FUNDACIÓN AMÉRICA POR LA INFANCIA

Una teoría ecológica de la parentalidad

Capitulo 1: Introducción

Bienvenidos a este curso “Una teoría ecológica de la parentalidad”, donde revisaremos

varias de las ideas fundamentales para quienes trabajamos con familia y con infancia en

todo el continente.

Iniciaremos revisando las propuestas e ideas que configuraron una teoría que ha sido

fundamental en el desarrollo de políticas públicas dirigidas a los niños, las niñas y sus

familias y comunidades, la teoría ecológica del desarrollo humando propuesta por Uri Von

hace 50 años atrás. Luego continuaremos revisando los principios que configuran el

paradigma y el enfoque de la parentalidad positiva que hoy está transformando todas las

políticas de infancia en Europa y en distintos otros países del mundo, finalmente

revisaremos en detalle las ideas y propuestas metodológicas del modelo Odisea de la

parentalidad que desde la Fundación América por la infancia estamos proponiendo para

todo el continente.

Para iniciar este curso quiero invitarlos a reflexionar sobre un momento fundamental en la

vida de todas las personas: el nacimiento. El nacimiento implica una serie de cambios

fundamentales que revolucionan la experiencia de vida que hasta ese punto estamos

teniendo. Cuando estábamos en el vientre materno, durante toda la etapa gestacional, los

distintos sistemas estaban relativamente bien regulados: la temperatura, el sueño, la

alimentación, la tensión muscular, todo eso estaba contenido en la experiencia de la

gestación en el vientre materno, sin embargo, llega un punto en que ese espacio que

habitábamos, que era liquido no gaseoso, si, que era en penumbras no luminoso, empieza

a sentirse como un lugar estrecho, el bebe siente que en las paredes en las cuales habita,

lo están aplastando, constriñendo y ya necesita un nuevo ambiente en el cual

desarrollarse, ese es el momento en que el bebe decide nacer. Piensen en eso un

segundo, el momento en que ustedes nacieron, como habrá sido, que habrán sentido,

como habrá sido la experiencia de nacer para cada uno de ustedes, de repente fueron

arrojados al mundo, ya no había, cierto, barreras que lo contuvieran y sus manitos, sus

bracitos, se agitaban en el aire, la temperatura cambio, la luz cambio, los sonidos se

escucharon con una intensidad totalmente distinta y entonces ustedes probablemente

sintieron angustia, la angustia de no saber, de no comprender en donde estaban, de que

se trataba esto y entonces fue clave que alguien se acercara a ustedes y los ayudara a

regularse, alguien que los abrazara y les dijera tranquilo, tranquila, todo va a estar bien,

esa persona, hoy día desde la teoría y la investigación, la llamamos la figura de apego, que

cumple una función fundamental de actuar como un regulador psico – biológico de la

experiencia, ofrecer los primeros cuidados y conducir los primeros pasos en aquel mundo

que concebimos como un lugar amenazante para el bebe ¿Por qué el mundo es un lugar

amenazante para un bebe? Piensen en eso también. El bebe no puede regular la

temperatura por sí mismo, no puede alimentarse por sí mismo, no puede desplazarse en

el mundo sin ayuda, no puede organizar sus ritmos de sueño y vigilia si alguien no lo hace

por él o por ella, entonces el mundo es un lugar amenazante, para todos nosotros lo fue,

la diferencia está en que algunos tuvieron la fortuna de tener una la persona que supo
comprender eso, que supo guiarlo con sabiduría, con amor, con paciencia, con ternura,

pero muchos otros niños y niñas no tienen esa posibilidad. La primera pregunta entonces

es ¿Qué podemos hacer para que más niños y niñas puedan tener esa posibilidad? La

posibilidad de ser criados con buenos tratos, con respeto, con paciencia y con sensibilidad

parental.

La idea fundamental que va a organizar este curso tiene que ver con las trayectorias de

desarrollo humano y planteamos 3 trayectorias fundamentales que van a organizar toda la

información que iremos estudiando a lo largo de este curso. La primera trayectoria es la

del niño o niña en un ambiente determinado, los niños y niñas tienen distintas áreas en las

cuales se desarrollan: desarrollo físico, desarrollo cognitivo, desarrollo del lenguaje,

desarrollo socio – emocional, tienen distintos desafíos, por ejemplo: la integración

sensorial, hacer sentido del mundo, poder empezar a tener ciertas estructuras que les

permitan predecir las experiencias que van a enfrentar en la vida cotidiana, entonces los

niños no se desarrollan de la misma manera, si, según sus características individuales y el

ambiente en que les toca vivir, algunos niños tienen trayectorias de desarrollo positivo,

donde pueden hacer florecer todo su potencial, otros no las tienen y entonces eso nos

lleva a la pregunta de qué hace la diferencia entre una trayectoria de desarrollo y otra, y

todo la investigación que vamos a revisar en este curso apunta a una variable

fundamental: “La parentalidad”, lo que hacen las figuras parentales en la vida cotidiana de

los niños, en las interacciones de ida y de vuelta, que día a día, momento a momento

están teniendo, hace una diferencia fundamental al ofrecer oportunidades para que ese

niño pueda practicar y desarrollar, perfeccionar sus competencias del desarrollo, entonces
eso nos lleva a que existe una segunda trayectoria, la trayectoria de la parentalidad,

porque como van a ver en este curso, el concepto de parentalidad que trabajamos desde

la Fundación América por la Infancia, es que la parentalidad es un aprendizaje, no es algo

instintivo, no es algo estático o algo que algunos tienen y otros no, si no que es un

aprendizaje y por lo tanto, como aprendizaje puede tener distintas trayectorias, algunas

madres, algunos padres, abuelos o abuelas pueden tener trayectorias positivas en el

desarrollo de su parentalidad y otros no tanto, y entonces eso nos lleva a una segunda

pregunta ¿Qué es lo que hace la diferencia en las trayectorias de desarrollo de distintas

personas en distintas partes del mundo? Y eso nos lleva entonces a una tercera

trayectoria, que es la Comunidad, la comunidad es la que ofrece oportunidades para que

las personas puedan aprender a ser mejores padres o mejores madres, a ser figuras

parentales más competentes para el desarrollo de sus hijos, entonces también tenemos

que existen comunidades que hacen eso de mejor manera que otras, porque tienen

trayectorias de desarrollo de la comunidad más positivas que otras, entonces para resumir

las ideas centrales que hemos visto hasta ahora, los niños nacen y florecen en una

ecología del desarrollo, en esa ecología del desarrollo tienen trayectorias de desarrollo,

que cuyas formas están determinadas por lo que en el cotidiano las figuras parentales

realizan, esas figuras parentales pueden o no ofrecer mejores oportunidades para el

desarrollo de sus hijos, en función de las oportunidades que la comunidad sensible pone a

sus disposición, y esas comunidades pueden ofrecer oportunidades en función de sus

historias de desarrollo y fortalecimiento, de políticas públicas, de legislación, de

instituciones, de programas, proyectos y metodologías de trabajo con infancia y familia.

En ese marco es que se va a desenvolver este curso “Una teoría ecológica de la

parentalidad”. Bienvenidos, bienvenidas, espero que tengan una buena experiencia de

aprendizaje.