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Definiciones y aproximaciones teóricas al

género de la literatura de viajes*


Fecha de recepción: 22 de agosto de 2015
Fecha de aprobación: 08 de marzo de 2016

Resumen
Este artículo de reflexión pretende hacer un recorrido teórico por Angélica González Otero
el género de la literatura de viajes; exponer sus diferentes enfo- Actualmente, ejerce como do-
ques tanto históricos como socioculturales, y las diferentes formas cente de tiempo completo e
de acercamiento al género desde la teoría crítica literaria. De igual investigadora de la Licenciatu-
modo, este artículo se pregunta por la importancia del género en la ra en Lingüística y Literatura,
literatura latinoamericana, como ha sido su evolución histórica y su Universidad La Gran Colombia
aporte a la construcción de la memoria y la identidad del continente. (Bogotá). angelica.gonzalez@
ugc.edu.co
Palabras clave: literatura de viajes, Latinoamérica, memoria, histo-
ria, identidad, crítica literaria. * Este artículo de reflexión es
parte de la investigación rea-
lizada para obtener el título de
Magíster en Literatura en la
Pontificia Universidad Javeria-
Citar: González Otero, A. (julio-diciembre de 2016). Definiciones y aproximacio- na.
nes teóricas al género de la literatura de viajes. La Palabra, (29), 65-78. doi: http://
dx.doi.org/10.19053/01218530.n29.2016.5701

65 La Palabra No. 29 Tunja, julio - diciembre de 2016, ISSN 0121-8530 pp. 65-78
Definitions and Theoretical
Approximations to the Travel Literature
Genre
Abstract
This reflection article makes a theoretical journey through the genre of travel literature; in order to
present its different historical and sociocultural perspectives, as well as different ways of reading this
genre from critical literary theory. Similarly, this article inquires into the importance of the genre in
Latin American literature, its historical evolution and its contribution to the construction of memory and
identity in the continent.

Keywords: travel literature, Latin America, memory, history, identity, literary criticism.

Définitions et approches théoriques au


genre de littérature de voyage
Résumé
Cet article réalise un parcours théorique de la littérature de voyages. On expose diverses approches his-
toriques, socioculturelles et de la théorie littéraire sur ce genre. On se demande quelle a été l’importance
de ce genre dans la littérature latino-américaine, quelle a été son évolution historique et sa contribution
à la mémoire et à la construction de l’identité du continent.

Mots-clés : littérature de voyage, Amérique Latine, mémoire, histoire, identité, critique littéraire.

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Definiciones y aproximaciones teóricas al género de la literatura de viajes
Angélica González Otero

Hablar pues de literatura de viajes, o de viaje y literatura, es hablar de un género o subgénero, según la sim-
patía o generosidad del clasificador, pero también hablar de la médula misma del acto narrativo. Por un lado,
viajar lleva inexorablemente a tener algo qué contar; y por otra parte, al contar una historia jamás puede pres-
cindirse del recorrido que uno ha hecho, por la vida y por el mundo.
Lorenzo Silva

El acto de escribir sobre los enmarcadas de numerosos pre- viajar para poseer cultura y co-
viajes está presente desde los juicios y estereotipos culturales nocimiento, viajar para obtener
inicios de la civilización occi- que han atravesado sutilmente gozo y placer. En fin, estas se-
dental: desde los viajes épicos nuestros imaginarios como lati- rían cualidades afortunadas del
de Jasón, Ulises y los fenicios noamericanos. A la par de esto, viaje, desplazarse para obtener
por el mediterráneo, hasta la se intentará rescatar la impor- algo que gratifique la vida indi-
llegada de los españoles al con- tancia que ha tenido el género vidual o colectiva. Pero, al lado
tinente americano, a finales del de la literatura de viajes en vi- de tantas visiones favorables
siglo XVI, catalogada por algu- sibilizar, sobre todo con la lle- del viaje, encontramos su lado
nos como la última hazaña del gada del siglo XX, los innume- desafortunado, donde el viaje
hombre explorando el mundo. rables contornos narrativos que puede no ser el símbolo de la li-
Todos estos acontecimientos nos definen latinoamericanos bertad y la independencia, sino
viajeros pueden rastrearse en y que intentan establecer una todo lo contrario, una expresión
narraciones, crónicas, poemas memoria propia que nos otor- de desarraigo y exilio, donde
épicos y en toda suerte de for- gue visibilidad e independencia la ruta se vuelve irremediable:
mas de escritura usadas por el para con el resto del mundo. refugiados, desplazados, inmi-
hombre para comunicarse. grantes y exiliados de todo el
Acerca del viaje: concepcio- mundo pueden dar fe de esto.
Este artículo de reflexión pre- nes y significados
tende exponer algunos aspectos En esta línea de sentido, el via-
relevantes del género de la lite- El viaje como acción humana es je, como signo social y cultural,
ratura de viaje y cómo este ha un símbolo vinculado de manera puede ser lugar de exclusión
sido abordado desde distintas intrínseca a la cultura y la vida para los actores no favorecidos
perspectivas teóricas y críticas; de los hombres. Por esto, hablar por las hegemonías culturales,
se pregunta por metodologías de viaje es tan común como ha- que han tenido que ir constru-
usadas para acercarse a los rela- blar de muerte, de dinero, de yendo para la historia formas de
tos de viaje y por qué el asunto comida. Sin embargo, las carac- visibilidad y de inclusión. Para
del viaje ha estado relacionado terísticas y los rasgos del viaje Clifford (1999), el concepto de
con las hegemonías culturales. han ido a la par de los cambios viaje posee algunos prejuicios
De igual modo, se hará un corto históricos, adaptándose a las ne- históricos que se encuentran
recorrido de la historia del gé- cesidades de cada época, parti- asociados a unas “[…] prácti-
nero en Latinoamérica; con el cipando de las búsquedas de los cas europeas, literarias, mas-
fin de dilucidar cómo este ha hombres. Viajar para conseguir culinas, burguesas, científicas,
tenido una enorme incidencia recursos y hacer intercambios heroicas, recreativas” (p. 48).
en la construcción de la historia comerciales, viajar para ex- Estas afirmaciones nos limitan
latinoamericana y en la repre- plorar y conquistar territorios, la concepción de viaje hacia
sentación que hemos elaborado viajar para hacer una peregrina- parámetros de marcado privi-
de nuestra identidad. Dichas ción a un lugar sagrado, viajar legio sociocultural, y el privile-
representaciones se observan para clasificar el mundo natural, gio no puede ser obtenido bajo

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condiciones de desventaja de Lo mismo ocurrió en el siglo puede encontrar su goce en la
género, raza, credo o condición XIX, cuando esas mismas co- vida familiar.
socioeconómica. Por tanto, las lonias aportan los viajeros que
posibilidades de movilidad han llegarían a América, África y Esta dicotomía cultural, a pe-
sido limitadas o han estado su- Asia. De igual manera sucedió sar de no ser tan clara hoy día,
jetas a condiciones impuestas en América, cuando los criollos atravesó trechos grandes de la
por “otros” sí autorizados para viajaron a Europa buscando historia. La mujer ha tenido que
el viaje: “Pues en los relatos de los rasgos de la modernidad en verse inscrita y atada al hogar,
viaje dominantes, una perso- los centros de poder intelectual en medio de las aventuras via-
na no blanca no puede figurar como Francia, Italia y España. jeras de los hombres. “El buen
como explorador heroico, intér- También, algunas expresio- viaje (heroico, educativo, cien-
prete estético o autoridad cientí- nes del viaje moderno, como tífico, aventurero, ennoblece-
fica” (Clifford, 1999, p. 49). el turismo, han sido propias de dor) es algo que los hombres
las clases privilegiadas. Augé hacen (deberían hacer). Las
Frente a estos sectores sociales (1998) nos hace un retrato de mujeres se encuentran impe-
de poder, donde ha sido posible esto cuando afirma que, hoy didas de realizar viajes serios.
una mayor tendencia al viaje, día, los turistas de los países de- Algunas de ellas van a lugares
surgen algunos interrogantes: sarrollados viajan a los lugares distantes, pero en general como
¿Quiénes son los que pueden y de los que se quieren marchar compañeras o excepciones.”
realizan viajes? ¿Qué papel han los inmigrantes,1 como es el (Clifford, 1999, p. 46).
tenido las mujeres en el viaje? caso de mexicanos inmigrando
a Estados Unidos y africanos De esta manera, el viaje, y sus
Si partimos de la premisa de inmigrando a las costas españo- mitos de libertad e indepen-
que el viaje es y ha sido expre- las. dencia, ha estado vinculado de
sión de desigualdades, encon- manera directa a los hombres.
traríamos muchos motivos para En cuanto a la relación de la Las mujeres han debido, en el
sostenerla; incluso actualmente mujer y el viaje, muchos crí- mejor de los casos, restringirse
podemos rastrear en nuestro ticos han coincidido en que el a hacer un papel secundario en
continente el lugar que tienen género femenino se encuentra la vida viajera. Ni qué hablar de
los viajes en la vida de ciertos en la historia a un lado de la la escritura de viajes. Gracias
sectores sociales. En el pasado, vida viajera.2 Asociada desde a que las investigaciones sobre
fueron los europeos y las nacio- siempre al hogar, la mujer se las mujeres que han escrito li-
nes imperiales como España, encuentra relacionada a la vida teratura de viajes se han ido
Francia e Inglaterra quienes se fija, estable. El hombre, al pa- extendiendo, conocemos que
desplazaron buscando territo- recer, es el que ha tenido la ne- también existen esas “excepcio-
rios que conquistar y colonizar. cesidad de realización a través nes” de las que habla Clifford.
del viaje, mientras la mujer solo

1
“[…] los países del Sur ven en el turismo una fuente de ingresos puesto que favorecen su desarrollo, aunque los beneficia-
rios directos del turismo en estas zonas suelen ser ciertas organizaciones e individuos de los países desarrollados. Desde
este punto de vista, nuestra época se caracteriza por un contraste tan sorprendente como terrible, ya que los turistas suelen
visitar los países de los que inmigrantes se ven obligados a irse, en condiciones difíciles y a veces, llegando a arriesgar su
vida.” (Augé, 1998, p. 62).
2
“La mujer solo viajaba por la fuerza, cogida como prisionera o esclava, y muy raramente por voluntad propia (haciendo
referencia a la época de la antigüedad y el medioevo), Las viajeras literarias ingresan a la literatura de viajes a mediados del
siglo XIX y de modo generalizado a comienzos del siglo XX (recordemos a la trágica Isabelle Eberhart, a la célebre Alexan-
dra David-Neel, o poco más tarde a Ella Maillart).” (Gasquet, 2006, p. 62).

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Definiciones y aproximaciones teóricas al género de la literatura de viajes
Angélica González Otero

La mayoría de ellas fueron mu- tos, se estampan los sellos de procesos sociales e históricos
jeres europeas, pertenecientes a la historia y la cultura de los se han debatido entre desplaza-
la clase burguesa, como lo fue hombres; ningún país o aldea mientos internos y migraciones.
la británica Anna María Falcon- escapa a su influencia, ya que Ha sido a través del viaje que
bridge, una de las primeras en el viaje ha estado presente de se han establecido muchos de
escribir un libro de viajes sobre forma constante. Por esto, la los motivos de nuestras narrati-
África: Narrative of two voya- propuesta de Clifford de estu- vas, en un intento de describir
ges to the River Sierra Leone en diar la cultura, no solo desde los realidades tan complejas como
1802. También están las deno- asentamientos fijos y tradicio- abusadas, donde la estabilidad
minadas por Mary Louise Pratt nales de lugares establecidos, ha sido escasa y el movimien-
como “exploradoras sociales”: sino de también construir una to sigue imperando como un
Mujeres reivindicadoras de cau- propuesta de cultura a través denominador común de la vida
sas sociales que llegan a Amé- de la dinámica del movimien- latinoamericana. Incluso hoy
rica del Sur en el periodo pos- to, se hace relevante. Tanto la día, en que todo parece des-
terior a la independencia, entre vida sedentaria como los viajes cubierto y expuesto a una glo-
1820 y 1840, y escriben relatos posibilitan descubrir las coyun- balización arrasadora que no
de viaje. Entre ellas, encontra- turas culturales de los pueblos, parece requerir el movimiento,
mos el caso de Flora Tristán en sus relaciones más o menos cer- este continente continúa deba-
Perú (Peregrinaciones de una canas con el desplazamiento y tiéndose entre todas las formas
paria) y María Graham Callcott el intercambio de costumbres, forzadas del viaje, donde miles
en Chile (Journal of a Residen- ideas, tradiciones, mitos y todas de personas buscan una puerta
ce in Chile during the year). estas manifestaciones en conti- hacia la estabilidad económica,
nua transformación. “La cultura y el continúo asecho de los go-
A partir del siglo XX, con el se estableció en base al loca- biernos americanos y europeos
despliegue de las luchas fe- lismo y a lugares cerrados […] por impedir la llegada de más
meninas que buscan instaurar Se concebía la residencia de un inmigrantes a sus países.
el valor social de la mujer, las lugar como la base local de la
prácticas viajeras y la escritura vida colectiva, mientras que el Una mirada al género de la li-
de viajes creadas por mujeres se viaje era suplemento; las raíces teratura de viajes
vuelven cada vez más numero- siempre precedían a las rutas.”
sas. Sin embargo, el tema de la (Clifford, 1999, p. 141). Al aproximarnos al género de
mujer y el viaje merece todavía la literatura de viajes, debemos
una mayor atención, sobre todo El viaje, y sus diversas coyun- tener en cuenta algunos pro-
en el análisis de esas formas de turas sociales, donde viajeros blemas o dificultades de orden
viaje propias de lo femenino y locales se entrecruzan en un teórico, que, en vez de cerrar
que, según Clifford, no son to- movimiento interactivo y cons- el horizonte de investigación,
madas como viajes importantes tructivo, resulta necesario inte- lo amplían y se convierten en
y válidos de ser estudiados.3 grarlo como un ente posibilita- posibilidades interesantes a la
dor de significados a la hora de hora de acercarnos a este campo
En esta confluencia de relatos pensar y estudiar nuestro con- del estudio literario. Entre estos
de viajeros, y desplazamien- tinente, donde muchos de los problemas teóricos, encontra-

3
“¿Y qué formas de desplazamiento, íntimamente asociadas con la vida de las mujeres, no son tomadas en cuenta como
“viajes” valederos? ¿Las visitas? ¿El peregrinaje? Necesitamos conocer mucho más sobre cómo han viajado y viajan en la
actualidad las mujeres, en las diferentes tradiciones e historias”. (Clifford, 1999, p. 47).

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mos principalmente: la defini- XVII, donde se pueden encon- embargo, según Peñate, son un
ción y las características pro- trar dos géneros incorporados campo limitado debido a diver-
pias del género, las tipologías al relato de viajes: el haibun o sos aspectos, por ejemplo, que
como herramienta teórica y la prosa y el haikú o poema breve. “se fundan casi exclusivamente
metodología de análisis. Tam- Ambas expresiones literarias se en la anécdota narrativa”, priori-
bién se podrían incluir como encuentran expuestas sin mez- zando el argumento de la histo-
problemas teóricos: la cuestión clarse, conservando cada una su ria. Es el caso de los denomina-
del corpus siempre en constante naturaleza e intencionalidad en dos viajes de peregrinos, viajes
cambio, la interdisciplinariedad el relato. En cuanto a este tema, de exploración y aventura, via-
del género, ficción y realidad, restaría preguntarnos si sería jes de viajeros imaginarios, etc.
y el asunto de lo literario, entre mejor hablar de “definiciones Otro problema importante de
otros. del género” y no de una sola y las tipologías, según el autor,
única definición. Las definicio- es que tienen en cuenta solo al
El crítico Julio Peñate (2004) nes se podrían exponer o esta- viajero: “suponiendo que sólo
plantea que existen aspectos rían sujetas a los diferentes inte- él puede dar cuenta de la anéc-
que complejizan la opción de reses u objetivos de los campos dota narrativa y del conjunto
una definición real de género de de estudio, lo mismo que al cor- del texto” (p. 23). Ejemplo de
la literatura de viaje (aunque se pus de obras que se elija para esto son el viajero pensador, el
intente hacer como una forma- dicho estudio. De esta manera, flâneur, el turista, entre otros.
lidad en los diccionarios espe- se podrían ampliar el modo y la Este asunto es muy importan-
cializados). Entre dichos obstá- forma de definir un género tan te, ya que vendría a perfilar un
culos se pueden identificar: un complejo y extenso como lo es punto reincidente del análisis de
corpus de obras variadas y de el de la literatura de viajes. los relatos de viaje y es el “pun-
formas heterogéneas y libres, to de vista del viajero”4. Este
donde se vuelve difícil cons- Al lado de la definición, otro enfoque de las tipologías se ha
truir tópicos comunes; la con- problema teórico del género, centrado en la “motivación u
dición interdisciplinaria, ya que según Julio Peñate, sería el de objetivos del viajero en su etapa
el relato de viajes puede llegar a las tipologías. Para la organiza- inicial”, obviando las posibili-
apropiarse de diferentes géneros ción de un corpus tan extenso y dades de cambio que se pueden
y discursos, respetando a su vez variado, los críticos del género generar en el viajero a través de
las características propias de los han tenido que valerse de esta la travesía. Las tipologías pue-
mismos; el relato de viajes se herramienta. Existen innumera- den dar, de manera superficial,
puede nutrir de elementos de la bles tipologías, realizadas con la garantía de un orden; pero,
autobiografía, epistolares, etno- diversos criterios y de acuerdo finalmente, no logran responder
gráficos, históricos, entre otros. con las finalidades de las inves- en su totalidad la complejidad
Un ejemplo claro de esta situa- tigaciones críticas; como herra- de un género como el de la li-
ción puede ser el libro de via- mienta son útiles, ya que posi- teratura de viajes, tan diverso y
jes Sendas de Okú, de Matsúo bilitan establecer un orden a la amplio en formas de escritura.
Bashó, poeta japonés del siglo hora de abordar las obras. Sin

4
La mayoría de las veces se ha querido abordar las obras de viajes desde el sujeto viajero, dejando de lado otros aspectos
también relevantes, como el punto de vista de los “otros o visitados”. Mary Louise Pratt ha sido de las primeras críticas en
intentar abordar otros aspectos textuales, intentando eliminar lo que ella describe como “mimesis crítica”, producto de una
extrema identificación con el autor y el protagonista viajero; dicha crítica se vuelve cegata ante el sentido de alteridad y el
aporte intrínseco de los que acogen y reciben al viajero, y que pueden ser significativos en el proceso de análisis de las obras
de viajes.

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Definiciones y aproximaciones teóricas al género de la literatura de viajes
Angélica González Otero

Otro aspecto teórico del géne- críticas al género, sobre todo a En los relatos de viaje,
ro, muy importante y bastante partir de los estudios poscolo- resulta fundamental ob-
complejo, ya que abarca di- niales, donde se tienen en cuen- servar detenidamente qué
versos puntos de vista críticos, ta aspectos históricos y socio- aspectos recoge cada des-
haciendo difícil obtener una culturales, a la hora de abordar cripción. Y, asimismo, qué
conclusión única, es el tema de este tipo de literatura. aspectos calla. Para los
la metodología de análisis del historiadores será un modo
género de la literatura de viajes; Sofía Carrizo Rueda es otra de acercarse a su mayor o
tema largamente discutido y estudiosa del género que ha menor veracidad y, para
que no ha dejado de ser un reto propuesto una forma más de quienes deseen efectuar
más para el estudioso del géne- abordar las obras de viajes. La un análisis literario, el me-
ro. Las preguntas que bien val- crítica empieza por diferenciar dio de poder dilucidar qué
drían hacernos serían: ¿Cómo la literatura de viajes del relato imagen de mundo es la
analizar relatos de viaje? ¿Exis- de viajes. La diferencia entre que finalmente proporcio-
te un método de análisis? estas dos formas de escritura na el texto. (Carrizo, 1999,
–si bien este tema sigue en de- p. 350).
De manera general, se ha queri- bate crítico– sería que, según la
do priorizar en el análisis de los autora, la literatura estaría más De igual forma, esta diferen-
textos de viajes aspectos como: vinculada con elementos ficcio- ciación discursiva no tiene que
el área temática –que ha sido la nales y el relato tendería más a cumplirse a cabalidad en todas
de mayor análisis–, donde se lo documental e informativo. las obras, tampoco en todas las
abordan grandes tópicos como Sin negar el carácter inclasifica- obras podemos establecer con
el de la ciudad, el exotismo y ble y complejo de muchas obras claridad incuestionable estas
los medios de transporte, entre que huyen de estos estereotipos, actitudes. Por otro lado, Carri-
otros. De la forma estructural Carrizo parte de esta diferencia- zo propone otro componente
de las obras, se han estudiado ción para elaborar una propues- metodológico: la cuestión del
el tiempo y el espacio, la ma- ta crítica de las obras, donde emisor-receptor del texto, don-
nera de desenvolverse la trama elementos como la descripción de se vinculan las pretensiones
y los recursos dramáticos; y y el desenlace están cumplien- del autor en el horizonte de re-
en cuanto al contenido propia- do funciones diferentes tanto en cepción del relato; implica todo
mente, se han estudiado aspec- la literatura de viajes como en lo que el emisor o autor desea
tos como la transformación del el relato de viaje, ya que, por proponer en su obra y que se
viajero, las funciones del azar ejemplo, dentro del relato de convierte en otro elemento de
y los grandes acontecimientos viajes se encuentra casi difumi- análisis importante a la hora de
en el desarrollo de la narración, nada la expectativa por el final rastrear las huellas que marca el
las descripciones como fuente de la trama, no ocurre así en relato de viajes en su momento
de información, etc. Faltaría en la literatura de viajes, donde sí histórico y en sus posibles lec-
esta enumeración añadir otros hay clara motivación por la es- tores, que también están enmar-
recursos de análisis que se han pera del desenlace. Tendríamos cados en una situación social y
ignorado, como el plano expre- entonces una señal clara de que cultural específicas. Este aspec-
sivo, el plano estructural y lin- el relato de viajes se sumerge to metodológico lo podemos li-
güístico, la relación del relato más en funciones descriptivas, gar con la repercusión o la bús-
de viaje con su contexto histó- mientras la literatura sigue prio- queda de significados históricos
rico. Sin embargo, actualmente rizando el contexto dramático y sociales que se pueden hallar
se han incluido nuevas fronteras de la historia. en las obras de viaje. Finalmen-

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te, el género está vinculado con y limitadas. ¿Cuántos relatos no mas de representación como la
diversas formas de representa- son atravesados por la ficción fotografía y el video, cambian-
ción cultural, lo que supone su y cuántas novelas de viajes no do el tipo de relación con esa
conexión con las creencias e son testimonio de realidades otredad perceptible en el viaje
ideologías de las sociedades por históricas? Para intentar no en- y que está siempre susceptible
las que se viaja. casillar o sobrevalorar algún de ser descrita. La escritura de
aspecto del género, haciendo viajes ha transformado sus fron-
Lo mismo sucede con los pre- divisiones que promuevan un teras, se ha ido adaptando a las
supuestos teóricos sobre la es- juicio de valor y conociendo de nuevas perspectivas y formas
critura de viaje, como lo sugería antemano lo problemático que de comunicación: Guías y blogs
anteriormente; en la actualidad, resulta hablar de “literatura”, la de viajes se toman el espacio
la mirada de análisis de las na- crítica y periodista Pilar Rubio para testimoniar la experiencia
rrativas de viajes está más cer- (2006) prefirió el término “na- del desplazamiento. De igual
cana a metodologías interdisci- rrativa de viajes” como una pro- forma, se continúan actuali-
plinarias donde pueden confluir puesta para totalizar las “formas zando las formas tradicionales
la etnografía, la geografía y la del relato escrito”, diferencian- como la novela, la crónica y
crítica literaria, bajo el amparo do dichas narrativas de viajes los diarios de viaje, lo que hace
de las teorías poscoloniales y que estarían más sujetas a los que el material de estudio siga
los estudios culturales. En esta viajes reales donde confluyen vigente y en continuo creci-
nueva perspectiva se tienen en lo testimonial y lo literario, de miento, e incluso rehaciendo la
cuenta aspectos como las for- la novela de viajes “encuadrada forma de percibir y entender lo
mas autobiográficas, tópicos necesariamente en un armazón literario, que no necesariamente
de la otredad y representación ficcional” (p. 248). Estas dos debe adaptarse a los límites del
cultural, entre otros. Desde este grandes categorías constituirían canon.
enfoque, se pretende establecer el género de viajes.
nuevas propuestas para inter- Breve recorrido histórico del
pretar las dinámicas del viaje Relato, literatura, narrativa, son género de la literatura de via-
y las voces que en él hablan, nominalismos usados en un jes en Latinoamérica
donde identidades y subjetivi- intento por delimitar las carac-
dades se transforman de manera terísticas de un género, que, si Las raíces de la literatura de
constante. Para la crítica femi- bien hace parte de la constitu- viajes en Latinoamérica están,
nista Linda McDowell (2000), ción primigenia de la literatura sin duda, en ese momento cru-
uno de los grandes logros de los clásica, también ha ido diver- cial para la historia cultural del
estudios teóricos actuales en el sificándose en variadas y no- mundo, como fue la llegada de
campo de la narrativa de viajes vedosas formas, donde el viaje los europeos a las tierras ameri-
es el concepto de “diferencia”, ha encontrado su lugar para ser canas. Misioneros y conquista-
ya que “desempeñó un papel testimoniado. De igual manera, dores fueron los primeros viaje-
fundamental contra el falocen- son variados los criterios que ros que tuvieron la oportunidad
trismo y universalismo del dis- los críticos han asumido para de enfrentarse a los pueblos
curso occidental” (p. 315). abordar y sacar el mejor prove- americanos. Son esos primeros
cho de los textos de viajes. Di- viajeros los que describirán en
Del relato de viajes a la lite- chas “narrativas de viaje”, hoy sus libros de viaje las primeras
ratura de viajes, todas las ca- día, integran nuevos retos para crónicas de las Indias, que más
tegorías que se le imponen al los escritores y los críticos, gra- tarde serán valoradas por los
género parecieran insuficientes cias al auge creciente de las for- críticos como escritos etnográ-

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Definiciones y aproximaciones teóricas al género de la literatura de viajes
Angélica González Otero

ficos. Dichas crónicas de indias tiva de intercambio dialógico.” estos viajes, Europa se manten-
serán la fuente para rastrear los (Martínez, 2005, p. 34). dría al margen de propósitos de
testimonios que evidenciarían explotación, para recuperar un
las relaciones del europeo fren- Por esto, en los siglos XVI y nuevo tipo de viajero, que ahora
te al indígena. En su libro El XVII predominarían imagina- coleccionaba y clasificaba plan-
Viajero y la Memoria, el crítico rios y representaciones conta- tas y animales alrededor del
literario Fabio Martínez (2005) minados por una visión sesgada mundo, mientras respetaba la
se pregunta sobre ese momento y parcial, donde los misioneros naturaleza.5 ¿Qué había detrás
histórico: “¿Cómo se produce y conquistadores intentarán de este proyecto de clasifica-
este primer encuentro con un abolir las diferencias cultura- ción del mundo natural? ¿Qué
mundo hasta ahora desconoci- les a través de imposiciones consecuencias tuvo en la his-
do? ¿Cómo se efectúa ese pro- religiosas e ideológicas propias toria global de occidente? Para
ceso de alteridad y de reconoci- de su cultura. Cabría entonces la crítica literaria Mary Louise
miento del otro?” (p. 32). preguntarnos si esta situación Pratt (1997), este proyecto de
se acaba en los siglos siguientes sistematización de la naturale-
La respuesta que nos da el au- o si, mas bien, se disfraza con za no era tan benigno como se
tor resulta acertada y oportuna, otros mecanismos de domina- pretendió mostrar al mundo,
ya que si bien Cristóbal Colón ción más sutiles y en apariencia sino, por el contrario, estable-
propicia en Europa el deseo del inocentes; como se puede dilu- cería aún más el abismo entre
viaje, haciendo posible el reco- cidar en el proyecto científico el llamado mundo civilizado
nocimiento de un mundo más del siglo XVIII, donde el misio- racional del europeo y el deno-
amplio y extenso, la misión nero y conquistador le dieron minado mundo salvaje e inculto
conquistadora implanta una in- paso al científico naturalista. de las colonias: “Es posible en-
teracción cultural que no está de contrar aquí una imagen utópica
ningún modo presente dentro de Para la segunda mitad del siglo de un sujeto burgués europeo,
los cánones de reconocimiento XVIII, se inicia un nuevo pro- simultáneamente inocente e im-
de las diferencias, sino va a pre- yecto de viaje, direccionado al perial, imponiendo una visión
dominar la negación del otro; la mundo del conocimiento y la hegemónica inofensiva, que no
condición de indígena es vista ciencia, como lo sería la recopi- instala aparato alguno de domi-
por el europeo como inferior, lación de la historia natural del nación.” (p. 71).
propiciando el éxito del proyec- mundo. Este proyecto se reali-
to de la conquista y la colonia zaría de forma paralela y simi- La dominación a través del co-
en el continente americano. lar en América, Asia y África; nocimiento se vuelve posible al
“[…] Cuando Colón y los mi- grandes expediciones como La constatar que la relación entre
sioneros nombran y descubren Condamine, representarían los el que ve y los que son observa-
al indio, lo hacen desde su len- inicios de este proyecto euro- dos es desigual, lo que ocasiona
gua, desde su cultura, desde su peo que marcaría, como dice que la sistematización racional
religión, borrando cualquier po- Mary Louise Pratt (1997): “[…] del mundo natural esté cargada
sibilidad de reconocimiento del un cambio en la concepción de de discursos de élite, impuestos
otro, evitando cualquier alterna- Europa de sí misma y de sus re- sobre pueblos subvalorados.6 El
laciones globales.” (p. 52). En europeo continúa expandiendo

5
“Comparado con el navegante o el conquistador, el naturalista recolector es una figura benigna u con frecuencia hogareña,
cuyos poderes transformadores actúan en los contextos domésticos del jardín o de la sala de colecciones” (Pratt, 1997, p.
55).

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su visión imperial, pero ahora “modelos” hechos a la medida otros llegaban por pedido de los
de manera menos evidente. Para de la razón civilizadora. propios gobiernos americanos
Mary Louise Pratt, las conse- para que trajeran sus ideas de
cuencias futuras de este proyec- Con la llegada del siglo XIX, progreso y sus conocimientos
to naturalista reflejarían, ya sin se inaugura el que ha sido deno- en campos como la educación,
velos, como la sistematización minado “el gran siglo viajero”; la geografía, la economía y las
de la naturaleza englobaría al el mundo necesitaba ser redes- aplicaciones prácticas como la
mundo en un esquema controla- cubierto y descrito, y muchos ingeniería.8
do, donde incluso los hombres europeos se desplazaron por el
estarían incluidos. mundo con el ánimo de mirar A partir de la independencia,
por sí mismos tierras lejanas y las ideologías europeas fueron
El científico naturalista se en- extrañas. Al continente ameri- parte del pensamiento ameri-
cuentra por fuera de su propues- cano llegaron ingleses, suecos cano. Europa fue un punto de
ta sistemática del mundo, él es y alemanes, entre otros. La ma- referencia importante para la
quien impone orden y nombra, yoría de ellos escribieron dia- conformación de las nuevas
instalándolo en un lugar pri- rios de viaje, durante el viaje o naciones, ya que era hito de los
vilegiado, casi en la escala de cuando volvían a sus países de valores del progreso, por lo cual
creador. Más adelante, este pro- origen. Estos eran el material desde el siglo XIX hasta las
yecto sería el inicio de lo que se de la época a través del cual era primeras dos décadas del siglo
convertiría en la estructura de la posible saber sobre el mundo. XX, muchos criollos hispanoa-
“vida burguesa”7, donde la figu- Después de tres siglos de colo- mericanos también viajarían a
ra del Estado sería organizada nialismo español, las nacientes Europa buscando una realidad
desde patrones socioeconómi- naciones americanas se convir- que les hablara de la moderni-
cos que ejercerán el control, tieron en un potencial mercado dad y la civilización de la que
imponiendo modelos de vida de materias primas para explo- carecían las nacientes naciones
y excluyendo otras formas de tar, lo mismo que un territorio americanas. Dicho viaje se es-
organización social y cultural, inexplorado y exótico para mu- tablece en la pequeña burgue-
consideradas como no válidas chos viajeros. Algunos de ellos sía criolla como una forma de
a la hora de competir con estos llegaban a América con misio- estatus social y aprehensión
nes diplomáticas o mercantiles; cultural. Para los criollos, era

6
Tal vez sea oportuno recordar que esto sigue ocurriendo en algunos sectores académicos en la actualidad, y que ha ocurrido
desde prácticamente el comienzo del siglo XX, con el advenimiento de la nueva antropología social fundada por Malinowski,
tanto en América como en todo el tercer mundo. Este asunto puede resultar más complejo, ya que ese poder de clasificar y
denominar desde una perspectiva hegemónica, no es exclusivo de los europeos, sino de la élite académica, sin importar su
nacionalidad.
7
“La sistematización de la naturaleza lleva esta imagen de acumulación a un extremo totalizado, y al mismo tiempo modela
el carácter extractivo, transformador del capitalismo industrial, y los mecanismos ordenadores que empezaron a dar forma
a la sociedad de masas urbana en Europa bajo la hegemonía burguesa. Como constructo ideológico, la sistematización de
la naturaleza representa al planeta apropiado y reorganizado desde la perspectiva unificada, europea”. (Pratt, 1997, p. 73).
8
Entre los extranjeros más prominentes de este periodo, encontramos nombres como: Charles Stuart Cochrane, inglés que
emprendió un recorrido en barco por América, pasó por Venezuela, Colombia, entre otras regiones, y se involucró en el
comercio de perlas. Dejó consignadas sus aventuras en el Journal of a residence and travels in Colombia, during the years
of 1823 and 1824. Edouard Francois André, arquitecto y paisajista francés, realizó un viaje entre Barranquilla y Quito en
1870, recopilando información sobre plantas ornamentales. Fue auspiciado por su gobierno y dejó registrada su travesía en
crónicas publicadas en la revista francesa Le Tour du Monde. Otro francés, Gabriel Lafond de Lurcy, marino, recorrió la costa
pacífica de Hispanoamérica. Dejó escritos varios documentos sobre economía, la educación y el clima de sus viajes por el
continente. William Eleroy Curtis, viajero diplomático y periodista, en 1880 viajó a América Latina, enviado por su gobierno
para evaluar el potencial comercial de la región.

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Definiciones y aproximaciones teóricas al género de la literatura de viajes
Angélica González Otero

parte del viaje tratar de leer y siglo XX, se encuentran figu- de la voz del viajero: “Textos de
descifrar lo europeo, y luego ras como Germán Arciniegas, temporalidad dilatada, de evi-
escribirlo en sus narraciones de Eduardo Caballero Calderón y dente distancia entre los tiem-
viaje. Muchos de estos viajeros José Eustasio Rivera, Fernan- pos del contar y los tiempos de
ya conocían y habían leído li- do González Ochoa, Eduardo la historia contada, y en las que
bros de viaje a través de todo el Zalamea Borda, dos escritores el afán del escritor se concentra
auge libresco que el género de viajeros colombianos que reco- en la acumulación de informa-
viajes había producido en Eu- rrieron regiones del país, como ción en detrimento de la imagen
ropa. Cada viajero escribe su el Eje Cafetero, el Pacífico y la del informante o de cualquier
versión de París, España, Italia; Guajira. mecanismo que exteriorizara
entre estos escritores tenemos a las relaciones pragmáticas del
Rubén Darío, Enrique Gómez Después de recorrer los diferen- relato”. (Palmero, 2006, p. 30).
Carrillo, José Enrique Rodó, tes momentos de la historia del
Aurelia Castillo y Juan José género de la literatura de viajes En este periodo estaría el
Tablada, entre otros. En Colom- y exponer cómo a partir de la componente del viaje inmerso
bia, una obra que ejemplifica llegada de los españoles, se ge- en la anécdota y los sucesos, lo
este periodo es De sobremesa, nera para el continente america- que lleva como consecuencia
de José Asunción Silva, escrita no un silencio e invisibilidad de un modelo narrativo tempo-
en 1896 y publicada en 1925; la sus formas de vida, siendo opa- ral, lineal y estructurado. Este
obra narra el viaje del poeta y cadas y subvalorizadas por las periodo tiene como referentes
hombre de negocios José Fer- potencias coloniales, nos pre- las novelas Raucho de Ricardo
nández a Europa, quien escribe guntamos cuál será la situación Güiraldes, La vorágine de José
un diario donde se puede leer del siglo XX frente al género de Eustasio Rivera y Canaima de
las crecientes diferencias entre la literatura de viajes en Amé- Rómulo Gallegos. Para media-
la vida provinciana de Santa Fé rica Latina, y más propiamente dos del siglo, Palmero identifi-
de Bogotá y el mundo cosmo- en Colombia. ca un cambio radical en dicho
polita europeo. modelo, para cederle paso a una
La crítica literaria Elena Pal- narrativa que juega a fracturar
También en este periodo, mu- mero, en su artículo sobre el es- el tiempo, asimilando postu-
chos escritores viajeros hispa- critor Alejo Carpentier, hace un ras más complejas frente a la
noamericanos quisieron afian- recorrido sobre la evolución del forma de narrar las tempora-
zar la importancia de recorrer discurso de viaje en la narrati- lidades, incluso buscando en
sus propias geografías, en mu- va ficcional de Latinoamérica. el espacio mítico una vía para
chos casos como una manera de Palmero visualiza tres momen- contrarrestar el predominio del
recuperar o consolidar la esen- tos importantes donde el viaje, tiempo cronológico. De igual
cia americana, cuando el auge como motivo narrativo, se toma modo, será recurrente en el dis-
de la modernidad en el mundo la ficción para hacer parte im- curso de viaje la apropiación de
y de las potencias extranje- prescindible de los procesos ideologías menos progresistas,
ras se filtraba en el continente. literarios del continente. Un aceptando visiones más liga-
Ejemplo de ello, en la Colom- primer momento se da en las das al retorno del origen, como
bia del siglo XIX, fueron Max primeras etapas del siglo XX; la posibilidad de un rescate de la
Gillo, Miguel Triana, José Ma- crítica identifica una narrativa identidad. Entre las novelas que
ría Samper, Soledad A. Samper, sujeta a un modelo “decimonó- ejemplifican este modelo, la au-
Medardo Rivas y Emiliano Res- nico” y “convencional”, donde tora cita Los pasos perdidos de
trepo, entre muchos otros. En el priman la historia por encima

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Alejo Carpentier y La casa ver- descentrados, que asumen des- con propuestas menos hetero-
de de Vargas Llosa, entre otras. iguales y extensas temporalida- doxas como los blogs, las guías
des para recrear, desde el viaje, de viaje, y por supuesto, las de
Hacia finales de los años 80 y la esencia cultural y diversa de orden audiovisual, como la fo-
90, Palmero denomina como un continente. tografía y el cine, formas artísti-
“performance” el novedoso en- cas siempre susceptibles de ser
cuentro entre lo ficcional y lo De igual manera, podemos afir- interpretadas.
escritural, donde se privilegia mar que la narrativa de viajes
las formas de representación en el continente ha tenido una Por otro lado, su discurso siem-
en la novela, llegando incluso a gran importancia dentro de los pre en constante cambio permi-
la parodia, como una forma de procesos de construcción de te establecer y dilucidar cómo
subvertir los discursos homogé- la memoria y la identidad del ha sido asimilado el imaginario
neos, resueltos y claros a nivel continente, gracias a que se cultural de los pueblos a través
formal. Entre las obras que la muestra como un lugar indica- de la historia, imaginarios que
autora menciona están Vigilia do para evidenciar geografías e muchas veces han sido cons-
del almirante de Augusto Roa imaginarios que nos hablen de truidos a través de representa-
Bastos y El arpa y la sombra de nuestras transformaciones y de ciones estereotipadas que fijan
Alejo Carpentier. Finalmente, nuestros procesos de cambio a y limitan la imagen de las cul-
en los años noventa, las narra- través del paso de los siglos. La turas. Sin embargo, también el
tivas de viajes se conformarían permanencia del género de la relato de viaje puede ser fuente
a partir de lo migrante: persona- literatura de viaje está vincula- para entender la conformación
jes en permanente travesía, que da a todos los asuntos y proble- identitaria de grupos sociales y
hablan tanto desde fuera de sus máticas sociales de violencia, étnicos, lo mismo que puede ser
lugares de origen como dentro desplazamiento y migración; un instrumento para descubrir
de ellos. Las narrativas de cuba- fenómenos presentes en la vida la memoria de tantas voces opa-
nos y mexicanos expuestas des- de los latinoamericanos, y que cadas por los discursos mascu-
de los Estados Unidos, pueden seguramente serán ejes impor- linos, coloniales y occidentales.
ser un buen ejemplo de esto, tantes para la permanencia y el
afirma la autora. desarrollo del género de la lite- Para finalizar, nuestra tarea
ratura de viaje no solo en Lati- como críticos del género es ex-
Luego de este breve recorrido noamérica sino también Colom- poner cuánto de peligro existe
histórico, podemos concluir bia. en caer en versiones universales
que la constante reiteración del y estereotipadas de los pueblos
viaje dentro de las narrativas de Así, seguimos reconociendo en y culturas. El reto estaría en
ficción puede estar vinculada a el género de la literatura de viaje contribuir a profundizar y am-
la búsqueda del espacio narrati- un amplio espectro crítico que pliar el espectro crítico de estas
vo como un lugar para descri- da cabida a variadas definicio- narrativas viajeras y cómo han
bir y representar las identidades nes conceptuales y formas hete- ido incidiendo en los imagi-
latinoamericanas, lo que lleva a rogéneas del relato escrito don- narios que hoy tenemos de los
encontrar en la narrativa de via- de se puede incluir lo ficcional Otros: llámense continentes,
jes, en los viajeros y visitados, y lo referencial de las historias; países o regiones.
un perfil de ayuda a la conso- además de permitir textualida-
lidación de un testimonio que des estéticas que no necesaria-
cuente lo americano, en esos mente están permeadas por un
espacios narrativos híbridos, canon estrecho, sino que juegan

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