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Reflexiones de Filosofía Social sobre la familia

El gran filósofo de la Grecia antigua, Aristóteles, definió al hombre como un animal político, o sea, como un animal,
que por su misma naturaleza es social. La sociedad brota de la misma naturaleza del hombre. Afirmar esto es de
suma importancia, porque se dice que ni el individuo puro, ni la sociedad pura existen, lo que existen son los
hombres concretos que son tantos individuales, como sociales. Se desecha que la sociedad sea simplemente un
pacto entre los hombres, el cual no es necesario, como propagan los individualistas. A su vez, se desecha
también, la teoría del universalismo social, que afirma que la sociedad es algo que existe fuera del hombre. ¡No!
La sociedad brota de la misma naturaleza humana. Por esto las inclinaciones naturales se ven representadas en
la sociedad.
Dice Santo Tomás que existe una inclinación común al hombre y a todos los seres, en cuento que son
substancias, esta inclinación es la de la conservación del propio ser, de la propia existencia. También existe una
segunda inclinación, que es común a los hombres y a todos los animales, que es la unión entre el macho y la
hembra y la educación de los hijos. Y por último, una tercera inclinación propia de la naturaleza humana, como
es el conocimiento de la verdad y la vida en sociedad. A estas hay que sumarles el primer principio de la razón
práctica, que es base de todas las inclinaciones, que se puede formular de la siguiente manera:
“Bonum est faciendum et prosequendum, et malum vitandum.”
Sintetizando podemos hablar, entonces, de cinco inclinaciones:1-

Al bien;2-
A la conservación del ser;3-
A la unión sexual y la educación de los hijos;4-
Al conocimiento de la verdad; y5-
A la vida en sociedad.

En este trabajo nos interesa la tercera de las cinco inclinaciones, que es la unión sexual y la educación de los
hijos. Estas son inclinaciones comunes a todos los animales y de un modo especial del hombre. Todos los
animales no racionales, por instinto,
Entienden a la unión sexual y cada vez que tienen crías se puede observar el cuidado que le dan: el alimento, el
cariño y hasta le enseñan cosas: a cazar, a volar, a huir del peligro…El itinerario que proponemos para este
ensayo es profundizar en esta inclinación, que constituirá la familia. Ver su esencia, su finalidad y su importancia
para la sociedad. En este punto nos daremos cuenta que al estar debilitada la familia, se debilita la sociedad. Por
último, concluiremos afirmando la necesidad de las familias y la imposibilidad de prescindir de ellas. Dice Rafael
Gambra que la familia es la primera forma de sociabilidad, ya que el instinto genético y el de la paternidad son
los más fuertes impulsos que unen a los seres humanos y de esta forma se determina la institución familiar. Esta
se constituye en la primera y más universal de las formas de sociabilidad.
De este razonamiento viene aquella famosa e histórica definición: “la familia es la célula de la sociedad”.
No puede entenderse, por lo tanto, una sociedad sin familias. Es imposible que esto ocurra. Por eso afirma
nuevamente Gambra de una manera categórica y hasta desafiante:
“Lo que puede afirmarse como un hecho constante, no contradicho por ningún dato histórico ni etnográfico y
apoyado en fundamentos psicológicos ciertos, es que la familia ha existido desde que hubo hombres y mujeres
en la tierra, aunque adaptándose a las condiciones espirituales y económicas de los diversos pueblos y de las
diversas épocas.”

RELACIÓN DE LA FILOSOFÍA CON LA SOCIEDAD


La filosofía, como otras actividades, por ejemplo, la artística, es eminentemente humana. Esto significa que nada
más el ser humano la ha practicado a lo largo de su historia. según Aristóteles, el hombre es el único ser que
necesita saber; pues los dioses ya lo saben todo y son omniscientes; mientras que el animal tampoco requiere la
sabiduría porque carece de racionalidad y sólo le interesa satisfacer sus necesidades e instintos.
Todos nosotros hemos filosofado en una o varias ocasiones, aunque no de una manera sistemática como los
filósofos profesionales, y hemos dado respuestas provisionales e ingenuas a nuestras dudas, angustias y
temores.
¿qué significa la muerte? ¿qué sentido tiene la vida? ¿qué son la amistad y el amor? ¿qué destino nosaguarda?
¿cuál es el valor de la existencia?
Parece ser, entonces que no nos conformamos con simplemente vivir y dejar que el tiempo nos consuma, sino
que nos rebelamos, como lo hacía Miguel de Unamuno, contra la muerte, al reclamar la inmortalidad en su obra
Del sentimiento trágico de la vida. Es decir, nuestra naturaleza racional nos empuja a cuestionar las cosas, a
buscar explicaciones o justificaciones a nuestros valores y creencias sobre el mundo y nuestra propia existencia.
A la búsqueda de razones se encamina la Filosofía, de acuerdo con Pitágoras, la Filosofía se entendía en sus
primeros tiempos como un afán de saber, como un amor a la sabiduría (philos, amor o amistad; Sophia, sabiduría).
Y Aristóteles, el más sistemático de los grandes filósofos griegos, veía en la filosofía un quehacer necesario e
inherente a la naturaleza humana. Todos los hombres, decía, tienen necesidad de conocer; sólo el sabio alcanza
la verdadera felicidad, en la medida en que desarrolla lo más propio de sí: la racionalidad.

Filosofía y religión
“Quien quiera superar la Inteligencia sin querer pasar por ella, se arriesga a caer infinitamente más bajo”.
Plotino
Una herencia con fuerte influencia
Aún hoy en nuestro mundo es muy difícil tratar el tema de la fe, la creencia o la verdad sin vernos afectados,
inconscientemente, por los filtros intelectuales que hemos heredado de las religiones del Libro.
Una investigación basada en las fuentes clásicas y contemporáneas sobre los conceptos de verdad, fe y creencia,
nos puede permitir discernir con eficacia las diferencias y eventuales convergencias entre la Filosofía, la Mística
y la Religión, sin confundirlas.
Ambas tienen un mismo contenido, pues tanto una como otra buscan la verdad y la sabiduría, aunque sus vías
de acceso sean diferentes. La religión revela, utilizando el lenguaje de la representación a través de mitos, ritos
y símbolos. La filosofía desvela, demuestra a través de la idea, el pensamiento y el concepto.
Acceso religioso y acceso filosófico a la verdad
Si bien la Religión y la Filosofía tienen preocupaciones comunes como la ontología y la moral, “hay una diferencia
fundamental entre la ética filosófica y la de las religiones, que es la referencia a una voluntad sagrada, a una
voluntad divina.” (1) Esta diferencia procede de la existencia en la Religión de un principio de autoridad exterior.
Por el contrario, el filósofo trata de comprender la verdad que le es propuesta y de constatarla en sí mismo para
integrarla a través de una progresión de pensamiento y acción.
Para las religiones, la verdad es dogmática y absoluta. No se la puede refutar. Una verdad absoluta puede existir
en este plano de la existencia. Para las filosofías, por el contrario, ninguna verdad absoluta puede existir en este
plano. En consecuencia, no se puede hablar más que de verdades relativas, y de un acceso a lo verdadero por
una ascensión progresiva, a través de la toma de conciencia de nuestra propia ignorancia.
Los filósofos antiguos habían descubierto también que, aunque no se llegase a una verdad, esta ascensión indica
una experiencia de orden individual intransmisible, pues la vivencia puede tan sólo vivirse pero no transmitirse.
En cambio, el método para que cada cual pueda tener acceso a ella por sus propios esfuerzos sí es transmisible.
No se puede llegar a la verdad ni por la moral, ni por recetas de verdades prefabricadas, ni por ritos. Es el enfoque
sobre la verdad el que diferencia a la religión de la filosofía.

La relación entre filosofía y política


¿Existe alguna relación entre la filosofía y la política? Y de ser así, ¿cuál es esa relación? ¿Cuáles las
características que permite establecerla con aceptable precisión? A primera vista parecieran dos dominios del
conocimiento y acción humanas completamente diferentes, pues mientras la filosofía busca la verdad, la política
busca el poder y con no poca frecuencia, poder y verdad resultan dos categorías contrapuestas.
No obstante, convendría recordar que en la civilización occidental, desde sus orígenes griegos hasta hoy, la
filosofía ha pretendido ser la razón de la política y ésta la práctica de la razón. Una deseada unidad indisoluble
entre teoría y práctica, razón y acción, logos y praxis, de tal manera que la una no sea posible sin la otra.
La razón es una forma de la realidad y la realidad es la forma tangible de la razón. Todo lo real es racional y todo
lo racional es real, afirmó Hegel dándole a su filosofía una consistencia dialéctica sin precedentes. De ahí que la
ética, conjunto de reglas prácticas que debe conducir el comportamiento de los seres humanos, sea un compuesto
indisociable entre la acción y la razón que la sustenta y guía.
La razón sin acción es teoría hueca, el espectro de la idea vaciada de contenido, y la acción sin razón es barbarie,
instinto zoológico sin sentido, dirección y finalidad humanas. Me viene a la mente aquella frase de Henri Bergson,
el gran filósofo francés, que dice: “Piensa como hombre de acción y actúa como hombre de pensamiento” que
sintetiza de manera admirable esta doble condición entre el pensamiento y la acción, la teoría y la práctica, la
razón y la realidad.
Ahora bien, desde Sócrates, Platón y Aristóteles, la realidad por excelencia es la realidad política. En este sentido,
Aristóteles fue brutalmente categórico: “El hombre es un animal político”, quien no necesita de lo político, es decir
de lo social, de las relaciones inter subjetivas, de la vida comunitaria, “es un Dios o una bestia”
Economía y filosofía
En efecto, la simple economía doméstica es la que nos suministra las cinco cosas que son de verdadera
necesidad para el hombre: vivir, vestir, tener abrigo, techo y salud. La filosofía, entonces estimula el raciocinio,
la inteligencia y el ser en cuanto es y debería ser para que el hombre avance en el tiempo y en el espacio.
Probablemente el común de la gente no haya podido asociar estas dos ciencias como soluciones a sus
problemas diarios porque la economía la ven como números, algunas veces muy complicados, y la filosofía
como una cuantía de fraseologías que solo lo entienden los propios filósofos.
La filosofía del Siglo XX y este entrante Siglo XXI ya no tiene asegurada la justificación de su existencia como
Ciencia ya que las catástrofes de nuestro tiempo no solo han afectado a los filósofos en sus propias vidas, sino
que ha socavado de modo más persistente la fe en la realidad de la razón que la experiencia de la división entre
lo nuevo y lo antiguo en la época de las revoluciones. La filosofía, a diferencia del idealismo clásico, ya no se
atribuye la autoridad de conciliar esta división en el pensamiento. Mas bien propaga su propia abdicación ya
sea en favor del arte, de la ciencia o de la política.

Precisamente, por abdicar la filosofía a otras ciencias, es porque está aún más vigente que nunca ya que ha
sido y es la base de todas las ciencias "per se" al haber brindado a las mismas la razón, pensamiento y
conocimiento universal. Por otro lado, las Ciencias Económicas, como herencia de la madre "FILOSOFÍA", está
aún más que actualizada por interpretar ese raciocinio, pensamiento y conocimiento universal en hechos
concretos como la interpretación de la producción, distribución y consumo de la riqueza y sus posibles
soluciones en cualquier sociedad moderna.
Lo que ha pasado, muchísimas veces, pero muchísimas veces, que los filósofos y economistas ante la sociedad
presentan posturas cerradas, apenas entendibles al común y se convierten en figuras incomprensibles, así
como las ideas que divulgan. Hay que poner estas Ciencias Sociales, ahora y siempre, al entendimiento de la
mayoría. De lo contrario, ocurre un rechazo directo en creer en estas disciplinas como algo practico y efectivo
para sus vidas.

Relación entre filosofía y educación


FILOSOFÍA Y EDUCACIÓN, Aunque parezcan muy distintas y sin relación alguna, la educación y la filosofía están
intrínsecamente relacionadas, ya que una no es sin la otra. O sea, la filosofía sin educación no puede cumplir a
cabalidad su trabajo, y liberar a las personas de su ignorancia. El filósofo se vale de la educación para transmitir
sus preceptos y sin esta sería imposible lograrlo. Mientras que el educador se vale de la filosofía para poder
organizar sus conceptos y así transmitirlos de una manera lógica y acertada a su estudiantado. Para aclarar la
relación entre la educación y la filosofía veamos algunas ramas de esta última que nos ayudan a estructurar la
educación. Un buen ejemplo para plasmar este planteamiento, lo encontramos en la rama de la filosofía llamada
epistemología. La epistemología es la ciencia que estudia el conocimiento humano y el modo en que el individuo
actúa para desarrollar sus estructuras de pensamiento. La epistemología se relaciona con las justificaciones que
el ser humano puede encontrar a sus creencias y tipos de conocimiento, estudiando no sólo sus metodologías si
no también sus causas, sus objetivos y sus elementos intrínsecos. Por lo tanto, el educador y por ende la
educación necesitan de la epistemología para como dice la definición anteriormente mencionada desarrollar las
estructuras, el andamiaje, de pensamiento, ósea organizar lo que se quiere estudiar y encontrar las causas,
objetivos y todo lo relacionado a la materia en cuestión. De esta manera la filosofía sirve a la educación y ayuda
a que esta sea más efectiva.

RELACIÓN ENTRE PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN.


La relación entre educación y psicología se podría plantear como una relación unidireccional, donde la psicología
le aporta a la educación conocimientos sobre el desarrollo de las personas y sus procesos de aprendizaje y a su
vez ayuda a llevar a cabo los objetivos de la educación, diseñando estrategias para el aprendizaje desde su
conocimiento.

Desarrollando el planteamiento anterior se puede argumentar que la psicología se ha encargado del estudio del
ser humano en todas sus dimensiones, profundizando en temas como su desarrollo y su proceso de aprendizaje,
entre otros aspectos. Aportándole a la educación, desde sus diferentes teorías, conocimientos sobre como
aprende el ser humano, qué variables influyen en ese proceso de aprendizaje y según su etapa de desarrollo qué
está en capacidad de aprender. Sabiendo esto, la educación puede reformular su manera de enseñar y promover
el conocimiento, aplicando estrategias propuestas por la psicología, teniendo en cuenta sus aportes e
investigaciones.
La psicología enfocada en la educación debe preocuparse por el sujeto que aprende y su proceso de aprendizaje.
Teniendo como objetivo generar nuevas estrategias de aprendizaje que sirvan para la optimización del proceso
educativo.

¿Qué tienen en común la psicología y la economía?


A partir de la premisa de que la Psicología y la Economía son disciplinas que están relacionadas en la práctica
por un objeto de estudio común, que es la conducta humana, el autor desea alentar a los psicólogos a introducirse
en el estudio de la problemática económica, como una forma de tener una visión más global de los fenómenos
culturales contemporáneos, a los que se enfrentan en su práctica cotidiana.

Para Erick Coyoy, es una disciplina que combina la Economía (específicamente la microeconomía) y la
Psicología, ambas buscan aplicar el estudio y análisis de las conductas propias del comportamiento humano
y sus efectos sobre las decisiones económicas en materia de consumo, inversión o cualquier aspecto
relacionado con recursos económicos.
El especialista económico refiere que el tema se aplica principalmente en los estudios de mercado, por medio de
los cuales se tratan de identificar los determinantes individuales del comportamiento económico, tales como la
motivación del consumidor, sus actitudes, el cambio de las mismas.
Así también, en la identificación y definición de los procesos de persuasión utilizados para fomentar la adhesión
de los consumidores a cierto tipo de marcas y productos. Además, se analiza la influencia de la personalidad
y la percepción en el comportamiento del consumidor y el proceso de la toma de decisiones.
"Finalmente, se estudia el impacto de ciertos elementos de carácter social, como grupos, familia y cultura, tienen
sobre los consumidores", comentó Coyoy.

LA PSICOLOGÍA DEL DOLOR Y LA MUERTE


“Algunos días sabemos ser felices de una manera inconsciente y pueril: pero no somos de los que esperan la
felicidad de los acontecimientos, como una receta; esto no es un sacrificio muy grande, pues sabemos muy bien
que la felicidad no basta para ser felices”
Emmanuel Mounier (libro Cartas desde el dolor)

El final de la vida: El significado de la muerte


Desde el punto de vista de la salud mental, la muerte es más que un problema biológico: la muerte significa
dejar de existir, algo que nos resulta, como seres humanos, impensable. Se representa desde el punto de vista
existencia como la nada, el vacío, lo negativo, lo inexistente, dejar de ser. La muerte trae consigo una paradoja,
su presencia representa la ausencia, y como tal, está asociada a sentimientos fuertes de abandono, separación,
pequeñez, etc.
Igual que en aquellas otras circunstancias del ciclo vital que conmocionan la mente humana, como lo son, la
gestación, el nacimiento, la sexualidad, las sociedades a lo largo del tiempo, se han servido de toda clase de
rituales y tradiciones para tratar de dominarla con creencias en el más allá y en la vida después del fin del
mundo. Quedando así relegado el hecho de verla como un fenómeno natural. Sigue siendo una desgracia que
podría haberse evitado.
La muerte supone una ruptura a nivel ontológico en el pasaje de lo real a lo irreal. La idea de la muerte se va
transformando a lo largo del ciclo vital, pero es desde la infancia que se van construyendo esos sentidos a
través de lo que se trasmite en la socialización. Esa idea, se vuelve más evidente a partir de la mediana edad,
cuando se produce un balance en relación al tiempo vivido y al tiempo que resta (Neugarten, 1968). En
definitiva, no se trata más que de la difícil tarea de admitir el triunfo de la naturaleza sobre el hombre. La
perspectiva antropológica de Morin (1970), permite echar luz sobre este punto. En la compleja relación
individuo-espcie-muerte, la individualidad, triunfa por sobre la especie en el hombre. La conciencia de la muerte
y la finitud, significa la posibilidad de renunciar a lo que se ha conseguido en tanto individuo. En lo que el autor
de denomina la inadaptación del individuo a la muerte.
Patrones de muerte según Philip Rice
Dentro de estos patrones expone 4 tipos de muerte
 Muerte Clínica (MC)
 Muerte fisiológica (MF)
 Muerte psíquica (MP)
 Muerte sociológica (MS)

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