You are on page 1of 171

UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

INFORME FINAL DE TESIS

EFICACIA DE LA COSA DECIDIDA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FRENTE A

LA COSA JUZGADA

PARA OPTAR EL TÍTULO DE ABOGADA

BACHILLER: CYNTHIA JANETH RONDOY BANCES

ASESOR: DR. SANTIAGO HERRERA NAVARRO

PIURA – PERÚ

2016

1
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

INFORME FINAL DE TESIS

EFICACIA DE LA COSA DECIDIDA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FRENTE A

LA COSA JUZGADA

PARA OPTAR EL TÍTULO DE ABOGADA

BACHILLER: CYNTHIA JANETH RONDOY BANCES

ASESOR: DR. SANTIAGO HERRERA NAVARRO

JURADO CALIFICADOR

…………………………………………….. ……………………………….………..

……………………………………..
DEDICATORIA

Esta investigación está dedicada a todas aquellas personas que

de una u otra manera tienen interés en el tema por haber seguido un

procedimiento administrativo con resolución favorable, sin embargo

queda en suspenso la ejecución de la resolución porque se impugna la

resolución en la vía judicial en un proceso contencioso administrativo

con la finalidad que se deje sin efecto lo que constituye una cosa

decidida.

3
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

AGRADECIMIENTO

Un especial agradecimiento a mi familia, a los Docentes de la

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de

Piura, y a todas aquellas personas que de una u otra manera han

contribuido en la culminación de mis estudios universitarios, esperando

con esta tesis poder obtener el título de abogada.


ÍNDICE GENERAL

DEDICATORIA 03

AGRADECIMIENTO 04

ÍNDICE 05

GLOSARIO 10

RESUMEN 15

ABSTRAC 16

INTRODUCCIÓN 17

CAPITULO I. MARCO TEÓRICO

1.1.-. La Función Administrativa 19

a) Administración pública 19

b) Función Legislativa 22

c) Función Jurisdiccional 25

d) Funciones Especiales 27

e) Función Administrativa 27

1.1.1..- Formas Jurídicas de la Función Administrativa 34

1.1.1.1.- Reglamento 34

1.1.1.2.- Acto de administración o acto de administración interna 35

5
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

1.1.1.3.- Contrato de la Administración Pública 36

1.1.1.4.- Hecho administrativo 37

1.1.1.5.- Acto administrativo 38

1.1.2.- El administrado 39

1.1.2.1.- Círculos de Protección del Administrado 40

1.2.- Los Recursos Administrativos 46

1.2.1..- Recurso de reconsideración 53

1.2.2..- Recurso de apelación 55

1.2.3..- Recurso de revisión 56

1.2.4.- La queja por defectos de tramitación no es recurso administrativo 57

1.3. La cosa decidida 65

1.3.1.- La cosa decidida en el procedimiento administrativo 65

1.3.2.- La cosa decidida en el Ministerio Público 68

1.3.3.- Efectos de la cosa decidida 70

1.4.- La cosa juzgada 71

1.4.1.- Antecedentes de la cosa juzgada 73

1.4.2.- Naturaleza jurídica de la cosa juzgada 74

1.4.3.- Clasificación de la cosa juzgada 75


1.4.3.1.- La cosa juzgada formal 75

1.4.3.2.- La cosa juzgada material 76

1.4.3.3.- Cosa juzgada real 76

1.4.3.4.- Cosa juzgada aparente 76

1.4.3.5.- Cosa juzgada general 76

1.4.3.6.- Cosa juzgada relativa 77

1.4.4.- Diferencias entre la cosa decidida y la cosa juzgada 77

1.4.5.- La cosa juzgada en el derecho comparado 78

1.4.5.1.- En Chile 78

1.4.5.2.- En Venezuela 91

1.4.6.- La cosa juzgada fraudulenta 95

1.4.6.1.- Definición 95

1.4.6.2.- Naturaleza jurídica 97

1.4.6.3.- Breve reseña histórica 99

1.4.7.- Características de la cosa juzgada fraudulenta 102

1.4.7.1.- Remedio excepcional 102

1.4.7.2.- Carácter residual 103

1.4.7.3.- Carácter extraordinario 106

7
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

1.4.4.4. Efectos limitados 106

1.4.7.4.1.-. Límites Objetivos 106

1.4.7.4.2.- Límites Subjetivos 109

1.4.7.3.- No implica revisión del fondo de la controversia 109

1.4.8.- Causales de procedencia. 110

1.4.8.1.- Fraude 110

1.4.8.2.- Conclusión. 112

CAPITULO II. DISEÑO METODOLÓGICO

2.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 114

2.1.1. ENUNCIADO DEL PROBLEMA 114

2.1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 114

2.2. JUSTIFICACIÓN 114

2.3. VIABILIDAD 115

2.4. OBJETIVOS 115

2.4.1. Objetivo general 115

2.4.2. Objetivos específicos 115

2.5. HIPÓTESIS 115

2.6. VARIABLES 115


2.6.1.- Variable independiente 115

2.6.2.- Variable dependiente 116

2.6.3.. Conceptualización de las variables 116

2.6.4. Operacionalización de las variables. Indicadores 118

2.7.- Metodología de la investigación 118

2.7.1.- Tipo de investigación 118

2.7. 2.- Métodos de investigación 119

CAPITULO III PROBANZA DE LA HIPÓTESIS

3.1. Probanza jurídico-doctrinal 120

3.2. Análisis jurisprudencial 125

3.2.1.- Casación N° 652-2012 Lima 125

3.2.2.- Análisis de criterios del tribunal constitucional 127

3.3. Análisis Normativo 138

3.4.- Probanza de hipótesis 142

CONCLUSIONES 143

RECOMENDACIONES 144

BIBLIOGRAFÍA 145

APÉNDICES 150

9
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

GLOSARIO DE TÉRMINOS
ADMINISTRADO.- Persona cuyos bienes e intereses se encuentran al cuidado de otra

o de un órgano destinado al efecto.

ADMINISTRADOR.- Persona que tiene a su cargo la administración de un bien o

patrimonio cualquiera.

COERCIBILIDAD: Consiste en la posibilidad de ejecución forzada en los casos de

sentencia de condena.

COSA DECIDIDA: La cosa decidida es un concepto tradicional que hace referencia a

aquel acto contra el cual no procede recurso administrativo, vale decir, ha quedado

firme.

Se tiene que los pronunciamientos emitidos en sede diferente a la jurisdiccional, es

decir en sede administrativa, constituyen cosa decidida, la cual se define como la

resolución emitida para poner fin a una discrepancia en instancia diferente a la

jurisdiccional como sucede en el procedimiento trilateral; que también es comprendida

como parte del debido proceso en sede administrativa

COSA JUZGADA: Es la autoridad y la fuerza que la Ley atribuye a la sentencia resuelta

en juicio contradictorio.

Es la autoridad y eficacia que adquiere una sentencia por haber precluido, sea por

consumación o falta de actividad oportuna de los recursos que contra ella concede la

Ley.

DECRETOS: Se impulsa el desarrollo del proceso disponiendo actos procesales.


DEMANDA: Es un acto procesal en virtud de la cual una persona solicita tutela

jurisdiccional del estado.

DERECHO: El derecho es el conjunto de leyes, resoluciones, reglamentos creadas

por un Estado, que pueden tener un carácter permanente y obligatorio de acuerdo a

la necesidad de cada una y que son de estricto cumplimiento por todas las personas

que habitan en esa comunidad para garantizar la buena convivencia social entre

estas y que la resolución de los conflictos de tipo interpersonal lleguen a buen

puerto. Condición de poder tener o exigir lo que se considera éticamente correcto,

establecido o no legislativamente. 1

INIMPUGNABILIDAD: Se refiere, a que la Sentencia de cosa Juzgada no puede ser

revisada por ningún Juez cuando se hayan agotado ya todos los Recursos que dé la

Ley, inclusive el Recurso de invalidación.

Definición ABC (2015). Definición de derecho.

11
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

INMUTABILIDAD: Consiste, en que la sentencia no es atacable indirectamente, por

no ser posible abrir un nuevo proceso sobre el mismo tema; no puede otra autoridad

modificar los términos de una sentencia pasada en cosa Juzgada.

JURISPRUDENCIA: En un sentido amplio se entiende por jurisprudencia a toda

decisión emanada de autoridad judicial o gubernativa, independientemente de su

rango y categoría, al interpretar y aplicar el Derecho. Así, por ejemplo se habla de

Jurisprudencia de la Corte Suprema, Jurisprudencia de la Corte

Superior, Jurisprudencia del Tribunal Fiscal, del Tribunal Registral, etc.

MEDIOS IMPUGNATORIOS: Son instrumentos que la ley concede a las partes para

que alcancen la anulación o revocación total o parcial de un acto procesal que está

afectado por un vicio o error.

MEDIOS PROBATORIOS: Son todos los instrumentos que pretenden mostrar la

verdad o falsedad de un acto.

NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA: es una pretensión impugnatoria

de naturaleza procesal que haya puesto fin al proceso y que tenga la calidad de

cosa juzgada alegando que en el proceso se ha seguido con fraude, colusión, se

hace dentro de los seis meses de ejecutada la cosa juzgada.

PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.- Es el medio o vía legal de realización de

actos que en forma directa o indirecta concurren en la producción definitiva de los

actos administrativos en la esfera de la administración.


“Se entiende por procedimiento administrativo al conjunto de actos y

diligencias tramitados en las entidades, conducentes a la emisión de un acto

administrativo que produzca efectos jurídicos individuales o individualizables sobre

intereses, obligaciones o derechos de los administrados. (Ley Nº 27444, Ley del

Procedimiento Administrativo General, Artículo 29º).

PROCESO. Se define al proceso como el conjunto de actos que realiza el órgano

jurisdiccional y los intervinientes, debidamente concadenados, y que termina en una

sentencia. Es el instrumento esencial de la jurisdicción o función del Estado, que

consiste en una serie de actos tendientes a la aplicación o realización del derecho

en un caso concreto2.

RECUSACIÓN: las partes cuestionan la imparcialidad del juez, que ellas conocen y

pueden probar.
2

Diccionario Jurídico Espasa. (2006) Madrid-España. Editorial Espasa Galpe S-A .pag. 1175..

13
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

RECURSO DE APELACIÓN.- Se solicita al órgano jurisdiccional superior examine a

solicitud de parte la resolución que le produce agravio, para que sea anulado o

revocada.

RECURSO DE CASACIÓN.- Su finalidad es la correcta aplicación e interpretación

del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la corte

suprema de justicia.

RECURSO DE REPOSICIÓN.- Procede contra los decretos, para que el juez lo

revoque.

SEGURIDAD JURÍDICA. La estabilidad de las instituciones y la vigencia autentica

de la ley, con el respeto de los derechos proclamados y su amparo eficaz, ante

desconocimientos o transgresiones, por la acción restablecedora de la justicia en los

supuestos negativos, dentro de un cuadro que tiene por engarce el Estado de

Derecho. Cualidad del ordenamiento que produce certeza y confianza en el

ciudadano sobre lo que es derecho en cada momento y sobre lo que,

previsiblemente lo será en el futuro. 3


3

Diccionario Jurídico Espasa. Op. Cit. pag. 1302.


SENTENCIA.- Dictamen, opinión, parecer propio. Máxima, aforismo, dicho moral o

filosófico. Decisión extrajudicial de la persona a quien se encomienda resolver una

controversia, duda o dificultad. Resolución judicial en una causa. Fallo en la cuestión

principal de un proceso. El más solemne de los mandatos de un juez o tribunal, por

oposición a auto o providencia. Parecer o decisión de un jurisconsulto romano.

La palabra sentencia procede del latín sintiendo; por expresar la sentencia lo

que siente u opina quien dicta. Por ella se entiende la decisión que legítimamente

dicta el juez competente, juzgando de acuerdo con su opinión y según la ley o

norma aplicable4

TRIBUNAL: Conjunto de jueces o magistrados que administran colegiadamente

justicia en un proceso o instancia. Sala o edificio en que los jueces de todas las

jerarquías desempeñan sus funciones, aún siendo unipersonales..

CABANELLAS DE TORRES Guillermo (2007). Diccionario Jurídico Elemental: Buenos Aires-


Argentina, Editorial Heliasta págs. 3 62-363

15
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

RESUMEN

Esta investigación titulada ´´EFICACIA DE LA COSA DECIDIDA EN LA

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FRENTE A LA COSA JUZGADA, persigue demostrar

que la cosa decidida en la administración pública, en la práctica no es tal, pues las

resoluciones administrativas que causen estado son susceptibles de ser impugnadas

en el Poder Judicial, mediante el proceso contencioso administrativo; en otras palabras

la cosa juzgada esta por encima de la cosa decidida en la administración pública, por lo

que se propone como objetivo general: Determinar el porque la cosa decidida en la

administración pública esta subordinada a la cosa juzgada en la vía jurisdiccional; y

como objetivos específicos se proponen: Hacer un análisis de la cosa decidida en el

procedimiento administrativo; hacer un análisis de la cosa juzgada en la vía

jurisdiccional; y establecer diferencias entre la cosa decidida y la cosa juzgada. Con la

finalidad de probar nuestra hipótesis, se hace un análisis jurídico doctrinal, un análisis

jurisprudencial, así como un análisis normativo del tema, lo cual nos permite arribar a

las conclusiones y recomendaciones propuestas.

Palabras claves: Cosa decidida, cosa juzgada.


ABSTRAC

This research titled ”EFICACIA THING DETERMINED IN PUBLIC ADMINISTRATION

FACING DOUBLE JEOPARDY, seeks to demonstrate that the decisive thing in public

administration, in practice it is not so, because the administrative decisions which cause

state are likely to be challenged in the judiciary, through administrative proceedings; in

other words the res judicata is above the determined thing in public administration, so it

is proposed as a general objective: Determine why the decisive thing in public

administration is subordinate to the res judicata in the judicial process; and specific

objectives are proposed: To analyze the decisive thing in the administrative procedure;

an analysis of res judicata in the judicial process; and differentiate between the

determined thing and res judicata. In order to test our hypothesis, a doctrinal legal

analysis, a jurisprudential analysis and normative analysis of the topic it is made, which

allows us to arrive at the conclusions and proposed recommendations.

Keywords: determined Cosa, res judicata.

17
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

INTRODUCCIÓN

Mediante la presente investigación titulada ´´EFICACIA DE LA COSA DECIDIDA

EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FRENTE A LA COSA JUZGADA, se pretende

demostrar que la cosa decidida en la administración pública, en la práctica no es tal,

pues las resoluciones administrativas que causen estado son susceptibles de ser

impugnadas en el Poder Judicial, mediante el proceso contencioso administrativo 5; en

otras palabras la cosa juzgada esta por encima de la cosa decidida en la administración

pública, pues un procedimiento administrativa resuelto en última instancia no surte

eficacia alguna porque el Poder Judicial puede dejar sin efecto lo resuelto, mediante

una resolución judicial firme conocida como cosa juzgada

La cosa juzgada es una institución con la que diariamente tienen que

confrontarse abogados, jueces y fiscales. Su estudio es considerado uno de los más

complejos y, sin embargo, aunque son múltiples los autores que han abordado su

análisis, los problemas que subsisten en la práctica son casi los mismos, desde hace

Artículo 148 de la Constitución vigente


más de tres milenios; de lo cual se puede afirmar que la cosa juzgada, sea cual fuere

la perspectiva desde la que se la observe, no es más que una prohibición de reiteración

de juicios que intenta conferir seguridad al ordenamiento jurídico, consiguiendo con ello

paz social.

La doctrina y la jurisprudencia se refieren a la casa decidida, por lo que se hace

necesario referirnos a la función cumple este tópico jurídico en el Derecho

Administrativo peruano, su origen, naturaleza y efectos jurídicos; así como la relación

guardan entre sí el citado axioma jurídico y la cosa juzgada como derecho fundamental

y, a su vez, como carácter inalienable de algunas resoluciones judiciales en conexión

con el debido proceso aplicado también al procedimiento administrativo.

En el marco teórico de la investigación se hace un estudio del tema sobre el

tratamiento que da la doctrina y la jurisprudencia tanto nacional como extranjera,

recurriéndose además a sus antecedentes. En el desarrollo del diseño metodológico se

abarca lo referente a la descripción del problema, la formulación del problema, la

justificación de la investigación, su viabilidad, los objetivos, la hipótesis, las variables, la

conceptualización de las variables,; el marco metodológico que comprende el tipo de

estudios y las técnicas y métodos de investigación; para la probanza de la hipótesis se

hará un análisis jurídico doctrinal y jurisprudencial sobre el tema tanto en el Perú así

como en el derecho comparado lo cual nos permitirá probar nuestra hipótesis y arribar a

las conclusiones recomendaciones a las que nos proponemos arribar.

19
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

CAPÍTULO I

MARCO TEÓRICO

1.1.- LA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA 5

El tratamiento de la función administrativa, comprende la Administración Publica,

formas del poder y del administrado o particular.

a) Administración pública:

El término “administración” generalmente es utilizado con diferentes

significados; “objetivamente es una acción, una realización de actividad.es para

un fin; mientras que subjetivamente la Administración implica una estructura

orgánica, un ente o pluralidad de entes a los que esta atribuida la función de

administrar”. (Carlos Carda Oviedo y Enrique Martínez Useros. Derecho

Administrativa, Tomo I. Pág. 3). Dependiendo de la adopción de uno y otro

sentido, variara la conceptualización de la Administración Publica.

Los sostenedores del carácter objetivo estructuran su enfoque a partir de

la concepción etimológica de término “administración”, bien sea que lo

consideren una Derivación de la palabra latina administratio, que significa “servir

a”

Por ello, desde el punto de vista jurídico, se conceptualiza a la Administración

Publica corno la actividad que de manera concreta, inmediata, continua y


espontanea realizan los órganos del Estado para atender los intereses públicos,

lo cual ya trataremos al estudiar la función administrativa.

Cabe resaltar que desde este punto de vista, no interesa cual es el órgano

que realiza tal actividad, pues la misma puede efectuarse por los órganos de los

Poderes Ejecutivo, Legislativo o Judicial.

Para los seguidores del criterio subjetivo, la Administración Publica consiste

en el conjunto de órganos estructurados jerárquicamente dentro del Poder Ejecutivo,

por lo cual quedan fuera de tal concepto los órganos de los Poderes Legislativo y

Judicial que realizan funciones administrativas 6.

Rafael Martínez Morales7 nos dice que existen dos puntos de vista o criterios

a los que se acude para definir la Administración Publica:

Orgánico, de acuerdo con este criterio, el objeto de la ciencia de la

administración lo conforman todos los entes que dependen del Poder Ejecutivo; ya

sea que tal vinculación sea real o formal (incluye, secretarias, órganos

descentralizados, comisiones, empresas públicas, etcétera).

DELGADILLO GUTIÉRREZ, Luis Humberto y LUCERO ESPINOZA (1994), Manuel, Compendio de Derecho administrativo, México Editorial
Porrúa, 1994, p. 81-82.

MARTÍNEZ MORALES, Rafael (1994), Derecho Administrativa, segunda edición, editorial HARLA S.A., p. 49

21
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Dinámico o funcional, según este punto de vista, la materia de la ciencia de

la administración, está constituida por aquellas acciones del poder público, cuya

naturaleza sea materialmente administrativa. Esto es, el objeto por estudiar es el

quehacer estatal que se realiza en forma de función administrativa (Fraga, Gordillo),

de cometido (Sayagués) o actividad administrativa (Diez, Royo, Villanova).

El administrativista peruano Ricardo Salazar Chávez 8 define a la

Administración Publica como el conjunto de organismos, órganos, personas-órgano

estatales o no estatales que ejercen la función administrativa del poder, para lo cual

tienen que valerse de diversos instrumentos o medios para el cumplimiento de sus

objetivos”.

El autor comparte el concepto de que la Administración Publica es el conjunto

de organismos, órganos estatales (incluye Poder Legislativo y Judicial) y no

estatales que ejercen función administrativa.

Cabe indicar que el artículo I de la Ley del Procedimiento administrativa N°

27444 establece:

Artículo I.- Ámbito de aplicación de la ley

La presente Ley será de aplicación para todas las entidades de la

Administración Pública.

SALAZAR CHÁVEZ, Ricardo (2004), La función administrativa, diplomado en Derecho Administrativo, Colegio de Abogados de Lima.
Para los fines de la presente Ley, se entenderá por “entidad” o” entidades” de

la Administración Publica:

1. El Poder Ejecutivo, incluyendo Ministerios y Organismos Públicos Descentralizados;

2. El Poder Legislativo;

3. El Poder Judicial;

4. Los Gobiernos Regionales;

5. Los Gobiernos Locales;

6. Los Organismos a los que la Constitución Política del Perú y las leyes confieren

autonomía.

7. Las demás entidades y organismos, proyectos y programas del Estado, cuyas

actividades se realizan en virtud de potestades administrativas y, por tanto se

consideran sujetas a las normas comunes de derecho público, salvo mandato

expreso de ley que las refiera a otro régimen; y

8. Las personas jurídicas bajo el régimen privado que prestan servicios públicos o

ejercen función administrativa, en virtud de concesión, delegación o autorización del

Estado, conforme a la normativa de la materia.

b) Función Legislativa

Desde el punto de vista material, la función legislativa se manifiesta en la

actividad estatal que tiene por objeto la creación de normas de carácter general,

imperativas y coercitivas, es decir, de normas jurídicas, cuya expresiónmás clara es la

23
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

ley. Su generalidad se manifiesta en el hecho de que su aplicación debe incluir a todas

las personas, sin distinción alguna, mientras se encuentre vigente; su imperatividad, en

la necesidad de sometimiento de las personas que se encuentren dentro del supuesto

que ella prevé, personas físicas o colectivas, gobernantes y gobernados; y la

coercibilidad, en la posibilidad de su aplicación aun en contra de la voluntad de sus

destinatarios.

Visto de esta manera, encontramos que el estudio de la función desde el punto

de vista material debe prescindir de la consideración de su creador; solo se debe tomar

en cuenta la naturaleza propia del acto en que se manifiesta, prescindiendo del órgano

que realiza la actividad. Así, cuando el Poder Legislativo emite una ley; cuando el

Ejecutivo la reglamenta, y cuando la Suprema Corte expide su Reglamento Interno con

base en la Ley Orgánica del Poder Judicial, estamos frente a expresiones de la función

legislativa desde el punto de vista material, ya que esos actos se concretan en normas

genera- les, imperativas y coercibles, independientemente de la naturaleza del órgano

que los produjo.

A diferencia de este enfoque, la función legislativa desde el punto de vista formal

solo toma en cuenta el órgano que realiza la actividad, independientemente de la

materia o contenido del acto. Por ello, todo acto que emane del Poder Legislativo,

desde el punto de vista formal, subjetivo u orgánico, será una función legislativa, aun

cuando materialmente revista el carácter jurisdiccional o administrativo.

El enfoque orgánico de la función legislativa dio lugar al principio de la “autoridad

formal de la ley”, el cual establece que solo el Poder Legislativo puede crear leyes,
derogarlas o modificarlas, a través de un procedimiento que se conoce como “proceso

legislativo”. Así lo establece el inciso f) del artículo 72 constitucional, el cual dispone que

“en la interpretación, reforma o derogación de las leyes o decretos se observaran los

mismos trámites establecidos para su formación”.

De acuerdo con lo anterior, para que un ordenamiento pueda ser considerado ley,

desde el punto de vista formal y material, debe ser de carácter general, imperativo y

coercitivo y, además, debe ser producido por el Poder Legislativo, mediante el proceso

legislativo9.

Características

 Consiste en legislar.

 Legislar implica emitir normas con naturaleza de ley (material).

 Ley material es norma general, abstracta, impersonal, tiende a la permanencia y

señala que hacer (o que no hacer).

La Ejercen:
 El Congreso de la República.

 El Consejo de Ministros.

 Las regiones.

DELGADILLO GUTIÉRREZ, Luis Humberto y LUCERO ESPINOZA, Manuel, Compendio de Derecho Administrativo, óp. cit.23-24

25
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

 Los concejos municipales provinciales.

 Los concejos municipales distritales.

 Todos son estatales.

 La forma jurídica es la ley en sentido material.

Denominaciones de la ley:
 Ley orgánica

 Ley

 Decreto legislativo.

 Decreto de urgencia.

 Decreto supremo.

 Ordenanza.

c) Función Jurisdiccional

“La jurisdicción fija en los casos individuales el derecho incierto o cuestionable o

las situaciones o intereses jurídicos”, de lo que podemos establecer que esta función

presupone una contradicción de intereses o una situación de duda que puede ser

resuelta con la aplicación del derecho.

Esta concepción material de la función judicial, o jurisdiccional, tiene como origen

la incertidumbre o el conflicto de intereses que el Estado debe resolver a fin de procurar


la seguridad de sus habitantes, los cuales no pueden hacerse justicia por su propia

mano (artículo 17 constitucional).

En virtud de los fines del Estado, esta función solo puede ser realizada por el, a

través de la declaración que se manifiesta en un acto concreto, generalmente la

sentencia. De esta manera la función jurisdiccional, “subsume un caso concreto bajo la

norma abstracta, (...) y dice cuál es la fuerza que le corresponde en virtud de la

autoridad del Estado y las consecuencias jurídicas que se han de seguir de él”, esto nos

permite concluir que la función jurisdiccional tiene como fin el respeto de la norma que

ha sido producto de la función legislativa, al darle definitividad a la sentencia, que

adquiere la calidad de cosa juzgada, por la cual no podrá ser modificada.

Identificada así la función jurisdiccional desde el punto de vista material, es decir,

en razón de la naturaleza intrínseca del acto en que se manifiesta,podemos localizarla

en diversas manifestaciones de los poderes del Estado. El Ejecutivo realiza funciones

jurisdiccionales cuando a través de sus tribunales de lo contencioso administrativo y del

trabajo, resuelve las controversias que le son planteadas, y el legislativo al juzgar sobre

la responsabilidad política de los servidores públicos.

Desde el punto de vista formal, la función jurisdiccional solo es realizada por los

órganos judiciales 5.

Características

 Consiste en declarar el derecho.

27
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

 La ejerce el Sistema de Administración de Justicia:

 Poder Judicial (organismo).

 Consejo de Justicia Militar.

 Árbitros.

 Comunidades campesinas.

 Comunidades nativas. ‘

 La forma jurídica es la sentencia.

d) Funciones Especiales

 Tienen un núcleo propio: el control gubernamental

 Evaluar periódicamente el cumplimiento de las normas o la calidad de la gestión de

la función administrativa.

 Quien la ejerce es el Sistema Nacional de Control.

 La forma jurídica es el informe de control.

 . El proceso o procedimiento es la acción de control.

e) Función Administrativa
Viene a ser una manifestación del poder consiste en la concreción de los fines

del poder y está involucrada al igual que las otras funciones del poder con la realización

de valores y metas programáticas que interesan a toda la sociedad.

Luis Humberto Delgadillo Gutiérrez y Manuel Lucero Espinoza 10 sostienen: “La

función administrativa, cuyo contenido es materia fundamental del Derecho

administrativo, plantea problemas en lo que respecta a la identificación de su

significado. Algunos autores sostienen que esta función es la que realiza el Poder

Ejecutivo, o a la actividad que efectúan los órganos de la Administración Publica”.

Desde el punto de vista formal u orgánico tal criterio resulta exacto, sin embargo,

materialmente el problema no se resuelve, en tanto que con el nada se dice acerca del

contenido de la función administrativa.

Por otro lado, el criterio orgánico solamente serla valido si a cada uno de los

órganos estatales (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Le correspondiera realizar una sola

función, lo cual ya vimos que no acontece, ya que el Ejecutivo también realiza acciones

jurisdiccionales y legislativas, y la función administrativa de igual manera es realizada

por los Poderes Legislativo y Judicial.

Otros autores han pretendido encontrar el significado de la función administrativa

por el método de exclusión de las otras funciones. En este sentido se dice que dicha

10

DELGADILLO GUTIÉRREZ, Luis Humberto y LUCERO ESPINOZA, Manuel, Compendio de Derecho administrativo, óp. cit., pp. 23- 28.

29
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

función es la actividad estatal que queda después de restar la legislativa y la

jurisdiccional; es decir, es la actividad que no corresponde ni a la legislativa ni a la

jurisdiccional. Esta teoría es de carácter negativo, que tiene su base en un criterio

residual y que aunque en principio p>areciera exacta, nada nos dice respecto del

contenido de la función administrativa, además de que para muchos autores resulta

objetable por el hecho de que los órganos estatales no solo realizan las funciones

tradicionales que hemos señalado, sino que también existe una cuarta función, como es

la política o gubernativa.

En virtud de que tanto el criterio orgánico como el residual no han sido suficientes

para resolver el problema respecto de que es la función administrativa, otros autores

toman un criterio objetivo o material. En este caso se hace referencia al objeto o

contenido de la función; es decir, como sostiene Revidatti, a lo que el Estado hace o

debe hacer para cumplir sus finalidades.

Con base en dicho criterio, objetivo o material, diversos autores han definido la

función administrativa como la “actividad practica que el estado desarrolla para cuidar

de inmediato los intereses públicos que sume en los fines propios” (Zanobini); o “una de

las funciones del Estado que tiene por objeto la satisfacción de las necesidades

colectivas de manera directa e inmediata” (D’Alessio); o “una de la funciones del Estado

que tiene por objeto la satisfacción directa e inmediata de las necesidades colectivas

por actos concretos, dentro del orden jurídico y de acuerdo con los fines de la ley”

(Basabilbaso); o como “la actividad que tiende a las satisfacción inmediata de las

necesidades del grupo social y de los individuos que la integran” (Marienhoff).


A pesar de que tales definiciones dan una idea del contenido de la función

administrativa, resulta imprescindible buscar más a fondo su contenido, en tanto que de

ellas solo se desprende el aspecto teleológico de la función.

Para identificar la función administrativa es necesario que partamos de las

características que la hacen diferente de las otras dos funciones estatales. Tales notas

de distinción son: concreción, inmediatez, continuidad y espontaneidad.

La concreción de la función administrativa se contrapone con la legislativa, ya

que en esta los actos que produce son de carácter general y abstracto; es decir la

creación de actos regia. En cambio, aquella función se caracteriza porque el acto

administrativo es concreto, ya que atiende a casos particulares y determinados a través

de actos jurídicos o de operaciones materiales.

La inmediatez se contrapone a la función legislativa, toda vez que esta procura la

ejecución, en primer grado, de las normas constitucionales; en cambio en la función

administrativa, al igual que la jurisdiccional, la ejecución inmediata es de las leyes, y de

manera mediata, o en segundo grado, de la Constitución.

También la inmediatez de la función administrativa se manifiesta, desde otro

punto de vista, tomando en cuenta la prontitud con la cual se satisfacen las necesidades

públicas, puesto que a través de ella se procura la pronta e inmediata consecución de

los fines estatales, cuestión que no se da en la legislativa, porque ella tiende a limitar o

condicionar la conducta de las personas, y tampoco se presenta en la jurisdiccional, ya

31
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

que a través de esta el Estado procura que la voluntad legislativa sea observada, lo que

da por resultado que las necesidades públicas se realicen de manera mediata.

La continuidad de la función administrativa consiste en que esta se rea- liza de

una manera permanente o ininterrumpida, lo cual no se da ni en la legislativa ni en la

jurisdiccional, que se llevan a cabo de manera permanente ininterrumpida, lo cual no se

da ni en la legislativa ni en la jurisdiccional, que se llevan a cabo de manera aislada y

esporádica.

La espontaneidad distingue a la función administrativa de la jurisdiccional, en

tanto que esta necesita de petición del interesado, ya que el juzgador no puede actuar -

de oficio para tramitar un proceso; en cambio, en la administrativa actúa sin necesidad

de que se lo pida la parte interesada, puesto que lo hace por iniciativa espontanea de

los órganos administrativos.

Lo anterior obedece al hecho de que la función jurisdiccional supone la

controversia o la incertidumbre, respecto de ciertos hechos o intereses, que requiere de

la petición del interesado; en cambio, la administración presupone la existencia de

normas a las cuales se va a dar plena eficacia mediante su ejecución, a fin de satisfacer

el interés público.

Planteados estos aspectos básicos podemos establecer que la función ad-

ministrativa es la realizada por el Estado de una manera concreta, inmediata, continua y

espontánea, para satisfacer de manera directa las necesidades públicas.


Respecto a la función administrativa el maestro Agustín Gordillo dice: “dado a

que la función administrativa no es realizada por ningúnórgano con exclusión de los

demás y que no tiene un contenido propio que la caracterice, su definición es la suma

de las conclusiones parciales que hemos expuesto. Diremos que la función

administrativa es:

En primer lugar, toda la actividad que realizan los órganos administrativos y

autoridades administrativas independientes (criterio subjetivo); en segundo lugar, toda

actividad que realiza el órgano legislativo, excluida la función legislativa (en sentido

material y orgánico) que le es propia (criterio residual); en tercer lugar, toda actividad

que realizan los órganos judiciales, excluida la función jurisdiccional (en sentido material

y orgánico) que específicamente realizan (criterio residual)”.

O sea que es “toda la actividad que realizan los órganos administrativos y la

actividad que realizan los órganos legislativas y jurisdiccionales, excluidos

respectivamente los hechos y actos materialmente legislativos y jurisdiccionales”. Por

razones de simplificación no incluimos en este concepto el caso de las funciones

administrativas excepcionalmente realizadas por instituciones no estatales 11.

11

GORDILLO, Agustín, Tratado de Derecho Administrativo, tomo I, parte general, ARA EDITORES, pp. 86-88.

33
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

El maestro Juan Carlos Cassagne12 dice que respecto a la función administrativa

hay tres concepciones o teorías que tratan de definir la función administrativa:

▪ Concepciones subjetivas u orgánicas

Dentro de esta corriente se hallan las tendencias que consideran a la función

administrativa como toda o la mayor parte de la actividad que realiza el Poder

Ejecutivo y los órganos y sujetos que actúan en su esfera.

▪ El criterio objetivo o material

Las concepciones que fundan la noción de función administrativa en el criterio

material tienen en común el reconocimiento de las actividades materialmente

administrativas no solo del Poder Ejecutivo, sino también de los órganosLegislativo y

Judicial.

12

CASSAGNE, Juan Carlos (2004), Derecho administrativo, Tomo I, séptima edición Buenos Aires Abeledo- Perrot, , pp. 86-88.
Las notas que caracterizan a la administración y que permiten diferenciarlas de la

legislación y la jurisdicción son principalmente su carácter concreto, la inmediatez la

continuidad. Algunos autores añaden también la característica de constituir una

actividad práctica y normalmente espontanea.

En consecuencia la función administrativa en sentido material, puede ser

considerada como aquella actividad que en forma inmediata, permanente, concreta,

practica y normalmente espontanea, desarrollan los órganos esta tales para alcanzar

el bien común, conforme a los regímenes jurídicos de derecho público.

▪ Otras teorías

Existen teorías que se apoyan en otras fundamentaciones para proporcionar el

concepto de administración, dentro de este concepto junto de teorías no puede dejar

de hacerse una referencia sucinta a las concepciones expuestas en la doctrina

alemana vinculadas en gran parte al positivismo jurídico.

Para la concepción llamada “residual” la administración era toda aquella actividad

que restaba luego de excluir la legislación y a la función jurisdiccional.

La función administrativa, no es sino una expresión de poder, por eso es

necesario tocar el tema de poder y esta masa de poder va a cumplir una finalidad

última que no es sino hacer realidad valores y metas programáticas que interesan a

todos los miembros de la sociedad, siguiendo la teoría de que el poder es uno solo

que, tiene que actuar y tiene que manifestarse a través de las denomina- das

35
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

funciones del poder entre las que tenemos: función legislativa, función jurisdiccional

y las funciones especiales de poder, función administrativa 13.

1.1.1.- FORMAS JURÍDICAS DE LA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA

“Las formas jurídicas de la función administrativa son:

1.1.1.1.- REGLAMENTO

En cuanto al reglamento estamos ante una declaración de la Administración

Publica de carácter unilateral que produce efectos jurídicos generales, es decir el

reglamento tiene dos elementos prácticos para reconocerlos, es una declaración de

la Administración Publica hacia fuera de ella, esa es la regia y además tiene efectos

jurídicos generales, muy bien lo que va hacer el reglamento, es tener estas

características, ser declaración unilateral, porque es atribuible esa declaración a la

Administración Publica, es una declaración de voluntad, es una fuente de mandato

en este caso, tiene efectos generales porque afecta situaciones jurídicas generales.

13

SALAZAR CHÁVEZ, Ricardo, Formas jurídicas de la Función Administrativa, diplomado en Derecho administrativo y Procedimiento
Administrativo, Colegio de Abogados de Lima, 09-03-2006.
Declaración unilateral de voluntad de la Administración Publica, que produce

efectos jurídicos generales.

El señalar como hacer es lo que diferencia al reglamento de la ley.

Las características del reglamento:

General.

Abstracto.

Impersonal.

Tiende a la permanencia.

Señala como hacer.

También precisa conceptos señalados en la ley.

1.1.1.2.- ACTO DE ADMINISTRACIÓN O ACTO DE ADMINISTRACIÓN INTERNA

Acto de administración o acto de administración interna

El acto de administración interna está compuesto por un conjunto de decisiones o

de actuaciones, que tienen como propósito que la entidad de la Administración Publica

logre niveles de eficiencia y eficacia, es decir la entidad administrativa decide

organizarse internamente, organiza su trabajo internamente, distribuye sus recursos

internamente, realiza cuanta actividad sea necesaria al interior de la entidad, a efectos

37
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

de que esté debidamente preparada, para luego brindar hacia fuera sus servicios, ese es

el propósito central que tiene el acto de administración interna. El impacto inmediato del

acto de administración interna es hacia el interior de la entidad, hacia el exterior el efecto

es mediato, por ejemplo si nosotros capacitamos al personal de una entidad, lo que

buscamos es que internamente, el personal tenga los conocimientos de entrenamiento

suficiente para que la entidad esté debidamente afiatada, organizada y que tenga la

capacidad técnica que le permita afrontar con éxito los retos que le plantea su entorno o

sus destinatarios.

Corresponde a esta forma jurídica decisiones o actuaciones sobre organización

interna, personal, abastecimiento, tesorería, contabilidad, presupuesto, entre otros.

El artículo 1 inciso 1.2 señala que no son actos administrativos:

1.2.1. Los actos de administración interna de las entidades destina- dos a organizar

o hacer funcionar sus propias actividades o servicios. Estos actos son regulados por

cada entidad, con sujeción a las disposiciones del título preliminar de esta ley, y de

aquellas normas que expresamente así lo establezcan (Ley N° 27444).

1.1.1.3.- CONTRATO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

El concepto de contrato de la Administración Publica va a tener otros elementos

comunes con cualquier otro contrato, es parte de una categoría, es una especie de la

gran categoría contrato, pero va a tener peculiaridades y cuál es la peculiaridad típica en

el contrato de la Administración Publica, es que es un acuerdo de dos o más partes para

crear, regular, extinguir una relación jurídica patrimonial y como cualquier contrato dentro
de la categoría contractual, pero ¿dónde está el punto de quiebre?, o ¿dónde está el

punto de distinción?, en que por lo menos unas de las partes es una entidad de la

Administración Publica, que está ejerciendo función administrativa y que se traduce en

que una entidad administrativa para el cumplimiento de sus fines públicos.

1.1.1.4.- HECHO ADMINISTRATIVO

El hecho administrativo, que no es sino la administración física apreciable por los

sentidos, existen diversidad de maneras en que se manifiestan la función administrativa

a través de ejercicio, cuando se ve a un policía dirigiendo el tránsito, cuando se ve a un

médico que está atendiendo a un paciente, cuando un profesor está dictando su clase,

cuando un embajador está cumpliendo su función de atención a un extranjero, cuando

en el ámbito de energía y de minas se real-izan actividades, etcétera; lo que sea

físicamente apreciable por los sentidos son los hechos administrativos.

Es la ejecución propiamente tal, en los casos de hechos administrativos, pueden

producir efectos jurídicos, pueden generar esas obligaciones o derechos, por ejemplo

una impericia en la ejecución de una obra ha originado daños a un usuario, eso implica

que se estaba trabajando y rompió una Liberia, esa impericia al originar un daño, va a

generar derechos y obligaciones, derecho de resarcimiento por un lado, obligación de

resarcir por el otro lado;

Tiene diversidad de manifestaciones.

39
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

El artículo 1, inciso 1.2 señala que no son actos administrativos: 1.2.2. los comportamientos

y actividades materiales de las entidades (Ley N° 27444).

Roberto Dromi14 sobre el hecho administrativo sostiene: “El hecho administrativo

es toda actividad material, traducida en operaciones, técnicas o actuaciones físicas,

ejecutadas en ejercicio de la función administrativa. Dicha actividad es productora de

efectos jurídicos directos e indirectos.

Objetivamente, el hecho administrativo exterioriza función administrativa, con

prescindencia de que sea resultado de un acto administrativo, o se trate simplemente del

desarrollo de la actividad que dicha función requiere en el cumplimiento de sus

cometidos, en tal caso la ejecutoria viene dada por una norma de alcance general. De

cualquier modo, es un hecho jurídico, en tanto y en cuanto produce consecuencias

jurídicas, proviene de la Administración Pública estatal o no estatal e incide en la relación

14

DROMI, Roberto (2008), Acto administrativo, cuarta edición, Buenos Aires-Argentina .Hispana Libros, pp. 13-14.
jurídico-administrativa. En otros términos, el hecho administrativo, es una actuación

material en la ejecución de decisiones para satisfacer necesidades públicas”.

1.1.1.5.- ACTO ADMINISTRATIVO

Viene a ser la declaración unilateral de la Administración Publica que produce

efectos jurídicos individuales o individualizables de modo directo.

El concepto de acto administrativo surge de una lectura integral del artículo 1,

inciso 1.1, artículo 5, inciso 5.1 y artículo 29 de la Ley N° 27444.

Articulo 1.- Concepto de acto administrativo.

1.1. Son actos administrativos, las declaraciones de las entidades que, en el

marco de normas de derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos

sobre los intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una

situación concreta.

Artículo 5, inciso 5.1.- El objeto o contenido del acto es aquello que decide, declara

o certifica la autoridad.

Artículo 29.- Definición de procedimiento administrativo.

Se entiende por procedimiento administrativo al conjunto de actos y diligencias

tramitados en las entidades, y que conducen a la emisión de un acto administrativo

que produzca efectos jurídicos individual o individualizables sobre intereses, obli-

41
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

gaciones o derechos de los administrados (ver punto de actuaciones impugnables

4.1)”.

1.1.2.- EL ADMINISTRADO

El concepto de administrado es toda persona natural o jurídica estatal no

estatal, nacional, extranjera o internacional, que se vincula con la Administración

Publica dentro de un procedimiento administrativo, o en virtud de una actividad

reglamentaria de la administración, o en virtud de actos de administración interna, o

en virtud de un contrato de la Administración Publica, o virtud a hechos

administrativos, sustantivamente tiene la denominación categoría general de

administrado.

Persona natural o jurídica que se relaciona con la Administración Publica.

Son las personas naturales o jurídicas en general, titulares de derechos

subjetivos, que son parte en el procedimiento administrativo y que buscan la

declaración de voluntad de la Administración Publica.

El artículo 50 de la Ley N° 27444 indica que son administrados: la persona

natural o jurídica que, cualquiera sea su calificación o situación procedimental,

participa en el procedimiento administrativo. Cuando una entidad inter- viene en un

procedimiento como administrado, se somete a las normas que lo disciplinan en

igualdad de facultades y deberes que los demás administrados. El artículo 51 de la

misma ley indica:


Se consideran administrados respecto de algún procedimiento administrativo

concreto:

1. Quienes lo promuevan como titulares de derechos o intereses legítimos individuales

o colectivos.

2. Aquellos que, sin haber iniciado el procedimiento, posean derechos o intereses

legítimos que pueden resultar afectados por la decisión a adoptarse.

1.1.2.1.- CÍRCULOS DE PROTECCIÓN DEL ADMINISTRADO

Teniéndose en cuenta que tratamos el proceso contencioso administrativo, es

importante lo expresado por Eduardo García de Enterría y Tomas Ramón Fernández

respecto a los círculos de protección del administrado: “Como ya sabemos el

administrado no siempre se encuentra ante la Administración en una position de

pasividad, sino que, también, es titular de situaciones jurídicas activas de derechos e

intereses, incluso, de verdaderas potestades ejercitables frente a los entes públicos.

Cuando estos actúan, pueden llegar a lesionar tales derechos e intereses de los

particulares, lesión que exigirá una reparación adecuada en los términos que acabamos

de estudiar. Sin embargo, esto no basta, evidentemente. Es necesario establecer un

sistema que asegure en la medida de lo posible, que estos conflictos no surjan y, para el

caso de que lleguen a producirse, es necesario igualmente arbitrar unas garantías que

permitan una defensa de los derechos e intereses individuales. Se trata, en fin, de

asegurar la sumisión de la administración al derecho, de hacer efectivo y operante el

principio de legalidad y su sane ion.

43
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

A esta idea central responden una serie de técnicas cuya existencia y correcto

funcionamiento constituyen otras tantas garantías de la position jurídica del

administrado, sin perjuicio de que puedan y deban cumplir otras finalidades adicionales

de semejante importancia, como tendremos ocasión de precisar más adelante. El

procedimiento administrativo es la primera de esas garantías, en tanto que supone que

la actividad de la Administración tiene que realizarse obligatoriamente a través de unos

cauces determinados, como requisitos mínimos para que pueda ser calificada de

actividad legitima. El sistema de recursos contra los actos y disposiciones emanados de

la Administración constituye, en principio un segundo circulo de garantías, puesto que

permite a los administrados reaccionar frente los actos y disposiciones lesivos a sus

intereses y obtener, eventualmente, su anulación, modificación o reforma, en último

término -y esto es sin duda lo más importante corresponde a los jueces y tribunales

pronunciarse definitivamente sobre la legalidad de la actuación administrativa, bien

revisando a posteriori dicha actuación y anulando, en su caso, aquellos actos

administrativos y disposiciones generales que sean disconformes con el ordenamiento

jurídico, a través de los correspondientes recursos contencioso-administrativos, bien

poniendo freno por la vía interdictal a aquellas actuaciones de la administración que

constituyan vías de hecho en el sentido que ya conocemos 15.

15

GARCÍA DE ENTERRIA, Eduardo y RAMÓN FERNÁNDEZ ,Tomas, (2002), Curso de Derecho Administrativo, Madrid, CIVITAS, pp. 441-442.
Ramón Huapaya Tapia16, sin lugar a dudas el peruano que más ha estudiado el

proceso contencioso administrativo, respecto a los círculos de protección del

administrado nos dice:

“Definitivamente el derecho administrativo genera una serie de círculos de

garantía a favor de la persona. Hay una teoría de García de Enterría y Tomas Ramón

Fernández autores del curso de derecho administrativo tan famoso que dice que hay tres

(3) círculos de protección del administrado.

a) El primer círculo de garantía es el Procedimiento Administrativo.

Es decir mi primera garantía como ciudadano es que si yo voy a relacionarme con

una autoridad pública tiene que haber un procedimiento administrativo, por ejemplo para

pedir una pensión hay un procedimiento, para pedir una licencia de funciona- miento hay

un procedimiento, para pedir una licencia para hacer un espectáculo publico hay un
16

HUAPAYA TAPIA, Ramón, objeto y sujetos del proceso contencioso administrativo, en Diplomatura de especialización en procedimiento
administrativo, contencioso administrativo y función publica, Trujillo 29 de Setiembre del 2012.

45
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

procedimiento. Procedimiento mínimo que tiene la información de los plazos que está en

el TUPA y además los requisitos para obtener el derecho desde el punto de vista de los

actos favorables, pero hay un procedimiento para pedir prestaciones a la administración,

pero también cuando la administración ejerce su poder hay un procedimiento. De hecho

el procedimiento sancionador es expresión de esto: si la administración Publica va

imponer una sanción a la persona, seguirá un procedimiento para ejercer correctamente

sobre todo para que la persona ejerza su derecho constitucional de defensa, la garantías

mínimas de la ley del procedimiento administrativo general son imprescindibles para

administrar la legalidad y la validez de este procedimiento sancionador. Asimismo el

procedimiento de ejecución coactiva, por ejemplo, cuando se liquida una deuda, que se

debe a la administración a partir de una obligación de naturaleza no tributaria, regidas

por la Ley N° 26979, la ley de ejecución coactiva, se sigue un procedimiento formal.

¿Para qué? Para la ejecución de ese acto administrativo, para la ejecución de esa deuda

sobre el patrimonio del deudor de la administración, entonces el procedimiento

administrativo es la garantía básica de todo ciudadano frente al ejercicio del poder

administrativo, pero esa garantía no es suficiente, la garantía del procedimiento implica

que yo en un trámite tenga plazos, términos, requisitos, una serie de normas garantistas

pero en general son normas que brindan garantías dentro de la administración.

b) Segundo Círculo, Los Recursos Administrativos.

Es decir, si me relaciono con un gerente municipal y este funcionario me deniega un

hecho administrativo por ser enemigo de mi familia, al no querer dar licencia para un

negocio, este hecho seria arbitrario. Jerárquicamente existe una instancia de apelación,

por ejemplo el alcalde o el concejo municipal o algún tipo de instancia superior que
permita que corregir el acto del funcionario. En el derecho administrativo de la

organización administrativa existe un principio básico de la jerarquía. Entonces siempre

que hay alguien que tramita un procedimiento, va a ver un superior es la regia general,

no siempre pasa, a veces hay autoridades que tienen instancia única, por ejem plo

cuando un alcalde dicta un acto administrativo en primera y única instancia, se agota la

vía administrativa, porque el concejo es un órgano normativo fiscalizador en cambio el

alcalde es la autoridad ejecutiva unipersonal que ejerce funciones ejecutivas dentro de

la municipalidad, siendo el alto mando dentro de un municipio.

La segunda garantía es el derecho al recurso, tanto en el recurso de

reconsideración, que presentando nueva prueba, se puede corregir un acto

administrativo, como el recurso de apelación que es un recurso de grado jerárquico, que

busca una diferente interpretación del derecho aplicable, como toda apelación en el

derecho procesal, y finalmente un recurso de revisión cuando las dos primeras

instancias no han sido nacionales y cuando llegan a una tercera autoridad nacional que

resuelven los recursos, ahí tenemos una segunda garantía.

Sin embargo, lo que dice García de Enterría y Fernández es que esa garantía se

ejerce dentro de la administración, entonces también es muy probable que haya un

espíritu de cuerpo, supongamos que el gerente es amigo del alcalde, tendrá entonces la

ética para enmendar la plana.

c) Tercera Garantía.

47
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Es la garantía judicial del proceso contencioso administrativo, acudir a un poder

independiente, imparcial del estado para que se revise la actuación administrativa, esa

es la idea del contencioso administrativo, porque es la garantía más perfecta desde el

punto de vista procesal, porque hay un juez que va a recibir una demanda y va a

corregir la actuación administrativa ilegal. Esa es la idea básica del contencioso

administrativo, la idea de un juez que corrige las actuaciones ilegales de la

Administración Publica. Esa es la idea central de esto y as! lo menciona el artículo 148

de la Constitución Político del Perú, cuando consagra esta garantía, que en el Perú se

hace a nivel del Poder Judicial.

La primera idea es que hay una base constitucional del contencioso administrativo,

pero esta base constitucional es muy estrecha, por- que se habla de resoluciones

administrativas y, esa es justamente la primera estrechez que tiene la constitución, tiene

una idea de que el único modo en la cual se expresa la administración Publica es la

resolución y eso no es cierto, donde queda por ejemplo el silencio negativo, donde

queda por ejemplo la actividad contractual de la Administración Publica; ^es que acaso

los contratos administrativos son resoluciones? No lo son. También inclusive podemos

hablar del ámbito reglamentario, entonces el concepto clave no es la resolución, no es

causar estado, porque causar estado es únicamente agotar la vía administrativa,

principio que no es constitucional, porque el agotamiento de la vía administrativa es

simplemente un requisito legal, que de acuerdo a lo que dice la propia ley del proceso

contencioso, es un requisito que se puede exceptuar, inclusive la misma jurisprudencia

de la Corte Suprema, de los cuales es posible exceptuarse el agotamiento de la vía

administrativa”.
1.2.- LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS

La razón de tratar los recursos administrativos, es que para iniciar un proceso

contencioso administrativo casi en su generalidad hay que obligatoriamente agotar la

vía administrativa. Y la vía administrativa se agota con los recursos administrativos.

El recurso en la vía administrativa puede definirse pues como una pretensión

deducida ante un órgano administrativo, por quien está legitimado para ello, con la

finalidad de obtener la anulación o la modificación de un acto administrativo dictado por

ese mismo órgano o por un inferior jerárquico 17.

Los recursos son actos de los interesados, por los que se solicita la modificación

o revocación de un acto o disposición general y, en su caso, la compensación

correspondiente, por entenderse que la conducta administrativa era ilegitima. Los

recursos administrativos se distinguen de la revisión por la naturaleza de actuación de

17

GARRIDO FALLA, Fernando (2002), Tratado de derecho administrativo, volumen III Madrid ,editorial Tecnos, p. 61.

49
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

los interesados y los caracteres que legalmente se establecen. A diferencia de los

recursos jurisdiccionales, son resueltos por la propia administración que actúa como

juez y parte Estado.18

Juan Carlos Cassagne19 sostiene: “como se ha visto el recurso es toda

impugnación, en término, de un acto o reglamento administrativo que se dirige a

obtener, del órgano emisor, del acto, el superior jerárquico u órgano que ejerce el

control de tutela, la revocación, modificación o saneamiento del acto impugnado.

Lo esencial del recurso administrativo consiste en que se trata de un acto de

impugnación, de un acto o reglamento administrativo anterior, que da lugar a un nuevo

procedimiento que posee carácter administrativo, desde el punto de vista material.

Esto es así porque su resolución se canaliza a través de la emisión de un nuevo acto

que traduce la función administrativa (en sentido material u objetivo) por parte de un
18

MARTIN MATEO, Ramón (2004), Manual de derecho administrativo, 23 edición, Navarra, editorial Aranzadi S.A., p. 309

19

CASSENGE, Juan Carlos. Derecho administrativo, Abeledo- Perrot,tomo II,sétima edición, Buenos Aires, 2004, p. 589
órgano del Estado”.

Juan Carlos Morón Urbina sobre el concepto del recurso dice: “el recurso

administrativo es aquel acto procesal que realiza el administrado a través del cual

pretende la modificación o sustitución de un acto administrativo que le afecta, ante

una autoridad administrativa. Los recursos administrativos sir- ven, pues, para que la

administración revise a pedido de parte la legalidad de sus actos. ‘

De lo señalado podemos denominar recurso administrativo a la manifestación de

voluntad unilateral y recepticia del administrado por la cual dentro de un procedimiento

iniciado contesta una decisión de la administración que le causa agravio, exigiéndole

revisar tal pronunciamiento, a fin de alcanzar su revocación o modificatoria. Si el

interesado está conforme con la decisión administrativa y, por ende, no impugna, ha

consentido la resolución y concluye el procedimiento.

Pero si considera lo contrario, el sistema jurídico le reconoce la facultad procesal

de cuestionarla aun en sede administrativa”20.

20

MORÓN URBINA, Juan Carlos (2009), Los recursos en la ley del procedimiento administrativo general y en los procedimientos sectoriales,
Lima Editorial Gaceta Jurídica, p. 9

51
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Christian Guzmán Napurí, citando a Morel Ocaña indica: “el recurso ad-

ministrativo es un acto del particular en el cual se formula un pedido de modificación o

sustitución de un acto administrativo a la entidad que lo emitió. Los recursos

administrativos son en consecuencia, mecanismos de revisión de actos administrativos

a pedido de parte. En tal sentido los recursos configuran propiamente un procedimiento

administrativo denominado procedimiento recursal, destinado a reformar un acto

administrativo, generando la nueva revisión del mismo por parte de la propia

administración Publica. Elio implica la principal diferencia existente entre los recursos

administrativos y el proceso contencioso administrativo que es más bien un proceso

judicial, y que no configura propiamente un recurso” 21.

21

GUZMÁN NAPURI, Christian (2013), Manual del procedimiento administrativo general, Lima. Pacifico Editores, p. 805.
Flavio I. Lowenrosen22 define: “Los recursos administrativos son interposiciones

materiales, efectuadas por los particulares, destinadas a que la administración, revoque,

total o parcialmente, una decisión por ella adoptada”.

Para el autor el recurso administrativo es un medio impugnatorio de defensa a

favor de los administrados que se lleva a cabo a través de un procedimiento con la

finalidad que la administración Pública emita una resolución que anula, modifica o

confirma un acto administrativo considerado para el administrado ilegal.

Los recursos administrativos son medios impugnatorios que interponen los

administrados para analizar, revisar, modificar o invalidar una resolución expedida por la

administración. Frente a un acto administrativo que se supone viola, desconoce o

lesiona un derecho o interés legítimo, procede su contradicción en la vía administrativa

mediante los recursos administrativos.


22

LOWENROSEN, Flavio (2002), Practica de derecho administrativo, Buenos Aires,Ediciones Jurídicas, p. 262.

53
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Solo son impugnables los actos definitivos que ponen fin a la instancia y los actos

de trámite que determinen la imposibilidad de continuar el procedimiento o produzcan

indefensión. La contradicción a los restantes actos de tramite deberá alegarse por los

interesados para su consideración en el acto que ponga fin al procedimiento y podrán

impugnarse con el recurso administrativo que, en su caso, se interponga contra el acto

definitivo.

No cabe la impugnación de actos que sean reproducción de otros anteriores que

hayan quedado firmes, ni la de los confirmatorios de actos consentidos por no haber

sido recurridos en tiempo y forma (artículo 206, Ley N° 27444).

Todos los recursos administrativos que se interponen deben ser autorizados por

letrado, conforme lo establece el artículo 211 de la ley antes indicada.

Elementos de los recursos

La existencia de los recursos administrativos exige una serie de elementos, sin

los cuales no sería posible alcanzar el propósito de autocontrol de la legalidad de los

actos de la administración. Los elementos esenciales determinan la existencia del

recurso y necesariamente deben cumplirse para su procedencia. Estos elementos son:

Previsión en la ley.

La revisión de legalidad con base en una instancia del particular solo puede

proceder cuando en la ley está expresamente previsto el procedimiento que debe

desahogarse, y la autoridad que deberá hacerlo, que puede ser la misma que emitió el
acto, el superior jerárquico, o una autoridad administrativa especial para estos efectos,

ya que las promociones sin base legal no vinculan a la autoridad para emitir una

resolución, por otra parte, si la revisión la realiza de manera oficiosa, su actividad solo

constituye una forma de manifestación interna de su autoridad.

Un acto administrativo previo.

Para que exista el recurso debe haber un objeto sobre la cual incida la

actuación de la administración, a fin de revisar la legalidad de la resolución

pronunciada con anterioridad.

Una instancia de parte.

Estos medios de defensa solo pueden existir mediante el impulso inicial de un

particular a quien, se supone, afecta la actuación de la autoridad, ya que si no

existiera la promoción del gobernado, la actuación oficiosa no constituiría un recurso.

Un interés jurídico lesionado.

La promoción para que la autoridad proceda a la revisión de sus actuaciones

solo puede realizarla quien tenga un interés jurídico, es decir, el re- conocimiento

que la norma jurídica hace para la defensa de un derecho del particular, o, en todo

caso, el reconocimiento de un interés legitimo por la situación particular del

gobernado, de tal forma que la falta del interés jurídico o legítimo, en su caso, dará

lugar al desechamiento de la instancia, o su sobreseimiento.23


23

DELGADILLO GUTIÉRREZ Luis Humberto (2003), Principios del Derecho TributarioCuarta Edición, México, Limusa Noriega Editores, p. 186

55
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Requisitos del recurso

Los recursos tienen requisitos de forma y de tiempo.

Requisitos de forma

Los recursos deben cumplir con los siguientes requisitos:

 Nombres y apellidos completos, domicilio y numero de documento nacional de

identidad o carnet de extranjería del administrado, y en su caso, la calidad de

representante y de la persona a quien represente.

 La expresión concreta de lo pedido, los fundamentos de hecho que lo apoye y,

cuando le sea posible, los de derecho. (Señalar el acto del que se recurre según

artículo 211 de la Ley N° 27444).

 Lugar, fecha, firma o huella digital, en caso de no saber firmar o estar impedido.

 La indicación del órgano, la entidad o la autoridad a la cual es dirigida,

entendiéndose por tal, en lo posible, a la autoridad de grado más cercano al usuario,

según la jerarquía, con competencia para conocerlo y resolverlo.

 La dirección del lugar donde se desea recibir las notificaciones del procedimiento,

cuando sea diferente al domicilio real expuesto en virtud del numeral 1. Este

señalamiento de domicilio surte sus efectos desde su indicación y es presumido

subsistente, mientras no sea comunicado expresamente su cambio.


 La relación de los documentos y anexos que acompaña, indicados en el TUPA.

 La identificación del expediente de la materia, tratándose de procedimientos ya

iniciados (artículo 113 de la Ley N° 27444).

 Sello y firma del letrado (artículo 211 de la Ley N° 27444).

Requisitos de tiempo

Esta referido al plazo que se tiene para impugnar o presentar un recurso.

El plazo para interponer un recurso de impugnación es de quince días hábiles

contándose a partir del día siguiente de la notificación o de su publicación en el diario

oficial El Peruano según corresponda.

1.2.1.- RECURSO DE RECONSIDERACIÓN

El recurso de reconsideración también conocido como recurso de reposición de

revocatoria, es el recurso que se interpone ante el mismo órgano que expidió la

primera resolución o acto impugnado para que nuevamente vea, analice y modifique

el caso, teniendo en cuenta la nueva prueba aportada por los administrados.

Para Juan Carlos Cassagne24, “el recurso de reconsideración es aquel que se

deduce ante la propia autoridad que ha dictado el acto administrativo o reglamento a

fin de que lo revoque, derogue o modifique, según sea el caso, por contrario imperio.

Este recurso ha recibido las más variadas designaciones, tanto en nuestro país como
24

CASSAGNE, Juan Carlos, Derecho administrativo, óp. cit., p. 598

57
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

en el derecho comparado, habiéndoselo denominado indistintamente “recurso de

revocatoria”, “recurso de reposición”, o bien “recurso de reconsideración”. Este último

concepto es el correcto pues, aparte de que técnicamente no podría utilizarse la

expresión “recurso de revocatoria” para impugnar un reglamento (ya que solo se

revocan los actos administrativos), lo cierto es que la actividad del órgano que decide

el recurso consiste en volver a considerar la legitimidad u oportunidad del acto a raíz

de la impugnación que formula el administrado.

Se trata de un recurso administrativo de carácter ordinario y optativo, en el

sentido que el particular que impugna no está obligado a deducirlo para agotar las

llamadas instancias administrativas ni es un presupuesto para la procedencia de otros

recursos que promueva ante la administración.

Características

Se interpone ante la misma autoridad que emitió el primer acto administrativo.

El plazo para su interposición es de 15 días contados a partir del día siguiente de la

notificación del acto administrativo.

Se sustenta en nueva prueba.

En los casos de actos administrativos emitidos por órganos que constituyen instancia única

no se requiere nueva prueba.

El recurso de reconsideración lo resuelve la misma autoridad que emitió el primer acto

administrativo.
El plazo máximo para resolver el recurso de reconsideración es de 30 días hábiles.

Es un recurso opcional y su no interposición no impide el ejercicio del recurso de apelación.

En los casos de actos administrativos emitidos por órganos que constituyen instancia única

agota vía administrativa.

Su base legal es el artículo 208 de la Ley N° 27444.

1.2.2.- RECURSO DE APELACIÓN

Es el recurso a ser interpuesto con la finalidad de que el órgano

jerárquicamente superior al emisor de la decisión impugnada, revise y modifique la

resolución del subalterno. Como busca obtener un segundo parecer jurídico de la

Administración sobre los mismos hechos y evidencias, no requiere nueva prueba,

pues se trata fundamentalmente de una revisión integral del procedimiento desde

una perspectiva fundamentalmente de puro derecho 25.

Por el recurso de apelación el administrado (persona natural o jurídica) quien

se vio afectado por el acto administrativo interpone ante la misma autoridad u órgano

que dicto el acto administrativo, para que la autoridad superior del emisor del acto

revoque total o parcialmente la decisión anterior.

Características del recurso de apelación

25

MORÓN URBINA, Juan Carlos, los recursos en la ley del procedimiento administrativo general y en los procedimientos sectoriales, óp. cit., 48.

59
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Se interpone ante la misma autoridad que emitió el primer acto administrativo para que lo

eleve al superior jerárquico.

El plazo para su interposición es de 15 días contados a partir del día siguiente de la

notificación del acto administrativo.

Se sustenta en puro derecho o en diferente interpretación de la prueba producida.

El recurso de apelación lo resuelve la autoridad jerárquica superior del que emitió el primer

acto administrativo.

El plazo máximo para resolver el recurso de apelación es de 30 días hábiles.

El recurso de apelación generalmente agota vía administrativa.

Su base legal es el artículo 209 de la Ley N° 27444.

1.2.3.- RECURSO DE REVISIÓN

El recurso de revisión es un recurso excepcional que se interpone contra

actos administrativos emanados de entidades descentralizadas o de competencia

nacional, con la finalidad de que la autoridad jerárquicamente superior revoque,

modifique o sustituya el acto administrativo.

Características

Se interpone ante la misma autoridad que resolvió el recurso de apelación para que lo

eleve al superior jerárquico.


El plazo para su .interposición es de quince días contados a partir del día siguiente de la

notificación del acto administrativo.

El recurso de revisión lo resuelve la autoridad jerárquica superior del que resolvió el recurso

de apelación.

El plazo máximo para resolver el recurso de revisión es de 30 días hábiles.

El recurso de revisión siempre agota vía administrativa.

Su base legal es el artículo 210 de la Ley N° 27444.

1.2.4.- LA QUEJA POR DEFECTOS DE TRAMITACIÓN NO ES RECURSO

ADMINISTRATIVO.

El interesado a quien la administración no le resuelve en tiempo una petición

formulada, en dicha sede se encuentra facultado para interponer una queja ante el

inmediato superior jerárquico, siempre que no se trate de procedimientos recursivos y

requerir el dictado de la resolución en cuestión frente al defecto de tramitación o

incumplimiento de plazos.

No existe plazo para interponerla ni está sujeta a requisito procedimental

previo alguno. Es resuelta por el inmediato superior jerárquico del órgano que debla

61
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

producir la actividad administrativa omitida la decisión que al efecto se dicte es

irrecurrible en sede administrativa26.

La queja es un remedio procesal por ello no constituye un recurso

impugnativo, considerándose un remedio procesal, y viene a ser el derecho que

tienen los administrados de reclamar ante la administración contra los defectos de

tramitación y en especial los que supongan paralización o infracción de los plazos

establecidos en la ley, incumplimiento de los deberes funcionales u omisión de

trámites que deben ser subsanados antes de la resolución definitiva del asunto en la

instancia respectiva, conforme se establece en el artículo 158 de la Ley N° 27444.

La finalidad de la queja es corregir deficiencias funcionales en el

procedimiento administrativo.

Plazo para interponer la queja

No existe un plazo perentorio, se puede interponer en cualquier memento que

el administrado considere que el procedimiento no se está realizando conforme a lo

normado, y que existe una conducta desviada o incorrecta.

Tramite de la queja

La queja se presenta ante el superior jerárquico de la autoridad que tramita y citándose el

deber infringido y la norma que lo exige.

26

REJTMAN FARAH, Mario (2000), Impugnación judicial de la actividad administrativa, La Ley,


Buenos Aires, pp. 90-91.
La autoridad superior resuelve la queja dentro de los tres días siguientes, previo traslado al

quejado, a fin de que pueda presentar el informe que estime conveniente al día siguiente

de lo solicitado.

En ningún caso se suspenderá la tramitación del procedimiento en que se haya presentado

la queja, y la resolución será irrecurrible. La autoridad que conoce de la queja puede

disponer motivadamente que otro funcionario de similar jerarquía al quejado asuma el

cono- cimiento del asunto.

Efectos de la queja

En caso de declarase fundada la queja:

Se dictan las medidas necesarias correctivas pertinentes respecto del procedimiento.

Inicio de las actuaciones necesarias para sancionar al funcionario responsable.

ACTO FIRME

Es aquel acto que no puede ser impugnado ni administrativa ni judicial- mente

por cuanto venció el plazo al administrado, para interponer de manera oportuna los

recursos administrativos ante la Administración.

Una vez vencidos los plazos para interponer los recursos administrativos se

perderá el derecho a articularlos quedando firme el acto (artículo 212 de la ley).

63
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

La doctora Teresa Tovar Mena, miembro del Estudio Echecopar, en un artículo

publicado en el Diario Oficial El Peruano, que titula “Firmeza y revocación en proceso

administrativo”27, en una parte de este dice:

“Conviene revisar algunos conceptos relacionados con la posibilidad de cambio

de los actos administrativos o su impugnación.

a) En primer lugar, los actos administrativos según su impugnabilidad, pueden ser

actos administrativos firmes, que ya no se impugnan y actos administrativos no

firmes porque aún son susceptibles de impugnación.

Cabe anotar que una diferencia con una sentencia en un proceso judicial es que el

acto administrativo firme lo es para el administra- do, al que resulta aplicable sus

efectos. Sin embargo, no lo es para la administración, que puede modificarlo si se

cumplen determinadas condiciones previstas en la ley (revocación, corrección de

errores o, anulación de oficio). .

b) Se distinguen de otro lado los actos que causan estado en la vía administrativa, y

aquellos que no agotan dicha vía. Distinción relevante para definir el acceso a la vía

jurisdiccional, que solo precede respecto a actos que a decir de García de Enterría y

Fernández son “la última palabra” de la administración, por proceder de órganos o

autoridades a cuyas decisiones reconoce la ley esa trascendencia (véase el artículo

148 de la Constitución Política del Perú y la Ley N° 27584).

27

Diario Oficial El Peruano-Derecho, lunes 14 de abril del 2003, p. 20.


c) Por último, otra distinción efectuada por la doctrina se refiere al carácter definitivo o

no del acto, por oposición de los actos resolutivos (o que deciden una cuestión de

fondo) a los actos de tramitación, o simplemente tramites. Así pues se distingue

entre los actos-tramite y los actos principales y definitivos.

En consecuencia, según los conceptos indicados en el ámbito administrativo

pueden existir resoluciones (actos definitivos) que queden firmes (porque no se

interpusieron los recursos impugnatorios en la vía administrativa o mediante la acción

contencioso administrativa judicial) y, por tanto, tienen que ser acatadas por los

administrados involucrados.

También que una resolución definitiva agote la vía administrativa (no cabe más

impugnaciones o recursos), pero no ser firmes porque aún se puede recurrir a la vía

contencioso administrativa judicial.

En este último caso, si transcurre el plazo para iniciar el proceso contencioso

administrativo, en sede judicial, tendremos una resolución que es un acto definitivo, que

causa estado y resulta firme.

En conclusión, para efectos de considerar si existe cosa definitiva o cosa juzgada

en derecho administrativo, solo hay que tener en cuenta el concepto de resolución

firme, pues los demás actos son modificables”.

ERROR DE CALIFICACIÓN DEL RECURSO

65
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

El error de calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo para

su tramitación siempre que del escrito se deduzca su verdadero carácter.

Existe el deber de la administración Pública de calificar el recurso, al respecto

Juan Carlos Morón Urbina28nos dice: “Como se ha venido señalando la administración

tiene la obligación de calificar el recurso administrativo que ha sido interpuesto para esto

debe tener en cuenta los principios que guían el procedimiento administrativo, cobrando

mucha importancia en este punto el principio de informalidad, principio a través del cual

la administración debe evitar rechazar los recursos por errores que bien pueden ser

subsanados. Así- mismo es importante mencionar que una vez que el recurso haya sido

admitido y calificado, la decisión de este debe comprender todos los asuntos sometidos

a su consideración dentro del ámbito de su competencia o aquellos que surjan con

motivo de la sustentación, aunque no hayan sido alegados por los administrados o

motivado su impugnación. Por su parte, el contenido de la resolución puede ser


28

MORÓN URBINA, Juan Carlos, Los recursos en la Ley del Procedimiento Administrativo General y en los Procedimientos Sectoriales, óp. Cit,
40
confirmatorio, modificatorio o revocatorio del acto impugnado, así como ordenar la

reposición en caso de vicios en el procedimiento”.

LOS EFECTOS DEL RECURSO ADMINISTRATIVO

La interposición de cualquier recurso, excepto los casos en que una norma legal

establezca lo contrario, no suspenderá la ejecución del acto impugnado.

▪ No obstante lo dispuesto en el numeral anterior, la autoridad a quien competa

resolver el recurso podrá suspender de oficio o a petición de parte la ejecución del acto

recurrido cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:

a) Que la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o difícil reparación.

b) Que se aprecie objetivamente la existencia de un vicio de nulidad trascendente.

▪ La decisión de la suspensión se adoptara previa ponderación suficientemente

razonada entre el perjuicio que causaría al interés público o a terceros la suspensión y

el perjuicio que causa al recurrente la eficacia inmediata del acto recurrido.

▪ Al disponerse la suspensión podrán adoptarse las medidas que sean necesarias

para asegurar la protección del interés público o los derechos de terceros y la eficacia

de la resolución impugnada.

▪ La suspensión se mantendrá durante el trámite del recurso administrativo o el

correspondiente proceso contencioso administrativo, salvo que la autoridad administrativa o

judicial disponga lo contra- rio si se modifican las condiciones bajo las cuales se decidió.

67
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

EFECTOS DEL SILENCIO ADMINISTRATIVO

Conforme al artículo 188 de la Ley del Procedimiento administrativo N° 27444, los

efectos del silencio administrativo:

▪ Los procedimientos administrativos sujetos a silencio administrativo positivo quedaran

automáticamente aprobados en los términos en los que fueron solicitados si, transcurrido el

plazo establecido o máximo, la entidad no hubiera comunicado al administrado el

pronunciamiento.

▪ El silencio administrativo tiene para todos los efectos el carácter de resolución que

pone fin al procedimiento, sin perjuicio de la potestad de nulidad de oficio prevista en el

artículo 202 de la Ley N° 27444.

▪ El silencio administrativo negativo tiene por efecto habilitar al administrado la

interposición de los recursos administrativos y acciones judiciales pertinentes.

▪ Aun cuando opere el silencio administrativo negativo, la administración mantiene la

obligación de resolver, bajo responsabilidad, hasta que se le notifique que el asunto ha

sido sometido a conocimiento de una autoridad jurisdiccional o el administrado haya

hecho uso de los recursos administrativos respectivos.

▪ El silencio administrativo negativo no inicia el cómputo de plazos ni términos para

su impugnación.

DESISTIMIENTO DEL RECURSO


Cabe indicar que el administrado puede desistir de un recurso administrativo

antes de que se notifique la resolución final en la instancia, determinando que la

resolución impugnada quede firme, salvo que otros administra- dos se hayan

adherido al recurso, en tal caso solo tendrá efecto para quien lo formulo (artículo

190.2).

1.3. LA COSA DECIDIDA

En la presente investigación del Derecho Administrativo, sobre la eficacia de la

cosa decidida, es necesario hacer presente que el procedimiento administrativo

peruano atraviesa un momento particularmente interesante, ya que podemos afirmar

que nos encontramos en una etapa de cambios y reformas y fundamentalmente en la

etapa de la constitucionalizarían del Derecho Administrativo. Una de las críticas más

reiteradas, o un tema que causa gran controversia es aquel que se refiere a la

aplicación del principio “del debido proceso” en sede administrativa y si corresponde, o

no, la revisión de actos administrativos firmes en instancia judicial.

Considero importante que debe garantizarse la seguridad jurídica y la necesidad

de que el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional revise las decisiones de la

administración pública, ha obligado a que se analice la racionalidad de

varios presupuestos teóricos y también prácticos en la búsqueda de ciertos extremos

que constituyan un ámbito más “tranquilizador” y que permita la construcción de un

procedimiento administrativo tipo más ágil y garantista, como modelo de aplicación en

un procedimiento administrativo moderno.

69
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

1.3.1.- LA COSA DECIDIDA EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

La doctrina y la jurisprudencia al referirse a la casa decidida, se han referido a la

función que cumple en la administración pública; su relación con la cosa juzgada como

derecho fundamental y, a su vez, como carácter inalienable de algunas resoluciones

judiciales en conexión con el debido proceso aplicado también al procedimiento

administrativo

La cosa decidida es un concepto tradicional que hace referencia a aquel acto

contra el cual no procede recurso administrativo, vale decir, ha quedado firme.

Se tiene que los pronunciamientos emitidos en sede diferente a la jurisdiccional,

es decir en sede administrativa, constituyen cosa decidida, la cual se define como la

resolución emitida para poner fin a una discrepancia en instancia diferente a la

jurisdiccional como sucede en el procedimiento trilateral; que también es comprendida

como parte del debido proceso en sede administrativa. Sin embargo, el Doctor Juan

HURTADO POMA29nos habla además del pronunciamiento del Ministerio Público

29

HURTADO POMA, Juan. El "Ne Bis In Ídem" en la Investigación Fiscal. Ver Artículo "¿Actos Jurisdiccionales de los Fiscales Penales? Una
tentativa de enfoque" publicado en páginas web del Ministerio Público, de Alerta Informativa, en revistas como "Vista Fiscal" del Distrito Judicial de
Lima Norte y publicado recientemente en el libro "ENSAYOS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS" 2008 Editado por el profesor Pierre Foy Valencia de la
PUC, Editorial ARA. Lima 2008, p. 153 al 170.
referida a la Disposición de Archivo Fiscal, a la cual la denomina “Cosa Decidida

Fiscal”30 para diferenciarla de su símil administrativa que es susceptible de

cuestionamiento a través del proceso contencioso administrativo, a diferencia de la

primera.

b) Tratamiento Jurídico.-

El inciso décimo tercero del artículo 139 de la Constitución Política del Estado,

contempla, dentro de los principios y derechos de la función jurisdiccional, la de la cosa

juzgada, expresada de la siguiente forma: “La prohibición de revivir procesos fenecidos

con resolución ejecutoriada. La amnistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la

prescripción producen los efectos de cosa juzgada” 31.

30

Para mayor ilustración se recomienda ver la Sentencia del Tribunal Constitucional Exp. N° 2725-208-PHC/TC.

31

71
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Esta garantía también se encuentra recogida en el inciso segundo del artículo

139 de nuestra Carta Magna, pues en dicha norma se establece la imposibilidad de

dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada, dicha

institución ha tomado tal relevancia en la definición de la seguridad jurídica de las

naciones que inclusive ahora es considerada por muchas legislaciones como un

derecho fundamental que forma parte del debido proceso.

ANYARIN INJANTE, Toribio (1996). "Nueva Constitución Política del Perú - 1993" Lima. Editorial Toribio AnyarinInjante. Pág. 16.
57
ANYARIN INJANTE, Toribio. "Nueva Constitución Política del Perú - 1993" Op. Cit. Pág. 1.

Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente N° 934-97-AA/TC. Lima, puede ser consultada en: VALLE-RIESTRA, Javier. "Código
58

Procesal Constitucional" Tomo I. Editorial Ediciones Jurídicas. Lima, 2007. Pág. 344.

59
Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente N° 0012-2005-AI. 26/09/05, F.J. 32.

60
Generalmente denominada en los Despachos Fiscales como Disposición de Archivo Definitivo.
La cosa decidida también va vinculada jurídicamente en forma muy estrecha al
32
derecho fundamental que la propia Constitución establece: La pluralidad de instancia

contemplado en su inciso sexto del artículo 139.

En ese orden general de ideas, para esclarecer más aun el panorama sito el

pronunciamiento del supremo interprete de la Constitución y de las leyes, al Tribunal

Constitucional, pues éste señala: “El Tribunal Constitucional sostiene que la

impugnación extemporánea del acto lesivo en sede administrativa, no puede

considerarse como agotamiento de la vía previa, éste quedó en calidad de cosa

32

73
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

decidida”33con lo cual despeja toda duda sobre la existencia de la cosa decidida en

nuestro derecho administrativo.

1.3.2.- LA COSA DECIDIDA EN EL MINISTERIO PÚBLICO

Con la aplicación del Nuevo Código Procesal Penal en nuestro medio, ha

sucedido un hecho de controversia en cuanto al problema que de cotidianamente

afrontan los Despachos Fiscales de Investigación, pues la legislación no ha aclarado si

la Disposición de Archivo Fiscal34adquiere la calidad de cosa juzgada o la de cosa


33

34

61
RUBIO CORREA, Marcial (1999). "El sistema jurídico: Introducción al derecho". Octava edición. Lima. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad
Católica del Perú. Pág. 173.
decidida; para ello debemos hacer referencia al pronunciamiento del Tribunal

Constitucional emitido en el Expediente N° 2725-2008-PHC/TC, donde entre sus

fundamentos jurídicos 15 a 19, establece que la resolución de archivo fiscal no es cosa

juzgada, pero es semejante y con los mismos efectos, y no permite reabrir un caso

sobre el cual ya existe una “clausura definitiva”, situación que si se presentara nos

encontraríamos ante una vulneración del ne bis in idem procesal (no dos veces sobre lo

mismo).

A ello debemos agregar que tal pronunciamiento del máximo intérprete de la

Constitución, diferencia claramente la posibilidad de reaperturar la investigación, sólo en

el caso que el fundamento del archivo fiscal haya sido la insuficiencia de elementos

probatorios, situación que al verse superada por la posterior aparición de elementos de

convicción que se desconocían al momento de la expedición del archivo fiscal que

asumió los efectos de cosa juzgada por seguridad jurídica siendo cosa decidida, el

camino se encuentra expedito para reaperturar la investigación; lo cual no sucede frente

al supuesto en el cual se archivó por que los hechos no constituyen delito.

Tal posibilidad es una exigencia de nuestra nuevo ordenamiento procesal penal y

se encuentra recogida en el inciso segundo del artículo 335 del Nuevo Código Procesal

Penal, donde se establece la excepción a reaperturar por otro fiscal una investigación

75
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

archivada por el Fiscal Provincial o por el Fiscal Superior, cuando se trate de los mismos

hechos, salvo que se aporten nuevos elementos de convicción, disponiendo un

reexamen por parte del fiscal que previno.

Conforme a lo anteriormente expuesto, podemos concluir que:

La Disposición de Archivo Fiscal no constituye Cosa Juzgada sino cosa decidida,

pero tiene los mismos efectos que la primera cuando su fundamento es el que los

hechos presentados al Ministerio Público no son delito o no se encuadran a algún tipo

penal, a diferencia de basarse en una insuficiencia probatoria.

Que el reaperturar una investigación previamente cerrada por una Disposición de

Archivo Fiscal, cuando concurren los presupuestos de la triple identidad y el fundamento

del archivo fue la atipicidad de los hechos, se vulnera la garantía del ne bis in

idem procesal.

Una investigación fiscal puede ser reaperturada cuando se haya realizado una

deficiente investigación fiscal y/o policial y sobre todo cuando surjan nuevos elementos

de convicción de los cuales no se haya tenido conocimiento al momento de expedir la

Disposición de Archivo Fiscal.

1.3.3.-EFECTOS DE LA COSA DECIDIDA

Uno de los efectos de las resoluciones en materia penal al haber alcanzado

la autoridad de cosa juzgada es la prohibición de que el mismo órgano jurisdiccional,

por los mismos fundamentos se pueda volver a juzgar a la misma persona, tal

prohibición debe cumplir con los requisitos de la triple identidad antes referida
(a) Las mismas partes, b) Los mismos hechos y c) La misma acción.)

Que en el caso de la tercer presupuesto, nuestro Tribunal Constitucional ha

denominado “identidad de causa de persecución” 35 haciendo clara alusión al aspecto

procesal de la garantía materia de comentario.

La cosa decidida tiene como principal efecto que los actos firmes adquieren la

condición de inamovibles, pero esto solo en sede administrativa, ya que son pasibles de

ser recurridos vía judicial, en la forma y plazos establecidos por ley mediante la acción

contenciosa administrativa.

1.4.- LA COSA JUZGADA

Decir que una resolución ha adquirido la calidad de cosa juzgada equivale a que

no puede ser modificada ni que el proceso sea reabierto. Una resolución adquiere tal
35

77
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

calidad cuando el justiciable ha hecho valer todos los recursos impugnatorios que la ley

le otorga en defensa de sus pretensiones; o pudiendo hacerlo ante una resolución

emitida por una instancia intermedia deja transcurrir el tiempo y no acciona ejercitando

un derecho fundamental que la propia Constitución establece: La pluralidad de

instancia. En este contexto se hace referencia en primer término a la resolución que ha

quedado ejecutoriada y en segundo a la resolución consentida.

El concepto de “causar estado” proviene de la experiencia española antigua, en

particular de la Ley española de la jurisdicción contencioso-administrativa de 1888 (Ley

Santamaría de Paredes) Causar estado, implica, el agotamiento de los recursos que

franqueaba la “vía gubernativa”, antes de acceder a la jurisdicción de los órganos

propios de la “administración contenciosa”. Es una expresión antigua y se mantiene por

tradición. No toda actuación administrativa debe “causar estado”, para poder ser

impugnada jurisdiccionalmente, este requisito es aplicable únicamente para la

impugnación jurisdiccional de actos administrativos. Acto que causa estado, es aquél

que agota o pone fin a la vía administrativa porque fija de manera definitiva la voluntad

de la Administración, constituye la manifestación final de la acción administrativa

respecto de la cual no es posible la interposición de otro recurso administrativo.

La diferencia entre la cosa juzgada con “la cosa decidida” o “cosa juzgada

administrativa” o “acto definitivo” estriba en que este concepto se refiere a la

inmodificabilidad de una decisión en sede administrativa, aunque tras ello aun cabe la

posibilidad de atacar tal decisión ante los órganos jurisdiccionales mediante la acción

contenciosa-administrativa, por lo que la “cosa decidida” no es en rigor inalterable.


De hecho, la doctrina distingue claramente entre la labor resolutoria de la

administración y la que desarrollan los órganos dotados de jurisdicción, sobre la base

de elementos muy precisos:

“En nuestra opinión las diferencia entre Administración y Jurisdicción se centran

en tres aspectos:

 (i) La actuación del derecho objetivo solo se realiza por la Jurisdicción ante el

ejercicio de pretensiones y resistencias, lo que nos obliga a precisar los conceptos

de unas y otras.

 (ii) La jurisdicción actúa el derecho objetivo en modo irrevocable y ello deba a

determinar lo que se entiende por cosa juzgada.

 (iii) La Jurisdicción opera siempre con desinterés objetivo, lo que se explica

mediante la imparcialidad objetiva y la diferencia entre autotutela y heterotutela” 36.


36

62
MONROY GÁLVEZ, Juan. (1996) "Introducción al proceso civil". Tomo I. Bogotá; Temis,. Pág. 122.

79
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

1.4.1.- ANTECEDENTES DE LA COSA JUZGADA

El origen de la cosa juzgada se encuentra en el derecho romano, con la figura

de la excepción de cosa juzgada (exceptio reiiudicatae). También conocida como

“res in iudicio adiudicata”

Con ella se buscaba proteger a las partes de un nuevo juicio y una

nueva sentencia sobre la materia objeto del mismo, buscándose con ello satisfacer

una necesidad de certeza o seguridad jurídica. Este concepto se resume en el

latinazgo: “Non bis in ídem”. La cosa juzgada es como la jurisprudencia ya que es un

fallo de triple reiteración que si no posee demanda no hay sentencia.

Dentro de los motivos que han fundamentado la existencia de la institución de

la cosa juzgada se encuentran los siguientes:

Certeza jurídica: la cosa juzgada pretende satisfacer la necesidad de certeza de las

situaciones, que toda sociedad requiere; mientras que la necesidad de justicia se

pretende satisfacer a través de los recursos judiciales.

Estabilidad de los derechos: con la cosa juzgada se pretende asegurar la

estabilidad y certidumbre de los derechos que las sentencias reconocen o declaran.

Permite la inmutabilidad de los derechos adquiridos en virtud de las sentencias.


Separación de poderes: la cosa juzgada reconoce el principio de separación de

poderes, al impedir a los órganos de los demás poderes (ejecutivo y legislativo)

alterar o modificar los resultados del ejercicio de la función jurisdiccional, reiniciando

un proceso ya terminado.

Seguridad jurídica: Que se manifiesta mediante el principio “non bis in idem”,

siendo imposible, así bien necesario, la no apertura de la misma causa una vez

concurren identidad de sujeto, objeto y causa. Asimismo, permite poner un punto

finito a la labor cognoscitiva, en tanto, el perdedor de la litis siempre le considerará

injusta y querrá un fallo distinto. Mediante la autoridad de cosa juzgada se pone un

límite a la revisión del proceso y a las relaciones que se han constituido o declarado.

1.4.2.- NATURALEZA JURÍDICA DE LA COSA JUZGADA

Varias han sido las posiciones sobre la naturaleza de la cosa juzgada, sin

perjuicio que, en general, ellas se estiman compatibles y complementarias.

Para Ulpiano la cosa juzgada se tenía por verdad, mientras para Savigny era

una ficción de verdad que protegía a las sentencias definitivas. Mediante este

planteamiento Savigny está advertido que en juicio sólo se puede encontrar una

verdad subjetiva mas no objetiva, pues el elemento de verdad pura es imposible por

la certeza humana que se tiene sobre los hechos acaecidos. Ante tal premisa se

entiende que la cosa juzgada es una fictio iuris, que pretenderá armonizar a los

justiciables.

81
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Según Pothier el contenido de la sentencia llevaba una presunción de verdad,

que es la posición del sistema francés y español.Al contrario de Savigny este Pothier

sostiene a la cosa juzgada como una presunción de verdad, esto es, un criterio de

verdad que sólo puede ser desdicha con un valor semejante a ello. Conviene tener

en cuenta los criterios de presunciones iure et de iure e iuris tantum.

Para la doctrina alemana es una declaración de certeza con carácter indiscutible

y, para la italiana, de imperatividad y eficacia. Otros autores señalan que es una

declaración de eficacia con tres características: inimpugnabilidad, inmutabilidad o

inmodificabilidad y coercibilidad.

1.4.3.- CLASIFICACIÓN DE LA COSA JUZGADA

La doctrina ha realizado varias clasificaciones en torno a la cosa juzgada.

Entre ellas encontramos las siguientes:

1.4.3.1.- La cosa juzgada formal

La cosa juzgada formal es aquella que implica la imposibilidad que una

determinada decisión sea recurrida, o sea, la improcedencia o cierre de los recursos

procesales contra ésta. En otras palabras, una resolución judicial que goza de esta

clase de cosa juzgada no puede ser objeto de más recursos. Sus efectos se

producen exclusivamente en el proceso en que se ha dictado la sentencia, por lo

que se considera precaria (pues sus efectos podrían desvirtuarse en

un proceso distinto).

1.4.3.2.- La cosa juzgada material:


Es aquella que implica la inatacabilidad de un resultado procesal mediante el

inicio de un nuevo juicio, al cerrarse toda posibilidad de que se emita

una decisión que se contradiga o se oponga a lo antes dictado. Sus efectos se

producen en el proceso en que se dictó la sentencia y en otros futuros, por lo que se

considera estable y permanente (porque es eficaz dentro y fuera del

respectivo proceso).

1.4.3.3.- Cosa juzgada real

Cosa juzgada real: es aquella que emana de un proceso válido, es decir, aquél

que ha respetado las normas del “debido proceso”.

1.4.3.4.- Cosa juzgada aparente:

Es aquella que emana de un proceso en que ha faltado uno o más requisitos

de existencia o validez del mismo.

1.4.3.5.- Cosa juzgada general

Cosa juzgada general (res iudicata erga omnes): es aquella que produce efectos

respecto de todas las personas (erga omnes), aunque no hayan intervenido en el juicio.

1.4.3.6.- Cosa juzgada relativa

83
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Cosa juzgada relativa (res iudicata inter partes): es aquella que produce efectos sólo

respecto de las partes del juicio (y sus sucesores legales) y no en relación a personas

ajenas al mismo.

1.4.4.- Diferencias entre la cosa decidida y la cosa juzgada

Para Marcial Rubio, a su vez, “en buena cuenta, la potestad jurisdiccional puede

ser definida como aquella atribución del poder del Estado que le permite resolver valida

y definitoriamente los conflictos que se presentan en la sociedad, aunque debe

advertirse que el hecho que el Poder Judicial tenga la potestad jurisdiccional no implica,

sin embargo, que sea el único órgano del Estado que puede resolver conflictos” 37.

Lo anterior nos lleva a la noción de cosa juzgada como exclusiva de los órganos

jurisdiccionales, la cual “se sustenta en los siguientes tres pilares: la inimpugnabilidad, la

37

HERRERA VÁZQUEZ, Ricardo (2000). "Función jurisdiccional" (material de lectura del programa de formación de aspirantes a la Academia de la
Magistratura) Lima. Academia de la Magistratura. Pág. 47.
inmutabilidad y la coercibilidad de la sentencia. Por la primera se entiende la

imposibilidad de revisar internamente un fallo judicial que ha quedado firme. Por la

segunda, la imposibilidad de su ulterior modificación por algún agente externo al poder

judicial. Y la tercera alude a la posibilidad del cumplimiento de la sentencia a partir de su

exigibilidad y ejecución”[9].

Ahora debemos distinguir entre:

Acto que “causa estado”.

Acto firme.

Acto consentido.

“Cosa decidida” en sede administrativa.

1.4.5.- LA COSA JUZGADA EN LE DERECHO COMPARADO

1.4.5.1.- LA COSA JUZGADA EN EL PROCESO CIVIL CHILENO

Nuestro derecho colonial se entendía que ya no había más recursos contra una

sentencia definitiva –en principio– cuando se habían pronunciado tres sentencias

conformes sobre el tema decidido. El quiebre producido en este tema con el derecho

histórico queda muy bien retratado en la sentencia de la Corte Suprema de 30 de julio

de 1924, cuando expresa: “la acción ordinaria de nulidad que procede en nuestro

derecho para pedir la nulidad de los actos y declaraciones de voluntad, que se

gobierna por los preceptos de los arts. 1681, 1682 y 1683 del Código Civil no tiene

aplicación actualmente, ni la tenía tampoco a la fecha de la dictación de la sentencia

85
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

interlocutoria que dio lugar a la adjudicación, con respecto a las resoluciones

judiciales, por cuanto, debiendo regirse las actuaciones procesales por las leyes

especiales de enjuiciamiento, ninguna de las que se encontraban en vigor al dictarse

la mencionada sentencia autorizaban el ejercicio de acción alguna encaminada a

invalidar por medio de un juicio ordinario lo resuelto en otro juicio ya finiquitado”. “Si

bien las leyes de partidas, y entre ellas las leyes 1ª, Título 26 de la Partida. 3ª y 28,

Título 11 de la Partida. 5ª, que se invocan en el recurso, autorizaban originariamente

el recurso que se llama de retractación, en señalados casos, esas leyes, restringidas

en su alcance por las del Título 18 del Libro 11 de la Novísima Recopilación, fueron

derogadas por la ley patria de 1º de marzo de 1837 la cual, al conceder el recurso de

nulidad por todos los motivos que enumera su art. 28 y además por cualquiera otro

que produzca nulidad, según prevención expresa de las leyes, puso de manifiesto la

voluntad del legislador de circunscribir al campo de acción de esa misma ley de

nulidades todo lo que sobre la materia contenían las disposiciones hasta entonces

vigentes y, consiguientemente, la voluntad de mantener, en lo demás, el principio de

la presunción de verdad que entraña la cosa juzgada y que es base indispensable

para la estabilidad de los derechos”. Mientras existan recursos pendientes, la

sentencia no produce cosa juzgada. En la doctrina, esta situación ha generado una

discusión sobre la naturaleza jurídica de la sentencia sujeta a impugnación y la

eficacia que a ella se debe atribuir (sentencia sujeta a condición, acto que puede

devenir en sentencia, etc.). En palabras de la Corte Suprema, no es posible sostener

que la sentencia de primera instancia hubiese quedado ejecutoriada, si se considera

que dicho fallo fue objeto de apelación; “no procede la cosa juzgada si la sentencia en
que se funda no está firme”. En suma: la cosa juzgada sólo la producen las

sentencias firmes definitivas o interlocutorias que resuelven sobre el fondo del objeto

del proceso.

Interés público no admite la ley pruebas de ninguna clase. De nada servirán, en

efecto, las decisiones judiciales, si los litigantes conservan siempre la facultad de

suscitar discusión sobre el acierto del fallo”.

En el ámbito del derecho civil, por influencia de la doctrina francesa, nuestros

clásicos también admitieron la explicación de la cosa juzgada como una presunción o

ficción de verdad. En la jurisprudencia de la Corte Suprema, se inclina por la tesis

material el fallo de 6 de octubre de 1921, al declarar que “el principal efecto de una

sentencia ejecutoriada es que los litigantes y sus herederos quedan obligados a su

cumplimiento y a estar y pasar por ella. Cualesquiera sean los errores de que

adolezca, debe tenérsela por expresión de la verdad sobre la materia que se traduce

en la acción y excepción de cosa juzgada”. En el último tiempo sigue una orientación

similar la sentencia del mismo tribunal, de 4 de octubre de 1988, al disponer que “los

efectos esenciales de la cosa juzgada que produce una sentencia definitiva

ejecutoriada, consisten precisamente en que la decisión adoptada pone fin

definitivamente al litigio como expresión representativa de la verdad...”.

En la década final del siglo pasado acepta una visión material de la cosa juzgada

una sentencia de la Corte Suprema, de 2 de septiembre de 1992, al señalar que “...la

sentencia debe contener las consideraciones, esto es, los razonamientos jurídicos en

87
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

base de los hechos que se encuentran establecidos en el proceso para fundar la

sentencia, la cual es la expresión de la verdad que surge de esos antecedentes”.

Para la mayoría de la doctrina procesal contemporánea, la cosa juzgada es un

fenómeno que no produce ninguna modificación material en el derecho discutido en el

proceso. Se trata sólo de un efecto puramente procesal, que consistiría en la fuerza

vinculante de la declaración contenida en la sentencia. Esta descripción procesal de la

cosa juzgada nace en Alemania con la elaboración de Hellwig, a la que siguió un

amplio desarrollo en la literatura procesal. En estas doctrinas lo que hay es un intento

por superar toda idea privatista y contractualista en el ámbito de la cosa juzgada, y del

proceso en general. Las tesis procesales ponen su acento en la inmutabilidad y

definitividad de la resolución, prescindiendo de los efectos que la cosa juzgada

produce sobre la relación de derecho sustancial en la que recayó la decisión

jurisdiccional. Bajo este prisma, se intenta explicar la cosa juzgada poniendo el acento

en el carácter público del mandato contenido en una sentencia, que vincula tanto al

órgano jurisdiccional como a las partes. El objetivo final de las tesis procesales es

resaltar el valor de la seguridad jurídica como un elemento básico de la paz social,

que evite una utilización indefinida del proceso. Con el desarrollo de las tesis

procesales se ha buscado superar ideas muy arraigadas sobre la presunción o ficción

de verdad, ya que tales explicaciones no eran del todo exactas, principalmente en el

caso de sentencias erróneas o injustas, a las que en rigor no podrían atribuírseles los

rasgos de verdad plena que proclamaban las teorías materiales.

Aunque las tesis procesales tampoco aclaran los problemas de la sentencia

injusta o errónea, se constata un avance en este punto al separar los efectos de la


cosa juzgada de calificativos que pudieran estar en contradicción con la realidad. La

explicación procesal destaca a lo más la inmutabilidad y la 9 LIRA, José Bernardo,

Prontuario de los juicios o tratados de procedimientos judiciales y administrativos

con arreglo a la legislación chilena, Santiago, Mariano Servat, 1895, t. I, p. 303. 10

Por todos, cfr., CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno y

comparado, Santiago, Imprenta Cervantes, 1921 t. I, p. 34, con expresa referencia a

Pothier. 11 CS, 6 de octubre de 1921, Gaceta, 1921, 2º sem., Nº 64, p. 262. Más

contundente es la sentencia de la CS de 1 de junio de 1937 (RDJ, t. 34, sec. 1ª), que

señala la existencia de un principio universal: res judicata pro veritatehabetur, como

corolario natural de toda sentencia judicial. En igual sentido, CS, 30 de julio de 1924,

RDJ, t. 22, sec. 1ª, p. 1037, aludiendo al “principio de presunción de verdad”. 12 CS,

4 de octubre de 1988, RDJ, t. 85, sec. 1ª, p. 88. 13 CS, 2 de septiembre de 1992,

RDJ, t. 89, sec. 3ª, p. 144. En el voto de minoría de la sentencia de la CS, 14 de

mayo de 1955 (RDJ, t. 52, sec. 1ª, pp. 111-113), se anticipa el cambio de orientación

doctrinal que sobrevendría luego en la explicación de la cosa juzgada.

Certeza jurídica que se obtiene con el fallo, pero no postula que lo declarado

en la sentencia sea efectivamente la verdad, o que lo dispuesto por el fallo produzca

una alteración en el derecho sustancial. En la sentencia de la Corte Suprema de 5

de noviembre de 1970 subyace la tesis que nos ocupa, al precisar que “la institución

de la cosa juzgada, que es una normativa de carácter procesal referente al efecto

que deben producir determinadas resoluciones judiciales cuando alcanzan la

condición de ser inimpugnables e indiscutibles, tiene como finalidad evitar que

89
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

vuelva a debatirse entre los interesados el asunto que ya haya sido objeto de una

decisión...”.

En otra sentencia se reconoce la naturaleza procesal, declarando que “es

nula la sentencia que se pronuncia en contra de otra pasada en autoridad de cosa

juzgada, cualesquiera sean los errores y defectos de que ésta pueda adolecer”.

Dentro de las razones que avalan la naturaleza procesal de la cosa juzgada en

nuestro ordenamiento está su reconocimiento como una causal de casación en la

forma, en el art. 768 Nº 6 del CPC. Esta realidad determina que la infracción a la

existencia de la cosa juzgada no se considere como una cuestión de fondo (norma

decisoria litis), sino como una situación que se limita a dejar vigente el estado

jurídico procesal que resulta de una sentencia anterior firme. Al dejar de postular que

la cosa juzgada cambia materialmente la realidad del derecho deducido en juicio, se

explica de mejor forma la posibilidad de renunciar a los efectos que produce la cosa

juzgada, aceptando, además, que se pueda pronunciar una nueva sentencia diversa

de la anterior.

La cosa juzgada es un atributo de ciertas sentencias emanadas de los

órganos jurisdiccionales, que han entrado a resolver sobre el fondo del objeto del

proceso. No todas las decisiones jurisdiccionales producen cosa juzgada en su

sentido más estricto (juzgar sobre algo), sino sólo aquellas que se han pronunciado

acogiendo o denegando la acción o acciones afirmadas en la demanda. Nuestro

Código de Procedimiento Civil establece en su artículo 175 que “las sentencias

definitivas o interlocutorias firmes producen la acción o la excepción de cosa

juzgada”. Para que alcancen este grado se debe estar a las situaciones que
contempla el art. 174 del CPC, que distingue para tal efecto si proceden o no

recursos. Sólo una vez que la resolución judicial quede firme, producirá el efecto de

cosa juzgada. Se debe destacar que actualmente la firmeza depende de la

interposición y agotamiento de los recursos, ya que no existe la posibilidad de iniciar

un nuevo juicio para impugnar la cosa juzgada (salvo las hipótesis de cosa juzgada

formal o de una posible revisión de sentencia). Ni siquiera la falta de competencia

absoluta del juez sirve de motivo para solicitar una revisión de la sentencia firme, ya

que la nulidad procesal sólo se puede alegar hasta que dicha sentencia alcanza la

autoridad de cosa juzgada; una vez que se produce este efecto, se convalida la

omisión de tal presupuesto procesal. Nuestra Corte Suprema ha establecido que “la

autoridad de la cosa juzgada impide que una vez ejecutoriada la sentencia pueda

discutirse la corrección o la legalidad de los actos del proceso que le sirvieron de

base, salvo por medio del recurso de revisión en sus respectivos casos”. En este

punto se constata una profunda diferencia con lo ocurrido en el derecho histórico,

donde era más difícil que la sentencia alcanzara el grado de firmeza en un breve

tiempo. Así, por ejemplo, en 15 CS, 5 de noviembre de 1970, RDJ, t. 67, sec. 1ª, p.

505. 16 CS, 6 de abril de 1939, RDJ, t. 37, sec. 1ª, p. 1. 17 En la sentencia de la CS

de 13 de septiembre de 1983, se ha resuelto que es inadmisible promover por la vía

del recurso de casación en el fondo una vulneración a la cosa juzgada, ya que tal

infracción dice relación con un aspecto puramente procesal del pleito (CS, 13 de

septiembre de 1983, RDJ, t. 80, sec. 1ª, p. 82). En otra sentencia, el mismo tribunal

declaró que el artículo 3º inc. 2º del Código Civil no contiene una norma reguladora

de la prueba y, por ende, su infracción sólo es denunciable cuando se atenta a la

91
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

cosa juzgada, por la causal respectiva (CS, 14 de abril de 1954, RDJ, t. 50, sec. 4ª,

p. 40). En la sentencia de la CS de 28 de noviembre de 1928, RDJ, t. 27, sec. 1ª, p.

15, se desestimó la infracción de la cosa juzgada como causal del recurso de

casación en el fondo que ya se había promovido y rechazado en la casación en la

forma (en igual sentido CS, 3 de mayo de 1940, RDJ, t. 38, sec. 1ª, p. 52; CS, 11 de

julio de 1923, RDJ, t. 22, sec. 1ª, p. 281; CS, 12 de enero de 1916, RDJ, t. 13, sec.

1ª, p. 293; CS, 27 de octubre de 1911, RDJ, t. 10, sec. 1ª, p. 1). 1010

La sentencia definitiva es la que pone fin a la instancia, resolviendo la

cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio (artículo 158 inciso 1º CPC). La

sentencia de esta clase resolverá la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio

sólo cuando acoja o deniegue la acción o acciones deducidas en el proceso, sea en

forma originaria o sobrevenida, pronunciándose expresamente sobre las condiciones

de la acción: accionabilidad, legitimación y causa de pedir. En este sentido, como lo

ha declarado la Corte Suprema “producen excepción de cosa juzgada tanto las

sentencias absolutorias como condenatorias, puesto que lo que se pretende por el

legislador es la solución definitiva del conflicto, única forma de provocar la certeza

jurídica”. Si la acción se ha interpuesto en el escrito de réplica, pero sin que el

tribunal se haya pronunciado sobre ella en la sentencia definitiva –por infringir los

límites del artículo 312 CPC– no se dará el pronunciamiento de fondo que permita

luego oponer la excepción de cosa juzgada. En similares términos, esta exigencia se

desprende también de la doctrina de la Corte Suprema, cuando ha declarado que

“para la existencia de la cosa juzgada se requiere, primordialmente, un

pronunciamiento de un tribunal en el cual se haya reconocido la existencia de un


derecho substantivo...”. El artículo 158 del CPC, al delimitar el contenido de la

sentencia definitiva, discurre sobre la base de un proceso que pone término a la

instancia y resuelve la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio. A nuestro

entender, dicha definición legal no incluye una atípica categoría de sentencia

definitiva, denominada como sentencia absolutoria en la instancia, en la cual el

órgano jurisdiccional no entra a resolver sobre el fondo del asunto, por faltar algún

presupuesto procesal, y por lo mismo no produce el efecto de cosa juzgada. Esta

sentencia de carácter meramente procesal no impide al actor ejercitar nuevamente

la acción en un nuevo proceso, ya que al no haberse emitido un pronunciamiento

sobre el fondo, en rigor, ella no está juzgada o decidida. Un problema adicional en la

determinación de lo que debe entenderse como sentencia sobre el fondo, es si

queda comprendida o amparada por la cosa juzgada el fallo de las excepciones

opuestas por el demandado. La tesis clásica excluye el pronunciamiento sobre las

excepciones de la eficacia de cosa juzgada. Efectivamente, la forma de determinar

la triple identidad se hace atendiendo a la acción fallada con anterioridad y no a las

excepciones, aunque éstas hubieran determinado la dictación de una sentencia

absolutoria para el demandado. Bajo este prisma se entiende que la sentencia que

desestima la demanda, a lo más, establecería en beneficio del demandado victorioso

una declaración negativa, pero no contendría un reconocimiento jurídico mayor

sobre la declaración que se haya efectuado sobre sus excepciones.

Las otras resoluciones que producen cosa juzgada son las interlocutorias

firmes. También en este caso, para que produzcan cosa juzgada, se debe exigir un

93
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

pronunciamiento sobre el fondo del asunto o sobre alguna situación jurídica

equiparable al pronunciamiento sobre el fondo. En este punto, la Corte Suprema ha

señalado que “para alegar la acción o excepción de cosa juzgada debe invocarse

una sentencia definitiva o interlocutoria firme, que declare un derecho en favor de

quien la invoca, única forma de poder analizar si entre esta sentencia y la nueva que

se dice opuesta, concurre la triple identidad exigida por el artículo 177 del Código de

Procedimiento Civil”. La Corte de Apelaciones de Valparaíso, en sentencia de 7 de

abril de 1972, determinó que “para la procedencia de la cosa juzgada que se funda

en una sentencia interlocutoria, es necesario que ésta haya declarado en el juicio

anterior un derecho de orden sustancial y no meramente procesal”. Los casos más

típicos dicen relación con las interlocutorias que ponen término a la instancia,

impidiendo luego una renovación del debate, como ocurre con la que acepta el

desistimiento de la demanda (artículo 150 CPC); la que acoge una excepción mixta

o anómala de prescripción, transacción y pago efectivo de la deuda, salvo que se

reserve su resolución para la sentencia definitiva (arts. 304 y 310 CPC). En todos

estos casos se trata de interlocutorias que establecen derechos permanentes a favor

de las partes. Aunque de conformidad al artículo 2460 del Código Civil la transacción

produce efecto de cosa juzgada, la forma de alegar esta cuestión es oponiendo la

excepción de transacción, la que se deduce de la misma forma que la excepción de

cosa juzgada. A través de la excepción de transacción se impide, total o

parcialmente, el inicio de un nuevo juicio sobre el tema que ya fue objeto del

contrato. En el caso de la interlocutoria que acepta el desistimiento, la Corte

Suprema ha precisado que “la resolución firme que acoge el desistimiento asemeja

en sus efectos a una sentencia de término denegatoria de la demanda, puesto que


pone fin al juicio de que se trata, extinguiendo las acciones como si hubieran sido

rechazadas, de forma que si el demandante las renueva con un nuevo juicio, el

demandado estará habilitado para oponerle válidamente la excepción de cosa

juzgada”. En el caso que la interlocutoria acoja la excepción de cosa juzgada, ella no

entra a resolver sobre el fondo, sino que declara en forma preliminar la existencia de

un óbice procesal, que impide juzgar nuevamente sobre un asunto que ya fue

resuelto. Por su parte, la sentencia interlocutoria que pone término al juicio por

abandono del procedimiento, al no resolver el fondo del asunto permite la iniciación

del mismo objeto en un juicio posterior, ya que conforme al artículo 156 del CPC, al

producirse este anormal modo de poner fin al procedimiento no se entenderán

extinguidas las acciones o excepciones de las partes.

En virtud de la preclusión el proceso se halla articulado en diversos períodos

o etapas, con la consecuencia que agotada una etapa carecen de eficacia los actos

no realizados en su momento oportuno por evacuarse fuera de la unidad de tiempo

en que debieron ejecutarse. Son las partes las que deben ir practicando sus

actuaciones en los períodos previstos para ello, bajo sanción de preclusión procesal.

Una vez que opera la preclusión adquieren el carácter de firmes los actos cumplidos

dentro del respectivo período, y se extinguen las facultades procesales que no se

ejercitaron durante su transcurso (artículo 64 del CPC). Aclarado lo anterior, el paso

siguiente nos lleva a sostener que las interlocutorias que se pronuncian sobre algún

aspecto procesal, en el transcurso del juicio, al no contener una decisión sobre el

fondo no producen cosa juzgada; por lo mismo, los efectos jurídicos de tales

95
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

resoluciones se explican dentro de las consecuencias jurídicas que acarrea la

preclusión. Lo anterior tiene enorme relevancia, ya que al no producir cosa juzgada

el juez no queda vinculado con el mérito de tales resoluciones, pudiendo extraer – a

la hora de fallar– consecuencias jurídicas diversas a las que sugieren tales

resoluciones. Algunos de los casos más típicos de esta situación nos parece son los

siguientes: a) La resolución que tiene por confeso a la parte que da respuestas

evasivas o que no concurre a la segunda citación (artículo 394 CPC). En estos

casos se produce un efecto jurídico probatorio, que en nuestro concepto, sólo se

manifiesta internamente en el proceso, puesto que no se trata de un

pronunciamiento del juez sobre el fondo del asunto, sino de la aplicación de una

sanción jurídica a la parte que no compareció o dio respuestas evasivas. Ello no

obsta a que los tribunales, apreciando la prueba lleguen a una conclusión diversa de

la que fluye de los hechos categóricamente afirmados en el pliego de posiciones. b)

La sentencia interlocutoria que recibe la causa a prueba. Los hechos que allí se fijan

no generan derechos permanentes, que deban entenderse juzgados, siendo posible

su modificación posterior por la sentencia definitiva de primera o segunda instancia.

Dicho de otra forma, la circunstancia que se fije por el juez un determinado punto o

hecho de prueba no puede mirarse como un juzgamiento que anticipe el contenido

de la sentencia definitiva, una suerte de anticipación en la decisión, que esté

amparada por la cosa juzgada que producen las interlocutorias. La resolución que

fija los hechos controvertidos sólo resuelve sobre un trámite que debe servir de base

en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria, pero no entra a

juzgar sobre las condiciones de la acción, que es el examen sobre el fondo que se
ampara por la cosa juzgada. La Corte Suprema ha rechazado la alegación de

eficacia de cosa juzgada del auto de prueba, sosteniendo, además, que “la cosa

juzgada es una institución jurídica que tiene por objeto impedir que en un nuevo

proceso se pretenda juzgar lo mismo que se juzgó en otro anterior, lo que supone la

existencia de dos juicios distintos deducidos entre las mismas partes y sobre la

misma materia”, exigencia que no reúne el auto de prueba dictado en la misma

causa. c) La resolución que ordena despachar el mandamiento o que no da a lugar a

la ejecución si el ejecutante no acompaña el título (art. 441 CPC). En estos casos no

se resuelve sobre el fondo, limitándose a emitir un pronunciamiento sobre las

condiciones de admisibilidad de la ejecución, pero sin que pueda predicarse que allí

se alcanza eficacia de cosa juzgada. De un modo excepcional, si se pretende iniciar

un nuevo juicio, contrariando una decisión anterior con un contenido meramente

procesal, se debe aceptar que se alegue la existencia de la cosa juzgada. El caso

más típico se da cuando se intenta nuevamente la demanda ante un tribunal cuya

incompetencia ya fue declarada. La regla anterior no rige si al momento de

presentarse nuevamente el asunto ha cambiado la competencia de un tribunal para

conocer del tema, ya que se aplican las reglas de competencia vigentes al momento

de presentarse nuevamente la demanda.

1.4.5.2.- EN VENEZUELA

La concepción de la cosa juzgada como inmutabilidad de la sentencia, es una

adquisición importante de la ciencia italiana para la teoría de la cosa juzgada, por la

97
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

novedad que implica frente a la doctrina tradicional y por la riqueza de

consecuencias que tienen varios aspectos doctrinales controvertidos de la teoría de

la cosa juzgada; y ha dado origen a una polémica muy esclarecedora entre su autor

y Carnelutti, cuyo balance ha precisado los puntos de acuerdo y de disidencia entre

estos dos maestros de la ciencia procesal.

La doctrina de Liebman reacciona contra la doctrina tradicional que ven en la

cosa juzgada un efecto de la sentencia y la vincula con la declaración del derecho

reconocido en la misma.

La eficacia de la sentencia señala Liebman debe ser lógica y prácticamente

distinguirse de su inmutabilidad. La sentencia vale como mandato que contiene una

voluntad imperativa del Estado; pero esta eficacia de la sentencia no puede por sí

misma impedir a un juez posterior, investido también él de la plenitud de los poderes

ejercitados por el juez que ha dictado la sentencia, examinar de nuevo el caso decidido

y juzgar de un modo diferente. Sólo una razón de utilidad política y social, interviene

para evitar esta posibilidad haciendo el mandato inmutable cuando el proceso haya

llegado a su conclusión con la preclusión de las impugnaciones contra la sentencia

pronunciada por el mismo. En esto consiste, pues según Liebman, la autoridad de la

cosa juzgada: en la inmutabilidad del mandato que nace de la sentencia.

La eficacia natural de la sentencia es, para Liebman, lo mismo que su

imperatividad para Carnelutti; de donde resulta la exactitud de la distinción que ambos

autores establecen entre imperatividad e inmutabilidad de la sentencia; quedando

reducida la discrepancia a la circunstancia de que mientras Liebman llama cosa juzgada


solamente a la inmutabilidad, Carnelutti no sólo llama cosa juzgada a la imperatividad,

sino que denota con esta frase a la “cosa juzgada material”, y con la frase inmutabilidad

a la “cosa juzgada formal”.

Así como la inmutabilidad es una cualidad que adquiere la sentencia y se

diferencia claramente de su eficacia o imperatividad, así también la inmutabilidad o cosa

juzgada se diferencia de los efectos de la sentencia y no es un efecto suyo particular

que puede ser añadido a sus efectos propios.

Los efectos de la sentencia dependen de la índole de la pretensión que se hace

valer en la demanda, porque debe haber una estrecha correlación entre sentencia y

pretensión. Así, el efecto de la sentencia será la modificación o supresión de un estado

o relación jurídica, según que la pretensión haya sido una pretensión mero declarativa,

o de condena, o constitutiva; efectos éstos que tendrán trascendencia para determinar

los límites objetivos de la cosa juzgada, pero que no son la cosa juzgada.

La cosa juzgada sólo es capaz de comunicar a esos efectos la permanencia o

inmutabilidad que comunica a la sentencia que los produce. Todas las definiciones

corrientes señala Liebman incurren en el error de sustituir una cualidad de los efectos

de la sentencia por un efecto autónomo suyo. Se supera así, con la teoría de Liebman,

la vieja polémica entre los sostenedores de la “teoría sustancial o material” de la cosa

juzgada y la “teoría procesal”; porque la cosa juzgada, por sí, no es ni “procesal” ni

“material”. Cualesquiera que sean los efectos de la sentencia, sobre ellos operará la

cosa juzgada para hacerlos inmutables. Es la voluntad concreta y definitiva de la Ley

99
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

expresada en la sentencia. Todas las normas son hipotéticas, y por ello, la sentencia,

las concretiza.

Naturaleza.

Hay que distinguir dos puntos de vista:

SUSTANCIAL, es decir de carácter civil, así vemos como la legislación sustantiva la

incluye dentro de las presunciones absolutas. Es una presunción “juris et de juris”.

Además, es de orden público, en el sentido de que pueden ser alegadas y probada en

cualquier momento.

ADJETIVA, en el sentido de que es una de las cuatro excepciones de inadmisibilidad

contempladas en la ley.

Fundamento.

La cosa juzgada señala Savigny no es una consecuencia natural o necesaria

deducible del concepto del oficio del juez. Al contrario, cuando se pone en duda la

justicia de la sentencia, parece natural emprender un nuevo examen del asunto. La

experiencia histórica demuestra cómo, en diversas épocas de la evolución de las

instituciones judiciales, se ha considerado conveniente el establecimiento de un régimen

jerárquico de instancias sucesivas en busca de la justicia de la decisión; y cómo se ha

comprobado en muchos casos, que la decisión del último juez no es siempre la más

justa, ni la más conforme con el derecho.

Esto plantea el desiderátum entre mantener la vigencia de una sentencia fruto del

error o de la prevaricación del juez, o prolongar la incertidumbre en las relaciones


jurídicas y patrimoniales, sin límite de tiempo, hasta alcanzar una sentencia justa. Es

una cuestión de política del derecho dice Savigny establecer cuál de estos dos peligros

o daños sea mayor y optar por la solución más conveniente. Son pues, como afirma

también Chiovenda razones de oportunidad, consideraciones de utilidad social, las que

hacen poner un término a la investigación judicial, y tratar la sentencia como ley

irrevocable para el caso concreto.

En el primitivo derecho romano, la eficacia de la decisión se fundaba en el

“compromiso” que asumían las partes en la litiscontestatio, no en la autoridad del

Estado, como se ve del pasaje de Ulpiano: stariautemdebetsententiaearbitriquam de re

dixerit, siveaequa, siveiniquasit; et sibiimputet, quicompromisit (se debe estar a la

sentencia que el árbitro diese sobre la cosa, sea justa o injusta; y culpase a sí mismo el

que se comprometió).

Posteriormente, la evolución del concepto del Estado, la extensión del Imperium y

el nuevo concepto de la jurisdicción, que llevaron al Estado a asumir la función pública

de administrar justicia mediante los jueces, hicieron inútil el contrato de litiscontestatio

de las primeras épocas, y bajo Justiniano, la fuerza de la sentencia se fundó en la cosa

juzgada, entendida como presunción de la verdad, según el pasaje de

Ulpiano:ingenuumacciperedebemusetiameum, de quo sententia lata est,

quamvisfuerit libertinus: quia res iudicata pro veritateaccipitur (debemos también tener

por ingenuo aquel que por sentencia se declaró serlo, aunque fuese libertino, porque la

cosa juzgada se tiene por verdad).

101
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Este fundamento dado a la cosa juzgada en el derecho justinianeo, fue recogido

en el Código Civil napoleónico bajo el influjo y la autoridad de Pothier, que hizo de la

teoría de la “presunción de verdad”, no ya el fundamento político-social de la cosa

juzgada, sino su fundamento jurídico y dogmático, incluyéndola entre las presunciones

legales; y así ha pasado a los códigos modernos que siguieron el modelo francés, entre

ellos el nuestro, que incluye entre las presunciones legales, a “la autoridad que da la ley

a la cosa juzgada”; lo que bien entendido significa, como señala Chiovenda, que es

ilícito buscar si un hecho es verdadero o no, al objeto de invalidar un acto de tutela

jurídica. El nuevo Código de Procedimiento Civil optó por introducir en el título que trata

de los efectos del proceso, una formulación normativa de la cosa juzgada en su doble

función: formal y material, las cuales serán examinadas más adelante.

1.4.6.- LA COSA JUZGADA FRAUDULENTA

1.4.6.1.- Definición

La Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta tal como se concibe en nuestro

ordenamiento procesal civil, artículo 178, constituye un remedio de carácter

extraordinario, excepcional y residual, que tiene por objeto rescindir (declarar la nulidad)

una sentencia o auto definitivo por haberse seguido el proceso primigenio con fraude o

colusión cometido por una, o por ambas partes, o por el Juez o por éste o aquellas,

siempre que ambos casos, implique violación del debido proceso.

Nelson Ramírez Jiménez sostiene que la cosa juzgada fraudulenta ataca a las

sentencias (que no son actos jurídicos privados), emitidas en cualquier proceso, sea de
naturaleza patrimonial o extrapatrimonial, y a pedido de cualquier afectado, sea

acreedor o deudor e incluso de un tercero38.

Por su lado, Arturo Navarro Garma manifiesta que la nulidad de la Cosa Juzgada

Fraudulenta consiste en la acción de invalidación de unacto jurídico procesal que da por

finalizada definitivamente una controversia que adquirió calidad de cosa juzgada formal,

por el motivo de que dicho proceso ha sido seguido con fraude unilateral o bilateral

(colusión) afectando con ello el debido proceso. La invalidación del proceso con

sentencia ejecutoriada se realiza a través de una acción autónoma 39 .


38

RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson (2002). “La Cosa Jugada Fraudulenta”. En Revista el Jurista Nueva Época. No.1, Huancayo., pág.72.

39

103
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Finalmente, Martín Hurtado Reyes estima que el Código Procesal Civil Peruano

involucra una notable innovación al incluir en el artículo 178 la Nulidad de Cosa Juzgada

Fraudulenta como un instrumento que hace viable el cuestionamiento de sentencias que

fueron engendradas por el fraude. Desde la óptica de la teoría recursiva esta pretensión

impugnatoria constituye un remedio en razón de que con ella se impugna un acto

procesal no contenido en resolución buscando su rescisión; y es un remedio porque lo

que se ataca y enfrenta es el fraude y éste no está traducido en una resolución escrita o

documento contenido en el expediente, sino más bien es el resultado de una voluntad

unilateral que desvía el proceso de su curso natural o del concierto de voluntades entre

los sujetos del proceso con el fin de perjudicar el derecho e intereses de terceros. Por

otro lado, esta pretensión impugnatoria se ejercita a través del ejercicio del derecho

abstracto de acción procesal que se hace viable con la demanda, la cual contiene una

pretensión procesal autónoma y distinta a la que se discutió y resolvió en el proceso

viciado por fraude40.

NAVARRO GARMA, Arturo (2001). “Pretensión Nulificante de la Cosa Juzgada Fraudulenta en el Proceso Civil”. Tomado de Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta. Instituto de Investigación y Defensa del Derecho de Acceso a la Justicia. T.II. Lima. Pág. 10 .

40
1.4.6.2.- Naturaleza jurídica

La Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta no constituye un recurso. Constituye

un proceso autónomo cuyos elementos característicos esenciales serán materia de

análisis más adelante.

Para Enrique Véscovi la acción autónoma de nulidad da la posibilidad de lograr la

declaración de nulidad de un proceso luego de concluido este, mediante un nuevo juicio

(o recurso, como algunos entienden que es). (En ciertos países es la revisión que se

organiza como proceso)41 .

HURTADO REYES, Martín (2001). “Acerca de la Pretensión Impugnatoria contra Sentencia afectada por fraude”. Tomado de Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta. Instituto de Investigación y Defensa del Derecho de Acceso a la Justicia. T.II. Lima. Pág. 40-41.

41

105
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Por su parte, Hurtado Reyes precisa en cuanto a la naturaleza jurídica de la

Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta, que es una pretensión impugnatoria cuyo objeto

lograr una decisión rescisoria, pues para que el órgano Jurisdiccional pueda emitir un

pronunciamiento expreso sobre la fundabilidad positiva o negativa respecto de la

pretensión propuesta, debe acreditarse la existencia del fraude; en caso contrario la

sentencia emitirá un pronunciamiento negativo de fundabilidad de la pretensión. El

presupuesto previo que se requiere para hacer uso de esta pretensión impugnatoria es

la presencia determinante del elemento fraude en la decisión judicial que se pretende

impugnar, es decir es un presupuesto material que distorsiona los fines mismos del

proceso42.

VÉSCOVI, Enrique (1984) . “Teoría General del Proceso”. Colombia, Editorial Temis, S.A..Pág. 313.

42
Haciendo referencia al Sistema Procesal Español el Profesor Montero Aroca

señala que “para negar la naturaleza de recurso basta tener en cuenta que:

1) La revisión sólo procede contra sentencias firmes que resuelvan sobre el

fondo del asunto (artículo 509 LEC), pero precisamente las sentencias son firmes

cuando contra ellas no cabe recurso alguno (artículo 207.2 LEC).

2) Si fuese un recurso procedería únicamente contra las sentencias del Tribunal

Supremo, es decir, guardando el orden debido y evitando la revisión per saltum; pero no

es así, pues mediante la revisión pueden impugnarse todas las sentencias firmes, sea

cual fuere el órgano jurisdiccional que las dicta.

3) La pretensión que se ejercita en la revisión no es la misma que se ejercitó en

el proceso anterior, diferenciándose en la fundamentación y en la petición (los

elementos objetivos que identifican el objeto del proceso); los recursos continúan el

proceso en una fase distinta; la revisión tiene como fundamentos los hechos calificados

de motivos de revisión y como objeto la petición de que se rescinda la sentencia firme” 43

HURTADO REYES, Martín (2001). “Acerca de la Pretensión Impugnatoria contra Sentencia afectada por fraude”. Tomado de Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta. Instituto de Investigación y Defensa del Derecho de Acceso a la Justicia. T.II. Lima. Pág. 42.

43

107
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

1.4.6.3. Breve reseña histórica

En el Derecho Romano, Chiovenda44 encuentra el origen de la acción de nulidad

es la “querella nullitatis” del Derecho Romano, y específicamente en la llamada insana

bilis, que se hacía valer contra “nulidades no subsanables de procedimiento”.

MONTERO AROCA, Juan (2000). “Derecho Jurisdiccional” Tomo II. Valencia, Editorial Tirant Lo Blanch, Página 478-479.

44

Citado por Alberto Luis Maurino. En “Revisión de la Cosa Juzgada. Acción Autónoma de Nulidad (Antecedentes y Derecho Comparado). Revista de
Derecho Procesal, Medios de Impugnación Recursos – I RibinzalCulzoni Editores – Buenos Aires 1999
Por otro lado, Calamandrei45 señala que mientras la legislación estatutaria

consideraba a la querella nullitatis como un medio de recurso, la doctrina de aquella

época hablaba de una acción de nulidad contra la sentencia similar a la que puede

intentarse contra un contrato. De allí que, por una errónea interpretación en la doctrina

del Derecho Estatutario ha sido considerada como antecedente de la acción autónoma

que estudiamos. En el Derecho Romano existía otro medio de atacar la sentencia firme,

llamado restitutiointegrum era un recurso extraordinario contra las decisiones judiciales

de origen petitorio, admisible en casos excepcionales, como por ejemplo a la violencia,

el dolo etc. Su finalidad era volver las cosas al estado anterior al vicio.

45

Citado por Alberto Luis Maurino. En “Revisión de la Cosa Juzgada. Acción Autónoma de Nulidad (Antecedentes y Derecho Comparado). Revista de
Derecho Procesal, Medios de Impugnación Recursos – I RibinzalCulzoni Editores – Buenos Aires 1999

109
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

En el Derecho español antiguo y colonial la nulidad podía hacerse valer como

acción, según la Partida Tercera, Título XXVI, Ley I. Se sustanciaba por el trámite

ordinario y la demanda podía iniciarse dentro de los veinte años, que la Novísima

Recopilación redujo a sesenta días.

En la Ley de Enjuiciamiento Civil española vigente se halla regulado el recurso de

revisión cuya naturaleza jurídica es la de una verdadera acción autónoma (L.E.C.

española, art. 510 y la Ley Orgánica del Poder Judicial español, artículos56.1 y 73.1, b).

Las razones que consagra el ordenamiento español (art. 510) son:

1) “Si después de pronunciada, se recobraren u obtuvieren documentos decisivos, de

los que no se hubiere podido disponer por fuerza mayor o por obra de la parte en

cuyo favor se hubiere dictado”.

2) “Si hubiere recaído en virtud de documentos que al tiempo de dictarse ignoraba

una de las partes haber sido declarados falsos en un proceso penal, o cuya

falsedad se declarare después penalmente”.

3) “Si hubiere recaído en virtud de prueba testifical o pericial, y los testigos o los

peritos hubieren sido condenados por falso testimonio dado en las declaraciones

que sirvieron de fundamento a la sentencia”.

4) “Si se hubiere ganado injustamente en virtud del cohecho, violencia o maquinación

fraudulenta”.

En el derecho peruano la Acción de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta,

prevista en el artículo 178 del Código Procesal Civil tiene su más inmediato
antecedente, aunque solo comparte algunas de sus características, en el Juicio de

Contradicción de Sentencia previsto en el artículo 1083 del Código de Procedimientos

Civiles de 1912, según el cual, la sentencia recaída en el juicio ejecutivo, en los

interdictos, en el juicio de divorcio, en el de desahucio, en el de alimentos, perdida de

patria potestad, remoción y excusa de guardadores, así como en las resoluciones que

ponen fin al procedimiento para la declaratoria de herederos, apertura de testamentos

cerrados y comprobación de testamentos privados o verbales, guarda y posesión de

los bienes del ausente, adopción y rectificación de partidas en los Registros del

Estado Civil e interdicción de incapaces, podían ser contradichas en juicio ordinario.

1.4.7.- Características de la cosa juzgada fraudulenta

1.4.7.1.- Remedio excepcional

“Sólo procede su utilización frente a causales señaladas específicamente en el

ordenamiento jurídico, las cuales no pueden ser interpretadas extensivamente o

integradas analógicamente”46.

46

111
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Para Karla Patricia Vilela Carvajal, Profesora de la Facultad de Derecho de la

Universidad de Piura, “el carácter excepcional de la nulidad de cosa juzgada fraudulenta

se ve reforzado además por una serie de consideraciones referidas a los motivos o

causas que permiten el acceso a la misma; en este sentido es preciso tener en cuenta

lo siguiente: primero, que la enumeración de los motivos de revisión es taxativa y

excluyente, de manera que no se permite la interposición de la demanda de revisión por

motivos diferentes a los señalados por la ley; segundo, que la interpretación de dichos

motivos debe realizarse con carácter restrictivo; tercero, que el motivo de revisión

alegado ha de resultar novedoso para quien lo invoque y ha de haber ocurrido fuera del

ámbito del proceso en el que ha producido sus efectos; cuarto, que entre la causa

alegada y la sentencia que se intente rescindir ha de existir una relación de causa a

efecto; y quinto y último, que ha de demostrarse suficientemente la realidad del motivo

invocado47.

ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María (1996). “Alcances sobre la nulidad de cosa juzgada fraudulenta”. En IUS ET VERITAS. Revista de Derecho No. 13,
Lima, págs. 173-184.

47
Por su parte, Juan Montero Aroca precisa que “la impugnación de la cosa

juzgada sólo puede permitirla un ordenamiento jurídico de modo excepcional, por

cuanto implica nada menos que desconocer la inimpugnabilidad y la irrevocabilidad de

las resoluciones judiciales, pero se trata de la última exigencia de la justicia frente a la

seguridad jurídica”48.

VILELA CARVAJAL, Karla Patricia.- “Medios de Impugnación y Nulidad Procesal”, Revista Jurídica del Perú N° 53.

48

MONTERO AROCA, Juan. (2000) “Derecho Jurisdiccional” Tomo II,. Valencia, Editorial Tirant Lo Blanch, Página 477.

113
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

En nuestra legislación procesal civil la redacción inicial del artículo 178 del

Código Procesal Civil permitía establecer hasta cuatro causales para la procedencia de

la acción nulificante, esto es, el dolo, fraude, colusión o afectación al debido proceso.

Sin embargo, a raíz de la dación de la Ley modificatoria número 27101 (E.P.25.5.99) las

causales han sido reducidas a dos, esto es al fraude y la colusión estableciéndose que

en ambos casos exista, además, afectación al derecho a un debido proceso. Esto

significa que para la procedencia de la Acción de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta

no es suficiente que exista el fraude y la colusión sino que, además, ello debe implicar

afectación al debido proceso.

1.4.7.2.- Carácter residual

Implica que la acción de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta debe ser utilizada

como última ratio o último recurso, esto es, procede cuando el fraude o la colusión que

impliquen la afectación a un debido proceso no pudieron ser, en su caso, removidos no

obstante haberse utilizado, en tiempo y forma debida, los recursos impugnatorios dentro

del proceso primigenio.

De esta forma será improcedente, por falta de interés para obrar, la acción de

Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta si quien la interpone ha consentido la sentencia

adversa no habiendo ejercitado los mecanismos impugnatorios que la ley franquea, en

tiempo y forma debida, no obstante estar en posibilidades de hacerlo. Igualmente, será


improcedente la acción de nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta si quien la interpone

no ha interpuesto el recurso de queja de derecho frente a la denegatoria del recurso de

apelación.

Admitir lo contrario implicaría premiar el descuido o la desidia de la parte dándole

una posibilidad adicional de cuestionar una sentencia o una resolución, lo cual violenta

el principio de que nadie puede beneficiarse con sus propios errores Nemo

propiamturpitudinemallegansauditur. Esta improcedencia incluso puede declararse in

limine, esto es, al momento de la calificación de la demanda si es que el Juzgador

cuenta con los elementos de prueba suficientes para ello.

Si bien, la legislación nacional no establece el agotamiento de los medios

impugnatorios como requisitos de procedibilidad para el proceso nulificante ha sido la

magistratura quien pretorianamente ha desarrollado dicha condición. Al respecto,

Giuseppe Vera Cacho Vásquez, en un interesante trabajo publicado en la Revista

Jurídica del Perú N° 48 cita los pronunciamientos efectuados en la Casación N° 365-T-

97/Ancash-Chimbote (Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, Lima

04.12.97) en la que sostiene que la nulidad de cosa juzgada fraudulenta tiene como

características principales: (...); b) Que, es residual, es decir, no puede ser usada si en

un proceso existen mecanismos internos y ordinarios que puedan subsanar el vicio

ocurrido a propósito de la comisión del fraude procesal; (...) y en la Casación N° 722-

97/Junín (Sala Civil Corte Suprema de Justicia, Lima 24.08.98), en la que se sostiene

que para la procedencia de la Acción de Cosa Juzgada Fraudulenta conforme a la

115
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

doctrina, deben concurrir los siguientes requisitos: (...); e) que quien demanda la nulidad

sea la persona perjudicada y que además no haya propiciado o consentido el acto o

proceso fraudulento interponiendo los recursos impugnativos de ley (...) 49 .

Hurtado Reyes50señala que tiene carácter residual porque no puede ser usada si

en un proceso existiendo mecanismos internos y ordinarios que puedan subsanar el

49

VERA CACHO VÁSQUEZ, Giuseppe.- Principales conceptos en torno a la revisión civil por fraude procesal y cuestionamientos a su aplicación en sede
nacional” en Revista Jurídica del Perú N° 48.

50
vicio ocurrido a propósito de la comisión del fraude procesal el perjudicado sin embargo

no los utilizó; esta característica de subsidiariedad de la pretensión impugnatoria se

constituye como la última ratio para enervar o impedir la producción de la cosa juzgada

viciada. Se constituye como causal de improcedencia de la demanda en este caso si no

se agotaron todos los medio impugnatorios dentro del proceso.

1.4.7.3.- Carácter extraordinario.

Significa que el fraude o la colusión alegada para sustentar la acción nulificante

debe ser de tal magnitud que implique violación del derecho a un debido proceso,

principio de la función jurisdiccional de rango constitucional, y una afrenta al sentimiento

de justicia.

HURTADO REYES, Martín (2001). “Acerca de la Pretensión Impugnatoria contra la sentencia afectada por fraude”. En Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta. T.II. Instituto de Investigación y Defensa del Derecho de Acceso a la Justicia, Lima.p.42.

117
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Al respecto, Martín Hurtado51 manifiesta que es extraordinaria, puesto que sólo

puede cuestionar la autoridad de la cosa juzgada recaída en una sentencia judicial (auto

que pone fin al proceso o sentencia) cuando esta decisión ha sido obtenida sobre la

base del fraude, de tal forma que éste agravie a tal punto el espíritu de la justicia, que

mantener la cosa juzgada sería una aberración.

1.4.7.4. Efectos limitados

La Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta está afectada por límites subjetivos, y

límites objetivos.

1.4.7.4.1.-. Límites Objetivos.-

En el sentido de que si la decisión fuere anulada se retrotraen las cosas al estado

en que se cometió el vicio no pudiendo alcanzar a los actos anteriores ni a los

51

HURTADO REYES, Martín. Óp. Cit.p.43.


posteriores que sean independientes de aquel (principio de independencia). Óscar A.

Zorzoli 52, señala que los límites objetivos de la cosa juzgada están compuestos por dos

elementos:

a) La identidad de cosa y objeto o de hechos, en materia laboral y contencioso

administrativa, el objeto del proceso está constituido por el derecho reconocido,

declarado o modificado por la sentencia en relación a una cosa o varias cosas

determinadas, o la relación jurídica declarada según el caso.

b) Identidad de causa petendi o de causa imputan di sea en materia civil o penal,

está conformada por los hechos dejando de lado aquellos hechos circunstanciales, es

decir, que ante una nueva demanda donde se invoca la misma causa petendi y se

agrega otra causa, la cosa juzgada recaerá sobre aquella y no sobre la nueva causa.

52

ZORZOLI, Óscar A. (1998) “Cosa Juzgada. Mutabilidad”. En Revista Peruana de Derecho Procesal, pág.148.

119
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Es decir que para la existencia de la cosa juzgada deben coincidir en forma conjunta

con el objeto y la causa petendi.

En el ordenamiento Procesal Español, la sentencia puede:

1) Desestimar la revisión: La sentencia firme impugnada permanece invariada,

condenándose al demandante a las costas y a la pérdida del depósito (art. 516.2

LEC).

2)Estimar la revisión: Cuando la sentencia estime alguna de las causas del art.

510 LEC, rescindirá la sentencia impugnada, limitándose a este efecto rescíndete o

negativo, dejando la situación entre las partes como si entre ellas ni se hubiesen

realizado un proceso anterior y no hubiese existido nunca una sentencia firma con cosa

juzgada.

En el juicio de revisión no se centra en la cuestión de fondo que fue objeto del

proceso anterior; simplemente se rescinde la sentencia, devolviéndose los autos al

tribunal de que procedan “para que las partes usen su derecho, según les convenga, en

el juicio correspondiente” (art. 516.1 LEC); es decir, rescindida la sentencia, la situación

jurídica entre las partes queda como si no hubiese existido el proceso anterior, del que

ninguna actuación queda como válida, por lo que si una de las partes lo estima

conveniente puede incoar otro proceso planteando la misma pretensión, contra la que no

podrá oponerse la excepción de cosa juzgada. En este posible proceso posterior las

declaraciones hechas en la sentencia de revisión no podrán ser ya discutidas, debiendo

ser tomadas como base (artículo 516.1, II, LEC)53 .

53
Por otro lado, Nelson Ramírez Jiménez hace referencia a que la ley nacional

establece que el efecto de la sentencia es anular el fallo denunciado de fraudulento,

reponiendo las cosas al estado que corresponda, al igual como lo regulan las leyes

procesales de España, Italia y Costa Rica. Por consiguiente, vuelve el proceso a manos

del juez original, sin considerar la hipótesis de que sea éste el causante del fraude. La

recusación y la abstención por decoro impedirían su avocamiento, pero hubiese sido

preferible que la ley disponga en forma expresa cómo debe procederse en cada caso

concreto54.

MONTERO AROCA, Juan. Óp. cit., Tomo II, Página 483.

54

121
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

1.4.7.4.2.- Límites Subjetivos.-

Pues en la eventualidad de que la decisión fuese anulada, dicha rescisión no

puede afectar a terceros adquirientes de buena fe y a título oneroso. Óscar Zorzoli

manifiesta que en este punto coincide Devis Echandía en el sentido de que lo importante

es la identidad jurídica de las partes, pero haciendo un profundo análisis de cada una de

ellas y cuál es el grado de afectación y como juega la cosa juzgada sobre éstas 55 .

RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson (2002). “La Cosa Jugada Fraudulenta”. En Revista el Jurista Nueva Época. No.1, Huancayo, pág .74.

55

.ZORZOLI, Óscar A. “Cosa Juzgada. Mutabilidad”. En Revista Peruana de Derecho Procesal, Año 1998, Tomo II pag. 148-149.
1.4.7.3.- No implica revisión del fondo de la controversia.

El objeto de la Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta no implica la revaloración

de la prueba actuada en el proceso primigenio, esto es, se contrae únicamente a

determinar si el proceso cuestionado se ha seguido con fraude o colusión que signifique

afectación al debido proceso.

La revaloración de la prueba actuada en el proceso primigenio implicaría volver a

debatir hechos que ya han sido materia de pronunciamiento jurisdiccional, lo cual afecta

la santidad de la Cosa Juzgada y atenta contra la seguridad jurídica.

Por lo tanto, la interposición de una acción de nulidad de Cosa Juzgada

Fraudulenta dirigida u orientada a una nueva evaluación del material probatorio

aportado en el proceso cuestionado resulta improcedente, a nuestro criterio, por

imposibilidad jurídica.

1.4.8.- CAUSALES DE PROCEDENCIA.

1.4.8.1.- Fraude

La expresión fraude proviene del latín Fraus, fraudis y significa conforme al

Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: engaño, inexactitud

consciente, abuso de confianza que produce o prepara un daño generalmente material.

Para Jorge W. Peyrano, existe fraude procesal “cuando media toda conducta,

activa u omisiva unilateral o concertada, proveniente de los litigantes, de terceros, del

oficio o de sus auxiliares, que produce el apartamiento dañoso de un tramo del proceso

123
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

o del proceso todo de los fines asignados; desviación que, por cualquier circunstancia y

sin que medie culpa del afectado, no puede ser subsanada mediante los remedios

legales instrumentados a otros efectos por el ordenamiento respectivo” 56.

Por su parte, Ángela Esther LEDESMA considera al fraude como “Toda

desviación del proceso, la no utilización de éste como medio eficaz para obtener la

actuación de la ley, al corromperlo mediante maquinaciones, maniobras, y ardides,

destinados a obtener un resultado que la ley no permite, o que prohíbe, o que no podría

obtenerse utilizando normal y correctamente esa complicada maquinaria, integra el

concepto de fraude procesal”57.

56

PEYRANO, Jorge W.- “Fraude Procesal y Problemática Conexa” tomado de EL FRAUDE PROCESAL. Fundamentos Doctrinarios para un estudio del Art.
178 del C.P.C. Instituto de Investigación y Defensa del Derecho a la Justicia, Lima, 1997, Pág., 113.

57
Enrique Véscovi distingue tres manifestaciones del Fraude Procesal, a saber: 1)

el acto procesal cuyas ilicitud invade el campo penal, es decir tipifica un delito ya

sea común como la estafa o alguno específico del proceso como el falso testimonio,

etc.; 2) el proceso fraudulento, esto es, la realización de un procedimiento

aparentemente lícito pero seguido en colusión de ambas partes, como la creación de un

estado civil inexistente, obtención de una disolución matrimonial prohibida, etc. y

finalmente, 3) el dolo de una de las partes, y a veces de ambas (dolo bilateral) para

obtener un resultado ilícito58.

LEDESMA Ángela Esther.- La Revisión de la Cosa Juzgada Irrita y el Fraude Procesal. En Revista Peruana de Derecho Procesal; T. II; Lima, 1998; pág.
470.

58

125
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Ana María Arrarte distingue entre Fraude en el Proceso y Fraude por el proceso:

Fraude en el Proceso: que se refiere a la existencia de actos procesales

concretos en los que se ha actuado con el ánimo de engañar y perjudicar a alguna de

las partes o a un tercero, como es el caso del litigante que premeditadamente señala

como domicilio donde debe emplazarse al demandado un domicilio falso o inexistente

con el objeto de llevar adelante el proceso a espaldas del contrario o la presentación de

un instrumento adulterado o la presentación de un testimonio falso; y

Fraude por el proceso, cuando el proceso es usado como instrumento para

conseguir un objetivo ilícito, esto es, que estamos ante un proceso simulado, falso en

esencia y en propósito, aun cuando formalmente válido 59.

VESCOVI, Enrique A (1997) . Fraude Procesal: sus características, configuración legal y represión”. Tomado de EL FRAUDE PROCESAL. Fundamentos
Doctrinarios para un estudio del Art. 178 del C.P.C. Instituto de Investigación y Defensa del Derecho a la Justicia, Lima, Pág., 91.

59

ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María (1996). “Alcances sobre la nulidad de cosa juzgada fraudulenta”. En IUS ET VERITAS. Revista de Derecho No. 13,
1996, págs. 173-184.
Respecto a esto último en la praxis judicial se verifican numerosos procesos

ficticios de pago de sumas de dinero con el objeto de burlar los derechos del verdadero

acreedor, los procesos de alimentos simulados con el claro propósito de prorratear la

porción afectable del sueldo del obligado y los procesos de tercería planteados ex

profesamente para tornar ilusorio las posibilidades de la realización de un crédito

reconocido judicialmente.

1.4.8.2.- Colusión.

Se entiende por éste como el “convenio, contrato o inteligencia entre dos o más

personas, hecha en forma fraudulenta y secreta, con el objeto de engañar y perjudicar a

un tercero”. Cabanellas.

De la definición antes reseñada podemos concluir que la colusión es una

modalidad de fraude procesal específicamente en lo que la tratadista nacional doctora

Arrarte Arisnabarreta ha dado en llamar fraude por el proceso y cuyas connotaciones

hemos reseñado en el punto anterior.

127
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

CAPITULO II

DISEÑO METODOLÓGICO

2.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La cosa decidida es un concepto tradicional que hace referencia a aquel acto

contra el cual no procede recurso administrativo, vale decir, ha quedado firme; sin

embargo ello no sucede así, porque las decisiones de la administración que constituyen

una cosa decidida, en la realidad no lo es; presentándose el problema porque después

de haberse resuelto un procedimiento administrativo, se puede recurrir al órgano

jurisdiccional para que sea el Poder Judicial el encargado de ponerle término en forma

definitiva, mediante una sentencia con calidad de cosa juzgada; es decir que en suma:

los tribunales administrativos, por definición, no forman parte del Poder Judicial, sino del

Poder administrador, de ahí que se hable propiamente de una “jurisdicción

administrativa; por lo que cabe formularse la siguiente interrogante.

2.1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿La cosa decidida garantiza en la administración pública la obtención de un

derecho sin recurrir al Poder Judicial en busca de la cosa juzgada?

2.2. JUSTIFICACIÓN

El presente trabajo de investigación se justifica por la importancia que debe tener

la cosa decidida en la administración pública, la cual puede ser cuestionada en vía

judicial en busca de la llamada cosa juzgada

2.3. VIABILIDAD
No obstante a las limitaciones encontradas, como por ejemplo la falta de recursos

económicos necesarios; la falta de acceso a materiales y bibliografía básica, escasa en

la región; sin embargo si es viable la realización del proyecto de investigación

2.4. OBJETIVOS

2.4.1 OBJETIVO GENERAL

Determinar porqué la cosa decidida en la administración pública está

subordinada a la cosa juzgada en la vía jurisdiccional.

2.4.2.- OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Hacer un análisis de la cosa decidida en el procedimiento administrativo

Hacer un análisis de la cosa juzgada en la vía jurisdiccional

Establecer diferencias entre la cosa decidida y la cosa juzgada.

2.5. HIPÓTESIS

La cosa decidida en un procedimiento administrativo NO garantiza la

obtención de un derecho como si lo hace la cosa juzgada

2.6. VARIABLES

2.6.1.- VARIABLE INDEPENDIENTE

La cosa decidida

2.6.2. - VARIABLE DEPENDIENTE

129
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

La cosa juzgada

2.6.3.- CONCEPTUALIZACIÓN DE LAS VARIABLES

V.1.- Variable independiente

La cosa decidida. -La doctrina y la jurisprudencia se refieren a la cosa decidida;

de lo cual se puede colegir que en el Derecho Administrativo peruano, su

origen, naturaleza y efectos jurídicos; así como la relación que guarda entre con la cosa

juzgada como derecho fundamental y, a su vez, como carácter inalienable de algunas

resoluciones judiciales en conexión con el debido proceso aplicado también al

procedimiento administrativo

V.2.- Variable dependiente

La cosa juzgada.- Puede definirse la cosa juzgada, siguiendo a Liebman, como

“la inmutabilidad del mandato que nace de una sentencia”.

La concepción de la cosa juzgada como inmutabilidad de la sentencia, es una

adquisición importante de la ciencia italiana para la teoría de la cosa juzgada, por la

novedad que implica frente a la doctrina tradicional y por la riqueza de consecuencias

que tienen varios aspectos doctrinales controvertidos de la teoría de la cosa juzgada; y

ha dado origen a una polémica muy esclarecedora entre su autor y Carnelutti, cuyo

balance ha precisado los puntos de acuerdo y de disidencia entre estos dos maestros

de la ciencia procesal.
La doctrina de Liebman reacciona contra la doctrina tradicional que ven en la

cosa juzgada un efecto de la sentencia y la vincula con la declaración del derecho

reconocido en la misma.

La eficacia de la sentencia señala Liebman debe ser lógica y prácticamente

distinguirse de su inmutabilidad. La sentencia vale como mandato que contiene una

voluntad imperativa del Estado; pero esta eficacia de la sentencia no puede por sí

misma impedir a un juez posterior, investido también él de la plenitud de los poderes

ejercitados por el juez que ha dictado la sentencia, examinar de nuevo el caso decidido

y juzgar de un modo diferente. Sólo una razón de utilidad política y social, interviene

para evitar esta posibilidad haciendo el mandato inmutable cuando el proceso haya

llegado a su conclusión con la preclusión de las impugnaciones contra la sentencia

pronunciada por el mismo. En esto consiste, pues según Liebman, la autoridad de la

cosa juzgada: en la inmutabilidad del mandato que nace de la sentencia.

La eficacia natural de la sentencia es, para Liebman, lo mismo que su

imperatividad para Carnelutti; de donde resulta la exactitud de la distinción que ambos

autores establecen entre imperatividad e inmutabilidad de la sentencia; quedando

reducida la discrepancia a la circunstancia de que mientras Liebman llama cosa juzgada

solamente a la inmutabilidad, Carnelutti no sólo llama cosa juzgada a la imperatividad,

sino que denota con esta frase a la “cosa juzgada material”, y con la frase inmutabilidad

a la “cosa juzgada formal”.

2.6.4. OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES.

131
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

INDICADORES

VARIABLE INDEPENDIENTE INDICADOR FUENTE

Cuestionamiento de - Doctrina

vía judicial
La cosa decidida. - jurisprudencia

VARIABLE DEPENDIENTE INDICADOR FUENTE

inmutabilidad del - Doctrina

mandato que nace de


La cosa juzgada - Jurisprudencia
ella.

2.7.. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

2.7.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN

La presente investigación es de carácter descriptivo, correlacional, no

experimental y documental.

TÉCNICAS Y MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN

TÉCNICAS

La técnica a emplearse será aquella que privilegie los documentos, llevándose

a cabo una recopilación de los mismos, es decir la técnica bibliográfica


. 2.7. 2.- Métodos de investigación

MÉTODO DOGMÁTICO: En un comienzo se utiliza el método dogmático con la

finalidad de poder conocer la naturaleza jurídica de la cosa decidida y de la cosa

juzgada.

MÉTODO DEDUCTIVO: Es decir de lo general a lo específico; partiendo de

enunciado general del que se va desentrañando partes o elementos específicos.

MÉTODO IUSNATURALISTA Con la finalidad de poder entender los valores

subsumidos en los conceptos jurídicos de los cuales están compuestas las instituciones

jurídicas, todo esto, enmarcado en la contrastación de los diferentes conceptos políticos

- jurídicos esbozados en la presente investigación.

MÉTODO SOCIOLÓGICO - FUNCIONAL, Por el contexto donde comienza a

funcionar la maquinaria del derecho a través de sus conceptos jurídicos e instituciones.

MÉTODO LITERAL: Con la finalidad de llegar a conocer el significado de las

normas Método de la ratio legis a fin de comprender para qué se dictó determinada

norma, es decir, conocer el espíritu de la ley.

CAPITULO III

PROBANZA DE LA HIPÓTESIS

133
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

3.1. PROBANZA JURÍDICO-DOCTRINAL

Conforme señala el doctor Castillo Córdova: “no existe la jurisdicción

administrativa, de ahí que lo acertado es admitir que en todo caso, la Administración

pública tiene atribuidas potestades cuasi-judiciales. En efecto, los tribunales judiciales

han perdido totalmente, por virtud del principio de separación de los poderes, la función

pretoriana que hizo flexible y amplio al derecho romano en su periodo constructivo. Y si

el principio de separación de los poderes es alabable y lo defendemos, por su certeza

principal, decimos con respecto al derecho administrativo, que es aún un (Castillo 2007:

79)”60.

En efecto, si bien los tribunales administrativos resuelven conflictos

intersubjetivos respecto a un tema determinado, no podemos concluir que ejerza

jurisdicción, pues considerando las características señaladas en el acápite anterior

60

PARADA, Ramón (2004). Derecho Administrativo I. Parte General. Decimoquinta edición, Madrid Marcial Pons, p. 19.
respecto del término jurisdicción, las resoluciones administrativas no poseen calidad de

cosa juzgada, pues son pasibles de ser revisadas en la vía judicial mediante un proceso

contencioso - administrativo.

En tal sentido, la “justicia” -por denominarlo de alguna manera- que imparten no

es plenamente eficaz pues se agota en la misma administración, toda vez que puede

terminar resolviéndose en el fuero ordinario. Asimismo, como ya se ha señalado, el

constituyente no la ha habilitado expresamente para desarrollar facultades

jurisdiccionales, como sí lo ha efectuado para los fueros arbitral y militar.

Sin embargo, para el destacado administrativista argentino, Rafael Bielsa, sí

podemos hablar de una jurisdicción administrativa; así lo ha desarrollado ampliamente

en su importante tratado de Derecho Administrativo, cercano al medio siglo de

existencia:

En efecto, los tribunales judiciales han perdido totalmente, por virtud del principio

de separación de los poderes, la función pretoriana que hizo flexible y amplio al derecho

romano en su periodo constructivo. Y si el principio de separación de los poderes es

alabable y lo defendemos, por su certeza principal, decimos con respecto al derecho

administrativo, que es aún un derecho en formación, que esa función jurisdiccional

pretoriana debe realizarse, pero dentro del Poder administrador; en suma: mediante la

justicia en la Administración pública.

135
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

No sólo aducimos esto porque el derecho administrativo es todo un derecho en

constante formación, sino porque el tribunal de lo contenciosoadministrativo como

órgano del propio Poder administrador (por eso hablamos de administración

“jurisdiccional” a diferencia de administración “activa”) realiza una función de contralor

administrativo constante, en defensa del derecho y de la moralidad administrativa.

En esa función el tribunal de esa índole puede hacer prevalecer, fundado en

principio de justicia y de equidad (y aun de moralidad), una solución que se conforme a

la conveniencia de la Administración pública, o sea, del interés público, sólo que sus

decisiones vienen a tener el valor de fuente de derecho. Se trata, como se dijo, de una

forma de creación del derecho. (…).

Pues bien, en la jurisdicción administrativa el campo de creación de la norma

jurídica (de fuente jurisprudencial) es aún mayor que en la jurisdicción judicial (civil,

comercial, etc.).

En suma: los tribunales administrativos, por definición, no forman parte del Poder

Judicial, sino del Poder administrador, de ahí que se hable propiamente de una

“jurisdicción administrativa”.

El ejemplo de Francia es bien elocuente y demostrativo. Esa jurisdicción fue

creada por la Revolución, recelosa de los tribunales judiciales, especialmente los

antiguos parlamentos(Bielsa 1966: 116-118)61 .


61
Como vemos, para Bielsa, la jurisdicción administrativa es ejercida dentro del

propio Poder administrador, es decir, el Poder Ejecutivo o la Administración, quien a

través de su tribunal administrativo, al que denomina tribunal de lo

contenciosoadministrativo, otorga soluciones a los conflictos que se presenten en su

interior, conforme al interés público.

Esta actividad decisoria es denominada “acto jurisdiccional” para Bielsa, quien la

define como “una decisión por la cual se resuelve una cuestión promovida por quien

reclama contra la violación de un derecho (Bielsa 1966: 116-118)”. En dicha perspectiva,

Una de las primeras leyes revolucionarias dispuso: “Las asambleas de departamento y de distrito no podrán ser
perturbadas en el ejercicio de sus funciones por ningún acto del poder judicial” (ley del 22 de diciembre de 1789, sec. 3,
art. 7).

Otras disposiciones contribuyeron a definir claramente el sistema. Por ejemplo, las que declararon
inconstitucional todo acto de los tribunales o de cortes judiciales tendientes a contrariar o suspender la acción de la
Administración pública, y que en su virtud dejaran sin efecto esa clase de actos (instrucción del 8 de abril de 1790).Del
mismo cuño fue la que dispuso que toda reclamación sobre incompetencia de los cuerpos administrativos no era de
juzgamiento de los tribunales judiciales, sino que debía ser sometida al rey, como jefe de la Administración general; y
que cuando se impugnara alguna decisión ministerial contraria a las leyes, la reclamación debía dirigirse al cuerpo
legislativo (decreto de 7 de octubre de 1790).

137
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

sostiene el autor que el acto jurisdiccional debe entenderse en un doble sentido:

material (por el objeto sobre el cual se decide)

Y formal (por el sujeto quien decide).

En sentido material es acto jurisdiccional la decisión (cualquiera sea el poder del

cual el acto emana) por la que se resuelve una cuestión de derecho promovida al

invocarse ante un poder del Estado una violación de ley. Es pues, acto jurisdiccional en

sentido material, toda decisión judicial, o administrativa o legislativa, por la que se

declara y aplica una disposición de derecho, en virtud de haberse cuestionado la

violación de una ley (en sentido lato: Constitución, ley, reglamento).

De ahí, que los actos de índole disciplinaria, v. gr., por los que se prevé una

sanción de esa clase, sean también jurisdiccionales. Y lo son por la materia del acto (es

decir, la resolución que se dicta en el caso de violación de la ley). El recurso o la acción

que provoca la decisión jurisdiccional puede tener por objeto, ya sea la defensa de un

derecho subjetivo (nacido de ley o de contrato), ya la de un derecho objetivo. No

importa la distinta naturaleza del derecho cuya violación se invoca para que haya acto

jurisdiccional. Lo que importa (y es esencial) es que impugnándose una disposición o

decisión violatoria de un derecho o de un interés legítimo se decida en consecuencia

sobre ese derecho. Esa decisión es acto jurisdiccional. La sentencia judicial, o el

decreto administrativo que revoca o confirma un acto impugnado, lo mismo que el fallo

del Senado son actos jurisdiccionales en sentido material.

En sentido formal son actos jurisdiccionales los que emanan de un poder u

órgano jurisdiccional, v. gr., un tribunal judicial, un tribunal administrativo, un tribunal o


comisión disciplinaria, un consejo de guerra, etc. Pero las decisiones de esos órganos o

tribunales son también actos jurisdiccionales en sentido material. (Bielsa 1966: 118-

119).

Ahora bien, Bielsa también se interroga acerca de la atribución de ejecutar y

juzgar desde una perspectiva del principio de separación de poderes; de esta manera,

señala pues que esta última actividad, la de decidir, forma parte de la función de

administrar y que debe ejercerse de forma integral.

En tal sentido, y citando un fallo de la Corte Suprema de su país, señala que “la

autoridad administrativa debe tener cierto poder de rever sus propias decisiones,

precisamente en virtud del principio señalado; atribuir la competencia de rever estas

decisiones exclusivamente al Poder Judicial sería lo mismo que establecer un sistema

de revisión de un poder respecto de otro que debe ser considerado separado (Bielsa

1966: 122-123)”.

3.2. ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

La cosa decidida es un concepto tradicional que hace referencia a aquel acto

contra el cual no procede recurso administrativo, vale decir, ha quedado firme.

El efecto jurídico que produce un acto administrativo que ha adquirido la calidad

de cosa decidida o acto administrativo firme es que es inatacable en sede

administrativa, es decir, no se le puede modificar o dejar sin efectos, adquieren la

condición de inamovibles, pero solo en sede administrativa, ya que son pasibles de ser

139
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

recurridos vía judicial, en la forma y plazos establecidos por ley mediante

la acción contenciosa administrativa conforme se encuentra establecido en el Artículo

148° de la Constitución Política. “Las resoluciones administrativas que causan estado

son susceptibles de impugnación mediante la acción contencioso-administrativa”.

3.2.1.- Casación N° 652-2012 Lima

La cuestión es si un acto administrativo firme, pero que lesiona manifiestamente

la vulneración de derechos que se pretende con el cumplimiento del acto administrativo

en cuestión aunque haya quedado firme, siendo el caso que mediante esta Casación

“el colegiado consideró que no cabe evaluar la procedencia o no de dicho derecho en

un proceso contencioso administrativo, cuya finalidad es solo ordenar a la

administración pública la realización de una determinada actuación a la que se

encuentra obligada en virtud del acto administrativo firme” atenta la posición central que

ocupan los derechos fundamentales en el ordenamiento constitucional, en el cual “la

defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la

sociedad y del Estado”, tanto más, que toda entidad que este inmersa en la

competencia de la Ley del Procedimiento Administrativo General N° 27444 debe

aplicarla en observancia a la Constitución Política del Estado.

En un proceso contencioso administrativoLa Primera Sala de Derecho

Constitucional y Social de la Corte Suprema fijó el criterio jurisprudencial mediante la

sentencia recaída en la Casación que se analiza, que un acto administrativo firme [art.

212° Ley 27444] no puede ser cuestionado en un proceso contencioso administrativo u


otro análogo porque de hacerlo implicaría una transgresión al principio de seguridad

jurídica.

Este principio se erige como una garantía para los administrados y/o justiciables,

y abarca, entre otros aspectos, la certeza de que su situación jurídica no sea modificada

por procedimientos o conductos legales establecidos.

La Sala Suprema, en el caso que se analiza involucra el cumplimiento de un acto

administrativo, como es una Resolución Ministerial, que dentro de sus disposiciones

contiene un derecho reconocido por la administración pública como es el nombramiento

de una persona como servidor público.

Al respecto, el colegiado consideró que no cabe evaluar la procedencia o no de

dicho derecho en un proceso contencioso administrativo, cuya finalidad es solo ordenar

a la administración pública la realización de una determinada actuación a la que se

encuentra obligada en virtud del acto administrativo firme.

Los vicios que pueda presentar el acto administrativo que se requiere ejecutar no

pueden ser objeto de estudio de un proceso de dicha naturaleza, toda vez que para

dicho fin la ley ha previsto la nulidad administrativa de oficio o la acción de nulidad de

resolución administrativa dentro de un proceso contencioso administrativo, detalló la

sala.

A criterio del colegiado, realizar lo contrario implicaría dejar de lado la calidad de

“cosa decidida” de la actuación administrativa. A juicio de la Sala, la Resolución

141
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Ministerial involucrada en el expediente tiene tal calidad que la hace plausible de

seguridad jurídica. Verificó que el análisis de esa resolución implicaría una evaluación

respecto a la correspondencia de un derecho que ha sido reconocido por la

administración pública en mérito a una actuación administrativa firme, lo cual no es

posible.

3.2.2.- ANÁLISIS DE CRITERIOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL:

La prohibición del doble castigo se vincula al nacimiento del Estado

Constitucional y Democrático de Derecho y a la consecuente imposición de límites al

poder punitivo del Estado. La Constitución se convierte en norma jurídica de obligatorio

cumplimiento y con ello, usando las palabras de ARAGÓN, el control del poder y de su

ejercicio se convierte en un elemento indisociable del concepto Constitución 62.

62

ARAGÓN, Manuel. “El control como elemento inseparable del concepto Constitución”. En: Revista Española de Derecho Constitucional. Nº 19. 1987. p.
25.
El non bis in ídem hace su aparición cuando, ante una misma conducta, el

ordenamiento jurídico prevé dos o más normas que imponen un castigo. La posible

imposición de dos o más sanciones afecta la libertad individual porque el individuo

difícilmente podrá llevar a cabo un proyecto de vida si debe estar pendiente de modo

permanente de la posibilidad de ser sancionado dos o más veces por los mismos

hechos por los que fue castigado en una primera oportunidad. De otro lado, el bis in

ídem afecta el principio de seguridad jurídica, porque confiere estabilidad a la pendencia

jurídica procesal o a la posibilidad de ser procesado infinitas veces por hechos que ya

fueron juzgados.

En su versión más abstracta, el non bis in ídem tiene un doble significado que

podría sintetizarse en la prohibición del doble castigo (vertiente material) y del doble

procesamiento (vertiente procesal), siempre y cuando nos encontremos ante el mismo

sujeto, los mismos hechos y el mismo fundamento63.


63

En relación al concepto del non bis in ídem y la doble vertiente, sigo a ALARCÓN SOTOMAYOR, Lucia. “La garantía del Non bis in Ídem y el
Procedimiento Administrativo Sancionador”. Madrid: Iustel. 2008. p. 40 y ss.

143
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

La identidad de sujeto no genera mayores conflictos y permite la calificación de

autores a distintos sujetos. Desde el criterio finalista, la identidad de hecho ocurre

cuando los hechos derivan de una misma declaración de voluntad. Desde el criterio

normativo, cuando los hechos pueden ser subsumidos en un mismo tipo. Si con estos

criterios resulta que hay más de un hecho, entonces habrá más de un castigo. Por

ejemplo: cuando un suboficial tiene la voluntad de robar gasolina del cuartel y para ello,

además de sustraer los recipientes con dicho combustible, retira un vehículo sin

permiso del superior. En estos casos nos encontraremos con el concurso real de

infracciones, un espacio en el cual no me detendré en este trabajo.

La identidad de fundamento comporta dos identidades: identidad de bien jurídico

o bien público protegido, e identidad de lesión o ataque. Si nos encontramos ante dos o

más ataques por parte del mismo sujeto, éste será susceptible a dos o más castigos.

No existe identidad de fundamento cuando distintas normas aparentemente

aplicables, protegen distintos bienes jurídicos, como ocurre, por ejemplo, en la venta de

un lote de leche adulterada, acto que podría vulnerar las normas de protección al

consumidor (derechos del consumidor) como las de salud (derecho a la salud).

Por tanto, no se vulnera el non bis in ídem cuando se castiga dos veces al mismo

sujeto por el mismo hecho pero para proteger, en cada ocasión, un bien jurídico distinto.

Entonces, el non bis in ídem no proscribe el doble castigo por los mismos

hechos, ni que existan dos procesos (como ocurre con la dualidad de procedimiento
administrativo – proceso penal) sino que una misma persona sea castigada dos veces

por el mismo fundamento. El ídem corresponde a la infracción y el bis la sanción.

Siguiendo la estela de Alejandro NIETO, desde un punto de vista orgánico, hay

que tener en cuenta la posible participación en el conflicto de dos tipos de “órganos

represivos” y el consecuente conflicto debido a la duplicidad de decisiones entre: dos

tribunales penales, entre dos administraciones públicas con facultades sancionadoras,

entre órganos distintos de un mismo ente público; y entre un tribunal penal y un órgano

administrativo.

Al igual que la Constitución de 1979, la Constitución Política de 1993 omitió el

reconocimiento del non bis in ídem.

El legislador fue más prolífico que el constituyente al reconocer y configurar la

prohibición del bis in ídem, como un principio de la potestad sancionadora de la

Administración Pública en el listado del artículo 230° de la Ley N° 27444, del

Procedimiento Administrativo General (en adelante LPAG). De esta manera, “no se

podrán imponer sucesiva o simultáneamente una pena y una sanción administrativa por

el mismo hecho en los casos en que se aprecie la identidad del sujeto, hecho y

fundamento”. Como la versión primigenia de la LPAG restringía la prohibición del bis in

ídem a la confluencia de sanciones provenientes del Poder Judicial y de la

Administración Pública, por medio del Decreto Legislativo Nº 1029 (publicado el 24 junio

2008) se extendió dicha prohibición a la confluencia de dos sanciones administrativas.

145
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Además, exceptuó de la misma prohibición a aquellas sanciones que se impusieran

como consecuencia de un supuesto de infracciones continuadas.

En el ámbito penal, el único sustento utilizado para la extinción de la acción

penal y de la pena es el artículo 90° del Código Penal que recoge la cosa juzgada

bajo el siguiente tenor: “nadie puede ser perseguido por segunda vez en razón de un

hecho punible sobre el cual se falló definitivamente”. Esto querría decir que, así

como ocurrió con las primeras sentencias del Tribunal Constitucional, el Código

adoptó la posición de identificar al principio materia de nuestro estudio con la cosa

juzgada.

Posteriormente, el Código Procesal Penal 64 introdujo en el artículo III de su

título preliminar la interdicción de la persecución penal múltiple, según la cual: “Nadie

podrá ser procesado, ni sancionado más de una vez por un mismo hecho, siempre

64

Decreto Legislativo N° 957. Cabe señalar que las disposiciones finales de este Código determinaron que entraría en vigencia de modo progresivo.
que se trate del mismo sujeto y fundamento”. Determina que este principio se

aplicará a “las sanciones penales y administrativas”, pero que “el derecho penal

tiene preeminencia sobre el derecho administrativo”.

No obstante, el Tribunal Constitucional peruano ha interpretado que la

prohibición del doble castigo por los mismos hechos y la misma causa, forma parte

del texto constitucional, en algunos casos únicamente como “principio informador de

la potestad sancionadora del Estado” (casos Nelson Jacob - STC N° 8123-2005-

PHC/TC; Víctor La Vera – STC N° 00916-2009-PHC/TC) y en otros, como un

derecho fundamental.

Precisamente, este reconocimiento constitucional como un derecho

fundamental ha permitido al Tribunal Constitucional conocer sus transgresiones a

través del proceso de amparo. Cabe decir que el non bis in ídem también ha sido

objeto de tutela excepcional en el proceso de hábeas corpus. Únicamente cuando el

Tribunal ha demostrado su conexidad con el derecho a la libertad individual.

En el caso NELSON JACOB GUZMÁN (STC N° 8123-2005-PHC/TC del 14 de

noviembre de 2005), el TC analizó la eventual vulneración del non bis in ídem en el

marco de un proceso de hábeas corpus debido a que en el caso se vinculaba

directamente con el derecho a la libertad personal cuya afectación se discutía. El

Tribunal Constitucional afirma que dicho análisis “(…) ha de ser posible siempre que

exista conexidad entre estos y el derecho fundamental a la libertad individual, de

modo que la afectación o amenaza al derecho constitucional conexo también incida

147
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

negativamente en la libertad individual. Contrario sensu, ha declarado improcedente

su tutela por medio del hábeas corpus cuando no se ha acreditado el agravio a la

libertad personal” (STC N° 01612-2011-PHC/TC, 00656-2011-PHC/ TC).

Como recordaremos, la eficacia de la denominada cosa juzgada material se

proyecta sobre procesos futuros. Esto quiere decir que el estado jurídico de una

cuestión sobre la que ha recaído sentencia firme tendrá la eficacia de vincular al

órgano jurisdiccional en un segundo o tercer proceso. En su vertiente negativa,

supone la imposibilidad de juzgar nuevamente lo previamente juzgado o revivir

procesos fenecidos. En su vertiente positiva, obliga al juez a acomodar su

enjuiciamiento a un resultado previo. Si la cuestión (o los hechos) previamente

juzgada no es el objeto único del segundo proceso, sino que forma parte de éste; la

sentencia que recaiga deberá tener como punto de partida el criterio adoptado en la

primera sentencia, y en ningún caso podrá contradecirlo 65.


65

GALLARDO CASTILLO, María Jesús (2008). “Los principios de la potestad sancionadora. Teoría y práctica” Madrid: Iustel. pp. 305-306 .
La vertiente formal de la cosa juzgada es conocida en el ámbito procesal.

Opera en un mismo proceso e implica la firmeza de las resolucionesjudiciales y la

imposibilidad de que estas sean impugnadas.

Con la aparición de los denominados tribunales administrativos y la tesis

sobre su naturaleza jurídica cuasi jurisdiccional, se ha venido extendiendo a dichos

órganos un número, cada vez mayor, de prerrogativas de la función jurisdiccional

antes ejercidas de modo exclusivo por el Poder Judicial. Como ocurre con la

aplicación del control difuso de constitucionalidad; o el análisis del dolo o culpa en la

comisión de la conducta infractora66.

66

.Tradicionalmente se había entendido que el artículo 138° de la Constitución que reconoce el control difuso de constitucionalidad era una
facultad privativa de la judicatura. Sin embargo, el TC señaló que “una interpretación positivista y formal (…) no solo supone el desconocimiento de
determinados principios de interpretación constitucional, como los de unidad de la Constitución y concordancia práctica, que ha establecido el
Tribunal Constitucional (…); sino también daría lugar a una serie de contradicciones insolubles en la validez y vigencia de la propia Constitución. Así,
por ejemplo una interpretación en ese sentido del artículo 138° de la Constitución (que la potestad de ejercer el control difuso corresponda solo a los
jueces) supondría que el cumplimiento de la supremacía jurídica de la Constitución solo tiene eficacia en los procesos judiciales y no en aquellos otros
procesos o procedimientos de naturaleza distinta lo cual significaría convertir a la Constitución en una norma legal”, en: STC N° 03741- 2004-AA/TC del
14 de noviembre de 2005, FJ. 8.

149
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

No obstante, si algún elemento sigue diferenciando a la Administración

Pública del Poder Judicial es precisamente el carácter de cosa juzgada de sus

decisiones y, para el tema que nos convoca, de la imposibilidad de ser recurridas o

la denominada “vertiente formal de la cosa juzgada”. Precisamente por ello, toda

decisión de un órgano administrativo que quede firme será susceptible de ser

recurrida ante el Poder Judicial, conforme al artículo 148° constitucional que

reconoce la acción Contencioso Administrativa.

Entonces, podríamos afirmar que el principio non bis in ídem no adopta el

mismo contenido que la cosa juzgada.

En primer lugar, porque la resolución que constituye cosa decidida y agota la

vía administrativa podría ser lo más parecido a la cosa juzgada, sin serlo.

Las decisiones que agotan la vía administrativa reciben el nomen iuris de

cosa decidida y se presume su firmeza y plenos efectos, salvo que sean declaradas

nulas de oficio por la Autoridad Administrativa, o se cuestione su legalidad ante el

Poder Judicial, vía Proceso de Lesividad o vía Proceso Contencioso Administrativo.

Sin embargo, siguiendo con el tema que nos convoca, nos encontraríamos

que la invocación del non bis in ídem procede, tanto respecto a dos resoluciones

cronológicamente separadas, como dentro de un mismo expediente y de una sola

resolución67. Esto querría decir que una resolución sancionadora que quedó firme,

67
pero que no fue cosa decidida porque no se agotó la vía administrativa, podría ser

un parámetro (al igual que una pena que fue cosa juzgada) para analizar si se

vulnera el non bis in ídem en un segundo procedimiento por los mismos hechos. No

se necesitaría de una resolución que constituya cosa juzgada.

Así ocurre, por ejemplo, cuando en el procedimiento sancionador pesquero, la

Dirección General de Seguimiento, Vigilancia y Control impone una sanción en

primera instancia (la segunda es el Comité de Apelación de Sanciones) y por los

mismos hechos y bajo el mismo fundamento decide imponer una segunda sanción.

En segundo lugar, un pronunciamiento fiscal de archivo definitivo no

constituye cosa juzgada, pero podría ser un parámetro para tutelar el non bis in

ídem.

NIETO, Alejandro (2005). “Derecho Administrativo Sancionador”. Cuarta edición. Madrid: Techos, pp. 471 y ss.

151
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

En el caso Wilber Nilo Medina Bárcena (STC N° 02110-2009-PHC/TC y N°

02527-2009-PHC/ TC, acumulados), el Tribunal Constitucional determinó que un

pronunciamiento fiscal de archivo definitivo no tenía la condición de cosa juzgada

porque esta es una garantía exclusiva de los procesos jurisdiccionales. Sin embargo,

el Alto Tribunal les reconoció el status de inamovible o cosa decidida “siempre y

cuando se estime en la resolución, que los hechos investigados no configuran ilícito

penal”.

Contrario sensu, consideró que no constituirán cosa decidida las resoluciones

fiscales “que no se pronuncien sobre la no ilicitud de los hechos denunciados,

teniendo abierta la posibilidad de poder reaperturar la investigación si es que se

presentan los siguientes supuestos: a) cuando existan nuevos elementos probatorios

no conocidos con anterioridad por el Ministerio Público o b) cuando la investigación

ha sido deficientemente realizada”.

En este sentido, podemos afirmar que el dictamen fiscal es un acto

administrativo que si bien no constituye una sanción, constituiría una manifestación

del poder represivo del Estado. Y es que unos mismos hechos no pueden existir y

luego no existir para el mismo Estado.

De otro lado, el Alto Tribunal ha llevado esta regla al proceso penal, en otra

sentencia, cuando interpreta que “una resolución que no constituye una sentencia

definitiva pero que ha puesto fin al proceso penal, se encuentra también garantizada

por el principio non bis in ídem” (caso Nelson Jacob Guzmán - STC N° 8123-2005-
HC/TC). En este caso, también nos encontramos con una resolución que, sin ser

cosa juzgada, constituye un parámetro de control.

Precisamente por ello, algunos autores afirman que la cosa juzgada es una

ficción procesal prevista para evitar el bis in ídem aunque no únicamente para ello.

Sin embargo, ni la cosa juzgada es el único instrumento de garantía de dicha

prohibición, ni aquélla persigue únicamente garantizar la referida prohibición. Esto

querría decir que el principio está emparentado con, o que es más amplio que la

ficción procesal de la cosa juzgada; o que existe una relación íntima pero no de

identidad entre la cosa juzgada y el non bis in ídem 68.

El Tribunal Constitucional adscribe el non bis in ídem al debido proceso y a los

principios de cosa juzgada, legalidad y proporcionalidad.


68

CANO CAMPOS, Tomás (2001). “Non bis in ídem, prevalencia de la vía penal y teoría de los concursos en el Derecho Administrativo Sancionador”. En:
Revista de Administración Pública. Nº 156. p. 201.

153
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Ahora bien, dicha adscripción ¿querría decir que el non bis in ídem carece de

identidad propia o que es una suma de los aludidos principios? Todo parece indicar

que ante el déficit constitucional, el Alto Tribunal ha tenido que forzar su

interpretación para definir el aludido principio en función de otros principios distintos

aunque no distantes, ya que la prohibición del bis in ídem esencialmente se aplica

en el marco de un proceso o procedimiento.

En segundo lugar, el non bis in ídem no guarda relación única con ninguno de

los principios antes aludidos. Debido a que el análisis opera en función a actos

administrativos, que no necesariamente podrían ser sanciones, como ocurre con un

dictamen fiscal, su vinculación a la cosa juzgada sería imprecisa. Hemos analizado,

además, algunos fundamentos por los cuales tampoco existe claridad sobre su

anclaje al principio de legalidad. Sin embargo, la cosa cambia con el principio de

proporcionalidad y su vinculación directa con la noción de Estado Constitucional y

Democrático de Derecho que para merecer tal calificativo, debe controlar un ejercicio

desproporcionado del poder punitivo.

En este contexto, podría definirse al non bis in ídem como un principio que

informa la potestad sancionadora, como un principio constitucional, una regla jurídica

y hasta como un derecho fundamental de contenido implícito. La configuración legal

y jurisprudencial del non bis in ídem me conduce a pensar que se trata más bien de

un principio constitucional, cuya afectación necesita ser interpretada en cada caso

concreto. Especialmente en relación al doble fundamento, donde la interpretación


constitucional se vuelve crucial y tiene un amplio margen de juego. El TC ha optado

por acuñarle la condición de derecho fundamental de contenido implícito.

En todo caso, es posible inferir que la crisis de identidad del non bis in ídem

no ha impedido su tutela constitucional y su invocación en los procedimientos

administrativos sancionadores

3.3. Análisis Normativo


El inciso décimo tercero del artículo 139 de la Constitución Política del Estado,

contempla, dentro de los principios y derechos de la función jurisdiccional, la de la

cosa juzgada, expresada de la siguiente forma: “La prohibición de

revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada. La amnistía, el indulto,

el sobreseimiento definitivo y la prescripción producen los efectos de cosa juzgada” 69.

69

ANYARIN INJANTE, Toribio. "Nueva Constitución Política del Perú - 1993" Editorial Toribio AnyarinInjante. Lima, 1996. Pág. 16.
57
ANYARIN INJANTE, Toribio. "Nueva Constitución Política del Perú - 1993" Editorial Toribio AnyarinInjante. Lima, 1996. Pág. 1.

Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente N° 934-97-AA/TC. Lima, puede ser consultada en: VALLE-RIESTRA, Javier. "Código
58

Procesal Constitucional" Tomo I. Editorial Ediciones Jurídicas. Lima, 2007. Pág. 344.

59
Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente N° 0012-2005-AI. 26/09/05, F.J. 32.

155
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Esta garantía también se encuentra recogida en el inciso segundo del artículo

139 de nuestra Carta Magna, pues en dicha norma se establece la imposibilidad de

dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada, dicha

institución ha tomado tal relevancia en la definición de la seguridad jurídica de las

naciones que inclusive ahora es considerada por muchas legislaciones como un

derecho fundamental que forma parte del debido proceso.

La cosa decidida también va vinculada jurídicamente en forma muy estrecha

al derecho fundamental que la propia Constitución establece: La pluralidad de

instancia70 contemplado en su inciso sexto del artículo 139.

60
Generalmente denominada en los Despachos Fiscales como Disposición de Archivo Definitivo.

70
En ese orden general de ideas, para esclarecer más aun el panorama sito el

pronunciamiento del supremo interprete de la Constitución y de las leyes, al Tribunal

Constitucional, pues éste señala: “El Tribunal Constitucional sostiene que la

impugnación extemporánea del acto lesivo en sede administrativa, no puede

considerarse como agotamiento de la vía previa, éste quedó en calidad de cosa

decidida”71con lo cual despeja toda duda sobre la existencia de la cosa decidida en

nuestro derecho administrativo.

Uno de los efectos de las resoluciones en materia penal al haber alcanzado

la autoridad de cosa juzgada es la prohibición de que el mismo órgano jurisdiccional,

por los mismos fundamentos se pueda volver a juzgar a la misma persona, tal

prohibición debe cumplir con los requisitos de la triple identidad antes referida
71

157
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

(a) Las mismas partes, b) Los mismos hechos y c) La misma acción.)

Que en el caso de la tercer presupuesto, nuestro Tribunal Constitucional ha

denominado “identidad de causa de persecución” 72 haciendo clara alusión al aspecto

procesal de la garantía materia de comentario.

La cosa decidida tiene como principal efecto que los actos firmes adquieren la

condición de inamovibles, pero esto solo en sede administrativa, ya que son pasibles

de ser recurridos vía judicial, en la forma y plazos establecidos por ley mediante la

acción contenciosa administrativa.

Con la aplicación del Nuevo Código Procesal Penal en nuestro medio, ha

sucedido un hecho de controversia en cuanto al problema que de cotidianamente

afrontan los Despachos Fiscales de Investigación, pues la legislación no ha aclarado

72
si la Disposición de Archivo Fiscal73adquiere la calidad de cosa juzgada o la de cosa

decidida; para ello debemos hacer referencia al pronunciamiento del Tribunal

Constitucional emitido en el Expediente N° 2725-2008-PHC/TC, donde entre sus

fundamentos jurídicos 15 a 19, establece que la resolución de archivo fiscal no es

cosa juzgada, pero es semejante y con los mismos efectos, y no permite reabrir un

caso sobre el cual ya existe una “clausura definitiva”, situación que si se presentara

nos encontraríamos ante una vulneración del ne bis in idem procesal (no dos veces

sobre lo mismo).

A ello debemos agregar que tal pronunciamiento del máximo intérprete de la

Constitución, diferencia claramente la posibilidad de reaperturar la investigación,

sólo en el caso que el fundamento del archivo fiscal haya sido la insuficiencia de
73

61
RUBIO CORREA, Marcial. "El sistema jurídico: Introducción al derecho". Octava edición. Lima. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del
Perú. 1999. Pág. 173.

159
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

elementos probatorios, situación que al verse superada por la posterior aparición de

elementos de convicción que se desconocían al momento de la expedición del

archivo fiscal que asumió los efectos de cosa juzgada por seguridad jurídica siendo

cosa decidida, el camino se encuentra expedito para reaperturar la investigación; lo

cual no sucede frente al supuesto en el cual se archivó por que los hechos no

constituyen delito.

Tal posibilidad es una exigencia de nuestra nuevo ordenamiento procesal

penal y se encuentra recogida en el inciso segundo del artículo 335 del Nuevo

Código Procesal Penal, donde se establece la excepción a reaperturar por otro fiscal

una investigación archivada por el Fiscal Provincial o por el Fiscal Superior, cuando

se trate de los mismos hechos, salvo que se aporten nuevos elementos de

convicción, disponiendo un reexamen por parte del fiscal que previno.

3.4.- PROBANZA HIPÓTESIS

Conforme se desprende del análisis doctrinario y jurisprudencial, así como el

análisis normativo, la cosa decidida no garantiza la obtención de un derecho en un

procedimiento administrativo, conforme sucede con la cosa juzgada, porque lo

resuelto en la vía administrativa puede ser cuestionado en la vía judicial vía el

proceso contencioso administrativo, en consecuencia necesita del proceso

contencioso administrativo para que mediante una sentencia con la calidad cosa
juzgada se obtenga en forma definitiva el derecho reclamado, el cual se obtiene a

través de la cosa juzgada.

CONCLUSIONES

PRIMERA: Las decisiones que agotan la vía administrativa reciben el nomen iuris de

cosa decidida y se presume su firmeza y plenos efectos, sin embargo puede

cuestionarse su legalidad ante el Poder Judicial, vía Proceso Contencioso

Administrativo.

161
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

SEGUNDA: La cosa decidida en un procedimiento administrativo, al poder cuestionarse

en un proceso contencioso administrativo no se equipara en modo alguno a la cosa

juzgada.

TERCERA: La Disposición de Archivo Fiscal no constituye Cosa Juzgada sino cosa

decidida, pero tiene los mismos efectos que la primera cuando su fundamento es el que

los hechos presentados al Ministerio Público no son delito o no se encuadran a algún

tipo penal, a diferencia de basarse en una insuficiencia probatoria.

CUARTA: El reaperturar una investigación previamente cerrada por una Disposición de

Archivo Fiscal, cuando concurren los presupuestos de la triple identidad y el fundamento

del archivo fue la atipicidad de los hechos, se vulnera la garantía del ne bis in

idem procesal.

QUINTA: Una investigación fiscal puede ser reaperturada cuando se haya realizado una

deficiente investigación fiscal y/o policial y sobre todo cuando surjan nuevos elementos

de convicción de los cuales no se haya tenido conocimiento al momento de expedir la

Disposición de Archivo Fiscal.

RECOMENDACIONES

PRIMERA: Se recomienda a los encargados de resolver los procedimientos

administrativos en las entidades del Estado, pongan un mayor celo en el ejercicio de

dicha función, aplicando correctamente la normatividad vigente, siguiendo los

lineamientos esbozados por el Tribunal Constitucional con la finalidad que la


decisión final que se adopte (cosa decidida), no sea dejada sin efecto por el Poder

Judicial en el proceso Contencioso Administrativo.

BIBLIOGRAFÍA

ANACLETO GUERRERO, Víctor (2016) Proceso contencioso administrativo, Lima.

Editorial LEX & IURIS

ANYARIN INJANTE, Toribio (1996). “Nueva Constitución Política del Perú - 1993” Lima.

Editorial Toribio AnyarinInjante.

163
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

ARAGÓN, Manuel. “El control como elemento inseparable del concepto Constitución”.

En: Revista Española de Derecho Constitucional. Nº 19. 1987.

ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María (1996). “Alcances sobre la nulidad de cosa

juzgada fraudulenta”. En IUS ET VERITAS. Revista de Derecho No. 13, Lima.

CABANELLAS DE TORRES, Guillermo (2007) Diccionario Jurídico Elemental, edición

actualizada, Editorial Heliasta,

CANO CAMPOS, Tomás (2001). “Non bis in ídem, prevalencia de la vía penal y teoría

de los concursos en el Derecho Administrativo Sancionador”. En: Revista de

Administración Pública.

CASSAGNE, Juan Carlos (2004), Derecho administrativo, Tomo I, séptima edición

Buenos Aires Abeledo-Perrot.

DELGADILLO GUTIÉRREZ, Luis Humberto y LUCERO ESPINOZA (1994), Manuel,

Compendio de Derecho administrativo, México Editorial Porrúa

DICCIONARIO JURÍDICO ESPASA. (2006) Madrid-España. Editorial Espasa Galpe S-

DELGADILLO GUTIÉRREZ Luis Humberto (2003), Principios del Derecho Tributario

Cuarta Edición, México, Limusa Noriega Editores


DROMI, Roberto (2008), Acto administrativo, cuarta edición, Buenos Aires-Argentina

.Hispana Libros.

GARCÍA DE ENTERRIA, Eduardo y RAMÓN FERNÁNDEZ, Tomas, (2002), Curso de

Derecho Administrativo, Madrid, CIVITAS,

GARRIDO FALLA, Fernando (2002), Tratado de derecho administrativo, volumen III

Madrid, editorial Tecnos.

GORDILLO, Agustín, Tratado de Derecho Administrativo, tomo I, parte general, ARA

EDITORES

GUZMÁN NAPURI, Christian (2013), Manual del procedimiento administrativo general,

Lima. Pacifico Editores

HERRERA VÁZQUEZ, Ricardo (2000). “Función jurisdiccional” (material de lectura del

programa de formación de aspirantes a la Academia de la Magistratura) Lima. Academia

de la Magistratura.

HURTADO REYES, Martín (2001). “Acerca de la Pretensión Impugnatoria contra

Sentencia afectada por fraude”. Tomado de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta.

Instituto de Investigación y Defensa del Derecho de Acceso a la Justicia. T. II. Lima.

LEY DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO GENERAL 27444

LEY DEL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO GENERAL 25784

165
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

LOWENROSEN, Flavio (2002), Practica de derecho administrativo, Buenos Aires,

Ediciones Jurídicas

MARTIN MATEO, Ramón (2004), Manual de derecho administrativo, 23 edición, Navarra, editorial
Aranzadi S.A

MARTÍNEZ MORALES, Rafael (1994), Derecho Administrativa, segunda edición, edi-

torial HARLA S.A

MONROY GÁLVEZ, Juan. (1996) “Introducción al proceso civil”. Tomo I. Bogotá; Temis.

MORÓN URBINA, Juan Carlos (2009), Los recursos en la ley del procedimiento

administrativo general y en los procedimientos sectoriales, Lima Editorial Gaceta

Jurídica,

MONTERO AROCA, Juan (2000). “Derecho Jurisdiccional” Tomo II. Valencia, Editorial

Tirant Lo Blanch,

NAVARRO GARMA, Arturo (2001). “Pretensión Nulificante de la Cosa Juzgada

Fraudulenta en el Proceso Civil”. Tomado de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta.

Instituto de Investigación y Defensa del Derecho de Acceso a la Justicia. T. II. Lima.

NIETO, Alejandro (2005). “Derecho Administrativo Sancionador”. Cuarta edición.

Madrid: Techos

OMAR A SAR (2006) Constitución Política del Perú. Lima. Editorial Nomos &Thesis

OMAR A SAR (2006) Código Procesal Constitucional. Lima. Editorial Nomos &Thesis

PARADA, Ramón (2004). Derecho Administrativo I. Parte General. Decimoquinta

edición, Madrid. Marcial Pons.


RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson (2002). “La Cosa Jugada Fraudulenta”. En Revista el

Jurista Nueva Época. No.1, Huancayo.

REJTMAN FARAH, Mario (2000), Impugnación judicial de la actividad administrativa, La

Ley, Buenos Aires

RUBIO CORREA Marcial (1999) Estudio de la Constitución Política de 1993. Lima.

Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Tomo I.

RUBIO CORREA, Marcial (1999). “El sistema jurídico: Introducción al derecho”. Octava

edición. Lima. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

SALAZAR CHÁVEZ, Ricardo (2004), La función administrativa, diplomado en Derecho

Administrativo, Colegio de Abogados de Lima

SALAZAR CHÁVEZ, Ricardo(2006), Formas jurídicas de la Función Administrativa,

diplomado en Derecho administrativo y Procedimiento Administrativo, Colegio de

Abogados de Lima

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Expediente N° 934-97-AA/TC

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Expediente N° 0012-2005-AI.

26/09/05, F.J. 32.

VÉSCOVI, Enrique (1984). “Teoría General del Proceso”. Colombia, Editorial Temis,

S.A..

167
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

VESCOVI, Enrique A (1997). Fraude Procesal: sus características, configuración legal y

represión”. Tomado de EL FRAUDE PROCESAL. Fundamentos Doctrinarios para un

estudio del Art. 178 del C.P.C. Instituto de Investigación y Defensa del Derecho a la

Justicia, Lima,

VILELA CARVAJAL, Karla Patricia. “Medios de Impugnación y Nulidad Procesal”,

Revista Jurídica del Perú N° 53.

VERA CACHO VÁSQUEZ, Giuseppe. Principales conceptos en torno a la revisión civil

por fraude procesal y cuestionamientos a su aplicación en sede nacional” en Revista

Jurídica del Perú N° 48.

ZORZOLI, Óscar A. (1998) “Cosa Juzgada. Mutabilidad”. En Revista Peruana de

Derecho Procesal,

APÉNDICES
APÉNDICE 1-A

ALGUNOS PRINCIPIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

EL PRINCIPIO DE LA ESCRITORIEDAD

Este se establece en que el derecho administrativo debe ser escrito a fin de garantizar

el debido procedimiento administrativo que le dé seguridad jurídica a las partes, desde

luego tampoco se puede dejar de lado la oralidad porque es a través de ella que los

administrados pueden hacer llegar sus planteamientos, u opiniones o sugerencias a los

responsables de la administración pública.

EL PRINCIPIO DE GRATUIDAD

169
SOCORRO NONAJULCA RAMIREZ PARA OPTAR EL TITULO DE ABOGADA - UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Aunque deberá pagarse las tasas que señale la ley, sin que deba constituirse en abuso,

la administración pública debe ser eminentemente gratuita, toda vez que su rol es el

servicio a la Sociedad en busca del bien común.

EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Recuerda el aforismo romano legem patere quam feciste, es decir “soporta la ley que

hiciste”; porque el Estado y por consiguiente la Administración Pública, debe ser paradigma

en el cumplimiento del derecho el cual está recogido dentro de la normatividad nacional.

EL PRINCIPIO DE OFICIALIDAD

“Supone la facultad de la autoridad para iniciar y mantener la dinámica del

procedimiento, sin que sea necesaria su activación por parte interesada, pero esta acción

debe aceptarse si no traba o no pretende detenerlo o desnaturalizarlo, todos los actos que

realiza la Administración Pública deben tener el carácter de oficiales para la seguridad

jurídica de la comunidad.

EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD

Que se refiere a los administrados, sus abogados o apoderados, deben tener amplia

información sobre los actos administrativos que se realizan a favor en contra, porque

además lo que resuelva la administración pública tiene que estar al alcance de todos los

ciudadanos.

EL PRINCIPIO DE TUITIVIDAD

Como protección a la parte débil, esto se hace ostensible cuando se trata sobre todo en

el régimen de pretensiones de validez, orfandad, impedidos físicos, enfermos, ancianos y

todas las personas que merezcan protección por parte del Estado, hayan sido o no

funcionarios y servidores públicos.


La Administración Pública es esencialmente formalista por lo cual es necesario que se

tenga presente el cumplimiento de éstos principios.

171

You might also like