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Universidad de Puerto Rico

Recinto de Río Piedras

Facultad de Estudios Generales

Departamento de Ciencias Sociales

Mi Proyecto Educativo para Puerto Rico:

Hacia una educación transformadora y anticolonial

Isabel N. Ortiz

Prof. Jaime Cruz Candelaria

CISO 3121-002

Fecha de entrega: 26 de febrero de 2018

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Introducción

En este proyecto se discutirá un nuevo modelo educativo para Puerto Rico hacia una

educación transformadora y anticolonial. Se trata de revolucionar el sistema con un modelo de

educación diferenciada e inclusiva que fomente diferentes estilos de aprendizaje y permita que los

estudiantes demuestren lo que saben de diferentes maneras, partiendo de sus aptitudes, capacidades

y habilidades, sin que nadie quede rezagado. El estudiante iniciará con una buena base educativa

en escuela elemental e intermedia que se compondrá de una educación holística e integral que

fomente su desarrollo emocional y crítico. Luego, a partir de 9no grado se le dará la libertad al

estudiante de modificar su educación con un currículo diverso que vaya acorde a sus intereses,

preparándolo de mejor manera para la participación social y los retos del mundo moderno.

El tema de “Hacia una educación transformadora y anticolonial” es altamente pertinente

en el país y los tiempos que vivimos. El fracaso de nuestro actual y anticuado sistema educativo

es una prueba más que suficiente para demostrar esto. Hay que erradicar la corrupción del sistema,

y la educación bancaria por la cual se imparte el pensamiento colonial que tanto afecta al pueblo

de Puerto Rico y lo mantiene sumiso, sin la preparación necesaria para ser un ser global. La

educación bancaria utiliza métodos pedagógicos que no conocen “las innovaciones tecnológicas

de las últimas décadas y, como si fuera poco, la enseñanza sigue siendo vertical, estresante,

tendiente al individualismo, poco pertinente y de fuerte matriz autoritaria” (Rivera, 2014). La

educación es la base sobre la cual se cimienta una sociedad y se construye su integración social,

es por esto que es de suma importancia despolitizarla y democratizarla, crear un sistema educativo

con autonomía operativa que pueda formular políticas de largo plazo (12 a 14 años), solo de esta

manera se podrá convertir en una transformadora y anticolonial.

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Materiales y estrategias

Para realizar mi proyecto educativo comencé a finales de enero de 2018 a delimitar los

recursos/materiales de referencia, uno de los recursos fundamentales, que también fue utilizado en

clase, lo fue La educación como práctica de la libertad de Paulo Freire. Luego me informe a través

de recursos electrónicos (páginas de internet) sobre el método educativo que quería implantar en

mi proyecto. Cada semana me dedique a buscar y a recopilar artículos que me ayudaran a sustentar

la propuesta y su eficacia en otros lugares; ejemplos de estos recursos lo son el periódico digital

80 grados y la revista digital Gizmodo. El 1 de febrero de 2018 comencé a identificar cuáles serían

las 10 nociones de orden colonial (según Albert Memmi) a superar con mi proyecto. El 4 de febrero

de 2018 empecé a desarrollar mejor la idea central de la propuesta y a solucionar algunas de las

nociones. A partir del 16 de febrero de 2018 comencé con la redacción oficial del proyecto.

Desarrollo

La primera noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será la

“depreciación del colonizado” (Memmi,1966, p.91). Esta explica el origen del mito del colonizado,

destacando su rasgo de pereza como parte de su esencia misma, el que sea un ser incapaz de tomar

acción, ignorante y que de tal manera su trabajo sea poco rentable. Para el colonizador el trabajo

del colonizado no tiene mucho valor y por esta razón se le paga mucho menos que al colonizado

haciendo el mismo trabajo. Un ejemplo de esto en Puerto Rico es la actual Secretaria de Educación,

quien es estadounidense, y ha llegado a ganar casi el doble que el Secretario de Educación del

cuatrienio pasado. Puesto que los colonizadores crean este falso retrato, se aprovechan de el para

justificar la miseria del colonizado, ya que nada podría justificarla mejor que su ociosidad

(Memmi,1966, p.91). Ciertamente los malos tratos, salarios bajos, un futuro bloqueado sin
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esperanzas de crecimiento y sin un claro rol social le quitan el interés a cualquiera por sus tareas.

Para conocer la solución a esta noción véase después de la problematización de la tercera noción

de orden colonial.

La segunda noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será la

conformidad del colonizado. Este es el momento en la vida del colonizado donde el mismo acepta

el retrato mítico, mencionado en la primera noción, y “adquiere de este modo cierta realidad y

contribuye al retrato real del colonizado” (Memmi,1966, p.98). Esto ocurre ya que la clase

dirigente de un pueblo lleva educándolos toda una vida sobre quiénes son y como son, así que a la

larga las ideologías de esta clase “se hacen adoptar en gran medida por las clases dirigidas”

(Memmi,1966, p.98). Cuando las clases dominadas confirman, de cierta manera, el papel que se

les ha asignado, la conformidad es visible en todos los aspectos de la vida de este colonizado, la

opresión es tolerada y no hay revolución alguna. En el caso de los puertorriqueños, ellos aceptan

su rasgo de pereza cuando deciden deliberadamente no trabajar porque así tienen lo que muchos

conocemos como el “mantengo”: desempleo, PAN, residenciales, la reforma, entre otras, que da

cabida a la tercera noción a mencionar. En adición a esto, la conformidad es una característica que

la colonización tiene en común con la educación bancaria que se imparte en la isla, la cual trata a

los estudiantes como bancos en donde se les deposita conocimiento, pero no se les enseña a pensar

o a ser críticos, por tanto, se les mantiene sumisos y conformes con su realidad. Para conocer la

solución a esta noción véase después de la problematización de la tercera noción de orden colonial.

La tercera noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será el “complejo

de dependencia”, que llega como consecuencia del conformismo (Memmi,1966, p.98). En cierto

punto de su evolución resulta la aceptación del retrato mítico en “cierta adhesión del colonizado a
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la colonización” (Memmi,1966, p.99). El puertorriqueño es un vivo ejemplo del complejo de

dependencia, ya que pensamos que, sin el colonizado, no somos nada. Sin su dinero, sin su poder

y sus ayudas no podríamos sobrevivir ya que la mayoría de la población de clase media pobre

recibe “ayudas” federales y se piensa que así se vive mejor que trabajando a tiempo completo con

un sueldo insuficiente para el costo de vida. Así que no importa cuantas veces sea aplastado, el

colonizado aceptará su rol de oprimido por que no ve otra salida y no se cree capaz de ser

independiente.

Para solucionar la primera, segunda y tercera noción, ya que las tres van de la mano creando

una cadena causal, propongo una educación de 9no grado a 12mo grado dirigida al desarrollo

profesional basado en las capacidades del estudiante. Inculcándole la importancia de la innovación

y el valor del trabajo que cada cual puede ejercer en la adultez; proveyéndole autonomía y un

pensamiento crítico que los haga consientes del potencial que tienen y su poder de cambio. A

través de esta educación el estudiante se dará cuenta que explotando su talento puede lograr lo que

se proponga y sentirse satisfecho consigo mismo. Al graduarse se le otorgaría certificaciones

ocupacionales que lo dejen más preparado para el mundo laboral y la vida de adulto, sintiéndose

capaz de vivir por su cuenta y ser independiente, sin permitir que se le impongan el rol de

colonizado ocioso y oprimido. De esta manera los jóvenes le demostrarán al mercado laboral y al

colonizador lo preparados que están para enfrentarlos, y no habrá más opción que ser remunerados

acorde al verdadero valor de nuestro trabajo.

La cuarta noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será el problema

de identidad que enfrenta el colonizado con “la agonía de su cultura” (Memmi,1966, p.102). Este

problema sucede debido a las exigencias culturales que impone el colonizador. En el caso de Puerto
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Rico, se presenta un serio problema de identidad cultural aún más grave que en otras colonias, ya

que no hemos sido colonizados una vez, sino dos veces. Se han impuesto sobre el pueblo

puertorriqueño dos culturas totalmente diferentes que no nos han permitido desarrollar nuestro

propio carácter, sino una confusión de quien en realidad somos. No se nos ha permitido pensar por

nuestra propia cuenta, ejercer una verdadera autonomía política y mucho menos desarrollar un

carácter de soberanía. Esto implica que nuestro conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y

costumbres que nos “caracterizan” como pueblo van cambiando de acuerdo a los intereses del

colonizador.

Propongo solucionar la agonía cultural desarrollando, reforzando y preservando nuestra

verdadera identidad utilizando a la escuela como baluarte. A través de mi proyecto educativo, que

parte de una educación elemental holística, se defenderá los valores culturales más auténticos. La

labor educativa en materias vinculadas directamente a la cultura, como lo son la historia y el arte

pueden funcionarse por un curso de historia a través del arte que realce nuestra identidad y ponga

como centro del proceso educativo al sujeto histórico-cultural. “El conocimiento de los valores

culturales será una vía eficaz para lograr la identificación con las raíces, con las tradiciones, con

la cultura” (Infante y Hernández). Si hay algo que por esencia es liberadora y que permitirá a un

pueblo realizarse es la cultura. Concientizaremos a los estudiantes del valor de la cultura

puertorriqueña y como va ligada al desarrollo de un pueblo, como planteó Freire hace algunos

años, ayudándolos a comprender el concepto antropológico de la cultura. El concepto explica que

“cultura es toda creación humana” y que “es el resultado de su trabajo y esfuerzo creador” (1969,

p.105 y 106).
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La quinta noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será la exclusión

de toda participación libre del colonizado, tanto en la toma de decisiones como en su

responsabilidad histórica y social (Memmi,1966, p.102). En el caso de Puerto Rico se tiene cierta

libertad para escoger quien nos gobierna localmente y de exigir un cambio a través de quien

escogemos, pero estamos tan dominados por el colonizador que ni siquiera elegimos un candidato

que trabaje y abogue por nuestros verdaderos intereses y necesidades. No nos sentimos

responsables ni culpables del destino del país por las decisiones que tomamos, porque en el

subconsciente sabemos que no tienen efecto o valor. Apoyando de esta manera a que el colonizador

nos deje fuera del juego y seamos un objeto más en la historia.

Para solucionar la exclusión de toda participación libre en la toma de decisiones del

colonizado propongo que se empiece por democratizar la educación y que el estudiante tenga una

participación democrática en su educación. Se logrará esto dándole la libertad de 9no grado a 12mo

grado de modificar su currículo educativo de acuerdo a sus intereses vocacionales, eliminando así

la rigidez del sistema y demostrándoles que tienen capacidad de cambio. Ya una vez los estudiantes

se hallen conscientes de que tienen la capacidad para generar cambios que contribuyan no solo a

su destino sino también al del mundo, podrán estar preparados para tomar mejores decisiones en

la adultez. Para llegar a esto las escuelas deben convertirse en foros de debate social sintiéndose

los estudiantes participes de los cambios que puedan surgir en la sociedad, y proveyendo

experiencias especializadas que lo involucren de forma activa e inmersiva en la sociedad. Ejemplo

de lo antes mencionado puede ser promover la labor política, cultural, científica o social fuera de

la escuela a través de excursiones, talleres o conversatorios en distintas

organizaciones/instituciones, realizando trabajo de voluntariado y desarrollando el colectivismo a

la vez que se llevan a cabo estas actividades.

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La sexta noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será la falta de

interés por la nacionalidad y ciudadanía, y lo que esto conlleva (Memmi,1966, p.106-107). En

primer lugar, “el colonizado no goza de ninguno de los atributos de la nacionalidad, ni de la propia

ni la del colonizador” (Memmi,1966, p.106). Nuestra nacionalidad es puertorriqueña, ya que esta

va más acorde con nuestra identidad cultural, pero no somos una nación independiente que pueda

disfrutar de una soberanía y contar con estos atributos. Por otra parte, sí contamos con la ciudadanía

del colonizador, aunque no con los mismos derechos que los estadounidenses, lo que genera una

gran contradicción. Una ciudadanía puertorriqueña no existe, entonces, al puertorriqueño no

sentirse ciudadano se va desarrollando en el colonizado un hueco pedagógico, tanto familiar como

escolar, en donde no se le da cabida a la enseñanza de la ciudadanía y lo que implica ser un

ciudadano. Este “joven colonizado no sentirá la confianza y el orgullo de su verdadera ciudadanía,

no esperará de ella ventajas, ni estará preparado para asumir sus cargas” (Memmi,1966, p. 107).

La solución a la falta de interés por la nacionalidad y ciudadanía es una continuación a la

del problema de la exclusión de toda participación libre, ya que de la quinta noción surge como

consecuencia la sexta noción. Es necesario que, desde pequeños, mediante la educación holística,

se les provea competencias sociales, cívicas e interculturales, promoviendo los valores

democráticos y los derechos fundamentales. Es necesario discutir a nivel elemental y superior la

Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU), y como mencione en la solución a la

quinta noción, convertir las escuelas en foros de debates que estimulen el pensamiento crítico.

Además de esto se debe involucrar la tecnología y todos los beneficios de las redes sociales, a

través de las cuales se pueden generar grandes cambios a nivel global, crear resistencia frente al

adoctrinamiento y denunciar las injusticias sociales.

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La séptima noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será el hecho de

que seamos “una sociedad malsana que no se deja transformar” (Memmi,1966, p.108). En Puerto

Rico no necesariamente tenemos las instituciones adecuadas que respondan a nuestras necesidades

reales, y esto se pudo ver reflejado en el manejo de la crisis humanitaria ocasionada por el huracán

María. Situaciones como la antes mencionada se complican porque vivimos bajo la sombra de un

falso progreso, una sociedad llena de bienestar engañoso, “donde la dinámica interna no llega a

desembocar en estructuras nuevas” (Memmi,1966, p.108). Según Memmi, el colonizado lleva un

rostro endurecido desde hace siglos que no es más que una máscara bajo la cual oculta su dolor y

agonía, y una sociedad así no puede resolver los conflictos que le afligen a causa de la colonización

pues no se deja transformar (1966, p.108).

Según Freire, la clave para solucionar el que seamos una sociedad malsana que no se deja

transformar es el desarrollo de una conciencia crítica, ya que esto conduce a una integración del

joven con la realidad y la misma conduce a una acción (1969, p.102). Cuando se comprende el

problema y la causante, el hombre reacciona sobre ello e intenta solucionarlo. Siempre y cuando

la comprensión sea crítica la acción también lo será (Freire,1969, p.102). En las escuelas se puede

llevar a cabo los conocidos “círculos de cultura” y “centros de cultura” de Freire. A través de ellos

podemos educar a los jóvenes adolescentes de una manera sutil, brindándoles la oportunidad de

que ellos mismos escojan los temas a discutir, y presentarlo en las distintas formas de aprendizaje:

lectura, dialogo, esquemas, contenido audiovisual, entre otros. Se recalcará la posición de sujeto

del puertorriqueño en una educación que desencadene actos creadores y que los estudiantes

desarrollen la impaciencia y vivacidad, características de los estados de invención y reivindicación

(Freire,1969, p.100). Finalmente, como sociedad malsana, tendremos la capacidad de comprender

la realidad que vivimos e intentaremos transformarla.

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La octava noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será que el

colonizado decida “aceptarse como ser de opresión” (Memmi,1066, p.109). Memmi explica como

la supervivencia de la familia colonizada representa un valor-refugio para nosotros, que en ciertos

casos pensamos que hemos tenido la victoria, pero lo que usualmente sucede es que el joven queda

aglutinado en esta familia que lo oprime y limita su potencial (1966, p.109). Lamentablemente en

Puerto Rico existen estas familias que, al no ver opciones de cambio, no saben cómo lograr estos

cambios y están programadas para limitar a sus hijos a lo que es “seguro” y lo que el gobierno

necesita para que el país “funcione”. Un ejemplo de esto es imponer la profesión o estudios

superiores que los jóvenes deben ejercer, lo típico sería querer que sean médicos, abogados o

contables, ignorando el verdadero potencial del joven.

Para solucionar el que nos convirtamos en seres de opresión y decidamos aceptarlo se debe

eliminar la rigidez del sistema educativo, un sistema que continuamente decide aplastar la

creatividad y originalidad, programando a los estudiantes a memorizar y seguir órdenes. Una vez

estos jóvenes llegan a la adultez, inconscientemente, muchos de ellos asumen el papel de opresor

al tener una familia e igualmente ponen límites al potencial de la imaginación del niño. La vida

escolar no puede ser tediosa, sino eliminará el mayor catalizador de aprendizaje humano: la pasión.

La escuela, a través de una educación diferenciada basada en los intereses, talentos y capacidades

del estudiante, cultivará y explotará potencial (en el buen sentido de la palabra) los talentos y el

potencial del estudiante. Desarrollando de esta forma a personas creativas, emprendedoras y

capaces de entender la sociedad fuera de los parámetros colonizadores.

La novena noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será “la amnesia

cultural” (Memmi,1966, p.111). El colonizado se va adaptando a las circunstancias de la

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colonización, viviendo fuera del tiempo, sin apenas poder recordar su pasado y sin poder construir

un futuro. Según Memmi, “el colonizado parece condenado a perder progresivamente la memoria”

(1966, p.111). En Puerto Rico, a los jóvenes de hoy en día se les puede preguntar cuáles son las

historias de resistencia de su pueblo o cuáles son sus fiestas/festivales autóctonos y desconocen la

contestación correcta, no conocen la historia y le restan valor a la importancia que tienen las artes

como la literatura y la música al respecto. Pensamos que nuestras instituciones están muertas, y

las pocas que aún tienen apariencia de vida el colonizado les resta valor, busca su ineficacia y llega

a avergonzarse de ellas. Toda la eficacia y el dinamismo social parece estar acaparado por las

instituciones del colonizador (Memmi,1966, p.112). El problema es que en la educación escolar y

familiar se nos enseña que lo de afuera (todo lo que proviene del colonizador) es mejor y eficiente,

es divertido e interesante, el problema es que nos vestimos de fiesta, pero para celebrar las fiestas

del colonizador. Para conocer la solución a esta noción véase después de la problematización de

la décima noción de orden colonial.

La décima noción de orden colonial a superar con mi propuesta educativa será la enseñanza

imaginaria de la historia del colonizado (Memmi,1966, p.113). La causa de la amnesia cultural

(novena noción) parte de la agonía cultural (cuarta noción) y de la dualidad histórico-cultural en

la educación. ¿A caso los puertorriqueños realmente conocemos nuestra historia? La respuesta es

no. Esto sucede porque antes de enseñarnos nuestro origen, las raíces del pueblo puertorriqueño y

su historia de lucha, se nos enseña cuales fueron las 13 colonias estadounidenses y como estas

obtuvieron su libertad. El problema está en conocer mejor la geografía de Estados Unidos que la

nuestra, en querer vacacionar primero en Disney antes de hacer turismo interno y vacacionar en

Rincón o Adjuntas. No preparamos al estudiante a asumirse como puertorriqueño y el orgullo que

esto debería inferir.

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Para solucionar la novena y décima noción relacionada a aspectos histórico-culturales

debemos empezar por modificar por completo el currículo de estudios sociales o historia en la

educación elemental e intermedia. Este debe enseñar la verdadera historia de Puerto Rico y darle

prioridad a la misma por encima de la del colonizador, de una forma dinámica e inclusiva. se debe

enseñar la historia a través de las artes, como mencioné en la solución a la agonía cultural. Un

recurso pedagógico perfecto para lograr esto lo es el libro Reflejos de la Historia de Puerto Rico

en el Arte por el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico, Recinto

de Río Piedras. Este libro no solo es reflejo de la historia sino de la cultura, ya que se podría dedicar

una clase completa a dialogar sobre pintores como Francisco Oller y su obra El velorio, la cual

forma parte de un retrato cultural del Puerto Rico del siglo 19. Al mismo tiempo, hay que estar

verdaderamente sumergidos en la cultura para poder entenderla y preservarla, por eso dentro del

currículo escolar de la clase de historia se debe promoverá actividades de enriquecimiento cultural,

dentro y fuera del salón de clases, y la apreciación del arte.

Conclusión

A medida que evaluaba las 10 nociones escogidas, y las problematizaba de acuerdo a la

realidad puertorriqueña, me di cuenta que algunos de los problemas más graves que tiene Puerto

Rico y su sistema de educación lo son la educación bancaria por la cual se imparte el pensamiento

colonial y los aspectos histórico-culturales. Si cambiamos el modelo de educación a uno holístico,

diverso, de mayor libertad y participación democrática erradicaremos la educación bancaria y de

paso el pensamiento colonial, e inculcaremos un genuino interés por lo histórico-cultural que nos

define como puertorriqueños. Recomiendo continuar investigando un mejor modelo educativo

para Puerto Rico en el área de la salud psicológica y emocional del estudiante. Ya que está
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comprobado científicamente el estrés que ocasiona actualmente nuestro sistema educativo y como

la educación tiene un papel fundamental en el bienestar del estudiante.

Definitivamente la labor de crear un proyecto educativo e investigar como dirigirlo hacia

una educación transformadora y anticolonial fue un reto que aporto grandemente a mi

conocimiento general como estudiante. No importa que mis estudios no sean las ciencias sociales

o la educación, el investigar y escribir sobre la educación en Puerto Rico es conocimiento

fundamental para el desarrollo de todo ser humano, sin importar su disciplina o concentración de

estudios. Ha agudizado mi pensamiento crítico sobre el estatus político de Puerto Rico y las

consecuencias negativas que supone en nuestro sistema educativo. El tema me ha dirigido a tomar

una postura política más firme, a tener mayor participación social en las decisiones importantes

del país, y a permanecer mejor informada de lo que ocurre en la isla con respecto al Departamento

de Educación.