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REGÍMENES

PATRIMONIALES Y
BIENES FAMILIARES

14º INTERROGACIÓN
PLAN INTERMEDIO
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

LA SOCIEDAD CONYUGAL.

Es el régimen de comunidad de bienes a que queda sujeto un matrimonio celebrado


en Chile siempre que no se hubiera pactado un régimen distinto; o bien, tratándose
de matrimonios celebrados en el extranjero si se pacta al momento de su
inscripción en Chile.

Es el Régimen Legal Supletorio para los matrimonios celebrados en Chile. Artículos


135 inciso 1 y 1.718.

Es un Régimen Convencional de libertad o admisibilidad restringida para los


matrimonios celebrados en el extranjero. Artículo 135 inciso 2.

Con respecto a su contenido:

Es una Régimen de Comunidad Restringida, pues no todos los bienes van a ser
comunes, pues habrá bienes comunes, y bienes propios de cada cónyuge.

Y dentro de las distintas variantes de los regímenes de comunidad restringida,


señalan los autores que corresponde a una Comunidad Restringida de Gananciales,
pues ingresan al patrimonio común toodo lo que se obtenga con el producto del
trabajo de los cónyuges y las adquisiciones a título oneroso, que son las principales
partidas del Haber Absoluto.

Con todo, hay quienes señalan que no sería una Comunidad Restringida de
Gananciales y Bienes Muebles, porque si bien los muebles que se tenían antes de la
vigencia de la Sociedad Conyugal, así como los que se adquieren durante su
vigencia a título gratuito ingresan al Haber Social, lo hacen al Haber Relativo, lo
que significa que se genera una recompensa a favor del cónyuge adquirente o
aportante.

PATRIMONIOS QUE LA INTEGRAN

1. Patrimonio o Haber Social.

2. Patrimonio Propio de cada cónyuge (del marido y de la mujer).

3. Patrimonio Reservado de la Mujer Casada Artículo 150, si la mujer desarrolla


un trabajo remunerado separado del de su marido.
4. Patrimonios Especiales de la Mujer. Aquí encontramos:
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a) El Patrimonio del Artículo 166, si a la mujer se le hace una liberalidad con la


condición precisa de que esos bienes no los administre el marido.

b) El Patrimonio del Artículo 167, si en las capitulaciones prematrimoniales se


hubiere estipulado que la mujer administre separadamente alguna parte de
sus bienes o que se entregara periódicamente una suma de dinero para su
administración.

5. Algunos autores agregan el Patrimonio del Artículo 252 (el derecho legal de
goce sobre los bienes del hijo, la Patria Potestad).

EL PATRIMONIO O HABER SOCIAL

Está compuesto por un activo y un pasivo.

ACTIVO del haber social: Está compuesto por todos aquellos bienes que
pertenecen a la Sociedad Conyugal.

Puede ser de 2 clases:


 HABER ABSOLUTO: Compuesto por todos los bienes que pertenecen a la
Sociedad Conyugal y que ingresan a ella sin cargo de recompensa.

 HABER RELATIVO: Compuesto por todos los bienes que pertenecen a la


Sociedad Conyugal y que ingresan a ella con cargo de recompensa a favor
del cónyuge aportante o adquirente.

PASIVO del haber social: Compuesto por todas aquellas obligaciones a cuyo
pago está obligada la Sociedad Conyugal.

Puede ser de 2 clases:


 PASIVO ABSOLUTO: Está compuesto por aquellas deudas a cuyo pago está
obligada la Sociedad Conyugal, y que la grava de manera definitiva sin
derecho a recompensa.

 PASIVO RELATIVO: Está compuesto por aquellas deudas a cuyo pago está
obligada la Sociedad Conyugal con derecho a recompensa en su favor, en
contra del cónyuge que dio origen a la obligación.
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El HABER ABSOLUTO de la Sociedad Conyugal.

Es aquel que está compuesto por todos los bienes que ingresan al patrimonio social
(haber social), de manera que la Sociedad Conyugal se hace dueña de estos bienes
sin que se genere una recompensa a favor del cónyuge adquirente o aportante.

Está compuesto por todos los bienes que pertenecen a la Sociedad Conyugal y que
ingresan a ella sin cargo de recompensa.

Tanto los bienes que ingresan al Haber Absoluto como al Haber Relativo, lo hacen
de un modo definitivo e irrevocable, la única diferencia es que los bienes que
ingresan al Haber Absoluto lo hacen sin derecho a recompensa, en tanto los bienes
que ingresan al Haber Relativo lo hacen con derecho a recompensa.

Tanto en Haber Absoluto y Haber Relativo:

 Los bienes pertenecen a la Sociedad Conyugal, sean del Haber Absoluto o


del Haber Relativo.

 Los frutos de los bienes son para la Sociedad Conyugal, en ambos casos.

 La pérdida o deterioro de los bienes las soporta la Sociedad Conyugal, pues


ella es la dueña.

 Los acreedores de la Sociedad Conyugal pueden perseguir tanto los bienes


del Haber Absoluto como del Haber Relativo.

Partidas del haber absoluto


1. El producto del trabajo de los cónyuges, Artículo 1.725 nº 1

2. Frutos y productos de los bienes sociales y de los bienes propios de los


cónyuges devengados durante la vigencia de la Sociedad Conyugal, Artículo
1.725 nº 2.

3. Adquisiciones a título oneroso, Artículo 1.725 nº 5.

4. Las minas denunciadas, Artículo 1.730

5. El tesoro en la parte que corresponde al dueño del terreno, Artículo 1.731


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1. EL PRODUCTO DEL TRABAJO DE LOS CÓNYUGES. Artículo 1.725 nº 1


“De los salarios y emolumentos de todo género de empleos y oficios, devengados
durante el matrimonio”

Requisitos:

a) Que se trate de un trabajo realizado por alguno de los cónyuges. Puede tratarse
de las formas de trabajo más variadas, comprendiendo el trabajo dependiente
como el independiente, el trabajo en el sector público o en el sector privado, o
bien, uno en que predomine el esfuerzo físico o el intelectual, etc. Inclusive, por
la amplitud del concepto de trabajo dado por el Artículo 1.725 nº 1 se ha
entendido que de todas formas ingresa al Haber Absoluto de la Sociedad
Conyugal el trabajo ilícito.

b) Que el trabajo sea remunerado. La forma de remuneración también es


amplísima, pues comprende toda clase de retribución, sea sueldo, sobresueldo,
honorarios, comisiones, gratificaciones, participaciones, utilidades, etc.

c) Que el trabajo se desarrolle durante la vigencia de la Sociedad Conyugal. La ley


especifica ya que puede haber Matrimonio sin Sociedad Conyugal, pues
sabemos que tratándose de los matrimonios celebrados en el extranjero la
Sociedad Conyugal comenzaría con posterioridad a la celebración del
matrimonio.

¿Qué ocurre con lo que se obtiene en el juego?

No ingresa al Haber Absoluto por el nº 1 del artículo 1.725, porque no es


remuneración por algún trabajo, pero no obstante ello, ingresa al Haber Absoluto
por el nº 5, ya que sería una adquisición a título oneroso, y habría una especie de
contrato aleatorio oneroso.

¿Qué ocurre con las donaciones remuneratorias?

Se entiende por Donaciones Remuneratorias “aquellas que expresamente se


hicieren como remuneración de servicios específicos siempre que estos sean de
aquellos que suelen pagarse”, Artículo 1.433.

Por ejemplo, un amigo me pide servicios como abogado yo, que soy un abogado
tan noble y buen amigo, no le cobro. Él, agradecido, me envía un regalo en cuya
tarjeta me agradece expresamente por la ayuda prestada. Esto es una donación
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remuneratoria.

Para que se trate de una Donación Remuneratoria:

a. La donación debe constar por escrito. Se requerirá de Escritura Pública o Privada


dependiendo de la naturaleza del bien que se dona. Si se omite la escritura la
donación se entenderá gratuita.

b. Que en esa escritura se especifique el servicio que se ha prestado. Si se omite


éste requisito, la donación se entenderá gratuita.

Para que la donación remuneratoria ingrese al Haber Absoluto de la


Sociedad Conyugal se necesitan 2 requisitos:

1. Que el servicio que se presta se haya desarrollado durante la vigencia de la


sociedad conyugal.

2. Que el servicio que se presta sea de aquellos que suelen pagarse, es decir, que
habitualmente se remuneran, que dan acción en contra de quien los recibe.

Reunidos ambos requisitos se entiende que es producto del trabajo y por lo tanto,
la cosa donada ingresará al Haber Absoluto en la parte que de acción; esto
porque la cosa donada puede valer más que los servicios. En consecuencia, sólo en
la parte que da acción hay un producto del trabajo e ingresa al Haber Absoluto.
Pero en el exceso la donación se entiende gratuita, de manera que para saber
cuál es su destino hay que distinguir:

a. Si la cosa donada es MUEBLE, el exceso ingresa al Haber Relativo, porque ese es


el destino de los muebles adquiridos a título gratuito.

b. Si la cosa donada es INMUEBLE ingresa al Patrimonio propio del cónyuge


donatario, porque ese es el destino de los inmuebles adquiridos a título gratuito.

Por ejemplo, a una persona se le dona un bien raíz por 7 millones por servicios
prestados durante la vigencia de la Sociedad Conyugal, pero el servicio tenía un
valor de 5 millones. En aquella parte que da acción (5 millones) ingresa al Haber
Absoluto y en la parte que no da acción (2 millones) no ingresa a este haber, pues
no es una remuneración por trabajo.
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¿Qué ocurre con el trabajo que se prolonga en el tiempo?

La ley exige que el trabajo se desarrolle durante la vigencia de la Sociedad


Conyugal, pero ocurre que en numerosos casos el trabajo comienza antes de la
Sociedad Conyugal y termina durante su vigencia o a la inversa, comienza durante
la vigencia de la Sociedad Conyugal y concluye después de que ésta ha terminado.
Para saber qué parte del producto del trabajo ingresa al Haber Absoluto hay que
distinguir:

a. Si el trabajo es DIVISIBLE: no hay problema, sólo ingresa al Haber Absoluto la


parte correspondiente al trabajo que se desarrolló durante la vigencia de la
Sociedad Conyugal.

b. El problema se presenta cuando el trabajo es INDIVISIBLE, como por ejemplo la


realización de una obra de arte, en este caso se ha entendido que hay que estar al
momento en que concluye el trabajo, porque sólo en ese momento se entiende que
se ha cumplido. En consecuencia, si el trabajo comienza antes de la vigencia de la
Sociedad Conyugal y concluye durante su vigencia todo el producto del trabajo
ingresa al Haber Absoluto.

Sin embargo, los autores señalan que debiera haber una mayor proporcionalidad,
por cuanto se pueden producir soluciones injustas cuando la mayor parte del
trabajo se ha hecho antes de la Sociedad Conyugal y sólo concluye durante su
vigencia.

Excepción a esta partida: Se presenta cuando la mujer desarrolla un trabajo


remunerado y separado del de su marido, pues en tal caso por el sólo ministerio de
la Ley, el producto de este trabajo no va al Haber Absoluto de la Sociedad
Conyugal, incluso aunque se hubiere pactado, sino que genera e ingresa el
Patrimonio Reservado de la mujer casada en Sociedad Conyugal, Artículo 150.

2. FRUTOS Y PRODUCTOS DE LOS BIENES SOCIALES Y DE LOS BIENES


PROPIOS DE LOS CÓNYUGES DEVENGADOS DURANTE LA VIGENCIA DE LA
SOCIEDAD CONYUGAL. Artículo 1725 nº2.
“De todos los frutos, réditos, pensiones, intereses y lucros de cualquiera
naturaleza, que provengan, sea de los bienes sociales, sea de los bienes propios de
cada uno de los cónyuges, y que se devenguen durante el matrimonio”.
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Requisitos:
a) Que se trate de frutos y productos. Habla de frutos, réditos, pensiones,
intereses, y lucros; por consiguiente se refiere a todo lo que una cosa da o que
surge de ella. Por consiguiente pueden ser Frutos Naturales o Frutos Civiles.

a) Frutos Naturales: (Artículos 644) Son los que da la naturaleza ayudada o no


por la industria humana. Pueden ser:

 Frutos naturales en sentido estricto: Los que da la naturaleza


periódicamente y sin detrimento de su sustancia. Por ejemplo, las nueces
del nogal.

 Productos: No se dan periódicamente, pues a medida que lo estamos


extrayendo lo hacemos con detrimento de la sustancia. Por ejemplo, el
salitre de una salitrera.

b) Frutos Civiles: (Art. 647 CC) Son los que el dueño de una cosa recibe de
parte de un 3ro en compensación (o retribución) por otorgarle el uso o goce
de algún bien. Por ejemplo, la renta del arriendo de un inmueble, el canon
de un censo, o los intereses de capitales.

b) Que provengan de los bienes sociales o propios de cada cónyuge. Si bien, puede
parecer injusto que los frutos y productos de los bienes propios de los cónyuges
los adquiera la Sociedad Conyugal, no es menos cierto que la mantención de los
bienes propios de los cónyuges los solventa la Sociedad Conyugal.

c) Devengados durante la vigencia de la Sociedad Conyugal. Pese a que el Código


dice que se devenguen durante el matrimonio, en realidad deben devengarse
durante la vigencia de la Sociedad Conyugal.

 Los Frutos Naturales se devengan cuando se perciben (es decir, desde que
el fruto se separa de la cosa que lo produce).

 Los Frutos Civiles se devengan DÍA por DÍA.

¿A qué título se hace dueña la Sociedad Conyugal de estos frutos y productos de los
bienes sociales y de los bienes propios de cada cónyuge?

Hay que distinguir:

1. Tratándose de los frutos y productos de los bienes sociales: La sociedad


conyugal se hace dueña de estos frutos a título de accesión, y esto no tiene nada
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de extraordinario, ya que la regla general es que las cosas producen para sus
dueños, por lo tanto, los frutos pertenecen al dueño.
2. Tratándose de los Frutos y Productos de los bienes propios de la mujer:

Tradicionalmente se ha sostenido que el Marido como jefe de la Sociedad Conyugal


tiene un Derecho de Usufructo Legal sobre los bienes propios de la mujer. Y es en
razón de este derecho que los frutos de los bienes propios de la mujer ingresan al
Haber Absoluto de la Sociedad Conyugal. Esta forma de argumentar encontraría
sustento en los Artículos 810 y 2.466 inciso final.

Sin embargo, se cuestiona que efectivamente el marido sea titular de un Derecho


Legal de Usufructo, por las siguientes razones:

 Si el marido fuese usufructuario tendría que rendir caución de conservación


y restitución, y tendría que proceder a la facción de inventario solemne de
los bienes que tiene en usufructo, y en realidad no tiene ninguna de estas
obligaciones.

 Si el marido fuese usufructuario y la mujer enajena un bien propio estaría


enajenando solamente la nuda propiedad, porque el usufructo estaría
radicado en el marido, pero en realidad está enajenando la plena propiedad,
es decir, se enajena todo el bien sin el gravamen.

 Si el marido fuese usufructuario al momento de liquidarse la Sociedad


Conyugal la mujer no tendría derecho a participar de los frutos y productos
de sus bienes propios, ya que dichos bienes pertenecerían al marido (como
usufructuario), pero ocurre que estos frutos van al Haber Absoluto y en caso
de disolverse la Sociedad Conyugal nada obsta a que la mujer pueda
adjudicárselos a título de gananciales.

 Si el marido fuese usufructuario los acreedores sociales no podrían


embargar los frutos de los bienes propios de la mujer, porque éstos
pertenecerían al marido, y en realidad resulta que como ingresan al Haber
Absoluto de la Sociedad Conyugal los acreedores sociales también los
embargan.

En razón de todos estos argumentos los autores señalan que no hay un Derecho
Legal de Usufructo del marido sobre los bienes propios de la mujer, sino que
solamente hay un DERECHO LEGAL DE GOCE que la Sociedad Conyugal tiene
sobre los bienes propios de los cónyuges, y cuyo fundamento es financiar los gastos
del matrimonio y la familia común.
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Es por esta razón que aun cuando la mujer renuncie a los gananciales en las
Capitulaciones Prematrimoniales los frutos de sus bienes propios de todas formas
ingresan al Haber Absoluto de la Sociedad Conyugal, Artículo 1.753.

Por lo tanto, el título por el cual la Sociedad Conyugal se hace dueña o adquiere
estos frutos y productos de los bienes propios de la mujer: es la LEY, y
específicamente el Artículo 1.725 nº 2.

3) Tratándose de los Frutos y Productos de los BIENES PROPIOS DEL


MARIDO:
En doctrina existen 2 opiniones tendientes a justificar por qué la Sociedad Conyugal
se hace dueña de los frutos de los bienes propios del marido.

a. Algunos autores lo justifican en el Artículo 1.750 inciso 1, que consagra la


asimilación o confusión entre los bienes sociales y los bienes propios del marido, al
señalar que “el marido es, respecto de 3ros, dueño de los bienes sociales, como si
ellos y sus bienes propios formasen un solo patrimonio, de manera que durante la
sociedad los acreedores del marido podrán perseguir tanto los bienes de éste como
los bienes sociales”. Luego, como existe esta confusión la Sociedad Conyugal se
haría dueña de estos frutos por accesión.

b. Para otros no puede justificarse esta figura en el Artículo 1.750, porque esta
disposición establece que la confusión de patrimonios sólo se produce respecto de
3ros, pero entre marido y mujer la situación es clara respecto a los bienes que
integran uno y otro patrimonio. Luego, la razón por la cual los frutos de los bienes
propios del marido ingresan al Haber Absoluto de la Sociedad Conyugal es la misma
que justifica la adquisición de los frutos de los bienes propios de la mujer, esto es,
que están destinados a solventar las cargas del matrimonio y la familia común.

En virtud del Derecho de Garantía General de los Acreedores (Artículo 2.465), todos
los bienes del deudor, quedan afectos al cumplimiento de sus obligaciones, excepto
los declarados inembargables. El Artículo 2.466 inciso final consagra la
inembargabilidad del usufructo del marido sobre los bienes propios de la mujer.

¿Cuál es el alcance que tiene esta inembargabilidad? ¿Dónde queda la


inembargabilidad consagrada en el Artículo 2.466 CC?

a. Leopoldo Urrutia: Señala que esta inembargabilidad sólo opera en situaciones


excepcionales, es decir, que en principio estos frutos y productos son
embargables y que en algunos casos y situaciones no lo serían.
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Por ejemplo, el caso del Artículo 1.753 en que la mujer ha renunciado a los
gananciales en las capitulaciones prematrimoniales, y no obstante ello los frutos
de sus bienes propios ingresan al Haber Absoluto de la Sociedad Conyugal. En
tal caso esos frutos serían inembargables por cuanto están destinados a
solventar las cargas del matrimonio.
Esta opinión ha sido criticada, ya que el artículo 2.466 no hace ningún distingo,
por tanto no hay argumento para sostener que excepcionalidad.

b. Carlos Aguirre Vargas: Sostiene que hay que distinguir entre: el derecho real
de usufructo, y los frutos y productos de los bienes. El Artículo 2.466 declara
inembargable el derecho real de usufructo, pero no a los frutos y productos, los
cuales serían embargables.

Esta opinión también ha sido criticada, porque no tendría ningún sentido


declarar inembargable esa abstracción jurídica que es el derecho real de
usufructo si sus efectos concretos que son los frutos y productos son
embargables.

c. José Clemente Fabres: Ha sostenido que lo que ocurre es una


inembargabilidad restringida. Señala que efectivamente los frutos y productos
son inembargables, pero sólo en lo que sean necesarios para solventar los
gastos del matrimonio, y en el exceso serían embargables.

Podríamos señalar, que está haciendo una distinción que el código no efectúa,
pero este argumento tiene un poderoso fundamento legal en el Artículo 64 de la
Ley de Quiebras, ya que cuando el marido es declarado en quiebra pierde la
administración de sus bienes los que serán administrados por un Síndico de
quiebra. Sin embargo, el marido conserva la administración de los bienes
propios de su mujer si está casado en Sociedad Conyugal, estableciendo el
Código de Comercio que el síndico debe cuidar que lo que producen estos bienes
vaya a la masa, es decir, vayan a los bienes que se van a realizar para pagarle
a los acreedores; una vez satisfechas las cargas legales y las convencionales.

Por lo tanto, primero hay que reservar lo necesario para cumplir con las cargas
legales y convencionales; y después de eso si hay un exceso: va a la masa; y
dentro de las cargas legales están los gastos de mantención del matrimonio y
de la familia común. Por consiguiente de estos frutos y productos de los bienes
propios de la mujer, lo primero que hacemos es separar lo necesario para la
mantención del matrimonio y la familia común; y lo que nos sobre es
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embargable, eso va a la masa para ser realizado y con su producto pagarle a los
acreedores, por esto Fabres señala que no es una inembargabilidad total o
integral, sino que restringida.

Excepciones al nº 2 del Artículo 1.725:

a. Los Frutos y productos de los bienes del patrimonio reservado de la mujer


casada en Sociedad Conyugal, permanecen en su patrimonio reservado, artículo
150.

b. Los Frutos de las cosas donadas, heredadas o legadas a cualquiera de los


cónyuges bajo condición que esos frutos no pertenezcan (o ingresen) a la Sociedad
Conyugal. El artículo 1.724 establece como límite que las asignaciones no se hayan
hecho a título de Legítima Rigorosa, ya que según el Artículo 1.192 inciso 1, la
legítima rigorosa no es susceptible de condición, plazo, modo o gravamen alguno.
En este caso, los autores se preguntan ¿cuál es el destino de esos frutos?:

 Van al haber propio de los cónyuges, como una partida más.


 Algunos sostienen que formaría un patrimonio especial, pero en realidad no
existe fundamento alguno para ello.

3. ADQUISICIONES A TÍTULO ONEROSO. Artículo 1.725 nº 5.


“De todos los bienes que cualquiera de los cónyuges adquiera durante el
matrimonio a título oneroso”.

Requisitos:
a) Que la adquisición sea a título oneroso. Es indiferente quién adquiere y lo que
adquiera: puede tratarse de cosas muebles o inmuebles, corporales o
incorporales, especies o cuerpos ciertos. También resulta indiferente cuál es el
título, en tanto sea oneroso. Por ejemplo, la compraventa o la permutación.
Se descartan las adquisiciones a título gratuito.

b) Que la adquisición se haga durante la vigencia de la Sociedad Conyugal. El


código señala “durante el matrimonio”, pero hay un error, porque puede
haber matrimonio sin Sociedad Conyugal.

¿Cuándo se entiende que el bien se adquiere durante la vigencia de la


Sociedad Conyugal? De conformidad a las reglas generales un bien se entiende
adquirido cuando concurren copulativamente título y modo.

Esta regla sufre una importante excepción en materia de Sociedad


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Conyugal, por cuanto en este caso para determinar en qué momento se adquiere
el dominio hay que atender al TÍTULO, y excepcionalmente al PRETÍTULO ,
(que es un contrato previo al título) y no al MODO.

Por lo tanto: Si el contrato que constituye el Título se celebra antes de la entrada


en vigencia de la Sociedad Conyugal y la tradición (modo) se celebra durante su
vigencia: NO se cumple este requisito, ya que se entiende que ese bien no fue
adquirido durante su vigencia. Ahora, si el Título se perfecciona durante la Sociedad
Conyugal, y el modo una vez disuelta, ese bien ingresa al Haber Absoluto ya que se
entiende que la adquisición se hizo durante su vigencia. A partir de esto se explican
los casos que por vía ejemplar contempla el Artículo 1.736 CC.

Artículo 1.736: “La especie adquirida durante la sociedad, no pertenece a ella


aunque se haya adquirido a título oneroso, cuando la causa o título de la
adquisición ha precedido a ella. Por consiguiente:

NO PERTENECERÁN A LA SOCIEDAD:

1. Las especies que uno de los cónyuges poseía a título de señor antes de
ella, aunque la prescripción o transacción con que las haya hecho
verdaderamente suyas se complete o verifique durante ella.

Encontramos aquí 2 situaciones: Prescripción Adquisitiva y Transacción.

Prescripción Adquisitiva: Uno de los cónyuges inicia la posesión de un bien antes


de la entrada en vigencia de la Sociedad Conyugal y el plazo de prescripción
adquisitiva se cumple durante su vigencia. En este caso se entiende que el bien fue
adquirido antes de la entrada en vigencia de la Sociedad Conyugal, ya que en todo
caso en que opera la prescripción adquisitiva se entiende que el prescribiente
adquirió el dominio al momento de iniciar la posesión.

Transacción: Antes de la Sociedad Conyugal uno de los cónyuges adquiere un


bien, más tarde surge un litigio con respecto a ese bien, pues hay un 3º que
reclama ser su dueño. Durante la vigencia de la Sociedad Conyugal se celebra una
Transacción con el objeto de poner término a un litigio pendiente, o precaver un
litigio futuro relativo a ese bien.
La Transacción puede asumir 2 formas distintas:

Transacción Declarativa. En este caso, en virtud de la transacción, el cónyuge


acuerda con el 3ro que el dueño del bien es el cónyuge, haciéndole al 3ro otra
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concesión. La transacción se perfecciona durante la Sociedad Conyugal, pero esta


transacción, por la cual se le reconoce al cónyuge los derechos en ese bien (objeto
disputado); es puramente declarativa de dominio, y por consiguiente, opera con
efecto retroactivo, reconociendo un derecho pre-existente, que ésta contenido en el
título en virtud del cual se adquirió el bien con anterioridad a la vigencia de la
Sociedad Conyugal, por ejemplo, una compraventa.

Transacción Traslaticia. En este caso, en virtud de la transacción, se acuerda que


el dominio del bien disputado le corresponde al 3ro, y por concesión reciproca el
3ro le da otro bien al cónyuge.

El bien que el 3ro entrega al cónyuge, es un objeto no discutido, pues el dominio


del bien discutido fue reconocido al 3ro con quien el cónyuge celebro la transacción.

La transacción es traslaticia, ya que el título de dominio del bien es la transacción,


la que no opera con efecto retroactivo, por lo que si tiene lugar durante la vigencia
de la Sociedad Conyugal dicho bien ingresara a su Haber Absoluto.

Por lo tanto:

i) Si la transacción recae sobre un objeto disputado es un título declarativo, y por lo


tanto siempre va a operar con efecto retroactivo, de manera que en este caso se
entiende que el bien fue adquirido antes de la Sociedad Conyugal.

ii) Si la transacción se refiere a un objeto no disputado es un título translaticio de


dominio, que está operando durante la vigencia de la Sociedad Conyugal, por lo
tanto si estamos al título debemos entender que la adquisición se produjo durante
la Sociedad Conyugal.

2º. “Ni los bienes que se poseían antes de ella por un título vicioso, pero
cuyo vicio se ha purgado durante ella por la Ratificación, o por otro
remedio legal”.

Se trata de un bien adquirido con anterioridad a la Sociedad Conyugal y cuyo título


adquisitivo adolece de un vicio de nulidad. Ocurre que durante la vigencia de la
Sociedad Conyugal se produce su saneamiento, ya sea porque la acción se
extinguió mediante la prescripción, o en el caso de la nulidad relativa las partes
procedieron a la ratificación del contrato relativamente nulo. Ahora bien, el
saneamiento que se produce durante la vigencia de la Sociedad Conyugal es
puramente declarativo, y opera con efecto retroactivo, pues se entiende que el bien
se adquirió por un título anterior a la Sociedad Conyugal – al celebrar el contrato
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que adolece de una causal de nulidad -, por lo que dicho bien no ingresara a su
Haber Absoluto.

3º. “Ni los bienes que vuelven a uno de los cónyuges por la nulidad o
resolución de un contrato, o por haberse revocado una donación”.

Se refiere a la Nulidad y a la Resolución, y ambas causales de ineficacia operan con


efecto retroactivo, y es por esta razón que se entiende que la adquisición ha
operado antes de la Sociedad Conyugal.

Por ejemplo, antes de la Sociedad Conyugal, el cónyuge celebra un contrato bajo


condición resolutoria, la cual se cumple durante la vigencia de la sociedad (si se
adquiere un bien bajo una condición suspensiva o resolutoria, opera también con
retroactividad).

4º. “Ni los bienes litigiosos y de que durante la sociedad ha adquirido uno
de los cónyuges la posesión pacífica”.

Al referirse a los Derechos Litigiosos plantea la situación de que ocurre cuando se


dicta la sentencia. Se trata de un bien litigioso, sometido a alguna controversia,
adquirido con anterioridad a la Sociedad Conyugal y durante la sociedad se pone
término a la controversia. En virtud del efecto declarativo de la sentencia se explica
el efecto retroactivo, y por ende, que la adquisición haya operado con anterioridad
a la vigencia de la Sociedad Conyugal.

5º. “Tampoco pertenecerá a la sociedad el derecho de usufructo que se


consolida con la propiedad que pertenece al mismo cónyuge; los frutos
solos pertenecerán a la sociedad”.

El cónyuge antes de la vigencia de la Sociedad Conyugal adquiere un bien, y


constituye un derecho de usufructo sobre ese bien a favor de un tercero, quedando
el cónyuge como titular de la nuda propiedad. Luego, durante la vigencia de la
sociedad, se pone término al usufructo, el cual se consolida con la nuda propiedad.
Por lo tanto, como se refiere a la consolidación1 de la propiedad se entiende que el
nudo propietario tenía las facultades de uso y goce y que sólo se desprendió de

1 Por consolidación entendemos la reunión del usufructo con la propiedad desnuda cuando al usufructo

se le pone término en virtud de una causa natural.


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ellas al constituir un derecho real distinto del dominio, como es el usufructo. Luego,
cuando se produce la consolidación en estricto rigor el nudo propietario no está
adquiriendo las facultades de uso y goce, sólo hay una restitución, y es por esta
razón que se entiende que la adquisición se produjo antes de la vigencia de la
Sociedad Conyugal.

6º. “Lo que se paga a cualquiera de los cónyuges por capitales de créditos
constituidos antes del matrimonio, pertenecerá al cónyuge acreedor. Lo
mismo se aplicará a los intereses devengados por uno de los cónyuges
antes del matrimonio y pagados después”.

Se contemplan 2 situaciones:

1. Antes de la Sociedad Conyugal, el cónyuge hace un préstamo de dinero (mutuo)


a un 3ro; el cual es pagado por el deudor durante la vigencia de la sociedad: Este
dinero no ingresa al Haber Absoluto de la Sociedad Conyugal, pues es por un título
anterior a ella.

2. Antes de la Sociedad Conyugal, el cónyuge entrega dinero a interés (mutuo a


interés) y durante su vigencia recibo los intereses: en este caso tampoco
pertenecerán al Haber Absoluto de la sociedad, pues provienen de un título anterior
a ella.

Situación en que se atiende al Pre-título:

7º. “También pertenecerán al cónyuge los bienes que adquiera durante la


sociedad en virtud de un acto o contrato cuya celebración se hubiere
prometido con anterioridad a ella, siempre que la promesa conste de un
instrumento público, o de instrumento privado cuya fecha sea oponible
a 3ros de acuerdo con el Artículo 1.703”.

El código civil ha resuelto que un bien no pertenece a la Sociedad Conyugal a pesar


de que tanto el título como el modo operaron durante su vigencia, ya que atiende a
un pre-título anterior a la sociedad.

El nº7 se refiere a la situación del contrato de promesa cuando esta se celebra


antes de la vigencia de la Sociedad Conyugal, y por tanto, el contrato prometido
como el modo de adquirir operan durante su vigencia, es decir, título y modo
operan durante la Sociedad Conyugal y no obstante ello se entiende que el bien
se adquirió antes.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Los requisitos para estar frente a este caso, son:

a) Que antes de la Sociedad Conyugal se haya celebrado un contrato de


promesa.

b) Que durante la vigencia de Sociedad Conyugal haya operado el título


(contrato prometido) y el modo adquisitivo. Por ejemplo la compraventa y la
tradición.

4. LAS MINAS DENUNCIADAS POR UNO DE LO CÓNYUGES O POR AMBOS.


Artículo 1730.
Las minas pueden ser denunciadas por uno o por ambos cónyuges. El código ha
señalado expresamente que forman parte del haber social y no indica que haya
recompensa. Sin embargo, los autores comentan que si no existiese el Artículo
1.730 CC de todas formas las minas denunciadas ingresarían al Haber Absoluto, ya
que responde al concepto de gananciales, pues la denuncia de minas supone un
trabajo previo, por lo que ingresaría por el Artículo 1.725 nº 1.

5. EL TESORO EN LA PARTE QUE CORRESPONDE AL DUEÑO DEL TERRENO.


Artículo 1.731 a contrario sensu.
El código lo contempla como una “especie de invención o hallazgo”. Se llama tesoro
a las monedas, joyas u otros efectos preciosos que elaborados por el hombre hayan
estado largamente sepultados o escondidos. De manera que no se tiene memoria ni
indicios de su dueño.

¿Cómo se divide el Tesoro? Artículo 626

i. Si el descubrimiento fue en terreno propio: Pertenece totalmente al dueño del


terreno. 50 % lo adquiere a titulo de descubridor, y el otro 50% lo adquiere
a titulo de dueño del suelo.

ii. Si el descubrimiento en terreno ajeno fue fortuito, o se le buscaba con


permiso del dueño del suelo: El tesoro se divide por mitades. 50% para el
descubridor y 50 % para el dueño del suelo.

iii. Si el descubrimiento en terreno ajeno no fue fortuito, o se le buscaba sin


permiso del dueño del suelo: Todo el tesoro pertenece al dueño del suelo;
nada lleva el descubridor.

Si el tesoro se descubre en un terreno de la Sociedad Conyugal la parte que


corresponde al dueño del suelo ingresa al Haber Absoluto.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Esto lo concluimos a partir del Artículo 1.731 que señala los casos en los cuales el
tesoro ingresa al haber social con cargo de recompensa (al haber relativo). Estos
casos son:
 Cuando el descubridor del tesoro es un cónyuge; y
 Cuando el tesoro es descubierto en un inmueble que pertenece al haber
propio de uno de los cónyuges.

El HABER RELATIVO de la Sociedad Conyugal.

Es aquel que está compuesto por todos los bienes que ingresan al haber social, de
manera que la Sociedad Conyugal se hace dueña de estos bienes, pero se genera
una recompensa a favor del cónyuge adquirente o aportante.

Tanto los bienes que ingresan al Haber Absoluto, como los que ingresan al Haber
Relativo pertenecen a la Sociedad Conyugal, es decir ingresan a ella de un modo
definitivo e irrevocable. A partir de esto se producen las siguientes consecuencias:

1. Los bienes pertenecientes a ambos haberes son administrados por el


marido.
2. Lo que producen estos bienes pertenece a la Sociedad Conyugal.
3. Los acreedores sociales pueden perseguir y embargar bienes del Haber
Absoluto y del Haber Relativo.
4. Si los bienes del Haber Relativo experimentan aumentos o mejoras, éstos
benefician a la Sociedad Conyugal.
5. Si los bienes del Haber Relativo sufren deterioros o pérdidas estos son
soportados por la Sociedad Conyugal.

PARTIDAS
1. Bienes muebles aportados por los cónyuges, Artículos 1.725 nº 3 y 4.

2. Bienes muebles adquiridos a título gratuito durante la Sociedad Conyugal,


Artículo 1725 nº 3 y 4.

3. El Tesoro en los términos del Artículo 1.731 en 2 hipótesis:

 En la parte del tesoro que corresponde al descubridor cuando este es uno de


los cónyuges.

 En la parte que corresponde al dueño del suelo cuando éste pertenece al


Haber Propio de uno de los cónyuges.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

1. BIENES MUEBLES APORTADOS POR LOS CÓNYUGES (Artículo 1.725 nº 3 y


4)
Se refiere a los bienes muebles que los cónyuges tienen al momento de formarse la
Sociedad Conyugal.

Requisitos:

1. Que se trate de especies muebles: Los autores señalan que el código ha sido
muy preciso al hablar de especies muebles y no de “cosas muebles”. Esto es así
porque según el artículo 574 la expresión “cosas muebles” solo comprende a los
muebles por naturaleza, ya que se remite al artículo 567. En cambio, la expresión
especies muebles comprendería tanto las cosas corporales como incorporales.

2. Que esas especies muebles las tenga el cónyuge antes de iniciarse la Sociedad
Conyugal. Para ello habrá que atender al título, y en ciertos casos, al pre-título
cuando se trate de un contrato de promesa.

3. Que esas especies muebles no hayan sido excluidas de la comunión en las


capitulaciones pre-matrimoniales.

2. BIENES MUEBLES ADQUIRIDOS A TÍTULO GRATUITO DURANTE LA


SOCIEDAD CONYUGAL, Artículo 1725 nº 3 y 4.

Requisitos:

i) Que se trate de especies muebles. Comprende el dinero, las cosas fungibles y


otras especies muebles Se trata de bienes muebles en sentido amplio.

ii) Que hayan sido adquiridos durante la vigencia de la Sociedad Conyugal. En


relación a esto cabe tener presente, que en materia de Sociedad Conyugal
existen reglas especiales para determinar cuándo se entiende adquirido un
bien.

iii) Que la adquisición sea a título gratuito. Por consiguiente el cónyuge adquirió el
bien en virtud de una donación entre vivos, de una herencia o legado. Esto se
desprende del Artículo 1.725 nº 5, que al no hacer distinción se entiende que
toda adquisición a título oneroso ingresa al Haber Absoluto.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

III. EL TESORO en los casos del Artículo 1.731.

En 2 hipótesis:
1. En la parte del tesoro que corresponde al descubridor cuando este es uno de los
cónyuges.
2. En la parte que corresponde al dueño del suelo cuando éste pertenece al Haber
Propio de uno de los cónyuges.

EL HABER PROPIO DE LOS CÓNYUGES

Es aquel que está compuesto por todos aquellos bienes que pertenecen al marido o
a la mujer; y por consiguiente: no ingresan a la Sociedad Conyugal, y tampoco
pertenecen a los patrimonios reservados o especiales de la mujer.

En consecuencia, podemos encontrar un patrimonio propio del marido y un


patrimonio propio de la mujer.

Características:

1. El dominio de estos bienes corresponde respectivamente al marido o a la


mujer.

2. Este patrimonio está compuesto por bienes muebles e inmuebles.

3. Ambos patrimonios son administrados por el marido, tanto sus bienes


propios como los de la mujer.

4. Los frutos y productos de estos bienes ingresan al Haber Absoluto de la


Sociedad Conyugal. La Sociedad tiene sobre estos bienes un Derecho Real
de Goce que tiene por objeto aportar a la mantención del matrimonio y de la
familia común.

5. En cuanto a los aumentos que experimenten estos bienes, formando con el


bien un solo todo, pertenecen al cónyuge dueño del bien.

6. En cuanto a las pérdidas y deterioro de estos bienes, en principio los soporta


el cónyuge dueño o propietario, a menos que se hayan producido por dolo o
culpa grave del otro cónyuge, pues en tal caso éste estará obligado a
indemnizarle la reparación del daño.

7. En cuanto a las deudas las contraídas en relación al patrimonio propio de la


REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

mujer se pueden hacer valer en su patrimonio propio; en cambio, las


contraídas en el ejercicio del patrimonio propio del marido se pueden hacer
valer tanto en su patrimonio propio como en el haber social, y esto como
consecuencia de la confusión que se produce respecto de 3ros entre el
patrimonio social y el patrimonio propio del marido (Artículo 1.750 CC).

Partidas que lo integran:

1. Inmuebles pertenecientes a cualquiera de los cónyuges antes de la vigencia de la


sociedad conyugal.

2. Inmuebles adquiridos a título gratuito durante la vigencia de la sociedad


conyugal

3. Inmuebles debidamente subrogados

4. Muebles excluidos de la comunión.

5. Las Recompensas.

6. Los frutos de las cosas donadas, heredadas o legadas, bajo condición que tales
frutos no ingresen a la sociedad conyugal.

7. Los aumentos o mejoras que experimenten los bienes propios de los cónyuges.

1. INMUEBLES PERTENECIENTES A CUALQUIERA DE LOS CÓNYUGES ANTES DE


LA VIGENCIA DE LA SOCIEDAD CONYUGAL.

El código no dice que estos inmuebles integren el Haber Propio del respectivo
cónyuge, pero se entiende que ingresan al patrimonio propio porque el artículo
1.725 nº 1, 2 y 5 del código civil no se refiere a ellos (Haber Absoluto), y en los nº
3 y 4 sólo se refiere a los bienes muebles (Haber Relativo). Además antes de
formase la Sociedad Conyugal los inmuebles están en el haber del cónyuge, y si la
ley no dispone que se incorporen a ningún otro haber, obviamente tienen que
quedarse donde se encuentran, es decir, en el patrimonio propio del cónyuge.

Por otra parte, antes de la Ley 18.802 también se argumentaba diciendo que si los
inmuebles apreciados por la mujer ingresaban al Haber Relativo en los demás casos
los inmuebles debían ingresar al patrimonio propio.

Requisitos:
i) Que se trate de inmuebles: Esto en sentido amplio, cubre tanto los inmuebles
por naturaleza, adherencia o destinación; sea que se tenga una propiedad
absoluta o fiduciaria (sujeta a condición), sea que se tenga la plena o la
nuda propiedad.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

ii) Que el inmueble haya sido adquirido con anterioridad a la vigencia de la


Sociedad Conyugal: Como ya vimos, cabe tener presente que para
determinar cuándo se adquirió el inmueble hay que estar a la fecha del
título, y en algunos casos al pre-título y no al modo (Artículo 1.736).

2. INMUEBLES ADQUIRIDOS A TÍTULO GRATUITO DURANTE LA VIGENCIA DE


LA SOCIEDAD CONYUGAL. Articulo 1.726 inciso 1 y 1.732 inciso 1.

Requisitos:

i) Que se trate de inmuebles. En un sentido amplio.

ii) Que la adquisición haya sido realizada durante la vigencia de la Sociedad


Conyugal. Hay que atender al titulo o pre-titulo, es indiferente el modo.

iii) La adquisición debe ser a título gratuito..

Lo anterior se encuentra en 2 normas del CC: El Artículo 1.726 inciso 1 y el artículo


1.732 inciso 1. (Revisar).

Estas normas parecieran ser reiterativas, pero tienen un cariz distinto:

El Artículo 1.726 se refiere al caso en que la liberalidad del inmueble se hace a


ambos simultáneamente. Por lo tanto, la cuota de cada uno va a su patrimonio
propio.

El Artículo 1.732 se refiere al caso en que la liberalidad del inmueble se hace a uno
de los cónyuges, pero en consideración al otro. Por lo tanto, el inmueble va al
patrimonio propio de aquel al que se hace la liberalidad. (Es irrelevante que se haya
hecho en consideración al otro cónyuge).

3. INMUEBLES DEBIDAMENTE SUBROGADOS. Artículo 1.727 nº 1.

La subrogación es la sustitución de una persona o cosa por otra que pasa a ocupar
la misma calidad o posición jurídica que tenía la primera. Esta puede ser:

a. Subrogación Personal Es la sustitución de una persona por otra que pasa a


ocupar la misma posición jurídica que tenía la primera. Por ejemplo, el pago con
subrogación, Artículo 1.610.

b. Subrogación Real Es la sustitución de una cosa por otra que pasa a ocupar la
misma posición jurídica que tenía la primera. Por ejemplo, en materia de Seguro, la
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

indemnización que paga el asegurador pasa a ocupar la misma calidad jurídica que
tenía el bien asegurado.

La subrogación en los bienes propios es la sustitución de un bien propio (inmueble


o valores) de alguno de los cónyuges enajenado durante la vigencia de la Sociedad
Conyugal por una finca (inmueble) adquirida a titulo oneroso durante la existencia
de esta comunidad.

Si uno de los cónyuges tiene un inmueble que es un bien propio y lo vende y con el
producto de la venta adquiere otro inmueble, la nueva finca va a ser adquirida a
título oneroso durante la vigencia de la sociedad, y por tanto, debiera ir al Haber
Absoluto de la Sociedad Conyugal por el nº 5 del artículo 1725. Atendido a lo
anterior, los cónyuges no van a estar dispuestos a enajenar sus bienes propios,
toda vez que la finca que se adquiere no va a ser del cónyuge que enajeno sino de
la Sociedad Conyugal. Esta situación inmoviliza el patrimonio y el Derecho no puede
ser un factor que petrifique la circulación de los bienes. Por ello se recurre a una
ficción al entender que la nueva finca ocupa el lugar de la anterior.

Características:

1. Constituye una excepción al nº 5 del Artículo 1.725, ya que la regla general es


que las adquisiciones a título oneroso, ingresen al Haber Absoluto de la Sociedad
Conyugal pero en este caso el inmueble adquirido a título oneroso ingresa al
patrimonio propio.

2. Precisa la existencia de un bien propio que solo puede ser: un inmueble o valores
destinados a la subrogación.

3. El bien que se adquiere necesariamente debe ser: un inmueble (bien raíz).

4. La adquisición del inmueble debe verificarse durante la vigencia de la Sociedad


Conyugal. Cabe recordar que el sistema de adquisición del dominio en materia de
Sociedad Conyugal difiere de las reglas generales, en este caso hay que estar a la
fecha del título y en algunos casos a la del pre título, y no al modo.

5. La adquisición debe hacerse a título oneroso, pero los únicos títulos útiles para
que opere la subrogación son: la compraventa, y la permutación en su caso.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Clases de Subrogación

Subrogación de inmueble a inmueble: En este caso, el cónyuge tiene un inmueble


en su patrimonio propio, lo enajena y con el producto de la enajenación adquiere
otro inmueble. (Artículo 1.727 nº 1).

Subrogación de valores a inmuebles: En este caso, el cónyuge tiene valores en su


patrimonio propio y dependiendo de la naturaleza de esos valores (destinados a la
subrogación en las capitulaciones prematrimoniales o en una donación por causa de
matrimonio) puede requerir enajenarlos y con el producto de esa enajenación debe
adquirir un inmueble. (Artículo 1.727 nº 2).

Requisitos de la Subrogación:
1. Existencia de un bien propio de uno de los cónyuges.
2. Enajenación de un bien propio durante la vigencia de la Sociedad Conyugal.
3. Adquisición de un inmueble durante la vigencia de la Sociedad Conyugal.
4. Animo de subrogar.
5. Relativa proporcionalidad entre el valor del bien propio que se enajena y el
valor del inmueble que se adquiere.
6. Si se trata de un bien raíz propio de la mujer, se requiere la autorización de
ésta (Art. 1.733 inc. final CC).

Respecto de la Relativa proporcionalidad entre el valor del bien propio que se


enajena y el valor del inmueble que se adquiere debemos señalar que este requisito
radica en que el legislador no quiere que se burlen las reglas de la Sociedad
Conyugal, ni que se burlen los derechos de 3ros, por ejemplo, para perjudicar a los
acreedores se podría enajenar un bien raíz propio que vale $50.000.000 y comprar
otro de $2.000.000. El legislador exige una relativa proporcionalidad y no una
absoluta igualdad entre los valores de ambos bienes.

Hay “relativa proporcionalidad” cuando el saldo a favor o en contra de la


Sociedad Conyugal no excede de la mitad del valor de la finca que se
adquiere . Por lo tanto, si el saldo a favor o en contra de la Sociedad Conyugal
excede a la mitad del precio de la finca que se recibe, no habrá subrogación,
Artículo 1.733 inciso 6.

¿Los valores destinados a la subrogación pueden provenir de un legado?

a. Algunos autores estiman que NO es posible porque siendo la subrogación una


figura excepcional debe interpretarse en forma estricta; y si el nº 2 del Artículo
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

1.727 solo habla de donación no puede entenderse que comprenda a los legados.

b. Para otros SI es posible porque cuando el legislador hablo de donación está


pensando en adquisiciones a título gratuito y dentro de estas se comprenden los
legados.

¿Puede primero comprarse el bien raíz y luego enajenarse el bien propio?


Mayoritariamente se ha entendido que no es posible porque de los requisitos de la
subrogación se desprende que primero hay que enajenar y después comprar; y
como se trata de una situación de excepción la interpretación debe ser estricta.

6. (sexta característica) Si se trata de un bien raíz propio de la mujer, se requiere


la autorización de ésta (Artículo 1.733 inciso final). Antes de la Ley 18.802 del
año 1989 la manera de proteger a la mujer casada en Sociedad Conyugal
consistía en requerir autorización judicial para subrogar sus bienes propios. Con
la dictación de esta Ley, desaparece dicho requisito, pero se exige que medie la
voluntad de la mujer. Es menester contar con la voluntad de ella; el
códigoseñala “con la autorización de ésta”, pero pensamos que debiera decir
“con la voluntad de ésta”, ya que los bien son de ella (en concordancia con el
Artículo 1.754).

4. MUEBLES EXCLUIDOS DE LA COMUNIÓN. Artículo 1725 nº 4 inciso 2.

Los bienes muebles que tienen los contrayentes al momento en que se forma la
Sociedad Conyugal se incorporan al haber social con cargo de recompensa, forman
parte del Haber Relativo. Sin embargo, en las capitulaciones pre-matrimoniales
los esposos pueden convenir en que determinados bienes muebles queden
fuera de la comunión, y en tal caso forman parte del haber propio del respectivo
cónyuge

5. LAS RECOMPENSAS (del respectivo cónyuge).

Las recompensas son los créditos que la Sociedad Conyugal, el marido y la mujer
se deben recíprocamente y que pueden reclamarse al momento de la liquidación de
la Sociedad Conyugal.

Las recompensas encuentran su fundamento en la equidad al evitar el


enriquecimiento sin causa y que por esta vía los cónyuges se hagan donaciones en
perjuicio de los acreedores.
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Clases de recompensas:

1. Recompensas que los cónyuges deben a la Sociedad Conyugal:


En este caso la Sociedad Conyugal es la acreedora y los cónyuges son los deudores.

Para que se genere una recompensa el patrimonio de uno de los cónyuges debe
haber reportado una utilidad a expensas del patrimonio común o social, como en
los siguientes casos:

Cuando con dineros sociales se ha:


1. Financiado mejoras en un bien propio de uno de los cónyuges.

2. Pagado una multa que se le impuso a uno de los cónyuges.

3. Pagado una indemnización a que fue condenado uno de los cónyuges por ser
responsable de un Delito o Cuasidelito Civil.

4. Pagado los gastos de defensa judicial en un pleito en que se defiende un


bien propio de uno de los cónyuges.

5. Pagado una deuda personal de uno de los cónyuges contraída antes de la


formación de la Sociedad Conyugal.

6. Pagado una deuda hereditaria o testamentaria en una sucesión en que es


heredero uno de los cónyuges.

7. Tuvo lugar la subrogación y el precio del bien vendido es inferior al precio


del bien adquirido.

2. Recompensas que la sociedad conyugal debe a los cónyuges:


En este caso el marido o la mujer son los acreedores y la Sociedad Conyugal es
la deudora.
El patrimonio social se ha visto enriquecido a expensas del haber propio de uno de
los cónyuges, como en los siguientes casos:

1. Bienes que ingresan al Haber Relativo de la Sociedad Conyugal.

2. En el caso de la subrogación en el patrimonio propio del cónyuge cuando el


valor de la finca que se vende es superior al valor de la finca que se
adquiere, la diferencia ingresa al haber social, pero se genera la respectiva
recompensa a favor del cónyuge propietario del bien propio enajenado.

3. Cuando vendemos un bien propio de uno de los cónyuges y no ha tenido


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lugar la subrogación; el dinero ingresa al Haber Relativo de la Sociedad


Conyugal.

4. Si con dinero propio de uno de los cónyuges se hacen MEJORAS a los bienes
sociales.

5. Si con dinero propio de uno de los cónyuges se financia la defensa judicial


de un bien social.

3. Recompensas que se deben los cónyuges entre sí:


En este caso acreedor y deudor son marido y mujer; y viceversa. El patrimonio de
uno de los cónyuges ha experimentado un incremento a expensas del patrimonio
del otro cónyuge.

Casos: Cuando con dinero propio de uno de los cónyuges se ha:

1. Financiado mejoras de un bien del otro cónyuge.

2. Pagado la defensa judicial de un bien del otro cónyuge.

3. Pagado una deuda personal del otro cónyuge.

4. Financiado la mantención de un pariente del otro cónyuge sin que constituya


una carga de familia.

5. Si algún bien propio de uno de los cónyuges experimenta deterioros o


perdida (se destruye) por culpa grave o dolo del otro cónyuge, éste debe
pagar la respectiva recompensa que corresponde a la indemnización.

Las recompensas deben pagarse en dinero (se admite la dación en pago si el


acreedor acepta) y deben pagarse actualizadas, es decir, el valor de la
recompensa debe reajustarse, procurando que tenga el mismo valor adquisitivo que
la suma invertida al momento en que se generó la recompensa. La ley señala que el
partidor, al establecer la reajustabilidad, debe aplicar esta regla de conformidad a
la equidad natural. Las recompensas se pagan al liquidarse la sociedad
conyugal.

6. LOS FRUTOS DE LAS COSAS DONADAS, HEREDADAS O LEGADAS, BAJO


CONDICIÓN QUE TALES FRUTOS NO INGRESEN A LA SOCIEDAD
CONYUGAL. Artículo 1.724.
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Requisitos:

i) Que se trate de bienes que han sido objeto de una liberalidad a favor de uno de
los cónyuges.

ii) Que esa liberalidad tenga lugar durante la vigencia de la Sociedad Conyugal.

iii) Que la donación, herencia o el legado esté sujeta a la condición de que esos
frutos no pertenezcan a la Sociedad Conyugal: Si no hubiera esta condición
todos los frutos, de los bienes sociales o de los cónyuges, van al Haber
Absoluto por Artículo 1.725 nº 2.

iv) Cabe tener presente que existe el límite que la asignación no se haya hecho a
título de Legítima Rigorosa: Porque la legítima rigorosa no es susceptible de
condición, plazo o modo alguno (Artículo 1.192).

7. LOS AUMENTOS O MEJORAS QUE EXPERIMENTEN LOS BIENES PROPIOS


DE LOS CÓNYUGES. Artículo 1.727 nº 3.

Los aumentos o mejoras que experimentan los bienes propios de los cónyuges
pertenecen a su haber propio, siempre que formen con el bien un solo todo que no
pueda dividirse.

Requisitos:

i) El bien puede ser mueble o inmueble.

ii) Que se trate de un aumento material.

iii) Que el aumento y el bien propio formen un solo todo.

iv) Si el aumento es obra de la naturaleza ninguna recompensa se adeuda.

v) Si el aumento es obra del hombre se debe la correspondiente recompensa a la


Sociedad Conyugal o al otro cónyuge.

Para saber cuál es el monto de la recompensa hay que distinguir:


a. Si el mayor valor subsiste al momento de la disolución de la Sociedad Conyugal
será ese mayor valor.
b. Si ese mayor valor excede del valor de las expensas, o sea, lo que se gastó para
obtener ese mayor valor, el monto de la recompensa será el valor correspondiente
a las expensas.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

PASIVO DE LA SOCIEDAD CONYUGAL


Este tema se estructura sobre la base de 2 preguntas fundamentales:

 ¿Sobre qué bienes se puede hacer efectiva una deuda?


 ¿Qué patrimonio en definitiva es el que debe soportar el pago de una deuda?

La primera pregunta, dice relación con el tema respecto de los acreedores, y es lo


que se denomina la obligación a la deuda (Por lo tanto, consiste en determinar
¿Qué bienes responden de las deudas?).

La segunda pregunta dice relación con un tema interno entre los cónyuges una vez
que el acreedor ha sido satisfecho. Este es el tema de la contribución a la deuda
(Por lo tanto, consiste en determinar ¿Qué patrimonio soporta definitivamente el
pago de una deuda?).

Con respecto a la OBLIGACIÓN A LA DEUDA:

Obligaciones Sociales: Son aquellas a cuyo pago quedan afectos los bienes de la
Sociedad Conyugal. Por lo tanto, que la deuda sea social en cuanto a la obligación
quiere decir que los 3ros acreedores sólo pueden cobrar su crédito en los bienes
sociales.

Obligaciones Personales del Marido: Son aquellas a cuyo pago quedan afectos los
bienes propios del marido. Por lo tanto, que la Deuda sea personal en cuanto a la
obligación quiere decir que los 3ros acreedores sólo pueden hacer efectivos sus
créditos en el patrimonio propio del marido.

Obligaciones Personales de la Mujer: Son aquellos a cuyo pago quedan afectos los
bienes propios de la mujer. Por lo tanto, que la Deuda sea personal en cuanto a la
obligación quiere decir que los 3ros acreedores sólo pueden hacer efectivos sus
créditos en el patrimonio propio de la mujer.

Con respecto a la CONTRIBUCIÓN A LA DEUDA

Obligaciones Sociales: Son aquellas que sólo gravan el patrimonio social. Por lo
tanto, en definitiva, la Sociedad Conyugal debe soportar el pago de la deuda.

Obligaciones Personales del Marido: Son aquellas que sólo gravan el patrimonio
propio del marido.

Obligaciones Personales de la Mujer: Son aquellas que sólo gravan el patrimonio


propio de la mujer.
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Con respecto a la obligación a la deuda y a la contribución a la deuda podemos


encontrar:

1. Deuda social en cuanto a la obligación y en cuanto a la contribución. Esto


quiere decir que el tercero acreedor puede hacer efectivo su crédito en los bienes
sociales y además, en definitiva, la Sociedad Conyugal debe soportar el pago de
esa deuda. En consecuencia, no es necesario hace ningún ajuste interno.

2. Deuda social en cuanto a la obligación y personal en cuanto a la


contribución: Esto quiere decir que los terceros acreedores pueden cobrar sus
créditos en los bienes sociales, pero en definitiva, quien soportará el pago de la
deuda es el patrimonio propio del marido o de la mujer. En consecuencia, se debe
proceder a un ajuste interno, por lo cual se genera una recompensa a favor de la
Sociedad Conyugal y en contra del respectivo cónyuge.

3. Deuda personal en cuanto a la obligación y en cuanto a la contribución:


Esto quiere decir que el tercero acreedor puede hacer efectivo su crédito en los
bienes propios del cónyuge y, en definitiva, el patrimonio que debe soportar el pago
de esa deuda es el patrimonio propio del respectivo cónyuge.

4. Deuda personal en cuanto a la obligación y social en cuanto a la


contribución: Esto quiere decir que el tercero acreedor puede hacer efectivo su
crédito en los bienes propios del marido o de la mujer, pero quien debe soportarlo
en la Sociedad Conyugal. Luego, es necesario un ajuste de cuentas, para lo cual se
genera una recompensa a favor del respectivo cónyuge y en contra de la Sociedad
Conyugal.

EL PASIVO SOCIAL: Al igual que ocurre con el activo, aquí encontramos un pasivo
absoluto y un pasivo relativo.

PASIVO ABSOLUTO Está constituido por todas aquellas DEUDAS que son sociales
en cuanto a la obligación y en cuanto a la contribución.
Está compuesto por aquellas deudas a cuyo pago está obligada la Sociedad
Conyugal y que la grava de manera definitiva sin derecho a recompensa.

También se le llama pasivo real o definitivo ya que propiamente estas son las
deudas sociales, ya que las paga y las soporta la Sociedad Conyugal, de ahí que no
se genera recompensa alguna. Artículo 1.740
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Partidas:

1. Pensiones e intereses de las deudas que corran en contra de la sociedad


conyugal o en contra de cualquiera de los cónyuges y que se devenguen durante la
vigencia de la sociedad conyugal. Artículo 1.740 nº 1.

2. Obligaciones contraídas durante la vigencia de la sociedad conyugal. Artículo


1.740 nº 2.

3. Obligaciones por contratos accesorios, Artículo 1.740 nº 2 parte final.

4. Cargas y reparaciones usufructuarias de los bienes sociales y de cada cónyuge.


Artículo 1.740 nº 4 o también llamadas cargas usufructuarias.

5. Gastos de mantenimiento de los cónyuges, del mantenimiento, educación y


establecimiento de los descendientes comunes y en general de toda otra carga de
familia. Artículo 1.740 nº 5.

6. Si en las capitulaciones prematrimoniales los esposos han acordado que se


reserve una suma de dinero a la mujer ya sea que se le entregue de una sola vez o
se le entregue una suma periódica para que pueda disponer a su arbitrio. Artículo
1.740 inciso final.

1. PENSIONES E INTERESES DE LAS DEUDAS QUE CORRAN EN CONTRA DE


LA SOCIEDAD CONYUGAL O EN CONTRA DE CUALQUIERA DE LOS
CÓNYUGES Y QUE SE DEVENGUEN (se hagan exigibles) DURANTE LA
VIGENCIA DE LA SOCIEDAD CONYUGAL.

1. Debe tratarse de pensiones e intereses. No se trata de las deudas sino de las


pensiones o intereses que esas deudas devenguen.

2. Deben ser devengados durante la vigencia de la Sociedad Conyugal. Es decir,


que deben hacerse exigibles durante la Sociedad Conyugal.

3. Las Deudas que los producen deben ser deudas sociales o deudas de cualquier
de los cónyuges.
a. Tratándose de las pensiones e intereses de las deudas que corran en contra de la
Sociedad Conyugal esto no tiene nada de extraordinario es una aplicación del
principio que lo accesorio sigue la suerte de lo principal.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

b. Tratándose de las pensiones e intereses de las deudas que corran en contra los
cónyuges los autores sostienen que es una justa compensación al hecho que los
frutos y producto de los bienes propios de los cónyuges ingresen al Haber Absoluto
de la Sociedad Conyugal.

2. DEUDAS Y OBLIGACIONES CONTRAÍDAS DURANTE LA VIGENCIA DE LA


SOCIEDAD CONYUGAL. ARTÍCULO 1740 Nº2.

Requisitos:

1. Que se trate de deudas (u obligaciones) contraídas por el marido o la mujer en


ciertos casos; o ambos.

a. Tratándose del marido: esto no presenta nada de novedoso porque la


administración de la Sociedad Conyugal corresponde ordinariamente al marido en
su calidad de jefe de la Sociedad Conyugal, por lo tanto, las obligaciones que él
contrae son obligaciones sociales.

b. Tratándose de la mujer: el código exige que ella actúe con autorización del
marido o de la justicia en subsidio. Antes de la Ley 18.802 esto se entendía por
cuanto la mujer era relativamente incapaz de manera que para actuar en la vida del
derecho necesitaba de autorización del marido que era su representante legal, o
bien, de la justicia en subsidio, pero después de la Ley 18.802 esto no tiene sentido
porque la mujer es plenamente capaz.
Algunos autores señalan que fue una omisión del legislador de la Ley 18.802. Otros
señalan que el legislador se está refiriendo a los casos en que la mujer actúa como
mandataria del marido y en tal caso es razonable que la deuda sea social. Pero esto
es técnicamente incorrecto, pues la autorización es algo distinto del mandato.
También la mujer podrá directamente contraer obligaciones sin
intervención del marido ni de la justicia, pues la Ley señala que las compras al
fiado de cosas muebles destinadas naturalmente al consumo ordinario de la familia
obligan a los bienes sociales, los bienes del marido y hasta sus bienes propios,
Artículo 137 inciso 2.

2. Que la deuda se haya contraído durante la vigencia de la Sociedad Conyugal.


Porque si han sido contraídas antes son obligaciones propias del respectivo
cónyuge; y la Sociedad Conyugal no puede responder de lo ocurrido con
anterioridad a su existencia.

3. Que no se trate de una deuda personal ni del marido ni de la mujer. Que no se


trate de obligaciones propias de cada cónyuge, pues estas sólo pueden ser
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

cobradas en los bienes propios del respectivo cónyuge y no en los bienes sociales.

3. OBLIGACIONES POR CONTRATOS ACCESORIOS

La Sociedad Conyugal está obligada al lasto2 de toda fianza, hipoteca o prenda


constituida por el marido.

a. Si se está caucionando una deuda social indiscutidamente la obligación por el


contrato accesorio ingresa al Pasivo Absoluto por aplicación del principio de
accesoriedad.

b. Si se está caucionando una deuda personal por aplicación del mismo principio
la obligación por el contrato accesorio ingresa al Pasivo Relativo de la Sociedad
Conyugal (es decir, se genera una recompensa a favor de la Sociedad).

c. Si se está caucionando una obligación de 3ros, para saber cuál es el destino de


la obligación por el contrato accesorio hay que subdistinguir:

 Si el marido actúa con autorización de la mujer la obligación ingresa al Pasivo


Absoluto de la Sociedad Conyugal.
 Si el marido actúa sin autorización de la mujer la obligación ingresa al Pasivo
propio del marido.

4. CARGAS Y REPARACIONES USUFRUCTUARIAS DE LOS BIENES SOCIALES


Y DE CADA CÓNYUGE.

El código no define que se entiende por cargas usufructuarias. Sin embargo en


materia de Usufructo se distingue entre cargas usufructuarias y obras o refacciones
mayores. Las Cargas Usufructuarias: son las expensas ordinarias de
conservación y cultivo, es decir, lo que debe invertirse para conservar y hacer
producir los bienes que son materia del usufructo. En el usufructo son de cargo del
usufructuario, y en materia de Sociedad Conyugal son de cargo de la Sociedad
Conyugal.
En cambio, las Obras o Refacciones Mayores: son aquellas que tienen lugar por
una sola vez o a largos intervalos de tiempo, y que conciernen a la conservación y
permanente utilidad de la cosa fructuaria. En el usufructo son de cargo del nudo
propietario y en la Sociedad Conyugal son de cargo del cónyuge propietario, por lo
tanto, no las soporta la Sociedad Conyugal.

2
Pago que se hace de algo con derecho a reembolso.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

En conclusión: Las cargas usufructuarias deben ser soportadas por la Sociedad


Conyugal, pero no las obras mayores.

5. GASTOS DE MANTENIMIENTO DE LOS CÓNYUGES, DEL MANTENIMIENTO,


EDUCACIÓN Y ESTABLECIMIENTO DE LOS DESCENDIENTES COMUNES Y EN
GENERAL DE TODA OTRA CARGA DE FAMILIA.

Dentro del mantenimiento de los cónyuges y los descendientes comunes se


comprende la alimentación, la habitación (vivienda), el vestuario, la salud y los
gastos razonables de progreso espiritual y diversión.
Igualmente, dentro de las cargas de familia se incluyen los alimentos que uno de
los cónyuges deba por ley aunque no se trate de alimentos destinados a un
descendiente común, por ejemplo, que un cónyuge deba alimentos a su padre, o a
un hijo no matrimonial, pero en caso de ser excesivos el juez puede moderar el
exceso imputándolo al haber propio del cónyuge.

6. SI EN LAS CAPITULACIONES PREMATRIMONIALES LOS ESPOSOS HAN


ACORDADO QUE SE RESERVE UNA SUMA DE DINERO A LA MUJER YA SEA
QUE SE LE ENTREGUE DE UNA SOLA VEZ O SE LE ENTREGUE UNA SUMA
PERIÓDICA PARA QUE PUEDA DISPONER A SU ARBITRIO. EL PAGO DE ESA
SUMA INGRESARÁ AL PASIVO ABSOLUTO DE LA SOCIEDAD CONYUGAL, A
MENOS QUE EXPRESAMENTE SE HAYA ACORDADO QUE EL PAGO SERÁ DE
CARGO DEL MARIDO.

PASIVO RELATIVO
Es aquel que está constituido por todas aquellas deudas que son sociales en cuanto
a la obligación y personales en cuanto a la contribución, de ahí que también se le
llama pasivo aparente o provisorio ya que en realidad no se trata de deudas
sociales toda vez que en definitiva el pago lo soporta el respectivo cónyuge. Como
consecuencia de lo anterior, se genera una recompensa a favor de la Sociedad
Conyugal.

Única Partida:

 DEUDAS PERSONALES DE LOS CÓNYUGES. Artículo 1.740 nº 3. Por


ejemplo::
a. Obligaciones contraídas antes de la vigencia de la Sociedad Conyugal y que se
pagan durante esta.
b. Obligaciones contraídas durante la vigencia de la Sociedad Conyugal, pero que
ceden en beneficio exclusivo de uno de los cónyuges.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

c. Pago de los alimentos forzosos siempre que no estén comprendidos en el nº 2 del


Artículo 1.740.
d. El pago de las multas e indemnizaciones a que fuere condenado cualquiera de los
cónyuges por la comisión de un delito o cuasi delito.
e. Uno de los cónyuges acepta una herencia y es condenado a pagar las deudas
hereditarias de esa herencia, esto lo pagara la Sociedad Conyugal, pero tiene
derecho a repetir en contra del cónyuge que acepto la herencia.

PASIVO PROPIO DE LOS CÓNYUGES


Es aquel que está compuesto por deudas que son personales en cuanto a la
obligación y en cuanto a la contribución. Para examinar las partidas hay que
distinguir: la situación del marido de la situación de la mujer.

Pasivo personal del marido:


La única partida se presenta cuando el marido se constituye en avalista, fiador,
codeudor solidario u otorga cualquiera otra caución para garantizar obligaciones
ajenas o contraídas por 3ros sin autorización de la mujer.

Por lo tanto, son obligaciones a cuyo pago está obligado el marido, y de las cuales
responderá con sus bienes propios gravándolos de manera definitiva.

Pasivo personal de la Mujer


Nos encontramos con el pasivo de la mujer en 2 hipótesis:

1. Se presenta cuando la mujer administrando extraordinariamente la Sociedad


Conyugal se constituye en avalista, fiadora, codeudora solidaria u otorga cualquiera
otra caución para garantizar obligaciones de 3ros sin contar con la autorización de
la justicia.
2. Artículo 138 bis, cuando el marido se negare injustificadamente a realizar un
acto o celebrar un contrato respecto de un bien propio de la mujer y ella pide
autorización a la justicia para realizar ese acto o contrato. Si la justicia la autoriza
para actuar por sí misma sólo obligara sus bienes propios.

¿Qué ocurre con los bienes adquiridos entre la disolución y la liquidación de la


Sociedad Conyugal?
Disuelta la Sociedad Conyugal se forma una comunidad la que va a subsistir
mientras no se verifique la partición. En consecuencia, si durante este lapso se
adquieren bienes se entiende que se ha hecho con bienes sociales, artículo
1.739 inciso final.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

LA ADMINISTRACIÓN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL

La ley distingue entre: Administración Ordinaria (Artículo 1.749 y siguientes) y


Administración Extraordinaria (Artículo 1.758 y siguientes).

ADMINISTRACIÓN ORDINARIA
Es aquella que corresponde al marido en su calidad de jefe de la Sociedad
Conyugal.

Características:

a. Esta administración corresponde al marido en su calidad de jefe de la Sociedad


Conyugal.

b. Esta administración opera por el solo ministerio de la Ley.

c. Comienza junto con la Sociedad Conyugal.

d. El marido además de administrador es considerado dueño de los bienes sociales.


El Artículo 1.750 señala que el marido es, respecto de 3ros, dueño de los bienes
sociales, como si ellos y sus bienes propios formasen un solo patrimonio. Por lo
tanto, los acreedores de la Sociedad Conyugal y del marido podrán perseguir sus
acreencias tanto los bienes de éste como en los bienes sociales; sin perjuicio de las
correspondientes recompensas a que se dé lugar. Pero el marido no sólo respecto
de 3ros se mira como dueño de los bienes sociales, sino también respecto de la
mujer, pues el Artículo 1.752 señala que la mujer por sí sola no tiene derecho
alguno sobre los bienes sociales durante la sociedad, salvo el caso de la
administración por impedimento temporal del marido y de la administración
extraordinaria. Así también lo confirma el artículo 137 al señalar que los actos y
contratos de la mujer casada en sociedad conyugal solo obligan los bienes de sus
patrimonios reservados.

Por tanto, el el marido tiene la administración exclusiva de los bienes sociales,


respecto de los cuales se mira como dueño, tanto en relación a los 3ros, como de la
mujer.

e. Comprende la administración de los


• Bienes sociales
• Bienes propios del marido y
• Bienes propios de la mujer (Principio de la unidad de la administración, Artículo
1.749).
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES SOCIALES


El marido en un principio administra libremente este patrimonio. Sin embargo,
existen 2 limitaciones:

• La Ley
• Las capitulaciones matrimoniales.

La Ley.

1. Artículo 1749 inciso 3 El marido necesita la autorización de la mujer para


gravar, enajenar, prometer gravar o enajenar:
 Bienes raíces sociales o
 Derechos Hereditarios de su mujer

2. Artículo 1749 inciso 4 El marido requiere de autorización de la mujer para dar


en arrendamiento o ceder la tenencia de los bienes raíces sociales por más de 5
años si son urbanos o por más de 8 años si son rústicos, incluidas las prórrogas que
hubiere pactado el marido.

La expresión ceder la tenencia se ha entendido que significa cualquier contrato de


mera tenencia distinto al arrendamiento, por ejemplo, el comodato. Hay autores
que critican el empleo de la expresión ceder la tenencia porque la tenencia no es un
derecho sino que una situación fáctica, toda vez que lo que se cede es el uso y el
goce.

3. Artículo 1749 inciso 5 El marido requiere de autorización de la mujer para


constituirse en• avalista, • codeudor solidario, • fiador o caucionar de cualquier otra
forma obligaciones de 3ros para poder obligar los bienes sociales, porque si lo hace
sin la autorización de la mujer solo obliga sus bienes propios.

¿La expresión cauciones comprende tanto las cauciones reales y


personales; o sólo las personales?

a) Algunos sostienen que solo comprende a las cauciones personales, ya que por
una parte los ejemplos que se señalan son constitutivos de cauciones personales y
además porque las cauciones reales quedan comprendidas en la noción de gravar
del inciso 3 del Artículo 1.749.

b) Para otros comprende todas las cauciones porque el legislador no ha distinguido


y la enunciación que hace es meramente ejemplar.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

¿Si se realiza un acto jurídico y como consecuencia de él surge una


garantía: se necesita de la autorización de la mujer para obligar los bienes
sociales?

No, porque la exigencia es para los actos de los que surja como un efecto natural
una garantía convencional y en estos casos la garantía la establece la Ley, es una
consecuencia del acto jurídico. Por ejemplo, cuando una persona endosa un cheque
queda convertido en codeudor solidario con el girador del cheque, o cuando se es
socio de una sociedad colectiva civil caso en que todos los socios quedan
solidariamente obligados con los actos que realiza la sociedad.

4. Artículo 1749 inciso 4 El marido requiere de autorización de la mujer para


disponer de los bienes sociales a título gratuito.

Esta regla se aplica tanto los bienes muebles como inmuebles. El marido no
requiere de autorización de la mujer cuando se trate de donaciones de poca monta
atendida la fuerza del patrimonio social. Esta es una cuestión de hecho que el juez
deberá ponderar caso a caso.

5. El marido ejercerá los derechos (societarios) que corresponden a la mujer como


socia en una sociedad civil o comercial a menos que se trate de una mujer cuyo
trabajo separado del de su marido consista en la administración de esa sociedad,
porque en tal caso lo que obtenga ingresa a su patrimonio reservado del Artículo
150, porque el derecho societario es una cosa incorporal mueble, por lo tanto va al
Haber Relativo de la Sociedad Conyugal.

La Autorización de la Mujer

Según el Artículo 1.749 inciso 7 y 8 la mujer puede autorizar personalmente o por


medio de mandatario. Otra forma es obtener la autorización subsidiaria por la
justicia).

Autorización Personal de la mujer: La puede hacer de 2 formas de acuerdo al


Artículo 1.749 inciso 7:
a) En forma Expresa: Cuando la autorización se otorgue por escrito. Para ello la
autorización de la mujer debe ser específica y otorgada por Escritura Pública o
Privada o por Escritura Pública si el acto o contrato que se autoriza requiere dicha
solemnidad.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

b) En forma Tácita: Cuando interviene expresa y directamente de cualquier modo


en el acto o contrato que está celebrando el marido autorizándolo de cualquier
modo.

Autorización a través de mandatario: La autorización podrá prestarse también


por medio de mandato especial (específico para celebrar tal acto) que conste por
escrito (instrumento privado) o por escritura pública si el acto o contrato que se
autoriza requiere dicha solemnidad.
La especificidad de la autorización se traduce en que ella deberá otorgarse para el
acto preciso de que se trate.

La doctrina señala además que la autorización debe ser anterior o coetánea al acto
o contrato. Si la autorización es posterior, igual es válido el acto, pero no
estaremos ante una autorización propiamente dicha, sino que ante la ratificación
del acto, ratificación que tiene por objeto sanear la nulidad del acto.

Autorización judicial supletoria: Procede en los siguientes casos: Art. 1.749 inc.
8.

a) En caso de negativa injustificada a autorizar:


En este caso se debe citar a una audiencia a la mujer porque el juez debe calificar
la negativa. Si es una negativa injustificada (es decir, que carece de un argumento
razonable) procede la autorización judicial supletoria, pero si es justificada
denegará la autorización judicial. Es una cuestión de hecho que determinara cada
tribunal y no es susceptible de casación en el fondo.

b) En caso de impedimento de la mujer:


Por ejemplo, menor de edad, demencia, ausencia u otro, y que por la demora se
sufra perjuicio: En este caso el marido debe acreditar que por la demora en la
autorización se sufre un perjuicio y el juez debe proceder con conocimiento de
causa.

En ningún caso procede la autorización judicial supletoria en caso de negativa de la


mujer a autorizar una donación (sea de muebles o inmuebles) aunque la negativa
sea injustificada porque se entiende que la donación perjudica el patrimonio social.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Sanción para los actos del marido sin la autorización de la mujer o de la


justicia

Regla general: es que ese acto o contrato adolece de una causal de nulidad
relativa, artículo 1.757.

Excepciones:
1) Si el marido da en arrendamiento o cede la tenencia de bienes raíces sociales
por más de 5 años si son urbanos o por más de 8 años si son rústicos sin la
autorización de la mujer la sanción es la inoponibilidad del exceso. Por lo tanto,
estos actos son eficaces por los 5 u 8 años y en lo que excede los 5 u 8 años son
inoponibles a la mujer, sus herederos o cesionarios.

2) Si el marido se constituye en avalista, fiador, codeudor solidario u otorga


cualquiera otra caución para garantizar obligaciones de 3ros sin autorización de la
mujer, solo obliga sus bienes propios, Artículo 1749 inciso 5. No obliga los bienes
sociales, y menos los bienes propios de la mujer.

Titulares de las acciones de Inoponibilidad y Nulidad Relativa: Son la mujer, sus


herederos o cesionarios.

Plazo de prescripción de la Nulidad: Es de 4 años contados desde: -La disolución


de la Sociedad Conyugal, o desde -Que cesa la incapacidad de la mujer o de sus
herederos.
Hay autores que señalan que esta reglamentación esta demás porque aplicando las
reglas generales en materia de nulidad en los actos jurídicos se llega a la misma
conclusión. Ya que la omisión de la autorización de la mujer corresponde a la
omisión de un requisito exigido en consideración al estado o calidad de las
personas.

ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES PROPIOS DEL MARIDO

El marido administra libremente sus bienes propios, en este sentido su situación no


varía en relación a cuando estaba soltero, solo existen 2 diferencias:
1. Los frutos y productos de sus bienes propios ingresan al Haber Absoluto de la
Sociedad Conyugal. (Artículo 1.725 nº 2)
2. Los acreedores sociales pueden exigir el pago de sus créditos en los bienes
propios del marido. (Artículo 1.750 inciso 1).
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES PROPIOS DE LA MUJER


Hasta antes de la Ley 18.802 el marido administraba estos bienes porque la mujer
casada en Sociedad Conyugal era relativamente incapaz y su marido era su
representante legal. La Ley 18.802 declaro la plena capacidad de la mujer casada
en la Sociedad Conyugal.

¿Si es plenamente capaz por qué el marido administra sus bienes propios?

En los proyectos de la Ley 18.802 se hablaba de la existencia de un Mandato


Tácito, pero ello no quedo en el texto definitivo. Algunos autores señalan que el
fundamento esta en el solo ministerio de la ley, el marido administra estos bienes
porque la ley así lo dice. Para otros, la razón se encontraría en que los frutos y
productos del patrimonio propio de la mujer ingresan al haber absoluto de la
Sociedad Conyugal (Artículo 1.725 nº 2 CC) el cual es administrado por el marido,
por lo tanto, el más interesado en que los bienes propios de la mujer produzcan
muchos frutos y productos es el marido y por esta razón se le encarga la
administración de estos bienes: para producir frutos e incrementar el Haber Social.

Otros señalan que al tener la Sociedad Conyugal un derecho legal de goce sobre los
bienes propios de los cónyuges y al ser el marido el Jefe de la Sociedad Conyugal le
corresponde por ello naturalmente administrar los bienes propios de la mujer.

Características de esta administración:

1. Encuentra su origen en la LEY. (Art. 135 inc. 1 CC – Art. 1.749 CC)

2. Es GENERAL: en el sentido que comprende todos los bienes que son de


propiedad de la mujer, salvo los que constituyen sus patrimonios reservados.

3. Constituye una ADMINISTRACIÓN DE BIENES AJENOS: de manera que el marido


debe responder y rendir cuenta de esa administración. En este sentido el artículo
1.771 señala que en principio cada cónyuge soporta las perdidas o deterioros que
experimente sus bienes propios, a menos que tales perdidas o deterioros
provengan de dolo o culpa grave del otro cónyuge en cuyo caso tendrá que
responder de los mismos. A partir de esto, se entiende que el marido responde de
las perdidas o deterioros que experimenten los bienes propios de la mujer como
consecuencia de esta administración cuando le sea imputable a título de dolo o
culpa grave.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

¿Qué ocurre si las perdidas o deterioros son imputables a culpa LEVE del
marido?

a) Alessandri: sostiene que el marido no es responsable, porque el Artículo 1.771


solo lo hace responsable de dolo o culpa grave, por tanto la mujer soportará esas
pérdidas o deterioros en su carácter de dueña de los bienes.

b) Somarriva: Señala que el marido es responsable porque está administrando


bienes ajenos, y toda persona que administre bienes ajenos responde hasta de la
culpa leve.

Facultad de administración del MARIDO en los BIENES PROPIOS DE LA


MUJER

En esta materia hay que distinguir:

a) El marido actuando solo puede:

i. Celebrar actos de mera administración, o sea, aquellos que están destinados a la


conservación, incremento y explotación normal de los bienes.

ii. Puede arrendar o ceder la tenencia de bienes raíces propios de la mujer hasta
por 5 años si son urbanos y hasta por 8 años si son rústicos incluidas las prorrogas
que se pudieren acordar. Artículo 1.756.

iii. El marido también está facultado para recibir el pago de obligaciones en que es
acreedora la mujer, Artículo 1.579.

44
b) Necesita de la VOLUNTAD de la mujer :

i. Para provocar las particiones en que tenga interés la mujer. Provocar la


partición es ejercer la acción de partición. Esto con el objeto de disolver una
comunidad en que tenga parte la mujer. Si el marido se negare injustificadamente
a realizar un acto o contrato respecto de un bien propio de la mujer, está puede
hacerse autorizar por la justicia, para poder actuar por sí misma. En éste caso la
mujer sólo obligara sus bienes propios y los activos de sus patrimonios reservados
o especiales.El marido no requiere de la voluntad de la mujer si otro comunero
provoca la partición. El marido no requiere de la voluntad de la mujer si la partición
se hace de común acuerdo.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

ii. Para proceder al nombramiento de un partidor en los casos en que la mujer


tenga interés. (Artículo 1.326 inciso 2) .

iii. Para dar en arriendo o ceder la tenencia de bienes raíces propios de la


mujer por más de 5 años si son urbanos y por más de 8 años si son rústicos.
(Artículo 1.756).

iv. Para enajenar y gravar los bienes raíces propios de la mujer. (Artículo
1.754).

v. Para enajenar o gravar otros bienes de la mujer que el marido pueda estar
obligado a restituir en especie (Artículo 1.755). Se entiende que se trata de bienes
muebles y la única posibilidad de encontrar bienes muebles en el patrimonio propio
de la mujer son los que han sido excluidos de la comunión en las capitulaciones
prematrimoniales. En este caso la voluntad de la mujer sólo puede ser suplida por
el juez en caso de estar impedida de manifestarla. Por lo tanto, si la mujer se niega
el juez no suple dicha voluntad.

¿Puede el marido actuando solo prometer enajenar o gravar los bienes


propios de la mujer?

1) Algunos autores señalan que puede hacerlo por cuanto se trata de situaciones de
excepción que se interpretan de manera estricta. Luego, si el legislador lo dijo
expresamente en el Artículo 1.749 CC a propósito de los bienes sociales no cabe
aplicar esa solución a los bienes propios. Esto porque la formalidad de los requisitos
son excepcionales, sólo pueden exigirse cuando el legislador lo ha señalado y en
este caso el legislador no ha dicho nada, por lo tanto, no se pueden aplicar los
requisitos analógicamente.

2) Para otros no es posible, porque si tratándose de los Bienes Sociales es


necesaria la autorización de la mujer para prometer gravarlos o enajenarlos con
mayor razón cuando se trata de sus Bienes Propios. Además, la intención del
legislador fue que el marido no pudiese enajenar o gravar los bienes propios de la
mujer sin la voluntad de ésta, ya que si el marido celebra ese contrato de promesa
sin la voluntad de la mujer puede ocurrir que cuando deba celebrarse el contrato
prometido ella se niegue a concurrir con su voluntad, y si esto pasa, habrá un
incumplimiento contractual de manera que la contraparte podría pedir el
cumplimiento forzado y como en este caso se trata de la suscripción de un
documento o de la constitución de una obligación procede el juez en representación
del deudor, es decir, el contrato prometido lo celebra el juez conforme a lo señalado
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

en el Artículo 532 del CPC, prescindiendo de la voluntad de la mujer con lo cual se


entra a burlar el Artículo 1.754 (por eso se podría decir que hay fraude a la ley,
pues podría llegarse a la situación de que el marido podría enajenar esos bienes sin
ninguna intervención de la mujer.).
Frente a esto se ha señalado que no sería posible por las siguientes razones:

a. Si la mujer no concurre con su voluntad a la enajenación o gravamen de un bien


raíz propio, esa enajenación o gravamen sería ineficaz, de manera que también lo
sería la promesa, pues está faltando el requisito del nº 2 del Artículo 1.554 (porque
el contrato prometido sería ineficaz).

b. De razonarse de otra forma, la mujer estaría siendo expropiada sin que exista
una ley expropiatoria que autorice tal expropiación, lo que es contrario al Artículo
19 nº 24 de la Constitución.

Requisitos de la voluntad de la mujer

1) La voluntad de la mujer puede manifestarse personalmente, por escritura


pública en cuyo caso debe ser específica, o interviniendo expresa y directamente de
cualquier modo en el acto autorizándolo.

2) También puede manifestarse a través de mandatario, en este caso el mandato


debe otorgarse por escritura Pública y debe ser un mandato especial.

Sanción en caso de omisión: Regla general: es la nulidad relativa (Artículo


1.757 inciso 1).

Excepciones:
1) Si el marido da en arrendamiento o cede la tenencia de bienes raíces propios de
la mujer por más de 5 años si son urbanos o por más de 8 años si son rústicos sin
la voluntad de la mujer la sanción es la inoponibilidad del exceso. Por lo tanto,
estos actos son eficaces por los 5 u 8 años y en lo que excede los 5 u 8 años son
inoponibles a la mujer, sus herederos o cesionarios.

2) Si el marido se constituye en avalista, fiador, codeudor solidario u otorga


cualquiera otra caución para garantizar obligaciones de terceros sin autorización de
la mujer solo obliga sus bienes propios, no los sociales y menos los bienes propios
de la mujer. Artículo 1749 inciso 5.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Titulares de las acciones de Inoponibilidad y Nulidad Relativa: Son la mujer, sus


herederos o cesionarios.

Plazo de prescripción de la Nulidad: Es de 4 años contados desde la disolución de la


Sociedad Conyugal, o desde que cesa la incapacidad de la mujer o de sus
herederos.

Intervención de la mujer en la administración ordinaria del marido en la


Sociedad Conyugal obligando bienes sociales.

 La mujer obliga los bienes sociales y los bienes propios del marido por las
compras que haga al fiado de bienes muebles naturalmente destinados al
consumo ordinario de la familia. Artículo 137 inciso 2.

 Si el marido sufre de un impedimento que no es de larga ni de indefinida


duración la mujer puede actuar autorizada por la justicia obligando los
bienes sociales y los bienes propios del marido e incluso sus bienes propios
cuando de la demora se siguiere perjuicio. Artículo 138 inciso 2.

 La mujer puede actuar como mandataria del marido y en ese carácter puede
obligar bienes sociales y los bienes propios del marido. Aunque en estricto
rigor el mandatario representa al mandante, por lo tanto, igual las
obligaciones son contraídas por el marido (Artículo 1.751).

 La mujer puede contratar con 3ros respecto de bienes muebles a título


oneroso y esos actos serán validos aunque el bien sea social o propio del
marido ya que el 3ro que este de buena fe quedará a resguardo de toda
reclamación que pueda hacer el marido siempre que se le haya hecho la
tradición de la cosa. Artículo 1.739 inciso 4 y 5.

Mecanismo de la mujer para defenderse de la administración del malvado marido

1. El marido requiere de la autorización y en algunos casos de la voluntad de la


mujer para celebrar válidamente ciertos actos.

2. La mujer casada en Sociedad Conyugal cuenta con un privilegio 4ta clase para
reclamar las recompensas e indemnizaciones que le adeude el marido por los
bienes de su propiedad que administre el marido, sobre los bienes de éste (Artículo
2.481 nº 3).
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Esta disposición da a entender que se trataría de los bienes pertenecientes al


patrimonio propio de la mujer porque son estos bienes los que cumplen con el
requisito de ser de propiedad de la mujer que los administra el marido. Sin
embargo, pareciera ser que ello no es efectivo por las siguientes razones:

i. Disuelta la sociedad conyugal, si la mujer quiere recuperar sus bienes propios


cuenta con la acción reivindicatoria que es una acción real más efectiva que
cualquier acción personal.

ii. Las preferencias son inherentes a los créditos, y tratándose de los bienes
pertenecientes al patrimonio propio de la mujer no hay ningún crédito que
pueda gozar de preferencia.

¿Qué crédito tiene la mujer que puede gozar de preferencia?

1. El Patrimonio Social se compone de un Activo y un Pasivo. El Activo a su turno se


divide en 2 haberes: El Haber Absoluto y el Haber Relativo, que está compuesto
por todos aquellos bienes que pasan pertenecer a la Sociedad Conyugal pero
generándose una recompensa a favor del cónyuge adquirente o aportante. Luego,
si es la mujer la acreedora de una recompensa ésta goza de una preferencia de 4ta
clase.

2. Si con ocasión de la administración que hace el marido se produce un perjuicio


para la mujer por culpa o dolo de aquél tiene que indemnizarla y esa indemnización
también goza de una preferencia de 4ta clase.

3. La mujer casada en Sociedad Conyugal goza del Beneficio de Emolumento que es


aquel en cuya virtud la mujer no responde de las deudas sociales sino hasta el valor
de los bienes que adquiere a título de gananciales (Artículo 1.767 y 1.777).

4. La mujer tiene derecho a renunciar a los gananciales, en cuyo caso conserva su


patrimonio del Artículo 150. La misma suerte corren los frutos de los bienes de los
artículos 166 y 167 y las adquisiciones hechas con ellos.

5. En la liquidación de la Sociedad Conyugal, la mujer se paga primero en cuanto a


las recompensas, precios y saldos que se le adeuden (Artículo 1.773).

6. La mujer retira primero sus bienes propios (Artículo 1.773).

7. Si los bienes sociales son insuficientes para pagar a la mujer, el saldo insoluto lo
cobra en los bienes del marido.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

b. (Segunda limitación del marido en la libre administración de los bienes sociales)

Las Capitulaciones Prematrimoniales3

Están definidas en el artículo 1715 inciso 1°:


“Se conocen con el nombre de capitulaciones matrimoniales las convenciones de
carácter patrimonial que celebran los esposos antes de contraer el matrimonio o en
el acto de su celebración”.

De manera que caracteriza a la capitulación matrimonial el que sea un pacto


celebrado antes o en el momento del matrimonio. Por esa razón no
constituyen capitulación matrimonial los pactos que en conformidad al artículo 1723
del Código Civil puedan acordar los cónyuges, pues se celebran durante la vigencia
del matrimonio.

Puede observarse también que el Código la define como una “convención”. No dice
que sea un contrato. El Código emplea bien el lenguaje porque las capitulaciones
matrimoniales no serán contrato si no crean derechos y obligaciones para las
partes. De modo que una capitulación matrimonial puede ser contrato si realmente
crea derechos y obligaciones para los esposos; no lo será en caso contrario. Así,
por ejemplo, si sólo tiene por objeto estipular el régimen de separación de bienes,
no es contrato sino una simple convención. En cambio, será contrato si el esposo,
en conformidad al art. 1720 inc. 2º, se obliga a dar a la esposa una determinada
pensión periódica.
En nuestro país se usa la denominación capitulaciones matrimoniales; en otras
partes estos acuerdos de orden patrimonial que convienen los esposos se llaman
contratos matrimoniales.

Características de las capitulaciones matrimoniales

1. Son una convención, esto es, un acto jurídico bilateral.

2. Obligan no sólo a los esposos, sino también a los terceros que contraten con
ellos.

3. Constituyen un acto jurídico dependiente, esto significa que es de la esencia


de esta institución el que no van a llegar a existir si no existe el matrimonio.
Aparentemente podría pensarse que constituyen un acto jurídico condicional

3
Adaptación del libro “Derecho de Familia” de René Ramos Pazos.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

suspensivo (así lo piensa Pablo Rodríguez), esto es, sujeto en su existencia


al hecho futuro e incierto de existir el matrimonio. Pero la condición es un
elemento accidental, en cambio la existencia del matrimonio es de la esencia
de la capitulación matrimonial.

4. Por regla general son inmutables. Las únicas excepciones la constituyen los
pactos del inciso 1º del artículo 1723 (artículo 1716 inciso final) y del
artículo 1792 inciso 2º, parte final.

Consentimiento y capacidad para celebrar capitulaciones matrimoniales:


Los esposos pueden prestar su consentimiento personalmente o a través de
mandatarios. Lo que la ley no permite es que se preste el consentimiento a través
de un representante legal. Ello porque si alguno de los esposos es absolutamente
incapaz, simplemente no puede casarse, y si es relativamente incapaz -menor
adulto o disipador en interdicción de administrar sus bienes-, las capitulaciones las
celebra el propio incapaz, con aprobación de la persona o personas que lo deben
autorizar para que contraiga matrimonio. De manera que la capacidad para celebrar
capitulaciones matrimoniales es la misma que se exige para casarse. Pero si se es
menor de edad requiere contar con la autorización de las mismas personas que lo
deben autorizar para contraer matrimonio. Así lo establece el artículo 1721: “El
menor hábil para contraer matrimonio podrá hacer en las capitulaciones
matrimoniales, con aprobación de la persona o personas cuyo consentimiento le
haya sido necesario para el matrimonio, todas las estipulaciones de que sería capaz
si fuese mayor”. Pero esta misma norma agrega que si el contrayente es menor de
edad, requiere de autorización judicial para celebrar las capitulaciones que tengan
por objeto: 1) renunciar los gananciales, 2) enajenar bienes raíces, o 3) gravarlos
con hipotecas, censos o servidumbres.

El inciso 2° del artículo 1721 establece que: “El que se halla bajo curaduría por otra
causa que la de menor de edad, necesita de la autorización de su curador para las
capitulaciones matrimoniales, y en lo demás estará sujeto a las mismas reglas que
el menor”. Esta norma tiene aplicación únicamente en el caso del interdicto por
disipación, pues tratándose del demente, del sordomudo, que no pueda darse a
entender por escrito o del impúber, ninguno de ellos puede contraer matrimonio.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Solemnidades de las capitulaciones matrimoniales


Las capitulaciones matrimoniales son un acto jurídico solemne. La solemnidad es
diferente según se celebren antes del matrimonio o en el acto del matrimonio.

Si las capitulaciones se celebran antes del matrimonio, la solemnidad es triple:

1. Escritura pública;

2. Subinscripción al margen de la respectiva inscripción matrimonial, y

3. Que esta subinscripción se practique al momento de celebrarse el matrimonio o


dentro de los 30 días siguientes (artículo 1716, inciso 1°, primera parte). Nótese
que la subinscripción es una solemnidad, no un requisito de publicidad frente a
terceros, pues el artículo 1716 dice que “sólo valdrán entre las partes y respecto de
terceros”. Nótese también que los 30 días son un plazo fatal y de días corridos, esto
es, no se descuentan los feriados (art. 50 Código Civil). El artículo 1716 se ha
puesto en el caso de los matrimonios celebrados en el extranjero y que no se hallen
inscritos en Chile, y nos dice que “será menester proceder previamente a su
inscripción en el registro de la primera sección de la comuna de Santiago, para lo
cual se exhibirá al Oficial Civil que corresponda el certificado de matrimonio
debidamente legalizado. En estos casos el plazo a que se refiere el inciso anterior -
los 30 días- se contará desde la fecha de la inscripción del matrimonio en Chile”.

Respecto de las capitulaciones matrimoniales celebradas en el acto del matrimonio,


como en ellas sólo se puede pactar separación total de bienes o el régimen de
participación en los gananciales (artículo 1715, inciso 2°), no requieren de las
mismas solemnidades, bastando que el pacto conste en la inscripción del
matrimonio. Así lo señala el artículo 1716 inciso 1°, parte final, norma que agrega
que “sin este requisito no tendrán valor alguno”.

Modificaciones de las capitulaciones matrimoniales. Inmutabilidad.

Las capitulaciones matrimoniales celebradas antes del matrimonio pueden


modificarse, debiendo hacerse estas modificaciones con las mismas solemnidades
de las originales (artículo 1722). Pero estas modificaciones sólo son posibles antes
de celebrarse el matrimonio, pues, verificado éste, “las capitulaciones no podrán
alterarse, aun con el consentimiento de todas las personas que intervinieron en
ellas, sino en el caso establecido en el inciso 1º del artículo 1723” (art. 1716, inc.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

final). Esta regla se encuentra complementada por lo dispuesto en el art. 1792-1,


inc. 2º.

Aplicando ambas normas se tiene que los cónyuges pueden introducir las siguientes
modificaciones al régimen matrimonial bajo el cual se casaron:

1. Si lo hicieron en sociedad conyugal pueden sustituirlo por el de separación total


de bienes (art. 1723, inc. 1º);

2. Si lo hicieron en sociedad conyugal pueden sustituirlo por el de participación en


los gananciales (1723 inc. 1º y art. 1792-1 inc. 2º);

3. Si se casaron en régimen de separación de bienes, pueden reemplazarlo por el


de participación en los gananciales (1723 inc. 1º parte final y art. 1792-1 inc. 2º);

4. Si se casaron en régimen de participación en los gananciales, pueden pasar al de


separación total de bienes (art. 1792-1 inc. 2º parte final).

Como se puede apreciar, si los cónyuges es casaron en régimen de participación en


los gananciales o separación de bienes, no pueden sustituirlo por el de
sociedad conyugal. Si lo hicieron en régimen de sociedad conyugal y después lo
sustituyeron por el de participación en los gananciales o separación de bienes,
tampoco les es permitido volver a la sociedad conyugal.

Situaciones distintas no resueltas en la ley, son las siguientes:

 Si quienes se casaron en régimen de sociedad conyugal y posteriormente,


usando el art. 1723, lo sustituyeron por el de separación de bienes, podrían
nuevamente y en virtud del art. 1723 celebrar un nuevo pacto en que
reemplazaran la separación de bienes por el de participación en los
gananciales.
 Si habiéndose casado en sociedad conyugal, y habiéndolo sustituido por el
de participación en los gananciales, podrían celebrar un nuevo pacto en
virtud del cual reemplazaran la participación en los gananciales por la
separación de bienes.
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Objeto de las capitulaciones matrimoniales

a) Estipulaciones permitidas.

El objeto de las capitulaciones matrimoniales es distinto según si se celebraron


antes del matrimonio o en el acto del matrimonio.

Las capitulaciones que se celebran en el acto del matrimonio sólo pueden tener por
objeto pactar la separación total de bienes o el régimen de participación en los
gananciales, nada más (artículo 1715, inciso 2°).

En cambio, en las que se celebran antes del matrimonio el objeto puede ser muy
variado, así, por ejemplo:
 Se podrá acordar la separación total o parcial de bienes (artículo 1720,
inciso 1°),
 Estipular que la mujer dispondrá libremente de una determinada suma de
dinero o de una determinada pensión periódica (artículo 1720, inciso 2°),
 Hacerse los esposos donaciones por causa de matrimonio (artículos. 1406 y
1786 y siguientes),
 Eximir de la sociedad conyugal cualquier parte de los bienes muebles
(artículo 1725 N° 4, inciso 2°)
 La mujer podrá renunciar a los gananciales (artículos 1719 y 1721)
 Destinar valores de uno de los cónyuges a la compra de un bien con el
objeto de que ese bien no ingrese a la sociedad conyugal sino que sea
propio del cónyuge respectivo (artículo 1727 N° 2°), etc.

b) Estipulaciones prohibidas.

El artículo 1717 dice que las capitulaciones matrimoniales “no contendrán


estipulaciones contrarias a las buenas costumbres ni a las leyes” ni serán “en
detrimento de los derechos y obligaciones que las leyes señalan a cada cónyuge
respecto del otro o de los descendientes comunes”. Así, a modo de ejemplo, no se
podrá convenir en las capitulaciones que la sociedad conyugal será administrada
por la mujer; que la mujer no podrá tener un patrimonio reservado; etc. Hay que
agregar que el propio Código prohíbe expresamente algunas estipulaciones, por
ejemplo, el artículo 153 señala que “la mujer no podrá renunciar en las
capitulaciones matrimoniales la facultad de pedir la separación de bienes a que le
dan derecho las leyes”, la renuncia a la acciones de separación judicial y de divorcio
(artículos 28 y 57 de la Ley de Matrimonio Civil, respectivamente), los pactos sobre
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

sucesión futura (artículo 1463); el artículo 1721 inciso final establece que “no se
podrá pactar que la sociedad conyugal tenga principio antes o después de
contraerse el matrimonio; toda estipulación en contrario es nula”, no podría
prohibirse que se demandara la declaración de un bien como “bien familiar”
(artículo 149).

II. ADMINISTRACIÓN EXTRAORDINARIA (Artículo 138 y 1.758 a 1.763)

Es aquella que corresponde a un curador del marido o a un curador de los bienes


del marido.
Se nombra curador de los bienes del marido cuando este se encuentra ausente.
Tiene lugar la curaduría de bienes del marido cuando se reúnan las siguientes
circunstancias (Artículo 473):

i. Que se desconozca su paradero.


ii. Que haya cortado comunicación con su familia
iii. Que no haya dejado un mandatario general, o sólo haya designado un
mandatario especial (es decir, para ciertos y determinados negocios).

¿A quién nombramos curador del marido o de sus bienes?


En principio tiene preferencia la mujer (Artículos 1.758, 462, 463, 470) y si no es la
mujer un 3ro.
Se entiende que si la mujer asume la administración extraordinaria se debe a que
ella es nombrada curadora del marido o curadora de los bienes de éste, pero no es
correcto señalar que mujer por el solo hecho de ser tal asume la administración
extraordinaria.

¿Cuándo nombramos a un 3ro?


i. Si la mujer es menor de edad o adolece de otra incapacidad.
ii. Cuando habiendo empezado la mujer a ejercer la curaduría y ella cesa: • por
excusa o por incapacidad sobreviniente.
iii. Si el marido es declarado en interdicción por disipación.
iv. Derecho especial de la mujer: La Ley permite que la mujer que no quiere asumir
la administración extraordinaria, ni someterse a la administración de un 3ro, pueda
pedir la Separación Judicial de Bienes. Artículo 1.762
v. Cuando el marido es menor de edad y puede asumir alguno de los parientes que
llama la ley con preferencia a la mujer.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

SITUACIÓN DE LA MUJER
Cuando es nombrada curadora del marido o de los bienes de éste asume la
administración extraordinaria de la Sociedad Conyugal, y ello en los siguientes
casos:

a. Si el marido es demente.
b. Si el marido es sordomudo que no puede darse a entender claramente.
c. Si el marido es menor de edad, pero solo a falta de los parientes llamados en
orden preferente a asumir la curaduría .
d. Si el marido está ausente.

Facultades de la mujer ejerciendo la administración extraordinaria En general


asume la administración de los bienes sociales, de los bienes propios del marido y
de sus bienes propios. Pero las facultades son distintas dependiendo del patrimonio
que se encuentre administrando así:

a. Tratándose del Patrimonio Social: En principio tiene amplias facultades.

Excepciones: La ley establece algunas limitaciones para celebrar ciertos actos para
los cuales requiere de autorización judicial:

1. Para enajenar, gravar, prometer enajenar o prometer gravar bienes raíces


sociales. En este caso si la mujer celebra cualquier de estos actos sin autorización
judicial la sanción es la nulidad relativa4, siendo titulares de la acción el marido, sus
herederos y sus cesionarios.
El plazo de prescripción es de 4 años que se cuentan desde que cesa el hecho que
motivo la curaduría (por lo tanto, desde que cesa la administración de la mujer).
Con todo no puede alegarse la nulidad transcurrido 10 años desde la celebración
del acto o contrato.

2. Para disponer entre vivos a título gratuito de bienes sociales (Artículo 1.759
inciso 3). A menos que se trate de donaciones de poca monta atendidas la fuerzas
del patrimonio social (Artículo 1.735). En este caso si la mujer celebra cualquier de
estos actos sin autorización judicial la sanción es la nulidad relativa (Artículo 1.759
inciso 4).

4 En este caso la ley señala expresamente que la sanción es la nulidad relativa, pero si no lo hubiese

dicho se llegaría a la misma conclusión ya que se está omitiendo un requisito exigido en consideración al
estado o calidad de las personas.
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3. Para dar en arrendamiento o ceder la tendencia de bienes raíces sociales por


más de 5 años si son urbanos y por más de 8 años si son rústicos incluidas las
prorrogas (Artículo 1.761). En este caso la sanción en caso de omisión es la
inoponibilidad del exceso al marido o a sus herederos.

4. Para constituirse en avalista, fiadora, codeudora solidaria u otorgar cualquiera


otra caución para garantizar obligaciones de 3ros (Artículo 1.759 inciso 6). En este
caso, la sanción en caso de omisión es que la mujer solo obliga su patrimonio
propio, su patrimonio reservado o sus patrimonios especiales.

b. Tratándose de los Bienes Propios del Marido.: La mujer actúa con las
facultades generales de un curador o de un curador de bienes.

c. Tratándose de los Bienes Propios de la Mujer: Ella actúa con absoluta


libertad.

Tanto la mujer como el 3ro tienen la obligación de rendir cuenta de su gestión. El


termino de la Administración Extraordinaria de la Sociedad Conyugal se produce
cuando cesa que origino la administración extraordinaria

DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL

Estas causales son taxativas. Los autores acostumbran a distinguir entre causales
por vía principal o directa y causal por vía consecuencial o indirectas.

Causales por vía Principal o Directas: Son aquellas que ponen término a la
Sociedad Conyugal, pero subsistiendo el matrimonio bajo un régimen patrimonial
distinto. Estas causales por eso afectan directamente a la Sociedad Conyugal. Aquí
encontramos:

a. Muerte presunta.
b. Sentencia firme de separación judicial personal.
c. Sentencia firme de separación judicial de bienes.
d. Los Pactos del Artículo 1.723.

2. Causales por vía Consecuencial o Indirecta: Son aquellas que ponen


término a la Sociedad Conyugal como consecuencia de la disolución del matrimonio.
Aquí encontramos:
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

a. Muerte natural de uno de los cónyuges.


b. Sentencia firme de divorcio.
c. Sentencia firme de nulidad.

Efectos de la DISOLUCIÓN de la Sociedad Conyugal

1. Terminan algunas restricciones o limitaciones que había entre los


cónyuges
2. Se puede renunciar a los Gananciales.
3. Se forma una comunidad entre los cónyuges o entre uno de ellos y los
herederos del otro.
4. Se fija definitivamente el Activo y el Pasivo de la Sociedad Conyugal.
5. Cesa la administración del marido
6. Cese el derecho legal de goce del marido sobre los Bienes Propios de la
mujer.
7. Los comuneros pueden pactar indivisión de acuerdo a las reglas
generales
8. Por regla general una vez producida la disolución debe procederse a la
liquidación de la Sociedad Conyugal.

Si la Sociedad Conyugal se disuelve:


Por causal INDIRECTA: Ya no hay limitaciones (pues pone fin al matrimonio y ya
no son cónyuges).

Por casual DIRECTA:


- Separación Judicial Personal: terminan las limitaciones de contratación entre
cónyuges.
-Tratándose de las demás causales directas: subsisten las limitaciones, pues siguen
siendo marido y mujer.

LA RENUNCIA A LOS GANANCIALES

Es una declaración unilateral de voluntad que formula la mujer antes del


matrimonio, o bien, que formula mujer o sus herederos una vez disuelta la
Sociedad Conyugal, en orden a no recibir parte alguna de los bienes sociales a
título de gananciales.

Es la abdicación que la mujer o sus herederos hacen a participar en los gananciales


obtenidos por la Sociedad Conyugal.
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Características

1. Es una renuncia, es decir, un acto jurídico unilateral, por lo tanto, no requiere de


la aceptación del marido.

2. La renuncia es total e indivisible, no admite parcialidades. Sin embargo,


tratándose de los herederos de la mujer la totalidad se refiere a su respectiva
cuota, ya que no se exige que actúen de consuno, es decir, unos pueden aceptar y
otros renunciar. Además, la cuota que es renunciada por uno de los herederos
acrece a la porción del marido, por lo tanto, no se podría aceptar que un heredero
renuncie a un porcentaje y dicho porcentaje sea aceptado por otro heredero
(Artículo 1.785).

3. La renuncia debe ser expresa, es decir, debe formularse en términos formales,


explícitos y directos. Sin embargo, cabe tener presente:

a. Si se hace antes del matrimonio debe hacerse en las capitulaciones


prematrimoniales y, por lo tanto, debe constar por escritura Pública y subinscribirse
al margen de la inscripción matrimonial al momento que se celebra el matrimonio o
dentro de los 30 días siguientes.

b. Si se hace una vez disuelta la Sociedad Conyugal no está sujeta a formalidad


alguna. Sería un acto jurídico consensual. Sin embargo, en la práctica por razones
probatorias se hace por escritura pública, pues sino quedaría sujeto a los límites de
la prueba testimonial: si el valor excede de 2 UTM no se podría acreditar mediante
testigos. También se prefiere hacer por escritura pública ya que los instrumentos
privados no se pueden hacer valer respecto de 3ros.

4. La renuncia es irrevocable: Artículo 1.782. Es decir, la renuncia una vez


efectuada no puede ser dejada sin efecto. Sin embargo, lo anterior no obsta a que
puede solicitarse su nulidad en caso de error o dolo, es decir, puede dejarse sin
efecto en virtud de una ineficacia de la renuncia.

Oportunidad para renunciar: La ley contempla 2 posibilidades:

a. Antes de la celebración del matrimonio: en las capitulaciones


prematrimoniales (Artículo 1.717 en relación con los Artículos. 1.721 y 1.767). En
este caso sólo pude renunciar la mujer.

b. Una vez disuelta la sociedad conyugal. La mujer o sus herederos pueden


renunciar hasta antes que ingrese cualquier bien al patrimonio de la mujer a título
de gananciales (Artículo 1.782) En este sentido, cabe tener presente que la ley no
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

ha señalado un plazo.

Efectos de la renuncia

1. La mujer no lleva (o recibe) parte alguna de los gananciales.

2. La mujer no responde de las deudas sociales.

3. Si la mujer tiene patrimonio reservado lo va a conservar.

4. Todos los gananciales son para el marido.

5. No se forma la comunidad entre los cónyuges o entre uno de ellos y los


herederos del otro.

6. Como consecuencia de lo anterior las etapas en la liquidación de la


Sociedad Conyugal se reducen. Esto porque no se liquidan las
recompensas entre el marido y la Sociedad Conyugal, porque los bienes
sociales y los del marido forman un solo todo, Artículo 1.783.
7. Si la mujer renuncia a los gananciales de todas formas debe liquidarse y
pagarse las recompensas.

Aunque la mujer renuncie a los gananciales en las Capitulaciones Prematrimoniales


no por ello conserva el derecho a hacer suyos los frutos de sus bienes propios, de
todas maneras ingresan al haber social porque están destinados a solventar las
cargas del matrimonio.

¿Qué ventaja representa para la mujer la renuncia a los gananciales?

La principal ventaja es que la mujer no responde de las deudas sociales, pero


resulta que el mismo efecto se produce en virtud del beneficio de emolumento, el
que limita su responsabilidad por deudas sociales hasta el monto de lo que haya
recibido por concepto de gananciales. En virtud de este la mujer solo va a
responder de las deudas sociales hasta un valor equivalente al de los bienes que ha
recibido a título de gananciales.

La ventaja de la renuncia se encuentra en que la prueba del beneficio de


emolumento no es fácil, la mujer que hace valer el beneficio de emolumento tiene
que acreditar que se pretende que ella responda por un valor superior al que le
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

corresponde, es decir, tiene que probar el exceso de lo que se le está cobrando, y


para esa prueba la ley solo admite instrumentos públicos, por lo tanto, si la mujer
carece de esos instrumentos públicos le puede resultar más conveniente renunciar
a los gananciales.

¿Puede el marido renunciar a los gananciales?

El marido puede renunciar a los gananciales, o bien, pueden hacerlo sus herederos,
pero esta renuncia no va a producir el efecto propio de la renuncia, es decir, por
mucho que el marido renuncie seguirá siendo responsable de las deudas sociales,
por aplicación del artículo 1.778. En consecuencia, esa renuncia se ve como una
liberalidad que hace el marido y que se considera como una donación revocable que
hace a la mujer.

Disuelta la sociedad conyugal queda un patrimonio y surge una comunidad


en la que son participes: el marido y la mujer o sus herederos si alguno de
ellos ha fallecido.

A dicha comunidad se aplican las reglas de la Comunidad Ordinaria, por lo tanto:


1. Cada coparticipe solo puede realizar actos de administración.

2. Para enajenar o gravar bienes deben actuar todos de consuno..

Cabe tener presente que los bienes que se adquieren en el tiempo intermedio entre
la disolución y la liquidación no ingresan a esta comunidad sino que
pertenecen exclusivamente cónyuge adquiriente. Ahora bien, si dicho bien se
adquiere a título oneroso se presume que fue adquirido con bienes sociales, a
menos que el cónyuge adquiriente pruebe que lo adquirió con bienes propios, o con
el producto de su solo trabajo.

SEPARACIÓN DE BIENES5

“Separación de bienes es la que se efectúa sin separación judicial, en virtud de


decreto de tribunal competente, por disposición de la ley o por convención de las
partes” (art. 152).

El régimen de separación de bienes se caracteriza porque cada cónyuge tiene su


propio patrimonio que administra con absoluta libertad.

5
Esta materia en detalle está excluíia para los alumnos de la Universidad de Valparaíso. Si es
importante saber los patrimonios especiales de la mujer y bienes familiares.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Efectos

1. Los cónyuges separados de bienes administran, con plena independencia el uno


del otro, los bienes que tenían antes del matrimonio y los que adquieren durante
éste, a cualquier título (artículo 159).
Si los cónyuges se separaren de bienes durante el matrimonio, la administración
separada comprende los bienes obtenidos como producto de la liquidación de la
sociedad conyugal o del régimen de participación en los gananciales que hubiere
existido entre ellos.

2. En el estado de separación, ambos cónyuges deben proveer a las necesidades de


la familia común a proporción de sus facultades (artículos 160 y 134). El juez en
caso necesario reglará la contribución.

3. Los acreedores de la mujer sólo podrán dirigirse sobre sus bienes, respondiendo
el marido únicamente en los siguientes casos:

 Cuando se ha obligado como codeudor conjunto, solidario o subsidiario de la


mujer (cuando el art. 161, inc. 2º, dice “o de otro modo”, se está refiriendo
a que el marido se obliga conjunta o solidariamente), y

 Cuando las obligaciones de la mujer cedieron en beneficio exclusivo del


marido o de la familia común, en la parte que de derecho él haya debido
proveer a las necesidades de ésta (art. 161).

4. Los acreedores del marido sólo podrán dirigirse sobre los bienes de éste y no
sobre los de la mujer, salvo que se haya producido alguna de las situaciones de
excepción recién indicadas (deuda conjunta, solidaria o subsidiaria o beneficio
exclusivo de la mujer o familia común).
A esto se refiere el artículo 161, inciso 4º, cuando dice: “Rigen iguales disposiciones
para la mujer separada de bienes respecto de las obligaciones que contraiga el
marido”.

5. Si la mujer separada de bienes confiere al marido la administración de alguna


parte de los suyos, será obligado el marido a la mujer como simple mandatario
(artículo 162).
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

6. Al marido y a la mujer separados de bienes se dará curador para la


administración de los suyos en todos los casos en que siendo solteros necesitarían
de curador para administrarlos (artículo 163).

7. La separación de bienes es irrevocable.

Clases de separación de bienes

Atendiendo a su fuente artículo 152.


1. Legal (total y parcial)
2. judicial (siempre total)
3. convencional (total y parcial)

SEPARACIÓN LEGAL DE BIENES: Puede ser total o parcial.

1. Separación legal total. La ley contempla dos casos de separación legal total:
1. La separación judicial de los cónyuges, y
2. Cuando los cónyuges se casan en el extranjero.

Separación judicial de los cónyuges: Nótese que la separación judicial constituye


un caso de separación legal y no judicial, puesto que aunque hay una sentencia
judicial, los cónyuges han litigado sobre otra materia, no sobre la separación de
bienes. Si ésta se produce es porque la sociedad conyugal se disuelve (arts. 1764
N° 3 y 34 de la Ley de Matrimonio Civil), y como por otra parte, el vínculo
matrimonial subsiste (arts. 32, inc. 2º, y 33 de la Ley de Matrimonio Civil), tiene
que existir un régimen matrimonial, que no puede ser otro que el de separación de
bienes, pues la otra posibilidad, participación en los gananciales, requiere acuerdo
de las partes.

El art. 34 de la Ley de Matrimonio Civil dispone: “Por la separación judicial termina


la sociedad conyugal o el régimen de participación en los gananciales que hubiere
existido entre los cónyuges…”.
Por su parte el artículo 173 del Código Civil expresa que: “Los cónyuges separados
judicialmente administran sus bienes con plena independencia uno del otro, en los
términos del artículo 159”.

Si se produce reconciliación entre los cónyuges, el art. 40 de la Ley de Matrimonio


Civil dice: “La reanudación de la vida en común, luego de la separación judicial, no
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

revive la sociedad conyugal ni la participación en los gananciales, pero los cónyuges


podrán pactar este último régimen en conformidad con el artículo 1723 del Código
Civil”. En concordancia el art. 165 inc. 2º del Código Civil señala: “Tratándose de
separación convencional, y además en el caso del artículo 40 de la Ley de
Matrimonio Civil, los cónyuges podrán pactar por una sola vez el régimen de
participación en los gananciales, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 1723”.

Personas casadas en el extranjero: El segundo caso de separación legal total es el


contemplado en el artículo 135 inciso 2°: “Los que se hayan casado en país
extranjero se mirarán en Chile como separados de bienes, a menos que inscriban
su matrimonio en el Registro de la Primera Sección de la Comuna de Santiago, y
pacten en ese acto sociedad conyugal o régimen de participación en los
gananciales, de lo que se dejará constancia en dicha inscripción”.

De modo que las personas que se casan en el extranjero se entienden separadas de


bienes en Chile. Sin embargo, la ley les da oportunidad de pactar sociedad de
bienes o participación en los gananciales, para lo cual deben cumplir los siguientes
requisitos:

- Inscribir su matrimonio en Chile, en el Registro de la Primera Sección de la


Comuna de Santiago (Recoleta), y

- Que en el acto de inscribir su matrimonio -sólo en ese momento- pacten sociedad


conyugal o participación en los gananciales, dejándose constancia de ello en dicha
inscripción matrimonial.

Este ha pasado a ser el único caso en nuestra legislación en que la sociedad


conyugal puede comenzar con posterioridad al matrimonio; es una excepción a lo
establecido en el artículo 1721 inciso final, pues comenzará con la inscripción de su
matrimonio en Chile, lo que naturalmente es posterior a la fecha en que se casaron
en el extranjero. Además es excepcional en cuanto nos encontramos frente a una
sociedad conyugal convenida.

2. Separación legal parcial: Dos casos de separación legal parcial contempla el


Código Civil:

1. El artículo 150, bienes reservados de la mujer casada, y


2. El artículo 166.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Separación legal parcial del artículo 166. Este caso de separación dice relación con
los bienes que adquiere la mujer por haber aceptado una donación, herencia o
legado que se le hizo con la condición precisa de que no los administrare el marido.
Respecto de ellos, la mujer se considera separada de bienes, aplicándose las reglas
siguientes:

1. Se aplican los arts. 159-163 (art. 166 Nº 1º).

2. Los acreedores del marido no pueden dirigirse en contra de estos bienes a


menos que probaren que el contrato cedió en utilidad de la mujer o de la familia
común en la parte que de derecho ella debiera proveer a la satisfacción de dichas
necesidades (art. 166 Nº 2°);

3. Los frutos producidos por estos bienes y todo lo que con ellos adquiera
pertenecen a la mujer, pero disuelta la sociedad conyugal los frutos y lo que
adquirió con ellos ingresan a los gananciales, a menos que la mujer los renuncie,
caso en que se hará definitivamente dueña de ellos (art. 166 N° 3°, en relación con
el 150). Si la mujer acepta los gananciales, el marido responderá de las
obligaciones contraídas por la mujer en esta administración separada, sólo hasta el
monto de la mitad de lo que le correspondió por los frutos y adquisiciones hechas
con esos frutos. Esto último porque se aplican a este caso las normas del artículo
150 (art. 166 N° 3), que otorgan al marido un verdadero derecho de emolumento.

4. Si hay sociedad conyugal, estos bienes responden en el caso de que la mujer


hubiere realizado un acto o celebrado un contrato respecto de un bien propio,
autorizada por la justicia, por negativa del marido (art. 138 bis). Igualmente estos
bienes responden respecto de los actos celebrados por la mujer en el ejercicio de su
patrimonio reservado (art. 150, inc. 5º).

SEPARACIÓN JUDICIAL DE BIENES:


La separación judicial sólo puede demandarla la mujer por las causales
específicamente establecidas en la ley. Es un beneficio que la ley contempla
exclusivamente en su favor para defenderla de la administración del marido.
Excepcionalmente puede ser planteada por el marido, en caso de que el régimen
que regule a los cónyuges sea la participación en los gananciales (art. 158);

La facultad de pedir la separación de bienes es irrenunciable e imprescriptible y sólo


opera por las causales taxativamente señaladas en la ley.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

La separación judicial es siempre total, y es irrevocable (artículo 165).

Causales de separación judicial.


Sólo puede demandarse la separación judicial de bienes por las causales
taxativamente señaladas en la ley:

1. Si la mujer no quisiere tomar sobre sí la administración de la sociedad


conyugal, ni someterse a la dirección de un curador, podrá demandar la
separación judicial de bienes (art. 1762).

2. Si el cónyuge obligado al pago de pensiones alimenticias a favor del otro


o en el de sus hijos comunes hubiere sido apremiado por dos veces (art.
19 Nº 1 de la Ley 14.908);

3. Insolvencia del marido (art. 155 inc.1°):

4. Administración fraudulenta del marido (art. 155 inc.1°):

5. Mal estado de los negocios del marido (art. 155 inc. final);

6. Si el marido, por su culpa, no cumple con las obligaciones que le


imponen los artículos 131 y 134 (art. 155, inc. 2°, primera parte);

7. Si el marido incurre en alguna causal de separación judicial (art. 155,


inc. 2°, segunda parte);

8. Ausencia injustificada del marido por más de un año (art. 155, inc. 3°,
primera parte);

9. Separación de hecho, sin mediar ausencia, por más de un año (art. 155,
inc. 3°, segunda parte).

Efectos de la separación judicial de bienes

1. Produce la disolución de la sociedad conyugal y término del régimen de


participación en los gananciales (arts. 1764 N° 3°, 1792-27 Nº 5);
2. Una vez decretada la separación, se procederá a la división de los
gananciales y al pago de recompensas o al calculo del crédito de
participación en los gananciales, según cual fuere el régimen al que se
pone término (art. 158, inc. 2º);
3. Se aplican los arts. 159-163.
4. Decretada la separación de bienes, ésta es irrevocable (art. 165). De
manera que ya no se puede volver al régimen de sociedad conyugal.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

SEPARACIÓN CONVENCIONAL DE BIENES


La separación convencional de bienes puede ser acordada en tres momentos:

1. En las capitulaciones matrimoniales que se celebran antes del matrimonio,


pudiendo ser en tal caso total o parcial (art. 1720, inc. 1°).

2. En las capitulaciones matrimoniales celebradas en el acto de matrimonio, en


que sólo se puede establecer separación total de bienes (art. 1715, inc. 2°), y

3. Durante el matrimonio, los cónyuges mayores de edad, que se encontraren


casados en régimen de sociedad conyugal o de participación en los gananciales,
pueden convenir la separación total de bienes (arts. 1723 y 1792-1, inc. 2º,
parte final).

Clases de separación convencional

Separación convencional parcial: Tiene lugar en dos casos:

1. Si en las capitulaciones se hubiere estipulado que la mujer administre


separadamente alguna parte de sus bienes (art. 167) y

2. Si en las capitulaciones matrimoniales se estipula que la mujer dispondrá


libremente de una suma de dinero o de una pensión periódica (art. 1720, inc. 2º).

En ambos casos la mujer se mirará como separada de bienes y esa separación


parcial se regirá por el art. 166.

Separación convencional total: Es el pacto de separación total de bienes del


artículo 1723

Este pacto de separación total es causal de disolución de la sociedad conyugal y de


término del régimen de participación en los gananciales (artículos 1764 N° 5° y
1792-27 Nº 6, respectivamente).

Sólo pueden celebrar el pacto del art. 1723 los cónyuges mayores de edad (arts.
1723 y 1792-1 inc. 2º).
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Características del pacto

1. Es solemne.
2. No puede perjudicar los derechos de terceros;
3. Es irrevocable, y
4. No es susceptible de condición, plazo o modo alguno.

1. El pacto es solemne.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 1723, inciso 2º, las solemnidades son las
siguientes:

- Debe otorgarse por escritura pública;


- La escritura debe subinscribirse al margen de la respectiva inscripción
matrimonial, y
- La subinscripción debe practicarse dentro del plazo fatal de 30 días contados
desde la fecha de la escritura.
- Que el plazo se cuenta desde la fecha de la escritura de separación;
- Que el plazo es fatal (la norma dice que “sólo podrá practicarse dentro del
plazo de 30 días”);
- Que el plazo es de días corridos, no se descuentan los días feriados, por
aplicación de la regla del artículo 50 del Código Civil;
- Que si bien en la misma escritura pública en que se pacte la separación de
bienes se puede liquidar la sociedad conyugal y celebrar otros pactos (art. 1723 inc.
3°), el plazo dice relación exclusivamente con la separación, no con los otros actos
jurídicos. Por ello, no habría ningún inconveniente, por ejemplo, para modificar la
liquidación de la sociedad practicada en esta escritura, después de los 30 días.

2. El pacto de separación de bienes no puede perjudicar el interés de


los terceros
Ha habido sobre el particular opiniones diversas. Así para Alessandri, la frase bien
pudo no haberse puesto por la ley porque con ella lo único que se quiere significar
es que la situación de los acreedores, una vez pactada la separación total de
bienes, es la misma que tendrían en el evento de haberse disuelto la sociedad
conyugal por otros modos.
Para don Manuel Somarriva, la frase consagra una forma de inoponibilidad, de tal
manera que los acreedores sociales o del marido pueden dirigirse sobre los bienes
adjudicados a la mujer del mismo modo que lo habrían hecho si no se hubiere
producido la separación
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

3. El pacto es irrevocable.
Esta característica la consigna el art. 1723 en su inciso 2°, parte final: “... y, una
vez celebrado, no podrá dejarse sin efecto por el mutuo consentimiento de los
cónyuges”.

4. El pacto no es susceptible de condición, plazo o modo alguno.


El artículo 1723 inciso final contempla este principio en forma expresa.
En la misma escritura en que se pacta la separación total de bienes o participación
en los gananciales, se puede liquidar la sociedad conyugal o determinar el crédito
de participación y acordar otros pactos lícitos.

PARTICIPACION EN LOS GANANCIALES


Hasta la entrada en vigencia de la Ley N° 19.335, 24 de diciembre de 1994, sólo
podían darse en Chile dos regímenes matrimoniales: sociedad conyugal o
separación total de bienes. Esta ley incorporó una tercera posibilidad: que los
esposos o cónyuges puedan convenir el régimen de participación en los
gananciales.

El régimen de participación en los gananciales constituye una fórmula ecléctica


entre el de sociedad conyugal y el de separación de bienes, que concilia dos
aspectos fundamentales del matrimonio, la comunidad de intereses que implica la
vida matrimonial con el respeto a la personalidad individual de cada cónyuge.
Se puede establecer en tres oportunidades:

1. En las capitulaciones matrimoniales que celebren los esposos antes del


matrimonio (art. 1792-1, inc. 1º).
2. En las capitulaciones que se celebren al momento del matrimonio (art. 1715, inc.
2°), y
3. Durante la vigencia del matrimonio, mediante el pacto del artículo 1723 (art.
1792-1, inc. 2°).

El régimen puede estipularse originariamente o mediante la sustitución de alguno


de los otros regímenes.

En el caso de los cónyuges casados en el extranjero, pueden adoptar este régimen


al momento de inscribir su matrimonio en Chile. Así lo establece el artículo 135, inc.
2°:

Variantes del régimen de participación en los gananciales


REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

En doctrina, el régimen de participación en los gananciales, admite dos


modalidades: a) sistema de comunidad diferida; o b) sistema crediticio o de
participación con compensación de beneficios.

La ley Nº 19.335 optó por la variante crediticia, esto es, que tanto durante su
vigencia como a la expiración del régimen, los patrimonios de ambos cónyuges (o
del cónyuge sobreviviente y los herederos del difunto), permanezcan separados.

Luego a su extinción, no se genera un estado de comunidad, sino sólo se otorga al


cónyuge que obtuvo gananciales por menor valor, un crédito en contra del que
obtuvo más, con el objeto de que, a la postre, los dos logren la misma suma. El
inciso 3º del artículo 1792-19 es categórico: "Si ambos cónyuges hubiesen obtenido
gananciales, éstos se compensarán hasta la concurrencia de los de menor valor y
aquel que hubiere obtenido menores gananciales tendrá derecho a que el otro le
pague, a título de participación, la mitad del excedente”

Características del sistema chileno

1. Es un régimen económico matrimonial de carácter legal o regulación


predeterminada: sus normas están establecidas por la ley, y no pueden ser
alteradas por la voluntad de los cónyuges.
2. Se trata de un régimen alternativo a la sociedad conyugal y a la separación total
de bienes.

3. Es un régimen convencional pues requiere pacto expreso de ambos cónyuges.

4. Régimen de participación restringida de ganancias y adquisiciones: por regla


general, sólo son considerados como gananciales los bienes muebles o inmuebles
adquiridos a título oneroso durante el matrimonio.

5. Modalidad crediticia: al finalizar no se forma una comunidad de bienes, sino que


la participación se traduce en el nacimiento de un crédito que compensa e iguala
los beneficios.

Extinción del régimen de participación en los gananciales


El artículo 1792-27 prescribe que “el régimen de participación en los gananciales
termina:
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

1) Por la muerte de uno de los cónyuges.


2) Por la presunción de muerte de uno de los cónyuges según lo prevenido en
el Título II, “Del principio y fin de la existencia de las personas”, del Libro I del
Código Civil.
3) Por la declaración de nulidad de matrimonio o sentencia de divorcio.
4) Por la separación judicial de los cónyuges.
5) Por la sentencia que declare la separación de bienes.
6) Por el pacto de separación de bienes”.

Esta disposición es equivalente al artículo 1764 del Código Civil, que establece las
causales de extinción de la sociedad conyugal. Es necesario, sin embargo, precisar
lo siguiente:

En el caso de la muerte presunta, la extinción se produce con el decreto de


posesión provisoria. Así lo establece el artículo 84 del Código Civil. Naturalmente
que en aquellas situaciones en que no haya decreto de posesión provisoria, la
extinción se producirá con el decreto de posesión definitiva.

En el caso de la nulidad de matrimonio, sólo operará la extinción del régimen


cuando el matrimonio sea putativo, pues si es simplemente nulo, no ha existido
matrimonio y por lo mismo no se generó régimen matrimonial alguno, en virtud del
efecto retroactivo de la declaración de nulidad, artículo 1687 del Código Civil.
En el caso de la separación judicial de los cónyuges, el artículo 34 de la Ley de
Matrimonio Civil reitera que ella produce la extinción del régimen de participación
en los gananciales Por otra parte, como el matrimonio se mantiene, lo que hace
necesario un régimen matrimonial, el art. 173 señala que en tal situación los
cónyuges se considerarán separados de bienes.

En el caso de la sentencia que declare la separación de bienes cualquiera de los


cónyuges puede pedir la separación judicial de bienes, por las mismas causas que
rigen para la sociedad conyugal (art. 158 inc. 1º).

Efectos del término del régimen


La disolución del régimen de participación produce las siguientes consecuencias
jurídicas:

1. Continuación de la separación patrimonial: Los patrimonios de los cónyuges


o sus herederos permanecen separados, sin que se forme comunidad de
gananciales: "A la disolución del régimen de participación en los gananciales los
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

patrimonios de los cónyuges permanecerán separados, conservando éstos o sus


causahabientes plenas facultades de administración y disposición de sus bienes"
(artículo 1792-5).

2. Comunidad sobre bienes muebles: No obstante lo anterior, al término del


régimen de participación se presumen comunes los bienes muebles adquiridos
durante él, salvo los que son de uso personal de los cónyuges (art. 1792-12). La
presunción de comunidad se aplica a los bienes muebles que hayan sido adquiridos
durante la vigencia del régimen y que existan al momento de su terminación en
poder de cualquiera de los cónyuges.
Como la ley no distingue, ha de estimarse que la presunción resulta aplicable tanto
a los bienes corporales como a los incorporales.

3. Fijación de los gananciales de cada cónyuge: A la fecha de la disolución, "se


determinarán los gananciales obtenidos durante la vigencia del régimen de
participación en los gananciales" (art. 1792-5, inc. 2º). Los bienes que componen el
patrimonio de los cónyuges a esa fecha, deducidas las deudas existentes,
constituyen el patrimonio final que se comparará con el existente al comenzar el
régimen, para determinar entonces el monto de los gananciales.
Los bienes adquiridos por los cónyuges, como también las obligaciones contraídas
con posterioridad a esa fecha no se tomarán en cuenta para la determinación de
dichos gananciales.
4. Compensación del valor de los gananciales: Si ambos cónyuges han
obtenido ganancias, al finalizar el régimen se compensan esos gananciales hasta el
monto de los de menor valor, y sobre el excedente, tienen derecho a participar por
mitades..

5. Crédito de participación: El derecho a participar en los gananciales se traduce


en el surgimiento de un crédito a favor del cónyuge que obtuvo menos ganancias,
cuyo monto ascenderá a la mitad del excedente ya referido. Se trata de un derecho
personal, que surge solamente una vez que se ha disuelto el régimen de
participación y siempre que existan diferencias de gananciales entre los cónyuges.
Dispone la ley que "El crédito de participación en los gananciales se originará al
término del régimen de bienes" (art. 1792-20, inc. 1º).
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

LOS BIENES FAMILIARES


La institución de los bienes familiares fue incorporada por la ley Nº 19.335,
mediante una modificación al Código Civil, en cuya virtud agregó un párrafo, que
pasó a ser el párrafo 2º, al Título VI del Libro I del Código Civil, compuesto de 9
artículos, 141 al 149 inclusive.

Con esta institución se persigue asegurar a la familia un hogar físico estable donde
sus integrantes puedan desarrollar la vida con normalidad, aun después de disuelto
el matrimonio. Como señala un autor la introducción del patrimonio familiar es una
fuerte garantía para el cónyuge que tenga el cuidado de los hijos, en casos de
separación de hecho o de disolución del matrimonio, y para el cónyuge
sobreviviente, en caso de muerte. En el caso del cónyuge sobreviviente, apunta al
mismo fin la incorporación de la asignación preferencial incorporada por la ley
l9.585, al agregar un nuevo número al artículo 1337 (normas dadas al partidor para
cumplir su cometido).

La institución que estamos tratando evita que las disputas patrimoniales entre los
cónyuges o entre el sobreviviente y los herederos del otro cónyuge, concluyan con
el desarraigo de la residencia habitual de la familia y es una garantía mínima de
estabilidad para el cónyuge patrimonialmente más débil (Enrique Barros Bourie).

Ámbito de aplicación.

Los Bienes Familiares tienen cabida cualquiera sea el régimen matrimonial a que se
encuentre sometido el matrimonio. Lo declara así, en forma expresa, la parte final
del inciso 1º del artículo 141. Por lo demás, si nada se hubiere dicho, de todas
formas así resultaría por formar parte este nuevo párrafo -"De los Bienes
Familiares"- del Título VI del Código Civil "Obligaciones y Derechos entre los
cónyuges".

Bienes que pueden ser declarados familiares.

En conformidad a lo que disponen los artículos 141 y 146, la declaración de familiar


puede recaer únicamente sobre los bienes siguientes:

1. El inmueble de propiedad de uno o de ambos cónyuges, que sirva de residencia


principal a la familia (art. 141).
Luego, el inmueble puede ser propio de un cónyuge, de ambos, social o reservado
de la mujer.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Los autores concuerdan en que, como es requisito que el inmueble tenga que servir
de residencia principal a la familia, ello implica que tiene que ser uno solo; y que
no quedan comprendidos en el concepto, las casas de veraneo o de descanso.

2. Los bienes muebles que guarnecen el hogar (artículo 141).


En general la doctrina entiende que estos bienes son los señalados en el artículo
574 del Código Civil que forman el ajuar de una casa.

3. Los derechos o acciones que los cónyuges tengan en sociedades propietarias del
inmueble que sea residencia principal de la familia (artículo 146).

Para que nos encontremos en este caso, tienen que cumplirse los
siguientes requisitos:
1) que la familia tenga su residencia principal en un inmueble que sea de propiedad
de una sociedad; y
2) que uno o ambos cónyuges tengan acciones o derechos en esa sociedad.

Forma de constituir un bien como familiar.


En cuanto a la forma de constituir un bien como familiar, debemos hacer una
distinción, según que el bien en que incide la declaración sea de propiedad de uno
de los cónyuges o de una sociedad en la que uno o ambos cónyuges tengan
acciones o derechos. En el primer caso, rige la norma del artículo 141; y en el
segundo, la del artículo 146.

1. Constitución de bien familiar de un inmueble de propiedad de uno de los


cónyuges.
El inc. 2º del art. 141, con la redacción de la ley 19.968, dice: “El juez citará a los
interesados a la audiencia preparatoria. Si no se dedujese oposición, el juez
resolverá en la misma audiencia. En caso contrario, o si el juez considerase que
faltan antecedentes para resolver, citará a la audiencia de juicio”.

El proyecto original establecía que la declaración de bien familiar podía hacerla


cualquiera de los cónyuges, mediante escritura pública, anotada al margen de la
inscripción de dominio respectiva. Posteriormente se cambió a la forma actual, por
cuanto el Senado consideró que "por razones de prudencia era conveniente
entregar la declaración de bien familiar a la decisión de un órgano jurisdiccional..."
y así fue finalmente aprobado.
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

Lo anterior explica lo establecido en el inciso final del artículo 141. En efecto, esta
disposición expresa que "el cónyuge que actuare fraudulentamente para obtener la
declaración a que se refiere este artículo -entiéndase de bien familiar- deberá
indemnizar los perjuicios causados, sin perjuicio de la sanción penal que pudiere
corresponderle". Tal precepto tenía sentido en el proyecto original, pero dejó de
tenerlo cuando se aprobó que la declaración de familiar la hacía la justicia, pues al
ocurrir así, mal puede hablarse de declaración fraudulenta de un cónyuge.

Constitución provisoria: Si bien, como se acaba de explicar, la declaración como


bien familiar la hace la justicia, el inciso 3º del artículo 141, dispone que "con todo,
la sola interposición de la demanda transformará provisoriamente en familiar el
bien de que se trate". Después continúa la norma señalando que "en su primera
resolución el juez dispondrá que se anote al margen de la inscripción respectiva la
precedente circunstancia." y termina expresando que "el Conservador practicará la
subinscripción con el solo mérito del decreto que, de oficio, le notificará el tribunal".

De manera que basta que se interponga la demanda al tribunal, para que


provisoriamente quede transformado el bien en familiar.

2. Constitución de familiar de los bienes muebles que guarnecen el hogar.


La ley no se ha puesto en el caso de que la declaración de familiar recaiga
exclusivamente, sobre los bienes muebles que guarnecen el hogar. A Ramos le
parece obvio que en tal supuesto, la declaración tendrá que hacerse por la justicia.
Sin embargo, en este caso, atendida la naturaleza de los bienes, no procede hacer
inscripción de ningún tipo, no siendo aplicable el inciso 3º de la misma disposición.
Así lo entiende también Leslie Tomasello.
La acción para demandar la constitución de un bien como familiar sólo compete al
cónyuge no propietario. Los hijos, en consecuencia, no son titulares de ella aun
cuando puedan resultar beneficiados con la declaración. Así fluye de los arts. 141
inciso final, artículos 142, 143 y 144, que hablan de cónyuges.

3. Constitución como bien familiar de las acciones y derechos del cónyuge


en la sociedad propietaria del bien raíz en que tiene la residencia principal
la familia.

En conformidad al artículo 146 inc. 3º "la afectación de derechos (o acciones) se


hará por declaración de cualquiera de los cónyuges contenida en escritura pública.
En el caso de una sociedad de personas, deberá anotarse al margen de la
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

inscripción social respectiva, si la hubiere. Tratándose de sociedades anónimas, se


inscribirá en el registro de accionistas".

Como puede observarse, esta declaración es solemne, siendo la solemnidad la


escritura pública.

Si la sociedad fuere colectiva civil, como no están sujetas al régimen de inscripción,


no será posible cumplir con el requisito de inscripción o anotación. Por eso el
artículo 146 emplea la frase "si la hubiere".

Efectos de la declaración de bien familiar.


La declaración de familiar de un bien no lo transforma en inembargable, por lo que
no se causa perjuicio a terceros; sólo limita la facultad de disposición de su
propietario (que ya no lo podrá enajenar o gravar ni prometer enajenar o gravar, ni
ceder la tenencia, sin la autorización de su cónyuge) y otorga al cónyuge en cuyo
favor se hace la declaración, un beneficio de excusión, con el objeto de que si el
bien familiar es embargado por un tercero, pueda exigir que antes de procederse
en contra de dicho bien se persiga el crédito en otros bienes del deudor.

1. Limitación a la facultad de disposición.

Esta limitación será diferente según: a) el bien que se declara familiar sea el
inmueble que sirva de residencia principal a la familia, o los bienes muebles que
guarnecen el hogar, o b) se trate de las acciones o derechos que los cónyuges
tengan en una sociedad propietaria del bien raíz que sirve de residencia principal a
la familia.
En el primer caso, el efecto está consignado en el artículo 142 inciso 1º: "No se
podrán enajenar ni gravar voluntariamente, ni prometer gravar o enajenar, los
bienes familiares, sino concurriendo la voluntad de ambos cónyuges. Lo mismo
regirá para la celebración de contratos que concedan derechos personales de uso o
goce sobre algún bien familiar" (arrendamiento, comodato). Agrega el inciso 2º que
“La autorización a que se refiere este artículo deberá ser específica y otorgada por
escrito, o por escritura pública si el acto exigiere esa solemnidad, o interviniendo
expresa y directamente de cualquier modo en el mismo. Podrá prestarse en todo
aso por medio de mandato especial que conste por escrito o por escritura pública
según el caso”.

En el segundo, está indicado en el artículo 146 inc. 2º: "Producida la afectación de


derechos o acciones, se requerirá asimismo la voluntad de ambos cónyuges para
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

realizar cualquier acto como socio o accionista de la sociedad respectiva, que tenga
relación con el bien familiar" (la expresión bien familiar en este inciso, es impropia,
desde que el bien no es de ninguno de los cónyuges sino de la sociedad en que los
cónyuges son socios). Luego, el cónyuge propietario, en este caso, queda sujeto a
una doble limitación: 1. no puede disponer de los derechos o acciones en la
sociedad, sino con autorización del otro cónyuge o de la justicia en subsidio (art.
142); y, 2. requiere de la voluntad del otro cónyuge para realizar los actos que
deba hacer como socio o accionista, siempre que recaigan sobre el bien familiar.

Autorización judicial subsidiaria.

El artículo 144 establece que "En los casos del artículo 142, la voluntad del cónyuge
no propietario de un bien familiar podrá ser suplida por el juez en caso de
imposibilidad o negativa que no se funde en el interés de la familia. El juez
resolverá previa audiencia a la que será citado el cónyuge, en caso de negativa de
éste".
¿Puede darse la autorización judicial supletoria en el caso del artículo 146? El
problema se presenta porque el artículo 144 sólo establece tal autorización "en los
casos del artículo 142". A juicio de Ramos, al no estar expresamente establecida
para el caso que nos ocupa, la autorización judicial, ella no es procedente. Al
parecer, tiene una opinión contraria Tomasello, ya que al tratar el artículo 146,
expresa que "en cuanto a la forma de manifestarse la voluntad del cónyuge no
socio o accionista de la sociedad respectiva, son aplicables los artículos 142 y 144
y, en cuanto a la sanción, el artículo 143".

Sanción para el caso de que se realicen estos actos sin la autorización del cónyuge
no propietario.
La sanción es la nulidad relativa, correspondiendo la acción rescisoria al cónyuge no
propietario Así lo dice el artículo 143 inciso 1º. En el caso del artículo 146, también
la sanción es la nulidad relativa, pero no por aplicación del artículo 143 (que sólo
hace referencia al artículo anterior), sino de las reglas generales, por haberse
omitido un requisito establecido en atención al estado o calidad de las partes.

No señala la ley desde cuando se debe contar el cuadrienio para alegar la nulidad
relativa. Ramos piensa que debe comenzar a correr desde la celebración del acto o
contrato. En ese sentido Claudia Schmidt. Court, en cambio, es de opinión que en
esta materia, debería seguirse la misma fórmula que el artículo 1792-4 señala en el
régimen de participación, esto es, que el cuadrienio se cuente desde el día en que
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

el cónyuge que alega la nulidad tomó conocimiento del acto. Ello siempre, que se
aplique también la limitación de los 10 años, que ese artículo contempla.

Efectos de la nulidad respecto de los terceros adquirentes de un bien familiar.


El artículo 143 en su inciso 2º establece que "Los adquirentes de derechos sobre un
inmueble que es bien familiar, estarán de mala fe a los efectos de las obligaciones
restitutorias que la declaración de nulidad origine".
Es una presunción de derecho y rige únicamente para la enajenación de bienes
inmuebles. No para los muebles, por no encontrarse sujetos a registro. Para ellos
mantienen su vigencia el artículo 1687 y la presunción de buena fe del artículo 707.

Beneficio de excusión en favor del cónyuge beneficiado con la declaración


de bien familiar.
La constitución de un bien, como familiar, no le da el carácter de inembargable. Sin
embargo, y con el objeto de proteger al cónyuge beneficiado con tal declaración, se
le otorga un beneficio de excusión, para que pueda "exigir que antes de proceder
contra los bienes familiares se persiga el crédito en otros bienes del deudor" (art.
148). Este beneficio se debe hacer valer como excepción dilatoria (art. 303 Nº 5 del
Código de Procedimiento Civil).

Derechos de usufructo, uso o habitación constituidos judicialmente sobre un bien


familiar.
El artículo 147 inciso 1º, prescribe que "durante el matrimonio, el juez podrá
constituir, prudencialmente, a favor del cónyuge no propietario, derechos de
usufructo, uso o habitación sobre los bienes familiares". Agrega que "en la
constitución de estos derechos y en la fijación del plazo que les pone término, el
juez tomará especialmente en cuenta el interés de los hijos, cuando los haya, y las
fuerzas patrimoniales de los cónyuges" y termina señalando que "el tribunal podrá,
en estos casos, fijar otras obligaciones o modalidades si así pareciere equitativo".

En relación con la constitución de estos gravámenes, es importante tener en cuenta


los siguientes aspectos:

a) El título de estos derechos reales, lo constituye la resolución judicial. Así lo


consigna el inciso 2º del artículo 147: "La declaración judicial a que se refiere el
inciso anterior servirá como título para todos los efectos legales": Esta sentencia
deberá inscribirse en el Registro de Hipotecas y Gravámenes, respectivo (artículos
32 inciso 2º y 52 Nº 1 del Reglamento del Conservatorio de Bienes Raíces).
REGÍMENES PATRIMONIALES Y BIENES FAMILIARES

b) La sentencia judicial que constituya estos derechos debe determinar el plazo de


término. No pueden tener el carácter de vitalicios. Cumplido el plazo se extinguen
(arts. 804 y 812).

c) Estos gravámenes no podrá afectar los derechos de los acreedores que el


cónyuge propietario tenía a la fecha de su constitución (art. 147, inc. 3º).

d) No aprovechan a los acreedores que el cónyuge no propietario tuviere en


cualquier momento (art. 147, inc. 3º).

Desafectación de un bien familiar.


Regla esta materia el artículo 145, estableciendo tres formas de desafectación:

a) Por acuerdo de los cónyuges, caso en que cuando se refiera a un inmueble


debe constar en escritura pública que debe anotarse al margen de la inscripción
respectiva (art. 145 inc. 1º).
No resuelve la ley si del mismo modo se hace la desafectación en el caso de las
acciones o derechos en sociedades propietarias del inmueble donde tiene residencia
principal la familia. Claudia Schmidt, considera que deberá cumplirse con las
mismas formalidades.

b) Por resolución judicial, recaída en juicio seguido por el cónyuge propietario en


contra del no propietario, fundado en que el bien no está destinado a los fines que
indica el artículo 141, esto es que no sirve de residencia principal a la familia si se
trata de un inmueble o, tratándose de muebles, que no guarnecen el hogar común,
lo que deberá probar.

c) Por resolución judicial “cuando el matrimonio ha sido declarado nulo o ha


terminado por muerte de uno de los cónyuges o por divorcio. En tales casos el
propietario del bien familiar o cualquiera de sus causahabientes deberá formular al
juez la petición correspondiente” (art. l45 inciso final). Luego, la simple extinción
del matrimonio, no produce de pleno derecho la desafectación del bien, pues aun
disuelto el matrimonio, el bien puede continuar siendo la residencia principal de la
familia, caso en que no cabe la desafectación.

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