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El mundo:
Gracias al viejo profesor, he aprendido que en la medida en que se experimente el
verdadero sufrimiento en carne propia, se estará más cerca de las personas que sufren.
Realmente, la proximidad de la muerte puede lograr que personas que no guardan
relación alguna entre ellas, se sensibilicen y se comprendan y ayuden unas a otras, así las
separen miles de kilómetros.
Los arrepentimientos:
El tomar conciencia de que la muerte nos llegará a todos por igual me hizo reflexionar
acerca de mi forma de actuar, de mi relación con los demás y de los secretos que tengo
guardado en mi interior. No estoy listo para morir, no estoy en paz con los demás, no sé
pedir perdón, muchas veces no me arrepiento de mis actos; pero aún es tiempo de
cambiar.
La muerte:
“ C u a n d o a p r e n d e s a m o r i r a p r e n d e s a v i v i r ” . He aprendido de Morrie que
debo aceptar que moriré y estar alerta (a la expectativa), estar preparado para morir; creo
que si estamos listos para morir, la muerte sólo será un momento, verdaderamente la
muerte acaba en el momento en que se muere, no se prolonga. Morimos, pero el hombre
esta llamado a la perfección, estamos …
La familia:
Se muere mejor acompañado. La compañía de mi familia hace que me sienta amado. El
tener la certeza de que hay personas que están velando por ti es algo estupendo, te da
seguridad. Personalmente, puedo sentir el apoyo de mi familia a pesar de que no estén
junto a mí físicamente, y he podido darle importancia al valor que tiene esta en mi vida,
pues hay personas que tienen padre, madre y hermanos mas no tienen familia. Viven
juntos pero no se relacionan.
Las emociones:
Debo aprender a “desligarme”. Las emociones se deben tratar de vivir plenamente, así
luego podremos dejarlas. Todas las emociones tienen algo que enseñarnos, no debemos
huir de ellas, tenemos que afrontarlas, sentirlas y aprender a vivirlas.
El miedo a la vejez:
Creo que el envejecimiento nos ayuda a reflexionar acerca de la vida. Por ello, la
dimensión que me plantea Morrie me resulta interesante: ver el envejecimiento como
crecimiento. Luego de examinar nuestras vidas, solemos entristecemos y sufrir por las
cosas malas que hicimos. Sin embargo, el viejo profesor plantea algo nuevo: aceptar quien
somos y gozar de ello.
El dinero:
El dinero, y los bienes materiales pueden convertirse en “llenadores de vacíos”. De
espacios vacíos en el hombre por el hambre de amor, por no habernos sentido nunca
amados de verdad.
La sociedad nos ha hecho creer que es lo mismo querer algo que necesitar algo.
Ciertamente esto no nos da la satisfacción, por el contrario, nos llevaremos una desilusión
al enterarnos de que al alcanzar nuestro sueño de tener mucho dinero y de llenarnos de
bienes
El matrimonio:
¿Es posible esto del matrimonio "hasta que la muerte los separe"? La decisión de
entregarse integramente a otra persona en el matrimonio no es algo que se pueda tomar
como un juego o como un ya veremos que sucede. Actualmente el verdadero sgnificado
del matrimonio esta oculto debido a que muchas veces nuestro amor no es más que un
amor egoísta. En el matrimonio, los esposos se conocen y se aman, pues; mientras más
amo, más quiero conocer; y cuando conozco más, amo más. Este proceso nunca acaba.
Otra cosa que aprendí del matrimonio gracias al viejo profesor, es que en la medida en tú
conozcas al otro, descubrirás quién eres en realidad. En el matrimonio son esenciales el
respeto, el diálogo constante y el darle la debida importancia a la relación.
Nuestra cultura:
Todas las personas pueden cambiar. La sociedad influye pero no determina. Morrie nis da
la solucion para no tragarnos el cuento que nos quiere vender cultura, nos dice que cada
uno de nosotros puede construir su propia subcultura. No podemos dejar que las
decisiones más importantes de nuestras vidas las tomen terceros, somos nosotros mismo
quienes debemos dar respuesta a las grandes preguntas acerca del pensar, de la fe, de lo
que valoramos, etc.
El perdón:
"Antes de morir, perdónate a ti mismo. A continuación, perdona a los demás." (pg. 185)
No podemos perdonar si ya estamos muertos ¡Aun estamos a tiempo! Aprender a
perdonar no es una empresa sencilla, pienso que va ligado a al valor que uno se da a sí
mismo y a los otros. Para perdonar, es necesario que muramos al yo, justificando los actos
de la otra persona, por este motivo no se puede hablar de estar en paz con uno mismo sin
estar en paz con los demás.
El día perfecto:
Existo
No me conozco bien
Necesito vivir en comunidad
Descubrir quién soy, aceptar quién soy y gozar de ello
Saber que moriré me ayuda a vivir una MEJOR vida
Si aprendo a morir, aprenderé a vivir. La mejor forma de prepararse para morir es
viviendo
Dándose a los demás se experimenta la verdadera vida
Moriré
La muerte termina en el momento en que uno muere
Al morir se pone fin a una vida, no a una relación
Estar reconciliado con uno mismo y con los demás da la paz que necesitamos para
aceptar la muerte
La vida de una persona puede cambiar la de muchas