FEUDALISMO II
‘ou QFLS HUYJ < LA IGLESIA MEDIEVAL
Las tres órdenes:
| || Q Durante la edad media, la sociedad europea vivió bajo la influencia eclesiástica católica, pues casi todo el
 La Iglesia: el primer orden: Frente a los ataques de los invasores, los habitantes
europeos se sintieron abandonados por sus gobernantes La Iglesia aparecía como
el único factor de estabilidad y continuidad. Así el clero se fue organizando como
el primer orden: los que se dedican a la oración.
 La nobleza: el segundo orden: Son dueños de un feudo, o sea, una tierra
concedida al vasallo por su señor. Ambos son nobles y se establece entre ellos
un contrato: el vasallo recibe del señor un feudo; a cambio, presta servicio
militar a su señor.
 El tercer orden: Entre los campesinos había cierta diferencia entre los que eran
libres y los siervos o semi-libres.
Como los campesinos trabajaban las tierras del señor, debían pagar impuestos
con una parte de la cosecha.
4. ORGANIZACIÓN POLÍTICA: Desde el punto de vista político, el señor feudal comportábase como un soberano absoluto.
Pues, muchas veces, ni los reyes, que en nombre continuaban como propietarios y soberanos, tuvieron la autoridad que
poseyeron los señores. El régimen feudal suprimió, pues la libertad individual e impuso la desigualdad, a la vez que
beneficio solamente a unos pocos.
5. ORGANIZACIÓN SOCIAL: El feudalismo estableció una sociedad organizada en clases y basada en la más absoluta
desigualdad y los privilegios.
a. La nobleza: Era la propietaria de la tierra, de los feudos. Pero se
distinguía en ella categorías: alta y pequeña nobleza. Pertenecían a
la primera: los condes, los duques y los marqueses poseedores de
grandes castillos. En cambio, se integraban la segunda los barones.
b. El clero: Era la clase más ilustrada, esto es, la más culta, que tenía a
su cargo la labor educativa y religiosa; disfrutaba de consideraciones
especiales como los feudos eclesiásticos.
c. Los campesinos o villanos: se dedicaban a la labranza de la tierra
en los dominios señoriales. Sus viviendas se hallaban agrupadas en
las inmediaciones del castillo, formando verdaderas aldeas
denominadas villas. Por la tierra que ellos recibían estaban obligados
a entregar una parte de los productos al señor, y además deberían
trabajar de manera gratuita, en las tierras de este durante un
determinado de días cada año.
d. Los siervos: eran los descendientes de los antiguos esclavos tenían una situación por demás mísera y desgraciada.
Pues estaban obligados a trabajar en toda actividad que le encomendase el señor. Carecían de libertad.
6. LA VIDA DEL SEÑOR FEUDAL
El señor feudal vivía en su castillo, mansión fortificada construida
generalmente en una elevada colina, o junto a un rio o a un mar. El castillo
estaba circundado por solidas murallas de hasta de 4 metros de espesor
por quince de altura. Rodeaba dichas murallas, un foso de agua destinado
a impedir el paso de posibles atacantes.
Costumbres del señor: El señor feudal dedicaba buena parte de su
tiempo a la guerra y a diversiones tales como: la caza, la pesca, los
torneos militares y las fiestas en el castillo.
continente era cristiano. Así nació el concepto de cristiandad, una sociedad unida por la fe (el cristianismo)
y una institución (la iglesia). La edad media fue la “Edad de oro” de la iglesia católica.
1. LA ORGANIZACÍON DE LA IGLESIA: La iglesia era la única institución organizada de alcance
internacional en Europa medieval. Su riqueza le dieron mucho poder. Poseía la tercera parte de las
tierras y tenía derecho al diezmo, un impuesto que correspondía a la décima parte de las cosechas de
los agricultores. La cabeza espiritual de la iglesia era el papa, que también era soberano de los Estados
pontificios.
Los representantes de la iglesia conformaban el clero, que se dividía en dos grupos:
a. El clero secular: agrupaba a los representantes de la iglesia que vivían junto con los laicos: el
papa, los arzobispos, los obispos y los párrocos. Estos últimos tenían mayor contacto con la
población.
b. El clero regular: estaba constituido por abades, monjes y monjas, religiosos que a diferencia del
clero secular, vivían aislados y congregados en monasterios.
2. LA SITUACIÓN DEL CLERO: La riqueza y el poder de la iglesia generó que poco a poco las
costumbres del clero se relajaran. Dos de los principales vicios de la época fueron:
a. La simonía: consistía en la compra de cargos eclesiásticos a través d influencias o dinero.
b. Nicolaísmo: Era el rechazo al celibato religioso. Además había una gran corrupción en la alta
jerarquía, incluyendo la corte papal..
3. PODER RELIGIOSO:
a. Poder político: el papa, como jefe de la iglesia y soberano moral de los pueblos, solía intervenir en
los conflictos internacionales: como mediados o parte de ellos, siendo su opinión o autoridad muy
respetada y considerada. Asimismo los soberanos acrecentaron su poder formándose los estados
pontificios.
“Existen dos gobiernos: el espiritual y el temporal, y ambos pertenecen a la iglesia. El uno
está en manos del papa, y el otro en manos de los reyes, pero estos no pueden hacer uso
del sitio por medio de la iglesia, según la orden y con l permiso del papa. Si el poder
temporal se tuerce, debe ser enderezado por el poder espiritual. Así, pues declaramos,
decimos y pronunciamos que es absolutamente necesario, para salvarse, que toda
criatura está sometida al pontífice romano.”
Los papas medievales, siguiendo la doctrina de las dos espadas, plantearon que el poder espiritual es
mayor que el temporal, y, por lo tanto, los monarcas debían estar sujetos a la autoridad del papa.
b. El derecho de investidura: era la facultad de elegir o investir a los obispos. En el año 1075, Gregorio
VII prohibió a los laicos investir a cualquier jerarca de la iglesia. Esta decisión origino un largo conflicto
entre el papado y los emperadores del sacro imperio romano germánico. Los conflictos finalizaron en
1122 con la firma del concordato de Worms, por el cual el emperador renunciaba para siempre la
designación de obispos que serían nombrados por el papa.
4. LA FE MEDIEVAL: La fe de los cristianos medievales se fundaba en la esperanza de una vida mejor.
Esta fe se expresaba tanto en la veneración a la virgen, los santos y a las reliquias. La iglesia orientaba
esa religiosidad popular a fin de que los fieles no cayeran en herejías o en falsas creencias. Para
conseguirlo disponía de dos poderosas armas: la excomunión y la inquisición.