Professional Documents
Culture Documents
1. EDAD ANTIGUA.
Entre los pueblos primitivos hispanos fue muy frecuente la práctica de la clientela
militar, en virtud de la cual un individuo pactaba con un patrono que éste le daría
protección y sustento a cambio de obligarse, bajo juramento, a seguirle en la
guerra. Los iberos reforzaban este vínculo con una peculiar sanción, que contribuye
a poner de manifiesto que, también en el ámbito de lo militar, lo delictivo, en sus
primeros estadios, tenía una consideración religiosa; se trataba de la institución de
la devotio, estudiada minuciosamente por RAMOS LOS CERTALES, mediante la cual
los clientes consagraban sus vidas a la divinidad para que las aceptase a cambio de
la del patrono, si ésta se veía amenazada gravemente en el combate. Así, si el
patrono moría en la batalla, los devotio, entendiendo que no habían sido capaces
de defenderle, debían quitarse la vida, que carecía ya de sentido a los ojos de
aquella divinidad. Entre los pueblos c en continuo estado de guerra. Roma concibe
el delito militar en relación directa a la idea de disciplina y la necesidad de esta para
la existencia del ejército. Todo contribuía a que el ciudadano romano se sometiera
a una disciplina que sabía necesaria: la patria, la religión y la familia. Así, en virtud
de estos tres elementos, el guerrero tenía por vecino en el combate a aquel con el
cual, en tiempo de paz, hace la libación y el sacrificio ante el mismo altar.
2. EDAD MEDIA.