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GACETA “DERECHO”
GACETA “DERECHO”
Elementos de la pretensión:
Los sujetos: Siempre son dos los sujetos que la componen. No es posible concebir
racionalmente la figura de un acreedor sin el correlativo deudor y viceversa. La idea de
persona del acreedor comprende la de sus sucesores a titulo singular y universal y,
eventualmente, a su sustituto.
Los sujetos de la acción son el actor (pretendiente-activo) y el demandado (aquel
respecto de quien se pretende-pasivo).
El objeto de la pretensión: Es obtener de la autoridad (juez o árbitro) una resolución
con contenido favorable a la petición hecha en la demanda.
La causa de la pretensión: Se entiende por causa de la relación la concreta
interferencia intersubjetiva que la ocasiona.
Extinción de la pretensión.-
Conciliación, cuando ambas partes llegan a un acuerdo.
Cumplimiento de la obligación, cuando la parte pasiva cumple con la obligación.
Desistimiento, cuando la parte activa deja de lado la pretensión de forma voluntaria.
Caducidad de la instancia, en caso de dejar el proceso este precluye, pero no el
derecho.
PRETENSIONES DE COGNICIÓN.
Las pretensiones de cognición se dan en el proceso de declaración y tienen por objeto
obtener del juez un pronunciamiento declarativo, de condena o constitutivo.
Una vez presentada la pretensión en la demanda por parte del demandante, debe
concederse al demandado la posibilidad de poder contestarla, de denunciar el incumplimiento
del actor de algún presupuesto procesal, de formular excepciones y de alegar cuantos hechos
(impeditivos, extintivos o excluyentes) constituyan su propia defensa.
La pretensión de cognición puede plantearse en la fase declarativa del proceso o
trasladarse a la segunda instancia o a la casación, en cuyo caso recibe la denominación de
pretensión de impugnación. Pero, aunque se reproduzca en instancias superiores, la
pretensión no sufre alteración alguna, sino que permanece siendo la misma, ya que, en la
casación no se pueden introducir hechos nuevos y en la apelación, rige el criterio de la
apelación restringida que, fuera de los hechos nuevos, impide la aportación a la segunda
instancia de hechos que no fueron afirmados por las partes en sus escritos de alegaciones.
A su vez, dentro de las pretensiones de cognición pueden distinguirse las
pretensiones: declarativas, de condena y constitutivas.
a. PRETENSIONES DE MERA DECLARACIÓN ó PRETENSIONES
SIMPLEMENTE DECLARATIVAS.
Tienen por objeto obtener del Juez un pronunciamiento en el que declare la existencia
o inexistencia de un determinado derecho subjetivo o relación jurídica, satisfaciendo ello
integralmente el interés del pretendiente. Podrán ser positivas, cuando afirmen su
existencia, o negativas, cuando la niegan o rechazan.
En este tipo de pretensiones, la relación jurídica ha de ser preexistente, ya que a través
de una pretensión declarativa no puede solicitarse del Juez el reconocimiento de futuras
relaciones jurídicas, aun cuando sean admisibles las demandas de relaciones jurídicas
sometidas a condición o plazo.
b. PRETENSIONES DE CONDENA.
Son también llamadas pretensiones de prestación, porque su objeto inmediato reside
en obtener del juez una condena al demandado al cumplimiento de alguna de las prestaciones
ó declaración de la existencia de un derecho. Será pretensiones de condena positivas las que
soliciten la condena de una prestación de dar o hacer, y negativas las que soliciten una
condena de no hacer. Puede existir, no obstante, la mixta, en la que se conjuguen prestaciones
de los dos tipos. Las sentencias recaídas en virtud de estas pretensiones son ejecutables. Esta
característica es típica de las pretensiones de condena, y dentro de ellas, de las dirigidas al
pago de una obligación, cuando son estimadas posibilitan la apertura de un proceso de
ejecución.
c. PRETENSIONES CONSTITUTIVAS.
El objeto de estas pretensiones es la creación, modificación o extinción de una
determinada relación, situación o estado jurídico y excepcionalmente una sentencia
injusta, la que podrá ser anulada a través de los medios de rescisión de la cosa juzgada
(audiencia del rebelde, revisión e incidente de nulidad), que encierran también el
planteamiento de pretensiones constitutivas de anulación. El actor está solicitando un
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pronunciamiento del Juez que cree una consecuencia jurídica que hasta el momento no existía
y que no puede originarse, sino es a través de una sentencia.
PRETENSIONES DE EJECUCIÓN
Las pretensiones de ejecución exigen como presupuesto la existencia de un título de
ejecución de los contemplados en el Art. 379 y 404 del Código Procesal Civil, sin que quepa
la ejecución de sentencias meramente declarativas o constitutivas. El objeto de estas
pretensiones es la realización del derecho de crédito del acreedor, que ha visto
reconocido su derecho en dicho título. Al ser, en el proceso civil, la ejecución voluntaria, al
proceso de ejecución solo se puede acudir ante la resistencia del deudor condenado.
La pretensión de ejecución se deducirá en el procedimiento de ejecución.
Por último, señalar que la pretensión de ejecución puede consistir en la realización de
una prestación de dar, hacer, o no hacer.
PRETENSIONES CAUTELARES
CARACTERÍSTICAS DE LA PRETENSIÓN:
Se dirige a una persona distinta a quien la reclama.
Es decidida por una persona distinta de quien la solicita, ya que quien en definitiva
reconocerá su procedencia es el Estado a través del órgano jurisdiccional.
Jurídicamente, como expresa Couture, sólo requiere la auto atribución de un derecho, o
la afirmación de tenerlo, lo que presupone una situación de hecho que lo origina.
Es un acto de voluntad y no un poder o un derecho como lo es la acción.
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SENTENCIAS.
La palabra sentencia deriva del latín sententia, es el término es utilizado para hacer
referencia al fallo dictado por un tribunal o un juez y a la declaración que deriva de un proceso
judicial. En este sentido, una sentencia es una resolución de carácter jurídico que permite dar
por finalizado una contienda (litis).
Entonces podemos extraer que una sentencia judicial, le da la razón o admite
el derecho de alguna de las partes en litigio. En el marco del derecho penal, este fallo
determina el castigo o la absolución de la persona bajo acusación. Esto quiere decir que, si la
sentencia es una condena, estipula la pena que le corresponde de acuerdo al delito en cuestión.
La sentencia consta de una sección expositiva (donde se mencionan las partes que
intervienen, sus abogados, los antecedentes, etc.), una considerativa (que menciona los
fundamentos de derecho y también de hecho) y una resolutiva (la propia decisión del juez o
tribunal).
Otros usos del concepto de sentencia están vinculados a las expresiones que transmiten
un pensamiento doctrinario o moral, a la resolución de un enfrentamiento a cargo de un árbitro
o, en informática, a la secuencia con instrucciones que especifican distintas operaciones
(Sentencias Constitucionales)
CLASES DE SENTENCIAS
La clasificación de las sentencias (y de los procesos inclusive), corresponde a menudo
a una clasificación de las pretensiones puesto que la finalidad de éstas, es la de que se dicte
aquéllas por lo que en la doctrina suele confundirse unas con otras; de los cuales se puede
evidenciar la existencia diversas clasificaciones de las sentencias:
a) Sentencias declarativas (se refieren a una pretensión declarativa): En ellas se
solicita la simple declaración de una situación jurídica que ya existía con anterioridad a la
decisión, buscando sólo certeza.
El derecho que en un momento determinado se presentaba incierto, adquiere
certidumbre mediante la sentencia, y la norma abstracta se convierte así en disposición
concreta.
Se trata de una mera constatación, fijación o expresión judicial de una situación
jurídica ya existente. Ejemplos de ellas son: la declaratoria de falsedad de un documento (en
los casos en que el CP lo permita), la adquisición de la propiedad por prescripción
(usucapión), reconocimiento de la paternidad, reconocimiento del derecho de la asistencia
familiar, la inexistencia de una situación jurídica (nulidad de un contrato, de un matrimonio o
de cualquier acto jurídico en general), la sentencia de inconstitucionalidad, es otro ejemplo, la
sentencia de deslinde y amojonamiento);
b) Sentencia de condena ó prestación: Que es cuando se pide la imposición de una
situación jurídica al demandado, o sea, se le impone a éste una obligación.
El actor persigue una sentencia que condene al demandado a una determinada
prestación (dar, hacer o no hacer algo), Desde luego, toda sentencia, aún la condenatoria es
declarativa, pero la de condena requiere un hecho contrario al derecho, y por eso la sentencia
condenatoria tiene una doble función: no solo declara el derecho, sino que también prepara la
vía para obtener, aún contra la voluntad del obligado, el cumplimiento de una prestación.
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Cuando las sentencias no son justas: Vivimos en un mundo que nos asegura
mantener el orden y juzgar a quienes invadan nuestra libertad o vulneran derechos, pero
muchas veces los veredictos de los jueces condenan a gente inocente.
Esto no sólo afecta a la persona imputada, sino que significa que en su lugar quedará
libre el verdadero culpable, con la posibilidad de continuar delinquiendo a su gusto, y también
reduce la confianza de los ciudadanos en el sistema judicial.
De lo cual se debe de crear un Programa de Integridad de las Sentencias, con el
propósito de proteger los derechos tanto de la víctima como del condenado. En el cual se
tendría que tener varios objetivos, que van más allá de investigar los reclamos de
inocencia por quienes hayan sido sentenciados injustamente, sino que procura evitar este tipo
de errores. En el que deberían componer en este programa una extensa lista de expertos que
se dediquen intensamente al estudio de la integridad de las sentencias.
Siendo entre sus tareas, revisan las prácticas y la capacitación que reciben las
autoridades, intentando identificar patrones en los errores más comunes cometidos en los
juicios, tales como la citación de testigos oculares falsos, confesiones inconsistentes y pruebas
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que no han pasado por los procesos adecuados para evaluar su veracidad y que tengan el peso
suficiente para ser tenidas en cuenta a la hora de redactar una sentencia.
Son muy numerosos los casos de sentenciados que reclaman su inocencia, por lo que el
programa debe realizar una investigación previa de cada uno en particular para determinar su
autenticidad y su importancia, basándose en una serie de parámetros que les permite ayudar a
quien más lo necesite primero.
El equipo de personas debería estar organizado con expertos de la justicia penal, tanto
juristas como fiscales retirados, quienes se dediquen a asesorar a los fiscales acerca de formas
de mejorar las prácticas para evitar el encarcelamiento de una persona que no haya cometido
ningún delito.
Este es un caso en particular, pero existen programas similares en otros países, y su
eficacia es la prueba de que un cambio es posible y necesario, sobre todo cuando se habla de
privar a alguien de su libertad, condenándolo a una vida de sufrimiento del cual no se
recuperará jamás.