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FACULTAD PILOTO DE
ODONTOLOGIA
Endodoncia
INTEGRANTES:
STEEVEN CONTRERAS GARCIA
ALEXIS REGATO CEPEDA
BLANCA BACILIO VILLON
DOCENTE:
DR. MIGUEL ALVAREZ
CURSO:
5/4
PERIODO LECTIVO:
2018-2019 CI
REPERCUCIONES DE LOS AGENTES EXTERNOS E INTERNOS QUE
PUEDEN CAUSAR DAÑO A LA PULPA
Causas exógenas físicas. Entre las mecánicas, destacan los traumatismos del más variado
origen, el trabajo odontológico en lo que respecta al instrumental empleado y los cambios
barométricos.
Durante el trabajo odontológico es cuando el calor puede ser nocivo para la pulpa
dentaria, especialmente el producido con el empleo de instrumentos rotatorios o
materiales de obturación que generan calor, situaciones que se presentan además en
dientes con lesiones preexistentes.
Las eléctricas como la corriente galvánica generada entre dos obturaciones metálicas o
entre una obturación metálica y un puente fijo o movible de la misma boca, pueden
producir también reacción y lesión pulpar.
Los rayos Roengen pueden causar necrosis de los odontoblastos y otras células pulpares,
en aquellos pacientes sometidos a roentgenoterapia por tumores malignos de la cavidad
bucal.
Causas exógenas químicas. La acción citocaústica de algunos fármacos antisépticos y
obturadores (alcohol; cloroformo, fenol, nitrato de plata, etc,) y de materiales de
obturación (silicatos, resinas acrílicas autopolimerizables y materiales compuestos) crea
comúnmente lesiones pulpares irreversibles. Más adelante se volverá a considerar este
tema de patogenia iatrogénica.
El trióxido de arsénico es el fármaco más citotóxico conocido, ya que produce en pocos
minutos una agresión irreversible que conduce a la necrosis pulpar química, algunos días
más tarde.
Causas exógenas biológicas. Entre los gérmenes patógenos que producen con más
frecuencia infecciones pulpares, se encuentran los estreptococos a y y y el estafilococo
dorado, también se han encantado hongos de los géneros candida y actinomices.
Causas endógenas. La edad senil, otros procesos regresivos o idiopáticos y
enfermedades generales como diabetes e hipofosfatemia, pueden ser causa de lesión
pulpar.
PATOGENIA
Como se ha indicado antes, el conocimiento de la patogenia, o sea, del mecanismo de
producción y desarrollo de una enfermedad pulpar, como conflicto entre a causa o las
causas, por un lado y la pulpa con su potencialidad de defensa y reparación, por otro de
una idea cabal del problema y ayuda a establecer las normas de protección pulpar en la
endodoncia preventiva.
Por caries
Por fracturas, fisuras y otros traumas
Por fisuras distróficas
Por vía apical y periodontal (en paradenciopatías)
Por anacoresis (hematógenea)
Yatrogenia
Extirpación intencional o terapéutica.
Preparación de bases o muñones para coronas y puentes
Restauración de operatoria y de coronas y de puentes.
Por trabajo clínico de otras especialidades (ortodoncia, periodoncia, cirugía,
otorrinolaringología)
Usos de fármacos antisépticos o desensibilizantes
Materiales de obturación
Generales
Procesos regresivos (edad, etc)
Idiopáticos o esenciales
Enfermedades generales.
Accidentes infantiles
Accidentes deportivos.
Accidentes laborales o caseros.
Accidentes de tránsito
Traumatismos crónicos
La fisiología normal del diente implica un esfuerzo masticatorio y una oclusión
equilibrada, y cuando esta falla pueden producirse afecciones degenerativas, dentina
reparativa y otras dentinificaciones o calcificaciones.
La falta del diente antagonista, y por tanto la no oclusión de un diente, puede motivar
degeneraciones o regresiones. Por otra parte el esfuerzo oclusal exagerado (abrasión,
atrición, bruxismo), en etapas progresivas produce no solamente dentina reparativa o
terciaria, sino calcificaciones masivas y, con alguna frecuencia necrosis pulpar en etapa
final.
Los hábitos, como trauma repetido sobre un mismo lugar, pueden producir necrosis
pulpares, como ocurre en los incisivos inferiores y superiores de las costureras que tienen
el hábito de cortar el hilo con los dientes durante su trabajo.
Iatrogenia
Preparación de cavidades en odontología y de muñones en coronas y puentes
Al preparar cualquier tipo de cavidad o muñón, sobre todo si es profunda o hay que
eliminar una gran cantidad de dentina, es necesario conocer de antemano la topografía
pulpar del diente y examinarlo detenidamente; con el fin de evitar heridas a nivel del
cuerno pulpar o cualquier otra región de la pulpa.
El trauma por instrumentos de mano o lo que es más común por instrumentos rotatorios
puede producir heridas o exposición pulpar. Esto puede suceder no solo en cavidades
MOD, II, IV sino también en cavidades I, III, V. cuando se produce esta lesión hay que
intervenir de inmediato y después del aislamiento habitual, hacer recubrimiento directo
pulpar, pulpotomia o pulpectomia según el tipo de lesión o la gravedad.
Calor friccional
El esmalte y la dentina son dos buenos aislantes térmicos y protegen a la pulpa cuando la
cantidad de calor no es excesiva y cuando queda bastante espesor de tejido dentario.
Cuanto más dure el trabajo de corte y mayor sea la temperatura local producida, mayor
será el riesgo de lesión térmica.
El calor friccional que se genera durante la preparación cavitaria o el pulido de
restauraciones puede alcanzar la pulpa y causar daño. Si se producen altas temperaturas
durante largos períodos de tiempo, los vasos y las células resultan afectados y parte de la
pulpa se puede volver necrótica. Se deben considerar varios factores como: la velocidad
de corte, la refrigeración, la presión de corte, el tamaño y tipo del instrumental cortante
rotatorio y la técnica de corte.
Cuanto mayor sea la velocidad de corte, mayor será el calor que se genere. El refrigerante
aplicado a la fresa reduce el calor generado durante el corte. Existen 3 tipos de
refrigerantes: el aire, el agua, y la combinación de ambos. Los refrigerantes más
empleados son el aire o las pulverizaciones de aire-agua. El aire solo no evita los daños
pulpares, deseca innecesariamente la dentina y lesiona los odontoblastos.
Para Langeland la refrigeración acuosa constante y abundante no solo es necesaria para
evitar el calor sino para evitar la desecación de la cavidad.
El corte seco provoca un elevado estrés térmico, por lo tanto, se recomienda el uso del
corte húmedo durante los procedimientos restauradores. El corte seco produce fracturas
en el esmalte y puede causar, además, daño biológico pulpar cuando el corte está cerca
de 1 o 2 mm de la pulpa. El uso de refrigeración con agua durante el corte elimina estas
fracturas cuando el refrigerante se aplica en la interfase del corte.
Es necesario determinar el tamaño óptimo de una fresa en relación con la velocidad
superficial lineal y valorar con exactitud la fuerza a la que se puede someter dicha fresa
sin producir daño.
En general, la técnica de corte o instrumentación cavitaria se debe realizar con presión
leve y toques intermitentes, profundizando el piso por capas para permitir la salida de los
detritos y la entrada del refrigerante al fondo de la preparación. El buen estado de los
instrumentos de corte es otro factor que debe tenerse en cuenta para no ejercer mayor
presión y ocasionar más calor.
Sin embargo, un procedimiento de corte o un chorro de aire no necesariamente dañan la
pulpa 12,55. Pero si se aplica en la preparación cavitaria un chorro de aire constante
causará inmediatamente desplazamiento de los odontoblastos y posiblemente de los
eritrocitos dentro de los túbulos dentinarios involucrados, con todas las consecuencias de
una preparación seca
Microfiltración marginal
La microfiltración marginal es el ingreso de fluidos bucales a lo largo de cualquier
interfase entre la superficie dentaria y la restauración. La microfiltración marginal en
torno a diversos materiales de obturación se considera como la causa de hipersensibilidad,
crecimiento bacteriano hacia la pulpa, caries y trastornos pulpares.
La causa principal de la microfiltración es la pobre adaptación de los materiales
restauradores a la estructura dentaria, por la condición misma del material o por la
inserción incorrecta por parte del operador. Otra causa es la contracción del material por
cambios químicos o físicos, después de colocados, como por ejemplo: la contracción de
polimerización de las resinas acrílicas, la contracción inicial en las amalgamas o la
contracción por fluctuaciones térmicas. También, la deformación elástica del diente por
las fuerzas masticatorias puede aumentar el espacio entre el diente y el material
restaurador.
La manifestación biológica más importante de la microfiltración es el reinicio de caries y
la patología pulpar, además de la sensibilidad postoperatoria. Hace algún tiempo se creyó
que los ingredientes tóxicos de los materiales era la razón principal de los problemas
pulpares postrestauraciones.
Pero, actualmente se mantiene que la difusión de productos bacterianos a la pulpa es la
causa principal de problemas pulpares, asociados a la microfiltración. 12 Por lo tanto, las
bacterias juegan el papel más importante en el desarrollo de la inflamación pulpar, que el
tipo de material restaurador utilizado.
Debido a la microfiltración marginal a causa de no restaurar como lo indica el protocolo
que es capa por capa se presenta la caries residivante ya que las bacterias no tienen por
donde desfogar.
RESTAURACION EN OPERATORIA; EN CORONAS Y PUENTES:
Factores mecánicos, térmicos y eléctricos pueden irritar o lesionar la pulpa durante las
técnicas diversas en la restauración operatoria o protésica.
El empleo de ciertos materiales en la toma de impresiones puede ser nocivo, como ocurre
en la godiva o pasta de modelar, en general usada dentro de los anillos o bandas de cobre
y previamente reblandecida por el calor. SELTZER Y COLS. (1961) Y SELTZER Y
BENDER (1965) han averiguado que, tanto la presión ejercida con esta técnica como la
temperatura obtenida para reblandecer la godiva, pueden resultar peligrosas para la pulpa,
así como la presión negativa al desinsertar la impresión puede producir aspiración
odontoblástica. Los referidos autores aconsejaron emplear mejor las pastas de caucho
(mercaptan), las cuales no producen irritación alguna; igualmente se podrían utilizarse
los hidrocoloides como material de impresión.
El diente sano y no intervenido por el profesional, rara vez puede sufrir lesiones pulpares
a causa de cambios térmicos; en el párrafo anterior se han expuesto como el calor
generado por el trabajo con instrumentos rotatorios pueden ocasionar procesos pulpares
y ahora se expondrán las otras dos causas yatrogenicas productoras de calor y
eventualmente peligrosas para la vida pulpar: el pulido de obturaciones y el calor
generado por las resinas autopolimerizables, o el fraguado de los cementos.
Durante el pulido de amalgama, incrustaciones por el método directo e incluso
obturaciones estéticas, se refrigerara con un chorro de agua fría, lo mismo que cuando el
fraguado de un cemento sea hipertérmico, tanto cuando se emplee como base como en la
cementación de incrustación, una corona o un puente fijo. El problema de las resinas
autopolimerizables es más complejo, pues es termoquímico, pero será conveniente
utilizar las marcas cuya polimerización produzca escaso aumento de la temperatura y, por
supuesto, los aislantes o bases de rigor.
La corriente eléctrica entre dos obturaciones metálicas o entre una obturación metálica o
entre una obturación metálica y un puente fijo o movible de la misma boca, puede
producir reacción pulpar.
El choque galvánico surge por contacto directo o utilizando la saliva como electrolito
conductor; generalmente se produce entre obturaciones o puentes de oro y amalgamas,
pero es posible también con una aleación cromo-cobalto y entre dos amalgamas. El
choque es intermitente al abrir y cerrar la boca e incluso puede ser producido por contacto
con otros objetos metálicos, como una cuchara o tenedor.
EINTRACHT, de la universidad de pretoria de Sudáfrica, aconseja barnizar la
restauración para evitar el dolor produciendo por el galvanismo oral de contacto y ha
observado que, empleando como base de amalgama el eugenato de zinc, queda el diente
más protegido del choque galvánico que utilizando fosfato de zinc.
SPECTOR Y COLS. (NEW YORK, 1974) publicaron dos casos de necrosis pulpar
causada por tratamiento ortodóncicos, en un canino superior y un premolar inferior.
También se citan caso de luxación de los dientes vecinos durante las exodoncias y por
lesiones apicales durante las técnicas a colgajo con osteotomía de la tabla externa.
FARMACOS:
MATERIALES DE OBTURACION:
Como conclusión, será necesario proteger no solo el fondo de la cavidad sino todo ella,
en especial si ha quedado dentina reblandecida o deshidratada. También se admite que el
cemento silicato bien mezclado y espatulado rara vez resultara peligroso.
Las propiedades pulpotóxicas de las resinas acrílicas autopolimerizables no solo
dependen del calor generado durante la autopolimerización sino también de su fórmula
química, principalmente del monómero y de los catalizadores incorporados.
El autor italiano antes citado DI BLASI en 1960 experimento en perros el factor irritante
de las resinas acrílicas autopolimerizables, usando como controles obturaciones de
parafina y fosfato de zinc, se observó fuertes trastornos hiperémicos, odontoblásticos y,
en ocasiones, infiltración difusa, que indican la conveniencia de no emplear estos
materiales en dientes vitales.
Entre los años 1966 y 1968, las resinas acrílicas autopolimerizables, debido a sus pésimas
propiedades biológicas y físicas, fueron sustituidas rápidamente por los materiales
compuestos o resinas compuestas, que están formados por unas resina como fracción
inorgánicas que pueden ser sílice, cuarzo o vidrio.
Algunos de estos materiales son presentados con un barniz o revestimiento que facilita su
adhevesidad al mismo tiempo que protege eventualmente a la pulpa.
Sus relativas mejores propiedades físicas y estéticas han extendido su uso a escala
mundial, sustituyendo casi totalmente los silicatos y las resinas acrílicas
autopolimerizables. Lógicamente, desde el principio se investigó la acción de estos
materiales compuestos sobre la pulpa, y sus hallazgos.
BAUME Y FIORE.DONNO (GINEBRA, 1968) ratificaron los hallazgos que los hicieran
(así como los que citan de LANGELAND Y COLS...) de que el addent puede producir
respuestas graves en las pulpas de los dientes experimentado, y observaron que era mejor
tolerado cuando se colocaba a 1mm de distancia pulpar, coincidiendo con STANLEY Y
COLS. (Bethesda, Maryland, 1967) en que el revestimiento addent no protege a la pulpa
de manera adecuada.
Para los referidos autores suizos es recomendable usar una base de hidróxido cálcico antes
de aplicar addent, recomendación que se extiende por igual al addent y al Dakor,
Buonocuore (Rochester, nueva york, 1968).
RAO (PITTSBURGH, 1971) investigo en 230 dientes intactos de monos rheus varas
resinas compuestas (Dakor y addent 35 una variante de Dakor), y se observó una ligera
pero persistente reacción inflamatoria pulpar cuando se empleaban en cavidades no
protegidas.
Langeland (1972) los compara de nuevo con la acción irritante de otros materiales
plásticos, con destrucción; además, la dudosa adhevesidad demostrada por la penetración
bacteriana, es un factor que contribuye a la respuesta inflamatoria.
Finalmente, Dickey y Cols. (Indiana polis, 1974) estudiaron el adaptic, comparado con
un cemento de silicato y el óxido de cinc- eugenol, y hallaron que las propiedades
irritantes del adaptic son comparable al del silicato.
Es lógico admitir que a pesar de sus propiedades negativas, como lo son la problemáticas
adhesividad permitiendo la filtración y su toxicidad pulpar, las resinas compuestas en
dientes anteriores tienen todavía sus indicaciones precisas, pero, de acuerdo con las
investigaciones señaladas habrá que usar siempre los revestimientos o bases que protegen
la pulpa de la acción toxica.
El cemento de oxifosfato de cinc solo puede ser peligroso para la pulpa en cavidades
profundas tanto en odontología operatoria, como en corona y puentes), y el calor
producido por el fraguado, la desecación de la superficie dentinaria o la posibilidad de
haber dejado gérmenes son los factores irritantes y no la acidez.
GENERALES