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¿COMO CONSTRUIR UNA SEXUALIDAD SALUDABLE?

La sexualidad forma parte del ser humano desde su concepción, evolucionando a lo largo
de la vida y el entorno social condiciona este desarrollo.

Los conocimientos sobre la sexualidad y las actitudes varían según la edad, el sexo y el
nivel sociocultural. Por lo tanto surgen dudas ante concepciones negativas,
informaciones y creencias erróneas que limitan la capacidad de tomar decisiones respecto
a como vivir tu propia sexualidad.

En estos momentos la sexualidad en los adolescentes y jóvenes está mediatizada por la


televisión, cine, publicidad,... hacia el acto sexual, pero esto es sólo una parte de un todo
mucho más complejo estimulante y enriquecedor para el individuo (como la amistad, las
relaciones con otros, el sentimiento de afecto, cariño, complicidad y comprensión entre
dos personas). La sexualidad en el ser humano es bastante más que el coito y,
expresiones como abrazos, caricias, besos forman parte de la relación sexual y son tan
satisfactorios como las anteriores.
Desgraciadamente, los chicos y las chicas NO reciben la información de la fuente principal
de la cual debe provenir una educación sexual adecuada: LA FAMILIA, porque todavía
inquieta a muchos padres y madres que sus hijos e hijas reciban educación sexual y esto
tiene consecuencias muy graves:

• Aumentan alarmantemente los casos de VIH-SIDA en el país,


• Aumenta el número de embarazos NO deseados en adolescentes y por consecuencia
aumentan los abortos clandestinos,
• Aumenta el número de mujeres que mueren por cáncer cervico-uterino y
• El ejercicio de la sexualidad (el cual debería de ser sano, pleno y responsable) en los y
las jóvenes está permeado de culpa, vergüenza y dudas.
La experiencia nos dice que los chicos y las chicas inician su vida sexual sin
conocimientos, teniendo como resultado una mala salud sexual, con sus respectivos
costos físicos, emocionales y sociales.
CAUSAS DE UNA MALA SALUD SEXUAL:
• El inicio precoz de las relaciones sexuales (12-14 años)
• La falta de educación sexual
• La baja autoestima
• La falta de afecto y comunicación en la familia
• Alcohol y drogas
• El desconocimiento del propio cuerpo
• Desconocimiento y no utilizar métodos anticonceptivos.
• La mala planeación
• El exceso de confianza
• La ingenuidad
• LA FALTA DE UN MARCO DE VALORES PERSONALES PARA EJERCER LA
SEXUALIDAD
¿Pueden los y las jóvenes construir una sexualidad sana?
La respuesta es SI, ¿Qué necesitan?, necesitan tener un marco de valores personales que
les permitan tomar decisiones responsables en cuanto a su sexualidad.
Aunque la sexualidad es algo inquietante, representa para los adolescentes una fuente
significativa de dudas y angustias por tanto desconocimiento y prejuicios que la sociedad
tiene acerca de la sexualidad de las y los jóvenes.
Los y las jóvenes pueden (y tienen derecho) a disfrutar de una sexualidad PLENA,
SATISFACTORIA Y SIN RIESGOS. Cuando decimos “sin riesgos” nos referimos a la
construcción de una sexualidad saludable, al ejercicio de una sexualidad en la cual
prevalezca la salud sexual.
Y a diferencia de lo que muchas personas creen, la sexualidad está ligada a una serie de
valores personales que ayudará al desarrollo sano e integral de la persona. ¿Sabes cuáles
son estos valores?
VALORES LIGADOS A LA SEXUALIDAD:
LA AUTONOMIA:
La identidad reúne, vincula y da sentido a los asuntos relacionados con la sexualidad y
con la vida. Idealmente, se tiene que vivir desde la propia identidad, desde lo que cada
quien es, piensa, siente y valora, desde la propia capacidad de decidir y de asumir la
consecuencia de las decisiones. En esto consiste la autonomía, en la posibilidad de vivir
de acuerdo con la identidad y conciencia propias.
LA LIBERTAD:
Es un valor universal. Las relaciones sexuales tienen que ocurrir sin amenazas, castigos
o manipulaciones, en el marco de la libertad. Decir “NO” a una relación no deseada es una
manera de hacer uso de la libertad. En esta línea de pensamiento, un “no” siempre debe
respetarse. Las relaciones sexuales tienen que responder a una decisión personal que
brota del deseo y de la libre voluntad informada. La información es un importante
componente de la libertad, la sexualidad libre es una sexualidad informada.
LA INTEGRIDAD:
La integridad de las personas que viven la sexualidad también es importante. La actividad
sexual nunca tendría que producir ni enfermedad, ni dolor, ni alteraciones físicas, sociales
o emocionales. En este sentido, el ejercicio de la sexualidad no tendría que producir
embarazos no deseados o contagios de enfermedades, y la sexualidad tendría que vivirse
sin el riesgo de que la familia o la sociedad respondieran con discriminación, violencia o
castigos físicos, psicológicos o judiciales.
LA INTEGRALIDAD:
La sexualidad también tendría que vivirse de manera plena e integral, es decir, con
tiempos y espacios para la comunicación en los que se expresen y comuniquen el afecto,
el respeto, el erotismo y el placer. El ejercicio de una sexualidad libre, íntegra e integral,
conduce al desarrollo.
LA RESPONSABLIDAD:
El ejercicio de la sexualidad tiene que ser responsable, es decir, tiene que tomar en cuenta
a la propia persona y también a la persona del otro.
LA ASERTIVIDAD:
Más que valor es una forma de vida, la asertividad debe estar presente en nuestros
pensamientos, sentimientos, actitudes y conductas. Ser asertivos nos asegura una vida
plena y feliz. Consiste en saber expresar mis sentimientos y deseos de manera correcta y
sin hacer sentir mal a los demás. También es saber decir NO sin sentirnos culpables. ES
UN DERECHO que tenemos.

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