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(UAPA)
Asignatura:
Practica VI
Tema
Tarea 5
Facilitadora:
Antonia Mercedes. G
Participante:
Pedro Drullard
Matricula:
11-1760
Fecha
8-06-2018
1-Realiza un ensayo donde abarque las zonas pedagógicas en el nivel
inicial y primario.
Las zonas de aprendizaje, conocidos también como rincones, son espacios
delimitados que están implementados con diversos materiales relacionados con
el área correspondiente a cada rincón. En ellos los niños se organizan en
pequeños grupos para realizar diferentes actividades en forma simultánea,
estas actividades son espontáneas y netamente lúdicas.
A través del juego en los rincones de aprendizaje, los niños desarrollan
diferentes habilidades sociales, motoras, intelectuales y lingüísticas. En ellos se
emplea una metodología activa que permite a los niños ser los constructores de
su propio aprendizaje. Este juego puede ser libre o dirigido por la maestra,
como en el caso del Periodo Juego-Trabajo que conlleva toda una
planificación.
El punto de partida a la hora de rediseñar los espacios tiene que ser el propio
proyecto educativo del centro. La implicación por parte de todas aquellas
personas y equipos de trabajo que tienen un conocimiento profundo del
funcionamiento de la entidad en su conjunto es prioritaria. Las instituciones
educativas interesadas en transformar los espacios se encuentran inmersas
también en procesos de renovación pedagógica y de integración de la
tecnología, por lo tanto es indispensable identificar las necesidades y objetivos
que la entidad tiene para que ocurra una compenetración perfecta entre los
espacios y el aprendizaje que va a tener lugar en ellos.
3- Realiza un informe sobre las competencias que se
puedan desarrollar en cada espacio, el uso de cada área, los
recursos que se requieren para formarlas, actividades que se
pueden realizar, la colocación de las mismas en el aula, entre
otras.
¿Cómo usarlos?
Considerar el espacio con el que se cuenta en el aula para seleccionar sus
respectivos materiales así como el mobiliario a usar.
Ubicarlos en un espacio que no distraiga la atención del niño durante las
actividades planificadas para el logro de las capacidades.
Cada rincón debe contar con el material necesario para que todos los niños
que participen en ellos puedan disfrutarlos por igual y no se queden sin
material.
Establecer un horario para el uso de los rincones de aprendizaje, este puede
durar entre 20 a 45 minutos, esto ayudará a que los niños planifiquen mejor sus
actividades dentro de este periodo de tiempo.
Preparar algún distintivo que los niños puedan usar y que facilite la
identificación del rincón en que se encuentra, de esta manera se puede llevar
un control que permita participar a todos los niños en los diferentes rincones.
Las actividades o juegos serán planteados de acuerdo a los objetivos
educativos o a la propuesta metodológica de los docentes.
Los recursos que se requieren para formarlas:
1. Ajustar la distribución del espacio a las necesidades de aprendizaje. La
distribución de las mesas y de los espacios comunes debe responder a las
actividades que se van a desarrollar en el aula, a la diversidad de los alumnos y
a las funciones que queremos que se desarrollen en cada área. Así, la
disposición de las mesas será distinta si se va a trabajar por proyectos, se
quiere plantear un debate o se va a resolver un problema.
2. Crear espacios interactivos. Es decir, espacios que fomenten el
aprendizaje colaborativo y la interacción entre alumnos. Donde los estudiantes
puedan reflexionar, debatir, aprender apoyándose entre ellos, y enriquecerse
de esta socialización.
3. Potenciar el valor del aula como espacio didáctico. El aula tiene que ser
un espacio que enseña. Debe facilitar la presentación y exposición de trabajos,
fomentar que los alumnos compartan y difundan sus ideas de distintas maneras
(visual, oral, escrita…), invitar a que manipulen distintos objetos de aprendizaje
de manera autónoma (libros, microscopio, inventos o proyectos…) y posibilitar
que tengan contacto con la naturaleza, mediante el cuidado de plantas o
animales en el aula.
4. Crear un espacio cómodo y agradable, de todos y para todos. El aula
tiene que ser un espacio acogedor e inclusivo, del que todos los alumnos se
sientan partícipes y creadores. Debe ser un espacio vivo y en construcción, que
facilite la atención a la diversidad, estimule la creatividad y potencie las
múltiples inteligencias y habilidades de los alumnos.
5. Favorecer el uso de las TIC. El aula debe estar preparada y adaptada para
el uso de las TIC, de modo que los alumnos puedan desarrollar fácilmente la
competencia digital y llevar a cabo tareas como la búsqueda de información en
la red, la visualización de videos y recursos interactivos, la elaboración de
materiales digitales o la presentación de trabajos mediante diapositivas y otras
herramientas
Actividades que se pueden realizar:
Creación de grupo en un ambiente que facilite el aprendizaje. El sentimiento de
pertenencia a un grupo y el de identidad son necesidades humanas básicas.
Muchas de las metodologías “de grupo” que se emplean durante el curso no
dan buenos resultados si este aspecto no se ha trabajado e ido consolidando
poco a poco. Un ambiente facilitador del aprendizaje es aquel donde la persona
se siente segura y una de las mayores fuentes de seguridad es sentirse
integrado y arropado por el grupo. Las dinámicas de presentación, de consenso
o de “hacer ver” la eficacia de trabajar cooperativamente, el sentir que la
diferencia es un valor y una fuente de enriquecimiento mutuo… son elementos
vitales para el crear un buen clima de aula.
Facilitar la comunicación. La comunicación es un elemento esencial a la hora
de convivir y de resolver conflictos, porque el diálogo es una de sus principales
herramientas. Trabajando de forma cooperativa se facilita que todo el mundo
se sienta escuchado, sea tomado en cuenta, tanto para trabajar un tema
curricular como para tomar decisiones por consenso y se quita el miedo a
hablar ante la clase y opinar.
Conocer mejor a la clase y tener una comunicación más fluida. Esta forma de
trabajo, incorporando dinámicas cooperativas a las actividades de aula, nos
proporciona un mayor grado de confianza con nuestro alumnado, ya que
sienten mas seguridad en las respuestas y participan mejor, sin miedo al error.
Al mismo tiempo podemos conocerlo mejor, estimular, reforzar, apoyar…
Romper con la rutina y establecer un ritmo de clase distinto. El cerebro está
más receptivo al aprendizaje si el ritmo de la clase no es monótono y repetitivo.
Las actividades presentadas a un nivel donde se mantiene la expectativa de
ver lo nuevo que se les ofrece es clave para mejorar la atención.
La colocación de las mismas en el aula:
4. De cuatro en cuatro. Se trata de una posición que utilizo cuando llevo a cabo
actividades de trabajo cooperativo. Sobre la formación de grupos de trabajo
cooperativo. Lo cierto es que para trabajar de forma cooperativa es una
disposición muy buena. Los alumnos se colocan en grupos de cuatro uno en
frente del otro. Aunque se trata de una magnífica disposición para trabajar de
forma cooperativa, lo cierto es que a la hora de enseñar algún concepto o dar
alguna instrucción, parte de los alumnos están en una posición poco natural
para escuchar dichas explicaciones o aclaraciones. Esto hace que la atención y
la concentración puedan disminuir en determinados alumnos. De ahí que en mi
caso prefiera hacer las explicaciones o dar las instrucciones oportunas cuando
están sentados de dos en dos o de tres en tres y, a continuación, crear los
grupos para la realización de la actividad de trabajo cooperativo. Otro
inconveniente a comentar es el tiempo que se invierte en colocar debidamente
las mesas, si se decir.
4- Lee la tesis “Uso Y Distribución De Espacios Escolares
y analiza la importancia de las ubicaciones de los espacios en
la escuela y las zonas o espacios en el aula, en la disponible.