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Teresa Pont Amenós
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Introducción
1.4. Supuestos básicos sobre los que se sustenta la interpretación de los gráficos
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3.2. Planificación de la batería de test
3.3. Encuadre
3.4. Material
3.5. Administración
4.3.3. Tamaño
4.3.6. Movimiento
4.3.7. Simetría
4.3.8. Perspectiva
4.3.9. Sombreado
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contratransferencia y actos fallidos
5.1. Introducción
5.6.1. Casa
5.6.2. Árbol
5.6.3. Persona
6.1. Introducción
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6.2. Ejemplos del Test del animal
7. El Test de la familia
7.1. Introducción
7.2. Interpretación
8.1. Introducción
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8.3.2. Análisis inferencial
9. El Test de la pareja
9.1. Introducción
10.1. Introducción
11.1. Introducción
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11.3.2. Hombre de 27 años acusado de abusos sexuales
12.1. Introducción
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La psicología es fundamentalmente una ciencia dedicada a la comprensión y al estudio de
la mente del ser humano. A lo largo de los últimos años, la psicología ha realizado un
amplio camino de crecimiento que le ha permitido ocupar en la actualidad, un lugar
propio, muy significativo y reconocido en nuestra sociedad. Muy atrás queda, y
prácticamente olvidada, la época aquella pasada en que, los psicólogos se iniciaban en la
disciplina, gracias y, a través de la testología, es decir, por medio de la pasación de
pruebas de personalidad, que eran solicitadas y utilizadas después por otros profesionales
con la finalidad de obtener un psicodiagnóstico sobre un sujeto. Este trabajo de
exploración de la personalidad con distintas técnicas resultaba ser un intento para
acercarse y conocer a la persona que, por diversas razones consultaba, con la creencia de
que cuantos más test se administraran, mayor sería el conocimiento sobre el sujeto. Esta
exploración realizada (incluso practicada por distintas personas), por su especial
peculiaridad (simple aplicación de diferentes test), sin apenas entrevistas clínicas ni
posibilidad de integración de todos los datos, ni devolución alguna con el explorado,
desgraciadamente ofrecía una visión muy parcializada del sujeto. Muchas veces, los
resultados eran numéricos y dispersos, siendo así visto el sujeto, más como una suma
algebraica de capacidades o de deficiencias, etc. que no, con una visión global y holística
sobre sí mismo.
Contar con un buen psicodiagnóstico del sujeto al que entrevistamos, sea con la
finalidad que sea, constituye el principal objetivo de todo psicólogo, ya que uno podrá ser
útil, resultar efectivo y ayudar satisfactoriamente, si conoce bien a quien "tiene entre
manos"; de lo contrario, es posible que se den palos de ciego y, cuando se trata de
personas, hay que ser muy serios y rigurosos.
Conocer bien cómo es la persona que consulta es esencial para planificar luego
convenientemente cualquier idónea intervención profesional con mayor posibilidad de
precisión en su comprensión personal global, en su tratamiento y en su posible
orientación o asesoramiento en los distintos ámbitos sociales existentes.
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evolución personal de todo sujeto: niños, adolescentes y adultos, entre otras.
El uso y aplicación de los test proyectivo gráficos sigue dándose a lo largo del tiempo
con bastante frecuencia en distintos ámbitos de la psicología, y muy especialmente en el
ámbito del diagnóstico clínico, para explorar aspectos de normalidad-patología en salud
mental. También tienen su lugar, vinculados a una Psicoterapia o tratamiento terapéutico,
para poder ir enfocando el tratamiento a lo largo del proceso, para ver la evolución, así
como para evaluar y tener una perspectiva del final terapéutico. Son significativas otras
áreas de importancia profesional, como son la práctica pericial en la Justicia (en temas de
juzgados de familia, custodias y tutelas de los niños, régimen de visitas, sentencias en
Penal, medidas cautelares, etc.), el ámbito escolar (aprendizaje y orientación vocacional),
área sanitaria (situaciones pre y postquirúrgicas, enfermedades, oncología...), y en
selección de personal en RRHH en empresas, entre otros.
En todas las encuestas realizadas sobre técnicas y test psicológicos, tanto en los
servicios de psicología americanos, como en España (R.Fernández Ballesteros, 1980;
sondeos del Colegio de Psicólogos, 1995, numerosos CAPIPS, 2004) aparecen utilizados
en un tercer lugar, después del Test de Rorschach y TAT de Murray, respectivamente;
mientras que ocupan la segunda posición en un sondeo efectuado sobre su uso en la
Facultad de Psicología de Barcelona a dos de los cinco grupos de alumnos matriculados
en las asignaturas de Psicodiagnóstico de Rorschach y Test proyectivos (M.Vives, 1992).
La aplicación de estas pruebas es patente en la realidad de nuestro campo clínico,
resultando especialmente crucial la aplicación de un test proyectivo gráfico,
especialmente en casi todo diagnóstico clínico infantil
La utilidad pragmática de los test proyectivos gráficos, entre otros motivos, se aprecia
porque los dibujos:
Resultanunos ítems familiares para todas las personas y pueden ser dibujados por
individuos de todas las edades. Es un pedido que fácilmente se asocia con algo que en
algún momento de la vida anterior uno ya hizo y ya conoce (y que ello, por otra parte,
también nos permite ver si los aspec tos más infantiles de uno, han sido vividos bien o
mal, a través de las expresiones verbales y reacciones del sujeto).
-Implican una gran simplicidad y economía (por el escaso tiempo y esfuerzo que
supone).
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-A través de la secuencia de los gráficos podemos ver si el sujeto se organiza o
desorganiza cada vez más (si existe una progresión propia del crecimiento
evolutivo o una regresión en alguna psicopatología).
-Son instrumentos de una cierta apreciación rápida por un clínico con experiencia
(aunque encierra peligro si hay una falta de conocimientos o de práctica). Son
conceptos simbólicamente muy fértiles en términos de significación inconsciente,
ya que son lo más cercano al inconsciente y al yo corporal de que disponemos.
-Como ventajas tiene que son útiles para sujetos muy tímidos, débiles mentales o que
poseen poca educación, ya que penetran bajo las defensas de individuos evitativos
y reservados. Por otra parte, son menos susceptibles de controlar por el sujeto,
tanto intelectual y conscientemente (y por tanto, son los primeros detectores de
índices psicóticos). La posibilidad de enmascaramiento o simulación consciente o
inconsciente disminuye marcadamente en relación con los test verbales.
-Aportan una imagen gráfica de la personalidad total, entendida ésta como gestalt.
-Traducen en qué estado está el "Yo" del sujeto (constituido por el conjunto de las
diferentes capacidades y recursos personales, como son: la percepción, la
psicomotricidad, el sentido de juicio, de razonamiento, de sentido común, lógica,
introspección, concentración, atención, reflexión, capacidad de abstracción,
asociación de ideas, coordinación óculomanual, capacidad de análisis-síntesis,
espacial, capacidad de comunica- ción,autocontrol, sociabilidad, afectos,
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imaginación, creatividad, inteligencia, etc..).
-Cada uno de los test gráficos ofrece el análisis de temas específicos (como el dibujo
del animal que traduce la situación de conflicto vital del momento que el sujeto
padece o también el reflejo de sus aspectos más pregenitales). Por otra parte, cada
uno con la detección de un diferente nivel de regresión (el más bajo, el del Test del
Árbol), pero que, en última instancia, ésta dependerá siempre de la historia
personal del sujeto.
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1.1. Grafismo y psicología proyectiva
El grafismo o producción gráfica de un sujeto se concibe como una creación personal
propia o forma de recreación específica del mundo interno, ya sea a través de sus
dibujos, escritura o garabatos. El estudio de los gráficos (de los dibujos, en particular),
gracias a la psicología proyectiva, permite analizarlos como datos comunicativos del
sujeto. Estos se reflejan no sólo en el contenido manifiesto (lo que se observa en lo
dibujado), sino también en el contenido latente (cómo dibuja, la forma del dibujo, lo que
dice sobre lo que se dibuja, lo que simboliza, etc.), posibilitando, a través de todo un
método a seguir, llegar a interpretar en profundidad aspectos de la propia idiosincrasia
psicológica del mismo sujeto.
Freud con esta frase: "El recuerdo de las percepciones-de la memoria del sujeto
influyen a los estímulos presentes", atribuía una importancia esencial al concepto de
"proyección". Este concepto fue entendido tanto en el funcionamiento de normalidad en
un sujeto, así como también como medio de desplazamiento del proceso más primario
del pensamiento de un sujeto (como es a través de los sueños, de la existencia de los
lapsus línguae, de los actos fallidos y de los síntomas), y en la manifestación de patología
del ser humano, como cuando uno expulsa fuera de sí lo que resulta más inaceptable,
intolerable y penoso de uno mismo (Freud ya lo trató en su famoso caso Shreber sobre
psicosis y también, especialmente, en sus obras: Neurosis de angustia y Tótem y tabú,
entre otras).
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Bellak, uno de los teóricos más influyentes de la psicología proyectiva crea el
concepto de Apercepción entendido como una: "Interpretación dinámicamente
significativa que se le da a una percepción", es decir, la asimilación de una percepción
actual a la similitud que tiene la experiencia pasada e "imágenes-souvenir del individuo",
que suelen ejercer una influencia deformarte sobre los datos sensoriales actuales del
presente, convirtiéndolos en significativos (a lo que se denomina: deformación
aperceptiva).
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Las técnicas proyectivas son unos instrumentos considerados como especialmente
sensibles para revelar aspectos inconscientes de la conducta de una persona ya que
permiten provocar una amplia variedad de respuestas subjetivas, son altamente
multidimensionales y evocan respuestas y datos del sujeto, inusualmente ricos con un
mínimo conocimiento del objetivo del test por parte de éste (Lindzey, 1961).
La psicología proyectiva tiene unas tres fuentes desde donde se nutre en su inicio: la
experiencia de Jung (el creador del test de la Asociación de palabras), la de Rorschach
(autor del famoso test perceptivo de las manchas de tinta y uno de los más reconocidos
test a nivel internacional) y el análisis e interpretación de los dibujos infantiles (que
permiten explorar la proyección de los conflictos en criaturas aunque no hablen ni sepan
escribir).
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del método psicoanalítico. Freud fue el primer descubridor e investigador del
inconsciente, alegando que tenemos grabadas las huellas de las experiencias vitales del
pasado, que están interactuando constantemente en nuestra vida cotidiana, junto con
nuestro consciente.
Existe una interacción entre las percepciones que las personas tenemos sobre las
cosas (sobre determinadas cosas o hechos de la vida) y lo que son nuestros recuerdos,
con los lapsus línguae o parapraxias que verbalizamos, los síntomas que presentamos y
nuestro carácter (existencia de un cierto determinismo psíquico en el sujeto más allá de
su libertad, ya que todo ello influye sobre la percepción de estímulos posteriores). Los
preceptos, por otra parte, van difiriendo según la edad, y se van superponiendo e
integrando paulatinamente en nuestra personalidad. Cada uno de ellos es modificado por
todos los demás y, a su vez, se integra con ellos (a los 14 años, prácticamente ya
podemos apreciar el resultado final de todos los preceptos conseguidos hasta el
momento).
La psicología proyectiva recibe una gran influencia del psicoanálisis, que fue su
primer marco de referencia, con el descubrimiento del inconsciente y de la terapia
analítica. Ésta, profundizó en el estudio de las distorsiones aperceptivas en el sujeto
(fruto de cómo vive cada uno los estímulos que recibe) y en su posible modificación a
través de la interpretación, la toma de conciencia y la respectiva y posterior elaboración
mental que se produce en el sujeto, con la intervención terapéutica. Por ello, las
contribuciones del psicoanálisis, con la aportación innovadora del funcionamiento del
inconsciente en todo ser humano, han servido para enriquecer y ampliar la visión del
funcionamiento de personalidad a través de las teorías proyectivas.
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niños, adolescentes y adultos.
Las pruebas proyectivas generalmente se suelen utilizar formando parte del proceso
psicodiagnóstico, en la fase de recopilación de información, de indicación, planificación y
evaluación del tratamiento.
-Técnicas expresivas, como los test gráficos, en los que a continuación nos
centraremos.
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abordar el conocimiento de un individuo en el plano normativo, por comparación de sus
producciones con las de sus iguales o su integración en el medio sociocultural, y las otras
ponen más el acento en aquello que anima y motiva al sujeto, en lo que determina su ser.
De todas formas, los primeros no dejan totalmente fuera de banda la dimensión
normativa, porque se basan en criterios ampliamente probados en el marco de la clínica y
no excluyen ciertas investigaciones y estudios estadísticos. Consideramos que la agudeza
clínica de los test proyectivos compensa el menor rigor estadístico existente. El papel de
la proyección apreciada en las técnicas proyectivas ayuda a poder predecir, a partir de
ciertos datos clínicos, una determinada variedad de conducta (la interpretación de
carácter clínico, que nunca es arbitraria, responde también, por su parte, a todo un
sistema de evaluación).
-Asociación de ideas
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1.2. El simbolismo de los gráficos
Los primeros exploradores de la psicología proyectiva aplicada al simbolismo de los test
gráficos han sido P.Shilder, L.Bender, J.Buck y K.Machover. Gracias a sus esfuerzos, los
psicólogos han ido conociendo los conceptos acerca de la imagen corporal (concepción
interna que el individuo tiene sobre su propio cuerpo y de sus funciones en el mundo
social), a partir de un trabajo creciente de verificación y fundamentación sobre estas
técnicas durante más de 70 años, en lo que se refiere a su aplicación a los problemas
clínicos.
Escribir y dibujar a través de la mano requiere no sólo del control del espacio de la
hoja de papel en blanco, sino también de una postura, una actitud y un tono muscular
propio, enormemente condicionados por el estado psíquico y la personalidad que uno
tiene. Cada rasgo gráfico primero ya se efectuó en nuestra mente, en nuestro cerebro y
luego se integra con el recuerdo de algunas percepcionesmemoria vividas en nuestro
pasado que nos han influido (registros emocionales, sensoriales o mentales), para poder
llegar a transformarse a través del movimiento grafomotor en un mensaje o
comunicación con algún significado.
La hoja en blanco representa el propio mundo del sujeto y al dibujar con el lápiz
establecemos nuestra comunicación con este mundo (es un lenguaje simbólico como
expresión gráfica que queda representada en el papel).
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de los objetos internos y del mundo externo que le rodea. Igual que un artista define y
transmite en su creación diferentes sensaciones, los niños y los adultos proyectan, tanto
en el proceso de elaboración del dibujo como a través de sus respuestas y contenidos
gráficos, sentimientos, afectos dolorosos, tensiones internas y huellas de experiencias
pasadas y actuales que resultan movilizados por la consigna del psicólogo al invitarle a
dibujar (Vives, 2005).
El acto de dibujar el papel es ese espacio potencial que ha de llenarse de acuerdo a las
experiencias vitales del sujeto, entre ellas, la más importante: la posibilidad de confiar.
Cuando un niño pierde esa confianza básica en el otro (y a resultas de ello, también en sí
mismo), pierde la posibilidad de poder utilizar sus símbolos. Plaut afirma que la
capacidad de formar imágenes y usarlas de manera constructiva, por recombinación de
nuevas figuras, depende, a diferencia de los sueños y fantasías, de la capacidad del
individuo para confiar.
El verbo esperar tiene una raíz común con la palabra esperanza (la posibilidad de
creer en el futuro, confiar en los demás y lograr un espacio para sí mismo depende de
cuánto logremos ampliar la capacidad de espera).
El sujeto suele proyectar a través del dibujo sus necesidades íntimas y sus tensiones,
su mundo emocional, sus concepciones privadas sobre su propio mundo físico y social, y
todo ello a través de sus esfuerzos por organizar en aquel momento su pensamiento, su
conducta y su manera de relacionarse con esos mundos diferentes, para que, de su mente
y de su mano, pueda surgir alguna cosa dibujada sobre el papel. Podemos analizar cada
dibujo realizado como una huella del tipo de objetos que somos capaces de crear, con
unas cualidades manifiestas de estar completos o incompletos, rotos o inarmónicos,
estéticos o feos, estructurados o desestructurados, integrados o desintegrados, etc., según
la capacidad interna de reparar que cada uno de nosotros tengamos, puesto que, cada
estímulo proyectivo pone a prueba la capacidad de recrear, asentada en la capacidad
reparatoria del sujeto.
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Sabemos que la realidad psicológica y social está coloreada por los valores,
necesidades, impulsos, deseos y fantasías que posee cada persona. Rorschach mismo
dice que hay una jerarquía en los mecanismos de expresión humana que va desde lo que
es más básico (producto del pensamiento primario), donde existen formas primitivas de
organizar el mundo, determinadas por los impulsos o principios difusos más instintivos
(como podremos apreciar en la figura 1.2 de una adolescente con una grave esquizoidía),
hasta unos bien logrados y organizados sistemas de valores y actitudes, que encontramos
en las personas con un pensamiento secundario más maduro y elaborado (como en la
joven sana de la figura 1.3). Esto lo podemos ver también comparativamente cuando,
por ejemplo, en una mancha del Test de Rorschach no tiene la misma significación que
un sujeto pueda ver en una lámina una nube (reflejando un contenido difuso en sus
límites, impreciso, sin una forma definida y vaga), o que por ejemplo pueda ver un oso
(que presenta una mayor precisión, definición y calidad de la forma), características que
también podemos aplicarlas a los test gráficos.
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Figura 1.2. Test de la familia de una adolescente esquizoide.
El test de la familia que muestra la figura 1.2 pertenece a una chica de 15 años,
esquizoide grave, que tras la muerte del padre denuncia judicialmente a la madre por
dejadez y abandono de sus deberes maternales, por causa de su nueva pareja. Su
biografía se había destacado, frecuentemente, por una ausencia de implicación materna
efectiva, falta de límites educativos y una gran complacencia y condescendencia paterna.
Ante la crisis adolescente seria que presentaba, fue derivada urgentemente a un servicio
de salud mental.
-Falta de límites entre los cuerpos y las ropas (presencia de identificación proyectiva
masiva, confusión en su identidad).
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Figura 1.3. Test de la familia de una joven sana.
El test de la familia mostrado en el figura 1.3 pertenece a una joven de 22 años con
una personalidad neurótica, básicamente sana. De sus antecedentes evolutivos destacan,
entre otros: una evolución bastante normalizada, afectiva y mentalmente, buena
estudiante, responsable, algo introvertida pero con vínculos muy significativos:
-Es un dibujo comunicativo (las figuras vinculan, crean e interactúan entre sí).
Destaca la figura del padre con el pelo ennegrecido, sentado y leyendo ("en sus
cosas"), como expresión de un padre pasivo y, según ella apuntó, muy depresivo
en la realidad familiar.
-El trazo, más allá de reflejar algunos rasgos obsesivos o de inseguridad, es lineal y
continuo.
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Pedro Pérez refiere que en los test gráficos se da la confluencia de tres ejes
importantes: la acción psicomotriz (al graficar), la representación mental (en la imagen
mental representada en el dibujo) y el relato verbal (lo que cuenta), que nos remiten a la
necesaria capacidad lúdica del sujeto frente a la tarea y a la vida, en general (capacidad
de simbolización), al necesario control y madurez motriz, a los referentes internos (sobre
sí mismo, su cuerpo y los objetos internos más significativos), al tipo de espacio que el
sujeto posee (o fusionado con el otro - dual, o tridimensional - o de relación triangular
con un tercero), y al valor comunicacional y simbólico.
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que no se desarrolle a partir de lo que él llama objetos externos, como son los
representantes de las figuras familiares reales más significativas para el ser humano en el
inicio de la vida. Muchos autores del campo psicoanalítico sostienen que existe un
poderoso impulso que tiende a ligar las fantasías que cada uno tiene ya desde el principio
de la vida, a estos diferentes objetos (que pueden ser personajes reales de la vida o
fantaseados), los cuales posteriormente se convierten en símbolos (símbolos-fantasías
que permiten una salida o un cauce para las emociones del bebé).
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humor, los chistes, la música, el teatro, la cultura, entre otros, pudiéndose también
aplicar, por otra parte, a los test gráficos, en relación a la hoja en blanco.
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a la repetición, ideas fijas, y tics, que, en su sentido más am plio, son ejemplos de
funcionamiento asimbólico, fenómenos que se repiten sin modificar, sin evolución,
cuando la función simbólica queda trabada o impedida, como sucede en los
funcionamientos personales muchas veces, perturbados o psicóticos). Ello ocurre cuando
predomina en el propio niño excesiva agresividad o malas experiencias iniciales vividas,
que interfieren en la posibilidad de encontrar y aceptar objetos nuevos, quedando así
dificultada la integración de su personalidad.
Porque sin un buen desarrollo de la función simbólica no puede haber espacio mental
ni contención de las emociones en la mente, y aquellas pueden derivar, inevitablemente,
hacia trastornos de la corporalidad, con eclosión de las enfermedades psicosomáticas,
mentales o hacia "actuaciones graves". Y estos aspectos también aparecen y quedan
reflejados inevitablemente en las producciones gráficas, como en el siguiente test gráfico
(figura 1.5).
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indicadores formales de trazo tipo bosquejo, transparencias en los brazos, inade cuación
lógico-formal en la cara-perfil hacia la zona izquierda, ausencia de órganos vitales
significativos, intrusión de los trazos entre sí y enmarañados, imagen grotesca y bizarra,
distorsión formal, entre otros, nos indica la presencia de patología en el resultado gráfico
global asimbólico.
1.3. Principios de orientación teórica en la que se basan las técnicas proyectivas gráficas
En el hombre existe una tendencia a ver el mundo de manera antropomórfica (a través de
su propia imagen) y ello facilita los aspectos proyectivos implicados en los dibujos de una
casa, un árbol, una persona, un animal y otros.
Lauretta Bender (1964), por otra parte, también apuntaba que existen en el ser
humano unas tendencias de funcionamiento perceptivo, motriz y psicomotriz, muy
precoz en la vida, antes de la comprensión y uso del lenguaje, en la fase preverbal,
cuando se tienen las primeras y básicas experiencias con las personas más significativas
de la vida.
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tendencias, conflictos, necesidades, etc., todas ellas inferidas del comportamiento de los
individuos humanos (Fernández Ballesteros, 1981).
1.4. Supuestos básicos sobre los que se sustenta la interpretación de los gráficos
Los dibujos, al igual que todos los actos (errores, sueños, lapsus línguae, conversiones
somáticas, etc.), están determinados por factores psicodinámicos nucleares. Esta
nuclearidad surge como resultado del concepto de "imagen corporal" que tiene cada uno
de sí mismo, y de la traslación simbólica de las actitudes psicomotrices, en características
gráficas.
Aunque los dibujos estén determinados por una combinación de factores culturales,
biomecánicos, transitorios y caracterológicos, éstos pueden ser aislados, identificados y,
hasta cierto punto, cuantificados.
Existen operaciones intermedias entre los detalles de un dibujo y las fuerzas que lo
determinan; estas operaciones poseen una gramática y sintaxis similar a las que gobiernan
los sueños oníricos, las estructuras de la fantasía y los desplazamientos somáticos.
Estudios sobre pluralismo de W.James, sobre símbolos lingüísticos multidimensionales de
J.Joyce, interpretación de los sueños de Freud, exploraciones sobre el simbolismo de
Koch, Stekel y Jung, y de M.Klein, entre otros, lo han sustentado.
Por otra parte, la concepción de Jung sustenta que el mundo inconsciente, colectivo o
personal, puede representarse artísticamente a través de imágenes y símbolos y que estas
imágenes y símbolos se manifiestan en la pintura, la escultura, la poesía, la danza, la
música, la literatura, el dibujo, entre otras muchas formas, y son expresiones del aspecto
creativo del ser humano, cuyo origen se encuentra en el inconsciente, el centro de la
creatividad.
Él refiere que las imágenes del inconsciente colectivo son arquetípicas y las
encontramos en los sueños y las fantasías, en los mitos, en la religión y los dibujos,
siendo algunos de los medios de "transmisión" de los arquetipos, que forman el sistema
universal de creencias, historia y educación.
Comprender y reconocer que los símbolos que aparecen en los dibujos pueden
provenir del aspecto colectivo del inconsciente nos ayuda a responder algunas preguntas
concretas relacionadas con los dibujos y su interpretación.
Hay toda una similitud de los dibujos con los sueños. El sueño sólo se transformó en
un camino regio para acceder al inconsciente cuando se lo pudo imaginar como una
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escritura en imágenes. El dibujo y el sueño se anudan los dos en un elemento común que
es la consideración de la figurabilidad, nombre que Freud da a lo figural como región
autónoma de escritura, con sus particularidades propias. En relación con ello, Sarah
Kofman se refiere a lo que resulta "intraducible al lenguaje de la razón", para los
occidentales, cuando dice que en nuestra sociedad otorgamos demasiada primacía a la
conciencia y el logocentrismo, y no a lo inconsciente o figurable.
El sueño aparece como una producción, fruto del trabajo del psiquismo, y sobre esta
base hay que considerar también el conocimiento del grafismo. Según ello, la
consideración que se haga del grafismo es idéntica al examen de los sueños, que permite
descubrir una nueva forma de abordar la imagen onírica cuando, enlazándola con lo
verbal, le permite resignificar contenidos psíquicos del sujeto, resistiendo la tentación del
sentido inmediato.
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La interpretación de los dibujos proyectivos se basa empíricamente en los siguientes
puntos fundamentales, desarrollados inicialmente por E.Hammer.
-La correlación entre los dibujos proyectivos realizados a intervalos durante el curso
de una terapia psicológica, y el cuadro clínico en los momentos en que se realizan
los dibujos (correlaciones directas).
-La congruencia interna entre los distintos gráficos. En algunas ocasiones, cuando no
se da coincidencia entre las distintas técnicas incluidas en la batería proyectiva
(entre, por ejemplo, los dibujos y el comportamiento del sujeto, su historia, otras
técnicas y otros dibujos), más que una verdadera contradicción, se ha comprobado
que manifiestan una complementación entre ellos, pues permite detectar el mismo
conflicto (véase capítulo 8 de Psicodiagnóstico diferencial con test gráficos, de la
autora).
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-El sistema interpretativo de los dibujos proyectivos basados en los estudios
experimentales (autores antes mencionados).
De todas formas, las inferencias efectivas que obtendremos a partir de los dibujos
proyectivos no sólo surgirán desde el bagaje formativo que posee el propio psicólogo, y
del conocimiento y experiencia que éste tiene de su herramienta clínica, sino también de
los conocimientos teóricos sobre los principios psicodinámicos. Una noción sobre los
detalles mecánicos de la interpretación gráfica nunca podrá sustituir al conocimiento de la
dinámica de la personalidad y de los síndromes clínicos, bagaje preliminar que resulta del
todo indispensable para el dominio de las técnicas proyectivas gráficas.
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Las diferencias cuantitativas y cualitativas en los dibujos por parte de muchos autores
expertos en test gráficos han sido vinculadas con la edad cronológica y la madurez
intelectual y de personalidad de un sujeto, formando así la base de conocimiento de la
evolución psíquica del mismo. Goodenough, Bender y Koppitz, son algunos de los
autores más representativos, entre otros, que han realizado investigaciones significativas
al respecto.
El significado de los objetos (es decir, de las relaciones más básicas y significativas de
la vida) primero es experimentado como inseparable de las cualidades sensoriales que se
pueden percibir en su superficie táctil (de ahí que primero se dé con ellos un espacio
bidimensional, plano, y posteriormente ya, con la organización del espacio psíquico, un
espacio tridimensional o interno, de los objetos más diferenciados).
No es casualidad pues, que a nivel popular, desde la calle y en relación con el cuerpo,
exista el conocimiento de toda una vinculación entre la semántica y las frases populares
que existen, una relación entre determinadas funciones básicas psicosensoriales del
maternaje mantenido con el bebé y su maduración corporal y nerviosa (entre ellas, por
ejemplo: "poner el dedo en la llaga, me "huele" mal, tener "mano" dura, tener "mano"
izquierda, acariciar una idea, meterse en "su piel", entrar en "contacto", un odio
"visceral" etc.).
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Nuestros sentidos influyen sobre la motricidad, y ésta, a su vez, sobre los sentidos. El
gráfico que dibujamos pone en juego actividades perceptivas, sensoriales, cognitivas,
emocionales, motrices y simbólicas, relacionando el pensamiento más primario que
tenemos (a través de la totalidad de las sensaciones del cuerpo y de los impulsos, de lo
más instintivo e inestructurado), con el pensamiento más secundario (como son las
emociones y las funciones superiores de la mente: la atención, concentración, reflexión,
capacidad de juicio, razonamiento, capacidad lógica, etc., bases del pensamiento).
Freud refiere que estos procesos psíquicos, ya más maduros, empiezan básicamente
con la atención, que el niño pueda prestar atención; después puede devenir la
concentración, y ya, con ella, paulatinamente la reflexión y la memoria, funciones
esenciales y necesarias para que el sujeto pueda efectuar un básico aprendizaje. Este, por
lo tanto, es inconcebible sin que previamente exista en todo sujeto una situación
suficiente de equilibrio afectivo interno que le permita poder incorporar bien la
información del ambiente y, con ello, lograr ir estructurando un proceso de aprendizaje.
En el gesto gráfico los elementos verbales provienen del hemisferio izquierdo y los
espaciales del hemisferio derecho, conjuntamente con la visión global y semántica del
dibujo o la palabra escrita. Concretar cada gesto gráfico se realiza básicamente por medio
de la actividad del cerebro frontal programador, y la del cerebro llamado límbico (área
singular), el cual, relacionado con las conductas emocionales, afectivas y motivacionales,
también permite la ejecución del rasgo gráfico. El dibujo, más allá de un producto de la
mano, es un producto proveniente del cerebro, desde donde surgen los impulsos motores
que cogen y mueven al lápiz.
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Figura 2.1. Impresiones de las manos de niños de 3 y 2 años de edad.
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con la mano, a lograr el equilibrio y dibujar, es decir, la identificación con la función
muscular paterna. Al tomar el lápiz, tiza o elemento que sirve para trazar el dibujo, el
niño logra asir, en forma creciente y equilibrada, aquella imagen fuerte parental,
acompañante y continente.
Figura 2.2. Al tomar el lápiz el niño logra asir la imagen fuerte parental.
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Sólo cuando se establece la posibilidad de relación con un tercero (conceptualizado
ello, desde el punto de vista psicodinámico, como superación del complejo de Edipo), se
llega a una unidad emocional del cuerpo y a una relación objetal completa (a través de
poder integrar a la vez, lo bueno y también lo malo, que hay en uno y en toda otra
persona); por ello, para lograr una imagen interna unida del propio cuerpo, es tan
importante que uno pueda lograr la identificación y la personificación.
El límite será la condición que permitirá al aparato psíquico establecer las diferencias
en el interior de sí mismo, entre lo que es psíquico y lo que no lo es, entre sí mismo y los
demás (los sentimientos de despersonalización que aparecen en un sujeto surgen de una
vaguedad de los propios límites personales que incide en que no sepa bien quién es, qué
es lo propio o ajeno, pudiendo conllevar riesgo de confusión psicótica).
La mano tiene una compleja evolución para comportarse como tal. Al principio, el
lactante de poco tiempo no presenta relación entre ojo y mano; progresivamente, al
mover su mano dentro del campo visual se sorprende, y la repetición de ese gesto le
produce alegría y se entretiene pasando la mano por delante de sus ojos (el ojo sigue a la
mano).
A partir de los 6 meses, la mano ya es dirigida hacia los objetos presentes para
manipularlos. El ojo tratará de guiar a la mano y, progresivamente, estará, cada vez más,
en condiciones de agarrar un lápiz y de hacer rayotes.
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Figura 2.3. Garabatos.
En los orígenes del dibujo infantil, el niño sólo tiene la intención del movimiento
rudimentario sobre el papel derivando el placer de esta sensación kinestésica y del
dominio que va ganando con los movimientos, logrando objetos inventados por él
(posteriormente dotados de asociaciones primitivas), producción totalmente propia y no
producto cultural, a través de los garabatos incontrolados (pendulares, de golpeteo con
puntos, comas, plumeados, tachaduras, circulares, envolturas que representan la
búsqueda de la contención afectiva, etc.); cada parte va a su aire y con una impresión de
confusionalidad (como un magma) siendo imposible, al principio, su reconocimiento o
interpretación, incluso por él mismo. A los 15 meses, el pequeño sólo acertará a dibujar
garabatos sin ningún sentido, su intencionalidad es gestomotor y su interés sólo está en la
impresión-huella gráfica que produce, en sí misma (hay impulso motriz pero no una
representación mental). No existe aún una relación integrada entre movimiento, trazo y
figura.
De los seis meses a los dos años, esta descarga motora sin mucho sentido que el niño
realiza le hace producir líneas discontinuas, correspondiendo a la llamada fase del
50
garabato, según Luquet. Por otra parte, Sully afirma que: "los grafismos infantiles pueden
ser cognitivos, afectivos o de ambas clases".
Los símbolos son fases previas a los conceptos, una fusión de imágenes cargadas de
sentimiento. Jung afirma que "un verdadero símbolo aparece de verdad cuando hay
necesidad de expresar lo que el pensamiento no puede pensar o lo que sólo se adivina o
siente". El lenguaje oral, progresivamente más desarrollado que el dibujo del niño en
estas edades, acudirá a auxiliar al lenguaje gráfico creando un lenguaje mixto originado
por la coincidencia de los dos sistemas simbólicos; aunque no hemos de olvidar que la
palabra nunca podrá sustituir a la forma por la que se expresan nociones y conceptos
innombrables tanto verbalmente como por cualquier otro medio (pensamientos
informulables en esta etapa, como dice Piaget); surgen del interior estados afectivos y
pulsionales (de amor, odio, etc.) y sensaciones propioceptivas, kinestésicas, visuales,
olfativas y gustativas, posturales y motrices (muchas formas celulares dibujadas parecen
originarse en sensaciones propioceptivas surgidas inconscientemente en la psique), que a
51
través de las manchas y tachaduras de sus dibujos son igual de difíciles de poderse limitar
en esta edad, como sucede también en el niño en sus otras manifestaciones de conducta
habituales.
52
Poco a poco y con el tiempo, el niño irá encontrando sentido y similitudes entre sus
garabatos y lo que ve en la realidad y, a los 18 meses, ya le saldrá la línea vertical
(vestigio del cuerpo erecto). Progresivamente, irá desarrollando la imagen corporal (como
representación interna de una imago inconsciente u objeto interno), registro imaginario
inconsciente de base afectiva, que nos indica que el cuerpo ya es vivido como un primer
medio de relación con el otro). Ello se diferencia del esquema corporal como unidad
física y que depende más de un registro sensoriomotor e intelectual (el cuerpo como
instrumento de acción en el espacio y sobre los objetos, preconsciente, y de base
neurológica).
Wolff señala que el niño durante los dos primeros años tiene su individualidad fundida
en el medio externo y sus trazados (garabatos desordenados) se funden con el espacio
gráfico, rebasando sus límites sin lograr establecer diferencias entre dentro y fuera. "El
círculo no sólo representa la redondez, sino la cualidad más general de la "cosidad", es
decir, lo compacto del objeto frente al fondo indeterminado" (Arnheim, 1979), concepto
vinculado a la noción de identidad propia y algo diferente que ya se va forjando
prematura y rudimentariamente en el niño y plasmando de esta forma en su grafismo
(muchas veces, rellena su interior con rayotes/garabatos que nos indican ciertos vestigios
del concepto dentro-fuera, de sí mismo).
53
Figura 2.6. Garabatos realizados por un niño de 3 años y medio.
En el dibujo están sintetizados los juegos fundamentales del primer año de vida.
Pronunciar la primera palabra, a nivel psicodinámico significa para el niño la posibilidad
de reparación del objeto amado y a la vez odiado, que puede reconstruir dentro y lanzar
hacia el mundo exterior. Secundariamente, el niño experimenta que la palabra lo pone en
contacto con el mundo en sus medios de comuni cación. De esta forma, el lenguaje y la
marcha tienen el mismo significado del nacimiento: poder separarse, para recuperar, de
otra forma distinta, el contacto con el objeto perdido. Eso también sucede con el gráfico,
con un nuevo resultado: que se recupera el objeto (dibujo) y puede ser visto tantas veces
como se desee.
El hecho de que la imagen (tanto propia como ajena) sea fugitiva, en cierta medida
puede angustiar al niño cuando es muy pequeño. Al dibujar la imagen, el niño alrededor
de los dos o tres años descubre cómo poder recrearla y retenerla mediante dibujos y así
poder disminuir la angustia, pudiendo luego convertirse en uno de los más frecuentes
medios de expresión del niño.
54
Poco a poco va teniendo conciencia de ser "distinto" al entorno, es cuando va
surgiendo el garabato coordinado, produciéndose un cambio radical en el dibujo
(grafismo y espacio mantienen sus trazados en los límites impuestos por el espacio
gráfico). La conquista de la noción de identidad señalará la presencia de unidades,
especialmente circulares cerradas o cuyas combinaciones representarán posteriormente el
nacimiento de la primera imagen humana: el renacuajo.
Y así los símbolos primitivos irán dando lugar a nuevos símbolos, que a su vez
55
movilizarán a los primeros desde sus distintas vertientes, verbales o plásticas, en una
espiral en movimiento a través del tiempo. Las unidades formales básicas (círculo y
segmento lineal), dibujadas aisladamente o reunidas en formas rudimentarias, constituyen
el primitivo alfabeto del niño.
56
Un ejemplo del deterioro evolutivo descendente aparece en los dibujos del HTPP
(Test de la casa, árbol, persona, persona) de un hombre que padecía esquizofrenia,
momentos recién posteriores al brote de descompensación personal, que ocasionó la
muerte de su madre (véase el extremo esquematismo, desvitalización y robotización de
las figuras humanas que se muestra en la figura 2.8).
57
Figura 2.9. Renacuajo universal.
58
correspondiéndose con el nivel perceptivo al que Wallon alude cuando tienen lugar las
conexiones forma-grafismo y se establecen las asociaciones fundamentales entre trazo
gráfico y la intención representativa (alcanzando mayor parentesco con el objeto real,
icono, cuya asociación es descubierta con gran alegría por el niño).
La figura 2.10 muestra algunos ejemplos de dibujos de niños alrededor de los 3 años.
59
estos procesos e intervenir de forma activa preservando y estimulando experiencias y
ambientes idóneos para plasmar sus necesidades más básicas expresivas, intuitivas e
inconscientes.
Sin embargo, en los dibujos de niños con problemas neurológicos solemos apreciar,
entre otras características:
-Impulsividad.
-Desinhibición en la conducta.
60
Figura 2.11. Dibujo de una niña de 4 años, dentro de la normalidad.
61
Figura 2.12. Dibujo de cariz psicopatológico.
Poco a poco, el niño va encontrando analogías vagas entre alguno de sus trazados y
algún objeto real, siendo entonces cuando se considera ya una representación de objeto
(generalmente imágenes de su entorno más familiar a las que rápidamente les otorga su
nombre: realismo fortuito y equivalencias). Muchas veces el niño dibuja y va atribuyendo
62
significación al resultado, de forma improvisada, siendo frecuente que un mismo
grafismo nos indique distintas cosas a la vez (como una figura de una niña de más de tres
años, en que a partir de atribuir al gráfico un caracol, éste mismo pasa a representar la
cara de una rana y luego otro objeto, a la vez). En este nivel perceptivo, según H.Wallon,
tienen lugar las conexiones forma-grafismo, estableciéndose conexiones fundamentales
entre el trazo gráfico y la intención representativa.
En las representaciones incipientes, como dijimos, él dibuja lo que sabe antes que lo
que ve, estableciéndose cierta lucha interna entre lo que quiere dibujar y los medios
gráficos limitados de que aún dispone, que generalmente acaban dominando a los otros.
Por otra parte, al dibujar lo que ve y lo que sabe (según Piaget, realismo intelectual, que
es diferente del realismo visual, donde dibuja sólo lo que ve), plasma lo de dentro del
cuerpo, confundiendo sentimientos propios con realidad exterior, no respetando las reglas
de la percepción y viendo afuera lo que está dentro (las transparencias, no relevantes en
pequeños, ya son significativas a partir de los 8 años, indicando en adultos patología:
problemas graves en la capacidad lógica, un rasgo muy característico en personalidades
psicóticas).
Como consecuencia de los notables cambios ocurridos a nivel cognitivo infantil, a raíz
de las transformaciones socioculturales y educativas de los últimos tiempos (avance de la
escolarización, introducción en el mundo del niño por la imagen, y la mayor atención que
la escuela ha otorgado al dibujo), las etapas del desarrollo gráfico parecen haber sufrido
grandes cambios cronológicos, adelantándose bastante últimamente, a tenor de diversas
investigaciones realizadas al respecto (como la interesante aportación efectuada por
A.Machón en su libro Los dibujos de los niños, 2009).
Los temas dominantes a esta edad suelen ser, preferentemente, la casa, el sol o astro,
las nubes, los coches o los vehículos - paradigma de lo masculino, especialmente para los
niños-, las flores - paradigma de lo femenino para las niñas(cosa que nos corrobora cierto
predominio de lo estético, estático o decorativo en las niñas, frente a lo expresivo, acción
y dinámico en los niños), las aves, los mamíferos, los medios de transporte y los
elementos naturales de muchas formas. Algunos de los motivos parecen ser, entre otros,
63
su fácil realización, la continua observación de los modelos adultos cuyas imágenes
aparecen con frecuencia a su vista junto con la persistente influencia de los mensajes de
éstos (¿esto qué es?, ¿dibujamos un sol?, ¿qué quieres dibujar?...) y el comienzo del
interés infantil por la representación del espacio, la caracterización o localización del
medio ambiente y el carácter antropomórfico de las imágenes más frecuentes: la casa, el
sol y el árbol (cuyas características conforman posteriormente el origen de la
representación humana, preferentemente dibujada por los niños, más adelante).
64
rostro (el rostro de la madre es lo primero que percibe inicialmente) o el conjunto de la
imagen humana, también nos permite encontrar ejemplos abundantes de
antropomorfismo (casas con piernas, que miran sonrientes, árboles que lloran, etc.).
65
Figura 2.14. Dibujo de la familia de una niña de 5 años.
66
Figura 2.15. Dibujo de la familia de una niña de 5 años.
67
Figura 2.16. Dibujo de la familia de una niña de 5 años.
68
Figura 2.17. Dibujo de la familia de una niña de 5 años.
69
Figura 2.19. Dibujo de la familia de una niña de 6 años y medio.
-Capacidad de asociación (a través de la similitud que hay entre los rasgos gráficos
con el objeto real).
70
-Capacidad de juicio (la proporcionalidad que presenta el dibujo).
-Abstracción (podrá reducir y simplificar las partes del objeto en los rasgos del
gráfico).
-Coordinación óculo-manual.
Entre todas las imágenes de los seres más próximos y que más interés despiertan en él
(animales, pelotas, trenes, etc.), destacará especialmente la representación humana
(dibujo de familiares: papás, hermanitos, etc. con los que establece los primeros lazos
afectivos y perceptivos). Los miembros corporales empiezan a mostrar el movimiento
que exigen sus funciones (coger, saltar, correr, gesticular, etc.).
A los seis o siete años podrá dibujar un rombo, apareciendo en esta edad la diferencia
de sexos y el realismo infantil, con intentos iniciales de trazar el perfil que derivan hacia
una representación mixta y finalizando en una orientación correcta del perfil, que
constituye el preludio para la representación del movimiento.
Finalmente, la etapa óptima del dibujo se llega a alcanzar aproximadamente entre los
once y los doce años, edad en que se desarrolla el pensamiento abstracto. Pedro Pérez
refiere que una concepción espacial completa, con tridimensionalidad, se logra
generalmente en la adolescencia (cuando se consigue el tamaño reducido de los objetos
71
distantes). El sentimiento de la propia identidad supondrá una referencia implícita de
consistencia interna y en el modo de estar en el espacio exterior.
E.Grassano (1984) nos indica que, por regla general, cuanto más precisa sea la
descripción gráfica del objeto, más diferenciado y delimitado es el propio "yo" del sujeto
que lo ha dibujado, y que cuanto más confusa y decreciente sea la descripción, más
perturbada se encuentra la delimitación entre el yo-no yo, lo propio y lo de los demás. De
todas formas, siempre será importante que tengamos muy presente si ello aparece en
todo el protocolo o sólo en alguna respuesta o zona parcial de una respuesta, cosa que se
consideraría menos patológico.
72
Figura 2.20. Dibujos de un niño de 7 años con buena capacidad intelectual y
libre de conflicto emocional grave.
La figura 2.20 muestra dos dibujos de un niño de 7 años con una buena capacidad
intelectual y libre de conflicto emocional grave. Sin embargo, sí se observa, a nivel
proyectivo, su necesidad de dependencia primaria (botones), lo que parece contradecirse
con su oposicionismo (girar hoja en todos sus dibujos) y su necesidad de expansión y
receptividad (brazos abiertos), lo que parece indicar un conflicto entre permanecer
"pequeño", bajo las alas de su madre, y la necesidad de "independizarse", de ser él
mismo y tener su identidad bien diferenciada. En relación con ello, es significativa la falta
de distinción entre cuerpo-ropa así como las manos muy pequeñas, tipo muñones.
73
74
El psicodiagnóstico comprende una serie de entrevistas incluidas dentro de un proceso
relacional temporal que se lleva a cabo entre el sujeto que acude a consulta y el psicólogo
que le explora.
Los datos observables en cada exploración irán siendo significados por el mismo
psicólogo desde su propio modelo de pensamiento o marco teórico. Éste será el que le
guiará y servirá de referencia en las dificultades con que se encuentre y, también, en el
significado propio que, posteriormente, irá otorgando a todos los datos obtenidos. La
forma en que éstos serán enfocados y combinados, al ir extrayendo las distintas
inferencias, dependerá, precisa y especialmente, entre otras, del propio estilo cognitivo y
emocional de cada psicólogo. Su experiencia clínica, conseguida con esfuerzo hasta el
momento, vendrá a enriquecer la comprensión del sujeto.
75
3.1. Primera entrevista clínica
La entrevista clínica es el primer instrumento diagnóstico que los psicólogos utilizan para
establecer el primer contacto con la persona que acude a consulta. Según refiere Siquier
Ocampo, la entrevista es "una" técnica diagnóstica, pero no es "la" única técnica. Al ser
la primera técnica que se emplea, permite establecer la primera hipótesis de diagnóstico y
también de trabajo, en la que se plantearán otras pruebas a aplicar, que se considerarán
las más idóneas, según cada caso individual y concreto.
La "primera entrevista", que probablemente dará lugar a otras más, abre la primera
etapa del proceso psicodiagnóstico. Es importante facilitar un buen clima emocional o
rapport tratando de captar la cualidad de la transferencia que el sujeto suscita en
nosotros, tanto positiva como negativa, cuidando de que ésta última no sea demasiado
intensa para que no ponga trabas a nuestro trabajo con el explorado. Al principio, es
conveniente que el psicólogo se mantenga más bien prudente y parco en palabras para
dar una mayor libertad de comunicación al sujeto y que no se convierta en un tedioso
interrogatorio. Progresivamente, y a medida que se vayan teniendo más claras las
hipótesis, será conveniente hacer comentarios y preguntas pertinentes más dirigidas,
estratégicamente, hacia los objetivos pretendidos.
76
inconsciente, que no pasa por las palabras (que suele ser otro motivo de
preocupación, más difícil de comunicar y, posiblemente, más alejado de la
conciencia). Ambos irán surgiendo paulatinamente a lo largo de la exploración.
77
Se ha de respetar el ciclo asociativo libre que va surgiendo en el entrevistado sin
frenarle, bruscamente, con nuevos temas o preguntas, ya que, aunque informe de una
realidad externa, ésta se encuentra siempre en función de su realidad interna o
interpretación propia de esa realidad vivida. Es necesario poder establecer la distancia
psíquica necesaria con el sujeto para poder interpretar adecuadamente.
Una buena evaluación psicológica tiene estrecha relación con varios factores:
-La sensibilidad con que uno es capaz de usar el propio "sí mismo" para evocar el
funcionamiento psíquico de la persona que tenemos enfrente.
En breve conversación (es idóneo que ésta sea al final de la primera entrevista para
que no contamine o interrumpa la libre comunicación del explorado), se tratará de
recoger: los datos básicos de filiación, situación familiar actual y pasada, entorno más
cercano del sujeto, profesión, dirección de contacto, honorarios profesionales, etc.
78
3.2. Planificación de la batería de test
Una batería de test es enormemente útil para obtener una buena representación de las
muchas dimensiones del funcionamiento del Yo; ninguna prueba psicológica es capaz de
abarcar a todos los distintos niveles de este funcionamiento personal.
Los test no pueden ser nunca un objetivo en sí mismos, sino un medio para llegar a
un fin: el que el sujeto aclarará a lo largo de la exploración. Generalmente, han de
utilizarse como tangenciales y complementarios, y no como un fin en sí mismos.
No hay un único modelo de batería de test igual como no existen dos personas
iguales. Cada sujeto obliga a pensar en la estrategia específica que se ha de seguir y en
los test más idóneos que se deben aplicar. En todas las especialidades (forense, clínica,
educativa, laboral, vocacional, etc.), un diagnóstico se tiene que apoyar básicamente
siempre en un buen diagnóstico clínico.
79
Por regla general, para un psicodiagnóstico es importante emplear aquellos test que
recojan el mayor número de conductas posibles del sujeto a explorar: verbales, no
verbales, psicomotrices, lúdicas, simbólicas, intelectuales...
Se podrán plantear algunos parámetros sobre el plan a seguir, pero siempre será la
propia experiencia e intuición clínicas (aparte del sentido común) las que indicarán cuál es
finalmente el camino más acertado, según el estilo personal de cada individuo, puesto que
no existe un modelo único válido como si de una formula química se tratara.
Será muy útil correlacionar el conjunto de los resultados de los test aplicados y las
entrevistas, ya que ninguno de ellos por sí solo puede explorar la totalidad de la
personalidad profundamente. Ningún test, por muy completo y fiable que sea, es válido
por sí solo, debiendo completar y apoyar hipótesis mediante la utilización de otras
técnicas, ya sean proyectivas, psicométricas u observacionales (aunque sí que es cierto
que a la hora de efectuar un psicodiagnóstico hay que seguir siempre un determinado
modelo teórico de referencia, ya que de lo contrario el diagnóstico y sus conclusiones
caerían en poca claridad.
Los gráficos se correlacionarán con las entrevistas clínicas y otros posibles test
administrados (verbales, de inteligencia, cuestionarios o proyectivos, según el objetivo
que se tenga).
Como se ha mencionado anteriormente, los test proyectivos gráficos tienen una cierta
similitud con el psicoanálisis en cuanto a:
80
-La ambigüedad y no estructuración que representa la hoja de papel en blanco que se
le proporciona.
-La no directividad (las consignas son siempre según el propio deseo del sujeto:
"como usted quiera", "como a usted le parezca").
-El encuadre, que se mantiene constante a lo largo del proceso de diagnóstico, permite
a su vez mantener constantes ciertas variables que inevitablemente intervienen en
el proceso.
3.3. Encuadre
Utilizar un encuadre a lo largo del proceso de diagnóstico psicológico significa tratar de
mantener constantes ciertas variables que inevitablemente intervienen en el proceso,
como por ejemplo:
a)La aclaración de los roles respectivos en la tarea que se va a efectuar (las funciones
del profesional, lo que se espera del sujeto). El psicólogo ha de tratar de
mantenerse con una suficiente libertad interna que le permita jugar con la necesaria
amnesia (evitación de la interferencia de otras informaciones que se tengan sobre
el sujeto; en niños, las proporcionadas por los padres) y la habitual privacidad del
material (por ejemplo, en niños, está desaconsejado por completo enseñar los
gráficos a los padres, por mucho que éstos insistieran, ni tampoco sustituir la
misma hora de la exploración del niño para atender a los padres). Ello se relaciona
con la importancia de mantener siempre un espacio privado y con la necesaria
intimidad para el sujeto, libre de posibles intromisiones e interferencias que puedan
afectar a la espontaneidad y naturalidad en éste.
b)Lugar donde se realizarán las entrevistas (espacio tranquilo, sin ruidos, con buena
luz, una mesa, dos sillas y las paredes limpias sin excesivos elementos que
81
pudieran favorecer distracciones).
A diferencia del modelo médico y desde el primer momento, el psicólogo utiliza como
instrumento el sistema relacional que se establece con el paciente; tiene una gran
importancia el análisis transferencial y contratransferencial. La mutua interrelación resulta
un auténtico acercamiento con el paciente que le permite comprender al psicólogo la
carga de aportaciones y roles que, inevitablemente, siempre le induce y transfiere,
especialmente en la forma en la que el sujeto utiliza el vínculo, el espacio que se le da, el
tiempo, el material, etc. (seducción, búsqueda de sobreprotección, desear invadir al
psicólogo, hacerse rechazar...).
Hay que permitirle poner en marcha y expresar cualquier tipo de conducta que surge
espontáneamente, así como determinadas conductas que pueden interferir en el proceso
diagnóstico: negativas a hablar, silencios prolongados, faltas reiteradas, tardanzas
continuas... (ya que también revestirán significación diagnóstica), tratando de ser
continente pero con límites (ello le diferencia con el encuadre de una psicoterapia
psicoanalítica).
Existe el peligro de que un acortamiento del proceso diagnóstico (por ejemplo, con la
utilización de un solo test) puede favorecer la idea de que el psicólogo de forma
omnipotente le capta rápidamente los conflictos (con ciertos atributos algo mágicos,
como de brujo)..., o la idea de que lo que tiene es simple, de que ya sabe enseguida las
cosas sin necesidad del tiempo necesario y esfuerzo para conseguirlo, pudiendo
promoverle al psicólogo no sólo un déficit de la información necesaria, sino también el
riesgo de llenar los huecos del paciente con sus propias proyecciones personales. Hay
que tener especial cuidado en evitar que los test puedan ser utilizados como escudo entre
profesional y paciente (especialmente por quienes se inician en esta práctica profesional),
82
para evitar actuar pensamientos y sentimientos que movilizan en el profesional afectos de
rechazo, miedo, pena, etc. De ahí la importancia que tiene que el psicólogo haya podido
realizar su propio trabajo analítico para mantener suficientemente contenidos y bajo
control sus aspectos más frágiles o conflictivos a nivel personal, que pudieran interferir
en la búsqueda de una situación aséptica y con la distancia óptima con el examinado.
3.4. Material
El material que se utiliza en la exploración diagnóstica, consiste en:
•Un lápiz tipo Faber n.° 2 de dureza media, adecuado también para el manejo de un
niño, y que refleja oportunamente la presión (ni pálido ni oscuro ya que así
sabremos si el trazo pálido es debido o no a la poca presión ejercida por el sujeto).
Aunque focalizo el estudio de los gráficos teniendo como base el lápiz, me
detendré breve y sucintamente, a continuación, en los colores. Para la
administración con los gráficos cromáticos, hay que presentar ocho colores
básicos.
83
-Rosado: cuando la persona puede atemperar lo rojo, es aspecto de algo saludable.
-Negro: temor, amenaza o tensión, ideas sombrías. Junto al marrón y azul (este
también indica necesidad de reposo), se asocian a represión, regresión o
inhibición.
•Una goma de borrar blanda a la vista del sujeto, que no sea demasiado grande ni
exuberante, pero tampoco rota o dañada (se tendrá que consignar cuánto la usa,
cómo y qué partes borra del dibujo). Su utilización flexible lleva implícita la
posibilidad de poder modificar el dibujo a medida que lo hace, permitiéndose
rectificar, reparar o arreglarlo (como podría hacer con diferentes aspectos de su
vida); utilizar la goma de borrar para estos cambios, siempre que no sea excesivo,
equivale simbólicamente a la capacidad para efectuar "cambios" efectivos en la
vida, asociándose muchas veces también a las correcciones verbales de lapsus
verbales. En los test gráficos la posibilidad de modificar el dibujo a medida que lo
hace y de utilizar la goma de borrar para estos cambios también parece equivaler
simbólicamente a correcciones verbales de lapsus verbales.
•Una hoja de papel blanco (DIN A-4). Es preciso utilizar hojas en blanco tamaño
carta, siempre las mismas, sin renglones, cuadrículas, ni otros trazos en el anverso
y reverso, ya que ello distorsiona la producción gráfica al presentar parámetros que
de alguna manera permiten guiar la conducta del sujeto o la pueden perturbar. Se
ha de tener presente que no es por casualidad, en ningún momento, la presencia o
la ausencia de cualquier marca o signo gráfico cuando éste es esperable, por
insignificante que pueda parecer (un trazo desdibujado en cierta parte específica
del cuerpo, el inacabamiento de una figura, una raya suelta y desconectada del
resto del dibujo, que raye o tache algo y luego no lo borre o bien que borre algo y
posteriormente lo dibuje de otra manera distinta, solicitar más hojas para
dibujar...). Una regla puede ser solicitada a menudo por algunas personas
obsesivas o con mucha necesidad de control y búsqueda de simetría y
perfeccionismo, y dado que impide reflejar las deficiencias o fallas, se hace
necesario desestimarla.
3.5. Administración
84
Se inicia la administración de los test, proporcionándole al sujeto el material básico,
anteriormente mencionado, junto con la petición verbal de una consigna: que dibuje tal o
cual dibujo en ella, cosa que según cada test implicará un dibujo distinto ("Dibuje un
animal", en el Test del animal. "Dibuje una familia", en el Test de la familia", etc.).
Cuanto más estrictas y concretas sean las instrucciones que se le dan, tanto mejor será
para valorar las distintas capacidades y actitudes del sujeto, siempre que no haya un
motivo para lo contrario.
El psicólogo ha de ser como una esponja que observe, capte y absorba lo máximo
posible de la persona con la que interactúa; en cierta manera, como alguien que incluso
pueda aparecer algo "simple" al pedirle explicación o aclaración por cualquier detalle, por
nimio que parezca; pero todo es más efectivo si uno no se queda sin la sensación de que
ha preguntado poco o de que hay detalles que no han sido suficientemente esclarecidos
(especialmente con sujetos con dificultades de comunicación). Para poder integrar
suficientemente bien todos los aspectos de la exploración, es importante que, desde el
comienzo hasta el final de ésta, el psicólogo esté junto con el administrado, no dejándole
solo en la estancia en ningún momento, pues así está en condiciones de observación más
amplias.
El examinador debe anotar todos los comentarios y la manera de proceder del sujeto
al graficar las asociaciones verbales complementarias (que resultan como equivalentes a
las asociaciones libres de un sueño), procurando no interferir en la tarea (y nunca en la
cara de la misma hoja del gráfico del sujeto porque puede transparentarse y distorsionar
la visibilidad correcta).
Si el sujeto dice que no sabe dibujar o que lo hará mal, se le contesta que no importa
porque lo que interesa del dibujo no es la pericia sino saber qué hace la gente cuando se
le dice que dibuje tal o cual cosa. Si sólo dibuja una cabeza, por ejemplo, o una figura
85
totalmente esquemática, se le pedirá si puede tratar de hacer la figura más completa; en
general, siempre es importante responder en términos parecidos a: "como usted quiera".
86
87
Para una profunda y correcta interpretación de los gráficos, es esencial tener en cuenta
unos elementos básicos de interpretación (criterios de evaluación), como son los
siguientes:
-El trato que el sujeto proporciona al psicólogo permitirá tener en cuenta otros
criterios comunicativos como son la transferencia y la contratransferencia, y el
lenguaje no verbal, también a integrar con la parte más mecánica del dibujo.
88
Es importante prestar atención a la actitud del sujeto, desde cómo se sitúa frente a la
tarea, las distintas reacciones corporales, cognitivas y afectivas que tiene ante cada ítem
gráfico, su disposición o indisposición a graficar, y sus comentarios espontáneos y
asociaciones en relación con ello. La actitud puede ser muy variable, yendo desde una
receptividad y vivencia satisfactoria, cosa que nos indica una disposición a acercarse a su
mundo interno para contactar consigo mismo, como desfavorable, con ánimo de
autocrítica o de rechazo ("...es que yo nunca he sabido dibujar..., lo hago tan mal..., esto
es de un niño de 4 años..."), oposicionismo, manifestando sentimientos de ridículo o de
pequeñez (que pueden remitir a movilizarle momentos infantiles insatisfactorios con el
dibujo, como manifestación de lo mal que vive conectar con esos aspectos dentro de sí
mismo).
-Tamaño.
-Movimiento.
-Simetría.
-Perspectiva.
89
-Sombreado.
90
Figura 4.1. HTPP de un adolescente con importantes problemas de relación y
conducta (casa).
91
Figura 4.2. HTPP de un adolescente con importantes problemas de relación y
conducta (árbol).
92
Figura 4.3. HTPP de un adolescente con importantes problemas de relación y
conducta (persona).
93
Figura 4.4. HTPP de un adolescente con importantes problemas de relación y
conducta (persona).
Las figuras 4.1, 4.2, 4.3 y 4.4 muestran la coherencia y constancia en la secuencia de
los gráficos del Test casa, árbol, persona, persona (HTPP, por su sigla en inglés),
dibujados por un adolescente con importantes problemas de relación y conducta después
de protagonizar un intento de suicidio. Destacan, especialmente: el gran vacío interno,
graves dificultades en la comunicación y encierro en sí mismo, constreñimiento y
sentimiento de baja autoestima, dependencia extrema del mundo externo (situado en la
zona inferior de la hoja, y apoyado en el borde de ésta), negativismo (con el giro
continuo de la hoja), el techo cortado y sin perspectiva (representativo de una escasa
abstracción y posibles problemas en su pensamiento), entre otros indicadores patológicos.
En las figuras 4.5 y 4.6 se muestra la progresiva disminución motriz y deterioro en las
dos figuras humanas, dibujadas por un adulto adicto a la heroína (cabe apreciar el énfasis
explícito de la boca, la falta de asentamiento de los pies, fuera de la hoja, y el progresivo
esquematismo desvitalizador, entre otros).
94
95
Figuras 4.5 y 4.6. Figuras humanas de un adulto heroinómano.
La secuencia, por otra parte, también nos permite saber la primera reacción que tiene
el sujeto ante una situación nueva:
-La dirección primera del impulso y el control o descontrol de sus emociones (fatiga,
ansiedad situacional, evasión, depresión).
96
regular, es indicativo de la necesidad de dar prioridad a un intenso apuntalamiento
personal o a la existencia de algún tipo de patología, como así lo dibujó el adolescente de
las figuras 4.1-4.4 (Verthelyi).
4.3.3. Tamaño
Es un indicador del grado de autoestima, expansividad, adecuación a la realidad o
fantasías de omnipotencia. Un dibujo se considera normal si abarca los 2/3 de la hoja de
papel. Los dibujos muy grandes pueden indicar compensación de sentimientos de
constricción ambiental, expansividad, agresividad, tendencia hacia la actuación externa,
inflación del yo y grandiosidad, entre otros (Hammer, Koppitz, Machover, Urban). Los
dibujos pequeños (inferiores a 1/3 de la hoja), reflejan sentimientos de inadecuación o
inferioridad, tendencia al retraimiento personal, limitación, constreñimiento, y tendencias
depresivas (mismos autores).
97
Figura 4.7. Figura humana de un joven conflictivo.
Cabe apreciar indicadores de este conflicto a través de: trazo impulsivo y con
descontrol (excesiva grandeza y expansividad del dibujo, macroforma, mano grande, pelo
enmarañado con alguna transparencia); aunque ubicado en la zona izquierda del pasado
(la zona de la derecha, aparece en blanco, con significación de inquietud o temor ante el
futuro); alargamiento del cuello que indica falla en su autocontrol; la ausencia de
98
delimitación entre cuerpo y ropa remite a una falta de distinción entre dentro-fuera de sí
mismo y problemas en su identidad, poco diferenciada; ojos y orejas grandes, indicativos
de susceptibilidad paranoide; la mano derecha queda cortada, por el límite izquierdo de la
hoja (noción de "paso al acto" frecuente y, sin pensamiento, necesidad de control
externo, dificultad en la relación interpersonal y autonomía); dibujo estereotipado, tipo
"cómic" (cuya ridiculización objetal nos indica un profundo autorrechazo), entre otros.
A) Presión
Es un indicador del nivel energético del sujeto. Pulver sostiene que la presión suele
ser constante en la persona a lo largo de su vida. Una débil presión (líneas suaves,
débiles) puede asociarse, entre otras, con personas depresivas, con bajo nivel energético,
desubicadas, frágiles a veces. Una presión y trazo fuerte permite indicar asertividad,
fuertes pulsiones, audacia, incluso violencia, si es excesivo, a la vez que desequilibrio
emocional.
99
Figura 4.8. Dibujo de la figura humana perteneciente a un padre acusado y
condenado por abuso sexual a su hija (púber).
En la figura 4.8 cabe destacar los trazos rectos y afilados, impulsivos, dentados y
descontrolados (por todo el cuerpo, con la significación de inadecuación en su identidad,
en general, y en su identidad sexual, en particular), aspectos que, por otra parte, se
100
relacionan con el énfasis en la zona genital y en el cuello, zona puente entre los impulsos
y el pensamiento, que aparecen muy reforzados, por fallos graves, al parecer, en la
propia autocontención del sujeto, manos "tipo pincho" agresivas, brazos dirigidos hacia la
zona de la fantasía, cara de perfil evitativa, dibujo muy inflado representativo del alto
riesgo de "actuaciones", etc.
101
Los dibujos dirigidos hacia la parte inferior de la hoja reflejan inseguridad,
inadaptación, pensamiento concreto, estar excesivamente ligado a la realidad concreta, a
lo instintivo, predominio de la búsqueda de satisfacción inmediata, y sentimientos
depresivos (Machover, Buck, Hammer, Urban). Dibujos en la base del papel indican falta
de apoyo y seguridad, temor a ser independiente, cosa que se agrava, según se sitúen
más hacia abajo (mayor aislamiento o dependencia materna) o a la derecha de la base,
con sentimientos de incertidumbre o de riesgo respecto al futuro. Ubicados en la parte
superior-izquierda, indican retraimiento, inhibición y tendencias regresivas. Buck señala
que cuanto más arriba se sitúen los dibujos, el sujeto está realizando grandes esfuerzos
por lograr metas que siente inalcanzables en una realidad frustrante, así como también,
una búsqueda de satisfacciones en la fantasía y en lo intelectual, inaccesibilidad y
distancia respecto a los demás.
102
Figura 4.9. Dibujo del animal de una adolescente esquizoide.
El dibujo de la figura 4.9 indica una situación regresiva (ubicación en la zona superior
izquierda del mundo de la fantasía y del pasado), con conflictos de violencia y relación
(la falta de cuello nos señala la ausencia de control de sus impulsos).
Sin embargo, siempre hemos de tener en cuenta, por regla general, que con un solo
dibujo no se puede asegurar la consistencia.
Las figuras 4.10 y 4.11 muestran los dibujos de una mujer de 30 años esquizoide. La
cabeza cortada y el cuello, ambos transparentes, nos indican la presencia de trastornos en
103
el pensamiento, corroborándose con el trazo tipo bosquejo, relacionado con alta
ansiedad.
104
Figuras 4.10 y 4.11. Figuras humanas de una adulta esquizoide.
4.3.6. Movimiento
Se relaciona con la inteligencia y actividad psicológica; especialmente es observable en
los niños (personajes caminando, peleando, animales saltando, etc.). Los depresivos o
disminuidos no lo utilizan.
105
Figura 4.12. Dibujo del animal de un varón adulto.
4.3.7. Simetría
Cuando es adecuada refleja sentido de la proporción, adaptación al entorno. Su falta
expresa sentimientos de inadecuación y seguridad.
La simetría excesiva o cuando hay fallas (Verthelyi) traduce: alta rigidez, excesivos
controles obsesivos como defensas contra la psicosis, represión intelectual exagerada,
inadecuación de sentimientos, fallos en la contención personal (Hammer, Machover,
Urban).
El dibujo de una joven problemática (figura 4.13) muestra una excesiva simetría, está
ubicado en la zona de los impulsos y lo concreto, en la que sus rígidas defensas, así
como el negativismo reiterado, al girar sistemáticamente la hoja, y el egocentrismo de los
brazos pegados al cuerpo, parecen estar al servicio de evitar una posible
descompensación psicológica.
106
Figura 4.13. Dibujo de una púber problemática.
4.3.8. Perspectiva
Muestra la forma y disposición de los objetos gráficos, las relaciones espaciotemporales y
la percepción de cómo establece el sujeto las relaciones con los demás. Hammer
diferencia entre la "Visión ojo de pájaro" (en la que el que observa mira desde arriba) que
indica sentimientos de superioridad, y "Visión ojo de gusano" (como mirando desde
abajo), por la que el sujeto se siente pequeño y rechazado por los demás.
107
Figura 4.14. Dibujo libre de un adolescente de 16 años.
Por ello, está demasiado expuesto y a merced de las influencias del entorno (visión
del interior de las estancias, por la falta de puerta y la puerta principal medio abierta; la
zona inferior en blanco nos indica temor a la realidad y a lo más instintivo, y por ello
posibles dificultades en el control de los impulsos; el dibujo situado y enfatizado en la
zona superior nos traduce la ubicación en la zona de la fantasía y, por ello, su necesidad
de reforzar el pensamiento).
Por otro lado, en la figura 4.15 se muestra el dibujo de un púber de 13 años con unas
defensas muy rígidas, obsesivas y de alejamiento, encierro y distancia, como protección
frente a sus impulsos, especialmente sexuales (ver chimenea y garaje, con el coche en su
interior). El énfasis energético de la zona izquierda, junto con una mayor vaguedad en el
grafismo de la zona de la derecha, nos podría confirmar la situación de crisis del
momento y sus dificultades para abordar el futuro.
108
Figura 4.15. Dibujo libre de un púber en crisis.
4.3.9. Sombreado
El sombreado es un indicador de ansiedad que puede focalizarse en algunas áreas o
zonas de conflicto que se han de valorar en función del grosor, intensidad, o tamaño de
lo sombreado. Borrar una parte del dibujo indica desagrado por lo que aquélla representa,
o intentos de anulación o de interés por rehacerla de nuevo. Por otra parte, indica
insatisfacción, dudas o indecisión, cuando se borra varias veces.
109
Figura 4.16. Figura humana de un adolescente con necesidad de sobreenfatizar
su identidad.
110
(ver en qué parte del dibujo sucede con mayor intensidad para valorar su posible
significado simbólico).
111
Figura 4.17. Dibujo de la casa de una adolescente.
112
Figura 4.18. Dibujo del árbol de un adolescente acusado de abusos.
113
Figura 4.19. Dibujo de la casa perteneciente a una joven adulta.
El dibujo anterior (figura 4.19), aunque muy controlado, obsesivo y detallista, nos
indica también deseos de agradar, afectividad, reactividad, sentido creativo y
comunicación.
114
experiencia que éste tiene de su herramienta clínica, sino también por los conocimientos
teóricos que posee sobre los principios psicodinámicos. Y en relación con ello, hemos de
realizar el análisis del contenido formal y simbóli co, como expresión de los distintos
intereses pero nunca tipo diccionario, sino integrados en una visión holística.
Una sola noción sobre los detalles mecánicos de la interpretación gráfica nunca podrá
sustituir al conocimiento de la dinámica de la personalidad y de los síndromes clínicos,
bagaje básico que resulta del todo indispensable para el dominio de las técnicas
proyectivas gráficas.
115
investigaciones y estudios valorados por expertos en el tema. Birdwistell, al igual que
A.Mehrábian, entre otros autores, descubrieron que el componente verbal de una
conversación cara a cara es menor al 35% y, que más del 65% de la comunicación es del
tipo no verbal. La mayoría de ellos coinciden en que el canal verbal se usa,
principalmente, para proporcionar información, mientras que el canal no verbal se usa
para expresar las actitudes personales, y en muchos casos como sustituto de los mensajes
verbales.
-"Fuga" del lugar donde se está, realizando un cierto desplazamiento, más lej ano.
Dirigiendola mirada hacia otro sitio, como si aquello no fuera con él.
Cambiando repentinamente de tema, que puede llegar a ser más impersonal (los
cortes, interrupciones o escisiones en la conversación, generalmente son
indicadores de la necesidad de cambiar algo del momento, que por algún motivo
disgusta o duele).
-Miradas hostiles o con el ceño fruncido por el choque emocional que algo produce. --
- - - -- - - -- - - - -- --
116
-Dándose la vuelta, poniéndose de espaldas o apartándose, inclinando el cuerpo.
-Bloqueando los avances del psicólogo con determinados objetos (sosteniendo una
pequeña carpeta o portafolios en el pecho) o cubriéndose partes del cuerpo con
alguna prenda, algún jersey o mientras dura la conversación.
- Cogiéndose y cruzándose las dos manos o los brazos sobre el pecho a fin de
establecer barrera.
Acciones tales como acariciarse el pelo, retocarse la ropa, abrocharse los botones,
subirse los calcetines y anudarse correctamente la corbata, ajustarse la chaqueta, toser
antes de empezar a hablar, tener en la mano objetos auxiliares resultan reveladores (como
manipular las gafas, tener cogidos con las manos algún lápiz o bolígrafo, algún cigarrillo,
en un momento dado, así como algún otro material pequeño en las manos, mientras se
está inquieto), e indican una búsqueda de reaseguramiento personal.
No cabe duda de que la apariencia y la vestimenta, todo lo que uno escoge ponerse,
no siempre se hace conscientemente, existiendo también un significado simbólico en ello
(ir impecable o lleno de manchas, con alfileres engarzando una camisa rota, colores muy
vivos, neutros, apagados, etc., excesivamente ceñida o falta de ropa...).
117
Algunos de los indicadores verbales y no verbales del engaño, como son los signos de
nerviosismo, los errores lingüísticos o incongruencias o las "microexpresiones faciales"
tienen su origen en una parcial interrupción del comportamiento de una secuencia
normal. Pero, dado que no existe una señal que pueda ser considerada como un
indicador absoluto de la mentira, no puede afirmarse que una persona mienta a partir de
un solo indicio.
La voz de un sujeto cuando siente ansiedad se vuelve más aguda, grave, ronca o
afónica, elevando su tono o frecuencia, lo que puede dificultar la modulación de la voz y
producir cambios en su inflexión, sobre todo en "situaciones clave" susceptibles de
emoción. Uno de los efectos estresantes es el aumento en la tensión de las cuerdas
vocales, que provoca alteraciones audibles. También se ve afectado el ritmo del habla:
cuando se pone nervioso, el patrón habitual y repetiti vo de su habla se vuelve más lento,
inconsistente, quebrado y con errores en el habla debido al nerviosismo y esfuerzo
mental. La risa nerviosa o desproporcionada es un indicador típico de ocultación,
especialmente cuando no existe ningún motivo para reír o sonreír.
Cuando miente, el sujeto piensa mucho lo que dice y calcula más las palabras, hay
descripciones vagas o muy generales, evasión de preguntas, emoción fingida
(frecuentemente a través de la sonrisa), impulsando desviar la atención hacia cosas
distintas a las que se tratan, controlando la información que da, para que no se descubra,
traduciéndose en la lentitud del discurso y en cierta vacilación o duda al comenzar a
hablar (en relación con ello, hace muchos años, el psicoanalista suizo Jung utilizaba el
método de la asociación de palabras, en el que se medía, entre otros aspectos, el "tiempo
de reacción" que tarda el sujeto en responder ante las palabras o información clave, en
comparación con el que tarda ante las preguntas con información neutral).
-La insistencia reiterada en lo que dice (como, por ejemplo, al decir: "realmente",
"honestamente", verdaderamente, "si le digo la verdad"...).
118
-Tardar mucho tiempo en responder.
-Hay un mayor uso de la tercera persona del singular, porque se distancia de los
hechos debido a su falta de experiencia personal (como, por ejemplo, "se sabe
que...", "se dice que...", "uno cree").
Figura 4.20. Símbolo de los tres monos (diseño realizado por Pep Vila).
El símbolo de los tres monos se puede aplicar también al lenguaje de las manos en
relación con las mentiras. Si la persona que habla usa este gesto, denota que está en falso
o se siente poco creíble.
119
evasión; las dos manos cogidas detrás de la cabeza, indica satisfacción, seguridad y
sensación de superioridad; las manos cerradas en puño, recelo, tensión, agresividad
latente; cuando el pulgar y el índice sirven para apoyar a la cara, señalan generalmente
interés por lo que está oyendo; el señalamiento con el dedo índice de una forma excesiva
es una manifestación de agresividad; cuando se muerde los labios durante largo tiempo,
se expresa nerviosismo, ansiedad; morderse el labio inferior indica preocupación,
esfuerzo, tensión, etc.
El cuerpo muestra siempre dónde quiere dirigirse la mente del sujeto. Existen señales
no verbales particulares que delatan a una persona cuando no es franca. Entre muchas
otras, cabe destacar: los "ojos esquivos" que no miran frontalmente, el movimiento de
piernas a modo de tijeras cuando se les formulan ciertas preguntas, se pasan la mano por
la boca antes de responder a preguntas, una sonrisa demasiado prolongada, frecuentes
cambios de postura o actos incesantes o repetitivos de piernas y pies. Sonreír
manteniendo a su vez los brazos cruzados es indi cador de incongruencia de los gestos y
de estar en barrera parcial como cuando se juega mucho con el reloj, la pulsera, el anillo
o el collar mientras se va hablando o escuchando.
Hemos de tener en cuenta que las señales no verbales no se emiten solas sino en
conjunto, como formando parte de un todo, más que como señales aisladas, no
existiendo ningún indicio no verbal del engaño que sea válido para todas las personas.
Caminar muy firme, rígido y, con la cabeza alta, como "mirando a uno desde arriba",
andar taconeando con ruido sobre el suelo, realizar poses afectadas, cuidadas o
estudiadas, poco espontáneas o naturales, es indicativo de una gran inseguridad en el
sujeto. En general, es el caminar de alguien inseguro que quiere aparentar lo contrario,
fortaleza, autoridad. Caminar casi sin rozar el suelo indica poco contacto con la realidad,
facilidad para el fantaseo y la inconcreción. Andar como de puntitas indica inseguridad y
timidez, así como necesidad de reconocimiento por parte de los demás. Caminar muy
rápido, y sobre todo cuando es algo habitual en la persona, por regla general está
relacionado con dificultad ante la espera, impulsividad, omnipotencia, insaciabilidad,
querer hacer muchas cosas a la vez, intolerancia... Todos los cambios bruscos en la
velocidad o ritmo refieren poca armonía e inestabilidad.
Las piernas cruzadas, como sucede con los brazos, y con más grado de intensidad
cuando ambas posturas van juntas, pueden indicar una cierta actitud negativa o
defensiva, a veces incluso de deseo de abstraerse de la conversación, necesidad de
defender su intimidad o mostrar desagrado con el psicólogo.
120
Para comprender mejor al sujeto es importante estar atentos no sólo al contenido del
lenguaje verbal que emite ("observación verbal"), a la "observación preverbal y no
verbal", a los actos fallidos o equivocaciones involuntarias y también a otros tipos de
lenguaje no verbal, que tienen un gran poder inconsciente, como son: la transferencia
(por la que todo lo que la persona transfiere al psicólogo, emociones) y la
contratransferencia (por la que le suscita y hace sentir o producir, alguna repercusión
interna). A través de la manera en la que una persona le habla o se muestra al psicólogo,
se incide en que a éste le produzca tal o cual reacción o sentimiento interno de rabia, de
ternura, de miedo, de necesidad de autoprotección, etc., entre otras.
Aquello que "no se puede o no se quiere decir", que da miedo pensar, el enfado que
no se puede manifestar con palabras, de todas formas se llega a expresar a través de sus
actos, finalmente, incluso, "a pesar del sujeto". Ello da noticia de algo que es
inconsciente, que está alejado o negado de su pensamiento, pero que se manifiesta a
través de su cuerpo y por medio de un lenguaje sencillo, como resulta: el "lenguaje
corporal de niño" que existe en todo sujeto, por medio de experiencias de "comunicación
primitiva". Una forma de protesta velada en la exploración puede ser, por ejemplo,
cuando, aparte del dibujo realizado, el sujeto continúa haciendo garabatos, improvisando
figuras en la hoja, por su cuenta, cortando o rayando parte de la hoja de papel, etc. O de
forma diferente, cuando, a pesar de haber finalizado la exploración, el sujeto se mantiene
hablando más tiempo, como señalando este alargamiento, por ejemplo, el deseo de poder
seguir vinculándose con el profesional, porque siente que le sirve de ayuda.
121
los muslos para apoyarse al incorporarse como si fuera a levantarse, etc.), que pueden
resultar de gran ayuda si se puede lograr entenderlas.
Las propias respuestas emocionales que las proyecciones ajenas suscitan resultan los
mejores instrumentos para captar aquello que el sujeto le está proyectando al psicólogo,
muchas ocasiones también, a través de algunos indicadores íntimos como por ejemplo,
entre otros:
-La sensación de "no ser suficientemente yo" (algo que el sujeto le dice, que no va
realmente con él). Cierta confusa sensación ambigua, vaga sensación de
desequilibrio o perplejidad que le hace reflexionar sobre qué quiso decir el sujeto
después de la conversación.
Estos actos surgen producidos por el propio sujeto sin darse cuenta, en la relación
exploratoria con el psicólogo y, a pesar del agrado, desagrado por el disgusto o
satisfacción que su comisión supone, son considerados desde el punto de vista
psicodinámico como expresiones simbólicas que también tienen una significación propia y
122
única para el propio sujeto que los comete. Nos hablan de una interferencia en el sujeto,
entre dos intenciones suyas, de contenido diferente. Indican una divergencia entre la
intención consciente que tiene el individuo de realizar algo y su deseo subconsciente de
distinta significación, y que precisamente, porque está en el subconsciente, tiene un
mayor peso específico, más en aquel momento.
-Decir que está tranquilo pero, por otra parte, se aprecia que no cesa de frotarse las
manos, abrir y cerrar reiteradamente un botón de su camisa, mirar nerviosamente,
etc.
-Querer dar una muestra de aprecio, pero lo que finalmente consigue es un fuerte
golpe torpe o agresivo, involuntario.
-Bloquearse, sin acordarse por completo en un momento dado, de algo que, sin
embargo, conoce muy bien.
123
partir de los innumerables estudios aportados desde el psicoanálisis, todos ellos pueden
tener su significación simbólica oculta, sólo y quizás, posiblemente significativa, en
muchas ocasiones gracias al análisis del profesional experto. Muchas investigaciones
realizadas afirman que cuantos más elementos preverbales y no verbales prevalezcan en
la comunicación que llega desde la otra persona, más se podrá constatar la presencia de
mecanismos infantiles y de influencia del pasado en ella.
Hemos de ser conscientes del enorme poder que tiene el inconsciente en todas las
personas porque su enorme fuerza y potencial puede llegar a anular los esfuerzos
conscientes del sujeto, por muy importantes que éstos sean.
En los siguientes capítulos se presentan algunos de los test gráficos más utilizados y
popularmente conocidos, y que, a su vez, cada uno de ellos, nos permite obtener unos
comunes pero, también, distintos componentes de significación simbólica.
124
125
126
127
5.1. Introducción
Test con entidad propia como son el test de la figura humana de Machover, y el test del
árbol de Koch han resultado muy significativos para la creación del test de HTP de Buck
por sus estrechas conexiones y similitudes formales y de contenido proyectivo con el
mismo (en la interpretación de la parte del dibujo que concierne a la persona y al árbol).
De ahí la importancia de efectuar, a continuación, alguna referencia explícita sobre estos
test y también sobre muchos de los elementos de integración de dichas similitudes
interpretativas cuando se traten los indicadores comunes, en el posterior abordaje del
HTPP en este capítulo (el HTPP, Test de casa, árbol, persona, persona; que añade otra
figura humana de sexo contrario al dibujado primero, es una de las variantes más
utilizadas en los últimos tiempos por parte de los psicólogos).
Freud ya aportó conocimientos sobre cómo por medio de los dibujos se puede llegar a
deducciones psicodinámicas sobre el conflicto profundo del creador del mismo,
estableciendo la base precientífica del estudio del dibujo de la figura humana a partir de
los primeros esbozos de este autor y de Reitler, Pfister y otros.
Koppitz (1973), desde el punto de vista madurativo, indica que esta prueba se puede
aplicar, individual y colectivamente, mostrando los indicadores evolutivos, esperados,
comunes y excepcionales, para una determinada edad. Se le proporciona al sujeto una
128
hoja con el eje en vertical, con la consigna: Le voy a pedir que dibuje una persona
entera. Cualquier clase de persona. A la inicial consigna en que se instaba a dibujar solo
una persona, ahora se añade la solicitud de que dibuje otra figura de sexo contrario.
Posteriormente, una vez se han anotado posibles detalles aclaratorios, se le solicita que
explique una historia sobre la misma, teniéndose después en cuenta todos los referentes
de administración generales, inicialmente descritos por su principal autora, K.Machover,
quien elaboró un largo cuestionario informativo al respecto para extraer el material
proyectivo, que por demasiado extenso y minuicioso, en la actualidad ya no se suele
pasar de la misma forma.
El Test del árbol remonta sus orígenes al suizo Jucker (1928) que fue quien realizó un
sondeo de la personalidad por medio del dibujo de árboles de niños con intención
empírica aunque de forma bastante intuitiva. Posteriormente, Koch (1949, 1957) se
propone aplicarle un método con ciertas normas de medición (indica inscribir el árbol en
un recuadro y después realizar una cruz vertical cuyo punto de intersección se halle en el
medio del tronco, donde se junta con la copa). Con líneas discontinuas, luego indica
dibujar unas diagonales que unan los cuatro vértices del recuadro. Así, se puede recurrir
al análisis cualitativo y medición, relaciones, porcentajes entre la altura del tronco y la
copa, relacionar lo ancho y lo alto, la mitad izquierda y la derecha de la copa, la dirección
de las ramas y hojas en relación con la horizontal.
Al principio, Koch solicitaba dos árboles para cada sujeto (Dibuje un árbol frutal lo
mejor que pueda en una hoja) aunque luego sus instrucciones sufrieron variaciones
notorias (Dibuje un árbol frutal, dibuje otro que no tenga nada que ver con el primero...).
129
el suelo, las raíces, el emplazamiento del árbol, la copa y la entrevista, como ampliación
de la información sobre el árbol.
Renée Stora (1978), por su parte, y con sus 4 árboles, crea una ficha de rasgos con
177 características, y adapta y modifica lo de Koch con la consigna de que dibuje: "un
árbol que no sea abeto, otro árbol que no sea abeto, un árbol irreal y otro que se dibuja
con los ojos cerrados", para seguir la evolución del sujeto. El primer árbol, sostiene, que
analiza su actitud frente a una tarea desconocida, el segundo, ante algo ya aprendido, con
el tercer árbol irreal, trata de llegar a lo profundo (conflictos o traumatismos infantiles
que todavía se interponen en la vida del sujeto, a deseos insatisfechos hacia los cuales el
individuo tiende), y con el cuarto, a un acercamiento al pasado vivido y a sus relaciones
con el estado actual psicológico del sujeto.
La consigna designa que el sujeto primero dibuje una casa y luego explique una
historia de la casa, con un principio, un desarrollo y un final, que el psicólogo va
escribiendo (y luego, lo mismo con el árbol y la persona, que, según el sexo que dibuje
primero, se le pedirá luego que grafique otra, pero esta vez de sexo contrario).
130
considero que es útil, tal y como él lo tiene de excesivamente elaborado, creo que resulta
excesivamente inductor y limitador de la proyección del sujeto.
Tanto para Buck, como para Hammer, estos tres conceptos gráficos tienen gran
potencia simbólica, ya que se saturan de las experiencias emocionales e ideacionales del
sujeto (conscientes e inconscientes) ligadas al desarrollo de la personalidad. Su aplicación
permite observar la imagen interna que el sujeto tiene de sí mismo y de su ambiente (qué
cosas desecha, cuáles considera importantes, cuáles omite, cuáles enfatiza...).
El árbol refleja los sentimientos más profundos e inconscientes que el individuo tiene
de sí porque es el que está más alejado de la conciencia, con menos temor de quedar al
descubierto y sin tener que recurrir a maniobras autodefensivas. Sentimientos internos
más duraderos que son los más difíciles de modificar, si no es con cambios vitales que
sucedan o por medio de modificaciones por tratamiento psicoterapéutico; refleja los
sentimientos más profundos del sujeto respecto a sus capacidades internas o perspectivas
de curación o esperanza de futuro. Al suscitar menos peligro y, en consecuencia, menor
actitud defensiva, permite que el sujeto pueda expresar con mayor libertad sus conflictos
sin darse cuenta de sus proyecciones (Koch, 1949; Hammer, 2004). Generalmente el
sujeto suele escoger dibujar un árbol común en su medio habitual de vida.
131
relaciones con el ambiente. Genera más asociaciones conscientes que el de la casa o el
árbol, incluyendo la expresión directa de la imagen corporal. Puede representar un
autorretrato, un Yo ideal, incluso asociación con alguna persona significativa y valorada
por el sujeto. La segunda figura, de sexo contrario, constituye una representación
complementaria de la primera, desde la perspectiva psicosocial e interactiva (y relativa a
la orientación e identificación sexual, e identidad del sujeto), plasmando también el trato
otorgado a las figuras parentales.
Árbol. Copa, tronco, ramas, suelo, cicatrices, frutos, raíces, tipos de árbol, temática,
edad, vida o muerte del árbol, estado...
A partir de estos ítems básicos, revestidos del simbolismo más importante, nos
centraremos ya en otros elementos más secundarios, de detalles irrelevantes,
extravagantes o accesorios (no por ello sin valor representativo, ya que algunos detalles
resultan en ocasiones, altamente cruciales y significativos), también presentes en la casa,
el árbol y la persona.
132
su contacto con la realidad. Las ventanas y puertas, aspectos básicos de comunicación y
receptividad interpersonal (extrema dependencia del entorno cuando están pegadas a la
pared, cosa que en niños pequeños no es significativo). La presencia de cerraduras y
antenas o radares indican susceptibilidad, desconfianza, necesidad de hipervigilancia o
alerta. Las paredes de la casa representan la fuerza del Yo. La chimenea, sólo resulta
significativa cuando por exceso, por defecto o por inadecuación, destaca, teniendo un
sentido como símbolo fálico representativo de la adecuación sexual del sujeto (el tipo de
humo, denso, a ráfagas e impulsivo, desconectado de la chimenea o disociado, su trazo y
dirección, está vinculado a la tensión interna o presión ambiental).
133
Figura 5.1. Dibujo de la casa de un joven con trastorno límite de la
personalidad.
La figura 5.2 muestra el dibujo de una casa desarticulada, sin base y ubicada en la
zona superior izquierda, de la fantasía y regresión. La realización posterior de una
supuesta valla parece pretender poner coto, de forma disociada e inexitosa, a la posible e
134
incontrolable irrupción de los impulsos (zona inferior en blanco), aspectos muy presentes
y conflictivos en la personalidad poco integrada de un joven con habituales conductas
adictivas y, de violencia, especialmente, contra su propia familia.
135
En la figura 5.3 se puede apreciar el dibujo de una casa-fachada realizada por un
adulto. Este tipo de casa es propia de personalidades extremadamente introvertidas,
aisladas o con núcleos psicóticos.
136
Figura 5.3. Dibujo de la casa de un adulto introvertido con núcleos psicóticos.
137
desarticulados, ventanas pegadas al muro y dos columpios, como representación de sus
aspectos muy regresivos y simbióticos).
138
Figura 5.5. Dibujo de la casa de un joven con pensamiento alterado.
La figura 5.5 muestra el dibujo de una casa de un joven con un pensamiento alterado
(transparencias en el techo, ventanas y chimenea), fallas en su control, que depende del
exterior (la base de la casa se establece por el borde inferior y derecho de la hoja,
refuerzos excesivos en puerta y ventanas con cortinas o rejas), negativismo, mal contacto
con la realidad. Casa de espaldas al futuro, zona izquierda, representativa del pasado, en
blanco y persecutoria, con ideación paranoide (presencia de antenas, cerrojos, barrotes y
cortinas, entre otros).
139
Árbol con animales dentro o encima nos señala regresión (aunque es frecuente en niños
pequeños). Si está seco o muerto denota una grave perturbación depresiva.
El tronco representa la fuerza del Yo (cuando éste penetra dentro de la copa nos
indica que los impulsos pueden llegar a irrumpir y afectar al pensamiento).
Las ramas nos indican la cualidad de sus relaciones sociales (ramas puntiagudas se
asocian a agresividad en las relaciones, ramas envueltas de "algodón", con la necesidad
de proteger a los demás frente a impulsos propios muy violentos, culpa; ramas muy altas:
personalidad esquizoide. Las marcas, irregularidades, sequedad y cortes en las ramas o
tronco están vinculados a la noción de trauma, de sucesos dañinos vivenciados o
tendencias suicidas.
La línea del suelo representa la seguridad y estabilidad personal. Las raíces apelan a
las experiencias del pasado más tempranas e infantiles de la vida, que generalmente no
suelen dibujarse (cuando éstas, aparecen en espejo, nos indica la presencia de psicosis).
Los agujeros en el tronco expresan núcleos de destructividad interna (de una violencia
instintiva no elaborada, cuanto más grandes o ennegrecidos sean); la presencia de
animales dentro puede representar un factor más benévolo, constitutivo de elementos
afectivos carenciales o más necesitados del sujeto. Los frutos, suelen traducir la
necesidad de fructificar la vida o productividad del sujeto.
Koch dedica una monografía al Test del árbol en la que hace referencia al hallazgo del
Dr. Wittgenstein (por ello, posteriormente se le denominó índice Wittgenstein),
planteando una posible correspondencia entre la localización de la marca en el árbol y la
edad a la que aconteció el trauma. Ello supone que la altura del árbol representa la
140
historia de la vida del sujeto (1) y las señales dibujadas en el tronco (2 y 3) corresponden
a sucesos de gran impacto psicológico (traumas, enfermedades, abusos, acontecimientos
puntuales vitales, etc.) que, ocurridos a lo largo de dicha historia, afectaron intensamente
al sujeto. Ambos autores informaron de una correlación significativa entre la mayor
duración del trauma y el número de señales dibujadas en el tronco, que también sería
mayor.
De todas formas, si la altura del árbol representa el transcurso del tiempo vivido por el
sujeto, según Wittgenstein refiere, habría un espacio representado por la copa del árbol
que no podría contener registros traumáticos, ya que en la copa no hay corteza donde
poder dibujar una grieta o un agujero, y parece que ello podría incidir posiblemente en
que, en algunas ocasiones, el requisito no pudiera cumplirse o medirse totalmente a
rajatabla.
-1: Altura del árbol como representativa de la edad total del sujeto.
141
Figura 5.6. Índice de medida Wittgenstein.
142
Figura 5.7. Dibujo del árbol de una mujer en duelo por la muerte del padre.
El árbol de la figura 5.7 presenta una copa que nos indica un alto nivel de atribulación
y de preocupaciones en el pensamiento (refugio en la zona superior de la fantasía), con
abundantes mecanismos de racionalización, como defensa ante los impulsos (copa
inundada por sus impulsos ideativos), en una mujer en duelo por la muerte de su amado
143
padre.
Figura 5.8. Dibujo del árbol de una púber con sentimientos de desesperanza y
muerte.
144
En la figura 5.8 se puede apreciar un árbol descompensado de una púber con
sentimientos de desesperanza y muerte (había sufrido experiencias infantiles muy
dolorosas). Obsérvese la presión de la zona izquierda (excesivo peso del pasado) que
parece tumbar al árbol hacia la zona derecha, en blanco (miedo al futuro).
145
La figura 5.9 muestra el dibujo de un árbol perteneciente a un heroinómano, con una
estructura gravemente melancólica (la presencia de vallas y repaso del tronco no parecen
aportar suficiente autocontención a su ya desesperada situación interna de muerte y
desesperanza).
146
Figura 5.10. Dibujo del árbol de una adolescente con problemas graves de
conducta.
En la figura 5.10 se aprecia un árbol tipo cerradura, realizado por una adolescente con
problemas graves de conducta. Este tipo de árbol es característico de un oposicionismo
frente a la realidad.
147
Figura 5.11. Dibujo del árbol de un joven que apaleó a un vagabundo hasta
causarle la muerte.
La figura 5.11 es un árbol dibujado por un joven que apaleó a un vagabundo hasta
ocasionarle la muerte. Presencia de insuficiente tronco (Yo) y copa para contener
mentalmente el desborde de unas ramas puntiagudas que sobresalen y pueden empujar a
148
"actuar" violentamente sus impulsos, hacia el exterior.
La fragilidad del trazo del tronco ha impedido que éste se reflejara suficientemente
claro en la hoja, lo cual también resulta muy significativo. Las raíces por encima del
suelo indican orgullo y prepotencia.
149
psicopáticos. Véase el trazo tipo bosquejo (indicador de alta ansiedad y fragilidad), la
ausencia de copa y de línea del suelo (déficit de pensamiento y contacto con la realidad),
ramas desconectadas, así como el ensanchamiento de la base del tronco.
150
Figura 5.13. Dibujo de la figura humana de una joven con grave trastorno de
esquizoidía.
151
ausencia revela siempre patología (la boca con una simple línea, indica, además de
hermetismo, dificultad y restricción en la expresión comunicativa con los demás; cuando
hay irregularidades en el cierre o bien está enfatizada, trabas habidas en la internalización
primera, posibles adicciones; los labios carnosos, sensualidad y erotismo...). La falta de
rostro nos indica la existencia de conflictos a nivel de la propia identidad, a la vez que
mecanismos de negación de la realidad.
Los ojos, también órganos esenciales para "ver" la realidad, son indicadores cuya falta
nos muestra una negación y dificultad con ésta, de contacto con los demás, así como
encierro en uno mismo, egocentrismo. Los ojos tipo punto (indican cariz paranoide e
hipercontrolador, especialmente cuando coinciden con la presencia de orejas, también
órganos con el mismo significado). La presencia de pestañas se asocia a lo femenino y es
frecuente en homosexuales; también lo es la desnudez, entre otras, relacionada con una
falta de pudor y represión así como rudeza social (la presencia de genitales explícitos,
más allá de los niños pequeños, es indicador de patología seria).
El cuerpo vestido, por regla general, es el cuerpo que acepta las reglas de juego social,
propio de la neurosis. La desnudez no es una respuesta esperable en gráficos de adultos.
Al desnudo se le atribuye un significado de insuficiente socialización en el sujeto, de no
estar suficientemente normativizado, así como una falta de incorporación simbólica de
convencionalidad, es decir, de interiorización de las normas sociales (falta de tacto...). La
desnudez representa un desplazamien to donde las representaciones del propio cuerpo y
los mecanismos defensivos de la neurosis no se encuentran suficientemente consistentes,
y en su lugar aparece un vacío, un hueco, una pérdida de investimiento personal. Como
con la presencia de mamas o de ombligo, el índice del desnudo (elecciones no debidas al
azar), nos señalaría también aquella primaria y anhelada ligazón infantil, de cuerpo a
cuerpo, con la madre. Sin embargo, en los niños o en algún determinado caso, incluso en
152
los adolescentes, puede ser factible encontrar figuras desnudas o con acentuamiento en
los genitales, a causa de la problemática propia de estas etapas que supone intentos de
elaboración de la imagen de sí mismo y de su identidad sexual (Veccia, 1996, 1998).
153
Figura 5.15. Dibujo de la figura humana de un sujeto homosexual con
estructura deficitaria de la personalidad.
154
el trazado del cuerpo, falta de cierre de la boca, ojos vacíos, desajustes en las piernas y
zona genital, así como el dibujo en la zona izquierda y ombligo (elemento regresivo
primitivo, entre otros).
Los brazos indican posibilidad de relación social y actitud hacia el entorno. Las manos
son órganos de contacto y afecto (cuando son grandes indican posibilidad de "actuación"
hacia el entorno, a la vez, que carencialidad; las manos pe queñas, señalan una pobreza
afectiva; las manos tipo guante, se vinculan a la necesidad de contener o camuflar la
propia e intensa agresividad; las manos tipo pincho, manifiestan una agresividad actuada;
la ausencia de ellas, así como la amputación o mutilación en otras partes del cuerpo, está
asociada a grave daño afectivo o real contra la identidad, vivido de forma traumática).
155
Figura 5.16. Dibujo de la figura humana de un joven cocainómano.
156
(más allá de su posible vinculación con referencias sexuales, entre otras) nos remite a sus
problemas de consumo.
157
Figura 5.17. Dibujo de la figura humana de un adolescente influenciable.
158
área de la cabeza, el cuello enfatizado y el número en el torso (énfasis en la noción de
entidad), así como los instrumentos con los que se apoya y resguarda en el contacto con
la realidad, que parece sentir "deslizante" o poco firme (esquís, guantes, la meta, como
referencia de competitividad, entre otros).
159
agresividad o preocupaciones sexuales. La corbata, el cinturón, el paraguas, los cigarrillos
o las pipas, los helados, los lápices, los palos o bastones, las pelotas de fútbol, las armas,
entre otros, también resultan desplazamientos de posibles preocupaciones relativas a la
sexualidad o erotismo oral.
La figura 5.19 muestra el dibujo de la figura humana de una chica que padeció abusos
sexuales por parte de su padre. Obsérvese, entre otros, la macroforma de perfil, la
cabeza tipo casquete, la transparencia del cigarro y uñas, el refuerzo de la zona que rodea
al cuello, las rayas en la falda, botones y bolsillos, así como los diminutos pies para una
figura tan grande, sobre un suelo irregular e inestable.
160
Figura 5.19. Dibujo de la figura humana de una joven que sufrió abusos
sexuales por parte de su padre.
El sexo que el sujeto elige dibujar primero está relacionado con el ajuste a su propio
género, cómo dibuja cada sexo y qué papel les asigna socialmente permite apreciar la
adecuación o inadecuación consigo mismo, su identidad sexual y vinculación social.
161
En la aplicación estricta del HTP, según Buck, hay una división en tres pasos, que
consiste en: primero, la realización gráfica de los dibujos (casa, árbol y persona);
segundo, los interrogatorios estructurados para que el sujeto asocie diferentes elementos
en cada dibujo, y tercero, la posible aplicación del HTP cromático (cuyos colores, según
dice, aportan profundidad en los aspectos inconscientes), posteriormente a la cual, se
efectúan unos interrogatorios pautados. Existe otra variante del test, el HTP conjunto,
cuya consigna solicita, a la vez, la realización de los tres dibujos en la misma hoja, con el
objetivo de valorar el ahorro de tiempo y las posibles interacciones entre los tres
elementos (dirección, tamaño y orden de preferencia, entre otros). Por otra parte, en el
protocolo estándar la ayuda de unas reglas impresas en el borde de la hoja del dibujo,
para medir con mayor precisión el tamaño del dibujo, permite que se alineen los bordes
verticales para evaluar la colocación horizontal y, los bordes horizontales, para evaluar la
alineación vertical, el tamaño y los detalles del dibujo.
En Veccia, A. (2002), J.Gonzalo Calzada realiza una revisión del HTP de J.N.Buck,
no sólo desde fundamentos teóricos, sino también desde cuestiones prácticas. En ella,
aparte de valorar el ingente esfuerzo sistemático efectuado por el autor del test en su
manual, se permite sugerir la modificación de algunas de las múltiples propuestas que les
hace a los explorados, en los interrogatorios posteriores a cada dibujo. Plantearle al sujeto
pedidos como: que agregue el sol y la línea de base en el suelo; que se le pregunte
textualmente dónde está la chimenea de la casa; o que si el árbol fuera una persona, hacia
dónde estaría mirando, o si está soplando el viento, si cree que se llevaría bien con esa
persona o si alguien le ha hecho daño alguna vez, entre otras, me parecen demasiadas
indicaciones directivas que pueden impedir la plena espontaneidad y libertad pretendidas
en las proyecciones de las respuestas del sujeto. Y, como ya anteriormente se mencionó,
cuanto más escueta y clara sea la consigna para el dibujo, mayor posibilidad de
respuestas proyectivas obtendremos por parte del explorado.
Así estaremos atentos a las explicaciones de éste al empezar a hablar, sus distintas
162
reacciones a medida que va evolucionando la prueba, analizando su actitud, las
asociaciones que le surgen a medida que va dibujando, sus comentarios sobre los
distintos detalles, etc. Lo saludable es que el sujeto pueda transmitir verbalmente una
narración en la que se conjuguen de una forma suficientemente integradora los
pensamientos, las emociones y los actos entre distintos personajes, en interacción.
Cuando el relato es de tipo concreto, pobre, autorreferencial (esta es mi casa..., este soy
yo..., esto le sucede a mi padre, no sé..., no me acuerdo...), éste nos indica escaso
simbolismo ya que el sujeto no puede poner distancia del estímulo, ni por ello ponerse
objetivamente en el lugar del otro porque está excesivamente centrado en sí debido a
rasgos narcisistas, lo que puede favorecer que vea en los demás lo que a él le pasa o
siente (con la consiguiente y posterior repercusión de confusión en la realidad).
5.6.1. Casa
A) Historia
Es una casa muy grande y muy ventilada. Vive una familia muy grande, mucha gente,
está muy limpia y bien ordenada, en el campo. Hay muchos niños, un lugar para jugar
los niños. No hay ruido. Nada más. No sé...
163
Figura 5.20. HTPP de joven de 22 años insegura (casa).
B) Impresión gestáltica
Dibujo algo estático y frío, ubicado a cierta distancia, controlado, pero en su
conjunto, armónico. Sensación de cierta rigidez, aunque es sensorial
C) Análisis formal
Una casa "acompañada" de otros dibujos. Dibuja primero las paredes, la línea del
suelo y el techo, y, a continuación, los dos árboles en la zona izquierda (copas y techo de
gran tamaño). Macroforma. El trazo es bastante firme y con buena coordinación. Visión
con cierta perspectiva (tipo gusano). Buen número de ventanas. Detalles muy cuidados y
obsesivos (cortinas, chimenea, balcón, etc.).
164
aplastada (predominio del área de la fantasía y de la racionalidad, por encima del Yo, ya
que las paredes, aunque fuertes, son poco altas).
Su línea nos indica que parece tener buena disposición hacia la comunicación con los
demás, aunque la viva ésta como algo vulnerable y que la hace sentir algo expuesta
(balcón). El hecho de tener las dos ventanas cerradas (redondas) con barrotes, nos
sugiere la presencia de vigilancia y control por su cierto temor al contacto que la hace
estar un poco a la defensiva (verbaliza cierta preocupación por su capacidad de relación
con sus futuras dientas).
La gran puerta delantera, medio abierta, nos indica alta dependencia oral, disposición
y mucha receptividad hacia los suministros externos. La línea continua del suelo, donde
también coloca los dos árboles (únicos elementos aparte de la casa), nos hace pensar en
cierta fijación a etapas anteriores evolutivas, que por su dependencia le hacen incluir aún,
al lado y acompañándole, representaciones simbólicas de las figuras parentales (situación
edípica aún no elaborada), a través de los dos árboles.
5.6.2. Árbol
A) Historia
Este árbol es grande y está cerca de un río. Se para mucha gente; hay gente que lo
conoce. No da ningún fruto, sólo tiene hojas. Es muy bonito. Está en un lugar muy verde
y muy bonito. Le toca mucho el sol. Es viejo.
165
Figura 5.21. HTPP de joven de 22 años insegura (árbol).
B) Impresión gestáltica
Expresión de mucho control racional y falta de espontaneidad que le aporta al dibujo
cierta rigidez y pobreza de contenidos (represión). Ubicado en la zona del pensamiento y
la fantasía, exuberante y exacerbada, da la sensación de cierta car ga o peso mental
166
(rumiación). Dibujo comunicativo. Equilibrio, aunque parece costarle mantenerlo, por un
excesivo control.
C) Análisis formal
Dibuja primero el tronco, el suelo y la copa. Macroforma. Elementos que coinciden
con los de la casa. Más allá de una buena coordinación global, aparecen algunas salidas
de impulsividad que parecen escapar a su control (ramas en contacto con la copa).
5.6.3. Persona
167
La joven pregunta: ¿Toda la hoja?. Es una señora de unos 25-26 años. Es tranquila.
Es madre. Espera a su hijo al salir del colegio. Le gusta vestir normal, sencilla. Es guapa.
Está contenta.
2. Impresión gestáltica
168
Macrofigura. Dibujo estético, con sensibilidad. Aspecto de figura muy controlada,
perfeccionista y con detallismo. Está vuelta hacia la izquierda y mirando hacia abajo
(mundo interno y aspectos del pasado), de espaldas al exterior (futuro). Destaca el área
racional, igual que aspectos de mucho control y ansiedad en el cuerpo (zonas
ennegrecidas).
3. Análisis formal
Línea bastante firme, tamaño grande de la figura (¿la expansión como forma de
vencer la constricción del entorno?), indicando perfeccionismo y cierta rigidez, a pesar de
los intentos de movilidad de la figura. La necesidad de control se hace patente a través
del sombreado de distintos elementos como son: la cabeza, zapatos, cintura, puños, etc.
169
agresividad y autoafirmación con los guantes) a pesar de que exprese también disposición
y receptividad hacia el otro, aunque algo dual, pasiva e infantil (espera al niño al salir del
colegio). Quiere poner límites claros a sus intensas necesidades, cuando al principio
pregunta sobre qué espacio se le otorga para dibujar: ¿toda la página?, y también en la
discreción y moderación al vestir, con que atenuar aquellas (normal, sencilla). Aparece un
buen contacto con la realidad.
170
Figura 5.23. HTPP de joven de 22 años insegura (segunda persona: hombre).
1. Historia
¿Un señor?..., ¿lo tengo que comparar con el otro dibujo? Es su marido. Está
mirando también cómo llega su niño. Es serio pero simpático. Tiene un carácter apacible.
Trabaja de profesor de historia. Tiene una edad similar a la mujer: 26-27 años.
171
2. Impresión gestáltica
Figura estética pero algo rígida, cerrada y estática, con lo que quizás le resta vitalidad.
El control se centra aquí especialmente en la zona de la cabeza, pues en el resto del
cuerpo hay menos detalles de control obsesivo, que en la femenina. De espaldas al
mundo externo y con las manos detrás del cuerpo, esta figura nos indica introversión,
cierta pasividad y dirección hacia el mundo interno, así como cierta dificultad de contacto
con los demás.
3. Análisis formal
El área racional muy enfatizada y valorada, así como la presencia general de un alto
control obsesivo (pelo realizado por infinidad de ramitas: temor al descontrol en el área
de la fantasía), nos corrobora la noción de un superyó muy rígido y exigente. Aspectos
sexuales masculinos secundarios enfatizados (bigote, patillas, barba), pueden representar
una posible necesidad de remarcar las diferencias entre los sexos, que nos sugiere la
posibilidad de que no las tenga muy claras internamente (cierta confusión interna propia
de momentos evolutivos anteriores infantiles). Los botones en la camisa y los puños nos
indican una dependencia de característica muy primaria. El control a lo largo del cuerpo
también aparece en el detalle del cinturón con la hebilla, pero quizás no tan generalmente
enfatizado como en la figura femenina (aquí, menos control en el cuerpo y más en la
cabeza). A través de la posición y dirección de la figura podemos coincidir también,
como en la otra figura, en algunos aspectos de introversión o de vuelta hacia sí misma.
172
pero simpático.
Sus ansiedades básicas parecen ser las depresivas (en las que predomina el tener en
cuenta al otro) y, sus mecanismos defensivos más importantes, de represión, control y
obsesivos frente a los impulsos, y algunos, reactivos y maníacos contra lo depresivo
(resalta la belleza, la salud, la armonía: está contenta, hay mucha gente, es bonito, etc.).
De momento, éstos le resultan generalmente adecuados para lograr un buen contacto con
la realidad de su entorno, aunque en ocasiones también le resultan insuficientes, por
algunas muestras de cierto desgaste de energía y de empobrecimiento interno que, a la
larga, le suponen. Su actitud ante la vida es más bien estable, receptiva, pasiva,
dependiente, refugiándose en el pasado y algo centrada en sí misma, como parcialmente
fijada a etapas anteriores infantiles de su evolución, aspectos que le están restando
vitalidad, capacidad de decisión y de seguridad en sí misma en la actualidad, a la hora de
elegir su orientación vocacional (motivo de consulta).
173
174
6.1. Introducción
Es el test más expresivo de la situación conflictiva o candente del momento actual que
está viviendo el sujeto. La información derivada del animal provee, por otra parte, más
datos a nivel pregenital, relativos a momentos evolutivos anteriores del sujeto, que
coinciden con el conflicto.
Por otra parte, al tratarse de un objeto nuevo que el sujeto tiene que crear desde
dentro, sin tantas posibilidades de referirse a un modelo preexistente, ser poco
manipulable por el sujeto y menos contaminado que los otros objetos, enriquece y
complementa las aportaciones de otros test como son, por ejemplo, el WISC, CAT y
TAT.
175
-Los símbolos animales son en potencia multidimensionales y ambiguos. -- - - -- - - --
- - - - - - - --- - - -
-El psicólogo no puede determinar, a priori, cuáles son las dimensiones relevantes de
un tema particular.
De todos los animales, hay algunos que sugieren distintos significados. Los hombres
se suelen decantar por la elección de perros, caballos y gatos, como populares, y las
mujeres por los gatos. Los gatos o perros tipo tentetiesos suelen compararse con el típico
monigote evitativo o esquemático que dibuja un paciente cuando no desea implicarse
demasiado. Los pájaros se asocian a deseos de huida o evasión y libertad, siendo
frecuentes en adolescentes. Los peces, requiriendo vivir siempre dentro del agua
(representante materno), tienen con frecuencia un cariz regresivo, muy dependiente e
involutivo. La serpiente, símbolo fálico por excelencia, suele indicar interés o inquietud
por la sexualidad y, por ello, es frecuente su dibujo en la etapa adolescente. Los animales
con caparazón (caracol, tortuga...) o que tienen una cobertura dura (escarabajos,
cangrejos...) suelen indicar defensas contra la fragilidad íntima.
Hay animales que por su significado popular suelen ser propicios para proyectar
aspectos de rechazo personal o agresivos, como la rata, la víbora, el cocodrilo, el tiburón,
la polilla, la chinche, etc. o de sentimientos de inferioridad o menosprecio, como los
pequeños o los que se arrastran por el suelo, como el gusano, la lombriz, etc.). Bender
sostiene que los niños dibujan animales agresivos cuando tienen un superyó severo que
los lleva a temer al animal devorador.
Las personas fóbicas suelen tener tendencia a dibujar animales pequeños e insectos
como arañas, cucarachas, gusanos, ratones, etc. Personas con sentimientos de
176
inferioridad suelen dibujar animales potentes, grandes y poderosos como forma de
compensación. Estos aspectos los podremos corroborar en otros gráficos posteriores que
permiten encontrar aspectos singulares en cada uno de ellos.
El burro simboliza un animal de carga que trabaja sin descanso y al que todo el
mundo suele considerar tonto, representando una baja autoestima y desvalorización.
El cerdo es un animal del que todo se aprovecha aunque, según Cirlot, simboliza
deseos impuros y perversos. La araña suele tener un significado de figura materna
persecutoria, por lo absorbente, posesiva y anuladora.
C.Liberal en su estudio nos habla sobre la utilidad clínica del Test del dibujo del
animal como dibujo en el que se proyecta un aspecto específico, parcial e importante del
sujeto. Refiere que los dibujos tienen una simbolización por sí mismos, aunque la que es
más importante es la propia proyección que el propio individuo añade con su proyección,
indicando que el grado madurativo nos ayudará a ver la capacidad del sujeto, su nivel de
elaboración de pensamientos, el grado de abstracción y capacidad de síntesis, entre otros.
La investigación llevada a cabo con el test por C.Maganto en 1989 pretende lograr la
evaluación tanto madurativa como emocional de los sujetos y efectúa una Clasificación
de las variables del dibujo (E.Koppitz ya lo llevó a cabo en el Test de la figura humana).
177
La evaluación de los aspectos expresivos debe hacerse en función de:
El Test del animal se inicia dándole al sujeto el material para dibujar y pidiéndole la
consigna: "Dibuje un animal. El que desee". Una vez acabado el dibujo, se le solicita que
explique y escriba con su puño y letra una historia sobre este animal, al que le suceda
algo y con un final (suscribo la conveniencia de modificar la consigna inicial en la que se
le instaba al sujeto a escribir la historia en la parte opuesta de la hoja donde dibujó al
animal, dado que en muchas ocasiones se ha comprobado que puede entorpecer y
desfigurar la clara visión y análisis de los indicadores gráficos obtenidos, al coincidir los
dos grafismos distintos, dibujo y escritura, en una misma hoja). También se suele pedir
que ponga un título a la historia. Es importante constatar cómo redacta y se expresa por
escrito el sujeto, a través de la organización de su relato y la utilización de determinadas
palabras y frases, como forma de apreciar la calidad de su pensamiento y simbolismo.
La figura 6.1 muestra el dibujo del animal de una adolescente con características
esquizoides y depresivas. El dibujo proyecta una situación regresiva de progresiva
desvitalización e incomunicación (elección de un pez esquemático, sin boca y situado en
la zona inferior izquierda, regresiva, primitiva y del pasado).
178
Figura 6.1. Dibujo del animal de una adolescente con características
esquizoides.
En la figura 6.2, la gran cabeza de burro en el centro de la hoja del dibujo realizado
por un adulto parece reflejar la necesidad de compensar sentimientos de inferioridad,
baja autoestima y susceptibilidad crítica (orejas enormes sombreadas y ojo tipo punto
179
enfatizado, rasgos de cariz paranoide).
Figura 6.2. Dibujo del animal de un adulto con baja autoestima y sentimientos
de inferioridad.
La eliminación del resto del cuerpo nos indica la disociación emocional por la que
180
trata de mantener separados sus intensos impulsos agresivos (boca con dientes, hocico y
trazos de la crin) con un gran esfuerzo por su parte (cuello excesivamente largo). Estos
aspectos, al parecer, podrían verse incentivados en gran medida por el importante grado
de sordera que se le diagnosticó en aquel momento de su vida.
181
Figuras 6.3 y 6.4. Dibujos del animal de dos jóvenes con problemas psíquicos y
de conducta.
La figura 6.5 muestra el dibujo de un animal realizado por una adulta una vez
recuperada del accidente traumático que sufrió en un viaje. Este accidente le supuso
tener que realizar todo un proceso de recuperación funcional que no le impidió padecer
algunas secuelas físicas y psíquicas.
El dibujo muestra un oso polar, de trazos suaves, quieto e inexpresivo, con la parte
inferior del cuerpo apoyada en sus patas traseras y rodeado de hielo, así como el
contenido frustrante y paralizador de su actitud ante la consigna y contenido de la historia
182
verbal (impotencia personal y frialdad emocional en su entorno, con un final de muerte),
nos indica los sentimientos depresivos, y de desvalimiento de la mujer para tirar adelante
con su vida. Su trazo, tan flojo, que casi resulta imperceptible, también lo corrobora.
183
En la figura 6.6 se observa el dibujo de un animal realizado por un joven que
presentaba una descompensación psicológica. Obsérvese el leopardo, torcido e
inarmónico, sin cuello, con los ojos y orejas sombreados, manchas en el cuerpo y cola
erguida, ante la zona derecha en blanco. El contenido de la historia verbal cargada de
defensas omnipotentes y evasivas contra ansiedades catastróficas y de muerte no
impedían una visión de sí mismo perdiendo el equilibrio yoico.
184
Figura 6.6. Dibujo del animal de un joven que presenta una descompensación
psicológica.
185
Figura 6.7. Test del animal de una chica de 19 años con una crisis personal tras
ser asaltada por unos menores en la calle.
186
desintegra. Tuvimos uno, se rompió la pecera y lo pusimos en el fregadero junto con
otros y se lo comieron porque era muy pequeño. Son peces que no crecen mucho.
El animal que más me gusta: los pájaros porque son libres (deseo de acercarse de
forma más libre a las relaciones) también los peces, porque te los pones en la mano y te
dan besos (¿problema de lógica?, besar es una característica humana), no me dan
angustia (negación maníaca relacionada con el cuerpo y los afectos).
El que menos: las serpientes, porque te pican, también los gatos y perros porque
muerden y arañan (rechazo actual de sus impulsos agresivos y voracidad).
B) Análisis formal
Dibujo tirando a macroforma, realizado en la zona superior del área de la fantasía e
idealización, con lo que implica de rechazo y alejamiento de la zona inferior (que deja en
blanco), representativa de los impulsos. Enfatiza prioritariamente al área de la cabeza
(especialmente, el ojo y la boca) con respecto al resto del cuerpo, cuyo trazo es flojo y
queda algo abierto (presencia de IPM) en algún lugar (destacan las oberturas y las puntas
afiladas en la cola: noción de incontinencia y agresividad).
187
Tahití..., se rompió la pecera..., lavadero...), y ella reacciona con una situación masiva de
repliegue regresivo (presencia de angustias psicóticas y persecutorias).
Había una vez un tucán que quien lo encontraba, tenía buena suerte para siempre. El
día siguiente cuando se podía tocar al tucán, pasó una cosa muy misteriosa. Al tucán lo
habían robado todo el mundo estaba muy desesperado porque era el último tucán que
había de su especie llamaron a aquel detective de mascotas para que lo encontrara y
empezó a investigar hasta que encontró al culpable era un hombre muy malo. La policía
lo arrestó y el tucán volvió donde tenía que estar.
El águila, porque es muy grande y bonita, diferente a los otros, como mata a sus
presas..., se tira desde un acantilado..., de dos pollitos solo sobrevive uno..., ¡Es muy
bestia!... los mata, y así se los puede comer (noción de dominio y poder, identificación
con el agresor, manipulación del objeto, elementos de perversión y oralidad, entre otros).
188
Figura 6.8. Test del animal de un niño de 11 años que sufrió abusos sexuales
por parte de su tío.
B) Análisis formal
Figura microforma, constreñida, pero situada en el centro de la hoja. Destaca su pico
y el ennegrecimiento del ojo (hipervigilancia) y del cuerpo. Patas afiladas. Trazo tipo
189
bosquejo, que borra mucho (ansiedad). El cuerpo denota ansiedad y sentimiento de
culpa, así como una mala autoimagen y sentimientos de inferioridad (constreñimiento),
que compensa con su omnipotencia y narcisismo (en el águila).
Muchas de las interpretaciones básicas proporcionadas por estos test sirven también
para aplicar a otros gráficos como el Test de la pareja de Bernstein, el Test de la figura
humana de Machover y el Test del dibujo de la familia de L.Corman.
190
191
7.1. Introducción
El niño es un ser social que depende (sobre todo en sus inicios evolutivos) del sostén de
los padres que procuran su necesaria seguridad básica a través de la alimentación,
cuidados, educación, etc., y no se le puede comprender totalmente si se le aísla de su
medio social básico, que es la familia. Por ello, para una evaluación psicológica
significativa se han de conocer siempre datos objetivos sobre su contexto sociofamiliar
(lugar que ocupa, edad, interacción...).
Parece que fue Appel, en 1931, uno de los primeros en trabajar con los dibujos de la
familia, solicitando al niño que dibujara una casa, el padre, la madre, hermanos,
profesores y amigos (en Frank de Verthely, 1985). Posteriormente, distintos autores han
ido modificando la técnica de aplicación, hasta llegar a la versión de Corman (1961-
1971).
Como indica su creador, este test se puede aplicar a partir de los 5-6 años, según la
maduración del niño, aunque también considera que no tiene límites cronológicos ya que
cada persona dispone de una envoltura familiar psicoemocional, ya sea real o imaginada
o inconsciente, lo que lo hace aplicable también a otras edades. Este test permite
básicamente evaluar el concepto que tienen los niños y demás, su propio papel y las
posibles relaciones interpersonales dentro de su propia familia. Revela la actitud del niño
hacia su familia, y sus preocupaciones conscientes e inconscientes. Permite la expresión
de ansiedades y conflictos que no representen un riesgo para él.
Esta técnica del dibujo de la familia, que en un principio fue aplicada de una manera
sólo con la consigna: "Dibuja tu familia", de Porot (1955) y Lluís (1978), sufrió
posteriormente diversas transformaciones hasta incluir otra consigna: "Dibuja una familia
imaginada", de Corman (1967), a partir de apreciar que de aquella forma frecuentemente
creaba ciertas reticencias o defensas en el sujeto respecto a desvelar información real
conflictiva sobre su familia verdadera (representando una amenaza para él), e impedía
con toda libertad acercarse a detectar la esencial dinámica de sus sentimientos, roles y
relaciones dentro de la familia.
Esta nueva aplicación se realizaba al inicio del test para favorecer una total libertad
interna, de su fantasía, que permitiera proyectar y disfrazar imaginativamente las
apariencias y contenido de los miembros reales sin resultar persecutorio para el sujeto y
contrastarlo después con la segunda aplicación, con los miembros reales y su
192
caracterización o colocación en el espacio.
Al finalizar los dibujos, se le harán unas preguntas para obtener más información y
poder corroborar lo apreciado en el gráfico: ¿quiénes son?, ¿qué hacen allí?, ¿quién es el
más/menos simpático de la familia, el más/menos bueno, y el más/menos feliz? Y ¿por
qué? ¿Qué personaje le gustaría ser si tuviera que elegir alguno? (¿con cuál se identifica o
le gusta más?, ¿qué otro personaje desearía ser?...).
De esta manera, Corman apunta a trabajar todo lo obtenido con el Método de las
preferencias e identificaciones, de cara a la proyección de sentimientos y al conocimiento
profundo del examinado, señalando preferentemente, entre otras, la existencia de:
193
obsesivo, de control retentivo, reactividad, etc.; hacia lo genital, con manifestaciones
edípicas, con presencia de terceros y sus sentimientos asociados: celos, rabia,
sentimientos de exclusión, eliminación, de dominio, etc.).
7.2. Interpretación
El dibujo de la familia se puede interpretar basándose en los elementos del plano gráfico
en los que se asienta el dibujo de la figura humana de K.Machover, elementos afines y
aplicables a todos los demás test gráficos.
-Detalles.
-Gestalt lograda.
-Roles (o su inversión).
194
La figura 7.1 muestra el dibujo de una familia imaginada realizado por una niña de cinco
años, manifestando su preocupación por la separación de sus padres (a través del
desplazamiento en una pareja de niños: ella y un amigo de la clase). Destaca su
identificación femenina (noción valorada de la madre, a través del color y de la gestalt
conservada) así como, nada omnipotente frente a lo traumático, también una figura
paterna, con quien mantiene poco roce (y según aparece, menos conservada,
ambivalente y dañada), donde deposita la noción de gran afectación a través del daño
físico (pierna rota) y las borraduras. El fracaso de sus intentos por vincular a la pareja
aparece a través de la transparencia en las manos de ambos.
195
Figura 7.1. Familia imaginada de una niña de cinco años.
196
Figura 7.2. Familia imaginada de un púber.
La figura 7.2 representa a una familia imaginada dibujada por un púber; en ella
aparece una negación de los conflictos y posterior divorcio entre los padres (con la
familia unida y enlazada, por las manos), que parece afectó en gran manera la identidad y
seguridad del menor (necesidad de introducir su firma y de elevarse a sí mismo sobre un
taburete, como reforzadores).
197
capítulo 5 (5.6), el Test de la familia propia en el capítulo 1 (1.2.2) y el Test de la pareja
en el capítulo 9 (9.3.3).
198
Figura 7.4. Dibujo de la familia propia de un niño de cinco años.
199
Figura 7.5. Dibujo de la familia propia de un niño de cinco años.
200
Figura 7.6. Dibujo de la familia propia de un niño de cinco años.
Las figuras 7.4, 7.5 y 7.6 son los dibujos de la familia propia de niños de cinco años
en los que aparece la proyección de rivalidad respecto a distintos personajes. En el
primero, aparece la madre como figura más valorada, junto a la que la niña se sitúa y el
padre, en último lugar, torcido y peyorativizado. En el segundo dibujo, aparece en primer
lugar la hermanita bebé, recién nacida, y en gran tamaño, cuya importancia y valoración
no elimina, a su vez, la representación de rivalidad a través del rayado de la cara, que
evita su clara identificación. En el tercer dibujo, la rivalidad se manifiesta a través de
situar a sus hermanos en la zona inferior, y menos elaborados gráficamente, alejados de
él y sus padres.
201
Figura 7.7. Dibujo de la familia propia de una niña de trece años.
La figura 7.7 muestra el dibujo de la familia propia de una niña de 13 años que dibuja
a sus padres primero, más elevados (en un lugar destacado y valorados) y a ella, por
debajo y, en último lugar (minusvalorándose). La impresión gestáltica de pobreza yoica,
los ojos vacíos y el trazo tipo bosquejo nos indican la presencia de alta ansiedad y noción
de muy baja autoestima, que inciden en sus dificultades y temor por afrontar el futuro
(zona en blanco) ante la próxima separación parental.
202
Figura 7.8. Dibujo de la familia propia de un niño de diez años.
En la figura 7.8, más allá de la importancia que este niño de 10 años otorga a la
imagen paterna en la familia, dibujada en primer lugar, entera, con un mayor tamaño, y
separada del resto, también presenta mucha dificultad por dibujarle, y dibujarse a sí
mismo, el quinto por la izquierda (hay abundante borroneo por su inseguridad: existencia
203
del mecanismo defensivo de anulación). Por otra parte, se coloca muy cercano a la
madre, pero incompleto. El niño parece proyectar en el dibujo una situación de duda y
temor ante la solicitud del padre de pedir su custo dia y llevárselo a vivir con él, cuando,
a su edad, él aún parece sentirse muy unido y dependiente de la madre, y con dificultad
para separarse de ella (ubicación del dibujo hacia la zona izquierda, cuerpo propio
incompleto).
En la figura 7.9, una niña de 10 años parece plasmar a través del dibujo de la familia
propia dentro de un recuadro la necesidad de negar la separación de los padres, vivida
con mucho dolor, ansiedad y descontrol de impulsos (en relación con ello, cabe destacar
su fuerte trazo, rigidez, ojos hipervigilantes y falta de cuello en las figuras, así como la
imposibilidad de cerrar el techo, que conjuntamente con la ausencia de línea de base, nos
204
indica una noción de desbarajuste en su familia, incontinencia y alta preocupación e
incapacidad para poder pensar sobre esta situación).
En la figura 7.10 se muestra la familia propia dibujada por una adolescente con
205
conductas altamente desordenadas. En el dibujo destacan, entre otras: mucha rigidez y
dureza en el trazo, cierta inclinación de las figuras, muy expectantes respecto del exterior
(inmaduras para su edad), que parece indicar la existencia de cierta desestabilización,
dificultad por dibujarse a sí misma (borra y ensucia su figura primera, que la representa,
y algo infantil), así como la ambivalencia respecto a la madre, a la que más allá de ser la
figura más grande de todas, la ubica por debajo de los demás, quedando ella al lado, y
más cerca del padre.
4.Regresión en los gráficos: Machover concluye que ésta se da cuando los personajes
aparecen rotos o destruidos, cuando no existe equilibrio en las figuras dando
sensación de derrumbe, cuando la dirección del dibujo y su movimiento se orienta
hacia la izquierda o hacia abajo, en forma de escalera o pendiente, si aparecen
figuras muertas o accidentadas.
206
uno de los padres, siempre que exista una relación distante con uno de ellos,
dibujos estancos o enmarcando las figuras, eliminación de uno de los progenitores,
etc.
Identificación del niño con el agresor (agresividad proyectada afuera), a través de:
-Importancia de su papel.
207
como a sí mismo, por ejemplo, un bebé en la familia).
Los niños no tienen dificultad para dibujar a la gente que quieren o que les gusta.
Cuando aparecen dificultades por completar una figura (bloqueo, borrar mucho,
inacabamiento, ennegrecimiento, etc.), es un indicador de hostilidad hacia esa figura.
-Figura más pequeña que las otras (atendiendo a su edad y talla reales).
208
-Menos enfatizada que las demás o con omisión de detalles de importancia.
-No se designa por su nombre, cosa que sí hace con las demás.
209
Figura 7.11. Dibujo de la familia imaginada de un púber víctima de abusos
sexuales por parte de su padre.
A) Historia
Estamos mi padre y yo yendo a buscar herramientas para el jardín. La mama está
limpiando el polvo y suciedad de una alfombra. Mi hermana no está.
B) Análisis formal
Casa con gestalt desarticulada, excesivamente grande y desbordante, que excede a la
hoja, desorganización espacial (falta de límites, manifestación de problemas en el hogar).
Trazo tipo bosquejo y repaso de las figuras (ansiedad e inseguridad). Presencia de un
gráfico en la zona superior-izquierda que parece representar en cierta manera, a "un
pene". No tiene techo (insuficiencia en el área del pensamiento). Dificultades para
acceder a la casa (escaleras), ventanas con barrotes. Sombreado de las cabezas (ansiedad
210
en el área del pensamiento, sentimiento de culpa, preocupaciones y confusionalidad,
entre otros). Figuras rígidas, sin ojos, boca abierta e irregular y con los brazos pegados al
cuerpo. Pies unidos por un trazo, repaso de un pie (falta de autonomía). La madre está
en la zona superior, más alejada; él está al lado del padre, dibujado de forma idéntica
(identificación mimética y narcisista).
C) Análisis de contenido
La consigna es: Dibuja una casa, pero él pierde la distancia y se va a la
autorreferencialidad, con "Esta es mi casa" (oposicionismo y egocentrismo que se
corrobora con los brazos pegados al cuerpo y el no poder ver el exterior por los ojos
vacíos). Dificultades en la comunicación (ventanas cerradas, inaccesibilidad a la puerta
de entrada, bocas rayadas, conflicto oral, etc.). Disociación en la ubicación madre (zona
de la fantasía)-padre (zona de lo concreto e impulsivo); padres separados. Escasa
diferenciación personal. Eliminación de la hermana competidora y de la pareja del padre,
su madre, arriba ("sacando la suciedad de la casa": fue ella quien denunció al entonces
marido, por sus posibles abusos). Los problemas de lenguaje, y síntomas de encopresis y
enuresis en el chico (al parecer, vinculados a problemática oral en la primera infancia),
representan fallas de simbolización importantes que agravan el panorama evolutivo
psicosexual de futuro en el chico.
En todos sus dibujos, incluidos los de la familia imaginaria (figura 7.12) y familia
propia (figura 7.13), este púber, con problemas escolares, sexuales y de relación, realiza
el giro de la hoja. De la primera familia, cabe destacar:
211
extra, como posible proyección de cierto déficit en el sostén o base estructural de
su personalidad. La chimenea con fuego (a la derecha) parece plantear
determinados conflictos en su crecimiento, por causa de la interconexión confusa y
lucha entre sus necesidades más básicas infantiles, de alimentación y comunicación
psíquica, y otras necesidades de cariz sexual (polimorfismo perverso).
-Zona derecha en la que aparece el fuego del hogar, con una señal que indica
ventilación del humo, a través de la ventana (necesidad de ventilar y elaborar
aspectos internos vinculados, al parecer, con impulsos instintivos movilizadores de
excitación, bloqueo y tensión). ¿Posible vinculación con las expectativas de un
próximo inicio de psicoterapia?
212
Figura 7.13. Familia propia de un púber en crisis.
-De nuevo, hay un planteo de una situación oral. Cocina, de fachada, plana y
bidimensional, adosada y sin pared izquierda (es la hoja la que hace de límite) y
mesa, cuyo trazo casi inexistente de su tarima (que no puede sostener encima), ya
que sólo destacan las patas y una jarra encima, parecen corroborar posibles
dificultades habidas en la comunicación y alimentación básica: internalización).
-Figura masculina, que dice que es el padre, dirigida hacia la izquierda, sin pies ni
manos, cabeza tipo casquete (imposición y asunción de normas ajenas), ojos tipo
punto, boca inacabada, pantalones con obertura en la zona inguinal y énfasis
energético en la cintura y zona genital.
-La historia, centrada en el único personaje, ya que todos están ausentes, parece
confirmar un importante aislamiento emocional, pobreza de recursos yoicos y una
213
situación regresiva frente al crecimiento.
214
Figura 7.14. Familia imaginada de una adolescente.
215
Figura 7.15. Familia propia de una adolescente.
La figura 7.15 muestra el dibujo de la propia familia de esta misma adolescente que
dibuja al hermano (por el que siente mucha rivalidad) en el extremo final de la hoja y
cortándole parte de su cuerpo. Cabe destacar, entre otras: la importancia que reviste la
vestimenta o ropaje en las figuras como convencionalidad y represión; las dificultades
que presenta para dibujarse a sí misma en primer lugar (borra mucho), y junto al padre,
al que viste, en plan más íntimo y cercano, "de estar por casa" a diferencia de los demás
miembros; la madre, dibujada con delantal (en la realidad, es una mujer muy atractiva),
es ubicada, verbalmente y sin darse cuenta, dejándola sola en la cocina y atribuyéndole
sólo funciones hogareñas), aspectos que nos expresan una forma enmascarada de
intentos de resolución de una situación edípica en la adolescencia.
216
como extraterrestres o monstruos, dibujos animados, etc. cuando tienen la sensación de
formar parte de una familia extraña, caótica, etc.).
217
Figura 7.17. Familia propia de una niña de ocho años problemática.
218
la zona inferior, sobre el que ella dice que le ha salido "eso", pero que no sabe qué es
(todo lo cual expresa la existencia de núcleos psicóticos).
Corman refiere que el personaje principal es aquel a quien el niño considera más
importante, a quien admira, envidia o teme. En los niños, dado el momento evolutivo en
que se encuentran, y al ser poco autónomos y dependientes de las figuras parentales,
tienden a graficar en primer lugar a la madre cuando se trata de la familia actual y,
posteriormente, a sí mismos. Al realizar la prospección desaparece la tendencia a dibujar
en primer lugar a la madre, para pasar a dibujarse más a ellos mismos y a otros
personajes, como por ejemplo a los primos, señalando una fantasía de mayor
autoafirmación que se expresa con más libertad en la prospección.
Como se aprecia en el dibujo de la figura 7.18, éste manifiesta una buena gestalt,
creatividad, riqueza simbólica y dinamismo del dibujo en su globalidad (más allá de la
presencia de defensas obsesivas de detallismo, autocontrol y reactividad frente a sus
impulsos: manos tipo guante, hacia sí o en los bolsillos, entre otros). Ella se dibuja
primero, indicando un buen ajuste en su identidad personal, manifestando una buena
219
comunicación e interacción entre todos los miembros de la familia, que aparecen
reunidos, con un mismo fin que les integra: la navidad.
Según la autora R.Frank, se elige un término de cinco años por ser un periodo lo
suficientemente largo como para permitir imaginar cambios, y lo suficientemente breve
para que el sujeto pueda representárselos como propios y con carga afectiva.
220
La familia prospectiva de las figuras 7.19 y 7.20 corresponde a una mujer adulta muy
depresiva, que dibuja a la misma familia en dos ocasiones (cada una, con una distancia
de cinco años). En estos dibujos se plasma una situación de una importante regresión
oral, a través de la reunión de sus miembros familiares comiendo alrededor de la mesa y
sin ninguna expectativa de cambio en el futuro. Obsérvese el énfasis gráfico de las sillas,
indicador de intensa pasividad, falta de energía, necesidad de respaldo y depresión.
En ambos dibujos destaca una mayor lejanía de los miembros familiares, en relación
con la mesa, así como la necesidad de reforzar los platos (elementos orales regresivos),
221
lo que nos indica una mayor presencia de regresión e involución en esta mujer, sobre su
futuro (el único cambio que prevé en el futuro es el alargamiento del pelo, y seguir igual).
Existe otra variedad de este tipo, como es el Test de la familia kinética del consenso
(L.Juri), en el que a todos los miembros de un grupo familiar reunido se les pide que
cada uno y, al mismo tiempo, dibujen a su familia haciendo algo (dentro de cinco años),
anotándose posteriormente los comentarios, comparándose los dibujos y registrando la
dinámica grupal. No se les permite ver los dibujos para no interferir en la producción
espontánea de cada uno.
Sin embargo, estas técnicas suelen resultar muy útiles para las terapias vinculares,
222
familiares y grupales.
223
224
8.1. Introducción
Inicialmente, el Test visomotor de Lauretta Bender fue un test clínico para adultos
basado en las figuras que Wertheimer utilizó para demostrar los principios de la psicología
de la Gestalt en la percepción. Creado por su autora en 1938, el Test Bender consiste en
la copia de los dibujos abstractos que hay en nueve tarjetas, por parte del examinado. El
psicólogo deja el material cara abajo, cerca del sujeto, le entrega una hoja blanca
horizontal y le verbaliza la consigna: "Copia estas nueve figuras que te voy a mostrar, lo
más parecidas que puedas, en esta misma hoja". Con esta premisa se le están poniendo
determinados límites al sujeto para ver cómo se organiza y maneja en la hoja o realidad
de su mundo (definición de las situaciones escolares).
225
Figura 8.1. Test visomotor de Bender.
226
A continuación, se describe la asociación de cada uno de los dibujos:
Lasfiguras del Test de Bender sin ninguna secuencia ni orden lógico son
comunes en los niños de 5 a 7 años, asociándose ello a un fallo previsible en la
capacidad de planificación propio de estas edades (se suele dar más a menudo en
niños con dificultades de aprendizaje y en los protocolos del test de los niños acting
out); pero en los niños más inteligentes y en personas mayores el orden confuso
puede también reflejar confusión mental.
5.Gran tamaño. El área dibujada por una figura es dos veces mayor que el área de la
figura de la tarjeta estímulo. Está asociado con el comportamiento de tipo acting
out (forma de descargar los impulsos hacia el exterior), permitiendo diferenciar
entre pacientes psiquiátricos y sujetos sin problemas emocionales
227
8.Repaso descuidado o líneas fuertemente reforzadas. Una figura completa o parte de
ella está repasada con espesas líneas compulsivas, aunque cuando una figura es
borrada y vuelta a dibujar cuidadosamente o si una figura es corregida con líneas
deliberadas que realmente mejoran el dibujo, no se computa. Está asociado con
impulsividad, agresividad, hostilidad manifiesta y comportamiento acting out.
10.Expansión. Se emplean dos o más hojas de papel. Está asociada generalmente con
impulsividad y conducta acting out. Entre los niños en edad escolar aparece casi
exclusivamente en los protocolos de niños con retraso mental y emocionalmente
perturbados.
11.Marcos alrededor de las figuras. Se dibuja un marco alrededor de una o más de las
figuras después de haber sido copiadas y ello está asociado con un intento de
controlar su impulsividad. Es propio de niños y adultos que suelen tener un pobre
autocontrol, como mecanismos defensivos de aislamiento y disociación, que
necesitan y quieren límites y controles externos para poder desenvolverse en su
entorno.
228
Son necesarios tres o más IE antes de poder decir con cierto grado de confianza que
una persona tiene serios problemas emocionales.
Hutt desarrolló tarjetas como las de Bender, pero con una diferente administración
que consiste en tres fases: fase de copia, fase de elaboración (el examinado dará su
propio significado idiosincrático a cada una) y fase de asociación (después de que el
sujeto copia las tarjetas, se las presenta de nuevo y se le hacen unas preguntas).
229
El análisis inferencial consiste en la realización de diferentes y sucesivas inferencias que
se efectúan a partir de cada respuesta motriz o verbal del sujeto en cada una de las
tarjetas. Se pueden postular diferentes hipótesis hasta que el análisis secuencial del test
sea el que confirme una o alguna de tales hipótesis y a su vez rechace otras.
-Posición del primer dibujo: los sujetos tímidos o temerosos tienden a colocar su
primer dibujo en el extremo, en el ángulo superior izquierdo de la hoja, y
frecuentemente también reducen el tamaño de la figura. Los narcisistas,
egocéntricos y personas con carácter obviamente psicopático tienden a colocar el
primer dibujo en el centro de la hoja usualmente aumentando el tamaño de la
figura, y frecuentemente emplean una sola hoja para cada uno de los dibujos.
230
•Figuras complejas como 7 y 8: pérdida de factores cognoscitivos.
-Uso del margen: el uso excesivo del margen frecuentemente indica ansiedad
encubierta, y puede representar un intento de mantener el control a través de un
sostén externo. En pacientes con lesión cerebral orgánica se observa a veces que
todas las figuras bordean al margen muy estrechamente, y se puede interpretar en
tales casos como un intento compensatorio de mantener el control y reducir
sentimientos de impotencia.
B) Cambios en la gestalt
-Dificultades en el cierre: dificultad para juntar partes de una figura o dos figuras
adyacentes denota dificultad para mantener relaciones interpersonales adecuadas.
-Simplificación: reproducción de una figura más simple o que es más simple para
dibujar. Tendencias oposicionistas, necesidad de fingir enfermedad, dificultad en el
control de impulsos.
231
Figura compuesta de partes separadas. Severa perturbación en el funcionamiento
perceptivo-motriz. Disminución en las capacidades para la abstracción y la síntesis.
Las inferencias efectuadas hasta aquí tienen que ver con la conducta manifiesta del
sujeto, es decir, que se hallan a nivel consciente o preconsciente.
1. Significación de la figura A.
Figura estructurada por: un círculo, asociado a la figura femenina o materna (por ser
la primera la identificación del sujeto), y por un cuadrado, asociado a la figura masculina
o paterna.
Alteraciones:
2. Significación de la figura 1.
232
Figura no estructurada, esta característica hace que muchos sujetos presenten
dificultades en su reproducción:
3. Significación de la figura 2.
Figura no estructurada.
4. Significación de la figura 3.
Pérdida de las características de esta figura: se podría inferir como amenazadora para
el sujeto.
5. Significación de la figura 4.
6. Significación de la figura 5.
233
7. Significación de la figura 6.
8. Significación de la figura 7.
9. Significación de la figura S.
234
Figura 8.2. Test Bender-Koppitz de una chica de 15 años con trastorno límite
de la personalidad (hoja 1).
235
Figura 8.3. Test Bender-Koppitz de una chica de 15 años con trastorno límite
de la personalidad (hoja 2).
236
3.Perseveración en 1, 2, 6 y 7. Refuerzo de las figuras (ansiedad desbordante).
Utiliza dos hojas, hay rayotes sueltos y separa cada figura (noción de actings,
impulsividad, dificultades para controlar su agresividad, fuera del control yoico, defensas
obsesivas no le sirven, inadecuación a las exigencias adaptativas del medio).
Las figuras 8.4, 8.5 y 8.6 son dibujos del test Bender-Koppitz de un mismo sujeto
adulto con graves problemas neurológicos.
237
Figura 8.4. Test Bender-Koppitz de un adulto con graves problemas
neurológicos.
238
239
Figuras 8.5 y 8.6. Dibujos del mismo adulto con graves problemas
neurológicos.
240
5 casi se sale por abajo: zona de los impulsos y de lo concreto, conductas difíciles
de prever.
-Figura casi colgada de los márgenes: intentos de control a través el exterior, porque lo
interno no puede (mal control interno).
241
Figuras 8.7 y 8.8. Test Bender de un joven homicida de 20 años (hojas 1 y 2).
B) Distorsiones groseras
242
-Sustitución de puntos por bucles en 1, 3 y 5, óvalos por círculos en la 2:
perturbaciones importantes en la personalidad.
Ejecucióndel sujeto demasiado perfecta y metódica, que podría tener una posible
relación con: ¿una gran necesidad de control frente a la ansiedad, como defensa
ante una incipiente desorganización?
243
Figura 8.9. Bender de un niño de 11 años víctima de abusos paternos.
A) Interpretación
-Sustituye puntos por círculos (alta perturbación del yo, regresión, impulsividad).
244
-Anulación, borroneo, dificultad en el trazo (inseguridad, labilidad emocional).
Del Bender anterior (figura 8.9) del niño de 11 años, se incluyen algunos de los
comentarios asociativos del niño, sobre cada dibujo realizado anteriormente.
Unseñor con corbata: elimina lo femenino (relación de tipo narcisista con su mismo
sexo).
Doscoches o dos cohetes... los pondría uno encima del otro (referencias a la
homosexualidad).
-Le sacaría el rombo y quedaría una especia de piedra, de cuarzo (tiende a eliminar
estímulos, lo que es indicador de regresión, desvitalización, dificultad en relación
245
con la autoridad).
-Quitaré el cuadrado porque el círculo es perfecto no hay nada tan perfecto como una
redonda.
.. .Nada.
246
Figura 8.10. Bender (aplicación Hutt) perteneciente aun adulto esquizofrénico.
Esun punto, es la base, el comienzo de todo. Nosotros somos un punto visto desde
arriba. Una hormiga es un punto. Todo.
247
-El mar, una onda, en física es algo que oscila. Aquí empezaría el ciclo... ya no me
acuerdo ahora... la electricidad de la radio funciona por ondas, la frecuencia, la
amplitud...
Para variar, ¿lo que yo quiera? Je, je... pon redondas, la imaginación que no falte. Un
ovni, que existen, como de pequeño, que vi uno en el terrado de casa donde viven mi
padre y hermana, yo también vivo allí 3 o 4 dias, entre que arreglo el piso y tal... mañana
hago el curso Fassman... Cuando tenga ganas, le pongo sintasol, cortinas, moqueta...
quedan dos habitaciones (existencia de una fuga de ideas persistente en su discurso,
yéndose de una cosa a otra, sin conexión alguna).
248
Figura 8.12. Bender, con la aplicación Hutt perteneciente aun joven de 15 años
que consulta por graves problemas escolares.
249
pareja).
-Una redonda con un romboide de esos... con la redonda queda más feo... me gusta
más así... se puede utilizar al hacer matemáticas.
Pareceeso que hay en las carreteras para que los coches no adelanten. No me gusta
aquel porque hay más y es más largo.
-Esto es para cuando hacen las carreras para que la gente que no concursa no lo pise
porque le podría pasar algo. Como vallas.
-Así parece un romboide y así no parece nada. Un romboide para hacer algo en
mates.
Asíparece una mesa y así no parece nada. Puedes sentarte a comer, a estudiar y todo,
por eso me gusta.
Asíparece una redonda para hacer redondas en los conjuntos. Si tiene esto lo puedes
hacer para que te salgan mejor las redondas.
Parecenlas olas del mar. Cuando hace aire se mueven y si te hace una ola grande
cuando te bañas, te puedes caer para atrás. De la otra manera, no parece nada.
-Así porque parece como un lápiz con dos puntas por los dos lados. Y si se rompe
esta punta por ejemplo (indica la de su lápiz propio), se puede escribir por la otra
sin hacer servir la maquinita de sacar punta. Me gusta más solo que con los dos
juntos.
Asítiene la forma como de un arco, de esos que tiran flechas. Y es mejor que ese,
porque parece un lápiz que lleve una cosa en el medio (un romboide). Puedes
divertirte más que con un lápiz.
250
Dibuja restringiendo las figuras y eliminando una parte de las mismas (predominio de
regresión) y situándolas en la zona de la derecha, dejando la parte izquierda en blanco
(rechazo del pasado). Destaca la pobreza y el concretismo de sus respuestas verbales y la
falta de simbolización en los objetos elegidos (que corroboran con los resultados del
WISC), ya que predominan unas defensas más involucionadas al servicio del control
frente a lo persecutorio (... vallas,... instrumentos para reforzar el aprendizaje,... riesgo
de caerse, de romperse la punta del lápiz..., que la gente no lo pise,... que los coches no
adelanten, etc.).
A continuación, se exponen los resultados del test de inteligencia WISC y del test de
la pareja del mismo adolescente de 15 años con una personalidad y CI límites 1, para
poder apreciar algunas de las coincidencias con los distintos resultados:
251
252
Figura 8.13. Test de la pareja del mismo adolescente de 15 años (véase su
interpretación en el capítulo 9).
253
254
9.1. Introducción
En el análisis de un sujeto es importante conocer los vínculos que construye y mantiene
con los demás, tanto dentro de un marco familiar como en una relación diádica.
Constituye una variante del Test de la figura humana de Machover (Test de las dos
personas) y fue creado por Bernstein en 1958, inspirado en aquél, aunque abarcando de
forma más específica los aspectos vinculares de la relación. En la consigna, se le da al
examinado un lápiz y una goma solicitándole que dibuje en una hoja en posición vertical
a dos personas de cualquier edad y sexo, pidiéndole: "En esta hoja dibuje dos personas
como usted quiera, pero que sean dos". Se registra luego la secuencia y los comentarios.
Luego se le pide que ponga el nombre y la edad a cada figura, que haga una historia
escrita en la misma hoja por detrás (esta condición ha sufrido variaciones al constatarse
que la letra en otra hoja es más clara y no se presta a posibles transparencias que pueden
quitar claridad al gráfico). A continuación se le pregunta quiénes son, qué hacen allí, qué
les sucede, que tiene que ver una con la otra, etc. y, finalmente, se le pide un título.
Los parámetros que Bernstein propone para el análisis del test son:
255
imaginado con la misma).
Existe una variante tanto del Test de la figura humana de Machover como del test de
la pareja creado por Bernstein, que es el Test de la pareja en interacción, que se debe a
L.J.Juri (1965). Este autor ideó una técnica de carácter dual, por ejemplo, para una
pareja (siendo la consigna indistinta para cada uno de los miembros de la pareja), junto a
otras de carácter grupal (como el Test del triángulo en interacción, el Test del cuadrilátero
en interacción y el Test del pentágono en interacción, cuya consigna era para tres, cuatro
o cinco individuos). Él sostenía la hipótesis de que los test gráficos individuales muestran
las relaciones objetales del sujeto, mientras que los grupales desvelan los distintos
procesos de interacción y dinámica interna y con los demás.
A la pareja se le hace la petición de que cada uno de ellos haga actuar a los distintos
personajes de la pareja dibujada, a través de una historia (con un principio, un desarrollo
y un final). Cada uno intervendrá, uno después del otro y de forma paulatina con cada
elemento de la consigna, cuando considere que le toca intervenir a su personaje,
empezando el test el que lo desee. Hay que valorar los nombres y roles asignados a la
pareja y sentimientos derivados de la relación entre ambos, teniendo en cuenta el
contraste entre dibujo (lo que expresa gráficamente), lo verbal (lo que dice) y su
verdadera realidad.
256
Este test fue aplicado por Juri no sólo con el objetivo psicodiagnóstico sino también, y
entre otros, como reflexión para una pareja, que les pueda conducir hacia una
psicoterapia posterior de los dos, ya que permite aflorar aspectos latentes de cada
miembro de la misma que quedan al descubierto en el test (es un test que también se
puede aplicar grupalmente).
257
Figura 9.1. Test de la pareja de una joven con trastorno límite de la
personalidad.
En la figura 9.1, las características del dibujo de dos figuras del mismo sexo, situadas
en la zona superior izquierda o de la regresión, el distanciamiento y falta de vinculación
entre las dos, el repaso de las bocas, la falta de manos o éstas tipo muñón, la indistinción
entre ropa-cuerpo y los ojos cerrados son indicadores que, entre otros, reflejan una
importante indiferenciación interna, dificultades en la internalización y negación de la
realidad. El título de la historia es "Mi abuela Florita y yo".
258
Figura 9.2. Test de la pareja de un adulto esquizofrénico.
259
que alude a intensa evitación, alejamiento emocional y despersonalización.
260
En la micrografia del dibujo en la zona superior izquierda o de la fantasía, destaca la
expresión de un gran regresión y pobreza personal en el niño (aparecen monigotes
cefalópodos, propios de niños de 3 años, con la ausencia de indicadores clínicos
significativos, como son: la falta de cuello, manos o boca, pelo, etc. aunque con unos
pies que enfatizan la necesidad de un contacto con la realidad, ahora afectada). Título: Él
y su mujer.
261
microformas, sentadas en un banco y situadas en la zona inferior (relativa a lo concreto y
depresivo), y la enorme transparencia, que simbólicamente deja al traste sus intentos por
negar la realidad dolorosa. El ennegrecimiento del pelo de las cabezas refleja, por otra
parte, mucha ansiedad y preocupación.
Su propia firma al lado, así como la presencia de los nombres de los padres y el
refuerzo de la palabra Pareja, vienen a enfatizar sus intentos negadores por mantener
continua una relación rota, tumultuosamente, que le implica emocionalmente, en gran
manera (falta de sostén y depresión, subyacentes). La historia se titula "La pareja".
262
Destacan los pies petrificados y anclados en el suelo, transparencias en los brazos
(órganos de comunicación y relación), figuras de perfil, bocas abiertas y con dientes, la
ubicación del dibujo en la zona izquierda inferior y con la hoja girada por él, y la
utilización de objetos punzantes amenazadores para agredirse mutuamente (movimiento
característico en un pensamiento operatorio), son elementos que nos indican una
personalidad con serios problemas de dependencia oral autodestructiva y graves
repercusiones sociopersonales (como las que le llevaron a ingresar en un centro
penitenciario, por agresión y robo, a causa de su consumo adictivo de heroína).
263
Figura 9.6. Dibujo de la pareja de una niña de 8 años con problemas de
relación.
La figura 9.6 muestra el dibujo de la pareja de una niña de ocho años con problemas
de relación y emocionales. Sus padres acuden a consulta por sus celos enfermizos, su
introversión, sus explosiones de genio y, a su vez, contrariamente, una agresividad pasiva
a través de su lentitud progresiva, durante el día, especialmente desde que nació su
264
hermanito pequeño.
A) Historia
Un hombre y una mujer
Discuten
B) Interpretación
Obsérvense, en la figura 9.7, los elementos de agresividad, dependencia primaria,
dificultades de autocontrol, y falta de estabilidad emocional, a través de indicadores,
como: proyección de interacción sadomasoquista entre las dos figuras (en la impresión
gestáltica), transparencias en la manos femeninas con autocentramiento en el propio
cuerpo, cabeza masculina de perfil, trazos impulsivos en el cabello, pierna y pies, cuello
sin cerrar, botones, inmediatez del presente atemporal (historia sin elaborar;
concretismo), etc.
265
Figura 9.7. Dibujo de la pareja en interacción de un adulto drogadicto.
266
(8.11 y 8.12).
A) Historia
267
Un hombre y una mujer. Están paseando.
B) Interpretación
La indiscriminación sexual de las dos figuras iguales (aunque dice que son de sexo
contrario y adultos), los ojos tipo punto y orejas, la boca cerrada, los brazos tipo "alas",
los botones, el refuerzo del pie, la ausencia de cuello y sin ninguna interacción entre los
dos nos indica, entre otros, la existencia de unos mecanismos de defensa
esquizoparanoides y regresivos (figuras más inmaduras de la intención que el chico les
quiere otorgar).
9.3.3. Pareja en interacción de una joven adulta sana (véase el HTPP completo en el
capítulo 5)
A) Historia
Otra vez estamos todos bien
Son Macarena y Pedro, de 25 y 26 años. Tienen una niña muy bonita (...coincide con
unos amigos míos que han tenido un niño). Después de que la niña pasara una
enfermedad, bueno, un constipado, ya están de nuevo contentos. Se quieren mucho.
268
Figura 9.9. Pareja en interacción de una joven adulta sana.
269
exigente y normativa). A pesar de los intentos de unión y afectividad entre la pareja, los
rostros resultan algo inexpresivos y las figuras también algo estáticas.
Pareja heterosexual adulta, algo mayor que la de la examinada. Los nombres, edad e
historia parece concordar con las de unos amigos, lo que parece indicar cierta
autorreferencialidad o pérdida de distancia; búsqueda de referencias duales o similares,
de cariz algo simbiótico. El vínculo de la pareja parece estar más basado y centrado
exclusivamente en su hija, como si no se pudiera entender la relación de pareja sin la
inclusión de un tercero. Intento de unión entre las dos figuras que no se lleva totalmente
a cabo (no pueden estar totalmente contentos por la enfermedad de la hija). A nivel de
identidad surge, tanto en la verbalización, como en el aspecto gráfico, que la hija parece
ser lo primero y más importante en esta pareja; ello nos sugiere que la examinada tiene
una buena identificación con el propio sexo (las figuras son de adultos sexuados) aunque
el nivel de madurez sea algo regresivo por identificarse primordialmente con la figura de
la niña, que centra su atención a través de la somatización y que, de alguna forma, separa
a la pareja.
270
271
10.1. Introducción
Por otra parte, aclara que el valor discriminativo de los criterios diagnósticos, se
refiere específicamente al funcionamiento yoico, tomando como parámetro la
enumeración que A.Freud hace de las funciones yoicas esenciales:
-Construcción de recuerdos.
Di Leo quedó impresionado por las semejanzas entre los dibujos de niños
contemporáneos y los de egipcios antiguos (cuerpo humano, extremidades, de frente,
cara de perfil, ojo en la frente). Recuerda, igual que Caligor, que nuestros antepasados
recurrieron al dibujo porque las imágenes eran entendidas por todos como un lenguaje
universal, explicando también que toda obra del ser humano sea una proyección del sí
mismo. Otros autores observaron que la evolución de los dibujos es idéntica en los niños
chinos y europeos.
272
podían observarse y describirse en los dibujos, se encontraban aspectos estructurales
relativamente persistentes. Este aspecto es el que me motivó para elaborar el libro
Psicodiagnóstico diferencial con test gráficos, en el que profundizo sobre estos
conocimientos, a través de casos ilustrativos.
En particular, fue Hammer (1969) quien sostuvo específicamente que el contenido del
dibujo esta determinado por la autopercepción consciente e inconsciente de uno mismo y
por las personas significativas del entorno, y tomó aportes de varios autores que
investigaron los aspectos expresivos de los dibujos proyectivos (Wolf, Buck y Elkish,
entre otros).
El test del dibujo libre no es un verdadero test sino una técnica, dado que resulta
imposible someterlo a la técnica de estandarización, a menos que seleccionemos 4-5
parámetros que sean recurrentes. El dibujo libre es considerado como una
autorrepresentación del sujeto (Veccia, 1996), y como tal, resulta valioso correlacionarlo
con la presentación que el sujeto hace respecto de sí mismo en la entrevista.
M.E.García Arzeno afirma que, por medio de la representación gráfica (así como
también a través de la correlación de lo gráfico con lo verbal), el dibujo libre proporciona
datos sobre fantasías ligadas al motivo de consulta y las fantasías respecto a la salud y
enfermedad del entrevistado. El sujeto aquí dispone de mayor libertad de representación
que cuando el tema es definido: La elección del tema y la forma que elija para graficarlo
siempre está determinado por las expectativas que tiene el sujeto y por sus propios
intereses, valores, motivaciones, problemas, preocupaciones, en su vida (interna y
externa). Todo ello está mediatizado por la cultura, los códigos comunes que comparte
con su grupo cultural, entrelazado con su individualidad, dando como resultado una
producción gráfica única y expresiva del grado de integración y organización de la
personalidad de quien dibuja y de las posibilidades de comunicación simbólica con el
"otro".
La consigna que se da es: "Dibuje lo que Vd. quiera en esta hoja. Piense algo, lo
primero que se le ocurra y trate de dibujarlo". Posteriormente, se va registrando todo lo
que hace, la secuencia que sigue, lo que borra, los comentarios o asociaciones libres,
273
gestos, reacciones, etc. Una vez acabado, se le piden al sujeto asociaciones y
aclaraciones sobre los detalles: Hábleme de su dibujo. ¿Qué puede ser esto? ¿Qué título
le pondría?
-Ritmo o flexibilidad del trazo (predominio de curvas), versus regla o rigidez del
mismo (predominio de rectas).
274
interiores de la personalidad, de tal modo que partiendo de los movimientos expresivos,
puede hacerse un diagnóstico de la misma).
Los dibujos de paisajes señalan cierto deseo de huida o escape de la realidad presente.
El fuego está relacionado con dificultades emocionales en los niños, y con excitación
pulsional en mayores (muchas veces se aprecia en dibujos de niños agresores o víctimas
de abusos sexuales). La perseverancia de dibujos de armas expresa necesidad expresiva
de agresividad, algo frecuente en niños conflictivos y con tendencias psicopáticas o
caracteriales. Son frecuentes en sujetos fóbicos los dibujos de insectos u animales que
entrañen cierto peligro. La repetición de dibu jos no humanos o de animales suele
relacionarse con cierta evitación o reticencia hacia el contacto humano.
Los barcos son el contenido más común en los dibujos de niños de ambos sexos (e
indica deseos de una vinculación más íntima con la madre así como de ser transportado
por ella). La interpretación psicoanalítica de los sueños apoya la conclusión de que entre
los barcos y la figura materna existe una íntima relación simbólica. Grodeck cita una
leyenda irlandesa en las que los genitales femeninos toman la forma de barco, y los
masculinos, de mástil.
275
Figura 10.1. Dibujo libre de un joven esquizofrénico.
276
Figura 10.2. Dibujo libre de un adolescente de 15 años.
277
Figura 10.3. Dibujo libre de un adulto esquizofrénico.
278
Figura 10.4. Dibujo libre de un joven con un grave trastorno límite de la
personalidad.
La figura 10.5 expone el dibujo libre de un joven violador con trastorno límite de la
personalidad que plasma mecanismos evacuativos de contenidos, de una forma
fragmentada y sin conexión. Apréciese el énfasis en la hebilla, partes irregulares del
cuerpo y el agujero negro del tronco.
279
Figura 10.5. Dibujo libre de un j oven violador con trastorno límite de la
personalidad.
Las motos y vehículos a motor son muy frecuentes en adolescentes como reflejo de
su necesidad de potencia, independencia y autonomía. Véase en la figura 10.6 el énfasis
en la parte del motor o "cuerpo" de la moto, a diferencia del trazo débil e inseguro de las
280
ruedas, que no le sustentan.
281
Figura 10.7. Dibujo libre realizado por un adulto psicótico.
282
Figura 10.8. Dibujo libre realizado por un adulto psicótico.
283
Figura 10.9. Dibujo libre realizado por un adulto psicótico.
284
Figura 10.10. Dibujo libre realizado por un adulto psicótico.
Las figuras 10.7, 10.8, 10.9 y 10.10 son dibujos libres realizados por adultos
psicóticos. Estos se caracterizan por el trazo fragmentado, desconexiones, esquematismo,
agregados de contenido absurdo y bizarro, figuras y objetos con falta de identidad,
transparencias, ubicación en zona izquierda-superior, de la regresión, palmeras vinculadas
al aislamiento y la soledad, entre otros.
Las figuras 10.11 y 10.12. son dos dibujos de cariz operativo, frecuentes en niños de
7 años en los que predomina la necesidad de expresar sus impulsos a través del
movimiento, acción y agresividad en sus rasgos, de forma manifiesta y concreta
(proyecciones de guerras, luchas, enfrentamientos, etc.).
285
Figura 10.11. Dibujo libre de un niño de 7 años.
286
Figura 10.12. Dibujo libre de un niño de 7 años.
287
Figura 10.13. Dibujo libre de un adolescente con sentimientos de disociación
emocional, aislamiento, vacío y depresión.
288
Figura 10.14. Dibujo libre de un púber de 10 años con problemas de
aprendizaje.
Interpretación
-Oposicionismo, al girar todas las hojas que se le aportan para dibujar los test
gráficos.
289
-Corte en la copa del árbol (dificultad para pensar y contener).
-Parte derecha del tronco casi imperceptible (Yo frágil frente al futuro; presencia de
IPM).
-Con ello, el chico nos mostraba su pronóstico de posible incapacidad para poder
elaborar la crisis de la adolescencia (salto abismal sin mediación posible, entre su
infancia y adultez, que le podría hacer susceptible de posibles actings out
contraproducentes).
290
Figura 10.15. Dibujo libre de un púber en crisis.
291
292
11.1. Introducción
El primer antecedente sobre esta técnica, ya que no se trata de un test en su riguroso
sentido del término, parece remontarse al año 1924, surgiendo de la experiencia clínica
de Fay, que la elabora con la consigna: "Dibuje a una mujer que pasea por la calle y
llueve". Posteriormente, A.Ray propone otro método de evaluación y Hammer, en 1958,
afirma que no se puede asegurar quién fue el creador exacto de esta técnica ya que fue
difundida vía oral, aunque afirma que probablemente fueran Arnold Abrams o Abraham
Amchin junto a varios autores, simultáneamente.
El análisis de las variables preferentes que se han de tener en cuenta se centra en:
293
•¿Qué aspecto tiene? ¿Presenta omisiones importantes, distorsiones, borraduras,
énfasis, etc.?
-Elementos adicionales (paisaje u objetos que añade que pueden aportar su específica
significación).
-La evaluación del nivel de ansiedad, temores y aspectos conductuales del sujeto que
se activan ante una situación de presión ambiental.
294
-Humo desde la chimenea de la casa.
295
Figura 11.1. Test de la persona bajo la lluvia de un niño de 7 años con
inadecuación personal.
En ella destaca la presencia de: excesiva rigidez, inseguridad y control para su edad, a
través del trazo roto, refuerzo de los hombros, ojos vacíos, brazos cortos, manos tipo
pinza, etc. y especialmente, en la desconexión real entre su mano y el paraguas, sin
mango (lo que nos hace vislumbrar posibles dificultades para afrontar adecuadamente los
problemas de la vida). Ello podría verse agudizado por su actitud de cierta reticencia
respecto al pasado (zona izquierda en blanco).
296
Figura 11.2. Test de la persona bajo la lluvia de un niño de 11 años con fallas de
integración yoica.
La figura 11.2 muestra el dibujo de un niño de 11 años con fallas de integración yoica.
Ello se ve reflejado en la ausencia de la mano para sujetar bien el paraguas y poder
resguardarse bien de la lluvia (Yo inadecuado).
Imagen corporal que se ve afectada por la falta de una integración personal que le
297
repercute en su insuficiente capacidad de "agarre", autoconfianza y autonomía ante las
experiencias de la vida. Situaciones ambientales de frecuentes e intensas disputas entre
sus padres divorciados parecen intervenir en su indisposición hacia el futuro (zona de la
derecha en blanco).
La figura 11.3 muestra el dibujo de una niña de 9 años que refleja la impotencia de
sus esfuerzos autosuficientes para protegerse de los conflictos externos. Destacan: el
chubasquero en la cabeza, con transparencias del cuello, nos señala la presencia de
trastornos de pensamiento en situaciones de desborde emocional y descontrol de
impulsos que la sobrepasan y afectan personalmente (impotencia y vulnerabilidad ante
acuciantes problemas familiares).
298
Figura 11.3. Test de la persona bajo la lluvia de una niña de 9 años.
299
Figura 11.4. Test de la persona bajo la lluvia de un adulto.
300
penetración de los impulsos en el pensamiento, repercutiendo en posibles actings), ojos
cerrados, refuerzo de la mano tipo puño, ausencia de cuello, sombrero, sombreado de la
corbata, mano izquierda borrada y enfatizada, con el dedo dirigido hacia la zona inferior
(representativa del mundo más instintivo).
En la figura 11.5 destacan, entre otros: el oposicionismo apreciado a través del giro de
la hoja y de que no se ciñe a la consigna cuando sectoriza y parcializa la lluvia, sólo en la
zona central, dejando desconectados los extremos (presencia de disociación).
301
Microforma de la persona dibujada como sentimiento de pequeñez (vivencia de alta
presión ambiental) y constricción, sin rasgos de identificación en la cara (alejamiento,
evitación, aislamiento e identidad poco configurada). Desigualdad en el trazo (firme en
las nubes y sol, y frágil en el resto), que nos indica oscilación y contradicciones entre
sentimientos de inferioridad y/o egocen trismo y narcisismo (búsqueda de perfección
narcisista a través de cierto aislamiento o impermeabilidad ante el exterior. No hay
interacción con otros persona jes (la ciudad, como las relaciones, puede ser
"contaminante").
La figura 11.6. muestra el dibujo realizado por un niño de 7 años muy afectado
emocionalmente por importantes conflictos familiares.
302
Figura 11.6. Test de la persona bajo la lluvia de un niño de 7 años con
problemas emocionales.
A) Historia
Título: Lluvia.
No sabe cómo ir a su casa, ...está perdido..., ...una semana después ve un coche que
le acompaña a su casa.
303
B) Análisis gestáltico y formal
-Microforma con alta constricción. Ubicado en la zona inferior-izquierda,
apreciándose toda la zona derecha (del futuro) en blanco, lo que es representativo
del intenso temor frente a lo que está por llegar.
-Figura sin manos ni pies, ni agarre o sujeción que le autoproteja ante la lluvia,
sectorizada sobre él (trazos impulsivos e irregulares).
304
Figura 11.7. Test de la persona bajo la lluvia de un hombre de 27 años acusado
de abusos sexuales.
A) Historia
Suerte que lo recogieron. Estaba esperando a sus compañeros a que lo vinieran a
buscar para ir al cine, pero tardan mucho. Quedó empapado. Pero al final, llegaron y
suerte que lo recogieron.
B) Análisis formal
305
-Ubicado en la zona inferior derecha, parece alejarse del pasado e infancia. - Figura
esquemática, impersonal, tipo monigote (esquizoide), denotando frialdad, evitación
y desvitalización.
-Ausencia de boca (órgano básico por excelencia), ojos tipo punto vigilantes, y brazos
pegados al cuerpo, con las manos (¿"escondidas" detrás?).
-Planta de los pies ausente, es la hoja la que sirve de límite (lo exterior le guía,
especialmente en la zona inferior de lo concreto, e impulsos).
-El óvalo de la cara no está cerrado, en contacto con el cuello (posibles fallas en su
identidad y en su autocontrol).
C) Análisis de contenido
-Autorreferencialidad en el relato. En la historia él está esperando a unos compañeros
que tardan mucho en venir y se está moj ando, porque no lleva paraguas. Por
suerte, aparecen con el coche y le recogen (pasividad y dependencia del entorno,
falta de recursos).
A) Historia
306
Este soy yo. Estoy contento, me mojo y a mí me gusta mojarme. Estoy en un charco.
Hay una tormenta y el arco iris. También está el sol.
Figura 11.8. Test de la persona bajo la lluvia de un joven adulto que sufrió un
brote psicótico.
307
La figura 11.8 muestra un dibujo expansivo, maníaco y negador.
Parece un sujeto inteligente por lo elaborado del dibujo, pero cuyo criterio de realidad
aparece algo alterado, ya que predominan excesivos mecanismos defensivos de negación
de la realidad, omnipotencia, evitativos o de huida y disociación interna. Estas defensas le
impiden, entre otros:
-Registrar sus propias necesidades y conectar consigo mismo (temor a llegar a captar
su desorganización, contradicciones y confusionalidad internas, y de ahí poder
llegar a deprimirse severamente). Él, en estas condiciones en las que se encuentra,
no puede hacerse cargo de sí mismo y por ello ha de huir, evitando sus conflictos,
que han de ser negados maníacamente.
308
En esta técnica, vemos cómo en una situación de presión ambiental (una realidad muy
problemática) o de emergencia de los impulsos internos, las defensas del sujeto no
resultan lo suficientemente efectivas para poder afrontarla (ya que éstas son muy
primarias y poco elaboradas), pudiéndose éste fácilmente manejar con conductas
impulsivas contraproducentes de acting out. La situación personal actual del joven
presenta un alto riesgo de posible descompensación psíquica regresiva o de acting
autodestructivo (subyacente estructura de personalidad borderline grave).
En resumen, de las variables del dibujo de la persona bajo la lluvia que se han de
tener en cuenta para analizar destacaremos: la dimensión pequeña del dibujo, el borrado,
figura amorfa, ausencia de línea de tierra, ausencia de entorno, ausencia de paraguas,
lluvia sectorizada, rayos sobre las personas y presencia de nubes espesas. De cada una
de ellas, valoraremos la representación y clínica, propias.
309
310
12.1. Introducción
Robert Meurisse se inspiró en investigaciones grafológicas para comprender el
simbolismo de los garabatos, teniendo esta técnica su origen de significación en la
grafología y no en la psicología, aunque la psicología dinámica y el psicodiagnóstico
proyectivo le atribuyeron importancia a otros niveles, dando lugar a la prueba que hoy
conocemos. Es el test más libre, espontáneo y atemático de todos los gráficos, en el que
los contenidos expresivos priman sobre los de contenido.
Sami Ali, en su obra El espacio imaginario, logró una concepción del grafismo muy
original en sus aportaciones, ajenas a la fascinación por la palabra. Es de los pocos
psicoanalistas que se detuvieron a reflexionar sobre el espacio tan singular que es la hoja
de papel. Partió de la relación primitiva para la subjetividad entre espacio-cuerpo, donde
toda conquista en el registro del primero no puede realizarse sino por medio del segundo.
El Test de los garabatos creado por Corman tuvo la intención inicial de diseñarse
especialmente para niños, ya que era tenido en cuenta como primeras expresiones
gráficas infantiles. Es una prueba considerada de fácil y sencilla ejecución gráfica, de
aplicación individual, sin límite de tiempo y con la consigna de que se garabatee con un
lápiz en una hoja de papel en blanco. Se le pide al niño que haga los garabatos que desee,
analizando, posteriormente, el modo de descarga de las pulsiones agresivas o su
inhibición, entre otras (1961). Pero para acceder al inconsciente del niño se debe tener en
cuenta que hay que considerar la estructuración peculiar de su aparato psíquico;
diferentes momentos en la constitución y evolución del aparato psíquico que lo tiene
como cualidad central.
311
garabatos.
Hammer sostiene que los datos referidos acerca de los mecanismos expresivos de los
dibujos proyectivos gráficos aplicados a los garabatos (lo más relevante, según él), suelen
reflejar niveles de la personalidad más profundos que los que se manifiestan en otros
tipos de dibujos, pues en general se realizan en un estado de conciencia disminuido,
cuando el control del sujeto está menos vigilante y se reduce, y las defensas, en otros
momentos operativas, quedan inactivas. Lo mismo que en los sueños, los contenidos
inconscientes están vivos y la evidencia del proceso primario se manifiesta aunque el yo
consciente lo controle, lo elabore y cuide para que la distorsión no vaya demasiado lejos.
Como en el examen del sueño, en los gráficos, la interpretación, de manera
predominante, depende de las asociaciones y recuerdos del que lo realiza/sueña, además
de tener en cuenta la realidad de quien lo sueña o dibuja, siguiendo el análisis de los
gráficos, igualmente, las pautas de la interpretación de los sueños.
Lo figural trata sobre el trabajo del trazo y las condiciones de su visibilidad, la forma
en que uno se acerca y entra en este nuevo espacio que es la hoja de papel y las
relaciones que establece con ella y su producto final. El punto de cuando se empieza a
garabatear inicio y las zonas donde se recrea permite valorar hacia dónde se dirige o
permanece la expresión y expansión del interés del sujeto (aferramiento a un pasado,
deseo de ir hacia los demás, centrarse en sí mismo...). La calidad del trazo indica, entre
otras, la seguridad de un trazo regular y ligero (seguido y fluido) o una dificultad o temor
hacia lo nuevo, en un trazo irregular o entrecortado. Las gradaciones en las intensidades
energéticas del trazo, allí donde se va preferentemente la energía del sujeto, permite
descubrir algo esencial.
312
Las personas que suelen dibujar círculos o trazados circulares (elementos de cariz
más suave o femenino) suelen ser más dependientes, menos asertivas, e incluso pasivas,
que las que dibujan modelos verticales, cuadrados o rectángulos que pueden indicar
rigidez, pragmatismo o deseos de autoafirmación (personalidades agresivas dibujan pocas
curvas y muchos filos o puntas). Dibujar formas curvas con pocos filos son
características de sujetos bien adaptados. El dibujo persistente de figuras herméticas con
sensación de inaccesibilidad y encierro indica dificultades de adaptación y de relación
social.
Existe una variante del Test de los garabatos a partir de una firma del sujeto. Ésta
consiste en proporcionarle al sujeto una hoja de formato ordinario con la consigna de
313
escribir su apellido y nombre de pila, en letra ordinaria, en el centro de la hoja. A partir
de ahí, este ha de trazar un garabato de forma continua, sin pausa, y sin levantar el lápiz,
como si fuera un niño. A partir de Meurisse, se suele solicitar al sujeto que primero
empiece a escribir su nombre en el centro de la hoja, para centrar los garabatos en el Yo
del sujeto (el nombre de pila o Yo íntimo y más personal) y el Yo familiar y social, con
los apellidos. Ante posibles preguntas sobre qué nombre escribir primero, se les da plena
libertad de elección (como desee). A nivel infantil y, especialmente con niños que aún no
saben aún escribir, se les pide que dibujen un monigote o figura en el centro de la hoja,
pudiéndoles añadir que el monigote o figura es él y que, a partir de ahí, dibuje los
garabatos que quiera.
314
en el capítulo 8 (figuras 8.11 y 8.12). De sus garabatos, cabe destacar, entre otros
aspectos, el giro automático de la hoja, la ubicación inferior de la firma en la zona de los
impulsos, del predominio de lo material y concreto (casi al borde de la hoja) y tachada
por la rúbrica (signos de autorrechazo). En su globalidad, traduce una personalidad muy
pobre y limitada intelectualmente, poco abstracta y elaborada mentalmente.
315
Figura 12.2. Test de los garabatos de distintos adultos.
316
Figura 12.3. Test de los garabatos de un adolescente con problemas escolares.
317
Figura 12.4. Test de los garabatos de un adulto esquizofrénico.
318
Figura 12.5. Test de los garabatos de una adulta sana.
La figura 12.5 muestra los garabatos de una adulta sana explorada. La mujer trata de
establecer una vinculación o equilibrio entre las dos zonas espaciales de la hoja: superior
e inferior, lo que nos indica la existencia de suficiente integración entre su pensamiento,
emociones y actos, aunque al parecer también con cierta sensación de descontento
consigo misma (la rúbrica traspasa su firma) y de dificultad respecto a las expectativas de
futuro (líneas que se vinculan pero que no parecen permitir plena obertura hacia la zona
de la derecha).
319
a secuencia de garabatos que permite el acceso a la fantasía del niño. La transferencia
opera aquí como un factor poderoso en la naturaleza de lo que el niño está en
condiciones de realizar gráficamente.
Por regla general, las interpretaciones finales de los gráficos deberán representar la
convergencia de varias o muchas líneas de datos, principio básico de toda metodología
científica. Y para ello, tendremos que corroborar los aspectos de la dinámica de la
personalidad que surgirán de los dibujos proyectivos, mediante distintas vías de
comprobación, como son: la información global recogida sobre el examinado (datos
básicos sobre su evolución en la infancia, de su historia o de su anamnesis), las
asociaciones libres que éste realiza al dibujar, la traducción de símbolos mediante el
análisis funcional y las comparaciones entre dibujos de una misma serie, la integración de
todos los aspectos del test y a través del registro de conductas verbales, expresivas y
motoras, con interacción e integración de las mismas (obteniéndose así, coherencia y
consistencia interna entre estos aspectos).
320
321
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333
Índice
Introducción 15
1. La comunicación gráfica y sus fundamentos teóricos 22
1.1.2. Psicología proyectiva 24
1.2. El simbolismo de los gráficos 29
1.3. Principios de orientación teórica en la que se basan las técnicas
39
proyectivas gráficas
1.4. Supuestos básicos sobre los que se sustenta la interpretación
40
de los gráficos
1.5. Fundamentación empírica de los test gráficos 41
2. La evolución del ser humano con relación al grafismo 43
2.2. Niveles de maduración gráfica. Evolución del grafismo 49
2.2.2. De los 3 a los 5 años 56
2.2.3. De los 5 a los 6 años 65
2.2.4. De los 7 a los 8 años 69
3. Psicodiagnóstico y administración de test gráficos 73
3.1. Primera entrevista clínica 76
3.2. Planificación de la batería de test 78
3.3. Encuadre 80
3.4. Material 82
3.5. Administración 84
4. Elementos básicos de interpretación en los gráficos 86
4.1. Actitud ante la consigna 88
4.3.1. Secuencia de elaboración del dibujo 90
4.3.2. Dirección del trazo 94
4.3.3. Tamaño 97
4.3.4. Presión, trazo y calidad de línea 98
4.3.5. Emplazamiento en la hoja de papel 101
4.3.6. Movimiento 104
334
4.3.7. Simetría 105
4.3.8. Perspectiva 106
4.3.9. Sombreado 108
4.3.10. Tiempo de realización del dibujo 109
4.3.11. Detalles, distorsiones, omisiones y adiciones 111
4.4. Análisis formal del dibujo 113
4.5. Análisis del contenido simbólico de las respuestas verbales al
115
dibujo
4.6.2. Transferencia y contratransferencia 120
4.6.3. Actos fallidos 122
5. El Test de la casa, el árbol y la persona (HTP) 126
5.2. Áreas de la personalidad que capta 131
5.3. Ítems básicos o esenciales de la casa, el árbol y la persona 131
5.4.2. Árbol (Tree-7) 139
5.4.3. Persona (Person-P) 149
5.5. Análisis del contenido verbal de cada historia 161
5.6. Exposición de un caso: HTPP completo 162
5.6.2. Árbol 164
5.6.3. Persona 167
5.6.4. Conclusión diagnóstica 173
6. El Test del animal 173
6.2. Ejemplos del Test del animal 178
6.3. Exposición de casos 184
6.3.2. Dibujo de un tucán 188
7. El Test de la familia 190
335