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Joaquín Pagliero Selva, Mariela Polistina, María Laura Ponz, Juan Sebastián Ruíz, Daniela
Sbattella, Adriano Smario, Pablo Stampella, Silvana Teiseira, Florencia Tellechea, Ezequiel
Ventosi, Jorge Vignale
El estatuto regula los deberes y derechos del personal docente que ejerce funciones en los
establecimientos de enseñanza estatal, dependientes de la Dirección General de Escuelas y
Cultura de la Provincia de Buenos Aires o en sus organismos, y cuyos cargos se encuentran
comprendidos en el escalafón general que fija el estatuto.
A grandes rasgos se los puede estructurar en: A) Docente con sus deberes y derechos; B)
La carrera docente, el ingreso, el ascenso, la disciplina; C) Salario: licencias, salario y
jubilación; y D) Capacitación.
Para el estatuto, son considerados como docentes los docentes propiamente dichos,
directivos, secretarios y auxiliares que posean título habilitante. Éstos contraen las
obligaciones y adquieren los derechos establecidos en el presente estatuto desde el
momento en que se hacen cargo de la función para la que son designados en carácter de
titulares, titulares interinos, provisionales o suplentes.
● Personales: observar dentro y fuera del servicio donde se desempeñe una conducta
que no afecte la función y la ética docentes.
● Profesionales: formarse, ampliar su cultura y su formación pedagógica, procurando
su perfeccionamiento.
• Licencias: El personal docente tiene derecho licencias acorde con las causales
detalladas en el artículo 114.
5) ¿Se les ocurre algún otro esquema de carrera docente a la que propone el
estatuto?
Si, ya que la actual carrera docente fomenta que los docentes reemplacen el trabajo en
aula por cargos administrativos o directivos. Habría que evitar que los maestros y
profesores excelentes dejen de enseñar. Hoy no hay mecanismos concretos que admitan
esta posibilidad, ni siquiera se contempla en el puntaje. La discusión seria cómo evaluamos
a un “buen docente”. Es aquí donde entra en juego toda la comunidad educativa, desde
los directivos, sindicatos y también los alumnos y por supuesto el gobierno. Promover una
carrera docente más estimulante exige salir de la discusión coyuntural.
Obviamente que esto requiere un debate profundo entre múltiples sectores con intereses
diversos e incluso contrapuestos.
Consiste en poner un puntaje al docente para un determinado tipo de escuela y para una
determinada materia que puede dar. Para esto se tienen en cuenta los antecedentes de
formación como también docentes, los cursos de perfeccionamiento, los cargos anteriores
y la calificación anual en los establecimientos. Ésta se llevará a cabo por el superior
jerárquico, el cual lleva un legajo de actuación profesional, es decir por el/la Directora/a del
establecimiento educativo. La calificación se ajustará a una escala conceptual y a su
correlativa valoración numérica y será notificada al interesado, quien deberá firmar como
constancia. Sin embargo, no queda muy en claro cómo se construye esa escala conceptual
que luego será traducida en valores.
Si bien creemos que son necesarias, puesto que disciplina es justamente lo que les
pedimos a nuestros alumnos y debemos predicar con el ejemplo, creemos que se podrían
establecer más detalladamente cuáles acciones por parte del docente pueden llegar a
culminar en sanciones. De esta manera, se tiene una visión más clara y sin vacíos legales
sobre qué pautas son indispensables analizar al momento de hacer efectiva una sanción.
Está integrada por: la asignación mensual por el cargo u horas-cátedra que desempeñe; la
bonificación por antigüedad; la bonificación por desempeño en medios desfavorables; la
bonificación por función diferenciada; la bonificación por función especializada y la
bonificación por prolongación de jornada habitual. Además se percibirán los subsidios por
matrimonio, prenatalidad, natalidad, escolaridad y carga de familia, y cualquier otra
bonificación que eventualmente el Estado fije para todos sus agentes de acuerdo con las
normas que rigen la materia.
10) Respecto al perfeccionamiento docente ¿es un deber o un derecho?