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Tabla de Contenidos
Introduccioó n............................................................................................................................................... 3
La historia detraó s de esta historia..................................................................................................... 5
Una lectura bíóblica de la lectura bíóblica........................................................................................ 11
Una lectura histoó rica de la lectura bíóblica................................................................................... 18
Paradigma apostoó lico...................................................................................................................... 20
Los primeros cristianos: sus sermones y el uso del idioma griego..........................20
La Didajeó y los falsos maestros............................................................................................... 21
Paradigma de cristiandad.............................................................................................................. 22
Los monasterios.......................................................................................................................... 22
El latíón y el desarrollo teoloó gico en Europa y Oriente...................................................23
La biblia en Ameó rica Latina..................................................................................................... 25
El denominacionalismo y la transmisioó n de doctrina...................................................26
Nuevo paradigma apostoó lico / lluvia tardíóa........................................................................... 28
El pentecostalismo....................................................................................................................... 28
El postmodernismo..................................................................................................................... 30
El auge de los teleó fonos celulares.......................................................................................... 32
Conclusiones............................................................................................................................................ 34
Bibliografíóa............................................................................................................................................... 36
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Introducción
Hemos querido titular esta monografía Reflexiones sobre la lectura bíblica devocional,
en miras a construir un fundamento más firme para la investigación doctoral. Nuestro
deseo en la disertación es aportar a la Iglesia el siguiente tema : “la narrativa bíblica
como método para entender la bondad divina”; y busca responder a preguntas como ¿qué
deben saber los creyentes sobre narrativa bíblica a fin de mejorar su lectura bíblica
devocional?; ¿Cómo hacer conciencia de la importancia de conocer el contexto bíblico a
fin de interpretar el texto?, ¿Cómo la certeza de la bondad divina es fundamental en
nuestra identidad como creyentes?, ¿Qué aprendemos de la bondad divina en algunas de
las narrativas bíblicas?.
Ciertamente hay muchos atributos de Dios que podríamos buscar apropiarnos en estos
tiempos, como la justicia divina y la santidad, entre otros. Sin embargo, no podemos
abarcarlos todos y hemos escogido la bondad del Señor porque él espera de nosotros ser
bondadosos. En estos tiempos en los que hemos de vivir el evangelio, y no sólo
predicarlo; y mostrar bondad al prójimo, sobre todo al que está en condición vulnerable.
Consideramos que el creyente de estos tiempos enfrenta el reto de conocer la bondad de
su Creador, apropiársela, afirmar su identidad en ella; para luego mostrar esa bondad a su
hermano y hermana.
Leyendo a don Justo González y su libro “La Historia también tiene su historia” tuvimos
primeramente serias dudas sobre la objetividad para arriesgarnos a escribir cualquier
cosa. Sin embargo, con su último capítulo “Cuál será el futuro de la Historia?”,
comprendimos que había valor en la experiencia personal y que las vivencias de esta
investigadora, siendo mujer y latinoamericana, tendrían para aportar a la Historia
Universal que juntos construimos. Así, hemos designado un primer capítulo de esta
monografía para contar la Historia detrás de esta historia.
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lectura pública. También mencionaremos pasajes que por su relevancia al tema vale la
pena elaborar, aunque no necesariamente tengan que ver con la ‘lectura’ de un escrito.
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La historia detrás de esta historia
Hemos querido dedicar unos párrafos con el fin de confesar y reconocer de dónde viene
el interés en el tema propuesto1. Don Justo González2 nos ha animado a ser vulnerables y
no ingenuos, a percatarnos de nuestra historia antes de escribir la historia. Oramos a
Dios para que al documentar estas vivencias haya bendición para su pueblo y gloria a Su
Nombre.
La congregación donde mi esposo creció era una iglesia tradicional, de corte metodista,
en inglés resultado del convivio de la comunidad anglosajona en el país3 y a finales de los
80’s se dio una apertura al Espíritu Santo. Los dones y las lenguas se hicieron presentes,
la profecía vino a ser algo natural en los servicios y había conciencia del poder de Dios y
el orar por sanidades.
En 1994 se supo del avivamiento en la Iglesia del Aeropuerto de Toronto, por cierto, un
mover un tanto controversial. Se inició entonces una relación entre ambas
congregaciones, desde ese mismo año 94 hasta más o menos el 2008.
Esta iglesia canadiense envió grupos de corto plazo a nuestra congregación por varios
años seguidos. Mi esposo Paul y yo éramos relativamente jóvenes en ese tiempo y
veíamos en aquella comunidad del norte una especie de cielo aquí en la tierra. Muchos
de la congregación viajamos varias veces a conferencias y algunos inclusive para realizar
su Escuela de Ministerios que dura 5 meses.
1 Como se dijo en la introduccioó n, el tema de aportar para que los creyentes lean mejor su Biblia.
En realidad, el asunto de poca lectura bíóblica es inclusive un problema que los seminarios teoloó gicos
deben trabajar con sus estudiantes. Gerardo Alfaro (2004) afirma que no deberíóamos tomar por
sentado que los educandos tienen una relacioó n profunda con Dios. Es lamentable que la disciplina de
un devocional personal y la vivencia diaria de comunioó n con Dios no son necesariamente la praxis
comuó n de los estudiantes de teologíóa y es importante tomarnos el tiempo para ensenñ arles las
disciplinas espirituales baó sicas. Veó ase su ensayo titulado ¿Cómo hacer teología evangélica?
Preliminares de un método teológico evangélico.
En: Campos, O. ed. (2004). Teología evangélica para el contexto latinoamericano. Buenos Aires,
Argentina: Kairos.
2 González, J.L. (2001). La historia también tiene su historia. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Kairós.
3 La familia de mi esposo llegoó a Costa Rica por una transnacional. Pablo Deiros desarrolla el
fenoó meno de las congregaciones anglosajonas en Ameó rica Latina. Su inicio fue maó s bien una especie
de guetos, lejos auó n de un sentido de misioó n.
Deiros, P. (2013). Historia del cristianismo. El testimonio protestate en América Latina. Tomo 6. Buenos
Aires, Argentina: Ediciones del Centro.
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intensas. La vivencia de los sobrenatural se volvió natural y cotidiano. El soaking4,
como llaman ellos, era una práctica común que teníamos, enseñábamos y propiciábamos
en nuestra propia iglesia.
Aunque uno de los cursos de la Escuela de Ministerios tiene que ver con escuchar la voz
de Dios y se anima a meditar en la Escritura, lo cierto es que en la práctica, la Biblia no
tenía un papel predominante en ese ambiente; sino más bien el vino o vivencia del
Espíritu Santo. El enfoque era sentir y vivir la presencia del amor del Padre, estar en sus
brazos y confiar en que El es quien alcanza a los perdidos.5
El tiempo pasó y en el 2005 tuvimos como pareja un claro llamado por parte de Dios para
ir a Guadalajara de misiones. A partir de varios sueños, visiones y profecías de allegados
en nuestra congregación, era claro que el Señor nos estaba llevando de la mano. Muchos
en la congregación tuvieron palabras de conocimiento y confirmación sobre ese paso.
Viajamos a Jalisco buscando dirección de dónde nos debíamos congregar y Dios fue claro
en guiarnos a la Iglesia llamada Casa de Oración, con el pastor Chuy Olivares. Nosotros
estábamos seguros que Dios nos estaba enviando ahí para “esparcir el fuego”, para
“contagiarles con avivamiento”, para “compartir el vino y avivar los dones”.
Al llegar ahí el primer domingo, vimos que en esta congregación mexicana la alabanza
era intensa, se sentía la presencia de Dios, pero era un ambiente controlado en el sentido
que no propician de ningún modo el emocionalismo. El primer domingo que visitamos
se predicó sobre “el espíritu del anticristo”, el mensaje pertenecía a una serie de sermones
sobre los últimos tiempos. Cuando el pastor anunció el título de su exposición creímos
que bromeaba.
Abrimos la Biblia en 1ra de Juan y de manera expositiva compartió por una hora entera
sobre el tema y su aplicación. Para ese momento teníamos ya varios años de no escuchar
un sermón expositivo con escritura sólida, mencionó una que otra anécdota personal, pero
nada que desviara la atención del texto bíblico. Se llegó el día jueves y todavía
estábamos recordando y meditando en el mensaje del domingo.
4 Entieó ndase un tiempo que se pasa en la presencia del Senñ or, con muó sica cristiana instrumental
suave, sin pensar en nada especíófico; maó s bien recomiendan no pensar, y disfrutar del amor de Dios.
El teó rmino en ingleó s es literalmente ‘remojar’, como cuando se mete una esponja en agua. Asíó
ilustraban sumergirse en la presencia del Espíóritu Santo y absorber su amor.
5 En esta iglesia de Toronto, la vivencia de las reuniones durante las conferencias internacionales era
maó s intensa que en los cultos regulares. Esas conferencias se caracterizaban por muchas
manifestaciones con risas y gemidos, entre otros.
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En una ocasión se me mostró una visión hermosa de ángeles acompañándonos en la
adoración. El cielo se sentía abierto cuando se predicaba la palabra y los sermones eran
alimento sólido.
Dios nos había dado certeza de que este era el lugar para congregarnos. Eso nos dio paz
para “esperar el tiempo propicio” para – según nosotros – impactar esta iglesia con fuego.
Sin embargo, conforme las semanas pasaban era obvio para nosotros descubrir la riqueza
de la predicación llena de vida y del poder del Espíritu Santo. Poco a poco nuestros ojos
se fueron abriendo para entender que habíamos perdido la riqueza de la Biblia en el
caminar. No nos habíamos dado cuenta de lo hambrientos que estábamos de comer
alimento sólido.
Empezamos a comprender que no todo lo sobrenatural era del Espíritu Santo, sino que la
carne de las personas y los demonios tenían también una parte, o show, en los cultos
posmodernos. Entendimos que lo sensual y el emocionalismo podían jugar un rol en lo
que decimos es de Dios. De repente, no todo lo que brillaba era oro. Descubrir esta
verdad es duro cuando ya se llevan muchos años en el ‘Río de Dios’. La decepción
había quedado desnuda delante de nuestros ojos y nos abrigó un profundo temor de Dios.
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Pero, ¿qué pasó con la Iglesia Unión en Costa Rica?. Mientras nosotros estábamos en
México siendo corregidos por el Señor y volviendo a la senda antigua sin perder el fluir
del Espíritu Santo y gozando de una alabanza profunda; nuestros hermanos en San José
seguían en ese avivamiento al estilo Toronto y con una predicación orientada a las
experiencias sobrenaturales, al fuego, al vino, llenas de testimonios personales de la
semana y las últimas profecías en Internet. Nunca hubo falsa doctrina como tal, pero ‘la
palabra’ escaseaba.
El pastor principal en ese tiempo empezó a ser inquietado para retirarse después de
muchos años en el ministerio y con 26 pastoreando la Iglesia. Nos preguntaron si
nosotros aceptábamos liderar la congregación y luego de orar al respecto nos sentimos
movidos a aceptar el reto. Sabíamos que sería un cambio no fácil para todos porque
veníamos muy cambiados de México y simplemente ya no creíamos en aquel tipo de
avivamiento.
Pero ahora, detener esas manifestaciones era para algunos un sacrilegio, pues estábamos
‘enfriando y contristando al Espíritu Santo’. No había tal noción de filtrar lo que
acontecía; todo era permitido, el estilo Toronto se había reproducido casi sin alteraciones.
No tuvimos ladridos, pero sí leones y ovejas recorriendo las filas de la iglesia en media
alabanza, andando de cuatro patas, rugiendo y balando; eso entre muchas otros “actos
proféticos” que podríamos mencionar.
¿Cuál es nuestra posición ahora ante esas manifestaciones? Tal vez la mejor manera de
responder a esta pregunta es en términos del fruto espiritual que se genera. Buscamos
intensamente que sólo Jesucristo sea glorificado, preferimos propiciar los ambientes de
quietud, estamos en contra de ambientes donde se propicie la manipulación de emociones
y el emocionalismo, esto por cuanto se trata de reuniones colectivas donde respondemos
a estímulos externos a causa de nuestra humanidad.
Reconocemos que el Espíritu Santo puede actuar intensamente en una persona, pero
preferimos entonces llevarle a una sala aparte y preguntar qué está pasando, ya sea para
intervenir o para apoyarle en esa vivencia. Entendemos que a solas, en nuestros tiempos
de comunión con Dios podemos experimentar momentos intensos, llanto, una intercesión
profunda, pero creemos que la experiencia personal a solas es diferente a una vivencia
colectiva pública. En esta última, aunque queremos vivir una sincera libertad en la
adoración; como toda libertad pública tiene un límite y es el oído y paz del prójimo que
está en la silla del lado.
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nutridas debidamente y por tanto, carecen de fortaleza interna real para enfrentar la
adversidad y las pruebas. Ante la mínima dificultad de la vida pueden generar una crisis
de fe porque lo que ‘decretan y profetizan’ no se cumple, no tienen raíces profundas y “en
el tiempo de la prueba se apartan” (Luc 8:13).
Dos cosas fueron difíciles para los congregantes en la iglesia: cuando pedimos recortar la
alabanza a máximo una hora (cuando a veces se podía extender a 2 horas o más) y el
empezar a predicar sermones sólidos de 50 minutos6; cuando antes se trataba de un
mensaje de 20-30 minutos de motivación a vivir durante la semana el soaking y creer en
el avivamiento.
Antes de finalizar este capítulo quisiéramos contar una última historia. En septiembre
2015, mi esposo se cayó del techo de la casa, de una altura de 4 metros, fracturándose la
columna y para ser más específicos, se le estalló una vértebra. Los doctores no daban
mucha esperanza ante el panorama. Harían todo lo posible para que él volviera a
caminar, pero todo indicaba que humanamente quedaría parapléjico. A lo largo de días y
meses vimos la poderosa mano de Dios intervenir; enfrentamos una gama generosa de
pruebas, de todos los colores como dice la epístola de Santiago. No hay médico
especialista que conociendo las circunstancias no afirmara con radicalidad absoluta que
mi esposo debía estar muerto. Pero está vivo porque Dios quiso que viviera y que
volviera a caminar.
Y por qué contar esta última historia?. Bueno, habían pasado unos meses de este
accidente cuando se me dio un sueño muy vívido. En el sueño veía a los pastores de
México y les decía que Dios nos había llevado a la iglesia de ellos para eventualmente
poder enfrentar esta prueba de la caída del techo. Mi persona reconocía que si ellos no
nos hubieran enseñado a sufrir por Cristo, no hubiéramos podido sobrellevar esta prueba
y habríamos perdido la fe. En el sueño ellos me abrazaban y me consolaban.
Esta fue de las pruebas de fe más duras que hemos enfrentado. Toda seguridad de la
bondad de Dios se tambaleó. Como Job, no teníamos explicación racional que
respondiera a la pregunta tan natural y humana del por qué Dios permitiría algo así a sus
hijos. Fue durante los meses de recuperación de mi esposo que tristemente también
sufrimos uno de los momentos más duros en la iglesia, cuando ciertas personas
6 Fue en la escritura de I Corintios 14 que vimos bíóblico el regular el culto. Pablo invita a ciertas
normas de orden, de coó mo debíóan administrar la profecíóa y la interpretacioó n de la misma. Sin una
interpretacioó n adecuada, el mensaje dado en lenguas no teníóa sentido, era para beneficio de la
persona.
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cuestionaron con más criticidad que habíamos perdido lo esencial del avivamiento: las
manifestaciones en los cultos.
Aunque sin respuestas, sabíamos que nuestra fortaleza, paz, entendimiento y firmeza
estaban en lo profundo de la palabra de Dios. Habíamos aprendido que no se trataba de
sentir rico, ni de emociones; teníamos claro que podía anclarnos en la Palabra de Dios y
que nuestra esperanza venía de lo alto, de adentro y de su Espíritu Santo.
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Una lectura bíblica de la lectura bíblica
La biblia menciona momentos de lectura pública y es en estos textos que nos vamos a
concentrar, salvo algunas excepciones donde por su contenido el pasaje aporta al tema.
Iniciaremos entonces dedicando unas líneas a Abraham por cuanto Dios le llamó de Ur de
los Caldeos, para ir a Canaán e iniciar una nueva vida; cambiando de la idolatría a una
nueva fe en el único Dios verdadero7, una fe monoteísta y sin imágenes. 8
A este Abraham se le dio la circuncisión como señal del pacto; un pacto que debía
guardar y transmitir a su descendencia. “Dijo además Dios a Abraham: "Tú, pues,
guardarás Mi pacto, tú y tu descendencia después de ti, por sus generaciones…Todo
varón de entre ustedes será circuncidado” (Génesis 17:9-10 NBLH).
Las instrucciones para este pacto son sencillas: sería realizado en los varones, a los 8 días
de nacidos, fuesen estos de la familia, o sirvientes nacidos en casa o adquiridos. Quien
no cumpliera con este pacto sería “cortado de entre el pueblo” (Gen 17:15). Vemos
entonces que a Abraham se le encomienda la tarea de transmitir este pacto. La bendición
de Dios dependía de la obediencia al mandamiento de su palabra.9
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¿Cuánto escribió Moisés? No lo sabemos, pero en respeto a esos pasajes bíblicos
vamos a considerarle como uno de los escritores bíblicos.
Por tanto, reconocemos que hubo una transmisión de tradición oral, que llegó
luego a escribirse durante el cautiverio; y también hubo algo escrito en libros o
tablillas inclusive desde antes del tiempo de Moisés (Breneman, 2009).13
Son estos textos los que se leen de manera pública en ciertos momentos.
En Deut 17 se manda que cuando lleguen a tener rey, este debía escribir para sí una copia
de esta ley en un libro, en presencia de los sacerdotes levitas, "la tendrá consigo y la
leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR su Dios, observando
cuidadosamente todas las palabras de esta ley y estos estatutos,
para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos y no se desvíe del mandamiento”
(vv18-20). La lectura de la ley le ayudaría al rey a guardar su corazón.
13 Mervin Breneman considera que Moiseó s tambieó n tuvo fuentes con las que se alimentoó , como por
ejemplo genealogíóas.
14 En Juan 1:17 se nos dice que la ley fue dada a Moisés y que esa misma gracia fue hecha realidad en
Jesucristo. Para el pueblo hebreo la ley era un regalo de gracia, dada en el monte Sinaí (Wright, 2009).
12
Josafat envía oficiales, levitas y sacerdotes para que instruyan al pueblo en la ley y así se
hizo. “Ellos enseñaron a la gente en Judá, teniendo consigo el Libro de la Ley del
SEÑOR. Recorrieron todas las ciudades de Judá y enseñaron al pueblo”. (2 Cro 17:9
NBLH)
Inmediatamente en el texto se nos narra que el temor del Señor cayó sobre las naciones
vecinas y no les atacaron. Podríamos catalogarles de avivamiento los hechos de Josafat y
su esfuerzo por quitar altares paganos y de instruir al pueblo en la ley de Dios.
Ezequías desea celebrar la pascua y dice que procura hacerlo “como está escrito” (2 Cro
30:5), “conforme a la ley de Moisés” (v16). Aunque en este texto no hay una lectura
pública, sí vemos el esfuerzo por apegarse a lo escrito y de alguna manera entendemos
que hubo un transmitir al pueblo cómo celebrar esta fiesta.
Consideramos relevante de Ezequías recordar que su padre Acaz había cerrado las puertas
del templo y se había dado a la idolatría. En Ezequías vemos una historia de avivamiento
y un volver a Dios.
Jeremías capítulo 3615 narra cómo el profeta dicta una profecía a Baruc; quien lee a oídos
de todo el pueblo el rollo en un día de ayuno, en la casa del Señor. Algunos oficiales
llegan a escuchar de esta lectura pública y sienten temor (v.16). Esto se le hace saber al
rey Joacim, hijo de Josías, quien manda a traer el rollo. Conforme el texto es leído, el
rey Joacim lo va cortando y echando al fuego.
El pasaje dice que “ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras
tuvieron temor ni rasgaron sus vestiduras. Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron
15 Si seguimos el orden del canon de nuestras biblias deberíóamos continuar con el material de
Esdras, Salmos y luego los profetas, entre ellos Jeremíóas. Sin embargo, se ha preferido el orden
histoó rico de los acontecimientos para este trabajo.
13
al rey que no quemara el rollo, él no les hizo caso” (Jer 36:24-25 NBLH). Dios dice a
Jeremías que vuelva a escribir la profecía en otro rollo y reafirma el juicio que vendría;
que serían destruidos a manos de los babilonios.
En este caso, de los oyentes a esta lectura pública de un texto profético, hubo algunos
oficiales que sí tuvieron temor de la palabra del Señor pero no hicieron algo al respecto;
no se arrepintieron ni cambiaron de conducta. El segundo grupo compuesto por el rey y
otros oficiales ni tuvieron temor ni creyeron lo dicho por el profeta.
Tomemos nota que habían pasado tan sólo 5 años y tres meses desde la muerte de Josías.
Qué pronto se puede perder la vivencia de un avivamiento. Seis años más tarde se
cumpliría el juicio anunciado, los babilonios entraron a Jerusalén en el año 11 del Joacim.
Líderes y levitas leen y explican la ley al pueblo (vv7-8). El pueblo llora, pero más bien
se les invita a celebrar teniendo gozo y haciendo fiesta. Al segundo día leen sobre la
fiesta de los tabernáculos y deciden celebrarla (v13). Nótese la relación entre lectura e
interpretación literal. “Esdras leyó del Libro de la Ley de Dios cada día, desde el primer
día hasta el último día. Celebraron la fiesta siete días, y al octavo día hubo una asamblea
solemne según lo establecido” (Nehemías 8:18 NBLH).
El día 24 de ese mismo mes convocaron ayuno. El texto dice que “puestos de pie … una
cuarta parte del día estuvieron leyendo en el Libro de la Ley del SEÑOR su Dios, y otra
cuarta parte, estuvieron confesando y adorando al SEÑOR su Dios. (Nehemías 9:3
NBLH). Aquí vemos la relación entre lectura y arrepentimiento. Dos veces se
menciona en el texto que han sido instruidos y amonestados “por su Espíritu” (Neh 9:20
y v.30).
14
que el pueblo requiere un liderazgo firme y presente para mantener su fe y fidelidad, no
solo haber leído la Escritura.
El Sal 1 afirma que es bienaventurado quien que no comulgue con el pecado y quien
medite continuamente en la instrucción de Dios. Será una persona fructífera y “en todo
lo que hace, prospera” (v3). Notemos aquí que no es sólo un asunto de lectura de la
Escritura, sino de meditar en ella; lo que implica reflexión en aquel mensaje.
Literalmente, la palabra hebrea ( הגהmeditar) significa: “comunión, reflexionar,
pensamiento, contemplación; por implicación hablar, lamento, repetir aquello” (Strong,
2002) 17.
Al inicio del evangelio de Lucas se relata el canto de María, quien a su vez está citando
el canto de Ana y Zacarías celebra con varias escrituras el nacimiento de Juan el Bautista
(Luc 2). Estos episodios de alabanza reflejan, tanto de María como de Zacarías, que
tenían memorizadas escrituras. Reflexionemos en que para memorizar es necesario
familiarizarnos con el texto, escucharlo y repetirlo.
De Jesús se nos dice que regresa de un tiempo en el desierto donde ha sido tentado y
viene “en el poder del Espíritu” (Luc 4:14) y que “enseñaba en sus sinagogas”(v.15). En
v.16 dice que llegó a Nazaret y “según su costumbre, entró en la sinagoga el día de
reposo y se levantó a leer” (v.16).
El texto que le dieron a leer era el pasaje de Isaías 61:1-2b y Jesús afirmó que esa
escritura se estaba cumpliendo frente a ellos. Esta interpretación del texto que él realizó
se presta para llegar a una discusión donde el maestro confronta la falta de fe real en él.
Les reclama a los líderes que no aceptarían su testimonio y les recuerda que un Elías fue
enviado a una viuda extrajera y Eliseo a quien Dios usa para sanar a Naamán el sirio.
Notemos que Jesús cita pasajes que reflejan el favor de Dios para con extranjeros.
Esto enfureció a los presentes y “echaron a Jesús fuera de la ciudad, y lo llevaron hasta la
cumbre del monte … para tirar a Jesús desde allí. Pero él, pasando por en medio de ellos,
se fue”(vv29-30). En este caso la lectura e interpretación del pasaje terminó, no en
avivamiento o arrepentimiento, sino en rechazo explícito de la persona de Jesucristo.
En el Sermón del Monte (Mat 5, 6 y 7) Jesús muestra su señorío y autoridad al citar las
palabras de Moisés y añadir “más yo os digo”, dando así una interpretación propia más
amplia y profunda del texto.
En otro pasaje, Jesús reclama a los líderes religiosos: “nunca leyeron en la Escrituras: la
piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido” (Mat
21:42); ante la pregunta sobre la resurrección dice a los saduceos: “están equivocados por
no comprender las escrituras ni el poder de Dios” (Mat 22:29). Veamos la relación entre
comprender la escritura y comprender el poder de Dios, quien todo lo puede.
15
Jesús insistió varias veces en que las Escrituras debían cumplirse (Mat 26:56). En el
camino a Emaús “comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les
explicó lo referente a El en todas las Escrituras” (Luc_24:27) y “les abrió la mente para
que comprendieran las Escrituras” (v45). Deducimos de este texto que Jesús citó de
memoria estos textos, los hiló para darles su correcta interpretación y transmitió a estos
discípulos el sentido actual de las profecías.
Ante el entusiasmo del pueblo, los religiosos “se llenaron de celos”(v45) e incitan a una
persecución contra Pablo y Bernabé, quienes se sacuden el polvo de sus pies y deciden
volverse a los gentiles. De este evento de lectura y predicación notemos que unos
aceptan el mensaje y otros no.
En 1 Co 14:26 dice “¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando se reúnan, cada cual
aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para
edificación”. Compartir un salmo implicaría conocerlo de memoria. En 1 Co 15 Pablo
menciona 2 veces que el mensaje que les predicó fue “según las Escrituras” (v3 y 4).
En 1Tim 4:13, Pablo encomienda a Timoteo: “Entretanto que llego, ocúpate en la lectura
(de las Escrituras), la exhortación y la enseñanza”. Sabemos que se trata de la lectura
pública de la escritura.
En Apoc 1:3 afirma que es “bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la
profecía y guardan” lo que está escrito en ella. Nuevamente, se trata de una lectura
pública en la cual los oyentes debían guardar y retener lo escuchado. Nos atrevemos a
16
decir, aún sin mucho estudio estadístico, que Apocalipsis es un libro poco leído por la
Iglesia. Tal vez deberíamos hacer más esfuerzo en recordarle a los creyentes que hay
bendición para quienes lo leen.
17
Una lectura histórica de la lectura bíblica
“El primer modelo de iglesia, que Mead designa como el Paradigma Apostólico, abarca
los tres primeros siglos de testimonio cristiano, y se distingue por su particular
comprensión de la misión cristiana” (Deiros, 2018, p.38). En este periodo todos los
creyentes participan activamente al “proclamar el evangelio, … echaban demonios,
(hacían) sanidades,… el contexto de la misión es el mundo, … todos los creyentes eran
protagonistas, no sólo los líderes. Iban con Espíritu Santo” (Deiros, 2018, p.39).
Las implicaciones de ese paradigma son básicamente confundir la extensión del imperio
o función política con el extendimiento del Reino de Dios. Así, erróneamente se pensaba
que la fuerza para conquistar y dominar territorios era la forma en que se extendía el
cristianismo. El papado era la autoridad designada por Dios para liderar dicha misión.
En el proceso, los creyentes perdieron su sentido de misión y sólo ‘unos cuantos
escogidos son los que participan del llamado’.
Se era cristiano porque se nacía en un estado llamado cristiano. “Ya no era necesario
para los cristianos ir al mundo” (Deiros, 2018, p.43) porque éste ya era ‘cristiano’.
Además, “en el otro extremo del espectro estaba el laicado, la masa de personas iletradas
en las complicaciones de los ritos y misterios religiosos”.
18
El clero era ahora quien realiza la misión y el laicado paga por el servicio de sacerdocio.
“El territorio no cristiano es el lugar de la acción misionera. Los ‘ministerios’ existen
dentro de la Cristiandad; las ‘misiones’ existen fuera de la Cristiandad” (Deiros, 2018,
p.45).
Actualmente estamos aún saliendo del paradigma de cristiandad y entrando a una nueva
forma de pensar. Un nuevo paradigma apostólico se está concretando y se caracteriza por
un despertar en los creyentes de su papel activo en la misión de Dios. Las barreras
denominacionales están cayendo, hay un “redescubrimiento de los dones y ministerios de
la Iglesia se están re-ordenando conforme las pautas del NT. Hay equipos pastorales,
diaconía (servicio), enseñanza (discipulado), predicación de la palabra (evangelismo y
misiones), alabanza, oración, adoración, mayordomína y koinonía” (Deiros, 2018, p.55).
Ese mover tiene características como las lenguas, sanidades, poder para testificar y
profecía, entre otros. La intensidad del mover fue mermando con los siglos y luego
vuelve a retomar poco a poco su fuerza. Históricamente, tenemos un periodo de gran
sequía (400-1650dC) en la que se dio la imposición del latín y la alegorización
generalizada de cualquier pasaje bíblico que tuviera que ver con esos dones. Sin
embargo, aún en este período de sequía, hay esporádicamente eventos aislados de
experiencias sobrenaturales. Será con la reforma que volvemos a tener brotes más
intensos del mover del Espíritu, y en algunos grupos con más equilibrio que en otros
(Deiros y Mraida,1994).
19
Paradigma apostólico
Michael Green (1998)21 analiza el tema del evangelismo que los primeros discípulos
desarrollaron en el poder y con la ayuda del Espíritu Santo. Aunque nuestro tema no es
propiamente el evangelismo, sí es notorio que los primeros creyentes usan el texto bíblico
para predicar. 22
La iglesia compartía las buenas nuevas de que el mesías había llegado. El mensaje tenía
el mismo contenido para judíos y gentiles, pero era adaptado para ambos grupos. Con los
judíos, partían del hecho de que conocían las escrituras y los discursos presentaban a
Jesús como el cumplimiento de la Escritura. En cambio, para los gentiles habían un
énfasis en salir de la idolatría y enfocarse en Jesús como único Señor.
20
La Septuaginta era el texto que usaban con los gentiles, con quienes hubo un arduo
trabajo para inculcar una verdadera conversión. En la religión romana, no era necesario
creer de corazón en los dioses, pero sí cumplir con los ritos, a fin de obtener la paz con la
deidad y que todo funcionara bien en el orden social y político. No participar de los ritos
romanos era ateísmo y ser un mal ciudadano (Green, 1998).
Los nuevos creyentes debían aprender a vivir sin idolatría y a experimentar una verdadera
conversión interna de corazón. El participar de la vida pública ya no era una opción para
ellos, por cuanto los cargos públicos requerían de participar en los cultos rituales. El
bautismo (el cual reemplazaba a la circuncisión) era la evidencia inicial de esa legítima
experiencia. La vida en el Espíritu Santo, marcada por el fruto y la santidad, testificaba
de la experiencia interna (Green, 1998).
Green (1998) afirma que los evangelistas eran laicos, hombres y mujeres de distintos
estratos sociales, llenos de gozo y gratitud, dispuestos a sufrir y al martirio por su fe.
Muy pronto, la iglesia se convirtió en un pueblo multirracial y multicultural. Eran
creyentes llenos de poder, dinamismo, ejercían sus dones y creían en echar fuera
demonios.
En cuanto a los métodos utilizados, estaban los discursos en las sinagogas y lugares
abiertos, documentos escritos y el testimonio personal, entre otros. Green (1998) resume
que la oración y el uso de la Escritura eran las armas principales de ese evangelismo.
Los creyentes se movieron tanto de forma urbana como provincial, global, personal y
pública. “La hospitalidad y aun la decoración de sus casas, sus conversaciones
ocasionales, en casa o al aire libre, la visitación, la predicación pública, los discursos en
la iglesia y en la sinagoga” (Green, 1998, p.487), ellos se movilizaron en el poder del
Espíritu Santo, con amor, entrega, sentido de responsabilidad y una gran expectativa
escatológica.
En resumen, estos primeros creyentes evangelizaban con la Escritura, lo que nos hace
deducir que la conocían pues debatían y predicaban con el texto bíblico. Además, para
con los gentiles usaron la septuaginta, lo que nos invita a reflexionar en que utilizaron el
texto bíblico en el idioma popular. Una pregunta legítima y relevante hoy día es si la
Reina Valera es un texto entendible al pueblo creyente latinoamericano?
La Didajé o Doctrina de los Doce Apóstoles es un texto antiguo del que podemos
aprender sobre las vivencias de la Iglesia temprana. Qué tan temprana fue su escritura,
no lo sabemos, pero en sus 16 capítulos se documenta de la doctrina transmitida, y de las
prácticas celebradas como el bautismo y los ágapes (González, 2002)23.
23 González, J. L. (2002). Historia del pensamiento cristiano. Desde los orígenes hasta el Concilio de
Calcedonia. Tomo 1. Nashville, Estados Unidos: Editorial Caribe.
21
Nos interesa comentar sobre los capítulos once al trece donde se habla de los falsos
profetas.
Pensamos que esta advertencia es relevante hoy porque aunque no se refiere a la lectura
de la Escritura, sí nos advierte que ellos también lidiaban con el problema de falsos
profetas. Actualmente los creyentes requieren ser enseñados en el discernimiento. Hoy
día el pedir dinero y hacer negocio del evangelio es todo un tema.
Paradigma de cristiandad
Los monasterios.
Harold Segura (2010) 24 también comparte aspectos de la espiritualidad vivida por los
padres del desierto egipcio, quienes con sus ayunos y tiempos de soledad se convirtieron
en fuente de profunda sabiduría.
24 Segura, H. (2010). Más allá de la utopía. Liderazgo de servicio y espiritualidad cristiana. 3era ed.
Florida: Ediciones Kairós.
22
Ellos, en su búsqueda de santidad, “lucharon contra sus pasiones y vivieron en
permanente alerta contra la ira, el orgullo, la concupiscencia y la impaciencia…
Escogieron la soledad, el silencio y la oración” (Segura, 2010, p.98-99). Estas prácticas
(de soledad, silencio y oración) fue lo que les caracterizó. Estos monjes para guardarse
del orgullo, no tenían libros, por ejemplo. Tenían una teología sencilla y valoraban la
memorización. Para ellos los libros eran tentación para el orgullo; y por esto
memorizaban largas porciones de la Escritura.
David Boach (1991) 25 reconoce que los monasterios, aún con su vida de aislamiento, se
preservaron como centros de erudición, de educación y para abstenerse de la función
política del papado. La preservación y reproducción de manuscritos era una tarea noble y
de mucho cuidado. Citando a Dawson, Boach considera que:
Ya hemos mencionado cómo Deiros (2018) ve la imposición del latín como una
característica importante de esta etapa de sequía; con lo que se refuerza la diferencia entre
laicado y clero. El pueblo no escuchaba la palabra de Dios en su propio idioma; se les
consideraba cristianizados porque habían nacido bajo la sombra de un estado político de
nombre cristiano.
De este modo, tenemos dos extremos en cuanto a la lectura bíblica: un laicado que no es
instruido en las escrituras y un clero que produce teólogos, discusiones, filosofía
cristianizada y concilios. Estos escritores están produciendo material y pensamiento a
partir de su propia lectura bíblica y en un paradigma de cristiandad.
Justo González (2002) 26, resume mucho de esta época, desde el tiempo de San Agustín
(354-430dC) hasta inicios del tiempo de la Reforma. González va llevando la historia en
23
paralelo: la iglesia de occidente y la de oriente; sus inquietudes, principales teólogos, el
reto de enfrentar herejías, cómo van moldeando el pensamiento teológico, las
discusiones, enfrentamientos y los cismas que viven.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) será relevante por la relación que concretó entre la
filosofía y la teología. Este teólogo y monje sistematizó la teología en las doctrinas
fundamentales tales como las conocemos hoy día (González, 2002).
Bullón (2009) considera que el legado de Lutero se puede apreciar bastante en el plano
educativo, pues este reformador se interesó mucho en que las personas llegaran a leer y
comprender la Biblia por sí mismas. “Para Lutero, nadie podía ser excluido de una
buena educación, ni los plebeyos, ni los pobres, ni las mujeres” (p.116). Su esfuerzo
llegó al punto de pronunciarse a favor del derecho del estado para obligar a que los niños
y niñas fueran enviados a las escuelas28.
24
Podemos afirmar que el sueño de Lutero se ha cumplido en parte: hoy día los creyentes
en su generalidad saben leer y escribir y tienen varias traducciones del texto bíblico en
sus propios idiomas. La pregunta para reflexionar es si tomamos el tiempo adecuado
para leerlas.
Sin embargo, en poco tiempo todo intento protestante de traer literatura cristiana o de
cualquier forma de misión fue abruptamente aplastado por la corona española, la cual aún
estaba con el impulso de reconquistar sus tierras de manos de los musulmanes. El
catolicismo, más que una expresión del papado de Roma, fue la bandera de los reyes
españoles para establecer su identidad nacional en el territorio recién apropiado (Deiros,
2013).
Para Deiros es importante acotar que la conquista y la reforma son eventos históricos
simultáneos:
29 Deiros, P. (2013). Historia del cristianismo. El testimonio católico romano en América Latina.
Tomo 5. Buenos Aires, Argentina: Ediciones del Centro.
25
empieza a dar los procesos de independencia política con respeto a España en las
distintas zonas de América, y que el liberalismo económico se fue fortaleciendo, es que
las misiones protestantes retomarán su sentido de misión.
Entre las órdenes religiosas católicas que vinieron al continente, se destacan la obra de
los jesuitas. En opinión de Deiros, “al considerar la labor misionera de los jesuitas es
posible tener una visión diferente de la evangelización española de las Américas” (tomo
5, p.105).
Es por ahí del 1540 que los jesuitas se constituyen como orden religiosa. Ya para el 1549
están haciendo misiones en Brasil. Poco a poco van llegando a los demás países
latinoamericanos y solidarizándose con indígenas y esclavos negros. Estos religiosos se
avocaron a estudiar los idiomas nativos.
Los jesuitas no sólo se solidarizaron con los nativos buscando su bien y respetando su
autonomía, sino que buscaron también el asentamiento de algunos grupos que no tenían
tierra propia. Además, les enseñaron a los indígenas artes y oficios.
Deiros lamenta cómo “las consecuencias de tal estrategia misionera pronto se hicieron
evidentes de manera trágica. Por sus intrigas políticas en Europa y América, se les ordenó
a los jesuitas que abandonaran el continente latinoamericano en 1768” (tomo 5, p.107).
Pero, ¿por qué hacemos mención de este fenómeno en nuestra investigación?. Porque
Deiros afirma que, en medio de esta faceta no sana del denominacionalismo, al menos se
26
prestó para transmitir doctrina y sentido bíblico. Los creyentes eran instruidos y
afirmados en su fe.
Hoy día, conforme esas barreras denominacionales han caído (¡y damos gloria a Dios por
ello!), lo cierto es que también se ha generado:
A esto, hemos de considerar que tenemos una América Latina católica en su mayoría,
pero no cristianizada. Deiros cita un extracto de CELA I del año1949:
El autor, aunque ha destacado los aciertos del catolicismo romano en la zona y aspectos
positivos como un Concilio Vaticano II; también reconoce que “la Iglesia Romana se
ajustó superficialmente a las religiones pre-cristianas. No hubo una verdadera conversión
al cristianismo, sino una imposición de la cultura cristiana sobre el paganismo autóctono”
(tomo 6, p.328). Deiros comenta que el fracaso de evangelización en América Latina fue
aún mayor entre indígenas por el desconocimiento de sus culturas (2013, tomo 6).
31 Deiros, P. (2013). Historia del cristianismo. El testimonio protestate en América Latina. Tomo 6.
Buenos Aires, Argentina: Ediciones del Centro.
27
Nuevo paradigma apostólico / lluvia tardía
El pentecostalismo
Topeka Kansas, Azusa 312, Chile, Brasil y México son tan sólo algunos de los lugares
que podemos mencionar donde el pentecostalismo se ha evidenciado más. Según los
autores, hay varias “olas” en el mover de esta “lluvia tardía”, siendo la última en los años
80s y caracterizándose por usar a menudo medios de comunicación masiva como la
televisión e internet; un énfasis en la alabanza y la música, desarrollando un evangelismo
de poder, creyendo en las sanidades y con cultos muy dinámicos. En general, el
pentecostalismo se ha distinguido por “un énfasis en las lenguas, los dones del Espíritu,
… la escatología y por una interpretación literal de la Biblia” (Derios y Mraida, 1994,
p.50).
Los autores afirman como algo positivo que los pentecostales usan un lenguaje popular y
se conectan con su audiencia, a diferencia de algunas líneas católicas cuyo lenguaje
teológico está ajeno a la persona común. Otro factor positivo es que realmente practican
el concepto del sacerdocio de todos los creyentes: todos pueden orar por otros, todos
pueden ser instrumento de sanidad y poder, todos tiene la oportunidad y el deber de servir
a Dios.
28
tradicionales. Creen en los dones del Espíritu33, en el Bautismo en el Espíritu Santo, en la
lenguas (aunque no creen que este don es generalizado y obligatorio), reconocen la
profecía y valoran mucho la enseñanza de la Palabra, con toda la preparación académica
que esta requiere. En el catolicismo, el papado ha dado apertura y gran apoyo a sus
grupos carismáticos, gozando estos de crecimiento.
Los autores afirman que los grupos protestantes populares usan a menudo medios de
comunicación masiva como la televisión e internet; un énfasis en la alabanza y la música,
desarrollando un evangelismo de poder y creyendo en las sanidades.
33 Christian Schwarz ha desarrollado un excelente material para involucrar a los creyentes a servir
seguó n sus dones y considerando el balance de la espiritualidad, la comunioó n entre los miembros, la
predicacioó n y otras aó reas. En nuestra congregacioó n hemos sido muy bendecidos por este material,
las personas son instruidas en descubrir sus dones y aportar a la misioó n de Dios. Recomendamos sin
lugar a dudas sus libros.
Schwarz, C.A. (2001). Los tres colores del ministerio. Barcelona: Editorial CLIE.
Schwarz, C.A. (1996). Desarrollo natural de la iglesia: ocho características de una iglesia saludable.
Barcelona: Editorial CLIE.
34 En general, podemos afirmar que este crecimiento del satanismo es real, al menos aquíó en Costa
Rica. Inclusive en redes sociales circulan extractos de sus maldiciones sobre el paíós y las iglesias. Es
importante que los creyentes se aperciban de esta realidad y aprendan de la gran importancia de la
oracioó n en todo tiempo. Aquíó tambieó n vemos apremiante la lectura de la Biblia, fue con la escritura
que enfrentoó la tentacioó n.
29
Los autores Derios y Mraida (1994) reconocen que el reto teológico que tenemos por
delante es crecer en la encarnación, en un evangelismo de poder, en el mover del Espíritu
Santo y en la libertad de servir para los creyentes; todo esto viviendo en un balance real
con la Escritura. Las experiencias sobrenaturales, aunque deseables, no pueden tener el
mismo nivel que la autoridad de la Biblia. Toda profecía debe ser verificada y ha de estar
alineada con el texto bíblico. Ellos consideran que la salvación no viene en etapas, es un
solo nacer de nuevo y una constante vivencia y rendición en el Espíritu Santo.
El postmodernismo
Piedra (2003), al igual que Deiros y Mraida (1994), considera que el pentecostalismo ha
crecido y hay una progresiva homogenización del protestantismo. El modelo de las
mega-iglesias se ha hecho popular, generando un modelo de “culto como
entretenimiento”(p.19), donde la música y los delirios de grandeza juegan un papel
importante, dándose un “hedonismo religioso”(p.20). El autor nos invita a una “actitud
crítica”(p.23).
Para Piedra, la iglesia tiene el reto de abrir sus ojos a las grandes necesidades actuales,
como a problemas de drogadicción, sida, pobreza, agresión contra la mujer, entre otros.
Además, enfrentar los retos sociales demanda de nosotros un gran compromiso con la
esperanza que ofrece la Biblia, en el sentido de predicar esta esperanza y hacerla realidad.
Tenemos el compromiso de una “visión teológica latinoamericanista y ecuménica”(p.31).
El autor nos invita a la creatividad y a la imaginación para salir de “viejos extremos y
dogmatismos, y mantener viva la preocupación por articular un mensaje relevante en el
mundo actual” (Piedra, 2003, p. 33).
30
Piedra cataloga también la posmodernidad como una era de autosuficiencia e “idolatría al
ego que vive un mundo ficticio y que opera como una droga alucinante” (p.37) 37. El
autor encuentra mucha afinidad con los postulados de la Nueva Era, donde la humanidad
se diosifica de manera enfermiza.
Bajo este lente, “la religión de apóstoles y profetas, es una rama místico-religiosa que
opera cual injerto en el protestantismo” (p.40), no necesariamente por su contenido
doctrinal; sino por su gran influencia en las personas. Se trata lamentablemente de un
mundo de ‘semidioses y chamanes’ que no aceptan ningún cuestionamiento.
Una posmodernidad también caracterizada por el relativismo donde “no hay verdades
absolutas, sino apreciaciones temporales y locales”(Piedra, 2003, p.47), sin un sentido de
historia o herencia, donde sólo lo inmediato cuenta. Esto tiene implicaciones serias a
nivel doctrinal, porque la pureza de la predicación está relacionada con el sentido de
historia y raíces que tengamos con los padres de la iglesia y con la reforma. En estos
casos, lejos de herencia doctrinal sólida, estamos hablando de modas religiosas como la
risa, los ladridos y la escarcha, entre otros, afirma el autor.
También esta posmodernidad se refleja en una cultura lúdica; lo cual tiene sus ventajas
pues hay una recuperación de las artes y la música. Pero a cierto extremo tiene la
desventaja de convertir los cultos en un show, donde “se borra la línea entre lo profano y
lo sagrado” (p.55) y la gente aprende a ‘demandar entretenimiento’ (Piedra, 2003).
31
El auge de los teléfonos celulares
Reinke condujo un estudio con 8000 encuestas para determinar el impacto del uso de
teléfonos celulares inteligentes; impacto tanto en la conducta como en el pensamiento.
Entre los resultados del estudio se constata que se está perdiendo la lectura de libros en
papel y se acrecienta con rapidez la lectura en los teléfonos. En el caso de los creyentes
encuestados, se constató interés real en aplicaciones de lectura bíblica en sus teléfonos.
Reinke destaca que nuestro reto como creyentes es entender que la biblia no es un libro
para ser leído a prisa o de manera superficial. Hacerlo de esta manera, es ‘mala-lectura
bíblica’. La biblia es la forma en que Dios habla a sus hijos de manera profunda y
relevante a sus vidas. Es ‘revelación’ del amor del Señor y requiere de nosotros tiempo y
concentración. Es lectura para buscar un ‘cambio’, es permitirle al Espíritu Santo que
nos discipule y que cambie en nosotros pensamientos y hábitos. Nuestro reto es buscar
con diligencia ser libres de esa adicción a la distracción.
Una buena lectura bíblica, afirma Reinke, está acompañada de oración, de cuidado, no de
urgencia ni de interrupciones. El reto pastoral que enfrentamos es transmitir a los
creyentes un sentido de quietud, de comunión con Dios, de lectura bíblica acompañada de
38 Reinke, T. (2017). 12 ways your phone is changing you. Wheaton, Illinois, Estados Unidos:
Crossway Books.
39 Internet es sin lugar a dudas el acceso más rápido que todos tenemos a esa realidad de la globalización,
la cual se vive en el comercio internacional, políticas internacionales y demás actividades que evidencian
una cultura global. Esta cultura global no implica que perdamos la esencia de lo local en cada país.
Deiros (2018), Green (1998) y Piedra (2003), entre otros, comentan los retos de la iglesia de Cristo ante
este acelerado fenómeno de globalización.
40 Reinke es periodista de profesión y trabaja en el ministerio Desiring God, de John Piper. Reinke
considera que esta era cibernética no sólo ha cambiado la forma en que nos concentramos durante la
lectura, sino también la manera en que hacemos todas las demás actividades. Nuestros cerebros y la manera
de interactuar socialmente reflejan esa falta de concentración y de ‘tener cuidado’, de ‘manejar los
detalles’. Al estar en varias conversaciones a la vez, constantemente revisando si tenemos nuevos mensajes,
estamos perdiendo la capacidad de hacer vínculo social profundo y real.
32
meditación y de compromiso para cambiar. Sea digital o con biblia de papel, es una
lectura41 que requiere contemplación, haciéndola despacio y sin prisa.
41 Lectura o escucha. Reconocemos que las audio-biblias son parte tambieó n de este fenoó meno
actual. Quedamos con el reto de conocer maó s a profundidad coó mo los creyentes elaboran el
contenido de lo que escuchan y coó mo transforma sus vidas. Todo apunta a que estamos re-viviendo
una transmisioó n oral del texto.
33
Conclusiones
El Señor llamó a Abraham para iniciar esta fe y vivencia en un solo Dios verdadero, sin
imágenes y sin idolatría. La fe del patriarca fue genuina aunque el pueblo no siempre fue
fiel. Con el paso del tiempo, y de manera progresiva, esa revelación de quién es Dios
sería puesta por escrito.
Un Moisés y Josué leyeron la ley al pueblo. Josafat buscó instruir al pueblo en los
mandamientos de Dios. Ezequías procuró celebrar la pascua conforme a lo que estaba
escrito. Josías leyó el libro del pacto al pueblo, igualmente Esdras. Jesús vino a cumplir
las escrituras, no a derogarlas. El abrió los textos para los discípulos en Emaús. Conocía
el texto bíblico, lo vivía, lo explicaba y enseñaba transmitiendo la esencia del corazón del
Padre. Pablo enseñaba también “conforme a las Escrituras” (1 Cor 15:3-4).
Esa transmisión se mantuvo escrita y con lectura pública por la era apostólica de los
primeros tres siglos. Especialmente al inicio de esta era, vemos en la evangelización a
los judíos una predicación que refleja conocimiento del texto bíblico. A los gentiles el
énfasis era para dejar la idolatría y convertirse de corazón al Dios vivo. Los primeros
creyentes usan el texto en el idioma común al pueblo: el griego. La iglesia nace y crece
en medio de un gobierno romano, en el que la cultura es global y local a la vez.
Esta dualidad también se reflejó en la práctica y vivencia de la Biblia; por un lado una
jerarquía papal plagada de vicios, orgullo, avaricia e imposición por la fuerza de una
‘cristiandad’ nominal; y por otro lado, las órdenes religiosas que buscaban huir de esta
institucionalización, buscando la contemplación y la legítima empatía con el prójimo,
haciendo un esfuerzo por cuidar del pobre, del huérfano y el desvalido.
Wicliffe, Huss y Lutero fueron algunos de los reformadores que buscaron con ahínco el
darle al pueblo una biblia en su propio idioma. Así, aunque aún vivían el paradigma de
cristiandad, al menos se da un cambio importante en la transmisión del texto sagrado. En
América Latina, al inicio de la conquista hubo esfuerzo de protestantes por traer la Biblia,
intentos que con prontitud fueron aplastados por la corona española. La conquista
‘cristianizaría’ gran parte del continente, pero estaría muy lejos una evangelización real y
34
profunda. El sincretismo sería la norma y las culturas nativas no fueron realmente
conocidas, amadas ni evangelizadas.
En medio de esta era oscura para América Latina, nos queda como un regalo de bondad
divina los esfuerzos de los jesuitas por transmitir a los grupos indígenas una vivencia real
del evangelio y aportar con textos en idiomas nativos. La expulsión de estos misioneros
del continente en 1768 por parte del papado no debe más que dejarnos la convicción de
vivir un evangelio encarnado para amar a quienes somos enviados.
Hoy día, esas barreras denominacionales están cayendo y vivimos una deliciosa lluvia
tardía del Espíritu Santo; somos empoderados en el uso de nuestros dones; pero también
enfrentamos el desafío de actuar al respecto del analfabetismo bíblico de la Iglesia. La
transmisión del texto bíblico es más relevante que nunca. Conocer las verdades del
evangelio nos ayuda a discernir, por su Espíritu Santo, todo lo demoniaco y también lo vil
de nuestra carne.
35
Bibliografía
González, J. L. (2002). Historia del pensamiento cristiano. Desde los orígenes hasta el
Concilio de Calcedonia. Tomo 1. Nashville, Estados Unidos: Editorial Caribe.
González, J.L. (2002). Historia del pensamiento cristiano. Desde San Agustín hasta la
reforma protestante. Tomo 2. Nashville, Estados Unidos: Editorial Caribe.
González, J.L. (2001). La historia como ventana al futuro. Buenos Aires, Argentina:
Ediciones Kairós.
González, J.L. (2001). La historia también tiene su historia. Buenos Aires, Argentina:
Ediciones Kairós.
36
Green, M. (1998). La evangelización en la iglesia primitiva. Buenos Aires, Argentina:
Ediciones Certeza.
Reinke, T. (2017). 12 ways your phone is changing you. Wheaton, Illinois, Estados
Unidos: Crossway Books.
Schwarz, C.A. (2001). Los tres colores del ministerio. Barcelona: Editorial CLIE.
Wright, C. (2009). La Misión de Dios. Descubriendo el gran mensaje de la Biblia.
Barcelona: Ediciones Certeza Unida.
37