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RESUMEN

El presente trabajo trata de la geología del cuadrángulo de Moquegua, que tiene un


área de 3,000 km2 y se ubica en parte de los departamentos de Moquegua y Tacna.

Las unidades geomorfológicas que se diferencian en el áera son : Llanura Costanera,


Flanco Andino y Cadena de Conos Volcánicos. Estos rasgos se desarrollan a manera de
fajas longitudinales con sus características propias relativas a altitud, relieve, clima, geología,
etc.

Las rocas más antiguas que afloran en el cuadrángulo son los volcánicos del Grupo
Toquepala de edad Cretácea superior a Terciario inferior.

Se compone de derrames y pirocláticos andesíticos y riolíticos con más de 3,000 m.


de espesor y aflora a lo largo del Flanco Andino. En el presente estudio se le ha dividido en
las siguientes formaciones: Quellaveco, Paralaque, Inogoya y Toquepala. La gruesa se-
cuencia volcánica se ha depositado en condiciones subaéreas; por las discordancias que
existen entre las formaciones, se terminan varias fases de volcanismo con algunos períodos
de inactividad.

A los volcánicos Toquepala sobreyace con fuerte discordancia los clásticos conti-
nentales de la formación Moquegua cuyo espesor avría de 550 a 600 m. La formación cubre
la mayor extensión de la parte meridional del cuadrángulo y, de acuerdo a trabajos anteriores,
se le ha dividido en dos miembros : Moquegua inferior de composición arcillo-arenosa y
Moquegua superior areno-conglomerádica.

En la columna geológica del área aparece la formación Huaylillas, compuesta princi-


palmente de tufos riolíticos que sobreyacen con discordancia al Grupo Toquepala y la forma-
ción Moquegua. En relación con estudios previos se le considera de edad Plioceno medio a
superior. Sus afloramientos más importantes se hallan en el flanco andino, donde ocurren a
manera de remanentes de erosión.

La formación Capillune, compuesta de conglomerados con intercalaciones de are-


niscas-tufáceas, sobreyace con discordancia a los tufos Huaylillas. La formación se conside-
ra del Plioceno superior y aflora en localidades muy restringidas dentro del cuadrángulo.

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INGEMMET

A los clásticos Capillune se sobrepone el volcánico Barroso, compuesto principal-


mente de derrames andesíticos, aflora en el extremo NE del cuadrángulo, constituyendo el
volcán Arundane. El volcánico Barroso se considera de edad plio-pleistocena.

En los flancos bajos del volcán Arundane se encuentran acumulaciones morrénicas,


al pie del frente andino y cubriendo parcialmente la formación Moquegua, se extiende un
manto mas o menos contínuo de depósitos aluviales del Cuaternario.

Las rocas ígneas afloran en forma dispersa en la parte septentrional del cuadrángulo,
a lo largo del flanco andino. Los cuerpos mayores son de composición diorítico-granodiorítica
y al lado de ellos existen pequeños stocks de granitos, monzonitas y dacitas. Estas intrusiones
representan la continuación hacia el sur del Batolito Andino, por lo cual la edad de su empla-
zamiento debe ubicarse entre las postrimerías del Cretáceo y el Terciario inferior.

El rasgo estructural más importante en el sistema de fallas Incapuquio, de orientación


NO-SE. Estas fallas en cierta forma han controlado el emplazamiento de los cuerpos
monzoníticos y dacíticos, así como la formación de las chimeneas de brecha, con las cuales se
asocian los yacimientos de cobre de Toquepala, Quellaveco y Cuajone.

En el cuadrángulo de Moquegua se encuentra la mina de Toquepala que es la mayor


productora de cobre del país. Además, en el área quedan los yacimientos de cobre de
Quellaveco y Cuajone. Los tres depósitos son del tipo diseminado y sus reservas acumula-
das superan los 1,200 millones de T.M.

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INTRODUCCION

La presente memoria corresponde a la geología del cuadrángulo de Moquegua, que


se ubica en parte de los departamentos de Moquegua y Tacna, en el sur del Perú.

El estudio en referencia se llevó a cabo dentro del programa de levantamiento geológico


sistemático del territorio nacional a cargo de la ex-Comisión de la Carta Geológica Nacional,
actualmente Instituto Geológico Minero y Metalúrgico.

El área investigada incluye de SO a NE las pampas de la costa o llanura costera, el


flanco andino y la cadena de conos volcánicos.

Trabajo de Campo

El estudio de campo fue realizado en dos etapas. La primera entre los meses de
Agosto y Setiembre de 1962 y la última en el mes de Agosto de 1963. Durante el trabajo se
registraron directamente, en el mapa topográfico y en las aerofotografías, todos los datos
geológicos observados a lo largo de los numerosos itinerarios efectuados. Para completar el
etudio estratigráfico se han medido secciones que sirvieron para determinar el grosor y los
cambios litológicos de las formaciones; igualmente se han recolectado numerosas muestras
de rocas de las formaciones y afloramientos intrusivos, muchas de las cuales han sido objeto
de estudios micropetrográficos.

La obseravción estereoscópica de las aerofotografías del área sirvió para rectificar y


completar el mapa geológico que acompaña al presente informe.

Base Topográfica

En el relevamiento geológico se ha utilizado la hoja topográfica 35-u de la Carta


Nacional, que lleva la denominación de Moquegua, por encontrarse dentro de ella la ciudad
de Moquegua, capital del Departamento.

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INGEMMET

El mapa topográfico base, escala 1:100,000 con curvas de nivel caada 50 m. y


maestras cada 200 m., ha sido publicado por el Instituto Geográfico Militar el año 1960, por
métodos y procedimientos fotogramétricos. Para el relevamiento geológico se ha hecho
también de fotografías aéreas de proyección vertical, a la escala aproximada de 1:60,000.

Trabajos Anteriores

No hay un estudio geológico completo del cuadrángulo que nos ocupa; sin embargo,
en muchos informes geológicos de los departamentos de Tacna y Moquegua se consignan
datos acerca de sus rasgos geológicos o su importancia desde el punto de vista minero.
También existen estudios de carácter netamente minero como los correspondientes a los
yacimientos de cobre de Toquepala, Quellaveco y Cuajone.

AGRADECIMIENTOS

El autor expresa su sincero reconocimiento al Ing. Mario Samamé Boggio e Ing.


Benjamín Morales Arnao, Presidente del Consejo Directivo y Director Ejecutivo respectiva-
mente del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico por haber facilitado la publicación del
presente estudio.

Al Ing. Andrés Bravo Bresani, Presidente del Comité Ejecutivo de la Comisión de la


Carta Geológica Nacional, y al Dr. Isaac Tafur Hernández, Director Ejecutivo de la Comi-
sión, por confiarme la realización del estudio y a los Ingenieros Edgardo Blanco Z. y César
Landa, por su eficaz asistencia en los trabajos de campo.

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GEOGRAFIA

Ubicación y Extensión del Area

La hoja de Moquegua tiene 3,000 km2, está delimitada por los paralelos 17° 00 y
17° 30 de latitud sur, y los meridianos 70° 30´ y 71° 00´ de longitud oeste, y según la división
política del país las partes occidentales del cuadrángulo pertenecen a la provincia Mariscal
Nieto del departamento de Moquegua y las porciones originales a las provincias de Tacna y
Tarata, del departamento de Tacna. La figura 1 ilustra la situación de la hoja dentro de la
región.

Topografía

Los rasgos físicos del área cubierta con variados; en la parte meridional se encuentran
los terrenos llanos y áridos de la costa que cosntituyen la llanura costanera y en el extremo
noreste la Cadena de Conos Volcánicos de la Cordillera Occidental; entre ambos se desarrolla
un territoriio semiárido, muy disectado y de fuerte pendiente, que corresponde al Flanco Andino
vertiente del Pacífico. El punto más bajo se encuentra en el borde sur a 900 m.s.n.m., y el más
eleavdo se halla en la esquina noreste con más de 5,200 m. de altitud.

El llano de la costa, o pampas costaneras como se llama también, es un territorio que


se encuentra entre 1,000 y 2,200 m. de altitud, con una suave inclinación al suroeste.

Las pampas costaneras están profundamente disectadas, los valles son en su mayoría
secos, y sólo durante las lluvias eventuales que tienen lugar dentro de períodos relativamente
largos, se originan torrentes y aluvionamientos que dejan sus cauces cubiertos de lodo y
piedras.

Los únicos valles que tienen algo de agua por temporadas durante el año, son
Moquegua, Cinto y Locumba; también son los únicos lugares cultivados; el resto del área de
las pampas costaneras es completamente árido y con escasas posibilidades de agua subte-
rránea; sin embargo, grantes partes son susceptibles de transformarse en terrenos de cultivo
mediante irrigaciones.

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INGEMMET

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Geología del cuadrángulo de Moquegua

Hacia el norte y noreste el llano de la costa termina en un cambio de pendiente


bastante brusco, de rumbo NO-SE, que da paso al Flanco Andino.

El Flanco Andino es la entidad topográfica que se extiende al norte y noreste de las


pampas costaneras, es un territorio escabroso y muy disectado que se desarrolla entre 2,000
y 4,000 m. de altitud. En él se distinguen claramente dos rasgos bien definidos: la parte
inferior, la que sigue inmediatamente a los llanos de la Costa, es bastante empinada, pues se
levanta rápidamente hasta altitudes de 3,100 y 3,400 m.; la parte superior es un terreno suave
a manera de repisa o escalón, que luego pasa al flanco de la cadena de conos volcánicos que
aparece en el extremo noreste de la hoja.

Otro rasgo importante en el Flanco Andino del área de Moquegua es el gran anfitea-
tro de erosión fluvial del área de Torata, en el fondo de esta concavidad se encuentra el
pueblo del mismo nombre.

Los valles en las partes correspondientes al Flanco Andino tienen pisos estrechos a
tal punto que en grandes tramos sólo está ocupado por el lecho del río o riachuelo, sus
laderas generalmente son empinadas y las partes de suave declive son aprovechados para la
agricultura. Aparte de los valles, a lo largo de los cuales se ubican las pequeñas poblaciones
agrícolas, el resto del Flanco Andino es agreste, semi-árido y despoblado.

Los terrenos más elevados se encuentran en la esquina NE y están representados por


conos volcánicos, cuyas cimas alcanzan 5,100 m.s.n.m.

En la hoja de Moquegua sólo aparece parte de los volcanes Arundane y Chuquiamanta;


los flancos de estos volcanes se presentan fuertemente glaciados; numerosos anfiteatros,
valles en U, riscos fluidos, pequeñas lagunas glaciares y colinas alargadas de material morrénico
existen por doquier en esta parte del cuadrángulo. Las cabeceras del río Moquegua desde el
paraje aguas arriba de Asana es un amplio valle en U. (Foto 1).

Hidrografía

La región desagua al Pacífico, siendo los ríos Moquegua y Locumba de régimen


temporal, los que atraviesan al cuadrángulo.

El río Moquegua y sus pequeños tributarios riegan la parte norte y el borde occiden-
tal del cuadrángulo, mientras que el Locumba corre por el borde oriental; toda la parte central
es una zona árida, sin ríos, manantiales y muy pocas posibilidades de aguas subterráneas.

El río Moquegua se forma por la confluencia de los ríos Tumilaca y Torata, cerca de
la ciudad del mismo nombre.

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INGEMMET

El río Tumilaca es el tributario principal, entra al cuadrángulo por la esquina NE, con
el nombre del río Asana, ocupando la vaguada de un amplio valle glaciar. Después de un
corto recorrido con direcicón SO, sigue hacia el oeste hasta alcanzar el paraje de Tumilaca;
en este sector, el río discurre en una quebrada bastante profunda y de laderas empinadas, la
corriente es torrentosa y el volúmen de agua normalmente es muy pequeño en relación con la
profundidad del valle. En el tramo citado recibe por su margen derecha varios riachuelos que
provienen de los nevados Arundane y por el lado izquierdo las aguas temporales del río
Capillune. Esto tiene su orígen en el flanco sur del volcán Chuquiamanta y después de un
corto recorrido, con dirección sur, dobla al oeste-noreste, cruzando casi diagonalmente al
cuadrángulo por su parte central, hasta alcanzar el río Asana, a unos kilómetros aguas arriba
del villorrío de Tumilaca. De esta manera colecta las aguas hacia el valle de Moquegua,
dejando toda la parte central de la hoja completamente seca.

El río Torata y sus tributarios riegan la parte nor-occidental de la hoja, las nacientes
de estos ríos quedan en la vertiente alta de los Andes, todos son torrentosos y sus caudales
varían notablemente a través del año; en la época de lluvias el caudal es abundante y durante
el estiaje disminuye notablemente hasta secarse completamente en muchos casos. El valle de
Torata en su mayor parte es profundo y de laderas bastante empinadas a casi verticales, sólo
en el tramo que queda aguas arriba y aguas abajo del pueblo de Torata los flancos del valle se
encuentran tendidos y los terrenos son aprovechados en la agricultura.

El tributario principal de Torata es el río Huaracane, que se forma de la unión de los


riahcuelos Otora y Chujullay.

El río Moqueguañ, llamado así desde la confluencia de los ríos Torata y Tumilaca,
corre por el borde occidental del cuadrángulo a lo largo de un valle de fondo angosto (200 –
500 m. de ancho), el caudal del río es sumamente variable; durante la época de lluvias des-
carga varios cientos de metros cúbicos por segundo, reduciéndose considerablemente du-
rante el estiaje.

En el borde oriental del cuadrángulo se encuentran pequeños tramos de los tributarios


del río Locumba. En el paraje Mirave se unen los ríos Ilabaya y Curibaya, originando el río
Salado, éste con el Cinto se unen cerca del pueblo de Locumba (fuera del Cuadrángulo) dando
nacimiento al río del mismo nombre, cuyo curso se encuentra fuera del área de estudio.

Vías de Comunicación

La ciudad de Moquegua, capital del departamento del mismo nombre, se encuentra


ubicada cerca al borde occidental del cuadrángulo estudiado. La mencionada ciudad está
conectada con Lima, capital de la República, mediante la carretera Panamericana Sur; esta

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Geología del cuadrángulo de Moquegua

vía, asfaltada en toda su longitud, entra al cuadrángulo a 1,120 kilómetros de Lima y luego
paa por su borde occidental con dirección a Tacna. Una carretera asfaltada de 5 km conecta
la vía longitudinal con la ciudad de Moquegua. Igualmente esta ciudad está unida con la
capital de la República y otras ciudades del sur del Perú por líneas aéreas nacionales, y
servicio de telégrafos y teléfonos.

El acceso al resto del cuadrángulo está facilitado por medio de carreteras afirmadas
y numerosas trochas carrozables. (Fig. 1)

Completando el sistema de acceso existen numerosos caminos de herradura, de pé-


sima conservación, que conectan las diversas localidades pobladas.

Centros Poblados

El aspecto desértico de la parte sur del cuadrángulo y el paisaje escabroso de la


parte norte, no son favorables para el asentamiento y crecimiento de poblaciones en base a
industrias agropecuarias, salvo la minería.

Los pueblos y pequeñas agrupaciones humanas del área de Moquegua están ubica-
dos a lo largo de los valles y su desenvolvimiento depende principalmente de la escala agri-
cultura y ganadería. El centro urbano más importante es la ciudad de Moquegua, capital
política y administrativa del departamento. Otros centros poblados son: Torata, Otora,
Ilabaya, etc. Desde hace unos 10 años el centro minero de Toquepala se ha convertido en
importante núcleo poblado.

Recursos Naturales

En el área estudiada los recursos de agua, tierras de cultivo y pastos, son escasos, en
consecuencia la producción agrícola y ganadera, y sus derivados manufacturados, son de
pequeña escala. Por otro lado, los recursos mineros, especialmente los cupríferos, son cuan-
tiosos.

La agricultura está reducida a la explotación de los terrenos cultivables que existen a


lo largo del fondo o piso de los valles, por lo general las tierras agrícolas están muy parcela-
das.

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INGEMMET

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Geología del cuadrángulo de Moquegua

En los valles de Moquegua y Cinto se cultivan plantas de clima cálido, tales como
algodón, vid, frutales de toda clase, máiz, alfalda y otros productos de panllevar. En los
tramos superiores del río Moquegua, mejor dicho, en los valles de sus tributarios que atravie-
san el Flanco Andino, la agricultura se reduce a la siembra de alfalba, maíz, papa, habas,
trigo, cebada, hortaliza, etc., hasta altitudes que llegan a 3,000 – 3,200 m.s.n.m. por arriba
de estos niveles no hay sembríos.

En general, la producción agrícola apenas logra abastecer las necesidades locales y


sólo el algodón se exporta en cantidades pequeñas. Parte de la vid es aprovechada en la
fabricación de aguardientes y vinos.

La ganadería es pequeña y está representada principalmente por la crianza de vacu-


nos en los valles bajos y por ovinos y llamas en las partes altas. En las pocas haciendas de la
región, el ganado vacuno es de regular calidad, pero en el resto del área de crianza de estos
animales, además de ser escasa es de calidad inferior.

La minería es la actividad productiva más importante en Moquegua. Como se verá


en el capítulo de Geología Económica, en el cuadrángulo quedan los depósitos cupríferos de
Toquepala, Quellaveco y Cuajone, con una rserva acumulada del orden de 1,200 millones de
T.M. de mineral con ley de 0.8 a 1% de cobre.

Además de los yacimientos citados, existen en el área depósitos más pequeños, que
a la fecha se encuentran inactivos. Para usos locales en forma esporádica se trabajan algunas
canteras de yeso que se encuentran asociados con las areniscas y arcillas del miembro
inferior de la formación Moquegua.

Clima

El clima es marcadamente diferente en las diversas áreas del cuadrángulo.

En la parte meridional, que corresponde a la zona de las pampas costaneras, es


cálido y desértico, sin precipitaciones, salvo ligeras garúas durante el invierno, que se originan
por la neblina que alcanza a las pampas costaneras descargando una lluvia muy fina.

Las condiciones climáticas en el Flanco Andino varían con la altitud, desde modera-
damente templadas hasta el frío intenso. En las partes más bajas de esta zona, inmediatamen-
te al este de las pampas costaneras, las temperaturas son moderadas, relativamente más altas
durante el día que en las noches y la precipitación es escasa. El ambiente general es todavía
desértico, seco y con una vegetación natural muy rala. En las partes media y alta, la tempera-
tura se torna cada vez más baja, las mañanas y tardes son muy frías y en las noches la
temperatura desciende por debajo de 0° C.

El período de lluvias de la región corresponde al período Diciembre – Marzo.


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INGEMMET

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GEOMORFOLOGIA

En el cuadrángulo de Moquegua, se diferencia tres unidades geomorfológicas, a las


cuales denominamos : Llanura Costanera, Flanco Andino y Cadenas de Conos Volcánicos.
Véase Fig. N° 2.

Llanura Costanera

Toda la parte sur del cuadrángulo es un territorio lleno y árido, constituido por depó-
sitos clásticos semi-consolidados de la formación Moquegua, del Terciario superior. Las
capas de dicha formación tienen un suave buzamiento al SO, semejando en conjunto a un
plano inclinado, o mas bien a una “pendiente estructural suave”. La formación se encuentra
extensamente recubierta por un delgado manto aluvial de piedemonte, de edad cuaternaria.

La formación Moquegua, que fundamentalmente constituye la llanura costanera se


supone como el resultado del relleno de una cuenca longitudinal existente entre la cadena
costanera y el pie de los Andes. La inclinación regional que muestra, así como las flexuras
que la afectan deben haberse producido en relación con el movimiento ascensional de los
Andes y el reajuste de las grandes fallas longitudinales del Frente Andino, que facilitaron en
parte dichos movimietnos.

Entre la pampa Pascana que queda al pie del Frente Andino y el Cerro Cabras que
se ubica en la esquina SO del cuadrángulo, la Llanura Costanera tienen de 5° a 6° de inclina-
ción, en una distancia de 18 km y 1,200 m. de diferencia vertical.

La Llanura Costanera se encuentra disectada por numerosas quebradas profundas y


secas, verdaderos cañones que corren en dirección SO. Las secciones planas entre dos
quebradas contíguas reciben la denominación de “pampas”. Cada quebrada mayor tiene
muchos tributarios que surcan las diversas pampas formando un drenaje dentrítico complica-
do y de difícil acceso. El paisaje típicamente es de “tierras malas”.

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INGEMMET

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Geología del cuadrángulo de Moquegua

FOTO N° 5 Cerro Baúl, esta colina se encuentra sobre la carretera Moquegua-Torata y es un


remanente de erosión del tipo “mesa” producida en las capas de la formación
Moquegua.

FOTO N° 6 Vista parcial del Flanco Andino, aguas arriba de la localidad de Tumilaca, en el valle
del río Moquegua. Nótese el aspecto abrupto y árido de la región.

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INGEMMET

La formación Moquegua se encuentra fuertemente erosionada por doquier se obser-


van los paisajes típicos labrados con la escorrentía en un ambiente árido. (Fotos 3 y 4).

El rasgo más conspicuo es un acantilado de erosión en retroceso recortado en las


capas Moquegua, que se reconoce de oeste a e ste, desde C° Cabras hasta los altos de
Cinto. El acantilado tiene contorno irregular y su altura varía desde pocos metros hasta cerca
de 100. El barranco en mención determina dos niveles de pampas.

Las pampas del nivel superior se hallan inmediatamente al pie del frente andino, co-
rresponden a la superficie inicial de la bajada del pie de montaña (Pampas, Lagunas, Pascana,
del Choro, del Totoral, etc.), son algo onduladas y con recubrimiento de aluviales de
piedemonte.

Las pampas del nivel inferior están constituidas por extensos aluviales que recubren
superficies erosionadas, o mejor dicho, superficies niveladas en la formación Moquegua. Esto
es claramente visible en las paredes que las quebradas que recortan dichas planicies en sus
partes bajas se observa, las capas Moquegua y encima, en discordancia de erosión un manto
aluvial en posición horizontal o subhorizontal. Magníficos ejemplos de estas planicies son las
pampas : Sitana y del Purgatorio por donde pasa la carretera a la mina Toquepala, y la Pampa de
Cinto en la margen derecha del río del mismo nombre.

En ciertos sectores de la pampa inferior se presenta expuesta la formación Moquegua,


bastante erosionada, formando una superficie rugosa y ondulada, de coloración rojiza. Como
ejemplo citamos el paraje Las Escaleras al norte del pueblo de Locumba, entre la quebrada
Honda y el río Cinto. Una superficie similar se observa en el camino de Ilabaya, entre los ríos
Cinto y Salado.

Otras formas de erosión desarrolladas en la formación Moquegua son las colinas


cónicas que se presentan en la ladera izquierda del valle de Moquegua a unos 30 km al sur de
la ciudad de Moquegua y sobre la carretera Panamericana. Indudablemente se trata de
formas que han resultado de la reducción de pequeñas masas.

También en la misma ladera del valle se reconocen pequeñas terrazas de erosión


labradas en la formación Moquegua, algunos trechos de la carretera Panamericana están
constituidos sobre ellas.

El remanente más espectacular de la formación Moquegua lo constituye el cerro


Baúl, cerca del pueblo de Torata. Se trata de una “mesa” aislada, recortada en capas de
asperones y areniscas brechoides horizontales que sobreyacen a rocas volcánicas del grupo
Toquepala (Foto 5).

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Geología del cuadrángulo de Moquegua

Flanco Andino

Al este y noreste de la Llanura Costanera se extiende el Flanco Andino, cuya porción


principal atraviesa diagonalmente el cuadrángulo. Es un territorio formado de rocas volcáni-
cas y macizos intrusivos. En conjunto muestra una topografía abrupta y bastante disectada.
(Foto 6).

El límite entre ambas unidades geomorfológicas es neta; consiste en un cambio nota-


ble de pendiente, que va de una relativamente suave, en las pampas de la costa, a otra
bastante empinada en la parte baja y frontal del Flanco Andino. Al sureste del valle de
Moquegua el cambio de pendiente sigue un lineamiento bien definido NO-SE; en tanto que al
noreste del mismo valle las estribaciones andinas terminan en una escarpa de dirección este-
oeste, tal como se aprecia en la parte frontal de los cerros Los Angeles. Estuquina y Huarcane,
que se levantan a escasa distancia al norte de la ciudad de Moquegua.

En el Flanco Andino del cuadrángulo de Moquegua se distinguen dos configuracio-


nes :

a) La parte baja, que se desarrolla inmediatamente después de la Llanura costanera,


es un terreno de fuerte pendiente y de topografía difícil que se eleva rápidamente hasta altitudes
de 3,100 a 3,400 m.s.n.m. En es ta porción del Flanco Andino destacan entre otros aspec-
tos los siguientes rasgos morfológicos :

La depresión del área de Torata que es un anfiteatro de erosión fluvial, está limitada
por la línea de cumbres de los cerros Los Angeles, Estuquiña y Huaracane, por el espolón del
C° Huanaco, y por laderas escarpadas de Otora, Paralaque y del pueblo Torata.

Los riachuelos El Chical, Otora, Chujulay y Torata, atraviesan la depresión en caño-


nes de cauces algo sinuosos. El piso de la depresión es de roca volcánica, sin embargo hay
remanentes de la formación Moquegua, como la mesa del cerro Baúl en el lado oriental, el
afloramiento del cerro San Miguel en el centro, y el espolón de Cerro Huanaco en el oeste,
todo lo cual hace suponer que han sido totalmente removidos por erosión.

La depresión de Torata es el asiento del pueblo del mismo nombre y de pequeñas


campiñas que se localizan en las partes abiertas de los valles de Torata, Chujulay y Otora.

Entre otros rasgos en la sección baja del Flanco Andino, destacan algunos cerros de
laderas escarpadas (C° Trebolar, C° Cruz Laca, C° Yarito, etc); ciertos espolones de cres-
tas angulosas, especialmente los que se desarrollan entre dos quebradas adyacentes y nume-
rosas quebradas angostas, profundas y de fuerte gradiente, que imprimen al paisaje su aspec-
to quebrado e irregular.

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INGEMMET

El sistema de fallas Incapuquio se encuentra en esta zona; en ciertos trechos de estas


fallas, la erosión post falla ha tallado depresiones alargadas a manera de “callejones”. Un
ejemplo característica es la depresión de Incapuquio, a lo largo de la falla del mismo nombre,
donde actualmente se levanta el campamento central de la mina Toquepala.

b) La parte alta del Flanco Andino, que sigue inmediatamente el frente abrupto empi-
nado, es un terreno de superficie moderadamente ondulada e inclinada al SO, con algunos
sectores planos.

La pampa del Medio (en el borde oriental), la pampa Tolar, el Alto de Tala, la parte
superior de los cerros Botiflaca, Camaca y otros son rezagos de una superficie antigua d
erosión recubiertos por los tufos Huaylillas y separadas, unas de otras, por las profndas
quebradas que la atraviesan. En conjunto la sección que tratamos se visualiza como una
repisa de ancho variable que se desarrolla delante de la zona de conos volcánicos. (Foto 7).

Evidentemente se trata de una superficie de erosión antígua labrada en las rocas


volcáicas del grupo Toquepala que se reconoce más allá de los límites del cuadrángulo. Ha-
cia el NO se extiende en el cuadrángulo de Omate (pampa de Jahuay) y al SE en el de Tarata.

El borde de la repisa queda a altitudes de 3,200 a 3,400 m., en partes está señalado
por una especie de acantilado de erosión, de contorno irregular. Es notorio que la menciona-
da superficie de erosión se extendía hacia la costa suavemente inclinada; el hecho está seña-
lado por las cimas casi planas de muchos cerros del Frente Andino, que idealmente recons-
truidas corresponden a la misma superficie que viene a terminar en el borde de las pampas
costaneras.

La mencionada superficie fue extensamente cubierta por los tufos de la formación


Huaylillas, tal como nos indicanlos remanentes aislados de dicha formación. Tanto la super-
ficie de erosión como su cobertura de tufos se pierden hacia el este y noreste, por debajo de
los conos volcáicos que se yerguen en el extremo NE del cuadrángulo.

En conclusión, la porción bien alineada y de pendiente pronunciada de la parte baja


del Flanco Andino, parece corresponder a la escarpa de una gran falla.

Cadena de Conos Volcánicos

En el borde occidental del altiplano meridional, desde los 16° de latitud hacia el sur,
se desarrolla una faja montañosa formada por una sucesión de conos volcánicos, a la que
denominamos Cadena de Conos Volcánicos.

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Geología del cuadrángulo de Moquegua

La Cadena Volcánica tiene un ancho de 20 a 30 km con rumbo NO-SE; en parte


coincide con la Divisoria Continental y en grandes sectores queda algo más al oeste de dicha
línea.

En la hoja de Moquegua la Cadena de Conos Volcánicos pasa por la misma esquina


noreste del cuadrángulo. Allí se leantan los volcanes Arundane y Chuquiamanta, cuyos crá-
teres se ubican fuera del área de estudio.

Los flancos de los volcanes citados ascienden de manera moderada en las partes
bajas y luego más abruptamente.

Toda la zona volcánica ha sido afectada por la glaciación cuaternaria. Rasgos


morfológicos de erosión glaciar como circos, superficies estriadas, pequeñas laguans en cubetas
rocosas, con diques morrénicos y cretas filudas, etc. son comunes en los flancos de los
volcanes. Igualmente las acumulaciones morrénicas, frontales y laterales, se observan por
doquier. Un ejemplo de estos depósitos se observa en Corral Blanco, aguas arriba del
yacimiento de Cuajone, sobre la carretera que va a Puno.

La orientaicón NO-SE, que tiene la Cadena de Conos Volcánicos he hecho pensar a


numerosos estudiosos, que los centros de erupción se encuentran a lo largo de una zona de
falla o zona de debilidad, formada cerca al borde occidental del altiplano, en forma mas o
menos paralela al litoral del pacífico.

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INGEMMET

FOTO N° 7 Vista de las lomas de Camaca que se extienden en la parte alta del pueblo de
Torata. En un terreno suavemente inclinado al SO, al igual que las lomas de Botiflaca,
Cocotea y otras. En conjunto forman una especie de amplia repisa llana delante de
los conos volcánicos, cuyas estructuras se observan al fondo.

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Geología del cuadrángulo de Moquegua

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INGEMMET

22
ESTRATIGRAFIA

Las unidades litológicas mapeadas en el cuadrángulo de Moquegua aparecen repre-


sentadas en la Fig. 3. En ella se indica los caracteres litológicos más saltantes, groseros y
demás relaciones estratigráficas de las diferentes formaciones, que a continuación se descri-
ben en forma detallada.

GRUPO TOQUEPALA

Esta denominación fue empleada por BELLIDO y GUEVARA (1963), para descri-
bir a un conjunto de rocas volcánicas, con algunas intercalaciones de clásticos gruesos, que
afloran a lo largo del Flanco Andino, desde los cerros La Caldera, en Arequipa, hasta la
frontera con Chile. Las unidades superiores de este grupo están presentes en el área de la
mina de Toquepala. Quellaveco y Cuajone, donde fueron estudiadas por los geólogos
RICHARD & COURTRIGHT (1958), LACY (1958) y otros de la Southern Peru Copper
Corporation.

En el cuadrángulo de Moquegua el grupo Toquepala se ha dividido, en las siguientes


formaciones:
Volcánico Quellaveco
Volcánico Paralaque
Formación Inogoya
Formación Toquepala

Formación Toquepala

BELLIDO y GUEVARA (1963) señalan que las secciones más bajas del grupo
Toquepala afloran en la parte norte del cuadrángulo de Clemesí, sobreyaciendo
discordantemente a la formación Guaneros, del Jurásico superior. La prolongación de dichos
afloramientos, hacia el este, penetran en el cuadrángulo de Moquegua, con magníficas expo-
siciones en los cañones de los cursos inferiores de los ríos Huarancane y Torata.

23
INGEMMET

En las paredes de los citados cañones se observa que la formación se compone, en la


parte inferior, de derrames, brechas de flujos piroclásticos de composición andesítica, dacítica
y riolític de color gris, gris verdoso, pardo y violeta; en la parte media incluye lentes de
conglomerados y areniscas de color verdoso a marrón, y en la parte superior derrames y
brechas de flujos riolíticos, de colores pardo y claro y aglomerados de color blanquecino,
rosado a verdoso. La secuencia tiene un grosor de 650-700 m. La base de la formación no
queda expuesta en las secciones de los ríos Huarancane y Torata, de donde su espesor es
mucho más considerable, probablemente del orden de 1,500 a 2,000 m; los horizontes más
bajos de estos volcánicos se hallan en el cuadrángulo de Clemesí.

La formción aflora extensamente en el sector noroeste de la hoja. Los cerros Los


Angeles, Estuquina y Huaracane que se levantan al norte de la ciudad de Moquegua, así
como la depresión que se halla al oeste del pueblo de Torata, consisten de rocas de la forma-
ción Toquepala.

En la ladera izquierda del valle del río Huarancane, en la confluencia de los ríos
Chujulay, Otora y otros se expone la siguiente secuencia :
1) Aglomerado, de composición principalmente andesítica, de colores
gris verdoso, rosado y blanco amarillento, los fragmentos tienen
hasta 30 cm. de sección y en la parte superior se halla en matríz
tufácea formando bancos gruesos ................................................................. 200 m.
2) Riolita porfirítica de color marrón claro a rosado, incluye abundantes
fragmentos de rocas volcánicas grises y marrón oscuras, de 0.5 cm. de
diámetro, ocasionalmente mucho más grandes, que le dan a la roca un
aspecto a pardo amarillento y forma la cumbre de los cerros
Estuquiña y Huaracane ................................................................................. 200 m.
3) Derrames de lavas y brechas de flujo andesíticas de colores verde,
marrón y morado ........................................................................................... 50 m.
4) Brechas de flujo de riolita de oclor crema chocolate........................................ 20 m.
5) Bancos de andesita de textura porfirítica, intercalada con brechas de
flujo de variados colores entre verde, marrón y morado: los bancos
tienen de 10 a 20 m. de grosor y forman escarpas casi verticales en
las paredes del valle ..................................................................................... 200 m.
................................................................................................................... 670 m.
Otra exposición bastante buena de la formación Toquepala se ofrece en la ladera
izquierda del río Torata, justo al lado noreste del cerro Los Angeles, que se levantan a escasa
distancia al norte de la ciudad de Moquegua, la secuencia es la siguiente :

24
Geología del cuadrángulo de Moquegua

1) Derranes de riolita de textura porfirítica y color marrón claro, se


presentan en bancos potentes y con disyunción en lajas
perpendiculares al rumbo ............................................................................. 120 m.
2) Derrames de riolita de color claro a amarillento, granos de
cuarzo redondeados....................................................................................... 12 m.
3) Derrames de riolita de color chocolate y textura porfirítica, los
fenos de feldespato tienen de 1 a 2 mm. y los granos de cuarzo son
redondedos ..................................................................................................... 8 m.
4) Arenisca tufácea de color morado que se intercala con bancos de
arenisca verdosa. ........................................................................................... 60 m.
5) Andesita de color gris rosado, vesicular a amigdaloide. Las
vesículas están revestidas de pequeños cristalitos piramidados
de cuarzo. La roca se presenta en bancos gruesos y con
distinción en bloques grandes ....................................................................... 130 m.
6) Conglomerado compuesto de bloques angulosos y subangulosos
de roca volcánica en matriz areno-tufácea, bien estratificado,
de color marrón a verdoso. Los cantos volcánicos tienen hasta
50 cm. de sección .......................................................................................... 70 m.
7) Derrames de andesita porfirítica, en parte brechoide, de color gris
verdoso o marrón, en bancos gruesos........................................................... 200 m.
................................................................................................................... 600 m.
Los piroclásticos observados en el tope de la sección del río Huaracane no aparece
en esta última sección.

Las secciones que acabamos de describir corresponden a las partes superiores del
volcánico Toquepala, pues los niveles inferiores quedan en el cuadrángulo adyacente de Clemesí,
sobreyaciendo con discordancia a la formación Guaneros el Jurásico superior; por esto, su
grosor total es mucho mayor, se estima en el orden de 2,000 a 2,200 m.

Formación Inogoya

En la parte de Inogoya situado en la quebrada Otora, a unos 6 km al oeste de Torata,


aflora una secuencia de conglomerados y areniscas gruesas, de color gris verdoso a pardo
claro, a la cual se le ha denominado formación Inogoya, en razón de su buena exposición en
ambas laderas de la quebrada citada. La secuencia sobreyace, con discordancia a la forma-

25
INGEMMET

ción Toquepala e infrayace con igual relación, a la formación Paralaque. Ambos contactos se
notan en el paraje de Inogoya y también en la pequeña quebrada La Cantera, a corta distan-
cia al oeste de Toraata sobre la carretera a Puno.

En la localidad típica, la formación Inogoya tiene 430 m. de grosor. En la mitad


inferior se compone de conglomerados muy gruesos, de naturaleza volcánica y matriz areno-
tufácea; la roca es de color marrón clara a gris verdoso y los elementos del conglomerado
son principalmente pórfidos con tamaño que varía desde pocos centímetros hasta cerca de
100 cm. de diámetro; la parte superior es areno-tufácea de color pardo a verdoso, con
bandas y lentes de conglomerados de elementos medianos a pequeños.

En la ladera izquierda del río Otora, a unos 500 m. al norte del camino que baja a
Inogoya Chico, se expone la siguiente sección :
Sección Inogoya Chico
Volcánico Paralaque
Volcánico andesítico, de color marrón a verdoso
Discordancia
Formación Inogoya
1) Arenisca tufácea de grano medio, color gris verdoso, en
capas medianas.............................................................................................. 36 m.
2) Arenisca gruesa a conglomerádic en matríz tufácea, de color crema
a chocolate. Contiene bancos y lentes de conglomerados formados
por guijarros hasta de 5 cm. de diámetro ........................................................ 37 m.
3) Arenisca tufácea de grano grueso, de color pardo claro a chocolate,
intercalada con capas de asperón y conglomerado de fragmentos
pequeños y subangulosos ............................................................................. 101 m.
4) Brecha compuesta por cantos angulosos de roca volcánicaa hasta de
20 cm. de diámetro, en matriz areno-tufácea de color rosado.......................... 70 m.
5) Conglomerado volcánico, formado por cantos redoneados a
subredondeados hasta de un metro de diámetro en matriz areno-
tufácea. Los elementos del conglomerado son principalmente riolíticos
de textura porfirítica, y colores pardos ............................................................ 48 m.
6) Arenisca tufácea de grano grueso a conglomerádica.......................................... 8 m.
7) Conglomerados de cantos subangulosos que pasan a fragmentos
angulosos del tipo de los piroclásticos........................................................... 138 m.
Total : ................................................................................................... 430 m.
La formación tiene un afloramiento reducida en el cuadrángulo; tanto al SE como al

26
Geología del cuadrángulo de Moquegua

NO de la localidad Inogoya se adelgaza y acuña por debajo del volcánico Paralaque.

En el fondo de la quebrada Quele que se halla a poca distancia al este de Inogoya,


afloran gruesos bancos de conglomerado compacto, formado por cantos redondeados a
subredondeados de riolita porfirítica de color pardo, en matriz arenosa. En este aglomerado
se distingue algunos bloques de más de un metro de diámetro. A unos 20 m. arriba del lecho
del río, los elementos del conglomerado disminuyen notablemente de tamaño y comienzan a
aparecer capas de areniscas tufáceas intercaladas con lentes de conglomerados. La arenisca
es feldespática, de grano grueso y estratrificación en capas medianas.

En la pequeña quebrada La Calera, que se encuentra a 2 km al oeste del pueblo de


Torata, se ha observado encima del conglomerado la presencia, muy local, de 10 a 12 m. de
arenisca calcárea, de color gris blanquecino a marrón; los granos de calcita blanca alcanzan
de 1 a 5 cm. de diámetro. Esta arenisca se presenta en capas de 20-80 cm. de grosor, las
capas inferiores contienen bandas de 5 a 10 cm. de calcita pura, mientras que las capas
superiores son brechoides. Superiormente las areniscas están cubiertas por derrames de
dacita, de color marrón de la formación Paralaque. Los conglomerados de la base quedan
sobre riolitas de la formación Toquepala.

Las areniscas calcáreas han sido explotadas en pequeña escala paar obtener cal viva
para usos locales; estas areniscas no han sido observadas en otras localidades.

Hacia el este de Torata, la formación Inogoya aparece en el corte de la carretera que


a la mina Cuajone; superficialmente es de color gris, con débil compactación y estratificación
oscura. Finalmente en la quebrada Cocotea, los conglomerados se pierden debajo del vol-
cánico Paralaque. En dirección noroeste de la localidad típica la formación desaparece a los
pocos kilómetros.

La litología y textura de las rocas de la formación Inogoya indican un ambiente de


deposición continental, probablemente en cuencas pequeñas y aisladas bajo condiciones de
intensa erosión de terrenos montañosos y acción e fuertes corrientes.

Volcánico Paralaque

El nombre de esta formación deriva de la hacienda Paralaque, ubicada en las laderas


del río Quele, a unos 5 km al NO de Torata.

En la ladera que se extiende al este de dicha hacienda, aflora una secuencia de rocas
volcánicas de mas de 2,000 m. de espesor, compuesta mayormente por derrames de dacita,
riolita y andesitas, de colors marrón y rosado claro con intercalaciones de piroclásticos y

27
INGEMMET

lentes de conglomerados en el tercio superior. Los derrames volcánicos tienen rumbo gene-
ral NO con buzamientos que varían desde pocos grados hasta 30° y 35° al N y NE.

Los derrames y piroclásticos se presentan estratificados en bancos hasta de 10 m. de


grosor, los cuales en las laderas de las diferentes quebradas forman farallones escarpados.

El Volcánico Paralaque sobreyace con discordancia a los conglomerados y areniscas


de la formación Inogoya e infrayace con igual relación al Volcánico Quellaveco. Estas rela-
ciones estratigráficas son visibles en las quebradas Otora, Quele, Torata, etc.

El Volcánico Paraleque aflora extensamente en la ladera que se extiende inmediata-


mente arriba de las localidades de Otora, Paralaque y Torata, la carretear que va a Puno por
la ladera izquierda de Chujulay y la que conduce a la mina Cuajone, cortan secciones com-
pletas de la formación.

Hacia el NO se extiende al cuadrángulo de Omate, hunciéndose en parte por debajo


de los conglomerados de Moquegua superior; su prolongación hacia el SE queda interrumpi-
da en la quebrada del río Tumilaca, por el macizo diorítico del cerro Trebolar, sin embargo,
aparece nuevamente en la parte baja de la mina Toquepala, a lo largo de los cerros Incapuquio,
Totoral, Huguerana, etc., de donde se prolonga a la hoja de Tarata.

En la pendiente que se desarrolla al este de la hacienda Paralaque la formación tiene


la siguiente litología: encima del conglomerado y areniscas Inogoya yacen derrames de andesitas
de color marrón a rosado, con algunas intercalaciones de piroclásticos grises. Los derrames
se presentan en bancos de 8 a 10 m. de grosor y la roca tiene textura porfirítica. Los fenos
consisten de abundantes feldespatos de 1 a 2 m. de largo, escasos granos de cuarzo, lamelas
de biotita y hornblenda, todo en pasta fina y vítrea, de color marrón claro a oscuro; en la
pasta se distinguen bandas finas y lentecitos irregulares de sílice que le dan a la roca la apa-
riencia de estructura fluidal. Sobre estas rocas que alcanzan de 250 a 300 m. se nota un
banco de 30 a 40 m. de riolita rosada, porfirítica con abundantes fragmentos angulosos de
andesita marrón; encima se superponen algunos derrames de andesita gris, afanítica, y luego
gruesos bancos de pórfido blanco amarillento, sucediéndose hacia arriba andesitas predomi-
nantemente de color marrón a algo rosado, entre las cuales se intercala, en el tercio superior,
un cuerpo lenticular de conglomerado pardo-rojizo, formado por cantos angulosos de volcá-
nicos andesíticos, tal como se observa en la loma que separa las quebradas Chujulay y Cue-
va. Encima de las andesitas marrones yacen en discordancia bancos de pórfido riolítico
blanco-amarillento que corresponde a las partes basales del volcánico Quellaveco.

El volcánico Paralaque también aflora en la parte baja de la mina Toquepala, forman-


do los cerros Incapuquio, Totoral, Caramolle, etc. Allí se compone de gruesos derrames de
andesita, dacita y riolita de colores marrón, rosado, blanco grisáceo, verdoso, etc. La roca

28
Geología del cuadrángulo de Moquegua

tiene textura porfirítica y contiene inclusiones de pequeños fragmentos rocosos; algunos hori-
zontes semejan brechas por la cantidad de fragmentos de contienen.

Entrando a la quebrada La Cimarrona, por la carretera que va a la mina Toquepala,


se observa bancos de dacita porfirítica de color marrón, algo brechoide, por la proporción
de fragmentos que engloba. Los fenos consisten de abundantes feldespatos de 0.5 – 2 mm.
de largo, además de pequeñas proporciones de cuarzo en granos irregulares y de hornblenda
alterada, colocados en una pasta fina a vítrea. En una quebrada paralela que queda al lado
este, se ha observado debajo de esta roca un banco lenticular de ocnglomerado volcánico
de cantos gruesos, en tanto que hacia arriba está seguida por riolitas blanco-grisáceas y
rosadas, así como por andesitas paardas y verdosas, en parte brechoides, que forman los
cerros del lado sur del campamento principal de la mina Toquepala y se prolonga al SE, hacia
el borde del cuadrángulo. Entre los ríos Cinto e Ilabaya los volcánicos aflorantes son princi-
palmente andesitas de textura porfirítica de color verde con mtices pardos y estratificados en
bancos gruesos.

Al pie de la Mina Toquepala los volcánicos Paralaque y Quellaveco, se ponen en


contacto mediante la falla Incapuquio

Volcánico Quellaveco

Bajo esta denominación se reune a un conjunto de rocas volcánicas de la parte supe-


rior del grupo Toquepala, las cuales afloran en la porción nororiental del cuadrángulo a lo
largo de una faja de rumbo NO-SE, de cerca de 12 km de ancho. En la parte central de este
afloramiento se encuentra el depósito cuprífero de Quellaveco, de donde deriva el nombre de
la formación. Los yacimentos de Cuajone y Toquepala se hallan dentro de la misma forma-
ción al NO y SE de Quellaveco, respectivamente. RICHARD and COURT RIGHT (1956)
describen las rocas volcánicas del área de Quellaveco – Toquepala con las denominaciones
Pórfido Cuarcífero de Quellaveco, Serie Toquepala y Serie Alta, anotando relaciones
estratigráficas discordantes entre sí.

El Pórfido Quellaveco aflora en forma muy restringida en los alrededores de las mi-
nas Cuajone, Quellaveco y Toquepala: la Serie Toquepala es completamente local, incluye
derrames de pórfido cuarcífero, andesitas y riolitas, y sólo aflora en una pequeña colina que
se yergue al lado NO del tajo abierto de la mina de Toquepala; la Serie Alta comprende
derrames y piroclásticos de andesita, riolitas, dacitas, etc. que afloran ampliamente en la faja
arriba citada. En la misma zona existen dos unidades volcánicas típicamente diferentes a las
anteriores y con afloramientos muy locales, a las que hemos denominado riolitas Yarito y
Riolita Tinajones, en atención al nombre de los cerros que las forman.

29
INGEMMET

Como se anota, todas las unidades a excepción de la Serie Alta, tienen afloramientos
pequeños y muy locales, por lo cual a pesar de las discordancias entre ellas, para los propó-
sitos de descripción en el presente trabajo las consideramos como miembros del Volcánico
Quellaveco, y cuya secuencia es la siguiente :
Riolita Tinajones
Riolita Yarito
Serie Alta
Serie Toquepala
Pórfido Quellaveco

Pórfido Quellaveco

Es el miembro más bajo de la formación y aflora en la ladera sur, de la quebrada


Asana, en el lugar del yacimiento de Quellaveco, de donde viene su nombre. Allí consiste en
derrames macizos de riolita, de color blanco en superficies frescas y gris blanquecino a blan-
co amarillento cuando está alterado. La roca está compuesta por granos de cuarzo de forma
redondeada hasta de 2 mm. de sección y de ortosa blanca, englobados en una matriz fina,
silícea de aspecto lechoso. El contacto inferior es con un stock de monzonita cuarcífera que
la intruye, en cambio su techo se hunde discordantemente debajo de potentes derrames de
andesitas y riolitas de la Serie Alta, en el lado izquierdo del valle, y debajo de los tufos
Huaylillas en el lado derecho. Su grosor ha sido determinado en 300 m.

El Pórfido Quellaveco también aflora en ambas laderas de la quebrada Chuntacala,


(depósito de cobre de Cuajone). En este sector, la roca es de color blanco amarillento a gris
blanquecino, macroscópicamente se reconoce granos redondeados de cuarzo de 2 a 4 mm.
de sección y feldespatos bastante alterados, englobados en una pasta silicosa muy fina. La
roca parcialmente tiene aspecto brechoide por la presencia de manchas irregulares de color
blanco verdoso o algo amarillento originadas por los feldespatos descompuestos, además
superficialmente muestra fuerte pigmentación rojiza por manchas y puntos de limonita. Por la
parte inferior está intruída por un stock de monzonita y por la parte superior está cubierta con
discordancia por derrames y brechas de andesita de la Serie Alta y por los tufos Huaylillas,
tal como se anotan en ambas laderas de la quebrada Chuntacala.

En el área de la mina Toquepala el Pórfido Quellaveco aflora en varios sitios; una


exposición bastante pequeña existe en el extremo sur de la chimenea mineralizada, donde
infrayace a los volcánicos de la serie Toquepala; en una extensión algo mayor se preenta en la
ladera izquierda de la quebrada la Cimarrona, a la altura del desvío de la carretera que da
acceso a la mina, reconociéndose hasta cerca de la villa Toquepala: otro afloramiento igual-
mente pequeño aparece en la cabecera de la quebrada Seca, tributaria de la Cimarrona por
el lado noroeste.

30
Geología del cuadrángulo de Moquegua

En ninguno de los afloramientos citados queda expuesta la base del Pórfico


Quellaveco. El contacto inferior es siempre con rocas intrusivas que lo intruyen o es un
contacto fallado; está cubierto por derrames volcánicos correspondientes a los miembros
superiores del Volcánico Quellaveco.

Durante el levantamiento geológico del cuadrángulo se han reconocido pequeños aflo-


ramientos de pórfidos riolíticos, similares a los de Quellaveco, en las siguientes localidades.

En en el fondo de la quebrada Charaque cerca del caserío de Tala, a escasos kilóme-


tros aguas abajo del depósito de Quellaveco, donde infrayacen a andesitas brechoides de la
Serie Alta.

En la quebrada Cocotea, (ladera que da a Torata), el pórfido riolótico constituye un


pequeñísimo afloramiento que sobreyace en un prominante banco de 40 a 50 m. de grosor de
dacita rosada el tope de la formación Paralaque; encima del pórfido riolítico reposa, con
discordancia, andesita brechoide de color verde perteneciente a la Serie Alta.

Otras ocurrencias se han constatado en el valle del río Torata; el paraje de Chujulay,
(entre 3,000 y 3,200 m.s.n.m.). Yacen sobre los volcánicos Paralaque e infrayacen a andesitas
y andesitas brechoides de la Serie Alta.

Serie Toquepala

Las rocas volcánicas correspondientes a este miembro, solo afloran en los alrededo-
res inmediatos a la chimenea mineralizada de Toquepala. Los pequeños cerros Mina Azul
que se levantan al lado NO del gran tajo abierto están formados por derrames de la serie
Toquepala. RICHARD Y COURTRIGH (1958) describen las siguientes clases de rocas:
riolita, andesita, pórfido cuarcífero y dolerita con un grosor de 420 m.

La Dolerita Toquepala, es una roca de grano fino y de color gris oscuro a negro. Se
presenta en bancos de rumbo NO y buzamiento suave al SO; se estima que tiene de 50 a 75
m. de grosor. Por acción hidrotermal está fuertemente alterada a arcilla de coloración blanco
amarillenta y a veces a arcilla y sericita finamente granulada.

El pórfido cuarcífero Toquepala, se sobrepone con discordancia erosional a la dolerita.


Es una roca de textura porfiroide de color marrón claro; se compone de abundantes granos
de cuarzo de forma redondeada, a subredondeada dentro de una matriz silícea. Se reconoce
en el Cerro Mina, en la base del cerro Azul, en la carretera que pasa a Candarave por el lado
oeste del cerro Mina, etc. Se exponen en bancos gruesos con rumbo NO y suave buzamien-
to al SO. Se estima que su grosor varía entre 100 y 150 m.

31
INGEMMET

La andesita Toquepala sobreyace al pórfido cuarcífero y se presenta en bancos de


rumbo promedio N 10° y buzamiento de 10° al SO. La roca es porfirítica de color gris claro
a verdoso; aflora principalmente en el lado oeste de la mina en contacto con los intrusivos
dioríticos y granodioríticos. Su espesor máximo es de 50 m.

La riolita Toquepala es de color violado gris claro, muestra bandeamientos finos y


pequeños lentecillos de feldespatos. Los bancos de riolita tienen rumbo NO y buzamiento
suave al SO. Su grosor es del orden de 100 a 120 m. La riolita Toquepala aflora en el cerro
Mina, en el CERRO Azul y en el lado oriental de la chimenea mineralizada.

Serie Alta

Este miembro del Volcánico Quellaveco es el más extenso y aflora en las minas
Cuajone, Quellaveco y Toquepala. Litológicamente consiste de derrames y piroclásticos
gruesos. Buenas secciones de la Serie Alta se exponen en las paredes de la quebrada Quele,
Torata, Cocotea, Asana, Capillune y Micalaco; en la mayor parte de las secciones predomi-
nan las rocas andesíticas.

La sección más completa de la Serie se ha observado en el tramo comprendido entre


el cerro Larampahuane, quebrada Capillune y cerro Pajonal; este último ubicado encima de
la mina Toquepala.

Los niveles más bajos expuestos son bancos de riolita de color gris rosado a marrón,
generalmente de aspecto macizo, aunque algunos niveles son algo brechoides. La roca tiene
textura porfirítica con fenocristales de feldespato de 2 a 3 mm. de largo y granos redondea-
dos a sub-redondeados de cuarzo que destacan en una matriz fina, rosada. Intercalada con
los derrames riolíticos se encuentra un banco de piroclásticos de 30 a 40 m. de grosor; de
color gris a rosado, compueto de feldespato y cuarzo, además engloba una gran cantidad de
fragmentos hasta de 2 cm. de diámetro de roca volcánica maciza de color marrón. El banco
de piroclástico intemperizado es de color gris claro a verdoso, con disyunción esferoidal.
Este horizonte es bien visible al NO y SE del campamento de Larampahuane, desde el desvío
de Larampahuane, hasta poco antes de descender al fondo del valle Asana, sigue sobre estas
rocas. Igualmente, la riolita aflora a lo largo de la carretera a Candarave, y en la pampa del
Meido queda interrumpido por el intrusivo diorítico-granodiorítico de Macalaco.

Los bancos de riolita tienen disyunción en bloques tabulares de 20 a 30 cm. de


espesor; superficialmente, en las partes no cubiertas por vegetación, destacan como laderas
estructurales (ladera derecha de la quebarda Capillune, cerca al desvío a Quellaveco).

32
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Los bancos de riolita tienen disyunción en bloques tabulares de 20 a 30 cm. de


espesor; superficialmente, en las partes no cubiertas por vegetación, destacan como laderas
estructurales (ladera derecha de la quebrada Capillune, cerca al desvío a Quellaveco).

En general los derrames y pirocláticos riolíticos se hallan en bancos gruesos con


rumbos próximos a E-O y buzamientos de 5 a 12° al Sureste horizonte entra por el borde
oriental del cuadrángulo y termina, a manera de cuña, por debajo de rocas andesíticas poco
antes de la mina Quellaveoc.

Las rocas andesíticas son las más desarrolladas y aparecen bien expuestas en las
diferentes quebradas. Así en la ladera izquierda de la quebrada Asana forma el cerro
Samanape; asimismo se le observa en su estribación suroeste. En la empinada ladera del
lado norte del paraje de Tala se encuentra encima del pórfido Quellaveco y debajo de la
formación Huaylillas.

Aflora a todo lo largo de la quebrada Cocotea y en los farallones que dan hacia
Torata se sobreponen al volcánico Paralaque; sin embargo, entre ambas unidades se distin-
gue pequeños afloramientos de una riolita blanco amarillenta y brechoide que se supone
equivalente al Pórfido Quellaveco.

El horizonte de andesitas también aflora en el valle de Torata, aguas arriba y abajo del
yacimiento de Cuajone; igualmente se le observa en ambas ladras de la quebrada Quele,
abajo y arriba del paraje de Chujulay. En casi todos los afloramientos citados, la parte
inferior de este nivel andesítico es brechoide hasta aglomerádico, la brecha está formada por
fragmentos angulosos de 1 a 20 cm. de sección, en matriz tufácea, de color gris, gris verdoso
hasta marrón y su espesor vaía e 40 a 50 m. sobre estos piroclásticos devienen derrames
andesíticos verdosos, grises, gris oscuros, morados marrones de textura porfirítica, afanítica,
con intercalaciones de brechas de flujos y conglomerados, dispuestos en bancos gruesos y
también en capas medianas y delgadas. En ciertos lugares los bancos gruesos forman farallones
y escarpas, en cuyos frentes se nota una grosera disyunción vertical. El grosor de las andesitas
varía de 100 a más de 500 m.

Sobre las andesitas se presentan otros derrames riolíticos que afloran típicamente a lo
largo de las cumbres de la ladera izquierda de la quebrada Capillune y en la parte alta de la
ladera derecha de la quebrada Micalaco, donde forman un farallón prominente. La roca es de
color rosado a marrón, de textura porfirítica hasta afanítica. En el primer caso se distingue
fenos de feldespatos y granos de cuarzo en una pasta fina y compacta. Se presenta en bancos
gruesos con buena estratificación y contiene intercalaciones de piroclásticos grises. Los derra-
mes son en parte brechoide y ofrecen disyunción esferoidal y a veces columnas. El grosor de
este miembro varía de 50 a 80 m.

33
INGEMMET

Encima de las andesitas se presentan otros derrames riolíticos que afloran típicamen-
te a lo largo de las cumbres de la ladera izquierda de la quebrada Capillune y también en la
parte alta de la ladera derecha de la quebrada Micalaco, donde forman un farallón prominen-
te. La rosa es de color rosado a marrón, de textura porfirítica hasta afanítica. En el primer
caso se distingue fenos de feldespatos y granos de cuarzo en una pasta fina y compacta. Se
presenta en bancos gruesos con buena estratificación y contiene intercalaciones de piroclásticos
grises. Los derrames son en parte brechoide y ofrecen disyunción esferoidal y a veces columnar.
El grosor de este miembro varía de 50 a 80 m.

Sobre la riolita y en el mismo lado izquierdo de la quebrada Capillune se encuentra un


horizonte de conglomerado, compueto de cantos redondeados de rocas volcánicas, grises y
verdosas, en matriz areno-tufácea de color verdoso. Los cantos tienen de 2 a 20 cm. de
diámetro. Tiene un grosor de 60-70 m. y los 10 m. superiores son aglomerados verdosos y
marrones, bien compactos.

El conglomerado se presenta bien estratificado en bancos de un metro de grosor, con


rumbo N 80° O y buzamiento 12° al SO. La mejor exposición del conglomerado se observa
en el cerro Pacay. En dirección SE los elementos del conglomerado disminuyen de tamaño y
se vuelve areno-tufáceo; cada vez se intercala con mayor proporción de tufos marrones y
derrames, tal como se observa en el lado oeste de la laguna artificial ya mencionada.

El tope de la Serie Alta está constituido por piroclásticos gris claro verdosos, que
forman la cumbre de los cerros que se encuentran encima de la mina Toquepala. La roca es
brechoide en matriz tufácea, compacta y bien estratificada en bancos de 1 a 2 m. Las capas
tienen rumbo N 80° O y 5° O al SO. El grosor de estos piroclásticos es de 250 a 300 m. En
el cerro Pajonal, el más dominante del lugar, sobre los piroclásticos se encuentra un horizonte
de derramés andesíticos de 60 a 70 m. de grosor, de color marrón y textura porfirítica; fenos
de feldespatos se hallan en unaa matriz fina de color marrón oscuro.

Riolita Yarito

Al oeste de la mina Toquepala se levantan los cerros Yarito y Cruz Laca, formados
por una roca riolítica muy característica a la cual en la presente descripción, la denominamos
Riolita Yarito.

La roca en superficie fresca es de color gris a gris claro, a veces algo rosada o
violeta, al intemperizarse se torna amarillenta, crema o blanquecina y pardo rojiza, de textura
porfirítica con fenocristales de feldespatos de 0.5 cm. de ancho, muy caolinizados e irregular-
mente distribuidos y que juntamente con algunos granos de hornblenda alterados, se hallan en
una pasta microgranular a afanítica, de color gris crema, en parte, vidriosa.

34
Geología del cuadrángulo de Moquegua

La roca es dura, en su superficie se notan numerosas oquedades pequeñas que pro-


bablemente se han originado por la disolución de algunos de sus constituyentes.

Su afloramiento es de aspecto de un domo ovalado con su eje mayor orientado en


dirección NO-SE. El macizo rocoso visto desde las partes altas se muestra casi uniforme, sin
estructuras; sin embargo en el borde NO, en los farallones que dan a la quebrada Calientes,
se distingue una grosera estratificación en bancos gruesos. En la ladera izquierda de la que-
brada Calientes, aguas arriba del caserío de Huacanane, los bancos de riolita que dan sobre
andesitas brechoides verdosas de la Serie Alta, esta misma relación se observa en el paso
entre Huacanane y la quebrada Domínguez; en este último lugar los bancos de riolita tienen un
bandeamiento fino que indica una estructura fluidal. Las características y rasgos señalados
indican que se trata de un cuerpo dómico subvolcánico y no de una masa intrusiva.

Por otro lado el aspecto de dolo alargado, sugiere que el magma ha emergido a lo
largo de una fractura. En el terreno no se ha constatado definitivamente la presencia de dicha
estructura. Sin embargo, el contacto suroccidental con el intrusivo granodíorítico en grandes
tramos es recto y se ha considerado parcialmente como una falla probable; el contacto
nororiental con los volcánicos de la Serie Alta está dibujado por quebradas mas o menos
rectas que corren con el mismo alineamiento de la falla que pasa por la mina Toquepala, por
lo cual se supone que dichas quebradas están labradas en zonas de fallas.

Riolita Tinajones

Se ha dado este nombre a unos derrames riolíticos que se encuentran bien expuestos
en el cerro Tinajones, ubicado a escasos kilómetros al este del yacimiento cuprífero de Cuajone.
Las mismas riolitas aparecen en la ladera alta del lado derecho del río Torata, al norte de
Cuajone. Es posible que los bancos de riolita que aparecen en las quebradas Sarallenque,
Quisuta y Asana, inmediatamente por debajo de los tufos Huaylillas, sean en parte pertene-
cientes a Tinajones; en el mapa está considerado como formación Huaylillas.

La roca en fractura fresca es de color rosado claro, gris con matices rosada a crema
y verde claro a blanco amarillento; de textura porfirítica y estratificada en bancos medianos a
gruesos. Entre sus componentes se reconocen a simple vista feldespatos, granos de cuarzo
redondeados a angulosos y escasas laminillas de mica, en una pasta fina.

En los lugares mapeados y observados de riolita, Tinajones sobreyace con discor-


dancia, a la andesita verdosa a brechoide de la Serie Alta, esto es claramento visto en el cerro
Viña Blanca ubicado a poca distancia al sur de Tinajones. Sobre las riolitas Tinajones des-
cansan con discordancia, los tufos rosados y blancos de la formación Huaylillas. El grosor
estimado de la regiolita Tinajones es de 100 a 150 m.

35
INGEMMET

Edad y Correlación del Grupo Toquepala}

Las formaciones que integran al Grupo Toquepala están constituidos casi exclusiva-
mente por rocas volcánicas y, en los escasos horizontes de rocas sedimentarias que se inter-
calan, no se ha encontrado fósiles que puedan dar una indicación de su edad.

Regionalmente los volcánicos del Grupo Toquepala sobreyacen, con discordancia


angular, al grupo Yura del Jurásico-superior Cretáceo-inferior e infrayacen, con igual rela-
ción, a la formación Moquegua considerada del Mio-plioceno. En conformidad a estas
relaciones amplias y generales, la edad del Grupo Toquepala estaría aproximadamente
comprendida entre el Cretáceo medio y el tope del Terciario inferior. Hasta donde se sabe
por la historia tectónica de la región, las rocas del grupo Yura conjuntamente con las forma-
ciones Murco del Aptiano y Arcurquina del Albiano-Turoniano fueron afectadas por la pri-
mera fase de la orogénesis andina en el Cretáceo superior, después de este episodio tectónico
las áreas plegadas fueron profundamente erosionadas, acumulándose sobre esta superficie
vienen los volcánicos Toquepala. El proceso de plegamiento y la denudación subsiguiente,
deben haberse producido en un lapso considerable del Cretáceo Superior, sin alcanzar el
Terciario; esto nos lleva a considerar que la base del Toquepala se ubica en el Cretáceo
superior. La formación Moquegua suprayace al grupo Toquepala con fuerte discordancia,
esto significa que después de la acumulación de varios miles de metros de volcánicos, de su
probable diastrofismo y emplazamiento de los plutones del batolito andino que lo atraviesan,
tuvo lugar una etapa de fuerte denudación, que inclusive alcanzó a truncar el techo de los
intrusivos. Si la edad mio-pliocena asumida a la formación Moquegua es acertada, la acumu-
lación de los volcánicos del Grupo Toquepala y la inrusión de los plutones del batolito y
stocks menores, habrían terminado en el Terciario inferior, produciéndose a continuación la
erosión de la superficie pre-Moquegua que culminaría antes del Mioceno.

El Grupo Toquepala es fundamentalmente volcánico, las pocas intercalaciones


sedimentarias que contiene son de tipo continental, lo que sugiere que las erupciones volcáni-
cas tuvieron lugar en condiciones subaéreas. Por las discordancias que existen entre las
diversas unidades que integran el grupo se infiere que el vulcanismo que lo originó tuvo lugar
en varias fases, separadas por períodos de inactividad o actividad muy disminuída, durante
los cuales predominaron los efectos erosivos. Los clásticos sedimentarios son generalmente
gruesos y lenticulares, probablemente se depositaron en pequeñas cuencas por acción de
torrentes fluviales. La intercalación de derrames lávicos con materiales piroclásticos indica
que las erupciones volcánicas alternaron entre extrusiones tranquilas y violentas.

La fuente de origen de las diversas unidades del Grupo Toquepala no es conocida.


En el área de los afloramientos del grupo no hay restos de conos volcánicos, chimeneas
taponadas o espinas, ni grandes fracturas rellenadas con diques, que sugieran las fuentes de
alimentación.

36
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Teniendo en cuenta que a lo largo de la costa actual, las rocas volcánicas asociadas
con sedimentos son triásicas y jurásicas (formaciones Yamayo y Chocolate) y que los volca-
nes que originaron los extensos derrames y piroclásticos del Terciario superior y Cuaternario,
se encuentran cerca a la Divisoria Continental, que está hacia el este de los afloramientos del
Grupo Toquepala, se postula que las líneas o fajas de vulcanismo migraron a través del tiem-
po de oeste a este.

Formación Moquegua

ADAMS (1908), describió como formación Moquegua a la serie de capas continen-


tales, compuesta por arcillas, areniscas, conglomerados, areniscas tufáceas y tufos de color
rojizo a blanco amarillento, que afloran típicamente en el valle Moquegua y se extiende por
centenas de kilómetros, tanto al norte como al sur de dicho valle, entre la Cadena Costanera
y el pie de la Cordillera Occidental.

En toda la porción meridional del cuadrángulo de Moquegua, la formación que nos


ocupa constituye el suelo y subsuelo de las pampas costaneras. Magníficas secciones se
exponen en los valles de los ríos Moquegua, Cinto y Locumba y, en general en los cortes de
las numerosas quebradas secas.

La formación Moquegua sobreyace, con fuerte discordancia a las rocas volcánicas


del Grupo Toquepala, tal como se observa en el valle de Moquegua, (Fig. 4), así como en la
parte baja a la mina Toquepala, en las inmediaciones de Ilabaya, etc. En otras localidades
fuera del cuadrángulo sobreyace a formaciones más antíguas, como es el caso de la forma-
ción Guaneros, del Jurásico superior y sobre la superficie erosionada de rocas intrusivas
pertenecientes al batolito. Sobre la formación Moquegua se reconocen remanentes de ero-
sión de un banco de tufo blanco de 15 a 20 m. de grosor, a veces mas potente, que corres-
ponde a la formación Huaylillas. El tufo en referencia se presenta a ve ces como un “sombre-
ro” en la cima de colinas aisladas y constituye también farallones pronunciados en la parte alta
de los valles. En grandes secciones de la pampa costanera parece que estos tufos han sido
removidos por erosión, porque el manto aluvial más reciente recubre directamente a los
clásticos del Moquegua superior.

En el presente estudio, siguiendo la división establecido en trabajos anteriores BE-


LLIDO y GUEVARA (op cit.), se han cartografiado separadamente los dos miembros de la
formación Moquegua, siendo sus características las siguientes :

37
INGEMMET

Moquegua Inferior

Este miembro se encuentra bien expuesto en las partes bajas del valle de Moquegua,
aguas abajo de la ciudad, el Moquegua inferior consiste en una secuencia de areniscas arcósicas
a tufáceas, de color gris a marrón claro, que alternan en forma casi regular con areniscas
arcillosas y arcillas, grises a rojizas. Las areniscas son de grano grueso a medio y se compo-
nen principalmente de feldespato y cuarzo de formas subangulares, con regular cohesión y a
veces bastante compacta por su matriz arcillosa. Las areniscas de las partes inferiores se
presentane en bancos de 50 a 100 cm. e intemperizan exfoliándose en láminas concéntricas;
en las partes superiores las capas son más delgadas, 20 a 50 cm. y predominan los horizontes
arcillosos con capitas y venillas de yeso. Se presentan horizontales o suavemente inclinadas
hacia el este.

Localmente el tope del Moquegua inferior está señalado por un banco de 1 5 a 20 m.


de material yesífero, tal como ocurre entre las minas de yeso El Mirador y La Rinconada, en
el flanco oriental del valle de Moquegua. Cerca de la mina La Rinconada el horizonte yesífero
está constituido por capas de 15 a 20 cm de yeso blanco de textura granular sacaroide, que
se intercala con ca pas arcillosas yesíferas de color rojizo. La explotación se realiza en
pequeña escala.

En la parte sur del cuadrángulo los afloramientos del Moquegua inferior son conspícuos
tanto en los flancos de las diversas quebradas como en las colinas bajas. En el paraje de
Jaguay – Rinconada se reconoce el horizonte yesífero que forma el tope del miembro.

La litología del Moquegua inferior característicamente areno-arcillosa y de color gris


rojizo a rojizo que se observa en el valle de Moquegua, quebrada Seca (esquina SO del
cuadrángulo) se torna, más al este, en una secuencia areno-arcillosa-conglomerádica, de
color gris.

La litología descrita se distingue bien en la quebrada Santallana, en las colinas


mamelonadas que se desarrollan al norte del pueblo de Locumba y en el flanco occidental del
valle del río Cinto, arriba del paraje de Matogroso. Más al este (esquina suroriental de la
hoja), en las laderas del río Ilabya, las capas son conglomerádicas en matríz areno-arcillosa;
las areniscas y arcillas aparecen solamente en bancos lenticulares el conjunto muestra sólo
una vaga estratificación. Los bancos del conglomerado tienen 10 cm. de diámetro en pro-
medio notándose un sensible aumento río arriba.

Un pequeño afloramiento del Moquegua inferior se encuentra a unos 4 km al este del


pueblo de Torata, en una especie de pequeña depresión, presenta capas de conglomerado
intercalado con areniscas y arcillas de color rojo ladrillo que varía hasta gris; en conjunto el
material es blando y deleznable y tienen de 60 a 80 m. de grosor.

38
Geología del cuadrángulo de Moquegua

En ningún lugar del cuadrángulo se observa una sección completa del Moquegua
inferior, generalmente no se expone su base, su tope se halla bastante erosionado. En las
secciones revisadas se estima que su grosor es de 120 a 150 m., sin embargo fuera del área
del cuadrángulo su potencia es mucho mayor, BELLIDO y GUEVARA (1963) señalan 300
m. en el flanco oriental del valle de Moquegua; NARVAEZ (1964) indica 250 m. en el área
de Locumba, etc. Al norte del valle de Moquegua, en Majes y Vitor (Arequipa) el grosor de
la unidad sobrepasa los 500 m.

Moquegua Superior

Este miembro tiene una litología areno-conglomerádica que sobreyace con débil dis-
cordancia, a las capas del miembro inferior, tal com se le nota en la parte alta del valle de
Moquegua y en los cortes de las quebradas y farallones de la parte meridional de la hoja. El
contraste de color y topografía entre los dos miembros de la formación Moquegua es claro y
visible a distancia y permite definir claramente el contacto. Su parte superior está parcial-
mente cubierta por un banco de tufo blanco del Volcánico Huaylillas, de 15 a 20 m. de
grosor.

Las capas del Moquegua superior se exponen en las laderas altas del valle de
Moquegua y aparecen en buenas extensiones de las pampas que se desarrollan inmediata-
mente al pie del frente andino (parte baja de la pampa Pascana, Totoral, Torolaca, etc.).
Exposiciones más reducidas se reconocen en la esquina noroeste y en la parte central del
borde septentrional del cuadrángulo.

La litología de Moquegua superior es principalmetne areno-conglomerádica y secun-


dariamente se intercalan tufos areniscas, tufáceas, arcillas, tufos redepositados, etc. Su gro-
sor, textura y estructura varían de un sitio a otro tal como se les observa en los diversos cortes
naturales de las quebradas.

En la ladera oriental del valle de Moquegua, en las inmediaciones de la mina de yeso


El Mirador, el miembro Moquegua superior, tiene la siguiente composición :
Litología Grosor en m
Conglomerado aluvial cuaternario .......................................................................... 3-4 m.
- Discordancia - .........................................................................................................
Tufo blanco del Volcánico Huaylillas
- Discordancia - ...................................................................................................... 15
Moquegua Superior

39
INGEMMET

1. Conglomerado de elementos volcánicos en matriz areno-arcillosa.


Los cantos son redondeados a sub-angulares y tienen 0.5 cm. a
5 cm. de diámetro ................................................................................................. 5
2. Areniscas gris oscuras, de grano grueso hasta conglomerádicas,
intercaladas con areniscas tufáceas gris claras y tufos redepositados
blancos, en capas de 50 a 100 m. Las areniscas se componen de
cuarzo, algo de feldespatos, abundantes ferromagnesianos además de
fragmentos de rocas volcánicas de 0.3 a 5 cm. de diámetro. La
arenisca es medianamente friable y se desintegra en fragmentos
pequeños de aspecto esferoidal ......................................................................... 300
3. Areniscas tufáceas verdosas en capas delgadas ................................................... 45
4. Areniscas compactas, verdosas, de grano fino, en capas de
10 a 20 cm., con intercalaciones de arcilla violácea .............................................. 12
Total : ............................................................................................................. 362
Moquegua Inferior
5. Arcillas rojas, yesíferas, bien estratificadas en capas delgadas + 40.
En el lado derecho del río Cinto, aguas arriba de Locumba; el
afloramiento del Moquegua superior forma paredes muy
escarpadas; los bancos de conglomerados, por erosión,
muestran un aspecto columnar ruiniforme (obsérvese foto 4).
- Sección medida en el flanco de la quebrada Toquepala, desemboca en el río
Cinto, aguas arriba de Matogroso.
Grosor en m
Depósitos aluviales del cuaternario ................................................................................ 25
- Discordancia -
Tufos blanco a crema con gran cantidad de fragmentos del Volcánico Huaylillas ............. 13
- Discordancia .
Moquegua Superior
1. Conglomerado de elementos volcánicos angulosos a sub-angulosos,
de colores violeta, rosado pardo, negro porfiríticos, los cantos
tienen de 1 a 5 cm. de sección y están incluídos en una matriz areno-
arcillosa tufácea, gris amarillenta. La roca es dura y estratificada
en bancos gruesos............................................................................................... 50
2. Tufo gris blanquecino ............................................................................................ 2

40
Geología del cuadrángulo de Moquegua

3. Conglomerado fino en capas de 50 cm ................................................................ 10


4. Tufo blanco a crema............................................................................................ 35
5. Conglomerado de elementos gruesos en bancos de 1 a 5 m. de grosor,
tiene disyunción columnar de sección cuadrática. El conglomerado se
compone de cantos de toda clase de rocas volcánicas de 1 a 10 cm. de
sección en matriz areno-tufácea, con intercalaciones de areniscas gris
verdosas en capas delgadas cuya potencia aumenta hacia las partes
altas; las areniscas incluyen niveles de conglomerados finos. Los
conglomerados y capas de areniscas son lenticulares y tienen
estratificación cruzada ...................................................................................... 320
No se observa la base del miembro
Total : ......................................................................................................... 417 m.
En los flancos de la quebrada Purgatorio, y al lado sur en la entrada a la citada
quebrada, existe un elevado farallón vertical donde los bancos de conglomerado y arenisca
suavemente ondulados del Moquegua superior, sobreyacen a las areniscas grises, ligeramen-
te rojizas del miembro inferior, que aparece en la base del farallón.

El cerro Baúl, ubicado a 5 km al sur del pueblo de Torata, está constituido por
bancos horizontales de conglomerado de elementos pequeños subredondeados a angulosos
de 0.5 a 3 cm, de sección en matriz areno-tufácea de grano grueso. Los bancos de conglo-
merado tienen de 0.80 a 1.00 m. de grosor y se componen casi integramente de rocas vol-
cánicas del grupo Toquepala.

Otros afloramientos de los conglomerados del Moquegua superior se han mapeado


en los siguientes lugares: en el cerro Alto de Otora, al oeste del paraje del mismo nombre; en
la esquina NO de la hoja, donde tiene alrededor de 100 m. de potencia; en el paraje Chujulay,
tiene de 40 a 50 m. de espesor; en ambos casos el conglomerado consta de elementos algo
mayores (1-15 cm de sección) que en el cerro Baúl; sobreyacen a los volcánicos Toquepala
y subyacen a los tufos Huaylillas. Un afloramiento más pequeño se halla en el cerro Hubaya,
al norte de Torata.

Origen de la Formación Moquegua

La formación Moquegua tiene su mayor desarrollo en la parte meridional del


cuadrángulo, en la faja comprendida entre los cerros de la cadena costanera y al pie del frente
andino. En esta faja de la costa meridional del país existió durante el Terciario superior una
depresión tectónica que fue colmada en condiciones continentales por los clásticos de la
formación Moquegua.
41
INGEMMET

El Moquegua inferior en atención a su litología, aspectos de estratificación, grosor,


coloración, contenido yesífero, etc., se considera como depositado en amplias cuencas
lacustres que ocupaban la depresión. Las escasas camadas de conglomerados finos señalan
que de vez en cuando las fuertes corrientes cargadas de materiales gruesos alcanzaban las
porciones centrales de la cuenca, observándose hacia el este, al pie del frente andino, de
done procedían los clásticos terrígenos, una gradación a sedimentos arcillo-conglomerádicos
de estratificación confusa. La presencia de lechos y capas de yeso, especialmente en su
tope, sugieren intensa evaporación y aridez general, aspecto que también es notorio por la
ausencia casi completa de rstos de material orgánico. Quizá la presencia del grupo horizonte
yesífero del tope el Moquegua inferior sea indicativo de una desecación más o menos com-
pleta de las cuencas lacustres y el paso a condiciones de llanura desértica sujeta a erosión.

Las características del Moquegua superior indican deposición en una amplia llanura
por acción de fuertes corrientes, la calidad de los materiales que componen este miembro
sugiere que la región de suministro de los clásticos se hallaba en paulatina elevación y con
manifestaciones de actividad volcánica.

En resúmen, las condiciones deposicionales de la formación Moquegua fue variada


desde una facies continental lacustre a otra continental de carácter fluvial con aportes intermi-
tentes de productos volcánicos; en ambos casos la fuente de sedimentación quedaba hacia el
Este, a lo largo de la Cordillera Occidental.

Edad y Correlación.- En la formación Moquegua no se han encontrado hasta el


presente, evidencias paleontológicas para determinar su edad; a falta de estas pruebas su
ubicación geocronológica está basada sólo en su posición estratigráfica. La formación
sobreyace, con discordancia erosional, a los volcánicos del Grupo Toquepala asignados al
intervalo Cretáceo superior Terciario inferior; por otra parte infrayace, con igual relación a
los tufos Huaylillas considerados como del Terciario superior (Plioceno) por WILSON (1962),
JAEN (1956) y otros.

Según la relación anotada la formación Moquegua queda entre dos unidades volcá-
nicas cuyas edades asignadas no son definidamente precisas, pero que nos ayuda a ubicarla,
dentro de estos amplios límites, en el Terciario superior.

Para precisar algo más sobre la posición etratigráfica y edad de la formación vamos
a referirnos a las siguientes observaciones regionales.
a) En el área de Camaná (Arequipa) la formación Moquegua suprayace, con discordancia
paralela, a las capas marinas de la formación Camaná de edad oligocena a miocena
inferior, determinada por su contenido fosilífero.
b) En varios lugares del sur del país, entre ellos, los altos de Urasqui, (río Ocoña), el valle de
Majes, las cabeceras del río Siguas, el valle de Moquegua, etc., las capas arneo-arcillo-

42
Geología del cuadrángulo de Moquegua

sas de Moquegua inferior descansan sobre superficies truncadas de rocas intrusivas del
batolito de la costa. Las determinaciones radiométricas de muestras pertenecientes a
este batolito dan edades absolutas entre 50 y 60 M.A. es decir Cretáceo superior –
Terciario inferior.
c) La superficie pre-Moquegua, es contemporánea en todo o en parte a la “Superficie Puna”
de los Andes Centrales y meridionales del país. MC. LAUGHLIN (1927), GREGORY
(1916), HARRISON (1940-1953), MOON (1941), DOLLFUS (1958), y otros están
de acuerdo en aceptar que esta superficie se ha originado en un Post-Eoceno-pre-Plioceno.
Con estos hechos de carácter regional apoyamos la ubicación de la formación
Moquegua en el Terciario superior, y probablemente corresponde a los niveles del Mioceno-
Plioceno.

La formación Moquegua que nos ocupa es equivalente a los sedimentos continenta-


les, de igual denominación, estudiados y mapeados a lo largo de las pampas costaneras,
desde la latitud de Atico hasta la frontera con Chile.

Formación Huaylillas

Esta unidad estratigráfica fue descrita por WILSON y GARCIA (1962), como una
secuencia volcánica compuesta principalmente por tufos y subsidiariamente por derrames
lávicos ácidos de colores blanco y rosado, que cubren extensas áreas de los cuadrángulos de
Pachía y Huaylillas.

En la hoja de Moquegua el Volcánico Huaylillas se presente mayormente en el sector


norte del cuadrángulo, donde sus afloramientos se hallan distribuidos a manera de pequeños
parches irregulares o en forma de lenguas que cubren las superficies que quedan entre que-
bradas adyacentes. La solución de continuidad de dichos afloramientos indica extensa remo-
ción de estas rocas de naturaleza relativamente blanda.

En las pampas costaneras los tufos Huaylillas se presentan a manera de remanentes


sobre los conglomerados y areniscas del Moquegua superior, pero a su vez están parcial-
mente cubiertos por el manto de conglomerados aluviales más modernos. Se le observa muy
bien en las quebradas o formando mamelones aislado en las pampas. Debido a su escaso
grosor (10-15 m.) y ocurrencia aislada e irregular en las pampas, muchos de estos aflora-
mientos no han sido representados en el mapa. El Volcánico Huaylillas suprayace, con dis-
cordancia paralela, a la formación Moquegua superior e infrayace, con igual relación a la
formación Capillune. Además de esta posición estratigráfica normal los tufos Huaylillas se
encuentran suprayaciendo, discordantemente, a los volcánicos del Grupo Toquepala o a las
rocas intrusivas del batolito.

43
INGEMMET

El Volcánico Huaylillas del área de Moquegua, fundamentalmente consiste de tufos


dacíticos y riolíticos de colores blanco grisáceo, gris blanquecino y rosado. Estas rocas
superficialmente intemperizan a pardo rojizo o pardo amarillento y destacan notablemente en
el paisaje por su color y por sus farallones verticales que se forman por erosión en el contorno
de sus afloramientos.

La roca, en términos generales, se compone de feldespatos que forman la masa


principal del tufo, en granos y cristales fragmentados cuya proporción varía de abundante a
escaso; biotita en laminillas dispersas; hornblenda en granos escasos, generalmente alterada;
además incluyen fragmentos de pómez y otras rocas volcánicas. El tufo al disgregarse por
intemperismo, origina una arena gruesa.

La textura y consistencia de la roca varía desde el tufo de grano grueso, poroso,


relativamente blando friable, hasta las facies de tufo compacto y macizo que tiene la aparien-
cia de derrames.

Esta roca, en parte porosa como tufo y en parte densa y vítrea como derrame, se
interpreta como originada, por las variaciones laterales en la consolidación del material aún
incandescente, durante su desplazamiento a manera de flujos altamente viscosos. Caracterís-
ticas similares se han observado en los cerros altos de Otora y otros lugares del cuadrángulo.

En Corral Blanco, a unos 5 km aguas arriba del yacimiento de Cuajone, se distingue


en la parte inferior, bancos horizontales de derrames y tufos facíticos de color rosado; a este
nivel se supone que corresponden los gruesos bancos de tufo rosado que se hallan en la
margen derecha del río Asana, desde el yacimiento Quellaveco hacia arriba, donde forman
paredes verticales bien altas: Su espesor varía de 120 a 150 m.

El miembro superior se compone de tufos riolíticos blanco-amarillentos. Este miem-


bro es el más extendido dentro del cuadrángulo y su potencia varía de 10-20 m. en las
pampas costaneras llegando hasta 80 m. en las partes altas.

Las determinaciones micropetrográficas de muestras de tufos del volcánico Huaylillas


indican que la roca tiene textura fragmentaria, microbrechoide y esferulítica. Se compone de
plagioclasas, generalmente zonadas, de las variedades albita y andesina, mayormente anhedrales
hasta 1 mm. de largo se les ve fragmentadas y corroidas. La ortosa conjuntamente con el
cuarzo se presentan en la pasta en forma de finos esferulitos, igualmente el cuarzo se encuen-
tra en granos de bordes corroidos. Los minerales accesorios son escasos y en orden decre-
ciente de su relativa abundancia se observa: biotita, zircón, magnetita y hematita. La pasat es
feldespática muy fina, dentro de ellas se encuentran feldespatos mayormente indeterminables
y cuarzo. La relación de pasta-fenos es de 8 a 2 m.

44
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Estructuralmente los tufos Huaylillas se presentan en bancos gruesos cuya posición


varía desde la horizontal hasta inclinaciones de 15° S. En las partes altas de las quebradas
asoman formando paredes verticales con una definida disyunción columnar.

Los tufos Huaylillas cubren buenas extensiones del flanco occidentales del sur del
país y norte de Chile; hasta el momento no se conoce la forma de erupción de estos materia-
les volcánicos, es decir, si provienen de orificios centrales o de un sistema de fisuras; por su
gran extensión y uniformidad se supone que estos materiales han sido eyectados a lo largo de
fisuras que actualmente se encuentran cubiertas por los volcánicos más recientes.

Edad y Correlación.- No se dispone de ninguna evidencia para determinar la edad


de estas rocas volcánicas; sabemos que sobreyacen con discordancia, a la formación
Moquegua considerada del Terciario superior (Mioceno-Plioceno) e infrayace, con igual re-
lación, a la formación Capillune supuesta del Plioceno superior (MENDIVIL, 1965). De
acuerdo a las relaciones mencionadas el volcánico Huaylillas es más moderno que el Plioceno
inferior y más antiguo que el Plioceno superior, en consecuencia, a falta de mayores pruebas,
asignamos a la formación Huaylillas, de acuerdo con WILSON (op.cit) una edad Plioceno
medio a superior. La formación se correlaciona con los tufos ácidos de la formación riolítica
del norte de Chile (BRUGGEN, 1950).

Formación Capillune

El nombre de formación Capillune fue propuesto por MENDIVIL (1962), para des-
cribir a una secuencia de conglomerados, areniscas, arcillas y tufos redepositados de origen
lacustre, que aflora típicamente en la localidad de Capillune, del cuadrángulo de Maure. La
mencionada formación tiene amplia distribución en el altiplano andino y sus afloramientos, en
capas horizontales, de color blanco amarillento, son bien conspícuas.

La formación aflora en el extremo NE de la hoja de Moquegua, en los alrededores


del poblado de Asana, (cabecera del río del mismo nombre). En esta localidad la formación
suprayace, con discordancia, a los tufos Huaylillas e infrayace, con igual relación a los volcá-
nicos Barroso. En las paredes del amplio valle glaciar que se desarrolla aguas arriba del
poblado de Asana (obsérvese Foto 2), se reconoce una sección de 220 m. de conglomera-
dos con intercalaciones de areniscas.

Los 70-80 m. inferiores consisten en capas horizontales de 30 a 200 cm. de grosor


de conglomerados de color negro y gris oscuro, formados por cantos angulosos de rocas
volcánicas andesíticas de 1 a 20 cm. de sección y ocasionalmente hasta de 50 cm., dentro de
una matriz arenosa. Es frecuente encontrar en el conglomerado capitas delgadas y lentes de
areniscas. En la parte superior de la sección las capas de conglomerados tienen de 20 a 50

45
INGEMMET

cm. de grosor y alternan con areniscas tufáceas gris verdosas o verde amarillentas de 50 a 10
cm. de espesor.

La naturaleza de los sedimentos de la formación Capillune indican depositación en un


ambiente continental lacustrino, por medio de fuertes corrientes, probablemente de corto
recorrido. La gran extensión que cubren estos depósitos de litología algo variada, sugiere
que se trata de una cubeta amplia o de numerosas cuencas conectadas entre sí.

Edad y Correlación .- En los sedimentos de la formación Capillune no se han


encontardo fósiles; a falta de evidencias paleontológicas su edad es sólo aproximada y queda
determinada en base a su posición estratigráfica: suprayace con discordancia de erosión al
volcánico Huaylillas, considerada como del Plioceno medio a superior; e infrayace al Volcá-
nico Barroso de supuesta edad pleistocénica. Por las relaciones citadas se refiere la forma-
ción al Plioceno superior, edad que también MENDIVIL (1962) le atribuye a la localidad
tipo.

Por otro lado las capas de la formación Capillune se presentan horizontales a


subhorizontales, es decir sin deformaciones tectónicas, lo que indica que se trata de depósi-
tos volcánicos post-orogénicos y posiblemente pre-glaciares, lo que apoyaría en cierta forma
una edad pliocénica superior.

Formación Barroso

WILSON y GARCIA (1962) decriben con esta denominación una serie de rocas
volcánicas de composición predominantemente andesítica, traquítica y traquiandesítica, que
conforman la Cordillera del Barroso, en la hoja de Palca. La cadena volcánica mencionada,
con sus conos típicos, se prolonga hacia el noroeste por los cuadrángulos de Maure y Tarata
y pasa por la esquina noreste de la hoja de Moquegua, donde está representada por los
volcanes Arundane (5,247 m.) y Chuquimanta (5,428 m.) de rocas andesíticas, y cuyas
cimas quedan en los cuadrángulos de Omate y Tarata, respectivamente.

En el área de estudio, los flancos de los volcanes Arndane y Chuquimanta muestran


un paisaje glaciar, son comunes amplios valles en “U”, como el de la cabecera del río Asana,
enormes anfiteatros glaciares limitados por riscos dentados, pequeñas lagunas con diques
morrénicos, acumulaciones de depósitos glaciáricos, etc.

Las rocas de la formación consisten en derrames intercalados con brechas de flujo y


piroclásticos, son de color gris claro, gris pardo hata gris oscuro. Los derrames son mayor-
mente de andesitas basálticas, tienen textura porfirítica, con fenocristales de feldespatos de 1
a 2 mm. de longitud que muestran cierta orientación, distribuidos en una pasta fina gris parda.

46
Geología del cuadrángulo de Moquegua

En algunos derr ames, al lado del feldelspato se presentan abundantes cristales de


hornblenda hasta de 5 mm. de largo. Las brechas son de flujo; fragmentos angulosos, grue-
sos y finos, se hallan en una pasta afanítica porfirítica. Algunos niveles de aglomerados cons-
tan de fragmentos angulosos en matriz tufácea.

La serie de derrames volcánicos que componen la formación se presenta en bancos


de 10 m. de grosor, con inclinaciones de 5 a 25° al oeste, suroeste y sur. Los derrames
piroclásticos son en su mayoría lenticulares y muestran un manteamiento envolvente típico de
los conos volcánicos. En el área de estudio no se ha encontrado una sección completa del
Volcánico-Barroso, su grosor estimado es del orden de 600 a 800 m.

El Volcánico Barroso se ha acumulado en un ambiente subaéreo, a partir de flujos


emanados de volcanes de erupción central. Las intercalaciones de material piroclástico indi-
can que la actividad volcánica fue alternada entre efusiones de lava en forma tranquila y
explosicones violentes cuya acumulación, alrededor de los centros, originó los estratos-vol-
canes.

El Volcánico Barroso sobreyace, con discordancia paralela, a la formación Capillune,


tal como puede observarse en ambos flancos del amplio valle glaciar, arriba del paraje de
Asana (cabecera del río Tumilaca). En este lugar, encima de las capas horizontales de con-
glomerados, areniscas, tufos redepositados, etc. de la formación Capillune descansan las
lavas y piroclásticos suavemente inclinados que corresponden a los volcanes Arundane y
Chuquimanta. El Volcánico Barroso está parcialmente cubierto por los depósitos morrénicos
de la glaciación pleistocénica.

Edad y Correlación.- No disponemos de referencias definidas para asignar una


edad mas o menos precisa al Volcánico Barroso. Sobreyace, con discordancia, a la forma-
ción Capillune de supuesta edad pliocena superior; y se hallan cubiertos en forma parcial por
acumulaciones morrénicas del Pleistoceno.

Por otro lado, los conos volcánicos formados por dichas rocas están fuertemente
erosionados por la glaciación pleistocénica, aunque no sabemos a que etapa corresponde la
glaciación mencionada.

En base a estas consideraciones generales ubicamos al Volcánico Barroso en el Ter-


ciario superior-Cuaternario, es decir en el Plioceno-Pleistoceno. El Volcánico Barroso ha
sido anteriormente estudiado en las áreas de Palca, Tarata, Maure etc.

El Volcánico Barroso se correlaciona con parte del grupo Sillapaca descrito por
Newell (1949) en el altiplano al sur del Perú.

47
INGEMMET

Depósitos Morrénicos y Fluvioglaciares

En la esquina noreste del cuadrángulo, cubriendo los flancos bajos de los volcanes
Arundane y Chuquiamanta se ha mapeado, en forma indiferenciada, depósitos morrénicos y
fluvioglaciares. Estas acumulaciones se extienden entre altitudes de 4,200 a 4,800 m.; por
arriba de esta cota aparecen mayormente rocas descubiertas y en las cumbres de Arundane
existe una cubierta parcial de nieve. Pequeñas morrenas laterales y terminales se encuentran
bien conservadas en las partes superiores de las áreas cubiertas por depósitos glaciáricos; las
primeras se presentan como colinas largas de crestas bien definidas a ambos lados de los
valles glaciares. El material morrénico se compone de una mezcla heterogénea de cantos
angulosos de rocas volcánicas en una matriz areno-arcillosa; en los flancos de dichas morrenas
es común observar gruesos bloques erráticos.

Las morrenas terminales tienen forma semilunar y se localizan en la parte frontal de


los anfiteatros abandonados por el glaciar o delante de pequeñas cubetas lagunares; esta
clase de morrenas generalmente están cortadas por un valle a través del cual han drenado las
pequeñas lagunas que actualmente se encuentran secas. La superficie de estas morrenas se
presenta fresca y sin vegetación. Pendiente debajo de las morrenas laterales y terminales que
hemos mencionado se extiende un manto mas o menos contínuo de depósitos glaciáricos de
20 a 30 m. de grosor, compuesto por materiales gruesos y finos sin selección de ninguna
clase. Topográficamente forman suaves ondulaciones y están cortadas por valles estrechos y
poco profundos; parcialmente están cubiertas por una rala vegetación de “ichu”.

Se supone que estos depósitos glaciáricos, mas o menos aplanados, corresponden a


una primera fase de glaciación y las morrenas más jóvenes, representan una fase posterior.

Los depósitos glaciáricos se consideran del Pleistoceno y se prolongan hacia los


cuadrángulos de Tarata, Antajave, etc.

Depósitos Aluviales

Bajo esta denominación general se ha mapeado, en forma indiferenciada, las acumu-


laciones aluviales de piedemonte, las terrazas aluviales y los conos de deyección.

En la hoja de Moquegua estos depósitos de piedemonte se encuentran bien desarro-


llados inmediatamente delante del frente andino, entre los valles de Moquegua y Locumba.
En las pampas: Lagunas, Pascana, del Choro, del Totoral, etc., el manto aluvial se compone
de cantos redondeados, sub angulosos y angulosos de toda clase de rocas, pero mayormente
volcánicas de colores morado, pardo, negro, etc., cuyas dimensiones varían entre 5 y 30 cm.
de diámetro, englobados en una matríz areno-arcillosa. Muy aisladamente se observan lentes

48
Geología del cuadrángulo de Moquegua

de areniscas y tufos redepositados. Superficialmente de color pardo rojizo y forma lomadas


suaves. El grosor de esta cobertura aluvial así como el tamaño de los elementos que lo
componen avrían de norte a sur; en las porciones contíguas al frente andino tiene de 40 a 50
m. de espesor o algo más, pero a unos 25-30 km de él sólo alcanza de 20-15 m. y a mayor
distancia es cada vez más delgado. Estas disminuciones de grosor se pueden notar en la
parte alta de las quebradas.

Se supone que estos conglomerados se han depositado por la acción de numerosos


torrentes que descendían de las porciones superiores del Flanco Andino. Los abanicos
aluviales de los diversos torrentes fueron incrementados en grosor y amplitud lateral hasta
anastomosarse unos con otros y constituir una cubierta aluvial contínua del tipo piedemonte.

Este proceso se habría llevado a cabo en una época de abundante escorrentía origi-
nada por el deshielo de los glaciares que cubrían las cumbres de la Cordillera Occidental.

Por otro lado, las acumulaciones del depósito que describimos es anterior al
excavamiento de los numerosos valles que disectan el área; la continuidad de la cobertura
aluvial se nota claramente porque asoman al mismo nivel en ambos lados de las quebradas.

Los aluviales de piedemonte quedan bien conservados en las pampas superiores


inmediatas al frente andino y se consideran del Pleistoceno. La superficie de la llanuta primi-
tiva está disectada por multitud de quebradas que actualmente, debido al clima, se presentan
secas.

Terrazas Aluviales

Localmente, en los tramos superiores de los valles de los ríos Torata y Moquegua, se
distinguen angostas franjas de terrazas aluviales formadas por conglomerados en matriz are-
nosa, que quedan entre 3 a 5 m. sobre el lecho del río, las cuales son aprovechadas en la
agricultura.

La parte media de los mismos valles, tienen paredes empindas y no se notan vestigios
de terrazas, salvo algunos depósitos coluviales y abanicos de superficies empinadas, origina-
dos por los torrentes tributarios.

En la margen derecha del río Moquegua, frente a Moquegua se observa una terraza,
a unos 30 m. aproximadamente sobre el lecho del río, la cual se encuentra parcialmente
cubierta por los desborder del acarreo del río Torata y por los materiales coluviales prove-
nientes de los flancos del cerro Los Angeles.

49
INGEMMET

Conos Aluviales

Los torrentes subsidiarios a los ríos troncales han depositado en su desembocadura


todo tipo de materiales clásticos que muestran la forma típica de conos o abanicos aluviales.

La composición de estos depósitos es muy heterogénea; consistente en gravas y


bloques angulosos de tamaños muy variables, mezclados con materiales terrosos, arcilla y
lodo. Las partes frontales de los conos están erosionadas, en la mayoría de los casos, por el
río y en los corte se puede notar su estructura lenticular.

Buenos ejemplos de conos aluviales se distingue en ambos lados del valle de


Moquegua, y a lo largo del valle de Locumba.

Depósitos Coluviales

Los depósitos coluviales son muy pequeños y no tienen mayor significación geológica
en el área. La acumulación mas importante de esta clase de depósitos se encuentra en la
ladera izquierda del río Quele, justo al lado NO de los cerros Camaca e Ichupampa donde,
la fragmentación e bloques de los tufos de la formación Huaylillas, han cubierto una gran parte
de dicha ladera.

Los fragmentos y bloques hasta más de 2 m. de sección están acumulados en forma


muy caótica, originando en conjunto una topografía muy irregular.

Depósitos Fluviales

A esta clase de depósitos corresponden las gravas, arenas y arcillas que están en
proceso de transporte y deposición por los ríos actuales; consisten de toda clase de materia-
les clásticos sueltos, desde bloques gruesos hasta arcillas con predominio de conglomerados
y arenas, en forma de bancos de gravas o pequeñas playas de arena a lo largo del lecho de
los ríos; los depósitos aluviales inmediatos a sus márgenes, ligeramente más altos, son utiliza-
dos como terrenos de cultivo. Durante las avenidas, parte de estos terrenos, que correspon-
den al piso del valle, son a veces parcialmente inundados por el río renovándose el transporte
y la sedimentación.

Los depópsitos fluviales más importantes se encuentran a lo largo del fondo del valle
del río Moquegua, desde la localidad de Tumilaca hacia abajo. Su mayor ancho queda en las
vecindades de la ciudad de Moquegua, en la confluencia de los ríos Torata y Moquegua, para
luego angostarse a una faja variable entre 200-300 m. río abajo.

50
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Depósitos similares, aunque mucho más angostos se han mapeado a lo largo del
fondo de los valles de los ríos Cinto y Locumba.

51
INGEMMET

52
ROCAS INTRUSIVAS

En el área del cuadrángulo de Moquegua, las rocas intrusivas afloran en la parte


media septentrional, principalmente a lo largo del Flanco Andno, con un desarrollo NO-SE,
es decir aproximadamente diagonal a la hoja.

El tamaño de los intrusivos observados y mapeados varía desde apófisis hasta stocks
de dimensones mas o menos considerables y en el paisaje los cuerpos mas grandes destacan
por su topografía prominente y en algunos casos, por su coloración.

Se ha cartografiado a las rocas intrusivas de la hoja de Moquegua, agrupándolas en


las siguientes clases :
a) Diorita-granodiorita
b) Granito
c) Monzonita cuarcífera y dacitas
d) Chimeneas de brecha
e) Cuello Volcánico
f) Dique de aplita
Este orden también corresponde al emplazamiento relativo de los cuerpos intrusivos.

Las características más importantes de las rocas indicadas, son las siguientes :

Diorita-granodiorita

Los mayores cuerpos intrusivos del área consisten de rocas cuyas composiciones
varían gradacionalmente de dioritas a granodioritas. A este grupo pertenece el stock de
Calumbraya-Micalaco; los intrusivos de la parte central norte que se asocian constituyendo
un afloramiento casi anular; el macizo del cerro Huanaco, en la esquina noroeste; los aflora-
mientos del valle del río Otora, aguas abajo del depósitos Cuajone; el pequeño stock que
aparece en la cabecera de la quebrada Charaque, ubicado entre Cuajone y Quellaveco, etc.

Las rocas de todos estos afloramientos son holocristalinas, equigranulares, de grano

53
INGEMMET

grueso a medio, aunque localmente hay casos de textura granular porfirítica. En superficies
frescas su color varía en unos casos desde gris, gris oscuro, gris verdoso hasta negro, en
otras porciones, es gris claro, con matices de rosado a gris rosado. Las variaciones del
tamaño de los materiales, de la coloración y de su composición (disminución de minerales
máficos por ejemplo), parecen ser graduales; en el campo se pasa de un tipo de roca a otro
sin contactos de penetración que sugieran diferentes intrusiones; por esta razón se supone
que el mecanismo de la diferenciación magmática ha jugado un rol importante en la formación
y emplazamiento de estas rocas.

Superficialmente, por intemperismo tienen una coloración marrón rojiza débil; en al-
gunas localidades como en cerro Piruncho, alrededores de Tala, partes altas de Micalaco,
etc. tienen disyunción esferoidal; en otras áreas especialmente en las laderas de las quebra-
das, se muestran con disyunción tabular, unas veces bien marcada y otras en forma bastante
grosera.

Todos los cuerpos diorítico-granodioríticos atraviesan a las diferentes unidades vol-


cánicas del grupo Toquepala con contactos de fuerte buzamiento. El metamorfismo de con-
tacto en las rocas encajonantes es, por lo general débil; en el caso de rocas brechadas no se
distinguen mayormente, cambios, pero cuando son derrames se les nota más densas,
microgranulares y con cambios de coloración; hay cierta solidificación y procesos de altera-
ción hidrotermal. La roca intrusiva también muestra algunos cambios texturales y alteración
de sus minerales.

Los componentes minerales que se reconocen a simple vista son: plagioclasa, en


granos y cristales tabulares de 2 mm., en casos excepcionales alcanza más de 1 cm. de
grosor; y ortosa también en granos pequeños y gruesos, en la mayoría de los casos se pre-
senta en menor proporción que los primeros. Estos minerales se muestran frescos y a veces
con fuerte alteración; en el caso de dioritas netas la ortosa es escasa y ausente. Otro compo-
nente es el cuarzo que está casi ausente en unos casos y variando de escaso a regular, a veces
es hialino y otras gris hialino con bordes redondeados; la hornblenda siempre está presente
en proporciones que varían de regular a abundante, se presenta en masas irregulares o en
cristales euhedrales hasta de 3-4 mm. de largo; la biotita es más escasa, en algunos casos se
presenta en lamelas pequeñas. Los ferromagnesianos, en especial la hornblenda, se presenta
alterada a clorita por lo cual se le nota con manchas de color verdoso. Como mineral secun-
dario se aprecia la epídota y en la diorita de las proximidades de la mina Toquepala se
reconoce silicificación, además de hilos y ojos de turmalina negra.

Las diversas muestars estudiadas en sección delgada, indican que se trata de dioritas
cuarcíferas (tonalitas), monzonitas cuarcíferas y granodioritas. Las rocas en general tienen
textura granular hipidiomórfica, aunque locamente son porfiríticas. Los constituyentes esen-
ciales son plagioclasas de las variedades andesinas y oligoclasa, que ocurren en formas

54
Geología del cuadrángulo de Moquegua

subhedrales y euhedrales, en cristales de 1 a 4.5 mm. de largo. En proporciones menores se


encuentran albita y labradorita. Los casos de plagioclasas zonadas son poco comunes. En
las dioritas cuarcíferas las plagioclasas alcanzan el 70%.

La ortosa es siempre anhedral y con textura gráfica y subgráfica. Sus proporciones


varían según el tipo de roca entre 5 y 40%. El cuarzo se encuentra asociado con la ortosa,
es anhedral y constituye textura gráfica. Ambos minerales son congénitos representando la
etapa final de la cristalización. La proporción de cuarzo varía según la clase de roca entre
menos de 5 y 20%.

Los minerales accesorios más frecuntes son: hornblenda en cristales pequeños que
generalmente se halla alterada a clorita por acción hidrotermal; biotita que es siempre escasa;
los piroxenos augita, hipersteno y diópsido ocurren raramente en forma de granos finos; y
además apatita, zircón, magnetita, ilmenita, turmlina, esfena y rutilo que también se presenta
escaso.

Los minerales secundarios más comunes son: epídota, clorita, pennita, tremolita y
actinolita derivados de la horneblenda por acción hidrotermal; la sericita que resulta por la
misma acción a partir de los feldespatos; el leucoxeno originado de la esfena y la limonita de
la biotita y de otros ferromagnesianos.

Se supone que el magma que originó estas rocas fue la naturaleza ácida, diferencián-
dose parcialmente, durante el curso de la cristalización magmática, en dioritas cuarcíferas,
monzonitas cuarcíferas y en granodioritas. El emplazamiento de estos magmas debe haber
producido cuando aún se encontraban en estado de fusión de tal modo que sus contactos
actuales no son definidos ni de penetración cortante. Posteriormente estas rocas fueron
afectadas por un proceso hidrotermal de mediana temperatura, que originó la alteración de
los ferromagnesianos y feldespatos en diversos grados.

Granito

Dos afloramientos de granito, que intruye a las dioritas-granodioritas ya descritas, se


han reconocido y mapeado en la hoja de Moquegua. El primer es un stock de forma casi
ovoide que se encuentra en el valle del río Coscori, aguas arriba del paraje del mismo nom-
bre; el segundo es bastante pequeño, tiene forma semilunar y queda aun kilómetro al oeste
del desvío de la carretera a la mina Toquepala. Ambas ocurrencias quedan dentro del anillo
estructural del afloramiento de dioritas-granodioritas.

Entre el valle de Coscori y la quebrada Calientes el afloramiento del granito forma


colinas suaves y superficialmente se encuentra fracturada en bloques angulosos de aristas

55
INGEMMET

filudas. Diques del granito penetran en la diorita-granodiorita y en los volcánicos adyacentes.


En la ladera occidental del cerro Trebolar se distingue numerosos diques de granito cortando
a la diorita.

El granito que aflora al oeste del valle de Toquepala es un cuerpo relativamente pe-
queño. La roca es de color rosado, de grano medio, ligeramente intemperizada, en ella se
distingue con facilidad feldespatos y granos de cuarzo.

La determinación microscópica de una muestra tomada de este afloramiento es la


siguiente :

Textura granular micropegmatítica. Los componentes esenciales son ortosa y cuarzo


íntimamente ligados, constituyendo una fina textura micropegmatítica; sin embargo, existen en
parte granos anhedrales de ortosa y cuarzo formando estructuras gráficas bien definidas.

Las plagioclasas son escasas así como los minerales accesorios; prácticamente la
roca consiste de iguales proporciones de cuarzo y ortosa.

La forma relativamente alargada del cuerpo granítico sugiere que su emplazamiento


estuvo controlado por la falla Incapuquio, cuya zona de debilidad fue un canal de fácil acceso
para el magma. Según WILSON (1962), en el área de Pachía, departamento de Tacna,
existen diques y cuerpos riolíticos con el sistema de fallas Incapuquio.

Monzonitas y Dacitas

El cuerpo de monzonita más importante que se ha cartografiado dentro del anillo


diorítico-granodiorítico que forman los cerros Tala, Trebolar, La Garita, Piruncho, etc. es el
stock de 5 km de largo, que se ubica en el flanco sur del cerro Yarito. La línea férrea Ilo-
Toquepala atraviesa este afloramiento en su borde oriental.

El afloramiento de la monzonita tiene topografía suave; la roca ofrece disyunción


tabular e irregular y coloración de intemperismo pardo amarillento. En ciertas partes de los
cortes del ferrocarril se presenta muy alterada y en los contactos con la riolita Yarito hay
zonas de brecha y/o alteración. El stock está emplazado en las riolitas Yarito y en su extremo
oriental penetra muy levemente en las dioritas del cerro Sargento.

En superficie frescas la roca es maciza, con textura granular porfirítica, y de color


rosado débil; en la masa de la roca se observa, en forma dispersa, numerosos granos y
manchitas verdosas. A simple vista se reconocen granos de feldespatos (plagioclasas) y
minerales de color negro, muy finos no reconocibles ni con lupa.

56
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Pequeños stocks de monzonitas afloran en el área de los depósitos de cobre disemi-


nados de Quellaveco y Cuajone. La mineralización se presenta también en la masa de la
monzonita cuarcífera donde los feldespatos están casi totalmente caolinizados y sericitizados,
por alteración hidrotermal.

En Quellaveco la monzonita cuarcífera aflora en el fondo del valle del río Asana,
donde destaca por su coloración blanco amarillenta. En la ladera sur de este valle intruye al
Pórfido Quellaveco, mientras que en la parte norte está cubierta por los tufos riolíticos del
Volcánico Huaylillas.

En el fondo del valle la carretera atraviesa zonas donde la roca está muy alterada y
tiene un color crema a blanquecino y deja entrever una textura porfirítica original con fenos de
feldespatos muy descompuestos. En general, a todo el afloramiento ígneo de Quellaveco, se
le considera como monzonita cuarcífera, aunque se deja establecido que parte de él son
dioritas y tonalitas, cuyos contactos no han sido delimitados en el presente trabajo.

La monzonita se presenta fragmentada hasta brechada y con fuerte alteración


hidrotermal, los minerales más importantes son: cuarzo, sericita y arcilla.

La roca fracturada del fondo del valle en parte corresponde a una chimenea de bre-
cha.

En Cuajone la roca del área mineralizada es también una monzonita que incluye en
parte a un macizo diorítico-granodiorítico. La mayor parte del área de Cuajone está cubierta
por volcánicos posteriores a la mineralización encontrándose los afloramientos de monzonita
muy restringidos; se le ve, en la ladera norte de la quebrada Chuntacala y el de la ladera sur
del río Torata; en ambos casos se muestra con fuerte alteración hidrotermal. LACY (1958),
ha constatado que la monzonita tiene algo más de 2 km de largo por 1 km de ancho y se
encuentra muy fracturada y con fuerte alteración hidrotermal que ha originado cuarzo, sericita
y arcilla.

Pequeños stocks de pórfido dacítico ocurren en el área del yacimiento de Toquepala,


(parte sur del tajo abierto). La dacita corta a la diorita, a los volcánicos de la serie Toquepala
y se encuentra en contacto con las brechas de la Chimenea.

La dacita se presenta mineralizada y con fuerte alteración hidrotermal suponiéndose


que tiene relación genética con la mineralización.

Un prominente cuerpo de aglomerado dacítico se encuentra inmediatamente al norte


de la chimenea de brecha, tiene forma casi circular y se le supone emplazado en un cuello
volcánico. Diques de latita cortan el aglomerado.

57
INGEMMET

Intrusiones Hipabisales

En los yacimientos de Toquepala y Cuajone se presentan diques de andesita porfirítica


y latita cortando a las estructuras mineralizadas, se trata de intrusiones post-mineralización.

Igualmente, en varias localidaes del cuadrángulo se han observado pequeños diques


de andesita cortando a los intrusivos y volcánicos del Grupo Toquepala.

En general, los intrusivos del tipo hipabisal son escasos en el cuadrángulo de Moquegua.

Chimeneas de Brecha

Los depósitos de cobre diseminado de Toquepala, Quellaveco y Cuajone están aso-


ciados con chimeneas de brecha, esto es, con estructuras tabulares de sección mas o menos
circular, elíptica o irregular, rellenada con rocas fragmentadas de los muros. En el caso de los
depósitos de Toquepala y Quellaveco se refiere que las chimeneas de brecha controlaron la
mineralización, en tanto que en Cuajone éstas son post-mineralización.

Las chimeneas se habrían originado según RICHARD y COURTRIGHT (op.cit) en


zonas debilitadas por fallamientos o por fragmentación de las rocas, mediante explosiones
gaseosas que habrían abierto diatremas que se ensancharían por las repetidas explosiones, el
material acarreado desde las partes profundas así como los fragmentos arrancados y trasla-
dados de los muros constituyen el material brechado del relleno.

La mayor parte del material que rellena la estructura es de fragmentos angulosos a


sub-angulosos y con cemento mineral (turmalina y sulfuros); dentro de las brechas menciona-
das quedan columnas de brechas de fragmentos redondeados, con cemento areno-arcilloso
y con diseminaciones de mineral.

Por los trabajos de explotación del yacimiento de Toquepala se conoce que la chi-
menea se encuentra en la parte central del área mineralizada, con sección aproximadamente
elíptica, alargada según norte sur, mientras que en Quellaveco y Cuajone no están todavía
claramente definidos sus contornos. En el mapa geológico se ha marcado sus secciones
aproximadamente ovaladas y se ha exagerado sus dimensiones debido a la escala.

Edad de los Intrusivos Menores

No se dispone de dataciones radiométricas de las monzonitas y dacitas que se en-


cuentran en el área de los depósitos de Toquepala, Quellaveco y Cuajone, con las cuales se

58
Geología del cuadrángulo de Moquegua

supone genéticamente asociada la mineralización. Por sus relaciones de campo se sabe que
la dacita en Toquepala, así como las monzonitas de Quellaveco y Cuajone, intruyen dioritas
consideradas como parte del Batolito Andino.

La diorita que aflora en las inmediaciones de la mina Toquepala, tiene una edad
radiométrica, determinada por el método K/Ar de 53 M.A. Por lo tanto corresponde al
Terciario inferior; como consecuencia de esta información se asume que el pórfido dacítico
sea del Terciario inferior a medio.

59
INGEMMET

60
GEOLOGIA ESTRUCTURAL

El cuadrángulo de Moquegua abarca parte del Flanco Occidental de los Andes y de


la Llanura Costanera presentando rasgos estructurales como: dirección de fallas, elongaciones
de los intrusivos, alineamiento de los conos volcánicos, etc. con dirección andina, es decir
NO-SE

En el marco del cuadrángulo estudiado se encuentra parte de la depresión tectónica


longitudinal de la Costa; el sistema de fallas de Incapuquio; algunas fallas subsidiarias; el Alto
de Yarito-Cruz Laca y el borde occidental de la faja de conos volcánicos.

Además de los elementos estructurales señalados se reconoce la superficie de ero-


sión pre-Moquegua; las suaves ondulaciones de la formación, Moquegua; la superficie
Huaylillas, etc.

Las características más importantes de las estructuras anotadas son las siguientes :

En la faja costanera del sur del Perú existe una depresión longitudial de probable
origen tectónico, situado entre el macizo de la cadena costanera y el pie de la cordillera
occidental, la depresión, en lineamientos generales, es paralela al litoral y se encuentra colma-
da por los clásticos continentales de la formación Moquegua y los depósitos del Cuaternario
antíguo, constituyendo la Llanura Costanera o pampas costaneras. Los depósitos que relle-
nan la depresión no llegan a rebasar la muralla frontal de la Cordillera de la Costa. La parte
meridional de la hoja de Moquegua está caracterizada por las pampas costaneras; allí las
capas de la formación Moquegua se inclinan al suroeste y terminan contra los cerros de la
Cordillera de la Costa que se encuentran a varios kilómetros fuera de la hoja.

En relación al orígen de la depresión el suscrito en un estudio anterior (BELLIDO y


GUEVARA, 1963) asumía las siguientes hipótesis :
a) La depresión puede haber sido simplemente de carácter topográfico, enmarcado
entre el pie occidental de los Andes y los cerros de la cadena costanera, que
desempeñó el papel de una barrera frontal.
b) La depresión se debería a la presencia de fallas longitudinales a lo largo del Flan-
co Andino, debido a las cuales el bloque occidental habría bajado con respecto

61
INGEMMET

al oriente, originando una depresión alargada entre los cerros de la Cordillera de


la Costa y el frente de los Andes occidentales.

c) La depresión se habría formado mediante fallamientos longitudinales paralelos


originando un graben a lo largo de la faja que actualmente corresponde a las
pampas costaneras.
De estas tres hipótesis se sugiere como la más probable la segunda, basando la
existencia de fallamientos importantes a lo largo del Flanco Andino, en los siguientes hechos
de campo :
1. En muchos lugares del flanco bajo de los Andes, en el tramo comprendido entre
el valle de Ocoña y la frontera con Chile, las estribaciones terminan en escarpas
pronunciadas de rumbo NO-SE; estos alineamientos representan una
discondormidad topográfica entre la Llanura de la Costa formada por sedimen-
tos casi horizontales y el Flanco Andino compuesto de rocas volcánicas; el decli-
ve que forma la escarpa probablemente, sigue líneas de falla. En el caso particu-
lar de la hoja de Moquegua, la escarpa de rumbo NO-SE se desarrolla por la
parte baja de la mina Toquepala y es nítidamente pronunciada entre los valles de
Moquegua e Ilabaya. Hacia el orte del valle de Moquegua tiene dirección E-O y
pasa por el frente de los cerros Los Angeles, Estuquiña, Huaracane.

2. En algunos sitios del Flanco Andino, coincidiendo con la escarpa, las capas
sedimentarias del Mesozoico se flexionan y se hunden con ángulos muy empina-
dos por debajo de los clásticos que rellena la depresión. Ejemplos de esta clase
de estructura son citados por WILSON (1962) en el área de Palca (Tacna),
donde las capas de la formación San Francisco del Bajociano, se sumergen con
fuerte buzamiento y quedan cubiertas por aluviales del Cuaternario. Igualmente,
delante del Flanco Andino, es común encontrar importantes flexuras paralelas,
desarrolladas en las capas poco consolidadas de la formación Moquegua y en
los tufos del volcánico Huaylillas, ambos del Terciario superior; es probable que
dichas flexuras se han formado por reajustes de fallas pre-existentes.

3. La existencia de una gran falla longitudinal, de tipo transcurrente, en la parte


media del Flanco Andino. En ciertos sectores de la hoja de Moquegua, la traza
de esta falla denominada Incapuquio, coincide con el cambio brusco de pendien-
te entre las pampas y el Flanco Andino, tal como se le supone al sur del cerro
Trebolar a lo largo de la base de los cerros Los Angeles, Estuquiña, etc. al NO
de Moquegua. Según WILSON (op cit) y otros autores la falla Incapuquio tuvo
inicialmente un movimiento horizontal, en tanto que en sus etapas finales sus des-
plazamientos habrían sido de tipo gravitatorio.

62
Geología del cuadrángulo de Moquegua

4. No se ha observado fallas poderosas en el lado oriental de la Cordillera de la


Costa que noslleve a considerar el origen de la depresión como un graben. Los
relevamientos geológicos en la costa sur del país, tienen amplitud regional y en
ninguna de las hojas mapeadas, que incluyen la Cordillra de la Costa, se han
registrado fallas notalbes al este del eje del macizo costanero.
En resúmen, la depresión que contiene la formación Moquegua se considera de ca-
rácter tectónico y debe haberse formado entre fines del Terciario inferior y comienzos del
Terciario inferior y comienzos del Terciario superior, se supone de edad post-superficie Puna,
posiblemente Mioceno medio a superior.

Las fallas constituyen las estructuras más importantes del cuadrángulo de Moquegua;
en cambio los pliegues son muy escasos y relativamente pequeños, no vienen a ser mas que
leves ondulaciones que afectan a la formación Moquegua del Terciario superior.

Fallas

En la parte septentrional del cuadrángulo se han registrado numerosas fallas; sin em-
bargo, muchos aspectos de estas estructuras como son: movimiento relativo de los bloques,
magnitud de los desplazamientos, tipo, etc. son casi desconocidos. La traza de las fallas ha
sido determinada principalmente por la presencia de zonas de alteración, escarpas topográficas,
orientación de quebradas, contactos anómalos entre unidades estratigráficas conocidas, etc.

Las fallas registradas en el mapa geológico pueden agruparse en la siguiente forma :


1. Sistema de fallas Incapuquio
2. Falla Micalaco
3. Fallas del área de Otora
4. Falla menores

Sistema de Fallas Incapuquio

La falla Incapuquio clasificada como de tipo transcurrente por WILSON y GARCIA


(1962) tiene desarrollo regional. Está reconocida y mapeada desde la frontera con Chile
hasta el valle del Tambo, en una distancia cerca de 140 km.

Las fallas de Incapuquio están asociadas con otras fallas, éstas unas veces son más o
menos paralelas y en otros casos constituyen ramificaciones que se desprenden de la princi-
pal con ángulos de 30° o más, por lo cual es más conveniente denominarlas sistema de fallas
Incapuquio.

63
INGEMMET

En el cuadrángulo de Moquegua la falla Incapuquio ingresa por el tercio inferior del


lado oriental de la hoja, justamente por la parte alta del pueblo de Ilabaya, de donde sigue
con dirección N 45° O. La traza de falla es reconocible a través de las localidades de
Calumbraya, parte frontal del macizo diorítico-granodiorítico de Micalaco, Villa de Toquepala,
hondonada de Incapuquio, quebrada La Simarrona y cerros del Chorro. Luego continúa por
la parte frontal de los cerros Calera y Chilca, formados de roca ígnea. Se supone que la
notable escarpa de rumbo este-oeste que se halla inmediatamente al norte de Moquegua,
delante de la línea de los cerros Los Angeles, Estuquiña y Huaracane, representa la continua-
ción de la falla Incapuquio al ONO, pues su posición y dirección coinciden con el allineamiento
de la falla.

La falla Incapuquio, conforme puede apreciarse en el mapa tiene una traza casi recta.
A lo largo de su recorrido troza a las rocas volcánicas del Grupo Toquepala y también a los
cuerpos intrusivos, en algunos tramos yuxtapone ambos tipos de rocas.

En el lado sudoriental del cuadrángulo ofrece una bifurcación, los ramales después de
un recorrido de cerca de 15 km vuelven a juntarse, limitando un bloque lenticular alargado de
roca volcánica, aparentemente hundido.

A pocos kilómetros al NO de la localidad de Incapuquio se desprende un ramal con


rumbo N 35° O, de traza más o menos recta, que pone en contacto anormal las dioritas del
cerro Trebolar con las riolitas Yarito. En el ángulo formado por la bifurcación, se ha empla-
zado un cuerpo granítico de grano medio a fino y color rosado.

En algunos tramos de la falla se observan zonas mas o menos anchas de fragmenta-


ción, trituración y alteración; por ejemplo al este de Calumbraya, (borde oriental del
cuadrángulo) y también en las proximidades de Incapuquio, a lo largo de la carretera que sale
de Toquepala para universe con la principal en la quebrada La Simarrona.

En la hoja de Moquegua no se ha observado los característicos pliegues de arrastre


anotado por WILSON y GARCIA, JAEN op.cit y que sirvieron para indicar su movimiento
horizontal, pero como se trata de la misma estructura regional, de por sí compleja en su
génesis, desarrollo y desplazamiento, consideramos que dicho movimiento transcurrente haya
sido regional, y de intensidad variable a lo largo de la falla.

En Pachía y Palca, según WILSON op.cit, los movimientos subsecuentes de la falla


Incapuquio fueron verticales y los reajutes finales tuvieron lugar después de la deposición de
la formación Moquegua, a la cual afecta muy débilmente; sin embargo, al NE de la ciudad de
Moquegua en la zona de probable prolongación de la falla, las capas de la formación Moquegua
no muestran disturbios por fallamientos. En las localidades de Incapuquio y Villa Toquepala,
la falla pone en contacto al Volcánico Paralaque con el Pórifodo Quellaveco en la parte norte
y con la Serie Alta en el Sur.

64
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Falla Micalaco

Esta estructura queda a 6 o 7 km al norte de la falla Incapuquio, es mas o menos


paralela a ésta y puede pertenecer al mismo sistema.

La falla en mención se reconoce desde el paraje de Micalaco, hasta el borde sur del
tajo abierto de la mina Toquepala y probablemente continúa formando el contacto del intrusivo
diorítico del cerro Sargento con los volcánicos de la Serie Toquepala.

La falla en el trayecto reconocido tiene traza recta y en algunos sitios se ha constata-


do pequeñas vetas de óxido de fierro.

En el tajo abierto de la Mina Toquepala, en cuya porción central se encuentra la


chimenea de brecha que controla a la mineralización, el stock de pórfido dacítico, con el cual
se supone realcionada genéticamente dicha mineralización, así como el cuello de aglomerado
dacítico y otras intrusiones filoneanas, se hallan prácticamente sobre esta falla y concentrados
en un área relativamente pequeña. Todo parece indicar que en esta parte de la falla se
produjo, por causas aún no bien conocidas, una zona de debilidad que permitió el emplaza-
miento del stock dacítico, la formación de la chimenea de brecha y su posterior mineralización.

Falla del Area de Otora

En el cuadrante noroeste de la hoja de Moquegua entre los parajes de Otora y


Polobaya se han mapeado dos fallas paralelas, de rumbo norte-sur, que afectan a las rocas
del volcánico Paralaque. El curso de las fallas se reconoce por las escarpas topográficas,
hendiduras o cuellos en los esposlones por donde cruzan, además de las alteraciones super-
ficiales y distorsiones del rumbo y buzamiento de los bancos volcánicos.

En general, la posición de las fallas coincide con el frente del gran escarpamiento que
se levanta inmediatamente al este de la línea Torata-Paralaque-Otora.

Por el escalonamiento de las escarpas se infiere que el bloque occidental ha bajado


en relación al oriental, posiblemente con saltos considerables. Por el norte las fallas descritas
pasan al cuadrángulo de Omate, por el sur se le ha seguido hasta las cercanías de Torata,
siendo muy probable que la falla oriental se prolongue hasta chocar con el gran macizo ígneo
del cerro Trebolar.

65
INGEMMET

Fallas Menores

En varias localidades del área estudiada se ha mapeado otras fallas, generalmente de


corto recorrido. Entre las más saltantes mencionamos las siguientes :
a) La falla de rumbo NO que pasa a unos 2.5 km al oeste del yacimiento de Cuajone, en
forma transversal al valle del río Torata. La traza de la estructura es recta y disloca a los
volcánicos de la Serie Alta y a rocas intrusivas del Cretáceo superior-Terciario inferior.
La falla yuxtapone las rocas indicadas y aparentemente el bloque occidental ha bajado en
relación al oriental. La prolongación de la estructura tanto al NO como al SE está cubier-
ta por el Volcánico Huaylillas.

b) En el mismo valle del río Torata, a pocos kilómetros al oeste del paraje de Ichupampa, se
ha mapeado otra falla de rumbo E-O y buzamiento próximo a la vertical. Los rasgos de
la estructura (zona de brechamiento, alteración, etc), son bien patentes a lo largo de una
pequeña quebrada tributaria del Torata, por su lado oriental al este del valle la falla afecta
sólo a los volcánicos de la Serie Alta, mientras que el lado occidental pone en contacto a
aquellos con las rocas del volcánico Paralaque. Como en el tramo NO la falla yuxtapone
los volcánicos Paralaque (infrayacentes), por este motivo se supone que el movimiento
de la falla fue de rotación en pivote, con el bloque sur, en ascenso progresivo en dirección
NO. Las fallas indicadas son de edad pre-Moquegua.

Pliegues

En la hoja de Moquegua no se ha observado pliegues producidos por esfuerzos de


compresión. Las suaves ondulaciones y flexura que muestran las capas de la formación
Moquegua, del Terciario superior, probablemente se deben a reacomodos de dichos sedi-
mentos durante los movimientos post orogénicos, como son los reajustes del sistema de fallas
Incapuquio, el Levantamiento Andino, etc.

Las ondulaciones tienen ejes de rumbo NO; en general, son de corto recorrido y no
han sido registradas en el mapa, pues los rumbos y buzamientos de las capas Moquegua son
muy variables. La estructura más importante observada en el área, es un pequeño anticlinal
casi simétrico que afecta a la formación Moquegua, el cual se puede asemejar a un cono
ligeramente alargado.

La estructura se encuentra en el cerro Huancanane, está cortada por la quebrada


Purgatorio y la carretera que va a la mina Toquepala la atraviesa por el extremo sureste. En
las laderas de la mencionada quebrada y otras tributarias se nota que las capas y bancos de
areniscas, conglomerados, etc., del Moquegua superior, se arquean suavemente haciendo un
cierre mas o menos perfecto, tal como puede observarse en el mapa geológico.

66
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Un anticlinal bastante suave se reconoce en la quebrada Otora, a 6 km al NO de


Torata, afectando a los conglomerados de la formación Inogoya. El valle aparentemente
corre por el eje de la estructura que tiene rumbo NNE. Las capas de ambos flancos del
anticlinal tienen de 10° - 12° y su cierre en dirección NNE es bien notorio por debajo de los
volcánicos Paralaque.

La estructura es aislada, suave y simple, y al presente no es muy clara su génesis.

Estructura de las Rocas Volcánicas

Los bancos de derrames, brechas de flujo, piroclásticos, etc. de la formación


Toquepala, tienen rumbo predominante NO y buzamiento que varía entre 10° y 25° al NE.
Los ríos Torata, Huaracane y otros que corren de norte a sur han cortado dichas capas en
forma oblícua a perpendicular, originando en cada caso cañones abruptos de lechos bastante
sinuosos.

La parte frontal de los cerros Los Angeles, Estuquiña y Huaracane es una escarpa
bien alineada, con facetas triangulares, pero los contornos y el perfil agreste de las partes
altas de dichos cerros, así como sus prolongaciones en dirección norte, se ajustan al rumbo
de las capas.

Los conglomerados y areniscas de la formación Inogoya, tienen rumbo general NNE


y buzamientos de 10° - 15° en término medio , excepcionalmente, alcanzan 25° y a veces son
horizontales. El rasgo más importante en esta formación es un anticlinal suave de eje NNE a
lo largo del cual el río Otora ha labrado su cauce.

Los gruesos derrames de flujo y de materiales piroclásticos del Volcánico Paralaque


tiene rumbo NO y buzamientos de 10° a 20° al NE es decir, contra la pendiente del Flanco
Andino. Los bancos de derrames forman escarpas y farallones verticales en la ladera pro-
nunciada que se extiende al norte, este y sureste de Torata.

En la parte baja de la mina Toquepala el rumbo y buzamiento del Volcánico Paralaque


es bastante irregular, probablemente por efectos de la falla Incapuquio de la probable falla
que corre paralela al Flanco Andino.

Los gruesoss bancos de riolitas, andesitas y piroclásticos del Volcánico Quellaveco,


tienen en general rumbo NO hasta E-O con buzamientos que van de 5° a 20° al SO y S
respectivamente. El conjunto dá la impresión de corresponder a un homoclinal o al flanco de
una estructura anticlinal muy amplia.

67
INGEMMET

Los bancos de riolitas y piroclásticos forman en muchos lugares pendientes estructu-


rales (dip slope) tal como se observa en el cerro Larampahuane.

Una superficie de erosión bastante disectada, probablemente correspondiente a la


Superficie Puna, se aprecia en la parte alta de la Mina Toquepala. La mencionada superficie
se prolonga más allá del cuadrángulo, tanto al NO como al SE; en el paisaje se distingue un
amplio escalón entre las pampas costaneras y la cadena de conos volcánicos.

Los clásticos de la formación Moquegua ocupan toda la porción de las pampas


costaneras. Las capas que componen la formación están suavemente onduladas, sus rumbos
varían desde E-O hasta NO-SE; igualmente sus buzamientos varían desde sub-horizontales
hasta 10° y 12° al sur y suroeste. En conjunto la formación Moquegua yace como un extenso
plano inclinado en dirección suroeste.

Los tufos del Volcánico Huaylillas que se encuentran en el cuadrángulo de Moquegua


son remanentes de una extensa cobertura volcánica. Los afloramientos más importantes se
hallan en ciertos sectores de la superficie de erosión ya mencionada. Así, al norte de
Quellaveco se distinguen exposiciones de tufos a manera de lenguas en los espacios interfluviales.
La superficie de los tufos tienen una suave inclinación al SO y está disectada por pequeñas
quebradas paralelas.

En el ángulo noreste del cuadrángulo aparece la porción suroeste de los volcánicos


Arundane y Chuquiamanta. Los derr ames que forman la estructura de estos conos volcáni-
cos se muestran como manteamientos envolventes con buzamientos al sur, suroeste y oeste.
La inclinación de los derrames se hace más suave hacia la base de los conos.

Estructura de las Rocas Igneas

Los diversos cuerpos intrusivos que afloran en el cuadrángulo tienen contornos irre-
gulares, pero en conjunto siguen un alineamiento NO, coincidiendo con la dirección andina.

En algunos sitios, como en los flancos de los valles Coscori y Micalaco, muestran dos
o tres sistemas de diaclasas que dan lugar a una disyunción en bloques de forma tabular. En
las lomas altas la disyunción más característica es la esferoidal.

Los afloramientos intrusivos en la parte central del cuadrángulo forman un anillo


discontínuo, pero prominente en cuyo interior se encuentra el microgranito de color rojizo y
pequeños cuerpos de monzonitas; la riolita Yarito de aspecto de domo alargado ocupa la
porción central del anillo. Tanto el granito como la riolita se suponen emplazados en zonas de
debilidad que pueden ser la prolongación de la falla Micalaco u otras estructuras secundarias.

68
GEOLOGIA ECONOMICA

El flanco occidental de los Andes, en el cual se halla ubicada la hoja de Moquegua,


pertenece desde el punto de vista metalogénico, a la Provincia Cuprífera del Pacífico, que
incluye los territorios de Chile y Perú.

En particular, en el área de Moquegua se encuentran varios yacimientos de cobre,


unos son diseminados del tipo “pórfido de cobre” y otros de “relleno de fisuras”. Al primer
grupo corresponden los depósitos de Toquepala, Quellaveco y Cuajone que son los más
importantes que se conocen hasta el presente en el sur del Perú.

Los yacimientos filonianos son todos pequeños, los más interesantes son las vetas de
las minas Norvill y Tojenes.

Aparte de los yacimientos de cobre que hemos señalado, existen en el cuadrángulo


pequeños depósitos de yeso y epsomita. El yeso se trabaja muy esporádicamente, para las
necesidades locales.

A continuación tratamos en forma detallada los yacimientos cupríferos, pero deja-


mos constancia que los datos referentes a los “pórfidos de cobre” son tomados en gran parte
de publicaciones previas.

Los yacimientos de Toquepala, Quellaveco y Cuajone quedan en el lado oriental de


los cuerpos diorítico-granodioríticos del Cretáceo-Terciario inferior, que afloran en la por-
ción central norte de la hoja de Moquegua. Los macizos intrusivos que se suponen como
pertenecientes al Batolito Andino están intruídos por stocks más jóvenes, de composición
intermedia (dacitas, pórfido monzonítico, etc.), que probablemente derivaron por diferencia-
ciones de mismo magma.

Los cuerpos mineralizados de Quellaveco y Cuajone, ubicados en los valles de los


ríos Asana y Torata, respectivamente, se encuentran en estructuras de brechas o en las rocas
adyacentes a dichos cuerpos.

La alteración de las rocas es similar en los tres yacimientos, pero los halos de altera-
ción varían de uno a otro. En Toquepala las rocas de la chimenea de brecha y de sus alrede-

69
INGEMMET

dores se encuentran fuertemente alteradas con cuarazo, sericita. En Cuajone el halo de


alteración es mucho más grande; la alteración más intensa queda en la parte central del yaci-
miento con formación de cuarzo, sericita. Más lejos la alteración psa de moderada a débil,
siendo esta última principalmente propilítica.

La mineralización consiste de una diseminación fina de sulfuros en toda la roca altera-


da, en forma de cristales de grano pequeño o como pequeños agregados de cristales y vetillas.
Los minerales primarios son principalmente pirita, calcopirita y en proporciones más peque-
ñas bornita, esfalerita y molibdenita. Cerca de la superficie los sulfuros han sido oxidados y
lixiviados. Las soluciones con cobre precipitaron su contenido de cobre formando una zona
enriquecida con calcocita.

El estudio de los yacimientos de Toquepala, Quellaveco y Cuajone, indica que, des-


pués de la depositación del mineral, las zonas mineralizadas, y en general la región, estuvieron
expuestas a la erosión, originándose como consecuencia una superficie de relieve muy mode-
rado. Debido a los procesos de oxidación de los sulfuros, lixiviación y deposición secunda-
ria, se formó un manto más o menos profundo de calcocita que quedó aproximadamente
paralelo a la antigua superficie. Posteriormente la superficie fue cubierta por rocas volcáni-
cas. Durante el Pleistoceno la escorrentía labró profundas quebradas a través de las rocas
volcánicas, dejando al descubierto a los yacimientos.

Depósitos Metálicos

Toquepala

Esta mina se encuentra ubicada en la quebrada del mismo nombre a 35 km, en línea
recta, al este de la ciudad de Moquegua.

Geología

La formación más antigua que se conoce en el área de la mina corresponde al Pórfido


Quellaveco. El afloramiento de dicha roca es pequeño y se encuentra en el extremo sur del
tajo abierto. Encima de la unidad mencionda y en discordancia se encuentra la Serie Toquepala,
compuesta por : riolita, andesita, pórfido cuarcífero y dolerita, que en conjunto tienen de 300
a 400 m. de grosor y aparecen en los taludes del tajo abierto con fuerte oxidación. En
discordancia sobre la serie de Toquepala yace la secuencia de rocas volcánicas, tufos y
derrames andesíticos de la Serie Alta. En el levantamiento geológico del cuadrángulo de
Moquegua, ambas unidades citadas, han sido descritas como pertenecientes al Volcánico
Quellaveco.

70
Geología del cuadrángulo de Moquegua

La Serie Toquepala y la Serie Alta están intruídas por dioritas y granodioriats del
batolito costanero; no hay metamorfismo sensible en las rocas huéspedes.

Las rocas volcánicas así como la diorita se encuentran intruídas por un pequeño
stock y por diques de pórfido dacítico. El área mineralizada es ligeramente elíptica, su eje
mayor tiene algo más de 1,800 m. y el menor 1,000 m. Dentro de esta área existe una gran
chimenea de brecha, estructura principal que controló la mineralización del yacimiento.

Al lado norte del depósito hay un cuello volcánico compuesto de aglomerado dacítico
que contiene fragmentos de diorita y de rocas volcánicas correspondientes a la Serie Alta.
Las rocas más jóvenes, de edad post-mineral, consisten de intrusiones en forma de diques de
andesita y latita porfirítica, que se hallan dentro de la chimenea y del cuello volcánico. El
pórfido dacítico, la chimenea de brecha y el cuello volcánico, se encuentran inmediatamente
hacia el lado norte de la falla de Micalaco, probablemente en una zona de debilidad amplia
causada por cizallamiento. La falla Micalaque, como ya mencionamos, pertenece al sistema
de fallas de Incapuquio.

Según RICHARD y COURTRIGHT op, cit, la chimenea de brecha está rellenada


por material fragmentario que tienen distintas texturas, composición y cementación, originada
en varios episodios durante el desarrollo de la estructura. Los mencionados autores restrin-
gen el término brecha a todo el material fragmentario que ocupa la chimenea, el cual ha sido
rotado y desplazado de su posición original, en contraste a las rocas profusamente fractura-
das de los hastiales que no se movieron durante las actividades explosivas. Es así como
diferenciaron dos tipos principales de brechas: al “ore breccia” que es la brecha principal de
la chimenea compuesta de fragmentos angulosos de toda clase de rocas cementadas por
cuarzo, turmalina y sulfuros, y la “pebble breccia” o brecha de guijarros constituida por frag-
mentos redondeados en una matriz arcillosa fina.

Asimismo mencionan numerosas fallas pequeñas y venillas de cuarzo, turmalina y


sulfuros a través de la estructura mineralizada, e indican que las fallas post-minerales son de
menor importancia.

El área mineralizada está caracterizada por una fuerte alteración hidrotermal que,
según RICHARD y COURTRIGHT, afecta a todas las rocas a excepción de las latitas
porfiríticas. Refieren que la intensidad de la alteración varía de las porciones centrales hacia
la periferia; en las zonas más intensas los productos de alteración son cuarzo, sericita y arcilla;
hacia los bordes, y más lejos de la estructura mineralizada, la alteración grada hasta las facies
de propilitización. Igualmente indican que la historia de la mineralización es compleja y fue
precedida por una alteración hidrotermal.

Los sulfuros hipógenos más abundantes son: pirita y calcopirita; en cantidades su-
bordinadas se presenta bornita, esfalerita y molibdenita.

71
INGEMMET

La mineralización está localizada en la chimenea de brecha, estructura que se supone


controló la circulación y deposición de los sulfuros. Posteriormente el mineral sufrió un pro-
ceso de enriquecimiento secundario, durante el cual se formó un cuerpo lenticular de calcosita
cuyo mayor grosor coincide con la porción central de la chimenea.

Según los mismos autores la parte superior del cuerpo mineral es mas o menos hori-
zontal y queda debajo de una zona fuertemente lixiviada de rocas con abundante limonita,
jarosita y vestigios de cobre. En la zona de enriquecimiento secundario además de calcosita
se presentan pequeñas porporciones de bornita, covelita, digenita secundarios y calcopirita la
transición al mineral es generalmente imprecisa.

En la fecha en que se realizaba este trabajo se extraía diariamente del tajo abierto
200,000 toneladas de material, alrededor de 170,000 era desmonte y 30,000 de mineral con
algo más de 1% de cobre. Las reservas del yacimiento se consideraban del orden de 500
millones de toneladas de mineral con ley promedio de 1.2%.

Quellaveco

El depósito de Quellaveco se encuentra en el fondo del valle del río Asana, a 12 km


en línea recta, al norte de Toquepala. Su posición geográfica es la siguiente : latitud 17° 06´
sur, longitud 70° 38´ oeste y altitud 3,700 m.

En el lado sur del valle aparece extensamente el Pórfido Quellaveco sobre el cual
yacen andesitas y riolitas de la Serie Alta. En el fondo del valle, intruyendo al Pórfido
Quellaveco aflora un cuerpo intrusivo, en parte fracturado y con fuerte alteración hidrotermal,
de composición no bien definida por su alteración y que en términos generales se le considera
como monzonita cuarcífera, aunque grandes porciones han sido microscópicamente determi-
nadas como diorita cuarcífera. Dentro de este macizo ígneo queda el cuerpo mineralizado.
En la ladera norte el intrusivo queda cubierto con fuerte discordancia de erosión por tufos del
Volcánico Huaylillas.

Tanto en el campo como en las determinaciones petrográficas la roca se presenta con


fuerte alteración hidrotermal, los productos de dicho proceso son cuarzo y sericita, principal-
mente.

En el lado sur de la quebrada, en los barrancos que quedan detrás del campamento,
el intrusivo se presenta fragmentado hasta brechado, con fuerte alteración hidrotermal, con
venillas de cuarzo y pirita asociada con finos cristales de calcopirita.

No se dispone de información sobre la forma y dimensiones de la chimenea y del


área brechada adyacente; en el mapa geológico se dá una representación tentativa y exage-
rada; superficialmente tiene cierta cobertura de grava y vegetación.

72
Geología del cuadrángulo de Moquegua

La mineralización hipógena consiste principalmetne de pirita y calcopirita y algo de


esfaleriat y molibdenita que se presenta en forma de vetillas y diseminaciones dentro de la
estructura, y de rocas fracturadas, además se presenta calcosita y bornita en la zona de
enriquecimiento.

Se supone que la formación de este yacimiento es similar al de Toquepala. El pórfido


cuarcífero de Quellaveco fue intruído por diorita y monzonita cuarcífera, ésta a su vez fue
penetrada por diatremas en la que cayeron los fragmentos rocosos proporcionando los ma-
teriales más importantes de la chimenea de brecha; quedando fracturadas las rocas adyacen-
tes a la estructura. Luego siguieron los procesos de alteración hidrotermal y mineralización
seguido de un período de erosión dejando en parte descubierta a las rocas intrusivas. Nue-
vos derrames y piroclásticos del Plio-Pleistoceno cubrieron la región y la monzonita ya ex-
puesta quedó nuevamente cubierta con discordancia por dichos materiales. Durante el
Pleistoceno el agua proveniente del deshielo de los glaciares cortó el actual valle de Asana
que alcanzó el intrusivo y puso al descubierto al yacimiento.

Cuajone

El depósito de Cuajone se encuentra en la parte alta del río Torata, quebrada de


Chuntacala, tributaria del Torata. La posición geográfica es la siguiente: Latitud 17° 03´ Sur,
Longitud 70° 43´ Oeste, y altitud 3,500 m.

La geología del área del yacimiento está constituida en general por las siguientes
unidades: el Pórfido Quellaveco que aflora en la quebrada Chuntacala, con un grosor estima-
do en algo más de 200 m; los de rrames andesíticos, en parte brechoides, de la Serie Alta, se
hallan en la boca de la quebrada Chuntacala y en el fondo del valle del río Torata, aguas arriba
del área mineralizada se presentan en bancos de 5 a 8 m. y con un grosor visible de más de
300 m.; la Riolita Tinajones aflora en la parte superior de la quebrada Chuntacala y en la parte
alta del valle de Torata, sobre estas riolitas yacen los tufos del Volcánico Huaylillas.

El Pórfido Quellaveco y los derrames andesíticos de la Serie Alta están cortados por
un complejo de rocas intrusivas. El cuerpo más antiguo pertenece al batolito y consiste de
diorita y granodiorita que aflora en el fondo y en las laderas bajas del valle de Torata, hacia el
oeste del yacimiento. La roca intrusiva del área mineralizada es una monzonita cuarcífera que
aparece en un sitio bastante pequeño en la ladera norte de la Quebrada Chuntacala y en la
ladera sur del valle del río Torata.

Superficialmente el cuerpo mineralizado está cubierto por volcánicos post-


mineralización, con espesores que pueden llegar a más de 200 m; sólo en aislados puntos de
la quebrada Chuntacala se nota rastros de la monzonita totalmente alterada y con manchas de

73
INGEMMET

óxidos de cobre. Verticalmente el diámetro de la zona mineralizada decrece y adquiere


finalmente la forma de cono truncado, cuyos límites laterales están indicados por notable
disminución de la mineralización y débil fracturación y alteración de las rocas. Chimeneas de
brecha post-minerales, de forma alargada cortan la estructura mineralizada.

Las rocas de la zona mineralizada tienen fuerte alteración hidrotermal; en la parte


central los componentes del pórfido cuarcífera y de otras rocas se hallan emplazadas por
cuarzo sericita, esta alteración disminuye gradualmente hacia la periferia convirtiéndose en
una propilitización caracterizada por la presencia de clorita, epídota y calcita.

La mineralización primaria se encuentra dispersa en forma de granos y también como


finas vetillas intrincadamente orientadas dentro del área de fracturación. Consiste de pirita en
gran abundancia y calcopirita, en menor proporción, la molibdenita es escasa y esporádicamente
distribuída. La bornita, enargita, esfalerita y galena se presentan en cantidades pequeñas.

En la parte superior del cuerpo primario hay una zona de enriquecimiento secundario,
de forma lenticular, constituida principalmente por calcosita con algo de covelita y trazas de
bornita. La calcosita se presenta reemplazando en forma total o parcial a la pirita y calcopirita.
La ley de la zona enriquecida alcanza hasta 2.5% de cobre. Encima de la calcosita existe una
zona oxidada de muy pocos metros de profundidad con minerales de crisocola, malaquita,
tenorita, algo de cobre nativo y abundante limonita.

Las reservas del yacimiento de Cuajone se estima en más de 500 millones de tonela-
das métricas de mineral con una ley algo mayor de 1% de cobre.

En términos generales la formación del yacimiento de Cuajone es similar a la de otros


depósitos de pórfido de cobre de la zona ya descritos.

Otros Depóstios de cobre .- En ambos flancos de la parte media de la quebrada


Calumbraya hay varios prospectos y algunas minas pequeñas, todas de cobre, durante los
trabajos de campo del presente estudio se encontraban inactivas.

A la mayoría de los prospectos se llega por un camino de herradura que sale del
pueblo de Ilabaya y asciende por el fondo de la quebrada Calumbraya. La mina Norwill, una
de las más septentrionales, tiene acceso mediante una trocha de carretera, bastante angosta y
de fuerte gradiente, que sale del poblado de Mirave, ubicado sobre la carretera Locumba-
Ilabaya.

Todos los prospectos y minas están en el macizo diorítico de Micalaco, que intruye,
como ya hemos indicado, a los volcánicos del grupo Toquepala. Estas labores fueron visita-
das por el autor en años anteriores al presente estuido. A continuación se describen los
prospectos y minas más importantes, de sur a norte, conforme su ubicación.

74
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Prospecto de la Quebrada Cocajone

La quebrada Cocajone es tributaria de la quebrada Calumbraya, por su margen


izquierda, y desemboca a unos 3 km aguas arriba del paraje de Calumbraya.

En la mencionada quebrada, a unos 2.5 km aguas arriba de su desembocadura, casi


en el borde oriental del cuadrángulo, y entre 2,280 y 2,350 m. de altitud, existen varias
trincheras superficiales en ambas laderas; los diversos trabajos exploran tres vetas pequeñas.

La veta más occidental aflora cerca de 40 m. y queda en el lado derecho de la


quebrada. Tiene rumbo N 12° O y buzamiento 75° E. La veta está formada por material
brechado de 80 a 100 cm. de ancho y contiene varias venillas irregulares de cuarzo de 1 a 20
cm., con diseminaciones de pirita y chalcopirita. Manchas de malaquitas se distinguen en las
cajas y dentro del material de la ve ta. Hay cuatro trincheras de 1 a 5 m. de profundidad que
muestran la discontinuidad de la veta y su escasa mineralización.

La segunda veta se halla a unos 30 m. al noreste de la primera y contiene un relleno


similar; tiene un afloramiento muy corto con rumbo N 5° E y buzamiento de 70° O. El
socavón de exploración, que parece ser de pocos metros de avance, se h alla derrumbado
cerca de la entrada.

La tercera veta queda entre 80 y 100 m. al norte de la segunda. Su afloramiento


atraviesa la quebrada, y puede seguirse cerca de 250 m. con rumbo promedio de N 10° O y
buzamiento de 60 a 57° NE. El tramo que se halla en el lado oriental de la quebrada ha sido
explorado por varias trincheras superficiales y un socavón de 9 metros de largo. En estas
labores se observa que la veta tienen de 40 a 100 cm. de ancho y se compone de material
brechado de las rocas de caja, con anchos que van de 30 a 50 cm.; arcillas de salbanda así
como de lentes y venas de cuarzo, con algo de pirita, con anchos que van de 10 a 50 cm.
Recubrimientos de malaquita y azurita se notan en las cajas y dentro del material de la veta.

En resumen las vetas exploradas en la quebrada Cocajone contienen una escala


mineralización.

Area de la Quebrada Tojenes

Los depósitos del área son vetas del tipo de relleno de fisuras emplazadas en roca
diorítica. Las vetas consisten principalmente de material fragmentado y molido de las rocas
de caja, con venas de cuarzo que llevan diseminaciones esporádicas de chalcopirita y pirita,
de grano fino. En uno que otro yacimiento están presentes pequeñas cantidades de tetraedrita,
bornita y minerales oxidados de cobre.

75
INGEMMET

Prospecto Calumbraya

Este prospecto se encuentra en la parte baja del área, en el lado oriental de la que-
brada Calumbraya. La veta prospectada tiene rumbo N 25° E, y buzamiento de 50° SO. El
relleno consiste de cuarzo de 1 5 a 60 cm. de ancho, con escasas diseminaciones de calcopirita,
tetraedrita y óxidos de fierro.

Mina Tojenes

Esta mina, inactiva desde hace muchos años, se encuentra en la quebrada del mismo
nombre, a 2,600 m. de altitud. El yacimiento consiste de una veta de rumbo N 20° O y
buzamiento de 55 a 75° al NE. La veta queda en una fractura en roca diorítica y tiene de
0.50 a 1.20 m. de ancho. Está formada por 5-10 cm. de arcillas y salbanda, en el piso y de
material brechado y molido de las rocas de caja, con abundante limonita; dentro del material
brechado de ancho variable hay lentes y venas de cuarzo de 0.30 - 1.20 m. de grosor, con
hilos y franjas delgadas de hematita y malaquita. No se ha observado minerales primarios.
La veta ha sido trabajada mediante una galería que se encuentra derrumbada a los 10 m. del
portal. El volumen de desmonte sugiere que el socavón es bastante largo. A escasos metros
de la entrada hay un pozo de 20 m. de profundidad excavada sobre la veta; en esta labor la
veta de cuarzo, con minerales de cobre oxidado, sólo tienen de 20 a 30 cm. de ancho. La
mayor parte de la fractura está ocupada por material brechado de las rocas de caja.

Mina Norvill

Esta mina se halla en las cabeceras de la quebrada Tojenes, entre 2,950 y 3,250
m.s.n.m. El yacimiento consiste de una veta que aflora por cerca de un kilómetro, con rumbo
variable entre N 15° E y N 5° O y buzamiento de 60 a 80° al NO. En el extremo norte se
ramifica y queda oculta por material detrítico de cubierta. La fractura que contiene la ve ta,
tal como se presenta en los trabajos subterráneos, es una falla con ligeras inflexiones que
troza la diorita-granodiorita de Micalaco. En las arcillas de las salbandas se notan estrías de
resbalamiento. El relleno tiene de 0.50 a 2.00 m. de ancho y consiste de material brechado
y molido de las rocas de caja, dentro del cual se presentan lentes y venas de cuarzo,
discontínuos, con anchos que avn de 0.20 a 1.00 m., sin embargo, hay tramos donde llegan
casi a 2 metros.

El cuarzo contiene hilos, bandas y ojos de óxidos de fierro, así como malaquita y
azurita, además se distingue bornita y muy esporádicas diseminaciones de granos de pirita y
chalcopirita. En el afloramiento de la veta se reconoce hematita y especularita.

76
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Los trabajos realizados en este yacimiento consisten de varias labores subterráneas


ubicadas en el extremo sur, con longitudes que van de 0.70 a 2.00 m.: varias de ellas están
excavadas siguiendo la misma veta.

En el resto del afloramiento la veta está explorada por trincheras superficiales. La


veta de la mina Norvill es la más importante del área de Tojenes y ofrece posibilidades de
explotación.

Depósitos no-metálicos

Yeso

Dos pequeñas canteras de yeso existen en la ladera izquierda del valle de Moquegua,
al sur de la ciudad del mismo nombre. Ellas son: El Mirador y La Rinconada; en ambos
lugares se explota dicho material en pequeña escala.

El yeso se presente en el tope de la formación Moquegua inferior constituyendo un


horizonte de 10-15 m. de grosor. Este horizonte consta de capas y lechos de arcilla yesífera,
de color rojizo, entre las cuales se intercalan capitas lenticulares de 15 a 20 cm. de yeso.
Venillas de yeso cristalizado ocurren en las capas de arcillas. En términos generales el yeso es
blanco, compacto, de textura granular a sacaroide.

Un nivel yesífero, más o menos contínuo, se extiende entre las dos canteras, que distan
alrededor de 10 km una de la otra. Sin embargo, las concentraciones más importantes se
presentan, a manera de gruesos lentes, explotados en las minas El Mirador y La Rinconada.

También se ha observado un banco lenticular de yeso de 3 a 4 m. de grosor en el


paraje de Jaguay y Rinconada, (Quebrada de los Burros) en la misma posición que en el
caso anterior.

Debajo del banco de yeso quedan las arcillas y areniscas rojizas del Moquegua infe-
rior, encima devienen las areniscas y conglomerados del Moquegua superior, con suave dis-
cordancia.

La presencia del yeso en la formación Moquegua del sur del Perú, se supone origina-
do por el influjo del agua del mar en la cuenca o cuencas en que se depositaron las capas del
Moquegua inferior.

77
INGEMMET

Epsomita

Esta sal se encuentra en las partes bajas de la ladera derecha del río Ilabaya, desde
unos 2 km aguas arriba del pueblo del mismo nombre. El lugar más explorado se denomina
“El Colpar” y se halla en la parte baja de la quebrada del mismo nombre.

Las rocas del área son volcánicas, brechoides, hasta tufáceas, verdosas, blanqueci-
nas, etc. superficialmente están muy resquebradajas.

La epsomita ocurre como eflorescencias pulverulentas de color blanco sobre la su-


perficie de las rocas y materiales detríticos de ladera; generalmente ocurren como “copos de
nieve”, mantillos y formas arriñonadas. Las eflorescencias más conspícuas se hallan sobre los
escombros del pie de las laderas. En estos materiales, a una profundidad de 10 a 50 cm., hay
concentraciones de epsomita pulverulenta, de tamaños y formas variables. La mayor profun-
didad se presenta, en las fisuras y cavidades de las rocas, a manra de venillas y bolsillas. El
mineral es blanco brillante y sedoso; en los numerosos prospectos de 2 a 3 m. de profundi-
dad, cavados en las rocas volcánicas, se presenta macizo y también cristalizado en finas
agujas, en estos casos tiene aspecto columnar fibroso.

En el área citada hay numerosos prospectos superficiales pero las concentraciones


de epsomita no son suficientemente abundantes para la explotación regular, en pequeña
escala.

78
GEOLOGIA HISTORICA

No se han reconocido formaciones del Paleozoico en el área de Moquegua ni en los


cuadrángulos adyacentes, los testimonios regionales indican que durante el Paleozoico la
región ha sido teatro de transgresiones y regresiones, así como de movimientos orogénicos y
fuertes procesos de erosión, que culminaron en el Paleozoico tardío a comienzos del
Mesozoico, con la remoción casi completa de todas las formaciones paleozoicas, dejando
así al descubierto el subtratum precambriano.

En la región no se ha reconocido depósitos del Triásico inferior y medio; la ausencia


de estas series indicaría que no se depositaron o en caso contrario fueron totalmente
erosionadas. Tanto en el norte de Chile como en otras regiones del Perú no se han encontra-
do rocas de dicha edad, por lo que se supone que fue en época de emersión general.

El Triásico superior y el Jurásico inferior están representados por formaciones conti-


nentales, semi-continentales y volcánicas, que afloran en varios lugares. BELLIDO y
NARVAEZ op.cit., refieren areniscas y lutitas con restos de plantas e intercalaciones volcá-
nicas en el valle de Moquegua y Tambo (Grupo Yamango), WILSON op,cit., indica depósi-
tos litorales en la parte alta de Tacna (formación Machani).

Estos hechos indican que la primera subsidencia regional tuvo lugar en el Triásico
tardío acompañado con fases volcánicas. Este primer hundimiento coincide con el inicio del
Geosinclinal Andino.

En el Liásico, la actividad volcánica fue mucho más intensa, los derrames y piroclásticos
andesíticos de la formación Chocolate, de la costa meridional, contienen intercalaciones
clásticas y calizas arrecifales, que señalan un ambiente de mares someros y arcos de islas
volcánicas. Entre fines del Liásico y el Bajociano inferior y medio se produce una marcada
subsidencia, durante la cual se depositaron las calizas de la formación Socosani, el área de
Arequipa y Valle de Tambo, y las capas areno-calcáreas, de la formación San Francisco, de
Pachía y Palca en Tacna. En la costa sur no se ha encontrado el Bajociano superior ni el
Batoniano, y hasta donde se sabe los sedimentos de estas épócas también están ausentes en
otras regiones del país por lo cual, en términos generales, se interpreta como un período de
emersión regional.

79
INGEMMET

A comienzos del Jurásico superior se produce en el sur del Perú una transgresión
marina, procedente del Pacífico que abarcó grandes extensiones de la región. En la costa de
Arequipa, Moquegua y Tacna está representada por una secuencia volcánico-sedimentaria
(formación Guaneros), del Caloviano. Hacia el este en el Flanco Andino de la misma región,
cambia de facies, pasando a las areniscas, lutitas y cuarcitas del Grupo Yura, cuya parte
inferior y media corresponde al Caloviano. En el cuadrángulo de Moquegua no afloran las
formaciones citadas y se suponen cubiertas por los volcánicos cretáceos. En la costa y flanco
anidno de Arequipa, Moquegua y Tacna existe un hiato que corresponde al intervalo Jurásico
superior-Cretáceo medio, inclusive es probable que esta ausencia se deba a procesos no de
posición más que a efectos de erosión por lo cual se infiere que las áreas indicafdas habrían
permanecido emergidas desde fines del Jurásico o Neocomiano hasta el Cretáceo superior.

Las rocas más antíguas que afloran en el cuadrángulo de Moquegua corresponden a


los volcánicos del Grupo Toquepala de edad cretáceo superior-Terciario inferior; que cons-
tituyen una gruesa secuencia volcánica, de orígen sub-aéreo, con intercalaciones de sedimen-
tos continentales. Entre las formaciones que componen el grupo existen discordancias para-
lelas, que señalan que el ciclo volcánico estuvo caracterizado por períodos de intensa activi-
dad seguidos de etapas erosivas y sedimentarias continentales en cuencas y depresiones
aisladas. No hay indicios sobre la ubicación de los focos volcánicos aunque las formaciones
susperiores parecen provenir del noreste. Fuera del cuadrángulo, el Grupo Toquepala repo-
sa con discordancia angular sobre los sedimentos del Grupo Yura. Los volcánicos del
Toquepala habrían sido afectados por los movimientos de la segunda fase de la orogenia
andina en el Eoceno tardío o comienzos del Oligoceno. Asociaco con este movimiento, o
inmediatamente después, se habría producido el emplazamiento de los intrusivos que afloran
en el cuadrángulo cortando a toda la secuencia del grupo, con débil metamorfismo. Después
de estos eventos sobreviene un largo período de erosión que reduce el relieve anterior a una
superficie madura, claramente visibles en la parte alta de Toquepala, delante de los conos
volcánicos. Esta superficie, vista regionalmente da la impresión de haberse extendido hacia la
costa con una suave inclinación. Remanentes de colinas con cimas truncadas, idealmente
conectadas, apoyan la visión que se tiene desde la parte alta.

Probablemente, al finalizar el Terciario inferior o comienzos del superior, se produjo


el sistema de fallas de Incapuquio y la gran depresión longitudinal, al pie de los Andes. Las
fallas del Sistema Incapuquio crearon en determinados lugares una zona de debilidad que
facilitaron el emplazamiento de los stocks de pórfido monzonítico y dacítico y la formación de
las chimeneas de brecha con las cuales se relaciona la génesis de los depósitos de cobre
diseminaod de Toquepala, Cuajone y Quellaveco.

En el transcurso del Mio-Plioceno se depositaron en la depresión tectónica apara-


andina, cuyas capas horizontales a ligeramente inclinadas al S y SO constituyen las pampas
costaneras.

80
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Luego de depositarse la formación Moquegua siguió un episodio volcánico muy in-


tenso, de carácter explosivo y probablemente de orígen fisural, cuyos depósitos (Volcánico
Huaylillas) cubrieron ampliamente el Flanco Andino, alcanzando en algunos sectores las pampas
costaneras. Se supone que el eje de erupción estaría a lo largo del cambio topográfico, entre
el Flanco Andino y la alta peneplanicie (superficie Puna), actualmente cubierta por los volcá-
nicos más modernos. Coetáneamente con el volcanismo señalado o ligeramente después, en
cuencas aisladas o intercomunicadas de la peneplanicie, se depositaron los clásticos de la
formación Capillune, muy extendidas en el Altiplano del sur del país.

Un nuevo ciclo volcánico, de carácter efusivo-explosivo, tuvo lugar entre las postri-
merías del Terciario y el Cuaternario, y sus productos, forman los actuales conos volcánicos
que, a manera de una ancha faja montañosa, de rumbo NO-SE, se presenta en la parte alta
de los departamentos de Tacna, Moquegua y Arequipa.

Durante el Terciario superior y el Cuaternario el área de Moquegua, al igual que el


resto del bloque andino, se levantó epirogenéticamente hasta alcanzar sus altitudes actuales.
El prolongado y paulatino movimiento fue acompañado por fallamientos y reajustes de las
fallas preexistentes en la región.

Los aislados y suaves pliegues de la formación Moquegua y especialmente la inclina-


ción general de las pampas, hacia el sur y suroeste, deben haberse producido por la epirogenia
andina.

En el pleistoceno, las porciones altas de los Andes, quedaron cubiertas por glaciares.
La acción erosiva de los hielos es bien conspícua por la presencia de valles en U, anfiteatros,
riscos dentados, etc; sus depósitos en forma de morrenas y fluvioglaciares se encuentran en
los flancos del Arundane; por otro lado las corrientes de agua que derivaron del deshielo,
durante los estadíos de ablación, acarrearon al pie de los Andes una enorme cantidad de
material detrítico, que a manera de un manto casi contínuo se sobrepuso a la formación
Moquegua. Como consecuencia del levantamiento andino los ríos ahondaron fuertemente a
sus cauces formando valles profundos y encañonados.

El tectonismo actual se manifiesta en forma de movimiento sísmico y con mucha


frecuencia ocurre a lo largo de los Andes.

81
INGEMMET

82
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84
EL INSTITUTO GEOLOGICO MINERO Y METALURGICO

Dio término a la impresión de esta

Obra en sus talleres en el mes

De Diciembre de 1979

Impreso en INGEMMET

85
INGEMMET

86
Contenido

RESUMEN ............................................................................................................................. 1

INTRODUCCION ................................................................................................................. 3
Trabajo de Campo ......................................................................................................... 3
Base Topográfica ........................................................................................................... 3
Trabajos Anteriores ....................................................................................................... 4
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................ 4

GEOGRAFIA ......................................................................................................................... 5
Ubicación y Extensión del Area ...................................................................................... 5
Topografía ..................................................................................................................... 5
Hidrografía ..................................................................................................................... 7
Vías de Comunicación .................................................................................................... 8
Centros Poblados .......................................................................................................... 9
Recursos Naturales ........................................................................................................ 9
Clima ........................................................................................................................... 11

GEOMORFOLOGIA ........................................................................................................... 13
Llanura Costanera ........................................................................................................ 13
Flanco Andino ............................................................................................................. 17
Cadena de Conos Volcánicos ....................................................................................... 18

ESTRATIGRAFIA ................................................................................................................ 23
GRUPO TOQUEPALA .............................................................................................. 23
Formación Toquepala ......................................................................................... 23
Formación Inogoya ............................................................................................. 25
Volcánico Paralaque .................................................................................. 27
Volcánico Quellaveco ................................................................................ 29
Pórfido Quellaveco .......................................................................... 30
Serie Toquepala ............................................................................... 31
Serie Alta ........................................................................................ 32
Riolita Yarito .................................................................................... 34

i
INGEMMET

Riolita Tinajones ............................................................................... 35


Edad y Correlación del Grupo Toquepala} ....................................... 36
Formación Moquegua ......................................................................................... 37
Moquegua Inferior..................................................................................... 38
Moquegua Superior................................................................................... 39
Origen de la Formación Moquegua ............................................................ 41
Formación Huaylillas ........................................................................................... 43
Formación Capillune ........................................................................................... 45
Formación Barroso ............................................................................................. 46
Depósitos Morrénicos y Fluvioglaciares ..................................................... 48
Depósitos Aluviales ................................................................................... 48
Terrazas Aluviales...................................................................................... 49
Conos Aluviales ....................................................................................... 50
Depósitos Coluviales ................................................................................. 50
Depósitos Fluviales.................................................................................... 50

ROCAS INTRUSIVAS ........................................................................................................ 53


Diorita-granodiorita ...................................................................................................... 53
Granito ........................................................................................................................ 55
Monzonitas y Dacitas ................................................................................................... 56
Intrusiones Hipabisales ................................................................................................. 58
Chimeneas de Brecha ................................................................................................... 58
Edad de los Intrusivos Menores .......................................................................... 58

GEOLOGIA ESTRUCTURAL ............................................................................................. 61


Fallas ........................................................................................................................... 63
Sistema de Fallas Incapuquio .............................................................................. 63
Falla Micalaco .................................................................................................... 65
Falla del Area de Otora ............................................................................. 65
Fallas Menores ................................................................................................... 66
Pliegues ....................................................................................................................... 66
Estructura de las Rocas Volcánicas ............................................................................... 67
Estructura de las Rocas Igneas ..................................................................................... 68

GEOLOGIA ECONOMICA ................................................................................................ 69


Depósitos Metálicos ..................................................................................................... 70
Toquepala........................................................................................................... 70
Geología ................................................................................................... 70
Quellaveco ......................................................................................................... 72
Cuajone.............................................................................................................. 73

ii
Geología del cuadrángulo de Moquegua

Prospecto de la Quebrada Cocajone................................................................... 75


Area de la Quebrada Tojenes.............................................................................. 75
Prospecto Calumbraya........................................................................................ 76
Mina Tojenes ...................................................................................................... 76
Mina Norvill ....................................................................................................... 76
Depósitos no-metálicos ................................................................................................ 77
Yeso ................................................................................................................... 77
Epsomita ............................................................................................................ 78

GEOLOGIA HISTORICA ................................................................................................... 79

BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................. 83

iii

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