infarto de miocardio);
2. Accidentes cerebro vasculares: por obstrucción de las arterias cerebrales (hemorragia,
trombosis y embolias cerebrales); Pueden dar lugar a muerte súbita;
3. Enfermedades vasculares periféricas: por déficit de riesgo en las extremidades superiores e
inferiores.
Tabaco y aparato digestivo.

Por causa del efecto de la nicotina, se favorece la aparición de enfermedades como la gastritis
crónica, (dos veces más frecuente en fumadores que en no fumadores), la úlcera gastroduodenal y
la esofagitis por reflujo.

Tabaco y embarazo.

Evidencias científicas apoyan la influencia del tabaquismo en el bajo peso de los recien nacidos y de
los problemas que se producen en el desarrollo y crecimiento del feto; además de aumentar las
posibilidades de abortos espontáneos, nacimientos prematuros y complicaciones durante el
embarazo y en el parto.
ANFETAMINAS
Las anfetaminas son un tipo de sustancia clasificada dentro del grupo de excitadores o
psicoanalépticos. Se trata de compuestos químicos sintéticos derivados de la beta-fenil-
isopropilamina, si bien en su origen se derivan de sustancias derivadas de la planta Catha edulis.
El término "anfetamina" en cuestión suele referirse al grupo de sustancias derivadas del ácido
anfetamínico o de composición semejante, si bien dentro de las anfetaminas existe un subgrupo
denominado del mismo modo. Como agentes psicoactivos activadores provocan un incremento en
el funcionamiento del sistema nervioso, aumentando la vigilia, la alerta y la energía física y mental.

Sus efectos en el organismo

Sus efectos sobre el organismo suponen en un primer momento una sensación de euforia y un
aumento de energía considerable, junto con un ánimo expansivo y desinhibido (aunque en algunos
casos puede mejorar el autocontrol). El sujeto permanece despierto y sus capacidades cognitivas
parecen ser más veloces y verse potenciadas. El consumidor tiende a aumentar su nivel de
conciencia, atención y concentración.
Las anfetaminas generan la sensación de aumento de la capacidad de control y la autoconfianza,
además de dar impresión de claridad de pensamiento. También genera un aumento de la actividad
motora, aumentando la tasa cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria. Disminuyen
sueño, cansancio y hambre.
Las anfetaminas se han utilizado en una gran variedad de circunstancias: desde el uso medicinal
para tratar diversas afecciones hasta el aumento en el rendimiento deportivo o incluso académico,
pasando por el uso meramente recreativo. Suelen consumirse de forma oral, aunque pueden
administrarse por vía intravenosa o inhalada en forma de polvo. Sus efectos son muy semejantes a
los de la cocaína, si bien presentan menos riesgos que ésta.

Mecanismos de acción

El mecanismo de acción de las anfetaminas se basa en el bloqueo de recaptación de las


monoaminas, haciendo especial hincapié en los de la dopamina y la noradrenalina. Además,
también influyen en la síntesis de estas sustancias, provocando que se genere más cantidad. Esto
provoca que los efectos de dichos neurotransmisores duren más tiempo al permanecer más en el
espacio sináptico y ser utilizados por las neuronas postsinápticas
Las anfetaminas son pues agonistas de la dopamina y la noradrenalina, cosa que provoca las
sensaciones placenteras y de aumento de energía típicos de este grupo de sustancias. También lo
es de la serotonina, pero en un grado mucho menor.

Usos médicos

Las anfetaminas son sustancias que, al igual que la mayoría de drogas ilegales, tienen en su origen
fines medicinales. En el caso concreto de las anfetaminas dichos usos medicinales siguen vigentes
en una gran cantidad de casos, empleándose a menudo medicamentos basados en o derivados de
este tipo de sustancias para tratar diferentes dolencias.
Concretamente se hoy en día se emplean en algunos tratamientos contra la obesidad (dado que
provoca un aumento de la actividad a la vez que disminuye sensaciones como la fatiga y el apetito),
la narcolepsia (sus efectos excitadores pueden combatir los episodios de sueño) e incluso el
trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH (en estos casos se emplean derivados
de las anfetaminas dado que mejoran la capacidad atencional y reducir los síntomas impulsivos en
este tipo de población).

Efectos secundarios y riesgos

Si bien el consumo de anfetaminas puede ser beneficioso en algunos casos y genera un aumento
temporal del rendimiento de las capacidades físicas y mentales, el uso recreativo y continuado de
estas sustancias puede provocar graves efectos tanto a corto como a largo plazo, especialmente si
se dan intoxicaciones o si se genera dependencia.

1. Dependencia

Si bien no tienen tanta capacidad de enganche como la cocaína, las anfetaminas poseen un elevado
potencial adictivo debido a su actuación sobre el sistema de recompensa cerebral y a la progresiva
adquisición de tolerancia que hace que cada vez sea necesario un mayor consumo para notar los
mismos efectos.

2. Síndrome de abstinencia

La retirada brusca del consumo de anfetaminas puede generar síndromes de abstinencia, los cuales
suelen generar efectos contrarios a los que produce su consumo. Así, suele observarse cansancio y
disminución de energía, pesadillas, insomnio, craving o deseo imperioso de consumo, agitación
motora, ansiedady depresión, incapacidad de concentrarse o labilidad emocional.
3. Problemas de sueño
Tanto si se circunscribe al ámbito de la abstinencia como si no, uno de los problemas que el consumo
de anfetaminas puede causar es dificultades a la hora de conciliar el sueño o en el hecho de que
este no produzca sensación de descanso.

4. Alucinaciones y alteraciones perceptivas

Si bien la actuación de las anfetaminas no se centra en este aspecto, en ocasiones se han


manifestado la presencia de alucinaciones de tipo visual.

5. Problemas cardiorrespiratorios
Las anfetaminas tienen efectos en el sistema cardiovascular, aumentando presión sanguínea, tasa
cardíaca y frecuencia respiratoria. Especialmente cuando se da una intoxicación, puede
generar taquicardia, sudoración y aumentos de presiónque pueden desembocar en casos graves
en parada cardiorrespiratoria.

6. Apetito
Como hemos mencionado anteriormente, las anfetaminas provocan la disminución del apetito. Si
bien puede ser beneficioso para algunas personas y de hecho se emplea para tratar la obesidad,
puede que esta pérdida pueda acabar generando problemas nutricionales como la anemia.

7. Alteraciones motoras

Tanto en intoxicación como en abstinencia es frecuente que las anfetaminas provoquen


alteraciones en el aparato locomotor. Es posible que se genere debilidad y enlentecimiento o por el
contrario agitación y temblores, pudiendo llegar en casos de intoxicación grave a propiciar crisis
epilépticas.

8. Lenguaje alterado
Es frecuente que el consumo de anfetaminas pueda provocar logorrea derivada del estado de
excitación física. El sujeto tiene un habla rápida y profusa, si bien puede que se produzca fuga de
ideas.

9. Problemas emocionales
Es frecuente que a la larga el consumo de estas sustancias genere labilidad emocional, pasando de
alegría a tristeza con gran facilidad y pudiendo generar ansiedad o depresión en su consumidor.
También pueden llegar a generar ideaciones suicidas.
COCAÍNA
Este estimulante se presenta en la naturaleza y fue descubierto por los aborígenes sudamericanos
hace muchos siglos. La masticación de sus hojas en estado natural permite soportar el hambre, el
frío, la fatiga y el apunamiento a los que están expuestos quienes viven en la zona del Altiplano. El
efecto es moderado porque la masticación libera muy pequeñas dosis del principio activo de la
droga.
En 1860, el uso de la droga comenzó a extenderse entre los médicos y fabricantes de medicinas. Se
la incorporaba como ingrediente de tónicos, jarabes y elixires. Entre 1890 y 1903, una bebida
refrescante que acababa de ser lanzada al mercado norteamericano, la Coca-Cola, tenía como
ingrediente principal la hoja de la coca. Cuando comenzó a elaborarse el clorhidrato de cocaína, su
consumo se generalizó entre artistas de cine y personas de alto poder adquisitivo, ya que su costo
exorbitante la hacía inalcanzable para las mayorías. En el pasado se utilizó como analgésico,
anestésico local y vasoconstrictor. Aunque en la actualidad no tiene ningún uso médico y su
producción está expresamente prohibida, es la droga ilegal de mayor consumo en el mundo.
La cocaína se elabora de tres maneras: polvo, pasta-base o crack. El polvo o clorhidrato de cocaína,
también llamado "nieve", es un polvillo blanco, impalpable, que se inhala por medio de un canuto y
toma contacto con el organismo a través de las mucosas nasales. Debido a que en su elaboración se
incorporan elementos químicos altamente tóxicos, entre otros, cal, amoníaco, nafta, ácido sulfúrico,
acetona, éter y ácido hidroclorhídrico, la inhalación continua produce una inflamación en la mucosa
nasal que deriva en ulceraciones y perforación del tabique.
El clorhidrato de cocaína produce un estado de excitación, comodidad y sensaciones de fortaleza
física y sexual. Cuando una persona insegura o débil de carácter descubre sus efectos, cree
ingenuamente haber hallado la sustancia milagrosa que hará desaparecer sus males. En realidad,
aunque algunos usuarios pueden resistir durante algún tiempo el uso sin llegar a la adicción, la
mayoría cae en la dependencia física y psicológica ya que la tolerancia a la droga hace que sean
necesarias dosis cada vez mayores para sentir el mismo efecto estimulante.
Es frecuente que la cocaína genere una dependencia psicológica por la cual el individuo no puede
llevar a cabo sus tareas diarias sin administrarse una dosis creciente de la droga, que se transforma
así en una exigencia apremiante. La angustia que provocan las dificultades para conseguirla se
renueva cada día y las maniobras delictivas a que se debe recurrir para satisfacer esa necesidad
llevan a menudo a la degradación moral.
La pasta de coca, cuyo nombre científico es sulfato de cocaína y sus nombres populares son "basuco"
o "pasta", tiene el aspecto de un polvo grisáceo, blanco o tostado. Se la utiliza mezclándola con
tabaco o marihuana para ser fumada. Se trata de un derivado de la cocaína que sufre un proceso de
concentración por medio de la inclusión de ácido sulfúrico, metanol, kerosene y otros productos
altamente venenosos.Al ser aspirada la pasta produce un inmediato bienestar y también es más
rápido el proceso de adicción y deterioro de la salud. Como el costo de la pasta es mucho menor
que el del clorhidrato de cocaína se ha popularizado en sectores sociales medios con una velocidad
alarmante, lo cual provoca daños entre los jóvenes que aún no es posible cuantificar.
Una intoxicación severa de cocaína produce un cuadro de angustia, depresión, palidez marcada,
sudoración fría y viscosa, pérdida del conocimiento, baja presión arterial, bradipnea, convulsiones
y puede llegar al paro respiratorio. Al comienzo de una intoxicación aguda se sienten fuertes dolores
de cabeza, excitación, temblores, taquicardia, mareos, y el caminar se hace vacilante. La arritmia
cardiaca que provoca puede darse en forma directa o por la acción de la droga sobre la recaptación
de catecolaminas. Suelen darse arritmias y taquicardias ventriculares, fibrilación y asistolia. En las
mujeres embarazadas, el uso de cocaína puede producir vasoconstricción placentaria, contracciones
anormales, abortos espontáneos, malformaciones congénitas, mortalidad perinatal y alteraciones
en la conducta del recién nacido.
La base de coca o crack es un alcaloide de cocaína o benzoilmetilecgonina. En la jerga de los adictos
se la conoce también como "base-libre" o "base". No tiene ningún uso médico y se presenta en
forma de cristales blancos. Para obtener el crack se incorporan elementos químicos como éter,
amoníaco y bicarbonato de soda, entre otros. El crack es 15 veces más barato que la cocaína. Por
ese motivo lo adoptaron las clases sociales más bajas. De allí que se la conoce como la "cocaína del
pobre". El crack llega al cerebro en cuestión de segundos y sus efectos y consecuencias son más
agudos y destructivos que los de la pasta de coca porque la tolerancia y la dependencia se producen
en forma instantánea. Además, el riesgo de muerte por envenenamiento se eleva en forma
alarmante. En los fumadores de crack se han constatado roturas de la aorta ascendente, que se
produce por el aumento exagerado de la temperatura sistólica.
El cocainómano pasa por cuatro estados, cuyas intensidades están en relación directa con las dosis
consumidas. Estos son: euforia, disforia, alucinosis y psicosis. Entre el efímero placer de la euforia
y la pérdida del contacto con la realidad de la psicosis, el adicto padece infinitas angustias y terrores.

Los síntomas físicos que produce la cocaína son los siguientes:

 Ardor en los ojos.


 Resecamiento de la garganta.
 Palpitaciones y temblores.
 Sudoración abundante.
 Dolor de cabeza y mareos.
 Dilatación de pupilas.
 Contracciones de los músculos de los ojos.
 Fiebre, convulsiones y delirios.
 Desnutrición y pérdida de peso.
 Deficiencia inmunológica.
 Afecciones cardíacas y hepáticas.
 Enfisema pulmonar.
 Muerte por intoxicación.

Las consecuencias en la psiquis del consumo de la droga son:

 Pérdida de las motivaciones.


 Depresión.
 Apatía, irresponsabilidad, desinterés.
 Aislamiento.
 Dificultades para interrelacionarse.
 Abandono del aspecto personal.
 Pérdida de la memoria y de la concentración.
 Agresividad, descontrol, impulsos delictivos, violencia.
 Suspicacia extrema y paranoia.
 Inclinación al suicidio.

Es el principal alcaloide de un arbusto denominado Erithroxylon coca, que se cultiva en la zona


occidental de América del Sur (Colombia, Perú y Bolivia). El arbusto tiene una corteza rugosa de
color pardo rojizo, puede llegar a alcanzar hasta los seis metros de altura en las condiciones más
favorables, aunque en la actualidad no dejan que sobrepase los dos metros con el fin de facilitar su
recolección.

La hoja de coca es la única parte que contiene cocaína, está dispuesta en grupos de siete
aproximadamente en cada tallo.

Su sabor es amargo, produciendo en la lengua una ligera sensación de embotamiento o anestesia


local. En países andinos se utiliza para soportar lcos inconvenientes de las grandes altitudes, el
hambre y las fatigas, mascando estas hojas junto con una pequeña piedra caliza o polvo de cal que
aumente la salivación, aunque en estudios se ha demostrado que esto no es eficaz fisiológicamente,
ya que la cantidad de cocaína ingerida con la masticación de sus hojas es mínima y sus efectos
podrían compararse a los de dos tazas de café (Phillips J, R.D. Wynne, 1980).

Sulfato de coca o pasta base: también llamado basuko, baserolo o suzuki. El proceso de elaboración
se realiza en las inmediaciones de la plantación, principalmente por no desplazar grandes cantidades
de hoja de coca, ya que para obtener un kilo de pasta se necesitan alrededor de 125 kilos de hoja.
Esta pasta se obtiene, primero mezclando la hoja triturada con agua y queroseno; después se separa
el queroseno y de desecha la hoja de coca, se agrega agua más ácido sulfúrico, después de filtrado
se mezcla con cal o amoniaco, el secado de esto da lugar a la pasta de coca. Su aspecto es de una
pasta parda negra, fumable que ocasiona complicaciones tóxicas debido al plomo de los
componentes utilizados en el proceso de elaboración.

La cocaína base: también denominada free-base o base libre, proviene de la mezcla de la pasta de
coca con eter, al evaporarse con calor aparecen unos cristales casi puros de cocaína base muy
potente, en ambientes marginales se denomina crack, se llama así porque hace un sonido de crujido
cuando se calienta, su aspecto es parecido a la porcelana, y triturado asemeja a escamas de jabón.
Se fuma mezclado con el tabaco o se calienta en pipa de agua y se inhala el humo resultante.
La cocaína: es el clorhidrato de cocaína, obtenido a partir de la pasta base, con clorhídrico y
extracción acetona etanol.
Se trata de un polvo blanco, cristalino y de sabor amargo, en ambientes callejeros se denomina:
nieve, coca o farlopa.

Fases de elaboración de la cocaína

Etapa Sustancia Química Sustituto

Queroseno. Gasolina, benzeno.


De hojas de coca a la pasta Ácido sulfúrico. Carbonato de sodio.
Carbonato sódico. Hidróxido sódico.
Ácido sulfúrico. Ácido clorhídrico.
De la pasta a la base de cocaína Permanganato Dicromato de potasio.
potásico. Hidróxido sódico.
Cloroformo.
De la base de cocaína al clorhidrato de Éter etílico.
Metimetilo acetona.
cocaína Acetona.
Gas cloruro de
Ácido clorhídrico.
hidrógeno.

Formas de consumo

La vía más frecuente de empleo de la cocaína es la intranasal o esnifada, cada dosis se denomina
comúnmente tiro o raya. También es utilizada la vía intravenosa, hoy en desuso, por los riesgos que
conlleva la forma de aplicación. Otra forma de consumo es fumada (crack).
A menudo se combina la cocaína con la heroína (speedball), el consumidor busca obtener los efectos
rápidos de la cocaína y los sedantes de la heroína, sin llegar a padecer el crash ( el impulso
incontrolable de volver a consumir) por falta de cocaína.

Patrones de consumo

 Recreativo o social: se utilizan dosis altas y concentradas en un breve espacio de tiempo, el


consumo se acaba cuando se está exhausto o se termina la droga.
 Compulsivo: uso crónico, diario o casi diario. El consumo es el que organiza la propia vida, se
produce una gran dependencia a la sustancia.
 Policonsumo: sobre todo con cánnabis y alcohol. Se ha producido un aumento del consumo de
alcohol como primera droga y la cocaína como secundaria para poder mantenerse despierto
durante más tiempo.

¿Qué efectos produce?

Los efectos son como los de otros estimulantes del Sistema Nervioso Central aunque de menor
duración. Entre ellos se encuentra: sensación de euforia y excitación, elevación del estado de ánimo,
menor percepción de la fatiga, hiperactividad verbal (verborrea) y motora, aumento de la
sociabilidad.

En consumidores habituales después de este estado se produce cansancio y apatía, que incita
a consumir de nuevo.
Fisiológicamente se produce elevación de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, reducción
del sueño e inhibición del apetito, aumento de la actividad muscular y de la temperatura corporal
produciéndose en ocasiones sudoración, temblor y fatiga muscular.
El consumo de cocaína, en ocasiones, se ha relacionado con un aumento del interés sexual,
afectando a la excitación pudiendo producir eyaculación espontánea, sin estimulación genital
directa. Esto unido a la excitación, a la hiperactividad, y a la desinhibición, descritas anteriormente,
puede llevar a actos sexuales atípicos o promiscuos sin valorar los riesgos. Aunque parece que el
orgasmo se demora puede llegar a presentar disfunciones sexuales, dando lugar a impotencia o
frigidez, dificultad en mantener la erección y la eyaculación y pérdida de interés por el sexo; las
mujeres pueden padecer alteraciones del ciclo menstrual, amenorrea, infertilidad y dificultad para
alcanzar el orgasmo.

¿Qué riesgos provoca?

Su uso habitual puede producir las siguientes consecuencias a largo plazo:

 Problemas de tipo cardiovascular: hipertensión,arritmias cardiacas, infartos de miocardio,


ruptura de la aorta...
 Problemas pulmonares: hemorragia en los alveolos pulmonares, neumotórax, trombosis
pulmonar y reacción de hipersensibilidad pulmonar.
 Problemas en el embarazo: abortos espontáneos, muerte fetal, prematuridad e infartos
placentarios.
 Complicaciones renales: se puede producir insuficiencia renal.
 Complicaciones otorrinolaringológicas: debido al consumo esnifado produce rinitis crónica
hasta producir erosiones o perforaciones del tabique nasal
 Problemas psiquiátricos: Depresión cocaínica, paranoias, conductas violentas y psicosis
cocaínica.
 Infecciones por la vía de consumo: hepatitis B, SIDA ...

Con el uso crónico, suele aparecer un cuadro muy florido de psicosis paranoide con episodios de
agresividad e ideas de persecución, agitación, irritabilidad, cansancio e impulsividad, en su forma
más grave podría tratarse de una urgencia psiquiátrica.
Los consumidores suelen volverse depresivos, suspicaces e irritables, lo que conlleva a conductas
agresivas y violentas.
Cuando se esnifa puede dar lugar a complicaciones nasales, entre ellas erosiones o perforaciones
del tabique nasal.
Otras complicaciones generales son la anorexia, la pérdida excesiva de peso, malnutrición,
deshidratación, temblores y episodios de convulsiones.

EXTASIS

La expresión inglesa designer drugs ha sido traducida como "drogas a medida" o "drogas en escala",
pero la interpretación más extendida es "drogas de diseño". Con esta expresión se designa a ciertas
sustancias de un origen natural cuya estructura química se ha modificado mediante la manipulación
en el laboratorio. Estas experimentaciones fueron aprovechadas por los narcotraficantes porque de
esta manera lograban comercializar sustancias no registradas como drogas.

Existe una gran cantidad de fármacos de diseño sintético que fueron creados por los investigadores
con distintos fines terapéuticos. Así es como los medicamentos son cada día más específicos, más
potentes y presentan menos efectos colaterales. Ante la multiplicidad de elementos novedosos y
las tácticas de enmascaramiento de los traficantes, las leyes debieron cambiar. Antes se castigaba a
quienes consumían o vendían las drogas señaladas en un listado de sustancias; ahora es ilegal la
comercialización, tenencia y consumo de cualquier sustancia no autorizada.

La aparición de nuevas drogas, legales o ilegales, se debe a la investigación sobre el diseño de la


estructura de los medicamentos que realiza la industria farmacéutica mundial. Esto puede llevar a
una mutación en las costumbres adictivas de las nuevas generaciones y, por ende, a una renovación
constante de las estrategias de prevención y control. En 1980, apareció en los Estados Unidos un
sucedáneo de la heroína de origen sintético llamado "china white" que causó estragos entre los
heroinómanos. Esta sustancia, derivada del alfentanil, nació de la manipulación inescrupulosa y
clandestina y a causa de su defectuosa composición produjo numerosas muertes, lesiones
cerebrales graves y síntomas de Mal de Parkinson a muchos jóvenes.
La mayoría de las anfetaminas sintéticas que circulan en la actualidad en el mercado negro derivan
de la metanfetamina. Esta droga apareció en 1938 y es conocida por sus consumidores como
"speed". Sus propiedades ambiguas no permiten una clasificación puntual ya que sus efectos
navegan entre los de las anfetaminas y los alucinógenos. Los síntomas embriagantes provocan el
aumento de los sentimientos, la agudización de la atención y fluidez en la comunicación.
Los científicos de los grandes laboratorios medicinales investigan drogas sintéticas que afectan las
proteínas del cerebro y los neurotransmisores de la mente para descubrir nuevas sustancias con el
propósito de mejorar los tratamientos neurológicos. Es decir, para dar soporte a la vida. En cambio
quienes propician e incentivan el consumo de estas sustancias con fines meramente comerciales
sólo dan soporte a conductas adictivas, es decir, a la muerte.
La mala calidad de las drogas de diseño está en relación directa con su precio. El narcotráfico logró
así llevar su mercancía a estratos sociales que antes no podía acceder al consumo de drogas.
Considerando que el porcentaje de pobres supera ampliamente a las clases media y alta, es fácil
comprender el interés mercantilista que llevó a los narcos a solventar las investigaciones de
numerosos laboratorios independientes. El objetivo era que sintetizaran ciertos fármacos con el fin
de crear adicciones más económicas e igualmente peligrosas.

Éxtasis

El éxtasis es una droga sintética técnicamente conocida como MDMA. En los Estados Unidos la
llaman XTC o Adam, y en Inglaterra se la designa con la letra "E". MDMA son las siglas que responden
a su nombre químico, que es 3,4-metilendioxmetanfetamina. Esta droga nace de una mezcla de
ingredientes naturales (nuez moscada, cálamo, azafrán, perejil, eneldo, vainilla y otros) con
sustancias químicas (como amoníaco y metilo, entre otras). Fue sintetizada por primera vez en 1910
por G. Mannish y W. Jacobsen, dos químicos alemanes de la compañía Merck y fue designada en
sus orígenes como MDMA.
Luego de numerosas pruebas de laboratorio, la empresa patentó el producto y trató, sin éxito, de
comercializarlo como anoréxico. Poco después la investigación sobre el producto fue abandonada.
En 1953, el ejército norteamericano, en su búsqueda de drogas que hicieran confesar a los agentes
comunistas, realizó pruebas de experimentación con LSD y MDMA. A partir de ese momento,
numerosos científicos comenzaron a estudiar el MDMA y a describir sus efectos psicoactivos:
aumento de la percepción, sensación de desdoblamiento y alucinaciones.

Muchas sustancias psicodélicas, como la ibogaina, el LSD y la MDMA, fueron después utilizadas por
los psicólogos con fines terapéuticos sin ninguna eficacia evidente. En 1967, Leo Zoff tomó
conocimiento del MDMA y propagó entre la comunidad psicológica y psiquiátrica norteamericana
la información y las técnicas que llevaría al uso extendido de esta droga. Para evitar que se
prohibiera el uso de esta sustancia, como había sucedido con el LSD cuando lo adoptaron los
"hippies", los profesionales y especialistas evitaban dar a conocer o publicar sus descubrimientos y
conclusiones. El uso de esta droga en ámbitos médicos se mantuvo por varios años en secreto, pero
finalmente fue adoptada por el movimiento Nueva Era que la difundió por el mundo entero.
La denominación "píldora del amor" se debe a que motiva experiencias de una intensidad emocional
tal que promueve relaciones afectivas ficticias. Esto produjo lo que se conoció como el "síndrome
del matrimonio instantáneo". Por eso, en el comienzo de la década del ‘80 los estudiantes
universitarios norteamericanos usaban remeras con el slogan "No te cases hasta seis semanas
después de haber consumido éxtasis". Por entonces era ya la droga de moda entre "yuppies", gays
y universitarios.
En 1985, se dieron a conocer estudios que demostraron que el éxtasis era peligroso para la salud y
la droga fue declarada ilegal. Su popularidad aumentó enormemente a causa del marketing que
hicieron los narcotraficantes y del espacio que le dieron los medios de comunicación, que
convirtieron el éxtasis en una cuestión nacional. Los diarios y revistas de mayor tirada y los
programas masivos de televisión le dedicaron largos reportajes y debates, y su uso clandestino se
hizo inevitable.
La prohibición fue aprovechada por los narcotraficantes, que la introdujeron en las discotecas
diciendo que tenía efectos afrodisíacos. En realidad, según la opinión de diferentes expertos que
han estudiado el uso y abuso de MDMA, el éxtasis produce:

 Pérdida del apetito y de sueño.


 Constricción de los vasos sanguíneos.
 Temblores.
 Deshidratación.
 Aumento masivo de la presión sanguínea.
 Conducta paranoide.
 Hemorragias y lesiones cerebrales.
 Fallo cardíaco.
 Esquizofrenia.
 Reacciones peligrosas en individuos que toman medicación psicoactiva, que son hipersensibles, con
problemas psicológicos, antecedentes psicóticos o personalidad inestable.
 La estimulación del sistema nervioso central que implica riesgos asociados al uso de anfetaminas.
 Luego de un fuerte consumo de éxtasis, la interrupción repentina suele provocar un profundo
estado depresivo que puede conducir al suicidio.
 La liberación de radicales libres que produce el consumo frecuente de éxtasis puede generar un
trastorno psicótico en personas de carácter inestable. Este estado se caracteriza por delirios
persecutorios, excitación, estupor y miedo intenso.
 A causa de las visiones psicodélicas puede generar cuadros de esquizofrenia y paranoia transitorias
que se incrementan si se continúa con el consumo.
 Alucinaciones auditivas y visuales.
 La "evaporación" de las barreras psicológicas puede desenmascarar profundos dolores ocultos,
recuerdos afligentes, remordimientos y culpas bloqueadas, cuya liberación puede conducir a
actitudes autodestructivas. Esto forma parte de los llamados "malos viajes", en los que se destapan
emociones negativas ocultas en el subconsciente.
LSD

El LSD-25 (dietilamida del ácido lisérgico) es una de las principales drogas que constituyen la clase
de alucinógenos. El LSD se descubrió en 1938 y es uno de los químicos más potentes capaces de
cambiar el estado de ánimo. Se fabrica a partir del ácido lisérgico, que se encuentra en el
cornezuelo, un hongo que crece en el centeno y otros cereales.

El LSD, al que se refieren generalmente como “ácido”, se vende en las calles en tabletas, cápsulas y,
ocasionalmente, en forma líquida. Es inodoro, incoloro, y tiene un sabor ligeramente amargo y
generalmente se toma por la boca. Con frecuencia el LSD se le agrega al papel absorbente, como al
papel secante, y se divide en pequeños cuadros decorados que representan una dosis.

La Agencia Antidrogas informa que la potencia de las muestras de LSD obtenidas en la actualidad de
fuentes ilegales varían desde 20 a 80 microgramos de LSD por dosis. Esto es considerablemente
menor que los niveles reportados durante los años 60 y principios de los años 70, cuando las dosis
variaban entre los 100 y los 200 microgramos, o más, por unidad.

Peligros para la Salud

Los efectos del LSD son impredecibles. Dependen de la cantidad


ingerida, de la personalidad del consumidor, del estado de ánimo,
y de las expectativas; y de los alrededores en los que se usa la
droga. Generalmente, el usuario siente los primeros efectos de la
droga dentro de los primeros 30 a 90 minutos después de haberla
ingerido. Los efectos físicos incluyen pupilas dilatadas, alta
temperatura corporal, aumento del ritmo cardíaco y de la presión
sanguínea, sudor, pérdida del apetito, incapacidad para dormir,
boca reseca, y tembladera.

Las sensaciones y los sentimientos cambian mucho más dramáticamente que las manifestaciones
físicas. El usuario puede sentir varias emociones diferentes a la vez o cambiar rápidamente de una
emoción a otra. Si se toma en una dosis suficientemente grande, la droga produce delirios
y alucinaciones visuales. El sentido de tiempo y de si mismo del consumidor cambian. Las
sensaciones pueden parecer que “se cruzan”, dándole al usuario la sensación de oír los colores y ver
los sonidos. Estos cambios pueden ser aterradores y pueden producir pánico.

Los usuarios se refieren a sus experiencias con LSD como a un “viaje” y a reacciones agudas adversas
como a un “viaje malo”. Estas experiencias son prolongadas – típicamente pueden empezar a
disiparse después de 12 horas.

Algunos usuarios de LSD sufren pensamientos y sentimientos severos, aterrorizantes, miedo de


perder control, miedo a la locura y a la muerte, y desesperación usando LSD. Han ocurrido algunos
accidentes fatales durante estados de intoxicación de LSD.

Muchos usuarios de LSD sufren “flashbacks” (escena retrospectiva), o recurrencia de ciertos


aspectos de la experiencia de una persona, sin haber tomado la droga de nuevo. Un flashback ocurre
de repente, a menudo sin ninguna advertencia, y puede ocurrir unos pocos días o más de un año
después de haber usado LSD. Los “flashbacks” generalmente les ocurren a personas que han tomado
alucinógenos crónicamente o a las que tienen un problema de personalidad subyacente; sin
embargo, las personas que por lo demás gozan de buena salud que consumen LSD pueden tener
“flashbacks”. Los usuarios de LSD psicosis relativamente duraderas, tales como esquizofrenia o
depresión severa. Es difícil determinar el alcance y el mecanismo de la contribución del LSD en estas
enfermedades.

La mayoría de los usuarios de LSD voluntariamente disminuyen su consumo o lo cortan con el


tiempo. El LSD no se considea una droga adictiva puesto que no produce comportamiento
compulsivo a buscar la droga como lo hace la cocaína, la anfetamina, la heroína, el alcohol, y la
nicotina. Sin embargo, como muchas de las drogas adictivas, el LSD produce tolerancia, así que
muchos usuarios que toman la droga repetidamente deben tomar progresivamente dosis más altas
para lograr el estado de intoxicación que habían logrado previamente. Esta es una práctica
extremadamente peligrosa, dada la falta de predicción de la droga. NIDA está financiando estudios
que se enfocan en las propiedades de comportamiento neuroquímico del LSD. Esta investigación
suministrará un mayor entendimiento sobre los mecanismos de acción de la droga.

Alcance del Uso

Estudio de Observando el Futuro (MTF)


Desde 1975, investigadores de MTF (Monitoring the Future) [Observando el Futuro] han encuestado
anualmente casi 17.000 estudiantes del último año de secundaria en todo el país para determinar
las tendencias en el uso de drogas y para medir las actitudes y pareceres acerca del abuso de drogas.
Durante los últimos dos años, el porcentaje de graduandos que han usado LSD se ha mantenido
relativamente estable. Entre 1975 y 1997, el uso de LSD en algún momento de la vida lo reportó la
clase de 1986, 13.6 por ciento de los graduandos habían usado LSD por lo menos una vez en la vida.
El porcentaje de graduandos que reportaron uso de LSD en el último año casi se duplicó de un bajo
de 4.4 por ciento en 1985 a un 8.4 por ciento en 1997.
En 1997, el 34.7 por ciento de los graduandos percibieron gran riesgo en el uso del LSD una o dos
veces, y el 76.6 por ciento dijo qe veían gran riesgo en el uso regular del LSD. Más del 80 por ciento
de los estudiantes de último año de secundaria desaprobó que la gente consuma LSD en base
regular.

Casi el 51 por ciento de los graduandos dijo que hubiera sido bastante fácil o muy fácil para ellos
conseguir LSD si lo hubieran querido.
Encuesta Domiciliaria Nacional sobre Abuso de las Drogas (NHSDA)
La NHSDA reporta la naturaleza y el alcance del uso de drogas entre la población residencial
estadounidense de 12 años de edad o mayor. En 1996 la NHSDA estima, que el porcentaje de la
población de 12 años de edad o mayor que habían usado LSD alguna vez en su vida (la tasa
prevalente de la vida) había aumentado a 7.7 por ciento de 6.0 por ciento en 1996. Entre los jóvenes
de 12 a 17 años de edad, la tasa prevalente de vida de LSD fue de 4.3 por ciento, y para los de edades
entre 18 y 25 años, la tasa prevalente fue de 13.9 por ciento. La tasa de uso de LSD para el último
año entre la población de 12 años de edad o mayor fue del 1 por ciento en 1996. El último año fue
la más alta entre las edades de 12 y 17 años (2.8 por ciento) y para 18 a 25 (4.6 por ciento). La tasa
de uso recurrente de uso de LSD en 1996 para los de edades entre 18 y 25 fue de 0.9 por ciento, y
fue 0.8 por ciento para los jóvenes de 12 a 17 años de edad.
MARIHUANA

El cáñamo común es una planta herbácea anual cuya única especia es la Cannabis sativa, que
presenta dos variedades: Cannabis sativa índica y americana. Es un arbusto silvestre que crece en
zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura de seis metros, extrayéndose de él los
cannabinoides.
Su componente psicoactivo más relevante es el Delta-9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC),
conteniendo la planta más de sesenta componentes relacionados. Se consume preferentemente
fumada, aunque pueden realizarse infusiones, con efectos distintos. Un cigarrillo de marihuana
puede contener 150 mg de THC, y llegar hasta el doble si contiene aceite de hachís, lo cual según
algunos autores puede llevar al síndrome de abstinencia si se consume entre 10 y 20 días. La
tolerancia está acreditada, siendo cruzada cuando se consume conjuntamente con opiáceos y
alcohol. Respecto a la dependencia, se considera primordialmente psíquica. Los síntomas
característicos de la intoxicación son: ansiedad, irritabilidad, temblores, insomnios, muy similares a
los de las benzodiacepinas.
Puede presentarse en distintas modalidades de consumo, sea en hojas que se fuman directamente,
en resina del arbusto o en aceite desprendido de este último. El color de la hoja va del verde
amarillento al marrón oscuro según el lugar de procedencia. De la modalidad en que se presente la
droga dependerá su denominación. El producto resultante del corte de la parte superior de la planta
(hojas y tallos), cuando ésta es troceada y enrollada como cigarrillos, recibe el nombre de
"marihuana" (también es conocida como "hierba", "mota", "mafú", "pasto", "maría", "monte",
"moy", "café", "chocolate", "chala", "porro", etc. Y en inglés se la conoce como: "pot", "herb",
"grass", "weed", "Mary Jane", "reefer", "skunk", "boom", "gangster", "kif", "ganja", etc.). Su efecto
es aproximadamente cinco veces menor que el del hachís.
El hachís se obtiene de la inflorescencia del cáñamo hembra, sustancia resinosa que se presenta en
forma de láminas compactas con un característico olor. Es un exudado de resina seco que se extrae
por filtración de la parte superior de la planta y de la cara inferior de las hojas. El aceite de hachís es
un concentrado destilado de hachís.
La marihuana es la forma más frecuente, conteniendo de 0,3 a 3,5 % de THC; la concentración de
THC llega al 10 % en el hachís, siendo su efecto diverso según factores como la velocidad con la que
se fuma, la duración de la inhalación, cantidad inhalada, tiempo que el consumidor retiene la
respiración después de inhalar y el estado anímico del sujeto. El consumo oral, tanto de marihuana
como de hachís, implica efectos psicológicos similares a los expresados en la forma fumada pero de
mayor intensidad y duración y con efectos nocivos potenciados.
Terapéuticamente, se aconsejó para tratamientos de insomnio y como sedante para el dolor.
También se prescribió para terapias de patologías nerviosas, así como para el tratamiento de la tos,
temblores en parálisis compulsivas, espasmos de vejiga e impotencia sexual que no provenga de
enfermedad orgánica. Así mismo se recomendó como afrodisíaco, antineurálgico, tranquilizante
para maníaco-depresivos, antihistérico, tónico cerebral, remedio para el vómito nervioso, epilepsia
y enfermedades nerviosas. Estas recomendaciones fueron posteriormente desaconsejadas
unánimemente por la medicina, estando en la actualidad en estudio sólo la legalización de un
fármaco derivado de esta sustancia para mitigar los dolores en enfermos cancerosos. Este empleo
terapéutico ha creado profundas polémicas.
En la actualidad, los científicos sostienen que la marihuana no puede considerarse medicamento en
ninguna de las formas en que es consumida por los adictos. Al tratar su posible uso como
medicamento, se distingue entre la marihuana y el THC puro y otros químicos específicos derivados
del cannabis. La marihuana pura contiene cientos de químicos, algunos de ellos sumamente dañinos
a la salud. El THC, y otro químico relacionado llamado nabilone, en forma de píldora para consumo
oral (no se fuma) podría utilizarse en el tratamiento de los efectos colaterales (náuseas) en algunos
tratamientos contra el cáncer. En su forma oral, el THC también se usa en enfermos de SIDA, porque
les ayuda a comer mejor y mantener su peso. Los científicos estudian la posibilidad de que el THC y
otros químicos relacionados con la marihuana tengan ciertos valores medicinales. Algunos piensan
que estos químicos se podrían usar en el tratamiento del dolor severo, pero es necesario tener más
evidencia antes de usarlos para el tratamiento de problemas médicos.
Las modalidades de marihuana disponibles a los jóvenes actualmente son más potentes que las que
existían en la década del '60. Ello se debe a que los laboratorios clandestinos de los traficantes han
conseguido realizar cambios a nivel genético en el cannabis mediante sofisticados métodos de
biotecnología, resultando en una mayor concentración de THC. La potencia de la droga se mide de
acuerdo a la cantidad promedio de THC que se encuentra en las muestras de marihuana que
confiscan las agencias policíacas. La marihuana común contiene un promedio de 3,5% de THC. El
hachís puede tener hasta 28% de THC. El aceite de hachís puede llegar a tener hasta 43%.
El THC afecta a las células del cerebro encargadas de la memoria. Eso hace que la persona tenga
dificultad en recordar eventos, y dificulta el aprendizaje bajo influencia de la droga. Para que una
persona pueda aprender y desempeñar tareas que requieren de más de dos pasos, es necesario que
tenga una capacidad normal de memoria a corto plazo. Estudios recientes demuestran que la
marihuana crea disfunciones mentales y disminución de la capacidad intelectual en las personas que
la fuman mucho y por muchos años. En un grupo de fumadores crónicos en Costa Rica, se encontró
que los sujetos tenían mucha dificultad en recordar una corta lista de palabras (que es una prueba
básica de memoria). Las personas en el estudio también tuvieron gran dificultad en prestar atención
a las pruebas que se les presentaron.
Fumar Cannabis es altamente irritante para la nasofaringe y la mucosa bronquial y, por tanto,
aumenta el riesgo de tos crónica y otros signos y síntomas de patología nasofaríngea. El consumo
crónico se asocia a veces al aumento de peso, probablemente como resultado de comer en exceso
y de la disminución de la actividad física. El consumo crónico de grandes cantidades puede provocar
faringitis, sinusitis, bronquitis con tos persistente, enfisema y displasia pulmonar. La marihuana
fumada contiene incluso mayores cantidades de carcinógenos conocidos que el tabaco, y su
consumo abundante aumenta el riesgo de padecer enfermedades malignas. Los estudios muestran
que quien fuma cinco cigarrillos de marihuana a la semana consume la misma cantidad de químicos
cancerígenos que una persona que fuma un paquete de cigarrillos al día.
La marihuana afecta las características y funciones sexuales masculinas y femeninas. Se ha
comprobado una estrecha relación entre su consumo y la esterilidad. Las dosis altas de la droga
pueden posponer la pubertad en los varones y tener efectos adversos en la producción de esperma.
Entre las mujeres, puede cambiar el ciclo menstrual normal e inhibir la producción de óvulos.
La droga impide la función normal de las células T, cuando se trata de defender al sistema
respiratorio de ciertos tipos de infecciones. Las personas que tienen el virus HIV, o cuyos sistemas
inmunes no funcionan adecuadamente deben evitar su uso.
Las pruebas de orina identifican los metabolitos de los cannabinoides. Debido a que estas sustancias
son solubles en grasas, persisten durante largos períodos en los líquidos del organismo y se excretan
lentamente, las pruebas de rutina para cannabinoides pueden resultar positivas durante 7-10 días
en sujetos que consumen Cannabis ocasionalmente; la orina de los sujetos que consumen grandes
cantidades puede dar resultados positivos al cabo de 2-4 semanas.
El consumo agudo de cannabinoides puede causar una lenta y difusa actividad en el EEG y supresión
de los movimientos oculares rápidos (REM).

Intoxicación por Cannabis

La característica esencial es la presencia de cambios psicológicos o de comportamiento clínicamente


significativos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo. La intoxicación se inicia
típicamente con una sensación de bienestar seguida de síntomas que incluyen euforia con risas
inapropiadas y grandiosidad, sedación, letargia, deterioro de la memoria inmediata, dificultades
para llevar a cabo procesos mentales complejos, deterioro de la capacidad de juicio, percepciones
sensoriales distorsionadas, deterioro de la actividad motora y sensación de que el tiempo transcurre
lentamente.
La intoxicación se presenta en unos minutos si se fuma Cannabis, pero puede tardar horas si la droga
es ingerida por vía oral. Los efectos duran habitualmente 3-4 horas. Debido a que muchos
cannabinoides, incluyendo el delta-9-THC, son solubles en grasas, los efectos pueden durar o
reaparecer ocasionalmente en 12-24 horas a causa de la lenta liberación de las sustancias
psicoactivas de los tejidos grasos o de la circulación enterohepática.
Aún las dosis bajas afectan el equilibrio y la estabilidad de la postura, efectos que son más visibles
cuando se cierran los ojos. Puede demostrarse disminución de la fuerza muscular y de la seguridad
de las manos. Los procesos más complejos, incluyendo la percepción, la atención y el procesamiento
de información requerida para manejar, son deteriorados por dosis equivalentes a uno o dos
cigarrillos. La alteración persiste durante 4-8 horas, mucho más allá del tiempo en que el sujeto
percibe los efectos subjetivos de la droga.
Las dosis más elevadas de delta-9-THC pueden inducir alucinaciones francas, ilusiones y
sentimientos paranoides. El pensamiento se torna confuso y desorganizado; la despersonalización
y la alteración del sentido del tiempo se acentúan. La euforia puede ser reemplazada por una
ansiedad que alcanza proporciones de pánico. Con dosis suficientemente elevadas, el cuadro clínico
es el de una psicosis tóxica, con alucinaciones, despersonalización y pérdida del juicio de realidad.
Esta reacción puede aparecer en forma aguda o sólo después de meses de uso.
La utilización de marihuana puede causar una exacerbación aguda de la sintomatología en los
esquizofrénicos estabilizados, y es un factor de riesgo independiente para el desarrollo e
esquizofrenia. Es uno de los precipitantes comunes de "escenas retrospectivas" en quienes antes
consumían LSD. La dependencia y el abuso de Cannabis se presentan habitualmente al cabo de un
largo período de tiempo. Quienes llegan a la dependencia establecen típicamente un patrón de
consumo crónico que aumenta gradualmente tanto en frecuencia como en cantidad. Con el
consumo crónico hay a veces una disminución o pérdida de los efectos placenteros de la sustancia.
Aunque puede haber también un aumento de los correspondientes efectos disfóricos, no se observa
con tanta frecuencia como con el alcohol, la cocaína o las anfetaminas.
PASTA BASE

La PBC es la cocaína no tratada, extraída de las hojas de coca a través de un proceso de maceración
y mezcla con solventes tales como parafina, bencina, éter, ácido sulfúrico, etc. Tiene la apariencia
de un polvo blancuzco o amarillento, dependiendo de la sustancia con que ha sido mezclada. Existen
cerca de 250 variedades de la hoja de coca. Por ello es que las características de la PBC variará
dependiendo, entre otras cosas, de la cantidad de alcaloide que contenga las hojas utilizadas.
El hecho que la PBC contenga el alcaloide más los solventes, que son sustancias tóxicas, la hace
mucho más peligrosa para el organismo. Generalmente se la consume fumándola mezclada con
tabaco o con marihuana.

Efectos

Los efectos de fumar PBC dependen de muchas variables, que comprenden: el tipo de preparación,
la dosis, la frecuencia de consumo, forma de uso (social, recreativo, individual), las impurezas y
adulteraciones, la motivación (estimulante, búsqueda de placer, antidepresiva, situaciones), entre
otras.
Cuando se la fuma, su efecto es muy rápido e intenso. Se necesita entre 8 a 40 segundos para que
éste aparezca, durando sólo unos pocos minutos. El efecto que produce se puede dividir en 4 etapas:

 Etapa de euforia: en la que se observa una disminución de inhibiciones, sensación de placer e


intensificación del estado de ánimo. En algunas personas puede tomar rasgos de:
 Euforia
 Hipervigilancia
 Hiperexcitabilidad
 Éxtasis
 Cambios en los niveles de atención
 Impresión de ser muy inteligente, perspicaz y competente
 Aceleración de los procesos de pensamiento.

Cuando las dosis ingeridas son bajas, estos procesos se mantienen coherentes. Además se produce
una disminución notable del apetitito, la fatiga y el sueño.
Entre los cambios físicos se produce un aumento de la presión sanguínea, del ritmo cardíaco, de la
temperatura corporal y del ritmo respiratorio.

 Etapa de disforia, en que el sujeto bruscamente empieza a sentirse angustiado, deprimido e


inseguro. Se produce un deseo incontenible de seguir fumando, tristeza, apatía e indiferencia
sexual.
 Etapa de consumo ininterrumpido para evitar la etapa 2, cuando aún tiene dosis en la sangre.
 Etapa de psicosis y alucinaciones. Finalmente la psicosis o pérdida del contacto con la realidad. Las
alucinaciones pueden ser visuales, cutáneas, auditivas y olfatorias. La psicosis se puede producir
después de varios días o semanas de fumar con frecuencia. Se presenta agitación, ideas paranoides,
agresividad, alucinaciones, etc. Los episodios de psicosis pueden durar semanas o meses.

Los efectos físicos que se observan en un alto porcentaje de consumidores habituales de PBC son
los siguientes: pérdida de peso, palidez, taquicardia, insomnio, verborrea, midriasis (dilatación de la
pupila). También se observa que algunos presentan náuseas, vómitos, sequedad en la boca, sudor,
diarrea, temblor, agitación psicomotora, picazón, hipertensión arterial, fiebre, falta de
coordinación, dolor de cabeza, mareos, etc.
El proceso post-tóxico y durante la abstinencia se caracteriza porque se presenta un déficit de la
memoria, fatiga de la atención, desinterés por todo lo laboral y/o académico, y comportamiento
antisocial.

Adicción a la Pasta Base

La PBC es una sustancia muy adictiva porque la sensación inicial de excitación y bienestar dura muy
poco y es seguida rápidamente por una angustia (por eso se les llama "angustiados" a los que
consumen pasta base) que empuja a seguir consumiéndola. La dependencia a la PBC se manifiesta
en un deseo irresistible de consumir la droga.
En relación a las características físicas que adquiere esta adicción no se tiene una idea clara. Se sabe
que se produce tolerancia variando ésta de persona a persona. De manera muy general se puede
decir que existe la necesidad de aumentar progresivamente la frecuencia y la cantidad de la
sustancia con el fin de evitar el malestar que se produce cuando se la elimina de los centros
nerviosos.

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