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SISTEMA ÓSEO
Los Osteocitos son conocidos como los distintos osteoblastos que terminan
por quedar atrapados dentro de las lagunas de la matriz, permaneciendo
interconectados dentro de un sistema de canalículos, aun cuando poco a
poco van perdiendo la propiedad de excretar los materiales fundamentales
de la matriz. En este sentido, los osteocitos abandonan esa función primaria,
y comienzan a atravesar varias fases de maduración, entre las que destacan la
fase osteoblástica (cuando cumplen aún con funciones formativas antes de
quedar atrapados en la laguna de la matriz); fase osteolítica (conocida
también como fase de reabsorción, que está constituida por el momento en
el cual desde el borde de la laguna, el osteocito cuenta con la capacidad de
reabsorber la matriz ósea) y la fase degenerativa (momento en el que se
produce la muerte del osteocito, la cual es precedida por la picnosis y
fragmentación de los núcleos celulares, cuya causa sigue siendo
desconocida).
Los Osteocitos son osteoblastos maduros no divididos que han sido rodeados
por una matriz y yacen ahora dentro de una laguna y mantienen el tejido
óseo.
P2.1: Los osteocitos son células óseas maduras que mantienen la matriz
ósea que se ubica en cavidades o lagunas rodeadas por el material
intercelular calcificado.
P2.3: Los Osteoclastos son células que reabsorben el tejido óseo y participa
en los procesos de remodelación de los huesos.
Las funciones del sistema óseo son dar soporte, porque los huesos proveen
un cuadrado rígido de soporte para los músculos y tejidos blandos. Dar
Protección ya que los huesos forman cavidades que protegen los órganos
internos de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro
frente a los golpes, y la caja toráxica, formada por costillas y el esternón
protege los pulmones y el corazón. La Producción de células sanguíneas
dentro de las cavidades situadas en ciertos huesos, un tejido conectivo
denominado médula ósea roja produce glóbulos rojos, glóbulos blancos y las
plaquetas. El sistema óseo también ayuda a mantener la homeóstasis. Los
huesos son depósitos de minerales como el calcio y el fósforo, cuando los
niveles de calcio están bajos los huesos liberan calcio, cuando los niveles de
calcio en la sangre están elevados el exceso de calcio se almacena en el tejido
óseo.
El sistema óseo no sólo sirve para sostener, sino también para proteger los
órganos de nuestro cuerpo. En la medula ósea roja se producen las células
sanguíneas y ayuda a mantener la homeóstasis, que es cuando hay
demasiado calcio en la sangre, los huesos almacenan el exceso en el tejido
óseo y si hay poco calcio en la sangre, los huesos liberan calcio.
P2.4: Las funciones del sistema óseo son dar soporte, protección, la
producción de células sanguíneas y ayudar a mantener la homeóstasis.
Estructuralmente, el esqueleto consiste en unos 200 huesos formados por
tejido óseo, cartílagos, médula ósea y el periostio o membrana que rodea los
huesos.
La estructura del Esqueleto está conformada por 200 huesos formados por
tejido óseo, cartílagos, médula ósea y el periostio o membrana que rodea los
huesos.
Un hueso largo tiene Diáfisis, que es la parte alargada del hueso; Epífisis, que
son los extremos del hueso; Metáfisis que es la unión de la diáfisis con la
epífisis; Cartílago articular que es una fina capa de cartílago hialino que
recubre la epífisis donde el hueso se articula con otro hueso. El cartílago
reduce la fricción y absorbe choques y vibraciones; Periostio que es la
membrana que rodea la superficie del hueso no cubierta por cartílago y está
compuesta por dos capas: La capa exterior, formada por un tejido que
contiene los vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios que pasan al hueso y
la capa osteogénica que contiene células óseas de varios tipos, fibras elásticas
y vasos sanguíneos.
El periostio es esencial en el crecimiento óseo, en su reparación y en su
nutrición.
La Cavidad medular es cilíndrica y está situada en la parte central de la diáfisis
y en los adultos contiene la médula ósea amarilla. Esta cavidad está tapizada
por el Endostio, una membrana que contiene las células ósteoprogenitoras.
P2.5: El hueso está formado por tejido óseo, cartílagos, médula ósea y
periostio. Tiene diáfisis, epífisis, metáfisis y capa exterior y capa osteogénica.
P2.6: Toda diáfisis es la parte alargada del hueso.
P2.7: Toda epífisis son los extremos del hueso.
P2.8: Toda metáfisis es la unión de la diáfisis con la epífisis.
P2.9: Todo cartílago articular es una fina capa de cartílago hialino que recubre
la epífisis donde el hueso se articula con otro hueso.
P2.10: Todo cartílago reduce la fricción y absorbe choques y vibraciones.
P2.11: Todo periostio que es la membrana que rodea la superficie del hueso
no cubierta por cartílago.
P2.12: Todo periostio está compuesto por dos capas, la capa exterior y la capa
osteogénica.
P2.13: La capa exterior está formada por un tejido que contiene los vasos
sanguíneos, vasos linfáticos y nervios que pasan al hueso.
P2.14: La capa osteogénica contiene células óseas de varios tipos, fibras
elásticas y vasos sanguíneos.
P2.15: Todo periostio es esencial en el crecimiento óseo, en la reparación y en
la nutrición.
P2.16: La Cavidad medular es cilíndrica y está situada en la parte central de la
diáfisis y en los adultos contiene la médula ósea amarilla.
P2.17: Toda cavidad medular está tapizada por el Endostio.
P2.18: Todo endostio es una membrana que contiene las células
ósteoprogenitoras.
El Hueso no es totalmente sólido sino que tiene pequeños espacios entre sus
componentes, formando pequeños canales por donde circulan los vasos
sanguíneos encargados del intercambio de nutrientes. En función del tamaño
de estos espacios, el hueso se clasifica en compacto o esponjoso.
Los canales de Havers están conectados con otros canales llamados canales
de Volkmann que perforan el periostio. Ambos canales son utilizados por los
vasos sanguíneos, linfáticos y nervios para extenderse por el hueso. Entre las
láminas concéntricas de matriz mineralizada hay pequeños orificios o lagunas
donde se encuentran los osteocitos. Para que estas células puedan
intercambiar nutrientes con el líquido intersticial, cada laguna dispone de una
serie de canalículos por donde se extienden prolongaciones de los osteocitos.
Los canalículos están conectados entre sí y eventualmente a los canales de
Havers.
Los canales de Havers están conectados con los canales de Volkmann que
perforan el periostio. Ambos canales son utilizados por los vasos sanguíneos,
linfáticos y nervios para extenderse por el hueso. Entre las láminas
concéntricas de matriz mineralizada hay pequeños orificios o lagunas donde
se encuentran los osteocitos. Para que estas células puedan intercambiar
nutrientes con el líquido intersticial, cada laguna dispone de una serie de
canalículos por donde se extienden prolongaciones de los osteocitos. Los
canalículos están conectados entre sí y eventualmente a los canales de
Havers.
Dentro de las trabéculas están los osteocitos que están en sus lagunas con
canalículos. Así, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso
esponjoso y permiten el intercambio de nutrientes con los osteocitos.
La constitución general del hueso es la del tejido óseo. No todos los huesos
son iguales en tamaño y consistencia. En promedio, su composición química
es de un 25% de agua, 45% de materia inorgánica (minerales como fosfato
y carbonato de calcio) y 30 % de materia orgánica (células óseas, colágeno y
otras proteínas). Los componentes inorgánicos alcanzan un 65 % del peso
óseo y el otro 35 % son componentes orgánicos.
P2.34: La composición química del hueso es, 25% agua, 45% materia
inorgánica y 30% de materia orgánica.
P2.35: Toda materia orgánica son células óseas, colágeno y otras proteínas.
P2.36: Toda materia inorgánica son minerales como fosfato y carbonato de
calcio.
P2.37: Todo peso de los componentes inorgánicos es 65% óseo y 35%
componentes orgánicos.
P2.38: La remodelación ósea es el proceso donde los minerales de los huesos
son intercambiados y reemplazados con los componentes orgánicos.
P2.39: Las hormonas y los alimentos que ingerimos aportan vitaminas que
son de vital importancia para la formación del hueso y su funcionamiento.
P2.40: Todos los constituyentes orgánicos son, el colágeno tipo I y la
osteonectina, fosfoproteína que interacciona con el colágeno y con las sales
inorgánicas.
P2.41: El colágeno tipo I es el principal componente de la matriz ósea.
P2.42: Otras proteínas óseas morfogenéticas no colagenosas son la
osteopontina, producida por los osteoblastos.
P2.43: Las células que componen el tejido óseo son: los osteoblastos, los
osteocitos y los osteoclastos.
P2.44: Los osteoblastos sintetizan y secretan la parte orgánica de la matriz
ósea durante su formación.
P2.45: Los osteocitos mantienen la matriz ósea que se ubica en cavidades o
lagunas rodeadas por el material intercelular calcificado.
P2.46: Los osteoclastos reabsorben el tejido óseo, que participa en los
procesos de remodelación de los huesos.
P2.47: Los constituyentes inorgánicos son la hidroxiapatita o fosfato tricálcico,
carbonato cálcico, sulfatos, fluoruros e hidróxido de magnesio.
P2.48: Todas las sales se encuentran depositadas en una retícula formada por
las fibras de colágeno.
P2.49: Todo proceso por el cual las sales se depositan y se cristalizan en la
retícula se denomina calcificación.
P2.50: La dureza del hueso se debe a sus componentes minerales, sin la
existencia de la retícula de colágeno el hueso sería frágil.
P2.51: Las fibras de colágeno y otras proteínas presentes en la matriz aportan
flexibilidad y resistencia a la tensión.
El esqueleto axial consiste en 80 huesos a lo largo del eje central del cuerpo
humano. Está compuesto por seis partes; el cráneo, los huesos auditivos, el
hueso hioides, la reja costal, esternón y columna vertebral. El esqueleto axial
y el esqueleto apendicular forman el esqueleto completo. Los huesos planos
contienen el cerebro, la médula espinal y otros órganos vitales. El esqueleto
axial está compuesto por 80 huesos diferentes. Es el eje central del cuerpo y
donde se articula el esqueleto apendicular. Conforme envejece el esqueleto,
los huesos se debilitan, exceptuando al cráneo. El cráneo mantiene su
resistencia para proteger al cerebro de las lesiones.