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EJERCICIOS ESPIRITUALES PARA NIÑOS: MÉTODO DE ORACIÓN

Cada vez que vamos a rezar, es Jesús nuestro mejor amigo, quien nos llama con amor a que hablemos
con Él, a que lo escuchemos y a que crezcamos en su amistad. ¡Somos realmente privilegiados! El Rey de
reyes y Señor de señores siempre espera nuestra conversación, es una espera humilde y una añoranza de
que lo vengamos a visitar.
“Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo les daré descanso. Tomad sobre vosotros mi
yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas,
dice Jesús” (Mt 11, 28-30)
HORA FIJA, TIEMPO DE GRACIA: NUESTRA CITA COTIDIANA CON NUESTRO MEJOR AMIGO.
Considere que el tiempo que pasa con Jesús, es el tiempo y el regalo más preciado que tenemos cada día.
Es verdad, Jesús te espera, quiere hablar contigo, goza estar contigo; escúchale, habla con Él, hazlo tu
amigo, ámalo con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. (Lc 10,
27)
RESUMEN DEL MÉTODO. Todos tenemos hábitos y costumbres que repetimos cada día, seguimos un
orden lógico y hay un orden en nuestras ideas y en los pasos que vamos a dar para lograrlos. Otro
ejemplo, para aprender a cantar o un idioma, hay un método; e igual hay un método para cocinar, pintar
o aún golpear una pelota de béisbol. Esta misma idea podemos aplicarla al arte de la oración. Con este
fin, presentaremos unos pasos prácticos en este arte de la oración.
UTILIZA ESTOS PASOS PARA COMENZAR TU ORACIÓN. Para principiantes, un método o guía es útil,
pero una vez que se forma el hábito, la oración, ya no es necesario porque se vuelve un buen hábito,
pasos que ponemos en práctica sin mucha dificultad. Pero para principiantes, ¿qué pasos deberían tomar?
LAS BENDICIONES QUE RECIBIREMOS POR HACER ESTOS EJERCICIOS. Si quiere ser un buen atleta o
sobresalir en algún deporte, debes de practicar; y esto requiere disciplina. ¿Qué es disciplina? Es trabajo
fuerte, dedicación. Dice el dicho: “Si no hay dolor, no hay ganancia”. ¡Este mismo principio lo podemos
aplicar a los EJERCICIOS ESPIRITUALES! ¡Si queremos que robustecer nuestra relación con Dios, debemos
de trabajar, y fuerte! Seamos generosos y constantes, tengamos buena voluntad, disciplina y
perseverancia. ¿Qué es perseverancia? Significa que no nos demos por vencidos. Porque si haces bien los
Ejercicios, mejorarás y llegarás a ser un SUPER ATLETA para Cristo. ¡Esto es muy agradable a Dios!
PASOS PARA HACER NUESTRA MEDITACIÓN CADA DÍA

1. LUGAR. Busca un lugar tranquilo en donde puedas rezar con calma, donde haya silencio. En las
Sagradas Escrituras, Elías encontró a Dios en el silencio, y no en la tormenta o en el fuego, sino en
la suave brisa, en el silbo apacible. La voz de Dios solo se escucha en el silencio.

2. IMÁGENES RELIGIOSAS. Las imagines religiosas son de mucha ayuda en la oración, podría ser una
imagen de Jesús, María, San José o los ángeles. Las imágenes nos ayudan a pensar y a elevar la
mente a Dios que es invisible.

3. LA PRESENCIA DE DIOS. Al comenzar tu oración, estás pisando tierra santa, reconoce que estás en
la presencia de Dios. Si quieres puedes decir: “Sé que Jesús me está viendo con inmenso amor y
ternura.” Debemos estar conscientes que la oración ES una conversación amorosa real, con una
persona, con Jesús, el Hijo de Dios e Hijo de María. ¡Esa persona es Dios Padre, es Dios Espíritu
Santo!

4. INVITA A MARÍA, PÍDELE QUE TE ACOMPAÑE. Es muy provechoso invitar a la Santísima Virgen
María, pídele que rece contigo. Reza lentamente el Avemaría, al hacerlo María se hace presente e
tu oración y te une con Jesús. Las últimas palabras que se conservan de la Madre de Dios en la
Biblia son las palabras que María pronunció en las bodas de cana: “Hagan lo que Él les diga.”
5. EL ESPÍRITU SANTO. Ahora invoca al Espíritu Santo haciendo una pequeña oración. Podrías rezar:
“Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María.”
El Espíritu Santo es el “Maestro interior de la oración cristiana.”

6. LEE EL TEXTO. Lee el texto bíblico que se ha asignado para ese día con mamá o papa. Léelo dos o
tres veces para entender la lectura.

7. Ahora, pídele a Dios que te enseñe el significado del pasaje, ¿qué dice el pasaje?” Dios te habla por
medio del pasaje bíblico, pide a Dios que te ayude a entenderlo. Cada día, Dios quiere decirte algo
muy importante en tu tiempo de oración.

8. TU CORAZÓN. Tu corazón es el centro de la oración. Si sientes que tu corazón da un brinquito,


detente ahí y habla con Dios. ¿Qué cosas podrías experimentar en tu corazón? ¡Muchas cosas! Pero
mencionaré solo algunas: amor, alegría, temores, asombroso podrías sentir que debes dar gracias a
Dios, alabar a Dios o pedir su ayuda. Estas cosas que experimentas, conviértelas en una oración y
habla con Dios.

9. UN DIÁLOGO. Habla con Dios Padre, o con Jesús, con el Espíritu Santo o con María, la Madre de
Dios. Podrías hablar con uno de ellos o con todas en un diálogo de amor. Esto es un COLOQUIO,
según san Ignacio de Loyola.

10. ANOTA EN UN CUADERNO. Cuando haya terminado tu tiempo de oración, toma un momento
para ver cómo fue tu oración. ¿Cómo te habló Dios? Ahora escribe en un cuaderno, por unos
cuantos minutos, que mensaje te dio Dios. ¿Qué inspiraciones tuviste? ¿Qué entendiste? ¿Qué
consuelos recibiste? ¿¿Cuáles fueron los movimientos de tu corazón? ¿Qué ideas tuviste sobre Dios
y la presencia de Dios? A esto se le llama REVISION. Estas cosas que vas a apuntar en tu cuaderno
son muy importantes. ¿Por qué? Sencillamente porque cuando vayas a clase y estés en tu pequeño
grupo, podrás compartir con mamá y papa y con los otros niños del grupo lo que fue tu oración.
Si lo haces, los otros niños en tu grupo se enriquecerán al escuchar el tesoro de tu corazón. ¡Todos,
nuestros grupos y familias, crecerán y conocerán mejor a Jesús, lo amarán más, y lo seguirán mejor
y así podrás acercar a otros a Jesús!

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