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TEMA 4 NIETZSCHE Y LA TRANSVALORACIÓN DE TODOS LOS

VALORES

1 La filosofía de Nietzsche

-Efecto de su lectura

Sacudida emocional que genera reacciones positivas o negativas porque transmite un


estado de ánimo muy especial (particular en el que hay que ponerse te guste o no): la
contestación (cuestionamiento) radical del presente (del statu quo) que no es otra cosa
más que el planteamiento en toda su fuerza de la pregunta radical por la existencia
(Schopenhauer). En otras palabras, ponerse en una situación de: ¿y esto por qué? No es
una pregunta general como haría Schopenhauer, sino epocal, con el presente.

Esta experiencia de contestación radical tiene su origen en el romanticismo:

1 Partiendo de la experiencia de lo extraño/extranjero/ajeno. Ejemplo de que abandonó


su nacionalidad alemana por la suiza. El mundo que nos rodea verlo como un camino
errante, no hay apego, nomadismo (cuadro de Friedrich). Errando nos ponemos siempre
en lo extraño (recuerdo algo así de Diógenes, el no tener patria).
2 viviendo a partir de ella en una exterioridad absoluta respecto a todas las formas de vida
existentes: conocemos el presente, pero nos ponemos en un punto exterior a él, un punto
que hay que fabricar, pues siempre nos vemos implicados en ese presente.
3 situando y construyendo desde ese no-lugar nuestro punto de vista sobre la época y el
mundo
4 la contestación radical se alcanza si somos capaces de plantear de forma radical a la
pregunta: ¿no podría ser de otro modo? ¿no podría haber sido de otro modo? (el mundo,
la historia, la sociedad). No es una cuestión de práctica, sino mental, concebirlo, no cómo
se pondría en práctica.

Esta contestación radical y ese punto de vista de la exterioridad absoluta supone una
vivencia muy especial de la realidad y la apariencia. El hombre subterráneo o
subcutáneo: la realidad se enmascara continuamente: la realidad no es nunca tal como se
presenta en cada momento (sobre todo la realidad humana). Por ello hay que tener esa
actitud de sospecha en esa posición de contestación radical. Hay que ir más allá buscando
la realidad que se esconde detrás.

-La existencia es un Jano bifronte

1 todo fenómeno es ambivalente: puede adquirir sentidos opuestos, dependiendo de las


fuerzas que se apropian de él (ej: el ascetismo.)

2 esto es porque todo aspecto esconde otro detrás que es su opuesto. Puesto que la mejor
manera de ocultar algo es bajo su opuesto o inversión. Desde el punto de vista del bien y
el mal, todo aspecto positivo oculta una cara negativa, sin la que no podría existir. La
moral se ha encarnado por métodos inmorales (ha sido inculcado a sangre y fuego. Se ha
impuesto algo que se dice bueno con métodos malos, o sea, lo contrario. Este es el aspecto
trágico. El aspecto idealista de la cosa es quedarse solo con lo bueno, un aspecto
demasiado infantil.
3 cuanto más valioso o excepcional sea algo, menos se presenta en su auténtico aspecto,
y más lo hace bajo una máscara. El gusto por la máscara en el griego antiguo. No
presentarse tal como se es crea una distancia, distancia entre el rebaño y la masa. Un
escritor actual habla mucho de sí y un griego no lo haría. El que dice que es así, es una
máscara, en realidad es asao, el que realmente es singular, lo esconde, porque los demás
no van a entenderte y te condenan, te confunden (Foucault, y la idea de la normalización).

2 El nihilismo

2.1 Semiología del nihilismo

Lo que cuento es la historia de los próximos dos siglos. Describo lo que


viene, lo que no puede venir ya de otra manera: la ascensión del nihilismo.
Esta historia ya se puede contar ahora: pues la necesidad misma está aquí
trabajando. Este futuro ya habla en cien signos, este destino se anuncia por
todas partes; para esta música del futuro ya están aguzados todos los oídos.
Toda nuestra cultura europea se mueve desde hace ya tiempo bajo la tortura
de una tensión que crece de decenio en decenio como abocada a una
catástrofe: inquieta, violenta, precipitada: como un río que quiere acabar, que
no reflexiona ya, que tiene miedo de reflexionar sobre sí mismo. (FP IV
11[411]).
1. El nihilismo un estado NORMAL.
Nihilismo: falta la meta; falta la respuesta al “¿por qué?” ¿qué significa
nihilismo? — que los valores supremos se desvalorizan. (FP IV 9[34])

Estallido de la primera guerra mundial: un río que quiere acabar, que busca su propia
destrucción. Lo hace por un desasosiego en el que vive ese hombre europeo, no aguanta
esa tensión y explota en la WWI.

El nihilismo viene porque falta “La meta”, falta la respuesta a la pregunta de por qué
vivir. Falta la respuesta y nos planteamos la pregunta, esto hace que se magnifique la
tensión. Dios era lo que estaba en el centro y al morir no ha habido una meta que lo
sustituya, o, mejor dicho, Dios era el garante de que había una respuesta, ahora esa
garantía no existe, pero, aun así, seguimos haciéndonos la pregunta. Si no sabemos
afrontar el nihilismo pagaremos caro la pérdida de ese Dios.

-Carácter epocal del nihilismo

El nihilismo caracteriza nuestra época histórica. Nadificación de la existencia:


vaciamiento de sentido. Nihilismo significa la nadificación de la existencia, la existencia
se convierte en una nada. Esto quiere decir que se produce un vaciamiento de sentido
porque el sentido y el valor es todo para Nietzsche: el problema para el ser humano es
sufrir para nada, (Schopenhauer decía que era sufrir a secas). Un humano aguanta un
sufrimiento si este tiene sentido, pero en el nihilismo se vacía de sentido la existencia y
ese sufrir se torna en un problema.

Este vaciamiento de sentido significa que la pregunta para qué es una pregunta que
aparece una y otra vez en las actividades humanas (para que estudiar tanto, para que
trabajar tanto…), esta pregunta caracteriza todas las manifestaciones culturales del
hombre y también se caracteriza porque el hombre la evade, le molesta al hombre
contemporáneo. Se buscan sustitutos del concepto de Dios, de la religión, la ciencia, que
esta dé ahora el sentido a la vida, que sea la respuesta al para qué; siempre se busca algo
que dé un sentido a la existencia.

A más se intenta responder la pregunta, más difícil es responderla; como no se puede


responder la pregunta, si se intenta responder, con más necesidad e insistencia se intentará
responder, pero como no se puede responder… círculo vicioso.

Uno puede evadir la pregunta, taparla. El hombre contemporáneo se caracteriza por


los métodos de evasión (en el arte sucede mucho). ¿Qué métodos hay para taparla? Usar
respuestas fáciles como el nacionalismo, el pesimismo, el positivismo, el antisemitismo...
Otra forma es el uso de la política, la hiperexpresividad y el brutalismo del arte que lleva
a la hiperexcitación y el aturdimiento. También se puede evadir con el embotamiento y
la narcosis, esto es, las religiones, las metafísicas idealistas, el alcohol.

Tapar la pregunta no sirve de nada, el círculo vicioso en el que está atrapada esta
pregunta del nihilismo ahonda poco a poco el vacío existencia del hombre moderno. Esta
pregunta condiciona todos los comportamientos del hombre contemporáneo.

Hay que hacer una filosofía semiótica: el filósofo es un médico de la cultura. La


filosofía es un estudio atento de los signos (de los síntomas). Cualquier fenómeno hay
que estudiarla como un síntoma del nihilismo. Puedes estudiar una epistemología en sí,
pero luego, habrá que relacionarla como síntoma del nihilismo: ¿por qué hace esa
epistemología esa persona? Si esa epistemología pretende sustituir a Dios, no hemos
avanzado. O sea, esta filosofía semiótica estudia los fenómenos como síntomas del
nihilismo buscando sus causas.

-Causas inmediatas. La causa inmediata del nihilismo es que falta la respuesta al para
qué porque se han desvalorizado los valores supremos (Dios ha muerto). La pregunta
tenía una respuesta (o, mejor dicho, Dios es el garante de que la tenga) y ya no la tiene.
El nihilismo se puede dar como desorientación o desesperación. El primero dice que los
valores supremos daban sentido a la existencia, si se desvaloran esos valores supremos,
la existencia pierde sentido; como desesperación, como no encuentra el sentido busca su
propia destrucción, como no tengo respuesta al para qué se crea una tensión que me lleva
a la desesperación. Ya nada tiene valor, el sentido ha caído y la garantía de él también.

Si nada importa, no importa que nada importe, luego, la fuerza reside en la


desesperación más que en la desorientación. La necesidad de responder la pregunta no se
va, pero las respuestas sí (ya nada puede tener ese sentido absoluto) y esto lleva a la
desesperación.

(parte en la que hablaba de que los griegos pre Sócrates tenían valores relativos: creían
en sus dioses, pero con escepticismo).
2.2 Patología del nihilismo

El nihilismo como enfermedad. Nietzsche ve que es una enfermedad mental, pero de


carácter histórica. Por lo que hay que hacer un análisis de las causas de fondo (no
inmediatas) y de los mecanismos y procesos, esto es, cuál es la lógica mental del nihilista.

Es una enfermedad psicosomática, hay factores mentales que se manifiestan en el


cuerpo: el nihilismo es la lógica de la decadencia, o sea, es una manera de funcionamiento
de la psique que busca esa respuesta absoluta. También es endógena, es algo que le ocurre
a la tradición occidental, no hay que buscarla de fuera, sino que son factores internos a
occidente, los valores supremos que han caído son esos factores, no es que haya venido
algo de fuera y los hayan tirado, es el factor en sí. Este nihilismo es hereditario, ya venía
desde la tradición platónico-cristiana, ahí estaba latente y ahora se ha manifestado. Lo
que hizo fue taparlo, hasta que explotó. Ya en esta tradición había una negación de la
existencia muy fuerte. Ambas tradiciones nacen en momentos de crisis de valores y
surgieron como esa respuesta. El análisis y respuesta que dieron a ese vacío existencial
(caída del imperio romano) no soluciona el vacío, lo tapan con un sentido absoluto de la
existencia. No fueron respuestas al problema, sino que fueron formas de evadirse, de no
mirar el problema cara a cara.

Se puede ver que la traición platónico-cristiana es nihilista porque tiene una esencia
negativa de los valores supremos: consisten en la negación de la vida terrenal (si la vida
terrenal es cambiante, el mundo no terrenal es fijo…). Hay un desequilibrio del centro
de gravedad de la existencia porque el centro de la existencia, la vida terrenal se desplaza
a un más allá, tengo que estar en todo momento como si perdiese el equilibrio de la psique
humana. No vive la vida terrenal como lo es, sino como medio a una vida en el más allá:
uno no hace lo que hace por lo que hace, sino por conseguir el más allá. En el imperio
romano el fin ultimo era terrenal, aportar a la construcción del imperio, a legarlo, luego
te mueres y ya está, el cristianismo dice que no, yo quiero salvarme yo, que le den a Roma.
Entonces hay una nadificación, nada vale en esta vida si no está dirigida al más allá. Sino
es pura soberbia, es puro pecado.

Nietzsche analiza el cristianismo en sus efectos, en los hechos, en lo que fue, en lo


que se dio, no en lo que debería ser o cómo debería ser interpretado.

3 Formas históricas de nihilismo latente

3.1 El pensamiento metafísico

Las formas históricas en las que se da el nihilismo o cómo se va ocultando y saliendo.

Caracteriza la metafísica como una forma de pensamiento, es una forma de pensar e


interpretar el mundo, y lo es de manera nihilista. Hay que ir a los inicios de la metafísica,
a Platón para descubrir ese nihilismo latente.

Platón funda la hipóstasis (RAE: consideración de lo abstracto o irreal como algo


real) de postular otro tipo de existencia suprasensible (dualismo existencial), que más allá
de este mundo hay otro, este es el mundo aparente y el otro el verdadero. Esta antítesis la
recoge el cristianismo. Es una antítesis lógica, se construye por contrarios.
En el propio mundo aparente hay antítesis, lo que hace el pensamiento metafísico es
separar la antítesis, quedarse con el elemento que le guste y marcar un contrario a ese.
MUNDO APARENTE MUNDO VERDADERO
el devenir o caos
físico – de los sentidos / mental espiritual – más allá de los sentidos
cambio / permanencia inmutabilidad
nacimiento y muerte / permanencia eternidad
pluralidad / unidad simplicidad
conflicto / paz armonía (ausencia total de conflicto)
impulso-inconciente-instinto / consciente-control control-conciencia-reflexividad
incertidumbre (azar) – impredecible / predecible - regular certeza – totalmente predecible

Nuestra forma de interpretar el mundo a causa del pensamiento metafísico marca esa
forma de interpretación.

4 La moral

Nuestra forma de ver el mundo esta hecha por perspectivas. Estas interpretaciones se
crean por valoraciones. El pensamiento metafísico es la interpretación moral del mundo.

Se basa en valores determinados y concretos, los platónicos-cristianos. Uno puede


entender que son los únicos valores, pero no. Los valores funcionan de manera antitética,
pero no tienen por que funcionar así. El pensamiento depende la moral y el pensamiento
metafísico es la interpretación del mundo. Vemos moralmente el mundo, incluso el
pensamiento científico: si la moral es nihilista, tenemos una visión nihilista del mundo.

El creador de la moral es Sócrates según Nietzsche. La moral occidental es nihilista


porque se basa en hacer antítesis y creando un mundo aparente y otro verdadero, dándole
el máximo valor a ese mundo verdadero y el menor valor al otro. Lo hace despreciando y
desvalorizando el placer, la felicidad ligada al mundo y al cuerpo físico, al ponerla en
contraposición a otro tipo de felicidad opuesta, la que se basa en separarse del mundo
físico y del cuerpo.

PLACER – MUNDO APARENTE - MAL FELICIDAD = BIEN EN SÍ – MUNDO VERDADERO


mezclado con el dolor pura, sin mezcla de dolor
ligado a los sentidos ajena a los sentidos: el espíritu, el pensamiento
Cambiante inmutable
Perecedero permanente
condicionado por las circunstancias incondicionada = absoluta

Esta asignación tiene que ver con el placer y la felicidad. Para Platón hay una
diferencia, hay felicidad más allá del placer. El problema es que el placer está mezclado
con el dolor: a mayor placer mayor dolor. Platón dice que hay una felicidad pura, una que
no esté en absoluto mezclado con el dolor. El placer se liga al dolor porque está ligado a
los sentidos. Por tanto, las realidades felices tiene que estar desligado de lo sensorial.

Los valores no son contrarios complementarios, son antítesis puras: Mal radical y
Bien radical, en Heráclito esto no ocurría porque los contrarios eran la cara de una misma
moneda. Esta forma de funcionar los valores antitéticamente de Platón no tiene por qué
ser así.

Convencer a los hombres de que habrá una felicidad pura post mortem es según
Nietzsche la quintaesencia de la sofistica de Platón (paradójicamente). O sea, Platón
quiere transmitir la idea de un bien en sí, incondicionado. Esto lo hace a costa de definir
el bien de manera puramente negativa: algo es bien en sí si contribuye a la liberación del
dolor. El griego antiguo era al revés, conseguir el placer sin importar el dolor: las
consecuencias negativas no siempre se metían en el cálculo; si una acción me ponía a tiro
la areté la excelencia, a pesar del dolor que me pudiera acarrear, ejecutarían esa acción.

Dicho en pocas palabras, se atiende primero a lo negativo, reducir el dolor, que a lo


positivo tras esta posición de Platón.

Entonces, esta vida de felicidad incondicionada es imposible en la vida terrenal,


como diría, Schopenhauer: el dolor no se puede eliminar, si se quita de un lado, sale de
otro. Nietzsche entiende que el criterio se debe cambiar por esa imposibilidad de eliminar
el dolor. (cristianismo: para llegar a esa felicidad incondicionada, tienes que pasar por el
mayor dolor “la cruz”, luego, en cierta medida no es rehusar el dolor, porque la idea
principal es llegar a esa felicidad incondicionada).

Lo importante de esto es que el bien en sí es el criterio último por el que se valoran


el resto de valores humanos: la valentía solo tendrá sentido en la medida en que contribuya
a reducir el dolor, a liberarse de él. Así pues, la primera transvalorización la lleva el
cristianismo cuando hace que todos los valores se sometan a otro criterio, a uno absoluto.

Cuando Nietzsche dice que se ha generado una tensión es porque seguimos


manteniendo el valor base “el bien en sí” y al caer el garante de este valor “Dios” se crea
ese nihilismo como desesperación. Por eso la solución es eliminar ese valor base.
Seguimos pensando que un valor absoluto es aquel que reduzca el dolor y eso es imposible
en esta vida, pensamos que la ciencia ciencea para reducir el dolor, y eso no es así, lo
hace por el afán de conocimiento.

4.1 La moral de esclavos y de señores

-Moral de esclavos y de fuertes

Nietzsche critica la moral según el criterio del pensamiento trágico (que intenta
recuperar del griego antiguo). ¿Qué tipo de hombre es el que entiende como valor
supremo la liberación del sufrimiento? Es un tipo de hombre débil que aguanta poco el
sufrimiento y lo único que busca es eliminarlo. Es una debilidad psíquica o de voluntad,
no física. Es una moral de débiles porque no reconoce que el sufrimiento es un ingrediente
tan inevitable de la existencia como su contrario. La moral platónico-cristiana es una
moral de débiles, esclavos o de rebaño. Este es el pensamiento trágico, y el débil no lo
puede soportar: quiere lo bueno, pero no lo malo, y esto no puede ser. ¡Hay que arriesgar
como un griego antiguo! Diría Nietzsche.

Es una moral de rebaño en el sentido de que este débil que no asume lo trágico se
somete a alguna autoridad que le proporcione un sentido absoluto y unos valores
absolutos que se haga juez absoluto: Dios. El débil no es capaz de dirigir su vida; como
una persona autónoma va a llegar a ese valor absoluto, es muy difícil, se ve impotente y
busca ese paraguas. Si establece un juez como absoluto es destruir la vida porque …

Solo un dios omnipotente y omnisciente puede garantizar la consecución de ese fin,


si se va ese dios, el ideal queda, y le ponemos de garante otra cosa, o sea, no quitamos ese
valor absoluto, volvemos al nihilismo como desesperación.

La necesidad gregaria del ser humano hace fácil la creación de esas ideas de valores
absolutos. Si somos gregarios, seamos rebaño; no obstante, el ser humano tiende a dar
valor a lo extraño, o sea, lo que no es rebaño, esto resulta porque el ser humano es una
suerte de valores encontrados. (ejemplo de que sea el mejor adaptado, no quiere decir que
esté perfectamente adaptado). Todo esto sale del darwinismo.

4.2 Epistemología metafísica y la ciencia

La creencia metafísica fundamental según Nietzsche es la creencia en la verdad


absoluta. Habla de creencia en el sentido de fe, de convicción ciega. La fe y la verdad
absoluta es la fe de en esa liberación del dolor total. Nietzsche decía que la verdad no
tiene por qué dar felicidad, la “verdad duele”. A la vida humana le favorece también el
autoengaño, no solo la verdad. Habrá verdades beneficiosas y otras no, es simplista decir
que la verdad por sí aportará felicidad.

El valor absoluto de la verdad se adjudica al concepto de verdad absoluta, esta


consiste en ser inmutable o necesario (una vez se consiga, no cambiará.); también es la
pretensión de ser valida para todos los sujetos; otra es la pretensión de exclusividad, “es
la única verdad”, esta tercera es la parte que le llama más la atención a Nietzsche. O sea,
no existe la posibilidad de otra perspectiva, reduce lo real a un punto de vista concreto,
cuando hay más. No es razonable según Nietzsche pensar que una perspectiva es una
verdad absoluta.

«Ciencia» como prejuicio. — Lo mismo pasa con esa creencia con la que
ahora se dan por satisfechos tantos investigadores materialistas de la
naturaleza, la creencia en un mundo que ha de tener su equivalente y su
medida en conceptos humanos de valor, la creencia en un «mundo de la
verdad» al que se podría acceder de manera definitiva con nuestra cuadrada
y pequeña razón humana — ¿qué? ¿queremos realmente degradar de ese
modo la existencia a un ejercicio de siervos del cálculo y a estar encerrados
en un gabinete para matemáticos? Sobre todo no se la debe querer despojar
de su carácter multívoco: ¡lo exige el buen gusto, señores míos, el gusto del
respeto por todo lo que va más allá de — vuestro horizonte! Que sólo sea
legitima una interpretación del mundo en la que vosotros tenéis legitimidad,
en la que puede investigarse y continuar trabajando de modo científico en
vuestro sentido (¿queréis decir en realidad de modo mecanicista?)—, un
sentido que admite contar, calcular, pesar ver y tocar y nada más, es una
grosería y una ingenuidad, suponiendo que no sea una enfermedad del
espíritu, un idiotismo. ¿No sería a la inversa muy verosímil que se deje
aprehender en primer lugar precisamente lo más superficial y exterior de la
existencia lo que tiene de más aparente, su piel y lo que se vuelve sensible?
Una interpretación del mundo «científica», tal como vosotros la entendéis,
podría por consiguiente, ser sin embargo una de las más tontas, es decir,
más pobres de sentido, de todas las posibles interpretaciones del mundo:
esto dicho al oído y a la conciencia de los señores mecanicistas, a los que les
place hoy moverse entre los filósofos y que creen sin reparos que la mecánica
es la doctrina de las leyes primeras y últimas sobre las cuales como base
tendría que edificarse toda existencia. ¡Pero un mundo esencialmente
mecánico sería un mundo esencialmente carente de sentido! Si se pudiese
medir el valor de una composición musical por lo que puede ser medido,
calculado y traducido en fórmulas, ¡qué absurda sería una medición tan
‘científica’ de la música! ¿Qué conseguiríamos captar, entendido o conocido
de ella? ¡Nada, justamente nada de todo lo que en ella es ‘música’! (La gaya
ciencia, §373).

El sonido se puede expresar en físicamente como ecuaciones porque el sonido es una


onda, pero eso no diría nada sobre la música. Esa descripción sería verdadera, pero
superficial (no absoluta), un crítico con términos subjetivos podría decir mucho más de
esa música. Nietzsche cree que en la realidad ocurre igual: la realidad es multívoca o
ambigua, tiene múltiples sentidos que son difíciles de diseccionar, reducir la realidad a
una perspectiva es absurdo, empobrecedor. Nos quedamos con esa visión de la ciencia
como absoluta porque permite un control predictivo sobre la realidad.

5 la transvaloración de todos los valores

A partir de Así habló Zaratustra, Nietzsche trata de transformar todos los valores que
han dominado la cultura occidental a través de la moral. Esto es la transvaloración de
todos los valores. Es la parte positiva de la filosofía de Nietzsche, es su respuesta al
nihilismo (a la desesperación que genera tener un valor imposible de realizar): la única
manera en que el hombre occidental podrá superar el nihilismo es llevando a cabo esta
transvaloración de todos los valores. Se trata de cambiar el valor de los valores. Hay que
sustituir el bien supremo por otro valor.

En que consiste esa transvaloración (se puede hacer porque ya fue hecha una por la
tradición Sócrates, platonismo y cristiandad. En cierta medida Nietzsche recoge valores
que se perdieron en aquella transvaloración).

1) Hay que sustituir los que están los valores supremos (valores de los débiles) sustituirlos
por los valores de los señores (todo en base al pensamiento trágico ya expuesto), son los
valores de que afirman la vida y la existencia, asumiendo su aspecto más terrible, dolores
y absurdo como algo intrínseco a la vida. Los débiles no reconocían esto.

Se alteró el criterio del valor de los valores: ¿por qué tiene valor la grandeza? Esto
pasó porque se alteró criterio. No se trata entonces de sustituir valores por unos nuevos,
sino cambiar el criterio que otorga valor a los valores.

2) revaluar todas las cosas y todos los otros valores sobre la base de estos nuevos valores
incluyendo muchas virtudes tradicionales: valentía, fortaleza, templanza… No es que se
pierdan virtudes si no que se revalúan con un nuevo criterio.
Hay que quitarle el valor absoluto a la verdad, esto es, que no sea el bien en sí, que
no aporte la felicidad de manera segura, y revaluarla. La verdad no tiene por qué aportar
esa felicidad “la verdad duele”.

Frente a la moral de esclavos desarrolla la de señores que es una reactualización de


la moral griega antigua, antes de Sócrates y Platón Esta moral se base en el valor del
poder, y transforma la cultura occidental por completo.

5.1 El superhombre

El término de “superhombre” es una traducción poco adecuada de Über-mensch,


literalmente significa: más allá del ser humano tal como ha sido hasta ahora. Es el ideal
de una trasformación radical del ser humano sobre la base de la nueva moral de los
señores.

Es dejar paso a un ser humano que tiene una nueva forma de pensar, de ser, porque
su criterio de valorar los valores es diferente. El ser humano debe ponerse para que
amanezca uno nuevo, luego, el superhombre no es potenciar al hombre al máximo, sino
cambiarlo. La traducción es mejor ultra hombre.

Cuando Zaratustra llegó a la primera ciudad, situada al borde de los


bosques, encontró reunida en el mercado una gran muchedumbre: pues
estaba prometida la exhibición de un volatinero. Y Zaratustra habló así al
pueblo:
Yo os enseño el superhombre. El hombre es algo que debe ser superado.
¿Qué habéis hecho para superarlo?
Todos los seres han creado hasta ahora algo por encima de sí mismos:
¿y queréis ser vosotros el reflujo de ese gran flujo y retroceder al animal
más bien que superar al hombre? (Así habló Zaratustra, «Prólogo de
Zaratustra», §3).

El superhombre es la plasmación en el hombre de un ideal ético: es la persona que


sigue su vida según los valores de los señores, por un valor terrenal y no supraterrenal. El
ideal no es supraterrenal, sino al revés, es un ideal que se persigue a lo largo de
generaciones porque es una tarea educativa. Nosotros somos una etapa de transición que
se esta separando de la muerte de Dios y la desaparición del Bien como valor supremo, y
serán las generaciones futuras las que puedan encontrar a ese superhombre.

Este superhombre solo se realiza por una ética del poder: propugnar una ética que no
adopte el Bien, sino el poder como valor principal. Para esto se necesita una nueva visión
del mundo y de la vida que sea una alternativa a la metafísica: esta es la voluntad de
poder.

5.2 la voluntad de poder

La voluntad de poder es la alternativa a la metafísica tradicional. Esta voluntad de


poder se basa en la psicología humana tanto individual como social. Estudiando la
psicología humana se puede encontrar el móvil ultimo de todos los deseos humanos. El
poder es una manera alternativa de analizar el deseo

Concepto de voluntad de poder:

Frente a Schopenhauer, Nietzsche define que la esencia de la vida no es meramente


el deseo, el desear cosas existentes, sino ir más allá de los límites existentes, aspira al
“poder”. Lo que mueve a los humanos no es el deseo, sino la aspiración al poder. El deseo
es desear lo que está ahí, Nietzsche dice que no, a lo que se aspira es a ir más allá de los
límites, es la idea de la vida como expansión, no le hace falta carecer de nada, aunque lo
tuviera todo seguiría expandiéndose.

¿Qué significa poder?

No significa dominio, Macht viene de machen, “hacer”. La voluntad de poder es:

a) voluntad de hacer, la tendencia-impulso a hacer cada vez más cosas,


b) a ir más allá de los propios límites en este hacer: a superarse a sí mismo.

Toda la naturaleza tiende a ir más allá de los límites en que se encuentra cerrada. El
ir más allá es incluso a costa de ponerse en peligro (rehusar de la conservación). Todo ser
vivo y el ser humano prefieren eso antes que un estado placentero continuo carente de
dolor. Puedes tener una conservación mínima al servicio de la expansión o al revés, la
expansión para conseguir conservación. Arte y cultura (expansión) y estado
(conservación). Ejemplos de estados fuertes con poca expansión y viceversa; con estados
fuertes pocos artistas y viceversa. Esto para cualquier estado, el estado solo funciona por
la conservación y anula la expansión. El estado para Nietzsche asfixia el desarrollo
individual.

Por tanto, no tiene nada que ver con el dese-carencia de Schopenhauer, porque la
vida como voluntad de poder es entender que la vida no es la mera aspiración a cosas que
le faltan, sino que la vida es producción, creación de cosas nuevas, como ocurre de manera
modélica en la reproducción de los seres vivos y el arte.

Dicho de otro modo, con el concepto de voluntad d poder de Nietzsche está poniendo
como valor supremo, frente al Bien (liberación del dolor), el valor del poder como
Creatividad. Solo poniendo como nuevo valor supremo la creatividad, podremos
conseguir algún día supera el nihilismo:

Si de la muerte de Dios no extraemos una grandiosa renuncia y una


continua victoria sobre nosotros mismos, tendremos que cargar con la
pérdida. (Fragmentos póstumos, vol. II, 1881, 12[9]).

Si la muerte de Dios, que es un problema, no nos la tomamos como un incentivo para


la autosuperación, estamos perdidos.

Aspirar al supremo valor de poder-creatividad no tiene que aspirar a liberarse del


sufrimiento: la creatividad implica dolor, durante y después. Desde el punto de vista del
dolor. Muchos artistas al perseguir la creatividad han tenido que complicarse la vida y
sufrir… pero para Nietzsche, la felicidad que proporciona la creatividad es más intensa
que la tranquilidad del rebaño. La creatividad implica dolor (esfuerzo, trabajo… y no hay
garantías de que se llegue a buen puerto: querer no es poder), pero la felicidad de la
creatividad es más intensa (es intensiva) que la de la tranquilidad que es menor pero más
duradera.

5.3 El eterno retorno de lo mismo (Imprímelo del tema)

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