CONCEPTO: El sida es una enfermedad de transmisión sexual (ETS),
considerada pandémica, que se transmite por medio del virus HIV (virus de la inmunodeficiencia humana). El contagio puede producirse de tres maneras: por el acto sexual ya que el virus está en gran proporción en las secreciones genitales, por la sangre, o durante la gestación o el parto.
CAUSAS: El SIDA es consecuencia de la infección del virus de
inmunodeficiencia humana (VIH). El VIH ataca y destruye las células del sistema inmunitario que luchan contra las enfermedades y deja el organismo indefenso ante las infecciones y el cáncer. Una enfermedad infecciosa es aquella que es causada por un germen y que puede transmitirse de una persona a otra. Un virus es una pequeña partícula infecciosa que sólo puede vivir como parásito de las células del organismo, donde se multiplica. Fuera de las células sobrevive con dificultad y durante poco tiempo.
CARACTERISTICAS: La característica principal del sida es la
inmunodeficiencia profunda afectando principalmente la inmunidad celular. Se ve una pérdida de linfocitos T CD4 así como un deterioro de las células T que sobreviven. Los macrófagos y las células dendritas también se ven afectadas. En un principio el virus llega al cuerpo por las mucosas o la sangre e infecta los linfocitos, células dendritas y macrófagos. La infección se establece en los tejidos linfáticos y permanece latente largo tiempo. La activación del virus se relaciona con la progresión hasta la etapa sida.
CONSECUENCIAS: Este virus destruye lentamente el sistema inmunológico
del organismo y deja a sus víctimas cada vez más indefensas ante otras infecciones y ante algunas clases de cáncer. Una persona que padece SIDA está expuesta a contraer fácilmente ciertas infecciones graves y tumores cancerosos. Las personas que desarrollan SIDA enferman y mueren de padecimientos que el organismo queda incapacitado para combatir, esto es, las personas no mueren de SIDA propiamente, sino de las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que este síndrome trae consigo.
ALTERNATIVAS: Los tratamientos de la medicina convencional que refieren al
SIDA no hacen más que, por el momento, prolongar la vida. Al no tener un tratamiento puntual contra el SIDA en sí misma, la medicina convencional puede ser complementada con ciertos tipos de técnicas propias de la medicina alternativa que apunten a la lucha contra esta enfermedad. Apoyo incondicional de los padres puesto a que si reciben el apoyo familiar y de sus amistades tendrán muchas ganas de salir adelante y vencer su enfermedad. Y ser más responsables en su vida sexual.